Los derechos humanos, el holocausto y los genocidios recientes

Los derechos humanos, el holocausto y los genocidios recientes Educamos para tener patria Llaktata charinkapak yachanchik Unidad de Aprendizaje dis...
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Los derechos humanos, el holocausto y los genocidios recientes

Educamos para tener patria Llaktata charinkapak yachanchik

Unidad de Aprendizaje diseñada para el Programa de Historia Universal Rafael Correa Delgado PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR Raúl Vallejo Corral MINISTRO DE EDUCACIÓN Gloria Vidal Illingworth VICEMINISTRA DE EDUCACIÓN

Créditos: Unidad Educativa Experimental Alberto Einstein

SUPERVISIÓN

Victor Hugo Vinueza, Ministerio de Educación Raquel Katzkowicz, Directora General de la Unidad Educativa Experimental Alberto Einstein

COORDINACIÓN Sonia Fernández, Directora del Departamento de Ciencias Sociales de la Unidad Educativa Experimental Alberto Einstein

APOYO Departamento de Ciencias Sociales de la Unidad Educativa Experimental Alberto Einstein

DISEÑO Y MAQUETA

Ana Cristina Ochoa, Ministerio de Educación Diciembre, 2008

1. JUSTIFICACIÓN La proclamación de los Derechos Humanos es el resultado de un largo proceso que se inició a partir de la independencia de Estados Unidos y de la Revolución Francesa, en cuyo marco se proclamaron los primeros de carácter civil y político. Estos derechos surgieron vinculados a los principios de libertad, igualdad y fraternidad que guiaron las acciones de la Revolución Francesa. A partir del reconocimiento de estos derechos, a los que se ha dado en llamar de “primera generación”, surgieron otros, como expresión de circunstancias históricas que pusieron en duda el sentido mismo de la condición humana. Apelando a la categorización de la “racionalidad progresiva” de los Derechos Humanos, luego de la Segunda Guerra Mundial, como un acto de reparación de los horrores del Holocausto, vinculados a los derechos legales y políticos, sugió otro grupo de derechos humanos entre los que se cuentan los económicos, sociales y culturales. Los derechos de última generación corresponden al mundo altamente tecnificado de la actualidad, que ha “inventado” otras formas de agresión al ser humano y a la naturaleza. En este proceso de progresiva ampliación de los derechos, no cabe duda que a más de su hito fundador, los Derechos Humanos proclamados por las Naciones Unidas marcaron un momento fundamental en su trayectoria. El Holocausto o la Shoá al poner en cuestión la propia condición del ser humano, creó el escenario propicio para que la comunidad internacional se vea obligada a salvaguardar, por la vía del enunciado, los derechos básicos que son inherentes a una existencia digna. La enseñanza del Holocausto es una tarea para formar individuos en el respeto a la alteridad, en la promoción de la paz y la no discriminación, en resumen en el ejercicio activo de los derechos fundamentales. Si el Holocausto ha sido objeto de reflexión históricacientífica, su interiorización no se agota allí, exige dotarla de un valor existencial que implica adoptar una posición activa y crítica frente a este hecho. La memoria del Holocausto no es un producto acabado, sino el resultado de una praxis social e individual de reinterpretación que está ligada a la construcción y transformación del mundo actual; un mundo que debe asegurar la no discriminación y el respeto a los Derechos Humanos. El rol de la educación, como medio de reconstrucción de la memoria del Holocausto en un sentido de futuro y de cambio, exige el desarrollo de una ética existencial. Esto permitirá que el Holocausto sirva para interpelar por posiciones comprometidas en contra de formas explícitas o encubiertas que niegan la posibilidad de la plena realización del otro. En el interés de propiciar la formación en una ética existencial, la enseñanza del Holocausto y de otros genocidios recientes debería ser una tarea que se apoye no sólo en la búsqueda de los datos objetivos, sino que se esfuerce por penetrar en la subjetividad del evento a través de los testimonios vivenciales. La constatación del hecho se debe hacer por la vía del análisis de las evidencias que los sobrevivientes fueron capaces de legarnos: la palabra, la música, la poesía, los diarios, que transmiten el dolor experimentado, son fuentes que la enseñanza de la memoria debería privilegiar por su valor existencial, y para permitir que cada uno nos hagamos cargo de esos testimonios para preservarlos. En este marco de reflexión, se entiende el llamado de las Naciones Unidas a conmemorar el 27 de enero el Holocausto y a instar a incorporar su estudio en los sistemas educativos nacionales. Aprender sobre el Holocausto es una forma de tomar posición frente a eventos contemporáneos que se van en contra de un proceso histórico de internacionalización de los derechos fundamentales que se pensó consolidado luego del asesinato de millones de personas.

Sonia Fernández, Fernando Albán

Justificación

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TEMA 1: El itinerario histórico del derecho internacional de los Derechos Humanos

TEMA 1: EL ITINERARIO HISTÓRICO DEL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Idea central: hjhjhjhjjjjjj

Desde la aparición de los Derechos Humanos se han ido incorporando otros, como resultado de los genocidios del siglo XX.

Objetivo:

Explicar las razones de la progresividad de los Derechos Humanos.

Conceptos:

Derechos de “primera generación”; “Declaración Universal de los Derechos Humanos”; derechos de “segunda generación”; derechos de “tercera generación”; derechos de “cuarta generación”.

Actividades de Aprendizaje Sugerencias 1.- Los/as alumnos/as hacen una investigación sobre: ¿Cuál fue el origen de los Derechos del Hombre y del Ciudadano? ¿Por qué los Derechos Humanos surgieron a finales de la II Guerra Mundial? ¿Por qué los Derechos Humanos se fueron ampliando e internacionalizándose? 2.- Los/as alumnos/as comentan uno de los siguientes documentos: -Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948. -Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, 1965. 3.- Otras actividades están sugeridas en el Apéndice 1.

Evaluación Sugerencias Los/as alumnos/as hacen una clasificación generacional de los Derechos Humanos y escriben un ensayo referido al tema.

Tema 1

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Bibliografía: Alvarado, Martha, Vivamos nuestros derechos y responsabilidades: educación en derechos y responsabilidades, Quito, s.n., 2006. Amnistía Internacional, La Zanahoria. Manual de Educación en Derechos Humanos para maestros y maestras de preescolar, México, Amnistía Internacional, 1997. Armas, Amparo y otros, Los derechos humanos: el caso ecuatoriano, Quito, Editorial Universitaria, 1985. Ayala Lasso, José y otros, El Ecuador y los Derechos Humanos 1948-1998, Quito, Academia Diplomática, 1998. Ayala Mora, Enrique, Ecuador: patria de todos, Quito, Corporación Editora Nacional, 2004. Barreiro, Clara, Derechos Humanos, vol.18 , s.l., , Gráficas Estella, 1985. Bidart Campos, Germán J., Teoría general de los Derechos Humanos, Buenos Aires, Edit. Astrea, 1989. CELADEC, Derechos Humanos a sangre y fuego, Lima, CELADEC, 1979. Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, Curso nacional de Derechos Humanos, Quito, Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, 1997. Diemer, A., y otros, Los fundamentos filosóficos de los Derechos Humanos, Barcelona, Serbal, 1985. Kant, Emmanuel, Filosofía de la historia, México, Fondo de Cultura Económica, 1987. Maritain, Jacques, El hombre y el Estado, Buenos Aires, Club de Lectores, 1984. Palomares, Jesús María y otros, Historia del mundo contemporáneo, Madrid, Anaya, 1984. Prado Valllejo, Julio, Documentos básicos de Derechos Humanos: económicos, sociales y culturales, Mendieta, Quito, 1992. Valencia Villa, Hernando, Los derechos humanos, Madrid, Acento, 1998.

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Tema 1

Páginas Web: Declaración Universal de los Derechos Humanos http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm Tres generaciones de Derechos Humanos http://es.wikipedia.org/wiki/Tres_generaciones_de_derechos_humanos Plan Nacional de Derechos Humanos en el Ecuador www.planacionalderechoshumanos.gov.ec Página de publicaciones acerca de los Derechos Humanos realizada por la Dra. María Elena Moreira www.humanrightsmoreira.com Comisión Ecuménica de Derechos Humanos www.cedhu.org ¿Qué son los Derechos Humanos? www.centroprodh.org.mx/infobasicadh/principal.htm ¿Cuáles son los Derechos Humanos? www.gestiopolis.com/canales7/eco/los-derechos-humanos.htm Características de los Derechos Humanos derecho.laguia2000.com/parte-general/características-de-los-derechos-humanos Clasificación de los Derechos Humanos derecho.laguia2000.com/parte-general/clasificación-de-los-derechos-humanos 10 principios sobre los Derechos Humanos www.analitica.com/va/politica/opinion/9518354.asp

Tema 1

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TEMA 2: La violación de los Derechos Humanos

TEMA 2: LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Idea central: hjhjhjhjjjjjj

La violación de los Derechos Humanos es un acto de negación de la humanidad del otro.

Objetivo:

Analizar las razones por las cuales se violan los Derechos Humanos.

Conceptos:

Violación de los Derechos Humanos; genocidio; discriminación racial; tortura.

Actividades de Aprendizaje Sugerencias 1.- Los/as alumnos/as hacen una investigación sobre: ¿Cuándo se violan los Derechos Humanos? ¿Por qué se violan los Derechos Humanos? ¿Qué hechos importantes a la violación de los Derechos Humanos han marcado la Historia de la Humanidad? ¿Qué se debe hacer para prevenir la violación a los Derechos Humanos?

2.- Los/as alumnos/as comentan uno de los siguientes documentos: - Defensa y promoción de los Derechos Humanos. - Una violación de los Derechos Humanos - ¿Quiénes son las víctimas de una violación a los Derechos Humanos? centroprodh.org.mx/infobasicadh/index_infoDH.htm-34k-En caché 3.- Otras actividades están sugeridas en los Apéndices 2a y 2b.

Evaluación Sugerencias Los/as alumnos/as organizan un debate sobre ¿Es la pena de muerte una violación de los Derechos Humanos?

Tema 2

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Bibliografía: Agamben, Giorgio, Estado de excepción. Homo sacer II, 1, Valencia, Guada Impresores, 2003. Buergenthal, Thomas, Derechos Humanos internacionales, México, Ed. Gernika, 1996. Instituto de Defensa Legal, Casos difíciles: someter a la justicia extranjera a los que violan los Derechos Humanos, Perú, IDL, 2000. Mosca, Juan José, Derechos Humanos. Pautas para una educación liberadora, Uruguay, s. e., 1985. Nancy, Jean-Luc, La representación prohibida. Seguido de La Shoah, un soplo, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2003. Océano, Enciclopedia general de la educación, vol. 1- 3, Barcelona, Editorial Océano, 1999. ONU, Derechos Humanos: preguntas y respuestas, Nueva York, ONU, 1987. Soberon, Ricardo, Instrumentos internacionales relativos a derechos humanos, Lima, Comisión Andina de Juristas (CAJ), 1989. Sociedad Ecuatoriana para los Derechos Humanos, y otros, Documentos básicos de Derechos Humanos, Quito, Sociedad Ecuatoriana para los Derechos Humanos, 1988. Vasak, Karel, ed., Las dimensiones internacionales de los Derechos Humanos, Barcelona, Serbal, 1984. Vidal-Naquet, Pierre, Los asesinos de la memoria, México, Siglo XXI Editores, 1987.

CDROM: Madres de la Plaza de Mayo, Madres de la Plaza de Mayo: ni un paso atrás, Buenos Aires, Madres de la Plaza de Mayo, s.a.

Páginas Web: Pobreza: Violación de los Derechos Humanos www.diariocorreo.com.ec/archivo/2006/12/10/pobreza-violacin-de-los-derechos-humanos La violencia contra las mujeres es la violación de los derechos www.atinachile.cl.../La_vilencia_contra_las_mujeres_es_la_violación_de_los_derechos_humanos_mas_universal Concepto de Derechos Humanos www.dhcolombia.info/spip.php?article24 Derechos Humanos: violación y fundamentación www.derechos.org/koaga/vii/1/prada.html 14

Tema 2

TEMA 3: Holocausto - La Shoá

TEMA 3: HOLOCAUSTO - LA SHOÁ Idea central: El Holocausto fue la persecución y eliminación sistemática a los judíos, hjhjNNJBplanificada y ejecutada por el aparato burocrático y militar de los nazis CJBHBhjhjjjjjj alemanes. Objetivo: HNCNBNBNN

Valorar la importancia de preservar viva la memoria del Holocausto como una forma de construir una humanidad solidaria y respetuosa del otro.

Conceptos:

Nazismo; Holocausto; judíos; “memoria ejemplar” ; alteridad, resistencia judía, campo de trabajo, campo de exterminio, ghetto.

Actividades de Aprendizaje Sugerencias 1.- Los/as alumnos/as hacen una investigación sobre: ¿Cuál fue el contexto histórico en el que tuvo lugar el Holocausto? ¿Por qué se persiguió durante la II Guerra Mundial a los judíos y a ciertos otros grupos considerados inferiores (negros, gitanos, homosexuales, discapacitados)? ¿Cuál fue el proceso a través del cual se constituyó la memoria del Holocausto? ¿De qué formas los judíos se opusieron a la persecución nazi? 2.- Los/as alumnos/as organizan una mesa redonda sobre ¿Por qué es importante conservar lo que se ha denominado “la memoria ejemplar”? 1 3.- Los/as alumnos/as comentan el libro El diario de Ana Frank . 4. -Otras actividades están sugeridas en los Apéndices 3 y 4.

Evaluación Sugerencias Los/as alumnos/as escuchan el testimonio de un sobreviviente y desarrollan una reflexión escrita sobre el testimonio, con el fin de producir un registro histórico sobre el mismo. concepto está desarrollado en el texto de Gerardo Caetano “De la unicidad de la Shoá a la construcción de una memoria ejemplar. Inédito. Ver Apéndice 5.

1 Este

* El/la profesor/a podrá usar en este tema el CD No.1 como apoyo. Tema 3

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Bibliografía: Arad, Yitzhak, Gutman, Israel, Margaliot, Abraham, El holocausto en documentos: Selección de documentos sobre la destrucción de los judíos de Alemania y Austria, Polonia y la Unión Soviética, Jerusalem, Yad Vashem, 1996. Arostegui, Julio, La Europa de las grandes guerras (1914-1945), Madrid, Anaya, 2004. Balagura, Saúl, Arando piedras: poemas del Holocausto, Houston, Holocaust Museum Houston, 2005. Bankier, David, El Tercer Reich y la cuestión judía, Jerusalén, Universidad Hebrea de Jerusalén, 1979. Bankier, David, “El Holocausto: Perpetradores – víctimas – testigos”, Jerusalén, Magnes e Yad Vashem, 1986. Enciclopedia de la Shoá, 2da. Edición, Jerusalén, Yad Vashem, 2008. Friedlander, Saúl, Una psicosis colectiva: el antisemitismo nazi, Buenos Aires, Granica, 1972. Goldhagen, Daniel Jonah, Los verdugos voluntarios de Hitler, Madrid, Taurus, 1998. Gutman, Israel, Holocasuto y Memoria, Jerusalén, Yad Vashem, 2003. Johnson, Paul, La historia de los Judíos, Barcelona, Bergara, 2003. Keter Publishing House Jerusalem, Enciclopedia Judaica, Jerusalem, Keter Publishing, 1978. Mibshan, Abraham, Los que supieron morir: antología del guetto, Buenos Aires, Candelabro, 1955. Morgenstern, Naomí, Quería volar como una mariposa: La historia de Jana Gofrit, Jerusalén, Yad Vashem, 1998

Testimonios: Frank, Ana, El diario de Ana Frank, México, Editores Mexicanos Unidos, 2003. Grun, Sandra Karina, Historias de vida de la Shoá, Buenos Aires, Impresiones Olaya, 2002. Kertesz, Imre, Sin destino, Barcelona, Acantilado, 2002. Raichman, Chil, Un grito por la vida, Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 1998. Vinocur, Ana, Un libro sin título, Montevideo, 7ma. Edición, 2002. Wiesenthal, Simón, Justicia – no venganza, Barcelona, Ediciones B, 1989. Wiesenthal, Simón, El libro de la memoria judía, Buenos Aires, Hachette, 1988. 18

Tema 3

Páginas Web: Holocausto. www.holocausto.cl Museo del Holocausto de Washignton. www.ushmm.org Fundación Memoria del Holocausto. www.fmh.org.ar Holocausto judio. www.holocaustojudio.com.ar/index2.html El Holocausto . www.es.wikipedia.org/wiki/Holocausto Generaciones de la Shoá en Argentina www.generaciones-shoa.org.ar/espanol/index.htm Shoá. www.es.wikipedia.org/wiki/Shoah_%28pel%C3%ADcula%29 Tesimonios de la Shoá www.elpais.com/articulo/semana/Testimonios/Shoa/Internet/elpeputec/20050122 elpbabese_9/Tes ¿Cuál fue el papel de la Iglesia durante el Holocausto Judío? www.youtube.com/watch?v=v98bhOdQg3Y Imágenes del holocausto. www.youtube.com/watch?v=O5ZB3m2mSSA

Material audiovisual: Documentales “La noche de los cristales rotos”, BBC, Londres, 2004. “Himmler y Eichman: Jerarcas nazis”, Documental producido por Ferruccio Valerio con apoyo de Il centro hitórico italiano. “Adolf Hitler: La historia jamás contada”, vol 1, Werner Rieb, Munich Production. “Adolf Hitler: La historia oculta del Tercer Reich”, David Fliton.

Películas: Spielberg, Steven, “La lista de Schindler”, Screem Gems, 2003. Polanski, Roman, “El pianista”. Agniezska Holland, “Europa, Europa”. Claude Lanzman, “SHOA”. Columbia Tristar, “Anne Frank remembered”, California: Columbia Tristar Home Video, :117:00 minutos. Kassovitz, Peter, Jakob the liar -o- [Una señal de esperanza], London, Columbia Tristar Home Entertainment, 2004, “Exodus”. s.l.: Metro Goldwyng Mayer Home Entertainment, 2004, 2h35min. Tema 3

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TEMA 4: Los genocidios recientes

TEMA 4: LOS GENOCIDIOS RECIENTES Idea central: Luego del Holocausto y la Declaración de los Derechos Humanos los hjhjNNJjhjjjjjj genocidios han continuado bajo antiguas y diversas formas. Objetivo: HNCNBNConceptos:

Identificar los genocidios del mundo contemporáneo. Genocidio cultural y económico, genocidio ecológico, genocidio étnico.

Actividades de Aprendizaje Sugerencias 1.- Los/as alumnos/as hacen una investigación sobre: ¿Cuáles son las razones de los genocidios recientes? ¿Cuáles son las características de los genocidios recientes? ¿Qué compromiso podemos asumir en contra de los genocidios?

Evaluación Sugerencias 2.- Los/as alumnos/as observan la película “Hotel Ruanda” y llevan a cabo un cine foro.

Bibliografía: Arendt, Hannah, Los orígenes del totalitarismo, Taurus, Madrid, 1988. Arendt, Hannah, La condición humana, Paidós, Barcelona, 1993. Complak, Krystian, Los gobiernos de facto en América Latina 1930-1980, Quito, Pontificia Universidad Católica, s. a. Feierstein, Daniel, Seis estudios sobre genocidio: análisis de las relaciones sociales: otredad, exclusión y exterminio, EUDEBA, Buenos Aires, 2000. Gil Gil, Alicia, El genocidio y otros crímenes internacionales, Centro Francisco Tomás y Valiente, UNED, Valencia, 1999. Gómez López, Jesús Orlando, Crímenes de lesa humanidad, Bogotá, Doctrina y Ley, 1998.

Tema 4

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INREDH, Aproximación a la justicia internacional penal, Quito, INREDH, 2003. ONU, Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, Nueva York, ONU, 1948. Paéz-Camino, Feliciano, Democracias y dictaduras en los años treinta, vol. 15, Madrid, Síntesis, 1992.

Páginas Web: El genocidio de Ruanda http://es.wikipedia.org/wiki/Genocidio_de_Ruanda Guerra en Bosnia http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_en_Bosnia Genocidio armenio http://es.wikipedia.org/wiki/Genocidio_armenio Dictadura de Pinochet http://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Pinochet#Pol.C3.ADticas_de_represi.C3.B3n Desaparecidos por la dictadura en Argentina http://es.wikipedia.org/wiki/Desaparecidos_por_la_dictadura_argentina Dictadura de Somoza http://es.wikipedia.org/wiki/Frente_Sandinista_de_Liberaci%C3%B3n_Nacional

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Tema 4

APÉNDICE 1 Guía de aprendizaje: Conozcamos la importancia de la creación de las Naciones Unidas Fuente: www.holocausto.cl

1.- Lee el siguiente texto. A. FORMACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS A pesar de la tragedia para la humanidad que representó la II Guerra Mundial, ella permitió elevar la esperanza universal de que las nuevas relaciones entre los pueblos y los Estados debían edificarse sobre la base de la igualdad de todos ante la ley, el respeto a la igualdad de los individuos, la justicia social y la fraternidad entre las personas y las Naciones. La experiencia de la Guerra condujo a la conclusión de que ya los estrechos límites nacionales de la ley constitucional no bastaban para la protección de los derechos de las personas. Aún más cuando la realidad de éstos trascendía las fronteras nacionales. Por lo tanto, se pensó que era posible lograr un acuerdo entre diversas naciones para la protección de los Derechos Humanos. El 26 de Junio de 1945 se inicia un nuevo orden internacional, cuando 51 estados firman en San Francisco la carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su antecedente inmediato fue la Sociedad de Naciones que comenzó a funcionar en Ginebra en 1920. Actualmente, forman parte de la ONU, la inmensa mayoría de las Naciones de la tierra. La ONU proclama: “La fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”, comprometiéndose a “promover el respeto universal a los Derechos Humanos y a las libertades democráticas de todos”. Es la primera vez que se reconocen estos principios por la comunidad internacional. La ONU fue fundada con estos propósitos fundamentales: -

Servir a la paz y seguridad internacionales. Promover los Derechos Humanos. Proteger los Derechos Humanos. Cooperar en el progreso de todos los pueblos.

- Constituirse en centro coordinador y armonizador de los esfuerzos para alcanzar los propósitos anteriores. La Organización de Naciones Unidas funciona a través de diversos órganos que asumen las múltiples tareas que esta organización se propone realizar. La Asamblea General es el principal órgano representativo de Naciones Unidas y está integrada por todos los Estados miembros, cada uno de los cuales tiene derecho a un voto. La principal función de la Asam-blea General es fomentar la cooperación internacional y ayudar a hacer efectivos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión. De esta Asamblea General se desprenden otros organismos que asumen tareas más específicas, entre las que se destaca la Comisión de Derechos Humanos como principal órgano encargado de derechos humanos, pudiendo ocuparse de cualquier asunto relacionado con tales derechos. Entre otras funciones, la Comisión es la encargada de investigar las denuncias relativas a violaciones de derechos humanos. (Francisco Bustamante y María Luisa González. Extracto del libro “Derechos Humanos en el aula”. Servicio, paz y justicia, Montevideo, 1989). 2.- Responde las siguientes preguntas: a. ¿Para qué se fundó la Organización de las Naciones Unidas? b. ¿Cuál es la función que debe cumplir este organismo? c. ¿Qué importancia crees que tiene para la humanidad el saber que existe esta Organización?

Apéndice 1

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B. DENUNCIEMOS AL COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS EL SIGUIENTE HECHO HISTÓRICO 3.- Formen 3 grupos. Cada uno representará a un país de la comunidad internacional. 4.- Elijan un país que como observador denunciará a las Naciones Unidas el caso que se presenta más adelante. Anoten el nombre del país que representarán, su ubicación geográfica y otras características que conozcan como: número de habitantes, ingreso per cápita, idioma, recursos naturales, etc. 5.- Lean el siguiente caso que denunciarán: Desde el ascenso de Hitler al poder hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939, los nazis desarrollaron progresiva y sistemáticamente su política antisemita. En un principio se promulgaron numerosas prohibiciones para los judíos, tratando de marginarlos de todo contacto con el resto de la población. Los judíos fueron expulsados de los cargos que desempeñaban en la universidad, en la prensa nacional y en los teatros y se multiplicaron las hogueras en las que se quemaban los libros escritos por autores judíos. Las llamas en las que se quemaban las obras de Einstein, Freud y otros genios de la humanidad alumbraron desde un principio el camino que conduciría a Aushwitz. Los judíos fueron expulsados de todos los cargos que desempeñaban en la administración pública, se prohibió su participación en todo trámite jurídico y los médicos no pudieron continuar su trabajo en las instituciones públicas. Este progresivo proceso culminó el 15 de septiembre de 1935 con la promulgación de las leyes de Nuremberg que legalizaba todas las formas de persecución hacia los judíos. 28

Apéndice 1

Estas leyes fueron de gran importancia, puesto que en las mismas se fijaba quiénes eran judíos según su relación genealógica, lo que permitió la identificación de las víctimas, condición primaria para hacer posible el futuro funcionamiento de la Máquina del Exterminio. Jamás un Genocidio contó con una organización tan eficiente. Todo estaba perfectamente organizado, como una planta industrial perfecta en la que nada es dejado a la improvisación. Nada se perdía de lo que podía ser aprovechado de las víctimas: sus bienes, su capacidad de trabajo como esclavos y, después de asesinados, sus ropas y calzado, sus aparatos ortopédicos y dientes de oro, sus cabellos. Todo era rigurosamente contabilizado y distribuído. Nunca la ciencia brindó tanto y, a su manera, se “enriqueció” tanto como durante el genocidio nazi. Jamás se llegó a tal deshumanización de las víctimas. La expresión de tal deshumanización quedó demostrada a través del más cruel de los sadismos desatado contra los judíos durante las deportaciones, confinamientos en los ghettos, al reducir a las víctimas en los campos de concentración a un número y objeto, quitándoles la identidad, en todos los tormentos gratuitos, el terror, la humillación, la degradación y tortura desti-

Entendemos por GENOCIDIO el crimen que cae bajo la ley internacional y que el mundo civilizado condena y por el cual son punibles tanto los actores principales como sus cómplices, así sean individuos, agentes públicos o gobernantes; ya sea que el crimen sea cometido por razones religiosas, raciales, políticas o de cualquier índole.

nados a destruir el espíritu antes de la aniquilación total. (Shlomo Ben Amin – Zvi Medin, Génesis, problemas y realizaciones, Ediciones Rialp, Madrid, 1981 y Megamot, revista judía de Ciencias Sociales, Nº.3, editorial Milá, Buenos Aires, 1988). 6.- Identifiquen los Derechos Humanos que se atropellan en la situación descrita anteriormente. 7.- Ubiquen geográficamente dónde se produjo el caso leído y que como país observador denunciarán a las Naciones Unidas.

D. CON EL GRUPO CURSO, ESTABLEZCAMOS DE COMÚN ACUERDO RECOMENDACIONES GENERALES PARA ESTA DENUNCIA 14.- Lean frente al curso las recomendaciones que como país proponen. 15.- A través de un debate grupal coordinado por el profesor establezcan las principales recomendaciones que como curso plantean para que no vuelvan a ocurrir situaciones como la descrita.

8.- Hagan un escrito de máximo una página, estableciendo recomendaciones para superar esta situación y/o evitar que se vuelva a presentar. C. COMPARTAMOS CON EL GRUPO CURSO NUESTRO ANÁLISIS DEL CASO 9.- Nombren un representante del país, quien contará al curso, el nombre de nuestro país y las demás características que han definido. 10.- Cada grupo leerá frente al curso los Derechos Humanos que a su juicio están involucrados en la situación que se investiga. 11.- El profesor será el secretario, quien se encargará de escribir en el pizarrón los Derechos Humanos que cada país haya identificado. 12.- Cuando un mismo Derecho haya sido identificado por dos o más países, el profesor hará una barra al lado del mencionado derecho, indicando cuantos votos tiene. 13.- Luego de la votación, el profesor ordenará jerárquicamente en el pizarrón los derechos humanos atropellados en esta situación.

Apéndice 1

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APÉNDICE 2a Guía de Aprendizaje: Opinemos sobre el derecho de las personas y de los pueblos a la paz Fuente: www.holocausto.cl

A. RECORDEMOS ALGUNOS HECHOS DE VIOLENCIA QUE AMENAZAN LA PAZ 1.- Realiza en tu casa o barrio una encuesta entrevistando a dos personas adultas para que respondan las siguientes preguntas: a. ¿Recuerda usted algún hecho de violencia en este país o en el extranjero en que se haya atentado contra la vida de una o más personas inocentes? b. Señale aproximadamente los siguientes datos: Dónde ocurrió este hecho, cuándo, cuántas personas murieron, quién o quiénes fueron las personas afectadas, quién fue el o los responsables. 2.- De regreso a la escuela, reúnete con 5 compañeros y comparen las respuestas a la encuesta realizada. B. CONOZCAMOS UNA OPINIÓN FRENTE A LA VIOLENCIA 3. Lee la siguiente carta Carta por la paz Ernesto Sábato Fecha publicación: 19 de marzo de 2003 Leída en todos los colegios de Buenos Aires El conflicto en Irak Queridos chicos: Ustedes saben, han tenido que aprender cómo el poder gana, cómo los hombres matan por poder. Han tenido que aprender, lo ven por televisión, la atrocidad de los bombardeos, de las masacres, de la miseria, del horror que trae la guerra a quienes la padecen. Saben también que otros chicos como ustedes verán morir de dolor a sus padres, a sus hermanitos.

Si esta determinación permanece, será inquebrantable. Podrán hacer la guerra, pero han de saber que son asesinos, que así los llamarán los chicos de todo el mundo. El amargo presente al que nos enfrentamos exige que nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra obra se consagre, como verdadero cumplimiento de nuestra más alta vocación, a expresar la angustia, el peligro, el horror, pero también la esperanza y el coraje y la solidaridad de los hombres. En medio de esta tremenda situación, cada hombre y cada mujer, ustedes también, chicos, están llamados a encarnar un compromiso ético, que los lleve a expresar el desgarro de miles y miles de personas, cuyas vidas están siendo reducidas a silencio a través de las armas, la violencia y la exclusión. Se ha hecho evidente que quienes detentan el poder toman decisiones ajenas al sentir de la humanidad, guerras atroces que sostienen los países poderosos contra pueblos desamparados, bajo la siniestra ironía de resguardar a la humanidad. Frente a estos hechos, frente a la violencia y a la muerte de nuestros hermanos, hemos de resistir para resguardar ese absoluto donde la vida y los valores ya no se canjean, alcanzando así la medida de la grandeza humana. En todos los idiomas «paz» es una palabra suprema y sagrada, expresa el deseo de Diospara los hombres. El deseo de un reino de paz y justicia; la paz y la justicia que estamos acá para reclamar y testimoniar.

C. PROFUNDICEMOS LA COMPRENSIÓN DE ESTA CARTA 4.- Busca en el diccionario o pregunta al profesor el significado de las palabras que no comprendas. 5.- Identifica los hechos de violencia que se señalan en la carta. 6.- Responde la siguiente pregunta: ¿Por qué crees que estos hechos ocurren en el mundo? D. IDENTIFIQUEMOS LA IMPORTANCIA DE LA CARTA COMO MEDIO DE EXPRESIÓN 7. Leo el siguiente texto:

Pero eso no importa al poder. También saben que millones y millones de hombres y mujeres han manifestado por las calles del mundo su deseo de paz, su oposición a esta guerra. Y eso tampoco parece haber importado al poder. Entonces, ante la gravedad de la situación en que vivimos, vengo a testimoniarles que habremos de permanecer en la decisión de no aceptar la guerra, de no resignarnos a ella. Hay que mantener, queridos chicos, encendida en el alma la llama de este dolor de humanidad, y ser fiel.

La carta es una forma de comunicación escrita dirigida a personas ausentes. Ella puede emplear un lenguaje literario, es decir, un lenguaje en el que predomina la intención estética, o un lenguaje discursivo, cuyo propósito predominante es entregar una información. Cuando las cartas emplean un lenguaje liteApéndice 2a

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rario se habla del género pistolar, como un subgénero de los grandes géneros literarios (narrativo, lírico y dramático). Si ésta se refiere a hechos o sucesos, se clasifica dentro del género narrativo, y si se refiere a sentimientos humanos, pertenece al género lírico. Existen diferentes tipos de cartas, las cuales, de acuerdo a su propósito, tendrán diferentes estilos. Algunos tipos de carta son los siguientes: a. Cartas familiares y personales b. Cartas de relación social (invitación, felicitación, excusa, etc.) c. Cartas comerciales d. Cartas de opinión La Carta de Opinión es un tipo de carta que se envía a los medios de comunicación escritos para que se publique en la sección Cartas al Director, en la cual se manifiestan los lectores de dicho medio sobre un hecho que preocupa a la opinión pública. Esta carta se caracteriza porque expresa una postura argumentada, es decir, claramente, dando a conocer los motivos o razones que la fundamentan y sosteniendo una posición personal frente al tema. 8.- Responde las siguientes preguntas: a. ¿A qué tipo pertenece la carta leída? . b. ¿Qué lenguaje crees que ocupa, literario o discursivo? E. ELABOREMOS Y COMUNIQUEMOS UNA OPINIÓN SOBRE LA CARTA LEÍDA 9.- Relee la carta con el propósito de comprender la opinión del autor frente a los atentados de violencia y los argumentos en que se fundamenta. Para ello realiza los siguientes pasos: a. Releer la carta. . b. Escribir brevemente la opinión que pienso que tiene el autor. . c. Seleccionar la frase que más me haya impactado y subrayarla.

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Apéndice 2a

10.- Reúnete con el grupo y comenten la opinión expresada por el autor en su carta. ESCRIBAMOS UNA CARTA A UN DIARIO U OTRO MEDIO DE COMUNICACIÓN DE LA CIUDAD O DE LA CAPITAL, EXPRESANDO NUESTRA OPINIÓN ACERCA DE LA PAZ 11.- Lean los siguientes artículos expresados en la Declaración Universal de Derechos Humanos: Artículo 1: . Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Artículo 2: . 1) Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Artículo 3: . Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. 12.- Luego de leer estos artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, escriban una carta al diario u otro medio de comunicación de la ciudad o capital (radio, televisión, revistas, etc.), expresando su opinión acerca de la paz y la violencia.

APÉNDICE 2b Guía de Aprendizaje: Comprendamos el valor de la libertad, la paz y el respeto al ser humano Fuente: www.holocausto.cl

A. VALOREMOS LA IMPORTANCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS 1.- Lee el siguiente texto del preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos del 26 de junio de 1945. PREÁMBULO Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana; Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias; Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones; Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta, su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y de mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;

Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre; y Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso; LA ASAMBLEA GENERAL PROCLAMA LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

2.- Busca en el diccionario o pregunta al profesor las palabras que no te hayan quedado claras. 3.- Responde las siguientes preguntas: a. ¿Qué son los Derechos Humanos? b. ¿Es necesario tener una declaración de a a Derechos Humanos? ¿Por qué? c. A tu juicio, ¿qué significa que la Dea a claración de Derechos Humanos sea a Universal? d. ¿Por qué crees que después de lo sucea a dido en la II Guerra Mundial se formuló a la Declaración? e. ¿Qué Derechos Humanos conoces? 4.- Reúnete en grupo y comenten la importancia que cada uno atribuye a la Declaración Universal.

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones

Apéndice 2b

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B. PREGUNTAMOS EN EL COLEGIO Y LA COMUNIDAD 5.- Realicen las siguientes preguntas a dos personas adultas de la escuela y a dos personas adultas en la casa o barrio. a. ¿Qué son los Derechos Humanos? b. A su juicio, ¿para qué se formuló la Declaración Universal de Derechos Humanos? c. ¿Conoce alguna situación en la que no se hayan respetado los derechos de las otras personas?

13. 14. 15. 16. 17. 18.

C. COMPRENDAMOS EL VALOR DE LOS DERECHOS HUMANOS 6.- Lee la siguiente adaptación de la Declaración de Derechos Humanos aprobada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. 1. Todos somos iguales al nacer. 2. Todos somos libres e iguales sin importar la reza, color, sexo, idioma, religión y opinión política. 3. Todos tenemos derecho a la vida, la libertad y la seguridad. 4. Está prohibida la esclavitud. 5. No puede existir la crueldad ni el maltrato a ningún ser humano. 6. Todos tenemos derecho a un nombre y a un país. 7. Todos somos iguales ante la ley y por ende debemos cumplir con ella. 8. Todos tenemos derecho a que la ley nos proteja si alguno de nuestros derechos no son respetados. 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. 10. Todos tenemos derecho a defendernos y a ser oídos ante la ley. 11. Toda persona acusada de delito, tiene derecho a que se crea en su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad y a que se le aplique la pena que corresponda al delito que cometió. 12. Todos tenemos derecho a que se respe38

Apéndice 2b

19. 20. 21. 22.

23. 24. 25.

26.

27. 28.

te nuestra vida privada. Todos tenemos derecho a movilizarnos dentro y fuera de nuestro país. Toda persona, en caso de persecución, tiene derecho a buscar protección en otro país. Todos tenemos derecho a una nacionalidad. Todos tenemos derecho a formar una familia Todos tenemos derecho a una propiedad. Todos tenemos derecho a elegir a qué religión pertenecer y de qué modo pensar. Este derecho incluye la posibilidad de cambiar de religión y de manifestarla en público o en privado. Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y expresión y nadie podrá ser molestado por su forma de pensar. Todos tenemos derecho a reunirnos y formar grupos, siempre que sean pacíficos. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país y votar secretamente para elegir a sus autoridades. Toda persona tiene derecho a la seguridad social (salud, educación, etc.) obteniéndola de las riquezas del Estado para que todos puedan desarrollarse, ser mejores y más libres. Toda persona tiene derecho al trabajo. Toda persona tiene derecho a un horario en su trabajo, vacaciones y tiempo libre. Todos tenemos derecho a un nivel de vida que nos asegure la salud, alimentación, ropa, vivienda y educación. En caso de no poder trabajar, el Estado deberá solucionar ese problema. Los niños y las mujeres embarazadas tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos tenemos derecho a la educación. La educación básica deberá ser gratuita y la educación superior deberá estar al alcance de todos. Toda persona tiene derecho a participar y disfrutar de la vida cultural. Toda persona tiene derecho a luchar

porque estos artículos se cumplan. 29. Para desarrollar estos derechos, toda persona tiene deberes a realizar para que esta Declaración sea efectiva. 30. Ninguna persona podrá anular estos derechos y libertades manifestadas en la presente Declaración.

En el transcurso de la segunda Guerra Mundial murieron aproximadamente seis millones de judíos, y antes de la llegada de Hitler al poder, el número de judíos en Europa era de aproximadamente diez millones. (Extracto y adaptación del, libro de José Fernando Aguirre , La Segunda Guerra Mundial, tomo I, capítulo VI).

7.- Busca en el diccionario o pregúntale al profesor las palabras que no hayas comprendido.

9.- Respondan las siguientes preguntas:

8.- Reunidos en grupo lean el texto siguiente determinando los Derechos Humanos que fueron atropellados durante el Holocausto. EL EXTERMINIO DE LOS JUDÍOS En 1935 se publican las leyes de Nuremberg. Los judíos quedaron excluidos de los cargos públicos, de las profesiones liberales, de la enseñanza y del ejército. En comercios, restaurantes, locales de espectáculos, medios de transporte, etc., se les prohibió su uso o entrada, así como cambiar de residencia. Se quemaron públicamente todas las obras de autores judíos y se les obligó a lucir como distintivo la estrella de David en color amarillo. Los judíos eran llevados a los campos de concentración que aparecen en Alemania en 1933. Allí, eran obligados a realizar trabajos forzosos con un horario de las siete de la mañana a diez y media de la noche. La comida era de medio litro de café puro, pan, margarina y salchichón para cubrir el desayuno y el almuerzo, y un litro de sopa para la cena. Diariamente eran conducidos al crematorio de 50 a 80 cadáveres, pero antes eran despojados de los aparatos protésicos, monturas de las gafas, relojes y alianzas matrimoniales, etc. Se procedió también a experiencias científicas usando para esto a los prisioneros judíos en pruebas de esterilización usando lámparas de radio; a injertos óseos; a ensayos de vacunas contra el tifus y la ictericia y al estudio de los efectos de la gangrena gaseosa y otros crueles experimentos.

a. ¿Cuál era el objetivo de las leyes de Nuremberg? . b. ¿Qué derechos humanos están involucrados en la situación? ¿Por qué?

D. EXPRESEMOS LO SUCEDIDO CON LOS JUDÍOS EN EL HOLOCAUSTO 10.- Representen en forma teatral la situación de los judíos durante el Holocausto. Para ello, escojan una de las situaciones de atropello a los Derechos Humanos sufridas por los judíos. 11.- Dispondrán de 10 minutos para preparar la representación. 12. - El profesor designará al grupo que comenzará con la representación de la situación, disponiendo de 5 minutos para la actuación. 13.- Analicen en el curso los Derechos Humanos que fueron atropellados en las situaciones, tomando en cuenta la Declaración Universal de Derechos Humanos. E. IDENTIFIQUEMOS LOS DERECHOS HUMANOS ATROPELLADOS DURANTE EL HOLOCAUSTO 14.- Completa el siguiente cuadro anotando las violaciones que identificaste en las situaciones representadas y los Derechos que la Declaración Universal manifiesta al respecto.

Apéndice 2b

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DERECHOS HUMANOS

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Apéndice 2b

VIOLACION ES

APÉNDICE 3 Guía de Aprendizaje: Comprendamos la situación de los niños en la “Solución Final” Fuente: www.holocausto.cl

A. CONOZCAMOS LA REALIDAD DE LOS NIÑOS DURANTE LA ÉPOCA DEL HOLOCAUSTO

no sabía, era que Julián estaba despierto y observándolo, intentando descifrar qué significado tenían esas palabras extrañas que nunca antes había escuchado.

1.- Reúnete con un compañero y lean la narración de la película “Adiós a los niños”. Si la escuela dispone de videograbador y pueden conseguir la película, coordínense con el profesor para verla.

Después de esta escena, todo lo que faltaba era descubrir la verdadera identidad de Bonnet. Esperó y esperó, hasta que tuvo la oportunidad de quedar solo en el dormitorio y hurgar en las cosas de Jean, hasta que de un libro, Julien pudo leer: Perteneciente a Jean Kippelstein, premio escolar de física.

NARRACIÓN DE LA PELÍCULA La escuela San Juan de la Cruz abre nuevamente sus puertas a los alumnos que regresan de las vacaciones de Navidad. El padre Jean recibe cariñosamente a los niños que, durante todo el año viven en este internado y sólo los fines de semana son visitados por sus padres. Es el año de 1944, Francia se encuentra bajo la ocupación de la Alemania Nazi. Al iniciar la jornada el padre Jean presenta a un nuevo alumno: Jean Bonnet, un niño introvertido y muy estudioso. Bonnet no cautivó a Julien Quentin, el líder de la clase, pues podría ser una amenaza para sus buenas notas que hasta ahora nadie había podido superar. Constantemente sonaba la sirena alertando un bombardeo y todos corrían presurosos al subterráneo habilitado en el colegio, donde proseguían con la clase disponiendo de linternas para poder leer. Pero esta vez sí se escucharon las bombas y el padre Jean, para calmar el miedo, comenzó a rezar seguido por todos sus alumnos. Julien estaba al lado de Bonnet y al no escucharlo rezar, lo iluminó directamente a la cara con su linterna. Bonnet solo atinó a decir: “Lo que pasa es que soy protestante”. Pero la curiosidad de Julien por descubrir a este misterioso compañero, flaco y de mirada triste, no se conformó con las respuestas, el sabía que había algo más. En la noche del viernes, cuando todos dormían, Jean sacó dos velas, las prendió y comenzó a rezar; era el Shabat. Pero lo que Jean Bonnet

Una sucesión de acontecimientos reafirmó lo que Julien ya sabía: Jean Bonnet era en realidad Jean Kippelstein, judío. Este descubrimiento no lo compartió con nadie, porque aunque Julien no comprendía cuál era el significado de todo esto y qué pasaba realmente en esos tiempos de guerra, presentía que delatar la condición de Jean podría ser muy peligroso. El silencio de este secreto unió a estos niños. Desde entonces siempre se les veía juntos y frecuentemente Julien inventaba excusas para que Jean se librara de rezar o estar en el coro de la iglesia. Una mañana, estando en clases, Julien y Jean notaron que el ambiente era distinto ese día. Los profesores entraban y salían rápidamente de una y otra oficina. De pronto, entró al salón de clases un grupo de soldados alemanes pertenecientes a la Gestapo. Preguntaban sobre quién era Jean Kippelstein y por supuesto nadie contestó. Julien, creyendo que el oficial no lo veía, volteó la cabeza hacia donde estaba Bonnet y sin querer, lo delató. El oficial caminó hasta quedar frente a Jean y luego de un largo rato, Bonnet sin decir palabra, se levantó suavemente y se fue con los soldados. Después que Jean salió, el oficial habló a los niños diciéndoles que Bonnet no era un francés y que el director del colegio había cometido una falta muy grave ante las autoridades de ocupación. Luego les comunicó que el colegio se cerraba y ordenó a los alumnos que en dos Apéndice 3

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horas estuvieran formados en el patio con todo el equipaje en la mano. Julien quedó destrozado. En medio del asombro y la incomprensión de los niños, el padre Michel se acercó a ellos y les notificó con gran dolor que habían detenido al padre Jean porque alguien los había delatado. Les explicó también que Bonnet, Dupré y Lagarde eran judíos, que el padre Jean los había recibido clandestinamente porque sus vidas corrían peligro.

2.- Reúnanse en grupos y comenten el texto leído y/o la película respondiendo las siguientes preguntas: a. ¿De qué se trata la historia“Adiós a los Niños”? b. ¿En qué país se desarrolla?

En ese momento, todos rezaron por el padre Jean y los niños judíos.

c. ¿Qué características tenía el colegio donde estudiaban los niños?

Cuando Julien estaba empacando, entró Bonnet con un militar para preparar su maleta. Las palabras sobraban. Sólo había miradas que resumían la pena y el miedo que sentían ambos por lo que les depararía el destino. Julien se sentía culpable por la desgracia de Bonnet, pero éste lo confortó diciéndole que de todos modos lo atraparían.

d. ¿Cuántos niños judíos había en el colegio?

Una vez que todos los alumnos estuvieron formados en el patio, el oficial de la Gestapo se paró frente a ellos y fue observándolos uno a uno. Cuando sospechaba de alguno, le preguntaba el nombre y lo hacía ir contra la muralla. De pronto y ante los ojos atónitos de los niños, apareció el padre Jean junto a Dupré, Lagarde y Bonnet. Se los llevaban los nazis. Hubo sólo un adiós y la esperanza remota de volverse a ver. Julien no olvidó jamás el rostro de Bonnet saliendo del patio del colegio. Sus miradas se cruzaron por última vez y se prometieron conservar la amistad que tanto les costó lograr. Ya adulto, Julien recuerda: Han transcurrido más de cuarenta años, pero hasta mi muerte recordaré cada segundo esa mañana de enero. Bonnet Dupré y Lagarde murieron en Ashwitz 44

y el padre Jean en el campo de concentración y exterminio de Mathausen. El colegio San Juan de la Cruz reabrió sus puertas en octubre de 1944.

Apéndice 3

e. ¿Qué diferenciaba a los niños judíos de los otros? B. COMPAREMOS NUESTRA REALIDAD CON LA DE ESA ÉPOCA 3.- Escribe una composición de máximo 20 líneas sobre tu escuela, las características de ésta, de tus compañeros y otras características que se te ocurran. 4.- Lee lo que escribiste. 5.- Reúnete con 3 compañeros y comenten sus composiciones, comparando las características de la escuela y compañeros con las de la historia. 6.- Escribe las diferencias y similitudes encontradas entre ambas escuelas y grupos de alumnos.

C. CONOZCAMOS QUÉ ES LA “SOLUCIÓN FINAL” 7.- Lee el siguiente texto.

cuándo y cómo se resolvió la iniciación del exterminio total. Entre estos métodos, los más sanguinarios fueron las “unidades móviles de asesinato” (Einsatzgruppen) y los “campos de exterminio”.

QUÉ ES LA “SOLUCIÓN FINAL” El antisemitismo nazi se diferencia de otros sentimientos antijudíos que conoce la historia en que adquiere el carácter de una ideología racista que desprecia al pueblo judío no por su credo, sus actividades financieras o sus opi-niones políticas y sociales, sino que por su propia sangre, por su constitución biológica, por el solo hecho de ser judíos. Esto llevó a los nazis a buscar una “solución” a lo que consideraban el “problema judío”, es decir, aún camino para deshacerse de los judíos, ya que no era admisible que ellos convivieran con alemanes arios puros. Al principio del régimen nazi en Alemania, se comenzó a discriminar a los judíos, negándoles derechos esenciales y apartándolos en ghettos, donde debían vivir aislados del resto de la población y en condiciones miserables. También se vio como solución al problema judío, el exilio de ellos. De este modo, los alemanes alentaron la emigración judía hacia otros países de Europa y hacia América, pero se apoderaron de la mayor parte de los bienes de las familias que decidían hacerlo. Esta usurpación frenaba el proceso de salida, ya que muchos judíos no estaban dispuestos a despojarse de lo que era su casa, su patria, sin llegar a imaginar que permanecer en Alemania los podría llegar a despojar de su propia vida. En 1941 el poder nazi dio curso a una nueva etapa para la solución del problema judío, que se denominó la “solución final”. Esta significaba borrar a los judíos de la faz de la tierra asesinándolos en campos de concentración y de exterminio en los que murieron seis millones de judíos, ancianos, mujeres, hombres y niños. No existe ningún documento que describa quién,

Las Einsatzgruppen operaban bajo las órdenes del Departamento de Seguridad del Reich y estaban formadas por hombres de la S.S., de la policía y de unidades auxiliares reclutados entre los pobladores lugareños. Oficialmente, su misión era limpiar los territorios soviéticos de elementos hostiles. Según la denuncia presentada al Tribunal Militar Internacional, las Einsatzgruppen asesinaron a más de un millón de judíos desde la iniciación de la campaña en Rusia hasta 1941. Las operaciones criminales se cumplieron ordenada y metódicamente. Primero se excavaba un pozo grande. Los hombres de la Einsatzgruppen colocaban en fila a los desdichados al borde del pozo y una descarga de fuego graneado los tumbaba luego dentro del pozo. En la tierra de Lituania, en la de Rusia Blanca y en la de Ucrania abundan los parajes donde se cometieron carnicerías de este tipo y los fosos que alojan a innumerables cadáveres judíos. Los campos de concentración, por su parte, formaron parte integral de la política de terror con la que el nazismo intentó eliminar a los diversos grupos que consideraba sus enemigos. Sin embargo, con el tiempo fueron creados campos de concentración sólo o principalmente para judíos, por ejemplo, los campos de Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Auschwitz y Maidanek, en los que también se procedía al exterminio a través de las cámaras de gas. Estos campos de exterminio se constituyeron en el método que los nazis utilizaron para sistematizar el aniquilamiento de los judíos de un modo más efectivo, más lejano a la población civil y, por lo tanto, más secreto de lo que resultaban las Einsatzgruppen. Los judíos eran llevados a los campos de exterminio a través del pretexto de la deportación, Apéndice 3

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la cual se llevaba a cabo con engaños. Por ejemplo, a los judíos de Polonia se les explicaba que la evacuación iba dirigida contra “elementos superfluos carentes de ocupación” para emplearlos en el Este; en Occidente se hablaba del establecimiento de poblados judíos en el Este. El engaño y el embuste no se develaban hasta que las víctimas llegaban a las cámaras de gas. Generalmente las deportaciones se cumplían de un modo gradual. Los nazis empezaban la expulsión en las capas socialmente más débiles (pobres, refugiados, extranjeros). A los que quedaban se les infundía la ilusión de que no serían objeto de molestias, sin embargo, tras la primera etapa de deportación sobrevenía una segunda y luego una tercera hasta que la comarca y el país se veían totalmente “judenrein”, vacíos de judíos. En el campo de Auschwitz fueron asesinados entre un millón y medio y dos millones de personas; en el de Treblinka, novecientas mil personas; en Belzec, seiscientos mil. Esos son sólo algunos ejemplos de las dimensiones que alcanzó el plan de la solución final.

11. Observen un mapa de Europa, poniendo atención en lo siguiente: a. ¿En qué países había campos de concentración? b. ¿Qué cantidad de judíos había en cada país? 12.- Responde las siguientes preguntas: a. ¿Qué relación hay entre la “solución final” y la historia “Adiós a los niños”? b. ¿Cuál fue la reacción de los profesores y de los alumnos frente a los niños judíos? c. ¿Qué harías si en tu colegio pasara algo similar?

(Extracto y adaptación libro El Holocausto, Yad Vashem, Jerusalén).

E. EXPRESA EN UNA IMAGEN LO QUE SUCEDIÓ CON LOS NIÑOS

8.- Responde las siguientes preguntas:

13.- Dibuja o elabora un collage acerca de lo que crees que pasó con los niños y profesores que se llevaron los nazis en el final de la película.

a. ¿Cuál era el objetivo de los nazis? b. ¿Cómo habían programado los nazis llevar a cabo este plan? c. ¿Qué opinas sobre lo leído? 9.- Reúnete en el grupo que formaron anteriormente y comenten las respuestas que cada uno escribió. D. SITUEMOS GEOGRÁFICAMENTE EL DESARROLLO DE LA SOLUCIÓN FINAL 10.- Con el grupo de trabajo busquen información sobre cuales fueron los países invo46

lucrados en la Solución Final y los campos de concentración y exterminio que hubo en ellos. Ver capítulo “Reseña Histórica”

Apéndice 3

14.- Prepara una exposición en el colegio para que toda la comunidad pueda apreciarla.

APÉNDICE 4 Guía de Aprendizaje: Valoremos la vida y la lucha de los judíos por defenderla Fuente: www.holocausto.cl

A. REFLEXIONEMOS SOBRE EL VALOR DE NUESTRA VIDA 1.- Responde las siguientes preguntas: a. ¿Dónde naciste? b. ¿Cuántos años tienes? c. ¿Tienes familia o un grupo de personas del que te sientas parte? d. ¿Quiénes son tus seres más queridos? e. Si tú no estuvieras, ¿qué crees que extrañarían de ti las personas que te conocen? 2.- Lee tus respuestas y reflexiona acerca de qué es lo que hace de ti un ser particular, único e irrepetible que ocupa un lugar en este mundo. Escribe una breve composición al respecto. 3.- Comparte con un compañero las respuestas a las preguntas del punto 1, identificando aquello que los hace iguales como seres humanos y aquello que los hace únicos. B. CONOZCAMOS LA LUCHA DE UN PUEBLO QUE DEFENDIÓ SU VIDA

dichos medios, no resistieron la potencia del invasor. Sin embargo, pese al fracaso del pueblo judío en salvar las vidas de millones, no faltó la voluntad de resistir y sobrevivir. La alternativa para los judíos no era victoria o derrota, porque la posibilidad de victoria era inexistente para ellos. La alternativa era: exterminio o supervivencia y cierta supervivencia significaba determinada victoria, ya que anulaba el intento de exterminio total. No hubo casos de judíos que sucumbieron sin que hayan intentado salvarse de alguna forma posible -soportando las condiciones de la prisión, huyendo o levantándose en armas contra su opresor-. Es cierto que en un 85% de estos casos la lucha no tuvo éxito, pero, ¿es esta la prueba de que no hubo lucha? (Adaptación del texto de Leni Yahil, La resistencia judía, un examen de las formas activas y pasivas de la supervivencia judía en la época del Holocausto). 5.- Responde las siguientes preguntas. a. ¿Qué opinión te merece la lucha por la supervivencia de un pueblo que claramente estaba en desventaja frente a su opresor? b. ¿Qué responderías a la pregunta: “¿Es ésta la prueba de que no hubo lucha?”

4.- Lee el siguiente texto.

C. VALOREMOS LA DEFENSA DE LA VIDA

De los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto, cinco millones aproximadamente vivían en países europeos que cayeron bajo el dominio de la Alemania nazi y un millón vivía en territorio ruso. La envergadura del exterminio de los judíos en los países conquistados llegó a un 80-85%. La lucha del pueblo judío por defender su existencia fue desigual desde un principio: un gobierno poderoso, casi omnipotente, condenó a muerte a pequeños grupos dispersos de un pueblo carente de todo medio de defensa, tanto civil como militar, mientras que muchas naciones, grandes y pequeñas, que poseían

6.- Lee el siguiente cuadro en el que se presentan algunas de las formas de supervivencia que tuvo el pueblo judío durante el Holocausto.

Apéndice 4

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FORMA DE SUPERVIVENCIA

CÓMO SE LLEVA A CABO

Contrabando de alimentos hacia los ghettos

Los judíos sometidos a condiciones miserables en los ghettos conseguían alimentos a través del contrabando saliendo clandestinamente del ghetto. Lo realizaban preferentemente mujeres y niños y contaban con la ayuda de polacos solidarios y de comerciantes que lucraban con el contrabando.

Resistencia cultural

Tanto en los ghettos como en los campos de concentración se realizaron clandestinamente actividades culturales de diversa índole (periódicos clandestinos, creación artística, conservación de testimonios gráficos o escritos de la experiencia vivida, etc.)

Escondite

En las ciudades de los países conquistados hubo familias enteras que se escondieron para evitar ser capturadas y llevadas a los campos de concentración o exterminio. Contaron con la ayuda de no judíos que arriesgaban incluso sus vidas por solidarizarse con el pueblo perseguido.

Fuga

En Alemania muchos judíos huyeron hacia la frontera con la intención de asilarse en un país libre. Contaron con la ayuda de grupos no judíos organizados.

Resistencia Armada

En los ghettos y en los campos de concentración se organizaron grupos clandestinos que se levantaron en armas contra sus opresores e intentaron huir hacia los bosques. El ejemplo más célebre de esta forma de resistencia es el levantamiento del ghetto de Varsovia, ocurrido el 19 de abril de 1943.

7. Lee y responde la siguiente pregunta: SI MI VIDA ESTUVIERA AMENAZADA, ¿CÓMO LA DEFENDERÍA?

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Apéndice 4

OTROS DOCUMENTOS DE APOYO APÉNDICE 5 Los desafíos y laberintos de la construcción de una “Memoria Ejemplar”

Fuente: Material inédito. Autor: Prof. Gerardo Caetano

Una renovación consistente en relación a las formas de “Recordación del Holocausto” que incluya como uno de sus centros una incorporación especial y especifica del tema al sistema educativo uruguayo, tal como deriva de la Declaración de Naciones Unidas a la que hemos hecho referencia, debe inscribirse de modo insoslayable en el marco de las profundas transformaciones que se están operando a nivel global en lo que refiere a las reformulaciones de la memoria colectiva en las sociedades contemporáneas. Ya se ha referido la vigencia de una “cultura de lo instantáneo”, en la que un “presente continuo” tiende a predominar en forma nítida respecto a las formas tradicionales de temporalidad, que sustentaban la secuencia de los relatos en la consideración complementaria del pasado y del futuro, de las tradiciones y culturas y de las utopías.3 A este quiebre en la temporalidad se le debe sumar otra transformación nada menor, que tiene que ver con un giro radical en lo que respecta al sustento simbólico de la fundación de la memoria colectiva. Como señala Bernhard Giesen en un trabajo reciente: “En lugar de alabar a los héroes fundadores de una comunidad, los monumentos y rituales públicos recuerdan hoy el sufrimiento de las víctimas y los crímenes de los perpetradores. Ambos -víctimas y victimarios- son vistos como la encarnación arquetípica de la identidad colectiva, una posición reservada anteriormente al héroe triunfante. La memoria de los triunfos del pasado es sustituida por los traumas del pasado”.4 Este cambio copernicano en la configuración de la memoria colectiva resulta de primera importancia respecto al tema que nos ocupa. En el marco de la memoria pública de “comunidades morales”, el cambio del “arquetipo del héroe” a la “figura de la víctima” como sustento de la conciencia colectiva comporta cambios muy significativos. Profundiza Giesen al respecto de este cambio radical: “La comunidad moral necesita la diferencia entre el ideal normativo y la conducta fáctica, necesita la desviación y la

transgresión, debe construir los límites entre la virtud y el pecado, entre el bien y el mal, de la misma manera que la comunidad de la razón requiere una continua escenificación de la tensión entre verdad y error, razón y demencia”.5 ¿Cómo justifica Giesen este desplazamiento “de la encarnación de la perfección moral a la encarnación del mal” como principio simbólico fundante de la comunidad? Giesen responde a esta interrogante señalando que “las sociedades modernas difieren en la manera de culparse por los crímenes o, para decirlo en otras palabras, en la confesión de una culpa colectiva del pasado“. En el marco de ese gran cambio, este autor alemán destaca cuatro modos o momentos en la asunción de este “trauma colectivo”: “el período de latencia: negación y demonización”; la etapa de las “memorias divididas“, relacionadas con el “hablar de la culpa colectiva”; el momento de “la objetivación”; y finalmente, el de “la mitologizacion”. Giesen concluye de la siguiente forma: “El esfuerzo indispensable de la memoria colectiva cae tanto sobre la parte de la comunidad circundante como en la de los descendientes de las víctimas. Estos tratan de encontrar el lugar donde sufrieron las víctimas, los entierran con solemnidad, construyen memoriales y monumentos y, sobre todo, registran sus nombres y narran sus historias: las víctimas son recordadas como sujetos con un rostro, un lugar y una voz en la comunidad”.6 Este cambio operado en la configuración de las memorias colectivas contemporáneas tiene mucho que ver con la visión de la memoria y del olvido que ha presentado ancestralmente la cultura judía.

3 El concepto de “cultura de lo instantáneo “ha sido trabajado en la perspectiva analítica esbozada por el historiador canadiense Michael Ignatieff en muchos de sus trabajos. 4 Bernhard Giesen, “La construccion publica del mal y del bien común. Sobre héroes, víctimas y perpetradores”, en Puentes, Año 2, Nº 5, Octubre 2001, pp. 16 y ss. 5 Ibidem, p. 19. 6 Ibidem, pp. 19 y ss. Apéndice 5

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A lo largo de su extensa historia, el pueblo judío se ha caracterizado precisamente por su visión privilegiada respecto a la capacidad de construir y renovar una tradición específica e intransferible, sustentada en el ejercicio sistemático de una efectiva sabiduría de la memoria. “Los judíos –dice el historiador israelí Yosef Hayim Yerushalmi– no eran virtuosos de la memoria; eran receptores atentos y soberbios transmisores”. En la tradición de la Biblia y de la Tora impera un auténtico “terror al olvido” que, visto como el reverso de la memoria, resulta siempre negativo. Desde la figura del “Viñedo de Jabneh”, que remite para la tradición judía a “la fortaleza erigida contra el olvido”, la prioridad está fijada en la llamada “halajá”. “Cada grupo –explica Yerushalmi–, cada pueblo tiene su halajá, pues la halajá no es la ley, nomos, en el sentido alejandrino y después paulínico. La palabra hebrea viene de halaj, que significa “marchar”; halajá es, por lo tanto, el camino por el que se marcha, el Camino, la Vía, el Tao, ese conjunto de ritos y creencias que da a un pueblo el sentido de su identidad y de su destino. Del pasado sólo se transmiten los episodios que se juzgan ejemplares o edificantes para la halajá de un pueblo tal como se la vive en el presente. El resto de la “historia” –arriesguemos la imagen- va a dar a la zanja”.7

siado escaso” de la investigación histórica. Bien. Por mi parte, si me es dable elegir, me pondré del lado del “exceso” de la historia, tanto más poderoso es mi terror al olvido que tener que recordar demasiado”.8

Yerushalmi concluye, en un tono justificadamente dramático: “Nuestro verdadero problema es que ya no disponemos de una halajá. Como Josef K., en El Proceso de Kafka, deseamos con ansia el acceso a la Ley, pero ella no nos es accesible. Lo que durante mucho tiempo se llamó crisis del historicismo no es sino el reflejo de la crisis de nuestra cultura, de nuestra vida espiritual. Si hay malignidad tiene su fuente no en la búsqueda histórica sino en la pérdida de una halajá, que quiere saber de qué debe apropiarse y qué debe dejar de lado, una comunidad de valores que nos permite transformar la historia en memoria. El historiador no puede hacer esto solo. Puede, ciertamente, volcarse a una historia todavía no escrita del olvido (…), pero no puede decirnos lo que debería ser olvidado, porque eso es prerrogativa de la halajá. (…) Faltos de una halajá, no estamos en condiciones de trazar la línea divisora entre lo “excesivo” y lo “dema-

La propuesta, en suma, apunta -como ya hemos adelantado en otros pasajes de este texto- en reelaborar una nueva forma de memoria del Holocausto que, sin perder su rasgo intrínseco de “unicidad” radical, lo transforme en un referente universal para juzgar y prevenir toda forma de genocidio o discriminación que lo permita, en cualquier lugar que se produzca y provenga de cualquier tienda ideológica, política, étnica o religiosa.

Apéndice 5

Esa “falta de una halajá”, que es tan preocupante resulta en la cultura de la memoria de un pueblo y de una cultura como la de los judíos, bien puede hoy proyectarse en clave universal. Inmersos en esa “cultura de lo instantáneo” y en su aceleración de los ritmos temporales, faltan también a nivel universal esos referentes que nos indican las fronteras de lo que debe recordarse y de lo que debe olvidarse, las dos eternas faenas binarias de la operación mnemónica. La hipótesis que sustentamos en este texto es que la apelación a nuevas formas de “recordación del Holocausto”, tal como lo indica la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas de noviembre de 2005, bien puede configurarse sobre la base de la construcción de una “memoria ejemplar”, una suerte de halajá de proyección universal. Como bien sintetiza Andreas Huyssen, “el Holocausto devenido tropos universal es el requisito previo para descentrarlo y utilizarlo como un poderoso prisma a través del cual podemos percibir (y prevenir) otros genocidios”.9

7 Yosef Hayim Yerushalmi, “Reflexiones sobre el olvido”, en (Varios Autores). “Usos del olvido”. Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 1989, pp. 13 y ss. 8 Ibidem, pp. 24 y 25. 9 Huyssen, “Medios, politica y memoria. En busca del tiempo futuro… etc, ob, cit, p. 15.

De acuerdo a la distinción trabajada por Todorov entre “memoria literal” y “memoria ejemplar”, la idea es la de optar de manera firme por la segunda. “El abuso de memoria -señala Jelin- que (Todorov) condena es el que se basa en preservar una memoria literal”, “donde las victimas y los crímenes son vistos como únicos e irrepetibles. En ese caso, la experiencia es intransitiva, no conduce más allá de sí misma (…) (En contrapartida, Todorov) defiende un uso “ejemplar”, donde la memoria de un hecho pasado es vista como una instancia de una categoría mas general, o como modelo para comprender situaciones nuevas, con agentes diferentes”.10 Tal como señala el propio Todorov: “El uso literal, que torna al acontecimiento pasado en indispensable, supone someter el pasado al presente. El uso ejemplar, en cambio, permite usar el pasado en vistas del presente, usar las lecciones de las injusticias vividas para combatir las presentes. (…) El uso común tiende a designar con dos términos distintos que son; para la memoria literal, la palabra memoria, y para la memoria ejemplar, justicia. La justicia nace de la generalización de la ofensa particular, y es por ello que se encarna en la ley impersonal, aplicada por un juez anónimo y puesta en acto por personas que ignoran a la persona del ofensor así como la ofensa”.11 La remisión a la construcción de una “memoria ejemplar” supone entonces toda una definición acerca del rol que la recuperación de las narrativas plurales del pasado, siempre en un marco de polémica argumentativa no violenta y rigurosa, tiene y debe tener en el presente. Como señala una vez mas Jelin: “Se trata de una apelación a la memoria “ejemplar”. Esta postura implica una doble tarea. Por un lado, superar el dolor causado por el recuerdo y lograr marginalizarlo para que no invada la vida; por el otro -y aquí salimos del ámbito personal y privado para pasar a la esfera pública- aprender de él, derivar del pasado las lecciones que puedan convertirse en principios de acción para el presente”.12

Para el historiador, la construcción de una “memoria ejemplar” implica una serie de faenas audaces y necesarias. En primer lugar, lo obliga a repensar radicalmente sus categorías y métodos, sus modelos interpretativos, para abodar de manera más rigurosa y consistente las experiencias de terror intrínsecas a un pasado tan traumático como el de la Shoá o el de todo genocidio. En esa misma dirección, le impone replantear sus criterios de cientificidad, de tensión entre subjetividad y objetividad, sus sentidos de frontera - otrora cómodas y “perezosas”- entre Historia y memoria. Como señala bien Dominick LaCapra, en una postura compartible: “…la posición que defiendo propone una concepción de la Historia que involucra una tensión entre la reconstrucción objetiva (no objetivista) del pasado y un intercambio dialógico con él y con otros investigadores, en el que el conocimiento no entrañe solamente el procesamiento de información sino también afectos, empatía y cuestiones de valor”.13 En suma, la configuración de las nuevas formas de “recordación del Holocausto” en términos de la construcción de una “memoria ejemplar” comporta un compromiso múltiple. Su proyección al campo educativo, en el marco del respeto irrestricto al principio histórico de defensa de la laicidad en el Uruguay, implica una faena compleja y de largo aliento. Sin embargo, el desafío bien vale la pena. Aunque más no sea para que el asesino fracase en su intento de “usar el tiempo y provocar el olvido” y para que “nunca más” pueda cumplirse la advertencia inquietante de Albert Camus: “Las víctimas acaban de entrar en los limites de su desgracia: aburren”.14

10 Jelin, “Los trabajos de la memoria…etc, ob.cit., pp., 32 y 33. 11 Todorov, “Los abusos de la memoria… etc ob, cit. 12 Jelin, “Los trabajos de la memoria… etc, ob, cit, p. 58. 13 Dominick La Capra, “Writing, History, Writing Trauma”, The Johns Hopkins University Press, p. 35. 14 Cita de Camus tomada de Y, Ternon, “El Estado criminal… etc, ob, cit, p. 104.

Apéndice 5

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APÉNDICE 6 La vida cotidiana en el Ghetto de Varsovia 1941 Cuaderno didáctico para el docente Centro Pedagógico Yad Vashem

En honor de: George (z”l) y Maritza Pionkowski (Caracas - Venezuela)

ÍNDICE — Introducción.

INTRODUCCIÓN La idea central de esta Unidad se debe a fotografías que fueron tomadas por soldados alemanes, que eternizan una realidad peculiar y desconocida, gestada en el límite entre la vida y la muerte…

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— El fenómeno de la fotografía y las fotografías en el período del Holocausto Abraham Mílgram. 60

— Observaciones acerca de las diapositivas. 62

— Bibliografía. 72

— Apéndice: Artículo del Prof. Israel Gutman.

— El Gheto. 73

— El carácter del Ghetto. 76

— El “Contrabando”. 79

— Instituciones Judías en el Ghetto. 83

73

Esta Unidad trata acerca del Ghetto de Varsovia, sin embargo, no pretende abarcar el ghetto en toda su amplitud. Su objetivo no es brindar información a través del estudio sistemático, sino aproximarse al conocimiento del Ghetto en su realidad, a través del debate y el análisis de temas escogidos, en un intento por penetrar en el mundo de los conceptos del judío del Ghetto, sus dudas, sus vicisitudes, sus penurias y sus formas de confrontación. La importancia de esta Unidad no reside en dar respuestas claras a las distintas cuestiones, sino en facilitar la formulación de preguntas adecuadas e interesantes. Estos objetivos se lograrán a través de la observación minuciosa de las fotografías; la lectura de los textos de los diarios citados en el Cuaderno para el Alumno y permitiéndole a los alumnos expresarse a través de conversaciones y debates cuyos temas surgirán de las preguntas claves presentadas en el mismo Cuaderno. Esta Unidad está compuesta de dos publicaciones: Cuaderno Didáctico para el Alumno y Cuaderno Didáctico para el Docente*. El Cuaderno Didáctico para el Docente incluye: -

Un capítulo que trata acerca del fenómeno de la fotografía en los Ghettos y en los Campos.

-

Un artículo del Prof. Israel Gutman que presenta una reseña histórica del Ghetto De Varsovia, desde su establecimiento hasta la rebelión. Este artículo servirá al docente de base factual e ideológica para el tratamiento de los diferentes temas.

-

Sugerencias metodológicas y didácticas destinadas a dirigir los debates en el aula.

— Agravamiento de la Situación. 88

— Muerte en el Ghetto. 90

— La Educación. 94

— La Religión. 96

— La Cultura. 98

NOTA: Fueron elaboradas preguntas y actividades para la mayoría de las fotografías, el docente deberá elegir a su criterio qué fotografías utilizar.

* El/la profesor/a encontrará incluida en esta parte sólo la “Guía didáctica para el docente”, así como el CD No. 3 con las fotografías del Ghetto de Varsovia.

Apéndice 6

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EL FENÓMENO DE LA FOTOGRAFÍA Y LOS FOTÓGRAFOS EN EL PERÍODO DEL HOLOCAUSTO Abraham Milgram Muchas personas, al visitar el Museo Histórico de Yad Vashem, se preguntan sorprendidos acerca de cuál es el origen de esas fotografías, cuál era la identidad de los fotógrafos y cómo llegó el material a la institución. Una y otra vez surge la pregunta de cómo fueron eternizadas por la lente fotográfica situaciones tan poco corrientes. Sobretodo, teniendo en cuenta que los ghettos eran cerrados y aislados, los Campos estaban apartados de los centros de población y la “Solución Final” era el secreto mejor guardado del régimen nazi. Sabemos, a partir de distintas fuentes, tales como documentos, diarios e investigaciones, que diversos factores fotografiaron en diferentes épocas y lugares, impulsados por motivaciones diferentes. Goebbels y sus hombres, se dedicaron con ahínco a la propaganda, que habría de apoyar a la política interna y externa del Tercer Reich; fotógrafos y periodistas extranjeros perpetuaron durante el período previo a la guerra, las acciones del régimen nazi y las difundieron en la prensa de los países democráticos. Sin embargo, el interrogante acerca de las fotografías durante los años cruciales de la Segunda Guerra Mundial, aún queda irresuelto. Los soldados alemanes, así como los soldados aliados ( al final de la guerra) brindaron un aporte significativo en el descubrimiento parcial de la verdad. Soldados alemanes, tomaron fotografías a escondidas, contraviniendo las órdenes militares; oficiales de la S.S. se preocuparon de fotografiar material personal o para sus superiores. Recuerdos con los que prepararon “impresionantes” álbumes de fotos: Fritz Katzman, oficial de la S.S. en Lvov, preparó un álbum que incluía 152 fotografías que describían la aniquilación de los judíos de Galicia. El álbum de Jurgen Stroop, responsable de la represión del Levantamiento del Ghetto de Varsovia, fue encontrado en su totalidad e incluye una serie de fotografías de la destrucción del Ghetto, acompañado por “textos explicativos” de su propia pluma. También Kurt Franz, el segundo de Stangl, comandante de Treblinka, tenía su propio personal. 1

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Apéndice 6

Sin embargo, existieron también motivaciones diferentes a las antes citadas, como ser la del soldado austriaco Hubert Pfoch, miembro del movimiento juvenil socialista, que fotografió un transporte de judíos deportados de Austria, llevado justamente por sus sentimientos anti-nazis.2 Es importante destacar que los fotógrafos judíos, a diferencia de todos los otros, arriesgaron sus vidas, en el acto mismo de eternizar los momentos. Por ejemplo, Mendel Grossman y Henryk Ross, ambos del Ghetto de Lodz, fotografiaron clandestinamente las fábricas de Rumkowski; el traslado de excrementos realizado por el Departamento de los “fecalistas”; el hambre y también las caravanas de judíos enviados a la muerte.3 El Ghetto de Varsovia fue el que tuvo la mayor cobertura fotográfica en Polonia, y en general. La documentación fotográfica acerca del mismo se extiende a través de varias películas propagandísticas y muchísimas fotografías. El Ghetto de Varsovia, llamó la atención de los nazis desde sus inicios. El Ghetto, con sus sub-condiciones y las implicancias económicas y sociales de las mismas sobre los judíos que en él vivían, permitía a los nazis “demostrar” la veracidad de la distorsionada imagen del judío, que era divulgada por la propagande nazi. En el Guetto de Varsovia, parecían haber descubierto al judío de las caricaturas, y dada la conmoción ante este “descubrimiento”, los equipos de filmación nazi penetraron al Ghetto y filmaron a los personajes de apariencia exterior más trágica y abandonada, convencidos de que esta era la imagen del pueblo judío. La obsesión de los nazis en la tarea de filmación, fue documentada por escrito por Adam Czerniakow, Presidente del Judenrat, y por otros redactores de diarios de entre los pobladores del Ghetto.4

1 Milton, Sybil. The Camera as Weapon: Documentary Potography and the Holocaust” en: Simon Wisenthal Annual No.1 – 1989 pp.46-67. 2 Ver dos de las fotografías de Hubert Pfoch, en el libro de Martin Gilbert: Masa Ajaron: Goral Hayeudim BeEiropa HaNatzit. (El Último Viaje: El Destino de los Judíos en la Europa Nazi) Tel Aviv, Am Oved, 1984. Pp.102-103. 3 Grossman, Mendel. Tzalam Helej BaGhetto. (Fotógrafo callejero en el Ghetto) Tel Aviv, Ed. Hakibutz Hameujad-Beit Lojamei HaGhettaot, 1970. 4 Ver: Auerbach, Rajel. Jutzot Varsha 1939 – 1943, (En las Calles de Varsovia) Tel Aviv, Am Oved, 1954, pp. 31-33; Levin Abraham. MePinkaso shel Hamore MeYeudía. (Del Cuaderno de Notas del Maestro de Yehudia) Ed. Hakibutz Hameujad, 1969, pp. 37-38; Kaplan, Jaim. Yoman Ghetto Varsha, (Diario Del Ghetto de Varsovia) Jerusalem, Am Oved/Yad Vashem, pp.491, 495.

La mayoría de las fotografías del Gheto que llegaron a nosotros fueron tomadas por soldados nazis- que servían en los batallones de Propaganda (Propaganda Kompanien) del Wehrmacht, quienes tomaron fotos personales sumadas a las que debían:5 el soldado alemán Joe Heydecker que realizó su servicio en uno de los laboratorios fotográficos, se infiltró en el Ghetto, según su testimonio, durante febrero y marzo de 1941. 6 Una colección de decenas de fotografías tomadas por el soldado Willy Georg, que sirvió en la Sección de Revelado y Anális de las Fotografías Aéreas en Varsovia, fue recibida en Yad Vashem en 1991.7 Heinz Jost es el más famoso de estos soldados fotógrafos. La mayoría de las diapositivas incluidas en esta Unidad de Estudio fueron tomadas por él. Jost entró al Ghetto el día de su cumpleaños, el 19 de septiembre de 1941 y tomó 120 fotografías. Los tres soldados aquí mencionados fotografiaron en el Ghetto de Varsovia durante 1941, y en los tres casos las fotografías fueron “olvidadas” durante decenas de años en circunstancias sorprendentes. ¿Por qué decidieron “redescubrirlas” después de tantos años? El fenómeno de las fotografías y su descubrimiento tardío condujo a muchos estudiosos e interesados en el tema, a la búsqueda de más fotografías de este tipo, convirtiendo su estudio en un nuevo campo de la investigación del Holocausto, que aporta una nueva dimensión así como profundización a los conocimientos hasta ahora obtenidos acerca del Ghetto de Varsovia. En una entrevista realizada por el Stern Magazine, Heinz Jost, dijo textualmente: “En las cartas que envié a mi casa, no escribí nada acerca de lo que vi. No quería causarle pesar a mi familia. En forma automática uno piensa: ¿Qué mundo es éste? Tampoco a mis compañeros en el ejército no les conté. Posteriormente, cuando incendiaron el Ghetto, tampoco le prestamos atención”.8 En esta cita se nos presenta Jost como un hombre sensible al sufrimiento del prójimo. ¿Cómo podemos entonces explicar su desinterés por el barrio judío (el ghetto judío) cuándo éste arde en llamas y se convierte en ruinas? ¿Realmente no “prestó atención” cuándo el Ghetto fue aniquilado? Esta, y otras preguntas acerca de las motivaciones de estos tres soldados fotógrafos, nos obligan a adoptar una mirada penetrante más allá de lo que se ve en las fotografías, para poder así descubrir e inferir más detalles.

5 Ver: Milton (Nota 1) p.51. 6 La historia personal de Heydecker, y la explicación acerca de las circunstancias en las cuales tomó las fotografías, fueron descriptas por él mismo en la introducción de su álbum de fotografías del Ghetto de Varsovia. Heydecker , Joe. Where is Thy Brother Abel? George A. Vigar, Sao Paulo, Brazil. 1981. 7 Shamgar, Shlomo. Tzilamti VeShatakti, Ma lajoltí Laasot? (Fotografié y Callé¿Qué más podía hacer?) Yediot Haajronot, 11.4.1991. 8 Entrevista con Heinz Jost, 7.1.1983( No fue publicada)

Apéndice 6

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OBSERVACIONES ACERCA DE LAS DIAPOSITIVAS

Notas para las fotografías (1), (2)

3. Mientras se observan las diapositivas es importante referirse a preguntas tales como: ¿Qué significado tenía el portón? ¿Era este acaso un Ghetto abierto del cuál se podría entrar y salir?, ¿Qué clase de policías custodiaban el portón? ¿Cuáles eran las funciones de los policías alemanes, los polacos y los judíos? ¿Cómo se comportaban?.

1. Recomendamos comenzar el estudio con una breve reseña acerca de los Ghettos y la Ghettoización. Por ejemplo, se puede comenzar con las razones que utilizaron los nazis en su intento de justificar el establecimiento de los ghettos en Polonia y confrontarla con su relación ideológica con la teoría racial nazi hacia los judíos, que influyó y conformó la tendencia de separación y aislamiento de los judíos, de la población no judía. 2. Recomendamos leer los dos primeros ítems del artículo de Israel Gutman( El Ghetto y el Carácter del Ghetto, pp.73-79) para informarse acerca del trasfondo previo al establecimiento de los ghettos en general y el de Varsovia en particular; la confrontación de los judíos con la medida; la relación de los sectores polacos a los planes de los alemanes, la ubicación y extensión del Ghetto; el problema de la evacuación de los polacos que vivían en el barrio destinado al Ghetto y el traslado de la población judía de diversas zonas, al Ghetto. Presta atención a la disparidad entre el número de polacos que abandonaron el barrio y el número de judíos que fueron trasladados en su lugar, así como al standart y la calidad de las viviendas que recibieron los polacos en el “lado ario” a comparación de las viviendas que debieron abandonar en el barrio destinado al Ghetto.

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Apéndice 6

4. A partir de la conquista alemana, los judíos sufrieron ataques y agravios tanto por parte de los alemanes como de los polacos. Por esta razón, muchos judíos pensaron que su concentración en un barrio especial los defendería físicamente de los ataque y les evitaría estar expuestos a factores hostiles.

Notas para la fotografía (3) 1. El problema del hacinamiento de la población en el Ghetto de Varsovia, reflejado en esta fotografía, se tornó más crítico en el año 1941 (año en que fueron tomadas las fotografías de esta Unidad) dada la adhesión de decenas de miles de refugiados de las zonas occidentales de Polonia y de los alrededores de Varsovia. A fin de aclarar a los alumnos las causas de dicho hacinamiento, recurre a los datos estadísticos presentados por Israel Gutman en su artículo (en el ítem: El Carácter del Ghetto, p.76. (...) 2. Jaim Kaplan se refiere en su diario a la vestimenta, que se transformó en “uniformé” en el Ghetto, y da su explicación a este fenómeno. Uno de los puntos interesantes de este texto se relaciona a la vestimenta como símbolo de la lucha por la imagen del judío en la era moderna -un asunto que perdió su importancia y significado con el correr del tiempo-, bajo el yugo de la ocupación alemana.

casi una entidad autónoma.

Notas para las fotografías (5), (6), (7)

Notas para la fotografía (4)

1. La diapositiva (4) se relaciona a dos temas: a la vestimenta y las reacciones de los judíos al hecho de tener que sacarse el sombrero delante de un alemán, en base a la amarga experiencia que ya habían adquirido fuera del Ghetto. Recurre al ítem “El Ghetto” en el artículo de Gutman (p.23-24) y al párrafo de Jaim Kaplan (en el Cuaderno para el Alumno) y explícales a los alumnos porque los judíos debían quitarse el sombrero. 2. El segundo tema se relaciona al fotógrafo que entró al Ghetto, y en forma general a los alemanes que entraban a la zona del Ghetto. De aquí deriva la actitud irónica de Kaplan al sostener que el Ghetto era

1. Las diapositivas (5) y (6) presentan los medios de transporte que eran comunes en las calles del Ghetto. Medios de transporte, que hacía generaciones habían salido de circulación en Polonia, pero reaparecieron, por la fuerza de las circustancias, en el Ghetto. Estas fotografías pueden ser el medio para tratar en clase acerca de la iniciativa y la fuerza de improvisación y adaptación manifestada por los judíos en el área de los transportes, como un ejemplo de su intento constante y perseverante por aliviar todas las penurias que recayeron sobre ellos. (...) Apéndice 6

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2. El Ghetto de Varsovia no era tan extenso como para que sólo a través de la locomoción se pudiera llegar a sus distintas partes, pero tampoco era tan reducido como para solucionar el problema de la movilidad únicamente caminando. Es importante, que los alumnos puedan comprender a través de este debate, cuáles eran las dimensiones y el tamaño del Ghetto. 3. Lee el ítem “El Contrabando” en el artículo de Gutman (pp.79-83) y considera los diferentes usos que los judíos le dieron a la “rikshaw”. 4. Llama la atención de los alumnos acerca de quién era el público que utilizaba las “rikshaws” y los diferentes tipos de personas que eran los clientes de los conductores de “rikshaws”. (...)

2. Refiérete a las consecuencias de las condiciones de vida del Ghetto sobre el área social y el de la conducta. 3. Es importante analizar el fenómeno de grupos e individuos, tales como los que aparecen en la fotografía, desde el punto de vista de los redactores de los diarios.

Notas para las fotografías (9), (10)

Notas para la fotografía (8) 1. Es importante referirse a los siguientes puntos en le debate: * el trasfondo del surgimiento de nuevas clases sociales en el Ghetto, tales como: contrabandistas y huérfanos. * el fenómeno del “arrebatamiento” de comida en las calles del Ghetto, que acontecía generalmente en las horas del día cuando era más factible “conseguir” algo de comida. * el “arrebatamiento” de comida, dada la lucha por la subsistencia y la guerra cotidiana por la supervivencia, se transformaron en actos destinados a prolongar y proseguir la vida.

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Apéndice 6

1. Lleva a los alumnos a reflexionar sobre el problema de las fuentes de manutención en el Ghetto, que representaba un aspecto fundamental en las vidas de los judíos en los Ghettos en general y en el de

Varsovia en particular.

Notas para la fotografía (11) 1. En contraposición a las diapositivas (9) y (10) y los textos que las acompañan, esta diapositiva (...) refleja las limitaciones en la existencia y la búsqueda de manutención a largo plazo, en el Ghetto.

2. Es importante diferenciar entre el trabajo oficial (o sea, bajo el control del Judenrat o de la Administración Alemana) y lo que se conocía en el lenguaje del Ghetto como “industria clandestina”. 3. La actividad económica judía puede ser entendida como una expresión de la reacción judía.

Notas para la fotografía (12)

4. Lee el ítem “Agravamiento de la situación” (Gutman, pp. 88-90) y trata en clase acerca de la cuestión de la relación entre el Ghetto y el mundo exterior. Observa la clase de vínculos que se establecieron entre judíos y polacos y su influencia sobre la vida económica, tanto sobre el sector polaco como sobre el Ghetto.

1. Observa que en el fondo de la fotografía se ve un negocio de venta de productos alimenticios. Este hecho es significativo, y nos plantea muchos interro gantes acerca de la sociedad judía en el Ghetto.

Apéndice 6

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2. No existía igualdad económica en el Ghetto. A fin de evitar la distorsión de la realidad histórica así como el surgimiento de sentimientos negativos en el alumno, te sugerimos leer el ítem “Muerte en el Ghetto” (pp.90-94) que analiza las causas de la brecha social en el Ghetto y cuáles eran las clases sociales que podían disfrutar de una vida más acomodada.

Notas para las fotografías (13), (14)

3. El debate puede ser extendido a una dimensión universal, pero enfatizando la particularidad del ghetto y la política nazi dirigida a crear esta situación inhumana. 4. A continuación te presentamos un fragmento del diario de Emmanuel Ringelblum, acerca de la pasividad de las masas hambrientas en el Ghetto, y junto a él las palabras de Gutman sobre el texto de Ringelblum. La lectura de estos dos textos será un aporte significativo para el debate en clase: “Una de las preguntas fundamentales que despierta interés, es la pasividad de las masas judías que sucumben día a día con un suspiro silencioso. ¿Por qué callan todos? ¿Por qué no sucedió nada cuándo amenazaron al público judío hace un año atrás (por ejemplo, con los robos y el pillaje, si bien es cierto que esto condujo a los consejos de habitantes a adquirir alimentos para los residentes pobres). Hay varias respuestas para esta pregunta. El régimen de ocupación sembró tanto terror, que la gente teme levantar la cabeza. Temen que un levantamiento de las masas hambrientas conlleve a una reacción de terror colectivo. Y esta es la causa por la que incluso los que son concientes callan y parecen pasivos, y se abstienen de causar disturbios en el Ghetto. Hay también otra razón: gran parte de los pobres poseedores de iniciativa, se las arreglan bastante bien. El contrabando da manutención a miles de changadores. Los “shops” y los pedidos de mercadería de las autoridades alemanas dieron oportunidad de trabajo a parte importante de los obreros y los artesanos. Parte del elemento proletario activo, toma parte del comercio ambulante (venta de pan que da una ganancia de 25 centavos por kilo). Y así queda el sector pasivo y desesperanzado, que va muriendo en silencio.” “Ringelblum también destaca el hecho que la policía judía aprendió a golpear a la gente, y ese fue también un factor de contención. Pero parecería que el factor fundamental es otro, el cual Ringelblum no aclara lo suficiente. El hambre y la muerte por inanición son un proceso paulatino. Los desposeídos, que su destino era la muerte representaban la mitad de la población del Ghetto. Pero en ningún período fueron una población que estaba en una situación unificada. Una parte ya había muerto, otra se encontraba en la inanición, y a otro gran sector lo esperaba la muerte en uno o dos meses, pero vivía en la esperanza que ese período de tiempo llegaría la anhelada salvación. Y más aún, el sector de la población que se encontraba ya en la agonía, no estaba en condiciones de organizarse, de actuar, o levantarse espontáneamente.” Gutman, Israel. Varsha 1939-1943- Ghetto, Majteret, Mered, Yad Vashem/ Sifrita Hapoalim, 1980, p.139.

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Apéndice 6

1. Para poder describir y explicar el fenómeno de la mendicidad dominante en el Ghetto de Varsovia, en comparación con otros ghettos, lee el ítem “Muerte en el Ghetto” (Gutman, pp.90-94). 2. El fenómeno de la mendicidad refleja por un lado la etapa de decadencia que dejaba sus marcas sobre la población, y por el otro, el hallazgo de las últimas fuerzas de lucha por la supervivencia. Desarrolla un debate acerca de la fotografía: ¿Es ésta una expresión de supervivencia o de degeneración?.

Notas para la fotografía (15)

1. Esta diapositiva, que describe la distribución de comida a los necesitados, hace referencia a algunos puntos importantes: * Las cocinas populares, como ejemplo de la vitalidad judía y la actividad voluntaria que surgió fuera del marco comunitario institucionalizado que estaba bajo el control del Judenrat. * Con el correr del tiempo, las cocinas populares sobrepasaron sus objetivos originarios de dar comida y ayuda a los miles de necesitados, y comenzaron a cumplir una función significativa en el aspecto social, convirtiéndose finalmente en uno de los factores que alentó la creación de la actividad cultural y política en el Ghetto. 2. Rajel Auerbach, que fue activa en el marco de las cocinas populares, señala en el texto tomado de su diario (...), que estas no lograban resolver el problema del hambre en el Ghetto.

Notas para la fotografía (16) 1. Es importante señalar que a pesar de todas las vicisitudes que sufrieron los judíos en el Ghetto, la actividad espiritual y cultural no cesó, incluida la actividad literaria. 2. La existencia de una capa intelectual; la escritura de diarios derivada del sentimiento de necesidad de perpetuar la unicidad de ese período histórico y sus

condiciones; la lectura de toda clase de libros dan testimonio de la vitalidad y el no conformismo con el destino, y representan, en cierto sentido, una expresión de resistencia. 3. Sugerimos enfatizar la actitud utilitaria de los judíos en la lectura de literatura práctica, como ser libros en inglés, como preparación para la futura emigración después de la guerra (que muchos creían o querían creer que se acercaba). Seguidamente puedes emprender un debate con los alumnos acerca de la actitud de los judíos del Ghetto de sembrar ilusiones, la creación de expectativas vanas y esperanzas falsas con respecto a un futuro mejor, señalando lo positivo y lo negativo que hay en ellas. 4. Se presentan tres textos acerca del uso de los libros. El primero escrito por el Rabino Huberband, trata acerca del deterioro del “Pueblo del Libro” del uso material y cínico que hacían los judíos del Ghetto de los libros; el segundo del historiador Ringelblum, relata acerca de la suerte de las librerías en el Ghetto, las clases de libros que se vendían y el tratamiento que se les daba; el tercero, está tomando de las memorias de Stanislaw Adler, y se refiere a las bibliotecas que fueron desvastadas, el contrabando de libros desde el lado ario, al Ghetto, para satisfacer las ansias de lectura de muchos judíos dentro del mismo.

Notas para la fotografía (17) 1. Ten en cuenta que esta fotografía está compuesta de dos elementos que no tienen relación entre sí: a) el fenómeno de los nacimientos. Apéndice 6

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b) la extracción de árboles, la falta de flores y jardines en el Ghetto. 2. El instinto de vida y de la continuidad de la existencia se expresó en el Ghetto a través de los nacimientos, hecho aún más significativo si tenemos en cuenta las condiciones de vida en el Ghetto y los gigantescos índices de mortandad. Los datos estadísticos, presentados a continuación, tomados del libro de Gutman: Ghetto Varsha – Ghetto, Majteret, Mered (p.81), señalan el descenso abrupto de los índices de natalidad, pero al mismo tiempo indican que la natalidad no fue interrumpida en ningún momento.

dín en el centro del barrio judío – no fue incluido en los límites del Ghetto y muchas tratativas tuvieron lugar para lograr su anexión. Muchas veces le prometieron a Czerniakow, Presidente del Judenrat, que el jardín permanecería dentro del área del Ghetto, sin embargo, esta promesa como muchas otras dadas por los alemanes a los judíos, fue solo una ilusión y un acto más de engaño.

Notas para la fotografía (18)

“El promedio de nacimientos de los primeros siete meses de 1941, sobre los cuales tenemos datos, es de 294. Los datos acerca de los primeros meses de 1942 muestran un descenso aún más abrupto, durante los meses de enero, marzo, abril y mayo de 1942 el promedio es de 82 nacimientos”.

1. Esta fotografía (...) se refiere a dos elementos: a. La mujer que vende brazaletes. b. Los carteles que anuncian actividades culturales en el Ghetto.

Este asunto plantea interrogantes acerca de la vida de los judíos en el Ghetto: a.-¿Por qué seguían dando a luz en el Ghetto? Trata de distinguir entre la perspectiva histórica de nuestros días y la perspectiva de los judíos del Ghetto en ese momento. Los judíos del Ghetto no sabían cuál sería el final del proceso. b.-¿En que medida influyó la incertidumbre con respecto al futuro sobre la natalidad? 3. Grandes terrenos fueron cercenados del área del Ghetto a fin de sacar de su seno todo rastro de pasto y árboles. El jardín de Kraschinski -un pequeño jar-

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2. La orden de que los judíos debían portar una señal identificatoria fue dada en diciembre de 1939, sin embargo no fue abolida aún cuando los judíos fueron físicamente aislados. Cuando los judíos fueron comprimidos al Ghetto desapareció, de hecho el móvil central de los nazis en cuanto a la señalación (diferenciar y separar entre las razas a través de una señal externa), sin embargo, se ve en las diferentes fotografías (tomadas dentro del Ghetto) que los judíos portaban el brazalete identificatorio. Esta medida siguió perturbando a los judíos del Ghetto y siendo fuente de atracción para los fotógrafos. 3. La venta de brazaletes, como se ve en esta fotografía, era también una de las fuentes de manutención en el Ghetto.

Recomendamos leer en conjunto con los alumnos el texto que trata acerca de la “insignia infame”, a fin de intentar un acercamiento a los sentimientos de los judíos que fueron obligados a portarla. 4. En la primera parte del ítem “Cultura” (Gutman, p.98). Encontrarás información acerca de la actividad cultural en el Ghetto. 5. Es importante destacar que en el Ghetto se desarrollo una variada actividad cultural en el seno de los partidos políticos, los movimientos juveniles, los intelectuales, etc. Los textos que describen la actividad cultural (...) fueron tomados del diario de Mary Berg. Mary era una joven, hija de unas familias de refugiados que llegaron al Ghetto escapando de Lodz. La situación económica de su familia, durante el primer año del Ghetto, le permitió observar e incluso ser parte de ese sector social de ricos y nuevos ricos — contrabandistas, algunos de los “policías judíos” y los miembros del “bajo mundo” que mantenían dudosas relaciones comerciales con alemanes y polacos.

Notas para la fotografía (19)

1. En la diapositiva (12) tratamos acerca del fenómeno de las masas hambrientas que aceptaron su destino y a continuación (13) y (14) el fenómeno de la mendicidad. Basándote en los debates que tuvieron lugar en la clase en relación a los temas anteriores, será interesante observar esta fotografía (19) e intentar tratar a través de ella el tema de la brecha social en el Ghetto desde el punto de vista de los ri-

cos y acomodados. (Ver: ítem “Contrabando”, Gutman, pp. 79-83). 2. El fenómeno de los cafés y lugares de diversión en el Ghetto despertaron agudas críticas en los círculos poseedores de conciencia y sensibilidad social: movimientos juveniles, partidos políticos, escritores. Esta crítica se refleja claramente en la prensa clandestina y en los diarios. 3. El ambiente de la “Alta Sociedad” despierta sentimientos complejos por lo que se corre el riesgo de tratarlo solo por obligación. Es necesario que el docente marque los aspectos morales (...) pero manteniendo el equilibrio y evitando caer en exageraciones acerca de sectores determinados, como ser los contrabandistas, los ricos y los acomodados, que fueron utilizados en extremo por las películas de propaganda nazi. Los nazis destacaron en especial fotografías de este tipo de judíos, como exposición demostrativa de los defectuosos genes judíos y como expresión de la inmoralidad de la cultura judía, ocultando el hecho que estos eran consecuencia de la nueva realidad social generada por la política nazi de lucha contra los judíos.

Notas para la fotografía (20)

1. La diapositiva describe un encuentro entre un policía judío y una joven en el Ghetto. Los datos con respecto a la “Policía Judía” se encuentran en el artículo de Gutman (pp.83-88). 2. Teniendo en cuenta los textos de lectura que aApéndice 6

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compañan esta diapositiva, te sugerimos enfatizar los siguientes puntos: a. La composición social de la policía judía. b. La diferencia entre la extracción social de la policía judía y la policía en general. c. Acerca de las funciones de la policía judía y sus modificaciones de acuerdo a las diferentes etapas, ver Gutman: Ghetto Varsha – Ghetto, Majteret, Mered (p.114). “En el comportamiento de la policía judía y su contacto con la población en el Ghetto, podemos diferenciar tres etapas: 1) Desde el establecimiento de la policía hasta la primavera de 1941, momento en que comienzan las capturas y envíos a los campos de trabajo, etapa en la que en general la relación y la imagen de la policía en el público era correcta. 2) Desde la primavera de 1941 hasta la deportación en julio de 1942, período de permanente deterioro de la policía tanto internamente como en su relación con la población. 3) Período de la deportación en el cual la policía se degeneró hasta el límite más bajo y fue la instancia judía más odiada por el judío del Ghetto.”

d. El deterioro de la imagen del policía judío a los ojos de la población del Ghetto, dado los cambios sufridos en sus funciones y en el cumplimiento de las mismas. (...) 3. Ten en cuenta que es importante abstenerse de hacer generalizaciones. Es importante ser cuidadoso y hacer comparaciones con situaciones similares en otros lugares. No debe proyectarse lo conocido sobre la policía en el Ghetto de Varsovia sobre otros Ghettos. A pesar que muchas veces podemos encontrar similitud entre el funcionamiento y comportamiento de la policía del Ghetto de Varsovia con las de otros ghettos, los policías, en otros ghettos aparecen como un factor de oposición al régimen nazi (por ej. en Minsk).

Notas para la fotografía (21) 1. Después de la lectura de la cita presentada a continuación, se puede utilizar esta diapositiva, en la que se ve un joven vendiendo periódicos en el Ghetto, para conversar acerca de la información que llegaba al Ghetto, sus vías de acceso y su difusión.

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“El vínculo postal con los barrios judíos cerrados, fue restringido al mínimo por los ocupadores, incluso, en algunos casos anulado completamente. Los transistores de radio fueron confiscados y los periódicos independientes bajaron a la clandestinidad a partir de 1941. Quién salía del Ghetto corría el riesgo de hacerse acreedor de la pena de muerte en caso de ser atrapado. Sin embargo, el Ghetto de Varsovia no estaba herméticamente cerrado a la información. Las noticias del mundo y de los frentes de combate se divulgaban en el Ghetto a través de las radios extranjeras, escuchadas en la clandestinidad y los diarios “arios” que eran distribuidos, según Ringelblum, por policías y barrenderos polacos, poseedores de sentimientos patrióticos. A pesar de las prohibiciones del régimen nazi, se divulgaban en el Ghetto periódicos alemanes y polacos oficiales. La prohibición no era efectiva, testimonia Rilgelblum, y por 50 centavos se podía conseguir el Warszawsky Nowy Kurier o el Krakover Zeitung. Los nazis no podían imponer todas sus órdenes y éstas eran violadas tanto dentro como fuera del Ghetto. En el archivo Oneg Shabat se encuentran decenas de cartas , entre ellas cartas enviadas desde ghettos que estaban a punto de ser aniquilados. Sabemos, a través de los sellos, que las cartas tardaban entre 4 y 5 días en llegar al Ghetto de Varsovia. Los judíos establecieron una red de comunicación clandestina, independiente del Servicio Postal Alemán, que comunicaba entre los ghettos. El Morguen Fraihait (Mañana Libertad) la denominaba “Correo a Zapatos” y es cierto, ya que éste era primitivo pero muy eficaz. La gente salía de los barrios cerrados a pesar de la pena de muerte, por necesidad de manutención, por asuntos de familia o en misión de la resistencia. Los refugiados de otros campos y otros ghettos que llegaban a Varsovia, se presentaban a su Landsmenshaft (agrupación de personas originarias de un mismo lugar N.T) y contaban las noticias de su ciudad. La red de comunicación clandestina cruzaba el país a lo largo y a lo ancho, a pesar de los puestos de control y los registros repentinos en trenes y estaciones.” Ruta Sakowska, Shnei Tafkidav shel Arjion Ringelblum, (Las dos funciones del Archivo de Ringelblum) Yad Vashem, Kobetz Mejkarim 21, 1991, pp.155-156.

2. Es importante destacar los periódicos clandestinos como un factor importante en la consecución y divulgación de la información, por varias razones: a. A diferencia de la prensa oficial, la prensa clandestina proveía información acerca de los acontecimientos en los frentes y en las diferentes zonas ocupadas, suministradas tanto por fuentes clandestinas judías como gentiles. b. La prensa clandestina representaba la continuidad de los patrones culturales previos a la guerra. c. La prensa clandestina, en tanto prensa combatiente, que se oponía a la situación imperante, destacaba por un lado, valores positivos, y por el otro ofrecía caminos alternativos a las instituciones existentes. También era un factor de protesta y crítica hacia las instituciones del Ghetto y los diferentes fenómenos negativos del mismo.

Notas para las fotografías (22), (23), (24), (25), (26)

Estas diapositivas, que tratan el tema de la muerte y la sepultura en el Ghetto de Varsovia, describen la etapa final de la lenta agonía de la población judía del Ghetto de Varsovia. Las fotografías son horrorosas, producen rechazo e incluso repulsión. Una posibilidad para confrontarse con la observación de estas imágenes es prestar atención a un cuerpo, en un intento de restituirle la condición humana; crearle una identidad propia, dándole un nombre, una historia personal, cualidades de carácter y personalidad. Un personaje así, tomado del montón Apéndice 6

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de cadáveres es descrito por Rajael Auerbach (...) en su intento desesperado por enterrar dignamente a un conocido suyo, talvez como salvaguarda de su propia humanidad.

BIBLIOGRAFÍA Auerbach, Rajel. BeJutzot Varsha (En las Calles de Varsovia) 1939-1943, Tel Aviv, Am Oved, 1954. Auerbach, Rajel. Tzavaot Varsha (Testamentos de Varsovia), Tel Aviv, Yad Vashem/Moreshet, 1985. Opoczynski, Peretz. Reshimot Tel Aviv, HaKibutz Hameujad/Lojamei Haguetaot, 1970. Berg, Mary. Ghetto Varsha — Yoman (Ghetto de Varsovia, Diario) Tel Aviv, 1946. Gutman, Israel. Ghetto Varsha-Ghetto, Majteret, Mered (Ghetto de Varsovia, Ghetto, Resistencia, Rebelión) Tel Aviv, Sifriat Hapoalim, 1980. Gutman, Israel. “Yehudei Varsha BeYemei Hashoa” en Toldot YheudelVarsha — MeReshitam VeAd LeYamenu, (Los judíos de Varsovia en el Holocausto, en: La Historia de los Judíos de Varsovia, desde sus inicios hasta nuestros días) Ed. Gidon Greiff, Jerusalem, Keter, 1991.

Notas para la fotografía (27)

Huberband, Shimon. Kidush Hashem — Ktavim MiYemei Hashoa, (Santificación de Dios- Escritos del Holocausto) Tel Aviv, Zjor, 1969. Sakowska, Ruta. Shnei Tafkidav shei Arjion Ringelblum (Las dos Funciones del Archivo de Ringelblum) Yad Vashem — Kobetz Mejkarim, 21,1991. Itonut Hamajteret Hayehudit BeGhetto Varsha, (La Prensa Clandestina Judía en el Ghetto de Varsovia), tercer tomo, Jerusalem, Yad Vashem. Kaplan, J.A. Meguilat Isurin — Yoman Ghetto Varsha (Libro de Sufrimientos), Jerusalem, Am Oved. Zukerman, ltzjak (Antek) Sheba Shanim Hahen 1939-1946 (Esos siete años 1939-1946) Beit Lojamei Haghetaot, Tel Aviv, Hakibutz Hameujad, 1991.

Cuando salió Jost del Ghetto tomó la última fotografía: un arroyo con cisnes (aparentemente el parque Lazienky) un idilio, y todo en el mismo día, 19 de septiembre de 1941…!?.

Ringelblum, Emmanuel. Notizen Fun Varshever Ghetto (Notas del Ghetto de Varsovia) Varsovia, Ed. ldish Buj 1952. Adler, Stanislaw. In The Warsaw Ghetto, 1940-1943 — The memoirs of Stanislaw Adler (En el Ghetto de Varsovia,1940-1943 - las memorias de Stanislaw Adler) Jerusalem, Yad Vashem, 1982. Ringelblum, Emmanuel. Polish-Jewish Relatlons, (Relaciones polaco- judías) Yad Vashem, 1974.

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EL GHETTO Israel Gutman A diferencia de los Judenrate, establecidos de acuerdo con una orden simultánea del gobierno de ocupación alemán, los ghettos no fueron creados al mismo tiempo en distintos lugares del país conquistado. El primer ghetto se formó en la ciudad de Piotrkow, ya en el otoño de 1939; el ghetto Lodz fue cercado en la primavera de 1940, el de Lublin, en marzo de 1941. El mismo año se establecieron ghettos en Cracow y Radom, y en cuanto a los de la región de la Alta Silesia, fueron establecidos recién en 1942 y 1943. También el régimen de aislamiento y el tipo de gobierno vigentes fueron distintos en cada lugar. Los ghettos fueron rodeados por murallas, cercos de madera, alambrados de púa. En algunos el cierre era casi hermético: los judíos no podían salir y los polacos no podían entrar. En otros, la entrada y salida estaban reguladas severamente. Aún después cuando se dictó sentencia contra los que salían sin autorización, era posible el tránsito por determinados lugares. El régimen de opresión más férreo imperó en el ghetto Lodz, en el cual la posibilidad de entrada o salida se tornó imposible. El régimen nazi apeló a pretextos y argumentaciones distintas para justificar la formación de los ghettos. En algunos casos se alegaba que el ghetto servía para evitar las maniobras de especulación y la propagación, por parte de los judíos, de ideas políticas subversivas y derrotistas. Por otro lado se decía que el ghetto se había establecido para detener la expansión de enfermedades infecciosas de las cuales los judíos eran, supuestamente, el origen; y para salvaguardar un estado sanitario normal. Tampoco faltó el pretexto de que la formación de los ghettos se debía a la intención de proteger a los judíos de la hostilidad de la población polaca. Obviamente estas argumentaciones no tenían ningún fundamento. Los judíos no gozaban de la posibilidad de influir en el ámbito económico, y casi no había relaciones entre judíos y gentiles en el ámbito político por lo tanto, los judíos no podían difundir informaciones y menos influir en los campos mencionados. Como señaló el profesor Ludwing Hirshfeld, no sólo que el ghetto no sirvió para la evitación de las enfermedades infecciosas, sino que por el contrario se convirtió en un foco de propagación de ellas. Se puede suponer que el verdadero propósito del régimen era aislar a los judíos, separarlos físicamente

de la población que los rodeaba, o, como sostienen algunos investigadores, el ghetto era como un eslabón en la política antijudía que estaba sufriendo un proceso de radicalización y escalamientos continuos. El primer intento de formar el ghetto de Varsovia se fraguó ya en noviembre de 1939. Un oficial de la SS, el doctor Rudolf Batz dio la orden al concejo de los representantes de los judíos, de que en tres días debían todos los judíos de la ciudad, concentrarse en un barrio, dentro de determinadas calles, es decir, dentro del ghetto. La orden causó pánico y provocó en todos, sentimientos de desesperación e impotencia absolutos. Solamente una insensibilidad total, sin hablar de la hostilidad y crueldad exacerbada, podía concebir que 150.000 personas podían en tres días, cambiar de vivienda e instalarse en el territorio determinado de unas calles ya de por sí agobiadas por la superpoblación. Es probable que lo inhumano de la pretensión y su imposibilidad de llevarla a cabo, movió a la gente del Judenrate a tomar una decisión intrépida. Mandaron unos emisarios y a su cabeza, Czerniakow, que se presentaron directamente ante el general Van Neuman Neuroda, Comandante de la ciudad, en representación del ejército alemán, para explicar que la orden no se podía ejecutar con la rapidez estipulada. Los líderes judíos que asumieron la misión, sabían el riesgo que corrían. Una primera experiencia les mostró cuáles podían ser las consecuencias de pasar por alto a los mandos de la SS y acudir directamente a las autoridades militares, respecto de un asunto que iba a ser entendido como elevación de protesta contra la SS. No obstante, la embajada que incluía a Czerniakow, Hartglas y Weiss, fue recibida por el gene-ral Von Neumann y en la conversación se descubrió que nada sabía sobre la orden de concentración en el ghetto, la cual aparentemente, había sido dictada en su nombre. Se puede suponer que el hecho de que Batz utilizó el nombre del general para poner en práctica un programa que sólo él y sus allegados habían maquinado, enfureció al comandante militar, el cual informó a la comitiva que iba a revisar el caso y que, entre tanto, los judíos podían desentenderse de la orden de los SS. La amenaza dejó de tener vigencia y el 10 de noviembre de 1939, Czerniakow escribe en su diario que “la evacuación había sido anulada”. Los judíos se tranquilizaron. El rumor de la evacuación ya se había propagado y la contraorden fue recibida con gran alivio. Este triunfo generó algunas esperanzas ilusorias y futuros fracasos. Czerniakow y los líderes del Judenrate aprendieron de este encuentro que, Apéndice 6

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en determinadas circunstancias, podían aprovechar para su bien las órdenes y contraórdenes del aparato de la ocupación o las divergencias personales entre las autoridades. Pero confiaron excesivamente en este método ya que si resultaba eficaz cuando se trataba de medidas tomadas por autoridades locales, no lo era cuando las órdenes emanaban de los centros de gobierno o de quienes planificaban la política. Los judíos, que no intervenían de ningún modo en el proceso de tomar decisiones, no pudieron saber con certeza cuándo se topaban con una orden que era dable ignorar o suavizar, y cuándo estaban frente a un decreto proveniente de Berlín o de Cracow, al que no se podía desobedecer. A comienzos del verano de 1940, los alemanes iniciaron la construcción de murallas en las intersecciones de ciertas calles de Varsovia. Resultaba claro que se intentaba con ello establecer una separación o enclaves en ciertas partes de la ciudad, pero los judíos no entendieron de inmediato que la edificación pretendía tapiar al barrio judío y desconectarlo del resto de la ciudad. Diversas explicaciones se dieron sobre el objetivo de las murallas, las cuales no calaron en las verdaderas intenciones de los alemanes. Ringelblum anota en su diario que se suponía que los alemanes se proponían crear un enclave en el cual se iba a concentrar a la población que amenazaba a la seguridad del régimen. El doctor Mordechai Lenski escribe, con espíritu semejante, sobre el proyecto aparentemente inexplicable, en sus memorias de la época de la ocupación y del ghetto: “Los judíos se esforzaron por entender cuál era la finalidad de los alemanes al construir las murallas. Hubo quienes creyeron que los alemanes querían asegurar al ejército un paso libre, en el momento en que fuera necesario replegarse o salir de Polonia. Las murallas servirían de obstáculo contra los habitantes y el tránsito se restringiría. Las murallas serían un medio eficaz de contrarrestar intentos de ataque por parte de los polacos y los judíos. Según otras opiniones, la construcción habría de facilitar las operaciones de las fuerzas de seguridad contra las organizaciones clandestinas de polacos y judíos, porque impedirían el libre movimiento de los subversivos. Sólo muy pocos no aceptaron tales conjeturas y expresaron su convicción de que los alemanes erigían las murallas para encerrar a los judíos en un ghetto.” En marzo de 1940, aparecieron columnas en las esquinas que daban al barrio judío, advirtiendo en letras grandes y en dos idiomas, alemán y polaco, que se prohíbe la entrada en esta zona “infectada por epidemias”. En agosto se informó oficialmente que la ciudad iba a ser dividida en tres zonas: alemana, po-

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laca y judía. Como consecuencia de esta medida, todos los judíos debían retirarse de la zona trazada como de residencia de los alemanes, en tanto que los que vivían desde antiguo en la zona polaca podían seguir quedándose. Pero los judíos que quisieran mudarse, sólo podrían hacerlo a la zona judía. La verdadera finalidad de la muralla se reveló, cuando se supo que el Judenrate debía correr con los gastos de la erección de las murallas. Ya desde los meses de julio y agosto, Ludwig Landau anota en su diario sobre las deliberaciones y los primeros pasos conducentes al establecimiento del ghetto. Desde julio se renueva la campaña antijudía, lo cual tiene su expresión en las olas de deportación de judíos a Varsovia, en la prohibición de que transiten por determinadas calles con el objeto de obligarlos a trabajos forzados y en el desalojo violento de sus viviendas. Uno de los edictos más humillantes era el que imponía la obligación de sacarse el sombrero en señal de respeto ante los alemanes que pasaran vestidos de uniforme. Aunque no se publicó ningún documento oficial al respecto, se multiplicaron los incidentes en que fueron obligados a sacarse el sombrero o a descender de la acera al pasar un alemán uniformado y hasta fueron golpeados por no hacer caso de la orden. Como lo registra Landau y también lo testimonian otros, se crearon situaciones como la siguiente: Se multiplican los casos de violencia por dos razones contrarias - hay alemanes de uniforme que atacan porque el judío que pasa no los reverencia y quienes los atacan por no haber cumplido, la orden, alegando: “¿Acaso soy un conocido tuyo como para que te atrevas a saludarme?”. La planificación del ghetto fue puesta en manos de Waldemar Shoen, un funcionario alemán que estaba encargado de los problemas de evacuación en el distrito de Varsovia. Pocos meses después, cuando el ghetto era prácticamente una realidad, Shoen presentó un informe detallado de los pasos emprendidos y de las consideraciones que habían sido tenidas en cuenta, en el proceso de ejecución del programa. De sus palabras se infiere que a comienzos de 1940 se pensó en establecer el ghetto del otro lado del río Vístula, en un suburbio llamado Praga. La idea provocó fuerte oposición. Los polacos se negaron alegando que iba a ser muy difícil proveer de víveres a la población de un barrio cerrado y alejado. Según Schoen, el plan se postergó por un tiempo, ante la perspectiva de que se concentrará a todos los judíos en la zona de Lublin o en la isla de Madagascar en el Africa. Schoen informa que entre tanto se comenzaron a establecer ghettos en diversos puntos del área de Varsovia. Con tal medida se evitarían “los peligros que acechan por causa de los judíos”. Ningún factor concreto llevó a la formación del ghetto, fuera del hecho de que en Varsovia no quisieron o no pudie-

ron quedarse atrás, en comparación con las medidas antijudías que se tomaban en otras partes. Por supuesto, los judíos no fueron partícipes de las decisiones, en ningún momento, y menos de la planificación. Se enteraron solamente por rumores y el Judenrate se mostró ciego e impotente frente a la amenaza que se cernía. El 2 de octubre, Fischer, el comisionado alemán del Distrito de Varsovia, promulgó el decreto oficial que anunciaba la información del ghetto, decreto al que se anexaba una lista de las calles o partes de ellas que iban a quedar dentro de él. Fischer no empleó la palabra “ghetto”, que tampoco ha de aparecer en los documentos oficiales. Los alemanes lo llamaron “el barrio judío de Varsovia” y exigieron a los demás adoptar la misma denominación (Das Juedische Wohnbezirk in Warschau). El 12 de octubre se propaló, por los altoparlantes instalados en las calles, que el ghetto quedaba establecido, que los ciudadanos polacos debían abandonarlo y que los judíos debían concentrarse en él hasta fines del mes. La fecha en que se hizo el anuncio, no parece haber sido elegida casualmente, puesto que coincidió con la celebración del Día del Perdón. Kaplan anota en su diario: “La comunidad judía de Varsovia, que alcanza al medio millón de personas, no se contuvo en sus plegarias y alzó sus súplicas al Dios de los Cielos, siguiendo la antigua costumbre de Israel. Pero, por desgracia, al cerrarse el día y a la hora en que las puertas de las lágrimas estaban abiertas, nos dimos cuenta que nuestros ruegos no habían sido escuchados, que en el ínterin se había promulgado un nuevo decreto, un edicto bárbaro que por su peso y consecuencia supera a los otros dictados hasta hoy, a los cuales ya nos habíamos habituado.” Los polacos manifestaron su oposición e intentaron modificar la decisión. Una serie de factores habían contribuido a la emergencia de dicha oposición, que se hizo fuerte en una institución como la municipalidad, en la que los representantes polacos tenían todavía cierto peso. Primero que todo, los polacos veían la partición de la ciudad en diversos distritos étnicos un grave daño a sus intereses. En segundo término, el intercambio de población que se produciría con el establecimiento del ghetto, no sólo afectaría a los judíos sino también a los polacos, porque muchos de ellos iban a ser arrojados de sus casas, privados de sus medios de subsistencia y condenados a un incierto porvenir. En tercer término, aunque no se sepa cual era la cantidad de polacos que se identificaban con el dolor de sus compatriotas judíos, hubo quienes expresaron claramente su preocupación respecto del destino de éstos, después de que se separa la población en dos sectores distintos.

Una vez que se dieron cuenta de que los alemanes no iban a revocar su decisión, concentraron su atención al problema de la fijación de las fronteras, tratando de disminuir la superficie que se asignara a los judíos, para que la mayor parte quedara en sus manos. Las órdenes y contraórdenes fueron muchas, tanto que los judíos y los polacos no sabían con certeza por cuáles calles o partes de ellas, iba a pasar la línea divisoria final. Por ello no sabían si tenían que buscar vivienda urgentemente o si les convenía esperar, pensando que el lugar en donde se alojaban se encontraba en el lado que les correspondía. Sucedió así que muchos judíos se enteraron, después de haberse mudado, que el terreno de su casa pasaba a formar parte de la zona exterior al ghetto y que, por lo tanto, debían volver a buscar vivienda. En general los judíos que habían vivido fuera del barrio judío, que estaba densamente poblado, eran gente de posición. Por el contrario, los polacos que habitaban en la zona judía pertenecían a la clase pobre. Los judíos dejaron detrás de sí departamentos espaciosos y recibieron en cambio departamentos pequeños, sin servicios sanitarios. Según las especificaciones de la primera proclama en cuanto a la superficie del ghetto, el número de polacos que debían salir era mayor que el de los judíos que debían entrar. Esta división tenía su lógica, dada la densidad de la población del barrio judío, mayor que la de los barrios donde la mayoría de los habi-tantes eran polacos. Hubo disputas por calles y casas limítrofes. Por ejemplo, se alegaba que en tal lugar había una fábrica cuyos dueños eran polacos, o una iglesia, y por lo tanto, no se podía dejarlas dentro del ghetto. Aunque, como dice, Ringelblum, el conde Roniker de la RGO polaca (Concejo Central de Bienestar), favoreció en la práctica las negociaciones pacíficas, se hicieron presiones en el sector público y privado para inclinar la balanza en favor de los polacos. Josef Ziemian, quien escribió un libro excelente sobre la estructura topográfica del ghetto y sobre los cambios producidos antes de su establecimiento y durante el tiempo de su existencia, dice que hasta el cierre hubo cambios de límites todos los días. Véase a continuación un ejemplo de las modificaciones incesantes en las calles: El destino de Swietojerska está en debate. Elektoralna, Leszno y Siena están en peligro. Una franja del ghetto va a ser separada, desde Zelazna-Wolnosc, de este modo, quedará dividido en dos. La frontera del ghetto pasará de Zelazna a Wronia. Walicow y Ceglana quedarán fuera de los límites del ghetto. Swietojerska ha sido salvaguardada. Ceglana ha sido reincorporada. Se intenta salvar algunos sectores de Zelazna. Un Apéndice 6

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sector de Ciepla ha sido extraído del ghetto. Las siguientes calles han sido separadas del ghetto: Gibalski, Mirecki, Dlugosz, Baron, Zytnia, Kacza, Wolnosc, Wornia, Klecki, Square, Chlodna, así como otras calles y partes de ellas. La plaza Grzybowski está en peligro. Las siguientes calles han sido incluidas en el ghetto: 25.27. Bonifaterska, la sección de Nowolipki, desde Zamenhof hasta Nalewski (una hilera de casas). Diez casas de Freta han sido excluidas del ghetto. Las siguientes calles han sido incorporadas , la sección de Zelazna desde Grzybowska hasta Leszno, Krochmalna, Chlodna y la sección de Ogrodowa a Wronia. Algunas modificaciones leves se han hecho, en perjuicio de los judíos. Ziemian escribió que “el hecho de que los límites del ghetto no han sido definidos apropiadamente, trajo confusión a cientos de personas, que estaban por cambiar el lugar de residencia y sobre todo el pánico había cundido entre los judíos. Nadie sabía si al día siguiente debería abandonar la vivienda que había adquirido hoy. Cabe señalar que a las casas donde habían residido 113.000 polacos, en la zona del futuro ghetto, tuvieron que mudarse 138.000 judíos que habían vivido hasta entonces fuera del barrio judío. Además las casas eran pequeñas que aquellas de donde provenían. Los polacos se demoraron en la evacuación de sus casas, hecho que aumentó las dificultades de los judíos, obligados a mudarse inmediatamente de domicilio. En la fecha tope, 31 de octubre de 1940, reinaba todavía la incertidumbre, y la evacuación y búsqueda de vivienda no habían terminado; por eso, los alemanes tuvieron que postergar hasta noviembre la fecha final de la transferencia. En la proclama sobre la postergación, se decía que esta era consecuencia de la buena voluntad exhibida por los judíos en el cumplimiento de los decretos. Recién el 14 de noviembre, un día antes de la implantación oficial del ghetto, se publicó la lista definitiva de las calles o partes de ellas que habían sido incluidas en él.

EL CARÁCTER DEL GHETTO Todo el tiempo quedaba pendiente la pregunta sobre cuáles serían las futuras características del ghetto. ¿Se les permitiría a los judíos salir y a los polacos entrar y recién al anochecer, con el toque de queda, el ghetto estaría cerrado? ¿El contacto entre los dos sectores de la población iba a ser permitido solamente por unas pocas horas? Muy pocos se atrevieron a imaginar la pesadilla de un ghetto herméticamente cerrado y separada del mundo exterior. Todas estas tristes conjeturas fueron dejadas de lado durante las semanas en que se realizó el intercambio de poblaciones, cuando lo primordial fue buscar solución inmediata al problema de buscar el techo bajo el cual guarnecerse. Los problemas relacionados con la búsqueda de vivienda fueron alucinantes y no dieron lugar a pensar en otra cosa. Los interrogantes cobraban una significación especial para quienes eran dueños de negocios en las zonas exteriores al ghetto, o poseían talleres u otras ocupaciones. Ante estos se planteó un grave dilema: ¿Liquidar sus negocios, llevarse le escasa mercadería que quedaba en él o las herramientas de trabajo y de este modo resignarse a perder el derecho de ganarse la vida o arriesgarse a esperar que se estableciera el ghetto y ver si se podría seguir comerciando o trabajando en los talleres, fuera de él?. El día 16 de noviembre sufrieron el gran golpe. En las puertas del ghetto se apostaron policías alemanes y polacos. Nadie podía salir o entrar sin un permiso especial. El ghetto se convirtió en un recinto totalmente cerrado y afuera de él quedaban unos 1700 almacenes y unos 250 comercios de otros rubros. Otros sectores particularmente afectados, fueron los judíos asimilados y los convertidos. El porcentaje de judíos polacos que habían establecido lazos laborales y sociales con el medio no judío era menor que en los países de Europa Occidental y Central. Pero también en Polonia y, sobre todo, en Varsovia, vivían miles de judíos que se consideraban puramente polacos y que mantenían con los judíos una relación débil en los campos religioso, cultural, social y familiar. No faltaban entre ellos los matrimonios mixtos. Pero por la ley de segregación racial, miles de convertidos volvieron a ser considerados judíos. Hasta el 24 de julio de 1940 no existió una definición oficial de judío, según fundamentos racistas. Dicho de otra manera, era judío, el que pertenecía a la religión mosaica, o formaba parte de la comunidad judía.

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Esto permitía a los asimilados y convertidos al cristianismo evadir las restricciones impuestas a los judíos. Hubo una ola de conversiones, pero no alcanzó grandes dimensiones. Rilgelblum dice en sus memorias que había unos 300 judíos convertidos. En otros textos se habla de una cantidad mayor, especialmente en Varsovia. De todos modos, la cristianización no fue un fenómeno importante. En Hungría, por el contrario, hubo unas 15.000 conversiones entre los años 1938-1939, época en que se habían implantado leyes antijudías que de todos modos todavía no afectaban, o sólo parcialmente, a los convertidos. En Varsovia y en toda Polonia, el número era menor, debido a una estructura social más integrada y a una asunción más profunda de la identidad, tradiciones y religión.

Aun antes del establecimiento del ghetto se habían implantado medidas de discriminación. Hasta los convertidos estaban obligados a usar un brazalete con la estrella de David. La orden del gobernador Frank no incluía, una cláusula racista, pero daba lugar a que las autoridades locales actuaran según sus respectivas decisiones. Basándose en el decreto de Frank, el gobernador de Varsovia, Ludwig Fischer, publicó un edicto en donde se especificaba quién era judío, e incluía en su definición a todo el que pertenecía o había pertenecido a dicha comunidad, De esta manera aquellos cuyas padres o madres habían formado parte de esa comunidad eran considerados judíos. Era claro que el edicto regía a toda la primera generación de conversos. La orden de julio de 1940, que define el concepto de judío, va a ser mucho más férrea y se aproxima al que figura en las leyes de Nuremberg. Se considera judío a todo aquel que tenía por lo menos un abuelo judío. Según esta ley, se extendía la noción de judío hasta abarcar la tercera generación de antepasados, aun en el caso de que los padres hubieran sido cristianos practicantes. La identidad de los abuelos podía conducir al mundo judío y a su destino a un converso muy alejado de ese mundo. En determinado momento se sopesó la idea de prohibir el bautismo de los judíos que quisieran hacerlo, pero Frank se negó a firmar el decreto. Hubo presiones para derogar la orden de

que los convertidos usaran también el brazalete con la estrella de David. Los reclamos se presentaron por intermedio de la RGO (Concejo Central de Bienestar). Sus dirigentes alegaron ante los alemanes que entre los conversos se encontraban personalidades de la cultura y de la sociedad polaca, totalmente apartadas del judaísmo, para quienes el uso del brazalete era una carga insufrible. Los alemanes pidieron una lista de las personas que deseaban ser relevadas de dicha obligación y prometieron estudiar el caso. Recibieron una lista de unas 2.000 personas. Al poco tiempo se informó de que la petición había sido rechazada. La mayoría de los conversos no respetaron la orden y aunque algunos de ellos fueron perseguidos por desobedecerla, no se rindieron. Cuando llegó el momento de formación del ghetto, los alemanes clausuraron las casas de los conversos y los obligaron a mudarse al ghetto. Vivieron en él unos 2.000 cristianos, que constituyeron una comunidad separada, cuyo centro estaba en la Iglesia de la calle Lezno. También el sacerdote de esta iglesia era un converso. El grupo recibía ayuda del instituto cristiano de beneficencia “Caritas”. Años después, el cardenal Wyszynski pretendió explicar esa ayuda a la comunidad de los conversos como una ayuda que se proporcionaba a los judíos en general.

El vuelco que se produjo en la vida de los judíos como resultado de la transferencia y del encierro no se diferenciaba de los resultados de la guerra y de la ocupación. No se puede comparar, como se ha intentado, los ghettos establecidos por los nazis en la segunda guerra mundial con los llamados ghettos en la Edad Media. Entonces el ghetto era un barrio o una calle. El distanciamiento del mundo exterior alzó una valla en el ámbito de la religión, la sociedad y la cultura. Tal como se había constituido en los países europeos, el ghetto no había impedido los contactos comerciales con los gentiles. Aunque el ghetto hubiera servido para mantener a los judíos en una situación de humillación, aun si se los obligó a vivir en condiciones de hacinamiento, en una situación sanitaria deficiente, de acuerdo con los criterios de aquellas épocas, no es asombroso que los judíos hayan bendecido el aislamiento al que fueron sometiApéndice 6

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dos, porque esto les permitía conservar su forma de vida y poner una barrera a las innovaciones que se manifestaban en el exterior. Con fecha 21 de marzo, Ringelblum escribió en su diario : “la analogía con los ghettos de la antigüedad era incorrecta, puesto que el ghetto era resultante de un desarrollo histórico y un fenómeno general, en tanto que el ghetto del presente era un campo de concentración”. En los periódicos clandestinos abundaban los artículos que se ocupaban de las experiencias de aislamiento, humilación y hacinamiento, del hambre y de las enfermedades. El periódico Befraiung (Liberación), editado por Poalei Zion en diciembre de 1940, publicó un amplio informe sobre el ghetto, adoptando una perspectiva histórica. Sus palabras iniciales son las siguientes: “Los nubarrones de la Edad Media vuelven a aparecer sobre nuestras cabezas. Todos los edictos y medidas represivas del pasado, que casi habían sido olvidados e importaban exclusivamente al historiador profesional, retornan a la superficie de nuestra sombría vida cotidiana y forman parte de nuestra amarga existencia. En este momento se presenta principalmente el problema del ghetto en toda su gravedad. Con la mayor crueldad que puede exhibir la fiera que hay en el ser humano, se nos separa de la población no judía del entorno, como si fuéramos descastados, y quedamos herméticamente cerrados entre angostas paredes, sin luz, aire o espacios verdes”. El ghetto fue programado de manera tal de que se dejara afuera todo rastro de verdor. El pequeño parque Krasinski, que limitaba con la calle Nalewki, sito en pleno corazón del barrio Judío, no fue incluido dentro de éste. Mucho se protestó para anexarlo de nuevo, y le habían prometido a Czerniakow que así se haría, pero como muchas otras promesas, tampoco ésta fue cumplida. Las calles estaban repletas de gente, una masa apurada, nerviosa, con el sentimiento de marchar dentro de un presidio. En el periódico clandestino de la sección de jóvenes del Hashomer Hatzair, se publicó en abril de 1941 un artículo cuyo título era “Una excursión por las calles del ghetto”. Su autor dice:“Durante tres cuartos de hora paseé dentro de una jaula destinada a medio millón de personas”. Con la frialdad de las cifras y de los datos estadísticos, se decía que en una superficie de 2.4% del ancho de la ciudad, se concentraba el 30% de la población. Según el periódico judío oficial, que salía varias veces por semana, en Cracow, vivían en el ghetto de Varsovia,

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en enero de 1941, 380.740 personas, de las cuales 370.979 eran judíos, 1.718 católicos, protestantes y cristianos ortodoxos y 43 personas de otras religiones. La población aumentó como consecuencia de las deportaciones y evacuaciones de ciudades y pueblos más o menos cercanos. Este crecimiento no siempre reflejaba la verdadera situación numérica, dado que la mortalidad abundante disminuyó el porcentaje y las cifras. El crecimiento de la población derivó de la transferencia de refugiados, es decir, por eliminación total o parcial de otros ghettos y poblados judíos y su traslado a Varsovia. En abril de 1941, el número total de refugiados era de 130.000. En enero de 1941, el ghetto contenía 380.000 personas. En marzo el número había llegado a 445.000 y en junio declinó a 440.000. En julio bajó bruscamente a 420.000 y el descenso continuó durante 1941. Un vaivén similar se hizo evidente en 1942, época en que la población se elevó de 369.000 a 400.000 personas, entre febrero y junio, para volver a caer en el mes de julio, justo antes de la “gran deportación”. Veamos ahora las tasas de mortalidad: En enero de 1941 murieron 898 personas, en abril, 2.061 y en agosto y septiembre ascendió el número de muertos a 5.550 y 5.560. El total de muertos en ese año alcanzó la cifra de 43.000, es decir, el 10% de la población total del ghetto. No es difícil calcular que si los nazis no hubiesen emprendido su plan de exterminio total en los campos, en 1942, y la mortandad hubiera seguido con el ritmo de 1941, las dimensiones del Holocausto en Varsovia hubieran sido mayores de lo que lo fueron al final de la guerra, en países como Francia, Bélgica o Rumania. Sí el método hubiera durado diez años más, la población judía de Varsovia habría sido totalmente destruida, aún sin la ayuda de las cámaras de gases de Treblinka y Auschwitz. Queda pendiente la pregunta de si el enorme porcentaje de mortandad estaba relacionado con un calculado plan de los nazis al establecer los ghettos. Es muy significativo lo manifestado por el gobernador Frank, en agosto de 1942: “No hay que extenderse en palabras sobre el hecho de que estamos matando de hambre a 1.200.000 judíos. Es claro que si no se mueren, habrá que, promulgar decretos antijudíos para conseguir tal efecto”. Estas declaraciones del gobernador Frank son de agosto de 1942 y en esa época él ya sabía del programa de exterminación total. Por otra parte, hallamos expresiones diferentes en boca de altos funcionarios nazis, de las cuales se infiere que estos pensaban aumentar la cuota de víveres a los judíos para poder seguir explotándolos en los trabajos forzados. De acuerdo con otras manifestaciones, deberían tomarse duras medidas contra ellos, ya que no se podía matarlos. A comienzos o mediados de 1942, las autoridades,

alemanas del gobierno general no tenían un plano, simplemente, no estaban informados sobre cuál sería el fin propuesto para los judíos. Era claro que la formación del ghetto y las medidas de represión vigentes constituían una etapa intermedia hasta que se fijaran los arreglos definitivos, acordes a la ideología nazi. Durante un tiempo se pensó en concentrar a todos los judíos o a la mayoría en una especie de reserva, en las cercanías de Lublin y después, enviarlos a la isla de Madagascar, donde vivirían en condiciones de campo de concentración. Estos proyectos, que no llegaron a concretarse, se anularon en 1942 con la puesta en marcha de la “solución final”. El ghetto padeció enormes infortunios, más de los que una sociedad normal ha experimentado alguna vez. En todo momento se sintió el hambre y la escasez de víveres. El problema del hambre no se reducía a la cuestión de conseguir pan. Este era considerado un alimento de lujo. Muchos soñaban con una comida más burda, que pudieran ingerir. Los víveres se repartían según cartas de racionamiento. Los alemanes y los polacos no se conformaban con las restricciones y quién más, quién menos, obtenía comida adicional, comprando en el mercado libre o en el mercado negro, adonde podían acceder todos, menos los judíos, para quienes esta solución estaba vedada. Fuera de los víveres oficialmente distribuidos, otros no podían ser introducidos sino por contrabando. La ración oficial para los alemanes contaba con 2614 calorías, la de los polacos, con 669, en tanto que los judíos sólo recibían 184 calorías por día. Esta cantidad contenida en alimentos de baja calidad e incluso en malas condiciones, constituía sólo el 7% de lo indispensable para mantener el organismo en un estado normal de salud.

EL CONTRABANDO Una de las maneras de poder subsistir en el ghetto fue la práctica del contrabando. Introducir víveres por medios ilegales se convirtió en una actividad económica importante. Por supuesto, esto estaba prohibido y centenares de personas pagaron con la vida, lo cual no fue un obstáculo que interrumpiera el contrabando. Cabe preguntarse si los alemanes no podían ponerle fin. La respuesta es afirmativa, el problema consistía en que para lograrlo, se debía recurrir a una matanza general. Los alemanes sabían que la supresión absoluta de esta fuente de recursos significaba el exterminio en pocas semanas o unos meses a lo máximo. Como no intentaron matar por hambre a los judíos, combatieron el contrabando sólo parcialmente. A veces cerraron los ojos, otras ajusticiaban a los infractores. No se sabe si era premeditado, pero en la práctica se dejaba contrabandear dentro de ciertos límites. Se puede conjeturar que el 80 % de los víveres llegaba por esta vía. ¿Quiénes eran los contrabandistas? En líneas generales se pueden distinguir dos categorías: los “profesionales”, organizados en grupos, y los que actuaban individualmente. El escritor Peretz Opoczynski escribe en sus memorias del ghetto: “A la noche se contrabandea por los techos de las casas, a través de pequeñas aberturas, por los sótanos, hasta por las murallas del ghetto, en resumen, por todos los cauces posibles. Durante el día las operaciones eran más simples, aunque no faltaran los artificios ingeniosos. La inteligencia judía hizo el milagro. En el callejón de Kozia hay algunas casas, del lado de los números pares, donde viven cristianos. Las entradas y las puertas por el lado de Kozia están tapadas. Se entra por el otro lado (calle Freta), es decir por afuera del ghetto y únicamente las ventanas de unas cuantas casas caen sobre Kozia (dentro del ghetto). Esto es una bendición no sólo para los cristianos que vivían allí, sino para todos los judíos de Varsovia. Porque aunque el contrabando es algo negativo, una soga sujeta al cuello hinchado del que padece hambre, se convierte en la única salvación, dentro de las terribles condiciones de esta cárcel gigantesca. Quién sabe si no se erigirá algún día un monumento en honor del contrabandista que arriesgaba su vida, ya que, pensándolo bien, salvó de morir de hambre a gran parte de los judíos de Varsovia”. Opocziynski da cuenta de la visión negativa que se tenía del contrabandista. Los principales, los que Apéndice 6

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triunfaron en la operación bien concertada del pasaje de víveres en grandes cantidades, fueron individuos o pequeños grupos de personas organizadas. En su mayoría habían sido comerciantes en el pasado, gente no comprometida con la vida comunitaria. Los jefes, por lo que se sabe, habían sido hombres del hampa y tuvieron la iniciativa, la osadía y el talento de orientar las operaciones, cambiando constantemente de lugares y de métodos. Poseían un ritmo desaforado y sabían establecer contactos. Es posible que del lado polaco, también se ocupaban del contrabando, especialmente, gente del hampa. Las actividades no eran sino una continuación de lazos tenebrosos ya anudados en el pasado. Los contrabandistas se contaban entre los pocos que hacían dinero en el ghetto. Se enriquecieron y no tuvieron temor de gozar de los placeres de la hora, sin pensar en el terror y el hambre de esa ciudad de muertos. Eran los clientes de los restaurantes y cafeterías que surgieron en el ghetto para atender a los nuevos ricos. Alemanes, polacos, también policías judíos, eran sus compañeros de diversiones. Las operaciones de contrabando, desde el abastecedor alemán hasta el intermediario menor, se realizaban metódicamente. En los distintos eslabones del sistema, se respetaban las jerarquías, las personas adecuadas trabajaban en los puestos rigurosamente asignados. Los cabecillas no participaban directamente en las acciones. Actuaban como cerebros creadores de las técnicas utilizadas. En los centros neurálgicos del contrabando, o como se los conocía en la jerga, “meta”, operaban los mozos de carga y los que vigilaban. Su cometido principal era que la mercadería llegara con rapidez y seguridad a su destino. Debían estar preparados para desaparecer en el momento de peligro y borrar las huellas, una vez realizada la labor.

dirigían ganaron mucho dinero y los de los rangos inferiores recibían apenas lo necesario para conseguir un mendrugo de pan, pero la suerte de todos estaba ligada el éxito de las acciones. Los cronistas cuentan que los cabecillas no poseían ningún sentimiento de solidaridad, respecto de los menesterosos y no hacían nada para mejorar la situación de ellos. Preferían contrabandear manjares de lujo como quesos, salchichas, carnes o frutas, por lo cual obtenían grandes sumas, fuera de que el transporte era más fácil que el de papas y verduras cuyo peso era mayor. Obviamente los bocados delicados estaban destinados a una minoría pudiente, en tanto que la mayoría de la población requería alimentos básicos. Entre los contrabandistas se suscitó una competencia hostil. Se disputaban las relaciones con el exterior, las vías más cómodas y seguras para realizar el contrabando, los precios y los métodos de trabajo. Estos grupos recuerdan, en cierto sentido, organizaciones como la mafia. Pero, sería injusto no reconocer que fueron mafiosos, dentro de una realidad que no permitía otra cosa. En sus guerras internas no recurrieron a actos de violencia extremos. Se pelearon en el frente del contrabando, pero no llegaron al crimen ni a la delación.

Como eran los más expuestos al peligro, fue entre ellos donde se contó el mayor número de víctimas. Los mozos de carga pasaban la mercadería a los dueños de los “ricksha”, especie de triciclos, en los que se montaba adelante cajones para transportar pasajeros y carga. Era un vehículo popular en el ghetto. Los cargadores llevaban la mercadería a depósitos, donde los “cerebros” fijaban los precios del día y el sistema de distribución. Los distribuidores escondían la carga entre sus ropas o en los “ricksha” y la llevaban a los minoristas, dueños de pequeños almacenes, o a los vendedores ambulantes, que abastecían a clientes fijos, yendo de puerta en puerta. Centenares de personas, quizás miles, participaron de esta compleja empresa y vivieron de ella. Los que

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M. Pasenstein, de quien se descubrió en los archivos de Ringelblum, un estudio sobre los métodos del contrabando, señala: “La vida de los contrabandistas

está colmada de peligros. No pasa día sin que alguno de ellos no caiga bajo las balas de los gendarmes. No obstante, el contrabando continúa. Una vez retirado el cadáver, los negocios siguen con la misma intensidad. Estos hechos iban a llevar al contrabandista a cumplir un papel principal en la lucha del ghetto de Varsovia contra el hitlerismo”. Hemos hablado, hasta ahora, del contrabando en gran escala y de los potentados que tenían bajo su control el manejo de los hilos. Pero también hubo en el ghetto otro tipo de contrabandistas, para los cuales, estas operaciones no eran un mero negocio, sino un último recurso en el combate por la subsistencia de sus familias. Pasaban clandestinamente al sector ario, se sacaban el brazalete y buscaban víveres entre la gente conocida o vendían objetos que traían ocultos. Los escasos víveres que escondían entre sus ropas, estaban destinados al consumo de su familia o de algún vecino. Las mujeres se destacaron en el contrabando individual, pues podían más fácilmente disimular su judeidad. Muchas pasaban por polacas, dada su fisonomía y el conocimiento del idioma polaco a la perfección. El archivo Ringelblum contiene escritos de mujeres en respuesta a un cuestionario sobre “la mujer judía en la guerra”. Se demuestra que la mujer era más capaz que el hombre de soportar las adversidades y que invertía más fuerza y energía para defender a su familia y a sus hijos. Otra categoría de contrabandista está constituida por los niños, muchos de ellos entre seis y siete años de edad. Formaban bandas que conocían todas las brechas y caminos por los cuales se podía pasar al otro lado. Esperaban bajo el frío, con sus ropas remendadas, junto a la entrada del ghetto. A veces ocurría que los alemanes, sea por compasión, sea por aburrimiento, los dejaban pasar. En otros casos, esperaban con ansiedad el momento en que los policías se distraían para entonces cruzar la frontera a toda prisa. Muchos murieron al intentar salir del ghetto o al volver a entrar a él. Corrían aventuras para procurarse el pan que les calmara el hambre y donaban los restos a los mendigos. Muchos cumplieron un papel importante en la acción de conseguir alimentos para su familia, y lo que traían oculto entre la ropa, era, a veces, lo único que tenían para comer. En los diarios personales y en las crónicas se habla de niños que se privaban de comer para llevar la comida a sus familiares. Se cuenta, también, que mujeres polacas, muchas de ellas antisemitas, se apiadaban al verlos hambrientos. Los niños conocían direcciones a las que acudían frecuentemente para recibir donaciones. Algunos se ocupaban de actividades comerciales. Ocultaban entre sus ropas, prendas que iban

a vender al sector ario, recibiendo a cambio alimentos, pan y papas, especialmente. Henryka Lazowert, poetisa judía que escribía en polaco, dedicó al “pequeño contrabandista”, un poema que escribió en el ghetto y que consta de 4 estrofas, dos de las cuales se transcriben a continuación: Por una embocadura, por una grieta, por un alambrado, al alba, de día y de noche, hambriento, atrevido y combatiente, me escabulliré y me deslizaré silencioso como una sombra. Y si la mano del destino me atrapa en medio del juego, porque también yo soy mortal, no me esperes, madre, en vano. No volverás a verme, ni a escuchar mi voz desde lejos. El polvo de la calle será mi tumba, mi suerte estará echada. Y sólo una pregunta se aferrará a mis labios: quién te traerá mañana, madre otro pedazo de pan. “El escritor en idish, Yehuda Peled, escribió en marzo de 1941, un pequeño cuadro de costumbres, perteneciente a una serie de viñetas sobre la gente del ghetto, en el que se describe la suerte de los niños contrabandistas”. “Detrás de la puerta de una casa, del otro lado del ghetto, un policía polaco capturó a dos niños judíos. Durante un largo tiempo se empecinó, primero con palabras, luego a golpes, en sacarles unos pocos zlotys, pero no logró su cometido, porque no tenían un centavo en el bolsillo.

De pronto, apareció un coche con dos gendarmes. Ambos descendieron con prisa, se acercaron y le preguntaron al policía por qué había detenido a los dos pobrecitos. Cuando el policía les explicó que habían venido a contrabandear fuera del ghetto, los gendarmes los pellizcaron en las mejillas suavemente y les ordenaron que saltaran por encima de la muralla. Con sus últimas fuerzas, pero con rapidez, se encaramaron al muro. Se hirieron las manos hasta que llegaron a la cima. Entonces un ruido estremecedor hendió el aire. Los dos cuerpos cayeron del otro lado, cubriendo el suelo de sangre. Uno de los gendarmes mandó al policía acercarse y comprobar si verdaderamente las balas habían acabado con la vida de los niños...Cuando el policía regresó y confirmó la muerte, el gendarme sonrió y dijo, con orgullo, a su compañero “Mira, a una distancia de cincuenta metros, logré dar derecho en el blanco...”. ”Se dice que León Berenson, abogado judío que se hizo famoso por su defensa de presos políticos de izquierda en la época entre las dos guerras mundiales, y que vivió y murió en el ghetto de Varsovia, propuso que después de la guerra debería erigirse un monumento en alguna plaza de Varsovia, en hoApéndice 6

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menaje a los niños contrabandistas. Otro tipo de contrabando en menor escala, era el practicado por los condenados a trabajo forzado en las afueras del ghetto. Unos 2.000 hombres trabajaban para los alemanes en distintos lugares, llamados “placowki” (estaciones). Cuando regresaban al ghetto, a la noche, intentaban contrabandear entre las ropas algunos alimentos. Tenían éxito si no se hacían revisiones a la entrada. Cuando eran descubiertos, se los despojaba y castigaba duramente, Los víveres que traían los trabajadores de los placowki bastaban para calmar el hambre de sus familias y, a veces, para vender algo a los vecinos. Cabe la pregunta de cómo operaba el contrabando del lado ario, quién estaba involucrado y qué recompensa recibían los polacos por el tráfico de víveres al ghetto. En documentos polacos, escritos después de la guerra se postula que el contrabando debía ser visto como un servicio de socorro que los polacos habían prestado a los judíos. La conjetura no tenía asidero en la realidad. No había ninguna relación entre contrabando y ayuda. El contrabando a ambos lados de la muralla, se realizaba en base a relaciones estrictamente comerciales. Se sabe poco sobre los polacos que se ocupaban del contrabando al ghetto. Por los testimonios que poseemos, se llega a la conclusión de que eran traficantes del mercado negro de la ciudad y estaban envueltos en negocios turbios ya antes de la guerra. Si ahora se dedicaban al ejercicio del contrabando era por falta de otras posibilidades. Las transacciones se efectuaban, especialmente, por los polacos que vivían en las casas que limitaban con el ghetto y por otros individuos que, en épocas normales, formaban parte, junto con judíos de los bajos fondos de Varsovia. Además del grupo que concentraba en sus manos el contrabando a gran escala, los polacos se servían de aldeanos que traían pequeñas cantidades de alimentos de sus pueblos a la ciudad y las pasaban al ghetto por vía del contrabando. Las ganancias obtenidas no eran solamente resultado de la diferencia de precios existente entre el sector ario y el judío. Al estudiar el contrabando y pretender definirlo, se observa que actúa en dos direcciones: Al ghetto entraba comida y de él salían objetos que tenían demanda en el otro sector. No se trataba de intercambio de comida por dinero. Los judíos no lo poseían en cantidad como para hacer pagos. Por lo tanto, fuera del oro y moneda extranjera que se hallaba en poder de los acaudalados, se ofrecían a cambio de alimentos, objetos domésticos: ropa, utensilios de cocina, obras de arte, muebles y hasta pianos. Parte de los objetos hacían su camino a otro sector por los mismos métodos y los mismos lugares por los que llegaban los víveres al ghetto.

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Naturalmente, en época de guerra, el precio de los alimentos era muy alto y, por el contrario, el precio de los artículos que la gente consume generalmente en tiempo de paz, era bajo. Objetos de valor, atesorados durante generaciones, se vendieron a precios de liquidación. Los trabajadores de los placowki contaban que había una lista de precios fijos. Un par de pantalones o una camisa en buen estado eran equivalentes a unos kilogramos de papas, pero cuando un judío quería comprar papas debía ofrecer a cambio objetos de mayor valor. De todos modos, es justo señalar que las actividades de contrabando, en las cuales cayeron gente de ambos lados (aunque la mayoría fueron judíos) dan testimonio de lazos humanos entre las partes, gracias a los contactos e intereses comerciales que rompieron prohibiciones y órdenes crueles y arbitrarias. Aun si no hubo un fundamento ideológico o humanitario destacado en las actividades de contrabando, se esforzaron mutuamente por superar la muralla artificial que les había sido impuesta. El contrabando puede considerarse como un acto de resistencia conjunto de polacos y judíos, que reflejaba el descontento con el régimen. Si las motivaciones no fueron políticas, sino comerciales, revelan, de todas maneras, el esfuerzo conjunto de dos pueblos distintos, enfrentados a un gobierno de represión, carente de todo rasgo de humanismo.

El ghetto fue planificado sobre todo para separar a los judíos de los polacos. Las fronteras trazadas a lo largo y a lo ancho de las calles, convirtieron a los judíos en totalmente dependientes de los alimentos que se pudieran introducir desde afuera. Se necesitó también crear instituciones de servicios que antes estaban a cargo de la municipalidad. Los cambios producidos no fueron resultado de un proyecto trabajado con antelación. La orden de concentración en el ghetto no fue gradual, sino que fue impuesta de golpe. Ya dijimos que en el tiempo de las evacuaciones y de la fijación del territorio del ghetto, los judíos estuvieron preocupados por la búsqueda de un techo para su familia y muchos, por el destino de sus negocios y fuentes de trabajo que quedaban, a partir de entonces, fuera de los límites del ghetto. Después de la proclamación del cierre hermético de la zona, se captó la tremenda gravedad del cambio. Cuando Czerniakow anota en su diario, con fecha 15 de noviembre, que las autoridades del distrito informaron que “nosotros no seremos los encargados de las visas de salida”, se interpretaba que para salir del ghetto había que requerir un pase al Judenrate. Esta interpretación fue errónea. Las visas iban a ser otorgadas exclusivamente por las autoridades alemanas. Con rapidez se dieron cuenta que los nazis no se proponían expedir permisos de tal índole, fuera de los concedidos a los grupos condenados a trabajos forzados o por razones excepcionales. Czerniakow escribe con sorpresa, el 18 de noviembre: “Yo mismo conseguí a duras penas un permiso de salida”. El 19 de noviembre escribe que el funcionario a cargo del ghetto, le informó que iba a haber una oficina de correos exclusiva para los judíos. También le refirió que iba a formar un departamento que se ocuparía del pasaje de bultos y mercaderías del ghetto y a él (Transfertelle), el cual sería el único medio de enlace comercial con el mundo externo. Czerniakow escribe: “Hasta el día 28 de noviembre debemos presentar una lista de alimentos y otros objetos de primera necesidad. Las compras deben efectuarse en moneda extranjera (dólares) o a trueque de objetos manufacturados. El Transfertelle se ocuparía de los pedidos de mano de obra y de las deudas de los judíos a los alemanes y a los polacos, y viceversa. Junto con el Departamento Laboral del Judenrate, se encargaría de los asuntos laborales. El decreto oficial de la formación del Transfertelle se publicó recién en abril de 1941, pero desde que se estableció el ghetto, comenzó a funcionar y ejerció control sobre todos los productos destinados al exterior o que venían de afuera. Las instituciones y servicios nuevos no sólo estaban para fijar las normas de relación con el exterior, sino que también se fundaron una serie de instituciones públicas para atender las necesidades internas del ghetto.

INSTITUCIONES JUDÍAS EN EL GHETTO

La policía polaca era, formalmente, responsable del orden y de la seguridad, dentro del ghetto, pero, prácticamente, lo único que le interesaba era sacarle dinero a los judíos, no siempre legalmente. En los casos de delitos graves había que dirigirse a la policía polaca, pero los judíos evitaban presentar denuncias o recurrir a instancias externas, de modo que, naturalmente, nació la necesidad de crear instituciones semejantes dentro del ghetto. Czerniakow anota en su diario, con fecha 20 de septiembre de 1940, que un funcionario alemán le propuso “organizar un cuerpo de 3.000 personas para cuidar el orden. La policía polaca toda llegaba a ese número, por lo que nos bastaría con 1.000. También nos informó que estábamos por recibir una Selbstaendige Autonomie (gobierno autónomo)”. Ya desde la segunda semana de noviembre, abundan en el diario de Czerniakow listas del “servicio del orden” o policía judía. La primera información realmente importante aparece el 27 de noviembre: “Nombré al mayor Szerynski como jefe del servicio del orden”. De las palabras del jefe del Judenrate se infiere que el nombramiento de Szerynski no fue impuesto por los alemanes y tampoco por los polacos, sino que fue elegido libremente por Czerniakow, lo cual tiene gran relevancia, porque Szerynski es el que va a imponer su estilo a la policía y a través de ella a todo el ghetto. Szerynski era un judío convertido, cuyo nombre anterior era Szenkman sirvió durante años a la policía polaca y había llegado a tener un puesto de alta jerarquía. Las leyes racistas lo devolvieron al mundo judío. A juicio de muchos era un renegado que tuvo Apéndice 6

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una conducta denigrante en la colectividad judía. No se sabe cuales eran los designios de Czerniakow, cuando eligió a una persona de tal índole como jefe de policía. Se puede suponer que recurrió a él, porque era un profesional en su campo y entre los judíos no había tradición al respecto. Cabe señalar que antes de la guerra casi no hubo judíos en las filas de la policía. Al principio se enrolaron unos 1.000 jóvenes. Las condiciones requeridas de los candidatos eran duras. Debían poseer estudios secundarios y era preferible que hubieran prestado servicio militar. No iban a recibir sueldo, por lo que dicha labor se abría solamente a los pudientes o que pertenecían a familias acomodadas. Muchos de los oficiales eran abogados o poseían otro título profesional. Entre ellos había un numero grande de asimilados y conversos, todos allegados al círculo de Szerynski. Así fue que la policía se constituyó, principalmente, con elementos de la inteligencia judía e hijos de familias reconocidas. Los agentes del Servicio del Orden (Ordnungsdienst) no portaban armas de fuego, sino un bastón de goma. Se los reconocía por su vestimenta. No usaban, en verdad, uniformes, solamente un sombrero redondo con visera, con una cinta azul en el medio, rodeada de insignias de jerarquía en forma de estrellas- en el caso de los oficiales y una especie de clavos redondos, en los otros casos. Una cinta azul sobre la manga los distinguía. Adoptaron otros accesorios en el esfuerzo de dar impresión de autoridad. Elemento importante para ello era el uso de botas. Los alemanes, uniformados o no, siempre usaban pantalones de montar y altas botas, brillantemente lustradas. Imitando al ejército ocupador, los policías judíos se rodeaban de una aura de poder y autoridad.

La policía judía de Varsovia cobró mala fama. El poeta Itzhak Katzenelson la calificó de “detritus del género humano”. Veía en ellos un elemento social alejado del mundo judío, “aquellos que se educaron en el mundo bajo y dudoso de la pseudo-inteligencia gentil”. Esta imagen negativa y estigmatizadora se justifica por el papel bochornoso que cumplió la policía en la época de las deportaciones, especialmente en las masivas del verano de 1942. En un principio, la relación con la policía no fue negativa y hubo quienes vieron en ella una especie de innovación saludable. Ringelblum escribe en sus apuntes de fines de 1940 y comienzos de 1941, que “la policía se compone de personas corteses y simpáticas… el público está de parte de ellos”. El número de los candidatos a servir en la policía superó las expectativas. Los postulantes recurrieron a personas influyentes y rápidamente cundió el rumor que el ingreso a la unidad del “servicio del orden” se hacia gracias a contactos y asumiendo una conducta desenfadada. Cabe reflexionar sobre la causa que movió a muchos jóvenes a interesarse por este servicio. El abogado Stanislaw Adler, que fue oficial en el ghetto, dice en sus memorias, escritas durante la guerra, que él, personalmente, se enroló en las filas de la policía por insistencia de su amigo, el jurista P. Tashner (Adler se suicido en Polonia después de terminada la guerra). Su amigo le había dicho que era preferible que personas inteligentes, de buenas intenciones, condujeran la policía. Tashner mismo, se empleo en el Departamento de Aprovisionamiento, del cual se hablará más adelante. Siendo uno de los directores, se destacó por su laboriosidad y honestidad. Acerca de la atracción por dicho servicio, Adler dice, revelando una actitud perspicaz y crítica: “Hay causas que explican el interés de tantas personas honestas, inteligentes y cultas, por recibir un puesto en la policía, a pesar de que el servicio no era agradable ni adecuado para la mayoría de ellos. Tampoco los cálculos de conveniencia tenían aquí gran peso, ya que el sueldo esperado no bastaría ni siquiera para una vida frugal. Pero, estando en los inicios de la actividad laboral, los jóvenes necesitaban con urgencia un trabajo, sujetarse a una norma, después de un año de desocupación involuntaria. Además el cargo en el Servicio del Orden los liberaría de la amenaza de los trabajos forzados, el cual se cernía sobre todos aquellos que no tenían empleo. En consecuencia, los factores de degeneración de la policía no fueron las condiciones que rodearon la fundación de dicho cuerpo ni una selección errónea del personal. Desde los primeros pasos, la policía aumentó su plantel, y en vez de 1.000 personas, se en-

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rolaron 1.650 y aun así, no se fijó con claridad el número tope”. Hacia la época de las deportaciones en 1942, las fuerzas del orden contaban con 2.000 miembros, sin el personal administrativo. La policía se dividió en compañías que se ocuparon del manejo de un establecimiento penal y de cuidar el orden público, Vigilaban las casas, cumplían un servicio de guardia en las puertas del ghetto y a lo largo de las murallas. También formaron parte de los grupos de custodia de los sometidos a trabajos forzados, que debían salir de ghetto. Justamente en el campo de la vigilancia, la policía no cumplió con su misión, por el contrario, la complicidad en los actos de contrabando se convirtió en una de las ocupaciones fijas y fuente de ganancia muy apreciada. Enseguida se hizo evidente que el hecho de que la policía no recibiera sueldo fijo facilitaba el desarrollo del soborno. A cambio de una recompensa pecuniaria, la policía hacia la vista gorda ante hechos supuestamente delictivos. Los que debían presentarse a trabajos forzados, podían liberarse si poseían bastante dinero para sobornar a la policía que venía a buscarlos. Así, la ley se aplicaba a los que carecían de medios para pagar. El sistema que regía al organismo policial fue en gran medida responsable de los actos de arbitrariedad y corrupción de las normas. Pero la acusación más grave a que se hizo acreedora la policía y por la cual mereció la repulsa más absoluta, estuvo vinculada a su triste participación en la deportación en masa de los judíos de Varsovia al campo de exterminio de Treblinka en el verano de 1942. Además de la policía “regular”, se constituyó el Departamento de Lucha contra la Usura y el Mercado Negro. Bajo tal título se ocultaba un grupo que servía de agencia de inteligencia de la policía de seguridad nazi (SIPO). A la cabeza estaba Abraham Ganzwaij, un talentoso orador de dudoso pasado. Este y sus principales colaboradores, a los que en el ghetto se los apodaba Trzynastka (“los Trece”), porque en la calle Lezno 13 estaba situada la oficina, no eran oriundos de Varsovia, sino que la mayoría de ellos habían llegado de Lodz en calidad de refugiados. No se ocuparon de combatir la especulación, en cambio, se apoderaron de una serie de significativas fuentes de ingreso, tales como la administración de las casas y colecta de alquileres, fuera de ejercer el contrabando y la extorsión por diversos medios. Ganzwaij contaba con una policía propia de unos 300 a 400 hombres. En el ghetto se conocían las características de esta banda y se evitaba mantener contacto con ellos. Sin embargo, ocu-

rría a menudo que la gente honesta necesitaba de los servicios de Ganzwail y sus compinches. En situaciones desesperadas, cuando sus parientes habían sido arrestados, muchos acudían a Ganzweij, confiados en que podía interceder para liberar a los detenidos o apaciguar a las autoridades, debido a sus relaciones con la policía alemana y con la gestapo. Los casos en que su intervención fue exitosa, fueron, en verdad, muy pocos, pero los suficientes como para otorgarle una aureola de persona influyente. Esta atribuida cualidad le permitió acrecentar sus ingresos. Estafaba a los que le pedían auxilio, diciéndoles que debía “convencer” a las autoridades mediante el soborno y las prebendas. Ganzwaij no se conformó con su participación en negocios turbios, sino que procuraba ser reconocido como hombre culto y generoso, rodeándose de escritores y artistas y practicando la beneficencia con hambrientos y mendigos. Su época fuerte fue la primera mitad de 1941. Su codicia llegó a tal punto que conspiró contra Czerniacow, con la pretensión de sustituirlo. Se produjo así una lucha entre las autoridades oficiales del ghetto -el Judenrate y la policía- y Ganzwaij y su banda. Czerniacow aborrecía a Ganzwaij “persona vil y repugnante”, no estaba dispuesto a pactar con él. Finalmente, la hostilidad entre el Judenrate y “los 13”, se convierte en un medio de medir el poder de la policía secreta y de la policía de seguridad alemanas (que apoyaban a Ganzwaij), por un lado, y por el otro, el gobierno administrativo alemán, a cargo del comisario Auerswald, que gozaba del apoyo de Frank. En esta lucha, la administración resultó victoriosa, y, en el mes de julio de 1941, el organismo policial subordinado a Ganzwaij fue disuelto, aunque una parte va a integrarse a la fuerza policial general y, de este modo, contribuirá a aumentar la corrupción. Corrían rumores de que Ganzwaij proporcionaba a la policía secreta alemana información constante sobre la situación en el ghetto, es decir, se ocupaba de la delación de manera sistemática, poniendo en manos de los alemanes secretos de la vida interna del ghetto. Ganzwaij no desmintió las acusaciones, pero decía que en sus informes no había nada que pudiera perjudicar al ghetto y a su población. Por material subsistente, una serie de boletines dirigidos a los alemanes, sabemos que no hay revelaciones ni delaciones explícitas de personas y círculos de ghetto. No se sabe de casos en que la actividad de Ganzwaij condujera al arresto o a la interrupción de sus acciones. Otra institución vinculada al Judenrate era el DeApéndice 6

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partamento de Aprovisionamiento, que gozaba de una amplia autonomía. Su principal tarea era la distribución de las cartas de racionamiento y la recepción de las cuotas de alimento y otros artículos de consumo que ellos derivaban de manos alemanas a los negocios de minoristas reconocidos. Estuvieron también bajo su dominio ámbitos exclusivos en los que mostraron su iniciativa. En algunos casos, al departamento le estaba permitido comprar comestibles de baja calidad, fuera del límite asigando y, a veces, se aumentaban las cuotas y la forma de distribución se dejaba a criterio del Departamento. Por decisión suya fueron establecidas en el ghetto fábricas de elaboración de alimentos, por ejemplo, dulces y miel artificial. Como el Departamento de Aprovisionamiento era responsable de un ámbito sumamente delicado, no era raro que sufriera críticas por presuntas discriminaciones. La crítica no llegó, sin embargo, a ser grave y la moderación pudo haberse debido a la personalidad del Jefe del Departamento y sus allegados. Se trataba de Abraham Gefner, uno de los judíos más acaudalados de Varsovia. Había comenzado su carrera como simple mensajero de Prives, una conocida empresa comercial del rubro del acero, y por su tenacidad y talento alcanzó una alta posición en la actividad comercial de Polonia. Aunque era partidario de la asimilación, no cortó sus relaciones con la sociedad judía. En su libro Días de Destrucción y Holocausto, Itzhak Grunebaum nos proporciona una semblanza de Gefner. El escritor recuerda una reunión, en la época anterior a la primera guerra mundial, en la que tuvo un altercado con Gefner, cuando éste se manifestó duramente contra “el sionismo reaccionario y chauvinista”. Dice Grunebaum:

“Me encontré con él en la época de la República Polaca, establecida después de la primera guerra. Era un hombre de negocios importante y afortunado, al que se conocía con el apodo de Rey del Acero. Lo visité para tratar asuntos relacionados con el sionismo y me recibió con cortesía. Volví a visitarlo en otra oportunidad, en la que discutimos problemas nacionales y nuevamente me trató con la cordialidad de quien cumple con su deber, con voluntad y devoción. No hablamos mucho sobre los temas que me habían llevado a visitarlo. No hubo necesidad de demostrarle la urgencia de las medidas que debían tomarse y de la utilidad de éstas, tanto para el sionismo como para la lucha política en Polonia, era como si nos hubiéramos entendido mutuamente, sin palabras. Nunca mencionamos el pasado y las polémicas en las asambleas. Nos encontramos como viejos conocidos, después de años de separación, durante los cuales se fortaleció el pensamiento de que el tiempo había hecho lo suyo y no valía la pena aclarar y explicar las cosas. La generosidad y la comprensión de Gefner no se redujeron a apoyar la causa nacional de los judíos. Se interesó profundamente por los problemas de asistencia social. En las vísperas de la guerra cumplió con diversos cargos en el Centro de Comerciantes Judíos de la municipalidad de Varsovia y cuando los alemanes invadieron la ciudad, a fines de septiembre de 1939, fue tomado como rehén. Le requisaron la fábrica y sus propiedades. Poco antes de la formación del ghetto, en octubre de 1940. Dice Ringelblum: El viejo Gefner sigue visitando su empresa, que vale millones, aunque nada puede hacer allí. Es su manera de expresar la protesta ante la expropiación. Su muda presencia es suficiente para manifestar su oposición. No entra por la puerta del frente, sino por la parte de atrás. Los empleados polacos no evitan desearle los buenos días”. Durante la época del ghetto, asume la difícil responsabilidad de conseguir el aprovisionamiento. Ya cerca de los setenta años, la cabeza cubierta de canas, el gran bigote que recordaba a un aristócrata polaco, destacándose en el rostro, la mirada continuaba siendo la de un joven despierto, la voz no había perdido ese tono de poder y de capacidad de convencer que tenia en el pasado. Czerniacow estuvo muy influido por Gefner y es uno de los pocos allegados a él, durante la guerra. Gefner, organiza a su manera el Departamento de Aprovisionamiento, siendo ayudado por hombres de negocios como Kobryner, Graf y Mlawski. Asimismo tenía a su lado otra gente que no conocía antes y que se convirtieron en fieles colaboradores.

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Estados Unidos se redujeron en los años de la guerra. Como se dijo ya, la cantidad asignada a Polonia consistió, en 1939, en 1.250.000 dólares, 14,8% del presupuesto del Joint. En 1940, la cantidad era de 860.000 dólares, 13,8% del presupuesto general. Estas importantes diferencias no explican suficientemente el descenso de la ayuda. Hay que tener también en cuenta que los alemanes operaban para afectar la cotización del dólar. En su libro sobre el Joint, Yehuda Bauer dice que en la primavera de 1940, todo lo que la Agencia de Socorros logró recibir fue de 10 a 11 zlotys por dólar, en el tiempo en que en el mercado negro el valor del dólar llegaba al triple y aún más.

Entre ellos sobresale Samuel Winter, un judío de Wloclawek, otrora un comerciante de granos acomodado, que ahora había venido a Varsovia como refugiado, desprovisto de todo. Provenía de un mundo muy distinto del Gefner. Estaba enraizado en la cultura judía. Era un escritor en idish, activista del YIVO y miembro del círculo de lengua y literatura en dicho idioma. Sus hijos eran miembros del Hashomer Hatzair. Mas tarde, Gefner y Winter no temieron prestar ayuda a los grupos clandestinos de jóvenes y dar su aprobación a sus acciones. Tzivia Lubetkin habla de Gefner como de un judío “cálido y piadoso”. Dirigió el Departamento de Aprovisionamiento con sensibilidad y energía, y a diferencia de lo que ocurrió con otras instituciones, en ella no hubo corrupción. La decadencia de los valores, el desprecio por la vida humana, eran menos sentidos allí. Aun aquellos que criticaron fuertemente la administración interna del ghetto, reconocieron la honestidad y los esfuerzos de Gefner y su gente por combatir los estragos de la pobreza. La crítica que se le hacía, a veces, era que su amor por los niños y la preocupación por protegerlos se reducía a los internados en determinados asilos, por ejemplo, el orfanato dirigido por Janusz Korczack. Ya se habló de la obra de beneficencia y del papel cumplido por el Joint en la época del ghetto y de la guerra. Lamentablemente ocurrió algo paradójico. Al examinarse la ayuda prestada por dicha institución, se comprueba que no ascendió cuando las necesidades y penurias lo requerían. Por el contrario, con el acrecentamiento de hambre y la mortandad, la capacidad de ayuda del Joint disminuyó. Los recursos monetarios de su rama polaca se agotaron rápidamente y los fondos que llegaron al país ocupado, desde la Agencia de Socorro del Joint de

De acuerdo con los datos, en 1940, el Joint contribuyó con la suma de 7 millones y medio de zlotys al contado, y con víveres, por un valor de 7.235.000 zlotys. El total de la ayuda alcanzaba entonces 14.735.000 zlotys. Durante 8 meses de 1941, el Joint transfirió 5.800.000 zlotys y, según los cálculos, hasta fines del mismo año, agregó otros 2.650.000. La suma total fue de 8 millones. Es decir que ese año, el más crítico en la vida del ghetto, la ayuda del Joint descendió en un tercio. Por documentos pertenecientes a esta institución, se puede tener idea sobre la distribución interna del dinero y la parte que correspondía a Varsovia. En abril de 1940 se realizó una reunión, en la que participaron los líderes del Joint de Polonia (Gitterman, Guzik, Neustadt y Borenstein) y los líderes del Centro Judío de Auto-ayuda, organismo que contaba con la autorización del régimen. En la reunión se resolvió que la suma que podía cubrir las necesidades en el Gobierno General debía llegar a los 900.000 zlotys por mes, de los cuales, la mitad correspondería a Varsovia. Se infiere así que cada judío del ghetto recibía un zloty por día. Si se toma en cuenta que un kilo de pan valía entre 6 y 8 zloty, en la primera mitad de 1941, y que su valor subía sin pausa (llegó a valer el doble en el tiempo de la Operación Barbarosa) (invasión alemana a la Unión Soviética), se posee un cuadro fiel de las dimensiones reales de la ayuda del Joint, durante el período de mayor crisis. Cabe señalar que en este tiempo adverso, el sentido de responsabilidad se robusteció y mucha gente se adhirió al Centro de Auto-ayuda. Un papel importante en este régimen de impuestos internos voluntarios, a través del cual los pudientes pudieron socorrer a los necesitados, cumplió el Concejo Público del Joint, con Gitterman y Ringelblum a la cabeza y también los líderes de organizaciones clandestinas. Jaim Kaplan, conocido como crítico mordaz, escribe Apéndice 6

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en su diario, en marzo de 1941: “Cuando vimos que nuestros infortunios se agravaban, nos dimos cuenta de que si no nos ayudábamos nosotros mismos, nadie lo haría. Así, se puso en práctica el servicio de Auto-ayuda, que en poco tiempo creció y se ramificó, alcanzando un presupuesto mensual de 240.000 zlotys, sin considerar los fondos que afluían por otras vías, por ejemplo, los de las Comisiones de Mantenimiento, que proporcionaban ayuda directa a los necesitados locales. No es exagerado estimar que los judíos de Varsovia extraían de sus bolsillos, en pro de los pobres y de las víctimas de la opresión, no menos de medio millón de zlotys por mes”. Abraham Adolf Berman, líder de CENTOS (acrónimo en polaco de la Sociedad de Asistencia de Huérfanos) y activista importante del partido clandestino sionista de izquierda, Poalei Zion, escribió en sus memorias sobre el tema de la asistencia social: “No es exagerado decir que la asistencia de los judíos a si mismos, nació y se desarrollo en el ghetto hasta alcanzar grandes proporciones y fue clara expresión de una comunidad organizada e independiente. En las distintas organizaciones, instituciones, y células de asistencia, participan miembros de todos los partidos políticos y también de las organizaciones juveniles. Es evidente que en un período de crisis, trabajen en conjunto personas de diversas capas sociales” comerciantes, artesanos, obreros e intelectuales. De pronto, aparece un grupo de obreros dotados y abnegados, provenientes de la clase baja, como Menachem Kohn y otros… Al comenzar la ocupación, los nazis consideraron al Joint como una institución alemana y las relaciones fueron un tiempo correctas. Permitieron a Guzik y la Neustadt realizar una corta visita a Bruselas, para aconsejarse con la administración europea respecto de la ayuda a los judíos de Polonia. Pero, no mucho después, las relaciones se empeoraron, se formó el ghetto, se les impidió a sus habitantes salir de él y el Joint hizo lo posible para obtener préstamos de judíos ricos, con la promesa de devolverlos al terminar la guerra. Estos arreglos no se guardaron en secreto. A principios de 1941, Guzik, que era tesorero del Joint, fue arrestado por sospecharse que había intervenido en “negocios no legales” y estuvo preso durante 9 meses. El Joint fue tolerado hasta la declaración de guerra entre Estados Unidos y la Alemania hitlerista. En diciembre de 1941, se prohibió la actividad del Joint y sus líderes continuaron en sus cargos, dentro del marco del Centro de Auto-ayuda. Es de notar que sus actividades en el ghetto de Varsovia fueron un ejemplo de fidelidad y abnegación. El Consejo Público del Joint fue una de las células principales de la vida social independiente dentro del Judenrate y tuvo un honroso papel en las acciones de Auto-ayuda.

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AGRAVAMIENTO DE LA SITUACIÓN A pesar de todos los esfuerzos, las organizaciones de asistencia y el voluntarismo no pudieron mitigar las penurias crecientes. Durante los primeros meses de la guerra, las operaciones de asistencia tuvieron cierto efecto. En la época del ghetto, se perdió el control de la situación y la comunidad judía se pintaba como condenada al exterminio por causa del hambre, las enfermedades y la desintegración social. Un cronista comparó la comunidad de más de 400.000 personas con un barco naufragando en medio del mar. Al principio el agua llega hasta los que están en la cubierta inferior, pero luego cobra nuevas víctimas y amenazas a los que se encuentran arriba de todo. Finalmente, nadie se escapa del funesto destino. A mediados de 1941, la mortandad llega a un record de entre 1,3% y 1,2% mensuales y casi no se registran nacimientos. Sólo el 10% de los habitantes se gana la vida por su trabajo dentro del ghetto. Los contrabandistas y algunos funcionarios del Judenrate y de la policía que ocupan puestos claves, pueden vivir de sus entradas y hasta con cierto lujo, en las condiciones del ghetto. Este grupo minoritario, que no es una fuerza productiva, se beneficia de la situación desastrosa, no se priva de una vida opulenta que hasta provoca la envidia de los habitantes de fuera del ghetto, y hace padecer a los que están adentro. En el diario oficial judío Gazeta Zydowska, puede leerse junto a las informaciones secas y escuetas sobre la gente que murió en las calles, grandes avisos de propaganda de clubes y restaurantes, que ofrecían a sus clientes manjares exquisitos, con acompañamiento musical y números artísticos de dudosa moralidad. Pero también esta minoría cegada por una falsa abundancia y aparentemente despreocupada del terror que asolaba al entorno, no estuvo exenta de las epidemias y de los peligros que acechaban a todos los judíos. Cuando la miseria aumentó y la población decreció, las fuentes de ingreso de los privilegiados empezaron a mermar. En 1941 un cronista divide a la sociedad del ghetto en tres sectores: De 20.000 a 30.000 personas no sufrían hambre y realizaban sus actividades sociales. 20.000 personas eran mendigos, desocupados, que diariamente andaban a la pesca de un mendrugo de pan, demorando así su muerte.

Con todo, la situación cambiaba a grandes saltos y los pobres desaparecían y eran enterrados en tumbas colectivas. Los 200.000, aproximadamente, que podían conservar un rasgo de humanidad, cuidaban su aseo, no padecían hambre y donaban diaria o mensualmente algún dinero a los necesitados. Se estima que de 60.000 a 70.000 personas trabajaban en el ghetto. Los obreros encontraban empleo en el ámbito económico clandestino o entre los alemanes, el Judenrate o en otros servicios. El hecho de poder trabajar y contribuir a la subsistencia de sus familias era fuente de esperanza y deseo de vivir. Fuentes de ingreso importantes fueron los bienes personales que podían ser permutados por alimentos y los paquetes que llegaron durante cierto tiempo desde el exterior, por intermedio del correo. Una pequeña proporción provenía del extranjero y la mayoría de los destinatarios no eran exactamente los más necesitados. Las encomiendas, en su mayoría provenían de ciudades del interior de Polonia, donde era más fácil y barato que en Varsovia conseguir alimento. Hubo muchas encomiendas enviadas desde los territorios ocupados por los soviéticos, que hasta 1939 habían sido parte de la República Polaca.

Por iniciativa de los judíos, dueños de fábricas o artesanos, se estableció una industria local abocada a la producción en diversos ramos. Algunas empresas trabajaron oficialmente, gozando de la protección del ejercito alemán (Wermacht), principal cliente, y , a veces, único, de los productos manufactureros en el ghetto. Entre los empresarios se destacó Julián Kudasiewicz, que abrió una fábrica de cepillos, que antes había funcionado en Cracow y luego se trasladó a Varsovia, en donde trabajaban algunos miles de obreros judíos. Kudasiewicz consiguió permisos y medios de producción necesarios. Su fábrica fue reconocida como uno de los lugares de trabajo aún después de la gran deportación del verano de 1942 y sobrevivió hasta el fin del ghetto, en los meses de abril y mayo de 1943.

Los envíos se interrumpieron al desencadenarse la Operación Barbarrosa. Según documentos en nuestro poder, las encomiendas desde dichos territorios, comprendían el 84% del total llegado al ghetto, desde diciembre de 1940 a marzo de 1941. En mayo en1941 la cantidad de encomiendas fue de 108.755 y en junio la cifra alcanzó a 113.006. Desde entonces el descenso es vertiginoso, y en octubre sólo alcanza a 30.000, de las que 4.000 fueron confiscadas por los alemanes. Se permitía ingresar al ghetto paquetes de no más de 2 kilos de alimentos. De los países neutrales llegaron productos muy solicitados, tales como café, té y conservas, de alto valor en el mercado del ghetto. Hubo judíos que aprovecharon la autorización para escribir cartas para pedir, velada o explícitamente, ayuda a los parientes y conocidos. Hasta mediados de febrero de 1941, se permitía enviar encomiendas desde el ghetto a los judíos de las ciudades de campaña. Sirvieron de pretexto para un comercio disimulado. Llegaban a manos de los judíos paquetes de alimentos, a cambio de ropas y objetos domésticos. Pero como ya se ha dicho, el intercambio se prohibió, a partir de febrero de 1941. Los alemanes vigilaron el movimiento del correo y el comisario en jefe ordenó investigar si no llegaban demasiados paquetes a una sola dirección. Así comenzaron las requisas.

El Wermacht encargaba a las industrias del ghetto fabricar camas y otros muebles. La fabricación era parcialmente legal, el Transfertelle proporcionaba la materia prima y era responsable por los productos manufacturados. En ciertos casos, el Wermacht hacía negocios, sin informar a las autoridades oficiales. Los materiales para la elaboración eran introducidos por vehículos militares y los productos manufacturados salían por vías no permitidas. A veces, la materia prima surgía del ghetto mismo, donde se aprovechaban retazos de tela, restos de metales y maderas, que se trabajaban ingeniosamente para trasformarlos en artículos de venta. Tampoco el mercado polaco del sector “ario” podía prescindir de la artesanía judía. En ciertos ramos, sastrería, sombrería, pieles, orfebrería, etc., en los cuales los judíos eran la mayoría o los únicos entendidos. Apéndice 6

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MUERTE EN EL GHETTO

De este modo, los judíos siguieron proveyendo al mercado polaco de artículos de juguetería, mercería, electricidad, madera, etc. Las relaciones con el sector ario eran solapadas. Aparte de las manufacturas que se realizaban, en parte, en departamentos o pequeños talleres, clandestinamente, se intentó abrir “negocios” de propiedad o bajo el control de empresarios alemanes. Estos venían a los territorios ocupados y a los ghettos para realizar grandes negocios y obtener muchas ganancias con la mano de obra judía; que no tenían que pagar. En el Judenrate se creó un departamento especial, bajo la dirección de Orlan, Gliksman, Eiger y Jaszunski, que se encargaron de dar promoción a los trabajos. No se obtuvieron, sin embargo, resultados significativos. La causa era simple: los alemanes exigían a los judíos que trabajaran por una paga de 3 a 5 zloltys diarios, suma que no alcanzaba para comprar un pan. En las manufacturas clandestinas, el sueldo era más alto. El Judenrate no obligó a la gente a trabajar. El interés por estar empleado, vino después, previamente a las deportaciones y durante ellas, un período en que los judíos se aferraron a los empleos como a un madero de salvación. El trabajo ilegal ingresó al ghetto sumas mucho mayores que las del comercio legal y puede hablarse de una importante economía clandestina. Las iniciativas y esfuerzos no modificaron sustancialmente los problemas de desempleo y de la subsistencia simple y llana, pero dieron a miles de habitantes una posibilidad mínima de ganarse la vida.

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Los más perjudicados por las privaciones y las enfermedades fueron los refugios, los siguieron los estratos tradicionalmente pobres de judíos de Varsovia, que también en la preguerra vivieron al borde de la crisis y necesitaron de ayuda para no morirse de hambre. Familias enteras y grandes concentraciones de refugiados fueron asolados, y se agregaron nuevos elementos al círculo de la muerte: obreros, artesanos, intelectuales, todos los que antes habían vivido de su trabajo, sin ser propietarios de bienes y ahora no poseían nada. En una memoria desgarradora de la situación, el poeta Itzhak Katzenelson describe la muerte por hambre de Hershele, un poeta popular: “Hershele, acosado por el hambre, se lanzaba codiciosamente a la búsqueda de un pedazo de pan o un vaso de té endulzado con sacarina. Extraía un grueso cuaderno de su bolsillo y leía poesías bastas y no pulidas, pero poesías al fin. Poesías de Hershele, fieles, verídicas. Por más rústicas que fueran, un verso de ellas tenían más valor que un buen verso de un poeta mediocre… Hershele se marchó del mundo prematuramente. Si hubiera conseguido aplacar su hambre… Hershele se jugaba por un miserable pedazo de pan, una sopa no le decía nada. Diez días antes de su muerte, lo vi en una cocina colectiva, algo trastornado… áoh!, áah! No preguntaba, esperaba las respuestas. Miraba cándidamente, candidez de niño. ¡ah! Su semblante era un anticipo del otro mundo.. Algo que se delataba en su rostro demacrado por el hambre. ¡Este no era Hershele! Me quedé atónito. Su expresión causaba miedo… Diariamente veo muertos tendidos en las calles, los veo caer…

Nunca me lo perdonaré. Pero, ¿qué no me voy a perdonar? Me reconozco muchas culpas. Mi mujer, mis hijos, los parientes y medio millón de judíos pasan ante mis ojos, por la calle Karmelicka, sus caras están marcadas, marcadas por la destrucción. Debería haber hecho algo en su favor, sacrificarme con tal de que se aliviaran algo… No soy culpable de la muerte de Hershele. Que otros tengan remordimientos por él!...” Los mendigos zumbaban por las calles, los primeros meses de la hambruna. Imploraban, pedían, exigían a gritos un poco de comida. Después sus voces ya no se oían, sólo el llanto sordo de los niños, una voz que no estaba dirigida a seres humanos, sino que iba en otra dirección. No vociferaban más, porque sus gritos eran inútiles. Nadie les daba nada, porque a pocos, muy pocos, les sobraba algo y los hambrientos eran incontables. Montones se caían de fatiga, montones estaban por caer. No gritaban más porque no tenían fuerza para emitir sonido de sus gargantas. Expiraban en silencio. Se los cubría con papeles y a la mañana siguiente, los carros de la compañía enterradora pasaba y los juntaba, como se junta la basura de la ciudad. Una ciudad de muertos… El maestro y escritor polaco Wladyslaw Bartoszewski preparó una suerte de crónica de la ciudad en el período de la guerra, que tituló: 1859 días de Varsovia. Entre el material recogido, hay numerosos datos sobre los judíos. En una anotación del 14 de mayo de 1941 está escrito: “En razón de las condiciones vigentes en el ghetto como resultado del hambre y la epidemia de tifus, murieron 1700 hombres, mujeres y niños, en las primeras semanas de mayo”. En junio de 1941, Bartoszewski escribe:” En la primera semana de junio, se registraron 250 casos de muerte por hambre”.

No cabe sino preguntarse cómo murió tanta gente, sin rebelarse, sin luchar de alguna manera por la vida. En el ghetto de Varsovia se supo de muy pocos casos de rebelión. La oposición, el enfrentamiento con el destino ineluctable, cobró un carácter especial. Los hombres, particularmente los jóvenes, acechaban cerca de los almacenes de provisiones, cuando de ellos salían mujeres, llevando en la mano pan u otro alimento, se abalanzaban sobre ellas, les arrebatan la comida e inmediatamente hincaban los dientes sobre el botín. A los gritos de las mujeres despojadas,- se aglomeraba el público, que intentaba hacer justicia con el ladrón. Este recibía los golpes si dejar de devorar su presa. Esta clase de “rebeldía” dio nacimiento a una figura folklórica, pintada con crudas pinceladas:

“En las horas permitidas al tránsito, las calles del ghetto estaban colmadas. Parecían como ríos afluyendo y abriéndose camino. La muchedumbre iba cubierta de harapos, demacrada y tensa. En las calles principales, especialmente en Leszno, andaba con frecuencia una figura extraña pero conocida, producto del folklore del ghetto. Hombre de baja estatura, harapiento, sucio, de cabellos largos. Su rostro no traslucía un hambre crónica, pero en sus ojos se advertía una expresión rara, una mezcla de locura y picardía. No se sabe si payaso o mendigo, o matón. Hay quienes aseguran que proviene de una aldea de los alrededores de Varsovia, y que fue en un tiempo, un hombre conocido y respetable. Pero todo esto son rumores y no se sabe con certeza cuándo y cómo apareció en el ghetto. Se sabe solamente su nombre, Rubinstein. Se desplaza con la ligereza de un gato y busca en la multitud a sus víctimas. En verdad, como muchos otros, también el pide limosna, pero no a todos. Y tampoco se puede decir que pide, sino que exige. Apéndice 6

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para los pobres). Para estas preguntas hay varias respuestas: El gobierno de ocupación creó un régimen de terror y se tenía miedo de alzar la cabeza. Temerosos del desencadenamiento de una represión masiva contra una explosión de muchedumbres hambrientas, el sector esclarecido guardó silencio, prefirió la pasividad y no movió a la rebelión. Hay otra causa:

Se arrima a las pocas personas que asisten correctamente, a los empleados del Judenrate, a los pudientes del ghetto. Si la víctima se resiste a sus requerimientos, su método consiste en perseguirlo y arrojarle una andanada de amenazas e insultos. No son simples maldiciones, a esto nadie presta atención. Rubinstein posee un léxico selecto, calculado. Una ironía que le dió a este loco fama de astuto y simulador. Sus triquiñuelas son famosas, sus palabras han cobrado alas. Cuando esta pequeña criatura aparece, el público se agolpa alrededor y lo incita. El hombre, brinca y exclama: “Somos todos iguales, no hay ricos ni pobres. Aférrenlo bien, no entreguen, dice Bone (cédula de racionamiento, su entrega significa la muerte)”. En una época solía decir: ”Solamente tres quedarán con vida, Czerniakow, Pinkert (rico enterrador del ghetto) y yo”. Su profecía no se cumplió. Czerniakow, murió entre los primeros, al ponerse en marcha la gran deportación, a Pinkert lo mataron y en cuanto a Rubinstein, desapareció como había venido, sin dejar huellas. Un día el ghetto se vació más. La gente asistió con la cabeza, diciendo: “También Rubinstein se ha ido”. La pregunta sobre por qué la multitud no reaccionó y prefirió la pasividad paralizante, ocupó también a los cronistas. A fines de agosto de 1941, Emmanuel Ringelblum señala: “Una de las preguntas que despiertan mayor interés es la pasividad de las masas judías, que mueren silenciosamente. Por qué callan, por qué mueren padre, madre, hijos, sin contestar. Por qué no sucedió aquello con lo que amenazamos al público hace un año (robos, violencia, fenómenos que obligaron a las Comisiones de Mantenimiento a comprar víveres

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Cierto sector de la población pobre, dueño de una mayor iniciativa, encontró la forma de amoldarse y sobrevivir. El contrabando proporcionó medios de subsistencia a miles de mozos de cordel que recibían además del pago por el trabajo mismo, 10 zlotys por mantener la discreción. Los negocios y la demanda de mercancía por parte de las autoridades alemanas, abrieron posibilidades de trabajo a un alto porcentaje de obreros y artesanos. Parte del proletariado activo se puso a vender panes por las calles, por ejemplo, por los que ganaba 25 centavos por kilo. La conclusión es que la suerte estaba echada para el sector pasivo y sin medios de subsistencia, que moría en silencio”. Ringelblum parecía tener razón en su apreciación de que dentro de una perspectiva sin futuro se abren grietas y parte de los menesterosos consiguen trabajo y con él un hilo de esperanza. Es posible que los que obtuvieron trabajo fueron el sector de los más activos y emprendedores. El poder de escabullirse del ámbito de los condenados a muerte inmediata, evitó los estallidos de rebeldía y los tumultos por razones sociales. A esto se agrega otro factor, que debe ser considerado. Los líderes naturales de los proletarios, activistas en partidos obreros de izquierda clandestinos, no experimentaron la situación de morirse de hambre. La

pectáculo de las barbaridades. ¿Eran los mendigos de siempre los que se congregaban en las calles del ghetto? No son, en verdad, la gente que ha quedado marginada y que,-sin embargo, aún conservaba una esperanza? Kaplan se da cuenta que es injusto en su ira contra los miserables y agrega lo siguiente:

ayuda mutua entre los grupos secretos, la ayuda que los círculos organizados recibían de las instituciones, los liberaron del destino de los hambrientos y de los que sufren. La fuerza organizada, experta en la actividad pública, no formó parte de las capas vulnerables de la población, y la atención estuvo dirigida a salvar a los que tenían la posibilidad de sobrevivir, como si hubiese habido una resignación ante la perdición de aquellos muertos a medias. En las condiciones del ghetto, la gente se volvió indiferente, falta de piedad. Jaim Kaplan escribe en su diario, en enero de 1941, tiempo en que el peligro de muerte y los infortunios estaban haciendo sus primeros pasos: “A lo largo de las veredas, en unos días de frió terrible, insoportable, familias enteras vagan por las calles, cubiertas de harapos, sin pedir limosna, simplemente lamentándose con voz lastimera. Madre, padre e hijos pequeños y enfermos lloran, llenando la calle el eco de sus quejidos; no hay quien los escuche, no hay quien les dé una moneda, porque con el tiempo se hace mayor el número de mendigos y el alma de la gente se ha endurecido. Multitud de mendigos, clamando al cielo, se encuentran por todos lados, echados sobre el hielo, y de tanto habituarse a la escena, ya nadie se conmueve. Todos los abandonados de Dios, todos los descastados y marginados que antes estaban esparcidos por Polonia entera, habían sido expulsados de sus lugares y concentrados en Varsovia. Cuando se estableció el ghetto, pasaron a formar parte de él y así toda la mendicidad abyecta y despreciada pululaba por la calle...”

“Estratos enteros de la población mueren lentamente de hambre y de frió, sin ser advertidos. Familias enteras se vieron privadas de sus ingresos y despojadas de sus bienes. La pérdida de la casa significó la pérdida del trabajo… Se trataba, generalmente, de familias respetables, que empalidecían al venir a contar sobre su pobreza y penurias. Es difícil soportar su dolor…” No solamente desaparecieron al acicate de la rebelión y los estallidos de descontento, también, los delitos. No se conoce un solo caso de asesinato en el ghetto y durante todo el periodo del hambre, no se registró ningún crimen. Hay protocolos sobre ciertos casos de canibalismo que parecen haber sido resultado de ataques de insania. No existen datos sobre suicidios, no fueron escasos, aparentemente, pero no alcanzaron las dimensiones previsibles, dadas las condiciones reinantes. Se puede pensar que el suicidio requiere también cierto grado de voluntad y decisión y que a los hambrientos le faltó vigor para decidir sobre su destino. La resignación a despedirse de la vida, a través del adormecimiento de los sentidos, es también un acto de suicidio, inconciente. De todos modos, más de una vez, recibían la muerte como un alivio, como un final liberador y los que quedaban con vida envidiaban a los que se habían muerto. El año 1941 fue el de mayores privaciones, pero hacia el final, se produce una especie de alivio gradual. El proceso de acostumbramiento a las condiciones del ghetto, el acrecentamiento del hambre y las epidemias, continúo en los primeros meses de 1942. Un leve mejoramiento de la situación provocó

Me parece que el mismo Kaplan incurre en el pecado de impiedad y su corazón se insensibiliza ante el esApéndice 6

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sentimientos de esperanza, de que pese a todo, una parte de la gente, los más fuertes, quizás, sobrevivirían y gozarían de una nueva vida. Las esperanzas se acabaron al comenzar las deportaciones y los crímenes de los nazis. L a muerte en masa se produjo en el ghetto no en la época de mayor hambre y adversidades, sino en los días en que se creó una situación de relativa calma y de esperanza de futuro.

LA EDUCACIÓN

Hemos de ocuparnos a continuación de los problemas de la educación y la cultura, para lo cual examinaremos las actividades clandestinas desarrolladas hasta el establecimiento del ghetto y durante su existencia. El primer año lectivo de los días de la guerra, comenzó con retraso, a mediados de octubre de 1939. Sólo las escuelas primarias y de oficios funcionaron, ya que no se permitió la apertura de los colegios secundarios. En diciembre de 1939 se cerraron todos los colegios judíos de Varsovia. Muchos creyeron que la medida era temporaria. El Judenrate hizo numerosas apelaciones al gobierno para que derogara la orden. En marzo de 1940, Czerniakow presentó al inspector de educación un plan para iniciar las clases. En la petición se incluía detalles sobre los lugares en que funcionarían los colegios, se prometía que el Judenrate, juntamente con el Centro de Auto-ayuda, asumiría la responsabilidad de abastecer comida y ropa, así como de vigilar el estado sanitario. El problema de la salubridad había sido el pretexto para no permitir abrir los colegios. La petición, como tantas otras, no obtuvo respuesta. En agosto de 1940, Frank, el gobernador general, ordenó que se abrieran las escuelas primarias y de oficios. En Varsovia, sin embargo, funcionaron únicamente cursos de capacitación profesional, patrocinados por el Judenrate, puesto que las autoridades locales impidieron abrir los establecimientos educacionales, alegando que se corría el peligro de propagación de enfermedades infecciosas.

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Al no funcionar la red de educación por medios legales, los judíos hicieron caso omiso de la prohibición y bajo los auspicios del Joint y otras instituciones, la enseñanza en el nivel primario se impartía clandestinamente en cocinas públicas para niños. Es sabido de cursos llevados a acabo en seis de las veinticinco cocinas públicas. El programa de estudios había sido fijado por los maestros que, a su vez, pertenecían al plantel de empleados de las cocinas. Este sistema educacional comprendió a un sector mínimo de niños y jóvenes en edad escolar y se calcula que su número iba de mil a dos mil alumnos dentro de una población de diez mil niños en edad escolar. Fuera de la enseñanza en las cocinas públicas se organizaron grupos de estudio, por iniciativa de las Comisiones de Mantenimiento y entidades privadas. El estudio en pequeños grupos, llamados “Komplety”, estuvo muy difundido, en lo que respecta a la educación en el nivel secundario. Los maestros reunían pequeños grupos de antiguos alumnos y también nuevos, en centenares de Komplety, lo que permitió a los estudiante del colegio secundario seguir sus estudios en las materias básicas. Pagaban una mínima suma que les daba a los maestros posibilidad de subsistir. Los libros se copiaban de diversos modos y los restos de papeles servían de cuadernos. Las difíciles condiciones de estudio y el que fueran clandestinos, acentuaba la motivación. Se sabe, por numerosos testimonios, que los estudiantes alcanzaron notables logros en los marcos de estudio no formales.

Una de las razones por las que muchos jóvenes se anotaron a dichos cursos, era que ello los protegía del peligro de ser mandados a trabajos forzados. La enseñanza comenzó en 1940 y se desarrolló ampliamente en la época del ghetto. A mediados de 1941 asistieron a esos cursos 2454 alumnos, sin contar la Escuela de Enfermedades, bajo la dirección de Luba Bialecka-Blum, que poseía un alto nivel. Hubo también estudios que, bajo la máscara de enseñanza de oficios, se ocupaban, en realidad, de arte, arquitectura y gráfica, en el nivel secundario y superior. Hasta se dictaron cursos equivalentes a los dos primeros años de estudio de medicina. En las clases reinaban una atmósfera escolar y las relaciones de amistad se estrecharon. Entre los maestros se contaban personalidades y eruditos como Ludwig Hirszfeld, Mieczyslaw Centnerszwer, Julius Zweibaum, Daniel Grajfenberg y otros. Los movimientos juveniles cumplieron un papel importante en la educación clandestina. Los que en épocas normales se ocupaban de la instrucción social, ideológica y política, se dedicaron en la guerra a la difusión de los conocimientos básicas en diversas ramas. Entre los grupos de halutzim se presto atención a la enseñanza del idioma hebreo. En los periódicos clandestinos de la juventud se hallan secciones dedicadas a la ciencia popular. En los seminarios de instructores participan figuras prestigiosas como Itzhak Shiefer, Emmanuel Ringelblum, Menachem Linder, Esther Markin, etc. Ringelblum relata con emoción las lecciones en el seminario del Hashomer Hatzair, que tenían lugar en su casa de la calle Nalewski 23, cerca de la puerta del ghetto, custodiaba por los guardias alemanes. A juicio de Ringelblum, en ese ambiente de jóvenes sedientos de saber, se olvidaba totalmente de que el mundo estaba en guerra. El movimiento Dror creó un colegio secundario clandestinamente. Jaim Zalmanowski, que ejerció la enseñanza allí, escribe:

Amplio éxito tuvo el sistema de capacitación profesional, auspiciado por el Judenrate y Ort. Aún antes de la guerra, la comunidad judía se había interesado por este tipo de estudios. Czerniakow había sido maestro y activista en este campo. Al anularse el sistema de educación general, cobraron preeminencia dichos estudios, que gozaban de autorización y de sostén institucional.

“estudiaban entre nosotros, siete grupos, empezando por cuatro grado de la escuela primaria, y terminaron con el segundo año del liceo. En total, más de cien alumnos. Se dictaban clases de ciencias naturales y humanidades y el poeta Itzhak Katzenelson era maestro de Biblia. Otro colegio secundario destinado principalmente a los alumnos del colegio Tarbut, funcionaba bajo la dirección de uno de los rebeldes, el Dr. Nathan Eck, oriundo de Lodz. Su idea era la de “no dividir a los alumnos en pequeños grupos, sino formar aulas completas; no estaba de acuerdo en impartir enseñanza en casa particulares sino en los sitios designados al efecto. Su objetivo era que la escuela pareciera en lo posible una escuela normal, aún en las condiciones del ghetto”. Apéndice 6

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LA RELIGIÓN

Entre los profesores estaba el Dr. Michael Brandszteter, antiguo director del Colegio Secundario de Lodz e hijo del escritor en hebreo Mordechai David Brandszteter. También en este colegio se ponía el acento en la enseñanza del hebreo y cuando pudieron conseguir un piano, impartieron lecciones de música. En septiembre de 1941, después de dos años de guerra, el Judenrate recibió el permiso para reabrir las escuelas. Se formó una comisión pública para que se hiciera cargo del asunto y de inmediato empezaron los problemas en los que estuvieron involucrados líderes y representantes de todas las corrientes educativas vigentes antes de la guerra. Jaim Kaplan escribe sobre las reuniones y sobre las discusiones respecto de la parte que le tocaría a cada movimiento dentro del sistema establecido. Las tensiones constituyeron el lado negativo que acompañó la apertura de las escuelas, pero la participación de todos influyó no poco en los contenidos nacionales y sociales del sistema fijado. El año lectivo “normal” de las escuelas primarias, se inauguró el 1 de octubre de 1941. A finales del año, funcionaban 19 escuelas que contaba con 6.700 estudiantes. El año se había iniciado con 6 escuelas, que en otra época funcionaron como cocinas públicas, y contaban con una población de mil estudian-tes. El número de colegios y alumnos aumentó gradualmente. Funcionaron en total, 4 escuelas, pertenecientes a la corriente Tarbut, 3 de la Tsisha, 1 de Schul-Kult, 6 religiosas y 5 afiliadas al sistema de escuelas públicas y privadas generales, en donde los maestros tomaban bajo su responsabilidad su funcionamiento. Las escuelas oficiales, los cursos de capacitación profesional, los Komplety y las escuelas clandestinas, otorgaban certificados con calificaciones, al finalizar el año lectivo.

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No se escribió todavía una obra abarcadora sobre la vida religiosa o sobre el mundo de los judíos observantes de Varsovia, en la época de la guerra. Es evidente que su situación era más grave que la del judío laico. La vestimenta, la barba y los aladares sirvieron desde la ocupación de los alemanes como pretexto para el abuso. Uno de los primeros decretos del régimen, de fecha 26 de octubre de 1939, prohibía la matanza ritual de animales, impidiendo este modo la matanza kosher, ya de por si limitada por la ley del Sejm (parlamento polaco) de 1937. Los servicios religiosos en las sinagogas y en las casas particulares fueron prohibidos. Hubo muchas sinagogas que fueron bombardeadas y convertidas en asilos temporarios de refugiados. En la práctica, los judíos no renunciaron a sus hábitos religiosos. Se realizaban minyanim (plegarias con un quorum de diez hombres) en las casas particulares. En la noche del primer día de Pascuas de 1940, escribe Jaim Kaplan: ”Las sinagogas están cerradas, pero hay ceremonias festivas en todos los patios. Los encargados de las plegarias nos cantan rezos e himnos con voz dulzona”. En la primavera de 1941 se anuló la prohibición de rezar o de abrir sinagogas. En junio de 1941 se abre de manera festiva la Gran Sinagoga de la calle Tlomackie, en la que participaron Czerniakow y sus auxiliares del Judenrate. Es difícil reconstruir la forma de vida cotidiana de los judíos religiosos. Antes del establecimiento del ghetto, la matanza ritual se hacia en secreto, pero como no era posible controlar si se respetaban las prescripciones religiosas y como los matarifes podrían mezclar carne kosher con la que no lo era, los

judíos observantes decidieron abstenerse de comer carne. Los policías polacos que sabían de la matanza ritual ilegal, pusieron precio a su silencio. La carne kosher se hizo aun más cara, sin embargo, no se interrumpió totalmente su abastecimiento. Entre los judíos observantes no faltaron gente acaudalada, que había logrado salvaguardar parte de sus bienes y los contrabandistas desarrollaron métodos para abastecerlos de carne kosher. El matarife era enviado con un grupo de obreros y permanecía unos días en los suburbios de la ciudad o en una aldea vecina, en donde ejecutaba la matanza ritual de los animales. Para realizar la operación, había que invertir mucho dinero en sobornar a los escoltas de los obreros. Los judíos observantes sospechaban, con razón que la matanza no se ajustaba a las normas y entonces se abstenían de comprar carne. El rabino Shimon Huberband, autor de un estudio para el archivo Ringelblum sobre la vida cotidiana de los judíos, señalaba que “si los laicos comían carne sin averiguar si era kosher o no, si los religiosos se abstenían de comprarla, cabe para qué hace falta un matarife. ¿Acaso no sería mejor no emplear ninguno?”. La empresa de carnear no estuvo exenta de la pérdida de vidas humanas. El rabino Huberband cuenta: “después del 9 de abril de 1941, la policía alemana irrumpió en la casa de un campesino y sorprendió al matarife Zilberberg en plena acción. Fue detenido y hasta el día de hoy sigue en la cárcel. Los esfuerzos para liberarlo no han tenido resultado”. El Departamento Religioso del Judenrate y el rabinato de Varsovia, empezaron a trabajar con normalidad a partir de septiembre de 1941. Meshulam Kaminer, activista de Agudat Israel, se ocupó de los asuntos religiosos en el marco del Judenrate, pero murió al poco tiempo. Alexander Zisha Friedman, otro miembro de Agudat Israel era activista en el Centro de Auto-ayuda y colaboraba con los grupos clandestinos. Su inteligencia y abnegación gozaron de amplio respeto entre los que lo conocieron.

“En la preguerra vivían en Varsovia más de 5000 estudiantes en yeshivot y en casas de estudios jasídicos. (Shtiblekh). Ahora (el estudio de Huberband es, aparentemente de 1941) no quedan en la ciudad más de 200 de ellos. Algunos se alejaron de la religión durante la guerra y sus lazos con el jasidismo se interrumpieron. Muchos murieron y otros se dispararon por los pueblos vecinos”. En el ghetto de Varsovia se concentraron muchos de los rabinos y estudiosos ilustres de Polonia, entre ellos, el rabino Itzhak Mendel Danziger de Aleksandrow y el rabino Kalonnymous Kalmish Shapiro de Piaseczno, cuyos sermones se colectaron en un libro jasídico de gran valor “Fuego Sagrado-Decires Puros de los Años 1940, 1941 y 1942 del Holocausto, Pronunciados en los Días Festivos en el Ghetto de Varsovia”. Estos sermones son expresión de las reflexiones y disyuntivas con las que tuvo que enfrentarse un hombre de fe, conocedor de la Halacha y de la Historia, que pretendió comprender e interpretar lo que sucedía a su alrededor. El libro se publicó en Jerusalén en 1949. Entre los otros rabinos activos en el marco del Centro de Auto-ayuda y en la organización clandestina de los religiosos, figuran los rabinos Shimshom Stockhammer y Itzhak Nisbaum.

Alumnos de yeshivot intentaron cumplir con el precepto de estudiar. Según Huberband, los discípulos del rabino de Gur quedaron extremadamente sorprendidos cuando su maestro y sus allegados huyeron de la zona de ocupación en la primavera de 1940. Estos discípulos cayeron en malos hábitos que Huberband denuncia duramente. También describe a otro grupo que se llamaba” Amor a la Torah y a la Veneración del Cielo”, que estaba dirigido por un ar tesano y estudiante de yeshiva, el rabino Itzhak David Marliyot, “quien se ocupó del sostén material y espiritual de su discípulos”. Huberband escribe:

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LA CULTURA

Lazowert y Wladyslaw Szlengel. Este último compuso una serie de poemas, poderosamente expresivos, sobre las deportaciones y la resistencia. Dos organizaciones culturales se fundaron clandestinamente, divididas según la lengua que practicaban. La organización que realizó una gran actividad en yiddish se llamó YIKOR (Organización de Cultura Yiddish). Entre sus fundadores y líderes se cuentan el joven sociólogo Menachem Linder, Emmanuel Ringelblum, Sonia Nowogrodtsky del Bund Shakhne Zagan, del ala izquierda del partido Poalei Zion. Los miembros de YIKOR realizaban noches de lectura de escritores en yiddish, con la participación de lectores y recitadores. También había encuentros del círculo de escritores y artistas. Las reuniones de lectura se realizaban en las casas, y los invitados se quedaban a dormir, en razón del toque de queda.

La vida cultural del ghetto adoptó variedad de formas. En las Comisiones de Mantenimiento hubo constantemente reuniones y actividades. El toque de queda obliga a los habitantes a permanecer en sus casas y es en ellas donde organizan sus actividades culturales. En el ghetto funcionaron bibliotecas secretas, en las que se guardaban libros prohibidos por los nazis. Batya Berman, esposa de Abraham Adolf Berman, creó y dirigió una biblioteca clandestina para los niños del ghetto. Otras bibliotecas fueron creadas por iniciativa de los movimientos juveniles. Se realizaron conciertos con una orquesta sinfónica que obtuvo permiso de las autoridades. Esta orquesta, a pesar de que carecía de algunos de los instrumentos necesarios, tocaba música de Bach, Beethoven, Schubert, Brahms, Handel, Vivaldi y otros. El comisario alemán del ghetto advirtió a la dirección de la orquesta que les estaba prohibido ejecutar obras de compositores alemanes no judíos. Tuvo gran popularidad, una cantante joven, Marysia Eisenstadt, apodada “ruiseñor del ghetto”. También se dieron recitales de canto sagrado, en los que participó el famoso cantor Gershon Sirota. Poetas y escritores renombrados escriben en el ghetto. Parte de sus creaciones se conservaron en el archivo Ringelblum. Entre los escritores cuyas obras tocaban el tema de la vida de los judíos en ghetto, se cuentan: Ikzhak Katzenelson, Peretz Opoczinski, Yeohshua Perl, Kalman Lis, Hillel Zeitlin e Israel Stern. Ringelblum cuenta “Stern ha escrito mucho. Es un hombre quieto, que no sabia como conseguir víveres para subsistir. Simplemente andaba, silencioso como una paloma y hambriento de pan”. Entre los que escribían en polaco, cabe destacar a Henryka

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Se conmemoraban aniversarios de escritores en yiddish y Ringelblum anota en 1941 que hubo noventa encuentros dedicados a la obra de Mendele Mokher Sfoirim. Junto con YIKOR existía una organización de cultivadores del idioma hebreo, Tekumah (Resurrección). Entre sus fundadores se hallaba Itzhak Katzenelson y Menachem Kirszenbaum, miembro de los Sionistas Generales. Naturalmente, las actividades de YIKOR tuvieron mayor recuperación, dado que la mayoría de la población hablaba yiddish. No obstante, Tekumah logró un grupo de simpatizantes del hebreo que trabajó con gran empeño. La empresa cultural clandestina más original e importante por su significación futura, estuvo cons-tituida por Oneg Shabat o Archivo Ringelblum. La formaba un grupo reducido de gente, con sentido histórico, con Emmanuel Ringelblum a la cabeza. Ellos se pusieron como objetivo recoger documentos y testimonios del ghetto en la época de la ocupación. Comprendían que se estaba viviendo un momento sin precedentes desde el punto de vista histórico y que había que preocuparse por las generaciones futuras. Ringelblum anota que las actividades del grupo comienzan en octubre de 1939 y continúan durante tres años y medio. Ringelblum señala que el hecho de ser el director de asistencia social, le permitió el contacto con gente que provenía de las ciudades de campaña, y registrar testimonios de lo que había ocurrido recientemente en distintos lugares del país. El extraño nombre de Oneg Shabat se originó del hecho de que se reunían los sábados. Con el paso del tiempo, las actividades se extendieron más allá de la colecta de testimonios. Dentro del marco de la organización se iniciaron proyectos independientes que incluían estudios sobre temas especiales que reflejaban los sucesos de la guerra.

cipal de conocimientos de la vida judía de la época de la ocupación, y las publicaciones clandestinas descubiertas, casi todas incluida en el archivo, permite reconstruir en gran medida el desarrollo del movimiento de resistencia y cuáles habían sido sus actividades hasta la etapa de la resistencia armada. Los diarios personales fueron abundantes y los escribieron profesionales y gente sin específicas inclinaciones literarias que sintieron la necesidad de volcar sus vivencias de esa época de soledad e infortunios.

Se alentaban a escribir sobre la sociedad y la realidad del ghetto y se publicó un boletín que informaba sobre la situación reinante y se preparaban informes generales destinados a enviarse al extranjero. En todos los ámbitos de su interés, Oneg Shabat alcanzó importantes logros. En determinado momento se llegó a pensar de que era pertinente extraer conclusiones generales y se lanzaron entonces a una labor abarcadora, codificada con el nombre de “Dos años y medio”, es decir una obra que iba a comprender todos los aspectos de la vida judía de Polonia durante los dos años y medio de la guerra. Este programa no se cumplió, porque le precedió la deportación masiva de los judíos de Varsovia. El archivo Oneg Shabat no sólo guardó sus propios trabajos, sino que pidió a instituciones y autores que le entregaran sus escritos. Ringelblum cuenta que todavía pide la ayuda de aquellos que escriben diarios personales. Al parecer, a la gente le costó mucho desprenderse de sus memorias, dado que hay muy escasos diarios personales en el archivo. Por el contrario los partidos y los movimientos juveniles parecen haber contestado afirmativamente, ya que entregaron muchas de sus publicaciones e informes internos importantes.

Parte de los materiales llegaron a nosotros, conservados de diversa y extraña manera. Se salvaguardaron los diarios de Adam Czerniakow, Jefe del Judenrate en el ghetto, el de Jaim Aharon Kaplan, que hemos citado frecuentemente, el de Abraham Levin (éste y Kaplan fueron maestros en la preguerra), el de Itzhak Katzenelson, escrito en un campo de detenidos en Francia y el de Mary Berg, una muchacha que vivió en Varsovia, en la época del ghetto. Los diarios restantes se perdieron y se sabe de la existencia de algunos de ellos por referencias indirectas. Entre los diarios importantes que desaparecieron se cuentan el de Samuel Winter (pleno de detalles) y el de Josef Kaplan, uno de los líderes de los movimientos juveniles del ghetto de Varsovia.

En las vísperas de las deportaciones y durante ellas, Oneg Shabat siguió coleccionando materiales. Gran parte del archivo se ocultó en cajas de metal y recipientes de leche. Por milagro se descubrieron, después de la guerra, dos partes del archivo, mientras que la tercera parte, que contenía documentos sobre las organizaciones de resistencia judía y sus acciones, no se encontró. El archivo Ringelblum, constituido por miles de páginas de testimonios y estudios, es hoy la fuente prinApéndice 6

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APÉNDICE 7 Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789)

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, inspirada en la declaración de independencia estadounidense de 1776 y en el espíritu filosófico del siglo XVIII, marca el fin del Antiguo Régimen y el principio de una nueva era.

HISTORIA La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano es, junto con los decretos del 4 y el 11 de agosto de 1789 sobre la supresión de los derechos feudales, uno de los textos fundamentales votados por la Asamblea Nacional Constituyente formada tras la reunión de los Estados Generales durante la Revolución Francesa. El principio de base de la Declaración fue adoptado antes del 14 de julio de 1789 y dio lugar a la elaboración de numerosos proyectos. Tras largos debates, los diputados votaron el texto final el día 26 de agosto. En la declaración se definen los derechos “naturales e imprescriptibles” como la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión. Asimismo, reconoce la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la justicia. Por último, afirma el principio de la separación de poderes. El Rey Luis XVI la ratificó el 5 de octubre, bajo la presión de la Asamblea y el pueblo, que había acudido a Versalles. Sirvió de preámbulo a la primera constitución de la Revolución Francesa, aprobada en 1791. La Declaración de 1789 inspirará, en el siglo XIX, textos similares en numerosos países de Europa y América Latina. La tradición revolucionaria francesa está también presente en la Convención Europea de Derechos Humanos firmada en Roma el 4 de noviembre de 1950.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO (26 DE AGOSTO DE 1789) Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el menosprecio de los derechos del

hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre, a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; a fin de que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo, al poder cotejarse a cada instante con la finalidad de toda institución política, sean más respetados y para que las reclamaciones de los ciudadanos, en adelante fundadas en principios simples e indiscutibles, redunden siempre en beneficio del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos. En consecuencia, la Asamblea Nacional reconoce y declara, en presencia del Ser Supremo y bajo sus auspicios, los siguientes derechos del hombre y del ciudadano: Artículo 1.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común. Artículo 2.- La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. Artículo 3.- El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo, ningún individuo, pueden ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella. Artículo 4.- La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro: por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados por la ley. Artículo 5.- La ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la sociedad. Nada que no esté prohibido por la ley puede ser impedido, y nadie puede ser constreñido a hacer algo que ésta no ordene. Artículo 6.- La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos, ya sea que proteja o que sancione. Apéndice 7

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Como todos los ciudadanos son iguales ante ella, todos son igualmente admisibles en toda dignidad, cargo o empleo públicos, según sus capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talentos. Artículo 7.- Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido, como no sea en los casos determinados por la ley y con arreglo a las formas que ésta ha prescrito. Quienes soliciten, cursen, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias deberán ser castigados; pero todo ciudadano convocado o aprehendido en virtud de la ley debe obedecer de inmediato; es culpable si opone resistencia. Artículo 8.- La ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias, y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente. Artículo 9.- Puesto que todo hombre se presume inocente mientras no sea declarado culpable, si se juzga indispensable detenerlo, todo rigor que no sea necesario para apoderarse de su persona debe ser severamente reprimido por la ley. Artículo 10.- Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive religiosas, a condición de que su manifestación no perturbe el orden público establecido por la ley. Artículo 11.- La libre comunicación de pensamientos y de opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre; en consecuencia, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, a trueque de responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley. Artículo 12.- La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesita de una fuerza pública; por lo tanto, esta fuerza ha sido instituida en beneficio de todos, y no para el provecho particular de aquellos a quienes ha sido encomendada. Artículo 13.- Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, resulta indispensable una contribución común; ésta debe repartirse equitativamente entre los ciudadanos, proporcionalmente a su capacidad. Artículo 14.- Los ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o a través de sus representantes, la necesidad de la contribución pública,

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de aceptarla libremente, de vigilar su empleo y de determinar su prorrata, su base, su recaudación y su duración. Artículo 15.- La sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a todo agente público. Artículo 16.- Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución. Artículo 17.- Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización. Fuente: www.fmmeducacion.com.ar/HistoriaDocumentoshist/17 89derechos.htm - 20k - En caché

APÉNDICE 8 Declaración Universal de los Derechos Humanos

ADOPTADA Y PROCLAMADA POR LA RESOLUCIÓN DE LA ASAMBLEA GENERAL 217 A (III) DEL 10 DE DICIEMBRE DE 1948 El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo texto completo figura en las páginas siguientes. Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los Países Miembros que publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera “distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios”.

PREÁMBULO Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana; Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias; Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones; Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad; Considerando que los Estados Miembros se han

comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso; La Asamblea General proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción. Artículo1.- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Artículo 2.- 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía. Artículo 3.- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 4.- Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Artículo 5.- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Artículo 6.- Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Apéndice 8

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Artículo 7.- Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. Artículo 8.- Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley. Artículo 9.- Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Artículo 10.- Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal. Artículo 11.- 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Artículo 12.- Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques. Artículo 13.- 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país. Artículo 14.- 1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país. 2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. Artículo 15.- 1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. 2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

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Artículo 16.- 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio. 2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio. 3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. Artículo 17.- 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. 2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad. Artículo 18.- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Artículo 19.- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Artículo 20.- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. 2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación. Artículo 21.- 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. 2. Toda persona tiene el derecho de accceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. 3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. Artículo 22.- Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23.- 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. 2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. 4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses. Artículo 24.- Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas. Artículo 25.- 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

rrespondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora. Artículo 28.- Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos. Artículo 29.- 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. 2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. 3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. Artículo 30.- Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración. Fuente: www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm

Artículo 26.- 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. 3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos. Artículo 27.- 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le coApéndice 8

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