EL ENFOQUE DEL TURISMO SOSTENIBLE EN EL MARCO DE LA NUEVA RURALIDAD. TURISMO Y SOSTENIBILIDAD EN LA COYUNTURA DE LA NUEVA RURALIDAD Dr. Enrique Sáez Olivito Centro de Estudios sobre Desarrollo Sostenible, Universidad de Zaragoza Dr. D. Alberto Berga Monge AMB Consultans Dr. D. Rafael Alé Área de Economía y Empresa, Universidad Francisco de Vitoria D. Francisco Orduna Luna Diputación Provincial de Huesca

1. ANTECEDENTES Una de las características que deben tener las políticas para el desarrollo rural es el ser integrales, que afecten a todos los sectores de la economía. Sin lugar a dudas el desarrollo de un turismo rural de calidad, además de contribuir al complemento de rentas de los agricultores y/o ganaderos, produce excelentes sinergias en otros sectores de la economía que favorecen su dinamismo. Desde la Universidad de Zaragoza, CEDERUL (Centro de Estudios para el Desarrollo Sostenible), quiere ofrecer su trabajo y experiencia en la consecución de este fin y para ello cuenta con la inestimable colaboración de la Diputación Provincial de Huesca (D.P.H.), con quien mantiene un Convenio de Colaboración para desarrollar CEDERUL y dotarlo de capacidad para la realización de Proyectos que posibiliten un desarrollo sostenible en el espacio rural de la provincia de Huesca y en los países de Latinoamérica con los que se viene colaborando. De esta forma CEDERUL, que nació en 1992 como Centro de Documentación para el Desarrollo Rural, se convierte en un Centro de Referencia para el Desarrollo Sostenible. Nuestro objetivo en esta segunda etapa es, además de modernizar el servidor (http://www.cederul.org) y mejorar su gestión, generar en el grupo la capacidad de elaborar propuestas de proyectos de ayuda para el desarrollo y gestionarlos, internacionalizar CEDERUL (Chile, Argentina, Ecuador y Bolivia) e incorporar la enseñanza on–line. 95

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Nuestra disposición es totalmente favorable a colaborar en la consolidación de una oferta de turismo rural que contribuya a un verdadero desarrollo sostenible en Chile y prueba de ello es la colaboración en diversos programas con las universidades chilenas de Concepción, Bío Bío, Austral y Valparaíso con el compromiso de las administraciones municipales, provinciales, regionales y del Estado. 2. LA NUEVA RURALIDAD Lo rural no es igual en todos los lugares, ni siquiera dentro de un mismo país, pero lo que si que es común es que se vive una nueva ruralidad que tiene mucho que ver con el nivel de renta, con el grado de desarrollo. Esa denominada «nueva ruralidad» presenta distintos componentes en Europa y en Latinoamérica, como también es distinta en la Europa de los 15 y en los países que recientemente se han incorporado a la Unión Europea, pero la tendencia es la misma, lo rural ya no es sólo lo agrario. La evolución del sector agrario condiciona esa nueva ruralidad. En Europa esa «nueva ruralidad» es consecuencia de un sector agrario más productivo, más eficaz y subvencionado, que ha llevado en la segunda mitad del siglo XX a importantes fenómenos migratorios. El resultado ha sido un importante crecimiento poblacional de las ciudades y una disminución de la población rural. Este es el marco que define la nueva ruralidad en Europa, al menos para los países más desarrollados. Lo rural ya no se identifica únicamente con lo agrario, la mayor parte de población vive en las ciudades, la población rural no se dedica exclusivamente a la agricultura y el consumidor por excelencia de «lo rural» sigue siendo el «urbanita». Y ¿qué produce el espacio rural? Básicamente productos agrarios. El hecho de que cada vez se dedique menos población a la actividad agraria no quiere decir que esta actividad sea menos importante, pero cada vez un mayor porcentaje de población rural se dedica a otras actividades distintas a la agraria. Estas nuevas actividades que surgen desde lo rural ¿son «además de» o en lugar de»?, esa es la duda y en eso puede radicar el problema. La producción agrícola, ganadera y forestal son básicas para la conservación del medio ambiente. Las características propias del espacio rural sobre las que resalta la naturaleza son o deben ser la base para generar nuevas actividades. Esta pluriactividad rural se basa en lo agrario (transformación de productos, productos de calidad, productos ecológicos…), en la naturaleza (deportes de aventura, turismo rural…), en la calidad de vida (residencias de ancianos, zonas residenciales, teletrabajo…). Pero no nos olvidemos, mayoritariamente los consumidores de la actividad rural son las personas que viven en la ciudad. Insisto en ello porque para conseguir condiciones de sostenibilidad, el consumo de lo rural debe ser correcto, en armonía con la naturaleza y eso pasa por la educación de los consumidores y en el respeto a lo rural. 3. EL TURISMO EN ESPAÑA. SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS Hemos visto como lo rural, al menos en la Europa más desarrollada, ya no es sólo lo agrario. Sobre la base de unas actividades agrarias eficaces se manifiestan nuevas actividades económicas que identifican la Nueva Ruralidad (transformación de produc96

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tos agrarios, productos ecológicos, turismo rural, teletrabajo, etc…). Todo ello sirve para frenar el éxodo rural y comenzar con su repoblación, en el marco de un desarrollo local, endógeno, integral y sostenible. El turismo rural es sin duda la actividad económica de mayor éxito en los últimos años, éxito provocado por la creciente demanda por parte de los consumidores de turismo de calidad, en armonía con la naturaleza y orientado a un desarrollo sostenible, lo que se denomina turismo blando y que afecta no sólo a la oferta de turismo rural sino a todo tipo de turismo. Ciertamente en la creciente demanda por parte de los consumidores de turismo de calidad, en armonía con la naturaleza y orientado a un desarrollo sostenible, lo que se denomina turismo blando y que afecta no sólo a la oferta de turismo rural sino a todo tipo de turismo. España se ha caracterizado por ser un país de gran atracción turística y este sector ha sido el responsable del éxito de nuestra economía, pero se ha basado, fundamentalmente, en un turismo de playa masificado lo que ha supuesto una especulación tremenda del suelo y un verdadero atentado a nuestras costas. A pesar de todo, en la última década del siglo XX, el turismo español se aprovechó de sus ventajas competitivas de tipo cambio y de destino refugio debido a la situación geopolítica. Desaparecidas esa ventajas con la entrada del euro y la pacificación de las regiones europeas en conflicto nuestro sector turístico analiza su situación que sin ser de crisis si es para reflexionar y se prevé una evolución hacia otro tipo de turismo más sostenible en donde lógicamente va a jugar un papel importante el turismo rural, en todas sus variantes. Anteriormente hemos tratado de la nueva ruralidad como un paso de lo agrario a lo rural y ahora vamos a referirnos a la evolución del turismo hacia esos nuevos conceptos del turismo blando. España sigue estando entre los tres primeros destinos del mundo, si tenemos en cuenta la entrada de turistas y los ingresos generados, pero en 2004 ya se ha apreciado un estancamiento en la entrada de visitantes y se comienza a apreciar que el modelo de turismo basado en «sol y playa» (80%) hay que renovarlo. En agosto de 2004 la entrada de turistas bajó respecto al año anterior en un 0,8%, las pernocataciones de extranjeros en un 2,9% y la estancia media en un 3,7%. ¿Coyuntura o un primer aviso de lo inadecuado del modelo? Como se decía anteriormente las ventajas competitivas de la década de los 90 se han minorizado y otros países entran en competencia. A título de ejemplo, Rumanía ha recibido en verano de 2004 un 40% más de extranjeros que el año anterior y en el mar Negro se han abierto el pasado año 21 hoteles. Si sólo se ofrece precio, en Europa hay países que son muy competitivos y también en el Mediterráneo africano. Hay que renovar la oferta y ofrecer calidad y no sólo precio, junto a una nueva oferta de comercialización de productos turísticos y promoción, además de una adecuada ordenación del territorio, con ofertas complementarias. Comienza a hablarse de un nuevo enfoque hacia el turismo sostenible del que también se hace eco la nueva ruralidad. Es necesario evaluar la procedencia de los consumidores de productos turísticos, cómo llegan, a dónde quieren ir y cuánto gastan y en qué. 97

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Casi 4,5 millones de turistas han entrado en España en Agosto por avión debido al auge de las compañías a bajo costo, pero el 57% en lo que va de año lo han hecho sin paquete turístico. La costa y las islas (Baleares y Canarias) siguen siendo el destino preferido. Los británicos, alemanes y franceses son, por este orden, los más numerosos; los turistas que vienen a España, pero ni son tantos como antes, ni están tanto con nosotros y lo que es más preocupante gastan menos que antes. El turismo español parece como si tuviera síntomas de agotamiento y es urgente adaptar el modelo de turismo de» sol y playa» a los nuevos gustos de la demanda y pensar en un turismo de calidad en donde a la importancia competitiva del precio se añada calidad en los servicios. Es el momento para pensar en las vías de expansión por las que debe discurrir el futuro del turismo español y tener en cuenta a los países con un turismo emergente, que van a ser muy competitivos en precio, pero con los que hay que ser competitivos en calidad (Rumanía, Bulgaria, Egipto, Turquía, Túnez, Croacia…). El futuro pasa por una oferta nueva, renovada y más atractiva y para ello son necesarios proyectos de reconversión integral de destinos turísticos, equipamientos y ordenación urbanística respetuosos con el desarrollo sostenible y una completa oferta complementaria. Se trata de añadir valor a la estancia y al entretenimiento. Ya no se pregunta ¿dónde has ido de vacaciones?, también se pregunta ¿qué has hecho? No hay que olvidar que el turismo es una industria de intereses muy diversos y no siempre coincidentes (hoteleros, transporte y agencias de viaje) y es importante el papel de la Administración de Estado para armonizar todos esos intereses en ese enfoque de turismo sostenible. 4. LOS CONFLICTOS MEDIOAMBIENTALES DEL TURISMO Tanto en la nueva ruralidad, como en el nuevo enfoque del turismo blando, el modelo que se busca es el de un desarrollo sostenible que permita el desarrollo de actividades económicas con respeto al medio ambiente y con una visión globalizada, mundial. Este modelo se diseña y se elabora pensando en un territorio concreto (desarrollo territorial); plantea un modelo de futuro a partir de un diagnóstico territorial y una planificación estratégica (desarrollo estratégico); se basa en la voluntad de la población afectada y en el compromiso institucional de colaboración (desarrollo participativo); promueve actuaciones que solucionen de forma polivalente las diferentes problemáticas locales (desarrollo integral); trata de conservar el patrimonio ecológico y cultural del medio (desarrollo sostenible); basada en el reconocimiento, valoración y movilización de los recursos y potenciales locales (desarrollo endógeno); con movilización de los recursos propios del territorio al servicio de la comunidad rural (desarrollo local); capaz de crear actividad, propiciar la innovación, favorecer el dinamismo y crear empleo. La industria turística siempre ha creado conflictos ambientales y, en esa búsqueda de un turismo de calidad, dichos conflictos han de rebajarse a una mínima expresión, buscando ese deseable desarrollo sostenible. La industria turística es gran consumidora de agua y además contribuye a su contaminación; el turismo es también un importante consumidor de energías; los turistas producen entre 0,5 y 1 kg. de basura al día y no siempre existe un eficaz sistema de re98

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cogida; los grandes aeropuertos, la vida nocturna y el tráfico terrestre son importantes focos de contaminación acústica; el modelo turístico de «mar y playa» tiene su época de máxima afluencia en los meses de más calor y las altas temperaturas y el comportamiento incívico de los turistas provocan todos los años incendios; por último, se han de mencionar las agresiones al paisaje, tanto en el turismo de playa, en donde la incorrecta planificación urbanística ha acabado con dunas, playas y marismas, como en el turismo de montaña, donde el impacto paisajístico afecta a la biodiversidad. 5. HACIA EL TURISMO SOSTENIBLE El «turismo blando» es un turismo consciente y responsable que observa un gran respeto por las características del territorio anfitrión y por la idiosincrasia de su población. Todas las grandes agencias de turismo debaten sobre el turismo blando y elaboran informaciones para los turistas y colaboran con organizaciones ecologistas para elaborar programas con una oferta turística menos agresiva que el turismo convencional. En esta oferta se incluyen paquetes turísticos a otros países, el turismo interior y, dentro de éste, el turismo rural, agroturismo, ecoturismo o turismo verde al que haremos referencia en el último capítulo. Para conseguir esta nueva oferta turística las agencias turísticas forman a su personal en ecología, problemas ambientales y características de los pueblos anfitriones. De este modo se puede atender a los clientes dándoles recomendaciones sobre una conducta ambiental y social adecuadas y se incluye en los catálogos de viajes información sobre los problemas ambientales existentes y probables en los lugares de destino, incluyendo bibliografía sobre el territorio a visitar y sobre el turismo blando. Estas son algunas de las recomendaciones que incluye esta «nueva» oferta turística: •

Los turistas deberían viajar, en la medida de lo posible, en transporte s públicos y/o ecológicos.

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En las zonas de acogida turística se crea un servicio especial de autobuses para turistas.

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El turista, que no pueda prescindir de su coche deja las llaves en el lugar de alojamiento y utiliza el transporte público durante su estancia.

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Las empresas de alquiler de coches sustituyen los vehículos convencionales por coches eléctricos.

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El viaje al lugar de vacaciones forma una parte importante de las vacaciones y se planifica con tiempo para detenerse en lugares interesantes y viajar sin estrés.

Para esta nueva oferta turística (también el turismo rural) existe una «nueva demanda» con características distintas al del turista convencional. •

Esta «nueva» demanda prefiere el contacto con la población local y prefieren alojarse en pequeños establecimientos e inclusive en casas privadas, más que en grandes hoteles.

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Se debe cuidar la tipología arquitectónica de los edificios de alojamiento incluyendo el mobiliario y decoración, aunque se trata de incorporar mejoras ecológicas en los materiales empleados y sistemas de ahorro de energía (incluyendo siempre que sea posible energías limpias). 99

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Los lugares de vacaciones deben ser ejemplares con el medio ambiente, ya sea en la playa, se trate de turismo de aventura o de nieve o de turismo rural.

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Se debe favorecer el desarrollo de ofertas turísticas en las que el beneficio económico que se genere repercuta en la población local.

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Una forma de repercusión sobre la población local es que los agricultores y ganaderos produzcan alimentos naturales o biológicos que vendan a los establecimientos de alojamiento.

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La oferta gastronómica debe ser, en lo posible, la típica de la zona.

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Es recomendable que después del desayuno la mesa no quede cubierta de envases de aluminio o de plástico.

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Los turistas prefieren disfrutar de la naturaleza y descubrir los valores culturales de la zona.

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Comprar artesanía local es mejor que adquirir antigüedades (parte del patrimonio cultural), objetos de marfil, piel de cocodrilo, coral…

Todas estas recomendaciones marcan un nuevo estilo para el turismo o un nuevo turismo más enfocado hacia el desarrollo sostenible. No obstante no siempre el turismo puede adaptarse a estos planteamientos de turismo blando y es difícil, por ejemplo, que los establecimientos hoteleros de las grandes capitales planteen sus servicios enfocados al desarrollo sostenible, pero pueden hacer mucho por acercarse (servicios complementarios, energías alternativas, sistemas de ahorro de energías, gastronomía, ruidos, etc…). También resulta difícil la reconversión del turismo de «sol y playa» hacia la sostenibilidad, pero también es mucho lo que se puede hacer y sobre todo mucho lo que se debe de impedir que se siga haciendo. En ocasiones es sólo cuestión de hacer cumplir la ley. Sin embargo el turismo blando cada vez es más importante en el caso del turismo de viajes y en el turismo rural. Respecto al primero de ellos cada vez son más las agencias especializadas en este tipo de turismo ofertando rutas turísticas a los cinco continentes, visitando grandes espacios naturales, encuentros con pueblos y culturas, navegación y actividades náuticas, recorridos histórico–culturales, safaris y vida salvaje o trekking y caminatas. Las prácticas en este tipo de turismo se hacen en base a los planteamientos anteriormente mencionadas y que definen el turismo blando. 6. EL TURISMO RURAL EN ESPAÑA En el Libro Blanco sobre el Turismo Español de 1990 reconoce la existencia de un total de catorce productos turísticos entre los que cabe distinguir los siguientes: • Turismo de sol y playa El turismo litoral es uno de los productos turísticos más elaborados y de mayor repercusión económica a nivel mundial. Muchos de los países que lideran los primeros puestos en número de turistas e ingresos sustentan buena parte de su oferta sobre este tipo de producto. • Turismo cultural El auge experimentado en los últimos años por este tipo de turismo tiene mucho que ver con la toma de conciencia respecto a la necesidad de conservar el patrimonio cultural. A su vez, las diferentes Administraciones Públicas han apostado 100

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también por poner en valor unos recursos cuya conservación «per se» resultaba muy onerosa para el erario público. En no pocos casos, la recuperación de este patrimonio se ha convertido en un factor fundamental a la hora de dinamizar las economías locales. • Turismo urbano Este tipo de turismo, como el anterior, quizá tenga poco que ver con el medio natural o patrimonio natural, pero no está de más hacer referencia a una actividad turística que gira básicamente en torno a la oferta cultural de las ciudades (centros históricos, monumentos, museos), recreativa (entretenimientos, compras, vida cultural) y profesional (ferias, exposiciones, congresos). Se trata de un sector turístico en alza, impulsado por la mejora de las comunicaciones. • Turismo rural Los factores que explican la evolución reciente del turismo rural y del turismo en el espacio natural se enmarcan y forman parte de los factores generales del desarrollo del turismo y de las nuevas tendencias de la oferta y de la demanda derivadas de los cambios a los valores y estilos de vida predominantes en las sociedades desarrolladas (agotamiento del turismo convencional, desarrollo de un espíritu ecologista, la comercialización de lo «eco» o lo «verde»…). • Turismo verde o ecoturismo Sin entrar a abrir debate sobre los conceptos de turismo rural, turismo verde, ecoturismo, agroturismo, turismo en el medio rural o turismo en el medio rural, podemos afirmar que el medio natural constituye una de las bases del desarrollo y de la localización del turismo • Turismo deportivo La práctica deportiva está en el origen de muchos productos turísticos, como puede ser el turismo de la nieve, el turismo náutico o el propio ecoturismo. Sin duda el fenómeno turístico de desarrollo más reciente y espectacular dentro del turismo deportivo es el de los llamados «deportes de aventura». • Turismo de nieve Concretamente en Aragón constituye uno de los productos turísticos más importantes, dado que la llegada de miles de visitantes posibilita la creación y mantenimiento de un buen número de puestos de trabajo, tanto directos (los relacionados con las instalaciones de nieve), como indirectos (restaurantes, bares, comercios, tiendas de artesanía, etc…). • Turismo naútico Esta modalidad de turismo tiene como finalidad el viaje organizado a zonas costeras o del interior, con el fin de practicar determinadas actividades náuticas como cruceros a vela, motonáutica, esquí acuático, surf, remo, aguas bravas, submarinismo, etc… • Turismo de salud La demanda de este tipo de turismo a crecido de una forma continuada en los últimos años, como es el caso del termalismo. 101

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• Turismo de caza y pesca Es un segmento de la actividad turística de gran importancia y uno de los que, bien gestionado, procuraría grandes beneficios a las economías del mundo rural Como se puede apreciar la clasificación tampoco es muy precisa ya que al turismo verde lo identifica con el ecoturismo y lo diferencia del turismo rural. Por otro lado se habla de turismo deportivo como algo diferente al turismo de nieve o el turismo de caza y pesca. No obstante la ambigüedad, el aumento en los niveles de renta, un mayor nivel cultural con la aparición de la conciencia medioambiental y los primeros síntomas de crisis en el sector turístico convencional propiciado fundamentalmente por los efectos negativos sobre el medio ambiente, hacen que en la década de los 90 comience a manifestarse un importante crecimiento en la demanda de turismo rural, basado en un auténtico turismo sostenible. Nacen nuevas formas de turismo en el espacio rural: turismo rural, agroturismo, turismo verde, ecoturismo, distintas opciones con muchas características comunes de turismo alternativo basado en la sostenibilidad. Cualquiera de estas variantes se identifican con turismo rural en el sentido de que se lleva a cabo en el medio rural, no es un turismo de masa y pretende tener un bajo impacto ambiental. En muchos casos se compagina el turismo verde, el ecoturismo y el agroturismo. En el espacio rural también se oferta turismo convencional, que no tiene que ver con eso que hemos identificado como turismo rural (alternativo), ya que no tienen como objetivo la sostenibilidad, en lo que se refiere al uso racional de los recursos, al uso preferente de los recursos renovables, a la minimización de residuos, a la adaptación del sistema productivo a la conservación del medio y al fomento y financiación de estrategias de conservación. Pero también se pueden encontrar establecimientos que desarrollan su actividad el espacio rural, inclusive Hoteles de cinco estrellas, que adaptan su oferta a las características del turismo blando ¿es esto turismo rural? En todo caso ya vimos que uno de los fines que debe tener el turismo blando es el de favorecer el desarrollo de ofertas turísticas en las que el beneficio económico que se genere repercuta en la población local. El turismo rural se debe entender como una herramienta de revitalización socioeconómica, como actividad que complementa y mejora las rentas familiares y que mejora los servicios y las infraestructuras rurales. Es decir, el turismo que sirve para mejorar la calidad de vida en el medio rural y para evitar la despoblación e inclusive para atraer población de forma permanente o semipermanente. Hay que decir que el turismo rural en España cuenta con subvenciones que proceden de la Unión Europea, de la Comunidad Autónoma o de las Diputaciones Provinciales. La cantidad subvencionada varía del 25% al 50% de la inversión total. La subvención, a los propietarios de las instalaciones, es a fondo perdido o en forma de reducción en los intereses de los préstamos. Este tipo de actividades turísticas presentan unas características comunes: • 102

Turismo rural como elemento dinamizador del medio rural.

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Ayudas directas o líneas de financiación para las viviendas.

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Protección a la arquitectura tradicional mediante normas urbanísticas, regulación de materiales, formas, etc…

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Obligatoriedad de estar empadronados en el lugar en el se lleva a cabo la actividad.

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Características de las casas o habitaciones y del equipamiento (mobiliario, ropa, útiles…).

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Plazas ofertadas limitadas.

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Estancias cortas.

Su desarrollo sostenible supone apostar por: •

Creación de empleo.

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Aumento de rentas familiares y locales.

•

Mejora de la calidad de los servicios locales.

•

Fijación de la población rural.

•

Recuperación de oficios y producciones tradicionales.

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Diversificación de actividades.

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Intercambio cultural entre mundo rural y urbano.

•

Mayor valoración del patrimonio rural.

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Valoración como recurso de los paisajes y como consecuencia su conservación y recuperación.

•

Sensibilización de la población local con el medio ambiente y los productos turísticos.

No obstante, si las prácticas turísticas en el medio rural no se gestionan de forma sostenible se pueden producir efectos negativos importantes: •

Alteraciones en el paisaje.

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Contaminación del agua, acústica y con residuos.

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Disminución del suelo agrícola y forestal por el aumento de las construcciones.

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Agresiones a las capas superiores del suelo con el consiguiente riesgo de erosión.

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La invasión masiva de zonas naturales con riesgos para la flora y la funa.

7. SOSTENIBILIDAD DEL TURISMO RURAL La base de la sostenibilidad del turismo rural son los recursos naturales, paisajísticos, históricos, culturales o de otro tipo y estos deben ser conservados para poder ser utilizados en un futuro, reportando al mismo tiempo beneficios a la sociedad actual. Si estos recursos llegan a degradarse los clientes dejarán de acudir, A su vez, la conservación de estos recursos contribuye a que los residentes los aprecien en mayor medida. El desarrollo turístico sostenible debe ser planificado de manera que no produzca efectos contraproducentes con el medio ambiente. Aquellos proyectos turísticos que son consensuados, entre y con los residentes de la zona, tienen una repercusión so103

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cioeconómica muy beneficiosa, creando oportunidades para todos los sectores, incluyendo a los menos favorecidos como mujeres, jóvenes e incluso discapacitados. El mayor riesgo para este tipo de turismo puedes ser la saturación y para evitar sus efectos se debe actuar de forma planificada en tres direcciones: aumento de la capacidad de sitio, limitación del número de visitantes y la desconcentración de la oferta. Para aumentar la capacidad de sitio se deben ampliar los servicios, las infraestructuras, las instalaciones y los equipos de transporte. Es necesario limitar el número de visitantes, especialmente en periodos punta, mediante el incremento de precios (siempre basado en la calidad), el cierre de puntos vulnerables, la limitación del acceso reduciendo el número de plazas, haciendo obligatorio un sistema de reservas, fijando un número limitado de personas que pueden acceder a determinadas instalaciones o servicios y/o fijando número máximos de unidades de alojamiento. Es conveniente desconcentrar la oferta a varios puntos de la misma zona o comarca. También es posible reducir la presión intentando reducir la estacionalidad del turismo en determinados periodos del año, mediante mecanismos de precios, con técnicas de marketing y promoción y fomentando determinados tipos de turismo. En muchos destinos turísticos clásicos el desequilibrio territorial se hace más notable en aquellas áreas cuya actividad económica principal depende de la industria turística, en donde se han producido impactos que han llegado a poner en peligro la propia existencia de la actividad al quedar gravemente dañados los recursos de los que depende la economía.. Es importante controlar la capacidad de carga, umbral que no puede desbordarse para no acarrear la destrucción del recurso turístico. ¿Cuántos visitantes admite un parque nacional?, ¿cuántos visitantes admite una cueva, una grieta, una sima?, ¿cuántos recolectores de setas pueden entrar en un coto? ¿cuántas piezas pueden cazarse en una zona?, cuántos hoteles pueden construirse en una localidad?, ¿cuántas casas de turismo rural pueden tener abiertas sus puertas?… Si se llega a saturar se depreciará la calidad del producto con los consiguientes problemas medioambientales y sociales y por ello se ha de tener muy en cuenta la capacidad de carga en todas sus variantes: •

Capacidad de carga física: número de personas que un servicio o una infraestructura puede sostener con un determinado nivel de calidad.

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Capacidad de carga ecológica: grado en el que los ecosistemas pueden tolerar la actividad turística y todo lo que conlleva manteniendo intacto su funcionamiento sin que resulten dañados.

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Capacidad de carga social percibida por los turistas a partir del cual, si se sobrepasa, los turistas buscan destinos alternativos.

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Capacidad de carga social percibida por los residentes, umbral hasta donde la población local puede soportar el turismo sin generar graves tensiones.

La problemática de la capacidad territorial es una cuestión integral de infraestructuras, del medio, de la sociedad receptora y del propio turista. Dentro de las variables 104

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a analizar estaría la capacidad de alojamiento, el abastecimiento de agua, la planificación de viviendas o las vías de comunicación. 8. POTENCIALIDADES El turismo rural es una realidad y además sigue siendo una alternativa. Por ello además de lo que es en la actualidad esta actividad económica todavía le queda un gran recorrido para convertirse en una oferta de calidad que presenta unas importantes potencialidades: •

Posibilidad de ampliación de la oferta de alojamiento y servicios turísticos rurales.

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Posibilidades de ampliación de la demanda turística de calidad.

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Posibilidades de diversificación de actividades de animación en el medio.

•

Incremento sustancial de la preferencia de las sociedades urbanas por el acercamiento al medio natural y rural.

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Posibilidades de comercialización de otros productos rurales a través del turismo.

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Existencia de un atractivo medio rural y natural diverso, bien conservado y con identidad cultural propia.

Frente a todo esto no hay que ignorar la existencia de ciertos obstáculos de cuyo conocimiento y ponderación pueden proponerse estrategias que los eviten. •

Marginalidad histórica de las sociedades rurales.

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Carencias importantes de infraestructuras, equipamientos y servicios públicos o privados.

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Dependencia económica y funcional de los espacios urbano–industriales.

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Escasa diversificación productiva y ocupación preferente en el sector primario.

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Dificultades en las comunicaciones, en la innovación y en el acceso a las nuevas tecnologías.

•

Falta de autoestima y de valorización de los recursos locales.

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Limitaciones y carencias educativas y formativas al servicio de las culturas locales.

9. CONCLUSIONES El desarrollo de un turismo rural de calidad, además de contribuir al complemento de rentas de los agricultores y/o ganaderos, produce excelentes sinergias en otros sectores de la economía que favorecen su dinamismo. Lo rural no es igual en todos los lugares, ni siquiera dentro de un mismo país, pero lo que si que es común es que se vive una nueva ruralidad que tiene mucho que ver con el nivel de renta, con el grado de desarrollo. Se vive una nueva ruralidad que tiene mucho que ver con el nivel de renta, con el grado de desarrollo y «lo rural» ya no es sólo «lo agrario». La evolución del sector agrario condiciona esa nueva ruralidad en Europa, que es consecuencia de un sector agrario más productivo, más eficaz y subvencionado, que ha llevado en la segunda mitad del siglo XX a importantes fenómenos migratorios. 105

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La mayor parte de población vive s ciudades, la población rural no se dedica exclusivamente a la agricultura y el consumidor por excelencia de «lo rural» sigue siendo el «urbanita». La pluriactividad rural se basa en lo agrario (transformación de productos, productos de calidad, productos ecológicos…), en la naturaleza (deportes de aventura, turismo rural…), en la calidad de vida (residencias de ancianos, zonas residenciales, teletrabajo…). Todo ello sirve para frenar el éxodo rural y comenzar con su repoblación, en el marco de un desarrollo local, endógeno, integral y sostenible. Paralelamente se produce una creciente demanda, por parte de los consumidores, de un turismo de calidad, en armonía con la naturaleza y orientado a un desarrollo sostenible, lo que se denomina turismo blando y que afecta no sólo a la oferta de turismo rural sino a todo tipo de turismo. España se ha caracterizado por ser un país de gran atracción turística y este sector ha sido el responsable del éxito de nuestra economía, pero se ha basado, fundamentalmente, en un turismo de playa masificado, lo que ha supuesto una especulación tremenda del suelo y un verdadero atentado a nuestras costas. Se prevé una evolución hacia otro tipo de turismo, más sostenible, en donde lógicamente va a jugar un papel importante el turismo rural, en todas sus variantes. En 2004 ya se ha apreciado un estancamiento en la entrada de visitantes y se comienza a apreciar que el modelo de turismo basado en «sol y playa» (80%) hay que renovarlo. Hay que renovar la oferta y ofrecer calidad y no sólo precio, junto a una nueva oferta de comercialización de productos turísticos y promoción, además de una adecuada ordenación del territorio, con ofertas complementarias. El futuro pasa por una oferta nueva, renovada y más atractiva y para ello son necesarios proyectos de reconversión integral de destinos turísticos, equipamientos y ordenación urbanística respetuosos con el desarrollo sostenible y una completa oferta complementaria. Se trata de añadir valor a la estancia y al entretenimiento. Ya no se pregunta ¿dónde has ido de vacaciones?, también se pregunta ¿qué has hecho?. Tanto en la nueva ruralidad, como en el nuevo enfoque del turismo blando, el modelo que se busca es el de un desarrollo sostenible que permita el desarrollo de actividades económicas con respeto al medio ambiente y con una visión globalizada, mundial. Todas las grandes agencias de turismo debaten sobre el turismo blando y elaboran informaciones para los turistas y colaboran con organizaciones ecologistas para elaborar programas con una oferta turística menos agresiva que el turismo convencional. El aumento en los niveles de renta, un mayor nivel cultural con la aparición de la conciencia medioambiental y los primeros síntomas de crisis en el sector turístico convencional propiciado fundamentalmente por los efectos negativos sobre el medio ambiente, hacen que en la década de los 90 comience a manifestarse un importante crecimiento en la demanda de turismo rural, basado en un auténtico turismo sostenible. En el espacio rural también se oferta turismo convencional, que no tiene que ver con el turismo rural (alternativo), ya que no tienen como objetivo la sostenibilidad en lo que se refiere al uso racional de los recursos, al uso preferente de los 106

EL ENFOQUE DEL TURISMO SOSTENIBLE EN EL MARCO DE LA NUEVA RURALIDAD. TURISMO...

recursos renovables, a la minimización de residuos, a la adaptación del sistema productivo a la conservación del medio y al fomento y financiación de estrategias de conservación. También se pueden encontrar establecimientos que desarrollan su actividad en el espacio rural, inclusive Hoteles de cinco estrellas, que adaptan su oferta a las características del turismo blando ¿es esto turismo rural? El turismo rural se debe entender como una herramienta de revitalización socioeconómica, como actividad que complementa y mejora las rentas familiares y que mejora los servicios y las infraestructuras rurales. Es decir, el turismo que sirve para mejorar la calidad de vida en el medio rural y para evitar la despoblación e inclusive para atraer población de forma permanente o semipermanente. El turismo rural en España cuenta con subvenciones que proceden de la Unión Europea, de la Comunidad Autónoma o de las Diputaciones Provinciales. La cantidad subvencionada varía del 25% al 50% de la inversión total. La subvención, a los propietarios de las instalaciones, es a fondo perdido o en forma de reducción en los intereses de los préstamos. La base de la sostenibilidad del turismo rural son los recursos naturales, paisajísticos, históricos, culturales o de otro tipo y estos deben ser conservados para poder ser utilizados en un futuro, reportando al mismo tiempo beneficios a la sociedad actual. Si estos recursos llegan a degradarse los clientes dejarán de acudir, A su vez, la conservación de estos recursos contribuye a que los residentes los aprecien en mayor medida. Aquellos proyectos turísticos que son consensuados, entre y con los residentes de la zona, tienen una repercusión socioeconómica muy beneficiosa, creando oportunidades para todos los sectores, incluyendo a los menos favorecidos como mujeres, jóvenes e incluso discapacitados. El mayor riesgo para este tipo de turismo puedes ser la saturación y para evitar sus efectos se debe actuar de forma planificada en tres direcciones: aumento de la capacidad de sitio, limitación del número de visitantes y la desconcentración de la oferta. 10. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DEL REGUERO OXINALDE, Miguel: Ecoturismo. Nuevas formas de turismo en el espacio rural. Bosch, Casa Editorial, S.A. 1994, 310 pp. LORÉS DOMINGO, Carmen: «Las actividades turísticas y sus repercusiones económicas, medioambientales y culturales», en: Desarrollo y ruralidad. La realidad chilena y española en el umbral del siglo XXI. Diputación Provincial de Huesca. 2003, pp. 269–282. ORDUNA LUNA, Francisco: «El turismo verde y rural en la provincia de Huesca»., en: Aportaciones al desarrollo rural sostenible. Diputación Provincial de Huesca. 2002, pp. 97–112. ORDUNA LUNA, Francisco: «Turismo, patrimonio natural y medio ambiente», en: Aportaciones al desarrollo rural sostenible. Diputación Provincial de Huesca. 2002, pp. 293–330. ORDUNA LUNA, Francisco: «Turismo en el medio rural», en: Desarrollo y ruralidad. La realidad chilena y española en el umbral del siglo XXI. Diputación Provincial de Huesca. 2003, pp. 261–268. 107

ENRIQUE SÁEZ, ALBERTO BERGA, RAFAEL ALÉ, FRANCISCO ORDUNA

PÉREZ DE LAS HERAS, Mónica: La guía del turismo o cómo conservar la naturaleza a través del turismo. Mundi Prensa. 1999, 277 pp. PUYAL, Esther; SANAGUSTÍN, Mª Victoria: «Mujer y turismo rural: algunas relaciones conflictivas», en: Aportaciones al desarrollo rural sostenible. Diputación Provincial de Huesca. 2002, pp. 223–232. RÁBANOS FACI, Carmen: «La arquitectura rural y su papel en el desarrollo rural y neo–rural», en: Actas del XIV Simposio de Cooperativismo y Desarrollo Rural. 2001, pp. 25–36. SANZ HERNÁNDEZ, Alexia: «El desarrollo basado en la recurrencia al pasado: turismo rural y patrimonio», en: Aportaciones al desarrollo rural sostenible. Diputación Provincial de Huesca. 2002, pp. 207–222.

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