Los Derechos Humanos, el Holocausto y los Genocidios recientes

“Los Derechos Humanos, el Holocausto y los Genocidios recientes” Por: Denisse Romero Vallejo “Cuando vinieron a llevarse a los comunistas, guardé sile...
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“Los Derechos Humanos, el Holocausto y los Genocidios recientes” Por: Denisse Romero Vallejo “Cuando vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío. Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar” (Niemöller; 1946) El Holocausto, evento que marcó a la historia mundial, muestra lo cruel que puede llegar a ser la raza humana con sus congéneres cuando se trata de alcanzar sin límites lo que se considera la mejor opción para la sociedad. Lo que ocurrió durante los doce años en que el Partido Nacional Socialista gobernó Alemania y ejerció su poder en gran parte de Europa, se convirtió en la ola más grande de matanza realizada de forma despiadada y sin respeto hacia la vida y a la dignidad humana. Las preguntas que surgen y que se pretenden contestar en este trabajo de investigación son instituciones públicas y privadas que debieron

¿por qué las

defender los Derechos

Humanos, no tomaron acciones contundentes ante los hechos? ¿Qué situaciones históricas permitieron a la humanidad olvidarse de su prioritaria obligación de defender el derecho a la vida? Los Derechos Humanos aparecen desde la Edad Antigua en Occidente, donde las civilizaciones como las judías e hindúes, establecieron que el ser humano poseía valores como el derecho a la vida, otorgados por un Dios al momento de nacer. Pero no es hasta 1776, que los Estados Unidos consolidó oficialmente la Declaración de Derechos de Virginia. Mientras tanto en Francia los pensadores de la Ilustración difundían el respeto a los derechos en medio de una difícil situación tanto interna como externa, con un proceso revolucionario en marcha. Durante este, también se dieron casos de maltrato y

asesinatos propiciados por guardias nacionales, quienes ejecutaban estas órdenes con la ayuda de la guillotina, contradiciendo el derecho a la vida y a la dignidad del ser humano que propugnaban. Es así como surgió en 1789 la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano que garantizó los derechos de la persona humana a una vida digna. Sin embargo, no fueron considerados ante el sufrimiento y dolor por los que atravesaban los seres humanos durante el cautiverio judío. La Teoría Dominó explicaría la falta de involucramiento de los Estados Unidos en oponerse a las atrocidades de la guerra al tener sus intereses propios muy lejanos a la crisis europea, de la que se beneficiaba al proveerla de armamento. El Holocausto supuso la muerte de aproximadamente 6, 000,000 de judíos, de quienes se creía eran “poseedores de un maligno y perverso plan de dominación mundial” (Fernández, Osowicki y Albán; 2010) al haberse convertido algunos de ellos, en grandes comerciantes y tener suficiente poder económico como para poder influenciar sobre casi toda la población alemana. Para el Partido Nacional Socialista, liderado por Adolfo Hitler, esta creencia fue una oportunidad política para que sus líderes encontraran excusas para declarar culpables a los judíos de cualquier situación negativa que fuera importante. El 22 de marzo de 1933 uno de los organismos más poderosos del partido, la Schutzstaffel, creó el campo de concentración de Dachau. Inicialmente su finalidad fue la reclusión de personas que estuviesen en contra de las decisiones del régimen. El Nacional Socialismo tuvo siempre en claro su objetivo: mantener la raza pura alemana y deshacerse de cualquier otra considerada como impura, categoría en la que figuraban los judíos, gitanos, testigos de Jehová y cualquiera que no jurase lealtad al partido. Pero para poder ejecutar su plan, debía antes librarse de los propios “miembros del liderazgo nazi, el ejército y otras dependencias” (USHMM; 2012) que estuviesen en contra de sus líderes. Los asesinatos tomaron lugar el 30 de junio de 1934, en un evento denominado La Noche de los Cuchillos Largos donde se registraron 20 muertes. Estas fueron declaradas “legales y necesarias para alcanzar los objetivos del partido” (USHMM; 2012).

Para

continuar con su propósito, el 15 de septiembre de 1935 se estipularon las

Leyes de Nuremberg que prohibían el matrimonio entre alemanes puros y judíos donde se estableció que ninguno de ellos podía portar o izar la bandera nacional, peor aún exhibir sus colores. Junto a estos hechos, se prosiguió a marcarlos con la estrella amarilla de David que los representaba. Es decir, aquello que había sido su orgullo se convertía en señal de vergüenza y de dolor. Desde ese día ya nada sería igual. Los partidarios del régimen nazi demostraron una postura antisemita: El judío fue siempre un parásito en el organismo nacional de otros pueblos, y si alguna vez abandonó su campo de actividad no fue por voluntad propia, sino como un resultado de la expulsión que de tiempo en tiempo sufriera de aquellos pueblos de cuya hospitalidad había abusado. “Propagarse” es una característica típica de todos los parásitos, y es así como el judío busca siempre un nuevo campo de nutrición (Hitler; 1924). En esta ideología sobresalen los hechos que llevaron a la Noche de los Cristales Rotos el día 9 de noviembre de 1938. Su origen fue el asesinato del embajador alemán Ernst Von Rath por parte de un joven de 17 años, quien buscaba comunicarse con el conde Johannes Welczek para retornar a Alemania pues su familia había sido detenida y necesitaba ayudarla. En palabras de Herschel Feibe Grynszpan se observan sus sentimientos: “Mi corazón sangró cuando supe del destino de mi familia; sentí que debía protestar para que el mundo escuchara” (Enlace Judío, 2012). Mas al día siguiente “treinta mil judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración, donde cientos de ellos murieron” (USHMM, 2012).

Y así

implacablemente se desarrolla el genocidio. De los aproximadamente 6,000,000 de judíos que murieron en los campos de concentración, inicialmente creados para opositores del régimen, 1,000,500 fueron niños quienes no soportaron las condiciones extremas en las que vivían, ni el trabajo extenuante que realizaban en “la colocación de traviesas en las Vías Férreas, la construcción de edificios, la producción de munición” (Larry; 2009).

Lo menos que podíamos esperar es que un exterminio volviera a repetirse, mas parece que la humanidad estuviera ciega ante ese pasado que grita no se repitan los mismos errores. Sin embargo, la investigación realizada continua mostrando un sinnúmero de artículos relacionados al tema en los que no solo se discuten cifras, fechas, lo que se dijo o no se dijo y lo que se hizo o se dejó de hacer, sino que se habla de si está bien o está mal lo ocurrido en el Holocausto. Este es un tema que merece ser recordado siempre para no permitir que vuelva a ocurrir y construir un futuro sin discriminación ni víctimas del odio racial. Esto es lo que busca Eli Sagir, joven que, al tatuarse el número con el que los nazis tatuaron a su abuelo en el campo de concentración, recuerda a la sociedad el deber de trabajar para que no se repita el genocidio. "Para algunos es una forma de expresar ira, para otros una garantía de que nunca olvidarán" (El Comercio; 2012). Resulta asombroso que treinta años después del Holocausto, un caso similar al genocidio judío ocurriría en Camboya bajo el régimen de los Jemeres Rojos, al implantar el comunismo. Los

opositores al gobierno, sus familias y cualquiera que se considerara

sospechoso, eran exterminados. Se vuelve a formular la pregunta de la hipótesis que ahora encuentra respuesta en lo que se justificaba durante esa época y hoy parece absurdo: “Estados Unidos usó su poder de Veto frente a la ONU ante el tímido reclamo de Austria, India y Nueva Zelanda, ya que Camboya mantendría alejado a Vietnam de Estados Unidos” (El Tiempo; 2012). Ello pone en evidencia que el juego político fue más importante que la muerte de 2, 000,000 de personas. “Quien olvida su historia está condenado a repetirla” dijo el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana, cuarenta y seis años después, con el genocidio de

Ruanda. En él, el presidente Juvenal

Habmariyana fue derrocado y el grupo étnico de los Tutsis, responsabilizados por derrocar al gobierno y asesinados por otro grupo étnico, los Hututs. El resultado: 800,000 personas asesinadas. En 2004 ocurrió otro genocidio situado en Darfur, Sudán, donde se produjo un conflicto militar. “La ONU no dudó en comparar la limpieza étnica que sufre esta región africana, con el genocidio ocurrido hace una década en Ruanda” (Arroyo; 2009). El resultado: 300,000 muertos. Este organismo consideró

indispensable tomar decisiones respecto a tanta muerte e intervenir para lograr un acuerdo de paz. Sin embargo, hasta el día de hoy se firma este acuerdo y han pasado ya ocho años. Existe un factor clave que es común en estos tres casos analizados. Se trata del nacionalismo que, muy propio de aquel período, se mezclaba y confundía con el racismo. Se implantaba una fidelidad incondicional a la nación por parte de cada individuo, al que se le demandaba su colaboración y se lo volvía cómplice de cualquier evento que el gobernante decretara como bueno o malo para el bienestar del país y a su vez propio. Sin este factor probablemente no se hubieran podido financiar las cámaras de gas alemanas ni contar con el apoyo de tantas personas que obedecían sin preguntarse si lo que hacían estaba en contra o no de sus principios éticos y morales. El siglo en que vivimos confirma que es tiempo de analizar estos errores pues así como el ser humano es capaz de avanzar tanto en diferentes campos, también debería ser capaz de progresar en el camino para alcanzar la paz. Para ello, debemos educar a la sociedad moderna para el desafío de una paz verdadera. La mejor forma de hacerlo es creando a nivel nacional un museo contemporáneo “Construyendo la paz” que refleje dos partes de la historia: una que revele lo vivido durante el Holocausto y los múltiples genocidios acontecidos a partir de este, y otra que muestre todos los esfuerzos que la sociedad ha hecho y continúa haciendo para conseguir la paz en diferentes partes del mundo y desde diferentes ámbitos. Según estudios de la Universidad Nacional de Catamarca “el 39% de los alumnos prefieren el canal visual” (De Bazán; M.S. y Contrera; 2004) como método de aprendizaje. Por lo tanto, la creación del museo con toda la tecnología actual donde se exponga lo anteriormente dicho, logrará que se mantenga vivo el recuerdo de lo que sucedió hace 70 años para estimular a las distintas generaciones a involucrarse en la lucha por la paz verdadera. Se trata de no dejar atrás lo que debe estar en nuestro presente con el fin de socializar lo que muchos ignoran y recopilar información plasmándola de forma creativa en libros, folletos o en material didáctico. De esta forma, la historia no será vista como un tema por estudiar sobre lo ocurrido en el pasado, sino como

una cuestión actual que involucra nuestras vidas y cuyas consecuencias ponen en peligro el futuro de la humanidad. El presente trabajo concluye con un fragmento de una carta encontrada en un campo de concentración en la que una madre le explica a su hijo la pesadilla vivida en dicho lugar y para quien el amanecer y sus sueños eran su única esperanza.

El silencio es el verdadero crimen de la humanidad (…) ¿Y los gritos? Hoy me pregunto, los gritos ¿a dónde van? No pueden, no deben perderse. No es posible que se pierdan, no pueden deshacerse en la nada, no pueden morir en la nada, morir para nada, para algo se han creado, para algo se han gritado. El grito no muere, no puede morir. No muere. Nosotros sí morimos, cada amanecer, en cada tren que llega. Pero nuestros gritos no, el grito no. (Rosencof; 2000) Referencias: Arroyo, M. (2009). “El nuevo genocidio africano” en elmundo.es. Recuperado de: http://www.elmundo.es/elmundo/2004/07/02/solidaridad/1088759514.html Bitácora de Javifields (2007) “Día Mundial de la Conmemoración del Holocausto”. Recuperado de: http://www.javifields.blogspot.ca/2007/01/quien-olvida-su-historia-est-condenado.html?m=1 Breval, José Manuel. (2010). “Genocidio en Ruanda”, en Historia General. Recuperado de: http://www.historiageneral.com/2010/10/19/el-genocidio-de-ruanda-en-1994/ De Bazán,Pulido; M. S y Contrera, G.(2004). “Análisis de los diferentes estilos de aprendizaje de los alumnos del último año de la carrera de ingeniería agronómica para ajustar la metodología de enseñanza”. Recuperado de: http://www.editorial.unca.edu.ar/Publicacione%20on%20line/CIZAS/imagenes/pdf/V6/2. Pulido.%20cizas.pdf El Tiempo (2012). “Genocidio en Camboya”. Recuperado de http://www3.eltiempo.com/100/dk100/cronologia_centenario/ARTICULO-WEBPLANT_NOTA_INTERIOR_100-7938081.html

Enlace Judío (2012). “La Noche de los Cristales Rotos”. Recuperado de http://www.enlacejudio.com/2012/11/08/un-nino-de-17-anos-fue-el-culpable-de-lakristallnacht/ Fernández, Sonia; Osowicki, Daniel y Albán, Fernando (Elaboradores) (2010). “Genocidios Recientes” en Los Derechos Humanos, el Holocausto y los genocidios recientes. Ministerio de Educación del Ecuador, Comunidad Judía del Ecuador y UEE Alberto Einstein. En http://www.einstein.k12.ec/archivos%20descargables/DOCUENTOSSHOA/FolFoll%20 Holocausto%2030%20junio%202010.pdf Frankl, Víctor (1991). El Hombre en Busca de Sentido. Herder, Barcelona. Hitler, A. (1924) “Mi lucha” en Radio Islam. Recuperado de: http://www.radioislam.org/historia/hitler/mkampf/pdf/spa.pdf Larry (2009). “La vida en un campo de concentración nazi” en 2GM. Segunda Guerra Mundial. Recuperado de http://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=1953 M.C. (2008). “La Noche de los Cuchillos Largos” en b. Recuperado de: http://www.laguia2000.com/alemania/la-noche-de-los-cuchillos-largos Nagant, M. (2007). “Teoría del Dominó” en Guerra de Vietnam. Recuperado de: http://www.guerradevietnam.foros.ws/t495/teoria-del-domino/ Redondo F. (2012). “Martin Niemöller”. En FXA. Recuperado de: http://frasemagistrales.blogspot.com/2012/05/fxa-martin-niemoller.html Rosencof, Mauricio. (2000). "Holocausto Nazi" en El Aleph. Recuperado de: http://www.foro.elaleph.com/viewtopic.php?t=18122 United States Holocaust Memorial Museum (2012). “Leyes de Nuremberg”. Recuperado de: http://www.ushmm.org/outreach/es/article.php?ModuleId=10007695 United Status Holocaust Memorial Museum (2012). “Cronología del Holocausto”. Recuperado de: http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?Moduled=10007179 United Status Holocaust Memorial Museum (2012). “La “Noche de los Cristales Rotos””. Recuperado de: http://www.ushmm.org/outreach/es/article.php?Moduleld=10007697