Foto: Armando Escalante

Por: David Atilano Hurtado

A

l abordar este tema, es menester señalar cuál es la situación que enfrenta el país: el narcotráfico no es un problema, no es un síntoma o un cáncer; es una manifestación de poder que está inmersa en todas las demás estructuras que articulan al Estado Mexicano. Es un poder omnipotente porque está mezclado en la economía (vía lavado de dinero), en la política (por ejemplo, la representatividad que tiene el narco en el Congreso), en la cultura (la adopción del narcotráfico como forma de vida) y en general en la sociedad, (la base social del narcotráfico es muy fuerte, va desde los llamados halcones, hasta los sicarios que reclutan los capos de la droga, por las buenas o por las malas); todo esto nutre y hace funcionar al sistema por el cual se rige el mundo de Occidente: el Capitalismo. Por lo tanto, hay que abordarlo de una manera objetiva, respetando la posición que se ha ganado a lo largo de los años en México (por causas que todos conocemos: pobreza, desempleo, injusticias, corrupción, falta de oportunidades para salir adelante, etc.); en este sentido, el narcotráfico se ha consolidado de manera sistemática y teórica como una nueva estructura dentro del Estado actual Mexicano. Y háblese de él como un poder informal o no, lo cierto es que el Narcotráfico-Crimen Organizado en el país es la estructura dominante que determina y determinará por mucho tiempo, el futuro de México.

Lo considero un cuarto sector productivo porque es la única opción a la que mucha gente de este país tiene como forma de vida. Pues ante las carencias obvias del país, el no encontrar respuesta en el sector primario, secundario o terciario, las puertas del desarrollo se cierran para ellos, y se abre una dimensión incierta que invita a aventurarse en un mundo desconocido donde no hay boleto de regreso. Y como no arriesgarse, si el Narcotráfico en México es la única estructura que posee los lineamientos necesarios que ha facilitado la creación de una política productiva; una alternativa económica dentro del Capitalismo, que ha generado empleo con capacidad productiva, en base a la inversión (ilegal, según la Ley del Estado), y que se ha transformado en una política social constante. ¿O no? Para contrastar lo que he mencionado, citaremos el siguiente ejemplo: El presupuesto global que Estados Unidos destinará en 2011 para reducir la oferta de las drogas y mejorar la procuración de justicia en su territorio será de 15 mil millones de dólares. Aunque esta cifra luce imponente, palidece frente a los más de 200 mil millones de dólares anuales que produce el narcotráfico (Villamil, p.9, Proceso 1742). Continúa en página 4

Dibujo: Miguel Durán

C

omienzo estas líneas con un sincero, profundo y triste dolor de estómago; ganas de vomitar y de llorar también.

Éste escrito no es un trabajo periodístico, tampoco de investigación ni mucho menos, éste trabajo está hecho con más vísceras que otra cosa y pretende desahogar un cúmulo de sentimientos y de rabias producto de la indignante, inhumana, ilógica e indecible situación de violencia en la que nos encontramos quienes vivimos en éste contrastante país llamado México; debido principalmente a la llamada “Guerra contra el Narco” o por la lucha entre cárteles de la droga. Todos los días, a todas horas, en todos los noticieros nacionales e incluso los internacionales se habla acerca de la violencia que vive nuestro México, de incontables balaceras, de matanzas, de muerte, de muerte y de muerte. El pasado 8 de febrero del año en curso fue publicado en internet, en el llamado Blog del Narco una nota acerca del asesinato y descuartizamiento de cinco presuntos integrantes de la organización delictiva conocida como Los Zetas a manos de integrantes de Cartel del Golfo en el municipio de Los Ramones, Nuevo León. Las fotos que aparecen en el ya citado blog son muy explicitas y pueden resultar perturbadoras para muchas personas, incluido yo. Las quince imágenes que se muestran dejan ver el minucioso trabajo que realizaron los encargados de esta tarea, pues separaron cada parte del cuerpo, cortaron los pies del empeine hacia abajo, las pantorrillas, las piernas, el tronco, las manos, los brazos y las cabezas, todas estas partes del cuerpo se pueden ver por separado sobre lo que parece ser una manta o una tela blanca. En una de las imágenes se alcanzan a ver los cuerpos de los presuntos Zetas en 43 partes diferentes, y en otras fotografías se muestran las mismas partes pero con un narco mensaje dirigido a Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas.

Foto: Anastacio Cortés

Aunque las imágenes son francamente estremecedoras, o al menos para mí lo fueron, lo que más me sorprendió no fueron las fotografías, sino los comentarios que se generaron a partir de esa nota y que fueron hechos vía Facebook. Lo alarmante para mí fue leer las expresiones

de los usuarios, por ejemplo, alguien comentó (las palabras son literales): “les dieron con todo a estos zetitas mis respetos para los del cdg (Cartel del Golfo) un trabajo bien hecho”. Otro comentario decía: “pues que guapos, se ve que se peinaron para las fotos”, aunque el que más llamó mi atención fue éste comentario: “quiero un kilo de carne!!! Y me le ponen un chamorrito jajajajajjaque chingon se ve todo esto”. Éste tipo de comentarios, aún cuando pudiera decirse que son en tono de broma, a mí en lo personal me permite apreciar como la violencia que se vive en México todos los días se ha naturalizado en un muy amplio sector se la sociedad mexicana, pareciera que las balaceras y los asesinatos fueran algo común, normal. Las niñas y los niños mexicanos comienzan cada vez a más temprana edad a recibir este bombardeo de información y de violencia, las y los jóvenes también hablan en sus pláticas cotidianas acerca de estos temas, como se habla de la familia o de como estuvo nuestro día. El grado de descomposición social al que estamos llegando producto de la violencia diaria es alarmante, la violencia y la muerte ya no parecen ser percibidas como algo anómalo o dañino; sino como una simple consecuencia de la convivencia social humana, ya no se cuestiona el porque de los asesinatos, sino simplemente el número de muertes. Aquellas personas afortunadas de vivir en ciudades donde aparentemente “nada pasa”, conocen la violencia a través de los medios masivos de comunicación, mientras que las personas no tan afortunadas de vivir en ciudades como Ciudad Juárez, Tijuana, Los Mochis, Mazatlán, Monterrey, Morelia, Tampico, Piedras Negras, Durango, etc. Conocen la violencia a través del ruido de las balas, de las sirenas de las patrullas y ambulancias o bien a través del dolor propio por perder a un ser querido o la vida propia. No permitamos que la violencia se vuelva parte de nuestra vida cotidiana, ni de nuestro paisaje, ni de nuestra mente o nuestras conversaciones; porque la violencia de la que hoy somos víctimas quizá mañana se nos introduzca en el alma y alguien más se convierta en la victima y nosotras o nosotros en victimarios. Quizá mañana nuestras manos rompan en mil pedazos una vida humana, o nuestra vida sea rota en 43 partes…

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Arte: Gabriela Reséndiz

Calderón está inmiscuido desde los altos mandos con el narcotráfico-crimen organizado: las muertes de los capos de la droga (Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel o Ezequiel Cárdenas Guillén el año pasado, fueron “para que no denuncien (los capos) a quienes los apoyan desde el aparato de Estado, como si resultara mejor que se lleven a la tumba los nombres de sus cómplices en el gobierno” (Rodríguez, p.18, Proceso 1787). Por otro lado, el obispo explica el por qué de la negativa de Calderón para admitir que en el país se están llevando a cabo acciones terroristas (como los coches-bomba que han sido detonados en Cd. Juárez, Tamaulipas y Nuevo León).

Por otra parte, el investigador Edgardo Buscaglia, señala que “más de la mitad de los casi 2 mil municipios del país están ‘completamente ‘feudalizados’ por el crimen organizado.” Esto quiere decir que los principales capos de la droga en México –Joaquín Loera Guzmán, aka El Chapo Guzmán, Ismael Zambada García, aka, El Mayo Zambada, el ya difunto Ignacio Coronel Villareal, aka Nacho Coronel y Eduardo Costilla Sánchez, aka, el Coss, entre otros- “ejerzan no sólo el poder criminal, sino que ya construyeron andamiajes muy sólidos para que sus cómplices se posicionen en las estructuras del poder político y empresarial del país.” (Ravelo, p21. Proceso1707). Según el mismo investigador, “sostiene que es difícil saber a cuánto ascienden las ganancias generadas por el tráfico de drogas, pero con base a la información que posee sobre el modus operandi de los cárteles, él calcula que 78% de los sectores económicos del país están infiltrados” (Ravelo, p.23. Proceso 1707). El lavado de dinero, hace mover a la economía nacional. No nos engañemos más: según Carlos Fernández Vega, Columnista en La Jornada, explica que hay una cifra estimada de aproximadamente “25 mil millones de dólares que circulan ilegalmente en el sistema bancario…” (Fernández, p.32. La Jornada, economía). Y remata diciendo, que el Departamento de Estado Norteamericano “destaca que en México existen 46 bancos (incluyendo seis bancos de desarrollo) y 71 oficinas de representación de instituciones financieras extranjeras, 95 compañías de seguros, 479 sociedades de inversión, 155 uniones de crédito y 24 casas de cambio” (Fernández, p.32 La Jornada, economía) por las cuales se hace “Lavado de Dinero”. Y señala que, en base al estudio realizado por el Departamento de Estado gringo, la constante sea que el sistema financiero mexicano lave en

promedio la cifra de 25 a 30 mil millones de dólares anuales, que representa, si lo comparamos con el PIB (Producto Interno Bruto), una gran parte producida por el Narcotráfico entre sus entrañas. Entonces, eso me hace preguntar, ¿a qué se debe la violencia en el país? ¿A la Guerra que ha declarado el presidente en contra del Narcotráfico-Crimen Organizado (para evitar discusiones bizantinas)? De acuerdo con varios analistas, escritores y políticos, la situación actual que vive México, es el resultado de una disputa por el poder económico y político del país; una disputa de varios grupos poderosos por mantener sus intereses a salvo. ¿Guerra en contra del narco? ¡No, que va! El Estado mismo está inmiscuido en esta red de corrupción e impunidad, donde el pueblo mexicano es el que más va a sufrir estos embates dictatoriales-autoritarios que ha aplicado el presidente de la república. ¿O no? De acuerdo al obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, “La guerra de Felipe Calderón contra el narcotráfico, es una lucha de facciones de los cárteles y grupos políticos y económicos que quieren proteger sus intereses con el fomento de la militarización y la violencia” (Rodríguez, p. 17, Proceso 1787). En este sentido, los crímenes que se han cometido, son total responsabilidad del gobierno, porque no existe un límite entre el aparato represor del Estado y la delincuencia. Esto nos hace comprobar una vez más, que el Estado es el único que puede ejercer la violencia de una manera legal y legítima en contra de la población civil. Entrevistado en diciembre del año pasado por un periodista de la revista Proceso, el obispo de Saltillo señala algo que es más que obvio: “El gobierno fue rebasado y está dando respuestas desesperadas, con una tremenda violación de la ley y de la seguridad jurídica de los ciudadanos” (Rodríguez, p.17, Proceso 1787). Por otra parte, explica cómo el gobierno de

En el análisis de derecho internacional que hizo Raúl Vera López el año pasado, se explica que a partir de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución 1373, donde se plantean las características de un acto terrorista, en las que están incluidas la detonación de al menos seis coches bomba en México. ¿Por qué no acepta Calderón que hay acciones terroristas en el país? Por el simple hecho que de aceptarlo, “el Estado se vería obligado a congelar las cuentas de los presuntos autores; también las de las instituciones financieras o empresariales que les brinden servicios. Además tendría que procesar a funcionarios públicos que apoyen a los grupos y asegurar que las penas que se impongan sean acordes a la gravedad de los delitos” (Rodríguez, p. 18, Proceso 1787). Y esto, sentencia el obispo, es precisamente lo que no parece convenir al gobierno. Por otra parte, frente el gobierno coludido de Calderón, el obispo de Saltillo hace una reflexión por más interesante: “La cuestión radica en saber si en realidad se trata de una guerra contra el crimen organizado y si la incapacidad del gobierno es calculada para generar una recomposición del Estado efectuada por los grupos de poder nacional e internacional aliados a los locales” (Rodríguez, p.119, Proceso 1787). A esto, es menester hacer una observación a lo que denuncia el escritor Charles Bowden sobre la violencia en las ciudades del norte del país, específicamente en CD. Juárez donde escribió La Ciudad del Crimen, libro sobre la vida que se lleva en esa ciudad fronteriza. Afirma que para el gobierno de México todos los muertos de Cd. Juárez son muertos sucios, sin embargo refuta que en realidad los muertos de Juárez “no son resultado más que del olvido de un gobierno por la gente pobre, campesinos y obreros de todos los puntos del país que llegaron al norte por la expulsión de sus lugares de origen a consecuencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte” (Esquivel, p.15, Proceso 1787). Enfatiza: de acuerdo a la visita que hizo el escritor por esas tierras fronterizas, se pudo dar cuenta de la realidad aplastante por la que pasa la población juarense.

La explicación más coherente de esto, la podemos ver si damos un salto a la literatura política mexicana; a esa escalofriante y emocionante novela que escribió Rafael Loret de Mola “Las tumbas y yo”: donde al final de la trama, el personaje de Loret de Mola, el periodista Julián Rivera Avellaneda, quien ha descubierto una sociedad secreta que lleva por nombre “El Manto Sagrado” y por tan bárbaro descubrimiento lo quieren matar; conoce los hilos que manejan el poder político y económico a nivel internacional. En la última escena de la trama, el periodista se encuentra en un bar de Nueva York con Bob Nava (Amado Carrillo Fuentes, aka el “Señor de los Cielos”) y éste lo lleva a conocer al padrino de las drogas norteamericano; Ralph Power. Quien le explica a Julián la situación actual de las sociedades occidentales: -La economía Julián, ha desplazado al poder político. Eso lo sabemos de sobra. Pero también rebasa a esa gran contenedora social que es la Iglesia. Sin ella los hombres no conocerían la línea existente entre el bien y el mal; así serían incontrolables. ¿No se ha fijado en la inscripción que tiene cada dólar que circula en el mundo? Reza: “In God We Trust”. “Nosotros confiamos en Dios”. En esta terminología Dios es el dinero, la divisa de la nación más poderosa del mundo (Loret de Mola, 239). En este sentido, Ralph Power explica a Julián sobre el funcionamiento de las sociedades de occidente, a partir del Capitalismo y las mafiasredes multinacionales, que son como él mismo dice:

“las grandes proveedoras de las nuevas virtudes materiales” (Loret de Mola, p.240). Y señala, haciendo una comparación entre el poder de Dios y de la Droga, esta última, la nueva deidad que ha desplazado al primero: ¿No podríamos considerar a alguna deidad con rostro de mujer? ¿Una diosa que sea capaz de equilibrar al mundo o convulsionarlo si así lo desea? Por ejemplo la droga, palabra de género femenino… La droga, Julián- contínua Power-, nos hace soñar, apartándonos de los dolores humanos. -Más bien las drogas destruyen, señor Power. Y corrompen. Matan. Lo que usted dice es la mayor falacia que he escuchado en mi vida. –Vida, muerte, siempre atrapado en este círculo fatídico, Julián… Piense en ese Dios del que le he hablado, esa divinidad que sostiene y construye la historia del mundo. –Jamás admitiré que la droga sea Dios, por favor. Es absolutamente ridículo. –No dije que lo sea, sino que lo ha reemplazado. Primero fue el dinero, después el mercado de consumo, y finalmente llegamos al actual nudo gordiano que ha ubicado a la droga en la cúspide… –Mire Julián. No Nos alarguemos: sin el narcotráfico la economía mundial se desplomaría… y también la política. ¿O usted cree que las cosas ocurren por casualidad? Es curioso: siempre se culpa a la CIA, al terrorismo o al comunismo de los ajustes necesarios. Y no se piensa en el brazo fuerte de nuestras organizaciones. (Loret de Mola, p.241). Y al final de la discusión, Ralph Power sentencia: “los políticos ya no funcionan, sólo discuten ambigüedades. Mienten siempre para protegerse unos a otros. Lo único real, tangible, es la fuerza de nuestras redes multinacionales. Éstas son las que garantizan los equilibrios en la perspectiva del mundo contemporáneo (Loret de Mola, p.243). Como diría el presidente, es cuestión de percepciones. Sin embargo, hay una variable ausente en esta trama: la sociedad misma. Dónde está, y qué está haciendo ante tal monstruo de mil cabezas (CapitalismoNarcotráfico-Crimen Organizado) que amenaza acabar con todo lo que ya no le sirva. Podríamos decir que los equilibrios se están moviendo… pero a favor del mal.

Foto: Gabriela Reséndiz

Entrevistándose con un sicario, Bowden y el productor italiano Gianfranco Rosi han elaborado un documental donde este asesino arrepentido les ha explicado cómo es que llevaba a cabo sus crímenes; sin embargo, dicho documental ha sido censurado en Estados Unidos y México, porque deja al destape la complicidad de los dos gobiernos ante los asesinatos que permean en aquella ciudad fronteriza. Por eso Bowden expresa que es una puta mentira el querer enjaretar los muertos de Cd. Juárez a la guerra contra el narcotráfico y a la disputa entre los capos de la droga, como lo han hecho ver los gobiernos de Felipe Calderón y de Barak Obama. Entonces, como afirmamos en un principio, el Narcotráfico-Crimen Organizado está coludido en todas las estructuras que componen al Estado. Es el encargado de dilatarlas o contraerlas; su poder es inmenso. Es una cuestión de “EQUILIBRIOS”.

Foto: Armando Escalante

Foto: Calexico Ramírez

Por Gabriela Reséndiz Segovia La explosión de las galaxias es violenta. Un cometa cayendo en Júpiter provocando siete grandes agujeros es violento. El nacimiento de un niño también es violento. Alguien que nos deja, incluso las muertes tranquilas resultan violentas a consecuencia de la pérdida de conciencia. La vida es violenta; la circulación de la sangre, los latidos del corazón todo es violento… Pero hay dos tipos de violencia: la creativa y la destructiva

El grabado mexicano fue fundamental para gestar en una sociedad analfabeta una ideología revolucionaria. EL grabador Leopoldo Méndez hace una representación de José Guadalupe Posada mientras mira y bosqueja una imagen. Esta imagen es la mirada que exhibe a un hombre –Posada- sensibilizado ante su realidad para comunicarla y expresarla. Por su reproductibilidad, el grabado fue el medio preciso para realizar múltiples radiografías de un momento crucial para la historia de México: el surgimiento de una ideología de oposición al régimen porfirista, que más adelante llevaría al levantamiento de la lucha armada.

La conjunción de la ideología magonista y la difusión de esta a través de la prensa (En el año de 1902 se pública “El hijo del Ahuzote”, periódico satírico escrito por les hermanos Flores Magón e ilustrado por Posada y algunos otros grabadores) terminó por generar una conciencia política y social en una masa mayoritariamente iletrada. Méndez recrea lo importante que resulta la prensa y la imagen para evidenciar la vida política mostrando la vida cotidiana a través de representaciones visuales. Al igual que un grabador o un periodista, el fotógrafo puede documentar instantes de una realidad. Ahora el grabado ha quedado casi obsoleto ante la creciente tecnología aplicada a la fotografía digital.

La fotografía nos proporciona un sentido de veracidad diferente al del grabado pues a diferencia de éste, aquella nos muestra todo elemento con su propio referente, es decir, si fotografío un instante lo que veo es ese instante y no la representación de de él. En palabras de Barthes, vemos “la cosa misma” más que la interpretación de la cosa. La fotografía autentifica la existencia, por lo tanto es capaz de mostrar al desnudo la “verdad” de una realidad social, política cultural o económica. La importancia del uso de la fotografía como fuente documental radica en la “veracidad” que puede denotar una imagen, pues siempre lleva su referente. Éstas se convierten en documentos históricos que son de vital importancia en la identidad que una sociedad puede tener de sí misma. Así, la fotografía cumple un papel de primer provecho en la información. Cerrar los ojos y no escandalizar

Fernando Brito

Ejecutados por diversos medios, torturas videograbadas, exhibición de cadáveres en puentes, exposición de mensajes de amenaza o burla acompañados de cabezas, troncos y extremidades humanas mutiladas. Esta es la realidad de los últimos años de nuestro país: “imágenes que si se exprimen chorrearían sangre”. Así como Posada representaba su realidad circundante, los fotógrafos de hoy están obligados a ser fieles testimonios de lo que les toca ver, de no “cerrar los ojos” ante una realidad que para muchos escandaliza los límites éticos de una profesión.

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Alejandro Jodorowsky

Imágenes que desbordan sangre se reiteran una y otra vez en varios medios de comunicación. ¿Por qué no mostrar una realidad tan cruda como la que existe realmente? Abría que entender las partes interesadas en la exhibición u ocultamiento de este tipo de imágenes: la utilidad o la posible censura responde a las conveniencias de los distintos medios de comunicación porque organizan el mercado de sus valores a su merced. Cada medio impone sus propias pautas de lo fotografiable. Existe medios que prostituyen la fotografía, la hacen mera mercancía para atraer a un público morboso, despreocupado por la lectura crítica de la imagen, en donde la reiteración constante de material explicito se consume como lo pornográfico, como una excitación. La realidad de una guerra absurda hace sangrar las páginas de los periódicos, finalmente es una verdad a la que todo periodista no debe estar ajeno. Censurar la sangre es hacernos de la vista gorda ante una violencia que no es sugerida precisamente por la fotografía. No se puede matizar la veracidad de la fotografías explicitas, pero tampoco tiene porque caerse en el cliché de imágenes que reiteran una y otra vez lo explicito sin sentido alguno. Muestra de ello son los discursos visuales como los que Fernando Brito y Fernando Ramírez Novoa se han encargado de realizar. Basta echarles una mirada para mostrar y a la vez sugerir lo que explícitamente no está allí: miradas críticas desde la ironía, imágenes que no dan origen a una violencia destructiva.

Fernando Brito

“Por el compromiso de las nuestras, las que están físicamente y las que están aunque ya no estén” “Sangre incomprensible gira, sangre liberación de sí misma, sangre río de mis cantos. Mar de mis abismos. Sangre instante donde nazco adolorida, nutrida de mi última presencia” Susana Chávez

Foto: Calexico Ramírez

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abemos de antemano que la subordinación de la mujer se remonta años atrás, incluso desde el discurso religioso de la manera en que se creó el mundo, por poner un ejemplo: cuando Eva fue creada de una costilla de Adán y de cómo ella desde ese momento siempre ha estado inferior y dependiente de él en los diferentes ámbitos de la vida.

Aún cuando el asesino de Rubí confesó haberla asesinado ante los jueces no fue declarado culpable, a Marisela hacer justicia para su hija Rubí le costó la muerte. Susana Chávez, poeta y activista; fue asesinada por un grupo de hombres desconocidos, violada, torturada y asfixiada. Le cortaron la mano izquierda y nos dijeron a las mujeres que luchamos todos los días por defender los derechos de las mujeres, nosotras que no compramos los discursos machistas de muchos de nuestros gobernantes, a nosotras las de izquierda: “LO MISMO NO VA A SUCEDER”.

Éste, entre otros discursos retrógradas y machistas han traído a la par una serie de consecuencias a lo largo de la historia de la humanidad, entre las que destaca la violencia contra las mujeres (no precisamente hablando de una violencia física) y no obstante, en un sentido directo, el asesinato a las mujeres que ha existido incluso siglos atrás por la simple razón de ser mujeres.

No solamente, pasa en Ciudad Juárez como el caso de las dos compañeras mencionadas. También sucede en Querétaro, el caso de María Fernanda Loranca en San Juan del Río en 2010, quien fue violada, torturada y tirada al borde de un río. La respuesta inmediata fue: “Ella se lo buscó porque usaba minifalda y era muy coqueta”,

El contexto que vivimos actualmente está rodeado de violencia y los crímenes hacia las mujeres se han querido disfrazar como algo “normal” que está sucediendo en la sociedad mexicana; pero no es gratuito que sean las mujeres objetos materiales con las cuales se pagan las pérdidas entre acuerdos de “hombres”. El Feminicidio según Marcela Lagarde es, el genocidio contra mujeres, y sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales conformadas por el ambiente ideológico y social de machismo y misoginia, de violencia normalizada contra las mujeres, que permiten atentados contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres. En el Feminicidio concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales; que conducen a la muerte en su totalidad de carácter brutal en algunas de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o realizados por asesinos seriales, los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por conocidos: parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos, y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos y criminales.

María Fernanda es otro crimen, otro feminicidio no resuelto. El 25 de Noviembre del año pasado “Día internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres” nos enteramos entre compañeras universitarias del caso de una chica, también de San Juan del Río de tan sólo 17 años de edad que fue asesinada a golpes por su novio. La golpeó hasta dejarla en coma y pocas horas después su cuerpo no aguantó más y murió.

Sin embargo, todos tienen en común que las mujeres son usables, prescindibles, maltratables y deshechables. Y, desde luego, todos coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de odio hacia las mujeres. Ocurren desde conocidos y desconocidos tal es el caso de Rubí y su madre Marisela Escobedo, un caso polémico y no resuelto.

Nadie en Querétaro habló del asunto. La pregunta es ¿Hasta cuándo? ¿Qué se va hacer y qué se está haciendo? ¿Por qué estamos siendo las mujeres motines de esta guerra civil que nuestros gobernantes se niegan a aceptar, se niegan a poner fin? ¿Hasta cuándo tendremos representantes que realmente vigilen el cumplimiento de nuestros derechos humanos como mujeres? ¿Hasta cuándo se dejarán de disfrazar los Feminicidios, los crímenes por odio hacia las mujeres como crímenes pasionales? Mientras haya una sola mujer asesinada, sangre de nuestra sangre derramada, nuestra lucha por hacer justicia seguirá, la mano izquierda de Susana, la minifalda de Fernanda y el grito desgarrado de Rubí son nuestra fuerza para seguir en el camino: “Una somos todas”.

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“No se grita ‘Ya no aguanto ese sufrir, quiero vivir… No se grita ya no aguanto ese reír, quiero sufrir’”, así cantó Lhasa de Sela. Pocas son las mujeres que se atreven a denunciar la violencia con las que son sometidas. María, seudónimo de muchas que se ocultan de su agresor, vivió con él obligada porque no veía opción. Comenzó a defenderse. Una, ella, nació en los sesenta, espejismo del cambio en el desierto del siglo XX, un siglo que comenzó con una convulsión y que dejó sin terminar los cimientos de una lucha que requería constancia.

El género, como categoría analítica, surgió de la lucha feminista por lograr explicar la desigualdad social que existe entre los sexos. La lucha feminista que impulsó el establecimiento de esta categoría, fue a la vez una lucha política que buscaba encontrar espacios para las mujeres en las universidades y en el ejercicio del poder político. El género es hijo legítimo de una lucha política reivindicativa: la de comprender las desigualdades sociales y, con el tiempo, establecer mecanismos para reducirlas y/o erradicarlas por completo.

A María cuando le llegó el momento de decidir, decidió casarse y tener hijos; era menor a su hija mayor de 23 años cuando decidió convertirse en madre. Después de dos décadas las condiciones de ellas, han sufrido cambios de muy lento alcance para vislumbrar un bien. Ella, ahora es madre de tres hijos, el menor tiene 12 años; él un adolescente que creció en un ambiente hostil con el ejemplo de la violencia que se justifica: gritos, golpes, ofensas, amenazas, sometimiento, son palabras que forman su vocabulario y que determinan la percepción de su entorno; Manuel el esposo de María se convirtió en un yunque, camina con facha de rudo, disfraz de muchos, “todo un macho”, honor de muchos que se dicen muy hombres y que te regalan rosas para pedir perdón por el moretón en el ojo.

¿Qué mecanismos se han propuesto y cuáles se han aplicado? ¿Qué funcionó y cuáles son necesarios cambiar? Muchos inmediatamente —los que saben— responderían a la pregunta: “Sí hay y se han aplicado en…” bla bla bla. La pregunta que aún es un enigma y la incertidumbre de muchas que viven en el norte de México rumbo al 2012 es ¿por qué crece la violencia en contra de las mujeres y de manera generalizada, a pesar del conocimiento que se ha generado sobre la violencia?

Es urgente exterminar el machismo. En 2010 aumentó la violencia en diferentes regiones de nuestro país, sin embargo fue considerado el año de la no violencia contra las mujeres, por lo menos eso anunciaban el oficialismo, la academia y algunas ONGs más interesadas en ganar cartel y lugar en la foto, que en el verdadero trabajo por reducir la violencia de género.

Con el paso de los años, y como sucede en los diferentes ámbitos, los estudios de género dejaron de tener reivindicaciones políticas, se convirtieron en estudios descriptivos que no llegan a las manos de las interesadas. Las causas de esta carencia son múltiples. ¿Qué hacer? Las instituciones académicas y oficiales relacionadas con las mujeres o con la perspectiva de género, fueron perdiendo el interés por establecer programas con vistas hacia la comprensión y la práctica de la equidad, incidir en un cambio dejó de ser un compromiso social; nos damos cuenta de que el camino está minado, de que los pasos se detuvieron en algún momento y no ha habido la manera de continuarlos por otro camino.

LOS ZOPILOTES Por Manuel O. Cortés

Siempre serán las once: los zopilotes, negras alas tranquilas, borran el tiempo. Antonio del Toro -Papalotes

Había veces que algunos cuerpos se quedaban boca arriba, con los ojos saltones mirando al techo, la carne hinchada era ya de un tono violáceo a negro. En esos momentos, ¿qué era sino la euforia mayor lo que provocaba en el rambo el impulso de atestar un último golpe en el rostro de los cadáveres para desfigurarlos totalmente?... simplemente era eso y ya, pensaba el manotas, la insistencia de la carne misma en un torbellino mecánico de naturalismo banal. “No se trata de una cuestión moral, es más bien una cuestión de intuición”, argumenta inquisitiva la punta del filo del cuchillo. Los dos habían elegido ser sicarios por circunstancias y no por decisiones, pero ¿qué son las oportunidades? ¿una organización bien calculada de jerarquías y privilegios a través de la exclusión? Lo innegable es que en las sociedades católicas no se llega a ser hombre hasta que se destaza un cuerpo a sangre fría, y era eso, ese afán templario de no conocer a Dios sino a través del desgarramiento lo que explicaba esos arrebatos de ira que terminaban por esclarecerlo todo y devolverlos al infanticidio emocional.

Otras veces, esperaban a los próximos difuntos en la camioneta frente al crucero, sentados en medio del desierto, la primera luz

8 Foto: Manuel Ortiz

María sigue caminando insegura, no tiene libertad, sabe que la vigila, que la persigue; cuando quiere, bajo los efectos de su propia debilidad, la acosa, la golpea; su casa ya no es un hogar, no hay rincón donde esconderse, diariamente la violencia con que es atacada delata los puños de un hombre que destruye, ¡al que se le perdona!, la destruye insensible al respeto o a la culpa. Siglos de una misma historia, mas hay fracturas, hay una luz: abrimos brecha las que aprendimos y nos dimos cuenta de que tenemos derecho a una vida digna, de que podemos y tenemos la capacidad de elegir y dirigir nuestras propias vidas, desde abajo; abrimos brecha los que nos dimos cuenta de que siempre tuvieron el derecho a vivir con libertad y respeto, de que es un crimen matarlas, violarlas, violentarlas desde abajo. Ella después de una larga lucha consiguió sacarlo, mas no acabó la pesadilla cuando Manuel abandonó la casa de María; desde su perspectiva, él es la víctima porque María es su esposa, porque él es el hombre, su orgullo fue pisoteado, su complejo se evidenció, la máscara se rompió, es un hombre que se creyó todopoderoso y quedó vulnerable ante sí mismo, por eso regresó, su objetivo es vengarse de una mujer que merece respeto y lo denunció, él aún cree que ella es de su propiedad. A pesar de que María gritó ¡BASTA!, continúa el maltrato. En el ministerio público de su localidad, la encargada le recomendó hacer las maletas e irse, abandonar su elección, vender su casa, ocultar su vida, huir era la única opción que le dio para estar lejos del agresor. Por eso da risa conmemorar el año de la no violencia contra las mujeres. María, en silencio, a oscuras, esperando el golpe, atrincherada, piensa en el discurso, ¡purititito discurso!; la amenaza no

del alba aparecía en el horizonte como un aborto rojizo, después se expandía por todo el cielo y tomaba diferentes tonos hasta despejarse en un pálido azul. En esos amaneceres el tiempo era como un terrón de arena. Eran los vigías infrahumanos de una fortaleza urbana sin ley e incluso ellos, que habían llegado tan lejos para complacer a la euforia, se miraban indefensos en el alba nueva tal como si hubieran nacido apenas ayer, a merced de una voluntad grisácea, nada era suficiente para la experiencia: el hábito de matar. Después en el burdel, el manotas pensaba que la vida no era sino una puta, la más desgraciada de todas, aquella que de antemano se cobra por adelantado el más mínimo gesto de simpatía. En la sala privada, cuando la chica estando de espaldas abría las piernas como un compás y volteaba a mirarlo sumisamente, reconocía en el chantaje de su cadera esa sutil destreza para dominar a partir del poder de su cuerpo. De algún u otro modo, pensaba entonces, la violencia era la vida misma, un acto tirano que tenía como principio y fin la supervivencia a costa de las circunstancias, pero ¿qué había detrás de esa de esa piel rota? ¿porqué el furor quema la conciencia?

cesa y está vez, él, de un golpe estuvo a punto de romperle los dientes, las marcas en la cara no fueron suficientes para que se cumpliera el deber que se le otorgó al ministerio público, defender sus derechos ha resultado una comedia; la farsa, la corrupción son la esencia del aparato burocrático que cobra de nuestros impuestos. Coincidimos. Su caso podría verse desde la perspectiva de género a través de la psicología, la antropología, la sociología o la historia de vida, pero estas disciplinas ya no se preocupan de la gravedad de este problema. La perspectiva de género ya logró, mediante una larga lucha política, su ingreso a la academia; y la academia, desde hace años está lejos de basar y aplicar su epistemología en la realidad social concreta. María no confía ya en las autoridades policiales, ni en las encargadas de los derechos de las mujeres (ahora, para no dejar la moda de lado, cada estado tiene su Instituto de las Mujeres). Nosotros confiamos en la sociedad civil y en las organizaciones que verdaderamente trabajan y han trabajado a contracorriente por la equidad de género, esas que no le quitan la categoría política que el concepto intrínsecamente trae. María rompió con su propio miedo, lo denunció, por eso gritamos para romper con el silencio.

De regreso en el hangar, reposaban entre los restos de una orgía descontrolada, sobre colchonetas manchadas de sangre, condones usados, colillas de cigarro, corcholatas, cerveza y orines secos, el manotas siempre estaba masturbándose, confundía a veces su arma con su pene, después redactaba cartas, tomaba cuidadosamente fotos a los cadáveres, escribía por internet, establecía contactos, memorizaba nombres, fechas, caras. Siempre había sido mejor ignorar la realidad pero de algún modo, los hechos elementales se abren paso en la vida de una manera tan trivial que cambian el espanto por la indiferencia, pensó días después, cuando encontró en la madrugada al rambo pudriéndose en el baño.