Las aves, los pueblos y los humedales

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Las aves, los pueblos y los humedales

Los pueblos

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ablar del paso de las personas por estos espacios es hablar de la historia de la humanidad desde las viejas culturas míticas los Atalantes y los habitantes de Tartessos, hasta los marinos que ayudaron a Cristóbal Colón en su gesta americana. Todo ello ha hecho que hasta nuestros días este aire mítico siga en la atmósfera de la costa y sus gentes cuando nos adentramos en sus espacios naturales, que aún tienen el aspecto de esas épocas ya mencionadas. Aunque podemos hablar de una unidad en esta parte del arco Suratlántico, pero para que el visitante tenga una visión más real, se ha dividido el mismo en siete áreas, ya descritas al inicio de la guía. Esta división responde también a criterios geomorfológicos y paisajísticos. En la desembocadura del río Piedras se produce una inflexión y la costa vira hacia el sudeste, lo que hace que se originen otro tipo de fenómenos debido a la dinámica costera.

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El Litoral Algarvío

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os caminos ahora trazados desvelan lindos paisajes, espacios ancestrales, gentes que muestran en su expresión las marcas de la dulzura y la amargura del trabajo en la tierra y en el mar. Es una región que hasta hace pocas décadas se veía aislada del resto del país por una sierra, que tal como ilustra el refrán, para transponerla tenían que “passar as passas do Algarve” (expresión idiomática portuguesa que quiere decir: “pasaron las de Caín”). Las particularidades arquitectónicas se van descubriendo a los ojos de las miradas curiosas. En la profusión de edificios y de

todo tipo de construcciones originales, reveladas en cada paso, aún es posible observar las típicas y más antiguas casas del Algarve. En el campo, allí están, alboradas de luz, coronadas normalmente por tejas de barro y chimeneas de la región, que insisten en resistir al desarrollo y la presión turística. Se presentan como construcciones simples, ejecutadas en material resistente —por la mezcla y secado del barro, la cal, el agua y la arena— de donde derivan dos tipos de construcciones, la construcción de adobes (del árabe attob), o la de tabiques. En las ciudades, como Faro, Tavira y Vila Real de Santo António, pueden todavía observarse los preciosos tejados de “tesouro”, o de “tesoura”, y las trabajadas barandillas, ilusionando al visitante con un conjunto de perspectivas geométricas dibujado por las azoteas de Olhão, por la luz de la cal y las sombras de las estrechas calles. La Carretera N-125 presenta a la sierra hacia el norte y, por otro, al sur, a la Ría con el mar al fondo, abriendo camino por entre campos y pueblos, complejos comerciales y de vez en cuando pequeñas tiendas de artesanía que llaman la atención del visitante. 120

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Almancil Localizada junto a la carretera EN 125, Almancil se desarrolló significativamente, durante los años setenta, debido a la proliferación de complejos turísticos de lujo, que comenzaron a aparecer en las inmediaciones, tales como la Quinta do Lago y Vale do Lobo. Complejos integrados en el Parque Natural de la Ría Formosa que se han desarrollado sobre el signo de la calidad y de premisas ambientales rigurosas, promoviendo un desarrollo turístico controlado e impulsor de los recursos naturales allí existentes. A pesar de su antigüedad, como denota la existencia de un pozo árabe cubierto de leyendas, esta localidad no posee al nivel arquitectónico trazos distintivamente característicos, hecho que se debe a la rápida masificación resultante del intenso desarrollo turístico. A 3 km, en el pueblo de São Lourenço dos Matos nos encontramos con una de las más preciosas iglesias del Algarve. De arquitectura barroca, la Iglesia de S. Lourenço totalmente cubierta de azulejos azules y blancos que data de 1730, finamente decorada con talla dorada y mármol de la región.

Faro Junto al corazón de la Ría Formosa, se encuentra Faro, la capital de la región. Con un pasado lleno de historia y legados culturales variados —fenicio, romano, árabe— la antigua Ossónoba, del fenicio Osson ba, que significa depósito en la marisma, pasó a ser llamada, durante el siglo IX, Santa María del Occidente y durante el gobierno de Said Ibn Harun, Santa María Ibn Harun, de donde, posteriormente, proviene el nombre actual. Fue conquistada a los Musulmanes en 1249 por D. Alfonso III, pero solo en 1540 recibe el rango de ciudad. De su historia de milenios, son varios los elementos que hay que destacar y que tienen interés patrimonial, siendo interesante enfatizar que se trató de las primeras ciudades portuguesas con una imprenta, así en 1487 se imprimió el incunable portugués más antiguo. Importante puerto en la época de ocupación musulmana, el pueblo se desarrolló dentro del límite de las murallas, designado por Vila-a-Dentro. En el interior de las murallas encontramos varios monumentos de interés, tal como la Catedral de Faro, al lado del Palacio Episcopal, notable ejemplar de la arquitectura “chã” y el 121

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seminario, mandado edificar en el siglo XVIII. El edificio de la Sé (catedral), conjunto de varios estilos —gótico, renacimiento, barroco— que resultó de varias reformas efectuadas en la primitiva iglesia romano-gótica de 1251. Posee en su interior azulejos e imaginería de interés. Otro de los edificios a visitar es el Convento de Nuestra Señora de la Asunción, fundado en el siglo XVI por la Reina Dña. Leonor. Este edificio representa uno de los ejemplares más interesantes del 1º Renacimiento en Portugal, en la actualidad alberga el Museo Arqueológico Lapidar Infante D. Henrique. Continuando el paseo por la ciudad y saliendo de la Vila-a-Dentro, otros edificios son dignos de visita, tal como la Iglesia de la Orden Tercera de São Francisco, junto al Convento de São Francisco que tras su rehabilitación alberga la Escuela de Hostelería del Algarve. Muy cerca se encuentra el Celeiro (granero) en la muralla del siglo XVI. Este peculiar edificio, de la mitad del siglo XVIII, posee bajorrelieves representando a Hércules y el Adamastor, lo que convierte su existencia en singular. En el Jardín Luís Bivar, cerca de la Ría que se asoma a la ciudad, encontramos otros elementos arquitectónicos de interés, tales como, el Arco da Vila y la Iglesia de la Misericordia, no dejando indiferente a quien los visita, el Café Aliança que invita a quien por ahí pasa. Cerca, se encuentra el emblemático Teatro Lethes, antiguo Colegio de la Compañía de Jesús transformado en teatro en 1855 por el Dr. Lázaro Doglioni, que en 1853 lo adquirió en subasta pública. En la incursión por la ciudad, cuando llegamos al Largo do Carmo, hallamos la Iglesia del Carmo, edificación del siglo XVIII, y cuando miramos alrededor, no podemos ni imaginar, que hasta hace poco tiempo extensas huertas de naranjos ocupaban el lugar de los edificios que hoy existen. La localización de Faro contribuyó ampliamente a su crecimiento. La Ría y el mar, por un lado, le permitieron el desarrollo como puerto comercial y la proliferación de actividades económicas ligadas a la explotación de la acuicultura y de la sal, por otro lado, las tierras fértiles que la rodean, permitieron el cultivo de ricos frutales y huertas que a medida que el suelo se va aproximando a la sierra ceden espacio al cultivo de secano. Las infraestructuras que fueron surgiendo, justificadas por el aumento de la demanda turística, como por ejemplo el Aeropuerto Internacional, le abrió nuevos horizontes, y la apertura de los dos “Campus” de la Universidad, han sido fundamentales para su desarrollo comercial y cultural. 122

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Isla de Culatra Con una población joven, esta isla tiene como fecha de su creación el final del siglo XIX, inicio del siglo XX, cuando pescadores, de las almadrabas de sardina y de atún, en ella se establecieron. Las actividades económicas predominantes son la pesca, el viverismo y el marisqueo, siendo las artes de pesca más utilizadas, la pesca con alcatruz, con “coves”, entre otras, transmitidas de generación en generación. A medida que el barco se aproxima vamos viendo las innumerables embarcaciones, unas de pesca, de los propios habitantes, otras de recreo, cuyos dueños aprovechan la tranquilidad que la Isla les proporciona para anclar sus embarcaciones. Al llegar, no se puede dejar de ver la pequeña iglesia. Las creencias religiosas y las supersticiones unidas de la mano en estas gentes marineras, cuestión que se refleja en los nombres de las embarcaciones. La Isla Culatra conforma junto con otras islas, tal como la Barreta, también llamada de Deserta, la Armona, Tavira y Cabanas, las llamadas Islas Barrera, siendo su acceso limitado a barcos particulares o a los transportes que existen durante todo el año, pero con horarios de temporada, sea de Faro, de Olhão, y aunque pertenezca a Faro, sus habitantes se encuentran más ligados a Olhão por diversas causas de orden cultural y económicas.

Olhão En su origen era un pequeño núcleo de cabañas de pescadores, poseía en 1378 pocas decenas de habitantes, desarrollándose alrededor de las artes de la pesca y de lo que la Ría le ofrecía. Según una tradición local, el nombre procede de un gran ojo de agua dulce que abastecía a la población. Sitio de gentes valientes e intrépidas, fue crucial en la lucha contra la invasión Francesa, debiéndose el nombre de “Nobre Vila de Olhão da Restauração” al hecho que el jabeque “Bom Sucesso” partió de esta localidad en 1808, rumbo a Brasil, para llevar las buenas noticias de la derrota de las tropas francesas a D. João VI. Su arquitectura singular, de cubos sobrepuestos, constituyendo azoteas, terrazas y contra terrazas, con sus calles estrechas, de la que es célebre ejemplo la Travessa dos Abraços, y las paredes blancas de cal, le confieren una peculiar singularidad. Hoy, elevada a ciudad, continúa económicamente muy ligada a la pesca, a la sal, a la acuicultura; en fin a la Ría y al mar. En 123

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otros tiempos, cuando era el mayor pueblo del país, su desarrollo estaba ligado a las artes pesqueras y a la industria, fundamentalmente conservera, llevándolo mucho más allá de los límites de la región. De la época dorada de su desarrollo existen hoy pocas industrias, pero grande es su patrimonio de arqueología industrial. De la arquitectura civil preponderante, poco o nada queda, los ricos palacetes señoriales, que vestían la Avenida de la República, fueron poco a poco siendo substituidos por modernos edificios. En las últimas décadas, ha existido una mayor preocupación con la conservación de la traza tradicional, así como por la preservación del núcleo histórico de la ciudad. Subsisten aún elementos muy especiales en las casas más antiguas, tales como, barandillas, las puertas de madera trabajada con postigos en hierro forjado, y peculiares barras de azulejos de la época. Los Mercados, junto a la Ría, son importantes símbolos de la ciudad, donde los sábados se puede asistir al espectáculo producido por el bullicio de las gentes, que vende y compra, en las casetas exteriores. Desde el Jardín del Pescador Olhanense es posible admirar la Ría, y con la marea baja podemos ver a los mariscadores trabajando en los viveros que, según los expertos, producen la mejor almeja del mundo. Es indispensable una visita a la Iglesia Matriz de Nossa Senhora do Rosário, construcción iniciada en 1698 de estilo barroco, de la cual se distingue la talla del S-XVII y la Capilla de Nosso Senhor dos Aflitos, del cual son devotos los habitantes de esta ciudad. Enfrente de la Iglesia Matriz, se eleva el edificio del antiguo Compromisso Marítimo y la Iglesia de Nossa Senhora da Soledade, antigua ermita construida por los pescadores en devoción a la Virgen. También en Olhão podemos encontrar el Centro de Educación Ambiental de Quinta de Marim, sede del Parque Natural de la Ría Formosa, situado en la Quinta de Marim, que en otros tiempos pertenecía a la familia del poeta João Lúcio. Esta sede, tiene un Centro Interpretativo, una casa agrícola tradicional y noria, una perrera destinada a la recuperación del perro de agua portugués y construcciones de las cuales destaca un Molino de Marea, rehabilitado y funcionando en perfectas condiciones, antigua construcción que tenía como finalidad la molienda de cereales a través del aprovechamiento de las fuerzas generadas por las mareas. Una incursión por este espacio nos permite encontrar sectores representativos de la totalidad del Parque Natural, tanto de su patrimonio natural como de patrimonio histórico-cultural. 124

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En el chalet que perteneció al poeta João Lúcio, peculiar casa señorial del principio del siglo XX, de planta y traza singular puede ser visitada la Ecoteca. Como representación arqueológica puede observarse un yacimiento romano, identificado en 1877 por Estácio da Veiga y excavado posteriormente en 1988-89, por decisión del Parque Natural da Ría Formosa, identificado como una unidad fabril de producción de salazón de pescado.

Moncarapacho Situada en el “Barrocal” (barrancal) del Algarve, pertenece al municipio de Olhão, este pueblo, rodeado por fértiles campos de regadío y secano, donde se pueden contemplar los autóctonos naranjos, mandarinos, higueras, algarroberas y almendros, cuenta con cinco siglos de existencia. La Iglesia Matriz de Moncarapacho es digna de una visita. En la construcción conserva características romano-góticas tal como los “cunhais de cabeceira”, manifestando elementos del renacimiento del siglo XVII. Hay que señalar también la Iglesia de Santo Cristo, con fecha de 1632, por su interior suntuoso, siendo de destacar los azulejos del siglo XVII que revisten la capilla mayor y el cuerpo de la iglesia. Entre Moncarapacho y la Fuseta, más propiamente en la localidad de Bias do Sul, se pueden ver las Torres de Bias, que pertenecen al patrimonio de arquitectura defensiva de la Costa del Algarve. Llamada Torre de Atalaia o Joanes, a pesar de que no se encuentra en muy buen estado de conservación, es posible ver el tipo de construcción, tratándose de un ejemplar de planta circular, construida posiblemente con la intención de vigilar y controlar el Canal Regueira dos Barcos. De la otra torre, solamente quedan ruinas que no permiten precisar fidedignamente como sería su planta, pero el propósito, también defensivo, tenía por fin la vigilancia del canal mencionado anteriormente, así como, del Canal de Marim y de la isla de la Armona.

Fuzeta La Fuzeta, al igual que Olhão es otra población que surgió de un núcleo de pescadores, nació en la orilla de la Ría Formosa, rodeada de campos de sal y de tierras fértiles, donde se elabora buen vino. De caserío blanco y animado, se distingue la Iglesia Matriz edificada en el siglo XIX y consagrada a Nossa Senhora do Carmo. 125

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Tal como toda la franja litoral integrada en la Ría Formosa, la isla de la Fuzeta se nos presenta justo enfrente de la población, a escasos metros. Hay transportes periódicos que nos permiten disfrutar de un extenso arenal de fino y blanco grano, y de un mar de aguas cristalinas, imponente en días de levante. Cristalina también es la sal, extraída de las salinas, campos salados que a lo largo de la Ría, delinean sus márgenes. En otros tiempos, las salinas, todas tradicionales por el trabajo arduo que exigen, muchas fueron industrializadas o transformadas para acuicultura. En cuanto a la sal, la importancia de este producto es secular, retrocediendo al tiempo de la ocupación romana a los primeros vestigios de su utilización, como demuestran los tanques de salazón existentes en la Quinta de Marim y en la civitas de Balsa. Acompañan, de vez en cuando, estos complejos industriales, edificaciones notables, que hoy en día forman parte de la arqueología industrial - hablamos de los molinos de marea. El siglo XIII fue señalado por la aparición de este tipo de construcciones, que se prestaban a la molienda de cereales a través de mecanismos dotados de grandes molinos de piedra, accionados por la fuerza de las aguas, siendo éstas controladas por compuertas.

Quelfes En 1518 ya existían vestigios de lo que hoy es llamado de sitio de Quelfes, siendo la puerta gótica de su actual iglesia testimonio de que la construcción, o la primera construcción existente, es resultado, al menos, del siglo XV. Se destaca también el Puente Viejo de Quelfes, clasificado como Edificio de Interés Público.

Fiestas, cultura, tradiciones y gastronomía Las leyendas son frecuentes, estando muchas veces asociadas al pasado morisco de estas tierras del Algarve. En Faro, reza la leyenda que cuando los musulmanes conquistaron la antigua aldea de pescadores, donde se alza hoy la capital del Algarve, encontraron la imagen de la Virgen y la arrojaron al agua, quedándose en ese mismo momento las aguas despojadas de cualquier pez, como si fuera un castigo. La recuperación de la imagen trajo de nuevo la abundancia de especies a aquellas aguas. 126

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Olhão es la tierra del “bioco”, capa negra de capucha que tapaba integramente a las mujeres en sus salidas diarias, protegiéndoles el rostro y las vestiduras, como las de la “estória de Floripes” contada de generación en generación. Narra la leyenda que una mujer de piel blanca con largos cabellos, sujetando una vela encendida en la mano, aparece en noches de luna llena, llamando a los hombres para que la sigan mar a dentro. Agradeciendo lo que la Ría y el mar ofrecen, la gastronomía del litoral es rica en platos de pescado y marisco, como el “arroz de lingueirão” (longueirón), el arroz de pulpo, las “feijoadas de marisco” (plato con judías), las “cataplanas” (cocinado en cazuela) tradicionales, de pescado o solo de marisco, el “xerém” o “papas de maíz” (plato con harina de maíz) confeccionadas con “torresmos” (tocino frito) y coquinas, las sopas de pescado, los “choquiños fritos con tinta” (chocos pequeños), las lulas rellenas, la raya “alhada” (con ajo), los “charrinhos alimados” (chicharros), las “caldeiradas” (cozido de pescado), las huevas de choco, huevas de pulpo asadas, y un sin número de platos variados que se juntan al marisco y moluscos de notable calidad y que se pueden hallar en los restaurantes de estas localidades. Existen también platos menos comunes, pero no menos demandados, que por aquí deleitan a los algarvios y a muchos de los que los prueban en el comienzo de la primavera, hablamos de los caracoles. En Olhão, la Navidad está marcada por el pescado “galhudo” o “litão” (mielga), pescado que se compra seco y que hasta hace pocos años se podía ver en grandes cantidades secando junto a las puertas del mercado. En la mesa no pueden faltar las “filos” o “trutas”, que pueden ser rellenadas con patata dulce, almendra o “gila” (cabello de Angel). En Pascua surge la “vila de amêijoas”, plato típico de gran tradición, al cual se dedica anualmente un lugar de destacado en esta misma ciudad durante el evento también llamado de “Vila de Amêijoas”. Como evento gastronómico, pero también cultural, se destaca el Festival del Marisco realizado en esta ciudad durante el mes de Agosto, que atrae a esta tierra a millares de visitantes. De la artesanía de Olhão se destacan los zapatos de “ourel”, siendo cada vez más difíciles de encontrar. Los más antiguos se confeccionaban con suela de madera o suela de piel y su interior era totalmente confeccionado con el tejido de los uniformes de los soldados, siendo su exterior confeccionado con esa materia, telas de color, cintas de pelica (piel de cabritilla) y piel de conejo, siendo posible conseguirlos en varios tonos. 127

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En Moncarapacho la alfarería tiene lugar destacado. Pueden ser fácilmente encontradas las miniaturas de las típicas chimeneas del algarve, decorativos ladrillos y alcatruces, utensilios aún hoy usados en la pesca del pulpo. No solo por la belleza de los eventos o por la tradición que encierran, pero particularmente por la fe y la devoción que las gentes del mar les dedican, las manifestaciones religiosas de Semana Santa en Faro y en Olhão tienen mucha tradición, siendo de destacar la belleza de la imaginación que las compone. En la ciudad de Olhão es también digna de referencia la procesión del Señor de los Passos, realizada normalmente el tercer domingo de Cuaresma, y en Fuzeta la Fiesta de Nossa Senhora do Carmo, patrona del pueblo, se consagra el primer domingo de Agosto. En una fiesta llena de fe y singularidad es realizada la procesión de Nossa Senhora dos Navegantes de la Isla de la Culatra, anualmente en Agosto, durante el primer o el segundo fin de semana, teniendo como palco la Ría. Pero existen también manifestaciones de carácter no religioso destacables, como la tradición de los “Maios”. Muñecos de paño y paja que ganan vida, el día primero de Mayo para celebrar la Primavera y el despertar de la vida, a lo largo de la carretera EN125, entre Alfandanga y Fuzeta, en el borde de la carretera, en cima de los parapetos, en las azoteas de las casas, ilustrando escenarios de la vida cotidiana.

Para saber más... Las “feiras” y los mercados locales son extremadamente interesantes y nos acercan a las costumbres y tradiciones de los pueblos visitados. En estas tierras del Sur no es diferente, muchos son los que pueden ser visitados tal como las Feiras de Faro —la del Carmo el 16 de Julio y la de Santa Iria de 20 a 30 de Octubre, en Olhão— la Feira de São Miguel de 23 a 29 de Septiembre, siendo la fecha de 6 de Octubre señalada por la Feira de Almansil y 1 de Octubre para la de Moncarapacho. En ellas podemos encontrar artesanía, curiosidades y toda una panoplia de dulces regionales, así como otros productos gastronómicos: variedad de higos secos, higos rellenos, estrellas de higo, almendras, algarroba y muchos otros frutos secos.. El Carnaval forma parte ya de la vida cotidiana en varias localidades del Algarve, siendo una de ellas Moncarapacho, tratándose de un evento con raíces muy antiguas y bien conservadas. Es una de las atracciones turísticas por excelencia. 128

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Parque Natural da Ria Formosa Tavira · Cacela

Luz de Tavira Construida junto a la carretera EN-125, antiguamente lugar de pocas casas, su desarrollo se debe un poco a los milagros atribuidos a la Señora da Luz. Está simbolizada por una imagen de jaspe que se encuentra en la Iglesia de la localidad, tratándose este edificio de un bello ejemplar de las Iglesias-salón del siglo XVI, presentando alteraciones inducidas después del terremoto de Lisboa de 1755. Cerca de Luz, precisamente en el Sítio do Pinheiro, se puede observar una edificación también de tipología militar, la Torre de D’Aires o Ares, otra más de las torres albarranas que son una de las características del litoral onubense-algarvío. Es de una planta circular y presenta, debido a las restauraciones recientes efectuadas en 1996 por el Ministerio del Ambiente, un buen estado de conservación.

Santa Luzia Surge en el siglo XVI, como consecuencia de la construcción de la ermita consagrada a Santa Luzia que posteriormente dio lugar a la actual iglesia. Poblado sencillo, de tradiciones ligadas desde siempre al mar, esta población apellidada de “menina e moça”, posee un “arraial” que le daba apoyo a la almadraba de la pesca del atún del Barril, activada en 1842, de la cual podemos todavía sentir la presencia por las decenas de anclas que se encuentran en la playa, que en realidad son una ínfima parte de lo que era este tipo de arte. La faena comenzaba en el inicio de la Primavera, con el lanzamiento de la complicada y dispendiosa almadraba al mar, para ser después retirada en Septiembre. Eran muchos los tipos de embarcaciones que acudían al local, para cumplir cada uno con su papel. Desgraciadamente, este arte de pesca se vio obligado a desaparecer, con el desvío de la ruta de los bandos de atún. Pero Santa Luzia subsistió, en lo que respecta a la pesca, sus pescadores se dedican a la pesca del pulpo, pero el turismo trajo también desarrollo a la zona, encontrándose, justo enfrente a la Playa del Barril el complejo turístico de Pedras D’ El Rei.

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Parque Natural da Ria Formosa Tavira · Cacela

Tavira Erguida donde el Río, apellidado de Séqua o de Gilão, abraza la Ría, esta antigua ciudad tiene sus orígenes ligados a la época de ocupación fenicia o cartaginesa. D. Paio Peres Correia conquista la ciudad a los Musulmanes en 1242, habiendo sido donada por D. Sancho II a la Orden de Santiago. En 1266 fue la primera ciudad del Algarve que recibió carta foral, siendo elevada a ciudad en 1560. Ligada a la agricultura, a las salinas y a la pesca, de donde se destacaban las célebres almadrabas de atún, hoy extintas. Se mantiene ligada, hasta los días de hoy, a las mismas actividades económicas. Esta bella ciudad presenta una cuidada distribución urbanística y, podemos observar, que existe una gran preocupación en preservar el diseño original de los edificios antiguos, tanto como de construir los más recientes a su semejanza. El perfil del paisaje está hecho por los singulares tejados “tesoro”, a los cuales se unen las coloridas y trabajadas barandillas y las puertas de rejilla. Ciudad patrimonial por excelencia, tiene muchas cosas para ver, destacando las 37 iglesias existentes, de las cuales se pueden señalar la Iglesia de Santa María do Castelo donde descansan los siete caballeros, que según la leyenda se encuentran asociados a la conquista de la ciudad. Con fecha del siglo XVI la Iglesia de la Misericordia de Tavira, considerada una de las más valiosas de la ciudad, se trata indudablemente de uno de los más importantes ejemplares del Renacimiento en el Algarve. La Iglesia de S. Paulo, o de Nossa Senhora da Ajuda, remonta su edificación al 1606. Perteneciente a la segunda mitad del siglo XVIII, de planta de cruz latina, y cobertura de bóveda de la Iglesia do Carmo, destacándose por su notable obra de talla y la Iglesia de las Ondas por la devoción que le tienen los hombres del mar. Reflejado en las aguas que lo envuelven, hallamos el Puente reconstruido del siglo XVII sobre edificación romana que formaba parte de la vía romana Faro-Mértola. Entrar por el enredado de calles, es descubrir poco a poco lo que resta del Castillo, mandado edificar por D. Dinis en el siglo XIII, siendo aún visibles algunas murallas, entre las edificaciones más recientes, pertenecientes al conjunto defensivo, presentando muchas de ellas fecha anterior. La estación arqueológica romana de la Luz, clasificada como Edificio de Interés Público, corresponde a las civitas de Balsa, y con los vestigios encontrados, termas, depósitos de salazón, mosai130

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Parque Natural da Ria Formosa Tavira · Cacela

cos y diversas sepulturas, se puede constatar que se trata de una estación arqueológica de gran valor. En la margen izquierda del río, junto a la desembocadura, existe una construcción singular, hoy transformada en hotel, ligada a las almadrabas de atún, hablamos del Arraial Ferreira Neto, hoy Hotel Albacora, interesante local de visita, no solo por la estructura arquitectónica, sino por la representatividad de la construcción y por el Núcleo Museológico de la Pesca del Atún, que en él funciona. De la arquitectura defensivo-militar hay que destacar el Fuerte de la Conceição, también llamado Fuerte de São João o Fuerte de São João da Barra, edificación del siglo XVII-XVIII, con posteriores intervenciones de rehabilitación, situado en Cabanas de Tavira. Resaltar también el Fuerte do Rato, construcción del siglo XVI, destinada a la defensa militar del Puerto de Tavira, junto a la desembocadura del Río Gilão. Pero esta linda ciudad, no solo es patrimonio. El comercio, la dinámica cultural, la gastronomía, se alían a la Isla de Tavira formando un producto turístico. Con accesibilidad por transportes con salida de Tavira y de Quatro Águas, la Isla de Tavira tiene un agradable camping y buenas infraestructuras, que permiten disfrutar de una extensa playa de arena fina, con una enorme extensión que permite el recorrido hasta las Pedras d’El Rei, pasando por Santa Luzia.

Cacela Velha De orígenes remotos, defienden algunos que se remonta a los Fenicios, aunque no existan vestigios ni documentación que lo compruebe, conserva numerosos vestigios de la civilización romana. En 1240, D. Sancho II la toma a los Musulmanes, perdiéndola enseguida, habiendo sido conquistada definitivamente, en 1242, por D. Paio Peres Correia. Recibe en 1283 Carta Foral por la mano de D. Dinis. Se impone al mar desde lo alto de su fortificación, permitiendo a quien la visita disfrutar de una vista panorámica extraordinaria. La Iglesia Matriz de Nossa Senhora da Assunção fechada a principios del siglo XVII, y edificada sobre las ruinas de una antigua construcción data del final del siglo XIII, conserva de la misma época una pequeña puerta lateral, siendo de destacar la capilla de Senhora dos Mártires y la verja de hierro, del siglo XVII, de la Capilla del Santísimo. 131

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Parque Natural da Ria Formosa Tavira · Cacela

Fiestas, cultura, tradiciones y gastronomía Tal como Faro y Olhão, y como todas las ciudades litorales del Algarve, Tavira no se queda atrás con la gastronomía de la región. Pescado fresco, asado o confeccionado de otras formas, “açorda de marisco”, variados platos de pulpo y, claro, nunca ha de faltar el atún, tradición ligada a las tan famosas artes de pesca de esta localidad. En la repostería cabe destacar los “folhados” de Tavira como el dulce más tradicional de esta ciudad, pero no faltan tampoco los dulces de almendra y de higo, asi como los famosos licores y buen vino. El municipio, en los últimos años, ha organizado un festival/concurso gastronómico para promocionar lo que se hace en la gastronomía tradicional. En Cacela las ostras son muy famosas, siendo también posible apreciar unas buenas almejas, entre otros manjares exquisitos. Las Fiestas de la Ciudad, realizadas durante el mes de Junio, muy famosas, así como las Fiestas de los Santos de los pueblos que con ellas coinciden, acompañadas de bellas leyendas, ligadas a romances de frontera. De una linda princesa mora se cuenta que aparece todos los años y en víspera de S. João, en las terrazas de la muralla. Dicen que fue encantada por el propio padre AbenFabila, señor de aquellas tierras, el día en que las disputó en la batalla con D. Paio Peres Correia. Por miedo de que la pudiese perder por la muerte, el padre la encantó para poder liberarla mas tarde, lo que no llegó a pasar, dejando así hasta hoy, a la bella doncella esperando que su caballero venga a desencantarla.

Para saber más... Si se coincide en el calendario, es realmente notable, observar el desfile de las Charolas como evento secular que se repite en los primeros días de todos los años, y que se traduce en romerías de grupos que tocan y cantan por las calles en devoción al Niño Jesús, y cuando se da el “acaso” y se encuentran en plena calle hacen cantos al desafío. El Carnaval de Tavira, asi como el de Moncarapacho y el de Loulé, es también de gran diversión, presentando un desfile colorido, teniendo ya asegurada su continuidad como otro atractivo mas para el visitante. No debe perderse la Feira de las Endoenças realizada los viernes, la Feira de lo Senhor da Boa Morte en Agosto y la Feira de São Francisco en los días 5 y 6 de Octubre. En verano, la animación de calle es una constante en Tavira, y muy cerca, en Luz de Tavira, se realiza el Festival Internacional de Folclor, durante el mes de Agosto. 132

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Reserva Natural do Sapal de Castro Marim e Vila Real de Santo António

Vila Real de Santo António Vila Real de Santo António tiene como fecha de creación el siglo XVIII, y fue fundada por interés de Sebastião de Carvalho e Melo, el Marquês de Pombal, con el deseo de transformarla en uno de los puertos pesqueros más importantes del país. De planta claramente pombalina, a semejanza del centro de Lisboa y reconstruida despúes del terremoto de 1755, las calles presentan una geometría singular debido a la simetría y perpendicularidad entre las mismas encaminándose todas en el sentido del Río donde encuentran la Plaza Marquês de Pombal, antigua plaza real, donde puede ser contemplado el obelisco central, destacándose la Iglesia Matriz, y el edificio del Ayuntamiento. Junto al Río Guadiana, el edificio de la antigua alfandega (aduana), uno de los primeros en ser construidos, es testimonio del bullicio de otros tiempos, en que el paso para Ayamonte se hacía en barco. Naturalmente ligada al mar, las actividades que contribuyeron para su desarrollo socioeconómico fueron, desde siempre, la pesca, la industria conservera y la construcción naval, ligadas en la actualidad al sector turístico que se ha mostrado como un gran motor de desarrollo local, contribuyendo éste y su proximidad con la vecina España, para un sostenible desarrollo comercial. Muy cerca, como a lo largo de toda la línea costera de la región, múltiples playas de arena blanca esperan una visita.

Castro Marim Esta pequeña villa de caserío típicamente algarvío, blanco de cal listado en azul cobalto, cubiertos por tejados con teja de la región y rematados por lindas chimeneas algarvías llama la atención de quién por ella pasa. De orígenes remotos siempre en la frontera, y conquistada a los Musulmanes por D. Paio Peres Pereira en 1242, fue en 1277 con el fuero concedido por D. Alfonso III cuando comenzó su poblamiento, habiendo esta honra sido renovada en 1282 por D. Dinis y de nuevo en 1504 por D. Manuel. Debido a su preciosa localización, está rodeada por tierras fértiles y por productos extraídos del Río y del mar, pero también gracias a ésta, fue de marcada importancia como punto estratégico de defensa contra los musulmanes y más tarde como puerto pesquero y comercial. 133

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Reserva Natural do Sapal de Castro Marim e Vila Real de Santo António

Dentro del patrimonio edificado destaca la Iglesia de Nossa Senhora dos Mártires que fue mandada edificar en el siglo XVIII y que sirve de sede parroquial desde 1755. De la Iglesia de S. Sebastião con intervenciones del siglo XIX, se destaca un retablo del siglo XVII, con representación de la Virgen María y los Santos, y también interesantes son los del final del siglo XVIII.

El Castillo, construido por D. Alfonso II, con posteriores intervenciones mandadas por D. João IV tras la separación de España en 1640, presenta, en su espacio interior, vestigios de edificaciones de la Edad del Hierro y de la Época Romana. Sobre el terreno pueden ser observadas las ruinas de la Iglesia de Santiago, que presenta un pórtico estilo renacentista todavía en muy buen estado de conservación. Existe también el Castillo Viejo, reconstrucción musulmana, de planta cuadrada, protegido por cuatro torreones y dos puertas. Situado en el Cerro do Cabeço se yergue el Fuerte de S. Sebastião, que hace frontera con el castillo, mandado edificar por D. João IV. La Reserva Natural de Castro Marim y Vila Real de Santo António es de obligada visita, tanto por la belleza del espacio, como por la diversidad de la fauna y de la flora. La Sede tiene un Centro Interpretativo y los visitantes pueden optar por quedarse alojados en la Reserva en una de las Casas-refugio, la del Cerro do Seixo, o la del Cerro da Rocha. 134

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Fiestas, cultura, tradiciones y gastronomía La gastronomía, como en todo el resto del Algarve es rica en platos de pescado, evidenciándose en Vila Real de Santo António los platos cocinados con atún, como la estupeta, la mojama, o la espiñeta, atún en vinagreta, sin dejar de hacer referencia a las coquinas, y toda la variedad de pescado fresco asado al carbón o a la plancha, como numerosos otros platos ya mencionados a lo largo de este guía y que son comunes a toda la región. En cuanto a los dulces hay que buscar los “carriços y los bolinhos de amor”. En Castro Marim, la Fiesta de Nossa Senhora dos Mártires realizada en homenaje a la Patrona de la ciudad, se celebra entre el día 14 y 15 de Agosto, está marcada por momentos religiosos y por otros eventos culturales, entre ellos una muestra de artesanía, donde son expuestos trabajos de cestería, telares, cuero, empreita, doçaria y renda, entre otras artes. Los Días Medievales de Castro Marim son ya una marca. El evento se realiza en verano, entre Agosto y Septiembre, dura tres días y transporta, como el propio nombre indica, al pueblo y todos aquellos que lo visitan hasta la época medieval. El castillo gana vida, los figurantes se visten de esa manera, todo se traslada en el tiempo, los juegos, el teatro, la música, la danza, las costumbres y la gastronomía. Es sin duda uno de los eventos culturales más significativos de la región.

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El Litoral Onubense

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esde la desembocadura del Río Guadiana hasta la del Río Piedras, una serie de pueblos blancos viven entre la mar y la agricultura de primor, que anda cambiando el perfil de sus campos y también de la economía de la zona: Lepe, Isla Cristina y Ayamonte. Importantes urbanizaciones claramente dedicadas al sector turístico empiezan a innovar en ese otro campo tan crucial de la economía onubense-algarvía que es el sector servicios. No se debe olvidar una industria salazonera que elabora productos de primera calidad, como tampoco es posible soslayar, a poca sensibilidad que se tenga, esa luz que baña estas últimas tierras de España, este rincón peninsular, una luz retratada por los numerosos artistas locales y buscada por los foráneos.

Ayamonte El cartaginés Himilcón recorrió esta costa hace unos 2.600 años, describiéndola de forma detallada. Al oeste el río Ana, —Wad Ana para los árabes— formaba un profundo lecho y sus aguas cenagosas desembocaban por dos brazos. Había allí dos islas, una pequeña —Isla Canela— y otra mayor, llamada Agónida —Isla Cristina—. En los tiempos romanos, Ostie Fluminis Anae —Ayamonte— se localizaba en la ribera del gran estuario del río Guadiana, unido su destino desde siempre a la mar y a su condición de frontera con el vecino Portugal. Una frontera fluvial que dejó atrás viejas guerras y amenazas nacionales para convertirse en un motor del desarrollo económico de las poblaciones a ambos lados del río. En la actualidad el bello Puente internacional del Guadiana, obra del equipo portugués de Cancio Martins, simboliza la definitiva unión de dos comarcas, el Algarve y la Costa Onubense, que partiendo de un sinfín de similitudes históricas, socioeconómicas y biogeográficas deben caminar juntas en el futuro. Ayamonte ofrece además de la calidad y hermosura de sus Playas un rico patrimonio arquitectónico. Las Iglesias del Salvador y San Francisco, ambas del siglo XV, de estilo mudéjar, amplias y perfectamente conservadas, así como la Capilla de San Sebastián que combina el mudéjar con el gótico —siglo XVI— dan paso, en un recorrido ideal por Ayamonte, al barroco perfectamente integrado en el sabor y el color del pueblo. Son los casos de construcciones del XVII y XVIII como Santa Clara, de evidente estruc136

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tura gótica, La Merced, Nuestra Señora de las Angustias de reminiscencias mudéjares, la conocida como Casa Grande, adquirida y levantada su fachada barroca por D. Manuel Rivero “El Pintado” en el siglo XVIII, para lo cual mandó traer de Cádiz la célebre “piedra ostionera”, o el palacio del Marqués de Ayamonte, restaurado por el célebre pintor Florencio Aguilera y en el que se encuentra el “Patio de la Jabonería”. No debemos olvidar los Molinos Mareales, de los que Ayamonte aún posee algunos en pie como el Molino de Aguirre o de San Antonio, así como los restos del espectacular Molino del Pintado. La imaginería barroca que se conserva en Ayamonte ha dado fama sobre todo a su Semana Santa. Pueblo de artistas, la increíble luz de la puerta de España ha originado generaciones de buenos pintores que hacen perdurar toda una tradición pictórica y escultórica en la ciudad. Una recomendación obligada es la subida por el Río Guadiana hasta Sanlucar de Guadiana o hasta el Puerto de la Laja. Para grupos es posible usar alguno de los antiguos transbordadores que, aún después de abierto el Puente Internacional sobre el Guadiana, siguen uniendo Ayamonte con la vecina Villa Real de Santo António. Otro lugar con un encanto especial es la población marinera de la Punta del Moral, a 7 Km de Ayamonte, en Isla Canela.

Isla Cristina Esta ciudad, relativamente joven, data de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando pescadores provenientes del Mediterráneo, catalanes y levantinos fundamentalmente, establecieron aquí sus bases de pesca. Dedicados sobre todo a la sardina, construyeron un poblado que debido a la enorme riqueza de estos caladeros fue creciendo espectacularmente. El nombre primigenio de la población fue el de La Higuerita, en honor al árbol simbólico junto al que se estableció un pozo de agua dulce y los primeros chamizos. Posteriormente fue sustituido por el de Isla Cristina, en honor de la reina María Cristina, quien a finales del siglo XIX, auxilió a la población en una época de epidemias y penurias. El asentamiento original se realizó sobre una isla-barrera, formación geomorfológica originada por la dinámica litoral, separada del rosario de islas-barrera del resto del litoral por las barras de la Higuerita y de la Tuta, la cual comunicaba la población de La Redondela con el mar abierto. Con el tiempo estas formaciones se fueron uniendo formando una flecha litoral unida al continen137

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te, que permitió la creación de un ecosistema de marismas a su abrigo. Estas constituyen actualmente el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina —del río Guadiana y ría del Carreras—. Isla Cristina ha vivido momentos de gran esplendor económico, siempre con la mar como fuente de riqueza, creándose además numerosas factorías de salazón y conserva. Se transformó parte de la marisma para la creación de Salinas que suministraran sal, algunas de las cuales aún pueden admirarse hoy en día, estableciéndose numerosos Carpinteros de Ribera. Su puerto pesquero ocupa uno de los primeros lugares en capturas del país. Isla Cristina también ha sido uno de los balnearios históricos de Huelva, favorecido por la calidad de sus playas, la exquisitez de su gastronomía marina, su atractivo entorno paisajístico y su magnífica luminosidad y bonanza meteorológica. En su patrimonio destaca la iglesia de los Dolores, con importantes pasos de Semana Santa en su interior. Por su especial belleza hay que destacar el Muelle Pesquero desde el que se puede disfrutar de las hermosas marismas y ría del Carreras, y “El Cantil”, en la desembocadura, próximo a la marinera barriada de Punta del Caimán. Tiene Isla Cristina un moderno Puerto Deportivo con buenos servicios y excelente situación.

Lepe A esta ciudad se la considera como el centro inductor de toda la renovación agrícola onubense-algarbía, y ya en el pasado fue famosa por sus exportaciones de vino a Inglaterra e higos al resto de Europa. Pero su economía actual no sólo se basa en la explotación del campo, sino que juegan un papel importante tanto el turismo y la construcción, como la pesca. Los 5 kilómetros que la separan del mar no son excusa para apreciar una estrecha vinculación con éste, y prueba de ello es su pasado marinero, siendo un importante puerto en la Edad Media y la moderna, participando activamente en los acontecimientos del Descubrimiento de América. De entre las más renombradas playas del litoral onubense-algarvío se encuentran las situadas entre la desembocadura del río Piedras y la ría del Carreras. Playas de Nueva Umbría, La Antilla e Islantilla, entre otras. Junto al recogido puerto pesquero de El Terrón, en el río Piedras, se halla el recinto donde se celebra anualmente la Romería de la Bella, pudiendo observarse los restos del Convento de Santa 138

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María de la Bella, que albergó a la Virgen hasta su traslado a Lepe. En el Barranco de la Vera, camino de La Antilla, encontramos la Torre Almenara del Catalán, del siglo XVII, vigía para prevenir de los ataques turco-berberiscos y del peligro permanente que representaban los moriscos. Desde ella podemos admirar una espectacular vista del Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido y conocer la historia y elementos del paisaje en el Punto de Interpretación del Litoral instalado en su base. La estampa de La Antilla responde a la imagen idealizada que se tiene de los pueblos costeros dedicados al turismo. Un trazado urbano cómodo y bien cuidado junto al mar, que contrasta el bullicio veraniego con la tranquilidad de los días festivos en temporada baja. En su extremo de poniente pervive aún un pequeño Poblado de Pescadores, que alegra la playa con sus embarcaciones de vivos coloridos y que las anima en verano al regresar de la mar con la pesca de los trasmallos. Junto a él, se ha creado el moderno complejo turístico de Islantilla, en referencia a los municipios de Lepe e Isla Cristina, que lo gestionan a través de una Mancomunidad. Hoteles, restaurantes y Campo de Golf de Islantilla, de 27 hoyos, que alberga importantes competiciones a lo largo del año, se completan con una apuesta decidida por el desarrollo del Turismo Verde, señas de identidad de este nuevo hito en el panorama turístico onubensealgarvío. Junto a ella, Urbasur, entrando ya definitivamente en el término municipal de Isla Cristina, contrasta con su urbanización de chalets y apartamentos en un entorno forestal que goza de una tranquilidad envidiable. Tierra adentro y situada en el término municipal de Isla Cristina y a 7 Km de ésta, La Redondela es hoy una entidad local autónoma, que cuenta con un rico pasado histórico, remontándose su origen al período almohade del S.XII. Muy cerca de allí aparecen los restos de una población romana dedicada a la salazón y enterrada hoy por el cordón de dunas, lo que nos indica que su origen estuvo ligado a la explotación de los recursos del mar, pero que debido a la colmatación del estuario del Río Carreras y el desarrollo de la barra-litoral fue alejándose del mar, volcándose por ello hacia la agricultura de cítricos y fresones. Paseando por sus calles podemos sorprendernos con la Iglesia de los Doce Apóstoles, levantada en el siglo XVI y reformada en el siglo XVIII. En la Casa Consistorial de la villa se encuentra una sala mudéjar del siglo XV. Cerca de la localidad, se encuentra el Palomar de la Huerta Noble, una increíble construcción barroca que llegó a albergar cerca de 70.000 palomas. En la finca, pro139

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piedad que fuera del ilustrado D. Manuel Ribero “El Pintado”, se encuentra también un Cortijo y un Vía Crucis flamenco de azulejería de estilo portugués del mismo siglo XVIII. Las marismas creadas también han mantenido actividades diversas como las salineras y el marisqueo, y aún pueden verse los molinos mareales. Muy cerca del paraje y de la población, merecen la atención el Pinar de La Redondela como bosque litoral en el que habita la mayor concentración de camaleones de la provincia.

Fiestas, cultura, tradiciones y gastronomía El Carnaval ha cobrado un auge muy interesante en los últimos años y en Isla Cristina nunca dejaron de celebrarse desde el siglo XVIII, siendo los de mayor arraigo y espectacularidad de toda la provincia. En el mes de agosto prestigiosas orquestas de todo el mundo se dan cita en el ayamontino y acogedor “Patio de la Jabonería”. Es el Festival Internacional de Música Ciudad de Ayamonte, que alcanza un nivel de primer orden en su cita anual. El Festival Coral del Atlántico, en noviembre, constituye la aportación de Isla Cristina al mundo musical, cualidad artística que cultiva el pueblo a través de la calidad de sus murgas y comparsas carnavaleras y de su Coral Polifónica. Estos dos festivales forman trilogía con el Festival Internacional de Danzas de la vecina Villablanca, en septiembre, cuyo eco trasciende en actuaciones por diversas poblaciones de la provincia. La Feria Agrícola de Lepe, que se celebra cada segunda quincena de septiembre con el nombre de Agrocosta, reúne las últimas innovaciones tecnológicas en el campo de la agricultura. No olviden que Lepe ha sido centro inductor de toda la revolución verde de la agricultura onubense-algarbía. En cuanto a las festividades religiosas, tiene una especial fama la Semana Santa de Ayamonte, debido a las imágenes que procesionan. Lepe gira en torno a sus patrones San Roque y la Virgen de la Bella. En agosto celebran las Fiestas Patronales y la Romería de la Bella se celebra el segundo domingo de mayo. La festividad de la Virgen del Carmen y de la Virgen del Mar, patronas de los marineros, es celebrada en Isla Cristina y Punta del Caimán, respectivamente, en julio y agosto, con actividades populares y lúdicas. Las Fiestas de la Virgen del Rosario son las patronales de Isla Cris140

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tina, celebrándose el 7 de octubre con actos religiosos y culturales. En Ayamonte, en el mes de mayo se celebra la Romería de la Santa Cruz y las Fiestas de Nuestra Señora de las Angustias son el 8 de Septiembre. El 13 de Noviembre las de San Diego. En los restaurantes y bares de la zona —Puerto del Terrón, Lepe, La Antilla, Isla Cristina, Ayamonte y Punta del Moral— se pueden consumir mariscos de primera calidad, como langostinos y gambas blancas de la costa. También los fritos son tratados con mimo en esta tierra de marineros. Otros platos típicos van ligados igualmente a las pesquerías. Es el caso de los chocos con habas y guisantes o la raya en pimentón. Todo ello deberá ir acompañado de las “pimentadas”, unas ensaladas de pimientos y tomates asados. El arte culinario en Isla Cristina es cultivado con todos los honores que merecen las cosas importantes. Pellejitos, ”ahijás”, encebollados y mechados de atún, raya en pimentón, cazón con tomate, ”piriñacas”, arroces marineros, longuerones en salsa, ovas de choco y en general guisos y frituras de los mejores pescados de estas costas. Para la repostería tampoco deben faltar palabras de elogio: “borregos”, una típica galleta isleña, “sultanas” de coco y huevo y las extraordinarias “cocas”, de claro origen mallorquín, que aquí se preparan como dulce basándose en almendras y cabello de ángel. Las salazones acompañan a las finísimas coquinas o almejas y el tradicional “pescaíto frito” en cualquier carta de un restaurante que se precie. Pero la estrella es sin duda el atún.

Para saber más... Fresones, naranjas, almendras, higos frescos o pasos. Toda una riqueza agrícola en los alrededores de este camino onubense. Esta es la primera recomendación al viajero por esta tierra. Es inexcusable una visita a las tan tradicionales como afamadas Fábricas de Salazones de pueblos como Isla Cristina y Ayamonte. Conservas de atún, caballa o melva en aceite y los excelentes salazones de sardinas prensadas o mojamas de atún, son algunos de los productos típicos de la zona. Completan el panorama dulces tan celebrados como la “coca isleña”. Si fama tienen los salazones, la construcción de las hermosas réplicas de las carabelas y naos vinculadas al Descubrimiento de América por los Carpinteros de Ribera de Isla Cristina se han popularizado en medio mundo, así como las maquetas de barcos tanto en Lepe como en Isla Cristina y Punta del Moral. 141

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Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, Reserva Natural Laguna del Portil y Paraje Natural Enebrales de Punta Umbría

Aljaraque Elevada sobre la planicie del Paraje Natural Marismas del Odiel, en sus orígenes factoría púnica, se sitúa ésta que fuera después alquería árabe de donde procede su nombre En la actualidad forma parte del entorno periurbano de Huelva, aunque guarda rincones de valor histórico y artístico, en su inconfundible trazo heredado de tiempos anteriores a la Reconquista. Se pueden visitar el Templo Parroquial, de los siglos XVII y XVIII y las Edificaciones Mineras del XIX sobre el río Odiel, en la Barriada de Corrales.

Punta Umbría Comunicada con Huelva tanto por mar como por carretera y en breve por “vía verde para bicicletas”. Es Punta Umbría la pionera del turismo en la provincia, al ser elegida hace más de un siglo como punto de descanso y veraneo por la colonia extranjera instalada en Huelva. Una punta de arenas limpias, finas y doradas se adentra en el mar. Hoy Punta Umbría presenta una fisonomía muy distinta de la que vieron los ingleses, de cuya presencia quedan algunas de las magníficas y peculiares viviendas de madera en las que pasaban el verano y a las que se conoce como Casas de los Ingleses. Sin lugar a dudas es el turismo la base de su economía, transformando su perfil urbano de una manera radical en poco tiempo, debemos recordar que una gran parte de la flota que faenaba en el caladero saharaui, tenía su base aquí, en Punta Umbría. Pero la historia nos revela que antiguas poblaciones habitaron estos apartados parajes, ricos en pesquerías. Vestigios romanos y árabes asoman con facilidad en zonas como La Peguera o el Alcornocal y una continuidad en el poblamiento de la localidad nos llega hasta principios del siglo XVII, cuando se refugian los vecinos en torno a la recién levantada Torre de la Umbría, construida para proteger y dar aviso de las incursiones de piratas y saqueadores. Se trata de una torre llamada de vigía o de almenara, por el fuego que se encendía en su parte superior para avisar en caso de peligro. Fue una tierra inhóspita, desde que las explotaciones romanas de salazones en el lugar conocido como La Peguera fueran abandonadas. En aquellos tiempos de la Roma Imperial y según los escasos indicios que se tienen, se elaboraba el famoso garum, una valiosísima salsa o condimento basándose en pescado, muy apreciado en las cocinas romanas. 142

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Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, Reserva Natural Laguna del Portil y Paraje Natural Enebrales de Punta Umbría

Desde entonces estas idílicas Playas de La Canaleta, Mata Negra o El Portil, apenas conocieron la presencia humana hasta la llegada de los ingleses, que encontraron este paraíso perdido. Y si la viva belleza de sus playas es cautivadora, la ría que separa la población del Paraje Natural de las Marismas del Odiel, no lo es menos. Situada sobre el mismo límite municipal de Cartaya y Punta Umbría, encontramos un núcleo de población de índole exclusivamente turística. El Portil se sitúa junto a la laguna del mismo nombre, declarada Reserva Natural. Edificios de apartamentos y viviendas unifamiliares dotadas de espacios ajardinados completan este pequeño poblado, que permanece silencioso y fantasmal en temporada baja y bulle de ambiente festivo y lúdico en los meses estivales.

Cartaya Aunque en sus inmediaciones aparecen restos arqueológicos de época púnica y romana, la actual ciudad surge tras la conquista cristiana, una vez expulsados los musulmanes. De este periodo son la fortaleza o castillo de los Zúñiga y la Ermita de la Consolación. Mientras los alrededores de Cartaya están dedicados al cultivo de cítricos o de los famosos fresones, no hay que olvidar que el término municipal es extenso, llegando a la misma desembocadura del Río Piedras, donde encontramos El Rompido. Al abrigo de la Ría del Piedras encontramos una agrupación de casas bajas típicamente andaluzas y un faro antiguo, hoy apagado, pero de bellísima planta y otro más moderno que cumple las funciones de aquél. Un servicio constante de pequeñas embarcaciones posibilitan que el viajero pueda pasar, en verano exclusivamente, a “la otra banda”, de arenas vírgenes que asoman al mar desde la flecha litoral y que constituyen la Playa de Nueva Umbría.

Fiestas, cultura, tradiciones y gastronomía Entre las fiestas más populares hay que destacar los carnavales, la romería de la Santa Cruz en mayo y la Virgen del Carmen en julio. En Aljaraque la Virgen de los Remedios, segunda quincena de mayo y las fiestas patronales a finales de julio. 143

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Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, Reserva Natural Laguna del Portil y Paraje Natural Enebrales de Punta Umbría

Cartaya ofrece buenas oportunidades para la diversión a lo largo del año. En octubre se celebran las Fiestas Patronales de la Virgen del Rosario, y paralelamente a ella se viene celebrando desde 1964 la Feria Agrícola e Industrial con Palacio Ferial permanente. Otra fiesta de marcado acento agrícola es la de San Isidro Labrador en mayo. En Cartaya también alcanza gran solemnidad la Semana Santa con nueve hermandades que realizan estación de penitencia. En la cercana población marinera de El Rompido las Fiestas de Verano coinciden con la gran afluencia de turistas propia de la época estival. Es ante todo una oferta casi exclusivamente basada en las excelencias de los pescados y mariscos de la costa, lo que podremos encontrar por estos lugares. Una despensa como las Lonjas de El Rompido o Punta Umbría, situadas al pie de los restaurantes, hacen verdaderas maravillas en la cocina tradicional. Basta disfrutar de especies como los lenguados, lubinas, rodaballos, pargos o doradas puestas a la plancha o frituras de salmonetes, acedías, chocos o boquerones, para reconocer una cocina con sabor a mar. En cuanto a la gastronomía, está compuesta por una rica gama de productos del mar y de la huerta; coquinas al vapor, gambas cocidas, guisos marineros y una repostería fantástica e imaginativa: mazapanes, pestiños y dulces de calabaza.

Para saber más... El mercado de Punta Umbría siempre ofrece excelentes pescados y mariscos de gran calidad y en verano son típicos los puestos de camarones y cangrejos en la plaza Pérez Pastor. En la calle Ancha de esta localidad hay comercios especializados en artesanía del barro sobre todo, y en ocasiones la oportunidad de adquirir alguna maqueta de barcos de pesca, realizada por los marineros más viejos del lugar. En Cartaya, tan fácil como andar por sus recogidas calles, es encontrar frutas deliciosas de sus modernas explotaciones agrícolas y de sus tradicionales huertas. Si da con una confitería pregunte por las tortas de almendra cartayeras, una auténtica delicia. En lugares como El Rompido pueden encontrarse pescados recién traídos de su Ría o del mar hacia el que se abre el río Piedras.

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Paraje Natural Marismas del Odiel, Paraje Natural Lagunas de Palos y Las Madres y Paraje Natural Estero de Domingo Rubio

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niciamos el recorrido en Mazagón, en el centro del arco suratlántico. Desde su acantilado, en días claros tendremos una buena visión de la región a la que hacemos referencia, y podremos disfrutar de la visita a las lagunas de agua dulce que el manto eólico ha taponado y que constituyen una reserva de agua dulce para las aves migratorias. En esta zona podremos visitar el complejo de lagunas compuesto por: Las Madres, de Palos, La Mujer y el Estero Domingo Rubio.

Palos de la Frontera En la margen izquierda del río Tinto, a 13 kilómetros de Huelva sobre un leve cerro rodeado de huertas, nos encontramos Palos de la Frontera. Si su aporte a la historia está totalmente ligada al mar, y concretamente al descubrimiento, con la partida de las naves desde el hoy conocido como muelle de la carabelas, el presente nos muestra un Palos aún mas agrícola que marinero con el cultivo de la fresa como protagonista. También hay que destacar la evolución sufrida en la población activa tanto de Palos como de Moguer, al producirse un importante traspaso de mano agrícola al sector industrial desde que se instaló el Polo de Desarrollo de Huelva, lo que provocó un aumento en el nivel de vida de la comarca, diversificando las vías de ingresos de sus habitantes tanto por la industria como por la denominada “nueva agricultura”. No hay que olvidar que el verdadero protagonista histórico es el monasterio franciscano de Santa María de la Rábida, junto al que se encuentra la sede de la Universidad Internacional de Andalucía y Sede Iberoamericana del Foro Iberoamericano. 145

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Paraje Natural Marismas del Odiel, Paraje Natural Lagunas de Palos y Las Madres y Paraje Natural Estero de Domingo Rubio

Moguer Su nombre proviene del término árabe “mugar” que significa “caverna”, muy abundantes en la zona. Esta localidad pasó a formar parte de la historia con el descubrimiento de América, junto a Palos. En las orillas del Río Tinto moguereño se botó la carabela La Niña. Sin embargo, tras los primeros viajes colombinos el empuje de Moguer comenzó a decaer por un paulatino despoblamiento causado por el traslado al eje Sevilla-Cádiz de la aventura americana. A partir de entonces será la agricultura la base del sustento de la economía local, y especialmente la vid, hasta principios del siglo XX con la llegada de la filoxera. En los 70 comenzó su despegue con la producción del cultivo de la fresa. Otra cosa muy importante a destacar, es su vinculación con el premio Nobel de literatura Juan Ramón Jiménez. Esta ciudad cercana a Huelva, nos muestra rincones interesantes para visitar como los conventos de San Francisco (S. XV) o el de Santa Clara de estilo gótico-mudéjar. Tambien podemos visitar el museo dedicado a Zenobia y Juan Ramón, en la casa natal del poeta. Compartida por ambos municipios encontramos la Playa de Mazagón, hoy en régimen de mancomunidad, y en el que encontramos un puerto deportivo y un Parador de Turismo, aparte de una utilización recreativa del pinar ocupado por camping y áreas recreativas.

Huelva Situada en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel y elevada sobre cabezos que han caracterizado a lo largo de la historia el perfil de la ciudad, probablemente sea la más antigua de España según los restos arqueológicos hallados en el casco urbano. La presencia continua de poblamiento en estos cabezos es constatable al menos desde antes de que el mítico Tartessos alcanzara todo su esplendor. De los hallazgos encontrados dan buena cuenta las vitrinas del Museo Provincial. De los fenicios parece proceder la 146

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Paraje Natural Marismas del Odiel, Paraje Natural Lagunas de Palos y Las Madres y Paraje Natural Estero de Domingo Rubio

primigenia denominación de la ciudad, Onos Baal, o fortaleza de Baal, de ahí derivaba el Onoba romano y el Awnaba árabe. Poco o nada queda de épocas anteriores a la Edad Moderna. La Iglesia Mayor de San Pedro debía estar ligada al Castillo de la ciudad, del que solo queda la huella. Tiene unos orígenes claramente mudéjares y una factura actual barroca. Las trazas renacentistas de la Iglesia de la Concepción y de la Ermita de la Cinta están desdibujadas por actuaciones posteriores, generalmente del siglo XVIII. De los conventos, el de las Madres Agustinas conserva dos patios mudéjares. El siglo XVIII es definitivo en el patrimonio de la ciudad. De entonces son las torres de la iglesia de la Concepción y de San Pedro y se finalizan las eternas obras del Convento de la Merced, situado en el popular barrio de ese nombre. En el barrio antiguo de la ciudad, San Sebastián y los alrededores de San Pedro, se levanta la Ermita de la Soledad, hoy felizmente restaurada y uno de los más bellos ejemplos que el barroco dejó en Huelva. El siglo XIX y la llegada de los ingleses, atraídos por la explotación de la rica franja pirítica de Huelva, es determinante para comprender el actual perfil de la ciudad. De principios de este siglo es el hermoso barrio obrero Reina Victoria, y de finales es la conocida como Casa Colón, hoy ampliada con un Palacio de Congresos. También de la época —1874— es el Embarcadero de Mineral de Riotinto, uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura en hierro de Andalucía.

Fiestas, cultura, tradiciones y gastronomía Las Fiestas Patronales de San Jorge son celebradas en Palos el 23 de abril, y el 15 de agosto festejan a la patrona de la villa, la Virgen de los Milagros, a quien el último domingo de agosto se visi147

ta en la Romería. También las efemérides de acontecimientos como la Salida de las Carabelas, el 3 de agosto, la Partida del Plus Ultra, el 22 de enero o el Regreso de las Carabelas, el 15 de marzo, son celebradas en Palos. En cuanto a acontecimientos culturales destacaremos la programación estival del Foro Iberoamericano. En Moguer destacan la Semana Santa y otras fiestas religiosas como las Cruces de Mayo y el Corpus Christi. La Romería de Montemayor se celebra el segundo domingo de mayo. En septiembre, los días 8 y 9, se celebran las Fiestas Patronales de Montemayor, con espectáculos taurinos. Entre las actividades culturales, el Festival de Cante Flamenco que se celebra en junio y la programación del Teatro Felipe Godinez. Pese al cambio ocurrido en el sector económico, la proximidad al mar y la tradición hacen que sea tierra de marineros. Platos preparados a partir de las especies más abundantes y prestigiosas del litoral. Los chocos guisados con patatas o las caballas con tomate son dos buenos ejemplos, pero también es necesario recordar los excelentes mariscos de la costa de Huelva, como las gambas blancas, langostinos o cigalas. En repostería los hornazos de almendra y cidra. Y por supuesto los famosos fresones. Los Bodegones de Moguer sirven comidas tradicionales y carnes a la brasa acompañadas de vino mosto del lugar. Son lugares acogedores pero sin lujo alguno, antiguas bodegas que aún conservan las huellas de su primitiva dedicación. Palos y La Rábida también cuentan con restaurantes y mesones en los que puede tomar fuerzas el viajero. En la Playa de Mazagón se encuentran una serie de excelentes restaurantes en los que destacan los platos elaborados con los pescados y mariscos de las costas de Huelva.

Para saber más... Si tratara, quien visita estas tierras colombinas, de llevarse un recuerdo, podrá optar por trabajos artesanales o por toda una suerte de productos relacionados con la gastronomía. Se dan a continuación algunas pistas con sabor. Tanto en Palos como en Moguer se puede encontrar el conocido y sabroso fresón, además de vinos mostos en sus bodegas y vino de naranja y vermú en Moguer. Pero si quieren guardar un dulce recuerdo de Moguer, busquen la tradicional repostería moguereña; pastelitos elaborados artesanalmente, y especialidades como el dulce de membrillo y las quesadillas, se pueden conseguir en las confiterías de la localidad. 148