COOPERATIVA: UNA EMPRESA MODELO, UN MODELO DE EMPRESA

PONENCIA COOPERATIVA: UNA EMPRESA MODELO, UN MODELO DE EMPRESA 1. INTRODUCCIÓN La economía valenciana, española y europea se encuentran en una profun...
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PONENCIA

COOPERATIVA: UNA EMPRESA MODELO, UN MODELO DE EMPRESA 1. INTRODUCCIÓN La economía valenciana, española y europea se encuentran en una profunda recesión y se enfrentan a una continua contracción del PIB que, probablemente, continuará en los próximos años como han avanzado en sus últimos informes de previsiones la Comisión Europea, el FMI y la OCDE. Esta situación se está traduciendo en un grave empeoramiento del panorama laboral y una destrucción de empleo muy acelerada, especialmente en España: más de 3,5 millones de empleos se han perdido desde el inicio de la crisis, más de la mitad en el sector de la construcción. La tasa de paro se ha situado por encima del 26% y las previsiones de la OCDE y de la Comisión indican que podría llegar incluso al 27% en 2013. El paro juvenil, así como el de larga duración (más de un año) representa más del 50% del total, lo que representa un verdadero drama para el conjunto de la sociedad. Además, la pobreza y la desigualdad se han acentuado con la crisis. El 21,1% de la población residente en España estaba en 2012 por debajo del umbral de riesgo de pobreza y la crisis ha provocado un aumento de la pobreza infantil, que ya supera a la de los pensionistas. 2. OBJETIVOS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA, VALENCIANA Y COOPERATIVA La gran cuestión pendiente, aquella que se está situando en el centro del debate en estos momentos, es: ¿Qué modelo de economía nos va a permitir abordar los grandes retos sociales y económicos de nuestro tiempo? ¿Cómo vamos a crecer en los próximos años y a recuperar los siete puntos de PIB y los tres millones de empleos perdidos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera? ¿Qué sectores van a generar empleo y crecimiento en el futuro? En definitiva, ¿a qué se va a dedicar nuestro país en los próximos años? Tenemos que encontrar un nuevo papel —una posición competitiva— tanto para España como para la Comunitat Valenciana en el escenario post-crisis, que nos permita recuperar los niveles de empleo y de riqueza perdidos. En ese sentido, los

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objetivos en los que estamos de acuerdo tanto el gobierno como los agentes sociales son: 

Fomentar el crecimiento económico y que dicho crecimiento sea sostenido y duradero, que permita planificar hacia el futuro y crear la confianza necesaria para las generaciones futuras.



Que este crecimiento sea sostenible en relación con el entorno y el medio ambiente, con la distribución de la riqueza, y que palie los desajustes de los ciclos económicos.



Integrador: que refuerce la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos (educativo, laboral, social, etc.) y a lo largo de todo el ciclo vital (de la infancia a la vejez); que garantice el acceso de todas las personas en condiciones de igualdad a los servicios esenciales; que favorezca la igualdad entre hombres y mujeres y el compromiso con las personas con discapacidad y quienes sufren riesgo de exclusión; en definitiva, que sea sensible a la diversidad y a la pluralidad.



Impulsar la creación de empleo de calidad. La necesidad de generar empleos en nuestra economía debe ser inherente a la mejora de la calidad de los mismos. Porque, siendo imprescindible elevar nuestro nivel de empleo, lo es igualmente hacer que este sea más productivo, seguro y estable. Se trata no solo de impulsar la creación de empleo, sino de reforzar el valor del trabajo como elemento esencial de las capacidades de desarrollo económico y social del país.



Modernizar la economía española, valenciana y cooperativa, favoreciendo el cambio de modelo productivo hacia otro más sostenible, competitivo y avanzado, para ganar competitividad y favorecer una renovación del tejido empresarial, en el que tengan más peso las actividades de mayor valor añadido, más innovadoras y de mayor contenido tecnológico, que incorporen más conocimiento y sean más sostenibles. Necesitamos nuevas empresas, propias de una economía avanzada basada en el conocimiento, empresas mejores y más productivas y empresas más grandes que puedan hacer frente al reto de la internacionalización, necesario en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. Nuestro potencial de crecimiento ha de descansar sobre la mejora continuada de la competitividad de las empresas, basada en producir mejores productos con más innovación y más capital humano. En todas las actividades se deben producir mejoras y todas pueden y deben seguir contribuyendo a generar valor.

Como vemos, muchos de estos objetivos, en un sentido u otro, coinciden en que para ser desarrollados hace falta un nuevo paradigma de empresa que se acerca mucho a lo que es la empresa de economía social.

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3. NUESTRA REALIDAD COOPERATIVA DE TRABAJO ASOCIADO Nuestro modelo de empresa cooperativa está en constante evolución. Los supuestos teóricos están bastante claros y nos hablan del potencial que tiene nuestro modelo cooperativo, pero en la práctica se produce un diferencial que debemos trabajar para minimizarlo. En este sentido, vamos a hacer primero un pequeño análisis de nuestra realidad cooperativa de trabajo asociado, que nos puede indicar dónde estamos para saber mejor hacia dónde tenemos que ir. El cooperativismo de trabajo asociado configura un tejido socioeconómico de importancia relevante para el conjunto de la sociedad valenciana. De hecho, la Comunitat es la tercera del Estado español con mayor implantación de este tipo de empresas y también por número de empleos. El ejercicio 2012 acabó con un total de 1.769 cooperativas de trabajo en la Comunitat (1.100 en Valencia, 490 en Alicante y 179 en Castellón). En la gráfica siguiente podemos ver la evolución anual de las cooperativas existentes en la Comunidad Valenciana en los últimos años:

Como podemos observar, la crisis nos ha afectado con la consiguiente destrucción de cooperativas y de empleo, pero pese a ello las cooperativas siguen creando empleo, y están 10 puntos por debajo de la empresa de capital en la destrucción de empleo. 

Las cooperativas siguen creando empleo:

El último año se crearon 92 cooperativas de trabajo en la Comunidad Valenciana y se generaron 390 nuevos puestos de trabajo. En la actualidad, 21.076 personas son socias y/o trabajadoras de alguna cooperativa de trabajo.

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Y, a pesar de que, como es normal, la creación de empleo anual en cooperativas se haya ralentizado durante la crisis, según datos del Ministerio de Empleo y de la EPA, puede constatarse que mientras la reducción de empleo en nuestro país fue del 17,2%, el empleo en cooperativas descendió un 9,6%. En cuanto a la Comunitat Valenciana, mientras la reducción de ocupados ha sido de un 20,9% desde 2007, en el sector cooperativo ha sido del 10,9%.



Cooperativas desaparecidas desde que empezó la crisis:

En estos cuatro últimos años ha desaparecido un total de 712 cooperativas de trabajo asociado pese a que, como decíamos antes, las cooperativas han sido y son más resistentes a la destrucción de empleo. En un pequeño análisis de los datos podemos observar que el 80% de las cooperativas desaparecidas se ha disuelto mientras que otro 20% se ha transformado en otro tipo de empresa.

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COOPERATIVAS DISUELTAS Y TRANSFORMADAS 2008-2012

PRIMARIO INDUSTRIA CONSTRUCCIÓN TRANSPORTE COMERCIO SERVICIOS TOTAL %

Total = 712

DISUELTA TRANSFORMADA 4% 6% 24% 19% 19% 9% 5% 8% 12% 12% 36% 46% 100% 100%

578 COOP

134 COOP

La desaparición de una cooperativa por disolución o transformación no deja de ser un fracaso empresarial y social. La pregunta que nos podemos formular a continuación es el porqué de este fracaso. En cierto sentido, cuando una cooperativa deja de serlo y continua con la actividad que venía realizando, en muchas ocasiones es porque realmente no tenían un espíritu cooperativo. Jose Mª de Arizmendiarreta decía: “el cooperativista no nace, se hace”. En este sentido, conocemos muchas personas que han llegado al mundo cooperativo sin un pensamiento y filosofía cooperativa y han descubierto un nuevo mundo de valores llevados a la gestión empresarial, que les ha hecho transformarse poco a poco en cooperativistas convencidos. En este ámbito hay un gran trabajo que hacer por parte de FEVECTA. Debemos trabajar mucho más para concienciar y sensibilizar a las personas que acceden al mundo cooperativo para que realmente se conviertan en prescriptores de esta fórmula empresarial. Muchas cooperativas existentes tienen diseñado, de una manera u otra, el proceso de socialización para abordar la incorporación de personas trabajadoras como socias. Desde FEVECTA debemos colaborar con las nuevas cooperativas que se crean en dicho proceso y diseñar una estrategia para lograr que estas personas que acceden al mundo cooperativo se transformen en verdaderos cooperativistas. El otro caso es el de las cooperativas que se disuelven, las que no han sido capaces de permanecer en el mercado. En los cuatro últimos años estamos hablando de 578 cooperativas que representan el 80% de las bajas cooperativas. Aquí la pregunta a responder es ¿qué podemos hacer desde FEVECTA para minimizar en la medida de lo posible estas disoluciones? No es fácil, pero creemos que desde organizaciones como FEVECTA se puede ayudar a poner en marcha acciones que pueden tener un efecto significativo para paliar esta sangría de disoluciones.

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Hay que recordar de nuevo que pese a este número de disoluciones, estamos muy por debajo del nivel de fracasos respecto de otras fórmulas empresariales. Dos tipos de actuaciones son las que habría que realizar desde FEVECTA en este sentido:  

Actuaciones de carácter empresarial para mejorar la competitividad. Actuaciones de profundización en el modelo de funcionamiento cooperativo para buscar la ventaja competitiva a través de la puesta en práctica de los principios y valores cooperativos.

4 ACTUACIONES DE CARÁCTER EMPRESARIAL PARA MEJORAR LA COMPETITIVIDAD. La recuperación del crecimiento de las Cooperativas de trabajo asociado y su sostenibilidad a medio plazo depende de que sean capaces de corregir sus desequilibrios internos y logren sentar las bases de una empresa más competitiva basada en el conocimiento. Superar esta crisis no va a ser fácil y requiere, además, que se logre una estabilización de todas las economías europeas para superar las turbulencias de los mercados de deuda y volver a crecer. Pero los factores estructurales internos de las cooperativas son fundamentales y, además, sobre ellos podemos influir para aumentar la competitividad de nuestras empresas cooperativas. FEVECTA debe favorecer mediante acciones programadas la modernización para caminar hacia la nueva economía bajo criterios de productividad y competitividad, dirigiendo nuestros esfuerzos hacia la formación, la I+D+i y la internacionalización. El modelo de la empresa cooperativa ha de ser el paradigma de la nueva economía, que no solo genera crecimiento económico con redistribución, sino también cohesión social, igualdad y más calidad de vida para las personas que trabajan en la cooperativa. La nueva economía de la que se viene hablando se basa fundamentalmente en la innovación, es sostenible e inclusiva y en ella el conocimiento asume el protagonismo. En este sentido, la economía social podría y debería ser el sector que lidere el crecimiento futuro. La crisis económica que vivimos ha puesto de manifiesto que el patrón de crecimiento de la economía valenciana, basado en el sector de la construcción y en actividades con bajo valor añadido y poco intensivas en tecnología e innovación, ha resultado frágil e insostenible. Nuestras cooperativas no han escapado a este modelo de crecimiento y por ese motivo también nos ha afectado la crisis. Por ello, nuestras cooperativas necesitan una reorientación de su especialización productiva, de forma que ganen peso aquellas actividades generadoras de mayor valor añadido. Hay que aprovechar Internet y las tecnologías de la información, que constituyen una importante fuente de innovación para recuperar la senda del crecimiento económico, aumentar la productividad y la

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eficiencia, generar empleo y potenciar la competitividad. Las claves para aumentar la productividad de nuestras cooperativas son: -

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Innovación: Hacer de la I+D+i+Diseño el elemento más esencial para el desarrollo de nuevos procesos, nuevas tecnologías y nuevos productos; Sostenibilidad medioambiental y social. Fomento del espíritu intraemprendedor para impulsar la búsqueda de nuevas oportunidades especialmente en sectores de alto valor añadido. Mejora de la competitividad. Internacionalización, ya que las empresas de cualquier sector van a trabajar de forma creciente en mercados globales y, por tanto, tienen que acometer procesos de modernización y de acceso a mercados extranjeros. Esta Internacionalizació/Globalización debe hacerse atendiendo a los principios cooperativos, en especial a su 7º principio, que habla de que las cooperativas han de atender a las comunidades locales donde residen y no se deslocalizan. Especialización, puesto que las oportunidades para la empresa valenciana y española van a localizarse en nichos de productos muy concretos, o en la participación en cadenas de producción en el ámbito europeo o mundial, donde las empresas para tener éxito deben estar altamente especializadas. Al mismo tiempo que se trabaja la especialización, esta no debe ser incompatible con las estrategias de diversificación y diferenciación de productos y servicios. Profesionalización de la gestión. Las cooperativas deben trabajar en la profesionalización de la gestión de sus empresas. En este sentido, la formación de su personal directivo cobra especial importancia para garantizar la competitividad de los proyectos cooperativos. Mejorar la productividad. Las cooperativas deben aumentar su productividad, pero garantizando una remuneración suficiente para sus socios y trabajadores y no establecer sus estrategias competitivas vía reducción de costes salariales a costa de disminuir la calidad del empleo. El plan estratégico y el plan de gestión como elementos clave en la dirección de las cooperativas.

La evidencia nos dice que aquellas economías con un mayor peso de la industria tienen empresas más internacionalizadas, innovan más y, por tanto, tienen una mejor evolución de la productividad. Por ello, resulta clave durante los próximos años fomentar el cooperativismo en el sector industrial, que invierta más en I+D+i, para impulsar un nuevo modelo de crecimiento basado en la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Necesitamos nuevas empresas cooperativas propias de una economía avanzada basada en el conocimiento, empresas mejores y más productivas y empresas más grandes que puedan hacer frente al reto de la internacionalización, necesario en un mundo cada vez más globalizado y competitivo.

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Para lograr esta renovación empresarial es preciso hacer cosas distintas de las que hemos hecho en FEVECTA hasta estos momentos y poner en marcha nuevas ideas y hacer mejor las cosas que ya hacemos, para no quedarnos atrás. Esta situación es consecuencia no solo de la crisis, sino también de un conjunto de limitaciones o deficiencias estructurales del tejido empresarial valenciano y cooperativo, caracterizado por una escasa presencia de empresas de tamaño mediano y grande, reducido peso de la industria manufacturera, baja proporción de empresas cooperativas innovadoras, lento proceso de transformación digital de nuestras cooperativas y, por último, escaso grado de internacionalización. Unas limitaciones que es necesario corregir para aprovechar todo el potencial de nuestras empresas cooperativas y que puedan contribuir a la recuperación y la creación de empleo estable y de calidad. 

PROPUESTAS A REALIZAR POR FEVECTA:

1. Establecer una estrategia de mejora de la competitividad de nuestras cooperativas a través de una política general de estímulo a la I+D+i y de la formación. Para ello hemos de acercar nuestras cooperativas a los Institutos tecnológicos y a la Universidad. 2. Estimular el emprendimiento como elemento fundamental de creación de tejido empresarial innovador y competitivo. Emprender es ante todo una actitud individual que debe incentivarse desde organizaciones como FEVECTA. Para ello, FEVECTA ha de trabajar en sembrar ya desde las etapas educativas de primaria y secundaria el espíritu emprendedor cooperativo. También hay que mantener y potenciar las relaciones con la Universidad. 3. Necesitamos cooperativas más grandes. El tamaño medio de nuestras empresas es pequeño comparándolo con la empresa media con la que competimos. Las empresas de mayor tamaño pueden emprender con mayores garantías y efectividad los procesos de inversión, especialmente en I+D+i y formación, necesarios para competir en los mercados mundiales, y generan puestos de trabajo más estables y de mayor calidad. Es vital apoyar a nuestras cooperativas en su expansión hacia el exterior, en su internacionalización, ya que constituye el motor de muchos de estos procesos de crecimiento. La base empresarial de cooperativas que exportan se ha reducido de forma ininterrumpida en los últimos años y seguimos lejos de los niveles medios valencianos, españoles y europeos. 4. En la actualidad, la participación en el mercado de cualquier empresa depende de su capacidad para realizar consorcios, asociaciones, alianzas estratégicas, colaboraciones, etc. Las cooperativas siempre se han considerado a sí mismas una red, una comunidad y siempre han considerado que es esencial que exista cooperación entre cooperativas. La intercooperación es uno de los principios que guían el movimiento cooperativo. Para favorecer el crecimiento de nuestras cooperativas debemos fomentar al máximo la intercooperación a través de múltiples actuaciones: a. Fomento decidido de las sectoriales en el seno de FEVECTA. 8

b. c. d. e.

Celebración de jornadas técnicas de cooperación empresarial. Generación de proyectos conjuntos de asistencias técnicas. Intensificación de relaciones con los Institutos tecnológicos. Creación de un espacio en la web que favorezca la intercooperación a todos los niveles.

5. La calidad del tejido empresarial empieza por las personas. Necesitamos adecuar mejor la formación de las personas socias en la cooperativa para lo que se debería realizar un plan estratégico de la formación en FEVECTA. 6. Debemos mejorar el entorno institucional y regulatorio de la economía social para legislar y favorecer el modelo de empresa cooperativa. En este sentido, FEVECTA debería apoyarse en un Consejo Asesor de cooperativas que aporte conocimiento en estos temas (No formal). 7. Eliminar las barreras administrativas mediante la definitiva modernización del Registro de Cooperativas dentro de la presente legislatura y conseguir la mayor diligencia en la convocatoria, tramitación y resolución de ayudas y subvenciones públicas destinadas a las empresas de economía social. 8. Estudiar la posibilidad de asumir desde FEVECTA servicios que actualmente se realizan desde el Registro Cooperativas. 9. La economía valenciana afronta un serio problema de financiación que supone hoy en día el principal cuello de botella para la recuperación. Una cooperativa para que sea competitiva necesita disponer de la oportuna financiación para apoyar el crecimiento. Por ello, es preciso recomponer lo antes posible el flujo de crédito a nuestras cooperativas. En materia de financiación, nuestras propuestas son: a. Negociación de convenios útiles con entidades financieras, especialmente con cooperativas de crédito. b. Negociar adecuadamente el programa de ayudas y subvenciones a la Economía social. c. Participar en los organismos que se creen para favorecer el crédito a las pymes y emprendedores. d. Caso Coop 57. e. BANCA ÉTICA (Fiare, Coop 57, etc) f. Posibilidades de crear redes de financiación. 5 PROFUNDIZAR EN EL MODELO DE FUNCIONAMIENTO COOPERATIVO PARA BUSCAR LA VENTAJA COMPETITIVA A TRAVÉS DE LA PUESTA EN PRÁCTICA DE LOS PRINCIPIOS Y VALORES COOPERATIVOS. Los principios y valores cooperativos han demostrado en la práctica que son y pueden ser un elemento favorecedor de la eficiencia empresarial. Estos valores y principios, si son interiorizados de forma adecuada por las empresas cooperativas constituyen un elemento diferencial para conseguir ventajas competitivas respecto al

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resto de las empresas. A continuación desarrollamos de qué manera los principios y valores cooperativos pueden constituir ese elemento diferenciador. Nuestra sociedad demanda, cada vez con más insistencia, que la lógica de la competencia se sustituya por la de la cooperación, que el respeto al Medio Ambiente sustituya al afán explotador de los recursos naturales y que la vida laboral de las personas se adecue mejor a sus intereses de desarrollo personal y autonomía. La cooperativa, por su estructura de propiedad colectiva y su funcionamiento democrático - un persona un voto -, es un modelo de empresa abierto a la sociedad que permite que estas demandas sean planteadas en el marco del proceso productivo y que los ciudadanos tomen el control sobre el desarrollo económico. Los hombres y mujeres de comienzos del siglo XXI aspiran a una mayor libertad, autonomía y plenitud en todos los aspectos de su vida. La nueva gestión empresarial ha de basarse en personas autónomas. La cooperativa ofrece una posibilidad para que las personas tomen el control de sus vidas laborales, introduciendo la autogestión y la democracia en el mundo del trabajo. El desarrollo local basado en unidades productivas pequeñas que cooperan horizontalmente se presenta como la vía para transformar un modelo de crecimiento económico desenfrenado que atenta contra el Medio Ambiente en otro donde se dé una relación equilibrada entre actividad económica y bienestar social. La mayoría de iniciativas cooperativas nacen y se desarrollan en el entorno local y pueden colaborar con las administraciones locales ofreciéndoles su experiencia práctica como empresas democráticas fuertemente implicadas con el tejido social de su comunidad. Existe un interés ampliamente extendido por una visión más ética y alternativa de la empresa. Las cooperativas sustituyen la lógica puramente económica de la empresa de capital, centrada en la maximización de beneficios, por una lógica socioeconómica en la que el bienestar social de trabajadores y clientes se conjuga con los objetivos comerciales de la empresa y tiene un carácter prioritario. Las cooperativas difieren fundamentalmente de la empresa de capital al regir sus relaciones empresariales, tanto externas como internas, por la lógica del beneficio mutuo más que de la explotación. Las cooperativas tratan de combinar los objetivos comerciales con los sociales y de proporcionar un puesto de trabajo más justo y humano. Las cooperativas aportan una visión de la empresa donde las personas son lo primero. Cuando las personas trabajadoras diseñan la organización de su propia empresa compartiendo riesgos y responsabilidades, la cooperativa se presenta como una unidad donde equilibrar las necesidades personales de sus miembros y las necesidades colectivas de la empresa. Las cooperativas sustituyen una lógica de la competencia por una lógica de la solidaridad y la cooperación y pueden ofrecer propiedad, control y gestión a personas excluidas del mercado laboral o que trabajan en sectores con una larga historia de 10

explotación. Las cooperativas siempre han tenido éxito en situaciones especialmente complejas que requerían un extra de «humanidad» y creatividad, donde tanto la empresa de capital como la empresa pública han fracasado. Las cooperativas ofrecen un modelo de funcionamiento para promocionar el autoempleo colectivo y el surgimiento de iniciativas empresariales. Ofrece un modelo empresarial alternativo que facilita el surgimiento de iniciativas colectivas allí donde el problema es la ausencia de capital o éste no es un elemento prioritario. Los mayores niveles de inseguridad entre los trabajadores se dan hoy en las empresas de capital, especialmente entre las multinacionales. La mayor movilidad de la empresa privada hace de ella un elemento más inseguro que la cooperativa. Los cooperativistas tienen un mayor control sobre sus puestos de trabajo. En la empresa de capital la continuidad se supedita al beneficio de unos pocos mientras que en las cooperativas la continuidad de la empresa se vincula al mantenimiento de los puestos de trabajo. La empresa de capital está considerada como un activo a vender más que como un mecanismo para proporcionar empleo a largo plazo. Las cooperativas han diseñado sistemas de funcionamiento donde la delegación democrática, el autocontrol y el trabajo en equipo son las bases de la eficacia empresarial. Jerarquías más planas y con mayor capacidad de respuesta basadas en equipos, participación y comunicación interna, intercambio más justo a través de toda la cadena de suministros, responsabilidad social e implicación son los valores nucleares del movimiento cooperativo que ahora son defendidos como prácticas positivas por parte de los teóricos de la dirección y las empresas líderes. Los teóricos de la organización empresarial señalan desde hace décadas que en la organización empresarial moderna el poder de decisión debe estar descentralizado. Las organizaciones con jerarquías piramidales propias del taylorismo han quedado obsoletas y se están transformando en otras con jerarquías más planas basadas en el trabajo en equipo, capaces de introducir dinámicas de aprendizaje continuo. Las cooperativas son una oportunidad para el aprendizaje y la educación de las personas en la práctica democrática y empresarial. La eficiencia mejora cuando se les da a las personas una mayor autonomía y responsabilidad para tomar decisiones y para utilizar sus capacidades. Una estructura gerencial democrática adecuadamente diseñada es un modelo altamente eficiente de gestionar una empresa. Proporcionando capacidad de acción, motivación y formación a sus miembros, las cooperativas pueden recurrir a la energía y capacidad de sus trabajadores en mayor medida que la empresa de capital. Los beneficios de las cooperativas se reinvierten en la empresa y en los fundamentos sociales de la empresa: sus empleados y la comunidad en la que se encuentran ubicadas. Las cooperativas dedican una gran parte de sus excedentes a reservas con el objetivo de dotar a la empresa de una solidez financiera que permita asegurar los puestos de trabajo. Por esto, y por la mayor implicación de los

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trabajadores, las cooperativas resisten mejor los tiempos de crisis, si las comparamos con las empresas de su tamaño basadas en el capital y dotadas de menor flexibilidad. La lógica interna de funcionamiento de la cooperativa no es la maximización del beneficio orientada a la remuneración del capital, sino la obtención de los excedentes suficientes para el mantenimiento de una estructura productiva competitiva y para la mejora del bienestar social de los trabajadores y clientes o usuarios. Desde este planteamiento, las cooperativas eliminan la acción especulativa que encarece productos y servicios y permiten ofrecer mayor calidad a un menor coste para los clientes. En estos inicios del siglo XXI, la persona ha recuperado la centralidad del proceso productivo. El «capital» y «la máquina», ejes de la Revolución Industrial, han sido desplazados por los elementos básicos de la Revolución Tecnológica: «el trabajo» y «los conocimientos». Las cooperativas son empresas intensivas en «trabajo» como las sociedades anónimas lo son en «capital». La cooperativa se adapta mejor que la empresa de capital al nuevo marco de desarrollo económico que prima el factor humano en la empresa. Como vemos, bien utilizados en la práctica del día a día, los valores y principios cooperativos constituyen un elemento importante de competitividad empresarial. El elemento fundamental en la empresa es la persona y una persona altamente motivada y comprometida con un proyecto empresarial compartido se convierte en el eje principal de la competitividad y eficiencia empresarial. Por este motivo, FEVECTA debe poner en marcha acciones que favorezcan que las cooperativas adecuen su modelo de funcionamiento a un verdadero modelo de funcionamiento cooperativo. 

PROPUESTAS A REALIZAR POR FEVECTA: a. Desarrollar y adaptar el modelo de funcionamiento cooperativo a la nueva realidad empresarial marcada por la crisis económica y de valores y por la profunda globalización a la que se ve sometida nuestra economía. b. Hacer una labor de difusión de nuestro modelo, utilizando las tecnologías de la información y comunicación. c. Desarrollar píldoras de conocimiento para formar a los nuevos y veteranos cooperativistas en un modelo adecuado de funcionamiento empresarial que tenga como base los principios y valores cooperativos. En este sentido, se desarrollará un curso a distancia que estará disponible a través de la web de FEVECTA. d. Formar a los prescriptores cooperativos en el modelo adecuado de funcionamiento. e. Profundizar en el desarrollo del Reglamento de Régimen Interno (RRI) como fuente de la eficacia y competitividad empresarial. f. Investigar y desarrollar modelos mixtos de funcionamiento cooperativo, Cooperativas de trabajo asociado y de servicios. g. Otras iniciativas.

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6 COOPERATIVAS UN MODELO PARA LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS PÚBLICOS En la actualidad las políticas liberales han puesto su acento en la privatización de servicios públicos. Se justifican las privatizaciones por razones de eficiencia económica. Cuando se habla de eficiencia no se hace en referencia a sistemas que respondan a principios de equidad y justicia social, sino a la maximización del beneficio o minimización de las pérdidas. La forma de privatizar servicios públicos pasa por la pérdida del control democrático de los servicios públicos: se sustituyen las garantías legales propias de la gestión sometida al Derecho público por la gestión empresarial privada, supeditada exclusivamente a la maximización del beneficio económico para la empresa, con la consiguiente inefectividad de las reclamaciones individuales y de las garantías jurídicas. El ciudadano se transforma, así, en un cliente reducido a votar cada cuatro años, un simple espectador alimentado por la publicidad incesante que le incita a consumir con la mayor libertad, liberándole de la ardua tarea de participar en la toma de decisiones sobre su propia vida y su futuro colectivo. La pérdida de calidad en la prestación del servicio y el aumento de los precios para los usuarios, las políticas indiscriminadas de disminución de costes en capital físico y humano, consecuencia de la tendencia a la consecución del lucro, hace que la mayoría de las empresas privadas proveedoras de servicios públicos bajen notablemente la calidad de las prestaciones y, paralelamente, suban el importe de las tarifas. La reducción, cuando no eliminación, de la protección medioambiental: la lógica de obtener el máximo beneficio económico para la empresa se opone a la imprescindible preservación de los valores naturales y ambientales. La disminución de puestos de trabajo, bajos salarios, desregulación laboral y galopante precarización del empleo se traduce en: tendencia a la inestabilidad laboral, recurso masivo a la contratación basura, disminución de las garantías adquiridas a través de la negociación colectiva y aumento de la vulnerabilidad laboral, movilidad geográfica indiscriminada, congelaciones salariales etc. En paralelo a este proceso, surge una nueva élite de burócratas fuertemente identificada con el sistema de valores privatizador, que ve incrementado su poder y sus retribuciones, ocupando los puestos de decisión en la jerarquía de las Administraciones Públicas. Incremento de la corrupción y del clientelismo: los extraordinarios beneficios económicos que se ponen en juego en los procesos privatizadores mediante concesiones, contratos de suministros etc., son un caldo de cultivo idóneo para el

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tráfico de influencias, la información privilegiada, las extorsiones y sobornos, cobro de comisiones, financiación ilícita de partidos políticos etc. Pero, puede haber otra forma de gestionar los servicios públicos: hacerlo a través de empresas de economía social. La Economía Social ha demostrado a lo largo del tiempo que es capaz de prestar servicios públicos de calidad (educación, dependencia, etc.) con una eficiencia de costes, profesionalidad y alta rentabilidad social. Hacia un nuevo paradigma en la prestación de los servicios públicos

En la externalización de servicios públicos se dan lógicas antagonistas: lo que gana la empresa es a costa de precarizar el servicio, dando menos al cliente/ciudadanía, o dando menos a las personas trabajadoras. Esta lógica hace que al final, la prestación del servicio público tenga un menor coste en términos económicos para la administración, pero a costa de precarizar/disminuir el empleo o de dar menos servicio a la ciudadanía. La empresa de economía social, la cooperativa, por su modelo de empresa, está en disposición de hacer converger los distintos intereses de las partes implicadas.

El modelo de empresa de economía social es el único que compagina de manera natural y hace converger dos lógicas supuestamente antagonistas: la económica y la social. Ganan los trabajadores/as = Gana la empresa = Gana el ciudadano= Gana la Administración Pública por dar una mayor calidad a un posible menor coste. 14

En un contexto de austeridad, las administraciones públicas valoran, por un lado, la flexibilidad y capacidad de adaptación que puede aportar la iniciativa empresarial privada, multiplicando así la rentabilidad de los recursos públicos invertidos para atender las necesidades de carácter social y asistencial de los ciudadanos. En el actual escenario político y económico, en el que el control del gasto público constituye uno de los objetivos prioritarios de cualquier gobierno, la optimización de estos servicios va a ser, sin duda, una oportunidad a estudiar. La incorporación de pequeñas empresas de base local en el proceso de prestación del servicio favorece tanto la innovación como la proximidad al beneficiario, e, incluso, su participación activa en el proceso, dejando de ser un mero receptor de un servicio para ser un sujeto activo de un proceso asistencial, promovido y financiado por una autoridad pública, pero gestionado por organizaciones con una fuerte vinculación con el entorno del beneficiario. Este es el caso de las pequeñas empresas de economía social que, como respuesta al nuevo escenario descrito, han sido puestas en marcha por los habitantes de muchas localidades para gestionar estos servicios de un modo participativo, sin ánimo de lucro y con una filosofía que prima a la persona y sus necesidades sobre cualquier otra consideración. 

PROPUESTAS A REALIZAR POR FEVECTA:

a. Profundizar en el modelo cooperativo para la prestación de servicios públicos. b. Diseñar estrategias de cooperación para tener la dimensión óptima para poder optar en condiciones competitivas a la prestación de servicios públicos. c. Trabajar para encontrar de forma efectiva y en la práctica del día a día acuerdos de cooperación entre el movimiento cooperativo y el sindical que permitan aliarse y no ser un freno y obstáculo para que la externalización de servicios públicos a través de empresas de economía social sea aceptada y asumida por parte de los sindicatos y la administración. d. Argumentar y convencer a las administraciones públicas, en especial las de ámbito local, de las bondades de la economía social en la prestación de servicios públicos (clausulas sociales). e. Argumentar y convencer a los partidos políticos, de las bondades de la economía social en la prestación de servicios públicos. f. Modelizar ejemplos de buenas prácticas de cooperativas que prestan servicios públicos. g. Aprovechar la oportunidad para desarrollar desde FEVECTA un laboratorio de innovación social, que permita dar respuestas a los problemas económicos y sociales desde los valores propios del cooperativismo y la economía solidaria. 7 COOPERATIVA DE DOS SOCIOS UNA OPORTUNIDAD PARA EL EMPRENDIMIENTO Desde el 1 de enero de 2013 ya se pueden crear en la Comunidad Valenciana cooperativas de trabajo integradas por dos personas. El objetivo de FEVECTA es que también en la CV esta ley sirva para estimular la creación de nuevas iniciativas de autoempleo cooperativo que, de otro modo, no surgirían ya que, en este contexto de 15

crisis, la necesidad de alcanzar un volumen de actividad suficiente para al menos tres personas frenaba muchos emprendimientos. Así, esta modificación legislativa puede favorecer que la fórmula cooperativa deje de ser una propuesta minoritaria como opción de emprendimiento. Como consecuencia de la situación económica actual, que demanda instrumentar cuantas medidas sean necesarias para favorecer en general la creación de empresas y, por tanto, de empleo, y en particular con el objetivo de crear, bajo fórmulas de autoempleo cooperativo, mayores oportunidades de empleo a los desempleados y a los jóvenes, se posibilita la constitución de cooperativas de trabajo asociado con dos socios y, en consecuencia, se adapta el régimen jurídico de aquellas cooperativas de trabajo asociado que cuenten solo con dos socios. Estamos asistiendo a un, cada vez más frecuente, número de grupos promotores que se acercan a nosotros buscando asesoramiento para poner en marcha un proyecto empresarial bajo la fórmula jurídica de cooperativa. Entre estos grupos, en ocasiones, es un problema conseguir ser tres personas para desarrollar el proyecto bajo el paraguas de la fórmula jurídica de cooperativa y entendemos que constituyendo estas cooperativas con dos socios fomentamos el cooperativismo al mismo tiempo que contribuimos a la creación de empleo. Tampoco podemos olvidar que esta posibilidad da cobertura legal a todas estas cooperativas constituidas ya hace tiempo y que, por las actuales circunstancias económicas, ven reducida su actividad y con ella su organización y los puestos de trabajo, produciéndose con ello la salida de alguna persona socia, lo que hasta esta modificación les hacía incurrir en causa de disolución en caso de que dicha circunstancia se prolongase más de un año. Desde FEVECTA debemos trabajar en hacer atractivo el modelo cooperativo a las personas emprendedoras para construir un nuevo modelo productivo y para consolidar un tejido productivo y empresarial cooperativo más competitivo. 

PROPUESTAS A REALIZAR POR FEVECTA:

a. Adaptar el modelo de funcionamiento cooperativo a las características de dos socios. b. Desarrollar un argumentario para favorecer el emprendimiento cooperativo como cooperativa de dos socios. Especialmente en ámbitos académicos, del asesoramiento empresarial y en el ámbito del desarrollo local. c. Desarrollar materiales de fomento cooperativo adaptados a la nueva realidad, dirigidos a las etapas educativas de primaria y secundaria para favorecer el espíritu emprendedor desde la escuela. d. Estudiar y desarrollar nuevos modelos de emprendimento cooperativo, vinculado con el trabajo autónomo (Coop de autónomos, coop de servicios profesionales, etc.). e. Implicar a nuestras asesorías cooperativas para impulsar el emprendimiento cooperativo. 16

f. Potenciar el emprendimiento social, la innovación social y nuevas formas de economía social. g. Estudiar la posibilidad de hacer seguimiento y acompañamiento de las cooperativas que acaban de nacer en su primer año de existencia. h. Potenciar la inclusión de cláusulas sociales en los pliegos de los concursos de la administración. i. Potenciar la implementación de la Responsabilidad Social Empresarial y la publicación de los balances sociales e informes de sostenibilidad. j. Potenciar el relevo generacional en las cooperativas.

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