Proteinuria Marcus Gomes Bastos

La Enfermedad Renal Crónica (ERC), contrariamente a lo que se pensaba hasta hace poco tiempo, es una enfermedad común, a punto de ser considerada, actualmente, un problema de salud pública. Esto se debe a la nueva definición que facilitó el diagnóstico de la ERC, en especial, en sus estadios más iniciales, cuando es, frecuentemente, asintomática. En este sentido, el diagnóstico temprano y el tratamiento de la ERC permiten implementar intervenciones que reducen la morbilidad cardiovascular, principal causa de muerte en pacientes con ERC, en todo el mundo. En sus estadios más iniciales, la ERC es, frecuentemente, asintomática, y su diagnóstico depende de exámenes simples de laboratorio, ampliamente disponibles. En estos exámenes, la proteinuria (albuminuria) se ha utilizado como el principal marcador clínico de lesión del parénquima renal. No obstante, es importante destacar que la proteinuria también se ha utilizado para identificar a los individuos con ERC que presentarán un curso progresivo de la enfermedad hasta la falencia funcional del órgano, reconocer los casos con mayores probabilidades de complicaciones cardiovasculares y prever los pacientes con mayores probabilidades de mortalidad prematura. Diversas proteínas son eliminadas a diario en la orina, sin embargo, la cantidad de proteína total en la orina no debe sobrepasar los 150 mg/día. Entre las proteínas eliminadas, la albúmina (que constituye cerca del 10-15% del total) es la más correlacionada a los desenlaces adversos en el curso de la ERC. La tabla abajo presenta los diferentes métodos y valores de referencia de la proteinuria y albuminuria que se deben considerar en el manejo de la ERC. La búsqueda de proteinuria es válida, a través de la detección en la orina de presencia tanto de la proteína total como de la fracción albúmina. Las tirillas reactivas, ampliamente utilizadas en la búsqueda de proteinuria, son prácticas, pero su performance depende del flujo de orina. La creatinina se excreta en la orina a una tasa relativamente constante y se puede utilizar para la cuantificación de la proteinuria (relación proteína/creatinina o RPC) o de la albuminuria (relación albúmina/creatinina o RAC), en muestras aisladas de orina. Estos métodos presentan una excelente correlación con las determinaciones © Curso online “Prevención de la Enfermedad Renal Crónica para el Primer Nivel de Atención” 2016

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realizadas en orina obtenida durante 24 horas, además de ser más convenientes.

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© Curso online “Prevención de la Enfermedad Renal Crónica para el Primer Nivel de Atención” 2016

Tipos de proteinuria Las proteinurias se pueden clasificar en tres tipos: 1. por sobrecarga; 2. tubular; y 3. glomerular. En las proteinurias por sobrecarga y tubular, la barrera de filtración glomerular se mantiene intacta y derivan de causas específicas (por ejemplo: proteinuria de Bence-Jones, síndrome de Fanconi). La proteinuria glomerular, sin embargo, deriva de diferentes enfermedades (renales o sistémicas) que comprometen la integridad de la barrera de filtración glomerular (selectividad de carga y de tamaño) y/o aumentan la presión intraglomerular. Frente a un individuo con proteinuria, es importante saber si la misma es transitoria u ortostática o persistente. La proteinuria transitoria resulta de causas extrarrenales (fiebre, ejercicio físico, insuficiencia cardíaca descompensada, convulsión) y se normaliza con la desaparición de la causa, no siendo necesaria su búsqueda. La proteinuria ortostática, observada cuando el individuo se encuentra en posición ortostática, es más frecuente en jóvenes (50 mg/kg/día, o no nefrótica, cuando los niveles son