Disfrute de su trabajo

14 - 20 DE NOVIEMBRE | ECLESIASTÉS 1 - 6 “Disfrute de su trabajo” [Ponga el video Información sobre Eclesiastés]. Ec 3: 12,13. Dios nos ha creado par...
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14 - 20 DE NOVIEMBRE | ECLESIASTÉS 1 - 6

“Disfrute de su trabajo” [Ponga el video Información sobre Eclesiastés]. Ec 3: 12,13. Dios nos ha creado para que disfrutemos del trabajo (w15 1/2 páginas 4-6).

Referencia: w15 1/2 páginas 4-6. Cómo disfrutar del trabajo duro “Que todo hombre coma y realmente beba y vea el bien por todo su duro trabajo. Es el don de Dios.” (Eclesiastés 3: 13.) Si Dios quería que disfru-táramos de nuestro trabajo, ¿no sería lógico que también nos mostrara cómo? (Isaías 48: 17). Afortu-nadamente, eso es lo que él hace en las páginas de su Palabra, la Biblia. Veamos los siguientes consejos sobre cómo hallar satisfacción en el empleo. Vea el lado positivo de su trabajo Sea que su empleo requiera esfuerzo mental o físico, nunca olvide que “de toda labor se obtiene alguna ganancia” (Proverbios 14: 23, Versión Israelita Nazarena). ¿Qué clase de ganancia? Para empezar, el trabajo nos ayuda a cubrir nuestras necesidades. Es cierto que la Biblia pro-mete que Dios cuidará de los que se esfuerzan por servir-le (Mateo 6: 31,32). Pero también dice que nosotros tene-mos que hacer nuestra parte y trabajar con diligencia (2 Tesalonicenses 3: 10). Vea su empleo como un medio para conseguir un fin: cumplir de manera digna con nuestras responsabilidades. Joshua, de 25 años, asegura: “Ser autosuficiente es un logro. Si eres capaz de cubrir tus gastos, se puede decir que tu empleo ha cumplido su propósito”. Además, el trabajo arduo eleva la autoestima. ¿Por qué lo decimos? Porque trabajar duro no es fácil y puede ser aburrido, pero si somos disciplinados y no renunciamos al esfuerzo, tendremos el gusto de saber que hemos dado lo mejor de nosotros; le habremos gana-do la batalla al deseo de tomar el camino más fácil (Proverbios 26: 14). Y eso produce un enorme sentido de satisfacción. Aaron, a quien mencionamos en el artículo anterior, afirma: “Puede que esté agotado al final de un largo día o que mi labor haya pasado desapercibida; pero yo sé que he logrado algo y me encanta esa sensación”. Hágase un experto La Biblia alaba al hombre que es hábil en su trabajo y a la mujer que trabaja diligentemente con sus manos (Proverbios 22: 29; 31: 13). Por supuesto, es imposible convertirse en un experto de la noche a la mañana, y a nadie le gusta hacer cosas que no se le dan bien. Quizás sea por eso que a muchos no les gusta su empleo: porque no se esfuerzan lo suficiente como para hacerse ex-pertos. En realidad, uno puede aprender a disfrutar de casi cualquier tipo de empleo si tiene la actitud correcta, es decir, si se concentra en aprender a hacer las cosas bien. “Esforzarse al máximo y ver resultados es muy agradable —dice William, de 24 años—. Esa satisfacción nunca la tendrás si sigues la ley del mínimo esfuerzo.” Piense en cómo beneficia su empleo a los demás No caiga en el error de pensar solo en cuánto dinero le pagan. Pregúntese: “¿Por qué es necesario mi empleo? ¿Qué pasaría si nadie lo hiciera o si se hiciera mal? ¿Cómo beneficia a los demás lo que hago?” Esta última pregunta es especialmente importante, ya que la respuesta puede ayudarnos a disfrutar más de lo que hacemos. Después de todo, Jesucristo dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20: 35). Además de los que reciben un beneficio inmediato de nuestra la-bor —como nuestros clientes o nuestros jefes—, hay otros a los que también beneficiamos: nuestra familia e incluso quienes están en necesidad. Nuestra familia. Cuando un padre o una madre se es-fuerzan por atender las necesidades de su familia, la ayu-dan al menos de dos maneras. Para empezar, se asegu-ran de que tengan lo básico: comida, ropa y techo; así cumplen con la responsabilidad que Dios les ha dado de mantener a “los que son suyos” (1 Timoteo 5: 8). Y en segundo lugar, les enseñan con el ejemplo la importancia de ser buenos trabajadores. Shane comenta: “Mi padre tiene una ética de trabajo ejemplar. Es honrado y ha tra-bajado mucho toda su vida, la mayor parte de carpintero. De él he aprendido el valor del trabajo manual, de hacer cosas que sean útiles para la gente

Los más necesitados. El apóstol Pablo dijo que los cristianos deben realizar “trabajo duro”. ¿Para qué? “Para que [tengan] algo que distribuir a alguien que tenga nece-sidad”, añadió (Efesios 4: 28). Si nos esforzamos por mantener a nuestra familia, tal vez hasta tengamos para ayudar a los más desfavorecidos (Proverbios 3: 27). Así es, trabajar duro nos permite experimentar la felicidad de dar. Haga más de lo que le piden En su famoso Sermón del Monte, Jesús les dijo a sus discípulos que si alguien con autoridad los obligaba a ir con él una milla, fueran con él dos (Mateo 5: 41). ¿Cómo puede usted sacar provecho de esas palabras? En lugar de limitarse a hacer lo mínimo, haga más de lo que le pi-den. Póngase retos cada vez mayores: trate de realizar sus tareas más rápido y mejor. Dele cuidadosa atención a los detalles más pequeños. Si hace eso, es probable que disfrute más de su traba-jo. ¿Por qué? Porque no lo está haciendo por obligación, sino por gusto. Usted es el que toma la decisión y nadie más (Filemón 14). Eso nos recuerda el siguiente prover-bio: “La mano de los diligentes es la que gobernará, pero la mano floja llegará a usarse para trabajo forza-do” (Proverbios 12: 24). Es cierto que quizás nunca sea-mos esclavos literales ni realicemos trabajos forzados. Pero si seguimos la ley del mínimo esfuerzo, podríamos sentirnos así: siempre esclavos de las exigencias de los demás. “Recorra dos millas” y se sentirá dueño de sus acciones. Mantenga el trabajo en su lugar Aunque trabajar mucho es admirable, recuerde que eso no es lo único en la vida. Es cierto que la Biblia nos anima a ser diligentes (Proverbios 13: 4). Pero no a con-vertirnos en adictos al trabajo. Eclesiastés 4: 6 dice: “Mejor es un puñado de descanso que [dos] de duro tra-bajo”. ¿Cuál es la lección? Es muy probable que un traba-jador empedernido nunca vea el fruto de su labor porque su empleo consume todo su tiempo y energías. Eclesias-tés dice que eso es tan absurdo como tratar de atrapar el viento. La Biblia lo ayudará a ver su empleo con equilibrio. Es verdad que debemos trabajar con empeño, pero la Pa-labra de Dios también nos recuerda que hay que asegu-rarnos “de las cosas más importantes” (Filipenses 1: 10). ¿Cuáles son algunas de ellas? Dedicar tiempo a la familia y los amigos, y más importante aún, a los asuntos espiri-tuales, como leer la Biblia y meditar en ella. Las personas que llevan una vida equilibrada disfrutan mucho más de su trabajo. William nos cuenta: “Uno de mis anteriores jefes es un excelente ejemplo de cómo ser equilibrado. Trabaja mucho y tiene muy contentos a sus clientes por la calidad de sus servicios. Pero cuando ter-mina el día, sabe dejarlo todo atrás y concentrarse en su familia y en su religión. Y la verdad es que es una de las personas más felices que conozco”. Ec 4: 6.

Veamos el trabajo con equilibrio (w15 1/2 página 6 párrafos 3-5). Referencia: w15 1/2 página 6 párrafos 3-5. Aunque trabajar mucho es admirable, recuerde que eso no es lo único en la vida. Es cierto que la Biblia nos anima a ser diligentes (Proverbios 13: 4). Pero no a con-vertirnos en adictos al trabajo. Eclesiastés 4: 6 dice: “Mejor es un puñado de descanso que [dos] de duro tra-bajo”. ¿Cuál es la lección? Es muy probable que un traba-jador empedernido nunca vea el fruto de su labor porque su empleo consume todo su tiempo y energías. Eclesias-tés dice que eso es tan absurdo como tratar de atrapar el viento. La Biblia lo ayudará a ver su empleo con equilibrio. Es verdad que debemos trabajar con empeño, pero la Palabra de Dios también nos recuerda que hay que ase-gurarnos “de las cosas más importantes” (Filipenses 1: 10). ¿Cuáles son algunas de ellas? Dedicar tiempo a la familia y los amigos, y más importante aún, a los asuntos espirituales, como leer la Biblia y meditar en ella. Las personas que llevan una vida equilibrada disfrutan mucho más de su trabajo. William nos cuenta: “Uno de mis anteriores jefes es un excelente ejemplo de cómo ser equilibrado. Trabaja mucho y tiene muy contentos a sus clientes por la calidad de sus servicios. Pero cuando ter-mina el día, sabe dejarlo todo atrás y concentrarse en su familia y en su religión. Y la verdad es que es una de las personas más felices que conozco”.

3:13; 4:6

Maneras de aprender a disfrutar del trabajo Siendo positivos. Pensando en cómo beneficia a otras personas. Siendo buenos trabajadores, pero manteniendo el empleo en su lugar, a fin de tener tiempo para la familia y nuestro servicio a Jehová.

Busquemos perlas escondidas Ec 2: 10,11.

¿Qué descubrió Salomón sobre las riquezas? (w08 15/4 página 22 párrafos 9, 10). Referencia: w08 15/4 página 22 párrafos 9,10. 9 Salomón era uno de los hombres más acaudalados de la Tierra cuando escribió Eclesiastés (2 Cró. 9: 22). Tenía los medios para conseguir lo que quisiera. Él mis-mo dijo: “Nada de lo que mis ojos pidieron mantuve aleja-do de ellos” (Ecl. 2: 10). Pero descubrió que los bienes materiales de por sí no dan felicidad. “Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún ama-dor de la riqueza con los ingresos”, concluyó (Ecl. 5: 10). 10 Es cierto que las riquezas tienen valor pasajero, pero aun así ejercen una poderosa atracción. En una en-cuesta realizada hace poco en Estados Unidos, el 75% de los estudiantes de primer año de universidad respon-dieron que la principal meta en su vida era “tener una muy buena posición económica”. Suponiendo que lo con-siguieran, ¿serían de verdad felices? No necesariamente. Los investigadores han observado que cuando se da mu-cha importancia a lo material, cuesta más sentirse feliz y satisfecho. Siglos atrás, Salomón ya había llegado a la misma conclusión: “Acumulé también para mí plata y oro, y propiedad propia de reyes [...], y, ¡mira!, todo era vani-dad y un esforzarse tras [el] viento” (Ecl. 2: 8,11). * [Nota:] * A las arcas de Salomón ingresaban anualmen-te 666 talentos de oro (más de 22.000 kilos [50.000 libras]) (2 Cró. 9: 13). [Fin de Nota.] En cambio, si dedicamos la vida a servir a Jehová sin reservas y recibimos su bendición, obtendremos verdade-ras riquezas (léase Proverbios 10: 22). Ec 3: 16,17.

¿Cómo debemos reaccionar ante las injusticias? (w06 1/11 página 14 párrafo 9). Referencia: w06 1/11 página 14 párrafo 9.

No es realista esperar que siempre se haga justicia. En vez de inquietarnos por la situación del mundo, debe-mos esperar a que Jehová se encargue de arreglarla.

¿QUÉ ME ENSEÑA SOBRE JEHOVÁ LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA? *** w06 1/11 pág. 14 Puntos sobresalientes del libro de Eclesiastés *** 3:11. ¿Qué “ha hecho [Dios] bello a su tiempo”? En-tre lo que ha hecho “bello” —o bueno y apropiado— en el momento preciso, figuran la creación de Adán y Eva, la alianza del arco iris, los pactos con Abrahán y David, la venida del Mesías y la entronización de Cristo como Rey del Reino de Dios. Y tenemos la certeza de que hay algo más que Jehová hará “bello” en el futuro próximo: el nuevo mundo de justicia se hará realidad a su debido tiempo (2 Pedro 3:13). 3:15b. ¿Qué significa la afirmación de que “el Dios verdadero mismo continúa buscando aquello tras lo cual se sigue”? La frase “aquello tras lo cual se sigue” (o “lo perseguido”; La Palabra de Dios para todos, nota) pue-de referirse a cualquier cosa que Dios persigue, es decir, que se propone hacer. Los seres humanos tal vez se sien-tan con las manos atadas y piensen que la historia se repi-te vez tras vez, pues ven que alternan sin parar el naci-miento y la muerte, así como la guerra y la paz. Sin embar-go, el Dios verdadero sí puede buscar cualquier objetivo que desee y efectuarlo (Eclesiastés 3:1-10, 15a). Por otro lado, la frase pudiera referirse a la persona del justo, que muchas veces es perseguido por los malvados. En tal ca-so, Jehová no deja de buscar a tal hombre con objeto de “mostrar su fuerza a favor de [este]” (2 Crónicas 16:9). *** w98 15/2 pág. 6 Cultivemos una actitud agradeci-da *** Salomón, el hijo de David, también reconoció el valor de meditar sobre las maravillas de la creación. Por ejemplo, escribió lo siguiente con respecto al papel que desempe-ñan las nubes de lluvia en refrescar la tierra: “Todos los torrentes invernales salen al mar; no obstante, el mar mis-mo no está lleno. Al lugar para donde salen los torrentes invernales, allí regresan para poder salir” (Eclesiastés 1:7). Efectivamente, después de refrescar la tierra, el agua de las lluvias y de los ríos se recicla desde los océanos y vuelve hacia las nubes. ¿Qué sería de la tierra sin la purifi-cación y el reciclado del agua? Salomón debió sentirse muy agradecido al meditar sobre estos hechos. *** w87 15/9 pág. 24 “Teme al Dios verdadero y guar-da sus mandamientos” *** Lea los capítulos 5 y 6. Puesto que Jehová es todopo-deroso, debemos tomar en serio nuestra relación con él, y no obrar como tontos y esperar que él acepte nuestro “sacrificio” (5:1, 2). El que teme a Dios recibe satisfacción de usar su caudal o riqueza material, pero el que la acapa-ra no obtiene ningún disfrute. (Compárese 5:18-20 con 6:2, 3.) *** w11 1/12 pág. 23 “Tiempo de amar y tiempo de odiar” *** Un sabio rey del pasado, Salomón, declaró lo siguiente: “Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos: [...] tiempo de amar y tiempo de odiar” (Eclesiastés 3:1, 8). De acuerdo con este princi-pio, por muy amoroso y cariñoso que sea Dios, hay ocasio-nes en las que también siente odio. *** w14 1/1 págs. 4-5 La batalla del hombre contra la muerte *** ¿Por qué se niegan los seres humanos a morir? La Biblia lo explica al decir lo siguiente sobre nuestro Crea-dor, Jehová: “Todo lo ha hecho bello a su tiempo. Aun el tiempo indefinido [o la eternidad] ha puesto en el corazón

de ellos” (Eclesiastés 3:11). Por eso es que deseamos vivir en nuestro hermoso planeta para siempre, no tan solo por ochenta años (Salmo 90:10). Eso es lo que anhela nuestro corazón. ¿Por qué puso Dios la eternidad en nuestros corazo-nes? ¿Para frustrarnos? No, eso es impensable. Dios ha prometido que la muerte será derrotada. La Biblia habla vez tras vez sobre la desaparición de la muerte y la prome-sa de Dios de darnos vida eterna. *** cl cap. 31 págs. 318-319 párr. 22 ‘Acerquémonos a Dios, y él se acercará a nosotros’ *** 22 Ni siquiera en la vida eterna llegaremos a aprender todo lo referente a Jehová (Eclesiastés 3:11). Pensemos, por tanto, en lo que nos depara el futuro. Cuando hayamos vivido cientos, miles, millones o incluso billones de años, sabremos mucho más sobre el Creador que en la actuali-dad. Pero aun entonces veremos que nos quedan por aprender incontables maravillas. Y estaremos ansiosos de aumentar nuestro conocimiento, pues nunca nos faltarán razones para sentirnos como el salmista, que cantó: “El acercarme a Dios es bueno para mí” (Salmo 73:28). La vida sin fin será increíblemente rica y variada, y el pro-ceso de acercarnos cada día más a Jehová siempre será el aspecto más gratificante.

¿QUÉ IDEAS DE LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA PUEDEN SERVIRME EN LA PREDICACIÓN?

*** km 2/92 pág. 8 párr. 3 Prepare su presentación pa-ra febrero *** ▪ “Le visito brevemente para considerar un asunto que inquieta a muchos de nosotros. La Tierra es nuestro hogar, y sin duda usted también se preocupa por la manera como está siendo arruinado. Los científicos y los que se preocu-pan por el medio ambiente siguen advirtiendo que, de conti-nuar la contaminación de la Tierra, esta pudiera terminar in-habitable. ¿Cree usted que haya solución a este problema? [Pause para que el amo de casa comente si así lo desea.] Quisiera mostrarle brevemente lo que dice la Biblia sobre el futuro de la Tierra en Eclesiastés 1:4”. *** km 3/05 pág. 4 Cómo presentar las revistas *** “¿Ha oído decir que la ciencia contradice a la Biblia? [Permita que responda.] Esta revista analiza la historia del conflicto entre la ciencia y la religión. Asimismo presenta pruebas de cómo la verdadera ciencia armoniza con lo que dice la Biblia.” Abra la revista en las páginas 6 y 7. Luego lea Eclesiastés 1:7. *** km 6/05 pág. 4 Cómo presentar las revistas *** “La mayoría de nosotros pasaremos gran parte de nues-tra vida trabajando. Hay quienes ven el trabajo como una bendición, mientras que otros lo consideran una maldición. ¿Qué opina usted? [Permita que responda. Luego lea Ecle-siastés 2:24.] Esta revista muestra cómo nos ayuda la Biblia a tener un punto de vista equilibrado del trabajo. También contiene consejos para combatir el estrés laboral.” *** km 5/95 pág. 8 párr. 5 Buenas nuevas para las per-sonas mansas *** ▪ “¿Qué cree que se necesitaría para que la vida realmen-te valiera la pena?” Permita que conteste. Muestre el artículo “¿Cuál es el sentido de la existencia?”, de la página 26, y lea las palabras de Salomón en Eclesiastés 2:11. Luego ponga de relieve el consejo que dio en el capítulo 12, versículo 13. Anime al amo da casa a quedarse con la revista. *** km 1/15 pág. 4 Algunas presentaciones *** “Estamos entregando esta hoja a todas las personas del vecindario. Muestra lo práctica que es la Biblia. Esta es para usted. [Entregue a la persona un ejemplar del tratado ¿Qué es para usted la Biblia?] Muchos, por ejemplo, tenemos pro-blemas en el trabajo y nos gustaría que nos fuera mejor. De hecho, nos gustaría disfrutar de lo que la Biblia dice en este versículo. [Lea Eclesiastés 3:13.] Esta revista presenta varios principios tomados de la Biblia que nos pueden ayu-dar a disfrutar del trabajo. ¿Le gustaría leerla?” *** km 9/06 pág. 8 Cómo presentar las revistas *** “Los biólogos intentan acabar con las enfermedades y alargar nuestra vida. ¿Cree usted que lo logren algún día? [Permita que responda.] Observe la razón por la que anhela-mos vivir más [lea Eclesiastés 3:11]. Esta revista explica por qué Dios nos creó con el deseo de vivir para siempre.” *** km 1/05 pág. 1 párr. 4 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (5.a parte) *** 4 Ciñámonos al tema. Además de evitar ir demasiado deprisa al enseñar, también es conveniente no desviarse del tema. Si el estudiante tiende a explayarse contándonos asuntos personales, tal vez podamos indicarle que hablare-mos de ello al concluir el estudio (Ecl. 3:1). *** km 7/03 pág. 4 Cómo presentar las revistas *** “Muchos han observado que la tendencia de la gente a aislarse está aumentando. ¿Cree usted que esa actitud es sensata? [Permita que responda.] Fíjese en lo que dice este sabio proverbio sobre el valor del compañerismo [lea Ecle-siastés 4:9, 10]. Esta revista examina por qué todos necesi-tamos a los demás y cómo se puede resolver el problema del aislamiento.” *** km 4/10 pág. 8 Cómo presentar las revistas *** “Muchas personas quisieran dejar de fumar, pero se les hace muy difícil. ¿Conoce usted a alguien que quiera dejar el tabaco? [Permita que responda.] A algunos les ha ayuda-do mucho el apoyo de la familia y los amigos [lea Eclesiastés 4:12a]. En esta revista encontrará algunas sugerencias para ayudar a alguien a dejar de fumar.”

*** km 12/09 pág. 4 Cómo presentar las revistas *** “Vivimos tiempos difíciles, y mucha gente se siente sobre-cargada en el trabajo y con los nervios de punta. A lo mejor a usted le pasa lo mismo [permita que responda]. Ahora mire este consejo tan razonable [lea Eclesiastés 4:6]. Esta revista trata sobre cómo encontrar el equilibrio entre el trabajo, la familia y el descanso. Además, da sugerencias para quienes están buscando empleo.”

LECTURA DE LA BIBLIA: ECLESIASTÉS 1: 1-18