ALICE

LARDE

Miembro de las Saciedades de G e o g r a f í a y de G e o l o g í a de Francia. Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias de Córdoba,

(España)

Miembro de Honor de la Acad. Hispano Americana de Ciencias, Letras y Artes de Cádiz (España) Correspondiente de los Instit. Histórico y Geográfico del Brasil, de Victoria, Parahyba y Ceará

¿Es la Electricidad el origen de la Vida y de la Muerte? (Ensayo)

IMPRENTA

EL

IMPARCIAL

SAN DIEGO 75 SANTIAGO

DE 1943

CHILE

ALICE Miembro Miembro

de

las

LARDE

Sociedades

Correspondiente

de

la

de

Geografía

Academia

da

y

de

Geología

Ctencias

de

de

Córdoba,

Francia. (España).

Miembro de Honor de la Acad. Hispano Americana de Ciencias, Letras y Artes de C á d i z

(España)

Correspondiente de los I n s t i t . H i s t ó r i c o y Geográfico del B r a s i l , de V i c t o r i a , Parahyba y Ceará

¿Es la Electricidad el origen de la Vida y de la Muerte? (Ensayo)

IMP. -

EL

SAN

IMPARCIAL DIEGO

SANTIAGO 1 9

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Prefacio Influencia de la Electricidad en el organismo La; Electricidad existe, de hecho, en todo organismo El foco eléctrico matriz estaría localizado en el cerebelo . . Aproximado cuadro del sistema eléctrico humano La Electricidad atmosférica también alimentaría a la' pila eléctrica cerebelar humana ¿Es la Electricidad el origen de la Vida y de la Muerte? La Electricidad expandiríase en el organismo debido a un proceso inter-atómico La atracción sexual sería obra de la Electricidad ¿Tendríamos en la Electricidad el origen de las prístinas células vivientes? ¡ La electro-nutrición natural alimentando a las células humanas, ayudaría a determinar el sexo e imprimiría la manera de ser de cada cual Los ojos, focos de luz eléctrica El proceso mental también sería provocado por la Electricidad La facultad de hablar y de oír deberíasa a la Electricidad Influencia del desfogue eléctrico mental sobre el sexual . . La transmisión del pensamiento explicaríase por la Electricidad cerebelar humana Las curas por sugestión y autosugestión tendrían igual origen ¿Estaríamos en vísperas de encontrar el origen de las dolencias mentales? La cólera no sería más que las explosiones súbitas de la Electricidad acumulada en el organismo El mecanismo humano necesita de su moderado utilizamiento Los sones musicales atraerían hacia los ejecutantes y auditores, la tonificadora Electricidad atmosférica . . . *.. La Electricidad en desfogue condicionaría las creaciones artísticas y el descubrimiento de leyes fundamentales . . . El primitivo debería a la Electricidad absorbida sin ambages, fuerza y salud El origen de ciertas enfermedades tendría como base los bombardeos electromagnéticos

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11 1'2 14 16 19 21 22 24 28 3)1 38 44 47 49 53 64 58 63 63 66 619 72 74

P R E F A C I O No el torpe anhelo de aplausos; menos la mezquina sed de exhibicionismo, sino el elevado propósito de servir a la Humanidad, contribuyendo con nuestras modestas experiencias al desarrollo de la Ciencia Moderna, nos lia impulsado a escribir este pequeño Einsayo acerca de la Electricidad en relación con el organismo lliumano. Está basado en observaciones directas y en inducciones y deducciones derivadas de las mismas. Después de largas meditaciones respecto de los fenómenos cosmológicos, tuvimos la revelación de que si los electrones, agrupados en torno a los iones y protones forman a los átomos, y la Materia está constituida por éstos, la que le infunde vida y dótala de fuerza y movimiento, es LA ELECTRICIDAD, ELLA ES EL FLUIDO MAGICO, EL ESPIRITU ANIMICO DEL CUERPO UNIVERSAL. Encuéntrase en cada partícula suya; circula por todo su ser y, en ininterrumpidas vibraciones, desdóblase y dilátase en el espacio en sucesivas ondas produciendo los sonidos, el calor y la luz. Así_, pues, si los animales, vegetales y minerales, están f o r j a d o s con Jos propios elementos que integran a la Materia, ya que los aludidos no son más que congregaciones de átomos sabia y armoniosamente combinados, encarnados en moléculas y células, fácil es inferir que debido a tal cosa, todo cuanto existe en la Naturaleza EiSTA DOTADO DE ELECTRICIDAD. Ahora bien, siendo que el fenómeno electro-dinámico no es particular sino general, por lógica deducción llegamos a suponer que la Electricidad es también la que cons-

tituye el hálito vital, el ALMA, podría decirse, de cada individuo. Ella íes, sin duda alguna, la cansa primordial de la energía anímica, emocional e intelectual humana. Ella es en nosotros una fuerza dominante cuya acción continua y metódica comunícase de diversa manera a los distintos engranajes elle la máquina de nuestro organismo, imprimiendo en sus múltiples palancas variados y armoniosos movimientos. Creando un maravilloso sistema dótanos, de dicho m,odo, de las facultades de vivir, ver, ha-bliar, gustar, oír, tocar, comer, amar, digerir, cantar, reír, llorar, caminar, entender, pensar y morir. Esta idea es la que desarrollamos en el presente tra* bajo. El,'como lo sugerimos, está basamentado en la investigación directa y en inducciones y deducciones desprendidas de la misma. Oada página suya lleva la dolorosa sangre de nuestro espíritu y el (hondo amor por la raza a que pertenecemos y a quien desearíamos mitigar BUS sufrimientos. Sabemos >que muchos se alzarán para criticarnos, porque demoler es más fácil >que ¡construir, y la maldad, mediocridad e ignorancia de los hombres son en nuestra joven e inexperta América, más generales que Montgomery y Mac Arthur. Todo investigador encuentra en su camino obstáculos difíciles de vencer y, en su luclha por la Verdad, vése obligado a beber el agua envenenada de Jas almas impuras. Si es u n a Mujer, con mayor motivo tendrá que apurar las más amargas cicutas, ¡por la sencilla razón de su sexo y, en especial, debido a que algunos seres del género opuesto, creyéndose dueños absolutos de los campos científicos, 110 anhelarán dejarse suplan.tar ni menos reconocer ciertas verdades de esas criaturas insignificantes y débiles a quienes consideraron siempre como entes inferiores. E n su ilógica ceguera y enconado egoísmo, no iquerrán ver en la Mujer una colaboradora .leal y abnegada, un ser complementario suyo, que lia de ayudarle eficazmente en la búsqueda de las soluciones de los básicos problemas universales, porque ella, debido a su mismo sexo y a su desigual

psicología, vé las cosas de diferente ra'odo y acaso más profundo. Sin embargo, estamos firmemente convencidas de qne en «1 mundo existen también almas nobles e inteligentes, al p a r que sabios ilustres que viven consagrados por entero a la" investigación de la ciencia pura que, posiblemente, recibirán con benevolencia nuestras sugerencias y sabrán apreciar y aprovechar cuánto de bueno encierran. P o r el momento, nos es grato agradecer con la robusta sinceridad de nuestro espíritu, la valiosa opinión del eminente Secretario General dé la Facultad de Medicina y Ciencias Biológicas de la Universidad de iQhile, y Catedrático de Biología de la misma, Dr. Aldo Contrucci, quien, henchido de sana bondad y premunido de su alta autoridad, nos exteriorizó: " E s t o y completamente de acuerdo con Ud. en la tesis que basamenta su interesante trabajo, relativo a .que la Electricidad es la 'que infunde y ida a la Materia y constituye el hálito vital individual. Sin embargo, la Facultad de Biología de la Universidad de 'Chile, no puede patrocinarlo, porque en él Ucl. expone idea« nuevas, que chocan con la Ciencia tradicionalista que se enseña en ella". Dicho esto, no nos queda más que impregnarnos de una f u e r t e filosofía, para hacer f r e n t e a cuanto bueno y sobre todo de malo, encontremos en nuestra espinuda ruta de idealistas. De todas maneras, «ean o no apreciados y comprendidos el enorme esfuerzo y la energía moral que hemos necesitado desplegar para llevar a cabo y dar a luz el presente Ensayo, al menos nos quedará la suprema satisfacción de haber luchado para despertar el espíritu científico q u e ' e n nuestras tierras hispanoamericanas duerme su sueño inerte o permanece anquilosado por falta de estímulo y comprensión ambiente. Este solo heclio basta para compensar nuestros sacrificios pues, en esta hora trágica y espantosa en que la Europa entera se 'desangra y la llama de la barbarie amenaza con a r r a s a r todos los adelantos alcanzados por el es-

píritu fraternal humano, nuestra América debe sacudir su inercia y poniéndose en pie, abrir sus brazos maternales a todos los sabios del mundo para que sus investigaciones no se pierdan en el vacío y sirvan, al mismo tiempo, para lograr el propio desenvolvimiento científico, moral y espiritual, que ella aún no ha alcanzado. LA AUTORA.

INFLUENCIA DE LA ELECTRICIDAD EN EL ORGANISMO E n el Trópico Central, fácil es comprobar la decisiva influencia que ejerce la electricidad en el cuerpo humano. E n las etapas de mayor vitalidad eléctrica, los individuos excítanse por cualquier motivo, tornándose tan irascibles que en un momento dado estallan las peleas entre unos y otros, al grado de que, a veces, hay que lamentar las heridas o la muerte de algunos de los contrincantes. Tal gravitación 110 se opera apenas en hombres, mujeres y niños; alcanza también a los animales, pudiendo verse a los perros, gatos, aves de corral y al ganado, riñendo sin saber por qué, impulsados por esa fuerza invisible que circula por los estuosos ámbitos regionales y que impélelos a obrar así. Además, los impulsos genésicos vuélvense irresistibles, despertándose de improviso el apetito sexual aun en las criaturas de corta edad. A ello habría que agregar el hecho comprobado de que en las zonas cálidas los seres despiértanse más temprano en sus funciones amorosas, emotivas e intelectuales, con relación a los de clima frío, y la menstruación en las niñas es sumamente precoz. E n los lapsos en que desátanse las vigorosas tormentas eléctricas, el organismo experimenta fluidos extraños y ¡ cosa r a r a ! al peinarse las femeninas cabelleras, que se ponen como tostadas, despiden luces, chispas fosfóricas produ-

cidas por el frote del peine y el pelo que al compás emite sordos chirridos. Al paso huracanado de las corrientes electrificadas galvanízase el lomo de las selvas, de los pastizales y del mar. Cada árbol y cada onda, parecen invadirse en una especialísima hipertensión nerviosa. De las aristas de las negras rocas y en los mástiles y cordajes de las embarcaciones, brotan pequeñas llamas azuladas, conocidas por el nombre de " F u e g o de Santelmo". Tales acontecimientos ocurren, en particular, en los meses de más acre calor. Entonces, la atmósfera cargada de electricidad caldéase al máximum, y la tierra en llamas desfoga su energía vil al con duple intensidad, tendiendo en el aire una red de calor virgen, o ti fe electricidad geocéntrica, que en forma de laminilla reverberante y tangible álzase a varios metros sobre la superficie caldeada.

LA ELECTRICIDAD EXISTE, DE HECHO, EN TODO ORGANISMO Conforme los estudios modernos y las experiencias realizadas por medio de aparatos de radio, se lia llegado a demostrar que en el cuerpo humano o animal, considerado como un todo, lo mismo que en los primeros estados de cualquier vida zoológica individual y hasta en el huevo, existen fuerzas eléctricas definidas. E n cuanto a los últimos, el Prof. Burr, de Yale, midiendo las fuerzas eléctricas generadas constantemente en el interior del embrión en desarrollo, y controlándolas, ha

llegado a determinar qué extremidad de aquél crecerá como cabeza y cuál como pies. Y lo más asombroso de ello consiste en que tal sistema eléctrico está asociado a Ja fuerza vital misma porque hállase presente fínicamente cuando el huevo está vivo. Si éste muere, desaparece su sistema de electricidad. Subrayamos tal peculiaridad, ¡porque más adelante llegaremos a Una conclusión que creemos interesante para la Ciencia. " C u a n d o la célula huevo fertilizada empieza a crecer, divídese en dos células que a su vez conviértense en cuatro, continuando así su multiplicación. E n su principio el embrión toma la forma de una esfera hueca de células, pero pronto comienzan a aparecer diferencias estructurales. La primera de éstas es la placa neural que da lugar al. sistema nervioso central. Un extremo de la placa, dotada del mayor. potencial eléctrico, llega a ser EL CEREBRO, la cabeza del embrión en gestación, el otro, las p a t a s " . Si se ha llegado a tan asombrosas conclusiones respecto de los huevos de gallina y ranas, ¿por qué no creer que en el feto humano o de cualquier otro animal ocurre lo similar? Además, se ha comprobado que cada movimiento ejecutado por los seres humanos, lo mismo que los realizados por el coletazo de los peces en el agua, producen ligeras corrientes eléctricas. Y r posiblemente sucederá- algo igual con los aleteos del ave en sus vuelos y con cualquier actividad ejecutada por los otros animales. Esto es completamente lógico. Sabemos que la materia está constituida por átomos; éstos, por electrones que a su vez giran alrededor de núcleos formados ñor iones y protones, (neutrones y positrones). Ahora bien: si los electrones integran a los átomos que agrupados entre sí, forman las moléculas y las células, es natural que todo ser viviente, lo mismo que las familias ve-

gcial y mineral, que no son más que congregaciones llas, combinadas de manera sabia y maravillosa, DOTADAS DE ELECTRICIDAD.

de aquéESTEN

Inducciones derivadas de diversos hechos nos hacen suponer que LA ELECTRICIDAD CONSTITUYE EL SOPLO VITAL, el Alma, podría decirse, de cada individuo. *

EL FOCO ELECTRICO MATRIZ ESTARIA LOCALIZADO EN IEL CEREBELO Suficiente estudiado está que toda angustia espiritual y iodo dolor físico que en apariencia sentimos producirse en cualquier punto del cuerpo, tienen su verdadera raíz en el cerebelo. Pues bien, ¿no es lógico pensar que la base primordial del sistema de electricidad que da vida a. los seres esté localizada precisamente en dicho sitio y que aquél funcione en estrecha correlación con el corazón? ¿Y 110 es natural también, que si el cerebelo recibe todas las impresiones es porque desempeña un rol preponderante en las funciones orgánicas? Sus mismos hilos de irradación hacia todos los puntos del cuerpo humano, ¿110 serán los que le traigan las sensaciones experimentadas por el aludido? El mecanismo suyo resultaría sencillísimo. De la batería eléctrica central (cerebelar), dimanarían los vigorosos flúidos que irradiarían hacia el cráneo, el corazón y la espina dorsal, gobernadora de los movimientos musculares. E n el primer caso serían ondas cortas o de variables voltajes, las lanzadas en dirección a la cabeza e impartidas

en su interior por intermedio de las s^^tiles fibras y membrana protectora de la.masa encefálica, a través de sus miriadas de células y tendrían por objetivo impulsar el desarrollo de las facultades de entender, ver, oír, oler, hablar y gustar. Las corrientes eléctricas irradiadas hacia el corazón, (bomba de recepción y expulsión), serían acogidas por él, con la finalidad de diseminarlas en todo el cuerpo por medio de la sangre y por conducto de la complicada madeja de arterias y venas para ayudar a construir nuestros órganos y humores. Sus pulsaciones produciríanse en forma matemática al encontrarse las ondas vitales enviadas metódicamente por la batería central con las corrientes sanguíneas lanzadas por el corazón hacia la cabeia. Las aludidas acelerarían.«? en caso de que la máquina cerebclar sufriese trastornos; que esta misma o la cosmología local desplazaran hacia la caja receptriz (corazón), subitáneas o duples cantidades de electricidad, (fiebres), o padeciese fuertes conmociones de orden emotivo o mental, etc. Sin embargo, uno de los roles preeminentes estaría a cargo de la espina dorsal. Por su médula descenderían importantes cantidades de la energía eléctrica cerebelar. Confundida con la substancia gris suya, haríala circular por la prodigiosa red de nervios siendo ellos los agentes transmisores del impulso motor de los músculos. Por lo dicho, fácil resulta colegir que LA ELECTRICIDAD SERIA LA CAUSA PRIMORDIAL DE LA ENERGIA ANIMICA, EMOCIONAL E INTELECTUAL HUMANA. * #

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APROXIMADO CUADRO DEL SISTEMA ELECTRICO HUMANO La aproximada forma en que estaría organizado el portentoso sistema (le electricidad encerrado en el cofre humano, podríamos presentarlo de la siguiente manera: nía central; el cerebelo. Receptores principales: el corazón, la cabeza y la columna vertebral. Válvulas de escape: la boca, los ojos, la nariz, el cabello, y todas las extremidades del cuerpo, como ser los genitales, la lengua, los dedos, los pezones, etc. Los poros también serían sutiles puertas de desfogue. El estómago constituiría la gran base de elaboración de los combustibles que, transmutados, ayudarían al mejor funcionamiento de la batería general. Al ser ingeridas por los individuos las substancias nutritivas que, en mayor o menor grado, están dotadas de su propia electricidad y de la que reciben de 1a, cosmología local, lo mismo que de los minerales que componen a ésta y a todo organismo, sufrirían una rápida trituración y descomposición. De la análoga manera que los minerales en bruto pasan por diversos procesos para que extraigan de ellos el oro, la plata, el cobre, etc., el proceso estomacal, ayudado por la Química Natural, separaría y alearía los diferentes ingredientes constitutivos de las materias ingeridas, preparando así los elementos principales: electricidad, gases, ácidos, minerales, grasa, azúcares, sales, líquidos, etc. para alimentar la batería vital cardinal y lograr de tal modo el perfecto funcionamiento del integral sistema vital-individual. De esta manera el cuerpo humano constituiría algo así como una inmensa fábrica de substancias químicas en continuo movimiento, que por medio

de especiales tuberías, dispersaríanse en toda su estructura c e l u l a r suministrando a los tejidos la energía que necesitan 0 e l material imprescindible para la constitución y desdoblamiento de sus mismas células. Sabido es que la existencia de todos los seres depende, en gran parte, de los comestibles. De poco o nada le serviría a un individuo tener en su organismo una flamante latería eléctrica en función si no contara con la colaboración de las materias nutritivas. Si él dejara de comer, podría prolongar su existencia cuarenta y tantos días más, es decir, mientras se va (justando paulatinamente la energía anímica que lo sostiene. Pero, agotada ésta, el soplo vital extinguiríase POR FALTA I)E COMBUSTIBLE, y de inmediato fenecería. Está comprobado que los alimentos considerados como de primer orden son los frutos y legumbres que pueden ingerirse críalos lo mismo que los huevos y la leche. Y el secreto residiría en que ellos conservan su energía vital (electricidad) en estado VIVO, cualidades excelentes que pueden transmitir a los seres que los aprovechan, restableciéndoles su salud y fortaleciéndolos. Por otra parte, es natural que si la maquinaria orgánica vital funciona gracias a cierta proporción de combustible, cuando a ésta se le introduce más de lo necesario se verá obligada a trabajar el doble, causando así varios trastornos en el sistema total y provocando el mayor número de enfermedades. Es por dicho motivo que la salud humana depende en grado sumo del buen funcionamiento estomacal. De más está decir que si lo ingerido encuéntrase descompuesto, los males que acarreará serán superiores. El excedente de material inservible o sea el bagazo, residuo o escoria, tiene que ser expulsado por sus respectivos orificios.

Así veremos que todos los centros de acción vital, por pequeños que sean, arrojan los desperdicios por sus diversos agujeros. Los residuos de la fragua de elaboración de combustibles (estómago), son los excrementos y la orina; los de los focos visuales, las lágrimas y las légañas; los de la mente, garganta y órganos sexuales, las mucosidades; los de los oídos, la cera, etc. El sudor expelido por los poros también cumpliría con su comisión en el total concierto, lo mismo que los gases que salen por la boca y el recto. Aquél, limpiando además, a las mimisculas aberturitas de la piel, evitaría su obstrucción por las suciedades, manteniéndolas en magnífico estado para que puedan absorber sus alimentos cósmicos, a la par que arrojar el excedente de electricidad orgánica. Si los elementos sobrantes reseñados no pueden ser expulsados al exterior, sobrevienen complicaciones que afectan a cada parte o al sistema general electro-vital. No podemos dejar de mencionar la decisiva cooperación de los demás .órganos en el funcionamiento corporal total. El hígado brinda la bilis necesaria para que se deshagan con rapidez los alimentos; los ríñones coadyuvarán a la fabricación de los alcaloides en la orina, etc. Respecto del bazo, conducto por donde corren los fluidos de la economía integral, hemos hecho personales observaciones y parece ser que él es el receptor y transmutador de todos los gases. Cuando éstos se acumulan con exceso en su interior, prodúcense fuertes dolores, agudizándose al máximo al aumentar su volumen. Las punzadas tórnanse más terribles cada vez que se respira, llegando su paroxismo hasta producir helados sudores frontales. Poco a poco van saliendo los gases por la boca y el recto, y después de algunas horas o días de real sufrimiento, las oleadas de vapores

en huida, van aliviando al bazo de su carga y a la persona que padece los efectos, de- los dolores. Notamos también que los susodichos gases cobran superior densidad cada vez .que se tiene u n disgusto, como si el hígado, al secretar la bilis, dejase escapar, conjuntamente, algunas de las materias volátiles mencionadas, en mayor porcentaje, aventándolas sobre aquel recipiente. # *

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LA ELECTRICIDAD ATMOSFERICA TAMBIEN ALIMENTARIA A LA PILA ELECTRICA-CEREBELAR HUMANA Del mismo modo que los altos árboles o prominentes cumbres y escolleras atraen hacia sí la fuerza desatada de los rayos, la cabeza humana, antena prodigiosa, cúspide máxima de la erecta columna dorsal, atraería hacia sí la electricidad cósmica, que penetraría con mayor fluidez a la pila eléctrica-cerebelar, por las ranuras que encajan las respectivas partes craneales. El hombre y la mujer, que poseen como imico privilegio la facultad de caminar con los pies llevando la espina vertebral COMPLETAMENTE VERTICAL, deberían la específica cualidad que los caracteriza de pensar y hablar, a este hecho transcendentalísimo que les permitiría captar por medio del cerebro, ondas de energía cósmica que en forma radioactiva actuarían dentro de sus cabezas realizando tales maravillas. Otros focos de receptividad eléctrica serían los poros, los oídos, la boca y la nariz. Las plantas de los pies tendrían

la misión de absorber con mayor fuerza que cualquier otra porción corporal, la electricidad que arroja nuestro Planeta para su propia defensa, y regándola en toda la estructura humana, dotaríanla también de la idéntica malla protectora contra los enemigos comunes: los rayos cósmicos. Al unísono, los aludidos pies servirían a manera de alambres, de punto de conexión entre cada individuo y la tierra. Por medio de ellos vaciaríase en el pavimento la abrumadora carga de electricidad estática recibida del exterior que fuera condensándoseles en el organismo entero. ( 1 ) . Hemos constatado que determinados individuos, tomando con una mano el alambre de la radio que sirve para capt a r las ondas cortas, para lo cual tiénese que conectar con cualquier objeto de hierro, lo hacen con mayor eficiencia que el mismo metal, es decir, obtienen idénticos o mejores resultados sirviendo personalmente de antenas. Esto no es de extrañar; en el Brasil, un hombre rústico se quejó ante numerosas personas, de que casi estaba loco, pues día y noche oía la música del mundo entero y las habladurías (conferencias) transmitidas en múltiples idiomas por él desconocidos. Dicho campesino era una antena viva, tremenda y reveladora de las cualidades receptoras mencionadas.

(1) Lo idéntico acaece con los Arboles. Sus ramalajes repl«. tos de innumerables puntas o ganchos, atraen la electricidad cósmica, en tanto sus raíces chupan la savia terráquea al mismo tiempo que descargan en el su-elo su excedente de electricidad. Cosa similar (pasaría con todos los animales y objetos.

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¿ ES

LA ELECTRICIDAD EL ORIGEN DE LA VIDA Y DE LA MUERTE?

Es de suponer que si el sistema) de hilos conductores de la electricidad humana (nervios), se descompusiese o quemase parcialmente, sobrevendrían las enfermedades o el debilitamiento local o general propicio al desarrollo de las mismas. ¿Cómo podría operarse tales cosas? ¿Sería debido a curto circuitos producidos por el choque de dos fuerzas de cargas contrarias, que al lanzar chispitas incendiarían las porciones de tejidos celulares, dando margen a su descomposición o a la de la sangre? ¿O tendrían por causa los potentes bombardeos cósmicos, emanaciones de radio o energías misterioras que invaden la atmósfera que al penetrar en un momento dado en el organismo, obligaría a determinado núcleo de células y a su vez a los átomos humanos a desintegrarse, a perder su estado normal? Sea por una u otra razón, si la pila eléctrica cerebclar, debido a su incesante actividad, sufriese un rápido desgaste, las personas vivirían menos, y si la aludida pila generadora de las corrientes susodichas se extinguiese, como lógica consecuencia, cesarían instantáneamente de vivir. La existencia suya dependería, pues, de la mayor o menor conservación DE SU POTENCIAL ELECTRICO CEREBELAR. Por otra parte, debemos reflexionar en el hecho comprobado de que el cerebro vive quince minutos después de que el corazón cesa de f uncionar, no obstante verse privado de la corriente sanguínea que éste le envía y que según afirman, necesita para subsistir, y ello deberíase a que en él reside-el foco vital matriz. Es de ahí que obsérvase que cuando un individuo va a fenecer, primero enfríamele las

extremidades y poco a poco, las secciones superiores ctel cuerpo, continuando el ininterrumpido proceso. Si del cerebelo parten los hilos irradiatorios hacia todos los puntos del organismo, natural es que resulte así y que el postrer reducto en paralizarse sea el cerebro, por ser él, como sugerimos antes, el que imparte los flúidos eléctrico-vitales. Al respecto, es también bastante aleccionador el caso de que cuando a un ser cualquiera le cortan la cabeza o hiérenle el corazón, de súbito muere, no aconteciendo así si cercenan algún otro de sus miembros, verbigracia los pies, las manos, etc. #

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LA ELECTRICIDAD EXPANDI RIASE EN EL ORGANISMO DEBIDO A UN PROCESO INTER-ATOMICO ¿De qué manera expaudiríase y actuaría dentro de los individuos la electricidad absorbida por sus organismos en ondas cósmicas o por los alimentos? Creemos que ello podría explicarse por lo que nosotras denominamos ta dinámica - de Jos átomos. Nadie ignora que éstos están constituidos por electrones que giran al igual que microscópicos satélites alrededor de un núcleo integrado por iones y protones que, por sus cualidades positivas, ejercen sobre aquéllos, cargados negativamente, decisivas influencias magnéticas. Pues bien, al penetrar al interior del cuerpo el flúido exterior en estudio, los primeros núcleos atómicos que encontraran en su camino atraeríanlo vertiginosamente y, en la misma forma, tomarían de él lo que necesitaran para for-

tificarse. Simultáneamente los electrones, acelerando sus rapidísimos continuos movimientos en torno a su centro de atracción, expulsarían el excedente de la electricidad intrusa, lanzándola de inmediato hacia otro átomo. Este, a su vez, aumentando sus idiosincráticas propiedades radioactivas, realizaría lo idént ico con el congénere vecino quien desplazaría su acción con el subsiguiente, y así sucesivamente. De ese modo el elemento móvil iría circulando, a través de los filamentos de cada célula, por todo el organismo, restaurando las partes debilitadas, reconstruyendo los tejidos rotos o reemplazando a las células muertas. El resto de la electricidad entrometida, saldría de nuevo al exterior por medio de los puntos de desfogue aníeriormente citados. Tal proceso no se interrumpiría jamás, salvo que la batería cerebelar humana cesase de funcionar, vale decir, que el individuo muriese. Sería el mismo mecanismo que, a nuestro juicio, operaríase en el proceso de la Luz. La electricidad transmitida, en sucesivos desplazamientos, por los átomos de las carnadas cósmicas superiores a los de los estratos etéreos inferiores, y. éstos, traspasándosela a los de las capas de más abajo, etc., irían produciendo ininterrumpidas ondas por todo el Organismo Universal, llegando a cada uno de los mundos, inclusive el nuestro, en forma de radiaciones luminosas. Los Astros, a su turno, absorberían por medio de sus moléculas, las corrientes eléctricas puestas en juego en el espacio haciéndolas circular, de átomo en átomo, por su entera estructura. Una vez que tomaran de aquellos fluidos errátiles 1a. fuerza vital necesaria, impregnando, de paso, a todas las criaturas suyas ; tornarían a expulsarlos hacia afuera devolviéndolos al Cosmos. Y así sucesivamente, en incesante giro y por medio de la dinámica de los átomos, repetiríase

el fenómeno lumínico eléctrico-ondulatorio, a través de los siglos, de tal suerte que la gravitación e intercambio de elementos vitales entre todos los orbes y sistemas siderales, serían recíprocos y perennes. # #

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LA ATRACCION SEXUAL SERIA OBRA DE LA ELECTRICIDAD La atracción sexual engendi'aríase por la gravitación de fuerzas electromagnéticas, positivas y negativas, que en grados proporcionales estuviesen concentradas o circulantes en el organismo del hombre y"la mujer, (macho y hembra). Cuando dos seres del sexo contrario poseyesen potenciales orgánico-vitales de cargas opuestas, experimentarían imperativa atracción, siendo ésta mayormente sensual e instintiva, al no estar aquéllos debidamente equilibrados por las fuerzas mentales. Al hallarse las energías aludidas en niode-, rada discordancia, tenderíase entre ambos, en gradaciones armoniosas, las corrientes simpáticas y, al encontrarse dichas fuerzas en 'igualdad de condiciones, es decir, cuando los dos cuerpos humanos tuviesen cargas semejantes o parecidas, sentirían mutua repulsión o repelencia: mujeres másculas son rechazadas por los varones quienes experimentan antipatía por tal singularidad. Los hombres femeninos resultan resistidos por las hembras normales y, los entes de débil temperamento raramente se atraen entre sí. E n suma, las atracciones sufridas por personas de diverso sexo estarían condicionadas conforme el mayor o menor potencial electro-

magnético que entre las diferentes gamas poseyesen sus respectivas humanidades. El Deseo produci ríase por la demasiada acumulación en el organismo de energías vitales, (electricidad, gases u otras substancias desprendidas de la misma) que, por falta de ejercicios físicos y espirituales fuesen quedando rezagados en el interior, pugnando por encontrar su necesaria válvula de escape. Fluidos eléctricos condensados en el cerebro y en la médula espinal, descenderían por la complicada red de nervios y arterias pasando de una célula a la otra, inundando al cuerpo v ¡ buscando luego su puerta de salida, hallaríala en el sexo. La imperativa necesidad genésica exacerbaríase por medio del pensamiento, de la vista, el olfifto, de ondas de calor en desplazamiento que incentivarían los instintos o del simple contacto entre la mujer y el hombre. El acto carnal serviría como un desfogue, una descarga del exceso de electricidad almacenada en el organismo. De ahí el goce sano y natural que se experimenta durante esos instantes en que un sencillo mecanismo humano libra a los seres de su vehemente presión interior. (2). Los espasmos de voluptuosidad podrían traducirse por vibraciones eléctricas de cualidades especiales que circularían en momentos propicios o por escapes gaseosos de indéntica índole, es decir, de la misma electricidad en fuga. (2) Es do suponer que sin tales obligados desfogues, la mayoría de los conflictos matrimoniales quedarían insolubles y los inás feroces rencores liarían convertirse al hombre y a la mujer en detestables enemigos. Gracias a dicha imperiosa necesidad orgánica, muchos cónyuges separados por hondos resentimientos u odios profundos, suavizan sus disgustos, fingiéndose amores y mutuamente toléranse, aunque después de logrados los desahogos corporales ansiados, vuélvanse otra vez " c o m o perros y g a t o s " .

Cualquiera puede comprobar por sí propio las siguientes experiencias : l.o Cuando dos seres de sexos opuestos sufren recíprocas atracciones, llamadas amorosas, estréchanse las manos, de inmediato prodúcense en ellas suaves y agradables corrientes de electricidad que las une y liga, podría decirse, más férreamente. Los dedos, que como dijimos antes, son como pequeños alambres por donde circula la electricidad y escápase por sus puntas, al apoyarse en las respectivas palmas de ambos, originan dichos fluidos fusionadores formando una sola corriente. 2.0 Al encontrarse las miradas amantes, los ojos, (punto de desfogue), pénense brillantes, enriéndense en llamas misteriosas, mientras tienden invisibles hilos de electricidad que se entrelazad mutuamente haciendo que las pupilas (aberturas por donde fluye la luz interior), permanezcan enclavadas unas en las otras y, en ocasiones, las aludidas ondas penetran hasta la recóndita raíz de las entrañas. Es de ahí la recíproca influencia que experimentan los enamorados, pues sus fluidos cerebelares electromagnéticos intercámbianse, primando las emociones e ideas de éste sobre aquélla y viceversa. 3.o Si j u n t a n sus bocas r opérase similar fenómeno: los labios quedan prendidos entre sí, generando los besos raras corrientes eléctricas que circulan por el organismo con fuertes vibraciones acariciantes. Lo idéntico acontece, pero pleno de mayor violencia, con las lenguas. Estas balizan, al estar atadas, una especie de labor sexual. Cosa "parecida se efectúa si la boca y la lengua masculina succiona la punta del seno femenino. Al respecto debemos informar que el amamantamiento resulta, un placer debido a que cada chupada que el niño prodiga al pezón, experiméntanse en todo el cuerpo, agradables ondas de voluptuosidad que parten

del mismo pecho al sexo. Es posible que sin este atractivo, la mayoría de las hembras (no podemos decir mujeres, porque éstas poseen un alto sentido del deber maternal) que pueblan el mundo, evitarían la crianza directa de sus hijos. 4.0 Cuando se acarician las cabezas, sobre todo la porción trasera del cerebro, pónese de manifiesto la condición eléctrica del cabello, en especial si es corto. Al sentir el contacto de los dedos, cada pelo erízase mientras descienden por la nuca, particulares ondas vitales. E s sabido que la electricidad estática acumulada en todas las cosas, tiende a escaparse por puntas agudas, bordes afilados e hilos muy delgados. De ahí que indúcese que el pelo que recubre al cuerpo humano, (lo mismo al de los animales), serviríales para el mismo objeto y que, los lugares de mayor escape del nombrado elemento, estarían más poblados de vellos y cabellos, variando el largor o abundancia de éstos según la necesidad de cada individuo, porque unos contendrían más potencial eléctrico o poderes de recepción que otros (3). Además, toda hebra de pelo tendría a su vez la función de atrapar algo de las ondas eléctricas atmosféricas y conducirlas al cráneo, quien las depositaría en su .propia base. Ahora bien, dichos fenómenos ocurren de manera más vivida en los calurosos meses del año. Es precisamente en la estimulante primavera y durante la estuosa etapa del verano cuando cobran también mayor fuerza, tornándose decisivamente imperativas las necesidades genésicas, época en que el organismo animal recibe superiores cantidades de energía eléctrica cósmica. (3) P a r a librar a los aeroplanos de la electricidad estática producida en ellos por cualquier causa, se les ha dotado de un alambro muy fino que cuelga de la p a r t e posterior. Por él escápase gradualmente la aludida, evitando así la acumulación