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ABAD MORENO, SARA

ABAD MORENO, SARA Reto 3: Producción Multimedia. Cómo contar historias Idea narrativa: Ana tenía 14 años cuando por primera vez pensó que era inferior a los demás, pensó que debía alcanzar la perfección para que todas las personas de su alrededor le aceptaran. Se fijaba sobretodo en las demás chicas de su clase, según ella, todas delgadas, perfectas y felices por lo que empezó a dejar de comer comida rápida, después disminuyó la cantidad de ingesta al día y finalmente acabó por hacer largos ayunos durante varios días. Ahora, tiene 16 años y es consciente de que ha perdido totalmente el control de su cuerpo y mente. Su vida se centra en bajar de peso, de llegar a una meta que roza la misma muerte. A medida que pierde kilos, sus padres se preocupan más por su salud hasta tal punto que el día de Nochebuena rompen a llorar delante de ella al pensar que perdian a su única hija. Ana, al sentirse tan culpable, corre hacia al aseo, mira su reflejo en el espejo y decide acabar con lo que empezó. No quería sentir que sus padres se hundían junto a ella, no sentía que era perfecta aunque pesara 6 kilos por debajo de su índice de masa corporal (IMC) normal, no sentía ni un hilo de felicidad, por lo que el día de Navidad sin avisar a nadie fue por su propia voluntad a un centro de ayuda contra la anorexia.

Guión literario: Era la tarde de Nochebuena, los padres de Ana preparaban la cena: gambas rojas, langostinos cocidos, mejillones, huevos rellenos, pavo asado y la comida favorita de su hija, un gran solomillo de ternera. Cuando se sentaron en familia en la mesa, Ana abrió los ojos como platos. -No quiero. Es muy grande la carne. No, no quiero. No quiero comer más -dijo con voz temblorosa. Sus padres al oir aquellas palabras se miraron y solo se podía sentir en aquel cruce de miradas miedo, temor por perder a su hija. -¡Ana por favor!, no hagas lo de todos los días. Come o no tendrás ordenador durante un mes -dijo firmemente la madre. -Ana, tienes que comer aunque sea un poquito, estás en los huesos, tienes ojeras y tu mirada no es la misma -dijo el padre con los ojos inundados en lágrimas. Sus padres rompieron a llorar desconsoladamente y al ver aquello, Ana se levantó de la silla y fue derecha al aseo del piso de arriba. Cuando entró, lo primero que hizo fue la misma rutina de todas las mañanas, tardes y noches, mirarse al espejo. Sistemas Multimedia - http://sm.ingenieriamultimedia.org/

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Se levantó la parte de arriba del pijama de Bob Esponja y observó su esquelético cuerpo. Se empezó a palpar primero las costillas, después las caderas y por último, la barriga. Suspiró y otra vez escuchó la voz en su cabeza, aquella voz que apareció a los 14 años, una voz áspera, fría que le recordaba a cada hora, minuto, segundo de su vida que no valía nada, que nunca seria perfecta y que debía comer menos porque sigue siendo la gorda, la fracasada y no la princesa. -Eres una cerda, gorda. Mira esa grasa que tienes colgando de tu barriga, así no vas a ser perfecta jamás -dijo la voz. -No puedo más, esto no es felicidad, es una pesadilla. Solo hago daño a mis padres, ya no tengo amigos, se me cae el pelo, mis uñas están débiles, no tengo la menstruacción, no paro de marearme y desmayarme. No puedo más… -dijo Ana con los ojos cubiertos en lágrimas. Una risa retumbó dentro de su cabeza. -Débil, fracasada, solo te quejas y no dejas de comer y comer. Sigues siendo la misma gorda de hace dos años. No te mereces el nombre de princesa -dijo la voz. Ana golpeó con todas sus fuerzas el espejo y se rompió en pedazos. De repente, llena de ira y rabia empezó a notar escozor en la mano derecha, tenía importantes cortes. Al ver la sangre, se quedó inmóvil durante unos segundos y a continuación se fijó en los trozos de espejo del suelo. Se centró en el más grande de aquellos y se sorprendió al ver su mirada triste, depresiva, sus oscuras y profundas ojeras. Ya no veía a la Ana de antes, la risueña y feliz Ana. -Se acabó. Al día siguiente, sonó el despertador a las 9:00 AM. Ana se levantó, se vistió sin hacer apenas ruido, no se miró al espejo ni se palpó su escuálido cuerpo por primera vez en dos años, cogió las llaves y salió a la calle. Sus pasos eran fuertes, con decisión se dirigía al sitio donde terminaría el calvario. Por fin podría acabar con todo. Cuando llevaba 50 minutos caminando, se detuvo al leer un letrero que ponía “Centro de ayuda contra la anorexia y bulímia”. -Esta es mi salvación, quiero que vuelva Ana, no quiero volver a escuchar esa voz jamás -pensó. Entró, rellenó sus datos en el mostrador del centro. Llamaron a sus padres para comunicarle que su hija comenzaría un tratamiento que cambiaría su vida por completo. Lloraron de alegría, tenían la esperanza de que su hija volvería a ser como antes. Cuando Ana entró a la sala de ocio para conocer a sus nuevas compañeras con las que iba a pasar largos meses, le saludó rápidamente una chica con pelo liso y rubio. Su figura no era del todo delgada. -¡Hola prin!, bienvenida. ¿Cómo te llamas? -dijo la chica energéticamente. -Hola… me llamo Ana, ¿y tú?. -Yo me llamo Mia.

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Guión técnico: SEC 1. INTERIOR. COCINA. TARDE. Nos encontramos en una casa, en el piso de abajo. Los padres cocinan langostinos cocidos, gambas rojas y mejillones. Sobre la mesa de la cocina hay un plato de huevos rellenos y varios utensilios de cocina. SEC 2. INTERIOR. COMEDOR. NOCHE. Los padres y Ana entran por la puerta al comedor. Se sientan en las sillas tapizadas de cuero. Ana se sorprende. ANA (con voz temblorosa) No quiero. Es muy grande la carne. No, no quiero. No quiero comer más. Los padres se miran a los ojos y ponen cara de preocupación. MADRE (seria) ¡Ana por favor!, no hagas lo de todos los días. Come o no tendrás ordenador durante un mes. PADRE (llorando) Ana, tienes que comer aunque sea un poquito, estás en los huesos, tienes ojeras y tu mirada no es la misma. Los padres lloran desconsoladamente. Ana los mira, se levanta de la silla y va con paso rápido hacia el segundo piso de la casa. SEC 3. INTERIOR. ASEO. NOCHE. Ana entra al aseo. Enciende la luz. Se mira en el espejo situado encima del lavabo. Se levanta la parte superior del pijama y observa su figura reflejada en el espejo. Se palpa las costillas, las caderas y se agarra con rabia la barriga. Suspira. Se escucha una voz proveniente de la mente de Ana. LA VOZ (fría, áspera) Eres una cerda, gorda. Mira esa grasa que tienes colgando de tu barriga, así no vas a ser perfecta jamás. ANA No puedo más, esto no es felicidad, es una pesadilla. Solo hago daño a mis Sistemas Multimedia - http://sm.ingenieriamultimedia.org/

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padres, ya no tengo amigos, se me cae el pelo, mis uñas están débiles, no tengo la menstruacción, no paro de marearme y desmayarme. No puedo más… Risa malvada. LA VOZ Débil, fracasada, solo te quejas y no dejas de comer y comer. Sigues siendo la misma gorda de hace dos años. No te mereces el nombre de princesa. Ana golpea el espejo con el puño derecho. El espejo se rompe y caen trozos al suelo. Se mira la mano derecha con extrañeza. Primer plano de la mano derecha de Ana con cortes profundos. Ana mira la sangre, se queda fija durante unos segundos. Mira al suelo y busca el trozo de espejo más grande. En el plano se ve el trozo de espejo en el suelo y los ojos de Ana reflejados. Ana tiene mirada triste y llena de ojeras. ANA Se acabó. SEC 4. INTERIOR. HABITACIÓN. DÍA. Suena el despertador. Ana se levanta de la cama, se viste silenciosamente. Va derecha a la puerta para salir de la habitación. Coge las llaves del recibidor, abre la puerta de la salida de la casa. Cierra la puerta. Camina hacia la calle bajando primero por el jardín. SEC 5. EXTERIOR. CALLE. DÍA. Ana camina y pisa con fuerza la acera. Transcurre un paso de tiempo representado con el paso de 50 minutos en el reloj que lleva Ana en la muñeca izquierda. Se detiene Ana frente a un letrero. La cámara enfoca a dicho letrero. Se escucha el pensamiento de Ana. ANA (con seguridad) Esta es mi salvación, quiero que vuelva Ana, no quiero volver a escuchar esa voz jamás. Entra en la estacia de debajo del letrero. SEC 6. INTERIOR. CENTRO DE AYUDA. DÍA. Ana se acerca al único mostrador del recibidor. La mujer hace una llamada telefónica. En un plano paralelo aparecen los padres de Ana llorando de emoción. SEC 7. INTERIOR. SALA DE OCIO. DíA. Sistemas Multimedia - http://sm.ingenieriamultimedia.org/

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Ana entra con temor a la sala. Mira de un lado a otro. Aparece entre las chicas de la sala, una persona con pelo rubio y liso. Mia saluda a Ana con la mano de forma agitada. Mia se acerca a Ana. Ana se muestra tímida. MIA (con energía) ¡Hola prin!, bienvenida. ¿Cómo te llamas?. ANA Hola… me llamo Ana, ¿y tú?. MIA Yo me llamo Mia.

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