CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

CURSO UNO: A SEMEJANZA DE CRISTO

SECCIÓN TRES

LA PLENITUD DE CRISTO

“Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” —Efesios 1:9-10

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS MÚLTIPLE OPCIÓN EN LA ANTERIOR SECCIÓN: Capitulo 3: 1.d, 2.b, 3.c, 4.b, 5.c, 6.b, 7.d. Capitulo 4: 1.b, 2.c, 3.b, 4.d, 5.b, 6.d, 7.d, 8.b.

A SEMEJANZA DE CRISTO

© Derechos de Autor 2007 Francis Frangipane Impreso en los Estados Unidos de América Todos los derechos reservados Las escrituras, a menos que se indique lo contrario, fueron tomadas de la versión Reina Valera, 1960 ©1960 Sociedad Bíblica Unidas en América Latina. Usadas con permiso.

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SECCIÓN TRES: LA PLENITUD DE CRISTO

CAPÍTULO CINCO

CUANDO EL FRUTO ESTÁ MADURO

Jesús contó una parábola para mostrarnos que, en cuanto al final de los tiempos y al comienzo de los juicios, Dios no está mirando su reloj; está mirando su corazón. De hecho, sus ojos están en la cosecha, porque es de acuerdo con la cosecha que vemos como los acontecimientos proféticos se desenvuelven. Escucha con atención lo que Jesús enseñó. Dijo: “Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, enseguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado” (Marcos 4:26-29). Jesús comparaba el reino de Dios a un granjero esperando que su cosecha madurase. El granjero está preocupado por dos cosas: la cantidad y la calidad de sus plantas. Vivo en el este de Iowa, EEUU, que ha veces experimenta sequía en varias zonas. Algunos campos de maíz y de soja, que tal vez CAPÍTULO CINCO: CUANDO EL FRUTO ESTÁ MADURO

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empezaron fuertes, fallan o no crecen lo suficiente, debido a temperaturas demasiado altas o bajas, o por falta de lluvia. Como resultado, los granjeros roturan sus campos porque la cosecha no llegó a la madurez. No había “grano lleno en la espiga”. De la misma manera que un granjero no va a cosechar espigas sin grano lleno, así tampoco Dios está esperando únicamente una cosecha de números. Busca una cosecha que ha crecido a su plena medida. Jesús dijo, “cuando el fruto está maduro, enseguida se mete la hoz.” La medida espiritual de la cosecha determina el momento de los grandes acontecimientos proféticos de los últimos tiempos. Pablo escribió, “estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta” (2ª Corintios 10:6). ¿Cómo es la obediencia perfecta? Es cuando los creyentes están “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2ª Corintios 10:5). Dios está buscando madurez, que el carácter de Cristo madure en nosotros. Esto, de hecho, puede apresurar la venida del Señor (2ª Pedro 3:12). “El hombre a imagen de Dios” es una ideasemilla, en los propósitos del Todopoderoso desde antes del comienzo de los tiempos (Génesis 1:26). La liberación de la ira divina no es la prioridad más alta de Dios, tampoco el rescate del hombre de la ira divina encapsula el propósito original de Dios. El plan original de Dios era la plenitud de la imagen de Cristo revelada en el hombre. Así es el “grano lleno en la espiga”. Es esta maduración del fruto que permite la siega de la cosecha. De este acontecimiento principal fluye el calendario de todas las demás advertencias proféticas. Durante demasiado tiempo hemos dado por sentado que el enfoque del Padre era únicamente el tamaño de la cosecha. Por supuesto, la cantidad de personas es clave: “la plenitud de los gentiles” tiene que entrar al reino. No obstante, el Todopoderoso CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

no quiere solamente cantidad: está buscando el “grano lleno en la espiga”. Asique el Señor no está mirando el calendario pensando, “Oh, es el año 2004 (o 2010, etc.). Tengo que destruir el mundo en esa fecha.” No. Está también mirando la cosecha para ver la madurez y plenitud espiritual. Un granjero no comienza la cosecha sin antes pasear por los campos, tomando en su mano muestras de grano, examinando la madurez y la densidad del grano lleno antes de empezar la cosecha. Desde luego hay una época de cosecha, pero debido a los cambios en el clima y la tierra, nadie sabe el día ni la hora de la cosecha. Así que, para apresurar la venida del Señor, hay dos requisitos previos: entregarnos al proceso de la maduración espiritual y poseer un corazón por los perdidos. Hay tantos cristianos congelados en la inmadurez espiritual. Se ofenden fácilmente, a menudo se distraen, no oran y no tienen una disciplina espiritual. Pensamos que Dios solo quiere que estemos esperando, sin embargo Él está buscando que surja dentro de nosotros la madurez, la semejanza a Cristo. Nos alimenta con Su Espíritu y Su palabra para que tengamos todos los recursos necesarios para obtener Su vida y Su carácter. Ahora mismo, hay una cosecha de cristianos que se están asemejando cada vez más a Cristo. Hay un pequeño rebaño dentro de la iglesia que, “a cara descubierta” está “mirando... la gloria del Señor.” Dios, de hecho, tiene un pueblo que está siendo “transformado de gloria en gloria en la misma imagen (de Cristo)” (2ª Corintios 3:18).

¡OBREROS MADUROS PARA UNA COSECHA GRANDE! Así que el Señor está buscando en sus elegidos la madurez de personas conformadas a la imagen de Cristo. Y, por supuesto, está buscando a los CAPÍTULO CINCO: CUANDO EL FRUTO ESTÁ MADURO

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perdidos para que entren en su reino. Amados, me temo que hay demasiados cristianos esperando el rapto en lugar de buscar la cosecha. Yo también anhelo estar unido con Jesús. Sin embargo, sea cual sea nuestra postura en cuanto al rapto – antes, en medio de o después de la Gran Tribulación – la siega de las naciones, de acuerdo con las Escrituras, tiene que venir antes del Rapto. Podemos tener una postura de pre-Tribulación, pero en cuanto al momento del rapto debemos ser post-cosecha. Si miramos Mateo 13, Jesús de nuevo enseña acerca de la época de la cosecha: “Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles” (Mateo 13:37-39). La cosecha no es el Rapto. Tal vez la consumación de ella sea el rapto (“recoged el trigo en mi granero”, vs. 30) pero el proceso de preparación – sembrar, cultivar y regar – comienza mucho antes de segar la cosecha y recogerla en el granero al final de la temporada. En el versículo 30, Jesús explica, “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro (el trigo y la cizaña) hasta la siega” (Mateo 13:30). Acordaos, “la siega es el fin del siglo” y el “campo es el mundo”. En el campo (el mundo) la cizaña y el trigo han crecido juntamente hasta el tiempo de la cosecha. Es decir, la cosecha incluye personas de “trigo” creciendo juntos con personas de “cizaña” en “cada nación, pueblo, tribu y lengua” en el momento del Rapto. Lo que quiero señalar es esto, casi el cuarenta por ciento del mundo no está cultivando trigo en absoluto, ¡mucho menos cultivando trigo juntamente con cizaña! Todavía hace falta sembrar la semilla en la mayor parte de China, India Pakistán - ¡más de dos CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

billones de personas solamente en estos tres países! Sin embargo la visión de Jesús incluyó al mundo entero con trigo y cizaña creciendo juntos. ¿Cómo podemos esperar el Rapto en cualquier momento cuando hay un 40% del mundo que nunca ha escuchado las Buenas Nuevas? Acordaos también que Jesús dijo, “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Si consideramos humildemente y en oración que hay que predicar el evangelio “en todo el mundo” y “a todas las naciones” y que a nivel mundial el trigo tiene que crecer junto a la cizaña hasta el tiempo de la siega, descubriremos que la humanidad no está preparada todavía para que Dios meta la hoz. La cosecha aun esta por venir. Como cristianos en el proceso de maduración, ¿estamos pensando, planificando y orando acerca de esta cosecha? Cada iglesia viva debe tener una visión fuerte hacia las misiones. Aun, si nosotros no somos los enviados, podemos orar a diario “rogando al Señor de la mies que envíe obreros a su mies” (Lucas 10:2). Muchos creyentes opinan que a Dios solo le preocupan las naciones de occidente. Sufrimos del mismo orgullo cultural y estrecho que cegó a los primeros cristianos judíos. Ellos estaban reacios a dar la bienvenida a los gentiles a la cosecha; nosotros estamos dispuestos a eliminar a los mundos islámicos, chinos e indios. Pero Dios tiene que ser fiel a Su corazón, no a nuestras expectativas selectivas. De tal manera amó Dios al mundo. Jesús murió por los pecados del mundo. El Señor desea que “todos los hombres sean salvos” (1ª Timoteo 2:3-4).

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DERRAMADO SOBRE TODA CARNE “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne” (Hechos 2:17). Hoy, el Señor desea derramar el Espíritu Santo sobre todas las naciones, no solamente en nuestro pequeño mundo conocido. Según el Centro Mundial de Oración en Colorado Springs, ¡más personas han nacido de nuevo al reino de Dios en los últimos diez años que el total de todas las almas salvadas desde el tiempo de Cristo! Estamos en el tiempo de la cosecha, pero no todavía en el acto final de la cosecha, el Rapto. Las naciones serán sacudidas y disciplinadas mientras Dios prepara a todos los pueblos para el evangelio. El Señor Dios quiere conseguir dos cosas antes del final: En cada nación Dios tendrá un pueblo que este viviendo junto con la “cizaña”, lo cual está provocando en ellos una maduración en el carácter de Cristo. Y cuando el grano está lleno en la espiga, inmediatamente el Señor meterá la hoz, porque la cosecha ha llegado. Oremos: Señor Jesús, mientras continuas buscando una cosecha que este espiritualmente completa, ayúdame a crecer a la madurez plena, que pueda realmente representar una planta que ha crecido a tu imagen.

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MIS NOTAS AUTOEVALUACIÓN, CAPÍTULO CINCO Recuerde, estamos buscando respuestas que se correspondan con este curso. Por favor escriba sus respuestas permitiendo que el Espíritu Santo provoque sus pensamientos. Puede querer usarlas para su discusión en grupo. Tenga en cuenta: no proveeremos respuestas a estas preguntas. Las respuestas correctas a los ejercicios de múltiple opción las encontrara en la próxima sección, a fin de poder revisarlas usted mismo.

Capitulo 5, Pregunta 1: Una cosecha se mide por dos valores – por la cantidad de semillas cosechadas y por la calidad de las mismas. Si Dios esta, de hecho esperando madurez en las semillas que El planto en nuestras vidas, como lo anima esto a usted? 1. Igual que el granjero, Jesús no está solamente buscando una cosecha de números. Está buscando grano (Marcos 4:20): a. Que tiene pequeños brotes. b. Que ha sido arado. c. Que ha sido arraigado. d. Que ha llegado a la madurez. 2. El grano lleno en la espiga debe parecerse a: a. Maíz. b. La conformidad a la imagen de Cristo revelada en un hombre. c. Una semilla de mostaza. d. Juan el Bautista. 3. Muchos cristianos están congelados en la inmadurez espiritual: a. Se ofenden fácilmente. b. Son a menudo distraídos c. No oran ni tienen disciplina espiritual. d. Los tres anteriores. 4. La “cosecha” es el final del siglo y “el campo” es: a. El campo de fútbol. b. El mundo. c. Caña de azúcar. d. La tierra. 5. “Y será predicado este evangelio del reino en............., para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:12). a. Todo el mundo. b. La calle. c. El púlpito. d. La iglesia. CAPÍTULO CINCO: CUANDO EL FRUTO ESTÁ MADURO

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CITA: Ahora mismo, hay una cosecha de cristianos que se están asemejando cada vez más a Cristo. Hay un pequeño rebaño dentro de la iglesia que, “a cara descubierta” está “mirando... la gloria del Señor.” Dios, de hecho, tiene un pueblo que está siendo “transformado de gloria en gloria en la misma imagen (de Cristo)” (2ª Corintios 3:18).

6. Cada iglesia viva debe tener una visión fuerte para las misiones. Debemos “rogar al Señor de la mies” a enviar más obreros.............. (Lucas 10:2) a. Para más cultos. b. Para pintar la iglesia. c. A la mies. d. Para trabajar. 7. No debemos tener el mismo orgullo cultural y estrecho que cegó a los primeros cristianos judíos. El Señor desea que “.................. sean salvos” (1ª Timoteo 2:3-4). a. Algunos de los hombres. b. Todos los hombres. c. Los hombros bajitos. d. Los hombres viejos. 8. Estamos en la “época de la cosecha,” pero no todavía en el acto final de la cosecha, que es a. El arado. b. El Rapto. c. La siembra. d. La recolecta.

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SECCIÓN TRES: LA PLENITUD DE CRISTO

CAPÍTULO SEIS

LA PRESENCIA DE DIOS “Él.... siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, (o naturaleza) y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:3). La manera más segura de conocer el corazón de Dios es por el estudio de Su Palabra. Si estamos dispuestos simplemente a obedecer lo que la Biblia nos manda, nunca quedaremos lejos de la gloria de Dios; encontraremos el lugar de Su Presencia. Sin embargo, al mismo tiempo que declaramos que la plena obediencia a las Escrituras es nuestra prioridad más alta, en estos últimos días otras formas de comunicación pueden venir, y de hecho vendrán, de parte de Dios. El Espíritu Santo puede usar sueños, visiones y dones espirituales para ayudarnos a mover hacia nuestro futuro (1ª Co. 12:7-11, Hechos 2:17). En el libro, Los días de Su Presencia, presenté la visión de las últimas horas de estos tiempos tal y como me la mostró el Señor. Sé que vislumbré sólo un aspecto de los últimos tiempos. Como tu, también sé que el mundo que no se arrepienta está destinado a la Gran Tribulación y que muchos CAPÍTULO SEIS: LA PRESENCIA DE DIOS

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cristianos mundanos serán prisioneros espirituales del anticristo. Pero en lo que respecta la iglesia viva, que ora, si seguimos adelante hacia la meta de ser conformados a la imagen de Cristo, delante de nosotros hay un tiempo de gran gloria y cosecha. A esta visión de la gloria y la cosecha, quiero añadir un segundo encuentro que tuve con el Señor, que ocurrió unos dos años después del primero. En el año 1973 estuve pastoreando una pequeña iglesia en Hilo, Hawái, y había estado en un mes de oración intensiva y ayuno extendido. Fue un tiempo de acercarme fervientemente a Dios. Al final de este período, me desperté durante la noche debido a una visitación del Señor. No vi sus rasgos físicos; vi Su gloria y me sobrecogió Su Presencia. Inmediatamente estuve como hombre muerto, sin poder mover ni un solo dedo. Sin embargo, espiritualmente, los cielos se revelados ante mí sin límites. Mi estado de percepción fue más fuerte que en ningún otro momento. Me sentí como una de las “criaturas vivientes” descriptas en el libro de Apocalipsis, como si “alrededor y por dentro estuviera lleno de ojos” (Apocalipsis 4:8). Con mis ojos “internos” descubrí la verdad acerca de mi justicia. Recuerden, me sentí muy cerca del Señor. Pensé que mi estado espiritual estaba bien. Pero de repente, me di cuenta de mi verdadera condición humana. Los fallos en mi vida se hicieron vividamente insoportables y totalmente pecaminosos. Vi mi iniquidad, no como algo que a veces cometía, sino como algo que yo era perpetuamente. Me di cuenta instantáneamente de las muchas veces que podía haber sido más bondadoso, o amoroso o sensible. Vi como casi todas mis acciones eran egoístas. No obstante, aunque todo lo que había dentro de mí era de injusticia, no sentí de parte del Señor reproche ni condenación. Ninguna voz vino para traer convicción de mi maldad. La única voz que me condenaba era la mía; CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

a la luz de Su Presencia, me aborrecía a mi mismo (ver Job 42:6). Sin ningún tipo de amortiguación de autojustificación o engaño, ninguna otra persona salvo Dios con quien compararme, vi cuán lejos de Su gloria estaba. Supe porque la humanidad necesitaba la sangre de Cristo. Y supe que ningún logro personal por si solo me podría hacer como Jesús. De la manera más profunda entendí que solo Cristo podía vivir como Cristo. El plan de Dios no era mejorarme sino quitarme para que el Señor Jesús pudiese, de hecho, vivir Su vida a través de mi (Gálatas 2:20). En el hecho de que Él mora dentro de mí, reside mi única esperanza de parecerme a Él. Observé cosas que eran íntimamente personales. También recibí un entendimiento de la Presencia expansiva de Cristo y el impacto que Su gloria tendrá en la iglesia al final del siglo. En lo que parecía un cielo nocturno lejano, fui testigo del más glorioso desfile celestial. El ambiente divinamente ‘eléctrico’ que sentí en mi cuarto se estaba transmitiendo desde estos seres sobrenaturales. En la primera línea de la visión habían pares de esplendorosos ángeles: arcángeles, querubines, serafines, tronos y dominios. Había ángeles de toda clase y tipo. Cada par estaba vestido con un esplendor radiante sin comparación. Luego vi al Señor. La luz de Su gloria era como el sol en medio de un hilo de estrellas hermosas y multicolores. Detrás de Él vi innumerables santos, pero no podía distinguir claramente a través de la gloria del Señor. Su luz cubría de tal manera a los que le seguían, era como si habían llegado a ser una parte de Él mismo. Era obvio que la luminosidad que iluminaba todo el desfile procedía de Él. Me di cuenta que el Señor no viene solamente para juzgar la tierra, sino para llenarla con Su gloria. No les puedo expresar en palabras como era esa gloria, pero, aunque el Señor estaba muy lejos, el CAPÍTULO SEIS: LA PRESENCIA DE DIOS

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resplandor de Su Presencia era como un fuego vivo en mi conciencia. La energía era casi dolorosa. Luego, sin aviso, el desfile se acercó, no solamente a mí, sino que – estoy convencido de ello – también a este mundo. Fue como si un momento en el tiempo o un límite espiritual, había sido cruzado. Instantáneamente, mi conciencia espiritual fue tan abrumada por la intensidad de la Presencia del Señor que no pude, por un momento más, soportar el aumento de Su gloria. Me sentí como si mi existencia iba a ser consumida por el intenso horno de Su resplandor. En la más profunda oración que alguna vez he pronunciado, todo mi ser suplico al Señor que me permitiese volver a mi cuerpo. De repente, por su misericordia, estaba de nuevo en el mundo conocido de mis sentidos, dentro de mi propio cuarto. La noche dio lugar al amanecer y me levante temprano, me vestí, y salí. Con cada paso, reflexioné sobre la visión. El Señor llamó mi atención al sol mientras se levantaba por encima del horizonte. Mientras miraba, vi un paralelo entre el resplandor de la luz solar y la gloria del Señor. Me di cuenta de una manera nueva que “los cielos declaran la gloria de Dios” (Salmo 91:1). Vi que aunque el sol está a tantos miles de kilómetros de la tierra, sentimos su calor y vivimos en su luz. No podemos concebir cuán lejos está, sin embargo su energía también está aquí. Nos calienta y en su luz existe nuestra vida. Así también la magnitud de la Presencia del Señor se irradia desde su cuerpo glorificado en el cielo. Físicamente, Él está lejos, sin embargo a veces sentimos Su Presencia aquí; estamos de hecho, recibiendo el calor de Su amor. La gloria de Cristo, como los rayos del sol, es “inocua” mientras permanece a una distancia de nosotros en el cielo. Pero imagínense si, con cada década, el sol se acercara más a la tierra. La CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

radiación, el calor y la luz aumentarían de forma dramática. Con cada fase de su acercamiento, ¡el mundo tal y como lo conocemos cambiaría radicalmente! Así también cambiará este mundo cuando la persona del Señor Jesús y su reinado de mil años se acerquen. El resplandor de Su Presencia llenará cada vez más los reinos espirituales que rodean nuestro mundo. Y no solamente el mundo como lo conocemos empezará a experimentar cambios dramáticos, a medida que el Señor confronta y derriba fortalezas demoníacas, sino que ¡habrá una gran transformación entre aquellos cuyos corazones están abiertos y anhelándole a Él! Si el sol se acercara, muy pronto el aumento del calor y de la luz sería lo único en que pensáramos. Mientras los justos experimentaran la “gloria y honor y paz” de Su Presencia (Romanos 2:10), esta misma gloria causará terrible “tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo” (vs. 9). Los malvados clamarán a los montes y a las peñas: “Caed sobre nosotros, y escondednos”. ¿De qué? “Del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero” (Apocalipsis 6:16). De Su Presencia. A medida que su cercanía aumente en intensidad, los corazones de los que no se reconcilien, se endurecerán como el del Faraón. Sin embargo este mismo sol que endurece el barro, derrite la mantequilla. Así que, cuando Él se acerque más, la oración del justo será, ¡Llénanos de la Presencia del Cordero! La Presencia de Cristo será lo único que llene nuestras mentes. Aquellos que le aman experimentarán el aumento de Su complacencia; saborearán el néctar del cielo. Sea que estemos a favor o en contra del Señor, la mente de todos se inundará con pensamientos acerca de Dios. “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día CAPÍTULO SEIS: LA PRESENCIA DE DIOS

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que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Malaquías 4:1-3). Dos acontecimientos se manifestarán de forma simultánea a partir de una sola fuente eterna. La misma Presencia en aumento causara que la ira descienda sobre los malvados, mientras sobre los justos Su gloria se levantará y será manifiesta. “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación” (vs. 3)

EL MISMO JESÚS, PERO UN NUEVO ESPLENDOR Cuando Cristo vuelva a este mundo, viene vestido en todo el esplendor y la gloria del Padre (Marcos 8:38). Mi oración es que cada uno de nosotros perciba esta realidad: ¡es Dios mismo quien se acerca a la tierra! Habacuc el profeta nos da una visión asombrosa del día específico en que el Señor se revelará al mundo. Escribió: “Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder” (Habacuc 3:3-4). Habrá un tiempo en el que el Señor Jesús se revele de verdad en los cielos. En ese momento final Su esplendor inundará literalmente los cielos como “la luz del sol.” Cada ojo le verá con poder que sale como rayos brillantes de Sus manos. Pero, antes de que aparezca, mientras está cerca pero todavía invisible, ese mismo resplandor de gloria se derramará sobre “toda carne” (Hechos CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

2:17-21). Porque tal y como es Él en poder y gloria cuando aparezca, ¡así también Él es antes, aunque no le vemos! Y es esta Presencia que deslumbra la que resplandecerá cada vez más fuerte en la iglesia antes de Su segunda venida. Con cada ráfaga de su gloria, muchos cosas ocurrirán en la tierra con mayor rapidez. Satanás y las naciones bajo él, se enfrentarán con ira al Señor y sus propósitos. Turbulencias sociales y étnicas, manipuladas por demonios, se intensificarán, aumentando la criminalidad, la rebelión y la falta de esperanza en el mundo. La tierra misma sufrirá cuando las sequías, la contaminación del aire y las aguas, provoquen cambios impredecibles y, en muchos casos, desastrosos, en los patrones de la vida. Habrá terremotos en regiones donde antes eran desconocidos. Las ciudades costeras tendrán éxodos masivos porque “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas” (Lucas 21:25). Al mismo tiempo, aquellos entre nosotros que estamos abiertos y rendidos a Cristo miraremos con asombro cuando Su Presencia ¡en nosotros también se intensifica y se aumenta! Invadirá nuestros pensamientos, saqueará nuestra incredulidad, purgará nuestra carnalidad. Se presentará a sí mismo a una novia sin mancha ni arruga o cualquier cosa semejante. ¡La iglesia será hermosa a causa de Su gloria y llena de su esplendor antes de que venga físicamente por ella! Llegará un momento cuando nuestro arrepentimiento y reconciliación serán completos. En ese momento se cumplirá la Escritura que la novia de Cristo “se ha preparado” (Apocalipsis 19:7). La iglesia buscará en Cristo un nuevo nivel de santidad y pureza que manifestará en un esplendor que “limpio y resplandeciente” (vs. 8).

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Muchas promesas dadas a la iglesia, que se pensaban antes como imposibles, se cumplirán debido a la plenitud de Cristo en nosotros. Los días venideros serán temporadas de gloria. La Presencia Shekinah de Cristo, entronado en las alabanzas de su pueblo, se manifestará y permanecerá por medio de una gloria que no se desvanece. Todavía no hemos visto cultos de adoración como aquellos que nos esperan en el futuro. ¡El día viene en que el mandato de los lideres de adoración será “Poned gloria en su alabanza” (Salmo 66:2)! Una majestad espiritual acompañará a los adoradores de Dios. Incluso entre los pueblos más sencillos de la tierra, aquellos que aman a Dios tendrán como compañero su Presencia real. De las maneras más profundas, la magnificencia del Señor se desplegará delante de nosotros. Nos asombraremos al ver como Dios ha humillado a los reyes de la tierra. Pero un Rey se destacara siempre. ¡Ante Él cada rodilla se doblará! Y mientras nosotros también nos inclinaremos ante Él, ¡nuestro gozo más alto será que le hemos conocido personalmente! A medida que cada nuevo nivel de gloria llega y se despliega, el Espíritu Santo exigirá que examinemos nueva y frecuentemente nuestra relación con Cristo. Sea cual sea nuestro formación, tradicional o Pentecostal, todos aquellos que aman al Señor, cambiarán. Porque lo que sea que inhibe la fusión de nuestras vidas con Cristo será consumido como paja por el fuego de Su Presencia. En esta época de transfor mación, le conoceremos tanto en sus padecimientos como en el Poder de Su Resurrección. Conoceremos la plenitud de Cristo. Y ese día llegará – no a causa de nuestra justicia, sino a causa de Su creciente plenitud. El debe aumentar y nosotros menguar, hasta que Su presencia, todo lo llene, en todo lugar con Sí mismo. -ADAPTADO DEL LIBRO, LOS DÍAS DE SU PRESENCIA CENTRO DE FORMACIÓN ‘A IMAGEN DE CRISTO’

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AUTOEVALUACIÓN, CAPÍTULO SEIS Recuerde, estamos buscando respuestas que se correspondan con este curso. Por favor escriba sus respuestas permitiendo que el Espíritu Santo provoque sus pensamientos. Puede querer usarlas para su discusión en grupo. Tenga en cuenta: no proveeremos respuestas a estas preguntas. Las respuestas correctas a los ejercicios de múltiple opción las encontrara en la próxima sección, a fin de poder revisarlas usted mismo.

Capitulo 6, Pregunta 1: Si es verdad que entre los elegidos habrá un aumento de conciencia de la Presencia del Señor al final de la era, como esto reorganiza sus prioridades? Como impacta esto su foco? 1. La manera más segura de conocer a Dios es a través de: a. El estudio de la Palabra. b. Mirar la tele. c. Socializar. d. Escuchar cintas. 2. Si seguimos adelante hacia la meta de ser como Cristo, por delante de nosotros hay un tiempo de: a. Esperar. b. Gran gloria. c. Cosecha. d. Tanto b como c. 3. Durante la visión del Pastor Francis en 1973 se dio cuenta de que necesitamos un Salvador no solamente a causa de nuestros pecados, sino también: a. A causa de nuestra naturaleza pecaminosa. b. Para los domingos y el miércoles por la noche. c. Para tener permiso para servir como diáconos. d. Como red de seguridad. 4. En esa misma visión, fue muy claro que Cristo quiere vivir en nosotros. Por consiguiente, no quiere simplemente mejorarnos, sino: a. Condenarnos. b. Condicionarnos. c. Quitarnos y llenarnos con sí mismo. d. Doblarnos. 5. El Señor no viene únicamente para juzgar la tierra sino también para: a. Ir de compras en el centro comercial. b. Sacudir la tierra c. Hacer que la tierra dé vueltas en el sentido contrario. d. Llenar la tierra con su gloria.

CAPÍTULO SEIS: LA PRESENCIA DE DIOS

CITA: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Co 3:18)

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6. Mientras los justos experimentarán “gloria y honor y paz” de Su Presencia (Romanos 2:10), esa misma gloria para el mundo que no se arrepiente provocará: a. Gran tribulación y angustia. b. Confusión. c. Un leve dolor de cabeza. d. Gozo. 7. Antes de la venida del Señor, mientras Él está cerca pero todavía invisible, ese mismo resplandor de gloria será derramado............... (Hechos 2:17-21): a. De cubos pequeños desde el cielo. b. Solo sobre los miembros de nuestra iglesia. c. Sobre toda carne. d. Como agua. 8. La novia de Cristo se embellecerá con la gloria de Cristo y se llenará con su resplandor ............... el Señor venga físicamente por ella: a. En el momento en que. b. Después de que. c. Antes de que. d. Cuando.

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