El Cofre de Tres Llaves

El Cofre de Tres Llaves Gaceta del Archivo Histórico del Poder Judicial del Estado de Querétaro “Lic. Manuel Septién y Septién” Año XII, Número 1, Pub...
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El Cofre de Tres Llaves Gaceta del Archivo Histórico del Poder Judicial del Estado de Querétaro “Lic. Manuel Septién y Septién” Año XII, Número 1, Publicación Trimestral: enero/marzo 2015

Rescate de materiales mojados y húmedos: libro y documento Página 3

“Que se tornen a medir las tierras que tiene Maldonado, 22 de abril de 1543” Página 11

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El Cofre de Tres Llaves

PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE QUERÉTARO Magistrado Carlos Manuel Septién Olivares Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura M. en H. Rita Ferrusca Beltrán Encargada del Archivo Histórico del Poder Judicial de Querétaro

5 de Mayo y Pasteur Norte, Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Qro., México C. P. 76000. Teléfonos (442) 212 7783, 212 0749, 212 8303, ext. 254. Fax Oficialía Mayor del TSJ, 224 1484. Correos electrónicos: archiv o . h i s t o r i c o @ y a h o o . c o m , [email protected],[email protected], [email protected] Colaboradores de la gaceta: M. en H. Rita Ferrusca Beltrán, Encargada del AHPJQ; C.P. Edgar Pérez Pedraza, Jefe de Acceso a la Información; D.G. Elías Sánchez, Auxiliar de Comunicación Social; Ing. Javier Pacheco y Juan Carlos Moreno, Informática. Imagen de portada: Libro dañado por la ruptura de una tubería de aire acondicionado. Fotografía: Laura de la Isla Herrera. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo. El Cofre de Tres Llaves es una publicación trimestral de distribución gratuita, impresa y de difusión vía red de cómputo, del Archivo Histórico del Poder Judicial del Estado de Querétaro. Los artículos que aquí se publican son responsabilidad de los autores. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2011-030112100600-102 Luis Pasteur número 4 Sur, Centro Histórico, C.P. 76000, Querétaro, Qro. Año XII, enero/marzo 2015, número 1 2

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RESCATE DE MATERIALES MOJADOS Y HÚMEDOS: LIBRO Y DOCUMENTO Rest. Laura de la Isla Herrera Lic. en Restauración de Bienes Muebles, FBA-UAQ Introducción El compromiso de la custodia de los fondos que conforman el Patrimonio Cultural Bibliográfico de una nación, una comunidad o una institución, recae en los hombros de los archivos, hemerotecas y bibliotecas, cuyo personal que cuida y atiende estos materiales, en particular los que poseen un soporte en papel, debe estar atento a su buena conservación, entre otras funciones. En el caso de tener que proteger sus obras ante un desastre de cualquier tipo, el archivista y bibliotecario deben de estar preparados para afrontar la situación con calma y con pleno conocimiento, pues sólo de esta manera se podrá minimizar la destrucción que un siniestro, sea natural o provocado, cause a los acervos. Objetivos En este espacio, me referiré en particular a los procedimientos que el archivista o bibliotecario tendrá que realizar en caso de que sus colecciones sufran un evento relacionado con el agua y se llegaran a mojar; cómo ayudar a prevenirlo y en caso de que así suceda, cómo actuar y qué procedimientos realizar a la brevedad posible para evitar daños irreparables, o bien su pérdida total, es el objetivo de este escrito. Primeramente, se distinguirán dos tipos de desastres provocados por el agua, los cuáles se clasifican según su origen: a) Desastres naturales, los cuales no se pueden prever. b) Fallas o averías en las instalaciones hidráulicas de los edificios que albergan las colecciones bibliográficas, así como humedades en el inmueble por filtración a través de muros, cubiertas y pisos, debido a la falta de mantenimiento o a una incorrecta ubicación de tuberías, drenaje y coladeras. Segundo, estar preparados para actuar de manera instantánea y certera en el momento en que se presentan, permitiéndonos la recuperación al máximo del material bibliográfico afectado. 3

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I. Acciones de Prevención Los materiales bibliohemerográficos y documentos de archivo están continuamente amenazados por diferentes circunstancias, sin embargo de entre las más destructivas se puede contar a las inundaciones. Cierto es que los desastres naturales son imprevisibles, pero se pueden establecer estrategias de prevención para reducir los daños y para crear mecanismos que permitan intervenir con prontitud en este tipo de situaciones. Un plan preventivo debe de incluir la inspección regular y el mantenimiento de los depósitos donde se encuentran almacenados los materiales bibliográficos y documentos. Es importante asignar esta tarea a algún miembro del personal que sea observador, a fin de que detecte hasta la más mínima posibilidad de riesgo, la reporte y se encargue de verificar su corrección. Esta simple acción puede ayudar en mucho a evitar o al menos a reducir los siniestros que resultan de la rotura de alguna tubería, un drenaje obstruido o el humedecimiento de los contenedores de documentos y legajos con su consecuente infestación de hongos. Otra recomendación de suma importancia es la de nunca ubicar los depósitos en la cercanía con las instalaciones hidráulicas, equipos de aire acondicionado, desagües, sanitarios, regaderas, tomas de agua, cisternas, tuberías de agua y drenajes entre otros o cualquier otra fuente potencial de daño a causa de agua. No sale sobrando en este punto, hacer la recomendación del uso de estantería con una altura superior a 20 cm entre el suelo y el primer entrepaño y nunca colocar las cajas o los materiales directamente a nivel de piso o recargarlos en la pared, dejando, asimismo 20 cm. de distancia entre el muro y la estantería. El daño por agua es más común de lo que se podría suponer y por tanto, es imprescindible adoptar todas las medidas preventivas necesarias enfocadas a evitar que exista el mínimo contacto entre el papel y el agua. Si en el depósito hubiera una humedad relativa no mayor a 60% (algo muy común cuando los archivos y bibliotecas se encuentran ubicados en edificios antiguos), debe procurarse su ventilación o de preferencia el empleo de equipos deshumidificadores para reducirla. De esta manera se obtendrían no una, sino tres ventajas con esta sola acción: minimizar el riesgo de proliferación fúngica, evitar la distorsión de los materiales y el adquirir un ambiente de confort para el personal que labora en estos espacios. 4

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Libro dañado por la ruptura de una tubería de aire acondicionado. El ataque de hongos se hizo inminente por la tardanza en su secado. Fotografía: Laura de la Isla Herrera

II. Principios básicos de rescate Ahora, si aun adoptando todas las medidas preventivas ya mencionadas, llegara a ocurrir un accidente y se mojaran los materiales, es necesario actuar con rapidez y asertividad. Si se tiene un Plan Preventivo ya desarrollado, no es necesario perder un tiempo valioso que se ocuparía en organizar y realizar las operaciones de salvamento, antes de que transcurran las primeras 48 horas y evitar con ello la proliferación irremediable de hongos en los materiales. La mejor forma de prevenir la aparición de un brote fúngico es aislar los materiales de las condiciones medio-ambientales que favorecen su crecimiento. Un hongo activo tiene una apariencia aterciopelada y forma colonias redondas de diferentes colores. Un hongo inactivo es seco y polvoso, de tonalidades apagadas. Es necesario mencionar que existen varios métodos de secado que pueden ser aplicados por el propio bibliotecario o archivista con los conocimientos básicos de conservación preventiva de los materiales con soporte en papel, claro, si existe la supervisión de un conservador-restaurador profesional, aún mejor, pues los procedimientos que enseguida se explicarán son fácilmente realizables. Aunque solo se hará mención de los dos más comunes y económicos, existen otros más que requieren de un equipo especial y conocimientos más profundos sobre su aplicación. 1) Secado al aire. Este procedimiento resulta más adecuado cuando la cantidad de material afectado es pequeña, y el papel se ha humedecido parcial o talmente. Es el más barato, pues no requiere de equipos especiales, aunque si de algunos materiales como papel absorbente, ventiladores y equipo de 55

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protección (mandil, guantes de látex y cubre-bocas), para el personal que lo ejecute. Consiste en: a) Evacuar de inmediato el material afectado; no esperar a que el tiempo transcurra y se ponga en riesgo el acervo. Llevarlos a un sitio seco, haciendo una pre-selección de los niveles de humedad que han absorbido durante el evento. Es decir, que se separarán los materiales empapados de los apenas húmedos y los secos, pues los procedimientos de secado en uno y otro caso pueden variar según el tipo de material de que se trate, por el tipo de encuadernado o empastado, las características tanto del papel como de la tinta y su peso, entre otras cosas. Para este fin se recomienda el uso de cajas de plástico (del tipo de las usadas para guardar la fruta), que soporten el peso y a la vez, permitan la ventilación. b) El material bibliográfico empapado será el primero en salvarse y ser llevado a una zona seca. Le seguirán los que estén parcialmente mojados y, finalmente, los que estén apenas húmedos. El agua que retiene un libro empapado se puede exprimir presionando suavemente sobre las tapas con las palmas de las manos o mediante una suave presión mecánica (con prensas, rodillos o pesas). Colocar los libros sobre mesas o superficies planas intercalando hojas de papel absorbente (papel secante, toallas de papel de cocina, o cualquier blanco limpio y poroso), cada cierto número de páginas, manipulándolo con cuidado, puesto que el papel mojado es sumamente frágil. Se aplicará ligera presión para ir retirando la humedad poco a poco. En caso de que los libros y documentos estén empapados, no intentar manipularlos pues se corre el riesgo de provocarles daños mayores. c) Pasado un par de horas, revisar si ha absorbido lo suficiente para asegurar su rápido secado. Si se considera necesario, repetir la operación y meter nuevamente hojas secas entre cada tanto de páginas. Intercalado de papel absorbente para procurar el secado progresivo de un libro mojado Fotografía obtenida de: https:// mcnabbarchives.wordpress.com/2012/09/06/ how-to-salvage-a-wet-book/

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de los mismos, escribió un artículo sobre la cultura de la salud de los trabajadores, “privilegiando la prevención, anticipando así a posibles causas y Cuándo el libro se encuentre seco pero frío al tacto, se cierra y se remedios, sin establecer extremos de que, sólo entrar a un archivo o bicoloca horizontal sobre la mesa, con peso ligero sobre de él. No se debe blioteca está sujeto de adquirir enfermedades”6. intentar secar por este procedimiento los libros impresos en papel estucaPara identificar cuáles las causas de las enfermedades adquirido o couché (del utilizado enson revistas, catálogos, etc.), pues el procedidas en los archivos y por consiguiente los tratamientos para su cura, el Dr. miento para secarlos requiere de su congelación al vacío. José Luisd)Osorio Juárez hace hincapié en que se deben conocer los riegos El espacio donde se realice esta operación debe tener un intermás frecuentes en los que necesario, pueden afectar la salud de los cambio constante de archivos, aire. Si semismos considera esta circulación de trabajadores, entendiendo que riesgo es: aire se puede conseguir por medio de ventiladores (orientados de forma “el manera riesgo esque la probabilidad enfermar de acuerdo a la indirecta), de permita unde rápido secado de los materiales. Se confluencia de una serie de factores. Desde la óptica de debe evitar hacerlo en ambientes al exterior pues el secado la rápido por laboral, riesgo deuna trabajo es toda aquella situaexposición medicina al sol puede ocasionar mayor deformación y daño en el ción, instalación, sustancia, manifestación de energía o papel y la decoloración de las tintas. alguna combinación de las mismas, que tuviere el potencial e) Se debe hacer constante revisión posible crecimiento para generar un una accidente o producir unadel lesión o enfer7los libros. Ante la menor duda de que alguno de hongos mientras se secan medad profesional” . de ellos se encuentra infestado, conviene separarlo y evitar el contacto Posteriormente, señaló la necesidad de realizar un estudio en las con el resto de los materiales. Si se considera que requieren una fumigaáreas de los archivos y como ejemplo nos indica que, la Unidad de Archición por haber aparecido infección Federal por hongos, es imprescindible vo General de Consejo de una la Judicatura en coordinación con laque Fase recurra al consejo de un experto. cultad de Medicina de la UNAM, realizaron dos investigaciones. La primeel casoque particular libros, es necesario cerciorarse de que ra en unEnarchivo seguía de los los procedimientos de protección, conservala zona del lomo y la costura de las hojas hayan secado completamente ción y de preservación de los expedientes. La segunda, se hizo en un archipara podernoconsiderar al estante nuevamente. Hayotro quetipo. recorvo donde se seguíaregresarlos ningún procedimiento de éstos ni de El dar que una de las desventajas del secado al aire es la cantidad de trabajo, resultado fue que en el segundo depósito documental, el grado de contael inevitable proceso de distorsión papel mayor y las manchas minación fúngica resultó ser cincodelveces que en de el humedad primero, que se producen en él. además, nos indica, que en el desarrollo de las muestras tomadas de las Los17 documentos que se encuentren ligeramente húmedos,depueparedesf)fue veces mayor y las muestras tomadas directamente los 8 den montarseresultó en tendederos con cuerdas documentos, ser del 2300% más . o mecate de plástico, donde se puede colocar material se no realizaron muy pesado, documentos en cuaderniEstos estudios no como solamente para comprobar un llos. Noreal se ydebe material que requiera de forzar de su los forma y se le riesgo paracolocar justificar ampliamente un tratamiento documenprovoquen dobleces inconvenientes. se trata de libros, tos, sino también conoeldeformaciones propósito de que el personal seSiconvenciera de se abrirán por el centro y se colocarán en posición vertical, siempre y _______________________ cuando pesoJuárez, del mismo lolaobligue ceder y se durante el 6 José Luisel Osorio “Riesgosno para salud de atrabajadores de deforme archivos documentales”, secado. No hay olvidarenque mientras dure el Pacheco proceso, la circulación de en El porvenir de laque archivística México, María del Pilar Zamudio, Coordinadora, Poder Ejecutivo Estadoyde Querétaro-Archivo dede la Nación, Editorial aire acelerará el del secado garantizará evitar General el brote ataqueFondo fúngico. de Querétaro, pp. 33-34. 7 Op. cit. p.35. 8

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Secado de libros ligeramente húmedos por aireación. Fotografía tomada de: http:// www.cci-icc.gc.ca/resourcesressources/agentsofdeterioration -agentsdedeterioration/chap05eng.aspx

Durante la aplicación de todos estos procedimientos es conveniente que el personal use el equipo de protección ya que algunas especies de hongos son tóxicas para las personas, y al manipular los volúmenes de libros y documentos pueden provocar problemas respiratorios y dermatológicos que afectarían su salud. Es necesario entonces el uso de guantes de látex, delantal de plástico y mascarilla protectora para vías respiratorias. 2) Secado por congelación. Se realiza a bajas temperaturas ya que ésta resulta ser la forma más eficaz para estabilizar los materiales que se han mojado por una inundación o por algún siniestro relacionado con agua. La temperatura de congelación determinará el tamaño de los cristales de hielo que se formarán sobre los materiales, ya que a menor temperatura, éstos serán más pequeños y por tanto provocarán menos riesgo que puedan afectar las cadenas de celulosa que conforman la hoja de papel. Aunque los expertos aún no se ponen de acuerdo en cuál sería la temperatura ideal, lo que si es cierto es que hay que conseguir que los materiales permanezcan a una temperatura inferior a 0°C hasta el momento de descongelarlos. En tal caso, pueden ser de utilidad las cámaras frigoríficas donde se conservan alimentos o productos cárnicos en congelación; en caso de una afectación por inundación a pequeña escala, se pueden utilizar los congeladores caseros. Es conveniente preparar el material en bolsas de plástico cerradas herméticamente al vacío y en pequeños lotes antes de introducirlo en ellos. Entre otras ventajas la congelación permite disponer del tiempo suficiente para valorar la situación y consultar a los expertos para determinar el posterior tratamiento de los libros y documentos, pues estos procedimientos de secado no exime a los libros y documentos de una posterior

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intervención de restauración, aunque dependiendo de la posibilidad de llevar a cabo una operación de recuperación y secado adecuada, facilitará su intervención de conservación y reducirá el costo de la misma. Es importante recordar, como ya se ha mencionado anteriormente, que este método no es válido para los documentos de papel couché, puesto que las hojas acaban por pegarse de forma irreversible. Este tipo de material requiere un secado por congelación al vacío. III. De regreso a las estanterías Al haber estabilizado los materiales, estos regresarán de nuevo a sus estanterías bajo las siguientes condiciones: a) El local debe estar perfectamente seco; si el olor a humedad persiste en el ambiente, puede colocar envases abiertos con bicarbonato de sodio para absorberlos. b) Los estantes se han secado y aspirado previamente. Si se considera necesario y según el material del que estén hechos se puede aplicar alguna solución fungicida; en todo caso, es necesario asegurarse de que el mobiliario esté en las condiciones ideales para recibir nuevamente a los libros y documentos. c) Mantenga un constante monitoreo para asegurarse de que no haya un brote de hongos: Examine los cortes delantero, superior e inferior de los libros, las costuras a su interior, los nervios y los lomos. Revise que los documentos se encuentren en perfectas condiciones sin presencia de manchas oscuras o de colores que puedan hacernos sospechar de una probable afectación.

Después del secado tanto de libros como de los estantes, se procederá a su reacomodo. Fotografía: Laura de la Isla Herrera

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Para terminar, es conveniente hacer hincapié en las condiciones ideales que puedan garantizar el buen estado de los materiales bibliográficos: •Mantener la temperatura entre los 18 a 22 °C y una humedad relativa entre 35 a 50%. Evitar a toda costa que los índices suban más allá de los 28°C y un 60% de humedad relativa. •Evitar la luz directa del sol y los índices de iluminación con rangos elevados. Recuerde que los daños al papel y a la tinta por esta razón, son acumulativos e irreversibles. •Eliminar el polvo regularmente, pues este contiene entre otros materiales constitutivos las tan temidas esporas de los hongos, que la presencia de humedad reactiva y daña el papel provocándole manchas y su descomposición. Si en algún momento se le presentara un problema de esta naturaleza y le surgiera alguna duda al respecto, no dude en consultar con un profesional de conservación y restauración de documentos gráficos. Ellos le podrán orientar adecuadamente en cómo responder ante una eventualidad así.

Referencias bibliográficas: Mc Cleary John y Crespo, Luis, El cuidado de libros y documentos. Manual práctico de conservación y restauración. España, Clan Editorial, Colección Artes y Oficios del Libro, 2001. Sánchez Hernampérez, Arsenio, Los desastres en los archivos. Cómo planificarlos (una guía en siete pasos). España, Ediciones Trea, 2011 Vergara, José, Conservación y Restauración de Material Cultural en Archivos y Bibliotecas. España, Editorial Biblioteca Valenciana, Generalitat Valenciana, 2002.

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“Que se tornen a medir las tierras que tiene Maldonado, 22 de abril de 1543” Jorge Abraham López Colchado y Ana Olivarez Pulido Facultad de Filosofía, UAQ Introducción Durante la época colonial, en la Nueva España, la forma correcta de hacer una denuncia era mediante un escrito dirigido al juez de la localidad, en primera instancia. Si el asunto o problema no se podía resolver, el demandante acudía en segunda instancia que era ante el virrey, en la Real Audiencia que se localizaba en la ciudad de México. Pero si aquí no se podía resolver tampoco o se inconformaba el demandante, podía acudir a la tercera instancia ante el rey, mediante el Real Consejo de Indias, en la Península Ibérica. Mediante documentos como el que tratará el presente trabajo, nos demuestra que el sistema de justicia en la Nueva España, estaba regido bajo normas que han trascendido hasta nuestros días y que reclamos como la enajenación de tierras, o la invasión de las mismas eran muy común en el virreinato. El presente trabajo pretende mostrar al lector una visión sucinta de cómo se llevaban a cabo algunos procedimientos jurídicos, en el siglo XVI, en la reclamación de tierras invadidas por terceros ante las autoridades correspondientes mediante un documento de la época, el cual, gracias a la paleografía, nos ayudó a conocer su contenido, el cual mostramos a continuación, así como la transcripción paleográfica del mismo. 1. Transcripción paleográfica literal del documento El tipo de escritura del documento en cuestión corresponde al tránsito de la letra cortesana a la procesal, distinguiéndose rasgos envolventes típicos de la letra cortesana, así como grafías y terminaciones alargadas característica de la letra procesal. 11

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La trascripción se realizó de forma literal, solamente se agregaron acentos y puntuación, además se enumeraron los renglones para hacer más comprensible la lectura del texto.

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[Al margen izquierdo dice:] que se tornen a medir las tierras que tiene maldonado 1. en el dicho lugar se dexen usar y exercer el dicho […] 2. sin que en ello le sea puesto ympedymyento alguno, fecho [en la] 3. ciudad de los ángeles a XXII días del mes de abr[il] 4. de 1543/ don antonio de mendoca/. [Reverendo] fernando almaguer. 5. Yo don antonio de mendoca viso rey, etcétera, por cuanto yo 6. daba mandamyento para que se mydiesen las tierras que guerrero 7. Maldonado, En términos de tlaxcala, conforme a los 8. títulos que tenya dellas por la medida que en méxico y 9. en esta ciudad se acostumbran medir a las caballerías 10. que se dan y hazen merced, porque los principales de 11. tlaxcala, donde caen las dichas tierras, se quexaron 12. que tenyan mas de lo que le pertenescia, y agora por parte 13. del dicho guerrero maldonado me ha sido hecha relación 14. que por virtud del dicho mandamiento, sin él ser 15. llamado ny estar presente my persona que lo viese, 16. sin poder y sin pedirle los títulos que de [l]as 17. dichas tierras tiene y sin guardar la 18. horden en el dicho mandamyento contenyda, 19. fue la persona que por los dichos yndios se nombró 20. y las midió, o comencó a medir y que 21. en ello ha recibido agravyo y daño y me 22. pidió que aquello fuese nynguno, pues se 23. abía fecho sin [mi] parte, y que se hiziese de nuebo 24. estando él presente y mostrando los títulos que tiene; y por mi visto 25. lo suso dicho ser justo, tuvelo por bien, y por la presente se 26. mandó que si ansi es, que la medida de las dichas tierras se hiz[o] 27. sin ver los títulos dellas ny sin ser llamado ny informase 28. el dicho maldonado ny persona que tuviese su poder 29. para ello, la dicha medida sea nynguna y de nyngun 30. valor y efecto, y que de nuebo se vuelba a hazer, guardando 31. la horden y por la bia y manera que en el dicho mandamyento que 32. suso se haze mynción se contiene, y aquel se guarde y 33. cumpla como en él se contiene, fecho en la puebla a XXII del 34. mes de abril de 1543 don antonio de mendoca 35. [Reverendo] almaguer. 13

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2. Datos diplomáticos del documento a) Lugar y fecha del documento: ciudad de los Ángeles, Puebla, 22 de abril de 1543. b) El documento es emitido y autorizado por Don Antonio de Mendoza, visorrey. c) La entrada como inicia el documento es: “Yo don antonio de mendoca visorrey”. d) El tipo de documento es una orden del virrey de la Nueva España. e) El emisor es Don Antonio de Mendoza, virrey de la Nueva España y el receptor es una autoridad local, posiblemente el alcalde mayor o su teniente. f) El asunto del documento refiere que es un mandamiento del virrey Antonio de Mendoza, quien ordenó dar por ningún valor las medidas de ciertas caballerías de tierra que se le mercedaron a Guerrero Maldonado, pues al ser medidas éstas antes de otorgarlas formalmente a Maldonado, se midieron a iniciativa de los indios de Tlaxcala porque invadían sus tierras, ya que las caballerías habían “caído en los términos de Tlaxcala”. Pero las medidas se efectuaron sin la presencia de Maldonado, ni persona que asistiera en su representación, ni conforme a los títulos donde constaba el otorgamiento de la merced. 3. Aspectos históricos del documento a) Don Antonio de Mendoza y Pacheco El documento trabajado nos permitió investigar ciertos aspectos de la historia para comprender mejor el asunto que trata el dicho documento. En primer lugar, hace referencia a Don Antonio de Mendoza y Pacheco, primer virrey de la Nueva España (1535-1550). Hijo de Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla y marqués de Mondéjar, Antonio de Mendoza y Pacheco entró desde muy joven al servicio de la corte, y durante la guerra de las Comunidades apoyó al emperador Carlos V, quien lo recompensó con el título de comendador de la Orden de Santiago. En 1535, tras haber sido embajador en Hungría, fue designado primer virrey de Nueva España. Con el objetivo de reforzar el poder real amenazado por los abu14

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sos de la Audiencia, se trasladó a México y se enfrentó a Hernán Cortés, que hasta entonces había actuado de manera independiente, forzándole a regresar a España. A continuación emprendió una serie de reformas que Carlos V consideraba necesarias para asentar el gobierno de España, como el censo de la población, la reorganización de la Administración y la reducción de los tributos a la población indígena. En el campo cultural se ha de destacar la creación del Colegio Imperial de Santa Cruz en Tlatelolco, la Universidad de México (1545) y la introducción de la imprenta. Antonio de Mendoza organizó expediciones a Arizona y Nuevo México (1539-1540), así como a las costas de California y al río Colorado, y fundó las ciudades de Guadalajara y Valladolid. En 1549 fue nombrado virrey de Perú, cargo del que tomó posesión en 1551 y que apenas llegó a ejercer, pues falleció el año siguiente. b) Las mercedes de tierra En cuanto a este tema nos remitimos a la siguiente información: “En la Península Ibérica la costumbre era que al conquistar pueblos enemigos de la fe cristiana, se repartían las tierras del pueblo vencido entre los vencedores porque, según las ideas de ese momento, si no había grandes estímulos por los trabajos que pasaban los soldados en las luchas, la incomodidad y el sacrificio de sus bienes y su vida, no desempeñaban con exactitud las obligaciones que se les encomendaban”. “Las concesiones de tierras no eran iguales en todas partes, variaban según la mayor o menor extensión del territorio, su importancia económica y política, además de otras circunstancias. También la distribución de terrenos entre cada uno de los integrantes de la hueste, dependía de la categoría que ocupaban en el ejército y de acuerdo al tipo de servicio militar que habían realizado en la conquista”. “Para el caso de América, cuando ésta fue conquistada por los españoles, el rey remuneró mediante mercedes de tierras a los soldados, entre las cuales se distinguen tres tipos: el señorío, la encomienda y las mercedes”. “Las mercedes se distribuyeron entre los soldados de acuerdo a su categoría de éstos, así recibieron caballerías o peonías. Las primeras se concedieron a los soldados de a caballo y las segundas, a los soldados que iban a pie. De acuerdo con las observaciones del fiscal de la Cancillería de 15

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Granada, Juan Sempere Guarinos, la generosidad de las mercedes regias en América fueron mayores que en la misma península, ya que la riqueza del territorio Americano no se comparaba con los que se conquistaron en España”. “En la Nueva España la distribución de las mercedes fueron otorgadas, en un principio, por Hernán Cortés, posteriormente, una vez que se estableció el Ayuntamiento, éste ejerció dicha facultad. Pero con la Real Audiencia, el Ayuntamiento dejó de concederlas y entonces quien se encargaba de otorgarlas era la Real Audiencia, después al presidir el virrey esta institución, el virrey era quien las concedía”. “El procedimiento era que el interesado solicitaba al virrey, por escrito, una merced de tierra. Este expedía un documento llamado "mandamiento acordado" a sus subalternos locales en el que se especificaba dónde se ubicaba el terreno o agua solicitados, para que averiguaran si estos bienes eran baldíos, para que, en caso de que se concediera la merced, no se perjudicaran los derechos de terceros, ya sea españoles o indígenas”. “Las unidades de medición variaban según el tipo de explotación a que se iba a destinar el terreno. Por ejemplo, los agrícolas se medían por caballerías de tierra, que equivalían a 609,458 varas cuadradas, o 43 hectáreas”. “Para la ganadería eran los sitios de estancia para ganado mayor y para ganado menor. Los de ganado mayor se destinaban a la cría de ganado vacuno y caballar. Un sitio de estancia para ganado mayor medía 25 millones de varas cuadradas, que equivalía a 1755 hectáreas. Y los sitios de estancia para ganado menor, que se destinaban a la cría de ovejas y cabras, medían aproximadamente, 11 millones de varas cuadradas o sea 780 hectáreas. Cabe señalar que las unidades de medición de los terrenos en la época colonial eran aproximadas y estaban sujetas a variaciones de acuerdo al lugar y a la temporalidad”1. c) Tlaxcala y Puebla de los Ángeles Otros datos históricos que nos hace recordar este documento, son los privilegios que tenían los tlaxcaltecas, por parte de las autoridades ____________________________ 1

Rita Ferrusca Beltrán, La tenencia de la tierra en el marquesado del valle, siglos XVI y XVII. UNAM, Facultad de Filosofía y Letras, Colegio de Historia, Tesis de Licenciatura en Historia, pp. 94-101. 16

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españolas, porque se aliaron a la conquista de México-Tenochtitlán. Estos privilegios consistían en tener cierta autonomía con respecto a las tierras que habrían de ocupar en Tlaxcala, además de exentarlos de pagos de impuestos, una vez que se estableció el dominio español. El 13 de marzo de 1535, el emperador Carlos V expidió un documento en el que prometía a Tlaxcala que nunca sería enajenada de la Corona, ni sus tierras serian dada a nadie en merced, ni por este monarca ni por sus sucesores. Sin embargo, esta disposición del emperador fue quebrantada por el virrey Don Antonio de Mendoza ya que éste, en el lapso de 1539 a 1543, concedió a varios españoles mercedes de tierra en el territorio de Tlaxcala, cuya suma total de terrenos que cedió fueron cerca de 9000 hectáreas. Ejemplo significativo de ello, es el presente documento en donde argumentaban los indios principales de Tlaxcala que las caballerías que se le mercedaron a Guerrero Maldonado “caían en términos de Tlaxcala”2. Aunque los argumentos de Maldonado fueron que, al momento de ser medidas las caballerías, como indicó el virrey, los indios nombraron a un medidor y se procedió a la medida sin haberle avisado a éste, ni a ninguna otra persona que lo representara y sin los títulos correspondientes3. Por otro lado es interesante resaltar que el documento fue fechado en la ciudad de Puebla. La razón fue porque en un principio, al llegar el dominico fray Julián Garcés a Tlaxcala estableció allí la nueva cede episcopal antes de 1530, y encontró campos de tierras bien dispuestas y abundantes para el cultivo y propuso la fundación de un pueblo exclusivamente de población española. Dicha población se planeaba que se ubicara entre el puerto de la “Villa rica de la Vera Cruz” y la ciudad de México. Se ideaba que el asentamiento fuera un lugar de descanso y curación para los pasajeros que provenían de Veracruz. Era un plan utópico porque no __________________________ 2

“Que se tornen a medir las tierras que tiene maldonado, 22 de abril de 1543” Renglón 10 al 12 del documento. 3 Ibidem, Renglón 14 al 16 del documento. 17

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permitirían que radicara ahí ningún indio, además de darles tierras a los españoles carentes de ella, pero sobre todo no otorgar ningún terreno como encomienda4. Originalmente se pensó en Tlaxcala como el lugar ideal para el establecimiento del pueblo exclusivamente para españoles. Durante la segunda Audiencia el Licenciado Juan de Salmerón tenía instrucciones reales de establecer este pueblo en dicha provincia, sin embargo se eligió otro lugar entre Tlaxcala y Cholula. El día de la fundación de Puebla, el licenciado Salmerón se enfermó, razón por lo cual ordenó al corregidor de Tlaxcala, Hernando de Saavedra, que asistiera en su representación, quien inició a conceder solares a los recién llegados a Puebla. Una vez restablecido en salud el licenciado Salmerón, en mayo de 1531, formó el cabildo de Puebla y expidió las primeras ordenanzas dando a Puebla su carácter municipal5. Las actividades en relación a la fundación de Puebla de los Ángeles con respecto a Tlaxcala fueron sumamente estrechas como podemos observar, de ahí que este documento de 1543 se haya expedido en Puebla, cuando el asunto era referente a perjuicios de las posesiones de los tlaxcaltecas, ya que las concesiones de tierras otorgadas por el virrey Antonio de Mendoza a Guerrero Maldonado, fue ejemplo de continuas afectaciones a los terrenos de dichos indios, dejando de respetar los privilegios que habían obtenido los tlaxcaltecas por apoyar a los conquistadores en el sometimiento de México-Tenochtitlan. La fundación de Puebla de los Ángeles se confirmó el 20 de marzo de 1532 por Real Cédula de la reina Isabel de Portugal, fecha en Medina del Campo, pero ésta llegó a Puebla hasta febrero de 1533, año que se nombró a Hernando de Elgueta como corregidor para Puebla, Tlaxcala y Cholula. En suma la fundación de Puebla comprendió un largo periodo, entre 1530 a 1534, donde ocurrieron varios eventos que la retrasaron como fue le época de fuertes lluvias que casi provocan el ser abandonada _______________________ 4

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Ibidem, Wikipedia, la enciclopedia libre. 18

Gaceta del Archivo Histórico del Poder Judicial, Querétaro

por los primeros habitantes6. En el año de 1543, se estableció la sede episcopal en Puebla y esto reforzó su poblamiento de la ciudad, así como los privilegios otorgados por su estratégica ubicación al ser una ciudad española en términos religiosos, políticos y económicos. Debido a este gran auge poco tiempo después Puebla se convertiría en la segunda ciudad más importante del virreinato de la Nueva España. En febrero de 1561 por Cédula Real puebla adquiere la categoría de ciudad titulada “la muy noble y muy leal”.

Fuentes Bibliografícas: Ferrusca Beltrán, Rita, La tenencia de la tierra en el marquesado del valle, siglos XVI y XVII. UNAM, FFL, Tesis de Licenciada en Historia, 1996, pp. 94-101. Lomelí Vanegas Leonardo, "Historia breve de Puebla", el Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, México, 2011, pp. 48-50. Rendón Garcini Ricardo, "Historia breve de Tlaxcala", el Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, México, 2011, pp. 43-44. Fuentes en Línea: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/mendoza_antonio.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Caballer%C3%ADa_% 28medida_de_superficie%29

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Ibid. 19

CENTRO DE JUSTICIA ALTERNATIVA ¿Qué es la mediación? La mediación es el procedimiento en el cual las personas que tienen un problema son auxiliados por un tercero, llamado mediador, para que por ellas mismas encuentren la solución a dicho problema. El mediador propicia una comunicación entre las personas para que se puedan escuchar y así encontrar soluciones a sus diferencias y preocupaciones. El mediador no opina, no juzga ni propone soluciones. Características del servicio de mediación Voluntario: La presencia y participación de las personas es por propia decisión, por lo que no se les puede obligar a que asistan o permanezcan. En cualquier momento se pueden retirar si así lo desean. Por otra parte, si el mediador considera que las personas no tienen intención alguna de solucionar su problemática, no muestran disposición para el diálogo, no se respetan las reglas de conducta o de la narrativa se desprende que existió o que se están cometiendo delitos considerados como graves, dará por terminada la mediación. Confidencial: Lo que las personas digan en el proceso no puede ser divulgado por el mediador y los participantes se comprometen a no mandar llamar al mediador como testigo en caso de que decidan irse a juicio. Gratuito: El servicio no tiene costo alguno. Para solicitar el servicio es necesario acudir a las instalaciones del Centro de Mediación, en el Centro de Justicia ubicado en Circuito Moisés Solana # 1001, Col. Prados del Mirador (ex-centro Expositor) en la ciudad de Santiago de Querétaro, Qro. Horario: Lunes a viernes de 9:00 am. a 3:00 pm. Teléfono: (442) 238 7900, ext. 247. En San Juan del Río: Circuito El Molino # 101, 1er. Piso, Sur. Lunes, martes y miércoles de 9:00 am. a 3:00 pm. 20