La Casa de Harriet Por Tara Goldstein [email protected]

Junio 30 del 2010 AVISO: Todos los derechos reservados. Esta obra está totalmente protegida bajo las leyes de derechos de autor de Canadá y todos los demás países de la unión de derechos de autor y sujeta al pago de regalías. Los derechos para producir, filmar, o grabar en todo o en parte por cualquier medio o en cualquier lengua por grupos amateurs o profesionales, son propiedad de la autora.

Primera Producción Profesional La Casa de Harriet fue producida por primera vez, por Producciones Gailey Road en el teatro Hart House de la Universidad de Toronto, en Julio 2 de 2010, durante el Festival del Orgullo en Toronto-Canadá. Jocelyn Wickett dirigió la obra y la música fue compuesta e interpretada por Dan Parker. El reparto fue: Harriet

Joanne Latimer

Luisa

Supinder Wraich

Ana

Rebecca Applebaum

Anita

Jorie Morrow

Marty

Julie Burris

Clare

Estée Feldman

A la obra asistieron 450 personas durante su temporada de estreno de 3días.

Antecedentes Un primer borrador de la Casa de Harriet fue leído y comentado por la directora artística de Producciones Gailey Road, Jocelyn Wickett en la primavera de 2009. Un taller de cuatro días, explorando los personajes, temas y la dimensión política de la Casa de Harriet, fue adelantado por Producciones Gailey Road entre Julio 13 y 16 de 2009. El taller fue dirigido por Jocelyn Wickett, gestionado por Gillian Lewis, y guardado en archivo por Amy Gullage. Artistas que colobraron fueron: Lara Arabian Clair Acott Sochi Fried Jorie Morrow Sora Olah

El texto-borrador producto del taller fue leído y comentado por las dramaturgas y actrices que asistieron a la Conferencia Mundial de Mujeres Dramaturgas en Mumbai, India en Noviembre 2009. Ellas fueron: Vanessa Adams-Harris (USA) Kristin Bjorn (Norway) Hina Siddiqui (India) Denise Walsh (New Zealand) Fiona Wheeler (Australia) Finalmente, Sharon Singer, escritora, poeta y coordinadora del Grupo de escritores Moving Pen, leyó y comentó el texto-borrador producto del taller.

Personajes HARRIET: Profesora de escuela, madre de tres hijas, las dos mayores adoptadas en Colombia. Judía. Edad entre 44-46 años. LUISA:

La hija mayor de Harriet, adoptada en Colombia a la edad de 10 años. Edad actual entre 17 y 19 años.

ANA:

La hija de Harriet, le sigue a Luisa, adoptada en Colombia a la edad de 7 años. Edad entre 14 y 16 y es de piel más clara que Luisa.

CLARE:

La hija menor de Harriet, no adoptada. Edad entre 11 y 13 años.

MARTY:

Profesora de escuela, compañera sentimental de Harriet. Edad entre 39 y 41 años.

ANITA:

Fundadora de Familia Global, una agencia de adopción internacional. Amiga de Harriet. Judía. Edad entre 50-52 años.

Lugar: La cocina en la casa de Harriet, Toronto-Canadá. Un orfanato, Bogotá-Colombia Tiempo: Presente

Música de Entrada (En el último llamado para ingresar a la sala, se escucha una selección musical de Dan Parker. La música se apaga mientras las luces descienden) Escena 1: HOGAR (La cocina de Harriet. Diciembre. ‘Salsa Loop’ de Dan Parker se escucha, abriendo la escena. Ana está en la cocina bailando al son de la música. Harriet y Luisa entran discutiendo. La música se apaga) HARRIET: (Acalorada) Sobre mi cadáver. LUISA: Ay, por favor HARRIET: Tú vas a empezar la universidad en enero próximo, tal como lo hemos venido planeando. LUISA: (Calmada, relajada) Voy a ir a casa. HARRIET: Colombia no es tu casa. ANA: Otra vez con lo mismo. HARRIET: Este es tu hogar. LUISA: Este es tú hogar. HARRIET: Puedes ir en la primavera. Cuando se terminen las clases. LUISA: No voy a esperar. HARRIET: No hay afán. Las hermanas en el orfanato todavía necesitarán de tu ayuda en primavera. O podríamos ir todos juntos en verano, cuando la escuela termine. LUISA: Viajo justo después del año nuevo. HARRIET: No, no lo harás. LUISA: Ya compre el tiquete.

HARRIET: Pues tendrás que cancelarlo. Tú tienes apenas 17 años y no puedes irte sin mí consentimiento. LUISA: Voy a regresar a Colombia y tú no puedes impedírmelo. HARRIET: Si, si puedo. ANA: Ya déjala ir. HARRIET: ¡No lo voy a hacer! LUISA: Te prometí que terminaría la escuela aquí y lo hice. Adelanté créditos para salir antes. Ahora voy a partir. HARRIET: Y qué va a pasar con la beca que ganaste? Asumo que – LUISA: La beca no me importa. HARRIET: ¿Estas loca? Serás más útil en Colombia si primero vas a la universidad. Allí necesitan doctores, enfermeras, profeso – LUISA: Enero siete. ANA: Ya déjala ir. Puede que incluso no le guste estar allá. Entonces regresará e irá a la universidad. ¿No crees? HARRIET: (A Luisa) ¿Lo harías? LUISA: Me va a gustar estar allá. Es a donde pertenezco. HARRIET: Quizás si, quizás no. Tenías 10 años cuando saliste. LUISA: Es mi casa. Mi verdadero hogar. HARRIET: ¿Cómo puedes decir eso? ANA: ¿Tenemos que pasar por ésto otra vez? LUISA: Tú no puedes sacar a una niña de 10 años fuera de Colombia y esperar que ella se olvide de dónde viene.

HARRIET: Nunca te pedí que lo olvidaras. (Replica) No quiero que vayas. LUISA: Hemos estado hablando sobre ésto por casi un año. Voy a ir. HARRIET: Pero ahora tienes una beca. Dale una oportunidad a la universidad. LUISA: No. HARRIET: Un semestre. Date un semestre. LUISA: No. HARRIET: ¿Por qué no? ANA: Ella quiere encontrar nuestra madre biológica. HARRIET: (Sorprendida) ¿Qué? LUISA: ¡Cállate! ANA: Nunca averiguamos qué pasó con ella. HARRIET: Ella estaba enferma. Muy enferma. Y no podía hacerse cargo de ustedes. ANA: Tal vez se mejoró. Tal vez ella esté viva. HARRIET: ¿Es lo que piensas? ¿Piensas que está viva? (Ni Luisa ni Ana responden) HARRIET: (Amable) Si ella se hubiera recuperado, ella habría regresado por ustedes. Ustedes estuvieron en el orfanato por tres años, y… LUISA: Pero eso no significa que ella murió. ¿O alguna de las hermanas te dijo alguna vez cómo murió ella en realidad? HARRIET: (Pensativa) No, pero – LUISA: Quiero saber qué pasó con ella. Y si está viva, quiero encontrarme con ella. (Harriet no responde)

¿Tú puedes entender eso cierto? (Harriet no responde) Por supuesto que puedes. Tú me quieres. Y es porque tú me quieres que me vas a dar el permiso para regresar a Colombia. HARRIET: ¿Cuándo volverías a Canadá? LUISA: Cuando esté lista. ANA: Oh, oh. HARRIET: Esa no es una respuesta. LUISA: (A la defensiva) ¿Cómo voy a saber cuándo voy a volver si ni siquiera me he ido? HARRIET: Vas a regresar en agosto. A tiempo para iniciar la universidad en el otoño. LUISA: No, yo no – HARRIET: Si quieres mi permiso para ir, vas a regresar en agosto y hacer un año completo de universidad. Completo. Como intercambio por darte mi permiso ahora. ANA: Eso es justo. LUISA: ¿Y tú de qué lado estás? ANA: Es un trato justo. Tú le debes mucho a Harriet, ¿no crees? HARRIET: (Enfadada) Nadie me debe nada. Soy su madre. Y hago lo que las madres hacen. Asegurarme de que mi hija tenga lo mejor que le puedo dar. Tienes una oportunidad de ir a la universidad. ¡Con una beca! La universidad es un privilegio. ¿Cuántas niñas en ese orfanato logran llegar a la universidad? Ninguna. Tienes que ir. Vas a ir a la universidad. Vas a tratar de ir. Un año. ANITA: (Asoma la cabeza por la cocina y después desaparece) ¿Porqué te demoras tanto? La gente te está preguntando. HARRIET: Un año. (Luisa no responde) Un año, o no te dejare ir.

LUISA: Esta bien. Un año. HARRIET: Y vas a vivir en el orfanato con las hermanas, tal como dijiste que lo harías. LUISA: Si. HARRIET: Y vas a llamar una vez por semana. LUISA: Si. HARRIET: ¿Palabra de honor? LUISA: Si. HARRIET: De acuerdo entonces. (Harriet besa a Luisa) ANA: Bien. (Ana toma la mano de Luisa) Ahora vamos a bailar. No me quiero perder todo lo de la fiesta de la Noche Colombiana en la cocina peleando. (Anita entra furiosa mientras Ana y Luisa salen) ANITA: Estoy tan enfadada. HARRIET: (Distraída, aún alterada por lo que acaba de pasar) ¿Por qué? ANITA: Uno de los nuevos miembros me pregunto: “No es mejor para los niños ser adoptados por familias viviendo en sus propios países de nacimiento? Si él no está tomando en serio el proceso de adopción, ¿qué está haciendo entonces en la fiesta de la Noche Colombiana? ¿Haciéndome perder tiempo? HARRIET: Quizás lo está tomando en serio, pero está tratando de averiguar cuál es su posición sobre el tema antes de – ANITA: (Enojada): ¿Tema? ¿Cuál Tema? No hay tema. Los niños que necesitan un hogar deberían obtener un hogar. Donde quiera que sea. (Con firmeza) Olvídalo. Necesitamos mezclarnos. (Empieza a salir) ¿No vas a venir?

HARRIET: Necesito un minuto, ¿bueno? (Anita mueve la mano en señal de despedirse sin mirar para atrás y sale. Se escucha “Salsa Loop de Dan Parker, mientras Harriet se sienta y se deja sentir el peso de lo que ha hecho, dándole permiso a Luisa de volver a Bogotá. La Música cierra la escena y se abre la escena 2)

Escena 2: ¡HOLA! (Al día siguiente) (En la cocina de Harriet. Harriet y su compañera sentimental Marty, 35 años, están sentadas en la barra. Hay leche y galletas sobre la mesa) MARTY: ¿La vas a dejar ir? HARRIET: Si. MARTY: ¿Qué paso? HARRIET: Ella usó la palabra L. MARTY: ¿Lesbiana? ¿Le contaste acerca de nosotros? HARRIET: No, no, no. Otra palabra. Love, amor. Ella dijo que yo entendería por qué tenía que regresar, puesto que yo la amaba. MARTY: Ah. (Decepcionada) O sea que no le hablaste acerca de nosotras. HARRIET: No. MARTY: Íbamos a pasar la navidad juntas. HARRIET: Vamos a pasar la navidad juntas. MARTY: Fuera del closet. HARRIET: Lo sé. Pero con Luisa partiendo en un par de semanas… Es sólo que hay demasiadas cosas por resolver ahora.

MARTY: Siempre hay demasiadas cosas por resolver. HARRIET: (Toma la mano de Marty) Tenme paciencia. MARTY: (Aprieta la mano de Harriet) Tienes que contarles. Ya han pasado seis meses. Tienes que confiar en ellas. No puedes dejar ir a Luisa sin contarle. HARRIET: (Todavía sosteniendo la mano de Marty) Lo sé, lo sé. Es sólo que… No tenía ni idea lo difícil que iba a ser. Al principio era todo tan simple. Había niños allá afuera que necesitaban un hogar. Yo tenía un hogar. Había niños que necesitaban una familia. Yo quería una familia. Los niños eran de Colombia. ¿Entonces qué? Siempre pensé que cuando se diera la oportunidad regresaríamos juntos a Colombia, mis hijas y yo. Nunca imaginé que Luisa insistiría en regresar sola, que – (Clare, 11 años, llama desde fuera del escenario. Harriet suelta la mano de Marty) CLARE: !Hola Harriet! HARRIET: !Hola! MARTY: ¿Te llama Harriet? HARRIET: Ella solo quiere ser como sus hermanas. Ellas me llaman Harriet. (Clare, entra y le da a Harriet un abrazo y un beso en ambas mejillas y toma una galleta) ¿Cómo estuvo la escuela? CLARE: Bien. ¿Quieren saber lo que aprendí en la clase de español? (Muerde un pedazo de galleta) ¿Puedo tomar leche? HARRIET: Claro. (Le sirve leche a Clare) ¿Recuerdas a Marty? La conociste esa noche que regresaste de la escuela conmigo, para ayudar con la venta de pasteles. MARTY: Hola. CLARE: Hola. Aprendí cómo contar hasta cincuenta. Yo ya sabía cómo contar hasta cuarenta. Ahora puedo contar hasta cincuenta. ¿Quieren oír?

(Toma un sorbo de leche) HARRIET: ¿Dónde está Ana? CLARE: Afuera. Cuarenta y uno, cuarenta y dos, cuarenta y tres – HARRIET: ¿Qué está haciendo afuera? CLARE: Charlando. Cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco, cuarenta y seis – HARRIET: ¿Charlando con quién? CLARE: Luisa. Cuarenta y siete, HARRIET: ¿Luisa también está en casa? CLARE: Si. Cuarenta y ocho – HARRIET: ¿De qué hablan? CLARE: No lo sé. Hablan muy rápido. ¡Cuarenta y nueve, y cincuenta! MARTY: Muy bien. CLARE: Gracias. ¡Espera a que Luisa me oiga! (Luisa y Ana entran y colocan sus morrales en el piso. Hay bastante animación en la cocina de regreso de la escuela, con las niñas hablando todas al tiempo) ANA: ¿Quieren oír cómo cuento de uno a cincuenta? Uno, dos, tres – LUISA: Más tarde. (Dirigiéndose a Ana) ¿Has visto mi camisa azul? ANA: (Toma una galleta y se sirve leche) No. LUISA: ¿Seguro? La última vez – ANA: ¿La última vez qué? HARRIET: Yo la lavé. Dile hola a Marty. LUISA y ANA: (En coro) Hola Marty.

MARTY: (Ríe) Hola. (Luisa se sirve leche) CLARE: ¿Es Marty tu verdadero nombre? MARTY: Es mi verdadero nombre. CLARE: ¿Cuál era tu verdadero nombre antes? MARTY: Si te lo digo, ¿me prometes no contárselo a nadie? CLARE: (Entusiasmada de que le confíen un secreto) Si. MARTY: Ven acá. (Clare se arrima a Marty quien le susurra su nombre al oído) CLARE: ¡Ah! ANA: ¿Qué es? CLARE: ¡Es un secreto! (Replica) Entre Marty y yo. LUISA: ¿Quieres escuchar otro secreto? CLARE: (Intrigada) ¡Si! LUISA: Regreso a Colombia. CLARE: ¿Cuándo? LUISA: Después de navidad. CLARE: ¿Y cuándo vuelves? HARRIET: (Interrumpiendo) Cuando la escuela empiece en el otoño. CLARE: (Contrariada) No vas a venir a la finca este verano con papá – Digo, Jonathon? LUISA: No.

CLARE: No quiero que vayas. LUISA: Tengo que ir. CLARE: ¿Por qué? LUISA: Necesito encontrar a mi madre. CLARE: Harriet es tu madre. HARRIET/LUISA: Su mamá biológica/Mi verdadera madre. CLARE: Harriet es tu verdadera madre. LUISA: Ella es tú verdadera madre. CLARE: (Quiere abrazar a Luisa, pero Luisa corre a coger una galleta) No quiero que te vayas. (Harriet se pone de pie y la consuela) HARRIET: Luisa va a llamar una vez por semana y te va a escribir. CLARE: (Esperanzada) ¿En español? LUISA: Tú no sabes leer en español. CLARE: Yo sí. Un poquito. Y Ana puede ayudarme. ¿Cierto? ANA: (Se acerca para tomar otra galleta) No leo mucho mejor que tú. LUISA: Lo cual no es algo de lo que sentirse orgullosa. Entonces les escribiré a las dos en español. Así las dos puedrán practicar. CLARE: ¿Prometido? LUISA: Prometido. (‘La Balada de Luisa’, Dan Parker, cierra la escena 2 y abre la escena 3)

Escena 3: SALIENDO DEL CLOSET (Enero: Un mes más tarde) (La cocina de Harriet. Marty ayuda a Ana a sellar con cinta de enmascarar su bastón de hockey) MARTY: Mantén la cinta bien ajustada. No queremos baches. ANA: De acuerdo. MARTY: Así está bien. ANA: (Deja de enmascarar su bastón de jockey) Cuántos años tenías cuando empezaste a jugar? MARTY: Mas vieja que tú. En mis veintes. Difícilmente alguna chica jugaba jockey cuando yo estaba en la escuela. ANA: Qué mal. ¿No crees? MARTY: Si. ANA: Quizás alguna vez yo podría ir a uno de tus juegos. MARTY: Seguro. Sería grandioso. ANA: ¿Cuándo son? MARTY: Lunes en las noches. Podrías venir a uno de los partidos que empiezan primero. Empiezan a las 6:30. ANA: Y tal vez tú podrías venir a uno de los míos. Jugamos los sábados. MARTY: ¿Qué tan temprano? ANA: No muy temprano. A las 10. MARTY: ¡A las 10! ANA: ¡No es muy temprano! MARTY: (Hace una mueca) Lo sé. Sólo estaba molestando. Me encantaría ir a verte jugar.

ANA: ¿Has sido entrenadora alguna vez? MARTY: Nop. ANA: ¿Te gustaría? MARTY: No sé. Nunca lo he pensado. Tal vez. Algún día. ANA: (Comienza a enmascarar de nuevo) ¿Te puedo preguntar algo? MARTY: ¿Qué? Ten cuidado, se está inflando allí. ANA: (Estira la cinta que hace el bache) Están tú y Harriet… MARTY: (Por un segundo, silencio total) ¿Si estamos Harriet y yo qué? ANA: Tú sabes. MARTY: Estamos Harriet y yo… ANA: (Para de enmascarar) ¿Eres su amiga? (Marty no responde) No digo una amiga que es una amiga. ¿Quiero decir su novia? MARTY: (Decide responderle) Si. ANA: ¡Lo sabía! (Ana va por una galleta. Queda de espaldas a Marty) MARTY: (Preocupada) Está bien? ANA: ¿Y Luisa lo sabe? MARTY: No lo sé. Harriet se lo iba a decir antes de que partiera, pero al final no lo hizo. Pero si tú sabías, puede que Luisa también. ANA: Yo no lo sabía hasta que empezaste a venir. Después que Luisa partió. (Arremete) ¿Por qué Harriet no se lo dijo?

MARTY: No lo sé. ANA: (Voltea para mirar a Marty) Luisa puede ser difícil. Como cuando vamos a comprar ropa. Las tres vamos al centro comercial, juntas, y cualquiera de las cosas que a mí me gustan tiene que ser aprobada por Luisa primero. En realidad tengo dos mamás. MARTY: ¿De verdad? ANA: Luisa fue la que me cuidó en el orfanato antes que Harriet y Jonathon nos adoptaran. Tenía cuatro años y ella siete y ella me cuidó. Por tres años. MARTY: Vaya. ANA: ¡Si! Pero para que lo sepas, si en algún momento decides vivir con nosotras, no necesito una tercera mamá. MARTY: De acuerdo. ANA: Tener dos es bastante pesado. MARTY: Cierto. ANA: Quieres saber lo que realmente necesito? MARTY: Seguro. ANA: Realmente lo que necesito es un entrenador de jockey. MARTY: (Divertida) ¿Ah, sí? ANA: El nuestro se irá al final de la temporada. MARTY: Que lastima. ANA: Si. (Replica) Probablemente es una buena cosa que Harriet no le contara nada a Luisa. ¿No crees? MARTY: No lo sé. Nunca es bueno esconder cosas como ésas. Se devuelven contra ti. ANA: Deberíamos decirle a Harriet que yo ya sé.

MARTY: Deberíamos. Quieres decírselo o debería decírselo yo? ANA: Yo puedo hacerlo. MARTY: De acuerdo. Qué le vas a decir? (Harriet entra en la sala de estar por detrás de MARTY que no la ve entrar) ANA: (A Harriet) Sé de lo tuyo con Marty. ¡Y es chévere! (Marty hace una mueca) HARRIET: ¿Tú sabes? (Marty sorprendida, se voltea rápidamente para ver a Harriet) ¿Tú se lo dijiste.? ANA: (Rápidamente) Yo se lo pregunté. Y es chévere. Marty y yo nos caemos muy bien. MARTY: (Hace una mueca de nuevo) Así es. ANA: ¡Y ella va a ser nuestra nueva entrenadora de jockey! MARTY y HARRIET: (Al mismo tiempo) ¡Yo soy/Ella es! ANA: (A Marty) Si. (Replica) Va a ser divertido. ¿No creen? MARTY: (Hace otra mueca) Si. Será divertido. (A Harriet) Una que ya sabe y dos por enterar. HARRIET: Tres. Tres por enterar. Todavía necesito contarle a Anita. ANA: (A Marty) Anita puede ser agradable, pero tienes que tener cuidado de no entrar en discusiones con ella. HARRIET: ¡Ana! ANA: O sea, yo la respeto y todo. Ella se consagra mucho al orfanato. Ella está siempre recogiendo dinero para comprarles cosas que necesitan. Libros, ropa, regalos de navidad. Pero, realmente, mejor que no la pongas de mal genio.

MARTY: ¿Qué la pone de mal genio? ANA: Pues la gente que dice que para los niños es mejor ser adoptados por familias que viven en sus lugares de nacimiento. Ella los calla (Imitando la voz de Anita, apasionada y un poquito digna) Miles de niños que han sido abandonados por sus familias están creciendo en orfanatos en todo el mundo. Niños que necesitan un hogar deberían obtener un hogar. Donde quiera que sea. Los niños nunca deberían ser víctimas de la política. (Hablando en su propia voz) Así que ten cuidado al encontrarte con ella. No entres en argumentos con ella. HARRIET: (A Marty) Lo que tienes que entender es que Anita también es adoptada. Y porque ella es… ANA: Voy a afuera a probar mi bastón de jockey HARRIET: Bien. Bien. ¿Entonces todo está bien? ANA: (Besa a Harriet en la mejilla) Si. Todo está bien. No te preocupes. (Ana sale con su bastón de jockey) MARTY: (Ansiosa) Sólo pasó. No planee decirle nada. Ella apenas pregunto. De un momento a otro. Y no me gusta mentir. Especialmente en relación con ser gay. Nunca miento acerca de ser gay. Entonces le conté. Sé que no me correspondía pero – HARRIET: (Coloca sus brazos alrededor de ella) Está bien. No te preocupes. La escuchaste. Está bien. Todo está bien. MARTY: En tanto no entre en argumentos con Anita. (Ríen. Se abrazan. Ríen) Salimos del closet. Finalmente salimos. Se siente grandioso, cierto? HARRIET: (Se suelta de Marty y la mira) Si. Realmente es grandioso. Se siente estupendo. (Toma la mano de Marty y la besa. Un beso de amante) (Música. ‘Incertidumbre’ de Dan Parker cierra la escena 3 y abre la escena 4)

Escena 4:‘SEDER’1 ES PARA LA FAMILIA (La cocina de Harriet. Marzo, dos meses después. Harriet y Anita están preparando sándwiches. Se ven la mostaza y los aderezos para los sándwiches y paños de cocina) ANITA: Lo sé, es a último minuto pero Belinda – HARRIET: Canceló a último minuto. No hay problema. Me gusta hacerlo. ANITA: Tú eres una muñeca. Siempre vienes en mi ayuda. Tú sabes lo que los nuevos miembros quieren saber. Ellos quieren saber que – HARRIET: Cuando adoptamos a Luisa y a Ana ocurrió lo mismo. ANITA: Y por cuánto tiempo – HARRIET: Tuvimos que esperar ANITA: Si ustedes tenían algún… HARRIET: ¿Problemas en Colombia? (Risas) No te preocupes, lo sé. ANITA: (Cálida) Por supuesto que sabes. Así que vendrás el próximo domingo. Siete para… HARRIET: Las nueve. Ahí estaré. ANITA: (Cálida) Gracias. HARRIET: De nada. ¿Cuántos sándwiches tenemos que hacer? ANITA: Veinte. ¿Los podemos guardar en tu nevera por ahora? Los recojo luego. HARRIET: Seguro. De algún modo les abro espacio en la nevera.

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 La  palabra  “Seder”  se  refiere  a  la  cena  ceremonial  que  tiene  lugar  en  la  primera  noche,  o  en  las  primeras  dos  noches  de  la  “Pascua”.   La  Pascua  judía  es  una  celebración  que  conmemora  la  emancipación  de  los  israelitas  de  la  esclavitud  en  el  antiguo  Egipto.  Durante  la   cena   de   Pascua,   la   gente   recuenta   la   historia   bíblica   de   la   esclavitud   de   los   israelitas   y   el   éxodo   padecido   en   Egipto.   Al   recordar   la   historia  y  practicar  los  rituales  de  la  Pascua,  la  gente  judía  intenta  revivir  y  sentir  la  libertad  que  sus  ancestros  obtuvieron  cuando  se   liberaron  de  la  esclavitud.    

ANITA: Es tan congestionada esta época del año. Está la reunión de la junta de consejo anual esta noche, y la Pascua está ya a la vuelta de la esquina. ¿Tu y las niñas van a poder venir? HARRIET: (Emocionada, esperando la invitación) Nos encantaría ir. (Replica, toma un respiro nerviosamente) ¿Cómo te sentirías si yo llevara a alguien especial? ANITA: (Molestando) ¿Alguien especial? HARRIET: Así es. ANITA: ¡Finalmente! ¡‘Mazel Tov’! Tienes suficiente ‘Saran’ para cubrir los sándwiches? HARRIET: Creo que sí. ANITA: Bien. ¿Y cuál es el nombre de él? HARRIET: (Suave) No es un él. ANITA: Perdón, ¿qué? HARRIET: (En tono exagerado) No es un él, es ella. ANITA: (No muy segura de que escucho bien) ¿Qué? HARRIET: Estoy saliendo con una mujer. ANITA: ¿Estás saliendo con una mujer? HARRIET: Si. Sé que es un poco sorpresivo. ANITA: Eso diría yo. HARRIET: Para mí también fue una sorpresa. (Pausa) Bueno… ¿Entonces estas contenta por mí, cierto? ANITA: ¿Saben esto las niñas? HARRIET: Ana y Clare lo saben. Y ellas dos realmente simpatizan con Marty. ANITA: ¿Marty?

HARRIET: Es un apodo, por Martha. (Anita no responde) ¿Estás perturbada? ANITA: Por supuesto que estoy perturbada. Esto lo cambia todo. HARRIET: ¿Cómo? Todavía sigo siendo yo. ANITA: (Intensa) No, no lo eres. Mi Harriet estuvo casada por 13 años. Siempre asumí que te ibas a casar de nuevo. Ahora, de pronto, tú eres, tú estas… HARRIET: (Suave) ¡Saliendo… ANITA: (Recuerda la frase) ¡Saliendo del armario! HARRIET: (Esconde una sonrisa) Closet. ANITA: Qué? HARRIET: Se dice saliendo del closet. ANITA: Lo que sea. ¿Cuánto hace que sabes? Que eres… HARRIET: ¿Lesbiana? Hace un buen rato. ANITA: ¿Y nunca pensaste en decírmelo? HARRIET: Creo, pero tenía miedo. ANITA: ¿De qué? HARRIET: ¡De esto! (Replica) Mira, cuando Marty venga al Seder, nuestro ritual judío de Pascua, tendrás la oportunidad de conocerla, y una vez lo hagas… ANITA: Nuestro ritual de Seder es para familias. Necesitamos terminar aquí. Se está haciendo tarde. HARRIET: Yo soy una familia. Ana y Clare son familia.

ANITA: Tú y Ana y Clare pueden venir. HARRIET: ¿Y qué si no voy a menos que Marty venga conmigo? ANITA: Entonces no vendrás. HARRIET: Si no voy, entonces Ana y Clare tampoco irán. (Anita no responde) Clare ha estado ensayando las ‘cuatro preguntas’ por semanas. En español tanto como en Hebrew y en inglés. No puedes desilusionarla. ANITA: No soy yo quien la desilusione. (Apunta su cuchillo con mostaza hacia Harriet) Eres tú. (Se mancha su blusa de mostaza) Mierda! (Toma un papel de cocina y trata de quitarse la mancha de mostaza) Mierda, mierda, mierda. (Mira su blusa) Necesito lavar esto antes de que se manche. (Anita empieza a salir con el papel de cocina en la mano) HARRIET: (A Anita) Pero yo ya la he invitado. (Anita se detiene) ANITA: Pues no debiste. HARRIET: ¿Por qué? ANITA: Tú no eres la única que viene al Seder de ‘Familia Global’. Tengo otras familias en quien pensar. No todo el mundo aprueba tu nuevo estilo de vida, sabes. HARRIET: Pero nosotros somos las únicas judías en Familia Global. Tú y yo y las niñas hemos estado haciendo Seder desde el puro principio en Familia Global. ANITA: ¿Crees que no sé eso? HARRIET: Mira Anita. Tú eres el motor detrás de la familia Global. Tú eres quien lleva la voz cantante. Si haces que Marty sea bienvenida, el resto de miembros también lo hará. ANITA: (Raspa la mostaza que aún queda en su blusa) Los miembros no lo van a aprobar. Me llamarán al día siguiente a decirme que las niñas deberían estar viviendo con familias con una madre y un padre. Van a decir que las vidas de Ana y Clare son ya suficientemente

complicadas, como para tener que escuchar comentarios de sus compañeros de escuela porque su madre es una… una… HARRIET: (Empezando a enojarse) Lesbiana, Anita. La palabra es Lesbiana. Mira, ellos van a aprender a lidiar con la homofobia en la misma forma que aprendieron a lidiar con el racismo. Lo que va a hacer sus vidas más complicadas es si tú nos abandonas. ANITA: (Vuelve a raspar la mostaza de su blusa) ¿Quién te está abandonando? Tú y las niñas pueden venir al Seder cuando quieran. HARRIET: Pero sólo si vamos sin Marty. ANITA: Mira, tú no sabes que tan serio es esto. Qué tal si es sólo un capricho tuyo. HARRIET: (Más enojada) No es un capricho. (Replica) No todas las relaciones gay son casuales, sabes. ANITA: Si están todavía juntas de aquí a un año, entonces hablamos. HARRIET: Tú no le hiciste esperar un año a Belinda para invitar a su nuevo compañero sentimental al Seder. ANITA: Eso fue diferente. HARRIET: ¿En qué sentido? ANITA: Tuve la oportunidad de conocerlo. Él se estaba volviendo parte de la familia. HARRIET: Si invitas a Marty al Seder, llegarás a conocerla también. ANITA: El Seder no es un sitio para conocer a alguien. HARRIET: Esta bien. Ven a casa a comer, antes de lo del Seder. Escoge una noche. Cualquier noche. ANITA: No puedo. No antes de lo del Seder. Quizás después.

HARRIET: (Completamente enojada) Esto es tan irónico. ¡Seder es todo acerca de escapar y pelear contra la opresión, y aquí estás oprimiéndome a mí y a Marty porque tienes miedo de lo que la gente pueda pensar. ANITA: (Enojada también) ¡Ey! Primero que todo no necesito una lección acerca de lo que significa el ritual del Seder. Y segundo que todo, no es sólo acerca de ti y Marty. Hay leyes en contra de la gente gay adoptando niños en muchos países. Lo que es legal aquí no es legal en todas partes. Tengo que pensar en la reputación de mi agencia. Todos esos niños esperando ser adoptados dependen de mí. (Mira su blusa) Me voy a casa a cambiarme la blusa. Ésta se arruinó. Llámame si cambias de opinión. (Replica) Enviaré a alguien para que recoja los sándwiches. (Anita sale. Harriet está devastada. Sus mejillas están rojas de la ira. Empieza a hacer otro sándwich y entonces para y tira el cuchillo sobre la mesa)

Escena 5: BIENVENIDA A CASA (Agosto: Cinco meses después) (La cocina de Harriet. Música. ‘Pop Song’ de Dan Parker, abre la escena. Hay un letreo de bienvenida a Luisa que Clare hizo y pegó en la pared. Harriet and Clare esperan que Luisa se despierte y baje a la cocina. Harriet ojea el periódico mientras espera. La música se apaga) CLARE: Es casi la hora de almuerzo. ¿La podemos despertar? HARRIET: No, dejémosla dormir. CLARE: ¿Porqué no me despertaste cuando llegaron a casa? HARRIET: Era la una de la mañana. CLARE: ¿Si? HARRIET: Ella estaba cansada. Quería llegar derecho a la cama. CLARE: ¿Cómo se ve ella?

HARRIET: Bien. Pero agotada. CLARE: ¿Está contenta de regresar a casa? HARRIET: (Duda) Por supuesto. CLARE: No puedo esperar. Voy a despertarla. HARRIET: (Rápidamente) No, no lo hagas. (Luisa entra en pijama) LUISA: Está bien. Ya me levante. (Clare corre hacia Luisa y la abraza por la cintura) CLARE: ¡Luisa! ¡Estás en casa! ¡Finalmente estás en casa! LUISA: Tal como lo prometí. CLARE: Viste mi afiche de bienvenida? LUISA: No. ¿Dónde está? CLARE: (Señala el aviso) ¡Justo aquí! LUISA: Déjame mirarlo. (Luisa se queda un buen rato mirándolo) Qué lindo. (Luisa besa a Clare en ambas mejillas) Gracias Clara. (Clare está emocionada) Compré regalos para ti, y Ana, y Harriet. Están arriba en mi cuarto en una gran bolsa de tela roja. Sube y búscalos. CLARE: De acuerdo. Volveré en un minuto. (Sale) HARRIET: ¿Cómo dormiste? LUISA: Bien. HARRIET: ¿Tienes hambre? LUISA: No. Me desperté hacia las 6:00 y me preparé un sándwich, luego volví a la cama. HARRIET: Es maravilloso tenerte de nuevo de regreso. LUISA: (Sonríe) Es rico estar de regreso. (Replica) Pero es claro lo que quise decir anoche. Me quedaré por unas semanas, pero después de eso me regresaré.

HARRIET: Hablaremos de eso después, una vez te hayas instalado de nuevo. LUISA: No voy a cambiar de opinión. No me puedo concentrar en la escuela ni en otra cosa más, hasta que averigüe qué pasó con mi madre. HARRIET: ¿Nadie te puedo decir nada? LUISA: Si las hermanas saben algo, no me lo van decir. HARRIET: ¿Por qué? LUISA: ¿Quién sabe? Tal vez porque mi madre les pidió que no lo hicieran. Pero en la medida en que trabaje más en el orfanato, más van a confiar en mí, y si continuo preguntándoles, un día alguna me dirá algo. HARRIET: ¿Realmente piensas eso? LUISA: Si. (Replica) ¿Y qué hay de nuevo por aquí? HARRIET: Bueno, en realidad algo importante pasó justo antes de que partieras – CLARE: (Entra con la bolsa roja) ¡Ya volví! LUISA: (Riendo) ¡Eso fue rápido! Tráemelo y te muestro lo que traje! (Harriet disimula su frustración al perder la oportunidad de hablarle a Luisa acerca de Marty, evitando que el momento se arruine por causa de Clare) (Mientras Luisa saca los regalos para Clare y Harriet, ‘Pop Song’ de Dan Parker, se escucha cerrando la escena y abriendo la escena 6)

Escena 6: LA VERDADERA MADRE (Esa noche) (La cocina de Harriet. Ana y Luisa están secando platos. La música se apaga) LUISA: Estas cambiada. ANA: ¿Tú crees?

LUISA: Y no para bien. (Ana se encoge de hombros) Ya no hablas español. ANA: ¿Y qué? LUISA: Es nuestro idioma. ANA: Habla español con Clare. Ella puede contar hasta mil, ahora. LUISA: ¡Caramba muchacha! No quiero hablar español con Clare. Lo quiero hablar contigo. (Ana se encoge de hombros) No quiero que lo pierdas. ANA: Has estado en casa por menos de veinticuatro horas y ya me estás dando órdenes todo el tiempo. No necesito eso aquí. LUISA: Aquí no vas a pasar toda la vida. ANA: (Segura de sí misma) Si. Si lo voy a hacer. LUISA: No. No lo vas a hacer. Tú vas a regresar algún día. ANA: ¿Cómo lo sabes? LUISA: Te va a dar curiosidad. ANA: ¿De qué? LUISA: De cómo vive la gente en Colombia. Cómo es nuestra cultura. Cómo es nuestra música. ANA: (Deja de secar platos) Sé como es la música colombiana. La he escuchado. Millones de veces. (Ana, juguetonamente toma la toalla de cocina y la estampa en la espalda de Luisa) LUISA: ¡Hey! (Luisa toma la toalla y trata de hacer lo mismo pero Ana la esquiva rápidamente. Ana ríe) Hay mucha más música en Colombia que sólo Shakira, sabes?

ANA: (Toma otra plato para secar. Muy segura) Me gusta Shakira. LUISA: (Excitada) Necesitas escuchar Reggaetón. ANA: Shakira canta Reggaetón. (Empieza a cantar ‘Hips Don’t Lie’ de Shakira) LUISA: Quiero decir verdadero Reggaetón. (Seca otro plato) Quiero que regreses conmigo el próximo verano. ANA: Ya tengo planes. LUISA: Qué planes? ANA: (Secado otro plato más) Voy a trabajar con Brian. LUISA: Brian, Brian, Brian. Todo lo que escucho es acerca de Brian. (Replica) Él es la razón por la cual ya no hablas más español. Por él es que actúas como una arribista. ANA: Te estás retrasando. He secado cuatro platos y tú apenas llevas uno. LUISA: (Toma un sartén y un plato) Tres. Tú has hecho tres. (Replica) ¿No la quieres encontrar? ANA: ¿A quién? LUISA: A nuestra mamá. ANA: (Deja un plato y recoge otro y lo mueve frente a la cara de Luisa) Te estoy tomando ventaja. Tenemos que tener los platos secos antes de que Harriet regrese. ¿Vas a ayudar? LUISA: ¿Dónde está ella? ANA: Donde el doctor. Ella te dijo. LUISA: (Seca otro plato) Tenemos que averiguar qué pasó con ella. ANA: ¿Harriet? LUISA: No. Nuestra mamá.

ANA: Si no has averiguado nada hasta ahora, probablemente esté muerta. LUISA: Pero no hay evidencias de su muerte en nuestros archivos. Las hermanas miraron. ANA: ¿Entonces? LUISA: Entonces hay posibilidades de que aún esté viva. Y que un día la encuentre. ANA: No necesito encontrarme con ella. LUISA: No te creo. (Seca otro plato) Tal vez tú te parezcas a ella. ANA: (Súbitamente molesta) Incluso si me parezco a ella, nunca actúo como ella. Cada cosa dentro de mí viene de vivir aquí. En esta familia. En este país. (Levanta la voz) Si quieres regresar a Colombia, ve. Si quieres buscar a una mujer que nos abandonó y que probablemente este muerta, ve. Ve a buscarla. Pero yo me quedo. (Harriet entra) HARRIET: ¿Qué está pasando? LUISA: Nada. HARRIET: (A Ana) ¿Porqué estas gritando? ANA: Ella me hizo enojar. HARRIET: (Suave) Como en los viejos tiempos. LUISA: Todo lo que hice fue pedirle que viniera conmigo a Colombia el próximo verano y se enojó. ANA: Yo no me enojé. LUISA: Si te enojaste. (Coloca sobre la mesa el plato que ha secado y toma otro) ANA: (Furiosa) No, no me enojé. Te dije que no voy porque tengo otros planes. Tú no aceptas un ‘no’ por respuesta.

HARRIET: (A Ana) ¿No quieres ir? ANA: (Tratando de calmarse) No. HARRIET: (Tratando de bajar la tensión) Bueno, no hay prisa. Muchos de los niños de Familia Global no regresan hasta que finalizan la escuela. Tienes todo el tiempo del mundo. LUISA: (Exasperada, arroja el plato que está secando) No deberías tratarla e influenciarla de esa forma. HARRIET: No estaba tratando de influenciarla. Sólo dije que no hay prisa. LUISA: Si, si hay prisa. Ella ya no está hablando español. Lo está perdiendo. (Acusatoria) Está siendo raptada de nuestra herencia cultural. HARRIET: ¿Y es por mi culpa? (Clare, que ha estado de pie en la puerta regresa) LUISA: No tiene oportunidad de practicar. Se gasta todo el tiempo con ese Brian. Ella ya no ve a nadie de Familia Global. Clara me contó que ustedes no fueron al Seder y que tampoco han vuelto a ningún otro evento desde la Pascua. ¿Qué ha pasado? HARRIET: (Preocupada) Eso es una larga historia. Déjame preparara un poco de té y entonces podemos – CLARE: Yo puedo prepararlo. HARRIET: No linda. Yo lo preparo. LUISA: ¿Qué pasó? ANA: Es por lo de Marty. LUISA: ¿Marty? ¿Quién es Marty? HARRIET: ¿Recuerdas mi amiga Marty? ¿De la escuela? ANA: Ella es mi nueva entrenadora de jockey. CLARE: Y ella con Harriet…

HARRIET: ¿Clare, querida, podrías ir donde el vecino y pedir un poco de leche para el té? No tenemos nada. CLARE: Claro. ¿Luisa, quieres venir conmigo? LUISA: No. Ve tú. Yo me quedo aquí. CLARE: Bueno. ¡Hasta luego! (Clare sale) LUISA: ¿Entonces cuál es el problema con Marty? ¿No le gusta a Anita? HARRIET: Anita ni siquiera conoce a Marty. LUISA: ¿Y entonces qué es? HARRIET: Marty es lesbiana. LUISA: ¿Y? HARRIET: (Con coraje, desafiante) Y yo también lo soy. Ella es mi compañera ahora y Anita no lo aprueba. (Hay unos segundos de silencio mientras Luisa asimila la noticia) LUISA: ¿Ella es tu compañera? (Harriet asiente) ¿Sales con una mujer? (Harriet asiente) ¿Por qué no me lo dijiste? Llamé cada domingo. ¡Podrías haberme dicho algo! HARRIET: Quise, pero… tú estabas tan llena de historias de lo que estabas haciendo en Colombia… Parecían más interesantes que mi… No sé. Debí habértelo dicho. Lo siento. LUISA: ‘Lo siento’ no es suficiente.

HARRIET: ‘Lo siento’ es lo que tengo para ofrecer. ANA: No hay nada por lo cual pedir disculpas. Marty es maravillosa. A todas nos gusta. A mí me gusta, a Clare le gusta. Marty incluso viene con Clare a nuestros juegos. LUISA: ¿Están planeando vivir juntas? HARRIET: Algún día. LUISA: ¿Algún día pronto? HARRIET: No lo sé. Tal vez. LUISA: ¿Con Ana y Clare todavía viviendo aquí? HARRIET: Tal vez, ¿por qué no? ANA: ¡Marty es maravillosa! LUISA: Sshh. ANA: ¡No me chistees así! Esto no es Colombia. No soy uno de tus huérfanos a los que puedes hacerles ‘sshh’. LUISA: (Ignora a Ana. A Harriet) No creo que ella deba venir a vivir acá. HARRIET: Bien, no es una decisión que tú debas hacer. LUISA: Bien. De todos modos no me voy a quedar. HARRIET: Me hiciste una promesa de que volverías a la escuela si te dejaba ir a Bogotá. Prometiste darle un año a los estudios. Todo el material de registro de la universidad está aquí, esperando por ti. Quiero que regreses a la escuela la semana que viene. Tal como lo prometiste. LUISA: No me importa lo que tú quieras o no quieras. Estoy harta de oírte. Estoy harta escuchándote lo que tengo o no tengo que hacer. Tengo diez y ocho años ahora y voy a hacer lo que yo quiera. No estoy interesada en regresar a la escuela. Sólo hay una cosa en la que estoy interesada. Averiguar qué pasó con mi verdadera madre.

(Luisa sale. Ana y Harriet se miran con desconsuelo. Ana va hacia Harriet y la abraza) HARRIET: ¿Qué voy a hacer con tu hermana? ANA: ¿Qué puedes hacer? Dejarla ir. (Se escucha ‘Balada de Luisa’ de Dan Parker cerrando la escena y abriendo la escena 7)

Escena 7: EMOCIONANTE (Septiembre: Un mes más tarde) (Cocina de Harriet. Marty se está mudando a la casa de Harriet. Marty, Ana y Clare están desempacando algunas de las cajas) ANA: ¡Mira esto! (Desempaca un juego de candelabros envueltos en un papel celofán blanco) MARTY: Ten cuidado con eso. Pertenecían a mi abuela. Ella solía encenderlas en Rosh Hashana y Pascua. CLARE: Cuánta gente invitaba? MARTY: ¡Treinta! CLARE: ¡Treinta! Anita solo invita quince porque eso es ya mucho trabajo. Pero este año solo tuvo doce porque nosotras no fuimos. ANA: A nadie le importa. CLARE: A mí me importa. Se suponía que yo iba a recitar las cuatro preguntas en español. ANA: Historia Antigua. (A Marty) Cuéntanos más de tu abuela. ¿Vivía en una casa grande? MARTY: No. En un aparta-estudio pequeño. ANA: ¿Y entonces cómo podía invitar treinta personas? MARTY: Ella prestaba cuatro pequeñas mesas y treinta sillas plegables.

CLARE: ¿De quién? MARTY: Parientes y vecinos. Yo solía ayudarle. Ella cubría las mesas con manteles blancos de lino que su madre, mi bisabuela, había tejido a mano. Con hilo azul y dorado. Para las festividades ella sacaba su vajilla china, blanca y dorada, y vasos de cristal, y ponía flores en la mitad. Su cocina era estrecha. Había sólo espacio para una persona maniobrando allí. Pero de algún modo se las ingeniaba para alimentar treinta personas. Yo no sé cómo lo hacía… ANA: Eso suena increíble. Tú la debiste haber querido realmente. MARTY: Si, claro. Era la persona más generosa que he conocido. Tu mamá es como ella. CLARE: ¿Vive todavía? MARTY: No. CLARE: ¿Cómo murió? MARTY: (Baja la vista) Le dio cáncer. ANA: ¿Qué clase de cáncer? MARTY: (Mira a Ana) Cáncer de seno. CLARE: (Ansiosa) ¿Como el de Harriet? ANA: ¡Cállate! MARTY: ¡Ey! No sabemos con seguridad que tu mamá tenga cáncer. Todo lo que sabemos es que tiene un quiste en un seno. Por eso le hicieron un examen hoy. Para averiguar. Quizás tenga cáncer, pero esperemos que no. ANA: No quiero hablar de eso. MARTY: Bueno. ¿Por qué no abres otra caja? CLARE: (En pánico) ¿Si Harriet tiene cáncer se va a morir? ¿Como tu abuela? ANA: (En voz alta) ¡Cállate! ¡Cállate!

MARTY: (Un poquito cortante) Sshh. Baja la voz. Tu mamá está tratando de dormir. ANA: Tú no puedes callarme. Tú no eres mi madre. MARTY: No te dije que te callaras. Te pedí que bajaras la voz. Tú fuiste la que le dijo a Clare que se callara. CLARE: ¡Sí! ANA: ¿Por qué más bien n te vas a casa? ¡Y te llevas tus horribles candelabros de plata de tu abuela contigo! (Tira los candelabros dentro de la caja que estaba vaciando) MARTY: (Sorprendida) ¡Ana! Ten cuidado. (Levanta el tono de su voz) ¡Mira lo que estás haciendo! ANA: ¡No me grites! MARTY: (Tratando de calmarse) No estoy gritando. Sólo te estoy diciendo que tengas cuidado. (Clare comienza a sollozar. Marty va hacia ella y la sienta en sus piernas) ANA: Quiero que te regreses a tu casa. CLARE: ¡No! ANA: Cuando Harriet se despierte le voy a decir que no te queremos aquí. CLARE: ¡No! MARTY: (A Clare) No te preocupes querida. No voy a ninguna parte. (A Ana) El sacarme de aquí no va hacer que el quiste en su seno desaparezca. ANA: ¿Qué? MARTY: Ya me oíste.

(Ana permanece en silencio por unos segundos. Después salta fuera del escenario) Mierda. (Llama cargando a Claire en sus piernas) Ana, regresa. Lo siento. Lo siento que alcé la voz. Estaba enojada. Regresa. Regresa y terminamos de desempacar. Y después vamos por un helado de crema. ¿Está bien? (Ana no responde) MARTY: Mierda. Mierda. CLARE: Dijiste ¡‘mierda’! dos veces. MARTY: Si, lo sé. ¿Pero no se lo digas a nadie, bueno? CLARE: No, no lo diré nadie. MARTY: ¿Quieres ayudarme a desempacar el resto de mis cosas? No queda mucho por hacer. CLARE: ¿Y después podemos ir por el helado de crema? ¿Incluso si Ana no viene? MARTY: Seguro. Merecemos consentirnos después de todo este trabajo. (Empiezan a desempacar de nuevo. Ana entra y se dirige a la caja con los candelabros de Plata. Los saca cuidadosamente y los pone sobre la mesa. Las luces se apagan) (‘Cáncer’ de Dan Parker se escucha cerrando la escena y abriendo la escena 8)

Escena 8: SIN REMORDIMIENTOS (Marzo: Seis meses después) (La cocina de Harriet. Marty y Harriet entran después de un paseo y se quitan sus guantes, sombreros y chaqueta de invierno. Debajo de su sombrero, Harriet lleva una pañoleta que cubre su cabeza ahora rapada) MARTY: No van a querer ir. No, si tú no estás bien.

HARRIET: (Con determinación) Estaré bien. MARTY: Deberíamos esperar hasta que estés saludable de nuevo. HARRIET: Ana necesita volver ahora. MARTY: Pero ella no quiere volver. HARRIET: No importa. Luisa ha estado fuera por siete meses. Un año y medio en total con su primera visita. Es tiempo de ir a visitarla. MARTY: ¿Y qué acerca de nosotras? ¿Tú y yo? ¿Cómo queda lo nuestro allí? HARRIET: Nadie tiene por que saber sobre nosotras allí. MARTY: (Cortante) ¿Qué? HARRIET: Eso hace las cosas más fáciles. MARTY: ¿Para quién? Mira, O somos una familia o no la somos. (Dolida) Pensé que yo era parte de tu familia. HARRIET: (Replica) Por supuesto que eres parte de la familia. (Se acerca a ella para abrazarla) Estoy loca por ti, las niñas te adoran, y yo no sé cómo habría hecho con la quimio sin ti. Pero no podemos salir como familia en Colombia. La gente no lo entendería. MARTY: Eso es problema de ellos. HARRIET: Y nuestro. No podemos visitar a Luisa sin el permiso de las hermanas. Ellas podrían negárnoslo si se enteran. MARTY: ¿Entonces que quieres? ¿Que pase como la tía de Ana y Clare? ¿Una amiga de familia? HARRIET: (Se sienta) Si toca hacerlo. MARTY: (Enfática) Odio simular.

HARRIET: Lo sé. ¿Qué alternativa tenemos? (Pausa. Marty camina hacia la ventana) MARTY: Han quitado los tableros de jockey. La temporada de hockey ya terminó. Oficialmente por esta temporada. HARRIET: ¿Cuántas tardes y noches pasaste entrenando este invierno? MARTY: Muchas. HARRIET: Amarrando cordones de patines. Enmascarando bastones de jockey. (Replica). Siento de verdad que Ana no haya podido jugar en los partidos finales. MARTY: Ella quiso estar contigo en la última ronda de tu quimio. Seguro jugará el próximo año. HARRIET: ¿Y entrenarás su equipo de nuevo? MARTY: Sólo si prometes traer tus famosos chocolates calientes. HARRIET: Lo prometo. MARTY: ¿Estas segura, realmente segura, que estas lo suficientemente bien como para viajar? HARRIET: (Con determinación) Estoy segura. MARTY: (Comienza a pasearse preocupada) Ni siquiera sabemos si la quimio funcionó. HARRIET: No importa. Lo que importa ahora es que estoy lo suficientemente fuerte como para ir. MARTY: ¿Estas segura de que Luisa nos recibirá? HARRIET: Ella nos recibirá. MARTY: ¿Cómo lo sabes?

HARRIET: Ella ha estado llamando cada semana desde que empecé la quimio. Está molesta. Y viviendo muy lejos. Necesita conectarse. Con todos nosotros. Contigo también. Creo que necesito recostarme un rato. MARTY: Déjame ayudarte. (Toma su brazo y la ayuda a levantarse) No debimos haber salido por tanto tiempo. HARRIET: No te preocupes. Estoy bien. MARTY: No, no lo estas. HARRIET: Estoy bien. MARTY: (Molesta) ¿Y qué si no estás lo suficientemente bien? ¿Qué si termino perdiéndote y las niñas se van a vivir con su padre? ¿Qué si las pierdo a ustedes tres al tiempo? (Harriet se acerca y abraza a Marty) HARRIET: Te amo. Y las niñas también. Todo va a estar bien. (Suavemente se separa de Marty) Pero necesito llevar las niñas a Colombia. Así no tendré después remordimientos. MARTY: (Mira a Harriet por unos segundos) Todo el mundo tiene remordimientos. HARRIET: Pues yo no tendré ese remordimiento. (Se escucha ‘Reggaetón’ de Dan Parker que cierra la escena y abre la escena 9)

Escena 9: BOGOTÁ (Abril: Un mes más tarde) (En las afueras de un orfanato en Bogotá. En la mañana. Harriet, Marty, Ana, [ahora de 16 años] y Clare [ahora de 12 años] están sentadas en dos bancas, esperando que Luisa llegue. Hay varias botellas de agua al lado de cada banca. Harriet todavía lleva la pañoleta sobre su cabeza rapada. La música se apaga) CLARE: ¿Por qué se demora tanto?

HARRIET: Las hermanas ya fueron a avisarle que estamos aquí. Ya aparecerá pronto. CLARE: ¡No puedo esperar para verla! (Luisa, ahora de 19 años, entra. Luce muy delgada y muy triste. Clare corre a saludarla. Las demás se ponen de pie) CLARE: (jubilosa) ¡Hola Luisa! ¿Cómo estás? (Clare abraza a Luisa por la cintura) Estas tan delgada. (Clare retrocede para mirar a la cara a Luisa y toma una de sus manos entre las suyas. Luisa mira fijamente a Harriet y su pañoleta. Es devastador) (Harriet avanza hacia Clare y Luisa. Ana y Marty esperan detrás) LUISA: (Suave) Hola, Harriet. HARRIET: Me da mucho, mucho gusto verte. LUISA: (Abraza a Harriet con cuidado y toca su pañoleta) Bienvenida de regreso a Colombia. Te he extrañado. HARRIET: (Correspondiendo el abrazo) Yo también te he extrañado. LUISA: (Mira a Ana) ¡Hola Ana! ¿No vas a decir hola? ANA: (Sin moverse) Hola. Ella es Marty. LUISA: (A Marty) Si la recuerdo. (Replica) Gracias por venir. MARTY: Me da gusto estar aquí. CLARE: A mí también. A mí también me da gusto estar aquí. No podía esperar para verte. (Abraza a Luisa por la cintura y la levanta) ¡Estás tan delgada!

LUISA: (Mira a Ana) Averigüé lo que le pasó a Inés. CLARE: ¿Tu mamá biológica? (Marty coloca su brazo en los hombros de Ana) LUISA: Ella está muerta. HARRIET: (Se acerca a Luisa y toma su mano) Querida, lo siento. Los siento mucho. LUISA: (Aprieta la mano de Harriet) Ella murió justo después que nos dejó en el orfanato. Estaba enferma y murió. (Luisa se separa de Clare y avanza hacia Ana quien ha empezado a llorar) Nuestra mamá está muerta. (Ana continúa llorando. Marty la abraza fuerte. Harriet comienza a marearse. Clare alcanza a abrazarla) MARTY: Clare, lleva a Harriet hacia la banca para que pueda sentarse. (Claire ayuda a Harriet a regresar a la banca. Marty abre una botella de agua para Harriet. Harriet toma la botella y se sienta. Clare permanece al lado de ella) CLARE: ¿Cómo lo averiguaste? LUISA: La hermana Francisca me lo dijo. Ella quería decírmelo antes, pero las otras hermanas le dijeron que mejor no. ANA: ¿Cómo murió? LUISA: Le dio neumonía. ¿La recuerdas tosiendo? (Ana niega con la cabeza) Yo sí. Yo si la recuerdo tosiendo.

CLARE: Por qué no fue a una clínica de urgencias por antibióticos? LUISA: No había clínica. No había antibióticos. La gente aquí es muy, muy pobre. No te imaginas que tan pobres son. Le dio neumonía y murió. No era lo suficientemente fuerte para sobrevivir. HARRIET: (Suave) Pero fue lo suficientemente fuerte para asegurarse que sus hijas sobrevivieran. Fue lo suficientemente fuerte para llevarlas a un lugar donde fueran cuidadas. Fue los suficientemente fuerte para que tú y Ana vivieran aún si ella moría. (Lagrimas) Imaginen la fortaleza que tenía para haber hecho todo eso. (Replica) Tú tienes esa fortaleza. Tienes la fortaleza de tu madre. (Luisa no responde, pero parece agradecida. Clare muy afectada, se pone de pie y se dirige hacia Luisa. Coloca sus brazos alrededor de su cintura) CLARE: Lo siento. Siento mucho que tu madre haya muerto. (Luisa coloca su mano en la cabeza de Clare) LUISA: Yo también. Quería verla de nuevo. Hablarle de nuevo. (A Ana) Ahora, ya no podremos hacerlo. ANA: Al menos sabemos que paso con ella. Tú averiguaste. Ahora podemos seguir adelante. LUISA: (Incrédula) ¿Seguir adelante? Regresé para encontrar a nuestra mamá y recuperar los años que perdí con ella. No hay a dónde seguir ahora. (Hay un raro silencio por varios segundos) HARRIET: (Amable) Quizás eso parezca ahora, pero… LUISA: No importa. No importa. Entremos. Las hermanas están esperando por nosotras. ANA: Yo no quiero entrar. LUISA: Tienes que entrar. Están esperando para verte.

ANA: No me importa. LUISA: (Mirando fijamente a Ana) ¿Cómo puedes ser tan egoísta? Ellas son quienes nos cuidaron cuando nadie más lo hizo. No te va a matar el visitarlas. ANA: (A Harriet) Tú me dijiste que si yo no quería entrar al orfanato, no tenía que hacerlo. LUISA: (Todavía mirando fijo a Ana) ¿Qué pasa contigo? CLARE: ¿Tal vez tiene miedo? LUISA: (Continúa con la mirada fija en Ana) ¿De qué? CLARE: De ponerse triste. Más triste aún de lo que ya es. (Ana rompe en llanto) HARRIET: (Amable) Mira, las noticias acerca de tu madre…. Es un impacto fuerte. Ella necesita tiempo. Quizás mañana. Todos vendremos a visitar a las hermanas mañana. Pero ve con Claire ahora. Ella tiene algo que darte a ti y a las hermanas. (A Claire) Cuéntale lo que les trajiste. CLARE: Es un cheque. LUISA: (Sorprendida) ¿Qué? CLARE: Por 10.000 dólares canadienses. Los recogimos en mi escuela. Muchos de los profesores de mi escuela recuerdan a Ana y a ti. Recuerdan la primera vez cuando llegaron de Colombia. Dicen que nunca vieron una chica con tanto coraje y tan capaz como tú. Quieren ayudarte con tu trabajo en el orfanato. LUISA: $10.000 es mucho dinero. (Clare se dirige donde Luisa y toma su mano) CLARE: Tal vez podamos emprender otra campaña. Una más grande, para conseguir dinero para una clínica.

HARRIET: Y tú podrías regresar y quedarte con nosotras. (Replica) Sólo por un tiempo. Para lanzar la campaña. CLARE: (Pone sus brazos alrededor de la cintura de Luisa) Puedes hablar en mi escuela. Y en la escuela de Ana. ¡Y todas las otras escuelas en Toronto! (Luisa mira a Ana que no dice nada) HARRIET: (Suave) Todos ayudaremos. (Replica) Tus hermanas te necesitan ahora. Regresa con nosotras. (Pausa) Por favor. (Se escucha ‘La Balada de Luisa’ de Dan Parker que cierra la escena y abre la escena 10)

Escena 10: LAS MONJAS (Siguiente día) (En las afueras del orfanato en Bogotá. En la tarde. Luisa y Ana están sentadas en una banca) ANA: Todo es mucho más pequeño. LUISA: Si. Eso pensé cuando llegué por primera vez aquí. ANA: El tablero era más grande. La ventana. LUISA: El estante de libros cerca a la puerta. ANA: Es realmente frio aquí. LUISA: Te acostumbrarás. ANA: Es difícil respirar. LUISA: Respira despacio. (Ana calma su respiración)

Y toma agua. Eso te ayudará. (Ana toma agua) Me da gusto que estés aquí. (Ana toma más agua) ANA: Me siento como si me fuera a desmayar. LUISA: Probablemente estás deshidratada. Sigue bebiendo agua. Pero tómala despacio. (Ana sorbe más agua) ¿Y recuerdas a alguna de las hermanas? ANA: (Suave) A todas ellas. (Sorbe más agua) LUISA: Yo también las recuerdo a todas. Es increíble todo lo que han hecho aquí con tan poquito dinero. (Ana toma más agua) ANA: Son tan pobres aquí. LUISA: Lo sé. ANA: ¿Has pensado alguna vez qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado aquí? LUISA: Si. ANA: No habríamos tenido nada. LUISA: Estaríamos afuera trabajando. ANA: ¿Haciendo qué?

LUISA: No sé. Algunas de las niñas trabajan en el orfanato. Cocinando la comida, haciendo lavandería. Ahora que terminé la secundaria y puedo escribir y hablar en inglés, podría enseñar. ANA: Odiaría eso. LUISA: Es más seguro que trabajar en el mercado sexual. Muchas niñas pobres lo hacen. (Ana se muestra afectada y silenciosa por unos segundos) ANA: ¿Te has sentido alguna vez culpable? LUISA: ¿Por tener que salir? ANA: (Sorbe un poco de agua) Si. LUISA: No. Lo que siento es desilusión. Nuestra mamá no tenía por qué morir. La gente no tiene porqué morirse de neumonía. Si ella no hubiera sido tan pobre, ella habría visto un doctor y tomado antibióticos. Y ella no habría tenido que dejar a sus dos pequeñas hijas en el orfanato, para ser adoptadas por una familia que vivía en otro mundo lejos de lo que ellas conocían y amaban. ANA: Me siento culpable. LUISA: Sentirse culpable no ayuda a nadie. Ni cambia nada. Yo quiero cambiar las cosas. ANA: ¿Cómo? LUISA: No lo sé todavía. ANA: ¿Vas a regresar con nosotras? LUISA: Tal vez. ANA: ¿En qué cuarto dormirías? (Bebe más agua)

LUISA: No lo sé. Mi antiguo cuarto creo. ANA: Quieres decir ‘nuestro’ antiguo cuarto. El cual es ‘mi’ cuarto ahora. LUISA: (Dolida) ¿Quieres que duerma con Clare? ANA: Eso depende. LUISA: ¿De qué? ANA: (Toma otro sorbo de agua) Si regresas como mi hermana o mi madre. LUISA: ¿Qué se supone que quiere decir eso? ANA: Quiere decir que no quiero tener dos mamás de nuevo. Tú y Harriet. Me gusta tener sólo una. Harriet. LUISA: Harriet me dijo que tú y Clare me necesitaban. ANA: Es cierto. Es horrible escuchar a Harriet vomitando después de la quimio. Odio eso. Y Clare también. Y sería mejor si estás en casa. Pero no si siempre estas enojada conmigo por no hablar español. Y no, si no eres amable con Brian. LUISA: (Entorna y gira los ojos) Brian. (Replica) Sabes, me dio realmente gusto encontrarla. ANA: ¿A quién? LUISA: A Harriet. La extrañe. Mucho. ANA: Deberías decírselo. (Suena ‘Incertidumbre’ de Dan Parker que cierra la escena y abre las escena 11)

Escena 11: RECONCILIACIÓN (Junio: Dos meses después)

(La cocina de Harriet. Luisa y Anita están sentadas metiendo las cartas de Familia Global en sobres de correo) ANITA: (Contrariada) No sabía. LUISA: (Sorprendida) ¿Cómo podías no saberlo? ANITA: No lo sabía. Estaba ocupada. Dejamos de hablar… LUISA: ¿Ninguno de los otros miembros de Familia Global dijo nada? ANITA: No. Tampoco debían saber. LUISA: (Molesta) ¿Cómo es que ninguno de los miembros de Familia Global no sabía que Harriet tenía cáncer de seno? ¿Acaso todos la cancelaron? ANITA: (Defensiva) No. Nosotros no la cancelamos. ¡Fue ella quien nos canceló! LUISA: ¿Trataste en algún momento de llamarla después del desacuerdo sobre el Seder? ANITA: Por supuesto. (Replica) Una o dos veces. LUISA: (Enojada) ¡Una o dos veces! Ustedes eran amigas muy cercanas. Ella fue la anfitriona que manejó todos esos eventos de Familia Global. ¿Porqué no insististe? ANITA: (Defensiva) ¿Qué tanto trataste tú? Tú fuiste la que partió para Colombia cuando te enteraste acerca de… LUISA: Marty ANITA: Marty. ¿Qué clase de nombre es ese para una mujer? LUISA: Yo no me fui por lo de Marty. Me fui a buscar a mi madre. Y nunca dejé de hablarle. Hablé con ella cada domingo. Exactamente como antes. ANITA: ¿Le dijiste a las hermanas todo sobre tu madre y su novia? LUISA: (Duda por un momento) No.

ANITA: ¿No es tan fácil, cierto? LUISA: Pero yo no la cancelé, y regresé cuando me necesitaba. ANITA: (Sincera) Y estoy muy segura de que esta feliz de tenerte en casa. LUISA: Necesitas pedir una disculpa. ANITA: ¿Qué? LUISA: Todavía no sabemos si lo erradicaron del todo. O si el cáncer va a regresar. Si regresa, vamos a necesitar ayuda de ti y de Familia Global. Necesitas excusarte así pueden volver a ser amigas de nuevo. ANITA: Trate de llamarla. Nunca me devolvió las llamadas. LUISA: Ella dijo que tú la rechazaste. ANITA: Yo no la rechacé. LUISA: Bueno, ella piensa que si lo hiciste. ANITA: Pues ese es su problema. Cuéntame de ti. ¿Empezaste ya la campaña de recolección de fondos? LUISA: (Decide dejar a Anita cambiar de tema por un momento) Estoy organizando la estrategia. Fui a ver a la gente de la Fundación Stephen Lewis. Ellos recogen dinero para ayudar a niños afectados por el sida en África. ANITA: Si. Sé lo que hacen. LUISA: Me gusta su filosofía. (Con cuidado, evitando una discusión) Ellos piensan que una de las mejores formas de ayudar a los niños, es apoyar los orfanatos en forma tal que les permita permanecer en sus propios países.

ANA: (Contrariada) Odio todo ese parloteo sobre lo malo que es sacar a los niños de sus países, fuera de su cultura. Ellos viven en un orfanato. Por el amor de Dios. Ellos no tienen cultura. LUISA: Sabes que eso no es cierto. Ana y yo aprendimos a leer y escribir en español en el orfanato. Cantábamos canciones, jugamos rondas. Cuando llegamos acá, perdimos mucho de eso. ANITA: No me puedes decir que crecer en un orfanato es mejor que crecer en una familia. LUISA: Lo sé. (Hay un raro silencio) ANITA: ¿Entonces cuánto tiempo estas pensando quedarte? LUISA: No estoy segura. Estoy pensando en regresar a la escuela. Marty dice que debería aprovechar la vida privilegiada de clase media que Harriet me dio, yendo a la escuela de medicina, y así poder organizar la clínica que estamos construyendo. ANITA: (Contrariada de nuevo) Ella no te dio sólo una ‘vida privilegiada de clase media’. Ella te dio a ti y a Ana un hogar amoroso. Una familia. ¡Ella te dio una madre! LUISA: No necesitábamos una mamá. Nosotras ya teníamos una. ANITA: No. No la tenían. Tu madre había muerto. LUISA: Pero nosotras no sabíamos que había muerto. Para nosotras, ella todavía estaba viva. Y porque ella estaba viva en mi mente, Harriet nunca podía ser mi madre. Ella era sólo una mujer, muy buena mujer, que nos estaba cuidando a Ana y a mí hasta que creciéramos lo suficiente para cuidarnos nosotras mismas, y encontráramos nuestra madre real. Nunca quise ser la hija de Harriet. Todo lo que siempre quise era regresar a Bogotá y así poder encontrar a mi propia madre y ser su hija. ANITA: (Disgustada) No te entiendo.

LUISA: Bueno, Marty si me entiende. ANITA: ¿Ah, sí? LUISA: Marty dice que no importa que nunca haya querido ser hija de Harriet. Lo que importa es que cuando Harriet me necesitó yo regresé. Eso es lo que hacen las hijas. (Anita no responde) Y eso es lo que los buenos amigos hacen. Ella te necesita de regreso. (Anita mira su reloj) ANITA: ¿A qué horas dijiste que regresaba? LUISA: A las cinco. ANITA: ¿Y ella sabe que yo estoy aquí? LUISA: Ella sabe. ANITA: ¿Y ella va estar contenta de verme? LUISA: Sólo si te disculpas. ANITA: Ha pasado tanto tiempo. ¿Qué puedo decir? LUISA: Hola. Es grato verte. Siento que hayas estado enferma. ANITA: Lo haces ver tan fácil. (Fuera del escenario, Harriet y Marty están conversando y están por entrar. Harriet todavía lleva su pañoleta que cubre su cabeza rapada) ANITA: (Mira su reloj) ¡Llegó más temprano! (Harriet y Marty entran cargando bolsas de mercado)

LUISA: (Se levanta) Hola. Déjenme ayudarles. (Coge las bolsas de Harriet) Marty esta es Anita Levinson de Familia Global. MARTY: Hola. (Casi gritando) Hola. (Suave) Hola. LUISA: Estamos empacando cartas. HARRIET: Como en los viejo tiempos. ANITA: Hola. Es grato verte. Siento mucho que hayas estado enferma. HARRIET: (Reservada) Gracias. (A Luisa) Hay más bolsas en el carro. LUISA: Le ayudaré a Marty a entrarlas. HARRIET: Gracias. (Harriet se sienta. Marty y Luisa salen. Anita en lágrimas. Harriet la mira fijamente) ANITA: Lo siento. Es tan fuerte. Verte tan pálida con ese ‘bonete’ sobre tu cabeza. HARRIET: No quise usar peluca. Son demasiado calientes. (Anita asiente) ¿Entonces? ANITA: ¿Entonces? HARRIET: Estoy realmente emputada contigo. ANITA: (Más vulnerable que disgustada) Yo estoy realmente emputada contigo. HARRIET: ¿Qué? ANITA: Nunca me devolviste las llamadas.

HARRIET: Nunca te disculpaste. Estoy esperando una disculpa. ANITA: ¿Por qué? ¿No invitarte al Seder? Eso fue ya hace un año. HARRIET: Por desterrarme a mí. Y a las niñas. Preciso cuando más te necesitábamos. ANITA: Me pusiste en una terrible posición. HARRIET: ¿Qué? ANITA: Me pusiste a escoger entre tú y la agencia. HARRIET: Eso es ridículo. ANITA: Si perdonaba tu relación con Marty y las hermanas en Colombia se hubieran enterado, ellas nos habrían cancelado. Habrían buscado otra agencia con la cual trabajar. HARRIET: Pura mierda. ANITA: Fácil para ti decirlo. HARRIET: Nosotras visitamos las hermanas. Todas nosotras. Como una familia. Ellas conocieron a Marty y les cayó muy bien. Nadie nos cancelo. ANITA: ¿Les cayó bien? HARRIET: Claro que les cayó bien. La admiraron. Ella fue quien sostuvo a la familia unida durante la cirugía, la quimio. Después de que nos abandonaste. (Replica) (Con rabia, tristeza, resentimiento, pérdida) La ironía hubiera sido graciosa si no hubiera dolido tan putamente. La misma mujer que ha dedicado toda su vida a encontrarles hogar y familia a los niños abandonados, abandonó una de las familias que ella ayudo a crear. ANITA: (Golpeada) Lo siento. Lo siento mucho. (Se escucha ‘Reconciliación’ y ‘Reggaetón’ de Dan Parker que cierra la escena y abre la escena 12)

Escena 12: CUSTODIA (Junio: Una semana después) (La cocina de Harriet. Reggaetón colombiano abre la escena. Harriet, Marty, Luisa y Ana, están todas escogiendo ropa para enviar al orfanato. Ana baila al son de la música. Después de un momento, la música se apaga) LUISA: ¿Quieres casarte? HARRIET: Si. CLARE/ LUISA: ¿Puedo ser tu dama de honor?/ ¿Por qué? ANA: ¿Por qué la gente ‘heterosexual’ se casa? Por amor. MARTY: Y por legitimidad. Casarnos nos dará legitimidad. LUISA: ¿Quieres decir como pareja? MARTY: Ajá. LUISA: ¿Tú crees? HARRIET: ¿Tú no? LUISA: No. ANA: (Sarcástica) Eso es alentador. LUISA: Ella me preguntó que pensaba. La gente que apoya familias queer apoyan familias queer. La gente que no, pues no. Casarse no hace ninguna diferencia. ANA: Bueno, yo creo que es grandioso que quieras casarte. CLARE: ¡Yo también! HARRIET: Me da gusto. LUISA: ¿Qué está mal con la forma en que están las cosas ahora?

MARTY: No me gustó la forma en que una de las enfermeras me trató cuando fuimos a la quimioterapia. Me trató como polvo. CLARE: ¿Qué te dijo ella? MARTY: Eso no importa ahora. Pero, Dios no lo quiera, si Harriet tiene que ser admitida en el hospital en algún momento, estando casada me dará cierta autoridad con las decisiones. LUISA: ¿Realmente crees eso? MARTY: Lo creo. LUISA: Entonces deberían casarse. HARRIET: (Con algo de pudor) ¿Serías mi testigo? LUISA: (Tocada) Seguro. ¿Por qué no? ANA: (A Marty) ¿Y puedo ser yo el tuyo? MARTY: Si tienes la edad suficiente, me encantaría que lo fueras. Averiguaremos. CLARE: Y yo seré la dama de honor. HARRIET: ¿Que tal si cargas los anillos para nosotras? CLARE: Seguro. ANA: Mejor que no los pierdas. CLARE: No lo haré. (Replica) Deberíamos tener una fiesta. ANA: Definitivamente deberíamos tener una fiesta. Con harta comida, y música y baile. Podríamos invitar a todos los miembros de Familia Global.

HARRIET: Podemos tener una fiesta. Y podemos invitar a los de Familia Global y (lamentando) a ver quién viene. Pero primero, hay una cosa más que tenemos que conversar. (Duda) Es acerca de lo que pasaría si enfermo de nuevo. ANA: (Contrariada) ¿El cáncer ha vuelto? CLARE: (Temerosa) ¿Estas enferma de nuevo? HARRIET: No, no, no. El cáncer no ha vuelto. Pero necesitamos hablar acerca de lo que va a pasar si se vuelve a presentar. Y si… LUISA: No lo superas. HARRIET: Si. ANA: (Se levanta para salir de la cocina) No voy a hablar sobre ésto. LUISA: Tenemos que hablar de esto. No seas una niña. ANA: ¡Cállate! CLARE: (Contrariada) No peleen. Por favor no peleen. MARTY: Escuchen. Vamos a hacer todo lo que podamos para asegurarnos de que el cáncer no se vuelva a presentar. Y si lo hace, lucharemos contra él. Lo lucharemos fuerte. Como esta vez. Pero tenemos que prever quien les va a cuidar en caso de que – LUISA: Tengo diez y nueve. No necesito que me cuiden. HARRIET: No. Tú no. Pero Ana y Clare sí. Hemos hablado con tu padre y… ANA: No voy a vivir con Jonathon. CLARE: Ni yo tampoco. HARRIET: (Replica) No van a tener que vivir con él. Marty quiere cuidarles. MARTY: (Replica) Si están de acuerdo, incluyendo a Luisa.

ANA: Para nosotras está bien. Y para Luisa también está bien. LUISA: No. No lo es. ANA: (Contrariada) ¡Qué! LUISA: Quiero decir, yo no estoy segura. Necesito pensarlo. Es una gran decisión. MARTY: (Esperando esta respuesta) Cierto. LUISA: Quizás yo podría cuidar a Ana, ser su custodio. Y tú podrías cuidar a Clare. MARTY: Quizás. CLARE: ¿Seguiré viendo a papá cada verano, cierto? MARTY: Por supuesto. Cada verano. ANA: (A Luisa) Es mi decisión, no la tuya. Y quiero que Marty sea mi custodio. LUISA: Pero yo soy tu hermana. ANA: Si, mi hermana. No mi madre. HARRIET: Miren. No tenemos que decidirlo en este preciso minuto. Estoy planeando seguir por aquí por un buen tiempo, así que ninguna va a necesitar de custodios. Es sólo por si acaso. (Toma la mano de Marty) Dejemos el asunto por ahora y salgamos a cenar. Para celebrar. (Le da un beso a Marty) Dónde quieres ir? ANA: Carne y Sabor LUISA: Odio Carne y Sabor. Toda esa carne, es desagradable. No hay nada para vegetarianos. ANA: No es desagradable. Puedes pedir una ensalada.

LUISA: Odio tener que pedir ensalada sólo porque no hay más. HARRIET: Si, te entiendo. LUISA: Vamos a Frescuras. ANA: Pero si vamos a Carne y Sabor, podemos pedir postre. Y vienen con chocolate y los meseros cantan, y va a ser una real celebración. HARRIET: ¿Clare? CLARE: Comida mejicana. ANA: Siempre pides comida mejicana. LUISA: ¿Y qué hay de malo con la comida mejicana? ANA: Nada. Sólo que quiero ir a Carne y Sabor. HARRIET: Dejemos que Marty escoja. MARTY: De ninguna manera. No voy a escoger. Tú escoge. HARRIET: Mejor vamos. Decidiremos en el carro. ¿Quién tiene las llaves? MARTY: Yo. Vamos chicas. CLARE: Es mi turno de sentarme cerca de la ventana. ANA: No, no lo es. Tú te sentaste cerca de la ventana la última vez. (Marty y las niñas salen discutiendo. Harriet se toma un momento para arreglar la mesa antes de salir. Luego las sigue. Suena ‘Reggaetón’ de Dan Parker cerrando la escena. Las luces se apagan. La música permanece hasta el final) FIN DE LA OBRA

Música Después del Show (Después de los saludos, ‘Reggaetón’ de Dan Parker [Pista 13] comienza a escucharse) Agradecimientos Quiero dar mis agradecimientos y reconocimiento a los participantes que entrevisté para este proyecto; al Consejo de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá, quien financió la investigación a través de su programa de ‘Pequeñas Becas Institucionales”; al Departamento de Curriculum, Docencia y Aprendizaje del Instituto de Ontario para Estudios en Educación de la Universidad de Toronto, por su apoyo institucional al proyecto; y a Amy Gullage, Mónica Nuñes, Dan Parker, y Manu Sharma por toda su colaboración con la investigación y la producción. También quiero hacer un reconocimiento a los dramaturgos y a quienes filmaron el proceso de escritura de ‘La Casa de Harriet’. Sus perspectivas se encuentran presentes en el texto. Textos Consultados Bonkowski, B (2005) “Jesse´s World: A Story of Adoption and Global Family”. Milsons Point, NSW (Sydney): Random House Australia. Boluda, A. (Director/Producer) (2005) “Queer Spawn” NY/Barcelona: Ana Boluda. Casper, V. and Schultz, S (1999). Gay Parents/Straight Schools: Building Communication and Trust. New York: Teacher´s College Press. Eng, D. L. (2006) “Political Economies of Passion”: Transnational Adoption and Global Studies. Gender and Sexuality, 7 (1): 49-59. Eng, D. L. (2003). Transnational Adoption and queer diasporas. Social Text 21(3): 1-37. Eng, D. L. y Shinhee Han. (2006). Desagregating love transnational adoptopm, racial reparation, and racial transitional objects. “Studies in Gender and Sexuality” 7(2): 141-172. Jacobson, H. (2008). “Culture Keeping: White Mothers, International Adoption, and the Negotiation of Family Difference”. Nashville: Vanderbilt University Press.

Kennedy, R. (2003). “Interracial Intimacies: Sex, Marriage, Identity and Adoption”. New York: Pantheon. Opper, Nicole. (Director/Productor) (2009). “Off and Running: An American Coming of Age Story”. NY: Nicole Opper Productions. Register, Cheri (2005). “Beyond Good Intentions: A Mother Reflects on Raising Internationally Adopted Children”. St. Paul, MN: Yeong y Yeong. Trenka, J. Jeong, Oparah, J. Chinyere y Sun, Yung Shin. (Eds.) (2006). “Outsiders Within: Writing on Transracial Adoption”. Cambridge: South End Press. Turner Strong, P. (2001) ‘To forget their tongue, their Name, and their whole relation’. In: Franklin, S. y McKinnon, S (Eds.). “Relative Values: Reconfiguring Kinship Studies”. Durham y London: Duke University Press. Vonk, E. (2001) ‘Cultural Competence for Transracial Adoptive Parents, Social Work’ 46(3) 246-255.