La Buena Noticia Dios nos Habla hoy LECTIO DIVINA

La Buena Noticia Dios nos Habla hoy LECTIO DIVINA 05 de Diciembre del 2010 N. 38 II DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO A Pagina Web: www.pastoralfamiliarve...
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La Buena Noticia

Dios nos Habla hoy LECTIO DIVINA

05 de Diciembre del 2010 N. 38

II DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO A Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/; www.apologeticacatolica.org/

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† Lectura del santo Evangelio según San Mateo (3, 1-12)

Por aquel tiempo se presentó Juan Bautista y empezó a predicar en el desierto de Judea; éste era su mensaje: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca.» Es a Juan a quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. Además de la piel que llevaba colgada de la cintura, Juan no tenía más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre. Venían a verlo de Jerusalén, de toda la Judea y de la región del Jordán. Y junto con confesar sus pecados, se hacían bautizar por Juan en el río Jordán. Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos habían venido donde él bautizaba, y les dijo: «Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se les viene encima? Muestren los frutos de una sincera conversión, pues de nada les sirve decir: "Abrahán es nuestro padre". Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán aún de estas piedras. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no da buen fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo, - yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias - él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego. Ya tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus bodegas, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga.» Palabra del Señor.

1. LECTURA: ¿Qué dice el texto? PISTAS PARA LA LECTURA Juan aparece en el desierto , distante de las ciudades, principalmente de Jerusalén (3,1-4). En el

Antiguo Testamento el desierto era el lugar del encuentro y de la intimidad con Dios, donde Israel aprendió a ser fiel al socio de la alianza, al construir una sociedad nueva basada en la justicia y en la fraternidad. Con Juan regresa ese tiempo, anuncia una invitación «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca.» Mateo habla del cielo para no mencionar a Dios. Es Dios que se esta aproximando a los seres humanos en la persona de Jesús. Mateo identifica a Juan con el profeta que anunciaba el regreso de los exiliados en Babilonia ahora va acontecer ese regreso, porque Jesús va a traer la justicia que libera de la esclavitud y la muerte. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.

Publicación Bíblica Semanal. Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/ www.apologeticacatolica.org/

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2. MEDITACION ¿Qué me dice el texto? Preguntas para la meditación

¿Predicas el Evangelio a toda persona? ¿No me siento digno de ser discípulo de Jesús? ¿La Buena Nueva la llevo también a mi familia como el primer lugar? ¿Cuándo termina la tarea de ser anunciador de Jesús? ¿Somos como “Josué” diciéndole a todos. “Mi casa y yo serviremos al Señor” Jos 24,15? ¿Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados? ¿Voy enderezando los senderos de mi vida con la ayuda de Dios? ¿Dónde está Juan el Bautista hoy día? 3. ORACION: ¿Qué le digo? Oremos al Señor con el Salmo 130 (lit129) que es penitencial. Benedicto XVI ha dicho que la estatura espiritual del hombre se mide por el grado de esperanza que tenga. Este salmo va en ese sentido.

1 Desde el abismo clamo a ti, Señor, 2 ¡Señor, escucha mi voz! que tus oídos pongan atención al clamor de mis súplicas! 3 Señor, si no te olvidas de las faltas, Adonai, ¿quién podrá subsistir? 4 Pero de ti procede el perdón, y así se te venera. 5 Espero, Señor, mi alma espera, confío en tu palabra; 6 mi alma cuenta con el Señor más que con la aurora, el centinela. 7 Como confía en la aurora el centinela, así Israel confíe en el Señor; porque junto al Señor está su bondad y la abundancia de sus liberaciones, 8 y él liberará a Israel de todas sus culpas.

4. CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el mensaje

Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje? Para interiorizar el texto evangélico, propongo contemplar la frase del Profeta Isaías, que nos presenta el evangelista Mateo. Es necesario que la repitamos varias veces y sintamos que verdaderamente nuestra vida debe cambiar.    

Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos.

Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra

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5. ACCION: ¿A que me comprometo? Propuesta Personal



Mi corazón empezara un verdadero arrepentimiento por todos mis pecados, reconoceré la fealdad de mis actos y me propondré no volver a pecar.

CATEQUESIS DE SAN AGUSTIN AL EVANGELIO El que es grano permanezca en la era, no se aleje de ella Y no os extrañe la multitud de cristianos malos que llenan la Iglesia, que comulgan del mismo altar, que alaban a grandes voces al obispo o al presbítero, que hablan sobre las buenas costumbres. Gracias a ellos se cumple lo que predijo en el salmo quien nos ha congregado: Hice el anuncio, hablé, y se multiplicaron por encima del número (Sal 39,6). Pueden estar con nosotros en la Iglesia en este tiempo, pero no les será posible en aquella asamblea de santos que tendrá lugar después de la resurrección. La Iglesia de este tiempo es igual a una era que tiene grano y paja mezclados, es decir, buenos y malos juntos. Después del juicio, en cambio, tendrá solamente buenos sin malo alguno. Esta era contiene la mies sembrada por los apóstoles, regada hasta el presente por los buenos doctores que les han sucedido, y no poco trillada por las persecuciones de los enemigos, pero -y esto es lo único que queda- aún no purificada con la última bielda. Llegará, sin embargo, aquel de quien recitasteis en el Símbolo de la fe: «De allí vendrá a juzgar a vivos y muertos» y, como dice el evangelio, tomará el bieldo en su mano y limpiará su era; reunirá su trigo en el granero, y a la paja, en cambió, la entregará a un fuego inextinguible (Mt 3,12). También los bautizados tiempo atrás deben escuchar lo que estoy diciendo. El que es grano, gócese con temblor, permanezca en la era, no se aleje de ella. No

intente desprenderse de lo que a su juicio es paja, puesto que, si desea separarse ahora de la paja, no podrá permanecer en la era, y, cuando llegue quien sabe separar sin equivocarse, no conducirá al granero lo que no encontró en la era. En vano se jactarán después de la espiga que los crió quienes se han alejado ahora de la era. Aquel granero se llenará y luego será cerrado; la llama destruirá todo lo que quede fuera. Por tanto, amadísimos, el que es bueno soporte al malo; el que es malo imite al bueno. En esta era, efectivamente, los granos pueden volverse paja, y, a su vez, de la paja salir grano. Son cosas que acaecen a diario, hermanos míos; esta vida está llena de penas y consuelos. A diario caen y perecen quienes parecían buenos, y, al revés, se convierten y recobran vida quienes parecían malos. Dios no quiere la muerte del impío, sino que se convierta y viva (Ez 18,23). Escuchadme, granos; oídme los que sois lo que quiero que seáis; escuchadme, granos. No os entristezca la mezcla de la paja: no os acompañará por siempre. ¿Cuánto pesa la paja? Gracias a Dios es leve. Preocupémonos sólo de ser grano, y, por mucha que ella sea, no nos oprimirá. Dios es fiel y no permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas; al contrario, con la tentación dará también la salida para que podáis soportarla (Cf. 1 Cor 10,13). Escúcheme también la paja; escúcheme dondequiera que esté. No quiero que se halle aquí; no obstante, me dirigiré también a ella por si acaso está presente. Escúchame, pues, paja, aunque, si me escuchas, ya no eres paja.

Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra

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La Familia: Meditando el Evangelio (Mt 3,1-12) “Prepara el camino del Señor en tu corazón, en tu mente y en tu interior” Llegamos al segundo domingo de Adviento, en el espíritu de la expectación gozosa de la última venida del Señor resuena, la voz que grita en el desierto, el heraldo que va delante: Juan el Bautista “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”. La figura de Juan el Bautista aparece como la señal de la llegada de la salvación de Dios. Los anuncios mesiánicos empiezan a cumplirse, las aspiraciones de la humanidad a realizarse. La llegada del Reino de Dios se produjo cuando Juan el Bautista empezó a predicar la conversión y la penitencia. Figura enigmática y gigante, profeta movido por el espíritu de los profetas, llama a un bautismo en señal de penitencia, porque detrás de él ,viene el que bautizará con el Espíritu Santo y fuego. Las tres lecturas evangélicas recogen el lenguaje vehemente del Bautista, inspirados en los profetas Isaías y Baruc. Para entender de qué modo hay que preparar los caminos del Señor, debemos fijarnos en una comparación terrena que nos aclare las cosas celestiales, pongamos nuestros ojos ante la llegada de algún rey a la tierra, cómo se acude con toda solicitud y cuidado por donde se anuncia que va a venir el rey, para que todas esas vías se protejan con diligencia y empeño, se quite todo obstáculo e irregularidad, para no estovar la ruta del que viene. Los caminos del Señor que san Juan preparaba en este Evangelio que meditamos, también los muestra David en uno de sus salmos proféticos “Hazme conocer, Señor, tus caminos e instrúyeme en tus sendas” (Sal 24,4). Y luego dice cuáles son las senda:“Todos los caminos del Señor son misericordia y verdad” (Sal 24,10). Juan preparaba por tanto estos caminos de misericordia y verdad, de fe y justicia, de los cuales declara así Jeremías: “Permaneced en los caminos del Señor, observa las sendas del Dios eterno y ve cuál es la vía del Señor y anda por ella” (Jr 6,16). ¿Quieres pues que también se acerque a ti el Reino de los cielos? Prepara estos caminos en tu corazón , en tu mente, y en tu interior. Allana en ti el camino de la pureza, el camino de la fe, el camino de la santidad. Arregla las rutas de la justicia, quita de tu corazón todas las piedras de tropiezo que son obstáculos, porque está escrito. “Quita las piedras del camino” (Jr 50,26). Y entonces verdaderamente , por los pensamientos de tu corazón y por los mismos movimientos de tu alma, a modo de sendas, entrará como un rey, nuestro Señor Jesucristo, a quien se debe la alabanza y la gloria por los siglos de los siglos. Amén. II Domingo de Adviento Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.

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VOCABULARIO BIBLICO Camino: gr. Hodos. Senda formada poco a poco por las huellas repeti-

das de los que lo utilizan. Dios, que ha conducido a su pueblo durante el Éxodo, tiene estilo de vida, su conducta, su preferencia, los caminos de Dios llevan a la vida (Hch 2,28). La conducta del hombre es calificada como “camino”, y desina su manera de vivir. El hombre busca entrar en el reino de los cielos y lo puede conseguir porque Jesús ha entrado en el santuario de Dios (Hb 9,8). Arrepentirse: Bajo esta palabra agrupamos los diversos sentidos del gr. Metamelomai que impli-

ca un cambio (meta) respecto a lo que uno le importa (melei). Difiere de la conversión (gr. metanoia), porque no indica la transformación radical del ser o del modo de pensar (gr. nous), sino la simple posibilidad de una transformación que solo Dios puede realizar. El cambio proviene al comprobar un error o una falta (Ex 13,17), pero él mismo no es eficaz y puede desembocar o bien en el rendimiento estéril de Judas (Mt 27,3) o bien en una modificación eventual de la conducta (Mt 21,29.32; 2 Co 7,810). Respecto de Dios, si bien el AT emplea de buen grado los antropomorfismos (Jc 2,18), el arrepentimiento no recae ni sobre sus decisiones ni sobre sus promesas (Sal 110,4; Rm 11,29). Predicar: Del lat. prae-dicare: “anunciar, publicar”. En gr. Son varias las familias de palabras que

corresponden a “proclamar la Buena Nueva”: aunque cada una tenga su matiz propio, todas ellas son muchas veces equivalentes. Eu-aggelidsomai (anunciar la Buena Nueva), ex-hègeomai (interpretar), homologeò (confesar), didaskô (enseñar), laleô (hablar), martyreô (testimoniar), y sobre todo kèryssô (proclamar, ser heraldo). La acción de predicar es la de un heraldo de Cristo que comunica la Palabra de Dios (1 Co 9,27). Es el Resucitado quien habla por boca del heraldo (Rom 10,14ss.) y vive en aquel que anuncia su misterio pascual (1 Co 4, 9-13; 2 Co 1,3-11). De esta forma el heraldo del Evangelio se muestra lleno de firmeza y valentía (2 Co 2,14-16; 4,13), proclama la Palabra a tiempo y a destiempo (2 Tm 4,2) cuidando siempre de no hacer insípida la Palabra Divina ( 1 Co 3,1-22). El puede, sin miedo, llamar a la conversión y suscitar la fe (Rm 1,5).

Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.

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