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CATECISMO· CRISTIANO o
EXPOSICION DE LA DOCTRlNA DE JESUCRISTO, PRESENTA,DA A. LOS ~OlUBRES DE MUNDO. ESCltITO EN PRAN'CES rOR
EL ILLMO. Sr. Dr. D. FI¡LIX DUPANLOUP, ObiNpo de Or)eons. TIlADUCIDO y ADICIONADO CON Tr..ES CAItT.\S DEI. PADJ:,E ~ACORDAIrws: SOTIRE
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CUIHO DE JE..,UCmSTO
POR LA REDACCION DE LA REVISTA CATOLiCA
DE BARCELONA •
.. lImDELLIN. lÍEHIPRESO
rou GUTJEIWEZ IIF,lU\fAKOS. 18 '75.
CENSURA. Por encnrgo de] .l\I. l. señor don Jlli\tl do Palo.u y Soler, .Presbítero., u:octor en [uilbos derechos, Aboga(lo de los tribunales del reino, Can6ni~ go de esta santa. i~lcsia, y Vicario general Gobernador de la. ])i60e8is de ]jal'cclona por el Excelentísimo é Ilust;l'Ísimo señor doctor Jon Pa1l1aleon Monserrat y Nrwarro, Obispo de In. misma, he leido y comparado con el original la obra traducida' del idioma fmnces, en que la escribi6 el nustrí~ simo Dupanloup, Obispo "de Or10ft118, cuyo título es: El Cateci971W crürtia· no Ó exposicion de {n doct1'ina de .Tesltc'1'isto, presentada d loslto'lllbre8 de mun. do, y las Tres carta." d 'Il.njóven que, tambien en frances, escribió el R. P. Lacordaire, de la Órden de Padres Predicadores. Dos sublimes eminencias del clero fl'ances, dos firmes columnas de la verdad religiosa, dos glorias inmarcesiblcs de la Iglesia católica en nues· tras dias, son los autores de este precioso libro, Al solo ceo de los nombres: de LACOHDAIRJ.J Ir DUPAKLOUP la.te y rebosn. de alegría el coruzon de todo fiel cristiano, y a recorrer con santa avide7. las páginas del Catecismo y de las Cartas que respectivamente compusieron, queda el alma del lector ¡oun· dada, de un inefable f?ozo por ver en In. pluma del elocuentísimo Obispo de Orlcans tanta senclllez hCl'mallad¡1 con lo. sublimidad de la doctrina que expone, y tu,ntu. ele,vacion de conceptos unida. con la humildad del ilustre Restaurador do la Orden dominicana en Francia, en sus Tres cartas á 1tn jóven, El primero tuvo por objeto sacar ac su culpable indifcrencia. reli~ giosa á los hombres que todo lo subordinan y sacrifican {L los negocios del mundo en quc se hallan engolfados; el segundo se propuso preservar de IR irl'eligion é impiedad, á las euules se entregan tantos j6venes víctimas delllen'or de sus pasiones y de la corrupcion del siglo. Una y otra de es· tns obras son, mediante la divina gracia, el medio mus Ít propósito para la cOllsecucion del fin quc tOlllf>rOn por blanco úmbos autores, ¡ QuiCl'[\. el cie-lo que esta su tiel y esmerada tl'itduccion logre en España tan {eliccs resul~ -tados para Nen de la Religion y de}¡t sociedad!, .•• Ba.rcelonu, 21 de setiembre de 1801). FR, JABlE Rom, Presbítero, .T.;IXtor en Filosoffa, de la OrMn de Oarmelitas ""']"",dr¡.q. e.1.'ci(nHI~ trado.
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APROBACION. Darcclonn, veinticinco de seticmbre de mil ochocientos sef1cntn. y cin~ ca, Vista la antcriOJ' censura,· damos nuestra aprobacion pí\ru. (lue se jm~ r~'1ma el ':'._, dll qUQ se hace mérito, JUA!i DE PAI>AU Y SOLEU) Vi'caria qentral Gobllrr>""-'··".
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CATECISMO CRISTIANO. . .
" . EXPOSICHJN DE LA :DOCTRINA DE JESUaRISTO,
PRESENTADA UOS HOMBREª ni: 'MUNDO•
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Frecuentemente he encontr~do en 109 hombres d,e mfindo~ 'll0r lo que at'sñe li.. la. J:teligion, -\lit obstaéulo -considcral)le, que ¡les impide VolVel01' esta y por muchas otras vias penetra la gracia de Dios .t~Ú el fondo de,las almas y se ápodOl'ft de ellas ..¡Cui'tntos humlncs se, ven ·cuan. dia á quienes un nc~~mteoimicnto impl'cvi::;tó 1.llJa gran desgracia, un;:. gmil luz, lleg:.l. ó. reIllovcr h:1~ta cl ~folldo de su COl'.'lZOl1, y ú, quienes un golpe scel'cto y SObcl'ano] J"us convierte! TOllo ha siclo dC:'l:ttr:ligado eJi su vidn por esta cOIlJllocion 'saludable; todo ha si110 roto en el fondo desu :llm:l.; 'todos los funestos lazos hfm des:ltftdo, Uno de eitos me elocia. -eh cierta oca,'3ioii: H N o temais mis pasiones; he sido .hcrido por ~l }':1)"o: no me queda- un'l sola gót,a de s:1l1gr~ 'Cn las venas". Es~é, hornbrc se 'cngafíaba;' ~:i:\}gre le" "qn.cd:\.ba. todavÍn; per~, ef:;tc 'Y 'ot'ros "comprenden de n'l.lit vcz que DIOS 10 es todo, y que es ne(!e~a]'io servirle; 8~ persuaden de que el Cristianismo es divino, y dó qll'e solo en él Se (:ll'cilentI'a tm consuelo 'á. las desgracias 1 ü"n fem-cdio á las lJUsiones. Tú:dntt\ y cinco afios :hacc, no lo 01"¡daré "nunca, que. yo "oí exclamar sohl'c el lecho de muerte' de hn:l 'C~'pÓs'á qllcrid:\'y cristian:\.: -H ¡-Oh"! dhoI'~yonb('.i(ln, y estos hómbre::; vuelven ú. "entrar en. Rí; ~l'Cell, h'lVÓC'all"la bondad 'd(' Dio~, aúh 'mú's, slll'ge e-ú' cUós la. iden. dé comulgái', bU::;Nt11 ·én la cotnl!üiol1'd (;onsnc"lo, 'el socolTo"dc que ri~bdit:m; l)ero no conoeenh Etwul'ist.l", 'Y t;cmell COlTIllJgnr mal. I..it cbllfcsion la. oonOO(:'11 algo 'más, pero "el tJ'ibuna.1 de la, Penitencia'los ('sp'anta. Este teltl'Oi' acaba por "dcs\'aJlcccl'SC; cs'ta..u di8~
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puestos ú. todo, no les 'Cílesta mucho correr á, los 'piés de un con· fesor: stt-conciencif\ les dice que-a.lIí encontraránJa paz, el consuelo, la. luz, la. fuerza y l:l.,vida. Pero án~e~ de admitirlós tí. la ,mesa santa es menester que. sepan lo q~e van 'á ha.cel'; para ello se h;:lCC indislJensahle el instruirlos. ¿Cómo lograrlo? ¿qué ,libro vamos ú. darles que en 'poco tiempo y ~Oll poco trabajo se lo diga todo? . . _. , '" . ~. _ . Antes de venI'r tt Orleansj cuando yo esi.aba eonsngrado al grancle y éx~rao'rdin::u'io mini~te'ri~ de l!ls almas en PaJ'is, mi 8a~" to a'migo el P: Havignan y yo seNtimos Dlas de UDa: vez la ncccsid,'ld de t~llibl:o, y hast,a ens¿~yamos el hacerlo. Guardo toda'\'Ín. algunas notas de hls"quc entórices tomé-á este nn.- El pro~ )recto no pudo l'e"alizarse. La revolueion de 1848 vino á oponer~ nos una bur,l'e.'ta·; J'ero ltie, fjueda~,3 siempre el 'deseó, gúah1ado 'en el forido deJ:rii cotü"zon.·Despues de t'rasénrridoa muchos'años; dcspues de bastante estudio y bastante trabajo, porqüc yo nO Re que ningun:í de mis ól?l'as. me 111iya 'Cost,ado 'tanto tiempo, tanto cuidado y tantas consultas como este librito, pude al D.n escrJ~ bil' esta exposiciol1, corta.y sencilla} pero preeisa, y á mi 1)arc~ ... eer suficicnteincnte completa de nuestro s.ímb01o. La. he JlCcho pal'a-la'juvcntud cristiana de mi Di6cesis, pero á meaÍ(la que la redactaba yal volverla á lem' despues dp terll~iIlad\l. me aperci~ l)Í de que había veni::i"stln ya cs~ tn 'f
