UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN

Cancionero P o p u l a r de La Rioja RECOGIDO Y ANOTADO POR

JUAN ALFONSO

CARRIZO

Miembro correspondiente ¿e la Academia Argentina de Letras

TOMO

II

B U E N O S AIftES

A. BAIOCCO y Cf*. • Editóte* MCMXLII

PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE TUCUMAN

1. 2. 3. 4. 5. 6.

La Universidad de Tucumán edita las siguientes publicaciones: Boletín de la Universidad. Publicaciones del Museo de Historia Natural. Publicaciones del Laboratorio de Física. Revista del Instituto de Etnología. Informes del Departamento de Investigaciones Industriales. Boletín de Extensión Agrícola.

Además han aparecido los siguientes libros: 1914. El Tucumán Colonial, por K. Jaimes FTeyre, 135 pgs., 4 láminas. ( A g o t a d o ) . 1914. El Tucumán del Siglo XVI, por K. J a i m e s Freyre, 239 págs. ( A g o t a d o ) . 1914. Las Provincias del Norte en 1825, por el capitán Andrews, 93 págs. ( A g o t a d o ) . 1915. L'Argentine Moderne, por Pierre Denis, 124 págs. ( A g o t a d o ) . 1915. Descripción de Tucumán, por Germán Burmeister, 113 paga. ( A g o t a d o ) . 1915. CUricultura, por E. F . Schultz, 124 págs. ( A g o t a d o ) . 1915. Carta de Mr. James Tweedie 1835, vol. I , 235 págs. ( A g o l a d o ) . 1916. Historia del Descubrimiento de Tucumán, por E. Jaimes Freyre, 319 págs. ( A g o t a d o ) . 191(5. Viaje por el Río de la Plata, por Pablo Mantegazza, 260 pá«s. ( A g o t a d o ) . 191(5. Elora de la provincia de Tucumán (Gramíneas), por Miguel Lillo, 64 págs. 1910. Una nueva Universidad, por J u a n B. Terán, 216 págs. (A'gotado). 101(3. Tucumán a través de la historia, por M. Lizondo Borda, 2 vols., 580 págs. 1917. Ollnntay. versión castellana, por Miguel A. Mosai, 258 págs. ( A g o t a d o ) . 1917. Psicopatología forense, por Amador L. Lucero, 107 págs. ; 1018. Apunten de cálculo infinitesimal, por J . G. Sortheix, 658 págs. 1920. Córdoba. Tucumán, Salta y Jtijuy en 1S?6, por Edmundo "temple, 232 págB. 1925. Geografía de Tucumán. por Antonio M. Correa, 166 págs. 1927. Tesoro de catamanpieñismos, por S. A. Lafone Quevedo, 378 págs. 1927. Voces tucumanas derivadas del quichua, por M. Lizondo Borda, 400 paga. 1928. Historia de la Gobernación del Tucumán, por M. Lizondo Borda, 292 págs. 1929. Manual para el tratado de ferrocarriles, por E. F . Maury, 312 págs. XLTT láminas. 1931. Petrografías y Pictografías de Calchaquí, por Adán Quiroga, con 1 mapa y 219 figuras. 1933. Cancionero Popular de Salla, por J u a n Alfonso Carrizo, 77G págs., V I I láminas. (Agotado). 1934. Física experimental, por el doctor José Würschmidt, 1." parte, 276 págs., 7 láminas. 1935. Cancionero Popular de Jnjuy, por J u a n Alfonso Carrizo, 544 págs., V I láminas. 1935. Resultados y Problemas Modernos de la Física, por el doctor José Würschmidt. 1935. Etica y Cultura Forense, por el doctor Francisco Padilla. 1930. Gobierno del Hogar, por Clotilde Cortés de González. 1937. Apuntes de física teórica. 2.° f a s e , por el doctor José Würschmidt. 1937. Cancionero Popular de Tucumán, por J u a n Alfonso Carrizo!, tomo I de 558 págs., 4 mapas y 1 lámina; tomo I I de 600 págs. 1938. Lecciones Preliminares de Filosofía, por Manuel García Morente. (Public. N.» 227). 1938. La Hipótesis de Plante, de Broglie y los teoremas fundamentales de la propagación de la luz, por José Würschmidt. (Public. N.° 236). 1938. Tucumán Indígena, por el doctor Manuel Lizondo Borda. (Public. N.° 238). 1939. Cantares Tradicionales del Tucumán. por J u a n Alfonso Carrizo (Antología), 210 págs., prólogo del doctor Alberto Rouges y 14 dibujos a pluma de don Guillermo Buitrago. 1939. Análisis Dimensional, por P . W. Bridpman. (Public. N.° 272). 1939. Documentos Tucumanos. Actas de la Sala de Representantes, dirigida por don Alfredo Coviello, vols. I y TI, 1938 y 1939. (Public. N * 230 y 247). 1939. Documentos Argentinos. Gobierno de Alejandro Heredia, introducción y notas del doctor Manuel Lizonrlo Borda. (Public. N.° 200). 1939. Arte de la Lengua Quichua General de Indios del Perü, por J u a n de Aguilar. (Public. N." 252). ¡ 1939. La Gramática Yunga, por F . de la Carrera. (Public. N.° 2 5 Í ) . 1939. Corografía del Gran Chaco Gualamba, por Pedro l o z a n o . (Public. N.° 270). 1940. Física Experimental, p a r t e 2. a , por José Würschmidt. (Publjc. N.° 272). 1940. Documentos Tucumanos. Actas del Cabildo, introducción y notas del doctor Manuel Lizondo "Borda, vol. I y I I , 1939 y 1940. (Public. N.« 261 y ^ 7 6 ) . 1940. Mataco Grammar. ]>or R. TIunt. (Public. N.° 271). 1941. Historia del Tucumán (Siglos X V I I y X V I I I ) , por Manuel Lirondo Borda. (Public. N.° 295). 1941. ¿Qué es la lingüística?, por Benvenuto Terraeini. (Public. N.° 301). 1941. Un ejemplo de instalación humana en el Valle Calchaquí, por Romualdo Ardizone. (Public. N.« 302). F s t a s publicaciones pueden adquirirse por compra o canje, debiendo dirigirse a la Biblioteca de la Universidad de TUCUMAN (Rep. A r g e n t i n a ) , que enviará a solicitud la lista de las publicaciones existentes en cada serie. Las publicaciones que se remitan en carácter de canje deberán ser dirigidas igualmente a la Biblioteca.

UNIVERSIDAD

NACIONAL

DE

TUCUMAN

Cancionero P o p u l a r de La Rioja RECOGIDO Y ANOTADO POR

JUAN ALFONSO

CARRIZO

Miembro correspondiente de la A endemia Aríentina d« Letras

TOMO

II

B U £ N O S AIRES

A. BAIOCCO y Cía. - Eáitoie* MCMXLII

índice de Tomo II pág. 3

Romances Romancillos y Rimas Infantiles

,

17

Canciones Históricas

49

Canciones Religiosas

j

95

Declaraciones, Finezas y Juramentos ....,
t l a e e n l ft tercera estrofa de < Plores del Alma » nuestra copla así: Ahí tienes mi corazón. El que sostiene la vida, El alma no te la doy Porque esa prenda no es mía. Volviendo al romance, don Prancísco Rodríguez Marín, en Cantos Populare* Españole», N.« 187, lo t r a e a s í : Diciéndole: —Vida mía, Madre, ¿quier' usté que vaya Contigo m' he de casar, Un ratito á 1' alameda Aunque me cueste la vida. Con las niñas de Merino, Mi padre tiene un peral Que tienen buena merienda? Cargado de peras finas. Al tiempo de merendar E n la r a m i t a más alta Se perdió la más bonita; Cantaba una t o r t o l i t a ; Su padre 1' anda buscando Por la cola echaba sangre . . Calle abajo, calle arriba. Y por el pico decía: Dónde la vino á encontrar, —¡ Qué tontas son las mujeres E n una palma metida Que de los hombres se fían! Con un niño e quince años, Don Eugenio de Olavarría y Huarte, en su estudio El Folklore de Madrid, Biblioteca de las Tradiciones Españolas, T. I I , pág. 69, y don Aurelio de Llano Roza de Ampudia, en su Esfoyaza de Cantares Asturianos, N.° 1134, lo traen también. En

América

Don Ramón A. Laval, en Folklore de Carahue, pág. 63. Don Julio Vicuña Cifuentes, en Pomances Populares y Vulgares, Cancionero Popular de Salta, N.° 20. (7) Dictado por el ciego Manuel Pilar Herrera.

N.° 80.

J U A N

14

A L F O N S O

7-a CUATRO LEGUAS HE CORRIDO

Cuatro leguas he corrido, Niña, por venirte a ver. Dame un jarrito con agua Que vengo muerto de sed. (7-a)

C A R R I Z O

—No tengo jarro ni jarra Ni en qué darte de beber, Pero tengo una boquita Que es más dulce que la miel. —Yo no lo hago por el agua Ni tampoco por la miel, Lo hago por el juramento Que me hiciste antes de ayer.

Me fué dictada esta versión en Sanagasta por doña Eulogia Avayay en 1938. En

España

Don Eodolfo Gil, en BU Romancero Judeo-Español, con la noticia de que se lo canta en las bodas a s í : P o r esta calle que vo me dicen que no hay salida. Yo la tengo que pasar, aunque me cueste la vida. La vida me alargáis, lo olor me retornáis. Aparóse a la ventana cara de lindo papel. —Dadme un poco de agua, que yo me muero de sed. —No tengo t a z a ni j a r r o ni con qué daros a beber, —Dadme con vuestra boquita que es más dulce que la miel. La vida me alargáis la olor me retornáis. Por esta calle que vo echan agua, crece ruda. E s t a la pueden llamar

pág. C X V I I I , t r a e nuestro romance

la calle de las agudas. Ocho y ocho diez y seis, veinte y cuatro son cuarenta; la moza que me quere bien déjeme la puerta abierta. La vida me alargáis la olor me retornáis. Yo a vos mucho quería y no a otra amarilla; de veros día por día. La vida me alargáis la olor me retornáis. 4 H a s t a cuándo me dais penaf Vos sois blanca y no morena: Me metéis en preso y cadena. La vida me alargáis la olor me retornáis.

Don Eduardo M. Torner, en la sección Canciones y Romances en la Escuela, trae en la página 85 nuestro romance a s í : A las puertas del palacio de una señora de bien, llega un lindo caballero corriendo a todo correr. Como el oro es su cabello, como la nieve su tez; sus ojos como dos soles y su voz como la miel. —Dios os guarde, mi señora. —Caballero, a vos también. —Ofreeedme un vaso de agua, que vengo muerto de sed. — T a n fresca como la nieve, caballero, os la daré, que la cogieron mis hijas al punto de amanecer. —¡Son hermosas vuestras hijas? —Como un sol de Dios las tres. —Decidme cómo se llaman si en ello gusto tenéis. — L a mayor se llama Elena y la segunda Isabel, y la más pequeña de ellas Rosalinda la nombré.

de su libro El

Folklore

—Decid a todas que salgan que las quiero conocer. — L a mayor y la mediana al punto aquí las tendréis; —Rosalinda, caballero, ruega os la perdonéis por vergüenza y cobardía, no quiere dejarse ver, —Lindas son las dos que veo, lindas son como un clavel, pero más linda será la que no se deja ver. A las puertas del palacio de la señora de bien llegan siete caballeros siete semanas después — P r e c i n t a d m e , caballeros, yo os sabré responder. —Tres hijas como tres rosan nos han dicho que tenéis. L a más pequeña de todas sin temor nos la entreguéis, que en los palacios reales va a casarse con el rey.

En América F r a y Alfonso M. Escudero, en su Romancero Español, t r a e esto romance como recogido en Chile, bajo el numero 129. La versión chilena no difiere g r a n cosa de la española, publicada por T o r n e r .

CANCIONERO

POPULAR

DE

LA

MIOJA

15

8 LA VIRGEN Y SAN JOSÉ

La Virgen y San José Iban a una romería. La Virgen v&, t a n cansada Que caminar no podía. Cuando llegan a Belén Toda la gente dormía. —Abra las puertas, portero, A San José y a María. —Estas puertas no se abren Hasta que amanezca el día. Se fueron a guarecer A u n portalito que había. E n t r e la muía y el buey Nació el hijo de María. La mulita no coceaba Y el manso buey lo lamía. Malhaya sea t a l res Que no sufre compañía, Ni con el hijo de Dios Ni con la hermosa María. Tan pobre estaba la Virgen Que ni pañales t e n í a : Se quitó la toca blanca Que sus cabellos cubría, La hizo cuatro pedazos Y al Niñito lo envolvía. Bajó un ángel del cielo, Unos pañales t r a í a : Los unos eran de lino, Los otros de holanda fina. Volvió el ángel p a r a el cielo Cantando el Ave María.

¿ QUIEN ERES, PASTORCILLO

—¿Quién eres, pastorcillo, De dónde por acá? —Vengo en busca del ganado Que un gallito me espantó. Daba fuertes aletazos Gritando : ¡ Cristo nació ! Esto oyeron las ovejas Y se echaron a correr: E n tropilla se vinieron A Belén, a Belén. A las orillas de u n bosque, Cansado ya de buscar, Sentadito en un peñasco Triste me puse a p e n s a r : « Quién me ha dado, me ha quitado, Alegre debo cantar ». Y cantando alegremente Voy a dejar la ciudad, Que afuera hay u n sol luciente Más que el sol de libertad. —Yo soy el ángel, pastor, H a s dicho una gran v e r d a d : H a nacido el Rey del Cielo Lo debemos adorar. Esto oyeron los pastores Y se fueron a adorar. Sé sumiso y obediente Y rechaza la m a l d a d : ¡ Jesús te d a r á la gloria Con E l en la e t e r n i d a d !

Don Vicente T. Mendoza, en Romance y Corrido, transcribe la versión de Torner, Nos. 125 y 126, y luego cita versiones de nuestro Hilo de Oro, hilo i plata (Cancionero Popular de Tucumán, N.» 68), que nada tienen que ver con nuestro romance del Jarro de Agua, tan universalmente conocido en el norte argentino como el Hilo de Oro. Don Aurelio M. Espinosa, en su Folklore de California, trae nuestro romance bajo el N.» 5, así: Mañanitas, mañanitas, mañanitas de placer; así estaban las mañanas cuando te empecé a querer; así eran las mañanitas, las que contigo pasé. Socórreme un vaso de agua, que vengo mueTto de sed. —No tengo vaso ni copa ni en qué darte de beber: te la daré en mi boquita que es más dulce que la miel. —i Qué síf | Qué no? i Qué cuándo? El capitán lo mandó. Soldados somos del rey, Chatita, y ya amaneció. Ya amanece, ya amanece, ya amanece, pero no, Yo me estuviera otro rato, pero si ya amaneció. Se levantan de mañana y preguntan quién pasó; la Chatita les responde: Ya el pajarillo voló. (8) Este romance me fué dictado por doña Ricarda Nieto en Anillaco en 1938, Tiene mucha semejanza con el cantar número 696. (9) Este romance de Navidad como el anterior, me fué dictado por la señora Marquesa L., viuda de Oliva, en la ciudad de La Eioja.

ROMANCILLOS Y RIMAS INFANTILES

Que está muy bonito, P a r a mi cebada Que ya está granada, P a r a mi melón Que ya tiene flor, P a r a mi sandía Que ya está florida, P a r a mi aceituna Que ya tiene una.

10 A B C

ABC, La cartilla se pie fué P o r la calle Santa F e . No me pegue don José_ Que mañana lA t r a e r é Con u n pan francés Y una taza de café.

12 11 AGUA,

MI

DIOS

A G U A , S A N MARCOS

Agua, mi Dios, Agua, mi Dios, Que moje a los campos Y a nosotros no.

Agua, San Marcos, Rey de los charcos, P a r a mi triguito

(10) Dictada por Minina Villafañe, hija del señor inspector nacional de escuelas don Miguel N . Villafañe, en la ciudad de L a Bioja, en 1938. L a niña aprendió la rima a otras niñitas del barrio. Rodríguez Marín trae esta rima infantil, bajo el número 88, a s í ; A. B. C. L a eartiya me se fué, no m' peg' usté, maestro, que m a ñ a n a la trairé. y agrega esta noticia interesante: E n Cataluña (Maspons, 5 5 ) : A. B. C. L a pastera j a la se, si ha pa niel menjaré, si bi ha coca la deixaré, si la mare m' hi atrapa, fugiré com una r a t a , si lo meu pare ra' hi veu, fugiré como una guineu.

A. '1 mestre 'm vol pega. E. jo no vaig fer ré. I . perqué no vaig vení'I O, jo no estava bó U. no ho diguis a ningú.

En I t a l i a (Imbriani, X X V I ) : A! Te voglie vení a truvál E! Quanno márameta nu' nc' é l I! Voglie saglí'!

O! N u ' mme ricere no! U! ' N a vota sola e po' niente cchiú!

(11) Dictada por la niñita B e r t a de la Vega, de 10 años, en Anillaco, en 1938. Eodríguez Marín t r a e esta rima a s í : Agua, señor San Marcos, Bey de los áreos, PS. mi triguito, Qu' está b o n i t o ; P á mi ceba, Qu' está grana P a mi melón,

Que tiene f i ó ; P a mi sandia, Qu' está floria; P á mi aceituna, Que tiene una.

(12) Esta rima es muy conocida en toda L a costa. Eodríguez Marín la trae a s í : (Agua, Dios! ¡Agua, Dios! Que se mojen los gitanos Y nosotros nó. (N.-> 102)

(N.» 110)

20

J U A N

AL F p

N

8 O

C A

B B I

Z O

;

13

14

A L A A, A L A A

A LA RUEDA, RUEDA

A la A, a la A, Mariquita no sabe hablar, A la E, a la B, Mariquita no sabe leer. A la I, a la I, Mariquita no sabe escribir. A la O, a la O, Mariquita no sabe el reloj. A la U, a la U, Mariquita eres tú.

A la rueda, rueda De pan y canela. Toma mucho vino Para ir a la escuela. Marupé, marupé, Sentadita me quedé En un. tarro de eafé. 15 A LAS ORILLAS D E U N RIO

13-a A L A LATA, L A T E R O

A la lata, latero, A la hija del chocolatero. A la a, a la a, Mariquita no sabe hablar. A la e, a la e, Mariquita no sabe leer. A la i, a la i, Mariquita no sabe escribir. A la o, a la o, Mariquita no sabe el reloj. A la u, a la u, Mariquita eres tú.

A las orillas de un río (bis), Una doncella (bis) Bordaba pañitos de oro Para la reina (bis), En lo mejor del bordado, Le faltó seda (bis). Pasó un vendedor de seda: —¿Quién compra seda? (bis) —¿De qué color es la seda? —-Azul y blanca (bis). De tres hermanas que somos (bis), Una es casada, La otra soltera, Y yo, por mayor desgracia, Soy jardinera.

(13) Dictada por la señorita Amadora Donata Martínez, en Chilecito, en 1939, L a niña lo había aprendido en el l u g a r . (13-a) Dictada por la niña Minina Villafañe. (14) Dictada por la niñita J u a n a Mercado, en Anillaeo, en 1938. (15) Dictada por Minina Villafañe en la ciudad de La Rioja. E s una variante de la rima infantil número 16 del Cancionero Popular de Salía. Don Manuel Milá y Fontanals t r a e u n a versión catalana con el título El Marinero, a s í : A la bora de la m a r — n'hi ha tina doncella que broda d'un mocador — la flor mes bella. Quant no fon á mitx brodat — li falta seda veu vení' un bergantí y diu — « ¡oh de la vela! j Mariner bon mariner — qu'en portau sedaí •» —« De quin color la voleu — blanca o vermellaf » —4 Vermelleta la vuy yo — qu'es mes fineta, vermelleta la vuy yo — qu'es per la reyna ». —« Bntrau dintre de la ñau — triareu d'ella 7>. Quant fou dintre de la ñau — ñau feu vela. Mariné 's posa á cantar — cansó novella; ab lo cant del mariner — s'ha adormideta, ab lo soroll de la m a r — ella 's desperta, quant se desperté 's t r o b á — lluny de sa térra. « Mariner bon mariner — portaume en térra qu'els ayres de la mar — me donan p e n a » . —« Aixó si que no ho faré — qu'heu de ser meba ». « De tres germanas que son so la mes bella ». L a una es casada a b u n duc — l'atre es comtesa, y yo pobreta de mi — so m a r i n e r a ;

CANC10XEBO

POPULAS

16 A L A VIERA D E L

CAÑÓN

A la vera del . J u a n de Arona, en su Diccionario de Peruanismos, t r a e también las formas Ño, Ña v como forma arequipeña, Ñor, como tratamiento amolador dado a todo « infeliz a quien por su color, pobreza o apocamiento de espíritu no se considera digno de figurar entre los señores». (28) en 1940.

Dictada por la niñita de 12 años Marina Brizuela, en Santa Rita de Catuna,

Matero-a., adjetivo, que se aplica a la persona que acostumbra beber la infusión que se hace de yerba mate. Por lo común se aplica a la persona que bebe el mate con bombilla y no a la que usa ingerir mate cocido.

26

JUAN

A L F O N S O

C A B B I Z O

i Qué está haciendo, corderito? El zapatébido —Afilando un cuchillito. Que la queríbida —¿Para qué? Le dio un besíbido •—Para carniar una ovejita. En la paneíbida. —¿Qué te ha hecho? —Me ha robado una azuquita y yerbita —Muy bien hecho por matera. 32 29 DEBAJO LA CAMA

Debajo la cama Del tío Simón Hay un perrito Que toca el tambor. Dale que dale Con el tambor Hasta que llegue La comisión. La comisión llegará Y el perrito morirá.

EL BURRITO DE JUAN GÓMEZ

El burrito de Juan Gómez Se comió sesenta coles Con otros tantos melones. Lo llevaron a la eárcel Lo pusieron en prisiones, Y los burritos salieron Con votos y maldiciones. 33 EN FIN, EN FIN

30 DIN , DON

Din t don, Din, don. Una vaca chupina y un buey panzón.

En fin, en fin, Dijo el ehuscbín, Conforme la media Es el escarpín.

31

34

DOÑA PANCHIBIDA

ERRE MOSCATEL

Doña Panehíbida Se cortó el debido Con el cucbíbido Del zapatébido.

Erre moscatel, Porque me ves chica Me quieres j . . .

(29) Dictado por Minina Villafañe en la ciudad de La Kioja. (30) Esta rima usan las niñas de La Costa (Dto. Castro Barros y Arauco) para sortearse en sus juegos, Chupino-a, adjetivo, q»& significa rabón. Se usa en todas las provincias del Tucumán. El señor Tobías Garzón, en su Diccionario da esta notieia: « Díeese de los animales que han perdido la cola o que la tienen muy corta». Caballo chupino, paloma chupina». Esta palabra es bilingüe. De chupa, que quiere decir cola de animal en quichua (Torres Rubio) y de la terminación calificativa española ino-a. (31) Dictada por Minina Villafañe. Es rima muy común en las provincias del Tucumán; ya figura en el Cancionero Popular de Tucumán, bajo el número 52, pero esta versión es más completa. (32) Dictada por el niño Ramón Lenin Ángulo en la escuela número 8 de Villa Castelli (Dto. Sarmiento) . Seguramente se trata de un eantarcillo ajeno al lugar, quizás español, porque las coles son, sino desconocidas por el pueblo, por lo menos sumamente escasas y la expresión echar votos y maldiciones es desconocida por la gente sencilla. (33) Se usa a manera de copla refranesca, como perífrasis, para decir en fin. Chv&chín es el chingólo (zonotriehia eapensis). (34) Como la rima anterior es un refrán usado para decir ¡erre!, exclamación.

CAUCIONERO

POPULAR

35 ESTABA U N A BLANCA

PALOMA

Estaba una blanca paloma A la sombra de vm verde limón, Con las alas cortaba las ramas, Con el pico cortaba la flor. Ay, ay, ay, ¿Cuando veré a mi Dios? Me arrodillo delante mis padres, Me levanto constante, constante. (35)

BE

LA

BIOJA

27

Dame una mano, Dame la otra, Dame un besito Sobre tu boca. Daremos la media vuelta, Daremos la vuelta entera, Haciendo u n pasito atrás, Haciendo la reverencia. Pero no, pero no, pero no, Porque me da vergüenza, Pero sí, pero sí, pero sí, Porque te quiero a ti.

Dictada por la señora A l e k a D. de Villafañe en la ciudad de L a Rioja en 1938. En

E s t a b a la p á j a r a pinta sentadita en el verde limón; con el pico recoge la hoja, con la hoja recoge la flor. j Ay, mi amor t M' arrodillo a los pies do María, M' arrodillo porque os madre mía. M' arrodillo a los pies de mi hermana, M' arrodillo porque me da gana.

España Dé usté la media vuelta. Dé usté la vuelta entera. Pero nó, pero nó, pero nó, Pero nó, que me dá vergüenza. Pero sí, pero sí, pero sí, amiguita te quiero yo a ti. (E. M. 210)

Don Aurelio de Llano Roza de Ampudia lo registra en su libro Folklore Estando la p á j a r a pinta a la sombra del verde limón, con la pico recoge la rama, con la rama recoge la flor. ¡ A y ! , ¡ay! cuándo veré a mi amor ¡ a y ! , ¡ a y ! cuándo le veré yo. Salga usté a bailar, media vuelta daréis vos si la sabéis dar, En

Asturiano

así:

otra por los marineros que son como cielos, que os pondréis en mi lugar de la giraldilla, giraldé giraldilla, que no hay más giralda que la de Sevilla. (SO - 2 4 1 ) . América

En el Cancionero Popular del Niño Venezolano (1.° y 2." g r a d o s ) , publicado por el Ministerio de Educación Nacional en Caracas, 1940, figura con su música esta versión: E s t a b a la pájara pinta Sentadita en el verde limón Con el pico cortaba la hoja Con el pico cortaba la flor [Ay, dolor! Me arrodillo a los pies de mi amante Fiel y constante

Dame una mano, Dame la otra, Dame un besito Mi corazón ¡jAy, dolor! ( P á g . 19)

La señora María Cadilla de Martínez, en su libro La Poesía trae estas dos versiones: Estando la p á j a r a pinta sentadita en el verde limón, con el pico recoge la hoja, con la hoja recoge la flor, ¡Ay, mi amor, ay mi amor! Me arrodillo a los pies de mi amante, firme y constante. —Dame un abrazo. —Dame tú otro. — L a que quiero será la mejor. « E s t a b a la pájara pinta a la sombra de un verde limón; con el pico recoge la rama,

Popular

en Puerto

con la rama recoge la flor, ¡Ah, Dios! i Cuándo veré mi amorf ¡Ay, Dios! Me arrodillo a los pies de mi amante, me levanto muy fiel y constante, dame esa mano, dame esa otra, dame un besito que sea de tu boca,esta es la media vuelta, esta es la vuelta e n t e r a ; darás un pasito alante, darás un pasito a t r á s ; pero sí, pero sí, que me da vergüenza ». (Sá-2Gly262)

Mico,

28

J U A N

A L F O N S O

36

C A

B

B

I

Z

O

La mosca a la araña, La araña a la mosca.

ESTANDO LA ARAÑA

Estando el perro En su bienestar, Viene el palo Y lo va a incomodar.

Estando la araña En su bienestar, Viene la mosca Y la va a incomodar.

L a misma distinguida investigadora t r a e en su reciente libro Juegos y Canciones Infantiles de Tuerto Rico esta otra versión, que acaso es la más conocida de esta eancioncilla: Corro:

Pájara Pinta:

Corro:

« — E s t a b a la P á j a r a P i n t a sentadita en el verde limón: Con el pico recoge la hoja, con la hoja recoge la flor. ¡Ay, mi amor! ¡Ay, mi amor! —Me arrodillo a los pies de mi amanto (se arrodilla delante de una niña) firme y constante, dame ulna mano, dame la otra, demos la vuelta; dame un abrazo; dame tú otro, dame un besito de tu linda boca. La que elijo será la mejor. € — E s t a b a la P á j a r a P i n t a sentadita en su verde limón Con el pico recoge la hoja con la hoja recoge la flor, ¡Ay, mi amor! ¡Ay, mi amor! (86 - 133)

(36) Me fué dictado este curioso cantarcillo por doña Carmen Camaya en el lugarejo dicho L a P a t r i a , situado a pocas leguas al sur de Santa Bita de Catuna. En

España

E n el Cancionero de Tucumán ya dimos cuenta de otra versión de este cantar. Su estudio puede verse en el número 91 de aquel cancionero y una versión bajo el número 5645 de éste. E s t a otra forma del cantar también es española; en efecto, Fernán Caballero la t r a e a s í : La

mosca

y el

moral

« E s t a n d o la mora en su lugar, vino la mosca a hacerle mal. La mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando la mosca en su lugar, vino la araña a hacerle mal. La araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando la araña en su lugar, vino la rata a hacerle mal. La rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando la rata en su lugar, vino el gato a hacerle mal. El gato a la rata, la rata a la araña, la araña a ía mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando el gato en su lugar, vino el perro a hacerle mal. El perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando el perro en su lugar, vino el palo a hacerle mal. El palo al perro, el perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando el palo en su lugar, vino el fuego a hacerle mal. El fuego al palo, el palo al perro, el perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando el fuego en su lugar, vino el agua a hacerle mal. El agua al fuego, el fuego al palo, el palo al perro, el perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando el agua en su lugar, vino el buey a hacerle mal. El buey al agua, el agua al fuego, el fuego al palo, el palo al perro, el perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola.

CANCIONERO

POPULAR

La mosca a la araña, La araña a la mosca El palo al perro. Y el perro al palo. Estando el buey En su bienestar, Viene el cuchillito Y lo va incomodar, etc.

BE

LA

RIOJA

29

37 E S T A ES L A L L A V E D E R O M A

Esta es la llave de Roma. •—Toma. •—En Roma hay una calle, En la calle una casa,

Estando el buey en su lugar, vino el hombre a hacerle mal. El hombre al buey, el buey al agua, el agua al fuego, el fuego al Dalo, el palo al perro, el perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola. Estando el hombre en su lugar, vino la muerte a hacerle mal. La muerte al hombre, el hombre al buey, el buey al agua, el agua al fuego, el fuego al palo, el palo al perro, el perro al gato, el gato a la rata, la rata a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la mora y la mora en su moralito y sola (113 - T. X V - págin a 471) Don Marcial Valladares recogió en Santiago de Compostela esta misma composición y la transcribe en gallego, como la copió en la p á g i n a 123, del tomo IV, de la Biblioteca de las Tradiciones Españolas, de A. Machado y Alvarez. El tema parece muy antiguo y difundido en la madre patria, pues que hay una coplita gallega que responde a é l ; la recogió el citado señor Valladares en Galicia y es é s t a : Eu pedin o leite a vaca a vaca pidem 'a herba; herbiña lie pido o prado e o prado pídeme réga. (Biblioteca IV, En

41)

América

Acaso la versión más completa de las recogidas en América sea la que anotó don Higinio Vázquez Santa Ana en Fiestas y Costumbres Mexicanas, pág. 310. Digo así porque la cadena de personajes, que son agente e instrumento a su vez;, es é s t a : El Creador a San P e d r o ; San Pedro al Diablo; el Diablo a la m u e r t e ; la muerte al h e r r e r o ; el herrero al cuchillo; el cuchillo al buey; el buey al a g u a ; el agua a la lumbre; la lumbre al p a l o ;

el palo al p e r r o ; el perro al g a t o ; el gato al r a t ó n ; el ratón a la a r a ñ a ; la araña al mosquito; el mosquito al sapo; el sapo a la r a n a ; la rana va al agua y se echa a nadar.

Don Vicente T. Mendoza, en. Romance y Corrido, pág. 734, t r a e otra versión y don Ricardo Palma, en sus Tradiciones Peruanas, una otra versión peruana, véase tomo V t>aeina 176. ' y s Silvio Homero, en Cantos Populares do Brasil, trae un cantar en 12 estrofas titulado A Moura y que no es sino una versión brasileña del nuestro (341 - pág. 5 1 ) . (37) Recogí esta rima de nunca acabar, a las niñas de la escuela de Anillaco, en 1938. Es española. Don Sergio Hernández de Soto, en sus Juegos Infantiles de Extremadura, publicados en el tomo I I de la Biblioteca de las Tradiciones Españolas, trae el juego y la rima, bajo el número 44, así: La

llave

de

Roma

« Este juego se hace también con una llave. E l director la coge y dirigiéndose a el que se sienta a su lado, dándole la llave: — E s t a es la llave de S o m a

y toma.

30

J U A N

A L F O N S O

En la casa una mesa En la mesa una silla En la silla una jaula En la jaula un pájaro Y el pájaro dice: Esta es la llave de Roma. —Toma. 38 1 HEREJÍA, HEREJÍA!

¡Herejía, herejía! Don Pedro Díaz

C A

B

B

I

Z

O

Come en Mazan sandía Todito el día. 39 LA GALLINA

PAPANATA

La gallina papanata Puso un huevo en la canasta. Pin, pin, Si ella es bruja se ha de ir.

Todos van repitiendo lo dicho por el director y éste a cada vuelta que da la llave le va agregando un renglón de la fórmula del juego hasta concluir. He aquí toda la relación: — E s t a es la llave de Roma en la cama una dama, y toma. con la dama una mesa, E n Roma hay una calle, en la mesa una silla, en la calle hay una casa, en la silla una jaula, en la casa un zaguán, en la jaula un pajarito en el zaguán una cocina, que dice: en la cocina una sala, Esta es la llave de Roma en la sala una alcoba, y toma, en l a alcoba una cama, Zafra. Rodríguez Marín trae la rima bajo el número 202, a s í : E s t a es la llave de Roma, y toma, Saltó el loro. En Roma hay una calle. Saltó la jaula. E n la calle hay una casa. Saltó la mesa. En la casa hay un patio. Saltó la dama. En el patio hay una sala. Saltó la cama. E n la sala hay una alcoba. Saltó la alcoba. E n la alcoba hay una cama. Saltó la sala. E n la cama hay una dama. Saltó el patio. J u n t o a la dama una mesa. Saltó la casa. En la mesa hay una jaula. Saltó la calle. Dentro de la j a u l a un loro. Y aquí tienes a Roma, con todas BUS siete llaves. (38) E s t a rima me fué dictada en Aimogasta. (39) En el Cancionero Popular de Catamarca, bajo el número 1464, hay una versión completa de esta rima infantil española. E s t a que recogí en La Costa donde es popular ha sido modificada, al parecer recientemente, porque la expresión / Se ha de ir si es brujo! es relativamente moderna. Rodríguez Marín registra la versión a s í : « Siéntanse los niños y el que dirige el juego va tocando uno por uno los pies de los de más mientras recita los versillos de esta rima o la precedente. Al terminar se esconde el pie últimamente tocado ». Los poyitos pone cuatro, Semana' pone cinco, Ponen giievo pone seis, 'n er corra pone siete, pone uno, pone ocho, pone dos, t a p a er biscocho. pone tres, Luego agrega esta versión de Maspons: L a gallina p u r i t a n a pon un. ou cada semmana ponhi un, ponhi dos, ponhi tres, ponhi quatre, ponhi cinch, ponhi sis, ponhi set, ponhi vuyt, ponhi nou, ponhi deu, la gallina de la Seu diu qu' amagui aquest bon peu. (N.o 74)

CANCIÓN

BEO

POPDLAB

DE

LA

RIOJA

40

42

LA. N A R A N J A SE PASEA

LECHERITO CHIQUITITO

Lecherito chiquitito, Vende leche a veinticinco. Uno, dos, tres, cuatro, cinco.

La naranja se pasea De la sala al comedor. No me tires con cuchillo, Tírame con tenedor. Si no tienes tenedor, Tirame con cucharón. Si no tienes cucharón, Tírame con tu amor.

43 LE PRESENTO E S T E

LA N I Ñ A

RAMO

—Le presento este ramo. >—¿Qué trae ese ramo! —Rosa y clavel, Azahar y jazmín. —¿Qué dice la rosa? —Que es muy hermosa. —¿Qué dice el clavel? —Que es muy cruel.

41

La Al La Se

31

BUENA

niña buena cielo irá, niña mala perderá.

(40) Esta versión riojana ofrece variante con respecto a la consignada en el Cancionero Popular de Tucumán, Ñ.° 73. (41)

Dictada por Minina Villafafie en la ciudad de La Eioja.

(42) Esta rima infantil, que se usa p a r a sortearse en los juegos, fué recogida en La Costa. E s española. Don Sergio Hernández de Soto en Juegos Infantiles de Extremadura publica este juego recogido en Mérida, bajo el número 28, así: Lagarto

Pinto

< Se ponen loe niños en fila, sentados o de pie. En este último caso dan vueflta, agarrando siempre de la mano, y van diciendo en coro: — L a g a r t o Pinto "Vendió la vaca E n veinticinco, I En qué l u g a r t En Portugal, j E n qué calleja? L a moraleja, A g á r r a t e niña De mis orejas. « Al decir esto, se sueltan de las manos y se cogen de las orejas de los compañeros que están al lado. Después sigue el juego en igual forma *. Biblioteca de las Tradiciones Españolas, T. I I , pág. 171. (43) Este ovillejo, de indudable origen culto, me fué dictado en P u n t a de los Llanos (Dto. Gral. Gordillo) por don Manuel Antonio Díaz, de 70 años, natural del lugar, en 1940. Allí aprendió estos versos y muchos otros, entre ellos el que lleva el número 276 del Cancionero Popular de Tucumán. No obstante su evidente origen culto, lo incluyo porque Díaz me aseveró que en su niñez lo sabían los jóvenes. Como le hiciera notar que el común de la gente no sabe lo que quería decir compite del antepenúltimo verso, me dijo que los de su tiempo sí lo sabían. Don Apolinar Barber, mi Biblia, en lo que toca a la tradición poético-popular de Tucumán, me dictó otro ovillejo, el que figura bajo el número 279, y me aseveró lo mismo que Díaz, que en su tiempo, a mediados del siglo pasado, eran populares tales ovillejos.

32

J U A N

A L F O N S O

—¿Qué dice el azahar? —Que quita pesar. —¿ Qué dice el jazmín ? —Que es hermosísimo serafín, A quien rendido me postro. No compite con su rostro Rosa y clavel, Azahar y jazmín. 44

C A

B B

I

Z

Q

46 MAMA,

PAPA

Mamá, papá, Pepito se va P a r a Tucumán, Comiendo p a n Con azafrán. Voy aquí, voy allá, Chirunflín, chirunflán.

LOLITA CORTA PANALES

Lolita, corta pañales, De rico lienzo, de lo mejor, P a r a envolver a Rosita Que está enferma del corazón. Los médicos al curarla La hacen llorar. Los toreros le dicen: —Calla, Rosita, No llores más. 45 MADRE E H I J A V A N A MISA

Madre e hija van a misa. Madre e hija h a n de volver. Cuando vuelvan madre e hija, H a n de ser las diez y seis. (44) en 1939.

47 MAÑANA DOMINGO

—Mañana domingo Se casa Benito Con u n pajarito. —i Quién es la m a d r i n a ? —Doña Catalina Rebozo de harina. —i Quién es el padrino? —Don J u a n Botijón Cabeza i terrón, Que salta la acequia Y le cae u n montón. —íQuién golpia la caja? —131 negro jetón.

Dictado por los niños de la Escuela Nacional de Pagancillos (Dto. Gral. Lavalle)

, (45) Parece ser una adivinanza, pero los chicos de la escuela, de Chuquis (Dto. CastTO Barros) la recitan p a r a sortearse en sus juegos a s í : 1 2 3 4 Madre e hija van a misa

9 10 11 12 Cuando vuelvan madre e hija

5 6 7 8 M a d r e e hija han de volver

13 14 15 16 H a n de ser las diez y seis.

(46) E s una variante de la rima que ya figura on los cancioneros de Jujuy, N. 8 3705, y de Tucumán, Nos. 83 y 83-a. Los niños la recitan dándole el ritmo que tiene el galope del caballo. Don Constantino Cabal, en su libro El Individuo {Costumbres de Asturias), pág. 360, trae esta rima con el nombre de Fapá, mamá y refiere que se zarandea al niño y se le dice: — P a p á , mamá P o r un pimiento, Pepito me quiere pegar. por un tomate, —¿Por qué! por una toma — P o r ná. de chocolate. P o r una cosita que no vale ná, (47) Dictada por la niñita Leoncia Romero, de 7 años, en Vinchina ( H o r n o ) . Esta versión ofrece variantes con respecto a las consignadas en el Cancionero de Caiamarca, N.° 1462, y Cancionero Popular de Tucumán, N." 85. Rodríguez Marín la consigna a s í : Mañana es domingo y es día de respingo. Se casa Benito con un pajarito, í Quién es la madrina f

Doña Catalina. 4Quién es el padrino? Don J u a n de Rivera. Mal haya su c j . . que tanto lo menea.

Popular

O A N G l O N E SO

—¿Con qué lo golpea? —Con su varejón. —¿Por dónde es el golpe' P o r el callejón.

48 ME

CANSO

Me canso, Dijo el ganso. Me aburro, Dijo el burro. Me pongo el gorro, Dijo el zorro.

FO FU L A B

VE

LA

33

49 MI

GATITO

¡Mi gatito Conejito! —/Qué comiste? —La sopita de la olla. —Zapi, zape que te pillo de la cola. 50 NEGRO

FALUCHO

Negro Falucho, Revienta cartucho, Va al almacén;

L a señora María Cadílla cíe Martínez, en su libro La Poesía pág. 250, trae nuestra rima infantil a s í : —Mañana es domingo, Be casa Chiringo con una mujer que sabe coser. —iQuién e& í a m a d r i n a !

B I OJ A

Popular

en Puerto

Mico,

— S a n t a Catalina. —4 Quién es él padrino 1 —Vicente Pilón. Dale con la escoba por ser barrigón.

Don Aurelio M. Espinosa, en so estudio Folklore de California, pág. 11, N.° 16, la trae así: —Mañana, domingo, —(Quién es el padrino t se casa Benito —Don J u a n Botijón, con un borreguito. — P u e s dale que dale —tQuién es la madrina? con el varejón. —Doña Catalina. (48) E s t a rima es p a r t e de la composición infantil que figura en u n a versión más extensa en el Cancionero Popular de Salta, bajo el N.° 42. (49) E s t a rima infantil, que recogiera en Vinchina (Horno) en 1939, es española. Rodríguez Marín la trae así: Mizo gatito, pan conejito. i Qué comistef Sopitas de la olla. ¿Con qué las tapaste? Con el rabo del gato. ¡Zape, eape, zape! (N.° 4 4 ) . (50) Fué recogida en Aimogasta en 1938. El « N e g r o Falucho » o simplemente es el apodo con que se conoce al soldado de color Antonio Ruiz, guerrero de la independencia, y muerto heroicamente al lado de su bandera. No es la primera vez que el pueblo lo recuerda en sus cantares. E n el Cancionero Popular de Catamarca puede verse el que lleva el número 23, consagrado a conmemorar su muerte heroica. El historiador doctor Enrique Udaondo, en su Diccionario Biográfico Argentino, resume la historia de este noble negro a s í : « Ruiz, Antonio (« Falucho ») : «Militar. Hombre de color, natural de Buenos Aires, apodado «Falucho •». Fué liberto del vecino de esta ciudad don Antonio Euie, de quien tomó el nombre y apellido. El apodo le fué dado por sus cantaradas a causa del especial cuidado que le consagraba a su gorro de cuartel, denominado «falucho ». Ingresó al ejército en 1813 como soldado del batallón fijo de la Libertad y se halló en las batallas de Vilcapugio, Ayohuma, Chaeábuco, Maipú y campaña del Perú. Como el ejército de los Andes hacia ocho años que había partido de la República y hada meses que estaba impago, un jefe español insinuó artificiosamente a la tropa y prisioneros del Callao que la sublevación era el único medio de regresar a Buenos Aires y a Chile. Llegado el día del motín, que fué el 5 de febrero de 18S4, la bandera española fué enarbolada en el torreón «Independencia » con una salva general de los castillos. El negro € Falucho», soldado del regimiento del Río de la Plata, se resistió a tributarle honores y al 3-II

34

J U A N

Pide la yapa, No le dan; Va a la cocina, Rompe los platos, Y le echan la culpa A todos los gatos.

A L F O N S O

C A

B M I

Z

t?

51 NARIZ DE J O t E

Nariz de jote, Talón rajao, Choclos hervidos,

intimársele que lo hiciera, rompió su fusil contra el asta de la bandera española, a cuyo pie fué fusilado, gritando: ¡Viva Buenos Aires! Tan heroico ejemplo de fidelidad fué premiado así y el valiente soldado murió por sus principios después de once años de meritorios servicios a su patria, a Chile y al Perú. En vísperas de una guerra nacional en 1897, que se consideraba inminente, se resolvió erigirle un monumento al heroico mártir del Callao, simbolizando en él al mismo tiempo, a su valiente raga, grande en la guerra de la independencia y en todas las luchas por la libertad y el honor nacional. La estatua del negro «Falucho » —como popularmente se le conoce— se levantó en un triángulo de la plaga San Martín, formado por las calles Florida, Charcas y Santa Fe; actualmente se halla emplazada frente a los cuarteles de Palermo en la intersección de las calles Santa Fe y Luis María Campos ». Yapa (i), a más del significado que le da el Diccionario, tiene el de cuelga u obsequio que se hace en los almacenes o cagas de comercio al por menor de earamelos o galletitas dulces a los clientes, en especial a los niños. En los negocios de provincias y en especial de la campaña se a t r a e a la clientela dándole yapas. (51) Dictada por don Anaearsis Páez Dumaux en la ciudad de L a Rioja en 1938. L a aprendió en El Condado, lugar situado al norte y río por medio de Villa Castelli. Jote, al pajarraco carnívoro de alas negras que comunmente llamamos cuervo en Salta, Tueumán, Santiago, Catamarca y gran parte de Jujuy, le llaman jote en La Bioja y en loa departamentos del sud de Jujuy. Con el título El jote, el profesor riojano don Eugenio Giacomelli, en sus Bocetos Hiojanos, nos ofrece una interesante monografía, en la que describe este animal. Lenz, que ha estudiado con profundidad la voz desde el punto de vista lengüístico, nos da esta noticia: « J ó t e , m. i. n. vulg. de un gallinazo negro, común en la mayor p a r t e de Sudamérica, cathartes aura. Gay, Zoo!. I , 202. Cp. Molina, 451. PhiJippi Mz. 792/2. F a m . burl. o despreciofraile, clérigo (alusión al t r a j e negro). Rodríguez, 270, Zerolp. 3. Palo del jote, n. vulg. de la planta gypothamnium pinifolium. Philippi, Atacama, 60. Se usa en el Perú y, probablemente, en otros países más. El sabio profesor doctor Emiliano J. Mac Donagh da Cata interesante noticia del jote: « E l nombre de «cuervo » se aplica en la Argentina a diversas aves. Ninguna de ellas corresponde a las especies que en Europa y Norteamérica reciben el nombre de « cuervo » y , que no son buitres sino catártidos, caracterizados, entre otras cosas, porque el dedo medio y anterior es grande, como para desgarrar, mientras que el posterior es muy reducido; por ello los catártidos, a diferencia de las águilas verdaderas, no pueden levantar grandes presas y volar con ellas. (Esto va contra ciertos novelistas, Julio Verne, por ejemplo). El jote tiene la cabeza desnuda, es decir, sin plumas y, desde luego, que carece de la caráncula erguida que ostentan en la cabeza los cóndores; la cola es de extremo redondeado. El color del plumaje es negro, con un lustre azul renegrido purpúreo. En cambio, la cabeza y el cuello, que son desnudos, son de un color rojo carnoso brillante. Vive en la región andina, desde Ecuador al Cabo de Hornos, y en nuestro país, en el centro y norte, y por la región andina hasta Tierra del Fuego. También en la mesopotamia. No es un ave abundante sino más bien solitaria. Vuela muy alto y con un admirable planeo. Suele anidar bajo las rocas y los huevos son de un color blanco cremoso y están menudamente moteados en pardos-rojiso. Este ' jote ' es también llamado comúnmente ' conga' en nuestro país, y también (pero ya en los libros) «cuervo de cabeza colorada*. Su nombre científico es-, cathartes aura jota (Molina, 1782). Al otro « cuervo» no se le suele llamar tan comunmente «jote », pero sí «gallinazo », nombre más bien castizo, peruano si se quiere; y en Mendoza, « paisana > y serranamente, « palapala »; mientras en el norte de la mesopotamia, zona de influencia guaraní, « iribú ». También esta especie carece de caráncula y la cabeza desnuda, mientras que el cuello es desnudo por delante, pero es plumoso por atrás. El color es enteramente negro, tanto el plu-

CANCIONERO

Zapallo asao, Sandías verdes, Melón cálao „ ., . . eja i 3 0 . . . José Mercao.

P O r u LAR

DE

LA

'RIO

J A

35

NANITA, ÑAÑA Nanita, ñaña, Nana, nanita; j j o y . j j a c o m i e n < j 0 choclos, Mañana humitas.

maje como la piel, y tiene algo de asulaüo en, el pico, cuyo extremo es apenas más claro. La especie se reconoce porque la cola es de aspecto aproximadamente cuadrado. Su comida son los animales muertos, es decir, carroñas, aunque sean putrefactas; es famosa porque penetra hasta los sitios poblados en su afán de devorar carroñas o desperdicios. Su nido es muy rústico y se puede encontrar pobre los árboles o entre las rocas, y aún en las torres de los edificios. Se lo encuentra desde el Mío Negro hasta el norte, pero no falta en el litoral. Su nombre científico es Coragyps urubú foetens (Wíed, 1830). Queda otro cuervo o jote, el de cabeza amarilla, que se Uama «iribupirái 3, en el Chaco y Corrientes; llamado «.gallinazo blanco» en la Colonia, viviendo hasta el norte de Santa Fe, mientras se lo ha señalado en Catamaraa, y por el norte llega hasta Venezuela y las Guáyanos. Es negro renegrido, con brillos verdosos en el dorso, con la nuca azulada, la cabeza amarilla y el cuello anaranjado. Come pescados en mal estado y otras carroñas. A veces anida en los árboles huecos. Científicamente se llama cathartes urubitinga (Pelzen, 1861). Por último queda el « cuervo real» o « rey de los cuervos » o « rey de los jotes », llamado también « cóndor real •». Es un ave muy diferente, de plumaje rosado y negro; mientras la piel desnuda del cuello y la cabeza ostenta colores detonantes, anaranjados, purpúreos, rosados, amarillos. ¡Es de tamaño mayor que los « cuervos», pero menor que el cóndor verdadero, del cual, además de los colores del plumaje, se distingue por un carácter orgánico aparente, a saber, que el dedo extreno es más largo gue el interno. Se le llama « rey », porque cuando los jotes están comiendo una carroña llega éste y los expulsa furiosamente, quedándose él a sus anchas; al revés si primero está el « cuervo real », los otros «cuervos » esperan en la vecindad hasta que se harte y se vaya para arrimarse a disputar los restos. Vive desde el norte de la Argentina a partir de Tutumán y Salta Oriental, Chaco y norte de Santa Fe, hasta Méjico. Su nombre científico es sarcoramphus papa» (Liné, 1785) {116 - 4 - p á g . 4 0 ) . Choclos hervidos. Zapallo asao: Son dos platos de la cocina familiar campesina en todo El Tucumán. Los choclos hervidos han pasado a ser plato de las mesas de todo el país y hasta los extranjeros lo usan con sumo agrado. Su preparación es muy sencilla; se echan las mazorcas de maíz tierno, que es el choclo, previamente deschalado, en el puchero o bien, y este era el sistema común en Catamarca, Tucumán y Jujuy, se hacía hervir en u n a olla grande las espigas de maíz sin quitar la chala, pero con poca agua, p a r a que el cocimiento se h a g a más con el vapor que con el agua propiamente dicha. L a sal se echaba a la olla cuando ya estaban hervidos los choclos y a punto de sacarlos. El sapallo asao exige más preparación; yo he asado, según la costumbre del valle de Catamarca, que entiendo es la misma de todo El Tucumán, a s í : Se toman los zapallos (cascara dura, leñqsa) de los especiales p a r a asar y con u n serrucho o un cuchillo se divide el zapallo por l a línea ecuatorial, se le quitan las semillas y la p a r t e blanda donde ella se encuentra, dejando la pulpa del zapallo intacta. Se le polvorea sal a voluntad y se lleva las mitades al rescoldo. Se abre el descoldo, retirando las brasas y no acomoda las mitades con la boca hacia arriba y luego aquella ceniza caliente y las brasas se echan adentro; después -se le arrima bien la ceniza caliente y las brasas a las paredes del zapallo y se deja cocer. ¡ La duración del cocimiento puede ser de j u n a hora si ha habido mucho rescoldo y un poco más en caso contrario; cuando se calcula que se ha cocido, se retira del fuego, se vuelcan boca abajo las mi 1 ¡ules para quitarles la cieniza suelta que se le ha adherido a la pulpa. Echa esta última operación, que llamaríamos de limpieza, queda al descubierto una pasta más bien seca, anaranjada y que despide un vaho de agradable olor. Cuando uno le hinca el diente le dice: hocete a un lao, al huevo, porque en verdad aquello es exquisito. Suelen ser parientes muy cercanos el zapallo asao con los choclos asados, no hervidos, porque p a r a hervirlos se precisa olla y p a r a asarlos solamente se quiere que haya leñitas. Los choclos y los zapallos asados son comidas indias, comunes, al parecer, en toda América, porque hasta los pieles rojas también los comían, y así don Julio Harris Salomón en su libro Arte y Costumbres de los Pieles Bojas da noticias de estas prácticas en el capítulo X I , Modo de encender el fuego y guisar, pero hay una diferencia, ellos los comían con semilla: « Las calabazas se cocían enteras en las cenizas y se comían el fruto, incluyendo la cascara y las simientes», pág. 221. E n t r e nosotros no sucede a s í ; las cascaras suelen andar mostrando las hueyas de la cuchara y del fuego sobre los cercos o en loa canmios cercanos a las casas. (52) Ñaña. Véase su sentido en la nota de la rima número 21. Aunque el sentido de la voz huminta, humita o umita está explicado en el diccionario y eruditamente comentado en

36

J U A N

A L F O N S O

53 PADRE

C A

R

B

I

Z

O

54

MUERTO

Padre muerto Que estás en los cerros Criando los perros Tocando cencerros, La vieja en la cama Y el viejo en el suelo.

PALA-PALA PULPERO

Pala-pala pulpero Tapate con un cuero Que no te pique el guanquero.

Voces Tucumanas, del doctor Lizondo Borda, no está demás transcribir las noticias de los cocineros que en esto son perfectos maestros: « H u m i t a (común): Choclos, &4; azúcar, 10 cucharadas; harina, 4 cucharadas; leche, 1 tasa, y huevos, 6. Grasa, levadura, cebolla, tomate y pimientos. Si los choclos son chicos se preparan 24 y si son grandes bastan con 12. Deben ser muy tiernos. Se fríen en grasa abundante, 4 cebollas. 4 tomates y 4 pimientos, después se agrega el choclo rallado, sal, pimienta, nuez moscada, 4 cucharadas de azúcar y la leche; se deja cocer bien el choclo y si queda algo seco se agrega un poco más de leche; se pone en una fuente del horno, dejando que se enfríe ». « Humita en chala: Choclos, 18; grasa, 1 % cucharada; azúcar, 1 tasa, y leche, 1 tasa. Se corta los choclos, más o menos, unos tres centímetros de la parte superior que sigue al tronco, se separan las chalas con cuidado, se limpian bien los choclos y se pasan suavemente por el rallador para que la ralladura salga finita. Se fríe 1 cucharada de cebolla en la grasa caliente, después se agrega el choclo rallado, el azúcar, se sazona con sal y se mésela hasta que se haya dorado bien, luego se agrega la leche, mezclando de rato en rato para que no se queme, hasta que el choclo se cueza y quede un poco espeso. Se deja enfriar y tomando dos hojas de choclo se coloca en sentido opuesto, echándole luego en el centro dos cucharadas de posto, atando después las humitas con bis chalas que han quedado, las que se habrán cortado en tiritas de dos centímetros de ancho y anudado como si fueran una cinta para unirlas. Esta operación de envolver y atar se hará prolijamente para que el agua no entre al cocinarlas; después se echan en una cacerola con agua hirviendo, dejando q«e se cuezan por espacio de 30 minutos, más o menos, y una vez que al tocarlas se siente que el choclo se ha endurecido, se sirven en la misma chala » (11 - 276). (53) A esta rima infantil, cuyoa dos primeros versos son una parodia del Pater la oí en F a m a t i n a en 1939. Don Aurelio de Llano, en su Esfoyaza, t r a e estas dos p a r o d i a s : P a d r e nuestro, que estás en un cesto; santificado I estás enfadado 1 (N.° 1065)

Noster,

P a d r e nuestro que viene el maestro santificado que viene enfadado. (N.° 1066)

(54) L a rima infantil tiene por primer verso el primero de la letra del baile conocido con el nombre de pala-pala. L a letra de este baile y su música se registran en el Tercer Álbum Musical de don Andrés Chazarreta. Como en el Cancionero Popular de Santiago del Estero, del doctor Orestes Di Lullo, se registra esta letra en l a forma más correcta, l a tomamos de allí: 1 — Pala-pala pulpero, 2 — Chuña soltero 3 — Ampatu cajonero 4 — Hualu bombero, Cuya El La El La

traducción sería-. Pala-pala es pulpero Chuña está soltera, Sapo es cajonero Tortuga bombero,

5 — Acatanca ligero, 6 — Bala aguatero 7 — Caranchi guitarrero 8 — C'araipuca riendero. El La El La

Escarabajo ligero Bala (avispero) aguatero Caranchi guitarrero Higuana riendero. (100 - N.° 3009)

1. Papa-pala significa catharites urubú (Vieill) : Buitre de estas regiones, muy común, más conocido entre nosotros con él nombre de cuervo. El gallinazo o aura, que t r a e el Diccionario de la Academia. 2. Baile regional, poco vulgar, que suelen bailar alguno* santiagueños —no sabemos «i tucumanos. Según referencia del músico Manuel Gomes Carrillo, parece que en él se ha que-

CANCIONERO

POPULAS

LA

BIOJA

37

Mama-de-sol-té Bulevard-cachó.

55 PANCHO

DE

ÑATO

Pancho ñato se t r a g ó Un carozo y reventó.

57 ¿ Q U E ES E S T E

RUIDO?

56 I Qué es este ruido Que a n d a por aquí De noche y de día No deja dormir?

PI - T í - PI - S E M B R A

Pi-ti-pi-sembrá Cuti-ba-de-ré

rido imitar los saltos y picotazos del pala-pala mientra» devora la carroña de alguna osamenta. .. 3 . Música en dicho baile. 4. Lugar del departamento de Leales (Tucumán, primer distrito). 5 . Estación, en el mismo lugar, del Ferrocarril Central Argentino. Origen: Es muy probable que esta voz se derive de ppajlla: «Calvo o cabeza calva», como es el pala-pala, por lo cual pudo dársele el nombre, duplicando esa vos, cosa tan frecuente en el quichua. Referencia: Voz santiagueña con nuestro significado 1; y además natural del lugar ( S . Chrístensen) (170 - P a l a - p a l a ) . Guanquero. Masculino. Definición: Vos coinún en la provincia. Significado: Xylopa augusti (Lep) (T). Eimenóptero del género bombus. Es un abejón negro (la hembra) que suele hacer su nido en el interior de las cañas huecas (Arando Donax), que forman parte de los techos de los hogares campesinos. Hace, al volar, un zumbido característico. Dicen que produce miel, como otras especies que anidan en la tierra. En el Litoral llámase mangangá. 2. Parecer uno guanquero, al h a b l a r ; hacer la voz rezadora, monótona, como el zumbido del guanquero. Origen. De Huanquyru. Abeja o abejón (1) : Debe tratarse del abejón especialmente descripto por nosotros o de una especie parecida, según lo deja entender el padre Cobo. Cuanto a la vos, Mossi agrega que, por corrupción, se dice también huayrunqu. Sin embargo, ésta, en la forma huaironco (moscardón), figura hoy como aymará (en «Catálogo de las voces usuales de aymará», etc.) ; lo que significa que, si no es de este idioma, ha pasado a formar parte de él. G. Holguín trae la forma huanccoyru y Torres Bubio, huancoyru. Begionalismo. Formas catamarquenas, guanquero y huanquero: « Unos abejones negros que destruyen las paredes para hacer en ellas sus casas» (C. L a f o n e ) . Se refiere, sin duda, a nuestro himenóptero citado. 2. Voz argentina, guanquero. Significa o corresponde « al abejorro español ( S . G a r z ó n ) ; pero ello no nos consta» (170 - Guanquero). (55)

Oida en la ciudad de La Kioja.

(56) Dictada por la señorita Josefina Carmona en la ciudad de La Rioja. La niña pronunciaba el último verso en castellano y sabía la rima por tradición oral de BU ciudad n a t a l . (57) Dictada en Chuquis (Dto. Castro Barros) por María Luisa Allende, de 12 años de edad. María Luisa aprendió esta rima por tradición oral. E s t a versión ofrece variantes con respecto a la que figura bajo el número 119 del Cancionero Popular de Tucumán. En Don Alberto Sevilla, en su Cancionero — i Qué será ese ruido que pasa por aquí, que de día ni de noche nos deja dormir? -—Somos las hijas del Bey que venimos a buscar

España Popular Murciano,

N.° 85, trae esta versión:

a doña Ana, doña A n a . . . —Doña Ana no está aquí, que está en el jardín, cogiendo las flores de Mayo y de Abril.

38

J U A N

A L F O N S O

—Somos los estudiantes Que venimos a estudiar E n la capilla ardiente De la Virgen del Pilar.

C A

B

B

I

Z

Urí, urí, Tira, urí. Que salga esta niña Conmigo a pasear.

Don Sergio Hernández de Soto, en Juegos Infantiles de Extremadura, Biblioteca de las Tradiciones Españolas, T. I I I , tiene esta rima así: —¿Quién es esta gente que pasa por aquí, ni de día ni de noche me deja dormir? —Son las hijas del rey moro

pág. 101, de la

que vienen por Doña Ana. —Doña Ana no está en casa que está en el j a r d í n abriendo la rosa cenando el jazmín. En

América

L a señorita María Oadilla do Martínez, en su libro La Poesía Popular pág, 259, t r a e esta versión: —Doña Ana no está aquí que está en su vergel: abriendo la rosa, cerrando el clavel —Vamos a ver el junco y el toro, toronjil, p a r a ver a Doña Ana regando el jardín. —I Quiénes son esos estudiantes que pasan por ahí, que de día ni de noche me dejan dormir? —Somos los estudiantes que venimos a estudiar a la capillita de la Virgen del Pilar. —Vamos a ver el junco y el toro, toronjil, p a r a ver a Doña Ana cuidando el jardín,

O

en Puerto

Bico,

•—Mariquita, la de atrás, que pregunte cómo está. ¿Cómo está Doña A n a ? •—Doña A n a está mejor. —Vamos a ver el toro el toro, toronjil, p a r a ver a Doña Ana regando el jardín. —Mariquita, la de atrás, que pregunte cómo está. — | Cómo está Doña Ana, E n el tercer accidente. Vamos a ver el toro, el toro, toronjil, p a r a ver a Doña Ana, que no liega el jardín. Mariquita la de a t r á s que pregunte cómo está Cómo está Doña Ana. Doña A n a se murió.

L a misma distinguida investigadora agrega en la p á g i n a 163 de su reciente libro Juegos y Canciones Infantiles de Puerto Bico la descripción del juego y otra versión portorriqueña a s í : Doña Ana: « E s t e juego es un corro. U n a niña se designa de antemano p a r a hacer el papel de Doña Ana. Y otra p a r a hacer el papel de Mariposa. Se juega de dos m a n e r a s : La primera de ellas girando la rueda alrededor de Doña Ana y alternando ésta sus solos con. los del coro o rueda, así: Coro:

—Doña Ana no está aquí que está en su vergel cogiendo la rosa cerrando el clavel. Doña A n a : —Quiénes forman ese ruido que siento por ahí, que de día ni de noche no me deja! dormir? Coro: —Somos los estudiantes que venimos a estudiar a la capillita de la Virgen del Pilar. Niña: —4Cómo está Doña A n a ? ; Otra: —Doña Ana tiene dolor de cabeza. Coro: —Daña Ana no está aquí, etc. Niña: —jCómo está Doña A n a ? Otra: — E n el primer accidente. Así siguen preguntando por la salud de Doña Ana, en los intervalos del cantar del corro las niñas, hasta que sucesivamente contestan que Doña Ana pas& del segundo al tercer accidente y luego que se murió. Cuando esto último contesta una íniña cualquiera de las del corro, Doña Ana hace como que está muerta, tendida en el suelo. L a s demás niñas se sueltan y se agrupan a su alrededor p a r a verla y ella de pronto se lpvanta y las persigue hasta coger a una que en la repetición del juego será Doña A n a ».

CANCIONERO

POPULAS

BE

LA

MIOJA

39

58

59

¿QUE QUIERES TOMAR, RAMÓN?

¿ Q U I E N DIRÁ QUE LA CARBONERITAP

¿Qué quieres tomar, Ramón? •—Chicha con limón —Yo quiero tomar aquí Chicha con ají.

¿Quién ¿Quién ¿Quién ¿Quién

dirá dirá dirá dirá

que que que que

la carbonerita da carbón? soy casada? tengo amor?

Agrega después la melodía con la que Be canta en Puerto Eico y una otra forma de desarrollar el juego. En el Cancionero del Niño Venezolano figura con la música tradicional la siguiente versión; i h Vamos a la huerta —iQuién es esa gente Del tontoronjil, Que pasa por ahí, A ver a Doñana Que de día ni de noche Cortar el perejil. Me dejan dormirf —Doñana no está aquí Somos estudiantes Ella está en su vergel, Qua venimos a estudiar Abriendo la rosa ¡ A la Capillita Y cerrado el clavel i De la Virgen del Pilar. i ( P á g . 7) Agrega después la melodía con la que se c a n t a en P u e r t o Eico y una otra forma de desarrollar el juego. ' (58) A esta rima la recogí en Guandacol en 1940. La Chicha que suelen hacer algunos riojanos es la de uva y no la de maíz, propia de J u j u y y Salta, en especial en las regiones de estas provincias donde no ee cultiva la vid. Las bebidas nacionales de los riojanos son: el vino, que los tienen muy buenos, y l a aloj a de algarroba, cuyo uso les viene de la prehistoria. (59) La cantaban en corro las niñas de la escuela nacional de Los Palacios (Dto. General Lavalle) Este cantar conocido con el nombre de El Conde de Cabra, tiene su punto de parentesco con el de La Viudita, ya consignado en los cancioneros de Catamarca, N." 1475, y Salta, N.« 4 5 . En España Don Sergio Hernández de Soto, en su estudio Juegos Infantiles de Extremadura, t r a e el juego y dos versiones de nuestro cantarcillo así: « Se j u e g a en la misma forma y con número igual como el anterior. ( L a s jugadoras, en número impar, forman corro cogidas de la mano, quedando dentro de la rueda una niña, que es l&viuda). A medida que a n d a la rueda, van cantando: L a r u e d a : La viudita, la viudita La viuda: Yo no quiero al conde de Cabra conde dp Cabra ¡triste de m í ! la viudita se quiere casar, Yo no quiero al conde de Cabra con el conde, conde de Cabra, conde de Cabra, si no es a ti. Conde de Cabra se le dará. Abraza a una niña de las del corro, que Se suelta, volviendo a cerrarse la rueda, y siguen cantando mientras l a s dos que están dentro valsan a l compás del c a n t o : Corro: — L a hora callada mi prenda querida, gustosa a íni lado por toda la vida. Contigo sí, es contigo con quien no casaré yo. Se sueltan todas y se abrazan a la que está a su lado, la que queda sola entra en el corro. Variante —Quien dirá de la carbonerita con el conde, conde de Cabra quien dirá de la del carbón conde de Cabra de esta ciudad. quien dirá que yo soy casada Yo no quiero al conde de Cabra quien dirá que yo tengo amor. conde de Cabra, triste de mí La viudita, viudita Yo no quiero al conde de Cabra se quiere casar, conde de Cabra, sino es a ti. E s t a variante se juega en la misma forma que el anterior (Zafral, Biblioteca de Tradiciones Populares, T. I I I , pág. 93. Don Valerio Serra Boldú, en su estudio Folklore Infantil, publicado en el tomo I I de Folklore y Costumbres de España, pág. 555, t r a e también la descripción de este juego y rima con el título consagrado de El Conde de Cabra. Es exactamente igual a la primera versión de Hernández de Soto.

40

J U A N

A L F O N S O

C A

Jt E

I

Z

La viudita, la viudita, La viudita, se quiere casar Con el conde, conde, Conde de Cabra. ¡Triste de m í ! !

Yo quisiera solamente Solamente a ti.

Yo no quiero Conde de Cabra, Conde de Cabra. ¡ Triste de m í !

Quirquincho asao, Has comió locro: No me has convidao.

O

60 QUIRQUINCHO ASAO

En América La señora María C. de Martínez, en su libro Juegos y Canciones Infantiles de Puerto Rico, trae nuestro cantar bajo el título A la buena, a la buena viña, así: « La siguiente canción se canta en la rueda figurando en el centro de ella una niña. A manera de diálogo entre ésta y las demás jugadoras, se dice como sigue-, Niña del centro ¡ —4 Dónde vas carbonerito, Coro: —Si eres una niña pobre, dónde vas a hacer carbón1? ai juegas con el carbón, —A la buena, a la buena viña, Coro: vamoe juntos a la viña, a la viña del amor. a la viña del amor. ¿Me dirás si eres casada, Todas: —A la buena, a la buena viña, me dirás si tienes amor? a la viña del a m o r » . {85 - 181) Niña: — N o , señor, no soy casada, ni tampoco tengo amor, que soy una niña pobre que juega con el carbón. (60) Quirquincho asao: El quirquincho o Jcirkinchu. Voz quichua, significa nuestro armadillo o mulita. Su nombre técnico es saedius minutus (Desm.). El doctor Manuel Lizondo Borda estudia esta voz con erudición. Los paisanos del Tucumán, tanto riojanos, catamarqueños o tucumanos, como los del sur de la provincia de Buenos Airea, gustan mucho del quirquincho asado. En esta última Tegión se le llama peludo y es más grande que nuestro quirquincho común, aunque no t a n t o como el balacate o halágate o como el tatú-carreta, ambos dos habitantes de los grandes bosques de Salta y del Chaco. Nuestros campesinos del norte suelen asar los quirquinchos a s í : Después de muertos y sangrados, los abren por la panza para sacarles las entrañas, los lavan ligeramente y los salan. Abren luego un ligero hueco en medio del rescoldo —las cocinas campesinas son muy sencillas, el fuego se hace en el suelo y allí arden los tizones y hierven las ollas. En ese hoyito que se hace en medio del rescoldo se echa panza arriba el quirquincho y se le deja cocer. Al rato, según el calor, el quirquincho está asado y se come; la misma caparazón sirve de plato. E s un exquisito bocado el quirquincho así preparado, con zapallo asado. Locro: Del quichua rokro. E r a el plato naeional de Salta, Catamarca, Tucumán, L a Eioja y Santiago del E s t e r o ; hoy ya no goza de tal privanza; esta es la era del fideo, cuya preparación no exige ningún trabajo, en tanto que al maíz p a r a el locro hay que pelarlo a mano en las tacanas (morteros en quichua). Veamos cómo se lo hace: P a r a preparar un locro p a r a cinco personas, por ejemplo, se toman cuatrocientos gramos de maíz blanco pelado. E n Los Sauces a esta porción se le llama una yanuna de maía (del quichua yanuni-guisar). Se lava ligeramente esta yanuna en agua fría p a r a quitarle los restos de afrecho y se echa a la olla, en compañía de doscientos gramos de porotos y u n buen hueso gordo, p a r a substancia, o en su defecto una buena cucharada de grasa de vaca o cerdo, tres litros do agua y una cucharada de sal gruesa. Todo esto en frío se pone a hervir a fuego lento. Esto se llama parar la olla, porque antea las ollas eran de tres patas. No tener con qué parar la olla es signo de extrema pobreza. Una cocinadura es la porción de maíz que ha de echarse a la olla para el locro dei d í a ; en quichua riojano como He ha visto, se llama yanuna a la cocinadura. Cuando la olla del locro ha empezado a hervir se la desespuma. A la hora de hervir continuado se le agrega una cebolla entera y carne picada a cuchillo; (no a máquina porque ésta muele y es carne picada en trochos la necesaria). Algunos le echan un trozo grande de carne de unos doscientos gramos, más o menos, p a r a desmenuzarla después de cocido y volverlo a la olla, pero el primer modo es el ordinario. Como la olla está hirviendo de^de las ocho de la m a ñ a n a , a, eso de las once se está espesando el locro, hay que removerlo un poco y si le falta a g u a se le añade la necesaria, cuidado de que sea agua caliente, se lo prueba la sal y si todo va bien se sigue cocinando. Un poco antes de mediodía se prepara la grasa fréida. esto es, « grasa frita » (freído es participio pasivo regular del verbo freir). E s t a grasa fréida es una salsa hecha a s í : Se pone a derretir en la ollita de la grasa fréida, que está destinada p a r a eso, o en su defecto en una sartén, dos cucharadas de grasa de v a c a ; la de cerdo es d-e usanza nueva. Cuando está bien caliente se fríe en ella un buen puñado de cebolla picada, de hoja o de cabeza, junta-

CANCIONEEO

POPULAR

DE

LA

BIOJ

A

61

63

QUÍTATE, QUÍTATE

SEÑORITA, BAILE E L TUTE

Quítate, quítate, Quítate pa' allá, Tu madre no quiere, Tu padre querrá. Si te a;usta el tinto, Ponele nomás. 62 SALÍ, SAPITO, D E L A R E N A L

Salí sapito del arenal. ¿Quién te gobierna? — E l cañaveral. 62-a SALÍ,

SAPITO

Salí sapito De la quinchita, ¿Quién t e gobierna? —La quirquinchita.

41

—Señorita, baile el Tute. —Caballero, no lo sé. —Entonces ¿para qué viene? ¿ P a r a que viene al matine? —Yo me vine al matine P o r verlo bailar a usté. —Señorita, demé un besito, Que estamos los dos solitos; Le pregunto adonde vive P a r a hacerle una visita. —Yo vivo allá a la vuelta E l número no lo sé. No preciso las visitas Mocositos como usté. -—El árbol que se seca Ya no vuelve a florecer. Y a mí me gustan las chicas De quince y de diez y seis.

mente con una buena porción de ají pieante. Cuando está frita la cebolla está lista la salsa, que resulta de un lindo color y de un sabor estimulante. A mediodía el locro está listo para ser comido; se sirve y cada comensal toma la porción que le viene bien de la grasa freída, que se endurece poco a poco en la ollita donde se la guardn p a r a el día siguiente. El maíz que se ha usado siempre p a r a haier el locro fué el blanco y sólo a falta de éste, cosa poco frecuente, se ha usado el amarillo. También ba sido de usanza pelar el mate en las casas, como he dicho, en los morteros de piedra, llamados tacanas, por los naturales o en los morteros de madera, que los había horizontales y verticales, esto es, p a r a moler de sentado o parado, respectivamente. L a persona que sabe de locro distingue a í comerlo si el maíz ha sido pelado en morteros caseros o en los molinos, porque pelado en la primera forma el maíz conserva su aceite natural, en tanto que el calor del molino parece que le quitara este aceite; igual cosa ocurre con el arroz, el que se pela en las casas es m á s sabroso qué el que expende el comercio, industrializado y a . | Suelen echarle al locro a poco de empezar! a hervir n a pedazo de zapallo o de anco que, con el poroto, hace naás blando y más sabroso al maíz. Cuando se quiere se le agrega CUBTO de cerdo y chorizos al locro, pero esto no es de rúbrica. Las personas que no comen picante, echan pimentón a la fritura de la salsa en lugar del ají picante o los dos ingredientes, para dar mejor sabor y color, (61) Recogí esta rima en Aimogasta en 1938. El tinto: Es el vino tinto, más común que el vino blanco. E s voz conocida en casi t o d a la Bepública. También se le dice tintillo, seguramente desde mucho tiempo atrás, porque la terminación diminutiva ülo era común en la época colonial; hoy usamos tía. (62-a) Quinchita: Diminutivo de quincha, ya explicada por el Diccionario. Loa paisanos de las zonas llanas y secas del norte, y aún de Córdoba y Buenos Aires, en especial aquellos que no son propietarios de las tierras que ocupan o su tenencia en precaria, no hacen casa de adobe, t a n seguras como las hechas de ladrillos, sino que hacen su vivienda provisionalmente y así la construyen de quincha, que es el sistema más económico. ',... Puede verse el arte de hacer una quincha en el libro del profesor Francisco de Aparíeífcií La vivienda natural en la región serrana de Córdoba, pág. 91, y en especial en las láminas X L I X , L y L I de esa importante obra. (63) Dictada por la niña Minina Villafañe, en la ciudad de La Eioja. No he podido saber qué baile sea el llamado tute. Seguramente debe tratarse de un baile de origen francés, Don Aurelio Capmany, en su estudio El Baile y la Dama, que t r a t a de las antiguas y modernas danzas de España, no menta el tute. L a denominación matinée d a d a a la fiesta de la tarde, es un galicismo usado únicamente entre l a gente de las ciudades.

42

J U A N

A L F O N S O

64

Sí porque sí, Sí porque no, Préndale fuego Al polisón. 65 S O Y U N A N E G R A CHICOBA

Soy una negra chicoba Que vengo de famingar: Aquí traigo esta fritura Que nadie quiere comprar. Los jóvenes me disparan Y paso sin asustar. Será porque soy t a n negra Que paso de regular. 66

Subite, Bájate Hacete No des

E

M I

Z

Q

La saqué a paseo, Se me la enfermó. La puse en la cama, Se me la agravó. Cuando vino el médico, Me la recetó Unas pildoritas P a r a el corazón, A los pocos días Se me la murió. Vino la madrina, Le trajo el cajón. Y trajo el padrino Un negro crespón. Vino el carro fúnebre Y me la llevó. Dos y dos son cuatro, Cuatro y dos son seis, Seis y dos son ocho Y ocho diez y seis, ¡Anima bendita, Me arrodillo en vos!, ¡Pobre mi muñeca Que se me m u r i ó !

SI P O R Q U E SI

SUBITE

C A

ARRIBA

arriba, abajo, a un lado, trabajo.

67-a TENGO U N A MUÑECA

67 TENGO

Tengo u n a muñeca Vestidito azul, Zapatitos blancos, Bordadito en tul. La saqué a paseo, Se me la enfermó.

U N A MUÑECA

Tengo una muñeca Vestidito azul, Zapatitos blancos, Medias de algodón.

(64) Me fué dictada en la ciudad de L a Rioja. (65) E s un cantarcillo de los llamados de pregón o de pregonero porque los decían los mercaderes ambulantes para ofrecer sus vendajes. Son muy antiguos en la literatura española. Subirá, en La Tonadilla Escénica, trae en la página 48 una en la que un francés y una maja pregonan en verso sus mercancías. Es u n a tonadilla de 1774. Don Ildefonso Pereda Valdés, en su libro El Negro Bioplatense, pág. 44, t r a e alguna noticia a este respecto también. Nuestra pregonera es una negra que vende frituras. En el Cancionero Popular de Tucumán, N.° 139, hay otro cantar de pregón; el vendedor es un negro. E n el nuestro no sé qué querrán decir las palabras chicoba y famingar. (66) E s sumamente popular en toda la provincia. (67) Dictada por la señora Alcira D. de Villafañe en la ciudad de La Rioja en 1938. (67-a) Recogida en Anillaco a las niñitas de la escuela local, que la cantaban en corro. En

España

Don Alberto Sevilla, en su Cancionero Popular Murciano, N." 72, trae esta r i m a así: Todas las muñecas en el cuello lleva bajan a j u g a r ; una santa cruz, l a mía no baja, me la ha regalada que está resfria. mi abuelo Jesús Mire usté,. la tengo, La saqué a paseq vestida de azul, me se refrió, cuerpo descotado le dio un accidente con su canesú; j me se murió.

CANCIONERO

La acosté en la cama Con mucho dolor, Vino el doctor, Me la recetó Cinco pildoritas P a r a el corazón. A los cuatro días, Se me la murió. Vino la madrina, Le trajo una flor. Vino el padrino, Le trajo el cajón. Vino el coche fúnebre Y me la llevó.

POPULAB

DE

LA

SIO

J A

6 8

TINTÍN, M E D I A C A Ñ A Tintín, Tintín, ¡Tintín, ¡Tintín,

media caña, caña entera, lo que guste, lo que quiera. 69 TISTI F U E

Tisti fué Me conchabé Con Don Kamón P o r chicharrón.

Don Aurelio de Llano Roza de Ampudia, en su E&foyaza de Cantares Asturianos, t r a e esta rima así: Tengo una muñeca vestida de azul, con zapato blanco y un velo de tul. L a saqué a paseo y se constipó, la tengo en la cama con mucho dolor. Todas las muñecas salen a pasear, la mía se queda muy malita está. Llamé al señor Cura

43

N.° 1148,

y me la enterró, llevóme los cuartos y me fastidió. Dos y dos son cuatro cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho diez y seis Y ocho veinticuatro, y ocho treinta y dos, y ocho son cuarenta, y dos, cuarenta y dos. Animas benditas me arrodillo yo.

El señor Rodríguez Marín, en Cantos Populares Españoles, N.° 136, trae otra versión. María Rodríguez y Elena Fortún, en Cancionero Infantil, traen otra versión en la pág i n a 57) . En América Es sumamente conocida esta rima, tanto, que p a r a pedir cantares populares siempre d i g o : dicte usted uno de esos cantar cilios como el que dice « Tengo una m u ñ e c a . . . > L a señora María Cadilla de Martínez, en Poesía. Popular en Puerto Pico, pág. 283, t r a e esta versión parecida a las nuestras: Yo tenía una muñeca vestida de azul, con camisa blanca y su canesú. L a llevé a paseo, se me costipó ¡Virgen de los cielos! ¿Qué me hago yo? L a metí en la cama, me puse a llorar y mi madre vino, me hizo callar.

,A la media noche eila se murió. ¡Virgen de los cielos! la he perdido yo. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y oeho diez y seis, y ocho veinticuatro, y ocho treinta y dos, ¡ ánimas benditas, me arrodillo y o !

Don Ramón A. Laval, en su Folklore de Carahue, pág. 66, N.° 9, t r a e otra versión; también puede verse otras versiones argentinas en Cancionero Popular de Catamarca, N.° 1460; Cancionero Popular de Salta, N.° 3 8 ; Cancionero Popular de Tucumán, Nos. 115 y 115-a. (68) Se usa p a r a sortearse en los juegos. (69) E s t a rima recitan los niños con el ritmo del canto del benteveo (piatangus sulphuratus bolivianus), el cual pajarito tiene muchos otros nombres; a más de Tisti fué, de la rima, se lo llama Chiste fué, Cristo fué, Quitupí, Quechupay, etc.

J U A N

44

A L F O N S O

C A

M S

70 TRAIGO

COSITAS

Traigo cositas i Ay, lumbé! Para las bonitas ¡ Ay, lumbé! Para las fieras No traigo Dada i Ay, lumbé! Porque me muestran Su mala cara ¡Ay, lumbé! Traigo porotos i Ay, lumbé! Pai a los rotos.

I

Z

O

71 TRELE QUE TRELE

QUETON

Trele que trele quetón, Chupa el bombón De bosta i ratón, Muchacho meón, Perro cagón. 72 UNA, DOLÍ, TRELI,

CATOLI

Una, doli, treli, eatoli, Quili, quiletí, Cinta de oro, Pan de curu cu-cú, Dice la reina Que salgas tú.

(70) Dictado por Minina Villafañe. Es como el que lleva el número 65, un cantar de pregón. Don Vicente Galván publicó en 1774 su tonadilla Naranjera •petrimetre y extranjero, a la que hicimos alusión en la nota 65. En esa tonadilla la -maja naranjera dice: Limitas y naranjas llevo en la cesta, para los petrimetres y petrimetras, ¡ Ay, que cosa tan rica! ¡Ay, que cosa tan buena! Todos me compren, menos estos que llaman osías pobres. I Quién me compra mi hacienda?

Que es para dos señores menos estos que llaman osías pobres. Otro

pregón

I Quién me compra n a r a n j a s como melones, para las señoritas y señorones? (Subirá - I I I - 48)

El estribillo Ay, lumbé, ay lurribé hace recordar a este otro: Gnrrumé, gurrumé — que fase nubrado y quiere yové, que según Cejador es del Guineo y otros bailes y que se lo cantaba en la Mojiganga de la gitana hacia 1670, N > 446, Es parecido también a este otro estribillo: Turumbé con la turumbela — vamos bailando la tantarantela de 1702, N." 504. (71)

E s t a rima se usa para sortearse en los juegos infantiles.

(72) También p a r a sortearse en los juegos. Me fué dictada en Anillaco por las niñas de la escuela local en 1938. Don Aurelio de Llano, en su Esfoyasa, N.° 1064, trae esta r i m a : Una, dolé, tele, católe, quile, quilato, estando la reina

con su m a r a g a t o ; vino Gil, rompió un cadril ( 1 ) , cadrilín, eadilón, cuéntalas bien que las veinte san ( 2 ) .

(1) Cadril igual a cuadril. (2) « Los niños dicen la rima muy de prisa y al mismo tiempo, sobre un papel, hacen rayas correspondientes a una o dos p a l a b r a s ; luego las c a n t a n » . Rotos; Como lo define el Diccionario de la Academia en su acepción 6. a , esta voz ae usa en nuestro país como sinónimo de chileno. E s fama que los chilenos son afectos sobremanera a los porotos. El curu-cu-cü, entiendo que h a de ser u n a de esas palabras eofónicaa de uso frecuente en los cantares infantiles como: quilo, quileti, etc.

CANCIONERO

POPULAR

DE

LA

SIOJA

45

En la flor una planta, En la planta un limón, Más vale una morena Que los rayos del sol.

73 U N A , DOS, TRES

Una, dos, tres, A ti te toca Servir el té. Una, dos, tres, cuatro, A ti te toca Lavar los platos.

75 U N A SIA, D O S SIA

Una sía, dos sía, Tres sía, cuartana, Olor de manzana, Verruga en la tez. Contigo, sandía. ¿Qué manda el marquést —Que tienda la mesa, Que ya son las diez.

74 UNA PALOMA BLANCA

Una paloma blanca, Que del cielo bajó, Con sus alas doradas Y en el pico una flor.

(73) E s también una rima que usan los niños para sortearse en los juegos. Me la dict a r o n en la ciudad de L a Kioja. (74) Dictada por la niñita Gumersinda Carrizo en la escuela de Alpasinehe (Dto. Pelagio B . L u n a ) . (75) L a oí a los niños de la escuela de Anillaco. En este como en los otroB casos que recogí algún cantar a los niños de las escuelas, tuve en cuenta que el cantar fuera tradicional. Casi todos lo son porque en las escuelas de la campaña no se les enseña cantos a los niños; los que éstos entonan son aprendidos en sus casas a sus padres o hermanos mayores. En

España

Rodríguez Marín la t r a e a s í : Unina, dosina, tresina, cuartana, color de manzana, churripa la pe una, dos 7 tres. (N.o 78) Don Aurelio de Llano, en su Esfoyasa,

la trae a s í :

Unilla, dosilla, tresilla, cuartana, color de manzana.

Curuca la pera, dale, dule, zis, zas, la molinera, que fuera estás. (N.« 1072) En

Don Eamón A. Laval, en su Folklore

América

de Caráhue, pág. 74, la t r a e a s í :

TJnilla, - — dosilla, tresilla, — g u a t a n a (1) color — de manzana, verruga — la tez, contigo — son diez. ( 1 ) L a guatana es la soga o tiento que sirve para atar. E s voz quichua, viene de guatay, que es atar, y na, que es partícula instrumental equivalente a lo que sirve para; así guatana es lo que sirve para atar. E n el Cancionero Popular de Cata-marca, bajo el N.° 1455, hay dos versiones de esta rima.

46

J U A N

A L F O N S O

C A

E

B I

76

Z

O

78

U N . DON, DIN

Un, don, din, De la poli-poli-tana. Un cañón Que pasaba por España, Niño, ven aquí. —No quiero venir, Un, don, din.

UNO, DOS, TREs Uno, dos, tres, Tras el rengo un conocido, Tras el conocido un dragón, Eras del dragón El dueño de mi corazón. 79 VENDO

77

CEBOLLA

Vendo cebolla, Papa araucana, Una bolsa de trigo, Mi prima Juliana, Y muchos saludos De taita y de mama.

Uno, Dos, Tres, Cojo es.

(76) E s rima p a r a contar y sortearse en los juegos. Me fué dictada en Sanagasta (Villa Bustos). (77) E s t a rima dicen los niños a compás de los movimientos defectuosos que hacen ciertos rengos. Rodríguez Marín la t r a e así: Una dos tres capo es. (N.° 154) (78) E s rima p a r a sortearse. (79) Este cantarcillo me fué dictado por u n joven en Villa Castelli (Dto. L a Madrid) en 1939. El cantar es indudablemente chileno; quizás de Copiapó, que mantenía un activo comercio con el oeste riojano. P a r a los del norte de Chile la papa araucana debe ser como lo es la papa Mar del Plata p a r a los del norte argentino, una p a p a buena, sana y de buen gusto. Taita: Padre, como lo da el Diccionario. E n t r e nosotros en el norte del país decimos tata; taita solamente usamos p a r a significar matón, j e f e o caudillo. Con este último sentido ha ido del sud, de Buenos Aires. La gente vieja del Norte usa siempre tata, que en aimara significa padre y así dicen tata Dios y tata cura p a r a aludir con cariñoso respeto a Dios y al cura. Supongo como Lenz que esta palabra como mama y como papa son connaturales del hombre, vienen con él. El niño dice tata, mama y papa de cualquier país que «ea. Mama: E s como dice el Diccionario; madre. E s t a costumbre de decir mama a la madre se va olvidando ya en el norte argentino. Antes aún los mayores decían mama, como decían tata al p a d r e ; ahora los niños dicen mamá y papá y los más niños, los de la última generación ya dicen papi y mami. Respecto a cómo debe usarse la voz si mama, como decíamos los mayores de tierra adentro, o si mamá, como se usa ahora, veamos esta noticia de don Rufino J . Cuervo en sus Apuntaciones Críticas Sobre el Lenguaje Bogotano: « M a m a , por madre, es la voz castellana antigua y castiza; la corte francesa puso de moda a principos del siglo X V I I I el decir mamá, lo que no fué aceptado por la Academia hasta Ja 5." edición del Diccionario ( 1 8 0 3 ) ; por manera que yerran los editores modernos que ponen lo último en las obras de Quevedo y otros de su tiempo. E n la edición dicha omitió injustamente la Academia la forma nacional, que reapareció cómo andalucismo en la 11. a y 1 2 ; en la 13-a está resuelto el punto como debe estarlo. jQué dirá mi señor padre, Pero comoj amor es niño, y la mi señora mama, y los niños nunca callan, en viendo hijo tan bravo, : sacamos por los georgeos manco y con pierna lisiada*? quien es a quien dice mama. {La estafeta de Madrid, pág. 35. Impresa al fin de L'oracle de la poesie italienne, et espagnole, P a r í s 1653) {Tirso, Amar por señas, acto I I , esc. X )

CANCIONERO

80 YA VIENE LA BALA

Ya viene la bala P o r bajo del puente, Matando las viejas, Dejando la gente. 81 Y O SOY

BOTIJÓN

Yo soy Botijón Cabeza i terrón, Mato hombres de pelo en pecho Y gigantes de un guantón.

POPULAS,

DE

LA

B10JA

47

Vamos tirando-lará Hacia la plaza-lará Y allá en la plaza-lará H a y un clarín. El clarín canta-lará Mi pecho llora-lará Adiós señora-lará No vuelvo más. E n las montañas-lará Mi hermana es monja-lará Y es religiosa-lará 'n la fe de Dios.

82 Y O SOY S A N T A

ISABEL

Yo soy Santa Isabel, Soy la del cabello fino, Yo soy la que p a r t o el pan Y soy la que doy el vino. Aquí les presento yo El cuerpo santo y divino. 83 YO TENGO U N

Yo tengo un eoche-lará Con cuatro ruedas-lará Y una tirilla-lará P a r a tirar.

83-a Y O T E N I A U N COCHE, RE R E

Yo tenía un coche, re ré Con cuatro ruedas r a r á Y u n a tirina, ra, rá Para tirar.

COCHE

Vamos tirando, ro r ó H a s t a la plaza, r a r á Porque en la plaza, r a rá H a y un clarín.

(80) Muy común entre los niños y mozos de L a Rioja. (81) El sonido i que reemplaza a la de prepositiva, es de tiso común en el noroeste argentino. Su área de dispersión sería todo el Tucumán. Al sud de Córdoba, y en especial en la provincia de Buenos Aires, se nsa el sonido e, y así mientras jsn el norte decimos lacro i trigo por locro de trigo, los de aud dicen bota c potro por bota dt potro, bota de cuero de potro. Usamos la i en lugar de la i; paTa no confundir l a función prepositiva con la conjuntiva. (82) Dictada en Anillaco por la señorita Ruperta Mercado en 1938. (83)- Dictada por Minina Villafañe en la ciudad de L a Rioja. (83-a) Dictada poT doña Leocadia V. de Eeinoso en Aminga en 1940. Repárese que a la palabra tirilla del tercer verso de la versión número 83 se ha substituido en la versión número 83-a con la palabra tirina. La palabra ha sido quichuizada porque a la radical tiri le han agregado la partícula quichua na que, como vimos al t r a t a r de guatana en la nota a la rima número 75, na es partícula instrumental y quiere decir lo que sirve para. Luego tirina es voz bilingüe que quiere decir para tirar. E l cuarto verso de la versión número 83-a, al repetir la idea hace redundancia. Damos esta etimología porque no creo que provenga de la voz quichua ttirana, que significa tenazas para arrancar algo (Torres Rubio y G. Holguín). Este fenómeno lingüístico es frecuente y así he oído las siguientes voces castellanas qnichizadas: Atauna igual a ataúd y na igual lo que sirve p a r a el ataúd, p a r a llevarlo a pulso. Saltana igual saltar y na igual lo que sirve para saltar, las piedras que se ponen p a r a vadear los arroyos y acequias anchas y de poco cauce. Mudana, voz visada en L a Rioja y que sirve p a r a designar la p a r t i j a o boea de las acequias de riego. Como su nombre lo indica, sirvo p a r a mudar el rumbo del agua. Si se ha regado el surco A y se quiere regar el surco B , se cierra la mudana del surco A y se abre la mudaría del surco B.

J U A N

48

A L F O N S O

Que canta y llora en mi pecho. Adiós, señora, que ya me voy. En las montañas, ra rá En las montañas, ra r á ; Son religiosos, ro ró Y aman a Dios. (84)

C A

B

B

1 Z

O

84 ZAPATERO REMENDERO

Zapatero remendero, Me cosistea el aujero, Que tenía en el talón, Pin pon, pollo cagón.

Rodríguez Marín trae esta rima así: Zapatero remendero come tripas de carnero cómelas tú, que yo no las quiero. (N.o 151)

El investigador de las canciones populares gallegas don José Pérez Ballesteros, en su estudio Juegos de Niños, apunta nuestra rima casi sin variantes con respecto a la versión de Rodríguez Marín. La encontró en La Coruña y la publicó en el tomo IV de la Biblioteca de la» Tradiciones Españolas, pág. 157, N.° 15.

CANCIONES HISTÓRICAS

85 RELIGIÓN O MUERTE « Religión o Muerte •» — Vidalita Dice tu pendón; Tú .Bobas y A/atas: — Vidalita Es tu religión.

No tienes sistema, — V. Vándalo infernal, No eres unitario — V. Ni eres federal. De padres e hijos, — V. Esposos y hermanos Has formado presa, — V. .«Tigre de Los Llanos».

(85) Esta versión de la célebre canción conocida en las crónicas riojanas con el nombre de Vidalita, de del Moral, me fué dada por la profesora señorita Rosario Vera Peñaloza en 1930. I Respecto a sn posible origen, veamos lo que dice el teniente coronel don Marcelino Reyes en su Bosquejo Histórico de la Provincia de La Moja. Golocamos su opinión en primer término por tratarse de un historiador de La Rioja: € En septiembre de 1827 era nombrado gobernador y capitán general de la provincia de La 'Rioja el señor José Patricio del Moral, el mismo que años después, disgustado con Quiroga, le compuso una vidalita (1) que fué muy popularizada en aquella época y cuya letra y música aun se recuerda entre las masas •». «Respecto de la actitud que asumió del Moral para con Quiroga, después de haber sido uno de los hombres de confianza del caudillo, el señor Sarmiento (don Domingo Faustino), en el tomo VII, pág. 117 de sus obras, la explica de la siguiente manera: «El Gobernador Moral fué quien sugirió a Quiroga la idea de pasar una cuenta al gobernador Borrego de $ 18.000. para que le abonase los costos de la expedición a Tucumán-, Dorrego se apresuró a satisfacer tan justa demanda. Esta suma se la repartieron entre él y Moral. Años después en Sar\ Juan te daba 700 azotes a este mismo Moral en castigo de su ingratitud ». (1)

Óigase: Dice Reyes en su nota al nuevo Tirteo de la época:

« Marchemos, marchemos no seamos tan viles; vamos a matar al tigre de Atiles ». « ¡Religión o muerte! dice tu pendón.

Saqueas y matas y es tu religión ». hijos, esposos y hermanos, has formado presa Tigre de los Llanos! * De padres e

Y agrega: «Estas estrofas, que irritaron tanto a Quiroga, decidiéndole a tomar contra su autor la atroz venganza, fueron compuestos en la época que el caudillo se encontraba expatriado en Buenos Aires, a consecuencia de la derrota que sufrió en y que el maistro ee";!>a ausente para mayor confusión,

7 Llevaba por compañero a su secretario Ortiz y apuraba la galera en aquel viaje infeliz.

17 Sufre una horrible agonía al prever una parada, y grita |traigan caballos! con voz angustiada.

8 A pocas horas de andar en un arroyo fangoso, se le agarró la galera, y allí se puso penoso.

18 Causaba asombro de ver en este hombre tan terrible, ese extraño sobresalto donde el miedo era visible.

9 Acude el maestro de posta, mas no pudiendo salir, al maistro mismo, Quiroga, a las varas lo hizo uñir.

Después que dice, viendo —€ Si salgo no temo por

10 Al fin pudieron zafar, y como una exhalación cruzaba el coche la pampa, sin hallar interrupción.

20 Al pasar el Rio Tercero todos los gauchos acuden, a ver a ese hombre famoso, tal vez que en alg • le ayuden.

11 A cada posta que llega, pregunta muy afligido; la hora que ha pasado un chasqui de Buenos Aires venido.

21 De allí lo hicieron pasar casi alzando la galera, por último, llega a Córdoba, donde Eeinafé lo espera.

12 Le contestan que hará una hora, entonces, con duro acento, ¡ caballos, les pega el grito, sin pérdida de momento!

22 Estando en la posta ya, pidiendo a gritos, caballos, ha llegado Eeinafé, solícito a saludarlo.

13 Y su marcha continúa, mas quiso también el cielo, molestar a ese bandido que habia ensangrentado el suelo.

23 Quiroga a las nueve y media había a este punto llegado, no encontró caballos pronto por su arribo inesperado.

14 Durante tres días seguidos le hace llover permanente; se pone el camino horrible convertido en un torrente.

24 Muy amable Eeinafé lo invitaba atentamente: —«Pase en la ciudad la noche lo atenderé dignamente».

19 logran marchaT para atrás: de Santa Fe lo demás ».

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J U A N - A L F O N S O

C A B M I Z O 8

7

Roque Junco y Pablo Junco: Ellos fueron los bomberos. Como eran tan advertidos, Ahí iban junto con ellos.

En ese « Guase » « Los Márquez » Les demoran el auxilio, Dándole tiempo a los gauchos Que se hallen bien prevenidos.

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28

Pero el salvaje Quiroga, sin ninguna educación, dice: « ¡Caballos preciso! para mejor atención ».

Al fin Quiroga llegó, a Tucumán y Santiago, Arregló todas las cosas y emprende su viaje aciago.

26 Viéndose así Eeinafé por este hombre, despreciado, se regresó a la ciudad enteramente humillado.

29 ¡A Córdoba! pega el grito, y los postillones tiran, resuenan los latigazos y los caballos se estiran.

27

30

Le llevaron los caballos a las doce de la noche, hora en que siguió su viaje con Ortiz dentro del coche.

Quiroga lo sabe todo, hasta el peligro salvado, sabe el gTande que le eBpera del enemigo burlado. 2.»

Parte

31

Mientras tanto Eeinafé le prepara los puñales, que habían des acabar con él en desiertas o ^ ¿ a ( j e s 32 Proponen los Eeinafé, como hombres muy advertidos, llamar a un tal Santos Pérez y a otros gauchos pervertidos. 33

Santos Pérez se presenta, como mozo de obediencia y santas noches, le dice; —¿Cómo se halla Vuecelencia! » 34

Alli mismo le proponen el matar a don Facundo, haciéndole ver el bien que hará a la patria y al mundo. 35

Y le dice Santos Pérez: —« Yo he de rendir obediencia pero si lleva la firma de manos de Vuecelencia ». 36 Al escritorio se entraron, estos hombres ya entendidos,

a trabajar este plan, sin que puedan $er sentidos. 37

Y le dice Santos Pérez al acabar de firmar: —« Preciso en este momento un chasqui paral mandar ». 38 Y manda al Totora] Grande que vuelvan por El Chiquito, que le llamen a su gente, Yaques, Juncos y Benito. 39 Yaques, Juncos y Benito, esto eran los bomberos, que marchaban adelante señalando el derrotero. 40

Hacia el sur de « El Ojo de Agua » el correo habían topado le preguntaron dtjl coche a dónde lo había dejado. 41 Y les responde el correo, hablando por sus cabales: —«En la posta «El Ojo de Agua» quedan mudando animales ».

CANCIONERO

POPULAR

DE

LA

MIOJA

10

En este Barranca Yaco Dice que lo han de matar La gente de Santos Pérez Y de Benito Guzmán.

En ese Barranco Yaco, Donde se pierden los hombrea, Dicen que van a matar Una partida de lierones. 3.'

Parte

42 Quiroga seguía su viaje ein mayor inconveniente, fía en el terror de su nombre y su orgullo de valiente.

52 Facundo agradece al joven, y de nuevo lo interroga, mas le dice: —« ¡No ha nacido quien lo m a t a r á a Quiroga! j>

43 Un poco antes de llegar, a la posta « El Ojo de Agua » un joven salió del monte, pidiendo que se pararan.

« A u n grito mío a mi orden se ha y hasta Córdoba mañana usted lo

44 Quiroga asomó primero p r e g u n t a n d o : i Qué se ofrece? —« Señor, quiero hablar a Ortiz, BÍ inconveniente no hubiese •».

54 Llegaron al « O j o de A g u a » y allí saben igual cosa, pasando el pobre Ortiz, la noche más angustiosa.

45 Baja Ortiz de adentro el coche para saber lo siguiente: « D e b e n matarlos a ustedes « Santos P é r t z con BU gente.

55 Esa noche sin dormir pasó en amarga congoja, todas las horas pensando, en sus hijos y en su esposa.

46 , c Se hallan e- Barranca Taco < aguardando la galera, < del camino a los dos lados « s e han colocado de espera. 47 « Tienen orden de m a t a r < de postillones arriba, < ninguno debe salvar « n i los caballos con vida.

53 de partida, de püner, hemos de ir ha cíe v e r » .

56 Le manifiesta a Quiroga Su intención de no seguir, a lo que éste le contesta: —« E s peor, amigo, no ir >. 57 Tuvo Ortiz que someterse sufriendo el mayor suplicio, y como humilde cordero, marchar a su sacrificio. ¡

48 € Aquí tiene este caballo « que le traigo para usted, « con el deseo de salvarlo « a casa lo llevaré •». Era con que por

49 un joven Sandivaras un caballo ensillado quiere salvar a Ortiz, un servicio prestado. SO

58 Quiroga llamó a su 4 e £ r o » que le servía de asistiente en él ponía su eonfiajnea porque era hombre muy valiente. 59 Le ordenó limpiar las armas y tenerlas bien cargadas, por si llega la ocasión, de ser bien aprovechadas.

Con semejante noticia Ortiz se puso a temblar y manifestó a Quiroga: No debían de continuar.

60 Y alzando nubes de t i e r r a se alejaron de estos puntos, el polvo íbalos cubriendo porque iban a ser difuntos.

SI Entonces dijo Quiroga: —« No tenga ningún cuidado, mañana mismo esos hombres estarán a mi mandado ».

61 En la « Posta de Intiguasi » no fueron pronto auxiliados, dándoles tiempo a los gauchos que estuvieran preparados.

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58

J

U A N

A L F O N S O

C A B B I Z O

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U

Roque Junco les decía: —Un error he cometido: A Quiroga lo hemos muerto, Siendo un padre tan querido.

—¡ A la carga, dijo Pérez, Militares advertidos! ¡Aquí muere, hoy fenece Un general asesino! 4.»

Parte

62 Al pie de « Barranca Yaco » treinta hombres había apostados, para asaltar la galera en cuanto hubiera llegado.

72 También mataron a Ortiz a pesar de sus clamores. Allí sí que la pagaron los justos por pecadores.

63 Ya sienten loa latigazos de loa pobres postillones, y al andar de la galera que viene a los sacudones.

73 Diez muertes son las que hicieron con unos dos postillones que al ver morir uno de ellos se partían los corazones.

64 Ya miran venir el coche, rodando por el camino. —« [A la carga! —dice Pérez—, jmatemos a ese asesino! s>

74 « ¡ No me mate, Beñor Santos! «le decía el postillón. « Señor, j líbreme la vida «téngame usted compasión! »

65 ¡Bendito Dios poderoso! en aquel terrible asalto, un loro que allí venía, les gritaba que hagan alto.

Le respondió —€ Yo no te porque si te tú mismo me

66 « haga alto, mi general «con su lengiiita parlera, « haga alto, mí general < que le asaltan la galera ».

76 Entonces dice uno de ellos: « —De favor le pediré, señor, líbrele la vida, yo con él me ausentaré ».

67 Y se asomó el general con sus armas apuntando 7 para el grito: A esa gente: I Quién la viene gobernando f

77 Por respuesta Santos Pérez le voló todos los gesos, en seguida al postillón le cortó libre el pescuezo.

68 Le responde Santos Pérez y de este modo lo trata: < L' hora te llegó, Quiroga, « pierdes la vida y la plata ».

78 Pegó un grito el postillón cuando el cuchillo le entró; ese grito, decía Pérez, que siempre lo atormentó.

69 —« No me mates Santos Pérez le gritaba el general.. . dame tregua de minutos siquiera para rezar ».

79 Se le grabó en el oído aquel grito lastimero, y en todas partes oía del niño, aquel ¡ay! postrero.

70 Le responde Santos Pérez: —« Yo, tregua no te he de dar yo no te daré más tregua que al golpe de un pedernal.

80 Después de hacer estas muertes a ese gaucho la pesó, y desfilando de a cuatro, a Sinsacate marchó.

71 Y le dio un tiro en el ojo sin dejarlo respirar y le dice: « ¡oiga el Quiroga 1 Se acabó ese general».

81 Tomó por refugio el monte a causa de su delito, y allá oyó continuamente de aquel postillón el grito.

75 el gaucho Pérez; puedo salvar dejo vida has de juzgar •».

CANCIONERO

DE

LA

MIOJA

14

13

Santos Pérez i c s decía: — P a r a 1Í1Í n o litty

POPULAR

vuLLiymsióii.

Entre toda la partida Be h a l l a b a n e n c o n f u s i o n e s .

En el punto que yo me hallo No conozco que haiga Dios.

De ver a Quiroga muerto Temblaban los corazones.

82 Al fin lo empuja el destino, o de sus muertos las almas, a volver a la ciudad, a la casa de su dama.

92 Y le responde la d a m a : —< jCómo no lo h' i conocer si ahora noches pasadas yo supe dormir con él!

83 Hacía unas cuantas noches a que Pérez disgustado, dio una paliza a su dama y luego se habín ausentado.

93 Entonces le dice el j e f e ; —Cuatro onzas te voy a dar y te voy a premiar pien si lo haces asegurar.'

84 ¡Buenas noches, l e dice ella! i Cómo has podido venir? Está la cama tendida ven, acostate a dormir.

94 Y le responde la d a m a : —Sin nada de eso, señor, mande la escolta conmigo y y a vendrá el malhechor.

85 El gaucho estaba borracho y ella con gran aflicción, lo invitaba a que se acueste con su traidora intención.

95 El jefe le dio los hombres y a sus órdenes los puso. —Vivo o muerto lo han de traer enseguida, les repuso.

86 Este gaucho era temido, por su valor temerario, por muchos hechos de sangre en « La Sierra > y < El Rosario >.

96 Cuando ya estuvieron cerca, un poco antes de llegar, les dice: —« Esperen aquí que lo voy a desarmar ».

87 L a policía lo buscaba temerosa de encontrarlo, porque temblaba de miedo al sólo pensar hallarlo.

97 Allí quedaron los hombres esperando que volviera, y prepararon las armas por lo que tal vez pudiera.

88 Ella se acostó coa él y al sentir que se ha dormido, se levantó de la cama procurando no hacer ruido.

98 Ya asomó por la ventana haciendo señas por cierto, de arrimarse sin cuidado, que el gaucho parecía muerto.

89 Cuando ya se hubo vestido, a la calle se salió, y en marcha a la policía corriendo se presentó.

99 Sin embargo no llegaban creyendo en esa ocasión, que aquella mujer pudiera hacerles una traición.

90 ;Albricias! » —le dice al jefe—, y él dice: « L a s puede d a r » . — < A Santos lo tengo en casa si lo quiere a s e g u r a r » .

100 I Qué diablos de cordobeses, les dice aquella mujer, si ustedes no habían servido ni p a r a sapos prender!

91 .\ es*o contestó el j e f e ; —« ¡De dónde vas ha saber si Santos no ha de venir, ni aún lo has de conocer!

101 Al fin llegan a la puerta y empiezan a tiritar ni aún oyendo los ronquidos no se quieren arrimar.

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J U A N

102 Al fin pudieron entrar y le rodiaron el lecho, poniendo todas las a n a a * apuntadas a su pecho. 103 (Bien haiga el valor de Santos y la leche que mamó! Después de estar apretado a sus armas manotió. 104 Y a se levanta la dama haciéndose que llorar. ¡Lo llevan a mi querido no me podré consolar! 105 Y le dice Santos P é r e z : —« | Qué te hacía la que llorar

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O

con esos llantos fingidos a mí no me han de e n g a ñ a r ! » 106 Ya lo llevan a la cárcel a que sufra allí su pena, para más seguridad le ponen una cadena. 107 De3pués pasó a Buenos Aires a donde l u é procesado y ante un gentío numeroso en la plaza fusilado. 108 ¡Amigos, aquí presentes! que les sirva de ejemplar la vida de Santos Pérez y como vino a acabar.

Don Conrado Peña, vecino caracterizado de Pinchas, villita del departamento Castros Barros, me dijo en 1938 que este cantar fué muy conocido en La Rioja; y no podía ser de otro modo, pues que debi" necesariamente apasionar a los riojanos, puesto que su protagonista, general J u a n Facundo Quiroga, nació en San Antonio, de la Costa Alta (actual Dto. Bivad a v i a ) , en 1793 (Fdaondo, Diccionario), y vivió y actuó en su provincia natal durante muchos años. E n Atiles, lugar situado en el corazón de Los Llanos, tenía su cuartel, do donde sacaba hombres, caballos, armas y dinero para pelear. El señor Peña, que debe tener ahora más de 80 años, me decía que siendo joven oyó el cantar en diversas oportunidades a los guitarreros de su tiempo. El cantar que sabía era el transcripto, peTo no lo entonaban en su integridad sino fragmentariamente. Se concretaban —decía— a referir la muerte de Quiroga y la del postillón. La única estrofa que recordaba el señor Peña era la que lleva el número 64, cea una variante en los dos últimos versos: Ya miran venir el coche rodando por el camino. ¡ A las armas, grita Pérez militares advertidos! Sepárese que el verso en la versión ealteña dice maternos a ese asesino. La versión riojana atempera tan terrible denuesto. En. Chuquis, que es la población que sigue de Pinchas sobre el camino al norte, tuve la suerte de conocer al señor Aurelio Ortiz, poeta y escritor riojano, que me honró con su amistad. Gran admirador de Sarmiento, quedó sorprendido con la similitud de la relación de éste sobre la muerte de Quiroga en su Facundo con la de los versos en la composición transcripta de Salta y me repitió la misma noticia del señor Peña, de que los cantores viejos de La Eioj a entonaban esta historia en verso de la muerte del general Quiroga. Con la valiosa colaboración de don Aurelio comparé de nuevo los versos con la descripción que hace Sarmiento de la muerte de Quiroga en el capítulo X I I I de Facundo, titulado « B a r r a n c a Yaco », y comprobé que don Domingo Faustino Sarmiento se habla valido del cantar p a r a informarse y escribir algunas de las mejores páginas de su libro. El primer dato que tenemos para sospechar de que Sarmiento se valió del cantar p a r a escribir p a r t e de su Barranca Taco, es el de que él conoeía la existencia de un cantar popular sobre el suceso que comenta y, en efecto, dice: ¡ El cantor anda de papo en pago, «.de tapera en galpóni>, cantando sus héroes de la Pampa, perseguidos por la justicia, los llantos de la viuda, a qitien los indios robaron sus hijos en un malón reciente, la derrota i la muerte del valiente Rauch, LA CATÁSTROFE DE FACUNDO QUIROGA I LA SUESTE QUE CUTO A SANTOS PEEEZ (Facundo, El cantor). El cantar nuestro t r a t a precisamente de ese t e m a ; las ochenta estrofas primeras versan sobre la catástrofe de Facundo Quiroga y las veintiocho siguientes de la suerte que cupo a Santos Pérez. Sarmiento únicamente saca provecho de las estrofas que se, refieren al protagonista de su obra, a Facundo, y por eso prosifica verso por verso el cantar hasta la estrofa número 4 8 ; lo demás, los pormenores de la prisión y muerte de Santos Pérez, no le interesa y, en consecuencia, deja de lado al cantar en este punto. Pareciera que Sarmiento hubiese tenido el propósito de hacer su historia documentada de Quiroga y seguramente lo hubiera hecho a tener e a sus manos los documentos, pero lejos

CANCIONERO

POPULAS

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LA

BIOJA

61

de su patria, en época tan abitada y euando en eu mente se iban esfumando los recuerdos de los mil pormenores de la vida de Facundo, ,se vio obligado, a pesar suyo, quizás, a valerse del cantar que andaba de boca en boca entre los guitarreros de su tierra. A la izquierda ponemos el cantar y a la derecha las palabras de Sarmiento: EL CANTAR «FACUNDO* Al partir le dice al pueblo como algo que ya presiente*. —« Si salgo bien, volveré, si no, ¡adiós, para siempre! »

El 18 de Diciembre de 1854 sale de Buenos Aires, y al subir a la galera dirige en presencia de varios amigos sus aSioses a la ciudad. * Si salgo bien —dice, agitando la mano—, te volveré a ver; sino, ¡adiós, para siempre!

La cuarteta siguiente del cantat dice, a manera de comentario: Al ausentarse Quiroga ya le anunciaba el ¡destino, que había de perdejr la vida, en ese largo camino. Y Sarmiento glosando las mismas palabjras de Quiroga, pero coa mayor erudición que el anónimo cantor, agrega: ¿Qué siniestros presentimientos vienen a asomar, en aquel momento, su faz lívida en el ánimo de este hombre impávido? ¿No recuerda el lector que algo parecido manifestaba Napoleón al partir de las Tullerías para la campaña que debía terminar en Waterloot 8 A pocas horas de andar, en un arroyo fangoso, se le agarró la galera y allí se puso penoso.

Apenas ha andado media jornada encuentra un arroyo fangoso que detiene la galera. . .

Aquí Sarmiento prosifica el cantar sin hacer comentarios, pero no puede sustraerse de ello frente a la cuarteta siguiente, que pinta una modalidad del carácter del protagonista: Acude el maestro de posta, mas no pudiendo salir, al maistro mismo Quiroga a las varas lo hizo uñir.

El vecino maestro de posta acude solícito a pasarla, se ponen nuevos caballos, se apuran todos los esfuerzos, y la galera no avanza. Quiroga se enfurece y hace uncir a las varas al mismo maestro de posta.

Suministrado el dato por el cantar de la ¡ inaudita torpeza de Quiroga, Sarmiento agrega por su cuenta: La brutalidad y el terror vuelven a aparecer desde que se halla en el campo, en medio de aquella naturaleza y de aquella sociedad semi bárbara... 10 Al fin pudieron zafar, y como una exhalación cruzaba el coche la pampa sin hallar interrupción

Vencido aquel primer obstáculo la galera sigue cruzando la pampa como una exhalación...

El anónimo autor del eantar puso al principio, en la séptima cuarteta, la noticia de que acompañaba a Quiroga en calidad de secretario el doctor José Santos Ortiz; Sarmiento pone esa noticia después que Quiroga ha andado mucho. Llevaba por compañero a su secretario Ortiz y apuraba la galera en aquel viaje infeliz.

Acompáñale el doctor Ortiz, su secretario.

JUAN

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A L F O N S O

C A £ B I Z O

La pTosificacióa de Sarmiento signe fielmente. n En cada posta (|j e llega pregunta muy afligido la hora que ha pasado un chasqui de Buenos Airea venido. Le contestan entonces, con —¡Caballos! ¡sin pérdida

12 que hará una hora, duro acento: —les pega el grito— de momento!

13 Y BU marcha continúa, mas quiso también el cielo molestar a ese bandido que había ensangrentado el suelo.

En cada posta a que llega hace preguntar inmediatamente: —-¿A qué hora ha pasado un chasque de Buenos Aires?... —Hace una hora, —¡Caballos sin pérdida de momento! grita Quiroga, y...

.. la marcha continúa. Para hacer más penosa la situación, parecía que las cataratas del cielo se habían abierto...

14

Durante tres días seguidos le hace llover permanente; se pone el camino horrible convertido en un torrente.

.. durante tres días, la lluvia no cesa un momento y el camino se ha convertido en un torrente.

15 Al entrar en Santa Fe se le aumenta su inquietud, y en desesperada angustia se pone con prontitud.

Al entrar en la jurisdicción de Santa Fe, la inquietud de Quiroga se aumenta y...

16 Le avisan que no hay caballos en la < Posta de Pavón j> y que el maestro estaba ausente paar mayoT confusión.

. .se torna en visible angustia cuando en la posta de Pavón sabe que no hay caballos y que el maestro de posta está ausente...

17 Sufre una horrible agonía al prever una parada, y grita: —/ Traigan caballos! con una voz angustiada.

. .El tiempo que pasa antes de procurarse nuevos tiros es una agonía mortal para Facundo, que grita a cada momento: —¡Caballos! ¡Caballos!

18 Causaba asombro de ver on este hombre tan terrible, ese extraño sobresalto en que el miedo era visible. 19 Después que logran marchar, dice, viendo para atrás: —Si salgo de Santa Fe, no temo por lo demás.

Sus compañeros de viaje nada comprenden de este extraño sobresalto, asombrados de ver a este hombre, el terror de los pueblos, asustadiso ahora y lleno de temores, al parecer quiméricos... . .. cuando la galera logra ponerse en marcha, murmura en vos baja, como si hablara consigo mismo: —Si salgo del territorio de Santa Fe no hay cuidado por lo demás...

20 Al pasar el Río Tercero todos los gauchos acuden a ver ese hombre famoso: tal vez que en algo lo ayuden.

En el paso del Hío III acuden los gauchos de la vecindad a ver el famoso Quiroga...

21 De allí lo hicieron pasar casi alzando la galera; por último, Uega a Córdoba, donde Beiaafé lo espera.

. . .y pasan la galera punto menos que a hombros. Últimamente llega a la ciudad de Córdoba...

CANCIONERO

23 Quiíoga a las nueve y media había a este punto llegado no encontró caballo pronto por su arribo inesperado.

POPULAS

DE

LA

EIOJA

63

. . . a las nueve y media de la noche.

Sarmiento agrega después una noticia que no está en el cantar: Una hora después del arribo del chasque de Buenos Airea, a quien ha venido pisando desde su salida. Luego de añadir este dato continúa, prosificando siempre. 22 Estando en la posta ya, pidiendo a gritos caballos, ha llegado Eeinafé solícito a saludarlo. 24 Muy amable Eeinafé lo invitaba atentamente; —Pase en la ciudad la noche. Lo atenderé dignamente. 25 Pero el salvaje Quiroga sin ninguna educación diee: —¡Caballos preciso para mayor atención! 26 Viéndose asi Eeinafé por este hombre despreciado, se regresó a la ciudad enteramente humillado. 27 Le llevaron los cabal! OB a las doce de la noche, hora en que siguió su viaje con Ortiz dentro del coche.

Uno de los Eeinafé acude a la posta, donde Facundo está en la galera pidiendo caballos, que no hay en aquel momento; salúdalo con respeto y efusión... ; . .suplicóle que pase la noche en la ciudad donde el gobierno se prepara a hospedarle dignamente.

-/ Caballos necesito!, es la breve respuesta de Quiroga! ¡Caballos!, replica a cada nueva manifestación de interés o de solicitud de parte de Eeinafé... .que se retira al fin humillado.

.. y Facundo parte para su destino a las doce de la noche.

A continuación Sarmiento agrega un largo párrafo para pintar el ambiente caldeado por las pasiones que había en esos días en la ciudad de Córdoba: a Quiroga debían asesinar y la premura de su arribo lo ha salvado. Dicho esto, Sarmiento sigue fiel al cantar. 28

Al fin Quiroga llegó a Tucumán y Santiago, arregló todas las cosas y emprendió el viaje aciago.

Quiroga, en tanto, llega a su destino, arregla las diferencias entre los gobernantes hostiles y regresa por Córdoba. ..

Agrega Sarmiento otra glosa al heroísmo de Quiroga, que lo lleva a desafiar el peligro que se le ofrece en Córdoba y sigue fiel al cantar. 30 Quiroga lo sabe todo, hasta el peligro salvado, sabe el grande que le espera del enemigo burlado. 29 —¡A Córdoba!, pega el grito y los postillones tiran, resuenan los latigazos y los caballos se estiran!

Quiroga lo sabe todo; sabe el peligro de que su diligencia lo ha salvado; sabe el nuevo y más inminente que le aguarda...

-¡A Córdoba!, grita a los postillones al ponerse en camino como sí Córdoba fuese el término de «i viaje.

Al llegar a esta parte del relato, el cantar hace una digresión para referir los pormenores del plan siniestro preparado por los Eeinafé de asesinar a Quiroga armando la mano de Santos Pérez; después el cantar y Sarmiento continúan identificándose.

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J U A N

A L F O N S O

C A R R I Z O

43 Un poco antes de llegar a la posta < El Ojo de Agua » un joven salió del monte pidiendo que se pararan.

Antes de llegar a la posta del Ojo de Agua, un joven sale del bosque y se dirige hacia la galera, requiriendo al postillón que se detenga.

44 Quiroga asomó primero p r e g u n t a n d o : —¿Qué se ofrecef —Señor, quiero hablar a Ortiz si inconveniente no hubiese.

Quiroga asoma la cabeea por la portezuela y le pregunta lo qué se le ofrece: —Quiero hablar al doctor Ortiz...

45 B a j a Ortiz de adentro el coche p a r a saber lo siguiente: —Deben matarlos a ustedes Santos Peres con su gente. 46 Se hallan en Barranca Taco aguardando a la gatera, del camino a los dos lados se han colocado de espera. Tienen orden de postillones ninguno debe ni los caballos

47 de matar arriba, salvar con vida.

.Desciende

éste y sabe lo

siguiente:

. .En las inmediaciones del lugar llamado rranca Yaco está apostado Santos Peres ana partida;...

Bacon

.al arribo de la galera deben hacerle fuego de ambos lados y matar en seguida de postillón arriba; nadie debe escapar; esta es la orden.

Parece ser que Sarmiento prosificaba sin cuidarse de corregir l a fraseología del cantar y por eso es que dice como aquel: de postillón arriba, en lugar de usar el giro natural, que sería: de general abajo, como es de uso. Y a veremos enseguida otro caso de transcripción literal de otro error. 48 Aquí tiene este caballo El joven, que ha sido en otro tiempo favorecique le traigo para usted, do por el doctor Ortiz ha venido a salvarlo; con el deseo de salvarlo tiénele caballo \allí mismo para que monte y a casa lo llevaré. se escape con él; su hacienda está inmedia49 ta. . . E r a un joven Sandivaras con un caballo ensillado que quiere salvar a Ortiz por un servicio prestado. Repárese que el cantar dice al presentar al nuevo personaje, no aaí Sarmiento, que el tal se llama Sandivaras. El apellido no ea Sandivaras sino Usandivaras, pero el pueblo de cuyo seno ha salido el cantar no lo llama en la forma correcta sino con el aféresis; así dice también Chagaray por Echegaray, Madrid por Lamadrid, Ladislao por Uladislao, Folinar por Apolinar, Ugenio por Eugenio, Ustaquio por Eustaquio, etc. 50 Con semejante noticia Ortiz se puso a temblar y manifestó a Quiroga no debían de continuar. 52 Facundo agradece al joven y de nuevo lo interroga, mas le dice: — ¡ N o ha nacido quién lo matará a Quiroga!

. .El secretario, asustado, pone en conocimiento de Facundo lo que acaba de saber y le insta para que se ponga en seguridad...

. .Facundo interroga de nuevo al joven Sardharas, le da las gracias por su buena acción, pero lo tranquiliza sobre los temores que abriga : —No ha nacido todavía —le dice con voz enérgica— el hombre que ha de matar a Facundo Quiroga,

Sarmiento, que no nos había dicho cómo se llamaba el joven generoso, da su nombre como si ya el lector lo conociera y lo transcribe tal como lo dice el c a n t a r : Sandivaras. El primer hecho BS explica, porque identificado Sarmiento con el cantar, lo da por presentado

CANCIONERO

POPULAR

DE

LA

JtIO

J A

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Ht joven en escena, después que el cantar ya dijo quién era él y que se apellidaba Sandivaras. Kn cuanto al uso de este patronímico en la forma Sandivaras y no Usandivaras, uno se explica que se cite este apellido con el aféresis en el cantar, pero en Sarmiento no, porque él es culto, ha estado en la ciudad, en la civilización, y allí se pronuncia correctamente y por tanto se dice Usandivaras, La forma Sandivaras es del hombre que vive en la campaña, en la barbarie, según el sentir del mismo Sarmiento. P a r a comprender estas identidades, conviene remontarnos al sitio y momento en que Sarmiento escribió; estaba en Chile, lejos de los documentos, como dijimos y, seguramente, lejos también de los amigos que le podían dar detalles del drama de Barranca Yaeo. Con pocos o sin ningún documento para pintarnos . En esta ocasión, el coronel Sandes que, como ya dijimos, inició el reguero de sangre de soldados y jefes prisioneros en el entrevero de las Aguaditos, por no torcer la norma adoptada, después del combate, y en la persecución de los dispersos, hizo gala de crueldad inusitada. La carnicería de las Lomas Blancas no le fué en saga a la de Vences, célebre en nuestras luchas fratricidas. Sarmiento explica el por qué de la ferocidad de Sandes con estas palabras: . ..«Alguna ves en la prensa he defendido a Sondes de su desgracia de crueldad. Sandes tenía una justificación que oponer a todos los que le echasen en cara su carácter guerrero, su carácter de fiera, que era abrirse el pecho y mostrar cincuenta heridas que había recibido. Es una desgracia en la guerra la crueldad de algunos jefes, pero no es un delito sino cuando viola las leyes de la guerra ». En Francia, durante las guerras del Imperio había mariscales que hacían temblar cuando había guerra, porque eran crueles o poco económicos de sangre (Sarm.. Obras, T. 19). Pero no fué Sarmiento el único que tratara de vindicar a Sandes. CAÉMIZO del cantar) (230 - 194) y otros oficiales y soldados de Peñaloea solicitándole indulto (74 - 263). (96) Este cantar me fué dictado por la esposa de don Policarpo Dínz, vecino de San Pedro (Dto. Castro Barros) en 1938. L a señora lo había copiado al anciana de 78 años, don Ramón Oviedo, el mismo año en que éste murió en 1929. Oviedo sahín Ircr y escribir. Como detalle interesante, me dijo la señora de Díaz, Oviedo leía la Sagrada Biblia, como los viejos campesinos de Ttieumán y Catamarca; a la sazón tenía un viejo ejemplar de la Vulgatá. Como se ve, es una glosa trunca dedicada a conmemorar la trágica muerte del Chacho, general Ángel Vicente Peñaloza, ocurrida, como se sabe, el 12 de noviembre de 1863. Transcribo a continuación el relato que hace el testigo más autorizado del hecho, comandante don Ricardo Vera, transcripto por el teniente coronel Reyes. Reyes, a su vez, lo transcribe de la Revista de la Biblioteca, dirigida por don Pedro Delheye, pág. 154. El año de 186S, después del combate de Caucete entre las fueteas de Peñaloza y \a división nacional que mandaba el sargento mayor Don Pablo Irrasábal. en el cual las primeras fueron derrotadas —el entonces coronel y hoy general don José M. Arredondo, jefe superior de las fuerzas nacionales contra las montoneras— desprendió en persecución de Peñaloza una división al mismo mayor Irrasábal, en la cual yo servía Gomo jefe de vanguardia. Esta división, á marchas forzadas, se dirigió a Los Llanos, en esta provincia, y en uno de los días del mes de Noviembre, cuya fecfia no recuerdo con precisión, se dio alcance á los fugitivos en Olta, donde Peñaloza acababa de hacer campamento general para reunir y organizar nuevamente sus fuerzas, deshechas en el combate de Caucete. La sorpresa fué completa, pues nuestras fuerzas, favorecidas por una lluvia fina que caía en aquel día, pudieron descender desde la montaña & la población de Olta sin ser sentidas por el enemigo. A mí, como jefe de vanguardia, cúpome el primer puesto en el ataque, que fué llevado por la vanguardia & mis órdenes con la rapidez y energía que él caso lo requería. Llegar á gran galope, rodear la casa en que estaba acampado el general Peñaloza (la de don Pablo Oros) y la fuerza que lo acompañaba, fué obra de un instante, quedando todos detenidos por un cerco de soldados en la casa aquélla. Yo mismo, que llegué de los primeros, fui quien personalmente intimé rendición al general Peñaloza, que á la sazón se encontraba sentado en un caire y con un mate en la mano. El general ni los suyos hicieron resistencia alguna, entregándose presos en el acto, con excepción de los pocos que pudieron huir por las huertas y en dirección al monte. Becuerdo, como si hoy mismo hubiera sucedido, que, a mi intimación de rendirse, el general contestó más o menos en estos términos: — « E s t o y rendido»— y me pasó su puñal, que era la única arma que tenía en ese momento. «Después de tranquilizarlo con las palabras más comedidas, púsele centinela de vista. enviando el parte de lo ocurrido a mi jefe superior el sargento mayor Don Pablo Irrazábal, que aún no había llegado porque con el grueso de la división venía media legua más atrás. Una hora después el mayor Irrazábal, llegaba de galope a la casa donde yo mantenía preso al legendario caudillo de las montoneras riojanaa.

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Plano, en tres secciones, del aetual canal de riego que pasa por la plaza de Olta y por el sitio de Loma Blanca, donde según la tradición, estuvo la casa de don Pablo Oros, y en cuya galería fuera muerto el Chacho, el 12 de noviembre de 1863. Este sitio fué donado por su actual propietario para escuela. El plano es de la Dirección General de Irrigación y tiene en la c a r á t u l a : (4-C-896 - Zona del Centro).

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Reconstrucción gráfica del lugar, en la villa de Olta, donde en 1863 los asesinos del Chacho colocaron su cabeza a la espectación pública. El dibujo fué hecho de acuerdo con los datos recogidos a ancianos de Olta y Loma Blanca, por el vecino de la villa, profesor de la Escuela Normal local, don Miguel A. Eiveros Alvarez.

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Croquis de la edificación y demás detalles de la reconstrucción anterior dentro del marco de la plaza actual de Olta: 1.°, Plaza a c t u a l ; 2.°, Capilla de Olta en 1863; 3.°, Cruz de madera, a diez pasos al frente de la capilla; 4.°, Poste en el cual se sostenía el bastidor que cerraba la puerta del cementerio; 5.", Torzal o lazo tendido entre el poste y la cruz p a r a sostener la pica donde fué clavada la cabeza del Chaeho; 6.°, Pica mostrando en lo alto la cabeza del Chacho, general Ángel Vicente Peñaloza.

80

J U A N

A L F O N S O

97 Y A SE M A R C H A A

TINOGASTA

C A

B B

I

Z

O

Lo llevan a Tinogasta, Por Magarzo bien atado, Y lo sientan al banquillo Con dos guardias al costado.

Ya se marcha a Tinogasta Con toda la religión. El lunes de Carnaval Lo matan a Melitón.

Ya lo sacaron tirando Por ser martirio que espanta, Y cuatro balas de acero Le tiran a la garganta.

Se marcha para La Aguada Sin hacer a nada caso; Y en el camino lo toma Mi don Hcrsilio Magarzo.

Aquí se acaba esta letra De dos jefes desgraciados. No tuvieron más consuelo Que estar juntos sepultados.

Llegar, preguntar por el preso y pasarlo de un lanzaso, fué obra de un segundo, dando orden a los soldados que lo custodiaban que concluyeran cun el herido, como en efecto lo verificaron con una descarga de carabina que le hicieron. En aquel momento supremo yo procuré evitar la muerte de Peñalosa interponiéndome entre él y la lanza de Irrazábal; pero todo fué inútil, porque ni tuve tiempo para parar el golpe, ni podía hacerlo tampoco en mí condición de subalterno del que ejecutaba aquel atentado. Hago la historia estricta y fiel de lo ocurrido, como lo acreditan las cuatro cartas que le acompaño, de testigos presenciales cu aquel suceso, uno de ellos, don Sicolás Peñalosa, primo hermano de la víctima de Olia, y como pueden atestiguar el general don José M. Arredondo y los que han actuado en aquella ¿poca. Pero hice más-, no sólo no tuve participación en la muerte de Peñaloza, sino que por reprobarla en la forma con que fué ejecutada, pedí inmediatamente mi separación del puesto de jefe de vanguardia y mi pasaporte para buscar la incorporación del coronel Arredondo, como en efecto sucedió, siendo yo mismo quien llevó el parte de lo ocurrido (230 - 210). El profesor Do la Vega, al comentar esta carta de Vera, hace reflexiones interesantes p a r a aclarar algunos pormenores del trágico suceso y sobre todo p a r a repartir las responsabilidades de los a d o r e s del mismo. (Véase 74 - 324). Respecto a cantares sobre el Chacho, véase: Cancionero Popular de Catamarca, N.° 11, y Cancionero Popular de Tucumán, N.° 174. (97) Este cantar me fué dictado por don José A. Martínez en la ciudad de L a Kioja en 1938. Martínez tenía en 1938, 87 años y sabía leer y escribir. No se acordaba bien del cantar. E r a más largo. El hecho de armas que comenta el cantar está explicado por el historiador teniente coronel Reyes en su Bosquejo Histórico a s í : En los Sauces (San Blas de los Sauees) se incorporaron a Medina (el « c h i l e n o » ) Estanislao Medina (capitanejo de Felipe Várela), los Bivas y Magarza (don Ersilio), de Belén (Catamarca), con fuerzas de Catamarca, ascendiendo el total de todas ellas a ochocientos hombres, mal armados en su mayor parte y con poca o ninguna disciplina. En la mañana del 4 de Marzo (de 18C7) se avistaron las fuerzas de Medina con las del Teniente Coronel don Mentón Córdoba ( E l Melitón del c a n t a r ) , en la Villa de Tinogasta que hacía tiempo ocupaba este jefe nacional con un batallón de infantería y otras fuerzas de Catamarca. El combate fué breve y favorable a Medina porque Córdoba que era impetuoso y valiente se cruzaba a pecho descubierto por frente del enemigo, y en una de las veces que pasaba recibió un balazo en la cabeza que lo dejó muerto en el acto. Desde ese instante se desvandaron las fuerzas del comandante Córdoba en todas direcciones, iniciándose una persecución activísima que no dio cuartel a los vencidos. El Comandante don Luis Quiroga, segundo jefe de Córdoba, el mayor Barcala, jefe del batallón de infantería, valiente y reputado hombre de « color •» de educación esmerada, y otros jefes y oficiales fueron tomados prisioneros y más tarde cruelmente fusilados por orden del chileno Medina, por disposición de quien fué entregada al saqueo la Villa de Tinogasta. El cadáver del comandante Córdoba se encontró castrado al siguiente día del combate, y junto con el del comandante Quiroga fueron arrastrados a la cincha de dos caballos y sepultado en un médano (830 - 249). l'or eso termina el cantar diciendo: No tuvieron más Que estar juntos

consuelo sepultados.

Don Manuel Soria, en Fechas Calamar quenas (efemérides del 4 y 9 de m a r z o ) , da la noticia de la muerte de estos dos jefes y señala el día 9 como el del fusilamiento de Luis Quiroga, agregando esta n o t a :

CANCIÓN

ESO

POPULAR

98

DE

LA

BIO

J

A

81

Antea de t i r a r las línias, Un cañonazo largamos

Y Y A MARCHAMOS DE FRENTE

Y ya marchamos de frente, Con gran gusto y alegría. Llegamos al Pozo i Vargas Antes de tirar las línias.

—¡ Soy Jefe de La bala Y toda

el coronel Medina, la i n f a n t e r í a . . . ! barrió su tropa la infantería.

El autor de esta obra oyó al respetable anciano don Tomas Cuello, vecino de Tinog&sta, n a r r a r los últimos momentos de Luis Quiroga ^e esta m a n e r a : En la madrugada del día 9 de Marao. departían amistosamente entre mate y, mate Medina y Quiroga, de improviso el chileno dice a su prisionero: — t Compañero, acabe ligero ese mate, porque lo voy a hacer afusilar ahurita •». El infortunado dejó caer el mate al suelo y fué tal su terror que hubo necesidad de llevarlo en peso al íitio del suplicio; unas viejas taperas de la plaza (Z56 - I pág. 90) . Después de estos hechos del 4 y 9 de marzo, el 26 arranca Várela de Chilecito con toda la montonera en dirección a San Blas de los Sauces, el 9 de abril llega a las Mesillas y el 10 a la ciudad de La Kioja, a Vargas a medirse con Taboada en las inmediaciones del poso, que servía p a r a extraer agua. (98) Me fué dictado este cantar por don Roberto ele la Vega, joven maestro de l a escuela nacional número 71 de Banda Florida (Dto. Gral. Lavalle), en 19?>!). Trata, como se ve, de rememorar la batalla del Poso de Vargas, ganada por el ejército nacional, al mando del general Antonino Taboada, contra el jefe montonero Felipe Várela, en las inmediaciones del referido pozo del barrio de Vargas, el 10 de abril de 1867. P a r a el mayor conocimiento de este hecho de armas, que felizmente terminó con las montoneras, tomaremos las noticias que sobre el particular da el teniente coronel Reyes, El S6 (marzo de 1867) el ejército rebelde emprendió su marcha desde Chilecito en dirección a San Blas de Los Sauces (actual Dto. Pelagio B. L u n a ) , llevando de jefe de vanguardia al « chileno •» Estanislao Medina {el Coronel Medina del cantar) que había sido ascendido por Várela a coronel en premio de su fácil triunfo en Tinogasta. Después de cuatro días de permanencia en los Sauces, continuó su marcha hacia la capital de la provincia, por la vía de Mazan... El 9 de Abril, Várela y su ejército arribaba a Las Mesillas (20 kilómetros de l a ciudad) sin ser todavía hostilizado por las fuerzas nacionales, y en la tarde del día mencionado el terrible jefe de la rebelión de esta parte del territorio de la Eepública mandó' ejecutar a cuchillo a los presos que conducía consigo, comandantes don Fermín Basan y don Vicente Barros, mayor Barcala, teniente don Balbino Arias y el respetable anciano setuagenario don Fernando de la Vega, importante vecino de la villa de E amotina... Al parecer el mirmo día de la batalla, el 10 de abril de 1867, dispuso Várela su marcha (desde las Mesillas) hacia la capital, llevando a pie la infantería bajo un sol canicular y absoluta falta de agua, hasta el Poso de Bargas, dos kilómetros al norte de la ciudad de La Eioja, en cuyo paraje el comandante en jefei del ejército nacional, general don Antoniím 'Taboada, lo esperaba con el ejército de su mando formado en línea para jugar la partida al albur de un combate. La batalla del Poso de Bargas se inició al las S p. m. del día 10 de Abril de 1867, después de un tiro de cañón a bala lanzado del ejército rebelde. Antes de tirar las líneas un cañonazo largamos. Que no hizo ningún efecto en las filas legales, y que tampoco fué repetido en adelante mientras duró la batalla. La infantería del ejercito del Norte, en número de seis batallones, era casi en su totalidad compuesta de cívicos de Tucumán, entre los que figuraba en primera línea el batallón Mo Colorado, cuerpo aguerrido y bien disciplinado al mando de jefes y oficiales entendidos y dos batallones de Santiago del Estero. El total de las fuerzas nacionales que combatieron en el fezo de Bargas, al mando del general Taboada, ascendió a poco más de 3.000 hombrea, siendo de infantería las dos terceras partes de su totalidad.., El ejército rebelde se componía como ya queda dicho, de cuatro mil ochocientos hombres; mil y tantos de infantería y el resto de caballería con dos piezas de artillería de campaña (S30 - 254 - 5 - 6 ) . El distinguido escritor y profesor César Carrizo en su artículo La Zamba de Vargas ( «La P r e n s a » del viernes 1." de enero de 1937), da los pormenores del encuentro, en esta preciosa p á g i n a : 6- II

82

J U A N

A L F O N S O

—¡ A la carga, dijo Arguello, Militares advertidos... ! Cuando los quiso buscar, Ya todos habían huido.

C A R R I Z O

Le llegaron con el parte Con orden que el jefe daba: Si encuentran el enemigo No se rindiesen por nada.

Y cuando se ha consumado la herbara inmolación envía a Taboada un oficio inaudito, donde, entre otras cosas, le dice; —«El día de mañana, a las tres de la tarde, paso con mi ejército a ocupar esa plaga en defensa de la Constitución de mi patria, la República Argentina, pisoteada por el poder tirano que la oprime'». Después agrega: *Lo llamo al campo que V. S. designe para que decidan nuestras armas de nuestras suertes, en lucha leal y honrosa, Y si a pesar de esta advertencia iiisiste V. S. en no desalojar esa ciudad para evitar los horrores de la guerra, debo manifestarle, como es mi objeto al dirigirle ésta, que hago a V. S. responsable ante Dios y la patria de las consecuencias del combate •». Por toda contestación el general Antonino Taboada le espera -al día siguiente con sus 3.000 soldados junto al Pozo de Vargas. Son las doce del día. Los adversarios están frente a frente. La montonera empieza a sentir el tormento de la sed, y ansia cuanto antes jugar la partida para apoderarse de la represa que ahí, rodeada de cardones, retamas y tuscas, espejea su agua profunda y clara. Pero Felipe Várela quiere evitar el combate y envía dos parlamentarios con proposiciones que Taboada rechaza. Y cuando las palabras huelgan, la montonera dispara un tiro de cañón y lanza su caballería al mando de Sebastián Elizondo y Severo Chumbita en una carga sonora y fulgurante que arrolla a los jinetes santiagueños, lanceando al jefe mismo, comandante Albornos, que muere como un paladín de las gestas antiguas. Es que aquella carga ha sido una tromba de gritos, de relinchos, de galopes, de sed, de ponchos en revuelo, de lanzas y guardamontes, empujada por un viento de rabia y de coraje. Y tan impetuosa y bárbara, que los centauros han ido a acortar la rienda más allá de su eampo. Y por la ancha picada que abre la caballería, Várela, en un ataque a la bayoneta avanza sus infantes que van a estrellarse en las milicias de Taboada, sobre todo en ese « Batallón Río Colorado > que los fusila a quemarropa. Los detalles terribles, los episodios romancescos se suceden en los dos bandos. Hace dos, tres horas que aquel drama fraticida, aquella masacre espantosa no termina. Los jefes adversarios mismos, están desconcertados. ¿Hacia dónde se inclina la victoria? En eso, Várela que ha quedado de a pie por haberle matado el caballo, se salva gracias ai arrojo y abnegación de su asistente que le cede el suyo. Y he aquí lo romántico: este asistente que durante la batalla pelea al lado de su jefe y le alcanza los chifles con agua, es una mujer: la Dolores Díaz, de sobrenombre La Tigra. Amante fiel, y tan guapa como la Delfina de Pancho Ramírez, acompañaría después a su hombre en la retirada hasta las estribaciones del Velazco, para después, cambiando la indumentaria de gaucho, volver a la ciudad por los callejones de Cochangasta y encerrarse en su casa. Taboada a su vez, que desde un collado otea y dirige la batalla con u.no impasibilidad de bronce, resuelve al fin bajar a la palestra, al advertir que el triunfo se le escapa por momentos. Ha empezado el desconcierto en sus filas; y al desconcierto va a seguir el pánico. Sin caballería, sin artillería, los pocos infantes que le quedan hacen esfuerzos sobrehumanos frente a la montonera que renueva sus ataques con rabia, como el mar b-ate el acantilado. Los momentos son angustiosos. Si en esos minutos del trance, la caballería de Elizondo y de Chumbita vuelve grupas, todo habrá concluido. Pero estos bárbaros, en su arremetida sin freno, se encuentran con el parque del adversario, y prefieren el fácil botín a los laureles del campo de batalla. Taboada, que lo ha advertido, corre entonces a ponerse al frente de sus soldados. Pero las municiones se acaban y un vasta silencio empieza a extenderse sobre el escenario de la lucha; un silencio trágico, turbado sólo por el lamento de los heridos que se arrastran, sedientos, por entre las pencas y jarales buscando el agua del Pozo de Vargas. ¿Qué piensa Taboada frente a la inminente derrota? Manda formar cuadro. Se quita la casaca de general. Se arremanga los brazos. Toma una lanza; y antes de ordenar el último ataque a la bayoneta, tiene una inspiración sublime: un relámpago ha pasado por su cerebro. Quiere tocar el corazón de sus soldados donde hay santiagueños, tuoumanos, eatamarqueños y hasta una falange de riojanos mandados por el doctor San Román. Les va a hablar del terruño nativo, de la viña, de la higuera doméstica, de los naranjos y quebrachos; les va a hablar de la madre y de la novia, de la esposa y de los hijos; y a través de estas imágenes bienamadas les va a hablar de la patria. Y ordena a la banda lisa del batallón de eatamarqueños que manda el comandante Brisuela, que ejecute una zamba. Y suena el aire gemebundo, la danza cadenciosa, la tonada fiera y triste, brava y lánguida, con todos los recuerdos de la querencia, con todos los dejos de la tierra y de la raza. Al oiría, los soldados, como a impulsos de una fuerza mágica o al conjuro de una voz de lo alto, se reaniman, se emocionan, se embravecen. Los yacientes se incorporan. Los moribundos piden unos minutos más de vida para oír las dianas victoriosas. Algunos jinetes dispersos vuelven grupas. Estallan los ¡vivas!

CANCIÓN

ESO

99 EL DÍA DOCE DE MAYO

POPULAS

DE

LA

EIOJA

83

Estando ya en El Condado, Al punto de medio día, Llegó al campo la noticia Que el señor Charra venía.

El día doce de mayo Yo me ausenté de mi tierra, Juntamente mi familia, Por andar en la earrera.

Luego de llegar el parte Que la comisión mandaba, Supimos que el enemigo En las Bateas se hallaba.

Salimos de Guandacol Con gran gusto y alegría. Fuimos a tirar las riendas Al punto de la Resina.

Y luego llegó un bombero, Muy elarito nos decía: —Ya se están atrincherando Todas las infanterías.

Salimos de la Resina Con mayor gusto y esmero. Tiramos de nuevo riendas Al llegar a Cerro Negro.

Ya salió la descubierta Con orden que el jefe daba: Si lo encontraban a Charra No se rindiesen por nada.

a la patria, y los desafíos e improperios que hieren como cuchilladas. Y- todos, con Táboada al frente, y al ritmo de la samba milagrosa, atacan y la victoria se decide por sus huestes. Derrotado Várela en Poso de Vargas, el genera] Taboada permaneció algún tiempo m á s en La Rio j a p a r a que la provincia retomara el ritmo legal de vida y se retiró recién en los primeros días de mayo con rumbo a Santiago del E s t e r o . . . No duró mucho l a ausencia porque como no había disuelto toda la montonera, ésta se volvió a organizar y cometió las tropelías que veremos en el cantar siguiente. Taboada avanzó desde Catamarea el 2 de julio y entró en L a Bioja al cumplirse dos meses del triunfo de Vargas. Várela huyó a Chilecito por la escabrosa cuesta de Sigú, pero el teniente coronel José del Carmen Maldonado alcanzó en « P u n t a '1 A g u a » a la retaguardia montonera y la derrotó y dispersó pero no la ultimó. Luego de sacar por segunda vez al montonero Várela, el general Taboada dejó L a Bioja y refiere el teniente coronel Reyes, a quien seguimos en esta reseña, que: La fuerza que combatió en la « P u n t a del Agua », al mando del comandante Maldonado, tomó al enemigo una bandera con la siguiente inscripción: « / Viva él batallón rioj-ano! ¡ Constitución o muerte! ¡Viva el ñustre general don Justo José de Urquiza!... ¡Abajo los negreros traidores a la patria!* Esa bandera se la llevó el general don Antonino Táboada a Santiago del Estero junto con los dos cañones tomados en la batalla del « P o s o de Bargas», como trofeos del ejército de su mando. Y no solamente banderas y cañones se llevó de La Bioja el ejército « Santiagueño >, que obedecía a las órdenes del mencionado general, sino que arreó (esta es la verdadera p a l a b r a ) con todo aquello que fué de fácil transporte hasta su provincia, como animales vacunos, caballares, mulares y yeguarizos; asnal, ovino, éabrío y porcino; trebejos y utensilios e/n general, como ollas de fierro, planchas, azadones, pavas, teteras, parrillas, trébedes, frazadas, cobijas, lana de colchones y almohadas; y hasta hombres, mujeres y niños, que fueron conducidos con esposas y grilletes al presidio del « Bracho •», sobre el Bío Salado, en el territorio del Chaco Santiagueño. Y agrega en una n o t a : Entre las numerosas personas de las diferentes clases sociales que el general don Antonino Taboada dispuso fuesen trasladadas al presidio del «Bracho », porque habían simpatizado con la causa de la montonera, se encontraban las siguientes: don Jacinto Minean, don Emeterio González, don Bamón Gil Iturbe, don Bamón Navarro, don Francisco ligarte, fray Bufino Barrera, lego del convento de la Merced, don Baltasar Torres, Dolores Díaz, Fulgencio de Contreras, Dolores Andrade, Dolores de Vargas, Micaela Ábrego, Basilio Silva, estos dos últimos fueron azotados por haberse fugado del fortín Libertad (230 - 269). Después de leer estas noticias del historiador riojano se comprende fácilmente el porqué pudo vivir en la tradición de la ciudad de L a Bioja el cantar N.° 90. (99) Este cantar me fué dictado en Guandacol por don Javier Ahumada, en 1940. Se refiere a los combates de El'Durito y Ciénega Bedonda (entre Villa Unión y Villa Castelli), librados entre las tropas del jefe del ejército nacional, comandante Martiniano Charras contra la montonera encabezada por Felipe Várela el 5 de junio de 1867. Ya dijimos al t r a t a r del cantar anterior que el general don Antonino Taboada se había retirado de La Eioja sin haber anulado el poderío de Felipe Várela, como pudo hacerlo eomo consecuencia de su victoria en el Pozo de Bargas o Vargas (el 10 de abril de 1867). Este

84

J U A N

A L F O N S O

Ese coronel Medina, Dueño de la artillería, Daba valor -a su gente Y a toda la infantería. Ya salió la descubierta Con orden que el jefe daba.Si lo encontraran a Charra Que no se rindan por nada. Ya salimos de « El Condado: Y pasamos a la playa Allá se tiran las líneas Con orden que el jefe daba. El Jefe entonces envió A Yáñez, a su ayudante,

C A R R I Z O

Con el resto de la gente Para que alce los infantes. —¡ A la carga, a la carga! Manda Medina. Yo no temo a las balas Ni al « Seis de Línea ». Ese Coronel Medina Manda con toda porfía Que prendan fuego a los cercos A ver si así no salían. Al cuento de la pelea Más valiera no contarle: En la Ciénega Redonda Se vieron caras mortales.

grave e i t o i en un general de la Nación tuvo sus tristísimos resultados p a r a L a Kioja que pagó con la sangre de ilustres hijos y robles padres de familia cuando no de militares pundonorosos la ligereza del jefe santiagueño. Como en los casos anteriores tomaremos los datos para ubicar este cantar en el tiempo y en el lugar, del Bosquejo Histórico, del teniente coronel Reyes. Al poco tiempo que tuvo lugar la batalla de San Ignacio (en San J u a n el 1.° de abril de 1867), el mencionado comandante Charras fué desprendido desde la ciudad de San Juan en operaciones sobre La Rioja, trayendo bajo sus órdenes cien guardias nacionales de caballería 'pertenecientes al regimiento Norte de la frontera de Buenos Aires, que comandaba el coronel don Plácido Lopes; y el bizarro batallón San Juan, en número de S00 piusas escasos, cuyo cuerpo al mando del teniente coronel don Rómulo Giuffra y posteriormente al de igual clase don Belisario Liendo, había combatido con gloria en la cruenta campaña del Paraguay y brillante batalla de San Ignacio. El comandante Charras avanzó con la fuerza de que disponía hasta la población de «El Durito », en el departamento de Vinchina, en donde encontró al enemigo el 5 de junio, iniciándose un combate que obligó a retirarse á las fuerzas de Charras con pérdida de algunos hombres, molestado de cerca por aquel en un trayecto de quince kilómetros de distancia, hasta la «Ciénega Redonda», en cuyo paraje continuó nuevamente el combate, que hoce alto honor á las tropas que pelearon en él á las órdenes de tan valiente jefe, con éxito dudoso, porque Charras, agoladas todas sus municiones, se retiró á Guandacol, llevándose los muertos y heridos de su fuerea. contándose entre los primeros al distinguido capitán don Marcos Gómez, del bizarro batallón San Juan, y Várela se retiró deshecho y en dispersión al «Altillo-» y de ahí á Vinchina á organizar nuevamente sus tropas. El combate de « El Durito » o « Ciénega Redonda », como indistintamente es conocido, es una gloriosa acción de guerra para él entonces teniente coronel don Martiniano Charras, cuya reputación de bravo y denodado jefe en él arma de caballería dejó bien acreditadas en las fronteras de la República, en su lucha contra el salvaje como jefe en la frontera Sud de Santa Fe y Norte de Buenos Aires o en los combates de la guerra civil, á la que había concurrido formando parte del ejército de esta última provincia en sus luchas por la organización nacional. Las tropas que á sus órdenes combatieron en el « D u r i t o » y « Ciénega Redonda », tuvieron que batirse al arma blanca con un enemigo muy superior en número, porque sus municiones, que no eran muy abundantes desde que se inició la campaña, se habían agotado en una lucha tan porfiada, con un adversario que contaba con un batallón en que formaban más de ZOO extranjeros, bien disciplinados y mejor armados y municionados. El jefe expedicionario á los departamentos de Guandacol y Vinchina se dirigió, sin ser molestado en adelante por el enemigo, por la estancia de « Mas », en donde pernoctó á pocas leguas de la * Ciénega Redonda», y de aquí á la Villa de Guandacol, para continuar después su marcha hasta ¡a Villa de Jachal, y reunirse en este punto con los comandantes Irrasábál y Vera. Mientras tanto Várela, que ya tenía conocimiento del arribo de los jefes Linares y Barros con sus fuerzas respectivas al pasaje de «Miranda*, apresuró su reorganización y emprendió de nuevo su marcha una ves impuesto de la retirada de esos departamentos del comandante Charras; y á los diez días después del combate del «i Durito» se batía con las fuerzas de los mencionados jefes en el paraje indicado, obteniendo aquél un fácil triunfo y éstos una sangrienta derrota {€30 - 264 y 265). Repárese que la última estrofa del cantar anterior se repite en éste (7." e s t r o f a ) .

CANCIONERO

¿De qué le serviría a Charra Que traiga gente de línea, Si en la Ciénega Redonda Me lo derrotó Medina? Nos mandan en comisión De entrar al Paso de Lamas, Y encontramos la noticia Que se fueron por Alaya. 100

POPULAS

DE

LA

MIOJA

85

101 POBRE ARGENTINA, ¿QUE HAREMOS?

Pobre Argentina, ¿qué haremos? Con un desafío cruel, Que grita el bravo chileno: Allá nos vamos a ver. GLOSA

ESE C H O L O M A N D A R Í N

Ese cholo mandarín Es cobarde en su defensa; En urdir tanta mentira No conoce la vergüenza. Ese canalla indecente En la trinchera se entró. Levantaron la bandera Y un ¡ Viva Chile! se oyó.

O'Higgins, bravo chileno, Y el general San Martín Les dieron la patria al fin, Se hicieron reconocer. Y ahora ¿ con qué nos pagan ?: Con un desafío cruel.

(100) Así como en J u j u y encontré cantares de tema boliviano, así me ocurrió de encontrar cantaros de tema chileno en mi búsqueda por las zonas occidentales de Salta, Catamarca y L a Kioja, tal es el caso presente. Este cantar me fué dictado en Villa Unión por don Agapito Páez, hombre de 70 años. Me refirió que el cantar era más largo y que lo decía un peruano cuando él era muchacho, por eso infiero que el cantar fué introducido allá por 1883, cuando estaban en conflicto Chile y Perú. También, agregaba Páez, había una hoja impresa con estos versos. (101) Me fué dictada esta glosa en la ciudad de L a Ríoja por don Anacarsis P á e z Dumeaux, en 1938, Dumo, como le dicen los riojanos, es un hombre ilustrado natural de El Condado, donde aprendió el cantar cuando joven. El tema de esta glosa es el mismo de las canciones Nos. 64 y 65 del Cancionero Popular de Salta, Nos. 21 y 22 del de Catamarca, y 209 del Cancionero Popular de Tucumán, esto es, el de la guerra con Chile, que felizmente no pasó del grito de alarma. El historiador de nuestro país, doctor Ricardo Levene, ha t r a t a d o el tema con precisión y claridad en las distintas fases del litigio que resumimos aquí: El tema en litigio fué el trazado del límite de ambos países ya tratado por nuestra cancillería en el Gobierno de Rosas y se suscitó de nuevo el conflicto años después. En 1881 se negoció el tratado —con la mediación de los Estados Unidos— por virtud del cual ambos países se comprometían a resolver amistosa y dignamente la controversia, acordando que la Cordillera de los Andes era el límite de norte a sur hasta el grado 52. y terminaba por lo tanto la discusión sobre los indiscutibles títulos argentinos relativos a la Patagonia. A su ves, como compensación, la Argentina reconocía a Chile la mitad de la Tierra del Fuego, islas adyacentes y costas del estrecho. Seden en 1888 se firmó la convención adicional, para llevar a cabo la demarcación en el terreno. En c\tanto los peritas dieron comienzo a su labor, surgieron nuevas y gr, P a r a darle una azotada Y enseñarle a gobernar.

¡ Adelante los que q u e d a n ! Es la consigna a seguir j Adelante nuestro jefe Don Francisco B a i g o r r í !

E l hombre fué muy ligero, Y así se pudo escapar E n u n terreno baldío Dentro de u n cañaveral.

Somos « principistas », No hemos de n e g a r : A sangre y a fuego Debemos triunfar.

HISTORIAS FABULOSAS Y CABALLERESCAS 110 A UNA CIUDAD ME DENTRE

A una ciudad me dentré Porque supe claramente Que se embarcaba la gente, Y al punto que yo llegué Ya vi la gente formada, A una iglesia colocada Rodeada de artillería; P o r dentro resplandecía U n a princesa enjaulada. Y de allí se la h a n sacado Sin que.nadie lo sintiera; Formaron u n a bandera

Y u n ejército de moros; También formaron u n coro En" que la vieron distante : Brillaba como u n diamante Adentro una jaula de oro. Catorce años la siguieron P o r gozar de su h e r m o s u r a ; Se vieron en t a n t a altura Que por perdidos se dieron. Perdidos entre raudales, La sacaron de los mares, L a entraron en una iglesia. Se vido tanta grandeza Con sus ojos de cristales.

(109) Este cantar popularísimo en la ciudad de La Eioja, me fué dictado en 1938 por don Ramón Lorenzo Duarte, caballero riojano, que participó en la revuelta del 6 de marzo de 1924 (110) Estas décimas me fueron dictada» por don Pablo Juárez, en Guandacol, en 1940, Juárez las aprendió a guitarreros de Hornillos, hoy Villa Unión. Parece que se tratara de una glosa cuya cabeza tendría estos dos versos: Una princesa enjaulada Dentro de una jaula de oro.

92

J U A N

A L F O N S O

El p a d r e cae a la cama De pena y melancolía; Gotas de sangre lloraba, Y agora por su hija l l o r a : Al cabo la vino a ver Dentro de u n a jaula de oro. 111 CARLOMAGNO, TAN VALIENTE

Carlomagno, tan valiente, Con veinticuatro guerreros, Con don Roldan y Oliveros, De todos sobresalientes, F u é y puso su pecho al frente Estando Olivero herido. Viendo al pagano tendido, Le dijo que se levante Antes de que se lo mande El enemigo rendido. Aquellos bellos cristianos Después que ya los tomaron Y fueron encarcelados E n la torre de Turquía, El Emperador decía Viendo t a n t a idolatría: —Pena me da la Turquía. Cuando la reina Floripes Visitó a los caballeros, Les dijo el gran Oliveros: —Ninguna pena me asiste. Contestó la señorita: -—Aquí yo los vengo a ver Porque quiero conocerAl señor Güy de Borgoña.

C A R R I Z O

El pagano ¿ quién sería, Que t a n t o lo amenazaba? El dijo que se llamaba F i e r a b r á s de Alejandría. Cuando el pagano llegó, Salió al campo de batalla Haciendo grandes hazañas Y al punto los desafió. Decía: — J u r o por Dios Que al más valiente lo espero. Es un solo caballero Quien los viene a desafiar, Y así, me pueden m a n d a r A don Roldan o a Oliveros. Cuando la reina Floripes Visitó a los caballeros Le dijo el Buen Oliveros: —Ninguna pena me asiste. Dijo: —No pasaré triste A t u presencia, señora. Ella les dijo en persona Yo los he venido a ver, Porque quiero conocer Al señor Güy de Borgoña. Carlomagno fué a buscar Al ejército de reyes P a r a destruir las leyes Del almirante Baalán. Y le dijo F i e r a b r á s : —El pasar es imposible, Pero mi espada temible Yo la mostraré a Galafre, Que nos ha de dar pasaje E n la puente de Mantible.

112 CUANDO VINO

FIERABRÁS

Cuando vino Fierabrás E n busca de Carlomagno, A la tierra de cristianos Ahí los vino a desafiar: -—Contesten si aquí estará Ricartes de Normandía.

112-a CUANDO VINO

FIERABRÁS

Cuando vino F i e r a b r á s E n busca de Carlomagno, A la tierra de cristianos Ahí los vino a desafiar.

(111) Este cantar, escrito seguramente en décimas, lo sabía como está don Roque Quevedo, vecino caracterizado de Suriyaco, distrito situado allá al fondo del departamento Pelagio B. Luna, en 1940. Repárese que la palabra par, que es el título nobiliario dado a los compañeros de Carlomagno, ha sido tomada como adjetivo numeral y por eso dice, en el segundo verso: con veinticuatro guerreros, justamente doce pares de guerreros. (112) Del cuaderno de la señora Aurora Vda, de Tejada, conservado en Ángulos, Famatina. (112-a) Dictada por don Vicente Reinoso, en Malligasta, en 1939. Reinoso es hombre de 70 años y sabe leer y escribir.

CANCIÓN

EBO

POPULAR

Les hubo de p r e g u n t a r A Ricartes de Normandía E l pagano quién sería Que tanto le amenazaba, Y le dijo se llamaba F i e r a b r á s de Alejandría.

DE

LA

RIO JA

93

114 UNA MORA ME ENAMORA Tina mora me enamora, Vna turca me da pena, Y una cristiana me tiene Entre grillos y cadenas.

113 GLOSA

EN LA CARRERA DE AMOR

En la carrera de amor El que es pobre atrás se queda. ¿Cómo es posible que alcance Si a las ancas no lo lleva t GLOSA

Cuando la pelea en Roma E l rey moro la formó, Floripes se enamoró Del señor Güy de Borgoña. Dijo la r e i n a : —Soy mora Y quiero la salvación ¡ P a d r e , quiero deleitarme En la carrera de amor! Cuando Oliveros pelió Con el señor Fierabrás, Pidiendo la libertad, Y el pagano se rindió, E l padre le aconsejó Que aunque cristiano no sea, Si en caso lo despresea Puede quitarle la vida, Allí clamaba y decía: El que es pobre atrás se queda.

Carlomagno, siendo rey E m p e r a d o r de la Francia, Con u n ejército avanza P a r a defender su ley Y para ensalzar la fe Del supremo Dios que adora, De esa su imperial corona Que su padre le ha dejado Dijo Borgonia afamado: Vna mora me enamora.

P o r salvar a F i e r a b r á s , Cinco llevan prisioneros. Tapan la vista a Oliveros Porque a él le temían más. Dijo B r u l a n t e : — E n verdad, Señores, gente aquí viene; Quiten la vida si quieren Pues que ya estoy sentenciado: E n la torre encarcelado Vna cristiana me tiene. Ricartes de Normandía L o mandan por suscripción Y dile —¿Por Y aquí Sangre

al E m p e r a d o r : qué se nos ha alejadof hemos derramado de las propias venas

Y estamos aprisionados Entre grillos y cadenas. (113) A esta glosa mal conservada la tomé en Sálicas de una libreta de don Miguel Fuentes en 1940. Véase otra glosa a esta misma cuarteta en 1 - pág. 151. (114) Entresaqué estos restos de glosa de entre varias décimas que don Roque Quevedo, de Suriyaco, me dictó en 1940. Las otras décimas son las consignadas bajo el N.» 111. La cuarteta glosada es española, don Gabriel María Vergara, en MU cantares amorosos, la tiene así: Una mora me enamora, una blanca me da pena, una morena con sal preso me tiene en cadenas, (pág. 168-a)

CANCIONES RELIGIOSAS

115 ÁGUILA DE TRES COLORES

Águila de tres colores. Preciosa estrella brillante. Perla fina entre diamantes. Asombro de los primores. GLOSA

Sois el más fino topacio, Del Oriente perla hermosa, La reina más poderosa De los más bellos palacios. A ti te rinden aplauso Los más ilustres señores: Príncipes y emperadores De jerarquía real, Porque t ú eres la imperial Águila de tres colores, Esmeralda esclarecida De incomparable hermosura, Torre elevada y segura, Ciudad la más guarnecida, Hermosa aurora del día, Rosa sois la más fragante, Sois zafiro deslumbrante Y del sol eres columna; Te pareces a la luna, Preciosa estrella brillante,

Del j a r d í n de Damasceno Eres la blanca azucena, Eres de la m a r sirena, P r a d o delicioso, ameno. Tú eres la estrella de Venus, De un parecer semejante. Las potestades triunfantes Te cantan muy plenas glorias, Haciendo de ti memorias, Perla fina entre diamantes, Sois la estrella del Oriente De belleza singular; Nadie te puede igualar Desde el naciente al poniente: Ni el poder más eminente, Ni las más fragantes flores. Tronos y dominaciones Alaban t u nombre excelso, Porque eres del universo Asombro de los primores.

116 EL GALLO EN SU GALLINERO

El gallo en su gallinero Abre las alas y canta. El que duerme en cama ajena A las cuatro se levanta.

(115) Del cuaderno de la señoTa Aurora Vda. de Tejada, en Ángulos, Famatina. Se parece a la glosa número 400 del Cancionero Popular del Tucumán, con la diferencia de que aquélla en una glosa amatoria y ésta una glosa dirigida a la Sma. Virgen. (116) Este cantar y algunos otros mas, está tomado de unas libretas pertenecientes a don Julio Soria. Soria, que tiene en la actualidad 70 años, anotó BUS cantares en Tilimuqui, villita del departamento de Chilecito, hace 40 años. La copla inicial de esta glosa debe ser española pues ha sido registrada bajo el N.° 134 del Cancionero de Caiamarca, y está también registrada en: (138 - 51), (84 - 227), (ÉSO • 531) y {Í - so). Cuando una copla goza de tanta popularidad en países americanos distantes entre sí, es casi seguro que tiene origen español, y que su perseverancia en América eB de antigua data seguramente de la era colonial. Esta glosa es un cantar a lo divino porque, como lo explicamos en el Discurso Preliminar, siendo la cuarteta profana, pues es descriptiva, do costumbres, la glosa es religiosa. Con el título de Versos a lo divino, consigna nuestra glosa don A. Acevedo Hernández, en Los Cantores Populares Chilenos, asi: EL GALLO EN SU GALLINERO El gallo en su gallinero abre las alas y canta, el que duerme en casa ajena a las cuatro se levanta. 7 . II

98

J U A N

A

GLOSA

La noche del nacimiento Del Mesías prometido, El buey al recién nacido Se allegó a echarle el aliento.

L

ir o

S

S O

C A R R I Z O

Les astros del firmamento Adoran al Verdadero. Mas este aviso primero En alta voz lo anunció, Diciendo: Cristo nació, El gallo en su gallinero. GLOSA

La noche del nacimiento del Mesías prometido el buey al recién nacido se allegó a echarle el aliento; la t i e r i a y el íirmamento adoran al Verdadero; más Éste avisó primero y en alta voz lo anunció . diciendo: ¡Cristo nació 1 el sallo en su gallinero. A un igual con los pastores trinan las aves p a r l e r a s ; En los campos y praderas se reverdecen las flores; y al niño con mil amores lo besa la Virgen s a n t a ; su complacencia era t a n t a que, al mirar a su precioso hijo, el gallo de regocijo abre las alas y canta. Los tres reyes del Oriente a adorarlo hacen su viaje;

Herodes les dio hospedaje en su palacio excelente y la estrella reluciente con BU luz clara y serena los libra de aquella escena que el cruel tirano dispone: he aquí a lo que se expone el que duerme en cama ajena.

DESPEDIDA

Por fin estos indolentes cumplieron con la orden dada mueren a íilo de espada catorce mil inocentes. La sangre corre a torrentes en el pueblo de Belén. Lo propio en Jerusalén y p a r t e de Galilea sólo salvó la alta idea a J e s i s , el Sumo Bien, (pág, 89)

Repárese que la versión ehilpna está trunca pero conserva la estrofa que con el nombre de Finida figura en Iss canciones del siglo XV y en especial en el Cancionero de Baena. Entre nosotros esa estrofa se llama despedida. La señora María Cadilla de Martínez en La Poesía Popular en Puerto Eico. consigna también otra glosa a la misma cuarteta, sobre el mismo tema del nacimiento del Niño Dios. H e aquí la glosa mal conservada que trae la distinguida investigadora: E L GALLO E N SU G A L L I N E R O El gallo en su gallinero aletea y luego canta, el que duerme en cama ajena pasitito se levanta. GLOSA

El Arcángel San Gabriel A María le anunciaba que se hallaba embarazada por un grandioso poder. Ella no quiso creer al Arcángel verdadero; pero viéndolo sereno le contestó muy b u r l a d a : —Cantó por la madrugada el gallo en su gallinero. Al sentirre embarazada a San JosS lo llamó. Le dijo, desconsolada: —Cantó por la madrugada el gallo en su gallinero. Aquí mi dolor empieza, dijo anegada de llanto. Fué t a s t o su sobresalto

y fué su sorpresa t a n t a que el gallo al momento

canta.

Saludando tal milagro San José que está acostado pasitito S3 levanta. Cuando María parió cantó el gallo en el pesebre y decían las mujeres: •—Parece que oigo una voz. San José les contestó: •—Señores, esto hay que ver; que vino a Jerusalén una estrella reluciente y se ha parado en la frente de María, mi mujer. San José se puso a hacer U n a cunita cuadrada y d i j o : —María del alma, esta cuna es para él. (pág. 2 2 " ) .

CANCIONERO

FOPÜLAB

DE

LA

MIOJA

99

£*an José, al venir el día, Huye con su tierno infante. Breve su marcha adelanta Dirigido para Egipto. Temiendo tan duro edicto, A las cuatro se levanta.

A un igual con los pastores Trinan las aves parleras, Y en los campos y praderas Se reverdecen las flores. Al Niño con mil amores Lo besa la Virgen Santa. Su complacencia fué tanta Al mirar su precioso Hijo, Que el gallo de regocijo Abre las alas y canta.

117 EL PRIMER HOMBRE FUE ADÁN

Los tres reyes del Oriente A adorarlo hacen su viaje; Herodes les dio hospedaje En su palacio excelente; Y la estrella reluciente, Con su luz clara y serena, Los libra de aquella escena Que el cruel tirano dispone. He aquí a lo que se expone El que duerme en cama ajena. Este impío pretendió Degollar al Niño Dios. Hizo aquel hereje atroz La más cruel carnicería. (117) A esta glosa l a tomé j a d a ; en Ángulos ( F a m a t i n a ) . En el Cancionero Popular de número 233. Allí apunté también en las libretas de don Julio Soria.

El primer hombre fué Adán, Eva, primera mujer, Caín, primer desgraciado, Y el primer muerto fué Abel. GLOSA

Por San Pablo empezaré, Que fué el primer ermitaño. San Isidro en otros años El primer labrador fué. El primer tahúr, diré, Advierto que fué Virján.

del cuaderno conservado por la señora Aurora Vda. de TeTucumán. figura otra glosa a esta misma cuarteta, bajo el otra versión. En Chilecito hallé otra que sería una tercera, Como ofrece algunas variantes, la transcribo a continuación:

E L P R I M E R HOMBRE F U E A D Á N El primer hombre fué Adán Eva primera mujer Caín primer desgraciado El primer muerto fui Abel.

1 j

GLOSA

Nació un sabio titulado Plumario San Agustín David con el rey Daniel En las delicias de Arpiano Nació un práctico plumario En el paraíso terrenal Nacieron p a r a enseñar los ministros de la tierra Antes que nadies hubiera El primer hombre fué Adán.

.Nació el sol en las tinieblas A alumbrar en tanta altura En la sagrada Escritura Fueron mil sus luces bellas En esta gloria se encierra Dichosos, no condenados Bajó nuestro P a d r e amado A darnos conocimiento Fué con leve pensamiento Caín primer desgraciado.

Nació porque nadie ignore A quién sentido le ha dado Nacieron tres condenados Caifas, Pilatos y Herodes Nacieron mujer y hombre Y Cristo en Jerusalén E n el Portal de Belén A donde Cristo nació Y de la tierra formó Eva primera mujer.

Nacieron todos errados Los autores y profetas Porque en los doce planetas Lo dijo el texto sagrado. Desde hoy por cierto ha mandado Un embajador a ver, P a r a ver el fin y el ser Que tenía este infeliz Que por manos de Caín Él primer muerto fué Abel.

100

J U A N

A L F O N S O

Y para medicinal", Esculapio, buen sujeto. Antea de toditos éstos, El primer hombre fué Adán. Quién fabricó el primer templo Fué el gran sabio Salomón, Y Moisés, legislador, Como lo explico y lo cuento. Desde el primer santo, advierto, Diré que fué San Daniel. Magdalena fué también Mala y mundana en su vida. Fué primera arrepentida Eva, primera mujer. San Ignacio y San Francisco, Digo de que ambos dos fueron Los fundadores primeros De los santos ejercicios. Y Saúl, por lo que hizo, A muerte fué sentenciado. Otro infeliz desgraciado Se halla entre cristianos buenos: En los campos de Amaceno, Caín, primer desgraciado. San Cristóbal fué gentil Y después se convirtió, Y fué el que se arrepintió Antes que San Agustín.

C A

R E

I

Z

O

118 E L SEÑOR, DE B U E N A G A N A

El Señor, de buena gana, Cinco sentidos nos dio; Por nosotros padeció Desde que salió del templo. Por darnos el buen ejemplo, Nos dice que hoy día somos, Pero que mañana no Siempre vivan los presentes. Yo en el alma me alegrara Que la Reina de los cielos Ella del cielo bajara, A los cielos los llevara, A la gloria celestial. í Dónde habrá mayor deidad t 119 E N ESTA VIDA

EMPRESTADA

En esta inda emprestada, Que es de la ciencia la llave, Quien sabe salvarse sabe, Y el que no, no sabe nada.

118) Las señoritas Navarro Luna, en Sálicas, me dictaron estos versos en 1940 y me dijeron que íueron muchos, pero que no recordaban más. (119) Del cuaderno de la señora Aurora Vda. de Tejada, en Ángulos ( F a m a t i n a ) . Don Ricardo Palma atribuye esta glosa a fray Mateo Chuecas y Espinosa, que nació en Lima el 20 de setiembre de 1788. La versión que trae Palma {SO 6 - I I I - pág. 407), casi no difiere de la nuestra, por ello no la insertamos. Como a esta misma glora la encontró en Puerto Rico, y publicó J . Aldea Masón (5 - 71), creo oportuno insertarla, porque ofrece algunas variantes: E N ESTA VIDA PRESTADA En esta vida prestada que es de la creencia la llave quien tabe salvarse, sube, y el que no, no sabe nada. GLOSA

i Qué se hicieron de Sarsón las fuerzas que en sí mantuvo, 0 la belleza que tuvo aquel soberbio Absalón? i L a creencia de Salomón no es de todos alabada? j, Dónde está depositada í 1 Qué íe hizo! Ya no parece, luego nada permanece en esta vida prestada.

De Aristóteles la ¿reeneía del gran Platón e¡l saber, i qué es lo que han venido a ser? j u n a aparienciaf Apariencia. Sólo Dios es eficiencia. Sólo Dios todo lo Babe; nadie en el mundo se alabe ignorante de EU fin, que así lo dice Agustín que es de la creencia la llave.

CANCIÓN

ESO

POPULAS

DE

LA

RIO J A

4 Qué se hicieron de Simeón Las fuerzas que en sí mantuvo, Y la belleza que tuvo Aquel soberbio Absalón? La ciencia de Salomón jNo es de todos alabada? I Dónde está depositada? I Qué se hizo? Ya no parece. Luego nada permanece En esta vida emprestada.

De Aristóteles la ciencia, Del gran Platón el saber, ¿Qué es lo que han venido a ser? Pura apariencia, apariencia. Sólo en Dios hay suficiencia, Sólo Dios todo lo sabe. Nadie en el mundo se alabe, Ignorante de su fin: Así lo hace Agustín, Que es de la ciencia la llave.

Todos los hombres quisieron ser iirmes en el saber, que lo fueron, no hay que hacer según ellos se creyeron; quizás muchos se perdieron por no ir en segura nave, camino en seguro o grave, si en Dios no fundan su ciencia; pues me dice la esperíencia: quien sabe salvarse, sabe.

El que piense poseer alguna cosa en la vida que a otro no se lo digaj, que no puede permanecer] Silo el que sspa obtener ' por una vida arreglada Un asiento en la morada de la celestial mansión sabe más que Salomón, y el que no, no sabe nada.

G"LOSA

101

La copla glosada es española, de la Edad Media, fué hecha por el poeta madrileño Juan Alvarez Gato, nacido por 1440 y muerto, según conjeturas en 1509. Gato la compuso así: En esta vida prestada, do bien obrar FS la llave aquel que se salva sabe; el otro no sabe nada. (118

124)

En el Cancionero Popular de Tucutnán, publico otra glosa religiosa a esta misma cuarteta, bajo el número 239. Hela aquí: EN ESTA VIDA EMPKESTADA En esta vida emprestada El buen vivir es la llave Aquel que se salva sabe Y el que no, no sabe nada. GLOSA

4 Qué le sirvió a Salomón El ser sabio sin igual Si en todo lo vino a errar Por una ciega pasión I Sin duda su salvación Y BU opinión aprobada Sin duda no sabría nada Cuando no supo salvarse Aún para aprovecharse En esta vida emprestada.

I Mira, hombre, con atención Para qué fuiste criado I ¡Mira, css cuerpo te han dado I ¡Alma, vida y corazón, Entendimiento y razón I j Haces una culpa grave I Es un Dios tan sabio y grande A quien la cuenta has de dar Y si quieres acertar Aquél que se salva sabe.

Por el camino del gusto Del deleite y pasatiempo El pecado y mal ejemplo Nunca tienen cabal gusto. Se vive con mucho susto Porque el cristiano lo sabe Que la ley de Dios es grava Guárdala fiel en el suelo Porque para abrir el cielo El buen vivir M la llave.

Sabes que te has de morir Que tienes gloria o infierno Bueno o malo todo eterno Y que a juicio has de venir, Así debes discurrir Si tu vida es acertada, Allí la disculpa enfada, Porque >e hace en un momento, El de buen entendimiento Y el que no, no sabe nada.

102

JUAN

A L F\ O N S O

Todos los sabios quisieron Ser grandes en el saber. Que lo fueron, no h a y qué hacer, Según ellos se creyeron. Quizás muchos se perdieron Por no ir en segura nave ; Camino inseguro y grave Si en Dios no fundan su ciencia, Pues me dice la experiencia: Quien sabe salvarse sabe.

C A R R I Z O

Si no se apoya el saber E n la t r a n q u i l a conciencia, De nada sirve la ciencia, Condenada a perecer. Sólo el que sabe obtener P o r u n a vida a r r e g l a d a LTn asiento en la morada De la celestial Sión Sabe más que Salomón, Y el que no, no sabe nada.

Don Julio Cenador y Franca, en La Verdadera Poesía Castellana, trae bajo el número 708, una cuarteta que don Luis Milán tiene en su Cortesano (Valencia, en 1561), parecida a la nuestra: Esta vida tan penada si queréis que en bien acabe: aquel que se salva sabe, quo el otro no sabe nada. Un joven profesor del Seminario San José de La Plata, me dictó esta otra coplita sobre el tema, leída en vrn libio español. La ciencia más elevada Es la de que el alma salve; porque al fin de esta jornada aquel que se. salva sabe y el que no no sabe nada. Fray Paulino de la Estrella (1600-1675), poeta, místico español, escribió una glosa a esta sentencia: Quien se sabe salvar, sabe. Figura en rl Eomancero y Cancionero Sagrados, bajo el número 824, así: viva bien y bien acabe, Del mundo todo el saber templando bien el clarín para con Dios es locura, de la vida, porque al fin, y sólo es suma cordura quien se safre salvar, sabe. amar, servir y temer a quien tiene tal poder, que todo en su mano cabe; y así, ninguno se alabe, ¿De qué te aprovecha ¡oh hombre! desde el uno al otro polo, ser sabio, rico y temido, de otro saber, pues que sólo y ser tan esclarecido Quien se sabe salvar, sabe. tu salar, que al mundo asombre 1 Si no tienes más que nombre I De qué me debe servir de cristiano que te cabe, el ser noble y ser letrado, y las obras son de árabe, y el andar amortajado, con la fe sola aparente, si no supiere vivir f sabiendo que solamente Mas si supiere morir, quien se sabe salvar, sabe. aun tendré de qué me alabe cuando bien la vida acabe, El sumo saber consiste siendo más sabio que Apolo; en gozar del sumo bien; pues en esta vida sólo lo demás todo es vaivén, quien se sabe salvar, sabe. que de engaño» se reviste; del mundo caduco y triste Nada sabe el que emplearse cosa no hallo que se alabe; en Dios todo no procura, que se consuma y acabe, ni se baila ciencia más pura eso sí; que es bkjo polo, que amar a Dios y salvarse; y quien de él quiere gozarse, y así afirmo bián que sólo para que siempre le alabe, quien se sabe salvar, sabe. Las citas de personajes bíblicos y de la mitología griega ¡de nuestro cantar riojano nos recuerda aquella estrofa de Juan de Mena (1411-1456), que dice: La gran fuerza de Sansón, ni la música de Oríeo, la fermosura que leo, tenida por Absalón,

no Ifs dieron perfección c& ésta sólo consiste en virtud, si la seguiste, procurando salvación. (118 - I

pág. 138)

C4NCT0NEK0

POPULAS

120 EN LA PROFUNDA QUEBRADA

En la profunda quebrada Que hay en un profundo mar, Ayúdenme a llorar: Peñas, mares, montes, ríos. GLOSA

E n el valle de Josafá Estaremos reunidos, Oyendo mil alaridos De animales y serpientes, Temblando todas las gentes, Peñas, mares, monte?, ríos.

121 HAY VARIOS SABIOS QUE DICEN

H a y varios sabios que dicen: No h a y Dios, ni gloria, ni infierno, Ni que se h a n de condenar Sino que los santos padres Predican por engañar. 122 HOMBRE QUE DE HOMBRE SE FIA

Hombre que de hombre se fía Por cierto vive engañado. Yo, por haberme confiado, Perdí lo que pretendía.

(120)

DE

LA

EIOJA

103

GLOSA

Se vido en la antigüedad One un hermano a otro hermano Mató con su propia mano De envidia o rivalidad. Siendo de sanguinidad Igual, tuvo la osadía De hacer t a n grave avería, Y por esto que fué a hacer Puede escarmiento tener Hombre que de hombre se fía. Ds un nr'smo vientre nacieron, Y sucedió que el mayor Le dio la muerte al menor Y en él la desgracia vieron. Sus padres ol duelo hicieron De ver su hijo desgraciado, Muerto ya el desventurado Que el mismo hecho lo d ; rá. Quien usa de tal crueldad Por cierto vive engañado. Cuando el pesar recibió P o r uno y otro la madre, Llorando preguntó al p a d r e : —A mi hijo ¿quién lo mató? Y el hermano di i o : —Yo, Yo he sido el fatalizado; E n tales campos mentados De Amaceno y el infierno, P e r d í por mi mal gobierno, Yo por haberme confiado. Lo engañó y lo convidó P a r a ir a sacrificar Los dioses de su adorar, Y fué donde le quitó La vida y lo ajustició, Porque veía y conocía Que iba a ser su alma perdida, Porque él no era virtuoso. —Sólo por ser envidioso, Perdí lo que pretendía.

Me fué dictado este resto de una glosa, en Chilecito, en 1939.

_ (121) Estos versos, al parecer de una décima, me fueron dictados en la ciudad de La Rioja, por don Manuel I. Plores, de Los Algarrobos, en 1938. Flores tenía 70 años y loa había aprendido en la Ciudad. (122)

Del cuaderno de la señora Aurora V. de Tejada, en. Ángulos (Famatina).

104

JUAN

A L F O N S O

123 JUEVES SANTO MURIÓ CRISTO

Jueves Santo murió Cristo, Viernes le hacen el entierro, Sábado le cantan gloria, Domingo subió a los cielos. GLOSA

Lo maltratan los judíos Y lo tienen por escrito, Esto lo hemos de mirar: Jueves Santo, murió Cristo.

C A B E I Z

?

Quiso morir en la iglesia Con todos los filisteos Después que se vido ciego: —I Para que quiero la vidat Antes de morir decía: -—líe quedé con el deseo. San Cipriano fué hechicero Y después fué hombre traidor: Cielos y glorias ganó Por favor del Padre Eterno. Tenía un devoto bueno, Lo podía librar de su arte.

125 124 LUCIFER SE CONDENO

Lucifer se condenó Por un falso pensamiento, Pues tuvo el atrevimiento De decir: —No hay como yo. San Miguel le contestó: No hay como Dios de los cielos. Salió triste sin consuelo, A los infiernos cayó.

Sansón fué de mucha fuerza, Pero se burlaron de él; Le hizo traición la mujer, Siendo de tanta dureza.

LLORANDO TE LO PEDÍ

Llorando te lo pedí, No me lo quisiste dar. Es imposible gozar La grandeza que perdí. GLOSA

Tres veces, con juramento, San Pedro a Cristo negó. Arrepentido lloró, Y fué tal su sentimiento, Que en aquel mismo momento Dijo: —íSeñor, te ofendíl < Misericordia de mí, Rey de poder infinito. El perdón de mi delito Llorando te lo pedí.

(123) Estos restos de una glosa me fueron diotados en Papancilloa (Dto. Gral. LayaHe), por la Beñora Amalia Ormeflo de Ormeño, en 1939. Tiene 56 años y sabe leer y escribir; la había aprendido en el mismo Pagancillos. Es hija del poeta lugareño don Juan Antonio Ormeño, fallecido hará 30 años. La cuarteta es española: Jueves Santo murió Cristo; El Viernes se hizo el entierro; Sábado resucitó; Domingo subió a los cielos. (R. M. 6538) (124) Este cantar me fué dictado por don Juan Cruz Humeres, en Los Palacios (Dto. Gral. Lavalle), en 1939. (125) De las libretas de don Julio Soria (Chilecito). Es como la glosa inserta bajo el N.° 115, un cantar a lo divino, porque la cuarteta es profana y la glosa de sentido religioso. Está la composición completa, pues lleva también la despedida, conocida en loa cántar o del Siglo XV, con el nombre de Finida.

CANCIONERO

POPULAR

J u d a s no se arrepintió Aunque se vio apesarado: F u é como desesperado A u n árbol y allí se ahorcó. Las monedas que ganó No las supo aprovechar. Maldiciendo sin cesar, Contra Jesús dice t r i s t e : —El reino que a P e d r o diste No me lo quisiste dar. Si hubiese hecho penitencia Aquel, infame traidor Con verdadero dolor, Hubiera hallado clemencia. Desconfió en la Providencia, Tan digna de perdonar A quien la sabe implorar, Según la sagrada historia, Y ahora dice: —La gloria Es imposible gozar. Feliz Pedro, que al Señor Dijo: —Yo a tus pies me postro, Y hasta acanalar su rostro Lloró su terrible error. E n J u d a s no hubo temor, Como en P e d r o y en David. Es justo que diga así, , E n t r e sus padecimientos: —Me sirve de más tormento La grandeza que perdí. DESPEDIDA

Al fin, amigo adorado, Muy bien lo t e n d r á s sabido Que Pedro fué convertido Y J u d a s fué condenado. Uno lloró su pecado Y puso en Dios todo anhelo, Pero el otro, sin consuelo, Padecerá eternamente. Goza el que fué penitente La eterna gloria del cielo.

BE

LA

EIOJ

A

105

126 MAL HAYA LO DESPAREJO

Mal haya lo desparejo Del camino que lie andado. Me ha dado tanto trabajo Por no haberlo emparejado. GLOSA

Tiene el peregrino errante Que andar por toda nación Ilasta la consumación, Sin descansar un instante, E n el lugar más distante O en el desierto más lejos, Sin temer a ningún riesgo Ni cansancio ni fatiga. No le servirá que d i g a : Mal haya lo desparejo. Pasará por serranías, Por montes y cordilleras, Sin que lo ofendan las fieras Más horribles y temidas. Así acabará sus días Este infeliz desgraciado. Y a veces desesperado, Como el nérfido Caín, Dirá « j. Cuándo t e n d r á fin El camino que he andado?» El sol, las aguas, los vientos No le impedirán su marcha, Ni el frío y la d u r a escarcha, Las plagas ni los tormentos, Los furiosos elementos, Menos le pondrán atajo. Correrá de arriba abajo El globo de polo a polo, Y dirá « Un castigo sólo Me ha dado tanto trabajo ».

(126) Del cuaderno de la señora Aurora V. de Tejada, en Ángulos (Famatina). El tema de esta glosa es el de la leyenda del Judío Errante, que andaba en el pueblo treinta años atrás. Pierre Vrignault, en su Anthologie de la Chanson Franqaise, pág. 237, trae una larga canción sobre el tema. Parece que hubiese sido compuesta en 1812, porque dice: La rieillese me gene: J'ai bien dix-huit cents ans Chose sure e certaine Je pase encor doute ans; J' avais douze ans passés, Quand Jésus-Christ eit mí.

106

J

U A N

A L F O N S O

Andará como iracundo Por toda montaña y sierra, Los ángulos de la tierra Hasta que fenezca el mundo. El piélago más profundo Y el camino mas pesado, Si para él fangoso está, Al Señor se quejará Por no haberlo emparejado.

127 MAV HAYA LO

Mal Del Eso Por

DESPAREJO

haya lo desparejo camino que he andado. y más padeceré no haberlo emparejado.

C A R R I Z O

Por ser soberbio y altivo Con Cristo, Nuestro Señor. Dirá con rabia y furor: « Mi perdición me labré. Todo el mundo lo andaré Sin descanso ni reposo. Por mezquino y orgulloso, Eso y más padeceré ». Por los bosques andará Causando terror horrible, Y las fieras más temibles De verlo se humillarán. Los tigres depararán Al verle desfigurado. Maldito y desesperado Siempre andará de continuo, Siguiendo su mal camino Por no haberlo emparejado.

GLOSA

Del Judío Errante cuento. Por un castigo tan solo, Hoy se anda de polo a polo Sin descansar un momento. Su pesar es tan violento, Que medita muy perplejo. Dice: « Por mi mal consejo Nada puedo conseguir ». Sólo le queda el decir: May haya lo despareja. Su marcha es tan violenta, Que no le puede impedir Ni el huracán con rugir Ni granizos ni tormentas. Nada de esto le amedrenta En su paso apresurado. Cuando se ve fatigado, Desespera como un loco Diciendo: « j Si será ñoco El camino que he andado? » Tarde conoció su error, Ya sin remedio ni alivio,

128 NADA EN ESTA VIDA DURA

Nada en esta vida dura: Fenecen bienes y males, Y una triste sepultura Nos cubre a todos iguales. GLOSA

Todcs vivan con cuidado, No apresuren sus afanes, Que el día menos pensado Fenecen bienes y males.

¡Tanto afán por Renombre, honor Cuando la tierra Nos cubre a todos

conseguir y caudales, al morir iguales!

(127) Del cuaderno de la señora Aurora V. de Tejada, en Ángulos, Fainatina. En el Cancionero Popular de Tucvmán, N.° 380, hay una ¡versión incompleta de esta glosa que como la anterior trata de la historia popular del Judi^t Errante. (128) En España hay una glosa en décimas a esta misma cuarteta; a ella y a las versiones tucumanas puede verse en el Cancionero Popular de Tucumfin. N,° 255. Las dos estrofas de esta glosa andan en la tradición oral como coplas; véase las que llevan los números 3373 y 3368, respectivamente.

GANCIÓNEBÓ

PÓPÜLAE

129 NI LOS CLAVOS NI EL MADERO Ni los clavos ni el madero Me tienen crucificado. Sólo ha sido tu pecado Y lo mucho que te quiero. GLOSA

Mira hasta donde llegó El amor de un Dios amante Para con un inconstante Que de la nada formó. En vientre humano encarnó Por misterio verdadero; Como inocente cordero Hizo lo sacrificasen, Sin que lo atemorizasen JV» los clavos ni el madero.

DE

LA

BIOJA

107

¡ Alma dichosa, si aciertas Seguir tan feliz sendero, Llega donde el juez severo Que te dirá sin discordia: —Mira mi misericordia Y lo mucho que te quiero. DESPEDIDA

Al fin, si quieres gozar De la celestial mansión, Recurre con devoción A la mesa del altar. Toma su cuerpo en manjar, Tu alma será meritoria De tan loable victoria, Y tened por entendido Que para el arrepentido Es el reino de la gloria. 130

Este hacedor de hacedores, El supremo rey de arcángeles, Lo que no hizo por los ángeles Hizo por los pecadores: Con penetrantes dolores Fué de espinas coronado, Y en la cruz enarbolado Dijo el Salvador divino: —Las culpas del hombre indigno Me tienen crucificado.

¿No han visto un agonizante Con la aflicción que se queja De un dolor que no lo deja Tener alivio un instante?

En tres horas de agonía Siete palabras habló: Al padre Eterno clamó Diciendo que todavía Sed de padecer tenía Porque fuese perdonado El pecador obstinado. El no dijo en su delirio: —La causa de mi martirio Sólo ha sido tu pecado.

Cuando empezó a padecer El divino Redentor, Dejó su santa pasión Escrita en Jerusalén. Todo fiel debe tener Su palabra resonante. Dijo a su Dios como amante, Cuando iba a finalizar, En la cruz, al expirar: ¿No han visto un agonizante f

¿NO HAN VISTO U N AGONIZANTEP

GLOSA

Con su muerte cruel, las puertas Del infierno se cerraron Y las del cielo quedaron Desde aquel instante abiertas. (129) De las libretas de don Julio Soria, Chilecito. La cuarteta inicial es una copla religiosa, una saeta española. Don Agustín Apuilar, en su libro Saetas Populares, inicia el capítulo titulado: Jesús habla al pecador, con nuestra cuarteta: Ni los clavos ni el madero me tienen aquí clavado, sino sólo tu pecado y lo mucho que te quiero. (N. 0 660) (130)Dictada en Chilecito por una señora a quien le ¡laman: doña Petronila, en 1939. Es, como se ve, una copla glosada a lo divino o cantar a lo divino.

J U A N

108

A L F O N S O

131 OBRAS DE

MISERICORDIA

Obras de misericordia Siete son espirituales; Y las siete corporales, De ellas ya no hay ni memoria. Es una cosa notoria Que el mundo está muy trocado. Los preceptos se han borrado Que todo se ve al revés, Y ninguna cosa es Como Dios dejó ordenado. Visitar a los enfermos Fué generosa obra pía, Lo que la otra gente hacía Con dolorosos extremos. Con el prójimo no hacemos Beneficio al fundamento; Obras de agradecimiento Entre la gente no se usa, Así, el que tiene se excusa Dar de comer al hambriento. Dar posada al peregrino Por ¿mtisia se ha quitado Y la piedad se ha negado Por un grande desatino Están fuera de camino Por lo que hoy día se ve, Que no hay quién crea en la fe; Por eso de esto me privo, Que más quieren cautivar Que redimir al cautivo.

(131) (132) Andrada.

C

A

R

R

I

Z

O

Tan sólo en las pulperías, Con su interesable intento, Dan de beber al sediento Usando de tiranías. Vendiendo con picardía, Con decoros muy agudos, Siendo así yo no lo dudo, Pues así habrá convenido: Quieren vestir al vestido, Y no visten al desnudo. 132 I QUE DOLOR PARA U N AMANTE!

¡Qué dolor para un amante Que lo quieren separar, Como si la ausencia fuera Remedio para olvidar! GLOSA

San Pedro lloró siete años, Solo en la falda de un cerro, Suplicando al Padre Eterno Hasta que se vido salvo. De allí bajó ayunando Con penitencia bastante, Prometiendo en adelante No cometer otro yerro. Estuvo a perder el cielo, ¡Qué dolor para un amante!

Del cuaderno de la señora Aurora V. de Tejada, en Ángulos (Famatina). Este cantar a lo divino fué dictada en Antinaco, en 1939, por la niñita Teodora

DECLARACIONES, FINEZAS Y JURAMENTOS

133

GLOSA

ÁGUILA QUE VAS VOLANDO

¡Águila que vas volando Y en el pico llevas hilo, Dámelo para coser Este corazón herido I GLOSA

Un cazador, al cazar, De ver las aves suspira, Les hace el punto y les tira Con pólvora y munición. Voltea una y luego d o s . . . i Se conforma? ¡ Nunca í Y cuando Va levantando y guardando, Dice: i Quién volteará más? ¡ Quién te pudiera tirar, Águila que vas volando!

Yo pregunto qué se habrá hecho La fortuna para mí. Me contesta con derecho Que vaya preso por ti A la cárcel de tu pecho. Qué alegrías son prisiones, Qué gloria es el padecer. Yo no le encuentro razón: Sólo porque sé querer Preso va mi corazón. Si este dolor no mitigas, Pienso la vida acabar. Sólo espero que me digas Qué tiempo tengo de estar Todo lleno de fatigas. Si no igualo a tu indolencia, Amada prenda querida, Partirás mi corazón: Encontrarás las heridas Causadas por vuestro amor.

134

135

A LA CÁRCEL DE TU PECHO

AL DEMONIO DEL INFIERNO

A la cárcel de tu pecho Preso va mi corazón, Todo lleno de fatigas, Causada por vuestro amor.

Al demonio del infierno Hasta el alma le daría Por hablar contigo a solas Siquiera una vez &l día.

(133) Dictado en Santa Cruz (Dto. Famatina), por don Domingo Correa, en 1939. La cuarteta glosada es española: ¡Pájaro que vas volando Y en el pico llevas hilo, Dámelo para coser Mi corazón que está herido.

(R. M. 5086)

Sobre este mismo tema véase (5 - N.« 23), (4? - Nos. S21 y 941). (134) Esta glosa me fué dictada en Chilecito por don Salvador Salazar, en 1939. El señor Salazar, que es un hombre de setenta y tantos años, aprendió este cantar allá por 1880, a un minero chileno residente en Chilecito. (135) A estas dos estrofas de una glosa trunca las recogí como coplas sueltas en la tradición riojana y en distintos lugares una de otra; llevan los números 963 y 1658, respectivamente .

112

J U A N

A L F O N S O

C A R R I Z O

GLOSA

GLOSA

Qué de quejas, qué de llantos, Qué de lamentos te diera, Qué cosas no te contara Si hablar a solas pudiera.

¡ Que sea firme su amor I Ay, no me vaya a engañar, Que no olvide que padezco A causa de su amistad.

136 138

AL FIN VOY A DECLARARTE

Al fin voy a declararte, Bello encanto de mi vida: Si tú no sois homicida, Jamás dejaré de amarte. Conforme supe adorarte Desde la vista primera, Seré fino hasta que muera, Y me atrevo asegurarte Que seré tu fino amante Aun cuando amando muriera.

137 A MI NINGUNA ME QUIERE

A mí ninguna me quiere A causa de su amistad. Yo he de porfiar en quererla Si es firme su voluntad.

AMO A MI PATRIA Y A TI

Amo a mi patria y a ti Te rindo toda afición. Por la patria doy la vida Y por ti mi corazón. GLOSA

Vida mía, ten paciencia, No desmayes en tu amor, Que en ambos está el dolor Que puede causar mi ausencia. Yo por nuestra independencia, De la tierra en que nací, He de pelear porque así Previene la ley sagrada. Pero primero que nada Amo a mi patria y a ti.

La copla glosada es española: Ar demonio del infierno Yo mi arma le daría Por habla contigo a solas Siquiera una horita al día.

(R. M. 1842)

(136) Esta décima me fué dictada en Malligasta Beatriz Herrera Vda. de Gordillo, en 1939.

(Dto. Chilecito), por la señora

(137) Me fueron dictadas estos dos cuartetas de una glosa, en Guandaeol, por doña Visitación Tejada, de 50 años, en 1940. Doña Visitación había aprendido el cantar completo en Guandaeol, pero al presente no recordaba más. (138) Dictada por doña Rosa Moreta Gómez, de 64 año», en la ciudad. Dice doña Rosa que la aprendió a su madre, a quien le oyó más de una ve* referir que la solía cantar

CANdIONEBO

Yo adoro con fe c o n t a n t e Mi nación y mi derecho, Pero a ti rindo mi pecho P o r ser la ley de tin amante. Yo venero el estandarte Que tremola en mi nación, Y con ardiente pasión P o r la patria doy la v i d a ; Pero a ti, prenda querida, Te rindo toda afición. No tengas penas por cada, Que el cielo te ha de amparar, Mientras yo vaya a pelear Por la libertad deseada. Dejadme empuñar la espada, Amada p r e n d a querida, Porque es ley esclarecida Que pene y muera u n a m a n t e ; Y en prueba qus soy constante, Por la patria doy la vida. Mi pecho siente en verdad El rato que no te veo, Pero es mi ardiente deseo Ver la patria en libertad. La patria clamando está P o r sus hijos, y es razón, E n la presente ocasión E n que ella se ve oprimida, D a r por la patria la vida Y por ti mi corazón.

POPULAR

DE

LA

MIOJA

113

139 ANTENOCHE SOÑÉ ESTAR Antenoche soñé estar En brazos de tu deidad. Hagámoslo cierto, mi alma, Que salga el sueño verdad. GLOSA

Gozando de tus amores Antenoche soñé estar. Yo espero de t u bondad Que al fin podré merecerte. Lleno de felicidad, Pienso que será mi suerte En brazos de tu deidad. Convidándome a t u c a . . . , Haceme, mi bien, dichoso. No dilates con t u calma, Y aunque hablen los envidiosos, Hagámoslo cierto, mi alma. Por fin, con h a r t a ansiedad, Ya no veo la hora, pues Si ya no h a y dificultad, Gocémonos de una vez, Que salga el sueño verdad.

el coronel Arredondo (José Miguel, 1834-1904), vencedor en la batalla de San Ignacio contra la montonera en San Juan, el 1." de abril de 1867. En el Cancionero Popular de Tucumán, figura bajo el N.» 285, una versión trunca de esta misma glosa. En el cuaderno N.° 2 de Armonías peruanas, página 73, hay otra glosa a esta misma cuarteta, que dice así: Amo a mi patria y a ti Con frenética pasión, Por mi patria doy la vida Y por ti mi corazón. GLOSA

Desde mi más tierna infancia Con ardiente frenesí Y con la más fiel constancia Amo a mi patria y a ti.

Sin reparar en familia, En fortuna, ni en querida Cuando mi patria lo exija Por mi patria doy la vida.

Mi patria y tú, prenda mía, El alma de mi alma son, Por eso a las dos las quiero Con frenética pasión

Y no habrá quien no me apruebe La noble resolución De dar la vida por ella Y por ti mi corazón.

(139)

Del cuaderno de la Befiora Aurora V. de Tejada, en Ángulos (Eamatina), 8-II

114

J U A N

A L F O N S O

C A B E I Z O

140

142

ANTENOCHE TE SOÑÉ

ATIENDE LO QUE TE DIGO

Antenoche te soñé Que en mis brazos te tenía. Despierto, me hallo sólito. ¡Bien haiga la suerte mía!

Atiende lo que te digo, Regalada prenda mía, Si tú me dieras el sí, ¡Qué dicha sería la mía!

GLOSA

Despierto yo tan contento Pensando te había de v e r . . . Para mi mayor tormento, Antenoche te soñé. De cuando en cuando me salen Suspiros del alma mía, Pensando, al verte, mi cielo, Que en mis brazos te tenía.

GLOSA

Para saber los tormentos De este corazón herido, Despierta, precioso azahar, Atiende lo que te digo. Eres mi luna brillante, Eres mi estrella de guía, Mi sol, mi vida, mi encanto, Regalada prenda mía.

Pensando que yo gozaba Lo que siempre solicito, Entre medio mis placeres, Despierto y me hallo sólito. 143 A TODAS HORAS DEL DÍA

141 AQUÍ M E PONGO A C A N T A R Aquí me pongo a cantar A los claros de la luna, A ver si puedo sacar De las tres hermanas una. La menor no tiene tiempo, La mayor pasa de edad; La del medio es la que quiero, Si su padre me la da.

A todas horas del día, Mi bien, te tengo presente. Olvidarte es imposible, Aunque de ti viva ausente. Glosa Estrella del alto cielo, Perla de melancolía, ¡Quién pudiera estarte viendo A todas horas d^el día!

(140)

De la libreta de don Julio Soria, Chilecito.

(141)

Dictada por doña Ana María Vda, de Asiar, en Vilja Unión, en 1939.

(142) Este cantar me fué dictado en Viebigasta, en 1939, por la madre de don Francisco Ortiz; ella lo sabía por haberlo aprendido allá por 1880, en Sañogasta. i

(143) Me fué dictada esta glosa, en Vinchina (Horno), ¡por doña Etelvina Carrizo, quien la había aprendido a don Audencio González, de Vinchina (Pueblo), hace 45 años, cuando ella era aún joven de 25 a 30 años.

CANCIÓN

ESO

POPULAS

Hoy, en continua amargura, Con gran deseos de verte, En tan dilatada ausencia, Mi bien, te tengo presente. Querida prenda del alma, En mi pecho estás visible. Aunque mil tormentos pase, Olvidarte es imposible. Te prometo ser constante Plasta que venga la muerte, Y tenerte en la memoria Aunque de ti viva ausente. 144

DE

LA

BIOJA

115

GLOSA

Aun cuando el mundo se oponga Con todo su gran poder, Yo con la vida y el alma Constante te he de querer. Privarme de que te vea Bien lo pueden conseguir; Privarme de que te quiera, Nadie me lo ha de impedir.

Aunque vivo de esperanzas Porque no te puedo ver, Komperé mil imposibles Y siempre tuyo he de ser.

A TUS PUERTAS, VIDA MÍA

A tus puertas, vida mía Se ha llegado un corazón, Con la aspiración de verte, Guiado por la pasión. GLOSA

Muy bien sabes que por ti Mi amor pena noche y día, Y con gran dolor se viene A tus puertas, vida mía.

145 CONSTANTE TE HE DE QUERER Constante te he de querer, Nadie me lo ha de impedir, Por tu amor he de morir Y siempre tuyo he de ser.

146 CUANDO YO ESTE EN AGONÍA

Cuando yo esté en agonía, Siéntate en mi cabecera, Fija tu vista en la mía, Y puede ser que no muera. GLOSA

Cada vez te quiero más En mi cariño creciente. Tu recuerdo de mi mente No se apartará jamás, Darme al olvido podrás, Perjura tal vez o impía. Pero al llegar ese día, Ten piedad de mi dolor: Ven a mentirme tu amor Cuando yo esté en agonía. Ni desdenes, ni rigores Esquivo me han de volver; Por eso siempre has de ser La ilusión de mis amores.

(144) Estas dos cuartetas es lo único que se recordaba de una serenata, don José Chumbita, que vivía en Pinchas en 1938. Chumbita era hombre de 62 años. (145) Dictada por doña Etelvina Carrizo, en Vinchina (Horno), en 1939; había aprendido esta glosa en el lugar. (146) Esta preciosa glosa me fué dictada por don Pastor Zelava, eu Los Molinos (Dto. Castro Barros), en 1938. La copla glosada es española: Cuando yo esté en la agonía siéntate a rni cabecera fija tu vista en la mía fácil será que no muera. (27 - pág. 13)

116

J V A N

A L F O N S O

Cuando entre fieros rigores Deje la m u n d a n a esfera, Tu imagen t a n hechicera Me d a r á dulce consuelo. Déjame entrever el cielo, Siéntate en mi cabecera. No me niegues t u bondad, Da consuelo a mi dolor; Si no me tienes amor, Tenme siquiera piedad. ¡Qué importa la eternidad Bajo la gloria de un día. . . I No hay suerte, no hay alegría Que pudiera competir Con el placer de morir Fija tu vista en la mía. Porque, mirándome así, Contemplaré realizada L a ardiente dicha soñada Tras la que loeo c o r r í . . . ¡Ven, no te apartes de mí Y mírame placentera, Que al verte en mi cabecera Darás alivio a mi s e r . . . ¡Que me sienta renacer, » Y puede ser que no mueral

C A R R I Z O

148 DE LO AUSENTE QUE HE VIVIDO

De lo ausente que he vivido, He venido aquí recién Tan sólo p a r a decirte: Ya estoy de vuelta, mi bien. Ya estoy de vuelta, mi bien, A visitarte he venido. Quisiera que me avisaras De los gustos que has tenido. De los gustos que has tenido Tengo de hacer una lista. ¿Cómo quieres que yo viva Careciendo de t u vista? Careciendo de t u vista Ya no tengo resistencia, Quisiera que me avisaras: ¿Cómo te va con mi ausencia?

148-a DE LO AUSENTE QUE HE VIVIDO

147 DÁNDOTE MI CORAZÓN

Dándote mi corazón Yo quisiera retratarte, Porque es tanta mi afición Que te adoro sin hablarte. GliOSA

Desde el día en que te vi Desprecio la mejor flor, Poniendo en ti mis sentidos, Dándote mi corazón.

De lo ausente que he vivido, Ahora vengo recién. A encadenarme en tus brazos Ya estoy de vuelta, mi bien. —¿Ya estás de vuelta, mi bien? A recibirte he venido. Quisiera que me avisaras De los gustos que has tenido. —De los gustos que he tenido Tendré que hacer una lista Todo el tiempo que he andado Careciendo de t u vista. Careciendo de t u vista Ya no tengo resistencia, Y a p r e g u n t a r t e he venido Cómo te va con mi ausencia.

(147) Esta glosa trunca me fué dictada por dofia Ana María Vda. de Asiar, en Villa Unión, en 1939. (143) Estas estrofas encadenadas me fueron dictadas por doña Eulogia Avayay, en Sanagasta, en 1938, y también en la misma forma por don Eamóa Villafañe, de 30 años, en Malügasta (Dto. Chilecito). (148-a) Dictada por doña Rosalía Fuente, en Sanagasta, en 1938.

CANCIONEEO

FO PULAS

¿Cómo te va con mi ausencia Cuando de mí te retiras? ¿.Haces de mí una memoria, Te acuerdas de mí o te olvidas? 149 DENTRO DE MI CORAZÓN

Dentro de mi corazón ¡Quién te pudiese tener! Para que veas el amor Con que te llegué a querer.

DE

LA

EIOJA

117

Si en presencia te he querido, E n ausencia te amo más. J u r a m e n t o te he de hacer De no olvidarte jamás. Advierto que te he querido De noche como de día. ¡Ay del otro que se llegue A tus puertas, vida mía! Aunque nos persiga el mundo Con su tirana maldad, Consérvate siempre p u r a Y déjalo al mundo andar.

GLOSA

151 Es t a n grande mi pasión Y con extremo te quiero, E n ti está la dilación, Tú ocupas lugar primero Dentro de mi corazón. Te he prometido ser fiel, Nunca pienses que te falte, Muy constante me has de ver. Al lado p a r a a d o r a r t e Quién te pudiera tener. Dime, mi preciosa flor, ¿Que el mirarme te han privado? 4 Por qué acabó tu valor ? Por ti todo he despreciado P a r o que veas el amor. P o r vos no siento perder Mil caricias en el mundo. Voy dispuesto a padecer Pensando en ti en lo profundo Con que te llegué a querer. 150

DESDE QUE LOGRE MIRARTE

Desde que logré mirarte Me determiné a quererte. Dime, mi bien, si es tu gusto: Te serviré hasta la muerte. GLOSA

Es mi gusto el adorarte. Hablo por ley y razón, Porque el alma me robaste, La voluntad y atención, Desde que logré mirarte. Me fué tanto gusto el v e r t e Con mi pasión tan crecida, Te di mi amor de tal suerte, Desde que con alma y vida Me determiné a quererte. Yo seré constante y justo E n adorar tu belleza; Sin darte, amada, un disgusto Te seré fiel en firmeza. Dime, mi bien, si es tu gusto.

DESDE AQUELLA VEZ PRIMERA

Desde aquella vez primera Que a t u presencia me vi, El corazón, vida y alma A t u obediencia rendí.

P o r fin, quiero únicamente Saber con seguridad Si no podré merecerte. Teniéndote voluntad, Te serviré hasta la muerte.

(149) Dictada por doña EteMna Carrizo, en Vinchina, en _1939. Doña Etelvina me docía que estos versos eran muy populares en Vinehina, allá por 1870. . -^^ (150) Dictada en Sanagasta, por la señora Eamona Herrera de Pociolli, quien aprendió éste 7 otros cantares a un vecino. (151)

Del cuaderno de la señora viuda de Tejada, en Anguloa (Famatina).

118

J U A N

A L F O N S O

152 DESDE QUE TE VI TE AME

Desde que te vi te amé, Desde que te amé me muero; Y muñéndome por ti Dichoso me considero. GLOSA

Ojalá nunca, mi vida, Hubiera logrado verte, Por no sufrir una suerte Tan triste y tan abatida. Deseo que la partida El recio golpe me de, Y será la causa que Sigas de su amor la huella. Sabes que yo, ingrata, bella, Desde que te vi, te amé.

C A B B 1 Z O

Mirad del modo que existe Un amante verdadero. Yo dar la vida profiero,

Y aunque premio no merezca, Y aún cuando por ti fallezca, Dichoso me considero. DESPEDIDA

Al fin quiero suplicarte Que me digas la verdad: Si me has de tener piedad Para más no molestarte. Yo me afano en adorarte, Y quiero que tu también, Siendo para mí un Edén De primorosas delicias, Mis amorosas caricias No pagues con un desdén.

153 En mi amarga desventura Sólo me queda el decir Que voy gustoso a morir Por una rara hermosura. De mi situación tan dura Hay veces que desespero. Tener consuelo no espero, Estoy como prevalido, Y de una pasión herido, Desde que te amé me muero.

DESPIERTA, REINA DE AMOR

Despierta, reina de amor, Que me abras tus puertas quiero, Que te viene a visitar Un amante pasajero. GLOSA

Ta no tengo resistencia Para tan doble rigor; De este funesto dolor Es la causa tu indolencia. Tú pronuncias la senteneia De mi último frenesí. Y si te fijas en mí Sólo podrás observar Que estoy siempre al expirar Y muñéndome por ti.

Despierta, mi cielo hermoso, Que ya me falta valor. Si sabes pagar fineza, Despierta, reina de amor.

En vuestras manos consiste Mi desgracia o mi fortuna. Tú eres la fuerte columna Que me ata y me tiene triste.

Despierta con gran esmero Placeres que el mundo ofrece, Saludar a Dios parece Un amante pasajero.

(152)

Despierta, hermosa sin par, A los rayos de la luna, No desprecies tal fortuna Que te viene a visitar.

De la libreta de don Julio Soria, Chilecito.

(153) Esta glosa, con las dos últimas cuartetas, me fué dictada en Banda Florida (Dto. Gral. Lavalle), por don Hermenegildo Rodríguez, en 193$. Rodríguez es hombre de 64 años, A la primera estrofa de la glosa la recogí como copla suelta.

CANCIONERO

POPULAS

DE

LA

BIOJA

119

154 DIME, QUERIDA DE MI ALMA

Dime, querida de mi alma, Si correspondes mi amor. Mi corazón, de dolor, No goza un momento en calma.

Con el puñal en la mano, Traspásame el corazón, P a r a no sentir t u ausencia En esta tan cruel prisión.

GLOSA

Si decidida me salvas, No prolongues mi dolor, Y con tu lindo candor Dime, querida de mi alma. Recorre tu corazón, Que te dirá la verdad, Y dime con claridad Si correspondes mi amor. Si respondes con terror, Dudo si encontraré Otro paciente cual fué Mi corazón, de dolor. Te declaré en palma (sic) Que mi corazón no siente, Porque él constantemente No goza un momento en calma.

156 EL QUE INTENTARA QUITARME

El que intentara quitarme La luz del entendimiento Ha de escribir en el agua Y ha de firmar en el viento. GLOSA

Pesando en igual balanza La libra con el adarme, H a de igualar ese fiel El que intentara quitarmie.

155 ¿DONDE ESTAS O QUE TE HAS H E C H O ? .

¿Dónde estás o qué te has hecho, Dulce encanto de mi vida? En esta tan cruel prisión Me dejas y te retiras.

157 EL RATO QUE NO TE VEO

GLOSA

Muy bien sabes que te tengo E n el centro de mi pecho. Cuando mis ansias no atiendes, ¿Dónde estás o qué te has hecho f

El rato que no te veo Ten por cierto que no vivo. ¡Cómo podrá quien te adora Vivir sin estar contigol

(154) Dictada en Malligasta (Clrilccito), por don "Vicente Reinoso. Reinoso es un hombre de alguna ilustración y-tenía, en 1939, alrededor de 70 años. (155) Dictada por doña Tránsito Fuentes de Peñaloza, de 70 años, en Anillaco. Doña Tránsito sabe leer y escribir y tenía, en 1938, alrededor de 70 años. (156) En la estación del ferrocarril de la Villa Nueva de Mazan, un niño casi de 12 años, se acercó a dictar coplas, entre ellas me dictó estas dos que son parte de una glosa. (157) Dictada por doña Aurora Rodríguez en Anillaco. Doña Aurora tenía en 1938 alrededor de 70 años. Sabe leer y escribir.

120

J U A N

A L F O N S O

GLOSA

Si duermo, es con sobresalto, Pues me falta tu recreo. No encuentro en mí los sentidos El rato que no te veo. Tú que me distes el sí De amante sin atractivo, Pues, si me has de aborrecer, Ten por cierto que no vivo. Me dicen que te abandone, Que lo cumpla sin demora. No habiendo,causa por qué, ¿Cómo podrá quien te adoraf Es tanto lo que te quiero, Que con verdad te lo digo: Es imposible que pueda Vivir sin estar contigo.

C A B B 1 Z O

Pues de justicia me toca Antes la vida rendir Que llegar a preferir Otra porque esté presente. No habrá en el mundo quien cuente Que me es forzoso el vivir.

Puedes segura contar Con un amor que es eterno, Pues aunque me esté muriendo De ti no me he de olvidar, Primero se ha de acabar El mar en su inundación Que yo mudar de pasión Aunque a la muerte me viera, Así, muriendo dijera Que hice de ti estimación.

158-a 158 EN ESTA DESOLACIÓN

En esta desolación En que es forzoso vivir, Yo no me he de arrepentir, Que hice de ti estimación

EN ESTA DESOLACIÓN

En esta desolación En que forzoso es vivir, Nunca me he de arrepentir, Que hice de ti estimación. GLOSA

GLOSA

Siempre has de tener presente, Ingrata, vuestros favores, Y el rasgo de mis amores No ha de borrarlos la muerte. Bien puede la fatal suerte Privarme de vuestra unión, Bien puede la sucesión De los tiempos trastornarse, Que tu amigo el olvidarse Én esta desolación. Aún más firme que una roca Vuestro amor he de guardar, Y en polvo me he de formar Sin que pronuncie mi boca, (158)

Aún más firme que una roca Tu decoro he de guardar, Y en tierra me he de trocar Sin que se queje mi boca, Pues de justicia me toca Antes la vida rendir Que llegar a preferir Otra porque esté presente. Ni en La Ríoja habrá quien cuente En que forzoso es vivir. No entiendes que es arrogancia De una falsa simpatía, Efecto es, amiga mía, De mi notoria constancia,

Dictada como la anterior, por doña Aurora Bodríguez, en Anillaco.

. (158-a) Dictado en Punta de los Llanos (Dto. de la Capital), por don Manuel Antonio Díaz, de 70 años, en 1940.

CANCIÓN

BEO

POPULAS

Que hacia ninguna distancia He de variar mi sentir, Aunque sé que he de morir, Y aunque mi cuerpo esté muerto, Que te distinguió mi afecto Nunca me he de arrepentir. Puede segura contar Con mi amor, que es caso eterno, Porque aunque me esté muriendo De ti no me he de olvidar, Y primero ha de llegar El mar y su inundación Que yo mudar de opinión Aunque la muerte viniera, Pues que muriendo dijera Que hice de ti estimación. 159 ENFERMO ESTOY, NO SE COMO

Enfermo estoy, no se cómo, Nacido de un no se qué. Yo sanaré bien se cuando Si me cura quien yo se. GLOSA

Tengo pena y me conformo, Lloro y gimo tristemente, De mi propia sangre tomo. Yo no se de qué accidente Enfermo estoy, no se cómo. No se a mi pecho por qué Le asiste lina pasión muda; Claramente bien se ve Que es mi corazón sin duda Nacido de un no se qué. Siempre, siempre estoy deseando De tu gusto un refrigerio; Mas, como vivo penando, Será imposible el remedio.. . Yo sanaré bien se cuando. En mi pecho mantendré La pena que me maltrata. (159)

PE

LA

RIOJA

121

Digo de qué sanaré De este dolor que me mata, Si me cura quien yo se. 160 EN LOS JARDINES DE AMOR

En los jardines de amor Tengo una flor separada, Más bella que la azucena, Y no me atrevo tocarla. GLOSA

Yo buscaba con primor En los prados de alehelí Aquella preciosa flor Que a mi corazón le di En los jardines de amor. Mi suerte, en una alborada, A un jardín me precipita De una belleza soñada. Adonde Cupido habita Tengo una flor separada. Mi alma de dulzura llena Por la flor que vivo amando. Mi corazón se enajena Tus hechizos contemplando Más bella que la azucena. Soy feliz en adorarla A la flor de mis ensueños. Más venturoso es amarla Aspirando ser su dueño, Y no me atrevo tocarla. 161 EN TODAS PARTES TE ENCUENTRO

En todas partes te encuentro, En todas partes te miro. Tú no estás en todas partes, Pero te llevo conmigo.

Del cuaderno de la señora Aurora Vda. de Tejada, en Ángulos (Famatina).

(160) Dictada en Guandacol, por don Javier Ahumada, en 1940. (161) Dictada en Chaquis (Dto. Castro Barros), en 1938, por don Gabriel Brizuela, de 60 años. Sabe leer y escribiz.

122

J V A N

A L F O N S O

GLOSA

En En En En

mi cuarto y en la calle, la orgía y en el templo, las nubes y en los astros. el mundo y en el cielo,

En todas partes te encuentro. Cuando yo duermo, tú velas: Te veo en sueños conmigo. Tú lamentas mis tristezas Y ríes si alegre río. ¿Por qué es que me sigues siempre?, En todas partes te miro, ¿Eres algo inmaterial, Eres un demonio o ángel?, Eres mujer y no puedes Tanto así multiplicarte. Mas no puedes afirmar Tú no estás en todas partes. Así dudaba yo un día Como lego en estos ritos. Consulté ingenuamente A un sabio mago, y me dijo Que no estás en todas partes, Pero te llevo conmigo. 162 EN UNA TE ESTOY QUERIENDO

En una te estoy queriendo, A las dos, todo mi encanto, A las tres, vidita mía, Me hallo padeciendo tanto.

C A K B I Z O

Las cuatro dadas, te advierto, Y en cinco te hago un pedido: Que a las seis, vidita mía, No olvides a tu querido. Eres en siete mi encanto, En ocho preciosa flor, En nueve no me desprecies, Te lo pido por favor. En diez declaro mi amor, En once reloj pulido, A las doce, vida mía, Que no me eches en olvido. En trece paso a decirte, En catorce vengo a ver, Y a las quince, vida mía, Dime si me has de querer. 163 ESOS TUS PRECIOSOS OJOS

Esos tus preciosos ojos Son tan hermosos y bellos, Que el corazón queda herido Cuando me miras con ellos. GLOSA

No me miren con desdén, Ni me miren con enojos, Mírenme como que quieren Esos tus hermosos ojos. Tus pestañas son el bosque Adonde se esconden ellos. Descúbrelos, que me miren, ¡Son tan hermosos y o ellos.../

La cuarteta inicial figura como hecha por la poetisa arequipefia Adriana Buendia, colaboradora hacia 1890, del semanario La Alborada, que sucedió a la escritora (argentina) Juana Manuela Gorriti. En todas partes te encuentro y en todas partes te miro; tú no estás en todas partes pero te llevo conmigo.

Mi mi ¡y ya

pecho es un corazón es un si tú mueres, sabes cuál es

cementerio, nicho; ingTato, tu sitio t

Las campanas de tu barrio doblando están por un muerto: tienen razón, ya no existo porque no vivo en tu pecho,

Me quisiste y yo te quise, y nos quisimos los dos; tú, al fin, llegaste a olvidarme pero no te olvido yo. (Lira arequipeña"). Biblioteca de Cultura Peruana, T. 8, pág, 231.

(162) Me fué dictada en Aminga (De Arriba), por don Beyes Ceballos, en 1938. Ea analfabeto y tenía 70 años. En el Cancionero Popular de Salta, TU* 245, hay una versión de tres estrofas de este cantarcillo sumamente popular. En el Cancionero Popular de Tucumán, N.° 339, hay otra versión incompleta. (163)

Dictada por doña Etelvina Carrizo, en Vinchina.

CANC10NEM0

POPULAS

No me mires de repente, Mírame como que he sido, Que el pecho sentirá siempre Que el corazón queda herido. No me miren irritados Que son fatales recuerdos, Porque creo que me matas Cuando me miras con ellos. 164

DE

LA

RIO

JA

123

GLOSA

Un punto no te desunes De mi constante memoria, Esperando la victoria De ver tu belleza el lunes. Siguen las horas comunes; El martes mi dicha allana. Mas no se si hoy o mañana Puedo lograr esa suerte, Con el deseo de verte Hallo larga la semana.

ESTOY CUIDANDO U N CLAVEL

Estoy cuidando un clavel; Con mis caricias lo riego. En él pongo mis sentidos; De que me lo roben temo. GLOSA

De guardia pongo mis ojos, Que velan con interés, Y yo como centinela Estoy cuidando un clavel. La planta es el alma mía, Su fragancia es mi sosiego. Para que no se marchite Con mis caricias lo riego. El día y la noche son De su perfume testigos; No como, bebo ni duermo, En él pongo mis sentidos. Es tan sublime su aroma, Que lo cuido con esmero. En él pongo mis sentidos: De que me lo roben temo. 165 HALLO LARGA LA

SEMANA

Hallo larga la semana En la vida del deseo. ¡Oh, qué gusto cuando llega El feliz día en que te veo!

Cómo te estoy adorando, Dulce amada, dueña mía, El miércoles todo el día Paso por ti suspirando. Y de este modo penando De día y noche me empleo. El jueves es mi trofeo, Bella perla idolatrada, Porque estarás retratada En la vida del deseo. Si oigo cantar un jilguero, Tu imagen se me presenta, Y más mi pena se aumenta Por todo el viernes entero. El sábado peno y muero, El alma en llanto se anega, Un instante no sosiega Hasta ver tu sol dorado; Y este día tan deseado ¡Oh, qué gusto cuando Ilegal Al fin, el lunes y el martes No hallo en el mundo consuelo. El miércoles, de tal duelo, Alma y corazón me parte. El jueves, mi bien, reparte De tú hermosura el recreo. Viernes y sábado creo, Pero jamás lo distingo. Y tan sólo es el domingo El feliz día en que te veo.

(164) Dictada en Anillaco (Dto. Castro Barros) por don Silvano Romero, de 60 años, en 1938. (165)

De las libretas de don Julio Soria, en Chilecito.

124

JUAN

A L F O N S O

166 JÚRAME QUE YO TE JURO

Júrame que yo te juro, Amarnos eternamente, Y aunque estemos en la tumba, Nuestro amor esté patente. GLOSA

En mi concepto, no dudo Que ambos igual nos queremos, Y para mayor seguro, De las promesas que hacemos, Júrame, que yo te juro. No pienso que por ausente Puedas echarme en olvido. Mira, cuando así lo intentes, Que ambos hemos prometido Amemos eternamente.

167 LA ENVIDIA SE HA PUESTO EN CONTRA

La envidia se ha puesto en contra Porque ven que nos queremos. Lágrimas ha de costar Para que nos separemos. GLOSA

Ya no habrá ley ni corazón Si te desprecio por otra, Siendo que por nuestro amor La envidia se ka puesto en contra.

C A R R I Z O

Anda diciendo la gente Que desgraciados seremos, Que nos quieren perseguir Porque ven que nos queremos. La envidia vil y mezquina Me quiere de ti privar. Para que cumpla su antojo, Lágrimas ha de costar. Porque no nos ven hablar, Dicen que no nos queremos: Lágrimas ha de costar Para que nos separemos. 168 LA ESPADA DE TU

RETIRO

La espada de tu retiro Me ha conducido a la muerte. ¿Cómo podré consolarme Si estoy privado de verte? Aunque me oigan suspirar, No hay quien se duela de m i En vano será quejarme, Estando ausente de ti. Mi triste imaginación No cesa de atormentarme: Que tú, mi querida, puedes En algún tiempo olvidarme. Hasta el fin te he de querer, Hasta el fin te he de adorar. Como no falte de ti, Que por mí no ha de faltar. Si en presencia te he querido, En ausencia mucho más, Porque he dado mi palabra De no olvidarte jamás.

(166) Dictada por doña Aurora Rodríguez, de 60 años, en Anillaeo, en 1938. A esta misma cuarteta hay una glosa de sentido obsceno, en décimas, qije algún día figurará en el Cancionero Popular Tabernario, que formo con los cantares obscenos y picarescos de las provincias exploradas. (167) Dictada por doña Ramona Herrera de Poeiolli, en Sanagasta. La última estrofa de esta glosa, que está, a su vez glosada, en el Cancionero Popular de Tucumán, N.° 322, es española: Dicen que no nos queremos, Porque no nos ven hablar; A tu corazón y al mío Se lo pueden preguntar. (R. M. 2161) (168) Dictada por don Pastor Zelaya, en Los Molinos (Dto. Ostra Barros). La última cuarteta de este cantar es una copla registrada en el Cancionero Popular de Catamarca, así: Si presente te he querido, Ausente te quiero más, Por eso te di palabra De no olvidarte jamás. ( K ° 636)

CANCIONERO

POPULAE

169

BE

LA

SIOJA

125

Que por ti me hallo llorando, Lejos de ti, vida mía.

LA PALOMA MAS AMANTE

La paloma más amante Que mi corazón tenía Ve mí se quiere apartar, ¡Ay, qué desgracia la mía! GLOSA

Yo pensé que fiel me fuera Y me adorara constante. Pero mal me corresponde La paloma más amante. E r a imagen de mis ojos Y entre mis brazos dormía, E r a el único consuelo Que mi corazón tenía. Aunque piense noche y día, No lo podré remediar, Porque el gusto y la alegría De mí se quiere apartar. Ya no ha de tener remedio Esta mi cruel agonía. Me consolaré diciendo: ¡Ay, qué desgracia la mía! 170 LEJOS DE TI, VIDA MÍA

Lejos de ti, vida mía, ínter viva lloraré; Hasta la última agonía Tu nombre pronunciaré. GLOSA

Es t a n crecido el contento Que recibo con t u halago, Que aunque t ú me des mal pago Me valgo del sufrimiento. P o r no a p a r t a r m e un momento De ti, prenda apetecida, Sufriré con alegría Las penas que estoy pasando,

Varias veces no está en mí Sufrir las infracadones. Hago llorar corazones Al acordarme de ti. Creedlo, mi bien, que es así, Pues te adoro con tal fe, Con paciencia sufriré El rigor de este cruel mundo, Porque con dolor profundo ínter viva lloraré. Ya que la suerte me indujo A t a n desgraciada vida, Penando todos los días

Recuerdo de cuando en cuando Lo que me paso llorando Hasta la última agonía. Me causa grande dolor Cuando recuerdo de t i : Eres el bello j a r d í n Que deleitas a mi amor. Dolor de mi corazón, Todo te toleraré, Y si llega el caso en que Esté el corazón herido, E n lugar de d a r gemidos Tu nombre pronunciaré.

171 LEJOS DE TI, VIDA MÍA

Lejos de ti, vida mía, Mientras viva te amaré, Y hasta mi última agonía Tu nombre pronunciaré. GLOSA

Cuanto mejor me sería A n d a r por el mundo e r r a n t e Padeciendo noche y día,

(169) Dictada por don Manuel S. Flores, de Los Algarrobos (Dto. Bivadavia). (170) Esta glosa me fué dictada en Vinchina (Calle), en 1939, por don Audeneío González, de 55 años. Ha sido parafraseada en sentido obsceno. (171) Dictada por doña Florinda Vda. de Salazar, en la ciudad de La Eioja. Esta misma cuarteta tiene también una glosa de sentido obaeeno. Me fué dictada en Salta.

126

J U A N

A L F O N S O

Que no estar u n solo instante Lejos de ti, vida mía.

172

C U Jl _ff

T 7, O

Finalmente, amada dueña, Escúchale a un afligido, Con mil ayes y suspiros, Que en adorarte se empeña. Dale de alivio una seña O de mayor afición, Que esta mi ciega pasión Me tiene así como digo, Enteramente cautivo, Tu pulida perfección

LOS EXCESIVOS AFECTOS

Los excesivos afectos Que nacen del corazón Me obligan a pretender Tu pulida perfección. GLOSA

¿Cómo es posible que cierres Las puertas a un fino amante Que pretende ser constante? Aunque sus finezas niegues, Ahora y mientras vivieres, Vengo a t u s puertas sujeto, Con u n humilde respeto, Sólo por darte a saber Que no puedo contener Los excesivos afectos. No puedo u n solo momento Dejar de pensar en ti. Desde que te conocí, E n ti está mi pensamiento. Y estoy a g u a r d a n d o el tiempo De la dichosa ocasión E n que pueda mi afición Gozar u n dulce recreo De los ardientes deseos Que nacen del corazón. Ese talle tan bonito E s el que a mi amor encanta, Esa tu bonita planta Y t u mirar t a n airoso; Tu modo t a n generoso Y el suave modo de ver, ¿Quién no se atreve a querer, Siendo un pulido diamante Que las ansias de gozarte* Me obligan a pretenderf

173 LLORO AL ALBA POR MIRARTE

Lloro al alba por mirarte, Sale el sol y me entristece, Porque quisiera adorarte Desde que el día amanece. Desde que el día amanece Yo sueño que te estoy viendo. Y estoy de noche y de día A todas horas muriendo. A todas horas muriendo Sin tener ningún consuelo; Y la flor que ando queriendo Se marchitó con el hielo. 174 MÁNDAME A QUITAR LA VIDA

Mándame a quitar la vida Si es delito el adorarte. El amor que yo te tengo No he de mudar a otra parte. GLOSA

Yo he nacido para ti, Y seré firme y constante; Te pagaré con la yida Si es delito el adorarte.

(172) De las libretas de don Julio Soria, Chüecito. En el Cancionero Popular de Tucumán, hay bajo el N.° 357, uria versión incompleta da esta misma glosa. (173) Me fué dictado este cantar, en Rivadavia, lugarejo píóximo a Villa Castelli, en el departamento General Lamadrid, en 1939. (174) Las estrofas de esta glosa trunca, me fueron dictadas en Vinchina, por don Amadeo Varas, en 1939, como coplas sueltas.

CANCIONERO

POPULAS

DE

175

EIOJA

127

GLOSA

MARINERO QUE NAVEGAS

Marinero que navegas, Levanta, que salta el sol, A dirigir la barquilla Donde navega mi amor. Marinero sube al tope Y dile a t u capitán Que una vela se divisa E n las alturas del mar. Rema, rema, marinero, Que me gusta t u remar, Porque yéndome fen tus brazos No le temo al temporal. Vamos al puerto, vidita, Que allí nos embarcaremos: Tu cuerpo será la lancha, Mis brazos serán los remos. Hasta el muelle fui con ella, E n conversación los dos. Allí fueron los lamentos Cuando ella me dijo adiós.

176

LA

El amor que yo te tengo Es muy justo y sin prejuicio, Y sin ser correspondido Me has hecho perder el juicio.

Domina tu corazón, Amada prenda querida, Y verás que por t u amor Estoy a perder la vida. La cadena Prisionero Y con ella Si no soy

de t u amor me ha tenido, moriré correspondido. 177

MI CORAZÓN PENA Y MUERE

Mi corazón pena y muere Diciendo que ya te vas. Para que no pene tanto, Dime cuándo volverás. GLOSA

Aunque tu pecho de mármol, De acero o de bronce fuere, Sabrías que aquí en mi pecho Mi corazón pena y muere.

Sabrías que no es posible ME HAS HECHO PERDER EL JUICIO Q u e un corazón llore m á s ; Calla, no quieras matarlo Me has hecho perder el juicio, Diciendo que tú te vas. La memoria y el sentido. Estoy a perder la vida Si no soy correspondido.

(175) Dictado en Chuquis, por don Amancio Quevedo. Quevedo sabe leer y escribir y tiene 65 años. Este cantarcillo debe ser español. La última estrofa es una copla española conocida: Jasta er muelle fuimos juntos y platicando los dos y ayi fueron los lamentos cuando ella me dijo ¡adiós! (R. M. 3411) (176) Dictada en Malligasta (Chilecito), por don Vicente Eeinoso, en 1939. Tiene 70 años y sabe leer y escribir. (177)

Dictada por don Brígido Avayay, en Sanagasta, en 1938.

128

J U A N

A L F O N S O

178 MI CORAZÓN SE HA PERDIDO

Mi corazón se ha perdido, Y lo trato de buscar, Porque pienso lo he de hallar En vuestro pecho escondido. GLOSA

No hay duda de que tú has sido La ladrona en buena fe. El proyecto es conocido, Y desde que te miré Mi corazón se ha perdido.

C A

M E

I

Z

O

Aunque vengan contra mí El agua, el fuego y el viento, Y pase mil de tormentos, Siempre seré lo que fui. Penas pasaré por ti Aun cuando el fuego me abrase Y la tierra me tapase Y el mar me quite el poder. Aunque más tormentos pase, Más firme te he de querer. 180 MIRA, NEGRITA DEL ALMA

No le siento palpitar Ni aun dentro del pecho mío. Esto me hace maliciar, Y con razón desconfío Y lo trato de buscar.

Mira, negrita del alma, Sólo tu razón espero. Si por pobre me desprecias, Quiéreme de marinero.

Tú no me puedes negar Que tengo ley y derecho Para poder registrar El interior de tu pecho, Porque pienso lo he de hallar.

—No lo desprecio por pobre; Antes, más pobre soy yo. En la confusión que me hallo, ¿Cómo me avengo con dos?

Si no haces lo que te digo Y tu corazón se calla, Me presentaré a Cupido, Y probaré cómo se halla En vuestro pecho escondido.

—El remedio que yo le hallo: Que me quiera a mi nomás; El querido suyo he sido, No me quiera abandonar.

179 MI DESEO ES PADECER

Mi deseo es padecer Por tu amor, prenda querida. Aunque me cueste la vida, Más firme te he de querer.

—Oiga, joven, lo que dice, Después no diga: ¡ malhaya! Se encuentre con otras lindas Y a mí me eche enhoramala. —Con lindas yo me he encontrado: Ninguna de ellas me agrada. Usted es muy linda y preciosa Por su cuerpo y por su cara.

GLOSA

—¡ Qué linda puedo ser yo Cuando no me sobra nada 1 Mujer con necesidad No tiene honra ni palabra. (178) Don Ladislao Sotomayor, vecino de Villa "Unión, de 77 años, conservaba en una libreta algunas composiciones de su juventud. Esta y otras que iremos viendo pertenecen a esos apuntes. (179)

Dictada en Anillaco, por don Moisés Romero, en 1938.

(180) Dictada por don Hermenegildo Rodrigue*, en Banda Florida (Dto. Gral. Lavalle). Nótese el parentesco de la última estrofa con esta sentencia de Guemán Alfatache: nunca pudieron ser amigos el hambre con la vergüenza. (Parte primera - Libro II - Cap. II - 10).

CANCIONERO

POPULAR

180-a

BE

LA

RIO

JA

129

Sacaba sangre de los pechos Y la daba en un pañuelo.

Y O D E T E R M I N O EL Q U E R E R T E

Yo determino el quererte Con el corazón primero. Todavía voy dudando Si serás mujer de empeño. —Mujer de empeño lo he sido, Con el tiempo lo irás viendo; Nunca he usado traición Con hombre que ando queriendo

PRIVARME DE QUE TE

Privarme de que te vea, Privarme, podrán privar; Privarme de que te quiera No han podido ni podrán.

GLOSA

—Mira, mozo enamorado, De sus ciertas ahmalhayas, Búsquese con otra b u e n a : Ninguna le ha de ser mala. —De buenas, yo he encontrado, Y ninguna a mí me agrada. Usted será reina en todo, Hermosísima y bizarra.

VEA

Mira que es cosa imposible P r i v a r al sol su carrera. Más imposible será, Privarme de que te quiera.

—¡ Qué bizarra puedo ser Donde no me sobra n a d a ! Mujer con necesidad No tiene honra ni palabra. 182 E l hombre, p a r a hacer ver La constancia de su pecho, Se hizo picar la vena Del lao del brazo derecho. La mujer, por no ser menos, También supo hacer su d u e l o :

N O QUISIERA

RECORDAR

No quisiera recordar Del sueño que estoy soñando, Porque despierto lo pierdo Y en dormido estoy gozando.

(180-a) Dictada por don Pablo J u á r e z , en Guandacol, en 1940. (181) E s t a s coplas, que son cabeza y pie de una glosa, me fueron dictadas en Loa Molinos (Dto. Castro B a r r o s ) . Don Julio Cejador en su Floresta, transcribe este cantar del siglo X V I I (ms. 3168 de la Bibl. Nacional de M a d r i d ) , parecido al nuestro: Bien podéis no me querer, yo desterrarme de veros, pero dejar de quereros, señora, no puede ser, ¡Bien podéis vos no quererme, lo que por mi mal no sea! y mandarme que no os vea, que es a la muerte t r a e r m e : esto y más podéis hacer, pues tengo que obedeceros; pero dejar de quereros, señora, no puede ser. (N.* 1613) Anterior a este cantar transcripto, es este otro del siglo X V : Quitarme podéis la vida de modo que luego muera; mas quitarme que vos quiera no podéis. (Floresta, N.° 1517) (182)

Dictada por don Rubén Molina, en Villa Unión, en 1939. 9-II

130

J U A N

A L F O N S O

Si a la hora en que despierto Ella a mi lado no está, Yo me quisiera dormir P a r a volverla a soñar. Si rae volviera a dormir, Me saliera cierto el sueño : A mi lado la tuviera Si no fuera de otro dueño. 183 NO SE QUE GUSTO ME DA

No sé que gusto me dá La vez que merezco el v e r t e ; No sé de dónde me nace Tanto amor para quererte.

C A R R I Z O

Todos los cineo sentidos Los pierdo por tus amores. Siempre muero y moriré, Oid mis tristes clamores.

185 OLVIDARTE ES IMPOSIBLE

Olvidarte es imposible Aunque de ti viva ausente. GLOSA

Tanto amor p a r a quererte Di de donde me sacaste, Si del día en que te vi El corazón me robastes. El corazón me robastes, Y" estoy a perder la vida. Si correspondes mi amor, Tuyo seré mientras viva. Tuyo seré mientras viva, No dejaré de quererte Hasta que el mundo se acabe O Dios me mande la muerte. 184 OID, PERLA ESCLARECIDA

Oid, perla esclarecida, Rosa del árbol fragante, Oid mis tristes clamores, Si me admites por tu amante. GLOSA

Supuesto que en ti consiste E l consuelo de mi vida, Tened compasión de mí, Oid, perla esclarecida.

A todas horas del día, Mi bien, te tengo presente. Olvidarte es imposible Aunque de ti viva ausente. Te prometo ser constante Hasta que venga la muerte. Olvidarte es imposible Aunque de ti viva ausente. Querida p r e n d a del alma, Todo mi fin es quererte. Olvidarte es imposible Aunque de ti viva ausente. Con la continua a m a r g u r a Y el gran deseo de verte, Olvidarte es imposible Aunque de ti viva ausente. 186 PALOMITA ENCANTADORA

Palomita encantadora, De mis sentidos recreo, Estoy sin vida y sin gusto El rato que no te veo.

(183) Este cantar con estrofas encadenadas, me fué dictado en 1939, por don Benedicto Ormeño, en Pagancillo. Ormeño tenía en aquel tiempo 46 años. (184) Dictada por don Javier Ahumada, en Guandacol, en 1940. (185) Esta glosa me fué dictada en Anillaco, en 1938, por la señorita Cruz Bomero Barros. (186) Estas dos cuartetas, que son la cabeza y el primer pie de una glosa, me fueron dictadas juntamente con otras coplas en Sanagasta, en 1933.

CANCIÓN

K SO

POPULAS

GLOSA

Si mi corazón pudiera H a b l a r contigo a toda hora, Me contara por dichoso, Palomita encantadora.

187 POR D O N D E Q U I S I E R A Q U E V O Y

Por donde quiera que voy Me parece que te veo: Y es la sombra del deseo En que cavilando estoy. GLOSA

Te digo, mi bien querido, Ahora al pié de tus plantas, Que son inuúmeras, t a n t a s Lágrimas que yo he vertido. Hasta la salud he perdido, No me conozco quien soy.

Z> K

LA

RIO

J A

131

Perdiendo la vida estoy, Yes verdad muy evidente Que te miro bien patente Por donde quiera que voy.

Hasta en mi imaginación Estás, mi vida, presente, Tanto que yo, deliciente, Te tributo adoración. Con amorosa intención E n ti está mi recreo. Pensando en ti me desvelo, Pues me llego a imaginar Que contigo voy a hablar, Y es la sombra del deseo. Te miro a solas y lloro, De mil requebrantos digo. Pienso que me hallo contigo Y que de dichas mejoro. Y como tanto te adoro, Sólo a la pena me doy, Y te advierto desde hoy Que me ha de costar la vida Esta pena t a n crecida En que cavilando estoy.

(187) Dictado por don Melitón Segundo Páez P o r r a , en Safiogaata, en 1939. Lo h a b í a aprendido en la ciudad de L a Rioja, cuando hizo la conscripción, treinta años atrás. El poeta santafesino don Bernardo de Vera y P i n t a d o (1780-1827), hizo esta otra glosa al mismo p i e : Por donde quiera que voy Me parece que te veo. Y es la sombra del deseo En que delirante estoy. GLOSA

Desde que mi corazón Te adora, bien de mi vida, Tengo en el alma reunida Tu imagen y mi pasión; A esta agradable ilusión, Todos los momentos doy; Y como viéndote estoy Siempre en el alma presente, Te llevo aunque estés ausente, Donde quiera que voy.

Me distraigo de repente P a r a conversar contigo, Y mil caricias te digo Con la expresión más ardiente. A veces t a n vivamente A vuestro lado me creo, Que los sentidos empleo En escuchar tu favor; Pienso en todo mi amor, Y es la sombra del deseo.

Toda la naturaleza A mis ojos Be figura Mendigando su hermosura De tu sin igual belleza; Y este primor que interesa A mi amor, o mi recreo, Es un retrato, un trofeo De las gracias que r e p a r t e s ; Y por eso en todas partes Me parece que te veo.

Llamó un sabio a la esperanza Sueño del hombre despierto, Mas yo ni durmiendo advierto Ningún rasgo de confianza; Mi espíritu no descansa, Sólo sé que amante soy, Y mientras más vuelo doy A esta locura de amor, Más terrible es el ardor En que delirante estoy. ( P u i g , Antología, T. I V , p á g . 325)

132

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DESPEDIDA

Cada vez que voy a tu casa, Me alegro cuando te miro, Y una vez que me retiro Un gran dolor me traspasa. Siento un amor que me abrasa Desde el día en que te vi, Y apenas te conocí He jurado siempre amarte, Y como hombre he de adorarte Si es que me quieres a mí. 188 POR ESTAR EN TI PENSANDO

Por estar en ti pensando, Todo el día suspiro y lloro. Por tu olvido voy vertiendo Lágrimas tan sin socorro. Cada instante convencido Del extremo en que te adoro, Como en ti vivo pensando Todo el día suspiro y lloro. Acallar mi triste llanto No puedo de ningún modo. Como en ti vivo pensando Todo el día suspiro y lloro. }Ay, pudiera, vida mía, En tu pecho descansar, Pues bien sabes que sin verte Ni un rato no puedo estar! 189 POR INSTANTES Y POR HORAS

Por instantes y por horas Me parece que te veo. ¿O son ansias del amor O apariencias del deseo t

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O

C A R R I Z O

GLOSA

Ya no hay hora ni momento Que de ti no haga memoria. Sólo pensando en ti vivo Por instantes y por horas. Por donde quiera que yo ande Sólito yo me recreo Y a donde quiera que miro Me parece que te veo. Si duermo, sueño contigo, Si despierto, ¡ qué dolor! i Tú hermosura es la que miro, O son ansias del amor t Si yo despierto gozara Lo que en el sueño poseo, Entonces, mi bien, no fueran Apariencias del deseo. 190 POR FIN, DUEÑA DE MIS OJOS

Por fin, dueña de mis ojos, Encanto de mi alegría, Yo moriré, vida mía, Si no cumplo mis antojos. También dirán mis sonrojos Que el corazón se me parte. Yo pretendo ser tu amante Pues me robas los sentidos, Que hasta el valor he perdido Por llegar a merecerte. DESPEDIDA

Esta letra quise hacer Por granjear su voluntad. Dígame usted la verdad, Con ella no me entretenga, Que también yo le diré Lo que pronuncia mi lengua.

(188) Dietada por la señora Rosa Cativa de Avila, en San Antonio, barrio de Aimogasta (Dto. Arauco). (189) Dictada por doña Escolástica Páez, de 65 años, en Villa Unión, en 1939. A la segunda estrofa de la glosa, no me la dictó doña Escolástica, me la dictaron después con copla suelta, en Los Llanos. (190) Esta décima y los versos que parecen seT de una otra décima, me fueron dictados por Anacarsis Páez Dumaux o Domo, en la ciudad de La Eioja, en 1938.

CANCIONERO

POPULAS

191 POR MAS QUE AL CORAZÓN MANDO

Por más que al corazón mando Que no muestre su dolencia, Cada suspiro que doy Huye y se va a tu presencia. GLOSA

Siempre lo estoy castigando, Que no te vaya a ofender. Mas como él está adorando, No me quiere obedecer Por más que al corazón mando. Tratádmele con paciencia, Miradle cómo te adora, Que si no hay correspondencia, Imposible por ahora, Que no muestre su dolencia. A ponerle en prisión voy E n el lugar más estrecho, P o r q u e imaginando estoy Que se ha de salir del pecho Cada suspiro que doy. P o r una gran contingencia Se llegó a encontrar en mí, Y por tener complacencia Y por estar j u n t o a ti, Huye y se va a tu presencia. 191-a POR MAS QUE AL CORAZÓN MANDO

Por más que al corazón mando Que no muestre su dolencia, Cada suspiro que doy Huye y se va a tu presencia.

DE

LA

B10J

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Imposible es por ahora Que no muestre su dolencia. A ponerle en prisión voy E n el lugar más estrecho, Porque imaginando estoy Que se h a de salir del pecho Cada suspiro que doy. P o r u n a g r a n contingencia Se llegó a encontrar en mí, Y por tener complacencia Y estar j u n t o de ti, Huye y se va a tu presencia. 192 POR NOTICIAS YO TE DOY

P o r noticias yo te doy Que me encuentro muy enfermo. P o r ti padeciendo estoy, Que te llevo placentero A donde quiera que voy. ¡Cómo poderte explicar Lo mucho que yo te quiero! ¿Por qué t r a t a s de acabar Mi cariño verdadero? jQuién te lo puede p r i v a r ? Contéstame si a t u cielo Lo olvidaste con la ausencia: Eterno será mi duelo. H o y me privas tu presencia; E n mí no cabe consuelo. Dame en consuelo un besito, Si t u cariño es el m í o : Que te adore no es delito, Quedaré un poco tranquilo Y esperaré lo infinito. 193

GLOSA

PORQUE EN EL SUEÑO ERES MÍA

Trátamele con paciencia, Mírale cómo te adora, Que si no hay correspondencia,

Porque en el sueño eres mía, Y ajena cuando recuerdo, No quisiera despertar, Vida, cuando estoy durmiendo.

(191) De los papeles de don Uladislao Sotomayor, en Villa Unión. (191-a) Dictada por la señora Amalia Ormeño de Ormeño, en Pagancillos. (192) Estas quintillas, me fueron dictadas por doña Etelvina Carrizo, en Vinenina (Horno). ; (193) Dictada por don Segundo Paez Porra, en Sañogasta, en 1939.

134

J n A N

A L F O N S O

C A E E 1 Z O

• GLOSA

GLOSA

Si por amarte despierto Mi fino amor lo desea, No es propio de que me vea E n el mismo instante muerto. Lo que despierto padezeo, Gozo en el sueño alegría. Duermo de noche y de día P a r a poderme alegrar. No quisiera despertar Porque en el sueño eres mía.

¿No has visto que el segador Toma el acero en la mano P a r a que aparezca el grano E n poder de su señor? Viento, frío ni calor No le causa horror ni espanto. Así, mi adorado encanto, Si ves lo que hago por ti, De t u bella boca el sí ¿Por qué me demoras tanto?

Si yo duermo a cada instante, Gozo placer h a l a g ü e ñ o : Se me revela en el sueño Que estoy mirando un diamante. Despierto, no estás d e l a n t e : Suspiro, no hallo consuelo. Sólo por ti me desvelo Hasta perder el sentido. Mientras dormida eres mía, Y ajena cuando recuerdo.

P o r ambos costados sella Señalando lo que m i d e ; El objeto que le impide Sólo es pensar en su bella. Y sin olvidarme de ella, Desea verla a su lado. Así, mi cielo adorado, Dulce imán de mi querer, Cuando no me vas a ver Me tienes con gran cuidado.

Más bien quisiera llevarme E n un sueño poderoso, P a r a contarme dichoso, Tan sólo de t i acordarme. Despierto, sí, a lamentarme, Porque sin poder hablar Me pongo a considerar Que otro goce mis deseos. Como en el sueño te veo, No quisiera despertar. A cada vez que despierto, Me dirijo en ti pensando. Solo, despierto soñando, Suspiro y lloro por verte. Porque viva de tal suerte Sólo por ti padeciendo Que hoy me lamento diciendo Al aplacar mis dolencias, Pues te tengo en mi presencia Vida, cuando estoy durmiendo.

Luego que el día amanece, Llega al trigo y se despoja. Y entre su pena o congoja Ver su dueña le parece, De modo que la obscurece Dándole corte a la caña. Así el corazón me daña Tina cruel i n g r a t i t u d ; No t e n d r é paz ni quietud Si me niegas tu compaña. El segador empeñoso Siega en la noche oportuna, Y entrándose la luna Busca el lecho del reposo. Madruga más anheloso Y engavilla lo segado. Así aquel apasionado Dice lleno de sospecha: —Si no logro mi cosecha, Seré el más desventurado. DESPEDIDA

194 ¿POR QUE ME DEMORAS

¿Por qué me demoras tanto f Me tienes con gran cuidado. Si me niegas tu compaña, Seré el más desventurado. (194)

P o r último, encierra y trilla, Avienta el trigo y lo g u a r d a ; Y al venidero no t a r d a E n brotar nueva semilla. El trabajo no le humilla Ni el rigor insoportante.

De las libretas de don Julio Soria, Chilecito.

CANCIONERO

FO F D LA E

Así el segador amante Qiiiere a su dueña a d v e r t i r : -—Si me ves por ti morir Nunca seas inconstante. 195 POR QUERERTE, VIDA MÍA

DE

LA

BJOJA

135

Mas, si de esta pena muero, Bien puede irme aliviando. Si mi mal tiene remedio. P o r estarte idolatrando, Muy justo es que te prevenga Que, con t a n duro penar, De la muerte que yo tenga Mira que te han de cobrar.

P o r quererte, vida mía, Casi me he visto perdido. P o r más que lo he ocultado Todo el mundo lo ha sabido. Todo el mundo lo ha sabido: Esta ha sido mi desgracia, Que hasta me tienen prohibido Que yo me llegue a t u casa. Que yo me llegue a tu casa Bien me lo pueden privar. Pero que deje de amarte Eso sí que no p o d r á n . Eso sí que no podrán Porque mi pecho se abrasa, Aunque me amarga al saber Los trabajos que t ú pasas. Los trabajos que t ú pasas Por fuerza he de sentir. Como soy hombre de bien No quiero dar qué decir. 196

197 PRETENDO DE HACER U N RAMO

Pretendo Con tres Violetas, Suspiros

de hacer un ramo flores de pasión: no me olvides, del corazón. GLOSA

Azucena del J a p ó n Con preciosos « pensamientos », Y le rodearé su centro Con tres flores de pasión. Un alicanto morado

¿POR QUE NO ME DAS A U V I O ?

¿Por qué no me das alivio, Si mi mal tiene remedio f Mira que te han de cobrar Mi vida si yo me muero. GLOSA

E n t r e prisiones me veo P o r estarte idolatrando.

El ramo ya está formado, Y le falta en conclusión: Violetas, no me olvides, Suspiros del corazón. FINIDA

Distinguida señorita, Hermosa dalia café, He preparado este ramo Dedicado p a r a usted.

(195) Este cantar encadenado lo Tecogí en Campanas, en 1939, lo cantaba Tin viejito que lo había aprendido por don Pedro P. Cabezas, vecino de Santa María, en Catamarca. El señor Cabezas realizó 25 viajes a Chile, conduciendo ganado en pie. El guitarrero de Campanas trabajaba al lado del señor Cabezas. (196) Dictada por doña Manuela. Ortiz, en Chilecito, en 1939. (197) Dictada por doña Etelvina Carrizo, en Vinchina (Horno), en 1939.

JUAN

136

A L F O N S O

C A R R I Z O

198

200

¿QUE ESTARAS HACIENDO, CIELO?

RECIÉN VENGO DE LA AUSENCIA

¿Qué estarás haciendo, cielof ¿Si te acordarás de mí, Como yo a cada instante Siempre me acuerdo de tit GLOSA

Cuando más dormido estoy, Luego al p u n t o me desvelo De sólo considerar ¿Qué estarás haciendo, cielot

Recién vengo de la ausencia Con un crecido desvelo. Como no hallaba consuelo, Se aumentaba mi tristeza! Lloraba por su belleza, Muy triste y desconsolado, De ver que la había dejado Causa de mi poca suerte. Mil veces deseé la muerte Cuando salí de su lado.

201 Estoy en la mayor pena, Que me m a l t r a t a s constante, i Si te acordarás de mí, Como yo a cada instante?

199 QUISIERA SABER DE CIERTO

Quisiera saber de cierto Si has nacido para mí. Yo me muero por quererte, Jamás me olvido de ti. GLOSA

Desconfío de t u amor, L a s penas me tienen muerto. Si yo he de ser el dichoso, Quisiera saber de cierto. Alguna señas de amor Yo quisiera ver en ti, P a r a no vivir dudando Si has nacido para mí.

(198) (199) j escribir. (200) al naciente (201) 1938. De la

SE PONDRÁN CONTRA MI SUERTE

Se pondrán contra mi suerte, Enfurecidos, los mares, Y aunque vengan a millares, No me h a n de privar el verte. No dejaré de quererte Aunque con leones me hallase. Mi cuerpo se despedace, Mi pecho se vuelva bronce, Mas te he de querer entonces Aunque mil trabajos pase. Ni la cárcel más obscura Me ha de servir de escarmiento, Ni los males ni tormentos Ni la más cruel a m a r g u r a Me h a n de privar tu hermosura, Ni el amor entre los dos. Venga la muerte veloz, Que yo la he de recibir, Diciendo: —Yo he de morir, Mi muerte ha de ser por vos. Aunque con cruel inclemencia Veneno me quieran dar, P a r a dejarte de a m a r Yo he de hacer más diligencia. Conozco t a complacencia, Sé que mi embeleso sos,

De íatj libretas do don Julio Soria, Cnilecito. Dictada en Chuquis, por don Juan Bautist» Romero, en 193S. Somero sabe leer Esta décima me fué dictada por don Ramón Paí, en el puesto de San Ramón, de Santa Rita de Gatuna (Gral. Ocampo). Dictada por don Laureano de la Fuente, en Pincha» (Dto. Castro Barros), en Puente tenía 53 años, sabía leer y escribir y aprendió lfw décimas en el lugar.

C A \ r I O Ar fí HO

POPULAR

Y tan sólo podrá Dios Privarme de tu querer

DE

LA

X I OJ A

137

Sacaste lo que has querido Siendo con llave mi pecho. Dime qué industria formaste Para llevarte lo ajeno, Que sin echar nada en menos El corazón me robaste.

202 SIENDO CON LLAVE MI PECHO

Siendo con llave mi pecho, El corazón me robaste Sin dejar ningún vestigio. Dime, ¿cómo lo sacaste? GLOSA

Dime, ¿cómo te dentraste? i Quién te ha dado ese derecho f El corazón me robaste Siendo con llave mi pecho. Dime bien cómo lo has hecho, Dime dónde lo dejaste, Si para echarlo en olvido El corazón me robaste.

204 SIENTO EN MI PECHO UNA LLAMA

Siento en mi pecho una llama En que arde mi corazón, Y no se quema porque es Fuego de mi inmenso amor. GLOSA

Cuando llegues a sentir El duro pesar de mi alma, Conocerás el por qué Siento en el pecho una llama. Si penetras a mi pecho Y miras con atención, Verás en él las hogueras En que arde mi corazón.

203 SIENDO CON LLAVE MI PECHO

Siendo con llave mi pecho, El corazón me robaste Sin dejar ningún resquicio. Dime cómo lo sacaste. GLOSA

Dime tú cómo lo has hecho O de qué arte te has valido: (202) Dictada (203) Dictada (204) Dictada (205) Me fué en 1938. En el cuaderno das así: la cuarteta

205 SI HAY TRAS DE LA MUERTE AMOR

Si hay tras de la muerte amor, Después de muerto he de amarte, Y aunque esté en polvo disuelto, Seré polvo y fino amante.

por don Ramón Sotomayor, en Chaquis (Dto. Castro Barros), en 1938. por don Benedicto Ormefio, en Pagancillos (Dto. Gral Lavalle). en Chuquis (Dto. Castro Barros), por don Ramón de la Puente, en 1938. dictada por don Amadeo de la Fuente, en Chuquis (Castro Barros), N.° 2 de Armonías Peruanas, figura esta glosa con las décimas distribuiy las dos primeras décimas forman un cantar titulado: Fantasía (triste),

138

J

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A

N

A L F O N S O

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Z

O

GLOSA

Cuando la segur horrible De mi vida haya dispuesto Y en la mansión de los muertos Esté mi cuerpo insensible, Allí, si fuera factible, Te elevaría mi clamor, Perdonaría tu rigor, Y en esa apacible calma, Te entregaría mi alma Si hay tras de la muerte amor.

Cuando todos los amores Del mundo hayan acabado, Y t a n sólo hayan quedado, Sombras de los amadores, Revivirán los ardores Del triste amante yerto, Que estando en la nada envuelto, Si por suerte oye nombrarte, Se levantará a buscarte Aunque esté en polvo disuelto.

Cuando en pedazos deshecho No le quede a mi existencia Más que una vana apariencia, Tú estarás viva en mi p e c h o ; Y desde el obscuro lecho Donde sólo se ve el arte, La destrucción y el desastre De los seres que h a n vivido, Allí, con ellos unido, Después de muerto he de amarte.

Cuando repose, ay de mí, En la lúgubre mansión, Sólo será mi oración Dirigida siempre a ti, Mas si un loco frenesí Me hace oír t u voz amante, Me levantaré al instante Desde mi fría morada, Y te haré ver que, aunque nada, Seré polvo y fino amante.

pág. 6 4 ; las décimas tercera y cuarta, están en las paga. 62 y 63, respectivamente, integrando el c a n t a r : Amor delirante. Ordenando las décimas, la versión peruana e s : Sí hay tras de la muevig

amor.

Si hay tras de la muerte amor después de muerto he de amarte, y aunque esté en polvo disuelto polvo seré y polvo amante. GLOSA

Cuando es el túmulo horrible esté mí cadáver puesto y cuando el canto funesto entones con voz terrible allí tú estarás tú visible y olvidaré tu r i g o r ; nada me d a r á temor; y sólo a ti, vida mía, si hay tras de la muerte amor.

Cuando todos los amores del mundo hayan acabado, y cuando no hayan quedado sombras de los amadores, recibirás los ardores del triste amante disuelto que estando en la nada envuelto si por suerte oye nombrarte se levantará a buscarte y aunque esté en polvo disuelto.

Cuando en pedazos deshecho no le quede a mi existencia más que una corta apariencia, tú estarás viva en mi pecho y desde el oscuro lecho donde sólo so ve el arte de destrucción y desastre de los seres que han vivido allí con ellos unido después de muerto he de amarte.

Cuando repose, j a y de m í ! a la lúgubre mansión sólo será mi oración dirigida siempre a t i , mas si un loco frenesí me hace oír tu voz amante me levantaré al instante desde n i fría morada y te haré ver que aunque nada polvo seré y polvo amante.

En el Cancionero Popular de Tucumán, hay a más de una otra versión de esta misma, otras dos glosas distintas a esta misma c u a r t e t a : véanse los Nos ( 396 y 397.

CANCIONERO

POPULAR

206

DE

LA

El O J A

139

Considera mi dolor: Ya no hay pecho que resista.

SI ME SUPIERAS QUERER

Si me supieras querer Con un amor verdadero, Para que yo te olvidara La muerte fuera primero. GLOSA

DESPEDIDA

Padezco mil a m a r g u r a s Cuan triste es mi situación Contristada tengo el alma Y angustiado el corazón. 207-a

Saliera el sol de su esfera, La luna nunca alumbrara, Saliera el mar de su centro, Para que yo te olvidara.

POR TU AUSENCIA, VIDA MÍA

P o r t u ausencia, vida mía, Maldigo mi mala suerte Hoy me han privado de ti Sin más culpa que el quererte.

Padezco mil amarguras, Cuan triste es mi situación. Abatida tengo el alma, SIN MAS CULPA QUE EL QUERERTE Angustiado el corazón. 207

Sin más culpa que el quererte Padezco sin descansar. Ya- no hay pecho que resista Ni lágrimas que llorar. GLOSA

P o r t u ausencia, vida mía, Maldigo mi mala suerte Hoy me han privado de ti, Sin más culpa que el quererte.

Si quieres certificarte, E n t r a en mi pecho y r e g i s t r a ; Considera mi dolor: Si habrá pecho que resista. Toma el puñal en tus manos P o r última despedida: P a r a no sufrir tu ausencia, Mas bien quitarme la vida. 208

Estas lágrimas que lloro P a r a ti se han de guardar, P a r a que sepas que yo Padezco sin descansar. Si quieres certificarte, E n t r a , mi bien y r e g i s t r a ;

SI TU TE OLVIDAS DE MI

Te adoré con t a l pasión Desde el día en que te vi Morirá mi corazón Si tú te olvidas de mí.

(206) Esta glosa trunca nos fué dictada en Vinchina (Homo), en 1939. (207) Las estrofas de esta glosa me fueron dictadas como coplas sueltas en Villa Castelli (Dto. Lamadrid), en 1939. Decíanme que las cantaba don Desiderio Guerrero, que falleció liace poco, de 60 años de edad. (207-a) Estas estrofas de la glosa anterior me fueron dictadas por don Javier Ahumada, en Guandacol, en 1940. (208) Esta glosa me fué dictada en Pagancillos (Dto. Gral, Lavalle), por don Benedicto Ormeño, en 1939.

140

JUAN

A L F O N S O

Yo nací con grande amor A quererte sólo a ti. Me moriré de dolor Si tú te olvidas de mí. El verte es todo mi encanto Y estar muy cerca de ti. | Cuáles serán mis quebrantos Si tú te olvidas de mí! Al peso de mis cadenas Yo pienso tan sólo en ti. Y daré fin a mis penas Si tú te olvidas de mí.

C A B B I Z O GLOSA

Te he soñado, ¡ qué tormento!, A otras caricias rendido; Disfrutando otros halagos Te he soñado, cielo mío. Aunque el corazón me duele, No le doy crédito al sueño: Varias veces te he soñado En brazos de ajeno dueño.

209 SI YO EN TUS BRAZOS ME VIERA

Si yo en tus brazos me viera, No sintiera el padecer. Daría el alma y la vida Si me supieras querer. GLOSA

¡Cuándo llegará ese día En que yo tenga consuelo, Y se acabe así el desvelo Que padece el alma mía! Atraídas de la armonía, Han de brillar las estrellas, Y se vestirá la tierra Del color el más hermoso. ¡Cómo estaría de gustoso Si yo en tus brazos me viera!

210 TE H E SONADO, CIELO MIÓ

Te he soñado, cielo mío, En brazos de ajeno dueño, Y pienso que con la vida Voy a pagar ese sueño.

210-a TE HE SOÑADO, ¡AY QUE DOLOR I

Te he soñado, ¡ay qué dolor!, En brazos de ajeno dueño, Y pienso que con la vida He de pagar ese sueño. GLOSA

Aunque la razón me dice: No tomes verdad al sueño, No es poeo dolor soñarte En brazos de ajeno dueño.

211 TE SUPLICO POR FAVOR

Te suplico por favor Que no me eches en olvido. Si quieres que sea tu amante, Dame lo que yo te pido.

(209) Dictada en Sanagasta por don Brígifio A^ayay, en 1938. Avayay es hombre de 64 años, más o menos. (210) Dictada en Malanzán (Dto. Kivadavia), por don Rosalino Avila, en 1940. (210-a) Dictada por don Pastor Zelaya, en Los Molinos (Castro Barros). (211) Dictada por don Joaquín Neyra, de 60 años, en Banda Florida (Dto. Gral LavaLie) en 1939. ¡

CANCIONEEO

POPULAS

GLOSA

Si quieres, niña de mi alma, Amarme como yo te amo, Con lágrimas te reclamo Que me des la dicha y calma De cobijarme en t u a l m a ; Y si sabes qué es amor Dame tú esa hermosa flor Que t ú tienes tan bonita. No me la niegues, hijita, Te suplico por favor. No hallo qué cosa ofrecerte E n las palabras que vacio. Un primoroso palacio De perlas quisiera hacerte. Cuando amejore de suerte, Te daré un rico vestido, Un anillo guarnecido Con brillantes y u n a estrella. Te lo encargo, hermosa bella, Que no me eches en olvido. Un bonito peine de oro Te brindo, paloma mía, Un tulipán de Turquía Hecho por mano de un moro. Y si me admite, u n tesoro. Contigo seré constante. Hoy me siento delirante, A ti no se te dé nada, No me mires enojada Si quieres que sea tu amante. Un riquísimo botín Mandaré a hacerte en la China; Si no fuera en seda fina, Sería de fino satín, Porque quiero ver t u fin Mucho antes de ser perdido. Es tanto mi amor herido. Que mi mente desespera. Si no permites que muera Dame lo que yo te pido. DESPEDIDA

P o r fin, mi niña hechicera, No me quiera dar tristeza. P a r a que vea mi firmeza Le ofrezco mi vida entera. Quiero llevarla a la espera A costa de mi valor, Y si me cede su amor (212) Este cantar encadenado me años, en Anillaco, en 1938. (213) Esta glosa me fué dictada lecito), en 1939.

DE

LA

BIO J A

141

Le prometo darle aquello Que aquello es mucho mejor. 212 TODAS LAS NOCHES ME MARCHO

Todas las noches me marcho, Y nunca puedo llegar. Como el camino es tan largo, Todo se me va en llorar. Todo se me va en llorar P o r mi desdichada suerte. Si te digo, no te engaño: Que te quiero hasta la muerte. Que te querré hasta la muerte Si la vida me es posible Te olvidaré con la muerte, con la vida es imposible. Con la vida es imposible Que te desprecie por otra. Como ven que nos queremos, La envidia se ha puesto en contra. 213 TRIGUEÑITA TE HIZO EL CIELO

Trigueñita te hizo el cielo P a r a mi recreación; Con este t u colorcito Me robas el corazón. Mira cómo corre el agua Batallando con la a r e n a : Así batalla mi amor Por amor de una trigueña. P a r a cautivar u n hombre, Amor forma su cadena. Así me cautivé yo Por amor de una trigueña. Desde la primera cuna Lloré-gotas muy pequeñas. Hoy lloro con abundancia Por amor de una trigueña. dictado por doña Manuela Rodríguez, de 55 don "Vicente Heinoso, en Malligasta (Dto. Ohi-

J U A N

142

A L F O N S O

C A R R I Z O

214

GLOSA

TUYO SERÉ M I E N T R A S

VIVA

Tuyo seré mientras viva, Jamás dejaré de amarte, Y pongo por imposible Mudar mi amor a otra parte.

Aunque me pongan murallas A los cielos penetrantes, Romperé mil imposibles, Jamás dejaré de amarte.

GLOSA

E s tanto lo que la Que estoy a perder Si correspondes mi Tuyo seré mientras

Es tanto el fuego que aorasa, Que ya me quita la vida. Si correspondes mi amor, Tuyo seré mientras viva.

quiero, la vida. amor, viva.

Aunque me opongas murallas A los cielos penetrantes, Romperé mil imposibles, Jamás dejaré de amarte.

Hoy el verdugo más cruel Se muestra conmigo horrible. Que yo deje de quererte Lo pongo por imposible.

Aunque el verdugo más cruel Se muestre conmigo horrible Que yo dejaré de amarte Lo pongo por imposible.

214-a TUYO SERÉ MIENTRAS

Tuyo seré mientras viva, Jamás dejaré de amarte. Lo pongo por imposible Mudar mi amor a otra parte. (214) (214-a)

VIVA

215 U N C L A V E L Q U E SE D E S H O J A

Tengo que ir a Buenos Aires A presentar una rosa, P a r a ver u n desengaño De un clavel que se deshoja Yo vide una niña santa Bañarse en agua de rosa, Y en u n vaso cristalino, Un clavel que se deshoja.

Dictada poi don Zenón Castro, en Villa Unión

(Dto. Gral. Lavalle), en 1939.

De una libreta de don Uladislao Sotomayor, en Villa Unión.

(215) Estas doa estrofas de un cantar un tantico más largo, me fueron dictadas como coplas sueltas separadas una de otra. Como digo, forman parte de un cantar más largo y es el que lleva el N.° 419 en el Cancionero Popular de Tvcumán. El cantar es a s í : Del tronco nace la rama, De la rama nace la hoja ¥ del centro de ella nace Un clavel que se deshoja. GLOSA

Yo vide un pájaro rey Bañarse eu agua de rosa, Y en su pico cristalino Un clavel que se deshoja. Yo vide una niña linda Que se huyó por no ser monja,

Y dentro en lo másj espeso De un clavel gue se ¡deshoja. j De qué le sirve a la niña Que sea bonita y airosa, 8 i no ha de tener fragancia Ve un clavel que sel deshoja !

Como se ve, la primera es nueva en el cantar y la otra es vina variante de la estrofa segunda.

CAUCIONERO

TOPULAB

216 U N PELICANO AMOROSO

Un pelícano amoroso, Que de amores vive ciego, Que en la ausencia lo olvidaron Recuerda del dulce sueño. Recuerda dol dulce sueño Que y a murió su esperanza. Aun cuando llore y suspire, Ya los clamores no alcanzan. Ya los clamores no alcanzan Ponga atención a las cuerdas, Que claramente le dicen: Esté despierta y no duerma.

DE

LA

£10

J A

143

Vienen malas, vienen buenas, Como dicen los amantes. ¡Fuerza y amor es bastante Para resistir las penas! No hay que demostrar tristeza Ni rendirse a la prisión. Poner duro el corazón Y avanzar con ligereza, La baquía y la destreza, Que también suelen ser buenas. Alienta el ruido al que sueña, Despertarse y no dormirse, Que la misma prisión dice : ¡Qué duras son las cadenas!

218 217 I VALOR, MI VIDA, VALOR!

¡Valor, mi vida, valor! Para resistir las penas. ¡Qué duras son las cadenas Que nos prepara el amor! GLOSA

No acorbardes, vida mía, La fuerza de mi partida. Mira que nos interesa Vender por amor la vida. Pensemos esta partida, Y no tengamos temor, Que así mismo es el amor Que nosotros nos tenemos; Así mismo guerrearemos, ¡Valor, mi vida, valor! No acobardes, vida mía, Que en siendo iguales pinciones Aunque vengan mil prisiones.. . Con todo valor bien mío, No nos mostremos rendidos Habiendo sangre en las venas.

¡VERLA QUISIERA, ¡AY DE MU

Verla quisiera, ¡ ay de mí!, Que también me viese ella: E n este mísero estado, Algún alivio tuviera. Tuviera un día dichoso Si la viera en mi presencia Y pudiera con respeto Besarle su mano tierna. Tierna dulzura sería Lograr niña t a n honesta. Busco virtud cuya gracia Le encantará a quien la vea. Vea, yo, antes la muerte, Que en brazos de otro la vea. Sería un dolor tirano Tirano sobre manera. Sobre manera la amo, Y es esta pasión tan ciega, Yo no sé cómo no muero Al pesar de tantas penas.

(216) Este cantaroillo me fué dictado en Malligasta (Chilecito), en 1939, por la señora Brígida Herrera de Gordillo. (217) Fsta glosa me fué dictada par don Domingo Correa, en Santa Cruz (Dto. Famatina), en 1939. (218) Este cantar de estrofas encadenadas, me fué dictado por don José Brizuela, en Los Molinos (Dto. Castro Barros), en 1938. Don José aprendió este cantar a BU señora madre, Doña Elmira Brizuela, natural del lugar.

144

J U A N

A L F O N S O

Lanzara mi corazón E n esta inhumana fecha, Y que yo no hallo consuelo E n mi insufrible tristeza. Tristeza, pesar, congoja, Ansia, lamento y miseria, Desesperación y angustia Que me acompaña y rodea.

C A

B

E

I

Z

O

GLOSA

Atienda, mi niña hermosa, Cantando p a r a usté estoy. Como me hallo t a n rendido, Yo mi corazón le doy. De las penas que padezco, Dadme siquiera un alivio, Que mis penas serán glorias Si usted es constante conmigo.

219 YO ME QUEDO BIEN PAGADO

Yo me quedo bien pagado Al mirarla desde aquí. Y si otro le da más gloria, Déme pesares a mí.

FINIDA

Al despedirme de usté Voy a pedirle un favor: Aunque de mí no se acuerde, No se olvide de mi amor.

GLOSA

221 YO TE QUIERO TAN DE VERAS

Al fin, mi lirio morado, Mi estimada señorita, Quisiera que esta letrita Llegara a ser de su agrado, Que yo quedo bien pagado Mirándola desde aquí. Si algún yerro cometí, Bórreme de su memoria; A otros dele la gloria, Déme pesares a mí. 220 YO MI CORAZÓN LE DOY

Yo mi corazón le doy Si usted es constante conmigo. Quien cautive más mi pecho En él mundo no ha nacido.

Yo te quiero t a n de veras, Que jamás podré olvidarte. Si algún motivo me dieras, Más firme seré en amarte. Más firme seré en amarte Porque te amo con delirio. ¿Por qué t r a t a s de a u s e n t a r t e ! P a r a mí será un martirio. P a r a mí será u n martirio L a vida lejos de ti. Más bien, quítame la vida, Si t ú dispones así. Si t ú dispones así, Yo te veré por momentos. Si t ú te olvidas de mí, P a r a mí será u n tormento. P a r a mí será un tormento Porque mi amor no es fingido. Te advierto que soy constante, Que lo que quiero no olvido.

(219) Dictada por don Francisco Flores, en la ciudad de La Rioja, en 1938. (220) Dictada por don Gerardo "Vargas, en Bivadavia, al señor Visitador de Escuelas, don Miguel N. Villafañe, quien me la hizo llegar en 1938. (221) Este cantar de estrofas encadenadas, me fué dictado en ViHa Unión (Gral. Lavalle), en 1939, por don Baltazar del Carril. Del Carril tenía 58 años.

PENAS, DOLOR, TRISTEZAS Y AMARGURAS

222 A LA ESCUELA ME HAN ECHADO

A la escuela me han echado, Y no he dado una lección, Por llevármelo pensando De donde nace esa flor. Al fin salí de la escuela, Porque no iba a comprender, Porque si me pongo en ello Esa flor se iba a perder.

Daré el último suspiro Antes que el mundo me deje. Lloraré toda mi vida En un silencio profundo. Si lo que amo tiene dueño, Voy a quejarme del mundo.

224 A MI ME NOTIFICARON

Voy a dentrar al jardín, Haciendo todo valor, A ver si me certifico De donde nace esa flor. De hortelano al fin entré A este jardín sin temor. Y ahora salgo diciendo: ¡Qué cosa es tener amor! 223 AL MUNDO QUIERO DEJAR

Al mundo quiero dejar Antes que el mundo me deje, Voy a quejarme del mundo Antes que de mí se queje. GLOSA

Si la persona a quién amo Me ha de querer olvidar, Más no teniendo reclamo; Al mundo quiero dejar. Voy a formar mi retiro Como del mar a los pejes.

A mi me notificaron, Primera y segunda vez, Que a casa de la que amaba No pusiera más los pies. Después de notificado Volví a la casa otra vez, A ver si firme la hallaba Conforme yo la dejé. A deshora de la noche Muy vacilante la hallé, Le pregunté qué tenía Contesto de ella no hallé. Al rato me contestó: —¿Para qué querís saber Si no me has de remediar 1 Déjame a mí padecer. 225 A UN PEÑASCO DI MIS QUEJAS

A un peñasco di mis quejas Por ver si me consolaba. Aquel que queriendo vive Hasta con las piedras habla.

(222) Este cantarcillo que parece ser resto de algún otro, me fué dictado en la ciudad de La Rioja por don Rosendo Albino Reinoso, en 1938. (223) Dictada por doña Etelvina Carrizo, en Vinehina (Horno). A la última cuarteta la he oído también así: Lloraré toda mi vida, en un silencio profundo, si la que amo tiene dueño (para qué andar en el mundo? (Juy. 2008) (224) Este cantarcillo figura con dos estrofas en el Cancionero Popular de Tucumán (N.° 284). Me fué dictado en Chilecito, en 1939. (225) Dictada en Los Palacios, por don Juan Cruz Humeres, en 1939. En el Cancionero Popular de Tucumán, hay notieia de esta glosa y digo así porque solamente he encontrado la cuarteta y la primera estrofa, (N.° 439).

J U A N

148

A L F O N S O

GLOSA

¡ Ay mi mal t a n sin remedio! I Ay mis esperanzas lejas! P o r ver si me consolaba, A un peñasco di mis quejas. Una noche en que mis males Serenidad me brindaban, Salí a distraer mi vista Por ver si me consolaba. i Qué Para ¡ Qué Aquel

penas t a n insensibles aquel que da y recibe! suspiros da t a n triste que queriendo vive!

C A

B

E

I

Z

O

Mi carrera seguiré, Y siempre la buscaré Aunque la lloro perdida. 227 AYER TRISTE SUSPIRABA

Ayer triste suspiraba P o r el dulce encanto mío. De mis párpados un río Este dolor me arrancaba. Y mientras tanto lloraba, Me puse a considerar Si es justo al hombre llorar O rendirse a su dolor, Y vi que el que tiene amor A todo se ha de entregar.

226 AVE, QUE EN VUESTRO VOLIDO

Ave, que en vuestro volido Llevas sombra de fortuna, i No tienes noticia alguna De u n a flor que yo he perdido? i Dónde la h a b r á n escondido? ¿Adonde la encontraré? Porque desde que se fué Siempre la lloro perdida. A u n canario primoroso Por ella le p r e g u n t é ; Me d i j o : Su flor se fué, Salió de un j a r d í n hermoso. Lleva u n destino penoso, E l fin de ella yo no sé. Noticias no le daré, Creo que será perdida. ¡ Pobre mi flor tan querida E n dónde la encontraré! Cuando la ceniza fría De mi cuerpo haya quedado, Entonces la h a b r é olvidado Hasta de mi idolatría ( ? ) . Y con mi tierna porfía

E l g r a n Salomón lloró La ausencia de su querida. Marco Antonio dio la vida A los pies de la que amó. ¡ Qué extraño que llore yo Esta cruel separación! ¿Acaso a mi corazón No le es dado lamentarse? ¿Por qué le privan quejarse A quién le sobra razón? Un tirano cazador, Que dos tortolillas mira, Cuál envidioso les tira, Y una muere a su rigor. La otra llena de dolor A un bosque se va a ocultar. Allí se le oye llorar Su compañera perdida. Y yo, que pierdo la mía, j Cómo no me he de q u e j a r ! 228 AY, FORTUNA, ¿QUE TE HICISTE?

Ay, fortuna, ¿qué te hiciste f Consuelo de mis tormentos, ¿Dónde estás que no te encuentro, Que no consuelas a un triste?

(226) Estas trea décimas me fueron dictadas por don Hermenegildo Eodríguez, en Banda Florida (Dto. Gral. Lavalle), en 1939. (227) A estas tres décimas las tomé de las libretas de don Julio Soria, en Cbilecito. C228) Del cuaderno de doña Aurora Vda. de Tejada, en Ángulos (Famatina) .

CAN

CION

EEO

POPULAE

DE

GLOSA

LA

BIOJA

149

GLOSA

Suerte j por qué me has dejado T Ay dicha ¿ dónde te fuiste Dejándome a padecer? Ay, fortuna, ¿qué te hiciste? Padezco, t r i s t e ; ¡ ay de mí!, Martirios crueles y lentos, Y sin poder encontrar Consuelo de mis tormentos. E n vano busco el descanso De mi infortunio violento. Dicha, que de mí te excusas, ¿Dónde estás que no te encuentrot Tormentos t a n repetidos Ya mi pecho no resiste. Fortuna, ¿por qué te esquivas, Que no consuelas a un triste t 229 ¡AY, OJOS, V E N G A N

¡Ay, ojos, vengan a ver Lo que han deseado mirar! No se queden divertidos Con lo que no han de gozar.

A

VER

Mis ojos, como inocentes, No alcanzan a conocer. U n agravio t a n terrible, ¡Ay, ojos vengan a ver!

Mis ojos, como eran niños, Se habían quedado dormidos. Despierten la vista al mundo, No se queden divertidos.

230 TUS OJOS T I E N E N LA CULPA

Tus ojos tienen la culpa De que los míos se pierdan. P e r o me la han de pagar, Tus ojos lindos de perlas. No me consuela el vivir Si contigo no estuviera. P a r a vivir a mi gusto, Tus ojos lindos quisiera.

E n el Cancionero Popular de Salta, N.° 163, y en el Cancionero Popular de Tucumán, en N.° 442, hay una glosa en décimas a esta misma cuarteta. También es conocida en L a Rioja, don Florentín Herrera, de Pinchas (Dto. Castro B a r r o s ) , me la dictó, pero como ya figura en los otros cancioneros, no la he incluido en éste. El interrogante que formula el cantar a Fortuna y la personificación de ésta nos hace recordar al Diálogo de Bías contra Fortuna, del Marqués de Santillana (1398-1458), que empieza a s í : B í a s : — i Qué es Jo qué piensas, F o r t u n a f ¿Tú me piensas molestar O me piensas espantar Bien como & niño de c u n a t J u a n de Timoneda (m. 1583), en su Sarao de Amor

{Valencia, 1561), tiene este villancico:

¿Dónde está mi corazón mi gloria, bien y deseo? 4Dónde esta, que no lo veo? (Cejador Franca, N.° 2532) Diego de San Pedro (de mediados del siglo X V ) , tiene ea su Desprecio conceptos parecidos a los de nuestro cantar. (229) 1938.

de la

Fortuna,

Dictada por doña J u a n a Fuentes Quevedo, en Pinchas (Dto. Castro B a r r o s ) , en

(230) Dictada por doña Escolástica Páez, en Villa Unión (Dto. Gral. Lavalle), en 1939. Nótese que las dos últimas estrofas son variantes de la cuarteta y del primer pie, respectivamente, de la glosa anterior.

150

JUAN

A L F O N S O

Ahí van mis ojos a ver Lo que deseaban mirar, Lo que les causa alegría P o r lo que no h a n de gozar. Como mis ojos son niños, No alcanzan a comprender Los desprecios t a n patentes Que les has venido a hacer.

C A R R I Z O

231-a ¡COMO NO ME HE DE QUEJAR!

¡Cómo no me he de quejar Mirándome despreciada! Siendo tan firme y constante, Seré más que desgraciada. GLOSA

231 ¡COMO ES DABLE QUE RESISTA!

j Cómo es dable que resista Cuando es t a n crecido el daño ! Los días se me hacen años Al carecer de t u vista. Una historia me contrista, Que a la muerte he de buscar, Que me acabe de matar. Esto es mucho p a d e c e r : No poderte a solas ver Ni poder contigo hablar. Nace el sol, y me entristece Ver el sol y no mirarte. Más bien quisiera adorarte Desde la hora en que amanece. Así como mi amor crece, Parece que te estoy viendo, Y de aquí estoy conociendo Que es engaño o fantasía, Y ando de noche y día A todas horas sintiendo.

Bien conozco que t u amor Otra dueña lo llevó, P a r a que quedase yo Oprimida de dolor. Anda falso, sin razón, Que el plazo te ha de llegar E n que tendrás que llorar Cuando te acuerdes de mí, Y quedándome sin ti , ¡Cómo no me he de quejar!

Ya que no soy t u querida, Como fui en otra ocasión, Traspasado el corazón Vivo con mortal herida. No quiero glorias pasadas, Me contaré sepultada Y todo r e t r a t a r é , Y jamás glorias t e n d r é : Seré más que desgraciada.

232 Ya no tengo corazón, Todo para mí es tormento, Todos los divertimientos Me sirven de confusión. P a r a mí no h a y diversión, Siempre estoy en decadencia. Todo esto lo hace mi ciencia; Puedo con verdad decir: De nada sirve el vivir. Sin estar en tu presencia.

CON RAZÓN SUSPIRO Y LLORO

Con razón suspiro Quejándome de tu No finjas si no me No hagas veces de

y lloro, amor. quieres, traidor.

Lloraré, que a tus encantos No tengo que d a r disculpas.

(231) Dictada por doña Fabiana Fuente, en Chuquis (Dto. Castro Barros), en 1938. Doña Fabiana es una señora de 70 años y sabe leer y escribir. (232) Dictado por doña Narcisa Ortiz, en Chuquis (Dto. Castro Barros), en 1938. Doña Narcisa es señora de 65 años y sabe leer y escribir.

CANCIONEEO

POPULAS

Yo por mi gusto te quise, No tuviste tú la culpa.

DE

LA

MIOJA

151

235 CUANDO MUERA LA ESPERANZA

Tú no tuviste la culpa, Sino yo que me entregué. A los brazos de un engaño, Amé sin saber a quién.

Cuando muera la esperanza, He de dejar de esperar. Mientras la esperanza viva, Con ella siempre he de andar.

233 GLOSA

CUANDO DOS SE QUIEREN BIEN

Cuando dos se quieren bien Y no se pueden hablar, Los ojos sirven de lengua Para más disimular. GLOSA

Alguaciles pensamiento, ¿Por qué me quieren prender, Sabiendo que no hay justicia Cuando dos se quieren bienf

234 CUANDO ESTOY A SOLAS LLORO

Cuando estoy a solas lloro, Y en conversación me río Porque no diga la gente Que ando y a disgusto mío. GLOSA

De la noche a la mañana Perdí todo mi tesoro, Sin dar a saber a nadie, Cuando estoy a solas lloro.

Padezco, pero mantengo E n mi pecho la confianza. Sólo desfalleceré Cuando muera la esperanza. Invariable es mi esperanza, Firme mi fidelidad, Cuando mi vida se acabe, He de dejar de esperar. No me h a r á n retroceder Ni las penas más altivas, Que alegre padeceré Mientras la esperanza tnva. Aunque las adversidades Me pretendan acabar, Mientras viva la esperanza, Con ella siempre he de andar.

236 DE AGUA QUE VIERTEN MIS OJOS

De agua que vierten mis ojos Ya voy fabricando un mar; Lo que lloro noche y día Cuando no te puedo hablar. GLOSA

Qué llantos tan lamentables, Qué destino t a n penoso, (233) Tanto la cabeza como el pie de esta glosa me fueron dictadas como coplas sueltas. La cabeza es una copla española. Cuando dos se quieren bien Y no se pueden hablar, Los ojos sirven de lengua, Para más disimular. (K. M. 5844) (234) También como las estrofas anteriores, éstas fueron dictadas como coplas. (235) Dictada por don Reyes Ceballos, en Amingo (Dto. Castro Barros, en 1938. Ceballos tiene 70 años y es analfabeto. (236) Dictada por Fernando Tapia, en Guandacol (Dto. Gral, Lavalle), en 1938. Tapia tiene 50 años y es analfabeto.

J U A N

152

A L F O N S O

Que todo u n mundo se anega De agua que vierten mis ojos.

C A R R I Z O

238 ¿DONDE HABRÁ PENA

Cuando no la puedo hablar Ya no sé cómo he de estar, Y con mis copiosos llantos Ya voy fabricando un mar. Siquiera p a r a u n consuelo Conversáramos, mi vida. Entonces diré las causas Lo que lloro noche y día.

MAYOR?

¿Dónde habrá pena mayor Ni tormento más terrible Como el que yo estoy pasando Por un amor imposible? GLOSA

Otro que cual yo padezca Lo tengo por imposible, Que pase tantos trabajos Ni tormento más terrible.

237 DEJA DE CANTAR,

JILGUERO

Deja de cantar, jilguero, Que me estás atormentando, Que es doble pena en un triste Oír cantar y estar penando.

No h a y duda que pueda haber Quién por ti se halle penando, Pero no de un mal t a n grande Como el que yo estoy pasando.

GLOSA

Tus gorjeos tristes memorias Me recuerdan placentero; No me martirices más, Deja de cantar, jilguero. Siempre que alegre cantáis Me recuerdas glorias c u a n d o ; Deja tus trinos, más vale, Que me estás atormentando.

239 EL DOMINGO DE

MAÑANA

El domingo de mañana, Al lado de u n verde lirio, Oí que se lamentaba Una paloma en su nido.

Dichoso el que canta alegre, Ninguna pena le asiste; Infeliz del que padece, Que es doble pena en un triste.

Lloré de verla llorar Desmayada sobre el nido. No la pude consolar: Su amante dueño ha perdido.

lAy, triste de u n infeliz Que la dicha está buscando! Dónde no hay pena mayor Que oír cantar y estar penando.

Y salió esta palomita Como a atajar el camino; Abre las alas y ?1 pico Como si hablase; conmigo.

(237) Del cuaderno de doña Aurora Vda. de Tejada, en Ángulos La cuarteta glosada es española:

(Famatina).

Do j a de cantar, gilgtiero, Que me estás atormentando; Que es mucha pena en un triste OÍT cantar y estar llorando. (R. M. 5082) (238)

F o r m a d a con coplas recogidas en Sanagasta (Dto. La C a p i t a l ) , en 1938.

(239)

Dictada por don Genaro Fuentes, en Pinchas (Dto. Castro B a r r o s ) , en 1938.

CANCIONERO

POPULAS

—¿Para dónde, palomita, Con t a n sumergido vuelo? ¿Me dejarás una pluma Siquiera para consuelo? —No te dejaré una pluma, Te dejaré u n a expresión: Que me voy a las alturas Agraviado el corazón. 240 EL DOMINGO DE MAÑANA

E l domingo de mañana De pena no me podía: A todos les preguntaba De mi bien que no venía. El lunes imaginaba El día que la iba a ver. Por más mucho que sentía, A nadie daba a saber.

241 EL PERRO, SIENDO ANIMAL

El perro, siendo animal, Llora criando pierde el amo. Mas, como yo soy cristiano, ¡Cómo no me he de quejar! GLOSA

Se admiran de mi inclemencia, P o r la falta de mi abrigo. Así ni al más enemigo Yo le diera mis dolencias. ¿Por qué, Señor, mi existencia Es desgraciada y fatal? Así yo siento mi mal, Que padezco eternamente, Cómo llora, gime y siente El perro siendo animal.

DE

LA

El OJ A

153

Si me quejo es con razón, Porque me aflige el tormento, Y lleno de sentimiento Lo pasa mi corazón. Yo no encuentro dulce son Aunque el recreo reclamo. Así es que infeliz me llamo Llorando en este destierro, Igualmente como el perro Llora cuando pierde el amo. Si yo encontrase algún día P o r fortuna mi consuelo. Cesaría mi desvelo De mi gran melancolía. Pero sé que la alegría De que yo la halle es en vano. P o r lo tanto no hay humano De igual pesar al decir No diera a otro mi sentir Mas, como yo_ soy cristiano. .. No hallo con la amargura De mi amargo padecer Cómo poder merecer Algún poco de dulzura. Así de otra criatura Nadie se puede admirar. Un ave suele penar Ausente de su consorte. Y yo, que soy de otro importe, ¡Cómo no me he de quejar J

242 EL QUE HA PERDIDO SU AMOR

El que ha perdido su amor Bien puede considerar Cómo no me he de quejar Si llora mi corazón. Es t a n grande mi dolor Y la amargura crecida, Que diera el alma y la vida, Todo cuanto me pidieran, Sólo porque me trajeran La prenda que ayer fué mía.

(240) Estas dos estrofas de un cantar me fueron dictadas por don Brigido Avayay, en Sanagasta, en 1938. Don Brigido me decía que el cantar era más largo. (241) Del cuaderno de doña Aurora Vda. de Tejada, en Ángulos, Famatina. (242) Esta décima me fué dictada por don Javier Ahumada, en GuandacoL Don Javier me decía que formaba parte de un cantar más largo.

154

JUAN

A L F O N S O

243 ESPERANDO UNA ESPERANZA

Esperando una esperanza, Estoy como delirando. Más vale morir sintiendo Y no vivir esperando. GLOSA

Pasan tardes y mañanas, Mi mal no tiene b o n a n z a ; P a s a n también las semanas Esperando una esperanza. El día entero me paso Afligido y suspirando, Y cuando no duermo acaso Estoy como delirando. Si el tiempo se ha de pasar Y yo he de estar padeciendo, Pues, para tanto esperar, Más vale morir sintiendo. Me es imposible vivir La vida que estoy pasando. Más bien quisiera morir Y no vivir esperando. 244 ESTOY QUE YA DESESPERO

Estoy que ya desespero, No hay valor para sufrir. Un sentimiento me mata, Ya no puedo más vivir. GLOSA

E n vano lloro y suspiro, E n vano morirme quiero. Y sin encontrar alivio, Estoy que ya desespero.

C A R R I Z O

Mi alma mucho está sufriendo Y ya se quiere morir, Y t ú muy bien lo estás viendo: No hay valor para sufrir. Pregunto al cielo porqué La suerte tan mal me trata, Que sin tener yo la culpa Un sentimiento me mata. Le digo a mi corazón Que deseche su sentir, Y me contesta l l o r a n d o : Ya no puedo más vivir. 245 HASTA EL ALMA TENGO TRISTE

Hasta el alma tengo triste Y enlutado el corazón, Porque tengo una pasión Que a todas horas me asiste. GLOSA

Que procure divertirme Le digo a mi corazón, Y me contesta: —No puedo, Porque tengo una pasión. Duélete, pues, vida mía, Si algún amor me tuviste, E n t r e penas y tormentos Que a todas horas me asiste. 246 LA CALANDRIA QUE CRIE

L a calandria que crié P a r a mi dulce c o n t e n t o : Ella ha sido la traidora, La cansa de mi tormento.

(243) Del cuaderno de don Guillermo Páez, Pie* fué vecino del Condado, villita del departamento General Lamadrid. (244) Dictada por don Vicente Reinoso, de Malligasta en 1939. Beinoso tiene 70 años y sabe leer y escribir. (245) Dictada por doña María I. Doria, en Chilerito, en 1939. (246) Me decía don J. Manuel Ortiz Nieto, al dictarme estas dos estrofas, que el cantar era largo, pero que no recordaba más. El señor Ortiz Nieto es de Chaquis y me dictó varios cantares, en agosto de 1938.

CANCIONERO

POP-ULAE

Si la hubiera desalado Cuando a volar empezó, E n otros brazos extraños No la hubiera visto vo.

Las pasadas glorias vienen A amargar el pensamiento, Que acordarse el haber sido Sirve de mayor tormento. GLOSA

JRIO J A

155

Déjame echar en olvido, F o r t u n a , el bien que me diste, Porque p a r a el abatido No h a b r á memoria más triste Que acordarse el haber sido. VIENEN

248 LLORA, TRISTE

Lloró, En la Ya se De tu

PALOMITA

triste palomita, jaula prisionera; acabaron tus gustos amable primavera.

E n mi memoria residen Los ya pasados contentos, Y mis sentidos perciben Que sólo para tormentos Las pasadas glorias sirven. E l júbilo y el contento De mi pasada alegría, Sin descansar u n momento,

L A

E s t á n viniendo a porfía A amargar el pensamiento.

247 LAS P A S A D A S GLORIAS

DE

GLOSA

Veris el sol y los astros Todos vestidos de luto. Ellos no te a l u m b r a r á n : Ya se acabaron tus gustos.

(247) Dictada por don Modesto Páez, que la aprendió a su padre, don Ramón Rosa Páez, allá por 1884. Villa Castelli (Dto. Gral. L a m a d r i d ) , 1939. E s t a glosa nos recuerda al Dante en el canto V, cuando dice: Nessum maggior dolore Che ricordarsi del tempo nella miseria.

felice

Cuya traducción sería: No hay mayor dolor Que recordarse del tiempo En la miseria.

feliz

Don Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santulona (1398-1458), trae el pensamiento del Dante a s í : La mayor cuyta d i auer puede ningún amador es memorarse del placer en el tiempo del ddlor. (118 - Nos. 224 • 62) (248) Tanto la cabeza como el pie de la glosa me fueron dictados como coplas, en L a Costa, de Castro Barros, en 1938. E n el Cancionero Popular de Tucvmán, N.° 480, hay una glosa en décimas a la misma cuarteta que encabeza ésta. Ofrece alguna ligera variante, pues dice: Llora, triste palomita E n tu j a u l a prisionera, Se acabaron los encantos De tu amable primavera.

156

JUAN

ALFONSO

CARRIZO

249

250

MI BIEN, PARA DECLARARME

NO HOY CORAZÓN COMO EL MIÓ

Mi bien, para declararme Y aliviar mi corazón, Quisiera que me señales Tiempo, lugar y ocasión.

No hay corazón como el mío Para sufrir una pena. Corazón que sufre y calla No se encuentra dondequiera.

GLOSA

GLOSA

Bien pueden ser como yo, Que el ser mejor no porfío, Pero p a r a más sufrir No Jiay corazón como el mío. Dichoso de aquel que goza Amor sin sufrir pinción, Y no espera como yo Tiempo, lugar y ocasión. (249) Como en el caso anterior, he formado esta glosa con coplas recogidas a paisanos de La Costa, en Castro Barros, en 1938. Tinción: esta vez tiene el sentido d e : pesaroso, apesadumbrado. Persona t o r t u r a d a poT alguna pena. En el Cancionero Popular de Tucumán, N.° 715, se comenta esta voz, pues ella es conocida en Tucumán. E s t a voz es también popular en Méjico, así se ve en este trozo de la novela ¿ o s de Abajo, de don Mariano Azuela: —¡Pobreoita de ti, platícame cómo estuvo eso! Camila tenía los ojos hinchados de llorar. —¡Me mintió, me mintió!... Fué al rancho y me dijo: «Camila, vengo no más por ti. ¿Te sales conmigo? ». ¡TTum, dígame si yo no tendría ganas de ealirme con él. De quererlo, lo QUERO y lo REQUERO... ¡Míreme tan encanijada sólo por estar pensando en él! Amanece y ni ganas del metate... Me llama mi mama al almuereo, y la gorda (tortilla de maíz), se me hace trapo en la boca... ! ¡T aquella PINCION... T aquélla PINCION!... Y comenzó a llorar otra vez, y para que no se oyeran sus sollozos se tapaba la boca y la nariz con un extremo del rebozo. —Mira, yo te voy a sacar de esta apuración. No seas tonta, ya no llores. Ya no pienses en el curro... ¡Sabes lo que es ese curro?... ¡Palabra!... ¡Te lo digo que no más para eso lo trac el general!... ¡Qué tonta!-.. Bueno, ¿quieres volver a tu casa? (14 - 178). Como se ve, la voz pinción tiene en Méjico el mismo sentido que se le da en Tucumán y L a Rioja, como quero por quiero, forma sumamente usada en L a Rioja. Como ocurre con las piezas poéticas si una copla, una décima, o un romance es popular en Catamarca, Salta u otra provincia nuestra y lo es también en las repúblicas centroamericanas o en Méjico, esa copla es casi siempre española, esto es tiene un origen común. Así debe ocurrir con pinción y aunque no figure en los diccionarios es sin duda española. En el Picaro Ouzmán de Alfarache, p a r t e I I , libro I I , I V , tomo I V , 30, hay el pas a j e : Con esta gabela éramos así amparados de cualquier peligro. Ninguno piense mascar a dos carrillos, que no hay dignidad sin pinsión en esta vida. El sentido de la voz pinsión es, pues, el mismo que tiene en la glosa tucumana y en esta de La Rioja y el mismo que se le da en Méjico. El señor Samuel Gili y Gaya repara en la vox y dice: Aú en el original y ediciones antiguas. Las modernas corrigen « pensión >. Sobre el significado de esta palabra, ver tomo III, 101. Vi, pero no hay ninguna nota sobre el tema ni en esa ni en las otras páginas del referido tomo. En el tomo V, página 24 (libro I I I , capítulo I V ) , remite el señor Gili y Gaya a la nota transcripta del tomo IV, a propósito de repetirse el empleo de esta volz, a s í : Que aun haya que pagarte pinsión de mi gusto. Aquí parece tener el sentido de pensión. (250) También como las glosas 249 y 250 ésta está formada ¡con estrofas popularejadas como coplas, pero a diferencia de las citadas, éstas fueron recogidas en Villa Unión (General Lavalle). L a cuarteta glosada es española: No hay corazón como el mío Que calle y sienta su p e n a : Corazón que siente y calla No se encuentra doude quiera.

(R. M. 5406)

CANCIÓN

ESO

POPULAR

DE

LA

X IO J A

251

253

NO SE VEA COMO YO

PARA MI YA NO HAY CONSUELO

No se vea como yo; Ni quiera poner empeño. Malhaya quién quiere bien P r e n d a que tiene otro dueño. P r e n d a que tiene otro dueño, Mas llegándolo a pensar, Que muchas veces la vía Y no la podía hablar. Y no la podía hablar Como a muchos acontece. Un amante verdadero Pena, suspira y padecePena, suspira y padece, Como así ya lo voy viendo. Quiero olvidarla y no p u e d o : Así me voy consumiendo.

Para mí ya no hay consuelo, Ya todo se me acabó, Sólo me restan tormentos, Que para ellos nací yo. GLOSA

Vacila mi pensamiento, Triste el alma por el duelo, Con lágrimas triste d i g o : Para mí ya no hay consuelo.

252

254

¿PARA DONDE .PAJARILLO P

¿QUE DELITO HE COMETIDOP

¿ P a r a dónde, pajarillo, Remontas t a n alto el vuelo T Llevádmele este suspiro A quien de mi pecho es dueño. Decídmele de palabras Que aquí vivo padeciendo, E n desdichas y en trabajos, De su vista careciendo. Al otro día de m a ñ a n a Triste cantó el pajarillo. Parecía que era el correo Con quien mandé mi suspiro.

157

¿Qué delito he comentido Tan criminal y tan feo? Sin cometer tina falta, Hoy desgraciado me veo. GLOSA

E n u n martirio sumido, Mi corazón desespera. Esto me tiene afligido; Quisiera que me d i j e r a s : ¿Qué delito he cometido?

Ya me arrimo y le pregunto P o r qué cantaba t a n triste. —Porque no traigo respuesta Del suspiro que me diste. (251) Paroce ser que este cantar encadenado tuvo comienzo en alguna estrofa que falta. Me fué dictado en Chuquis (CaBtro Barros). Via por veía, es de uso frecuente este arcaísmo, no solamente en La Eioja, sino en Catamarca y en Tuetunán. Don B. Menéndez Pidal estudia esta voz en su Manual de Gramática Histórica Española, pág. 49, párrafo 11. (252) Dictado por doña Filomena Pérez en Banda Florida (Gral. Lavalle). (253) Dictada en Pinchas (Dto. Castro Barros) en 1938 por don Amadeo de la Fuente, de 70 años de edad. (254) Dictada por doña Eosa Moreta Gómez, de 64 añoB, en la ciudad de La Rioj a en 1938. Sabe leer y escribir.

158

J

U A N

A L F O N S O

C A R R I Z O

255

257

¿QUE DELITO HE COMETIDO?

SI CON VIVIR LOS OFENDO

¿Qué delito he cometido Tan criminal y tan feo? Sin cometer una falta, Hoy desgraciado me veo. GLOSA

Decime vos, tiempo ingrato, No soy quien antes he sido, Y por eso te pregunto: ¿Qué delito he cometido?

Si con vivir los ofendo, Ya no los ofenderé. Adonde no haya memorias Mi retiro formaré. GLOSA

A los desiertos me iré Aunque me vaya muriendo. Mándame a quitar la vida Si con vivir los ofendo. Adonde no haya memorias Mi retiro formaré. Al sepultarme en la tumba Ya no los ofenderé.

256 ¿QUIEN ME MANDARÍA AMAR?

¿Quién me mandaría amar Una voluntad con dueño, Que no me deja dormir Aunque me caiga de sueño t

Ya me voy y me retiro; Se acabarán estas glorias; Formaré mi residencia Adonde no haya memorias. Me despido enternecido De un amante que antes fué. Donde no sufra tormentos Mi retiro formaré.

GLOSA

Siento un profundo dolor Noche y día sin cesar . Por eso lamento y digo: ¿Quién me mandaría amar? Pero veo que es en vano Persistir con tanto empeño, Porque a gusto no se goza Una voluntad con dueño. Poco a poco esta pasión Me va quitando el vivir: Todo es que llegue la noche, Que no me deja dormir.

258 SOBRE CIMIENTO DE VIDRIO

Sobre cimiento de vidrió Formé una torre de amor. Como el cimiento fué falso, Pronta fué su destrucción. GLOSA

No llevé más esperanza Cuando me entregué al peligro Que el haberlo fabricado Sobre cimiento de vidrio.

Tan sólo en estar pensando En esos ojos risueños, Porque no duerman los míos Aunque me caiga de sueño. (255) La cuarteta como la estrofa que figura en esta glosa trunca me fueron dictadas como coplas en La Costa de CaBtro Barros en 1938. (256) Dictada por doña Aurora Rodríguez, de 60 años, en Anillaco (Dto. Castro Barros) en 1938. Sabe leer y escribir. (258) Dictada por doña Eulogia Avayay en San»gasta en 1938.

CANCIONEBO

FOPÜLAB

259 SOY U N A A V E Q U E PADEZCO

Soy una ave que padezco En la jaula, prisionera, Sin poder gozar las flores Que me dio la primavera. GLOSA

Preso en la cárcel estoy; Sólo el morir apetezco, O volar a las montañas. ( ? ) . Foy una ave que padezco. ¿Cuándo llegará mi muerte O mi agonía postrera? Mas bien morir, que vivir En la jaula prisionera. Cuando brotaron los prados Que me dieron sus olores, Triste me puse a llorar Sin poder gozar las flores. P a r a mí no hay sol ni luna. No hay más luz que una candela: Que me privaron mis gustos Que me dio la primavera. 260 T R A S D E L C A M P O D E L OLVIDO

BE

LA

E10J

A

159

P l a n t a r o n celos y amores TTn rosal de mil desvelos: El amor hizo las flores Y las espinas los celos. Pero desde que ambas cosas Llegaron a ser vecinas, No hay quien recoja las flores Sin clavarse las espinas. Rosa, que en la primavera Das principio a florecer, Daría el alma y la vida Si me supieras querer. Rosita, que te criaste E n los jardines de Diana, Toda flor tiene su tiempo: Cortarla por la mañana.

261 TRISTE ME T O M A

LA

TARDE

Triste me toma la tarde, La noche con gran dolor, Suspirando me anochece, Llorando me nace el sol. Llorando me nace el sol, P a r a que lo sepas vos Que cuando mucho se quiere ¡ Qué caro cuesta el a m o r !

olvido amor, alivio flor.

¡ Qué caro cuesta el a m o r ! Pudiendo ser estimado, Siendo un amor tan sincero, Con engaño me has pagado.

De la planta de esa flor Sólo u n a espina elegí, P a r a clavarla en mi pecho Desde que mi bien perdí.

Con engaño me has pagado Pudiendo ser de otro modo. Traicionastes a mi a m o r : Con esto se acaba todo.

Tras del campo del Corrí en busca del Y encontré p a r a mi Las espinas de u n a

(259) Dictada por la señora Ramona H e r r e r a de Pociolíi en Sanagasta. La última estrofa esta, acaso, mejor conservada en su forma de copla, registrada bajo el número 2178, y que dice: P a r a mí no hay sol ni luna Tan sólo hay una cadena Que me han quitado mi gusto En medio 'la primavera. (260) en 1938.

Este cantar me fué dietado en la ciudad de La Rioja por don Manuel I . Flores

(261) Dictado por don J u a n A. Tanquía en Agua Blanca (Dto. Castro Barros) en 1938. Sabe leer y escribir.

160

JUAN

A L F O N S O

262 UNA TARDE FUI DICHOSO

Una tarde fui dichoso —Dice un pajarilla triste—. « Ahora soy desgraciado » Porque el tiempo lo permite. GLOSA

Si t ú hubieras conocido Cuál habrá sido mi gozo, Verías si es la v e r d a d : Una tarde fui dichoso. Como el jazmín en su tiempo De blancas flores se viste, Yo sólo de penas visto •—Dice un pajarillo triste—. Andaba Con mi P o r eso « Ahora

de rama en rama vuelo remontado. digo a mi s u e r t e : soy desgraciado ».

Encontrándome en prisión, Tengo que encontrarme triste. Sin faltar, yo soy la causa, Porque el tiempo lo permite.

C A B B I Z O

Aunque mucho la he buscado, Mucho más la buscaré, Porque me asiste el cuidado Que llorando la dejé. Como me tiene hechizado Con su voz dulce y sonora, E s que yo desesperado Buscándola luengo ahora. En En La No

los bosques la he buscado, las selvas la busqué, buscaré en las p r a d e r a s : sé si la encontraré.

264 UN SENTIMIENTO ME MATA

Un sentimiento me mata Los momentos que recuerdo. ¡Qué locura es confundirse! Pero, ¿para qué me acuerdo? GLOSA

Pregunto al cielo por qué L a suerte t a n mal me t r a t a , Que sin encontrar alivio Un sentimiento me mata.

263 UNA TRISTE PALOMITA

Una triste palomita. Que llorando la dejé, Buscándola vengo ahora; No sé si la encontraré. GLOSA

Mi corazón, de pesar, Llora, suspira y palpita Cuando me ayuda a buscar Una triste palomita.

265 VOY A BUSCAR UN DICHOSO

Voy a buscar un dichoso, Para andar acompañado, Porque a sombra de un feliz Tiene suerte un desgraciado.

(262)Dictada por doña Etelvina Carrizo, de 60 años, en Vinchina (Horno) en 1939. (263) Dictada por don Jaan Cruz Humares en Los Palacios (Dto. Gral. Lavalle) (264) La cuarteta como el pie de esta glosa me fueron dictadas como coplas en Solea (Dto. Rivadavia) en 1940. (265) Esta glosa está tomada del cuaderno de la señora Aurora, viuda de Tejada, Ángulos, Famatina. La copla glosada es muy conocida, Cancionero Popular de Catamarca, N.« 274.

CAN CIONEBO

POPÜLAB

GLOSA

No puedo tener reposo Con mis martirios violentos. E l descanso busco ansioso. P a r a aliviar mis tormentos, Voy a buscar un dichoso. Dicha, que tanto he deseado, Varias veces te busqué. ¿Por qué me has abandonado? Ven, oh suerte, ayúdame, Para andar acompañado. H a y u n a esperanza en mí, Que u n dichoso me asegura No seré más infeliz, Que el tormento poco dura A la sombra de un feliz. De pesares agobiado, Sufro penas sin quebranto, Pero digo conformado: Después de martirios tantos, Tiene suerte un desgraciado.

DE

LA

EIOJA

161

266-a VOY A LAMENTAR UN RATO

Voy a lamentar u n r a t o De esta mi fortuna cruel, Porque me veo abatido P o r haber querido bien. P o r haber querido bien Amor que yo no busqué, El virio sin que lo busque, P o r darme en qué padecer. P o r darme en qué padecer, Ese es su entretenimiento, Porque no puedo olvidarte, Ni m u d a r el pensamiento. Mi pensamiento del alma, Eso no lo dudo yo. Ciego del amor herido, Ciego de amor se entregó. 267

266

YA SE ME OSCURECE EL DÍA

VOY A LAMENTARME UN RATO

Voy a lamentarme u n r a t o De esta mi fortuna cruel. Me veo t a n abatido P o r haber querido bien. P o r haber querido bien A amor que yo no busqué. El vino sin que lo busque, P o r hacerme padecer. P o r hacerme padecer, Ese es su entretenimiento. ¡No poder estar un rato Sin m u d a r el pensamiento! Pensamiento hay en el alma, Eso no lo dudo yo. Un pecho de amor herido Ciego de amor se entregó.

Ya se me oscurece el día Y el astro que me guiaba. Cuando amoroso pensaba, Se acabaron mis contentos. Se acabó el amable tiempo Que yo gozando vivía. Se acabó lo que quería El j a r d í n que me recreaba, Aquella prenda preciosa Espejo en que me miraba. 268 YO HE SIDO LIBRE PALOMA

Yo he sido libre paloma Que tendía muy alto el vuelo, Y ahora me veo cautiva Afligida y sin consuelo.

(266) Este cantar de estrofas encadenadas me fué dictado en Sañogasta (Dto, Chilecito) en 1939 por don Lázaro Alavarado, de 74 años. Ala varado es chileno y sabe leer y escribir. (266-a) Dictada en Vinchina (Horno) por don Manuel Bordón en 1939. (267) Esta décima, así suelta, me fué dictada por don Metilón 8. Páez Porra en Sañogasta (Dto. Chileeito) en 1939. (268) Dictada por don Amadeo de la Fuente en Chuquis (Castro Barros), de 70 años. Don Amadeo la aprendió a sn madre. La sabe también don José Manuel Nieto Ortiz, del mismo lugar, Chuquís. 11-II

162

JUAN

A L F O N S O

Quiero volar y no puedo: Veo cortadas mis alas, Y lloro ¡cuan afligida! Porque no puedo afijarlas. Veo que las otras aves Alegres vuelan los campos. Yo, infeliz y desgraciada, Vacilando en mis trabajos. Vean las que se hallen libres, De mí tengan ejemplar: No se entren en cautiverio Ni menos sepan amar. La En En Sin

que desgraciada nace mil desgracias recae. ellas padezco yo dar mis quejas a nadie.

269 YO NO ME QUEJO DEL TIEMPO Yo no me quejo %el tiempo, Quéjese el tiempo de mí. El tiempo dichas me dio, Yo pesares elegí. GLOSA

Yo por infeliz perdí Lo seguro por lo incierto. Con razón debo decir: Yo no me quejo del tiempo. Perdí lo que más amaba, Porque mi suerte es así. Puesto que soy desgraciado, Quéjese el tiempo de mí. Amor y dichas que tuve, Mi corazón los perdió: Esa fué mi poca suerte. El tiempo dichas me dio.

C A R R I Z O

Siempre el mal se llora tarde; Yo no lloro; siento, sí, Porque en mil felicidades Yo pesares elegí. 270 YO VIVO DE U N

IMPOSIBLE

Yo vivo de un imposible, Mantenido de un quizás, Esperando si ha de ser Quién sabe lo que será. GLOSA

Ambicionando tu amor Por poseer tus encantos. Pero mis ruegos y llantos Consumiendo mi alma están, Y como cortando van El hilo de mi existir, Pienso por ti he de morir Mantenido de un quizás.

Bien de mi vida, ya sabes Tú eres el ser que yo adoro, Que para mí no hay tesoro Ni joya de más valer Que ambicionar tu querer, Ver tu semblante risueño, Y por eso siempre sueño Esperando si ha de ser. Es mi pasión tan intensa Y mi amor tan invariable, Que a veces creo probable Ablandar tu corazón; Y mi halagüeña ilusión No tiene esta habilidad, Y si decretado está Que has de aliviar mi tormento, No alargues mi sufrimiento, Decime cuándo será.

(269) Dictada por doña Catalina del Rosario Urquiza en la Villa de Famatina en 1939. En los cancioneros de Salta, número 185, y Tucuinán, número 529, se insertan dos estrofas de otra glosa a esta misma cuarteta. (270) Esta glosa me fué dictada en la ciudad de La Hioja por el ciego cantor don Eoberto Paz, conocido más como « El ciego Paz J>. Tiene 52 años, es catamarqueño y la aprendió en su provincia.

CELOS, QUEJAS Y DESAVENENCIAS

271 A DOS QUIERES, A DOS AMAS A A O O

dos quieres, a dos amas, dos estás adorando. tienes dos voluntades estás a dos engañando. GLOSA

De mi fino amante pecho Se enciende mi amor en llamas. Para mi mayor sentir, A dos quieres, a dos amas.

El corazón me ha robado, En dos mitades partido, Mi apreciable de Fulana, Cariño no he merecido. 273 AL PRINCIPIO DE TU AMOR Al principio de tu amor Diez mil caricias me hiciste; Y tan luego me olvidaste Para dejarme más triste. GLOSA

Dime cómo podré estar Si, loco, en ti estoy pensando; Si en premio de mis amores A dos estás adorando.

Con cadenas de tu amor Prisionero me tuviste. Pues ¿cómo no me dijiste Al principio de tu amorf

Dime la verdad, ingrata, Déjate de falsedades, Dímclo si eres constante, O tienes dos voluntades.

Trataste de herirme el pecho, Y el corazón me partiste. Pues dime con qué derecho Diez mil caricias me hiciste.

Dime la Si estás O tienes O estás a

verdad, ingrata, de veras amando: dos voluntades dos engañando. 273-a 272

AL MENGUANTE DE LA LUNA Al menguante de la luna Sus ojos son dos luceros. Mi apreciable de Fulana, Haga un favor que me muero. Haga un favor que me muero, Mi vida, no seas ingrata, Apreciable de Fulana, Que su hermosura me mata.

AL PRINCIPIO DE TU AMOR Al principio de tu amor Diez mil caricias me hiciste; Y tan luego me olvidaste Para dejarme más triste. GlvQSA Prisionero me tuviste Con cadenas de rigor. Pues i cómo no lo dijiste Al principio de tu amorf

Que su hermosura me mata, ]Vie mata sin compasión. Mi apreciable de Fulana Me ha robado el corazón. (271) Esta glosa está tomada de las libretas de don Julio Soria en Chilecito. (272) Dictada por don Lázaro Alavarado en Saflogaata (Chileeito) en 1939. (273) Dictado por la señorita Adelina Pazos Martínez en Vinchina (Pueblo). (273-a) Dictada por don Facundo Zelaya, en Los Molíaos (Castro Barros).

i6e

J U A N

A L F O N S O

274 AMOR QUE VENGA TROCADO Amor que venga trocado, No lo quiero ni un instante, Porque mi pecho no admite Sino amor firme y constante. GLOSA

Mas bien quisiera vivir De todos abandonado, Y no admitir en mi pecho Amor que venga trocado. No puedo darle posada Dentro de mi pecho amante: Amor que no iguale al mío No lo quiero ni un instante.

275 ARRÁNCAME EL CORAZÓN

Arráncame el corazón Si es delito él adorarte, Porque tengo la existencia Sólo para idolatrarte. GLOSA

Si yo en mi ardiente pasión No he de ser correspondido, Si en usándome traición No he de ser de ti querido, Arráncame el corazón.

C A B B I Z O

276 A TU CASA DE

PASEO

A tu casa de paseo Llegaba yo a cada instante. Mas no me fuiste constante: Será por nuevos recreos. Hoy, según lo que yo veo, Se acabó tu voluntad. Pero día llegará Que has de estar arrepentida, Y esta planta ya caída Nueva sombra te ha de dar. Yo era un jardín de alegría Que en la paz de dulce calma A la sombra de una rama Gustoso te recibía. Allí caricias me hacías, Yo aplacaba tus ardores. Tú recogiste las flores De ese jardín tan florido; Y si ahora lo has perdido, Será por otros amores. Voy a terminar mi canto, Aquí me voy a callar, Pero te quiero dejar Una gota de mi llanto. Sabiendo que te amo tanto, No creerás que es de veneno. Por eso me voy sereno, Confiado, amada mujer, Que tú la has de recoger Para guardarla en tu seno.

277 A UNA SELVA SOLITARIA

A una selva solitaria Me retiraré a vivir, A llorar mi desventura Que tu amor me hizo sentir. (274) Dictada por don Pastor Zelaya en Los Molinos (Castro Barcos). (275) Dictada por don Javier Ahumada cu Guandacol. (276) Dictado por don Luis Fuentes de Aminga (Castro Barros). Es posible que este cantar sea del Litoral porque los poetas y poetastros que escriben para las casas editoras de cantares para el pueblo, casi siempre hacían composiciones de cuatro décimas octosilábicas. (277) Dictada por don José Ghumbita en Pinchas (Dto. Castro Barros).

CANCIONERO

TOPULAB

GLOSA

Retirado de la gente, Haré vida imaginaria, Pues me mandan tus crueldades A una selva solitaria. Mi mal pagada pasión Ya me priva el existir. Al mundo de la verdad Me retiraré a vivir.

DE

LA

KI OJ A

167

Y así poder consolarme En mi terrible despojo. Dueño mío de mis ojos, No dejes de contestarme. Bien veo tus imposibles, Conozco mucho y lo siento, Pero en mi conocimiento He de sufrir a morir. Si no llego a conseguir, Amada prenda querida,

En esta faz de delicias, Ausente de tu hermosura, Me resolveré gustoso A llorar mi desventura. Y en la celestial morada Donde es eterno el vivir, He de llorar el quebranto Que tu amor me hizo sentir. 278 BIEN CONOZCO DE QUE VOS

Bien conozco de que vos Nunca has de morir por mí, Como yo muero por ti Abrasado de tu amor. Bien conozco de que yo Nunca he sido de tu agrado. Por eso no has contestado La carta que te escribí. jAy, triste infeliz de mí, Si llego a ser despreciado ! Dime, brillante lucero, No has contestado: ¿por qué? Siendo de que vos tenéis Pluma, papel y tintero, Buenas manos, cinco dedos, Para poder contestarme,

279 COMO ACABO DE LLEGAR

Como acabo de llegar, Yo me quiero declarar A una que me ha hecho sentir, Criolla de este lugar. Criolla de este lugar Es la que me ha hecho sentir: En lo que yo estuve ausente, No ha hecho memorias de mí. No ha hecho memorias de mí Porque ha elegido otro dueño. Por mi vista no ha pasado, Pero las noticias tengo. Pero las noticias tengo Que me pagó con ofensas, Y que precisa remedio Para que tenga firmeza. Para que tenga firmeza Y cumpla con su deber, La sacaré para fuera Y le enseñaré a querer.

(278) Este cantar me fué dictado por don Domingo Barros en Aminga (Castro Barros). La alusión a la falta de pape], tinta, etc., hace recordar a la cancioncilla española que trae don Constantino Cabal en su libro El Individuo (Las costumbres asturianas, su significación, sus orígenes), pág. 268. Las dos primeras cuartetas dicen: Al cabo de tanto tiempo y de una aufencia tan larga no has tenido atrevimiento para escribirme una carta.

Si por ffllta de papel O de tinta que no se halla Yo te mandaré una resma Y de tinta, una muralla.

(279) Este cantar me fué dictado por don Francisco Porras, de 60 años, en "Vinchina. También me fué dictado por Eufemio Díaz en Mazan en. 1940.

168

JUAN

A L F O N S O

280

C A R R I Z O

Que un amor de tanto tiempo ¡En lo que viene a parart

COMO LA PALOMA TRISTE

Como la paloma triste, Voy a llorar sin consuelo. Si tú te olvidas de mí, Suba mi clamor al cielo. GLOSA

I En lo que viene a parar Ese tu amor lisonjero! Que yo, estando tan firme, Vos has faltado primero.

281-a INGRATA COMO LA PALMA

¡Ay, tu pecho que juraba No darme ningún desvelo! Mi dueño dulce y querido, Me hace llorar sin consuelo. Lloraré de noche y día Porque me dejas así. ¿A quién volveré los ojos Si tú te olvidas de mí?

281 CON TUS MENTIRAS Y HALAGOS

Con tus mentiras y halagos Engañaste mi fiel pecho; Has borrado con el codo Lo que con la mano has hecho.

Ingrata como la palma, Atiende lo que te digo : Mira, no le pagues mal A quien tanto te ha querido. A quien tanto te ha querido Le has pagado de esta suerte. Mi corazón afligido Casi se ha visto a la muerte. Casi se ha visto a la muerte Tan sólo en considerar: Un amor de tanto tiempo, ¡ En lo que vino a parar En lo que vino a parar Un amor tan lisonjero... Siendo el mío un amor firme, El tuyo faltó primero.

282 Eso no me causa espanto, Porque bien he conocido Que le has de pagar así A quien tanto te ha querido. ¡A quien tanto te ha querido Le has pagado de tal suerte! Mi corazón afligido Casi se ha visto a la muerte. Casi se ha visto a la muerte Tan sólo en considerar

¿CUANDO ME DARÁS EL SI?

/. Cuando me darás el sí Para vivir consolado? Tanto que me has engañado, Y tan firme para ti. Por ti yo voy a morir, Tú eres el juez de mi cansa, Y yo estoy como en balanza Hasta que tú me despenes. Dime, mi bien, si me quieres, O dame alguna esperanza.

(230) Dictada por dofla Paulina Godo, de 60 años, en Vinchina (Pueblo) en 1939. (281) Este cantar de prtrofas encadenadas me fué dictado en Arauco por la señora Justa Ocampo de Núñez en 1938. (281-a) Dictado por doña Tránsito Fuentes de Peñaloza, en Anillaco en 1938. (282) Eata décima me fué dictada por don Isauío Gutiérrez en Sanagasta.

CANCIONERO

POPULAR

283 CUANDO YO NO DOY MOTIVO

Cuando yo no doy motivo, Mucho siento una ruindad. Así no se corresponde Vna fina voluntad. GLOSA

¡ Qué gozo de mi fortuna ! Vivo, y no sé cómo vivo De ver que me das la muerte Cuando yo no doy motivo. El haberte idolatrado Fué la causa principal. Por eso me quejo y digo: Mucho siento una ruindad. ¿Dónde estás, que no te veo, Que te hablo y no me respondes, Que quiero decirte a voces: Así no se corresponde t

DE

LA

MIOJA

169

Sin remedio lo perdí. Puesto que eres inconstante, Dame el alma que te di. Nombré para mi defensa De fuerza tu corazón, Y es mi voluntad tan densa: Devuélveme mi pasión, Que pedirla no es ofensa. Yo constante te adoré: Pongo al cielo por testigo. El inocente, dígote, Devuélveme mi cariño, Porque no quiero que esté. Si otra tiene preferencia Y posee mi lugar, Me retiraré a una ausencia, Puesto que no debo amar Donde no hay correspondencia.

285 Con esto digo, y no más En mi pecho quedarán Los males que corresponden A una fina voluntad.

DE ANDE SALES, PALOMITA

De ande sales, palomita, Tan ausente de mi lado /Has hallado a quién querer, Que de mí te has olvidado?

284 DAME EL ALMA QUE TE DI

Dame el alma que te di, Que pedirla no es ofensa, Porque no quiero que esté Donde no hay correspondencia. GLOSA

De tus labios merecí El dulce nombre de amante.

—No he hallado a quien querer, Nunca de ti me he olvidado. Causa de las malas lenguas Me retiré de tu lado. Me retiré de tu lado, Mas ahora has de decir Quién ha sido el despreciado. Ya estoy delante de ti.

(283) Dictada por don Juan Cruz Humeres, de 70 años, en Los Palacios (Dto. General La valle). (284) Dictada por doña Eosa Moreta Gómez en la ciudad de La Eioja. La copla glosada es también popular en Chile: Dame el alma qun te di si en pedirla no hay ofenaa: porque no quiero que eeté donde no hay correspondencia. (155 - pág. 103 - N.o 3) (285)

Dictado por don Manuel Pilar Herrera, en la ciudad de La Kioja eu 1&38.

170

JUAN

A L F O N S O

C A B B I Z O

286

288

DE MI TE VAS RETIRANDO

DICES QUE YO NO TE QUIERO

De mí te vas retirando, Ingrata, sin ocasión. Bien te puedes retirar Sin herirme el corazón. GLOSA

Con tus fingidos halagos Agravio me vas mostrando, Y con mucho disimulo De mí te vas retirando. Eeconocida te tengo Tu maliciosa intención: Procuras darme la muerte, Ingrata, sin ocasión.

Si por otra me desprecias, Gozad la nueva pasión; Anda, goza de tus gustos, Sin herirme el corazón.

287 DICES, NO SIENDO

CONMIGO

Dices, no siendo conmigo, Ningún placer te divierte, ¿Lo dices por lisonjearme Cuando me tienes presente? Cuando me tienes presente Me aparentas mucho amor. Y cuando yo estoy ausente Me hieres el corazón.

Dices que yo no te quiero Por no quererte como eres. Así, todas las mujeres Ante el amor verdadero. Porque mejor te prefiero A cambiarte a mi manera, En ser siempre sincera Mudas tu amor en rencor, Sin ver que es grande mi amor Porque mejor te quisiera. Me escuchas, y no me entiendes, No me ves, aunque me miras, Por mi desamor suspiras Sin ver que en amor me enciendes. Que no te quiero, pretendes, Porque mejor te he querido. Desgraciados hemos sido Queriéndonos a cuál más. Moriré, y me llorarás, Sin haberme comprendido. Causa de esa incomprensión, Estoy de ti diferente, Y que no es tuya mi mente, Y es tuyo mi corazón. Tu amor sin tu admiración Es todo mi sufrimiento. Y por eso el morir siento Más que de ti separarme, Que tu amor sabrá llorarme Pero no tu entendimiento. 289 DIME, MI QUERIDO DUEÑO

Dime, mi querido dueño, Por qué me has abandonado, í Sí en las finezas de amor En algo te habré faltado?

(286) Dictada por la señora Leorina Carrizo de Sánchez en Villa Castelli. (287) Dictada por don Jacinto Boque Martínez en San Nicolás (Dto. San Martín). Martínez tiene 58 años y es analfabeto. Sabe también la glosa que en el Cancionero Popular de Tucumán lleva el número 279 y que empieza: No trae buena consecuencia Un amor que es mal pagado. (288) (289)

Dictada por la señora Bamona Herrera de Pociolli en Sanagasta. Dictada en. Sálicas (Pelagio B. Luna).

CANCIONERO

POPÜLAB

El mundo te dará el pago De lo que has hecho conmigo. Pagaste amor con vileza A quien t a n t o te ha querido.

DE

LA

BIOJA

171

Cuando yo traté contigo, No puse plazo ni tiempo. Y así, puedes disponer, Libre está tu apartamiento.

290 DIVERTIDA EN OTRAS COSAS

Divertida en otras cosas, I Qué alegre estarás viviendo Sin hacer mención de mí, Cuando yo te estoy queriendo! GLOSA

Yo, en amarga soledad, Triste vivo padeciendo. Y tú, triunfando de gusto, ¡Qué alegre estarás viviendo! I Qué importa que yo h a y a sido Dueño absoluto de ti, Si hoy vives entretenida Sin hacer mención de mí! No me tienes compasión Sabiendo que estoy muriendo. ¿Quieres concluir mi vida, Cuando yo te estoy queriendo!

291 DONDE NO SE HIZO ESCRITURA Donde no se hizo escritura, Libre está tu apartamiento. Después de lo bien ganado, Llévese la carta el viento. GLOSA

Si porque tienes querida Quieres pisar en altura, El amor no tiene fuerza Donde no se hizo escritura.

292 EL MARTES, AMARGO DÍA

E l martes, amargo día, Principio de mis trabajos. No me quisiera acordar Cuando salí de tus brazos. Cuando salí de tus brazos, Salí, vida, mal pagado. Lo que firme yo dejé Hoy lo vengo a hallar trocado. Hallo trocado los modos De u n ángel que bien quería. Los modos están trocados, Ya no están como solían. Ya Ni Ya No

no están como solían como mi amor desea. los modos se han trocado, sé por qué causa sea.

No sé por qué causa sea El hallarte tan marchita. Un nuevo amor te desvela, Lo quiere así mi desdicha. Desdichas h a y en el mundo Que suelen ser llevaderas. Pero con tanto rigor Me has olvidado en deveras. Deveras me has olvidado Al no hallarte en mi presencia. TJn nuevo amor te desvela: Será causa de mi ausencia.

(290) De las libreta» de don Julio Soria (Chilecito). (291) Esta glosa eBtá formada con coplas recogidas en Villa Unión (Dto. Grai. Lavalle) en 1S39. (292) Esta canción con estrofas encadenadas me fué dictada por doña Eulogia Campillay en Guandacol, 1940.

172

JUAN

A L F O N S O

293 ESE DOBLE DE CAMPANA

Ese doble de campana No es por el que murió, Sino por que sepa yo Que puedo morir mañana.

C A R R I Z O

Yo contento te adoré Pensando de que eras firme. Me has olvidado por otro : Dios quiera que ése te estime.

295 GLOSA

HARÉ POR TI UNA FINEZA

Aunque sepas que yo he muerto, De cierto no creas nada, Ni preguntes por quién es Ese doble de campana. Si a muerte oyeres tocar Con lúgubre y triste son, El sonido que retumbe No es por el que murió. Bien se que no te condueles Ni por quien tanto te amó. Si lloras no es porque sientas, Sino por que sepa yo. Dispuesto estoy a m o r i r : Venga esa muerte tirana, Porque claramente sé Que puedo morir mañana. 294 GOZA TUS AMORES NUEVOS

Goza tus amores nuevos, Que el mío ya se acabó. Dios quiera que ése te estime Conforme te estimé yo. GLOSA

No h a y duda que t ú me amaste P a r a despreciarme luego. De mis brazos te apartaste, Goza tus amores nuevos. Goza tus amores nuevos De ese t u querido amor, Que yo ya quedo seguro, Que el mío ya se acabó.

Haré por ti una fineza, Lo que tú por mí no harás: Quererte sin que me auieras. ¿Qué más quieres? ¿Quieres más? GLOSA

Supuesto que eres mi encanto Y que a ti sola te aprecio, Con fanático desprecio / P o r qué me abandonas t a n t o ? N» he podido con mi llanto Ablandar vuestra dureza. I n g r a t a , si te interesa Que sufra un martirio grave, Antes que mi vida acabe, Haré por ti una fineza. Seré fiel hasta la muerte, Y sólo no sabré amarte Cuando esté por a d o r a r t e Reducido a polvo inerte. De mi desgraciada suerte C^mo cruel te burlarás. Sólo te convencerás, E n u n trance tan estrecho, Que yo por tu amor he hecho Lo que tú por mí no harás. Otro fácilmente ha sido De tu hermosura premiado, Y yo como desgraciado Te amo, y soy t u aborrecido. jGste pago he merecido De una y de todas m a n e r a s ; Y aunque t ú me vituperas, Yo te prometo constante Hasta mi postrer instante Quererte sin que me quieras.

(293) Del cuaderno de la señora Aurora, viuda de Tejada, en Ángulos, (Famatina). (294) Dictada por don Brígido Avayay en Sanagasta en 1938. Don Brígido es de máa de 60 años. (295) Dictada por don Ramón González en la ciudad de La RioJ3. Don Ramón es un hombre de mucha cultura y hermano del eminente jurisconsulto y es?TÍtor doctor Joaquín V. González. Me dijo que la plosa ésta fué popular en su juventud. También está en las libretas de don Julio Soria (Chilecito).

CANCIÓN

EBO

POPULAR

¿Qué es lo que intentas hacer, Qué piensas o qué previenes, O que gloria es la que tienes Con hacerme padecer? ¿Quieres verme fenecer? Al momento lo verás. Tu deseo lograrás, Pero ya con un rendido. Si has hecho lo que has querido, ¿Qué más quieres? ¿Quieres más? DESPEDIDA

Al fin, no soy el primero Que muere por una ingrata, Y que sin duda me m a t a Un halago lisonjero. Yo te adoro y te venero Con el corazón leal. Tú con desden sin igual Correspondes a quien te ama, Esto sin duda se llama P a g a r u n bien con un mal.

DE

LA

RIO JA

173

Como tormentos me cuesta De t u gusto la demora, Te suplico por a h o r a : No me niegues la respuesta. Y si acaso te molesta Que yo te venga a rogar, Bien me puedes dispensar, Porque tan sólo procuro Saber si tengo seguro El premio de mi penar. 297 HE DE HACER UNA FINEZA

He de hacer una fineza, Lo que tú por mí no harás: Quererte sin que me quieras. ¿Qué más quieres? ¿Quieres más? GLOSA

Me veo en la obligación De adorar a su hermosura. No me diga que es locura 296 Ni una vana pretensión, Que con fina discreción ¿HASTA CUANDO HE DE ESPERAR? Mi amor de usted se interesa; Por lo que con ligereza ¿Hasta cuándo he de esperar Vivo postrado y rendido. El alivio, dulce encanto? Y con todos mis sentidos ¿Por qué me dilatas tanto He de hacer una fineza. El gusto de mi penarf ¡Ay, mirándome aplaudido, GLOSA He llegado a p e n e t r a r Que si pudiera alcanzar De usted ser c o r r e s p o n d i d o . . . ! Mas temo no ser oído E n lo que quiero explicar. Y la volveré a enterar Si es que tienes el intento Con voluntad más crecida, De algún día despreciarme, Que por ti daré mi vida, Más vale desengañarme, Lo que tú por mí no harás. Que será menos t o r m e n t o ; Pues cada día en aumento Que usted es mi dueña querida, Voy derramando mi llanto. Quisiera que lo supiera. P o r eso es que me adelanto Conste que por donde quiera A decirte, cielo hermoso: Si has de hacerme dichoso, ¿Por qué me dilatas tanto f (296) Dictada por don Brígido Avayay en Sanagasta. Con harta frecuencia se reemplaza, como en este caso, la d con la r, haciendo de la segunda persona del imperativo desengañarme en lugar de desengañadme. (297) Dictada por don Eamón González en la ciudad de La Eioja en 1938. La cuarteta de esta glosa es la misma de la que lleva el número 293. (298) Diotada por don M. Segundo Páez (Sañogarta).

174

JUAN

A L F O N S O

Que a usted le parezca justo, Pues ya sabe que es mi gusto Quererte sin que me quieras.

298 HE SEMBRADO UNA PASIÓN

He sembrado una pasión Y he cosechado un olvido. Como he sembrado en mal tiempo, Mal pago me ha producido. GLOSA

Como cruel y muy tirano, Has herido el corazón. Y yo, con mis propias manos, He sembrado una pasión. Crece la planta abundante, Sus raíces me han herido. Entre verano y otoño He cosechado un olvido.

Voy a dejar de existir. La culpa yo la he tenido: Como he sembrado en mal tiempo, Mal pago me ha producido. 299 HOY SE ACABAN MIS FINEZAS

Hoy se acaban mis finezas, Ya no te acuerdes de mí; Haz de cuenta que no vivo, Que he dejado de existir. GLOSA

Ya he visto mi desengaño, De haberte amado me pesa. No seré yo la que fui: Hoy se acaban mis finezas.

C A 2¡ S l

Z O

Hoy se acaban mis finezas, Ya no tendré que sufrir. Haz de cuenta que yo he muerto, Ya no te acuerdes de mí. Adora a gusto a quien amas. Si yo de estorbo te sirvo, Ya no hagas mención de mí, Haz de cuenta que no vivo. A muerte estoy sentenciada, Tu amor me lleva a morir; Ya están diciendo mis ansias Que he dejado de existir. 299-a HOY SE ACABAN MIS FINEZAS

Hoy se acaban mis finezas, Ya no tendré qué sentir, Haz de cuenta que no vivo, Ya no te acuerdes de mí. GLOSA

Ya he visto mi desengaño, Haberte amado me pesa, No seré la que antes fui: Hoy se acaban mis finezas.

Adora a gusto a quien amas Si algún estorbo te he sido, Ama, ingrato, y no te pese, Haz de cuenta que no vivo. Rogaré que seas dichoso, Y no te paguen así Conforme a mí me has pagado Ya no te acuerdes de mí. 300 INGRATA COMO LA PALMA

Ingrata como la palma Atiende lo que te digo Mira, no le pagues mal A quien tanto te ha querido.

(299) Dictada por doña Benita Nicolaza de la Fuente en Pinchas en 1938. (299-a) Dictada por la distinguida vecina de Aminga, la señora Armentaria Luna de Navarro. (300) Dictada por don Antonio Varas en Vinchina en 1939. La cuarteta es española.

CANCIONERO

POPULAE

GLOSA

Estrella de mi esperanza Único bien de mi alma No dejes, no, que te diga Ingrata como la palma. Dime, mi bien, el porque Me tratas como enemigo Si acaso te pagué mal Atiende lo que te digo. Si del que te ama constante Tu eres su vida, beldad, No se la arrebates, no Mira, no le pagues mal.

DE

LA

EIOJA

175

Hoy no quiero amor contigo, Porque muy mal me has pagado. Tal vez con otra has gozado Lo que conmigo has perdido. Advierto que estoy quejosa De este tu amor inconstante. Has elegido otro amante: Será por ser más dichosa. Mira que soy alevosa Y que el pago te he de dar. No te vayas a dejar Oprimido de malicia.. Lo que haces tanta injusticia, Con el tiempo has de pagar. 302

301 ME QUISISTE, YO TE QUISE

Me quisiste, yo te quise, Me olvidaste, te olvidé. No sé la causa por qué De mi amor te dividiste. Di ¿qué traición advertiste, O has visto que te iba mal, O te quité algún caudal, O deshonré tu persona, O te quité la corona Que a otra le ibas a dar? No siento, mi bien, no siento Verme de ti separada. Siento sí verme arrojada Sin razón ni fundamento. Pero si lo haces de intento, Me alegro de buena gana. Deja tu palabra vana, Mira mi placer de luto. Hoy ¿ para qué quiero gusto, Si lo he de llorar mañana? Pero, en fin, queda con Dios, Ingrato, falso, enemigo. Esto que hoy haces conmigo Mañana lo harán con vos. Pero queda entre los dos Aunque estemos divididos.

ME DICEN QUE TU TE CASAS

Me dicen que tú te casas, Como así lo dice « el tiempo ». Y serán dos bodas juntas: Mi muerte y tu casamiento. Busca la pluma y tintero Y otro para que te dicte A donde no haya memoria De una Díaz que tuviste. iHas de borrar esa letra Como yo la he de borrar! Olvídate de ña Díaz, i Para qué te has de acordar? De prenda que no has querido, ¿Para qué te has de acordar? Como has buscado otra dueña, i Qué amor te puede quedar? 303 MEJOR ME SERA VIVIR

Mejor me será vivir En un penoso desierto, Porque mis cortos cariños Han tenido mal acierto.

(301) Dictada en AníIIaco (Castro Barros) por Catalina Contreras, de 20 anos, quien lo aprendió a su abuelita, nacida y crecida en el lugar. (302) Este cantarcillo me fué dictado por doña Andrónica Díaz en Mazan en 1940 La primera estrofa es española y la traen entre otros, R. Marín, número 5581; Alberto Sevilla, Cancionero Popular Murciano, número 1360; Remigio Vilariño, 8. J., De Broma y de Veras, cuaderno 29, número 425. (303) Dictado por don Francisco Plores ea la ciudad de La Rio ja en 1938.

176

JUAN

A L F O N S O

Mal acierto habrán tenido Las finezas de mi amor. ¿Será porque lie puesto esmero En darte mi corazón?

V A ií M I ¿ V

Es por que también se acaba La pasión de dos amantes.

El corazón te entregué Por adorarte mejor. ¡Y tan luego me olvidaste, Recuerdo de mi dolor! 304 ME VOY COMO DESTERRADO

Me voy como desterrado, Huyendo de tu rigor, Donde no me verás nunca, Si te fastidia mi amor. Si te fastidia mi amor, Ya pronto descansarás. Ya no te seré molesto, Ya no me verás jamás. Ya no me verás jamás A vuestras plantas rendido, Que por otro nuevo amante Tú me has echado en olvido. Tú me has echado en olvido Por darme más que sentir. No me hagas padecer tanto, Tened compasión de mí. 305 MIENTE QUIEN DICE QUE DURA

Miente quien dice que dura La pasión de dos amantes, Que si la pasión durara, No estaría de ti distante. GLOSA

Si hoy me veo separado Y no a tu lado como antes,

306 NO SE PUEDE PONDERAR

No se puede Tu rigor y Haz hecho Y al mismo

ponderar felonía. infeliz tu suerte tiempo la mía. GLOSA

Creí en tu delicadeza Cuando te entregué mi amor. ¡ Ay, qué funesto dolor De ver tu poca firmeza! Y como advierto tu ofensa, No tengo qué imaginar. Otro lo podría vengar Con el rigor más severo. Desde ya iin lisonjero No se puede ponderar. Digo con justo motivo Me quejo y publicaré, Mi cariño anularé, Que por ti lloro y suspiro. Cuando forme mi retiro Será tu melancolía, El mundo será mi guía Y el sol en su amenación Será más ponderación Tu rigor y felonía. Y con mucha confusión Hoy me separo de vos, Y tu llanto será atroz Viendo tan mayor tormento. No tendrás divertimiento Hasta que llegue tu muerte. Pero tarde se lo advierte Del estado en que te dejo.

(304) Este cantar de estrofas encadenadas lo saqué de las libretas de don Julio Soria (Chilecito). (305) Dictado por don Alberto Paz en Los Palacios (Dto. Gral. Lavalle) en 1939. (306) Este cantar me fué dictado por la esposa de don Policarpo Díaz, distinguido vecino de San Pedro (Dto. Castro Barros). La señora de Díaz lo aprendió al viejo cantor Ramón Oviedo, muerto de 78 añoB en 1929. Oviedo era asiduo lector de la Sagrada Biblia. El cantar no tiene sentido. Amenación: No sé qué querrá decir.

CANCIONERO

POPULAS

DE

LA

ElOJA

Hoy por t u triste manejo Has hecho infeliz tu suerte.

Con el corazón herido, Porque no hay correspondencia.

Al fin, adiós, prenda amada, No niego que te he querido, Que si en algo te he ofendido Ya de mí te has separado. Ya me miras a otro lado, Ya lloré de noche y día. Yo tendré melancolía, P r e n d a del alma querida. Tu suerte ha i ser maldecida Y al mismo tiempo la mía.

Hasta en el sueño te doy El l u g a r de preferencia, Y me despierto llorando Porque no hay correspondencia.

307 ¿PARA QUE, FALSA, JURASTE

El amor que yo te tengo Me quita la resistencia. Estoy a perder la vida Porque no hay correspondencia. Le digo a mi corazón Que ha de tener experiencia, Y que nunca tenga amor Porque no hay correspondencia.

¿ P a r a qué, falsa j u r a s t e Que no me ibas a olvidar? Echo menos tus cariños, Triste me pongo a llorar. Ya no haces mención de mí Porque te has visto querida. Tus glorias se h a n de acabar, Te has de ver aborrecida. E n persona como t ú No esperaba esa partida, Que me trates de esa suerte Porque te has visto querida. Porque te has visto querida Te has mostrado t a n ufana. Todas las glorias de hoy día Las has de llorar mañana.

308

309 PUSE MI AMOR CON EMPEÑO

Puse mi amor con empeño Y lloraré mi dolor, Por haber puesto mi amor E n prenda que tiene dueño. Te mostrastes halagüeño P a r a poderme engañar. ¡ Y quién había de pensar Que t a n mal pago me dieses! Por eso no es bueno hacerse Con lo que no ha de durar. 310 —Contestó el ratón, pichique, ;d'e 'onde está escondido, que amarren el gato, pichique, jyo seré el padrino. —-Se acaban las bodas, pichique, se toman el vino, desatan el gato, pichique, se come al padrino. Don Vicente T. Mendoza, en su libro Romance y Corrido, t r a e 5 versiones mejicanas de este cantar en las páginas 744, 745, 746, 747 y 748. (459) Esta décima suelta me fué dictada en Villa Castelli, en 1939; parece formar parte de alguna glosa, porque la terminación es un verso conocido. El tema del amante o del vecino echado del curato no es nuevo, en el Cancionero de Ca~ tamarca hay una glosa al respecto. Véase N.» 104.

-—La pulga y el piojo, pichique, ee quieren casar, y ya no se casan, pichique, por falta de pan. —Contestó la hormiga, pichique, desde el hormigal: que se hagan las bodas, pichique, que yo dará el pan. — Y a no es por el pan, pichique, porque lo tenemos; ahora es el vino, pichique, l d e 'onde sacaremos! — E l gato contesta, pichique, del medio 'el camino, que se hagan las bodas, pichique, que yo daré el vino. — Y a no es por el vino, pichique, porque lo tenemos; ahora quien cante, pichique, | d e 'onde sacaremos? —Contesta la r a n a , pichique, del medio 'el b a r r i a l :

270

J U A N

A L F O N S O

460 EN ÁFRICA Y EN

ITALIA

E n África y en Italia Y en la provincia de Roma, No encontré en Barcelona Ni en toda la gran Tartalia. Pasé a Méjico y Adalia Y a los Estados Unidos; Mandó el rey enfurecido A las provincias del Norte Que diesen p a r t e a la corte Si hubiese algún atrevido.

C A R R I Z O

Estuve en Austria y en Asia Y en la ciudad de mi flor, Y no encontré en Barceló Poeta de más astucia. Becorrí toda la Prusia, Y a Italia llegué a p a r a r . Estando en ese lugar, Me dijo uno del J a p ó n : « El que extrañe mi nación Bien se puede r e t i r a r ». Estuve yo en Antioquía Y también en Alemania;

(460) E e t a décima, que al parecer forma parte de u n a glosa me fué dictada en Gruandacol, pertenece a u n a pequeña colección de don J u a n Castillo, rocino del lugar. Los cantares de sentido disparatados, como éstos, no son nuevos en la literatura española. Don Agustín de Rojas Villandrando (1572-1G18), en su Loa: En alabanza a la letra A, tiene versos parecidos. De la antigua Babilonia, ciudad insigne y soberbia, h a r á que salí tres años, plugiera a Dios no saliera. Surqué el mar de Alejandría, E n Ancona pisé tierra, vi a Ñapóles y a Milán, P a d u a , Genova, Florencia,

Sena, Numancia, Sicilia, Tiro, Cartago, Veneeia. A Tebas, Corinto, Troya, A B o m a : la santa y bella; vi sus alcázares sacros, murallas, torres, almenas. {Entremeses

- 54 - pág. 374)

J . Alden Masón, en su Porto Rican Folklore, trae esta glosa bajo mismo t e m a : En Lima vivía tu abuelo y tu padre en Guayaquil, tu madre en el Guaneó y en la corte de Madrid.

el N.° 40, del

GLOSA

Si me prestas atención claro te doy a entender que he llegado a conocer toda tu generación. De mulato y cuarterón tenía tu padre el pelo, y p a r a mayor consuelo te diré sin que t e espante, esclavo de un comerciante en Lima vivía tu abuelo.

A tu sobrina en Guinea esta mañana la oí hablar en carabalí con u n a negra muy f e a ; su color es como brea, estirpe de Jericó, montada en un g r a n borrico sin ninguna dilación, iba vendiendo a pregón tu madre en el Guaricó.

A tu hermano en Caboverde lo vi eortando leña, y p a r a cierta seña era soco de una m a n o ; me quiso hablar en castellano pero yo no le entendí; mucho se parece a t i en ser una criatura r a r a ; no le qniso ver la cara a tu padre en Guayaquil.

Bien té puedes alabar de tu tío el carnicero, primo hermano del pailero, dote que el cielo le h a d a d o ; estás muy emparentada, lo debo decir así, que a t u madre yo la v i ; vendiendo entró en la tienda porque no pudo entrar a la corte de Madrid.

Sobre este mismo tema véase algunas otras composiciones en el Cancionero Salta, N.° 443, y en el Cancionero Popular de Tucumón, N°. 820.

Popular

de

CANCIONERO

Me pasé por la Germanía A la gran Constantinopla. Recorrí toda la Europa, Y pasé p a r a Valencia, Y al estar en Providencia, El rey de España me vio. E n F r a n c i a les dije y o : « Del César traigo licencia ». Estuve en Alejandría E n Salamanca y en L o n d r e s ; Ahí encontré muchos hombres Muy diestros en la poesía. Me djfigí a la Turquía Y pasé por Portugal, E n la América Central E n Asia y en Nuevo Mundo. Porque soy hombre profundo, E n u n punto he de cantar.

POPULAS

DE

LA

BIOJA

271

461 E N ESTE M U N D O

VELOZ

E n este mundo veloz Nadie de morir se escapa: Muere el pobre, muere el rico, Muere el obispo y el papa, Muere una vieja de guapa Y el soldado de valiente, Y sonar hace la muerte. Al de poncho y al de capa. 462 EN LA ILUSTRISIMA

CORTE

En la ilustrísima corte Un juicio.voy a entablar, Para quitar una hacienda Que tengo en El Culenar.

(461) E s t a octava me fué dictada en Chuquis, por don Manuel de la Puente en 1938. En la tradición oral del Tueumán existe una o t r a octava que parece ser u n a paráfrasis de ésta. Aquélla figuraré en el Cancionero Tabernario. L a octava que supongo parafraseada lleva el verbo cag... en lugar de morir. Supongo que en esta octava; sucede lo que en la glosa número 170, ella está remedada obscenamente y también t r a t a de la cag... (462) E s t a glosa me fué dictada en Guandacol, por don Agustín Eeinoso, de 42 años, en 1940. Eeinoso vivió algún tiempo en Iglesias (San J u a n ) y allí aprendió el cantar. E s t a glosa del mismo tema de la que lleva el número 452, debe ser también como ella seguramente chilena. Ya vimos al hablar de la primera glosa cómo en Chile la registran casi en la misma forma. Igualmente pasa aquí. El señor Kamón A. Laval, en su Folklore de Caranue, pág. 157, la trae a s í : En la Ilustrísima Corte un juicio voy a entablar para salvar una hacienda, que tengo en El Culenar. GLOSA

En primer lugar un cacho donde cantaba mi m a d r e ; la música de mi padre de la costilla de un macho loa dientes de un encaracho, que tenía de resorte; la cuna que mandó el n o r t e ; de todo estoy al corriente, para yo hacerlo presente en la Ilustrísima Corte.

Nombraré un apoderado que registre en el momento las fojas del testamento d e los bienes del finado. Me dicen que me h a dejado muchas ditas en la tienda, debiéndole al que le arrienda valor de otra tienda igual. Me presento judicial para cobrar una hacienda.

Once cueros de hormigones, en los que asoleaban p l a t a fuentes, cucharas de lata, tres catres viejos de horcones; recuerdos de tres violones que había sin encordar; una estaca sin t e l a r ; treB carretones sin ruedas. En contra del albacea un juicio voy a entablar.

Vendo una yegua mulata, sin ponderar el tesoro, que tiene la cola de oro y el espinazo de plata. N a d a digo de la guata. Cuando la llego a ensillar me contoneo al andar p a r a que nadie me mande, por esa riqueza grande que tengo en el Culenar.

El Culenar: Sitio en que abunda el culén, arbusto indígena muy apreciado por sus cualidades curativas¿ Psoralea glanduloaa. Guata: Barriga. E s p a l a b r a araucana de mueho uso, según el señor Laval.

272

J U A N

A L F O N S O

GLOSA

Me dejaron en u n cacho Que le tocaba a mi madre, La flauta que hizo mi p a d r e De la canilla de u n macho, Los dientes de u n cuearacho Que servían de resorte, La cuna que mandó al norte. De todo estoy al corriente, P a r a hacérselo presente En la ilustrísima corte Once cueros de hormigones E n los que asoliban plata, Fuentes, cucharas de lata, Y un catre viejo de horcones; Enseguida, tres violones Que estaban sin encordar, Una tela sin telar, Una carreta sin ruedas. E n contra del albacea Un juicio voy a entablar.

C A R R I Z O

DESPEDIDA

P o r fin quedé mejorado De u n lindo libro de historia, Donde él hizo su memoria Con clavos bien remachados. También me dejó encargado De una preciosa doncella, Que dejó su fama bella E n casa de tolerancia, Y ha de hacer grandes ganancias El que se case con ella. 463 ENTRE TODAS LAS MUJERES

Entre todas las mujeres No hay mujer como mi Juana: Ella sale a la oración Y vuelve por la mañana. GLOSA

Buscaré u n apoderado Que registre bien atento La copia del testamento De los bienes del finado. Me dice que me ha dejado Muchas t r a m p a s en la tienda, Debiéndole al que le arrienda Deudas de otro fundo igual. Me presiento judicial Para quitar una hacienda.

Es mi J u a n a una mujer T a n amable y t a n jovial, Que todos en general Me la a y u d a n a querer. Por ponerse a remoler, Suele dejar sus quehaceres; Se recrea en los placeres, Y cada vez que se peina, Parece ser una reina Entre todas las mujeres.

Toqué una yegua mulata Más preciosa que un tesoro, P o r q u e tiene el rabo de oro Y el espinazo de plata. Nada digo de la guata Cuando la llego a ensillar: Me conformo con andar P a r a que nadie me mande, P o r esa riqueza grande Que tengo en El Culenar.

Una noche me pidió Permiso para ir a u n baile, Y enamorada de un fraile Como un mes se me perdió. Cuando a la casa volvió, Venía lo más g a l a n a ; Parecía u n a campana Muy puesta de crinolina. E n lo astuta y lo ladina No hay mujer como mi Juana.

(463) De las libretas de don Julio Soria (Chilecito). La cuarteta de esta gloBa es sumamente conocida; como copla y formando paite de la canción titulada Mi Juana; que vimos en el número 455 y que figura también en los números 427 y 83, respectivamente, en los cancioneros de Salta y Jujuy, Remoler: Es el verbo del sustantivo remolienda; voz chilena. El doetor Segovia la define así: REMOLIENDA, f. Se llama en Chile a la fiesta popular rayana en la orgía: El CHICOLEO, es ttno jarana o 'parranda menos desenfrenada que la remolienda. Ignoro si esta última vos es usada en nuestras provincias andinas. En el oeste de Catamarca y La Rioja es de poco uso. En otras partes de las provincias citadas y en Salta, Tueumán y Jujuy, no la oí. Allá decimos farra y cuando la farra es desenfrenada le decimos fandango. Rocha, i Acaso rozaf de rozar.

CANCIONERO

FOPULAB

Algunas noches trasnocha Ganando sus corteeitos. Sean futres o rctositos, Con cualesquiera se abrocha. Y si algún poco la rocha, Aquél toca su ración. Koba a todos la atención Al estar en la j a r a n a ; Y a correr la caravana Ella sale a la oración. Si a una tertulia se llega, Con sentarse a la carpeta, Sus codeos de a peseta Le dan y nadie le niega. Últimamente no juega, Y con seguridad gana. E n sus negocios se afana, De balde jamás está: A puesta de sol se va Y vuelve por la mañana. DESPEDIDA

Señores, la pobrecita De mi J u a n a es t a n melosa: Yo temo no sé qué cosa Cuando la dejo sólita. De uno en uno la visita: El galán y el artesano, E l militar y el paisano, Y hasta u n guaso de Viluco: Corriéndola con el cuco, Se la lleva para el llano.

VE

LA

RIOJA

Vide enclavar al Señor, Todo cubierto de azotes; También vide u n sacerdote Tomando la comunión. Yo vide la cruz mayor, Al diablo vide arrancar, También lo vide llorar, Que lloraba sin consuelo; Yo vide al manso cordero Y a la hostia la vide alzar.

465 ES EL MATRIMONIO

Es el matrimonio El mejor estado Si tiene el casado Con qué manducar. Pero si no tiene, Lo pasa en j a r a n a : E n pocas semanas Tirulín, tirulán. Si yo me casara Con mujer muy fría, Temo que algún día Me abandonará. Pero si es coqueta, P a r a eso no hay cura, Y siempre procura Tirulín, tirulán.

464

466

Y A LA HOSTIA LA VIDE ALZAR

HABLE DE AMOR A LUCIA

E n u n templo majestuoso, Yo vide las corporales, Vide las espirituales Y vide un quinto glorioso: Yo vide u n triunfante hermoso Con un sacerdote hablar, Y lo vide predicar, Escuché lo qué decía; Vide a la Virgen María Y a la hostia la vide alzar.

273

Hablé de amor a Lucía, Y me dijo que mañana. Me dirigí a la Romana, Y tampoco me quería. Luego requebré a María, Y me llamó compadrón. A Consuelo pedí amor, Y me llamó botarate. Julia me llamó atorrante, Y zonzo luego Ascención.

(464) Esta glosa a un solo verso, ine fué dictada por don Eoque L. Quevedo, en Suriyaco (Dto. Pelagio B. Luna). Ks también como la glosa que lleva el N.° 460, un cantar de sentido disparatado. (465) Este cantarcillo me fué dictado por la señora Primitiva Iturbe de de la Vega, en los Molinos (Castro Barros) en 1938. (466) Estas décimas me fueron dictadas por don Pastor Zelaya en Los Molinos en 193S. Pertenecen al género de cantares antiguos que tratan de los nombres de las mujeres y de sus defectos. 18-11

274

J U A N

A L F O N S O

Hermenegilda me dijo Que no pasaba de un pavo. One era feo y desgraciado, Claudia presente me hizo. Después tampoco me quiso T e d a ; y jamás me admitieron Ni Lucila, ni Remedios; Y me despreció J u s t i n a ; Y lo que es de Serafina, Nunca tendré lo que quiero. Acudí muy afligido A rogarle a Timorata, Y tampoco esta muchacha Quiso relación conmigo. Amalia me ha sorprendido Al decirme con desprecio Que marche nomás derecho A llorar amor a Rita, Pero esta clara estrellita Casi me soló los perros.

C A R R I Z O

Pues, señor, ya no me queda Ni una joven conocida. No me casaré en la vida, Soltero es fácil que muera. ¿Hay por aquí una soltera Que me quiera consolar? ¿Adonde la iré a buscar? Sólo la viuda Ruperta, Que de los cien anda cerca: Con ella me he de casar. 467 HIJUAY

PUT.

—Hijuay p u t . . . , Dijo la yuta —¿ Si te acordarís de mí, Dijo la perdiz? —Tan sumamente lejos, Dijo el conejo.

J u a n de T a p i a (1416-1458), tiene Ün dezir Tur-pía.

loando

e nombrando

todas

las damas

de

La virtuosa Volearía con la bellísima Bruna, la torre con la fortuna, la Cocentina galana, la Facarla muy lozana e la Liparota bella, con la Toralda doncella la honesta cathalana. {118 - N.° 868) Don Agustín Duran, en BU Romancero General, trae en la sección de Romances Vulgares, Jocosos, Satíricos y Burlescos, uno que lleva el N." 1355 y que t r a t a de un tema análogo, algunos de sus versos dicen: Las Gertrudis son soberbias Y las Teresas t a i m a d a s ; Las Catalinas son flojas, Revoltosas son las Anas.

En 1612 se publieó en Barcelona la Loa titulada Las tiene versos como éstos: Son las Marías ariscas, tristes, zahareñas, vanas, tímidas, flojas, cobardes, Olvidadizas y avaras.

cualidades

de las mujeres,

que

Las Anas son melindrosas, escrupulosas, cansadas. L a s Magdalenas santeras y muy pocas dellas santas. (54 , N > 141)

(467) Este cantarcillo me fué dictado por don Antonio Ruiz Luna, en la ciudad de L a Eioja en 1938. Analfabeto, de 70 años. Yuta: Perdiz, en quichua, y agrega el doctor Manuel Lizondo B o r d a : Especialmente la nuestra común y mediana (Nothuna maculosa-Temmt) Y u t a como voz sinónima de rabón usan nuestros escolares en frases como é s t a s : Hiciste la yuta por Hiciste la rabona, esto es, faltar a clase engañando a los padres.

CANCIONERO

—Por la misma razón, Dijo el ratón, —¡ Dios me libre ! Dijo el tigre. —De las malas comidas, Dijo la hormiga, —Y de hombre secóte, Dijo el pericote, —Trín, trín, Dijo el chuschín.

PO Pü LAB

DE

LA

RIO JA

275

Pero en esto San Martín Dijo: « Fiera está la cosa » ; Llamó a Santa Sinforosa, Y empezaron el bochinche: Echando por tierra el trinche, Quebraron todas las lozas.

San Pedro llegó guapazo Y en el boche se metió; A San Crispín le quitó La ponchera de un chopazo. Luego, sin esperar vaso, 468 Tomarse el ponche quería. HUBO UN BOCHINCHE EN EL CIELO Entonces Santa Lucía Dijo : « La fiesta está brava », Hubo un bochinche en el cielo Viendo que se abofeteaban A horas de la comida: San Ciríaco y San Matías. Quebraron todas las losas San Ciríaco y San Matías. DESPEDIDA GLOSA

Un día en que Jehová Durmiendo a la siesta estaba, Toda su corte almorzaba Porque era la hora ya, Lucifer subió de acá A t e n t a r a San Maréelo, Y a la Virgen del Carmelo La hizo tocar la guitarra. Y por causa de esta farra Hubo un bochinche en el cielo. Al primer son de vihuela, Tocando una sinjuriana, Me la vieron a Santa Ana Bailando que se las pela. Entonces Santa Fidela P r e p a r ó el ponche en seguida, Y luego San Jeremías Convidó a Santa Rebeca P a r a bailar u n a cueca A horas de la comida. Llegó en esto San Crispín, E l santo más calavera; Se arrebató la ponchera Y huyó con San Agustín.

E n eso Dios despertó Al ruido del boche aquel Y al arcángel San Gabriel A investigar lo mandó. A San Crispín lo encontró Con u n ojo empavonado, San Agustín disgustado, Con San Pedro disputaban, Y vio el arcángel que estaban Los santos todos curados. 469 LA MUJER ES COMO EL PAN

La mujer es como el pan, Que se ha de comer caliente; A la vez de hallarla fría, Ni el diablo le mete diente. GLOSA

La mujer es lo más bueno, Verdadera y fiel amiga, ¡ Y no faltará quien diga Que es p a r a el hombre veneno 1

(468) Dictada por don Agustín Reinoso en Guandacol: Es indudablemente un cantal chileno. Chopágo: Golpe dado con el chope y chope: instrumento, palo puntiagudo, barreta de madera que sirve para cavaT la tierra para sacar papas y otros bulbos o raíces. Chope y su derivado chapazo, no se usan en nuestro país. Boche, va. fam pendencia (término de colegiales) 2, fiesta bulliciosa bochinche (Lenz). Tampoco es voz usada en nuestro paía. Estar curado: Es expresión usada en Catamarca, La Rioja y hasta en Tucumánf como equivalente a estar ebrio, borracho. Curarse es embriagarse. (469) De las libretas de don Julio Soria (Chilecito). También parece ser un cantar

276

JUAN

A L F O N S O

P o r justo derecho pleno E s que desde Eva y Adán Hombre y mujer se a m a r á n Mientras les dure la vida, Que de muy apetecida La mujer es como el pan. P a r a nuestra compañera E l Señor la mujer hizo; Acariciarla es preciso Con voluntad verdadera Hasta que uno o otro muera. Su amor será permanente. La dama más eminente, Tenga o no tenga pasión, E s muy común opinión Que se ha de comer caliente. L a que por desgracia es fría, Aunque sea muy hermosa, E n no siendo cariñosa, P o r sí misma se a b a n d o n a ; Y no hallará u n a persona Que la ame por simpatía, Si en ella no hay alegría Y siempre pasa taimada. Más bien no decirle nada, A la vez de hallarla fría. Desde que está una hermosura E n la flor de su niñez,

C A B B I Z O

Se ha de amar, porque después Se acaba y se desfigura. El amor en la t e r n u r a Es sin duda más ardiente, Y como prueba evidente Un sabio asegura y cuenta Que a la que pasa de ochenta Ni el diablo le mete el diente. DESPEDIDA

Al fin, saber es consuelo Cómo la mujer se come; Y el que no lo sepa, tome Una lección de su abuelo.

470 LE DICE EL SURI A LA SURA

Le dice el suri a la s u r a : -—¡Pobrecitos mis hijitos, Cómo serán sus lamentos Cuando se a b r a n sus ojitos I Y le contesta la s u r a : —Dame paciencia y v a l o r ; P a r a el año, suri mío, Te haré u n nidito mejor.

de origen chileno, la cuarteta por lo menos es popular allá. Don Ramón. A. Laval, en BU Folklore de Carahué, la trae como estrofa de una composición larga así: El amor de la soltera es igual al pan caliente, porque en cuanto llega a enfriarse ni el diablo lo mete el diente. Esta glosa nos recuerda a la Loa en enigma de la mujer, de Agustín de Rojas Villandrando (1572-1618). Es cobarde y animosa es muy pesada, es ligera, es muy flaca y es muy fuerte, Es muy necia y es discreta. Es mísera, es dadivosa, es un bronce, es una cera, es cruel, es amorosa, es un tigre, es una oveja. (5í

N." 99)

La glosa parece ser del mismo autor de las que llevan los números 733 y 734 de Tucumán y cuya cuarteta dice: La mujer es lo más bueno, la mujer es lo más malo. Para el hombre es un regalo y es para el hombre un veneno. (470) Estas dos cuartetas me fueron dictadas por don Pedro Alcucero en el barrio de Vargas, en la ciudad de La Rioja.

CANCIONERO

POPULAR

BE

LA

MIOJA

277

471 LE DIJO LA LORA A L LORO

Le dijo la lora al loro: —Lorito dame la pata. El lorito le decía -. —No te la doy lora ingrata. GLOSA

—Loro viejo desplumado, ¿Por qué no vas a tu casa? Y a verás lo que te pasa E l día menos pensado. Te remueles sin cuidado Mientras yo piedad imploro, Y con tus hijitos lloro Pidiendo auxilio del cielo. Mira que es justo mi celo, Le dijo la lora al loro.

Que cuando te vea sin plata, T r a t a r á de d i s u a d i r t e ; Te e n g a ñ a r é con d e c i r t e : « Lorito, dame la pata ». —Quítate de mi presencia, Contestó con voz gangosa; Deja lora fastidiosa De atormentar la paciencia. Ya ves que la subsistencia Te la doy día por día. Aunque esté en las serranías, Desde allí te vengo a v e r : Es prueba que sé querer, El lorito le decía.

(471) Dictada por don Pascual Lindor Páez, de 47 años, en Banda Florida. E s t a glosa es también de indudable origen chileno. Don A. Aeevedo Hernández, en BU libro Los Cantores Populares Chilenos, la trae completa en la pág. 76 a s í : Le dijo —Lorito el lorito —No te

la lora al loro, dame la pata; le decía: la doy, lora ingrata. GLOSA

—Loro viejo desplumado, por no asistir a tu casa verás, pues, lo que te pasa el día menos pensado. Tü remueles sin cuidados y yo con tus hijos lloro de necesidad, e imploro sólo el auxilio del cielo. Mira si es justo mi celo le dijo la lora al loro.

—Quítate de mi presencia contestó el loro, con prosa, deja, lora fastidiosa de fregarme la paciencia. Ya ves que la subsistencia te la doy día por día, aunque en una serranía esté, de ella vengo a v e r t e ; la prueba que sé, quererte, el lorito le decía.

Y a no t e acuerdas que tieneB hijos a quien mantener donde tu pobre mujer una vez al año vienes. | H a s t a cuándo te entretienes con esa ramera ñ a t a ? Lo que te vea sin p l a t a t r a t a r á de despedirte, y hoy te engaña con decirte: Lorito, dame la pata.

—Ojalá nunca t e viera en mi casa, loro indino, deseo que en el camino un cazador te saliera y mil pedazos te hiciera a vos con esa mulata. Vete con ella, pirata y dame a mí una mesada. — P o r justicia ni por n a d a no te la doy, lora ingrata.

Aeevedo Hernández atribuye esta glosa al poeta del pueblo Bernardino Guajardo ( a ) Bernardino. Don Zorobabel Rodríguez también atribuye al mismo poeta la p a t e r n i d a d de l a glosa y le da el título Celos de la lora al loro (SS9 - pág. 7 8 ) . Remueles: De remoler y éste de remolienda. Ver nota a la canción N.° 463. Raspar el cacho: Reprender; véase la nota al cantar N.° 436. Lacho: Véase igualmente la n o t a al cantar N.° 436. ño

278

J U A N

A L F O N S O

—Ojalá nunca te viera E n mi casa, loro i n d i g n o ; Deseo que en tu camino Un cazador te saliera Y mil pedazos te hiciera A vos con esa mulata. Vete con ella, pirata, Y dame a mi una mesada. •—Por justicia ni por n a d a No te lo doy, lora ingrata. FINIDA

Al fin, se hubo de ausentar. Entonces la lora fué A demandarlo por qué Dejara de t u n a n t i a r . El juez lo mandó llamar Y le raspó bien el cacho. Esto te pasa por lacho, Sale diciendo la lora; A ver si vuelves ahora A odiarme, loro borracho. 472 LE DIJO LA ZORRA AL PERRO Le dijo la zorra al perro: —¿Querís que hagamos un trato? Hagamos una escritura, Firmaremos un contrato. GLOSA

Iba una zorra cantando Al resto del medio día. Salió el perro en travesía, Le dijo : ¿Qué andas buscando? Le contestó t i r i t a n d o : —Me voy a la falda 'el cerro, P o r q u e allí tengo u n entierro, Y a vos te daré lo más,

C A R R I Z O

Y haremos esta amistad Le dijo la zorra al perro. La zorra al perro le d i j o : —Vos has de ser mi compadre, Que sea temprano o tarde, Cuando tengamos un hijo. Voy a contarte u n prodigio Si te sientas aquí un rato. Me das, u n par de zapatos, Y después nos casaremos. P a r a que más bien andemos, ¿Querís que hagamos un trato? La zorra, dijo al r a t ó n : —Al perro lo hice compadre, Porque es u n hombre cobarde, De poca disposición. Ahora sí con razón Hablaré con más dulzura. Si querís que te haga u n cura P a r a que en el mundo enaltvs, Y p a r a que ninguno falte, Hagamos una escritura. E l ratón le contestó —Con vos no quiero t r a t a r , Porque me habéis de m a t a r Sin d a r t e motivo yo. La zorra se le enojó Y le d i j o : —Aquí te mato. i Por qué no aceptas mi t r a t o í Al fin te saldrá p e o r ; Y p a r a hacerlo mejor Firmaremos un contrato. 473 LE DICE UN DESPILFARRADO

Le dice un despilfarrado A una señora de manto: —Mi vida, mi luz, mi encanto, ¿Quiere llevar un criadof

(472) Dictada por don Agustín Reinoso en Guandacol en 1940.. (473) En el Cancionero Popular de Salta, N.« 432, y en el Cancionero Popular de Tucumán, N.° 859, se publica una otra glosa a esta misma cuarteta. He tomado esta glosa de las libretas de don Julio Soria en Chilecito. Obsérvese comparativamente esta glosa con la siguiente que lleva el N.° 474, y nótese en aquélla que las décimas comienzan con los versos de la cuarteta y terminan con los versos que están al comienzo de las décimas en esta glosa. El 7.° verso de la 4.* décima dice: Como un vergel de andrajoso, y se me ocurre que quiere decir que los andrajos son de diferentes colores y tamaños eomo son distintos lo» matices de verdes y de otros colores en un vergel, ó en un jardín: ya la copla española dice: La capa del estudiante Parece un jardín de flores Toda llena de remiendos 2>e diferentes colores. (R. M. - 7504)

CANCIONERO

FOPÜLAE

GLOSA

Vio el roto a aquella princesa Más preciosa que una estrella, Y como un galán t r a s ella Marchaba con ligereza, Mirando t a n t a belleza Que aquel p i l l u d o elevado Habiéndosele acercado, Con voz dulee y halagüeña: —¿Quieres hacerte mi dueña? Le dice un despilfarrado. La hermosa dama al momento Lo manda a la policía, Y un cruel castigo pedía P o r su gran atrevimiento. Probó que era un desatento, Insolente por lo t a n t o El juez con furor y espanto, Le preguntó de esta suerte: —Hombre, ¿qué te hizo atreverte A una señora de manto? El pobre roto, afligido, Contestó con verdad p u r a : -—Señor, la mucha hermosura Me hizo perder el sentido. Y así como prevalido Incurrí en aquel quebranto, Castigúeme todo cuanto Hizo mi torpe capricho. Yo, por bonita, le he dicho: Mi vida, mi luz, mi encanto. El roto fué al calabozo, Y el juez dijo a la señora; —Retírese, que yo ahora Castigo al facineroso, Pasó un día delicioso Allí entre tanto malvado. Salió muy aconsejado, Que buen cuidado tuviera, Y que a otra no le d i j e r a : ¿Quiere llevar un criado? DESPEDIDA

Al fin, al día después Volvió el roto a caer preso, Y por el mismo suceso Lo presentaron al juez.

DE

LA

EIOJA

279

En esta segunda vez El pilluelo dejó f a m a : E n discurso o en programa, Dijo : « Ninguno se asombre Que yo me atreva como hombre A la más hermosa dama ». 474 LE DIJO UN DESPILFARRADO

Le dijo un despilfarrado: —Mira, querida, yo vivo De t u hermosura cautivo, Y el corazón me has robado. Si de ti soy despreciado, Me entregaré a la aspereza, Y gemiré de tristeza Como el Griego por Helena. Más linda que una azucena Vio el roto a aquella princesa. A una señora de manto Dijo el roto: Yo estoy hecho A decirle pecho a pecho Adiós por quién peno tanto. Y si fuera un varón santo, El de más entendimiento, Me perdería de intento P o r jerarquía t a n alta. Y le respondió esta falta La hermosa dama al momento. •—Mi vida, mi luz, mi encanto, Mi perla, o rico tesoro, Cuando no te veo lloro Con un incesante llanto. Yo te amo, pero entretanto He de ser correspondido. Acuérdate que Cupido, El dios de Amor, fué premiado. Y así se vio en el juzgado El pobre roto afligido. —¿Quiere llevar un criado? No me privan de decirle Ni de ofrecerle a servirle A la de más alto grado. E r a este despedazado Intrépido y facultoso, Como un vergel de andrajoso Pero u n grande literato, Y al fin de tanto alegato E l roto fué al calabozo.

(474) En las libretas de don Julio Soria figura esta glosa a continuación de la anterior, con el nombre de Contrarresto, esto es, réplica, retruque.

280

J U A N

A L F O N S O

FINIDA

A la más hermosa dama Me le arriesgo y no soy lerdo, Y en mi vida no me acuerdo E l haber dormido en cama. A declaración se llama, Y dio prueba de honradez. Más de ver su ladinez, Talento y capacidad, Se le puso en libertad Al fin al día después.

C A R R I Z O

Salí y a p a r t e del día Pisando en altos y bajos, Me robaron mis andrajos Y me dejaron herido. De un borracho perdido Les contaré los trabajos. P o r tomar u n vaso ajeno Un puñete me pegaron E n la boca y me dejaron Con los dientes en el seno. P a r a mí todo era bueno, No sentía padecer.

Carreta de rueda maciza, de uso común en Tucumán, Catamarca y La Rioja. Este dibujo es de una carreta de Los Robles (Dto. Pelagio B . L u n a ) . Conduce adobes p a r a edificar una casa.

475 LES C O N T A R E LOS T R A B A J O S

Les contaré los trabajos Que pasé por remoler, Pues yo me hube de perder Y agarré camino abajo. GLOSA

E n una aguardientería Llegué, y primeramente Una copa de aguardiente Me tomé por fantasía.

Vergonzoso es el hacer Esta relación, señores, De las plagas y rigores Que pasé por remoler. Volví a cargar la carreta Al otro día siguiente; Entonces me fui de frente Y me rompí hasta la j e t a : Encima de u n a silleta P o r desgracia iba a caer. Caminé a más no poder, Y con el aturdimiento De mi casa y mi aposento, Pues yo me hube de perder.

(475) También como las anteriores, de las libretas de don Julio Soria (Chilecito). El tema del tunante o borracho que sale estropeado de la cita o reunión parece que fué muy común y así véase en el Cancionero Vapular de Tucumán, las glosas números 883 y 899, y en este mismo Cancionero de L a Rio j a , las composiciones que llevan los números 480 y 481. J . Alden Masón recogió otra glosa sobre el t e m a ; la registrada bajo el N.° 169 de su Porto Eican Folklore. L a cuarteta es esta copla que hallé también en J u j u y , N.° 3 0 6 1 : Anoche me mordió un perro, una muía me p a t i o ; mi mujer se fué con otro, soa por el amor de Dios. L a versión j u j e ñ a t e r m i n a : Y un gaucho me garrotió. Aguardientería, por aguardentería. La expresión cargar la carreta de la 3.» décima está usada en sentido figurado y quiero decir embriagarse.

CANCIONERO

POPDLAE

DE

LA

BI0JA

281

Si me diesen un cigarro, Con gusto lo fumaría, Y si acaso u n trago i vino, Mucho más me alegraría.

A media noche me hallaba De cabeza en un zanjón, Y como en u n pabellón Sin tener frío r o n c a b a ; Y destapándome estaba Un roto eomo estropajo, Causa de aquel pellizgajo. P o r seguirlo me perdí, Mi casa no conocí, Y agarré camino abajo.

477 PRIMERO: AMAR A L DINERO

P r i m e r o : A m a r al dinero, S e g u n d o : A m a r al mundo. T e r c e r o : M a t a r eomo a cordero, C u a r t o : Disparar como lagarto, Quinto: Beber del blanco y del tinto, S e x t o : Obedecer todo esto.

DESPEDIDA

P o r último, llegué a un cerro, Y amanecí dentro el agua, Mojado como una tagua Y aullando como perro. Mi cuerpo era un duro fierro, Yo no sentía dolencia. Tanto rigor sin decencia Me hizo el vicio detestar, Y de mí pueden tomar Los borrachos experiencia.

Estos seis mandamientos Se encierran en dos : Todo para mí, Nada para vos. 477-a

476

PRIMERO: AMAR AL DINERO

N O D I G A N , SEÑORES MÍOS

No digan, señores Que yo había sido Porque he venido Sin que me hayan

míos, un confiado, a dentrar convidado.

Y después de estar adentro, No encuentro cómo m i r a r ; Se me hace que h a n de decir: « Este ha venido a garriar ».

P r i m e r o : A m a r al dinero, S e g u n d o : Triunfar del mundo, Tercero: Comer un gordo cordero, C u a r t o : Comer hasta quedar harto, Q u i n t o : Tomar vino tinto, S e x t o : A las niñas bonitas haberles [un gesto. Estos seis mandamientos Se encierran en dos: Todo p a r a mí, Nada para vos.

(476)

L a oí a un paisano en un almacén y despacho de bebidas, en Tamas, en 1940.

(477)

Dictado en Los Molinos (Dto. Castro Barros)

en 193S.

(477-a) Dictado por la señorita María Hortencia Pizarro, en Aminga, en 1938. F e r n á n Caballero, en Lucas García, lo registra a s í : Los mandamientos del rico de hoy en día son cinco, a saber: El primero, tener Tener mucho dinero. El segundo, Hacer burla de todo el mundo. El tercero, Comer vaca y buen carnero. El cuarto, Comer carne en Viernes Santo. El quinto, Beber vino blanco y vino tinto. Estos

mandamientos

se encierran

en dos:

todo para mi, y nada para

vos.

J U A N

282

A L F O N S O

478

C A R R I Z O

Pero yo no he de quejarme

Q U E SI, Q U E COMO Y Q U E C U A N D O

Que Que Que Que

sí, que cómo y que cuándo, esto, que el otro, que aquello, fui, que tornó, y que vino, te amo y que no te quiero. GLOSA

A tanto llega el rigor De t u t i r a n a inclemencia, Porque vuestra indiferencia H a sepultado el amor. Me niegas todo favor Cuando más te estoy amando, Y por estarte escuchando Vuestras amantes propuestas, Sólo me das la respuesta: Que si, que cómo, y que cuándo.

del pobre,

De balde finjes enojos. Sin haberte yo a g r a v i a d o ; E s por tenerme privado De tus amantes antojos. Tú lo t r a t a s con despojo A mi amor t a n real y fino, Y cada vez que me inclino A hablarte como a sagrado, Me respondes con enfado: Que fui, que tornó, y que vino. 479 SE H A F O R M A D O U N

CASAMIENTO

Se ha formado u n casamiento De una muy rica de bienes: Tiene vacas, tiene bueyes, Tiene bastante arboleda,

P a r a más atormentarme Y Henar mi desconfianza, Me sueles d a r esperanza, Sin d u d a por lisonjearme.

Los mandamientos

Por estarte a ti queriendo. Mañana saldrás diciendo: Que esto, que el otro, que aquello.

son:

El primero, No tener nunca dinero. El segundo, De él hace burla todo el mundo. El terceTO, No comer ni vaca ni carnero. El cuarto, Ayunar, mas que no sea Viernes Santo. El quinto, No probar ni el blanco ni el tinto. Estos mandamientos se encierran en dos: rascarse y llevarlo todo por amor de Dios. {113 - T. 11 - p á g . 147). Don Aurelio de Llano Roza de Ampudia, en su Esfoyasa de Cantares Asturianos, regist r a este cantar parecido, bajo el N.° 1056, a s í : El El El El El El

primero: El probé anda pidiendo. segundo: El probé anda desnudo. tercero: Ni come carne de vaca ni de carnero. c u a r t o : Nunca se ve harto. quinto: Ni bebe vino blanco ni tinto. sexto: Cuando pide con un fuelle, cuando no con un cesto.

Estos seis mandamientos se encierran en dos: en m a t a r piojos y pulguea y pedir por Dios. (478) Dictada por doña Narcisa Ortiz en Chuquis (Dto. Castro B a r r o s ) en 1938. Esta glosa trunca es del mismo tema de las que llevan los números 5S8 y 23tt de los Cancioneros de Tucumán y Salta, respectivamente. (479)

E s t a décima me fué dictada por doña Rosario de Pazos, en Villa Castelli.

CANCIONERO

Tiene una planta de higuera Y un naranjo bien plantado, Un alfalfar bien sembrado, Diez años ha lo sembró. ¡ Qué bien estaría yo Si es que me hubiera c a s a d o !

480 SEÑORES, LES CONTARE

Señores, les La mano que Por causa de Un viejo me

contaré me pasó: ir a gatiar, corretió. GLOSA

Un domingo fui a u n a trilla Muy bien montado a lo guaso; Cuando me pasó este caso P o r querer a una chiquilla. Con una pasión sencilla, De ella yo me enamoré, Y a u n potrero la cité Sólita en la noche obscura. E l final de esta aventura, Señores, les contaré. La muy diabla tenía lacho, Y fué con él donde yo, Y el roto ya me pegó E n el ojo un buen coscacho. Peor que p a t a d a i macho F u é el coscacho que me dio. Aturdido me dejó, E n un zanjón tiritando. Atiendan, que estoy contando La mano que me pasó. Con más fuerza que valor F u i a su casa al otro día,

POPULAR

DE

LA

RIO

J A

283

Porque tanto la q u e r í a : Entonces la saqué peor. Caro me cuesta el amor, No me quisiera a c o r d a r : Sólo me faltó llorar De los palos que me dieron. Casi vivo me comieron Por causa de ir a gatiar. Al fin, u n carnero guacho Se paró a cortarme el p a s o ; Me dio u n fuerte cabezazo, Como p e d r a d a de colla, Que me tiró sobre u n a olla Y un tacho que había al rincón. Di un cabezazo a un horeón Y a u n canal caí después. Salí curado esa vez Que el viejo me garrotió. 481 SEÑORES, LES CONTARE

Señores, les contaré Lo que u n a noche pasé. F u é al llegar a una casa: ¡ Ay, pucha, que la p a g u é ! Lo que me estaba acostando, E l viejo estuvo sintiendo. Respondo : Yo soy, señor; Y me pegó un bofetón. Me hizo ver diuca pelada, Ver zarcillos amarillos, Y se arrebató una t r a n c a Y me pegó sobre el anca. Quedó el patio amarillando: Calzones y calzoncillos. Dejala y no le roguís Mientras la planta esté verde, Que algún día se ha de ver Ella triste y vos alegre.

(480) Me fué dictada esta glosa por don José María Vergara, en Los Palacios, en 1939. Vergara, que sabe leer y escribir, aprendió el cantar en el lugar, a cantores viejos. Pertenece al tema del tunante desgraciado del cual ya se hizo mención en la nota a la canción N." 4 7 5 . Como pedrada de colla, dice el cuarto verso de la última décima. Quiere decir: golpe certero y fuerte porque los hijos del Altiplano Perú-Boliviano, manejan con suma maestría la honda de guato, que es la honda bíblica con la cual arrojan a más de 100 metros una piedra de otros tantos gramos. (481) Este cantar recogido en Sañogasta (Chilecito), en 1939, parece ser también de origen chileno. Pertenece ni tema del cantar anterior, esto es, del t u n a n t e infortunado, que vimos en el cantar N.* 475.

284

J U A N

A L F O N S O

482 SI Q U I E R E S Q U E Y O T E Q U I E R A

Si quieres que yo te quiera, Me has de admitir un consejo -. Mata ese choco atrevido Para que se duerma el viejo. GLOSA

Si no lo matas, te dejo, Y juntamente te olvido. Para que vivas a gusto, Mata ese choco atrevido.

C A R R I Z O

Si usted me pretende, Me tiene que dar Para el desposorio Un lujoso ajuar. Un collar de perlas, Un gran peinetera, Once o doce anillos De mucho valor. Un coche lujoso Con su galería, Y un par de zapatos Para cada día. Este es mi pensar, Este es mi sentir, Que a un galán que quiere Muy poeo es pedir.

484 SOY D E L A S I E N T O D E A R G U A N

483 SOY D A M A M U Y J O V E N

Soy dama muy joven, Y así, no es engaño Que este año que viene Cumplo dieciocho años.

(482)

Soy del asiento de Arguán Y trabajo en El Guanaco. Soy de Copiapó y del Guaco, Asisto en El Mosta2al. Mi cama está en El Parral, Me echo a dormir en Guajardo, Y amanezco en El Volcán.

E s t a glosa trunca me fué dictada en 1940, por don Kosalino Avila, en Malanzán.

(483) E s t a letrilla me fué dictada en la ciudad de La Eioja, por la señora Severiua Carrión en 1938. (484) Estos versos que seguramente son de una décima, me fueron dictados en. Pagancillos en 1939 por don Benedicto Ornaeño. E n los Cancioneros de Salta y Tucuman, hay sendas composiciones de este mismo tema. Véanse los números 443 y 830. Seguramente es un cantar chileno, porque los lugares que cita son del norte del país hermano. El tema es antiguo en la literatura española. El poeta medioeval Alfonso Alvarez de Villasandino (1350-1424), tiene este cantar parecido: Seyendo grant mareante, p a r t í de Jerusalem, y llegué a Santarem, por los mares de Leuante. Quien lo oyere, no se espante, que passando en Tremeeem, tome tierra en Guadante en una fusta boyante mostrando ledo semblante, (118

N.o 761)

CANCIÓN

ESO

POPULAS

485

DE

LA

RIO

3 A

285

Sabrá que soy niña h o n r a d a : De vicio son sus desvelos.

T A R D E LA N O C H E H E V E N I D O EL

Tarde la noche he venido Por ti arriesgando mi vida. Si sabes pagar finezas, Despierta si estás dormida. De noche te vengo a ver Por no esperar a mañana, Si me quieres ver adentro, Abrid tus puertas, tirana. Abrid tus puertas, tirana, Te diré mis sentimientos, Que no te los puedo dar Yo de afuera, vos de adentro. ELLA Retírese de mis puertas, No me venga con requiebros.

Ya se que usted «s niña h o n r a d a : Porque es honrada la quiero, Así ninguno dirá Que gozó su amor primero. ELLA

Retírate allá, muchacho, El amor te va a perder. No tienes p a r a camisa, Y andas buscando mujer. EL

Señorita de mi vida, A usted nomás le d i j e r a : No tengo p a r a camisa, Pero sí para pollera.

Antón de Montoro ( E l Ropero de Córdoba), poeta también del siglo X V tiene un cantar sobre nuestro tema, hecho Porque le mandaban ir a la guerra He aquí sus versos: ¡Oh qué pompa, oh qué a r r e o ! ¡oh qué a p a r a t o de g u e r r a ! tres blancas tengo de tierra pagadas por jubileo: no tengo de comprar nada, que no me falta hevilla si la guerra es pregonada, caballo tengo en Granada, y en Egipto está la silla. L a s cinchas tengo en Victoria, los látigos en I'lacencia, las aciones tengo en Soria, estriberas en Florencia, el caparzón en Guinea, (ved si la guerra se enciende) el pretal en Zalamea, el freno en Basilea, las cabezadas allende. L a s riendas en Almería,

(1404-1480), de Granada.

los alacranes en Ronda, cordones en Lombardía, el frontal en Trapisonda; arreos de mi persona, como guarnido galán, tas corazas en Carmona, la bebedera en Pamplona, el capacete en Milán. L a s grevas tengo en Merida los goeetes en Madrid, los quixotes en Lérida, la falda en Valladolid; el gorjal tengo en Ocaña, los musequis en Requena, los cañones en Saldaña, las guardas en Alemana, las manoplas en Ximena. (88 - N.» CXV)

Lope de Vega (1562-1635) pone en boca del moro Abindarráez, en su comedia de la desdicha, este cantarcillo: En Cartagena me he criado, Nací en Granada primero, ¥ de Alora son frontero, T en Coin enamorado. Aunque en Granada nací Y en Cartagena me crié,

Remedio

E n Coin tengo mi fé Con la libertad que di. Allí vivo adonde muero, Y estoy do está mi cuidado, Y de Alora soy frontero Y en Coin enamorado. (177 - I I I - pág. 146)

Véase también en los cancioneros de Salta, N . 443, y de Tucumán, N." 78 de Porto Riean Folklore, de J . Alden Masón.

N.° 830, y en el

.85) Dictado por don Brígido Avayay en Sanagasta en 1938. Estén y nos vean, dice el 2.° verso de la 8.* estrofa y quiere decir, puede ser que de un estar, de un derretente, nos vean. E s giro muy usado en el Tucumán.

286

J

ü A N

A L F

ELLA

R e t í r a t e allá, muchacho: Estén y nos vean algunos. Le han de contar a tu p a d r e Que estoy enseñando al mundo. EL ¡Qué le han de contar, mi niña, A ese hombre grande y anciano! También cuando ha sido mozo, Debe haber sido mundano. ELLA

Retírate Déjame Si pides El plata

allá, muchacho, de amolestar. plata a tu padre, no te ha de dar. EL

Si plata pido a mi padre, Plata me tiene que dar. Si p r e g u n t a p a r a qué, D i r é : P a r a regalar. ELLA

Retírate allá muchacho, Que pongo mi amor en duda. Ni cuando he sido más chica, He querido a criatura. EL Es cierto que soy muy chico, Mas tengo el corazón grande. Si en algo me hallara útil, Estoy para que usted mande. ELLA

Retírate allá, muchacho, Déjame de amolestar. Espérate unos cuatro a ñ o s : P a r a vos me he guardar. EL

Señorita de mi vida, Como soy u n hombre honrado, Por gusto voy a tener De morirme yo a su lado. ELLA

Pase para dentro, mozo, Que ya mi amor se ha cansado. Si p a r a algo me hallara útil, Aquí estoy a su mandado.

(486)

N 8 O

C A R R I Z O

486 TE LO DENTRO, VIDA MÍA

Te lo dentro, vida mía, Aunque vaya medio muerto, Que si ha de morir afuera, Más vale que muera adentro GLOSA

Un amante hizo u n anillo, Oro fino se gastó, Preciosas piedras labró, Sin dar golpe de martillo; Y con su dulce delirio A su dama le decía: — ¡ P r e n d a del alma querida, Si en caso me da lugar, E n este dedo pulgar Te lo dentro, vida mía! Otro amante hizo m a t a r Un pollo p a r a comer, Y su prudente mujer Lo comenzó a desplumar. Empieza el pollo a saltar, Y esto observó de por cierto, Y dice: —Mujer, te advierto, Antes de que llegue g e n t e : Échalo al agua caliente Aunque vaya medio muerto^ Una mujer en cuidado Y de un corazón piadoso, E n un tiempo riguroso Cuidaba un pollo pelado. Pero el marido, enojado, Le dijo de esta m a n e r a : —¡ Mujer, aun cuando se m u e r a ! Yo te lo voy a dentrar Adentro lo has a dejar, Que si ha de morir afuera! —A San J u a n de Dios llevaron Un enfermo muy h e r i d o ; El padre muy afligido Decía a voces l l o r a n d o : —i Vamos, vamos caminando. Que mi hijo va sin aliento; No sea que en el momento Muera y sea condenado, Y p a r a que sea salvado Más vale que muera adentro.

Dictada por don Cecilio Mercado en Malligasta (Chilecito) en 1939.

CAN CIO N ERO

POPULAR

DE

LA

S10JA

487

488

TENGO UN DOLOR EN EL PIE

TU PADRE SERIA U N BRUJO

Tengo un dolor en Que me corresponde Una fatiga en las Y un ansia en el

el pie a un brazo, piernas espinazo.

GLOSA

287

Tu padre sería un brujo: Como chonchón se volvía, Y le hacía: tué, tué, tué, De noche cuando salía. GLOSA

Cuando el mismo Dios E t e r n o Mandó a llevar a Luzbel, P a r a hacerlo padecer Por falso testimoniero, Entonces salió San Pedro Adonde Luzbel se fué, Le dice: —Previénete, Que ahora vas a morir. Le responde: —No puedo i r : Tengo un dolor en el pie.

T u abuelo fué u n hechicero Que se volvía serpiente, Y otras veces de un repente Se volvía un monstruo fiero, Una vez, vuelto carnero, A una cueva te condujo, Y te dio varios influjos P o r a r t e de hechicería. P o r eso te digo hoy d í a : Tu padre sería un brujo.

Y le contesta San P e d r o : —Hombre, t ú debes de ver Si no quieres ir por bien. Yo por mal, Luzbel, te llevo; Vamos caminando luego. Y le replica el Malazo: —Hombre, estoy muy enfermazo, Y así, dímele al Señor Que me h a caído u n dolor Que me corresponde a un brazo.

Una vez que habiendo andado Con tu madre y con t u hermana, A las dos las volvió r a n a s Y a vos te volvió un guairabo. Desde entonces han sacado Hacer t a n t a fechoría. Tu padre, con fantasía, E n vez de volverse gente, A veces continuamente Como chonchón se volvía.

San Pedro sacó el cordón P a r a llevarlo amarrado, Pero Luzbel enojado Le dijo : —Pedro, no voy, Ya ves lo enfermo que estoy; No hay médico que me atienda, Esto que me desgobierna Y otro que también me d a : Cuando voy llegando allá, Una fatiga en las piernas.

Una vez. vuelto caballo, Se fué a robar una y e g u a : Se la robó, y a la legua Se les volvió un perro bayo. Se volvió a robar un gallo, Y hecho pájaro se fué Haciéndole: cié cié, cié, Porque era voladorazo; Daba un tremendo aletazo, Y le hacía: tué, tué tué.

San Pedro sacó el cordón Y le tiró un cordonazo; El Peo, como malazo, Pepro un salto y 3e capeó. Allí se le disparó, Pedro lo tomó del brazo, Y Luzbel enojadazo Le d i j o : —Solíame, Pedro, Porque ahora también tengo Un ansia en el espinazo.

Si t u madre algún dinero P o r casualidad enterraba, El iba y se lo sacaba Y le dejaba el aujero. Lo trasponía ligero Con bastante picardía, Y después, cuando volvía, P a r a no andar con asuntos, Sacaba todos los untos De noche cuando salía.

(487) Dictado por don Hermenegildo Rodríguez en Banda Florida en 1939. Seguramente es de origen chileno, porque nuestros paisanos no dicen sino por excepción: ni enfermazo, ni enojadazo, para hacer el aumentativo de: enfermo y enojado, etc. (488) Dictado por don Agustín Reinoso en Guandacol.

288

J U A N

A L F O N S O

489 U N A HISTORIA C O N T A R E

Una historia contaré Que se finarán de r i s a : E s caso que me pasó Con u n a buena mestiza. Como la moza era linda, Y yo mucho la quería, Le ofrecí por darle gusto Comprarle cuanto pedía. Primero pidió u n vestido De una zaraza cualquiera; Por mostrarme generoso, Le di vestido de seda. Luego me pidió peinetas Aun cuando fueran de l a t a ; Como tonto generoso, Traje peinetas de plata. También me pidió u n anillo, Aunque sea de aspa i t o r o ; Como mozo generoso, Le traje u n anillo de oro. Por fin, mi buena mestiza, Amiga del interés, Un macho ajeno que tuve También me lo hizo vender.

C A

E

E

I

Z

O

Responde el carnero y dice Con su linda y larga voz: —Si no va muy apurada, Vamonos juntos los dos. ¡Maldita sea esta oveja Que la vine a encontrar sola, Con una r a m a en las patas Que me lastima las b o . . . ! 491 U N COCODRILO T E

Un cocodrilo te A las riberas de Vn toro te haga Sin tener sombra

CANTE

cante un río, pedazos ni abrigo. GLOSA

Te despedace u n león Con su ira m u y furiosa, Y con sus uñas una osa Te devore el corazón. Sin la menor dilación Te despeñe u n elefante, Y te reviente u n gigante, Y sobre ti caiga el cielo, Y p a r a más desconsuelo, Un cocodrilo te cante.

Una oveja, separada Muy lejos de la majada. Sale un carnero y le dice: —Permítame una palabra.

Un alacrán horroroso De t u cuerpo determine, Y a tus entrañas se incline Un viborón ponzoñoso. Dentro de un profundo pozo De ti no se oiga u n gemido. Los que por t u causa han ido A caer en u n barranco, Todos te tiren al blanco A las riberas de un río.

—¿Qué —¿Qué —Aquí La que

Un lobo lleno de saña Te acometa con fiereza, Y te corte la cabeza Un lagarto con su maña.

490 U N A OVEJA

SEPARADA

se le.ofrece, s e ñ o r ! se le ofrece, señora? está su negra linda, el corazón le roba.

(489) Dictado por don Francisco Flores, en la ciudad de L a Rioja. Éste cantarcillo de La Mestiza, debe ser el mismo que figura en el Cancionero Popular de Salta, N.° 449, y en el de Tucamán, N.° 887, porque t r a t a n del mismo tema y hasta tienen versos iguales. (490)

Dictado por don Fernando Tapia en Guandacol en 1940.

(491) E s t a glosa está tomada del cuaderno de la señora Aurora, viuda de Tejada, Ángulos ( F a m a t i n a ) . No obstante haber publicado esta glosa en los cancioneros de Catamarca, N." 119, Salta, N.° 294, y Tucumán, N.° 626, la incluyo en este cancionero porque acaso sea la mejor redacción de las conocidas.

CANC10NEB0

POPULAS

E l corazón una a r a ñ a Te saque sin darte plazo, T te tiren de balazos Con balas de artillería, Y en aquel infausto día Un toro te haga pedazos. P a r a que t ú finalices, A voces le pido al cielo Un rayo que cubra el suelo Y a ti que te martirice. Cúmplase el plazo que dice, P o r esto no me desdigo. Tu merecido castigo Lo tendrás aunque desmayes. Permita el cielo que te halles Sin tener sombra ni abrigo. 492 U N COCODRILO TE CANTE

Un cocodrilo te A las riberas de Un toro te haga Sin tener sombra

cante un río, pedazos ni abrigo.

DE

LA

MIOJA

Y te acometa con brío Un basilisco perverso, Y te cante u n sapo escuerzo A las riberas de un río. Con u n tigre muy rabioso, Te acometa u n camaleón, Y te pique el corazón Un escorpión ponzoñoso. Un lagarto venenoso Que te acuda en igual caso, Y te muerda paso a paso Un rinoceronte atroz. P a r a tormento mayor, Un toro te haga pedazos. Que la muerte desatenta Te arrebate sin remedio, Y te corte medio a medio Una centella violenta. U n rayo o algún cometa Te deshaga por castigo, Y tengas siempre contigo Un fuego con llama suma, Y el sol, que a ti te consuma Sin tener sombra ni abrigo.

.GLOSA

Una serpiente monstruosa Y u n unicornio violento, Que te deshaga al momento Una araña ponzoñosa. Y con su rabia furiosa Que te embista u n elefante. Una p a n t e r a rabiante Te muerda sin compasión. P a r a mayor confusión, Un cocodrilo te cante. Hoy con su cólera infiel Te descuartice u n gigante, Y te devore al instante U n oso terrible y cruel, Un caimán con cascabel Con u n jabalí atrevido,

493 U N JOVEN SE FUE A PASEAR

Un joven fué a pasear, Vísperas de Chalilón, A visitar a una joven ' Que le tenía afición. El se dirigió a su casa, Y ya la fué a s a l u d a r ; Y así llegando, le dice : —Señorita ¿cómo está? Y la dama le responde : —Joven, pa servir a usted. Pase nomás adelante, Tome silla, siéntese.

(492) También como la anterior, fué tomada del cuaderno de la viuda de Tejada. Es, como se ve, otra glosa a la misma cuarteta de la glosa anterior, distinta de las conocidas, (493) Este cantar me fué dictado por don Florencio Alcaraz, de 62 años, en Los Palacio! (Dto. Lavalle). Chirapiento: Dícese así al andrajoso. Solamente oí esta voz en La Rioja. En quichua CMrajña quiere decir: lluvia con sol. \ Quero: La gente del pueblo, en la ciudad dá La Rioja muy especialmente, no dice quiero, presente del indicativo de verbo querer, sino gui/ero, suprime la i. En cambio, no dice mujer sino mujier, ni dice queso sino quieso. También' oí decir riegente por regente, a los chicos de la Escuela Normal. En lo que se refiere ai la forma quero por quiero, véase la nota a la canción N.° 249 y la página 266 del tomo í. El tercer verso de la antepenúltima estrofa dice: que no le vas a contar, en lugar de: que no le vayas. Es universal este defecto en el Tucumán, aun en la gente mita. Chalilón: Acaso viene de chalilo, equivalente a carnaval. Véase eu la nota al cantar 851 la noticia de la voz chalilo dada por el señor Cavada. 19-II

290

JUAN

A L F O N S O

A poco de estar allí Le pasó un cigarro armado, Y le contestó la dama.—Yo cigarros no he usado. Lueguito de estar allí Le dice en conversación: •—Ha de saber, señorita, Que solicito su amor.

C A B B 1 Z O

494 U N LECHERO IBA PASANDO

Un lechero iba pasando, Y una niña lo llamó, Y en una chocolatera Leche el lechero le echó. GLOSA

Lo miró de arriba abajo Y medio se sonrió, Y el pobrecito le d i j o : —Déme usted contestación. •—Otros mejores que vos No h a n tenido atrevimiento De venirme con resfríos, Conforme vos, chirapiento. —Yo soy pobre, señorita, Porque la fortuna t a r d a ; Pero como yo la quero, Desprecios no me acobardan. —Reconozco t u nobleza Y que t ú ya me has querido, Y que tal vez por mi insulto Conmigo te habrás sentido. >—Yo no siento, señorita, De su hermosura u n insulto. Lo más que yo sentiré Sería no hallar lo que busco. •—Yo a t u gusto te lo haría, Pero ha i ser con condición: De que no vas a contar, Porque se me irá mi honor.

Una muchacha servía A otra en la calle Duarte. La p a t r o n a era del a r t e Y su buen tambo tenía. Y se antojó el otro día Tomar u n poncho bailando. De lo que está zalariando, Luciendo su lindo talle, Ocurrió que por la calle, Un lechero iba pasando.

Esa misma noche, un paco, A causa de haber odiado Lo toman preso, a m a r r a d o , Como mazo de tabaco. Gritaba como barraco, Y el sargento lo soltó, Y al otro día pasó A ver su amada casera, Y en una chocolatera Leche el lechero le echó. 495 VÉALO, MAMA, A ESTE NEGRO

— P o r esa parte, señora, N a d a me puede decir. Aunque soy u n pobrecito, Su crédito he de cubrir.

Vcaló, mama, a este n e g r o : Me ha tomado del pañuelo, Y dice que no me suelta Mientras no le dé u n consuelo.

Aquí se acaba este verso De este pobre enamorado. Aunque mil vueltas ha dado, A la dama la ha gozado.

—I Qué negro t a n atrevido, Que no mira su color, Que no respeta a los blancos P a r a hacerles el a m o r !

(494) Dictada por don Genaro Gómez, en Malanzán. Don A. Aeevedo Hernández, en Los Cantores Populares Chilenos, publica completa la misma glosa, atribuyéndola al poeta del pueblo don Bernardino Guaiardo (a) So Bernardino.

O • Pág. 78). (495)

Dictada por la señora Delicia Díaz de González, en la ciudad de La Eioja en 1938.

CANCIONERO

POPULAR

—¿Qué dice el ama, ja ja, Qué dice usted? Aquí está el negro De su merced.

DE

LA

RIO

JA

291

GLOSA

Anda, muchacha, a la sala, Traeme el espejo mayor, Para ver si me arma el luto: Ya mi marido murió.

496 VIDE YO A UN BUEN PINTADOR

Vide yo a un buen pintador Pintando el mundo al revés: El zorro por tras del perro Y el ladrón por tras del juez. Las Las Los Las

cabras fueron a misa, mujeres al corral, perros a poner huevos, gallinas a toriar.

L'agua nadando en el pato, Los muros sobre las bardas, Las muías se han vuelto arrieras, Los arrieros en las cargas. Allí han de ver, señores, Lo mucho que miente un poeta: Los bueyes en la carreta Y el carretero tirando.

498 YO ENAMORABA UNA VIEJA

Ya enamoraba una vieja, De aquellas que piden papa. Ve que diabla de solapa: No me quiso dar la oreja. Hasta que le di mis quejas, La vieja me dijo así: —Zapatos no te ponís Por andar templado y lacho. Retírate para allá, Antes que te de un coscaclio. 499 YO LLEVE UN TRAIDOR AMIGO

Yo llevé un traidor amigo A casa de la que amaba: Primero lo llevé yo, Y después él me llevaba.

497 YA MI MARIDO MURIÓ

Ya mi marido murió, El diablo se lo llevó. Allá arriba pagará Las patadas que me dio.

GLOSA

Con una vez fué bastante Para que el sitio aprendiera, T sin avisarme fuera Varias veces adelante.

(496) Dictada por don Pablo Juárez en Gnandaeol en 1940. Este cantar parece ser una refundición de] que figura en 4 décimas bajo el N.° 154 del Cancionero Popular de Catamarca. (497) Estas dos cuartetas de una glosa me fueron en Vinchina en 1939. (498)

dictadas como coplas sueltas

Dictada por don Koque L. Quevedp en Suriyaco (Dto. Pelagio B. Luna).

(499) Del cuaderno de la viuda de Tejada, en Ángulos (Eamatina). La cuarteta glosada es una copla española. í>. J. J. Jiménez de Aragón, en BU Cancionero Aragonés, pág. 12, la trae así: ' A un amigo llevé yo a la casa donde amaba, y tan pronto la aprendió que despuéB él me llevaba.

292

/ V J J? A í J o N s o

Y después fué él más triunfante Cuando encontró buen abrigo ; Ya no quiso ir más conmigo, Y se marchaba ligero. A mi propio paradero Yo llevé un traidor amigo. Después me quedé pensando El haberlo acariciado, Y el haberlo convidado Adonde yo estaba amando. La culpa la tuve cuando Sus intentos ignoraba. ¡ No haberle puesto u n a t r a b a De las dos p a t a s de atrás, P a r a que no pise más A casa de la que amaba. F u i t a n mal correspondido, Que de mí se huyó después,

C A R R I Z O

Y no t a n sólo u n a vez Se me marchaba escondido, Pues t a n mal agradecido Que conmigo se mostró, Muy luego se aprovechó De lo que era p a r a mí. No se acordaba que allí Primero lo llevé yo. P o r fin, ya queda bien hecho, Esto muy bien lo d i s c u r r o : No tiene la culpa el b u r r o Sino quien le da el afrecho. Se apeltrechó del peltrecho Donde yo me peltrechaba, Y de mí no se acordaba, Que le hice el primer invite. Yo fui quien le hice el convite, Y después él me llevaba.

En sus Estudios sobre Literatura Popular, de don Antonio Machado y Alvarez, publicado en el tomo V de la Biblioteca de Tradiciones Populares Españolas, trao on la pág. 61 estas dos coplas que tienen el sentido del refrán De fuera vendrá quien de casa nos echará. A mi amigo lo llevé A casa de la que amaba, Y luego a los pocos días Mi amigo a mi me llevaba. A casa de mi dama Llevé a mi amigo; El se quedó por amo, yo despedido. Esto sucede Por llevar los amigos Donde hay mujeres. En el Cancionero Popular de Tucumán, N.° 924, y en el de Salta, N. 355, hay una otra glosa del mismo tema, cuya cuarteta dice: A mi me llevó un amigo A casa de la que amaba, Yo, como amigo traidor Me le quedé con su dama.

CANCIONES PAYADORESCAS

500

E L MUCHACHO

A USTED QUE ES TAN BUEN CANTOR —Ya que la p r e g u n t a me hace, La respuesta le d a r é : si no ha A usted que es t a n buen cantor caído ninguno, Todos los ha de tener. Y t a n t o entiende de letras Yo le quiero p r e g u n t a r E L VIEJO Si la pava tiene tetas. Venga p a r a acá, mocito, —Ya que la p r e g u n t a me hace Otra p r e g u n t a le haré : L a respuesta va lueguito ¿Cuántas piedras tiene un río Si acaso tuviera tetas Cuando deja de crecer? Le mamarían los pavitos. E L MUCHACHO

501 UNA TARDE CALUROSA

Una tarde calurosa, E n una chacra segando, Me llegaron las noticias Que un viejo estaba eantando. Ensillé mi redomón ( E r a regular el flete). Enderecé pa una fonda Adonde estaba el vejete. Al subir u n cuesta arriba Y al bajar su desparejo, Ya vide blanquiar los pastos, Se me hacía que era el viejo. Vean qué diablo de viejo, Sin duda me conoció, Porque no faltó u n intruso Que al verme se lo informó. E L VIEJO

—Venga para acá, mocito, Una p r e g u n t a le haré : ¿Cuántos pelos tiene u n gato Cuando acaba de nacer?

Ya que la pregunta me hace, La respuesta le d a r é : Póngamelas a la hilera: Contando se las diré. E L VIEJO

Venga para acá, mocito, Otra pregunta le haré : ¿Qué cosa echó Dios al mundo Sin acabarla de hacer? E L MUCHACHO

Es difícil la pregunta P a r a mi ciencia t a n poca, Y le diré que es el mate, Pues Dios no le abrió la boca. E L VIEJO

Atrevido de muchacho, Que me venís a faltar. Muy bien puedo ser t u p a d r e , Y me debes respetar. E L MUCHACHO

No soy atrevido, padre, Yo no le vengo a faltar. Me ha de mostrar la corona Y se h a i dar a respetar.

(500) La oí en Los Molinos (Dto. Castro Barros). Es sumamente popular. También la oí en Catamarca siendo niño. Véase la nota del cantar N.° 502. (501) Dictado por don Ceferino Vega, de 48 años, en Guandacol. En el Cancionero Popular de Tucumán, bajo el número 912, hay una otra payada con pocas variantes con respecto de ésta. Quizás esta payada correría impresa en algún tiempo ya lejano por el hecho de que en el fondo, la arquitectura es la misma en la versión tucumana que en la riojana, cosa difícil de conservar tratándose de diálogos que fácilmente se olvidan.

296

JUAN

A L F O N S O

502

C A B E I Z O R

MI DON JAVIER DE LA ROSA

Aquí en este Curicó Debajo de una ramada, Se ha atrevido a desafiarme El mulatillo Taguada. Mi don Javier de la Rosa, Cogollito de cipré, Yo traigo doscientos pesos Para cantar con usted.

Mi don Javier de la Rosa, Mucho lo anduve buscando Por mares y cordilleras. Si quiere, vamos cantando.

(502) Esta payada me fué dictada por don Agustín Narváez, en Paganeillo, en julio de 1939. Don A. Acevedo Hernández, en su libro Los Cantores Populares Chilenos (pág. 48), y el eximio investigador de la música popular chilena, don Eugenio Pereira Salas, en su libro Orígenes del Arte Musical en Chile (pág. 222), como así mismo don Antonio Eoco del Campo en sus Notas del Folklore Chileno (pág. 11), el señor LetiK y algunos otros escritores chilenos dicen que don Javier de la Eosa y el Mulatillo Taguada, que figuran en esta payada, fueron chilenos. El señor Koco del Campo da 10 cuartetas en su noticia, como improvisadas en la palla; el señor Pereira Salas, siguiendo a del Campo, da solamente 7 cuartetas que no son las mismas de las citadas por Hoco del Campo y don A. Acevedo Hernández cita 27 cuartetas de las cuales solamente algunas fueron dadas por los anteriores. Transcribiré la versión del señor A. Acevedo Hernández, por ser la más extensa: DON JAVIER

iQuién es ese payador que paya tan a lo oscuro? Tráiganmelo para acá lo pondré en lugar seguro. El mulato contestó punzante: TAGUADA

¿Y ese payador, quién es, que paya tan a lo lejos? Si se acerca para acá le plantaré el aparejo. El auditorio, que estaba sorprendido por la actitud de don Javier, prorrumpió en ruidosos aplausos. Comprendió que estaban frente a frente dos fuerzas inmensas representantes de dos distintas tradiciones. Taguada inició el duelo: TAGUADA

Señor Poeta ya podemos afírmese en que el pingo

abajino principiar; los estribos lo va a voltiar. DON JAVIER

En nombre de Dios comienzo, de mi padre San Benito; hágate la eme, Taguada, por si fueras el maldito. TAGUADA

Mi don Javier de la Eosa, no sea tan propasao, usté es viejo y yo soy joven y en fuerzas lo habré sobao.

DON JAVIEE

Habrás de saber, Taguada que en fuerzas no hay que confiar, porque en la puerta del horno se suele quemar el pan. TAGUADA

Mi don Javier de la Eosa se lo digo sin recato: usté a venío a encontrarse, con la horma de su zapato. DON JAVIEE

Tú lo dices sin recatoj y yo te lo digo en forma: que tú has venido a encontrarte con el zapato de tu horma.

*

CANCIONERO

P

PULAS

DE

LA

MIOJA

R

Habías de saber, Taguada, Clavelito colorado, Si tienes doscientos pesos, Porque sos habilitado.

T

Dando una fácil respuesta Una pregunta le haré: ¿Cuántas piedras deja el río Cuando acaba de crecer?

T

Mi don Javier de la Rosa, Una pregunta le haré: Un durazno, estando seco, ¿Cómo puede florecer*

R

A la pregunta que me hace, Yo la voy a contestar: Sáquelas todas pa fuera, Jjas iremos a contar. T

R

A esa pregunta que me haces, Va la respuesta precisa: Échelo al durazno al fuego: Florecerá la ceniza.

Mi don Javier de la Rosa, Usted que entiende de fragua, Ahora me va a decir Con qué intención corre el agua.

TAGUADA

Sépalo desde el principio, pues le conviene saber: de todos los payadores en mi tierra soy el rey. DON

DON

A este tordo maulino si me anda con muchas maulas to desplumaré de suerte que le vean la callana

JAVIER

Que eres el rey en tu tierra, lo creo de buena fe; que en la ciudad de los ciegos el tuerto suele ser rey...

TAGUADA

A usté qu' es tan agalludo, aquí me lo quiero ver; Una vara estando seca ¿cómo podrá florecer?

TAGUADA

To soy Taguada el maulino, famoso en el mar y en tierra, en el Huasco y en Coquimbo, en el Fuerte y Cindadela. DON

DON

TAGUADA

Señor poeta abajino con su santa teología, dígame ¿cuál ave vuela y les da leche a sus crías?

TAGUADA

¡Válgame Dios, don Javier, que me ha dejado asustado! sin salir de la ceniza ¿tantos lugares ha andao? DON

DON

TAGUADA

A este viejo abajino, a este gallo desplumado yo le salaré el cogote y ají le pondré en el rabo.

JAVIER

Si fueras a Copequén, allá en mi casa, verías cómo tienen los murciélagos un puesto de lechería.,..

JAVIER

Te lo vuelvo a repetir; ¡yo soy payador, y bueno! tú serás más cenicero desde que has andado menos.

JAVIER

De este inocente Taguada la respuesta me da risa, quebróla y échala al fuego, florecerá la ceniza.

JAVIER

To soy Javier de la Bosa el que llevó la opinión, en Italia, en Inglaterra en Francia y en Aragón.

JAVIER

TAQUADA

Mi don Javier de por lo reondo de agora me ha de cuántos pelo tiene

la Éosa un cerro, decir un perro. DON

JAVIER

Habís de saber Taguada por lo dereeho de un uso, si no se le ha QUE IDO ni uno tendrá los que Dios le puso.

297

298

J U A N

A L F O N S O



A

B

B I

Z

O

Mi don Javier de la Rosa, Mucho ya le pregunté. Ahora le toca su turno, Aquí estoy a su merced.

A esa pregunta, Taguada, Contestaré sin tardanza: Entra en la intención del agua Correr hasta donde alcanza.

R

Mi don Javier de la Rosa, Contestación me ha de dar.¿Cuántas libras, cuántas onzas Pesa el agua de la mar?

Como yo le contesté, Contésteme de igual modo: ¿En qué año se descubrió La plata, el cobre y el oro?

R

A la pregunta del agua, Yo le voy a contestar: Que no es azúcar ni yerba Para poderla pesar.

Mi don Javier de la Rosa, Cogollito de alelí, Adonde quiera que cante Se ha de recordar de mí. DON

TAGUADA

Te doy, mulato Taguada, la respuesta en un bendito, si la pava las tuviere le mamaran los pavitos, y como no tiene tetas los mantiene con triguitos.

Mi don Javier de la Sosa, vinietido del Bío-Bío, dígame si acaso sabe ¿cuántas piedras tiene el río? DON

JAVIER

JAVIEE TAGUADA

A vos mulato Taguada, la respuesta te daré, pénemelas en Miera y entonces las contaré.

Mi don Javier [de la Rosa, usté que sabe de asuntos, diga qué remedio habrá para levantar difuntos.

TAGUADA

DON

JAVIER

Oye, mulato Taguada, la respuesta va ligera, métele el dedo en... la boca sale el difunto a carreras.

Mi don Javier de la Basa, usté que sabe de letras, agora me ha de decir si la pava tiene tetas.

Eay que darse cuenta de la magnitud de este duelo que duró tantas horas y que demostró tan grandes ingenios. La tradición oral, desgraciadamente, no ha conservado las estrofas que constituyeron las preguntas de don Javier de la Bosa, muchas de las cuales fueron contestadas por el maulino. Se conserva, sí, una de las protestas con que don Javier abatió a Taguada, que exasperado por no poder contestar el cuestionario teológico que le impuso su rival, llegó al insulto. Don Javier contestó con cuatro versos muy criollos y contundentes. Ya Taguada estaba rendido por el cansancio y desconcertado por lo mucho que su contendor SABIA DE LÍBEOS y por que de su conocimiento —según Taguada— había abusado sin tomar en cuenta que ¿l .^pobre roto— no conocía la escuela. Se aquí la estrofa: DON

JAVIEE

Ya te pasaste Taguada hiciste una herejía, hiciste CABE en tu madre y carambola en tu tía (1 - 49) Como se ve, tampoco concuerdan. los versos de la payada en la versión del señor A revedo Hernández con los de la riojana. E s lógico que así Bea porque el pueblo atribuye gratuitamente la paternidad de un verso a tal o cual versificador o poeta sin cuidarse de averiguar la veracidad del aserto. Las payadas son, por lo común, legendarias, fruto de la fantasía popular, puesto que en la j u n t a no hubo taquígrafos que registraran el contrapunto o bien fruto de un versificador hábil que inventa una p a y a d a y la echa a volar por esos

CANCIONERO

POPULAS

R

H a b r á s de saber, Taguada, Cogollito de alelí: Una soga p a r a ahorcarte De mí debes recibir.

DE

LA

EI0JA

299

E n este punto divino, Pido me h a n de contestar E n este particular P o r puntos de teología: Los pasos que dio María Cuando a Cristo fué a buscar.

503

RESPUESTA

NO SE ASUSTE, COMPAÑERO

No se asuste, compañero, No se me asuste, aparcero. ¿De ande se come un churrasco Antes de sacarle el cuero? CONTESTACIÓN

No me mires t a n en bajo Ni me hagas ninguna mengua. Antes de romper el cuero, Se principia por la lengua.

—Memoria y entendimiento iPido a Dios en la ocasión P a r a dar contestación A este poeta al momento. Refiriendo muy atento Primera y segunda vez, A él le contestaré P o r puntos de teología: Los pasos que dio María Le advierto que fueron tres. PREGUNTA

504 PREGUNTO A SU SUFICIENCIA

P r e g u n t o a su suficiencia Cuál es el mayor dolor: í O tener celos de amor O amor sin correspondencia f CONTESTACIÓN

El tener celos de amor E s cosa de g r a n dolencia, Pero es de mayor dolor Amor sin correspondencia. 505 VENGAN SABIOS Y LADINOS PREGUNTA

—Vengan sabios y ladinos, Bachilleres, estudiantes, Payadores, vigilantes, Maestros, doctos y adivinos.

I

i—-Gracias a Dios que he hallado i J n poeta que conteste Y que a mí me manifieste Lo que le he solicitado. Traía por separado La respuesta muy precisa. L a campanilla lo avisa, D e n t r o de u n templo es así. Ahora pregunto aquí Lo que contiene la misa.

í RESPUESTA

—Aquí voy a contestar Dando u n afácil respuesta Qué es lo que se representa E n la mesa del altar. Cuando el ministro de paz Pone la hostia en su sitio, E n la misa por lo visto Hace representación De la sagrada pasión Del Redentor Jesucristo.

mundos de Dios impresa en cuadernillo» de a diez centavos. En el caso de la payada que nos ocupa la tradición ha desfigurado tanto el -contrapunto que difícilmente se podría averiguar cuáles eran los versos auténticos de de la Sosa y de Taguada. En el Cancionero Popular de Tucumán h&y, bajo el número 907, otra payada por el estilo de ésta, de origen eíñleno, que fué dictada por un riojano. (503 y 504) Estas dos preguntas con sus respectivas respuestas, me fueron dictadas en Los Molinos en 1938 (505)

Del cuaderno de la viuda de Tejada^ en Ángulos (Pamatina).

ADIVINANZAS

506 B U E N O S DÍAS, M A M A

—Buenos días, mama vieja. —Buenos días, bigotudo. Usté con la que se cuelga Bájese de su peludo, Beba zumo de entrepiernas, Coma manjares del c . . . 506-a Bájese, señor galán Si no tiene mucho apuro.

VIEJA

Ponga aquí lo que le cuelga, Coma manjares del c . . . Y zumo de la entrepierna. 507 CUATRO TIENE EL ANDA VALLA

Cuatro tiene el anda valla. ¿Por qué tres? La pe que no pegaba £ Por qué pega con pe con pe ? Lo que antes eran doce, ¿Por qué diez?

Adivinanzas: En este capítulo se incluyen las adivinanzas que constan de más de cuatro versoB, dejando p a r a la sección de las coplas la inclusión de las otras adivinanzas de cuatro y de menos de cuatro versos. SOLUCIÓN: U n a viejita invita a apearse a un gendarme que anda con su sable y le convida con leche y huevos. (506 y 506-a) Don Aurelio de Llano, en Cuentos Asturianos, t r a e bajo el número 149, nuestra adivinanza a s í : BUENOS D Í A S . . . —Buenos días tenga la vieja y picolentrella. —Buenos días tenga el caballero y lo que le cuelga. — j No podría llevar mi barajoso a su deseoso? —Rapadito lo tengo dol ante día, si estuviera aquí la criada se lo llevaría. Este era un señor que llegó a caballo donde estaba una vieja hilando. Y le colgaban la cadena del reloj, los estribos y otros objetos. El caballo que montaba se llamaba Deseoso, y Barajoso era el nombre de un prado rapadito o segado el día anterior. Don Rafael Ramírez de Arellano, en su Folklore Portorriqueño, t¡rae la adivinanza bajo los números 48-a y 48-b, así: Apéese, señor caballero, se sentará en duro y blando, comerá manjar de culo, beborá sumo de entre pierna;

meta usted su peludo dentro de mi rascado, que hace días que lo tengo pelado.

Solución: I b a una vez an hombre por un camino muy largo, y llegó a una casa y pidió posada. El dueño de la casa le contestó con decir que se bajara del caballo y se sentara en, el sofá; que comería y que pusiera el caballo dentro del cercado que habían talado hacía

después de mucho andar la adivinanza que quiere huevos y bebería leche; quince días.

48fb Apéese, gran caballero, siéntese en un blandiduro, coma m a n j a r de culo, y beba sumo de entre piernas. Meta usted su peludo dentro de mi bien raspadq que hace días lo tengo afeitado. Véase también Cuentos Populares Españoles, de A. M. Espinosa, N.° 47. (507) Diz que un patrón tenía un arrendero con el cual arregló que pagaría su arriendo en especies. Siempre cumplía religiosamente el. (519) Solución: El matrimonio. Rodríguez Marín trae esta adivinanza bajo el N.° 896, así: Es una red bien tendida Que sus nudos no se ven y duran toda la vida; y en esta red de pescar Unos claman por salir y otros claman por entrar. El matrimonio. Fernán Caballero, en Obras Completas, T. 17, pág. 471, trae toda la adivinanza ein variante alguna con respecto a la publicada por B. Marín.

308

J U A N

A L F O N S O

520 LEVANTA TU CRUZ DE CRISTO Levanta tu cruz de Cristo Y también la mayestate, Pónete las charlasmerlas,

C A R R I Z O

También los langaristates, Que ahí va el sanfuriñate Llenito de la alumbraneia. Si no corre la abundancia Se le quema la habitancia.

(520) Solución: Diz que un cura enseñó a su sacristán, que también desempeñaba de mucamo, que la vela de su mesa de luz se llamaba mayestate; JaB pantuflas, charlasmerlas; loa pantalones, langaristates; que el gato se llamaba sanfuriñate, y así por el estilo, siempre hablando en difícil, a las llamas les decía alumbraneia, al a g u a abundancia y a la casa habitancia. Una noche en que el gato quedó encerrado en la habitación del cura, trepó jugando a la mesa de luz y volteó el crucifijo y la vela encendida. Al caer la vela encendió la cama y el gato corría envuelto en llamas porque tenía enredada en la, cabeza p a r t e de la sábana. El humo que salía despertó al sacristán, que asustado gritaba al cura que dormía con las palabras de la adivinanza. Don Aurelio de Llano, en sus Cuentos Asturianos, t r a e éste bajo el número 152, que e» bastante parecido al nuestro: ' LA HABITACULAN El cura de una aldea tenía necesidad de un criado; y un día, al oscurecer, llegó allí un rapaz y le pidió limosna. Y le dijo el cura: ¿No te da vergüenza andar pidiendo? ¿Por qué no trabajas? ¿Quieres ser criado mío? —Sí, señor. —Pues entra para acá. El rapaz evlró y dijo; —Muchas gracias, señor cura. — Y o no me llamo señor cura, me llamo CURATIS. —Eso no sabía yo; yero ya me iré acostumbrado o la, manera de hablar de la gente de este pueblo. Y dijo el cura: —Aquí la gente no se llama gente, se llama ABUNDANCIA. —Bueno, señor curatis, bueno. En esto pasó por allí el gato y dijo el rapaz: —¡Qué gato más grande tiene usted! Y le replicó el cura: —Eso no se llama gato; se llama PAPALOSBATIS. —Bueno, bueno, ya me iré enterando de todo. Ahora quisiera calentarme un poco a la lumbre, porque vengo muerto de frió. Y dijo el cura: —¡Qué tonto eres, rapaz! Eso no se llama lumbre; llámase CLAEENCIA. —¡Ay, qué bien calienta- la clarencia, señor curatis! Para poder calentarme voy a colgar el zurrón de esta columna. —Eso no se llama columna; se llama SOSTENENCIA. Y dijo el rapas: •—¡Qué sostenenda más fuerte tiene esta casa! —Esto no se llama casa; se llama HABITACÜLAM. —Bueno, bueno; todos estos nombres me van quedando en la memoria. Y los que no sepa, ya me los irá aprendiendo el ama de usted. Y le dijo el cura: —No se llama así, hombre; se llama SUSTANCIA. — ¡ A y , que sustancia más guapa tiene usted, señor curatis! Se acostaron todos, y hacia la media noche el gato se puso a jugar con una madeja de lino y se le enredó en el rabo. Y por tanto rabear, para desprenderse de ella, tropezó en el rescoldo que había en el LLAR y se encendió la madeja. El gato subió por la columna con la madeja ardiendo y pegó fuego a la casa. El rapas se despertó y, al ver la casa arder, salió corriendo y se puso a gritar en medio del pueblo: — / A b u n d a n c i a ! Papalo&ratis metióse en la clarencia y enclarenció la habitáculam cuando subió por la sostenenda. ¡Abundancia! ¡Abundancia! que se quema la sustancia. Los vecinos no entendieron

lo que decía el rapas. Y la casa del cura ardió

toda.

CANCION

EBO

POPULAR

SANTA Y N O

SOY

Me llaman santa y no soy, Ni siquiera bautizada; Yo traigo conmigo el día, Soy bien grande y encarnada Y tengo la sangre iría. 522 PICO SIN T E N E R

£10

J A

309

ENOJO

SOLO DIOS E T E R N O SABE

Sólo Dios eterno sabe El origen de mi ser. Yo no nací de mujer, Tampoco conozco padre, Soy de un gran jardín la llave, Y hago que por todo el orbe El mundo entero se asombre Y estremezca de terror. Sepa el adivinador: Seis letras tiene mi nombre.

Pico sin tener enojo Y sin nacer soy de corte, Pero muchos por antojo, Sus dedos viendo mi porte, Me los meten por los ojos. 523 SOBRE DE U N A

LA

524

521 ME LLAMAN

DE

COLUMNITA

Sobre de una columnita Vi nacer una florcita. Su hermosura recreaba, Y aunqiie ella no semillaba, Siempre se muere marchita.

525 SOY S A L O M Ó N I G N O R A N T E

Soy Salomón ignorante, Que olvido y tengo memoria, Tengo infierno, tengo gloria, Soy pobre y tengo un diamante; No camino y soy marchante, Me voy y siempre me quedo; Con prisiones no soy reo. Con penas tengo alegría; Estoy muerto y tengo vida, Ciego soy y todo veo.

(521) Solución: La sandía. F e r n á n Caballero trae esta adivinanza aaj: E s santa y no es bautizada, y trae consigo el djía; gorda es y colorada! y tiene la sangre frjia. (Obras - 113 - 17 - pág. 495) (522) Solución: Las tijeras. Don Kicardo Palma, en sus Tradiciones Peruanas, T, V I , pág. 119, consagra una preciosa noticia sobre el poeta espa&ol don Esteban de Terralla y Lauda, que vivió en Lima por lor años del 1787. Terralla ora hombre da mucho ingenio y compuso bonitas adivinanzas, t a n buenas eran que le valieron el título de poeta de las adivinanzas. A Terralla, dice el señor P a l m a , le eonotíó una colección manuscrita de cuarenta adivinanzas, la primera de las cuales ea la nuestra, dice a s í : Pico sin tener enojo», y sin nacer Boy de corte; pero muchos con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por l 67) R. Ramírez de Arellano, en su Folklore Portorriqueño, .pag. 260, N.» 383, trae la adivinanza así: Un padre tiene doce hijos y sesenta nietos la mitad blaneos y la mitad prietos. (Año, meses y semanas).

CANCIONES MATONESCAS

530

2

A MI ME HICIERON

—Yo ¿a lo que me confeséí Antes de haberme casado. Pero agora, por mi oficio, El cielo tengo ganado.

PRENDER

A mí me hicieron prender, Hoy me remachan los grillos. Esc que me hizo prender Ese es mí mejor amigo.

—¿Qué oficio tienes, hermano, Que me interesa saber? A que estamos obligados Todos después de nacer.

Ese es mi amigo querido: Había sido vengativo. Yo también entiendo de armas, Hoy no lo lloro perdido.

—Mi oficio es a n d a r de noche E n venturas procurando Y volver con las agencias Cuando el día va aclarando.

Las armas son muy variables. Afrentando al enemigo: Disponiéndose a peliar, Se le pega al más amigo.

531 CUANTOS AÑOS H A R Á H E R M A N O

—¿Cuántos años hará, hermano, A lo que no te confiesas? Y sigan infiero yo Vos no sos muy buena pieza. (530)

Eso es decir que robáis Y que es un mal arraigado. Te acercas a este lugar P o r ocultar tus pecados.

—Yo, padre, fui liberal, M;is agora resertor. A pesar de ser novicio, Me desempeño, señor.

"Dictado por don Santiago Ormeño en Villa Unión.

(531) Don José García en Aimogasta, don Silvano Romero en Anillaco (Dto. Castro Barros) y don Roque Qnevedo en Suriyaco (IKo. Pelagio B . L u n a ) , me dictaron este cantar casi sin variantes. En el Cancionero Popular de Salta se redistra bajo el N," 479, una versión de sólo seis cuartetas, recogidas en la Frontera ( A n t a ) . ]Este eantar debe haber sido muy popular en el último tercio del siglo pasado, poique fienáo nifio oí algunas estrofas pertenecientes a él que las recitaban loa paisanos de mi pueblo natal en Catamarca. Recuerdo estas tres estrofas: Atención pido al y a! silencio la p a r a referir la de un chileno en

silencio atención historia confesión

—Acuso mi p i d r c santo que yo era muy ladrón robaba las vinajeras y cuando podía el copón. •—Acuso mi padre santo que yo era muy ratero al ministro de la iglesia lo dejaba sin sombrero. E s t a s dos últimas parecen ser las que llevan los números 10 y 8, respectivamente, del cantar. Las estrofas 14.* y 18.* se repiten quizá por habérselas olvidado don Silvano Homero, que es de quien tomé la versión. Sigón: por según. Es de uso frecuente en el Tucuman esta anomalía fonética.

314

J V A N A L F O N 8 O

C A B B I Z O

7

—Seguí diciendo t u s culpas Con la mayor brevedad, Pero vas bien alvertido Que es u n pecado mortal.

16

—Si más antes Te abstuvieras, Si has de hacer Y no lo que el

17

8

—Acuso, mi padre santo, (Esto va por lo primero) Al ministro del altar Lo dejé ayer sin sombrero. 9 —Explícate, no te entiendo, Que me interesa saber, P a r a acomodar el mío Donde no lo puedas ver. 10 —Los domingos sé ir a misa, Y tengo por devoción De robar las vinajeras Y si puedo hasta el copón. II Acuso, mi p a d r e santo, Que yo a la iglesia d e n t r é ; Eché mano al incensario Porque a mano lo encontré. 12

—Decime, hijo, ¿lo llevaste Con intención de volver, O era con resolución De quedarte vos con él? 13

—Las espaldas volví luego, Que en eso anduve muy listo. Al dueño del incensario Hasta agora no lo hi visto. 14

—Mal hiciste de echar mano De esa alhaja que no es t u y a ; Y es muy preciso que al dueño Esa alhaja restituyas. 15

—A hacer la restitución No me puedo resignar, Pues tengo por suficiente De venirme a confesar.

no vinieres, pecador, lo que t ú quieras confesor.

—Acuso, mi Que en u n a Al descuido Le arrebaté

padre santo, cierta ocasión, de u n a niña, el peinetón. 18

Mal hiciste de echar mano De esa alhaja que no es tuya, Y es muy preciso que al dueño Esa alhaja restituyas. 19

—Eso es pedirme imposibles, Que yo no lo podré h a c e r : Así como la vendí, ¡ Cómo lo puedo volver! 20

—La plata en que lo vendiste O que te dieron por él, Preciso es que restituyas Ni anque más no pueda ser. 21

—Esta es otra, padre mío, Parecida a la primera, Como que me urge que tenga Cuartillo en la faltriquera. 22

—Hasta en esto te conozco Que sos sismático en todo, Que no aflojas lo que a g a r r a s Ni anque te den en el codo. 23

—Siga, padre, con paciencia, No se quiera propasar, Porque si ahurita me enojo Murió su paternidad. 24

—Respeta, hijo, este lugar, Escúchame con paciencia E n el alto tribunal De la santa penitencia.

CANCIONERO 25 —Acuso, mi padre

POPULAS

DE

LA

BIOJA

315

33

santo,

Que a u n ministro igual a vos, Le pegué una puñalada P o r interés de u n reloj. 26

—Decime, hijo, si murió O fué postrado en su herida, O si de la puñalada E l fué arriesgando la vida. 27

—Yo supongo que murió Pues eso no he presenciado, Porque no ha sido el primero De los que yo he despachado. 28

—Seguí diciendo tus culpas, No hablemos más del asunto, Porque el tiempo se nos p a s a : Yo vu'a atender al difunto.

—Con eso n a d a remedio, Y por fuerza me va a dar Doscientos pesos lo menos Sin moverse de ande está. 34

:—Ay, me has puesto en u n apuro, Pero por servirte a vos Te daré para que empeñes Si querís este reloj. 35

—Por ser de oro lo recibo, Pero h a i ser con condición Que al reloj j u n t o conmigo Le ha i echar la absolución. 36

—Absuelto de culpa i pena, Vayanse juntos los dos, Que con librarme de vos Daré gracias a mi Dios.

29

—Yo no me muevo de aquí E n toda esta conclusión Si no me despacha agora Con toda satisfacción. 30

—Ya que estás a eso resuelto, Puedes hacer intención, Que estoy pronto a terminar Y echarte la absolución. 31

Ahora, padre, estoy contento, Pero me falta llevar Unos reales que preciso Y a esos usted me los da. 32

—Apenas un par de pesos Te puedo facilitar, Y dándotelos a vos Quedo sin un medio real.

532 DOÑA CONCHA

GVIÑAZU

Doña Concha Guiñazú Mandó decir a Rosales Que se lo m a t a r a a Bustos P a r a que los dos se casen. Rosales no se animó Pero a Valencho lo vio Salieron pa t r a s la casa Con todos los alcahuetes, P o r saber cómo iba a hacer P a r a consumar la muerte. Tarde la noche a deshora, X a malvada estaba a l e r t a : —Levanta, Bustos querido, L e v a n t a y abre la puerta.

(532) Dictada por don. Isaac Quinteros, en Santa Bita de Catuna, en 1940. Quinteros la aprendió a su tía, en el mismo lugar. Concha: Es el nombre cariñoso que se da a las mujeres llamadas Concepción; como Vichi se les dice a los Vicentes o a las Vicentas j Picbu a las Petronas,

316

J U A N

A L F O N S O

—Pasen para adentro, amigos, ¿Qué t r a e n alguna nueva? —No traigo otra novedad: Prevéngase pa que muera.

53* EN ENERO TE

E« Un En En

—Como nací pa ser hombre, Antes de que yo me muera, Les daré lo que desean Y me iré para otras tierras.

SOÑÉ

Enero te soñé día de mucho frío. Febrero te formé la mente a mi albedrío.

E n Marzo empecé a buscarte, Y pude hablarte en Abril. Por fin en Mayo escuchaste Mi declaración febril.

—Favoréceme, hija mía, Como yo lo hice con vos.

E n Junio ya nos hablamos, Tu mnno en Julio pedí. Dieron tus padres el sí, Y en Aijosto nos casamos.

Lo sacaron p a r a fuera, Hasta una cuadra se fueron, Y le quitaron la vida Como quitarla a un cordero.

Pasé Setiembre dichoso, Como buen enamorado; Mas en Octubre cansado Estaba de ser t u esposo.

Doña Concha Gruiñazú Se quedó muy placentera : Metió la mano al bolsillo, Les pasó la tabaquera.

Aburrido, la badana Te zurré al llegar Noviembre, Y por no verte en Diciembre, Con otra me fui a la Habana.

533

535

E L G A L L O Q U E ES F I N O C A N T A

E l gallo que es fino canta Que venga a cantar aquí. Cantará después de mí, De lo contrario no canta, Porque tengo una g a r g a n t a i¿ue la envidia el mundo entero. Yo soy un gallo g u e r r e r o : Peleo y no me desmayo, Y no quiero que otro gallo Cante aquí en mi gallinero.

C A R R I Z O

M E Q U E J O PORQUE M E D U E L E

Me quejo porque me duele, Que de no, no me quejara. ¿Cuál es aquel que se queja Sin que no le duela nada? GLOSA

Siento que me estoy quemando. Venite, me andoy asando, ¡ P u t a que me hace calor!

(533) No recuerdo LÍPTI, pero creo que me dictó esta décima don Rosario Mercado en L a Cuadra ( F a m a t i n a ) en 1939. > i (534) Dictada por doña Felisa Herrera en Malligasta (Dto. Chilecito). Herrera fué la persona que más coplas me dictó en L a Bioja. (535) E s t a glosa me fué diotada por don Domingo Correa en S a n t a Cruz t i n a ) . Correa tenía 6» años en 1039. Kra analfabeto y aprendió el cantar en (Dto. Tinogasta, en C a t a m a r c a ) . L a cuarteta es conocida: don José Restrepo, en su Cancionero de Antioquía, trae así: Me quejo porque me duele, Y si no, no me q u e j a r a ; ¿Quién será aquel que se queja Sin que no le duela nada? J . Alden Masón, en sii Porto-Eican teta, bajo el número 87.

Folk-Lore,

Doña Felisa (Dto. FamaCopacabana N.° CLX, la

trae una otra glosa a esta misma cuar-

CANCIONEEO

Ave María zanjón La soberbia que rae tiene. Un solo calor me hiere E n verano o en invierno. Dice el diablo en los infiernos: Me quejo porque me duele. Un diablo se fué a d e n t r a r Adonde estaban r e z a n d o ; Creyó que estaban jugando Y por a r r a n c a r cayó. A que no la meto yo Con este toro que n a d a ; Cuando lo pican se para Dijo el judío a t u r d i d o : Vengo t a n adolorido Que de no, no me quejara. Un diablo vistió de luto Y se dentro en un convento, Y después de estar adentro 8e llegó a asustar el bruto. Le pasó lo de Canuto E n este telar quien teje, Antes que adentro me dejen ¡ L u g a r ! que pa. fuera voy. Sin tener ningún dolor, ¿Cuál es aquel que se queje? Con esto, le dije al diablo: Conmigo no tiene alianza, Los hago cobrar venganza Más enojado que un cabro, Que a las puertas yo las abro Y las dejo en bufonadas. Y digan pu allá chorriando De leso me ando quejando Sin que no me duela nada. 536 MIRA

PACO

POROTERO

—Mira, Paco porotero, ¿Por qué t ú me llevas preso? Por torpe, canalla y leso, Por flojo, vago y ratero. —Yo soy noble caballero, Fíjate bien, policial.

P OP ü L A 8

DE

LA

B 1OJ A

317

Pareéis municipal De los Cerrillos de Teño, Y sete un poco más bueno, Jío me estés haciendo mal. -i—Vos has de ser un gran flojo, Vagamundo, mata perros. Voy a colgarte u n cencerro De la j e t a sin enojo. ¡Errando te saco u n ojo, Toro bajado del cerro ¿Y quién es este corajudo Que me forma tal bolina? Pasará para la tina Si acaso le doy el bajo.

537 OIGA, SEÑOR B O L I C H E R O

Oiga, señor bolichero, Vengo a que me haga u n favor: Que me fíe por primero Una damajuana i vino Y un t a r r i t o de salmón. Esto es porque pobre me hallo. No me saquen del caballo, Porque andoy en reunión. -—Hombre, te doy a saber Que venís muy mal fundado, Porque a causa del fiado Yo me quedo sin comer, Y mis hijos y mujer ¡Me dan guerra con razón. —Hombre, déjese de asunto, Piense usted con buena g a n a : Trabajando mi semana Le pagaré todo junto, Y hágalo por el difunto, Que ha sido muy calavera. Domé el castigo que quiera, No me niegue la gotera. —Retírate, pues, amigo, No vengas a molestar; Voy a llamar la justicia, Y te voy a hacer sacar.

(536) Dictado por don Hermenegildo Ro^ríguííz en Banda Florida. Leso-a: Respecto a esta voz muy poco usada en nuestro país dice don Zorobabel Rodríguez en su Diccionario de Chilenismo*: Es un adjetivo que usamos en Chile para designar a aquella numerosísima familia de los necios, eta. ' Seguramente es un cantar chileno. (537) Dictada por don Gabino Córdoba, 4 e 60 años, en Salinas (Dto. Pelagio B . L u n a ) .

318

JUAN

A L F O N S O

Así es todo bolichero: Cuando le pareee mal, Porque me ve sin dinero, Hasta me ha de rempujar. 538 POR ESTOS LADOS DE ARRIBA

Por estos lados de arriba Yo hice muchos extremos. Nada me falta pa diablo En los Cerrillos de Teño. GLOSA

P a r a mí n a d a es ajeno, Lo que miro dueño soy, Dice el Cojuelo mayor. E n las regiones más altas Los diablos me dicen taita: Yo hice muchos extremos. Yo soy u n diablo en mí, t a n t o Que en mí mesmo desconfío; Tengo el alma de u n judío, Nacido de u n a onza soy.

539 SOY CAZADOR DE VIRTUD

Soy cazador de virtud, Y cazo cuando tengo hambre; Y nunca se echa de ver El daño que hago en las aves. GLOSA

Esa virtud Dios me dio Con su divino poder. Yo cazo el ave que quiera, Y nunca se echa de ver.

C A B B 1 Z O

540 SOY UN HALCÓN DE VIRTUD

Soy un halcón de virtud, Que cazo cuando tengo hambre; Y nunca se echa de ver El daño que hago en las aves. GLOSA

Soy ligero en el cazar Con lindas aves r o b u s t a s ; A las que a mí no me gustan, A esas las dejo pasar, Porque suelo levantar El vuelo con prontitud. Como tengo esta actitud De cazar las avecillas, E n las ciudades y villas Soy un halcón de virtud. Si encuentro algún ave ajena Que h a y a tenido otro dueño, E n silencio y con empeño Las cazo yo por docenas. A las que me salen buenas T r a t o de hacer un fiambre, P o r si alguna vez con hambre Encuentro algún conocido: Con las aves lo convido Que cazo cuando tengo hambre. Suelo a los campos salir Sólo a divertir la vista, Y el ave que a mí me dicta L a comienzo a perseguir. De mí no se puede huir, Muy poco me dan qué hacer, Porque yo suelo tener Una victoriosa suerte. Así, silenciosamente, Poco se me echa de ver. Salgo con toda alegría Tarde la noche a deshora, Y a las aves voladoras Las cazo al venir el día. Si veo que está dormida, Me le voy con vuelo suave, Al que ignora esto y no sabe Le digo con g r a n v e r d a d : E s gracia y habilidad El daño que hago en las aves.

(538) Dictada en Santa Cruz (Dto. Famatina) por don Domingo Correa, analfabeto, de 65 afioa. (539) Dictada por don José Narváez en Pagancillo en 1939. En los cancioneros de Salta, N.° 459, y de Tucumán, N.° 941, hay una glosa en décimas a esta misma cuarteta. (540) Dictada por don Melitón Segundo Páez Porra en SañogaBta en 1939. También figura en el cuaderno de la viuda de Tejada.

CARIÑO Y PENAS FILIALES

541 DIJO E L SABIO SALOMÓN

Dijo el sabio Salomón: —Esto ha de ser memorable: ¡Amar al padre y la madre, Y tanto que lo ignoramos! La madre es la que padece, IY tan mal que le pagamos!

La madre sabe coser, La madre sabe lavar. Hijo es de mala cabeza Aquel que sale a rodar. 542 ¡QUE DOLOR PARA UNA MADRE!

rienda a mi caballo salir caminando, sintiendo a mi madre, se quedaba llorando.

¡ Qué dolor para una madre Cuando el hijo se le va Aborrecido de todos! ¡Quién sabe si volverá!

Y yo le dije a mí madre: —No llore ni tenga pena, Que por mi gusto me voy A rodar tierras ajenas.

Al poner pie en el estribo, ¡Ay qué pena que me dio, Al ver mis tristes amigos Echarme el último adiós!

Y me contesta mi madre: —Hijo de mi corazón, Irás bien encomendado A Dios con una oración.

Tiré rienda a mi caballo Para seguir caminando. —No te vayas, hijo mío—, Dijo mi madre llorando.

La bendición dio mi madre Al tiempo de la partida. Sólo a mi madre le dije: —¡ Adiós, mi madre querida!

—No te vayas hijo mío, No salgas sin conocer: Unos te han de mirar bien Y otros te han de aborrecer.

Yo no aconsejaré a nadie Que salga del lao sus padres: Los trabajos que uno pasa Son lágrimas de una madre.

—No llore, madre querida, No llore ni tenga pena, Que por mi gusto me voy A rodar tierras ajenas.

Tiré Para Sólo Que

(541)

Dictado por doña Felisa Herrera en Malligasta (Dto. Caüecito).

(542)

Dictado por don Benedicto Ormefio en Pagancillo. 21 - I

ORACIONES PIADOSAS

SAETAS 546

543 Acuérdate, pecador, Que tu vicia es una luz, Y que te puedes morir Antes de decir Jesús.

La santa justicia Llamándome está. El error y el miedo No me dan lugar.

544 De arriba me tiran bombas Y de abajo cañonazos. Levántate, pecador, Apaga ese fogonazo.

547 Levanta, feliz dormido, Si acaso durmiendo estás, Que te ha venido a cantar Una sirena del mar.

545 La sangre que mi Dios vierte Hoy nos convida al perdón. Si no cambiara de vida, Será mi condenación.

548 Suena la campana: Llamándome está; Pero los cuidados No me dan lugar.

ORACIONES A NUESTRO SEÑOR 549 A ti encomiendo el alma Y el espíritu, Señor; Para no perder el fruto De tu sagrada pasión.

550 !Ay, Jesús de Nazaret, Hijo de Santa María, Sálvame de las prisiones, Cúrame de las heridas,

Saetas: Anoto estas seis cuartetas con el título de Saetas, no porque sean laa únicas que se incluyen en este capítulo sino porque las mujeres del pueblo llaman saeta propiamente dicha a las cuartetas que encierran alguna reflexión o mejor una amonestación que nos obliga a enderezar la vida al ideal cristiano. En realidad las saetas no se ciñen a esa concepción únicamente porque más bien tienden a reflexionar sobre el sufrimiento de Nuestro Sefior en el Camino al Calvario. (545) El padre Grenón S. J., en su libro Saetas, trae l a nuestra en la página 29, b a j o el N.° 3, a s í : L a sangre do Dios vertida que hoy te convida pi perdón, si no mudares de vida, será tu condenación. Dice el padre Grenón que esta saeta, juntamente con numerosas otras que transcribe, fué tomada del Saetario del padre jesuíta Pedro Calatayud, publicado en Murcia ( E s p a ñ a ) en 1734. También figura nuestra saeta en el Directorio y Prontuario para Ejercicios Espirituales dispuestos por el doctor don Domingo Caviedek, director espiritual que fué de la Santa Casa de Ejercicios de Buenos Aires, año de 18S3 (lleva el número 8 0 ) . P o r último, el padre Grenón publica nuejstra saeta en la página 79 de su libro como formando p a r t e de la colección publicada en el cuadernillo titulado Septenario de los Dolores de María Santísima y bellísimos recuerdos para conseguir una santa y buena muerte, Córdoba. Imprenta del Eco, de Córdoba 1869. Dice el padre Grenón que el cuadernillo había sido reimpreso en Buenos Aires en 1781 y que el prólogo lleva la firma del obispo de Córdoba, F r a y José Antonio de San Alberto, que lo fué entre 1781 \ y 1784. (550) Dictado en San Miguel (barrio dé Chilecito) en 1939 por don Ramón Villafañe, de 50 años. Rodríguez Marín t r a e nuestra oración bajo el número 1052 a s í : - Señor mío Jesucristo, Ni mi alma corrompida. Hijo de Santa María, Quien esta oración dijere" Guardarme por esta noche Tres veces todos los días Y mañana todo el día. A la hora de su muerte Que mi cuerpo no sea preso "Verá a la Virgen María. Repárese en la forma viciosa de la palabra guardarme en vez de guardadme de la oración española. En igual vicio incurre nuestro pueblo, como podrá notarse en la nota a la canción N.° 296.

~ 326

J U A N A L F O

SO

C A B B I Z O

No vea sangre en mi cuerpo, Ni mi alma sea p e r d i d a !

Mi cuerpo no quede preso Ni mi sangre corrompida.

551 Al ladito del sagrario He dejado este clavel: Como es Jesús con su Madre, Yo quiero ser p a r a El.

555 Misericordia, Señor, Misericordia de mí. A t a n t a misericordia 1 Qué mal te correspondí!

552 Después de haberte ofendido, ¡Oh Dios!, como ingrato y v i l ; No tengo más que decir: ¡Misericordia de m í !

556 Sangre de Cristo, Cordero en la cruz, Hijo de María, Líbranos Jesús.

553 ¡ Dulce Jesús de mi vida, P o r vuestro santo dolor Salva mi ánima p e r d i d a ! ¡Por vuestras llagas, Señor! 554 Jesús, hijo de María, Guárdame todito el d í a :

557 Señor, dame una buena vida Y una buena suerte, P o r t u santísima muerte. 558 Señor, que por nuestras culpas Fuiste en la cruz a morir, A la hora de la muerte Acuérdate de mí.

ORACIONES A LA SANTÍSIMA 559 Adiós, clavellina hermosa, Madre del Verbo Divino, Échame t u bendición, Llévame por buen camino. 560 CANTEMOS LAS ALABANZAS

Cantemos las alabanzas, Que es muy buena devoción. Con tu santo escapulario Échanos t u bendición. E l demonio está contento P o r u n alma que ha llevado. E l ángel queda llorando De ver la cuenta que h a dado. De allá sale Nuestra M a d r e : No llorís, ángel v a r ó n : Yo le pediré a mi hijo Que esta alma tenga perdón. Y de allá sale el m a l d i t o : i Es posible, g r a n Señor,

VIRGEN

Siendo u n alma pecadora, Que de Dios tenga perdón? E n el cielo está una silla Cubierta de conchas f i n a s : La tiene Nuestro Señor P a r a la Virgen María, Aquí acaba esta alabanza, Se acaba la vida m í a : Mañana la cantaremos Si Dios nos presta la vida. Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar Y la Virgen concebida Sin pecado original. 561 DIOS TE SALVE, MADRE

Dios te F l o r de Otra no Alegrar Cuando

salve, Madre, J e rico. se vio al mundo floreció.

(560) Dictado por don José Gaetán en Chileeito en 1939. (561) Dictado en la ciudad do La I ioja por la señora Marquesa Lamadrid, viuda de Oliva, en 1938.

CANCIONERO

POPULAR

DE

LA

BIOJA

327

Dios te salve, Flor De fragancia fina, Que sólo se encuentra 'N el j a r d í n de Lima.

Eres luna hermosa, Cándida María, Sin menguante alguno, Clara más que el día.

Dios te salve, Arca, Donde deposita Todo su tesoro La Trinidad misma.

¡ Oh, estrella del mar, Que nos pronosticas Un seguro puerto P a r a nuestra dicha!

Dios te salve, Espejo, E n quien Dios se mira, Como luna hermosa Y sol de justicia.

Flor de Jericó, Que otra no se vio Alegrar al mundo Cuando floreció.

Dios te salve, Fuente P u r a y cristalina, Cuyas vivas aguas Son mi medicina. 562 LOS VESTIDOS DE JESÚS

Los vestidos de Jesús A los pies de Magdalena. Las reliquias de María A r r a s t r a d a s por la arena. Quien rezara esta oración Tres horas antes del día, De Dios será perdonada Y de la Virgen María. 563 MADRE DEL ROSARIO

Madre del Rosario, Hermosa mía, Consuelo de pobres, Los caminos guía. Sacra embajadora De aquella suprema Majestad que ocupa Los cielos y tierra. A los que navegan E n aquesta vida Como una abogada Bien los patrocina.

Pues eres mi madre, Mi reina y señora, Mi bien y mi todo Y mi intercesora. Ya que he concluido, Mi aliento y mi voz Recibe, Señora, E n prenda de amor. CORO

A vuestros devotos, Cándida María, A la gloria eterna Servidles de guía. Madre mía de Dolores, Haz que cuando expire yo A mi alma se la entregue E n las manos del Señor. 564 MÍSTICA

ROSA

Mística rosa, Madre gloriosa Del Salvador, Sin mancha naciste Y elegida fuiste E n t r e mil y mil. Hermosa y con gracia, Sois la protegida, Sois la bendecida Por el Criador.

(562) Dictada por don Ramón Villafaüe, de 50 afios, en San Miguel (Chilecito) en 1939. (563) Dictada por doña Saturnina Nieto en Sálicas (Dto. Pelagío B. Luna). Me decía doña Saturnina que estos versos son de Chuquis (Castro Barros), donde los cantaban a la Virgen de la Mulita, preciosa imagen enajenada por el mayordomo de la iglesia local. (564) Dictada por la Srta. Zoila Córdoba on Machigasta en 1938.

328

JUAN

A L F O N S O

565 jOh, Virgen S a n t a María, Madre del Verbo Divino, E n vuestra presencia me hallo: P a r a mi muerte os convido!

566 I Oh, Virgen santísima, P o r mí has de r o g a r ! No viva ni muera E n culpa mortal.

567

SACAD PUES A TUS DEVOTOS

O A Ji 2¡ i B O

Pues madre de mejor hijo Es quimera manifiesta, Recibime por t u hijo Y dame esa p r e n d a cierta. Que tus amantes consigan De la salvación eterna, Pues nadie se ha de salvar Sin que tu amor intervenga. A t u corazón P a r a mi hora Entonces será De t u merced

lo cito postrimera. mi dicha consecuencia. 568

SEÑORA VIRGEN MARÍA

Sacad pues a tus devotos Del purgatorio, Señora, Ya que p a r a todos eres Madre de misericordia.

Señora Virgen María, Virgen Madre, ya pariste, Si al pecador recogiste, Recógeme a mí, Señora, Que soy una pecadora.

Imponderables finezas De vuestras manos dependen. El que sigue vuestras huellas Rayos, ni ríos ofenden.

Escalas del alto cielo, Arcos de la Trinidad, Con la hostia se levanta E l Cáliz en el Altar.

Madre de misericordia, E l ser madre desempeña, E n los conflictos prestando Mercedes a manos llenas.

Aquí está el Niño Jesús, Tendido en la S a n t a Cruz, P a r a dar al mundo entero Rayos de su eterna luz.

Madre mejor que Raquel, Mejor que Sara y Rebeca, Y de todas cuantas madres Se h a n visto y ver se espera. Pues madre de mejor hijo E s quimera manifiesta, P u e s al toque de los ruegos Son tus mercedes respuestas. Échanos tu bendición Como madre verdadera. E l favor que te suplico No será la vez primera.

Quien rezare esta oración Todos los viernes del año, Sacará una alma de pena Y la suya de pecado. 568-a SEÑORA VIRGEN MARÍA

Señora Virgen María, Bien sabimos que paristes. Todo el mundo recogistes, Recógeme a mí, Señora, Que soy u n a pecadora.

(567) Este cantar a la Virgen de las Mercedes me fué dictado en la ciudad de La Eioja por doña Marquesa Lamadrid, viuda de Oliva, en 1938. (568) Dictada por la señora Sofía Zarate Pérez de Díaz en la ciudad de La Eioja. (568-a) Dictada por doña Marcelina Creta de la Cruz Roldan Avila, viudad de Herrera, en la ciudad de La Eioja. Esta señora aprendió el cantar en Tama, BU villa natal.

CANCIONERO

TOPULAB

Las escaleras del cielo, Barcos de la Trinidad, Cuando se levanta la hostia Se te rinden a adorar. Aquí está el Niño Jesús Con su cama y con su Cruz; Estas son sus disciplinas Que sus tiernas carnes rompen. Quien rezare esta oración Tres veces al acostarse, Tres veces al levantarse, Gozará de u n g r a n perdón. 568-b SEÑOR

MIÓ

DE

LA

EIOJA

329

Cáliz queda en el A l t a r : Tuda la gente cristiana Se levanta a adorar. Yo soy el niño Jesús, E s t a es mi cuna y mi cruz, Estas son mis disciplinas Que benditas carnes rompen. El que rece esta oración Todos los Viernes del año Saca una ánima de pena Y la suya de pecado. Quien la sepa y no la reza, Quien la oye y no la aprende, El día del juicio sabrá Lo que en ella se conviene.

JESUCRISTO

Señor mío Jesucristo, Sabemos que padeciste. Todo el mundo recogiste, Recógeme a mí, Señor, Que soy pobre pecador. Escaleras p a r a el cielo, Arcos de la Trinidad, Cuando la hostia se levanta,

569 V I R G E N MÍA D E L PILAR

Virgen mía del Pilar, Que andas de villa en villa Y de lugar en lugar.

(568-b) Dictada por la señorita María Marta Valverdi en la ciudad de La Rioja en 1938. L a última p a r t e de esta composición ea una estrofa conocida que usa el pueblo en numerosas oraciones piadosas a manera de estribillo p a r a obligar a otra persona a propagar la oración. Don Constantino Cabal, en su libro El Individuo, pág. 53, t r a e esta terminación a s í : La generalidad de estas plegarias, que abundan también muchísimo, llevan esta invariable coletilla, oportuna en gran número de caso» ¡porque dice lo que son; —Quien esta oración dijese todos los viernes del año, saca cien almas de pena y la suya de pecado. Quien la sabe y no la dice, Jesucristo lo maldice. Y quien la oye y no lo aprende, ya verá el día del Juicio lo que en ella se contiene... Don Vicente T. Mendoza, en su libro Romance y Corrido, t r a e esta versión de su tierra mejicana: Quiero agregar que numerosos romances 96 hallan dispersos en oraciones impresas o se trasmiten oralmente de padres a hijos; así encuentro el siguiente fragmento , por cierto, do alto vuelo místico. A modo do ejemplo s.> inserta la que sigue, cu yos delicados pensamientos nos traen a la memoria los sonetos y 1013.

t r a e nuestra oración incluida

Y en la otra salvación. Con tres clavos me persino Jesucristo m ' acompañe, Y m 'abrazo con la Cruz ' L a madre que lo parió P a que siempre m ' acompañe E r durce n o m b r e ' Jesús. Y la hostia consagrada Bajen las Cruces der cielo Y la Cruz donde murió. Yo m ' abarco de los clavos Y se pongan sobre mí, ¡Yo m ' a b a r c o de l a Cruz, P a que siempre m ' acompañen, (N.° 975^Pa que siempre m'acompañe Respondan y hablen por mí. El dulce nombre ' Jesús, Y baje la Cruz del cielo Señor mío Jesucristo, Y se ponga sobre mí, Dueño de mi eorazón, P a que siempre m ' acompañe, Perdonarme mis pecados, Responda y hable por mí. (N.° 1013) Pues vos sabéis cuántos son. D a r m e paz en esta vida

tinto tamaño y de diversa factura. Cantaban y lloraban a la cruz con santa devoción y el sábado, después de la Misa de Gloria, se despedían de la cruz grande que está en el atrio, abrazándose al madero, al cual le decían: ¡Sálvanos, crncecíta, sálvanos! ¡Crucecita, sálvanos I L a abrazaban y la besaban llorando. Luego emprendían el viaje de regreso a su casa por l a p u n a desierta. L a fiesta de la Cruz comienza el 3 de mayo y d u r a 9 días, es un novena/rio. Como el velorio de los Angelitos, esta fiesta suele s e r pretexto p a r a divertirse bebiendo y j u g a n d o juegos de prendas. E n la casa donde se festeja la cruz se adorna u n a mesa con u n paño blanco, con flores y gallardetes. E n medio se coloca un crucifijo o simplemente una cruz. Cuando es la cruz sola la visten, esto es, le ponen una pollerita de tela de color y encima una corona. F r e n t e a este altareito se congregan los dueños de casa y los vecinos, a rezar y cantar. Terminados los rezos y los cantos, el dueño de casa convida con beberaje, por lo común vino o aguardiente. Después los jóvenes j u e g a n a juegos de prenda o bailan. La señora María Cadilla de Martínez, en su libro La Poesía Popular en Puerto Rico. pág. 336, da esta noticia: El velorio de Cruz o de Mayo es una reminiscencia de algunas fiestas españolas de índole parecida, o sea, de Cruz de Mayo. Para celebrar esta fiesta se adorna una cruz de madera con cintas, velos, flores y joyas. Luego s^ la coloca sobre un pedestal en forma de escalera. A veces se pone en el altar un cuadro 'de alguna imagen sagrada. Las fiestas duran nueve días consecutivos del mes de mayo. A pilas concurren parejas de enamorados y los vecinos, más que por devoción, por disfrutar fie un entretenimiento agradable. El altar es profusamente iluminado y ante él tiene lugar] la repartición de obsequios que consisten en horchatas, sangrías y dulces. El primer día*- pagan dichos obsequios los iniciadores del velorio; pero en los sucesivos los pagan los capeados. En cada día que pasa ha de añadirse un nuevo escalón al pedestal de la crus de modo que esta tiene, el último día, ocho escalones. E s t a s son las canciones generalmente cantadas en los velorios. (Coro) Adoróte, Santa Cruz, puesta en el Monte Calvario; en tí murió mi Jesús por librarnos del contrario.

Adoróte, Santa Cruz, eres nuestra madre tierna, nuestra eterna redención.

Adoróte, Santa Cruz, puesta en el Monte Sagrado que nos diera el buen Jesús de pies y manos clavado.

Oh Jesús Crucificado muerto por la redención! Concedednos, por tu Cruz nuestra eterna redención.

(Coro) Concedednos, por tu Cruz, concedednos nuestra eterna redención.

342

J U A N

A L F O N S O

609 E L E S T A N D A R T E 'LA C R U Z

El estandarte 'la cruz Salga delante de vos. El Señor que murió en ella Hable por tu alma, Responda por vos. Jesús te valga, Jesús te guie, Jesús te favorezca.

C A

£

B

I

Z

O

610 En el cielo se oyen voces A su Excelsa Majestad. La cruz del cielo nos libre Y la Santa Trinidad. 611 ¡Oh, bendita cruz del cielo De la corte celestial, Líbranos, oh cruz, del mal Por la Santa Trinidad!

(609) Dictado por doña Marquesa L. viuda de Oliva en la ciudad d e L a Kioja. E s cantar u oración de agonizante que dice el que ayuda a bien morir.

Deseando tener conocimiento personal de cómo el pueblo celebraba las otras clases de velorios, o sea, los de promesa, asistimos a uno de ellos celebrado en la casa de la señorita Justina Robles, de Arecibo, El orden seguido en él fué como sigue: 1) So cantaron diversas canciones. 2) Rezaron un rosario y luego cantaron, varias canciones. 3) Volviéronse a cantar canciones. 4) Rezaron otro rosario. 5) Hicieron cuentos y juegos. 6) Repartieron obsequios P. Don Eugenio Pereira Salas, en su precioso libro Los orígenes del arte musical en Chile, página 177, nos dice que en las casas de las familias piadosas se ejecutaban los bailes chinos o danzas ceremoniales ante la cruz. Don Ramón A. Laval, en su Folklore de Carahue, nos da esta noticia: Los versos que siguen no son propiamente una oración. líe fueron dictados por un prestigioso vecino de Carahue, natural de la provincia de Biobío, en la cual, en su tiempo, los cantaban con el fin de pedir limosna para la Crus de Mayo. Aunque nada tienen que ver con Carahue, se me permitirá dejarlos estampados en estas páginas; quisas sin ésto pasarían a dormir el sueño del olvido. Las cosas, hace veinticinco años, pasaban de esta manera: Llevaba un hombre una eme de madera revestida con ramas de mayo (Edwardasia chilcnsis), y otro un farol con una vela encendida. Al llegar a la puerta de una casa, cantaban: A convidarte par'ir al río a ver bautizar por la mano de

Aquí anda la Santa Crus con su cabito de vela, visitando a sus devotos, que Dios nos manda con ella. Si abrían la puerta y les daban todo recibían con agrado, cantaban: Est' es la cas' 'e las flores, que da tan buenos olores; est' es la cas' 'e las rosas, donde viven las hermosas. estos

Si no les abrían otros:

la puerta,

limosna

de dinero,

venimos Jordán a Cristo San Juan.

velas, comestibles

o licor, que de

Buenas noches les dé Dios A los dueños d' esta casa, Dios les dé felices noches y les aumente la gracia.

o nada les daban,

los versos

Est' es la cas' 'e los cachos donde viven los borrachos; est' es la cas' 'el espino donde viven los mezquinos.

anteriores

se cambiaban

por

(cuernos)

Lo que lograban recoger se destinaba para armar una remolienda (jarana) en toda regla, en presencia de la Cruz. Para celebrar la Crus hacían también luminarias (grandes fogatas) en los campos, que encendían en las cumbres de los cerros y colinas y demás sitios elevados. Desde una altura cercana al pueblo de Santa Bárbara, en el Palle del Biobío, se divisaban más de mil de estas fogatas a la entrada de la noche del s de mayo (155 - págs. 29 a 3 1 ) .

CAUCIONERO

612 Oh, divina cruz De mi Salvador, Donde resplandece El más lindo sol.

POPULAR

DE

LA

RIO

JA

Al contemplarte en la cruz Por la vera cruz llegamos. 614 PUES NOS DISTE ESTA

613 Oh, Eedentor de las almas, En vuestro nombre confiamos.

343

SEÑAL

Pues nos diste esta señal De paz, defensa y honor, Por la Santa Cruz, Señor, Líbranos de todo mal.

(614) Dictada en la ciudad de L a Eioja por la señorita Alicia Ponce, en 1938. Estos versos se cantan en la Novena de la Cruz. En varias oportunidades he oído fragmentos y he visto en libros manuscritos de devociones el viejo cantar hecho por el padre dominico Zambrana y publicado en El Telégrafo Mercantil (Rural, Político, Económico e Histariográíico del Eío de l a P l a t a ) , Buenos Airea, en el número del domingo 14 de mayo de 1820. E l referido cantar dice a s í : Pues nos diste esta señal de páe, defensa, y honor; por la Santa Cruz Señor líbranos de todo mal. Quando los Conquistadores Se vieron atribulados, de Exercito infiel cercados, los sacastes vencedores: dándoles un celestial esfuerzo, y marcial ardor; Por la Santa Cruz &c. Veinte y ocho solos fueron en número los soldados, y aunque de seis mil sitiados ocho dias resistieron: sin hambre, sed, ni señal de cansancio, ni dolor: Por la Sta. Cruz, &c. E s t a resistencia hizo creer á los combatientes, que nuestros Padres valientes tenían algún hechizo: que este hecho sin igual no era efecto del valor: Por la Sta. Cruz, Scc. Pensaron que ese madero que afuera estaba arbola-do, era del noble soldado nigromántico hechicero: creyeron aunque muy mal que erais vos encantador: P o r la Sta. Cruz, &c. Luego se determinaron á quemar al hechicero, y p a r a hacerlo, primero mucha leña amontonaron: quiso su encono brutal, dar muestras de un g r a n furor: Por la Sta. Cruz, &c.

La leña ardió presurosa y quanto mas la aumentaban a la Santa Cruz miraban mas reluciente y hermosa: pero el Indio irracional ni así aplacó su rencor: Por la Sta. Cruz, &c. P o r ocho veces volvieron á practicar nuevas pruebas haciendo fogatas nuevas y el mismo milagro vieron: al cabo un lance fatal llenó a todos de p a b o r : Por la Sta. Cruz, &c. Porque á los tres que atipaban el fuego, un rayo mató, y a los demás los dexó tales que á huir no a t i n a r o n : y en una angustia mortal cercados de resplandor: Por la Sta. Cruz, &c. Las armas en tal conflicto de las manos arrojaron y por su Dios confesaron al Dios del cristiano invicto: trocando en reverencial respeto, el pasado horror: Por la Sta. Cruz, &c. El bautismo á grandes voces con aneias, y con gemidos pidieron arrepentidos de haber sido t a n feroces: cobrando un amor filial] á su insigne bien hechor: Por la Sta. Cruz, &c. Desde entonces se quedó la tierra pacificada, la nueva Ciudad fundada, y todo á vos se debió: sois Ó Cruz!, su principal

344

J U A N

A L F O N S O

La Madre del Redentor A tus plantas se sentó, Y de allí manifestó A su hijo todo su amor. I n t e n t a n los atrevidos Quemar nuestra santa c r u z : E l fuego sólo fué luz Que les turbó los sentidos. La leña ardió presurosa, Y cuando más la aumentaban, A la Santa Cruz m i r a b a n Más reluciente y hermosa. Pero el indio irracional Ni así aplacó su furor. Al cabo, un lance fatal Llenó a todos de pavor. P o r ocho veces volvieron A practicar nuevas pruebas Haciendo fogatas nuevas, Y el mismo milagro vieron. De maravillas que asombra Obra Dios en copia tanta, Que con razón la Cruz Santa De los Milagros te nombran.

C A

B

B

I

Z

O

615 SANTÍSIMA CRUZ BENDITA Santísima Cruz bendita, La noche te vengo a dar. Con todos mis compañeros, Yo te vengo a saludar. Arrodíllense, hermanitos, Todos eon buena intención P a r a que la Santa Cruz Nos eche su bendición. Santísima cruz bendita, Trono cubierto de estrellas, Será hasta la vuelta de año Si no estoy bajo de tierra. 616 E l madero de la c r u z ; Vaya delante de mí Y el Señor que murió en ella Hable y responda por mí. 617

Y a t u impulso celestial, Cede el mal, cede el temor. P o r la Santa Cruz, Señor, Líbranos de todo mal.

Sobre mi caiga u n a cruz, M a d r e de San Agustín, P a r a que si algo se ofreee Hable y responda por mí.

Caudillo, y Conquistador: Por la Sta. Cruz, &o.

De maravillas que asombran obra en vos Dios copia t a n t a , que eon razón la Cruz S a n t a de los Milagros te nombran: si á tu impulso celestial cede el mal, cesa el dolor: Por la Santa Cruz, Señor, líbranos de todo mal.

Sois de esta noble Ciudad protectora, honor y gloria, paz, salud, luz y victoria, defensa y felieidad: su escudo, su antemural, su esfuerzo, brío, y valor; Por la Sta. Cruz, &e. (615)

{359 I I - pág. 170).

Dictada por la señora P e t r o n a Cavanas en la ciudad do L a Eioja e a 1938.

(616) L a señora María Cadilla de Martínez, en su libro La Poesía Popular Rico, página 333, t r a e nuestra cuarteta a s í : Los tres clavos y la Cruz vayan delante de m í ; Jesucristo murió en ella, habla y responda por mi y aplaque los corazones que van en contra de m í ; eres el ángel mayor que lleva las tres coronas; p a r a mi defensa tengo las tres divinas personas, Amén.

en

Puerto

C AtfCIONEBO

POPULAS

DE

LA

BIOJ

A

345

ROGATIVAS A NTRO- SEÑOR 618 AGUA, SEÑOR

De ti, Señor, la inocencia, De ti el cordero m e j o r ; P o r aquella blanca hostia, I m p l o r a vuestro favor.

Agua, Señor. La pide el pecador. Del azote de la seca, ¡Misericordia, Señor!

L a t i e r r a y plantas te esperan: Verde será t u favor. Abrid, Señor, t u s e n t r a ñ a s Y perdona al pecador.

E l mejor hijo se ofrece P o r el hombre pecador. ¡Válganos, Señor, t u sangre, Misericordia S e ñ o r !

D e vos, Soberana Reina, Esperamos el consuelo. Las lágrimas de t u s ojos Se vuelvan agua del cielo.

L a inocencia que te clama Al lado del pecador Padece y llora sus c u l p a s : H a m b r e , tristeza y dolor.

Agua, Señor. La pide el pecador. Del azote de la seca, ¡Misericordia, Señor!

(618) Dictada en Chuquis (Dto. Castro Barros), por doña Dolores de Puente, de 63 años, sabe leer y escribir y es natural del lugar; allí aprendió el cantar. A la primer» estrofa, que se repite como estribillo, también la oí así: ¡Agua Señor la pide el pecador la tierra lo demanda! ¡Misericordia Señorí En el Romancero y Cancionero Sagrados, se lee bajo el número 506, un romance de Alfonso de Ledesma (1562-1623), del mismo tema, y cuyo estribillo ofrece similitud con el de nuestro cantar; quizá haya sido el mismo y el poeta conceptista glosó en forma conceptuosa solamente parte de la estrofa: Es nuestro cuerpo mortal tierra que pide sembrarla y es menester cultivarla Para que de fruto tal. Y pues es tan natural Querer la tierra rocío, y vuestro llanto, Dios mío, Es agua que pide el alma, Agua, Dios, agua. La tierra lo demanda. Fernán Caballero, eu Cosa Cumplida, trae esta súplica parecida: ¡Agua, Dios mío que se seca el río! El trigo barato y el pan a dos cuartos. {Obras. Tomo 10 - pág. 353) También oí en Chuquis (Dto. Castro Barro»), algo parecido a esta última forma española: ¡Agua, Señor, La pide el pecador! el almud i trigo a dos reales ¡Misericordia Señor 1

346

JUAN

A L F O N S O

C A E £ I Z O

619 DE VOS, CELESTIAL SEÑORA

De vos, celestial Señora, Madre de la Providencia, Esperamos el consuelo; Que lágrimas de t u s ojos Se vuelvan agua del cielo. 620 Señor, aplaca t u ira, Tu justicia y tu rigor. Dulce Jesús de mi vida, Misericordia, Señor.

620-a Det

én,

d e t 6 n

t u

j

u s t í c i a )

Deten, deten tu rigor, Jesús, que tiembla la tierra, Misericordia Señor.

620-b Aplaca, Jesús, t u ira, Tu justicia y t u rigor. Jesús, que tiembla la tierra, Ave María, por Dios.

A L ARCÁNGEL SAN MIGUEL 621 Celebremos hoy la gloria Del Arcángel San Miguel, Que capitán y caudillo De los ángeles solo es. Celebremos hoy la gloria La derrota de Luzbel. Es capitán de caudillos El Arcángel San Miguel. 622 DE LA CELESTE SION

De la celeste Sión, Donde mandas como rey, De Jesucristo la grey Obtenga tu bendición. También con la nueva iglesia Repartiste t u cuidado:

Hasta el día no has cesado De mirarla con clemencia. Así cumples con tu esencia De t u angelical misión. CORO

De la celestial

Sión.

La sinagoga encargada Estuvo a tu protección Y con tu hábil dirección Nación fué privilegiada. Su gloria vio asegurada Con t u angelical misión. CORO

De la celestial

Sión.

P o r su insigne capitán. El orgullo de Satán Profundamente abatiste.

(619) A esta quintilla del tema anterior la oí cantar en la novena que se rezaba a la Virgen de las Mercedes en la Catedral de La Rioja, en enero de 1938. La ciudad de La Ríoja es de clima cálido en verano, pero aquel del 38 lo fué en extremo y la gente clamaba por agua. (620) Esta súplica y las doB variapates subsiguientes se dicen cuando hay algún temblor de tierra. Ricardo Palma en Tradiciones Peruanas refiere la historia de un tal Juan de Anduesa, que en el maremoto que destruyó el Callao y asoló Lima en 1746 dio con tiempo la noticia -a los limeños y pudieron salvarse huyendo a los cerros algunos miles de vecinos. El suceso ocurrió a las diez y media de la noche. Acompañando a la noticia del hecho, que titula Conversión de un libertino, da Palma la cuarteta que termina como la nuestra: Un faldellín he de hacerme de balleta de temblor, con un letrero que diga: / Misericordia, Señor ! (621) Me decía la señora Marquesa Lamadrid viuda de Oliva, al dictarme estos versos, que en su juventud, en tiempo de en abuela, en Castro Barros, se celebraba con bailes el día de San Miguel (el 29 de setiembre). (622) Como la oración anterior ésta me fué dictada por doña Marquesa y está enderezada a cantar el triunfo del Arcángel San Miguel.

C áNCIO

N EEO

POPULAS

DE

LA

EIOJA

Miguel, lo que entonh hiciste (*) E s de t u brazo expresión.

347

623 ¿QUIEN COMO DIOS?

CORO

De la celestial

Sión.

Quien como Dios significa E l nombre que has recibido P a r a dar su merecido Al Dios que lo glorifica. Incumbencia tan magnífica E s t u principal blasón.

¿Quién como Dios? Nadie como vos. San Miguel Arcángel, Gran batallador, Que llevas las almas Delante de Dios, Presenta a la mía A la Madre el Señor.

A SAN BARTOLOMÉ 624 dA DONDE

BARTOLOMÉ?

—¿A dónde Bartolomé? —A los cielos y la tierra. —Volvete, Bartolomé. Yo te daré la virtud Que a la casa donde llegues Ño caiga piedra ni rayo Ni muera mujer de p a r t o Ni criatura de espanto. Quien rezare esta oración Tres veces al acostarse, Tres veces al levantarse, Allí en su muerte hallará Las puertas del cielo abiertas, E l infierno no verá. (*)

Entonh,

(623)

624-a SAN

BARTOLOMÉ

San Bartolomé Se levantó Cuando el gallo cantó Adonde picó el sol. Con su bordón de oro, Caminó, caminó. —Volvete, Bartolomé; Tres dones te daré Porque eres varón s a n t o : Donde seas nombrado, No caiga piedra ni rayo No muera mujer d^ p a r t o Ni criatura de espanto, P o r el Espíritu Santo.

por entonces; es frecuente esta forma viciosa en el Tucumán.

Dictada por doña Amalia Ceballds en Aminga (Castro B a r r o s ) , en 1938.

(624) Dictada en la ciudad de L a Eioja por la señorita Dolores Carrizo en 1938. F e r n á n Caballero la trae a s í : Mercedes, Bartolomé, mercedes de caridad; la gente va de viaje y me deben de aguardar. Allá en mitad del camino volvió los ojos a t r á s , y vido a Bartolomé: Bartolomé: ¿dónde vas? Señor, con vos he de ir a los cielos a subir. Bartolomé, no vendrás ni a los cielos subirás, que yo to daré un don (624-a)

que no se lo di a varón, que yo te daré un dado que no se lo di a vasallo. É n la casa que te nombren no caerá piedra ni rayo, n i entrará el demonio en ella, ni mujer muera de parto, ni criatura de espanto, ni el gañán pierda sus bueyes, ni el pastor a su ganado, y todos los que te recen tendrán en la gloria el pago. (Obras Completas. T. 17

pág. 2 8 ) .

Dictada por la señora María ijíato de Martínez, en la ciudad de L a E i o j a .

JUAN

348

A L F O N S O

624-b SAN BARTOLOMÉ

— S a n Bartolomé, — i P a r a dónde vas? —Voy p a r a los cielos. —Volvete, Bartolomé. Yo te daré un d o n : Que en casa donde entrares E n t r e el Espíritu Santo No muera mujer de p a r t o Ni criatura de espanto.

624-c GERÓNIMO SALIÓ UN DÍA

Gerónimo salió u n día Cuando los gallos cantaban, —Vení para acá Gerónimo, Que te quiero dar u n d o n : E n la casa que llegares No caiga rayo ni piedra Ni mujer muera de p a r t o Ni criatura de espanto. E n el monte de Belén E s t á la Virgen María. -—¿Qué hact allí, Madre m í a : Es que velas o es que rezas? —No rezo, no, hijo mío, Que esos t u s benditos pies

C A B B I Z O

E n la cruz serán clavados Y con la hiél y el vinagre, Hijo, serán enjuagados. 624-d POR AQUELLA CALLE OSCURA

Por aquella calle oscura Está u n a humilde criatura Con el pie en la sepultura Y u n a mortaja de lino Que todo el cuerpo le arruina. —¿De ande vienes, buen Jesús? —Vengo de Jerusalén. Muchos pasos me ha costado, Muchos tormentos de azotes, De la ciudad al Calvario Y del Calvario a la cruz. Si no me quieres creer, San J u a n será mi testigo. E n cuanto el gallo cantó, A su bordón l e v a n t ó ; E n la mitad del camino. A Jesucristo encontró. — ¿ P a dónde, Bartolomé? —Voy al cielo y a la tierra A redimir los cristianos. —Volvete, Bartolomé, Que yo te daré tal d o n : Que a la casa que llegares, Tres veces fueres nombrado, No caerá piedra ni rayo Ni h a b r á muerte de caballo Ni mujer de p a r t o Ni criatura de espanto Contra el Espíritu Santo.

(624-b)

Dictado por la señorita Delina Martínez Matos.

(624-c)

Dictado por doña Marcelina Creta de la Cruz B. Avila viuda de Herrera.

(624-d) Dictada por la señorita Severina Carrión, en. la ciudad de La Bioja en 1938. Don Aurelio de Llano Roza de Ampudia, en su libro Del Folklore Asturiano; Mitos y Supersticiones, Costumbres, página 14, trae esta noticia: 'y rezan a San Bartolomé para que no caigan rayos: San Bartolomé se levantó y con Jesucristo encontró: —|A donde vas, Bartolomé? —Yo, Señor, con Vos iré. —Pues te voy a dar un don que nunca di a varón: Dónde fueres nombrado, no caigan rayos ni centellas, ni mujer muera de parto, ni criatura de espanto.

CANClONEMO

POPULAS

DE

LA

MIOJA

349

A SAN ANTONIO Y A SAN FRANCISCO 625

Lo pedido otorgado Y lo alejado acercado.

SAN A N T O N I O DE P A D U A

San Antonio de Padua, Muy amado del Señor, Yendo para tus estudios Tu santo libro perdistes; Y volviéndote a buscarlo, Con el Salvador te distes. —Antonio, ¿pa donde vas? Buscando el libro perdido, —Antonio, vente conmigo, Que ya luego lo hallarás. Tres dones Dios le mandó: Que lo perdido sea hallado, (625)

625-a MI SAN A N T O N I O DE PADUA

Mi San Antonio de Padua. Hijo amado del Señor, Por el camino que lleva Su santo libro perdió Y en eso que está buscando, Estas palabras oyó: —Antonio, Antonio, a tu libro Un Ángel te lo encontró.

Dictada por don Pedro Alcucero, en el barrio de V a r g a s , en 1938.

(625-a) Dictada por doña Marcelina Creta viuda de Herrera en la ciudad de L a Rio ja. Don Francisco Rodríguez Marín tiene esta oración bajo el número 1057 a s í : San Antonio de P a d u a , Que en P a d u a nasistes, E n P o r t u g a l te enastes, E n el púrpito donde Dios predicó predicastes, Estando predicando el sermón Te vino un ángel con la embajá Que a t u padre lo iban á 'justicia. P o r él fistes, E l brebiario perdistes,

L a Virgen te se presentó, Tres dones te dio. —Antonio, Antonio, Antonio, Vuélvete atrás, Q u ' el Brebiario t ú lo hallarás. Lo olvidao será recordao, Lo perd o hallao, Lo ausente presente. Santo mió, Que parezca lo perdió.

Nuestro pueblo tenía una devoción muy especial a San Antonio de P a d u a . L a gente que pasa de 50 años aun conserva en las provincias del Norte, el recuerdo de los versos que en alabanza se eantaba en la novena del santo pp,duano. La más antigua de estas canciones es acaso ésta, dictada por doña Eulogia Avayay en Sanagasta: Y PUES A Q U E L L O S F A V O R E S ¥ pues aquellos favores Dan, de quien sois testimonio Humilde y glorioso Antonio Rogad por los pecadores. Vuestra palabra divina Forzó a los peces del mar que saliesen a escuchar Vuestro sermón y doctrina Y que fué tan peregrina Que extirpó cien mil errores Humilde y glorioso Antonio Mogad por los pecadores Vos sois de la tempestad El amparo milagroso Del incendio riguroso Agua de la caridad Puerto de seguridad E n el m a r de sus rigores Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores.

Sanas, mudos y tullidos Paralíticos, leprosos A endemoniados furiosos Restituyes los sentidos Vuelves los bienes perdidos Curas todos los dolores TIuMilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores. Sanas de gota coral Ciegos, contrahechos, llagados Consuelas desconsolados Y curas de cualquier m a l Cuál médico celestial A quién hace Dios favores Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores. Y de tres días ahogados Resucitastes diez niños Y cual dos bellos armiños De sucesos desastrosos

350

J U A N

A L F O N S O

Y Antonio, humilde y postrado, A sus pies se arrodilló, Y el ángel de Dios al verlo Estos tres dones le dio : Que lo perdido sea hallado, Lo olvidado recordado Y lo alejado acercado. Santo diño, Santo diño, Otorga lo que te pido.

C A

B

M I

Z

O

626 OH, SERÁFICO FRANCISCO ¡Oh seráfico Francisco Santo querido de Dios, Da, por la Madre de Cristo, Un consuelo a mi dolor 1

A la que con tanto celo Y fervorosa oración El fruto de bendición Sirve p a r a su consuelo De lo que consiga el cielo Aún otras cosas mayores Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores.

Porque BUS padres amados Lloraban por t u s favores .Humilde y glorioso Antonio Rogad por los pecadores. De una que no creía Que la perdonase Dios Vos tomaste sobre vos La pena que merecía Al tomarla al mismo día Le hizo Dios mil de favores Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores.

Sois de J e s ú s t a n amado Que a solas con El j u g a b a s Haciendo porque lo amabas Su profeta regalado Su celador estimado Y luz de los confesores. Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores.

Vos libras a cualquier reo De grillos y de cadenas Y al alma que se enajena Del pecado sucio y feo Y pues sois divino Alfeo De Jesús flor de las flores Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores.

Y pues aquellos, favores De quién sois tan testimonio Humilde y glorioso Antonio Bogad por los pecadores.

Menos popular que el anterior es este otro dictado en l a ciudad de L a Rioja por doña Marquesa Lamadrid viuda de Oliva: S I BUSCAS MILAGROS, M I R A Si buscas milagros, mira Muerto y error desterrados Miseria, y demonios huidos Leprosos, enfermos sanos.

El infiel más obstinado Por ti vive arrepentido Dadme, Antonio, esclarecido Adversión contra el pecado.

El mar sosiega su ira Bedimes encarcelados Miembros y bienes perdidos Becobran mosos y ándanos.

Si tu heroica virtud Huye corrido el demonio Líbranos glorioso Antonio Da su fiera esclavitud.

Ruega a Cristo por nc so tros Antonio glorioso y santo P a r a que dignos así De t u s promesas seamos.

Si libras encarcelados De grillos y de cadenas De las infernales penas Líbranos, Antonio amado.

El peligro se retira Los pobres van remediados Cuéntenlo los socorridos y díganlo los paduanos.

Si eres poeta sagrado Concédele a mi memoria Recuerde el infierno y gloria P a r a que deje el pecado.

P u e s que das al muerto vida Del pecado y su falsía Haced que mí alma a la gloría Resucite arrepentida.

Pues goza de eterna suerte, Gloriosísimo paduano Dadme ausilio sobrehumano .En la hora de mi muerte.

(626) Este cantar, como el siguiente, me fué dictado por la señora Victoria Villafafie viuda de Luna en Víchígasta en 1938.

CAUCIONERO

POPULAR

BE

LA

RIO

JA

351

Flor de los ermitaños Vamos a la Gasa Santa Donde está el Cáliz bendito Y la hostia consagrada De mi Señor Jesucristo.

627 SAN FRANCISCO San Francisco Flor de las flores,

ORACIONES PREPARATORIAS D E LA CONFESIÓN 628 DULCE JESÚS DE

MI

VIDA

Dulce Jesús de mí vida, Dueño de mi corazón,

A vos confieso mis culpas, Que bien sabes cuantas son. Aquí estoy en penitencia: Échame tu absolución. En vida dame castigos, En mi muerte, salvación.

(627) Don Francisco Rodríguez Marín, en BUS Cantos oración bajo el número 1033, así: San Francisco, flor de flores, P a d r e de los predicadores, Ermitaño de la luz Toma esta bandera y cruz Anda ve a la Casa Santa Donde 'stá '1 cáliz bendito Y la hostia consagrada.

Populares

Españole»,

t r a e esta

Quien dijere esta oración Todo3 los viernes de] año, Sacará un alma de pena Y la suya de pecado. Quien la sabe y no la dice Quien la oye y no la aprende En el día del juicio Y e r á su alma lo que pierde.

(628) Dictado por la señorita Carmen Lujan, en la ciudad de L a Rioja en 1938. Rodríguez Marín tieDe esta oración bajo el número 1010 de sus Cantos Populares Españoles, a s i : Durce Jesús de mi vida, P a d r e de mi corazón, Oirme de penitencia, Y echarme 1'arsolución.

Perdonarme los pecados, Que vos sabéis los que son. Darme paz en esta vida Y en la otra sarvacíón.

F e r n á n Caballero trae nuestra oración en su Oirás Completas, tomo 13, p á g i n a 201, con l a siguiente noticia: Había una mujer muy buena y muy devota gue ienía vn hijo buenísimo, pero tan simple y falto de memoria, que nunca había podido aprender sino esta oración: Señor mío Jesncristd dueño de mi corazón, perdóname mis pecados, que vos sabéis los qne son. Todos a voa km confieso con dolor y contricción; oídme en penitencia, leed en mi corazón, y pues lo veis traspasado, echadme la absolución. Siendo ya casi hombre, su madre le llevó a confesar; pero examinado que fué por el confesor, éste le dijo a la pobre que no podía confesarlo por ignorante y simple. Madre e hijo se echaron a llorar amargamente, al ver al segundo excluido del Sanio Sacramento de la Eucaristía. Mientras el sacerdote se había revestido para decir misa vio sobre el altar un letrero que desapareció tan luego que lo hubo leído, y que decía: « Absuelve a ese penitente, cuyo confesor he sido yo cada noche ».

352

JUAN

A L F O N S O

629 DULCE JESÚS DE MI VIDA

Dulce Jesús de mi vida, Dueño de mi corazón, Aquí estoy a tu presencia Con profunda humillación, Esperando en tu clemencia Que me otorgues el perdón. Me pesa el haber pecado Sólo por ser -vos quien sois. Pésame haberte ofendido, Pésame de corazón, Que el dolor que ahora tengo Sirva de satisfacción. Deseo los sacramentos, Y a todos pido perdón. Dame paz en esta vida Y en Ja otra salvación. Líbrame del cruel infierno, Por tu muerte y tu pasión. 630 La santa justicia Llamándome está. El error y el miedo No me dan lugar. 631 SEÑOR MIÓ JESUCRISTO

C A S B I Z O

Tu cuerpo, Santo y humilde ; Ei mío, falso, engañoso, Está del pecado preso.

Perdona, Padre amoroso. Perdóname, Padre mío, En la confesión que te hice, Los pecados .declarados Y aquellos que no te dije. Dalos tú por confesados, Que bien sabes los que son. Por tu Santísima Cruz Me darás la absolución. Pequé, mí Señor, pequé, Pequé delante de t i ; Y así espero de vos, Padre, Misericordia de mí. 632 VENGO HINCADO DE RODILLAS

Vengo hincado de rodillas Delante del Sacramento, Como el sediento a la fuente, Como al médico el enfermo. Quisiera tener, Señor, Un Altar dentro 'mi pecho, Relicario dentro 'mi alma, Para aposentarte adentro.

Señor mío Jesucristo, Mi alma enferma se siente: Confesarse con vos quiere, Que ha pecado mortalmente.

Dulce ángel de mi guarda, Pídele a Nuestro Señor Que allá en la gloria se acuerde Y me tenga compasión.

Perdonaste al buen ladrón En la cruz crucificado ,Perdóname a mí también, Señor, que me he confesado.

Un alma triste, afligida, Pide que de ella se acuerde. No le digas que es la mía, Que una y mil veces te ofende.

Creo en Dios, Padre, Señor, Y en lo que la Iglesia dice. Perdóname los pecados En la confesión que te hice.

Aguarda, que está delante La Virgen que tanto puede, Como la madre de Dios, Para que de mí se acuerde.

(629) Dictada en Sanagasta por doña Eulogia Avayay en 1938. Es una oración de agonizantes. (631) Dictada por don Manuel Pilar Herrera en la ciudad de La Bioja en 1938. Eodríguez Marín trae una oración bajo el número 1008 que resume la nuestra así; Señor mío Jesucristo, Perdonármelos, Señor, Mi alma mala se siente, Como perdonasteis a María Madalena La tengo enferma y doliente Y al buen ladrón. Por los pecados que hice. (632) Dictado en el barrio de Vargas en 1938 por doña Silberia Toledo de Díaz, de 80 años.

CANCIONERO

POPULAS

632-a HINCADA ESTOY DE

RODILLAS

Dulce Dulce Pídele Como

DE

LA

EIOJA

353

ángel de mi guarda, compañero mío, a Nuestro Señor la gloria nos diera.

Hincada estoy de rodilla Delante del Sacramento, Como a la fuente el sediento, Como al médico el enfermo.

Ahora que estoy delante, Oh Virgen que tanto puedes, Oh Madre de Dios te pido Para que de mí te acuerdes.

Quisiera tener, Señor El altar dentro 'mi pecho, Relicario de mi alma, Para aposentarte adentro.

Jesús en esta hora, Jesús en mi reposo, Hasta la hora de mi muerte. f Amén.

ORACIONES DEL ALBA 633 Y A T O C A N LA

HORA

Ya tocan la hora. Los ángeles tocan, Jesucristo reza, La Virgen adora. Dichosa es el alma Que despierta a esta hora. 633-a YA CANTA EL GALLO

Ya canta el gallo, Dieron la hora.

La Virgen llora, El ángel la adora. Dichosa el alma j Que recuerda a esta hora.

633-b Ya los gallos cantan: A Dios adoran. Dichosas las almas Que al alba imploran.

(632-a) Dictada en la ciudad de L a Eioja por doña Segunda H e r r e r a de Díaz, de 90 años. H a b í a aprendido este cantar en Nonogasta en su niñez. Indudablemente, esta oración esta basada en l a clásica de Santo Tomás de Aquino, cuyo comienzo dice: ¡Oh Dios todopoderoso y eterno, llegóme al Sacramento de tu unigénito Hijo m i Señor Jesucristo, como enfermo al médico de la vida, .como sucio a la fuente de misericordia, como ciego a la lus de la claridad eterna, etc. Rodríguez Marín t r a e estas dos versiones en sus Cantos Populares Españoles, bajo los números 1016 y 1017: Hincada estoy de rodillas E n busca de ese cordero, Como el sediento a Ja iuente Como al médico el enfermo. ¡Ay, mi Dios, y quien tuviera Un relicario en el pecho Y un altar dentro del alma, P a r a que quedarais dentro Y borrar con vuestra sangre El delito que yo he hecho! (633) Esta oración, de L a Rioja en 1938 por F e r n á n Caballero, en noticia de que se reza Al

Aquí me vengo a humillar Delante del Sacramento, Como el sediento a la fuente, Oomo al médico el enfermo. [íAy, mi Dios, y quién tuviera Un altar dentro del pocho Y un relicario en mi alma, p a r a que quedarais dentro, P a r a poder recibir Este Santo Sacramento.

que se reza al alba, al despertar, me fué dictada en la ciudad doña Dolores Carrizo:, Obras Completas, tomo 13, página 194, trae nuestra copla con la pasar el ciático, a s í ;

Jesucristo va a salir yo por Dios quiero morir, porque Dios murió por mí.

Los ángeles cantan, la Virgen lo adora, bendito el Señor que sale a estas horas. 23-11

354

J U A N

A L F O N S O

C A

B M I

Z

O

ORACIONES DE LA NOCHE 634 AHORA ME

ACUESTO

Ahora me acuesto Con el ánima en el cuerpo, Y os encomiendo, Señor: Si me durmiera, veíame, Si me muriera, alúmbrame. Con las once mil candelas De la S a n t a Trinidad, 635 AHORA NOS ACOSTAMOS

Ahora nos acostamos Y a Dios nos encomendamos, Porque no hay otro mejor, Ni lo hubo ni lo habrá, Ni nació ni nacerá.

A vos, Santa Magdalena, Te pongo mi querella y confesión, Mis pecados muchos son, No los puedo confesar, Ni los pies de Dios besar. Besaré esta santa tierra, Por que mi alma no se pierda. Besaré esta Santa Cruz, P o r que mi alma tenga luz. Cruz, cruz, cruz, cruz, Tú me salves Tú me libres, Tú me guíes Cosa mala, No me llegue Ni ahora, Ni en la hora De mi muerte

f Amén.

Seguramente años atrás nuestro pueblo rezaría también esta oración al paso del viátieo como en España. Don Giovani Giannini, en Canti Popolari Toscani t r a e nuestra oración en la pág. 52, a s í : Suona 1' nn' ora Beata quell' anima San Pietro la suona Che apira a quest' ora! Gli angioli la cantano, Spirasse anche la mía L a Madonna 1' adora Andereble con Gesú e con María. {Siena). (634) Dictada en Anillaco por doña Manuela Romero en 1938. Don Constantino Cabal, en su Individuo, trae en la página 5 una oración que dice: Santa Mónica bendita, me echan en la sepultura: madre de San Agustín, cual me tapo con la ropa, allá os entrego mi alma, me t a p a r á n con la t i e r r a : que yo me voy a dormir. se irán y me dejarán. Si me duermo, despertadme: No me desampares, si me muero, perdonadme: Virgen de la Verdá. . . ! cuando me acuesto en la cama

parecida

(635) Dictada en la ciudad de L a Rioja en 1938 por doña María Cleta de la Cruz. Don Constantino Cabal, en su Individuo, página 52, tiene esta oración a s í : — S a n t a María Magdalena, yo vos cuento mi querella, mi querella en confesión: mis pecados muchos son. No los puedo confesar, ni con clérigo de misa, ni con fraile cardenal. Besaré la santa tierra, porque mi alma no se p i e r d a : besaré la santa cruz porque mi alma vea luz.

Jesucristo está en 1' altar, todo cubierto de llagas, y hasta sus brazos igual. Va p a allá la Magdalena Con un paño de cristal. —Quita, Magdalena, quita, no me vengas a limpiar, que estas son las siete llagas que tenemos que pasar por los vivos y los muertos por toda la cristiandad.

A la última parte de esta oración Rodríguez Marín la t r a e bajo el número 1037, a s í : Cruz Santa, Cruz bendita, Tú me salvas, Tú me guías. P o r el Señor

Que murió en ti, Que cosa mala Ñ o llegue a mí, N i a mi cama, N i a los que están en mi compañía. L a s personas que rezan nuestra oración hacen u n a cruz con la mano hacia los cuatro puntos cardinales.

CJNCIONEBO

POPDLAB

635-a A VOS, S A N T A

CATALINA

A vos, Santa Catalina, Te contaré mi querella, Querella de confesión: Mis pecados muchos son, No los puedo confesar, Ni los pies de Dios besar. Besaré la santa cruz. Cruz, cruz, cosa mala Nunca se llegue a mi cama Con toda mi campaña, 636 ÁNGEL MIÓ DE LA GUARDA Ángel mío de la Guarda, ¿A quién guardas y defiendes? Aquí una ánima afligida Pide que de ella se acuerde. (635-a) (636)

DE

LA

MIOJA

355

No le dirás que la mía, Porque mil veces la ofende. 637 Ángel de la Guardia Dulce compañía, No me desampares, De noche y de día. 638 Á N G E L MIÓ D E LA G U A R D A

Ángel mío de la Guarda, Mensajero del Señor, Para mí fuiste creado Mi amparo y mi guardador. Yo te ruego, ángel bendito, Por la sagrada pasión, Que si me muero esta noehe Me sirva de confesión.

Dictada por doña Ramona Carrizo en "Vinehina (Dto. Chileeito). Dictada por doña Florencia Sánchez en Viehigasta.

(637) E s t a es la oración m á s conocida p a r a la hora de recogerse a descansar. E s de uso en todas las provincias del antiguo Tucumán. Don Eugenio de OlavaTría y H u a r t e , en su estudio El Folk-Lore de Madrid, publicado en la Biblioteca de las Trocí. Populares Españolas, p á g i n a 75, tomo II, tiene nuestra oración intercalada en otra a s í : Cuatro esquinítas tiene mi cama, cuatro angelitos guardan mi alma. Ángel de mi guarda, dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día. Sed mi protector,

Sed mi buena guía, sed mi defensor a todas las horas del día, No me dejéis sola, que me perdería. Jesús, José y María, vuestro esclaro soy, con vuestro permiso a dormir me voy.

Rodríguez Marín la trae a s í : Ángel de la Guarda, Dame compañía; No me dejes solo, Que me perdería. Y t e rezaré un padrenuestro Y un avemaria. (N.° 991)

Ángel de la Guarda, Dulce compañía De noche ni día Si me desamparas ¿Qué será de m í ! Ángel de mi Guarda, Pide a Dios por mí.

María Cadilla de Martínez, en La Poesía nuestra oración a s í : Ángel de mi Guarda, Dulce compañía, no me desampares de noche ni de día.

Popular

en Puerto

(N.° 992) Rico,

página 331, t r a e

(638) Dictada por la señorita Carmen L u j a n en la ciudad de L a Eioja en 1938. Rodríguez Marín la t r a e a s í : Santo Ángel de mi Guarda, Semejanza del Señor, P a r a mi fuiste criado P a r a mí amparo y favor.

Defiéndeme, ángel bendito, Con t u gracia y t u saber De los lazos del maldito, De noche y de día P a r a siempre. Ave María.

(N.o 993)

J U A N

356

A L F O N S O

639 A Q U Í ME A C U E S T O A DORMIR

Aquí me acuesto a dormir, Muy cierto que lie de morir. Si el Señor a mí me busca, E l no tiene a qué venir, Porque si es deuda que debo, La debo y la he de cumplir.

C A R R I Z O

La Virgen María Y el ángel santo. Anda, vete, enemigo, Yo no contigo: Yo con El, Dios delante, Yo t r a s de El. f Amén Jesús, María y José. 640-a

640 C O N DIOS M E

C O N DIOS ME ACUESTO

Con Dios me acuesto, Con Dios me levanto,

ACUESTO

Con Dios me acuesto, Con Dios me levanto, La Virgen Santa me cubra Con su velo y con su manto.

(639) Dictada por la señora Sofía Zarate Pérez de Díaz en la ciudad de La Rioja en 1938. Rodríguez Marín trae esta oración bajo el número 1048, así: os la tengo de cumplir. Aquí m ' acuesto a morir, Y a m ' echo en la sepultura, Q u ' es mas cierto que vivir; Con la tierra me cobijo; Cuando quiérais, Dios mío, Dios me deje amanecer No tenéis mas que venir, P a r a su santo servicio. Que una promesa que os debo (640) Me la dictó el niñito Alejandro Luna en Vichigasta; la había aprendido a la anciana de 80 años doña Camila Fuensalida, que falleció en 1938. (640-a) Dictada por doña Manuela Romero en Anillaco en 1938. Don Eugenio de Olavarría y Huarte, en su estudio El Follc-Lore de Madrid, publicado en el tomo segundo de la Biblioteca de Tradiciones Populares Españolas t r a e en la p á g i n a 76 nuestra oración a s í : Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen M a r í a y el Espíritu Santo. Si me muero perdonadme si me duermo despertadme. E n la misma forma la t r a e don Valerio Serra Boldú, en BU estudio Folklore Infantil, publicado en Folklore y Costumbres de España, tomo I I , página 547. La segunda parte de nuestra oración parece ser antiquísima, pues y a el maestro Gonzalo Correas, en su Vocabulario, de principios del siglo X V I I , la trae a s í : Dios conmigo, yo con El. El delante, yo t r a s El. O bien: Dios delante, yo t r a s El, El conmigo, yo eon El. Don Constantino Cabal, en El Individuo, página 51, la trae con esta noticia: L a oración m á s vulgar es la siguiente: —Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, la Virgen María y el Espíritu Santo. Cuatro esquinas tiene mi cama, cuatro Vírgenes

me la acompañan. Yo me echo en mi c a m a ; mi cama es una sepultura; a la hora de mi muerte ayudadme, Virgen p u r a .

CANCIONEBQ

POPULAS

Dios delante, Yo tras El. Alabo su gran poder,

DE

LA

K I OJ A

357

Que he podido anochecer. Por tu caridad y amor, Permitime amanecer.

L a señora María Cadilla de Martínez, en su libro La Poesia página 326, t r a e nuestra oración a s í :

Popular

en Puerto

Meo,

Con Dioa me acuesto, con Dios me levanto, Con la Virgen María Y el Espíritu Santo. Y también: Con Dios me acuesto, Con Dios me levanto; L a Virgen del Carmen Nos cubra con su manto. Y en la página 332 trae la continuación así: Dios conmigo, yo con E l ; Dioa delante; yo t r a s El. Gracias te doy, Gran Señor, y alabo t u Santísimo P o d e r ; con el alma dentro el cuerpo me dejaste amanecer. Así te ruego y suplico me dejes anochecer alabando tres personas, Jesús, M a r í a y José. Don Eamón A. Laval, en su Folklore

de Caráhue, página 25, t r a e nuestra oración a s í :

Con Dios me acuesto, con Dios me levanto; la Virgen del Carmen me t a p e con su manto, p a que no tenga frío ni miedo, ni espanto. Los cuatro primeros versos de esta oración, que constituyen la oración dicha, se repiten en la que se registra bajo el número 658.

propiamente

L a segunda p a r t e de la versión 640-a, eptá contenida en esta oración que Rodríguez .Marín trae en sus Cantos Populares Españoles, ü." 1024, a s í : Graeias te doy, gran Señor, Y alabo tu gran poder, Que me has dejado anochecer. También te pido, Señor Que me dejes amanecer, Alabando el dulce nombre De Jesús, María y José. También la t r a e bajo el número 973, así: Graeias t e doy, g r a n Señor, Y alabo tu gran poder; Que por tu misericordia Me has dejado amanecer.

358

J U A N

A L F O N S O

C A

Jí H I

Z

O

641

642

CUATRO ESQUINITAS TIENE

DULCE ÁNGEL DE MI GUARDA

Cuatro esquinitas tiene mi cama Y cuatro ángeles me acompañan: Lucas y Marcos, J u a n y Matías Jesucristo está en el medio. San Silvestre, monte mayor, Líbrame de brujerías, Líbrame de hechicerías, De hombre de mala intención.

Dulce Ángel de mi Guarda, Dulce compañero mío, Pídele a Nuestro Señor Como la gloria nos diera. Ahora que estoy delante, Oh Madre de Dios, te pido P a r a que de mí te acuerdes. Jesús en esta hora, Jesús en mi reposo, Hasta la hora de mi muerte.

(641) Dictado por la señorita Josefina Carmona en l a ciudad de L a Ttioja en 1938. Damase Arbaud, en Chants populaires de la Provenee, trae esta oración parecida en tomo I , página 11, a s í : P R I E R O DOOTJ S O I E Au liech de Diou Me couehe iou, , Sept angis n ' en trove iou San J e a n , San Luc, B.in Mare, San Mathiou, Tres es peds Les quatre Evangelistas de Diou. Quatre au capet, L a Boueno Mero es au mitán Giovani Oiannini, en Canti Popolari Toscani, trae nuestra oración en la pág. 50, N.° 4, a s í : Questo letto To ci aspetto Due da capo La Madonna

na quattro eanti. quattro s a n t i : e due da pié. é qui da me.

Rodríguez Marín., en Cantos Populares Españoles, registra esta oración bajo el número 1929, a s í : | Cnatro esquinitas Tiene mi cama; Cuatro angelitos Que me la guardan. Dos a los pies, Dos a la cabecera ' L a Virgen María, Q u ' es mí compañera. O bien: Cuatro píes tiene mi cama, Cuatro ángeles 1' acompañan : J u a n , Pedro, Lúeas, Mateo Y nuestro Señor Jesucristo en medio. (N.° 1030) Don Valerio Serra Boldú, en su estudio Folklore Infantil, publicado en el segundo tomo de Folklore y Costumbres de España, trae en la página 547, esta versión: Cuatro esquinitas sed mi buena guía, tiene mi eama sed mi defensor cuatro engelitos a todas las ñoras del d í a : Guardan mi alma. no me dejéis sola Ángel de mi Guarda, que me perdería dulce compañía, Jesús, José y María, no me desampares vuestro esclavo soy; ni de noche ni de día. con vuestro permiso Sed mi protector a dormir me voy. Don Eugenio de Olavarría y Huarte, en su estudio El Folklore de Madrid, publicado en el tomo I I de la Biblioteca de las Tradiciones Populares Españolas, página 75, trae esta misma oración sin variante respecto a la de Serra Boldú. También sin variante registra don José Pérez Ballesteros, esta oración hallada por él en la Coruña y publicada en la Biblioteca de las Tradiciones Populares Españolas, tomo 4.°, página 117. L a primera estrofa se repite en la oración número 658 y l a segunda en l a número 657. (642) Dictada por doña Segunda H e r r e r a de Díaz, de 90 años, en ]a ciudad de L a Kioja en 1938.

CANCIÓN

EBO

POPULAS

642-a SANTO ÁNGEL DE MI GUARDA

Santo Ángel de mi Guarda, Para mí fuístes criado, Para amparo y guarda mía Por mandato del Señor. Bendita la luz del día Y el Señor que nos la envía Y nos da tal compañía Como la Virgen María De la casa de Belén Hasta allá a Jerusalén.

DE

LA

BIOJA

359

Soy el Niño Dios, El Niño Jesús, Que duerme en la cama, Encima la cruz. Cruz, cruz, cruz, Cruz, cruz, cruz, Tú me guardas, tú me libres, Cosa mala no me encuentre Ni de noche ni de día Ni en la hora de mi muerte. 643-a ESCALERAS DEL CIELO

643 ESCALERAS DEL CIELO

Escaleras del cielo, Arco de la Trinidad, Cuando la hostia se levanta Cáliz queda en el Altar. Si quieren saber, señores, Quién soy yo:

Escaleras del cielo, Arcas de la Trinidad, Cuando la hostia se levanta, Cáliz queda en el altar. Todas las gentes cristianas Se levantan a adorar. Quien rezare esta oración Todos los viernes del año Sacará una alma de pena. Y la suya del pecado.

(642-a) Dictada en Los Robles (Dep. Pelagio B. Luna), por el niño de la escuela N.° 62, Nieoláa Reinoso. El niño la aprendió a su madre, natural del lugar, y ésta, a su vez, a la suya. Rodríguez Marín, en Cantos Populares Españoles, trae cuatro versiones de esta oración, bajo los números 968, 969, 970 y 971, así: Bendita sea la luz del día Y el Señor de los cieíos que la envía. Bendito su gran poder, Que nos trajo el amanecer. (N.° 968) Bendita sea la luz del día Y el Señor que me la envía Desde el portal de Belén. Bendito, amén. (N.° 969) Bendita sea la luz del día Y el Señor que nos la envía. Tenga usté muy buenos días.

(N.* 970)

Bendito sea el día Y quién lo envía Y la Virgen María. Viuda te hallaste Al pie de la Cruz En gran soledad. Ampara, Señora, Mi necesidad. (N.° 971) (643) (643-a)

Dictada por doña Marquesa Lamadr^d viuda de Oliva en la localidad de La Rioja. Dictada por doña Manuela C. de Rodríguez en Anillaco en 1938,

360

J U A N

A L F O N S O

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C A

B B

I

Z

O

Que el hijo de Dios

F.ERO, P.BRO VEN.S, COMO LEÓN Fiero, fiero venís, como león, Manso, manso llega a mi corazón, Como Cristo llegó a su pasión. Jesucristo me acompañe, La rosa en que nació Y la cruz en que murió. Jesucristo me libre Del enemigo malo, P a r a que nadie tenga Venganza conmigo. Creo en Dios No en bultos negros como vos. Anda, fiero animal, Seguí tu camino,

l ^ T ^ T e n U Perjuramente,

f

Amén. 645

p u i

pQR

UN

CAM1NITO

F u i por u n c a m b u t o : Encontré a Jesucristo. Jesucristo es mi padre, Santa María es mi madre, San Vicente es mi p a r i e n t e : Me puso u n a cruz en la frente P a r a que el malo no me encuentre Ni de día ni de noche Ñi a la hora de mi muerte, f Amén.

(644) Dietada en Chima, barrio situado al sur de Vichigasta, por la señora Rosa de Luna en 1939. Como se ve, no solamente no Be entiende el sentido sino que también los últimos versos son ininteligibles. Es una oración p a r a conjurar un espanto. Conviene advertir que los vecinos de Vichigasta están constituidos en una comunidad desde tiempo inveterado. Las gentes de los pueblos vecinos: Chileclto, Nonogasta y Sañogasta, les llaman los indios de Vichigasta a loa pobladores de la villa de este nombre y de Chima situada media legua al sur, sobre el mismo camino real. H a s t a no hace muchos años todos los vecinos vivían de la cosecha de algarroba que hacían en los algarrobales de la comunidad situados a algunas leguas al naciente de la población. En los meses de la cosecha dejaban el pueblo desierto y se trasladaban a los bosques hombres y mujeres, chicos y jóvenes, animales de servicio y todo lo que podían acarrear. Sentaban sus reales en la p a r t e del bosque que por detrecho les pertenecía a cada familia y allí se instalaban. Cada familia tenía su rancho para vivienda y su ramada p a r a secar la algarroba, cuando no el mortero y la cimbra p a r a moler la fruta que les d a r á el sust e n t o : el p a t a y y la bebida, la aloja. E n las noches oscuras aquellas gentes sencillas sentirían al diablo y quizás lo verían, porque la noche es la madre de las leyendas, en Vichigasta como en todo el mundo. Ya lo dice el refrán español: Entre las doce y la una Anda la mala fortuna. Precisamente en Vichigasta he recogido este otro conjuro al malo: ¡Ave María Purísima! —Sin pecado concebida ¡Viva la Virgen muera el demonio

p a t a de gallo mano de fierro, Ahí viene el cola rosca E l cola r o s e a . . .

E n los algarrobales del Pantano, al norte de Aimogasta, y en los del Salado, cuando no en los de Andaluca, al norte de Alpasinche, la gente que, como en Vichigasta, vive de la cosecha de algarroba, canta este conjuro a s í : Mano i fierro p a t a i gallo cola rosca cola rosca cola rosca Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento. (645) Me fué dictada por doña Manuela Creta de la Cruz R. A. viuda de Herrera, en la ciudad de La Rioja, en 1938; la había aprendido en Tama, a su madre. Giovanni Giannini, en Canti Popolari Toscani, t r a e nuestra oración a s í : l o vado & letto Con una eroee in petto, Un angiolino bianco; C' é lo Spirito Santo, Un' anima maggiore,

Gesú Cristo salvatore. Gesú Cristo é lo mió padre, La madonna é la mia madre, San Gíuseppe é mió párente. Dormo ben sicuramente. (pág. SO - N.° 3)

CANCIONERO

POPULAR

DE

LA

646 GRACIAS A DIOS

Gracias a Dios, Ha llegado la hora. E l ángel la toea, La Virgen la reza, El Señor la a d o r a ; Dichosa es el alma Que recuerda esta hora. Bendito es el cáliz, Bendito el altar, Bendita mi cama, Me voy a acostar. Cuatro ángeles acompañen: Lucas y Marcos, J u a n y Mateo, Cristo en el medio. j Ave María, cruz, cruz!, Que no se me arrime Cosa mala a mi cama, Ni gente de mala intención Ni brujas ni hechiceras.

647 JESÚS AMARRADO

Jesús amarrado, Jesús coronado, P o r mis muchas culpas Y mis mil pecados. Bendices el cáliz E n el Altar, Bendice mi cama, Me voy a acostar.

648 Jesús sea mi luz, María sea mi guía, José mi compañía.

BÍOJA

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649 Me persigno con la cruz Y me abrazo con los clavos. E n la cabecera tongo Al Señor crucificado. 650 MAMITA, VIRGEN

Mamita Virgen, Tu hijito soy. Con t u licencia, A dormir voy. Y si me duermo, Despiértame ; Y si me muero, Perdóname. 651 Mi señor San P e d r o , Que adoraste el cáliz, También el altar, Cuidame la c a m a : Me quiero acostar. 652 MI SERÁFICO FRANCISCO

Mi seráfico Francisco, Hijo querido de Dios, P a r a la Madre de Cristo Una limosna por Dios. Así p a r a el alma como p a r a el [cuerpo], La cama tiene cuatro cantos, La guardia tiene cuatro ángeles: Lucas y Marcos, J u a n y Mateo, Cristo en el medio. Cuando me acuesto, Cuando me levanto, L a Virgen Santa Me cubra con su manto.

(646) Dictada por la señora Rosa Caliva de Avila en San Antonio (Dto de Arauco). (647) Dietada por la señorita Vicenta Millieay. (650) Fernán Caballero en Obras Completas, tomo 13, pág. 192, trae nuestra oración con la siguiente noticia así: Al irse a jugar ante una imagen de-la Señora: Madre mja querida Con vuestra mano bendita vuestra esclava soy, Madre de mi corazón, con vuestra licencia aunque soy pecadorcita a jugar me voy. echadme la bendición. (652) Dictado por la señora Victoria Villafañe viuda áe Luna en Yichigasta.

362

J U A N

A L F O N S O

C A

653 OH, SAN

B

B

I

Z

O

654 JOSÉ

Oh, San José, Guardián del Redentor, P a t r i a r c a que en el cielo Eres digno de ser Mi dulce protector, Mi p a d r e y mi modelo, Joaquín y Ana os dieron A su hija por esposa: La más santa y hermosa Del mundo terrenal. ¡ Oh, cuan dichosos fueron Tener u n yerno t a l ! José en el mundo fuiste La más p u r a criatura. P o r eso en vuestra mano Floreció la seca vara. P o r que nadie d u d a r a Hizo el cielo esta señal. Oh, San José, Guardián del Redentor, Guárdame de noche y de d í a ; Y en la hora de mi muerte, Sed mi guía.

OH, SANTO CRISTO DEL

VALLE

Oh, Santo Cristo del Valle! j Oh Santo Cristo de Roma! Libra mi puerta y persona La fuerza de Dios me valga, Y la santa cruz me libre A mi ánima de pecado Y a mi cuerpo de peligro.

655 Santa Mónica bendita, Madre de San Agustín, Te entrego mi alma y mi cuerpo Porque me voy a dormir.

655-a Santa Mónica bendita, Madre de San Agustín, Acompáñame a mi cama, Que ya me voy a dormir.

(653) Dictada por doña Marquesa L. viuda de Ojiva. Damase Arbaud, en Ghants Populaires de la Provence, página 13, trae esta oracioncita a San José parecida a la n u e s t r a : San J a u s e , nourricier de Diou, De mouert súbito gardetz me ion E t de 1' Infer et de ses flammos.

(8 - I - pág. 13)

(654)

Dictada en Soleas por la señorita J u s t a Heredia en 1940.

(655)

Rodríguez Marín, en Cantos Populares

Españoles,

la t r a e bajo el N.° 1045, a s í :

S a n t a Mónica viuda, Madre de San Agustín, Tener cuenta con mi alma, Porque me voy a dormir. Don Valerio Serra Boldú, en su estudio Folklore Infantil, publicado en el tomo segundo de Folklore y Costumbres de España, página 548, t r a e esta oración así: Gloriosa Santa Mónica, Mare de San Agustí, la meva ánima encomano a r a que vaig a dormir. Don Constantino Cabal, en su libro El Individuo, — S a n t a Mónica bendita, madre de San Agustín, allá os entrego mi a l m a ; que yo me voy a dormir. Si me duermo despertadme: si me muero, perdonadme; cuando me acuesto en la cama

página 51, trae nuestra oración a s í : me echan en la sepultura: cual me tapo con la ropa, me t a p a r á n con la t i e r r a : se irán y me dejarán. N o me desampares, Virgen de la V e r d á . . . I

CANCIONERO

POPULAS

656 SEÑOR MIÓ, JESUCRISTO ' Sefior mío Jesucristo, Arrodillado a t u s pies, Te pido la bendición: P o r si m a ñ a n a me muera, Me sirva de absolución.

DE

LA

RIOJA

363

657-a PADRE MIÓ, SAN SILVESTRE _, , „ „., , Sllvestre £ad™ T ° M > De Monte Mayor, ^ i b r a mi alma y nn cuerpo De brujas y hechiceras, De hombres de mala intención.

s-cv SAN SILVESTRE, DE MONTE MAYOR San Silvestre, de Monte Mayor, 657-b Defiende mi cama, Mi casa en d e r r e d o r SEÑOR SAN VICENTE De animales ponzoñosos, De brujas y de hechiceras, Señor San Vicente, De hombre de mala intención. Del Monte Mayor,

(656) Dictada por la señorita Doraliza Alvarez en Vinchina. Don Constantino Cabal, en su Individuo, la trae así: —Señor mío Jesucristo, que bien sabes cuántos son: dueño de mi corazón, dame paz en este mundo dame la penitencia, y en '1 otro la salvación. y échame la absolución. Y si me muero esta noche Perdóname mia pecados, me sirva de salvación. (85 - 50) (657) Dictada por la señora María Matos de Martínez en la ciudad de La Rioja en 1938. (657-a) Dictada por la señora Rosa Caliva de Avila en San Antonio (Dto. Arauco). (657-b) Dictada por la señora Sofía Zarate P. de Díaz en la ciudad de La Rioja. Don Ramón A. Laval trae una interesante nota sobre la intervención de San Silvestre en los conjuros contra la brujería e incluye también algunas versiones de nuestra oración. Dice la nota: San Cipriano y San Silvestre son los santos más invocados, contra los brujos y por los brujos mismos. San Cipriano, sirio de nacimiento, fué famoso mago nigromante; convertido al catolicismo, alcanzó la dignidad de obispo de Antioquía, diócesis que gobernaba cuando le sobrevino la muerte. De San Silvestre, que asimismo debe de haber ejercido las artes mágicas, sólo sé que también se le invocaba antiguamente en España por los brujos. Así se colige del conjuro que sigue, encontrado por Rodrigues Marín en un expediente de la Inquisición de Tolelo, de 1645, que cita MenénQez y Pelayo en el tomo III de los ORÍGENES BE LA NOVELA, Madrid, 1910, página CCXLVIII. Con dos te miro, con una te hablo, con las pares de tu madre la hoca te tapo. Señor San Silvestre, encántalo. Sólo por excepción los conjuros se dirigen a Dios, a Jesucristo, a la Virgen o a otro Santo que los nombrados, y en más de una ves, en este último caso, se ve claramente que a los nombres de San Cipriano o San Silvestre se ha sustituido el de otro, tal ves el del santo del nombre o de la devoción del primero que hiso el cambio: Señor San Vicente de fieles mayor, Víbrame de brujos de mala intención. Este otro conjuro es una excepción: Adelante va la Virgen y de atrás Nuestro Señor; en un lado va San Pablo y en el otro San Ramón y al loo 'e la cordillera 'ta la cruz de Salomón.

364

J U A N

A L F O N S O

Cuídame la cama Y a su alrededor. Líbrame de brujas

C A

B B

I

Z

O

Y del malhechor, Del hombre hechicero Y de mala intención.

He aquí algunos no publicados hasta ahora, dirigidos a San Cipriano o San Silvestre: Padre mío San Cipriano, dueño del Monte Mayor, líbrame de brujos y de todo rigor, de hombres y mujeres de mala intención. (Recogido en Tomé) Adelante va San Cipriano, con el sombrero en la mano.

(Eeeogido en Santiago)

Padre mía San Silvestre del Monte Mayor, líbrame mi cuarto y todo el rededor de brujo hechicero y de hombre traidor. (Recogido en Santiago - 155 • 31) Don Antonio Roco del Campo trae también noticias interesantes sobre la brujería, y la oración que a manera de conjuro invoca a San Silvestre. E l lugar donde loa brujos celebran sus sesiones solemnes Se llama Cueva de Salamanca, en alusión a la célebre Universidad de España, que fué considerada en todos los tiempos como centro universal de la cultura. En Chile existen varias « Salamancas », pero predomina la creencia de que la famosa Cueva es una sola y que abarca subterráneamente todo el territorio nacional, lo que probaría que cada Salamanca no es sino un túnel misterioso con puertas de acceso hacia el gran recinto de la hechicería. E n aquellas grutas y cavernas encuentran su morada las almas de los brujos muertos, en espera del día bíblico del Juicio F i n a l y allí ciertos días pueden reunirse con los brujos vivos que necesariamente deben concurrir enbadurnados de untos y en conjuntos celebran banquetes y orgías, que iniciadas en las primeras horas de 14 noche se prolongan hasta la madrugada. ' L a forma que para no ser descubiertos en sus correrías nocturnas adoptan los brujos —según la mitología— es la del chonchón, pájaro de color ceniciento obscuro con cabeza humana y orejas tan extremadamente largas que les sirven de alas. Cuando vuela sobre los campos y los rancheríos, anuncia su proterva presencia con un graznido característico que el pueblo transcribe onomatopéyicamente en un Tué-tué-tué-tué-tué..., que amedreuta a niños y ancianos. | C ó m o ahuyentarlo? Varios son los expedientes que los crédulos emplean; arrojar puñado de sal al fuego o decir jaculatorias o conminaciones como é s t a :

un

¡Adelante va Jesús, sigúelo vos detrás! O los versos si(r U i e n t e a

a

manera ¿e conjuro:

Señor San Silvestre del Monte Mayor, cuídame mi casa y su alrededor, del brujo enemigo y del hombre traidor.

{2Sñ - 37)

Respecto al pájaro dicho Chonchón y a su g r i t o : fué, tve, tve, véase l a canción N.° 488 y esta noticia de don Tomás Guevara: El CHONCHÓN, que tiene la figura de una cabeza humana, cuyas orejas le sirven de alas para volar en la oscuridad a manera de ave nocturna. Eevolotea alrededor de la habitación de los enfermos, lucha con el espíritu de éstos, i si los vence chupa la sangre del paciente. Los indios se libran de su presencia, cuando sienten en la noche el grito de ciertas aves acuáticas, echando ají al fuego. (131 - I - pág. 231).

CANCIONERO

POPULAS

658 SEÑOR SAN PEDRO

Señor San Pedro, Dormirme quiero. Si me durmiera, Tú velarás Con las candelas De la Trinidad. Cuatro esquinitas Tiene mi cama, Y cuatro ángeles me acompañan Lucas y Marcos, J u a n y Mateo. Con Dios me acuesto, Con Dios me levanto,

DE

LA

Ü IO J A

365

Y la Virgen p u r a Me cubra con su manto.

658-a SEÑOR SAN PEDRO

Señor San Pedro, Dormirme quiero. Si me durmiera, Tú me cuidaras; Si me muriera Tú me velaras Con las once mil candelas De la Santa Trinidad.

DEVOCIÓN DEL ROSARIO 659 Con mucho amor cada día Y con tierno corazón, Becemos con devoción El Rosario de María.

660 YO TENGO UN ESCAPULARIO

Yo tengo un escapulario De la Virgen del Rosario. Cada vez que me lo quito, Me acuerdo de Jsucristo.

Jesucristo es mi padre, Santa María mi m a d r e ; Los ángeles, mis hermanos, Me a g a r r a r o n de la mano, Me llevaron a Belén, Y de Belén al Calvario, Donde encontré a Nuestra Madre Que iba rezando el rosario, Y me d i j o : —A mi hijo amado No lo ha visto si ha pasado. —Sí, Señora, sí lo he visto, Antes que el gallo ha cantado, Con una cruz en los hombros Y u n a cadena a r r a s t r a n d o . A lo mucho que camine Ya lo h a b r á n crucificado.

(658) Dictada por la señora Elsa Orona Asís en la ciudad de La Rioja en 1938. (658-a) Dictada por la señorita Dolores 'Cañizo, también en la ciudad de La Rioja, en 1938. (659) Don Valerio Serra Boldú, en au iestudio Costumbres Religiosas, publicado en Folklore y Costumbres de España, trae en la página 578, nuestra copla así: Con dulce amor cada; día y con tierna devoción recemos con devoción el Rosario de María. ; (660) Dictada por la señora Paula Molina de Luna en Vichigasta en 1939. Don Alberto Sevilla, en su Cancionero. Murciano, trae nuestra oración bajo el número 81 así: Yo tengo un escapulario los ángeles mis hermanos de la Virgen del Rosario; me agarraron de la mano, cada vez que me lo pongo me llevaron a Belén, me acuerdo de San Antonio; desde Belén al Calvario cada vez que me lo quito y del Calvario a la fuente, me acuerdo de Jesucristo; donde el diablo no me encuentre Jesucristo era mi padre; ni de día ni de noche, Santa María mi madre; ni a la hora de mi muerte.

366

J U A N

A L F O N S O

Le tiraron la lanzada En el divino costado, La sangre que derramó Cayó en el cáliz sagrado.

C A

B

E

I

Z

O

Yo seguro tengo el cielo. No tengo nada que darte, Señora, que todo es vuestro. Mi alma, que tengo prestada, Desde ahora te la ofrezco, Que me la llevéis, Señora, A vuestro divino reino.

Quien rezare esta oración Tres veces al acostarse, La puerta el cielo verá, La del infierno jamás.

662 661

BUENAS NOCHES TENGAS, MADRE

A T I SE E L E V E M I

RUEGO

A ti se eleve mi ruego, A vos, Virgen del Rosario. Este rosario os ofrezco Con grande encarecimiento. Si vos lo ragáis, Señora, (661)

Buenas noches tengas, Madre, Hija del Eterno Padre, Y mucho me regocijo Que tengas a Dios por hijo. Cubrinos con vuestro manto, Esposa del Espíritu Santo.

Dictada por doña Fernanda Segura en Catamarca en 1938.

(662) Dictada por la señorita Dolores Carrizo en la ciudad de L a Rioja en 1938. Rodríguez Marín, en Cantos Populares Españoles, trao nuestra oración bajo oder cumplir de otra. mancra\lo prometido, dejándolo al niño en la cabalgadura. Como a las seis leguas díjole el niño que tenía hambre y en Consecuencia se detuvieron un momento a descansar, bajaron las alforjas del avío y desenfrenando la mnla, pusiéronle una lonja o cabestro pora que cómodamrnt. pudiera pastar.

F.n esto, cantinela í(ji interesada, el animal si ispauto. yo no sé de quv y --ale disparando. ) a c á . . . Nuestra señoray { Chay s u m a ( q ) mi Hahuasumari (y) ; Achalaymi, santoc Aehalaymi, Virg-eAy, chiquitita nía Yay alli santisir n a Chayor Mayor p a ^

(*) Efeetivament p »ina 429.

95

100

105

:

110

aymi kanki, :haymi kanki. quitay, señoray, *acramentoy señoTay, y Jesucristo [yayorqan,

lio

Achalaymi, santoc aymi kanki, Achalaymi Virgen íaymi kanki, Mamay Virgen C< l a c a . . .

(1) H a y un erroi i del Calvario. ( 2 ) Kaynay es di onimia lo que daría N i última por su relaciói (3) Chimiri tiene i o Argentina? ( * ) . (4) Hayway sign; íe hay que dar una ] (5) No podemos

90

ipaeabaiiH, gro(y)kita

120

B

E

1 Z

O

Y si nos va a silenciar Que el pie de Jesucristo, Que su pie se halla clavado Niño Jesús de la banda do soy, Flor de rosa de la banda do soy, Virgen de Copaeabana, madre mía, L a vía de arriba iluminando, Y sus lágrimas limpiando, Virgen de Copaeabana, madre mía. Nombres Jesús, Jesús, María, Tú misma eres excelente, Santísima de los cielos. Virgen de Copaeabana, madre mía. L a « chimiri» de M a r í a es de guiar, María, la trompeta os guiará. Virgen madre, Jesús madre, Tú eres mi madre Jesús, Que sola pariste a Dios. Faileo, faileona. Mi santa, mi santa, mi santa, Visite nuestra agua, Mi santa, mi santa, mi santa, Virgen de Copaeabana, madre mía. Alcancémosla, alcancémosla, alcancémosla,

85

(4)

C A

Nos v i s i t a r á ; vayamos, Alcancémosla, ¡alcancémosla, Virgen de Copaeabana, madre mía. I Nuestra Señora^ de Copaeabana, Ese t u hermoso milagro Alcánzanos. Hermosa y santita mía eres, Hermosa y Virgencita mía eres. Ay, mi Mariquita chiquitita, mi señora, P a d r e santísimo sacíametito, mi sefioTa, A los altos de Chayor Mayor (5) Jesucristo avanzaba ( í ) Hermosa santita mía eres, Hermosa Virgencita, mía eres, Virgen de Copaeabana, madre mía.

de información en este verso: confunde la situación de Jesús con íeil de acertar por su m a l a transcripción fonética; puede SCT una to'o Jesús de esta banda, o Niño Jesús, de la banda do soy. Aceptamos con los contextos. >or contexto a trompeta. ¿Será un instrumento musical de Copacabaica alcanzar con la mano. La « h * inicial entre paréntesis significa onunciaeión aspirada como en inglés. determinar estas dos palabras, i Serán toponimias? J . M. B . F A R F A N , es un instrumento musical; la chirimía,

de la cual se habla en la

CANC

)0

05

'ONEBO

TOFULAB

Mamay Virgen Copaeá; Kaymi kanki Jesús (pa) mamay, Sapallasta Diosta w a c h a ( n ) , Faileo, faileona(f) Sant(a)llay, sant(a)llay, sant(a)llay, Yayanehi(s)ta tinkuri(y), Sant(a)llay, sant(a)llay, sant(a)llay, Mamay Virgen C o p a e á . . .

DE

100

105

(h)aywarisun, [ ( h ) a y w a r i s u n , (1) ( H ) a m u r i n q a ; rinakusuna, (H)ay'warisun, (h)aywarígun, Mamay Virgen C o p a e á . , ,

5

Nuestra aefioray Copaeabana, Chay s u m a ( q ) milagro (y ) k i t a Havrasumari(y) ; Achalaymi, santochaymi kanki, Achalaymi, Virgenchaymi kanki. Ay, chiquitita Mariquitay, señoray, Y a y a l l ( a y ) santisim(o) saeramentoy [señoray, Chayor Mayor p a t a y Jesueriato [yayorqan,(9)

Achalaymi, s a n t ( a ) c h a y m i kanki, Aehalaymi Virgenchaymi kanki, 1 0 Mamay Virgen C o p a e á . . .

MIOJA

415

Virgen madre, de Copaeabana; Aquí estás madre de Jesús, Que sola pariste a Dios. Faileo, f ai leona. Mi santa, mi santa, mi santa, Eneuentre a nuestro Padre, Mi santa, mi santa, mi saíita, Virgen de Copaeabana, m a d r e mía. Alcancémosla, alcancémosla, alcancémosla,

(H)aywarisun,

10

LA

Nos visitará; vayamos, Alcancémosla, alcancémosla, Virgen de Copaeabana, madre mía. 110

115

Nuestra Señora de Copaeabana, Ese tu hermoso milagro Alcánzanos; Hermosa y santita mía ere», Hermosa y Virgencita mía eres. Ay, mi Mariquita chiquitita, mi señora, P a d r e santísimo sacramento, mi señora, A los altos de Chayor Mayor (2)

120

Jesucristo avanzaba ( t ) Hermosa santita mía eres, Hermosa Virgencita mía eres. Virgen de Copaeabana, madre mía.

(1) Hayivay significa alcanzar con la mano. La « h » inicial entre paréntesis significa c ¡e hay que dar una pronunciación aspirada como en inglés. (2)

No podemos determinar estas dos palabras, j S e r á n toponimiasí

Estudio del profesor F a r f á n , de la versión 781-b: (Transcripción ortográfica) AÑO NUEVO

(Traducción)

PAQARI(Y)

Año Nuevo p a q a r i ( y ) , Niño Jesús k k a n e h a r i ( n ) , I n t i llalli Uallinchu Qoyllu(r) qoyllu(r) Bapallasta. Cbakikimpi Kesueristo Chaki, maki elararqosqa, Mamay Virgen Santísima, Mamay Virgen Jesús ( p a ) M a m a ( n ) . Veloykita k i c h a r i ( y ) , Corona (y) kis Uiphilliphi(n), Santísimo ( Y ) a ( y ) a n c h i ( s ) . Jerusalen mayta rinqa Wiqellanta pichapuspa, Chay svuna(q) yawarniykit», Mamay Virgen Santísima t

NACIMIENTO DEL NUEVO ANO

5

10

15

Al nacer el Año Nuevo, Resplandece el Niño Jesús, Aun gana al sol Y aun al lucero singular En loa pies Jesucristo ( e s t á ) , Pies y manos clavados, Virgen santísima, madre mía, Madre de Jesús, madre Virgen. Abrid t u velo, Tu corona resplandece, Nuestro P a d j e santísimo. ¿Dónde irá Jerusalen Sin limpiar sus lágrimas, Esa tu sangre hermosa, Virgen santísima, madre m í a t

416

20

25

30

35

40

45

50

55

J U A N

A L F O N S O C A B E I Z O

Belenshio, Belenshio, Belén r o s a ( q ) saccbampi, Belén Belén U a ( q ) t a m p i ( W ) i ( s ) q q ( a ) s q a ( q ) chaupimpi O, YayanchiB k a u s a r i ( n ) . K a n a a n chirapa Niño Jesús, K a n a a n chimpa rosa sisa, Mamay Virgen Santísima, Mamay Virgen J e s ú s ( p a ) mamay. May faileon (1) Q a ( n ) m i kanki, Virgen m a m a y ( k u ) , S a p a ( l l a ) s t a (Di)osta ( w a ) e h a ( s ) [qanki, Failio f a i l i o r a n ( f ) (H)ay(w)arísun (h)ay(w)arisun ( Ñ ) a n Cristo Yayanchi(s) (Ll)o(q)sirisun ta(r)ispas(n)as(f) Muccharipusun. Nuestra Señoray Copacabana, Cliay s u m a ( q ) milagro (y) kita (Tfa)y(tr)as(u)m(ariy); Aehalayrai Yirgenchaymi kanki, Achalaymi s a n t ( a ) c b a y m i kanki. ( H ) a t a r i r i ( n ) c h a r i Qosqo rinay, (II)atari(n)c(H)ari rik(u)runay, ( í í ) a n Cristo Yayanchis Lloqsirisun, t;¡rispas(n)a, Muccharipusun; Achalaymi, V i r g e n c ( h ) a y m i kanki, Achalaymi, s a n t ( a ) c ( h ) a y m i kanki. Hanaq-pachay angelkuna wawaykitaai p u s a ( q ) , Tinkullaspa, tinkullaspa, Procesionta T Í ( n a ) n s i n a m p a ( q ) ; C a n a á n ( ? ) c h i m p a Niño Jesús, Canaán chimpa rosa sisa, Mamay Virgen Santísima. Sumaq kkaspi, labras kkaspi, Pincha I l a m i ( y ) u s ( u ) r q a n k i Tukuy mundo churinta B e n d e c ( i ) o ( n ) t a hicchakuspa; Mamay Virgen Santísima, A ( y ) , chiquita Mariquitay, señoray, Ay, santoy saeramentoy, señoray.

(1)

Intraducibie. No es frase quichua.

20

25

Es en Belén, es en Belén, En el rosal de Belén, En su pueblo de Belén E n medio del pesebre Oh nuestro P a d r e revive. Niño Jesús de la banda de Canaán, Rosal de la banda de Canaán, Virgen santísima, madre mía, Virgen madre de Jesús, madre mía. May faileon Tú eres nuestra madre virgen, Qne pariste al solo Dios,

30

Paileo failioran, Alcancemos, alcancemos, Ya ( a ) Cristo nuestro P a d r e Salgamos a encontrarle Y a adorarle.

35

Nuestra Señora de Copaeabana, Tu hermoso milagro Alcánzanos; Herniosa Virgeneita mía eres, Hermosa santita mía eres.

40

45

50

55

Levántase mi viaje al Cuzco, ( t ) Levántase lo que tengo que ver ( t ) Y a nuestro P a d r e Cristo Vamos a salir á hallarlo, A adorarlo; Hermosa Virgencita mía eres, Hermosa santita mía eres. Los ángeles del cielo Guían tu niño, Encontrándolo, encontrándolo, P a r a acompañarlo en la procesión; Niño Jesús de la b a n d a de Canaán, Rosal de la b a n d a de Canaán, Virgen santísima, madre mía. Madera hermosa, madera labrada, ¿Quién te atocaríaf A todos los hijos del mundo Derrama tu bendición ; Virgen santísima, madre mía, Ay, mi Mariquita chiquita, señora mía, Ay, mi santo sacramento, señora mía.

CANCIONERO

POPÜLAB

DE

LA

RIÓ

JA

417

Traducción del profesor F a r f á n , de la versión 781-e: (Transcripción ortográfica) AÑO NUEVO

10

PAQARI(Y)

Afio Nuevo P a q a r i ( y ) , Niño Jesús k k a n c h a r i ( y ) , I n t í t a p a ( s ) llalli ( n ) c h ( u ) ; Qollur(tapas) llalli llalli (n) c h ( u ) ; V e l ( o y ) k ( i ) t a kichari(y) Kkancha (y) payu (y) sinki Qori intisu q a m p i ( ? ) ; Coronaykí Uiphipipin, Mamay Virgen Santísima, Belenshu, Belenshu. Belén rosa sacchampi, Belén Belén (ll)aqtampi, WisccaniBna ehaupimpi Dios(ll)anchis paqarin.

15

Achalayini, S a n t ( a ) e h a y m i k a n k i ; Achalaymi Virgenchaymi kanki, ( T ) i n ( k ) u l l a s p a , (t)in(k)ullaiipa.

20

Mamay Virgen C o p a c a ( b a n a ) , Mamay Virgen C o p a e a ( b a n a ) .

25

:ÍO

35

40

(Traducción)

(H)aku rísu(n), (h)aku risu(n) Alférez(p) a vpasill (arana) n Iglesiama(n) pusanms(nn) Procesión p u ( s ) a n s m a m p a ( q ) , Mamay Virgen C o p a c a ( b a n a ) . Achalaymi, S a n t ( a ) c ( h ) a y m i kanki. Achalaymi Vírgenc(h)aymi k a n k i ; Jesu Cristo Y a y a n c h i ( s ) , Ohay cruzpi w a ñ u r a n q ( a ) , Qíiali, qlial iwasunchispa(q). Canaán chimpa Niño Jesús. Canaán chimpa rosa sisa, Mamay Virgen santísima, Chhaqay sumaq cielo altarpí Tukuy m u n d o ( q ) churimpa(q) Bendecionta ( h i ) c c b a ( k ) u s p a . . . Mamay Virgen C o p a c a ( b a n a ) , Ay Chiquititay Señorallallay, Santísimo Sacramentoy Señoray.

NACIMIENTO DEL NUEVO AÑO

10

El nacimiento del Año Nuevo Alumbra el niño Jesús, Aun al sol vences, Aun al lucero ganas, Abrid t u velo P a r a que alumbres, Que el dorado sol está en ti ( f ) ; Tu corona reluce, Virgen santísima, madre mía. Es en Belén, es en Belén, E n el rosal de Belén, En su pueblo de Belén, En medio del corral, Nace nuestro Dios. H e r m o s ( a ) , S a n t i t ( a ) m í a eres; Hermosa Virgeucita mía eres. Al encontrarse, al e n c o n t r a r s e . .

20

25

30

Virgen de Copacabana, macare mía, Virgen de Copacabana, maidre mía. Vayamos, vayamos, A la casa del alférez; Traigamos a la iglesia P a r a que acompañe l a procesión, Virgen de Copacabana, madre mía. Hermosa S a n t i t a mía eres, Hermosa, virgencita mía eres, Nuestro P a d r e Jesucristo, Murió en esa cruz, P a r a sanarnos bien. Niño Jesús de la banda de Canaán, Rosal de la banda de Canaán, Virgen Santísima, madre mía, En aquel hermoso altar del cielo, P a r a todos los hijos del mundo Derramando b e n d i c i o n e s . . . Virgen de Copacabana, madre mía, Ay, mi señora chiquitita, Mi señora, santísimo sacramento.

Traducción del profesor Farfán, de la versión 781-cb: (Transcripción ortográfica)

(Traducción)

AÑO NUEVO PAQARI(Y)

NACIMIENTO DEL NUEVO AÑO

Año Nuevo P a q a r i ( y ) Niño Jesús k k a n c h a r i ( n ) , Jnti llalli llallinchu; Q)an pusamusa(q) Alferezta masillan ( m a n t a ) Cualquier cosa'(1) recibiste, Wach(a), wacna(n), wacha(n), Con frailero, frailero orar Mas chiquitay calderona, (1) Iy, Señoray, mama, (1) Iy, t a t a -wasu(f) (1) (2)

C A R R I Z O

5

Abrid t u velo P a r a que alambres, Que el sol dorado está en ti ( ? ) . Tu corona reluce, Virgen de Copacabana, madre mía.

10

Nuestro P a d r e Jesucristo, H a b í a muerto en esa cruz, P o r causa del pecador P a r a sanarnos, Y vivir en sanidad, ( f ) Virgen de Copacabana, madre mía. Chuschankay, Chuschankay ( 2 ) , Gana al cura, chuschankay ( f ) . Mi cintura, mi cintura, Es en Belén, es en Belén. En el rosal de Belén, El Santísimo de Belén, Mi santísimo sacramento, Virgen de Copacabana, madre mía. Hermosa es la Virgen, Es hermosa, mi s a n t i t ( a ) m i a eres; Voy a t r a e r a la iglesia De su casa al alférez, Cualquier cosa recibiste, Da a luz, da a luz, da a luz Con frailero, frailero orar ( 1 ) .

15

20

25

30

No hace ningún sentido en castellano. Intraducibie. ¿Dirá Este es J. M. B. F A R F A N , Lima 1941.

Traducción del padre J o r g e A. Lira, de la versión 781. (Transcripción ortográfica) MOSSOKK W A T A PAKKARIY!

ALBORADA DEL NUEVO AÑO

1 2 3 4

Mossokk wata pakkariy Niño Jesúas k'anehariy! I n t i t a p a s llallirpan. Kkoyllur llalikk llallircban!

1 2 3 4

5 6 7 8 í) ¡0 11 12 13

Belaykita hich'ariy K'anchar par i sunki! Kkori intis kkanpi Philluykipi lliphiphipin Mamay Virgen Kkopakka! Bolenehu, Belenchu! Belén tussa sach'anpi Belén Belén llakktanpi Iskay suwa ehaupinpi

5 6 7 8 9 10 11 12 13

Nacer del Nuevo Año E l iluminar de Jesús Niño! Al mismo sol aventaja El que de las estrellas aveníaj ador es Vuelve y apaga tu cirio Pues que él iluminarte h á ! Y, más de Ti, en la corona Áureo sol reverberando está, Virgen Madre mía, Kkopakka! Oh Belén, Oh Belén! De Belén en el árbol apuntalado De Belén en su poblado Y en medio de dos ladrones

CAUCIONERO

POP

LAB

BE

LA

MIOJA

419

14 15 10

Diosninchis pakkarift! Kkanchá, Sumakk, guyanki Mamay Virgen Kkopakka!

14 15 16

Nuestro Dios h a nacido! M a s , t ú , Oh Bella, esperarlo has, Virgen Madre mía. Kkopakka!

17 18 19 20 21 22 23

T 'u rpurkkar ekktinku Santo Yaya nipunku! Kkoyllurllay kkoyllurlla Kkoyllurillarkkanki! Khaynayaehiakka, Niño Jesús, Khaynayaehiakka, phanchi sissa, Mamay Virgen Kkopakka!

17 18 19 20 21 22 23

Y al haberlo aguijoneado Todos declaran ser el Señor S a n t o ! Lucero mío de mis luceros, asi, Únicamente, mostrate coruscante! Oh, así trastrocado, Jesús Niño, Oh, así convertido, eflorecencia de rosa! Velo, oh Virgen Madre mía, K k o p a k k a !

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Calizpi p'itiyarkkan, Vino ninkupunin! Hessnkristo Yayanchis Chay sumay Yayanchis Khaynayaehiakka, Niño J e s ú s ! Mamay Virgen Kkopakka!

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Agonizó al mostrársele el Cáliz, Pues, dicen ser siempre el Vino! Y a que Jesucristo nuestro P a d r e , E s ese mismo bondadosísimo Padre, Así convertido, de ese Niño J e s ú s ! Oh, Virgen Madre mía de Kkopakka!

30 31 32 33 34 3¡> 3C 37 38

Khaynayaehiakka, phanchi sissa, Mamay Virgen Kkopakka! S a n pacha pakkariy Virgen Mama, m a y t a r i n k i l Iíerusalenny ayarki Krustayaspa, hahyayaspa, Khaynayaehinkka, Niño Jesús, Khaynayaehinkka, phanehi sissa! Mamay Virgen Kkopakka!

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Eflorecencia de rosas, así trastrocado! Ve, oh Virgen m í a y Madre Kkopakka! Y a el amanecer es Oh Madre Virgen, y ¿dónde vais? Trasunto cadavérico de Jerusalén, Simula y a la cruz y la fatiga, Y así, a Jesús Niño trastrocara, Y así, al que es eflorescencia de rosas, Así, oh Virgen Madre mía Kkopakka!

39 l l a t a r i l l a y mamallay 40 J e s ú s yayata maskhay 41 Khaynayachiskka, Niño Jesús 42 Mamay Virgen Kkopakka, 43 Perumanta pautan 44 Kkoskkoru ñ a n t a pantan. 43 Kaynii Kalizkka kan 46 Lignum Sanctun Yayanchis! 47 Khaynayaehiakka, Niño Jesús, 48 Khaynayaehiakka, phanchi sissa, 49 Mamay Virgen K k o p a k k a . . . !

39 40 41 42 43 4¡4

Oh, levántate Madre de amor Y busca a Jesús, el P a d r e ! Y d e esta suerte, Jesús Niño, Oh, Virgen Madre mía de Kkopakka, Del Perú camina desviado A l desviar rutas de Cuzco.

50 íít

A! taririnehári, riktiranay! A! taririnchári, Kkoskko rinayña!

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52 53 54 5-5 5(i 57

R a n Kristoyay llokksirisun! Achalaymi, Santochaymi kanki! Achalaymi, Virgenchaymi kanki! Tinkullaspa, tinkullaspa Wekkellanta piahapusun Mamay Virge Kkopakka...!

5£ 5& 54 55 56 57

í

40 Este es, sin duda el Cáliz, 4(5 De Nuestro Señor el Lignum Sanctum! 47 Así convertido, Jesús Niño, 48 Flor de rosa, así trastrocado, 49 Madre Virgen m í a de K k o p a k k a . . . ! Oh, habrá hallado, al que vei quieTo! Oh, a l estar p o r partir a Cuzco hallado [lo ha Pues, Cristo mío, salgamos y a ! Mi dije y mi Santo eres! Mi primor y m i Vírgencita eres t ú ! Y al encontrarnos, y al encontrarnos 8 u s lágrimas sólo enjugaremos Oh Virgen mía y Madre de K k o p a k k a . . .

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Háku risun, háku risun, Alferezpa wassülanta; Iglesiaman pussamusun Procesión pussaysinanpakk Mamay Virgen Kkopakka... !

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E& marchemos, ea vamos, Sólo á casa del alférez; Para traérsele á la iglesia Y acompañe la procesión, Oh Virgen Madre mía Kkopakka. . . !

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Señor San Pedro Yayalli, Punkullaykita kichariy Mamay "Virgen tankkaway ,Mamay Virgen Kkopakka...!

63 64 65 66

Oh Padre Señor San Pedro, Dignaos abrir vuestras puertas, Y tú Virgen Madre mía empujadme, Tú Virgen Madre mía de Kkopakka...!

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Hessukrieto Yayanehis Chay kurzpi wañuranki Kallen kallen yachaehi Huchassapan kayku. Khaynayachiskka, Niño Jesús, Khaynayachiskka, phanchi sisaa, Mamay Virgen Kkopakka,..!

67 68 69 70 71 72 73

Jesucristo adalid nuestro En esa cruz tú moriste. Predicador de todas las vías En bien del que pecador es. Trastrocado eres, Jesús Niño, Trastrocado tú, floración de rosas. Así, oh Virgen Madre mía Kkopakka...!

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Hhakkay eunia cielo altarpí Jesús Yaya yuyarkkanki Tukuy pacha churinpakk Añaychayta kiehapuspa, Mamay Virgen Kkopakka...!

74 75 76 77 78

En aquel hermoso altar q' es eivlo, Jesús Padre recordaste Para los lujos del mundo todo, Abriéndoles como bendición A la Virgen Madre mía de Kopakka...!

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Kkoris 'konpituy (f) Kichariymusay Wañuehirkkay Ch'in ch'inwasun Chakikipin Hessukrísto Chakikipin clavakukka KhaynayaehLskka, Niño Jesús, Khaynayachiskka, phanchi sissa, Mamay Virgen Kkopakka Hana ñanta k'ancharispa Wakkellanta pichapuspa, Mamay Virgen Kkopakka...

79 Oh mi bolillo, de oro,

82 83 84 85 86 87 88 89 90

Haremos silencio profundo Cabe vuestros pies, Jesucristo, Al que a vuestras plantas está De tal suerte, Jesús Niño, trastrocado, Cual eflorecencia de rosa. Oh Virgen Madre mía de Kkopakka Iluminando tú los caminos del empíreo I sus lágrimas enjugando, Oh Virgen y MadTe mía, Kkopakka...

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Jesús, Jesús tmtinpi, A María, Khan, kkanpuni, sumakk riki, Hanan pacha santísima, Mamay Virgen Kkopakka María chirimiri pussakuna,

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Maria trompeta pussakuna, Mamay Virgen Kkopakka, Mamay Virgen, Jesús Mamay, Kaymi kanki, Jesús Mamay, Sapallanmi Diosta waehan, Faileo, faileona. ( í ) Santullay, santullay, santullay Yakunchista tinkuríy

96 97 98 99 100

En nombre del de Jesús, Oh María, Tú, sola Tú, hermosa eres, La más santa de los altos, Madre mía, Virgen de Kkopakka, María reina de los tañedores de [ehirumbelaa María reina de los q'trompetas tañen, Madre mía Virgen de Kkopakka, Virgen y Madre mía, Oh Madre de Jesú», Todo esto eres, Madre mía y de Jesús, Pues que, sola ella dio á luz á Dios, ...t Santo, santo, santo (que es Dios) mí», Nuestras aguas entremezcla

?...

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Santullay, santullay, santullay Mamay Virgen K k o p a k k a . . .

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Tu nuestro santo, santo, santo, Virgen mía y Madre de K k o p a k k a , . ,

106 107 IOS 109

Haywarisun, haywarisun, haywarisun, Hamurinkka, rinakusun Haywarisun, haywarisun, Mamay Virgen K k o p a k k a . . ,

106 107 108 109

Brindémosle, ofrezcámosle, presentémosle Y ya que viene, vamos mutuamente, P a r a ofrendarle y ofrecerle, Oh, Madre mía Virgen de K k o p a k k a . . .

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Nuestra Señoray Kkopakkhapana Chay sumakk milagroykiya Tawa sumakkri Aehalaymi, santoeliaymi kanki Aehalaymi, Virgenchaymi kanki. W a y luch'uycha Marikilay, señoray, Yayalli santísima sacramentoy señoray,

110 111 112 113 114 115 116

117

Chay urmayuy patay Hessukristo [wañurkkan, Aehalaymi, santocliaymi kanki, Aehalaymi, Virgenchaymi kanki, Mamay Virgen K k o p a k k a . . .

117

Señora Nuestra del Santuario de turquesa, Ese tu bello milagro Cuatro veces bello Mi primor y mi santo eres Mi dije y mi Virgencita eres Oh señora mía, mi pequeña Mariquita Señora mía santísima del Santísimo [Sacramento. Después de esa caída murió Jesucristo,

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Eres mi alhaja y mi santa, Y también Virgencita mía, mi primor, Oh Madre mía Virgen de Khopakka. . .

118 119 120

NÓTESE: Que el autor tiene una información confusa de los sucesos; por otra parte —es de suponer— los copistas o transcriptores, han violentado la ortografía, y así en algunos versos, a posar de ser traducibles los términos, no alumbran para el concepto. Además, es preciso tener en cuenta que, el compositor fué alguno que sólo escribió esto en fuerza de alguna marcada devoción a la Virgen de Copacabana, y mezcló sin orden cuanto tenía concebido sobre este culto. i , ¡ '-".1 Kkopa, significa: Turquesa, piedra azul verdosa. Kkhapana (derivado de Kkhapa o Kkbapakk), significa sagrario o santuario. Por consiguiente: Kkopakkhawana o Kkopakkhapana, es el significado, traducido en Mirador de Turquesa, o Santuario de Turquesa. JORGE A. LIRA, Pbro. NOTICIAS HISTÓRICAS SOBRE EL CULTO A LA SAGRADA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE COPACABANA, EN EL PERÚ Y EN NUESTRO PAÍS En la Descripción y relación de la Ciudad de La Taz, hecha en 1586, se lee: Veinte y cuatro leguas de esta ciudad (de La Paz, Bolivia) está un pueblo de indios llamado COFACAVAN A, que es a un lado de la provincia de CHUCUITO, ¡ en una punta que hace la tierra y entra en una gran lagvna que allí hay (al lago Titicaca). En la iglesia de dicho pueblo está una imagen de Nuestra Señora, la cual de año y medio a esta parte (1584!) ha hecho muchos milagros, los cuales están tomados por testimonio auténtico; y el primero fué... (la curación de un niño tonto y paralítico) (219 - I I - pág. 80). A esta primera noticia eobre el origen del culto a la Virgen de Copacavana agregaremos la de la imagen actual. Según el cronista fray Antonio de la Calancha (1584-1654) fué tallada por el indio don Francisco Tito Yupanki, quien Comenzó el último bulto, que es el milagroso, a 4 de junio de 1582 ; hízolo de maguey. Es imagen de la Virgen de la Candelaria, que se veneraba en Potosí; en esta ciudad fué hecha y desde allí llevada en andas sobre hombros indígenas hasta el santuario. Entró por las plazas en la iglesia a hora de misa mayor, a dos de febrero, del año de mil quinientos ochenta y tres (1588) (19 - 4 - 129). En Quito: La veneración a esta imagen de la Santísima Virgen de la Candelaria en 8u advocación de Virgen de Copacavana creció prclnto y así la ciudad de Quito tuvo su imagen en el segundo tercio del siglo X V I I ; en efecto, diee la «Descripción del estado eclesiástico de San Francisco de Quito» de 1650 que: En.el discurso del gobierno de dicho Obispo (de fray Pedro de Oviedo, muerto en 1646), trajo yn hombre del PE£U la imagen de bulto de Nzie'ttra Señora de COPACABANA, copiada del original milagroso que está en aquel pue-

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J Ü A N A L F O N S O

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blo, la cual llevaba á POPAYAN, muy hermosa, con su niño en brazos, y con la devoción del Obispo y de la ciudad se dieron dos mil pesos de á ocho reales al diieño de la imagen, porque la dejase, ni et-ta Iglesia Catedral, á donde se colocó en Capilla particular, cn el santuario de la Virgen de Copacabana, una imagen tan milagrosa, según referían, como lo fuera la de Nieva o la del Pilar en plena España. No estaba en el camino de los viajeros, mas sí a un costado, el derecho si es qic se iba subienda a Lima, asentado en una üla de aquellas que se alzan sobre las azuladas 'guas del Titicaca, las mismas que presenciaron allá en la tierna niñez del imperio, el enge ulro portentoso del sol con aquellas ondas, surgiendo a la vida y al poder Maneo Capac. DE NÚES TEA SESOS A DE COPACABANA, como la decían los troperos que por allí, por sus contornos, en Puno, se encontraban metidos, propagaron' su historia por lo¡ pueblos argentinos del norte, y con su historia, su devoción, haciendo, desde la distancia a que se hallaba Salta del Titicaca, la novena de la Virgen de Copacabana; circunstancia que i,o era, en verdad digna de echarse de ver, supuesto que de distancia mayor les venía la devoción de la Virgen de Mercedes ejue andaba con San Pedro Nolasco sacando cautivos de las r> asmorras de los moros, como de la del Rosario, preferida de Santo Domingo, y aquellas otras dos que, por ejemplo, también más antes las mentamos, y que eran la Virgen de Nieva y la del Filar, todas oriundas de España, que quedaba de Salta tan distante como diez Perúes juntos y reunidos. Pues la de Copacabana había merecido se consignara la historia de-sus prodigios en una interminable cadena de versos, versos que los hemos conocido como a la novena en que *esta•

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han incrustados, ¡¡ que copiados pacientemente a fuerza de mano, formaban un Kbrejo bastante gordo. ¿Qué fué de él? Lo qve fm de tantas otras de su t i r a p o . . . Lástima ahora de que se halle perdido. Esta era una novedad con que daban al pasar, y con ella también consolaban a las llorosas ausentes (119 - I I - pág. 7 3 ) . L a devoción creciente de los viajero** y de/las esposas, hijos o novios de ellos, hizo construir cuando no iglesias por lo menos capillas u altares a la Santísima Virgen de Copacsibana en todas nuestras provincias que comerciaban con ganado en pie al Alto y Bajo Perú, desde muy temprano, desde el siglo X V I . Jujwy: En la carta de la visita episcopal q\ie hiciera al Tucumán en 1690, el obispo don J u a n Bravo Dávila se lee: que su señoría ilustrísima empezó ¡su visita por Humahuaca, que predicó en la lengua de los indios y que al pedir al cura, licenciado Antonio de G-Odoy, los libros de las parroquias, éste le exhibió seis: Los tres de cofradías, la una de San Antonio de Padua. la otra de las Benditas Almas del Purgatorio y la tercera de NUESTRA SEÑORA DE COPACABANA y que se hallaban corrientes (150 - 1 - pág. 347). Santiago del Estero: En la información presentada por el cura de Soconcho (Santiago del Estero), licenciado J u a n Alfonso Díaz Caballero, el 31 de marzo de 1692, dice que en la iglesia del pueblo de Soconcho (que consta de 43 indios tributarios) hay una iglesia de paredes, con sus dos puertas de tabla, y en el altar un dosel con ÍBU cielo de damasquillo d' hilo y lana de color pardo, y un crucifijo de bulto de dos varas del alto en el doi-el y una iiiagcn de Nuestra Seriara en su tabernáculo pintado, seis cuadros ñonie están pintados seis apóstoles de tres cuartos de largo, una imagen de Nuestra Señora de Cppacabana de bulto de vara y media de alto (150 - I - pág. 380). Salta, tiene a seis leguas al snd de la villa de Guaebipas (lugar de arrieros al Perú) un lugarejo dicho Copncabana, en recuerdo de la virgen milagrosa, Catamarca. tiene la villa de Copacabana en el departamento de Tinojrasta, que también como el Copacabana de Guachipas está situado sobre el camino 1 de los troperos al Perú. La Moja, rinde culto a la Virgen de Copacabana en la preciosa iglesia de Malanzán, lugar situado en el corazón de los llanos, que ha sido y sigue siendo la zona ganadera de La Bioja. Córdoba tiene también su Copacabana en el departamento Ischilin. Santa Fe recuerda a la sagrada imagen en la villa llamada. Copacabana del departamento General López. LAS COFRADÍAS DE NATURALES A medida que se iban pacificando las distinta» parcialidades indígenas y las ciudades levantadas por los españoles disfrutaban de los beneficios del comercio y del sosiego, se hacía también más intensa la penetración hispana jen el amia de los naturales. Con una plausible idea de enseñanza y dej adoctrinamiento, las autoridades peninsulares establecieron al lado del cura de españoles quei atendía la población blanca de encomenderos, el cura de naturales que dedicaba su ministerio a la evangelización del indio y de los negros y mulatos. Estaba obligado en el Tucumán a skber quichua, el idioma general del Perú. En las ciudades y villas importantes donóle el vecindario es-pañol organizaba cofradías con la debida autorización del Obispo, los naturales organizaban a su vez las suyas, las cofradías de los naturales. j Naturalmente, las cofradías de los españoles eran rieas porqve sus individuos eran vecinos encomenderos, pero ya se ha visto, al hablar del culto de Nuestra Señora en Santiago de Chile, cómo una cofradía de naturales establecida en la iglesia de San Franciseo hacía derroche de lujo en sus funciones de 1679. Al t r a ; a r del culto a Nuestra Señora de Copacabana en Jujuy, vimos que en Humahuaca había una cofradía de naturales al parecer a la San tísima Virgen; igualmente sucedía en Lima; según vimos, también había allá u n a cofradía de naturales a la virgen de Copacabana. En La Kioja segurameme la hubo, pues desde muy temprano corría su devoción como corría la de San Nicolás. En L(H4 doña Petrona Ñúñez instituyó una capellanía a favor del convento de los padrea dominicos, para que se le celebren misas en sufragio de su alma en día que ella fije. E n t r e éstos, manda que una misa recomendada se ha de decir el día de Nuestra Señora de Copacabana o en su octava. Be-vista Histórica, pág. 31. Don Pedro Kamírez de Velaseo mandaba en 1(523 decir una misa rozada el día de San Nicolás, Obispo. Revista Histórica, "pág. 20. Estas cofradías sufrieron las contingencias propias de las organizaciones nacidas al calor del momento; ido el cura o vecino animador, la cofradía, sea de españoles 0 de naturales, tendría que morir. Así las cosas, estas cofradías conforme nacían unas al calor cíe una nueva devoción, moría otra por falta de fervor cuando no de medio* pecuniarios para sustentarla, porque cofradía que no haga fiesta y rumbosa para su santo,ino es cofradía.

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En la carta del obispo del Tucumán, don Manuel Abad IIlana, remitida a su Majestad desde Córdoba el 23 de agosto de 1768, dice: 26. — También me manda Vuestra Majestad que informe de las Cofradías y quisiera tener materia para decir mucho bien. En la visita se me han presentado muchos libros deltas, pero todos cuerpos sin alma. Salíanse en ellos mucho número de individuos de uno y otro sexo, pero ni hay oficiales nombrados, ni se hacen con formalidad juntas para nombrarlos, ni se observan sus estatutos, y muchas están reducidas a im solo individuo que es Mayordomo perpetuo, y por su devoción hace la fiesta. £7. — He reparado leyendo los libros, que algunas cofradías tuvieron grandes principios, y fueron servidas en otro tiempo con ostentación y magnificencia, estando hoy casi aniquiladas. Comenzaron con tanto ardor que a sí mismas se hicieron polvo y ceniza. Los primeros cofrades se portaban con mucho lucimiento en sus funciones, o por devoción o por vanidad. 38. — Los hijos y herederos de éstos, unos por no ser tan devotos, y otros por menos acaudalados, decayeron tanto del fervor o pundonor de ios antiguos que casi no han dejado una chispa del antiguo fuego. Generalmente la provincia es pobre, y yo he llegado a pensar (no se si acierto) que nuestros españoles no pudiendo dar como ricos, porque no lo son, y no queriendo dar como pobres, porque se avergüenzan, han dejado perder las cofradías. 89. — Sólo he hallado una cofradía de ánimos muy floreciente, que llaman de ios doce. Estos son doce vecinos acaudalados que han tomado voluntariamente el empeño de hacer bien por los difuntos. Pártanse en sus funciones con magnificencia, y como son voluntarios durará cuanto dure su devoción. Si de hoy a mañana llegan a caer los fondos de la cofradía en dos o tres tramposos, se los comen, y acabaron con la cofradía. 50. — En Jujui hubo una cofradía, y sus cofrades eran tan profusos que un antecesor mío puso coto en los gastos, y si entonces necesitaron de freno, no hay hoy acicate tan agudo que pueda hacerles dar un paso, porque aunque se juntan todos los años a nombrar mayordomos, es nombrado el que voluntariamente se ofrece, y a ninguno se compele a serlo. Dios lo remedie, porque yo no hallo remedio. 51. — Las cofradías de indios, negros y mulatos, como son pobres y sus individuos no te avergüenzan de dar poco, se mantienen con SIÍ pobreza. Si los mayordomos o Alcaldes de las Cofradías estuviesen exentos de ir a la guerra, cada santo del calendario tendría la suya, porque habría quien las fomentase por gozar la exención. 32. — Ciudad hay en donde no hay Español alguno que quieta ser mayordomo de iglesia. Por eso el cura de Jujui se tenía consigo los libros de la fábrica, y administraba sus bienes. "Lo mismo sucedía en Santiago en donde ya se puso «ir mayordomo Reglar (150 - I I - pág. 315). Sin ir muy lejos, en Santa María de Cataxaarca, villa situada sobre el camino al Perú por los valles Caleliaquíes, el eura dqn Bartolomé José de Castro firma en el registro titulado: Asiento de «Mayordomos y Cofrades» él siguiente: En Santa María, en 10 de febrero de 17S9 años. — Sabiéndose hecho la festividad de Nuestra Señora de la Candelaria, Fatrona de esta Iglesia, se juntaron los devotos Españoles y naturales a hacer sus elecciones como tienen de costumbre; y hallándose todos junios en la Iglesia los Españoles hicieron las siguientes: Mayordomo mayor: El capitán D. Francisco de Villagra. Mayordomo menor: Julián NúMee, Procurador mayor: Pedro Fvensalida. Procurador menor: Martín Alvares. Sacristán: El capitán D. DiegoCandno. Mayordoma mayor: Dña. Elena López. Mayor doma menor: Dña. Petronila Monroy. Procuradora mayor: Juana Arias. Procuradora menor; Dña. María Josefa de Villagra. Sacristana: Dña. Juana de Villagra. Los naturales hicieron sus elecciones en la forma siguiente: Alférez mayor: Antonio Díae. Alfares menor: Alejo Olmos. Procurador mayor: Pascual Valdés. Procurador menor: Alejo Candno. Mayordoma mayor: Mamona de Villagra. Mayordoma menor: Constanza de Villagra. Procuradora mayor: Bartolina de Silva. Procuradora menor: Claudia Eamírez. Vistas estas elecciones por mí el Maestre;• Bartolomé Joseph de Castro Cura y Vicario de este Santa María, las aprobé y confirmé. T porque conste, las firmé en dicho día, mes y año arriba dichos. MAESTEO BARTOLOMÉ JO SEPE DE C ASTEO (154 - 32).

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Agrega después el sabio y erudito historiador, padre Antonio Larrouy: Pero en el año siguiente (1740), solo los naturales hicieron sus fiestas, no los españoles «por ausencia del capitán don Francisco de Villagra, Mayordomo mayor, que fué a la entrada contra el bárbaro enemigo (154 - 32). En la ciudad de La Rio ja hubo también lus dos cofradías de la Santísima Virgen, una de españoles que la veneraban y festejaban en su advocación de Virgen del Rosario, tenía «a imagen muy primorosamente ataviada, y la de naturales tenía la de la Candelaria, que no le iba en zaga en su atavío. Amba9 cofradías tenían su asiento en Santo Domingo, sin que podamos precisar la fecha de las instituciones. Las imágenes de bulto pertenecientes a la cofradía de españoles y de naturales están todavía en poder de la orden dominicana. En la Revista Histórica del convento de Hermanos Predicadores, de La ftioja, se publica las fotografías de las dos imágenes. La de los españoles dice: IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, llamada, según los documentos, Nuestra Señora de los españoles. Nuestra Señora del Trono y Nuestra Señora del Nicho. La tienen actualmente en el coro nuestras hermanas dominicas del asilo del Carmen (SSS - 78). La imagen de los naturales que, como dijimos, es la de la Santísima Virgen do la Candelaria, lleva escrito al pie de la fotografía esta leyenda: Nuestra Señora de naturales. (Sm - 171).

FIESTAS DE LAS COFRADÍAS DE NATURALES Perú,: Leamos este párrafo transcripto por el doctor José M. Valega en SU libro El Virreinato del Perú: Manuel Atanasio Fuentes, que describió el espectáculo interesante de las cofradías de ébano, presenciado por él durante el primer cuarto de siglo republicano, nos dice, en su obra « Lima

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La fiesta en que se esmeraban, para saUr con lucimiento, era el domingo de la infraoetava de corpus. Todas las tribus se juntan para la procesión, que aquel día sale del convento grande de Santo Domingo. Cada uno lleva su bandera y su quila sol, bajo del cual va el Rei o la Reina, con cetro en la derecha, y bastón, o algún instrumento, en la izquierda. Los acompañan todos los demás de la nación, con unos instrumentos estrepitosos, lo más de un ruido muy desagradable. Los subditos de la comitiva, que precede a los reyes, van a porfía, revestidos de trajes horribles. Algunos; de disfraces de diablo o de emplumados; otros imitan a los osos, con pieles sobrepuestas, otros representan unos monstruos con cuernos, plumas de gavilanes, garras de leones, colas de serpientes. Todos van armados con arcos, flechas, garrotes y escudos; se Uñen la cara de colorado o azul, según el uso de sus países, y acompañan a la procesión con unos alaridos y ademanes tan atroces, como si efectivamente atacaran al enemigo. (371 - 341). Solivia: Veamos la noticia qne nos da dqn Julio L. Jaimes (a) Brocha Gorda de su interesantísimo libro La Villa Imperial de Potfisí: La fiesta del Rosario era canosísima. Desde la víspera recorrían la ciudad ío« BAILES E INVENCIONES más grotescos y origínale1», al son de su música especial y de sus estandartes abigarrados con grifos y dragones. Formaban en fila delante de la procesión los grupos de turcos con lujosos turbantes, los moros, los caballeros de punta en blanco, los heraldos con dalmáticas y trompetas, los reyes de armas con blasones,, el Inca y su séquito de curacas, caciques, ñustas y Sacerdotisas del Sol, don Juan de Austria y el Manco de Lepanto, los CHUNCHOS, salvajes con plumas, los CCALAS, indios con lujosas túnicas y penacho de vistosas plumas, los MORENOS, negros vestidos con colorines bailando al son del bombo y las carracas, los AYARACHIS con enormes plumeros, cajas y sampoñas y la mar de comparsas con caramillos, con harpas, con tamboras, con orquestas, danzando, realizando excentricidades y hasta indecencias, en medio de un gentío inmenso que sembraba de huesos/^ cascaras y residuos de lo que devoraba andando, bailando y dirigiendo profundas zalemas i á la Virgen. Otra no menos original costumbre, era la de CRUQUISAQUILLA, celebrada en la pascua de Pentecostés (14$ - 137). ; Respecto a la indispensable intervención: del alférez, véase esta noticia que nos da el sabio historiador don José Torre Revello en Su libro Los Santos Patronos de Sueños Aires: Esa tarde celebrábase una función religiosa ocupando el ALFÉREZ una silla de brazos con tapete y cojín de terciopelo rojo, haciendo cabeza en el banco que correspondía a los ediles, quienes se ubicaban en la parte de la Epístola. Cuando en el desarrollo de la función necesitaba el ALFÉREZ la enseña regia pata cumplir con el ceremonial, los antes citados ediles, eran los encargados de ir a buscarlo y volverlo al sitio en que se depositaba. Termi-

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A L F O N S O

C A R R I Z O

ñaña la función el rearcso efectuábase, en la misma forma ya descripta, yendo primero la comitiva del ALFÉREZ, donde se colocaba el pendón regio en la sala principal de la misma sobre cojines de damasco rojo juntamente con las masas del Cabildo, rindiéndoles allí un piquete de la guarnición durante toda la noche y en las horas en que era exhibido al pueblo para su veneración y respeto. Don Francisco J . Cavada, en Chiloé y los Chilates, página 151, d a noticias de celebración con exhibiciones parecidas. P B O H I B I C I O N D E E S T A S F I E S T A S E N 1692 Las fiestas hechas por las cofradías de españoles no tardaron en desaparecer, como hemos visto, y las de los naturales en degenerar y bien pronto, porque los indios y los negros disfrazados de Incas y de Alféreces u Alcaldes, cometían excesos y no fueron, bien mirados por los señores obispos y vicarios y así vemos que y a en 1692 el Vicario Capitular de la diócesis del Tucumán, maestro Bartolomé Dávalos, a cargo del obispado por la muerte del titular, doctor J u a n Bravo Dávila, con fecha de febrero de 1692, prohibe talos fiestas de las cofradías de indios, negros y mulatos: Considerando ave loca a la obligación de nuestro oficio gverrear y desarraigar tan perniciosa cizaña, ordenamos y •mandamos á nuestros Vicarios, Guras de las ciudades y de los partidos de doctrinas no concedan á españoles, indios, nearos v mulatos ó mestizos, ni á cualquiera persona. MAYORDOMIAS, PENDONEROS. ALFÉREZ BEY O REINA. CAPITANES Y OTROS TÍTULOS, EN COFRADÍAS QVE NO ESTÉN APROBADAS POR EL ORDINARIO, y sus constituciones, y aun en éstas las juntas, acompañamientos de dichos pendoneros y convites que con el pretexto de celebrar el santo se hacen así en estancias, doctrinas y casas particulares, como en las ciudades, haciendo sólo celebrar sus devociones con la decencia que piden tan santos ministerios, no consintiendo pasen dichas fiestas de lo ordenado y decencia con gtie se hicieran en las capillas 6 iglesias aprobadas, de la misa y vUperas que se celebraren, á acompañamientos, juntas ni convite alguno, pero que de esta suerte se cuiden tan grave* insultos, sobre lo cual encargamos la conciencia á los señores nuestros Vicarios, Curas y demás beneficiados ($68 . 153). Ocurría dice el padre Toscano que: Los alféreces, á cuyo cargo corría la solemnidad de alguna, fiesta religiosa, paseaban también su, estandarte, en honor del santo, montados en brioso^ caballos, mayormente inquietos con el estruendo de bombas y los acordes de una música ruidosa que leí precedía; pero cuyo término final, iba derechamente á acabar en casa del alférez mayor con actos de completa relajación (£68 - 149). El auto del Vicario Dávalos fué, a su vez, corroborado por el gobernador don Martín de Juaregui, que en auto fechado en Córdoba el 16 del mismo mes y año en que se expidió el Vicario, ordena o los vicegobernadores: Habiendo visto el exhortatorio a S. S. fecho por parte del Señor Maestro D. Bartolomé Dávalos Arcediano de la Santa Iglesia Catedral de la ciudad de Santiago del Estero, cabeza de esta Provincia, Provisor y Vicario General de este obispado, en razón de pedir ser auxiliado por la Real Justicia lo prohibido en dicho exorto por lo que importa al servicio de ambas majestades, por Ja.t caucas y motivos que tan justificadamente por él se representan por dicho Provisor etc... mandaba y mandó a todas las justicias mayor y ordinarias de esta provincia den y hagan dar por su parte tas asistencias d-e que se necesitaron, etc... teniendo las dichas justicias particular cuidado en excusarse y no permitir por su parte alferazgos de pie ni a caballo dentro ni fuera de la ciudad (368 - 157). T R A D I C I Ó N D E L CANTAR P a r a el estudio de nuestro cantar tomaremos como pieza matriz la versión primera, encontrada en Aminga y enl-:nde' En xez de ALPA-SIiXCUE d:r

331

La Crucifixión

337

Oraciones a la S a n t a Cruz

340

Rogativas ft Nuestra Señora

345

Oraciones al Arcángel San Miguel

3-iG

•^raciones a San Bartolomé

347

Oraciones a San Antonio y a San F r a n o s c o

349

Oraciones Preparatorias p a r a la Confesión

3¿"'

Oraciones del Albaí

353

Oraciones d e la Noche



Devoción del Rosario Oración del Peregrino

, -

354 365 367

L a s Doce P a l a b r a s Tornadas

369

Ensalmos y Conjuros

374

"Villancicos de Navidad

379

Año Nuevo Pacarí (N.° 781-a-b-c-ch-d y e ) Noticias del doctor Joaquín V. González Traducciones del profesor Farfán, de Lima Traducción del padre Jorge A. Lira, del Cuzco Noticias históricas sobre el culto a la Bagrada imagen de Nuestra Señora de Copacabana en el Perú y en nuestro país Tías Cofradías de Naturales Fiestas de las cofradías de naturales Prohibición de estas fiestas en 1692 Data del cantar Idioma del cantar La música del cantar Patria del cantar El arte en el cantar Letras de Bailes (Zambas) Otros Bailes Cantares de Cuentos Destrabalenguas -

Pág. 399 405 410 418 421 423 425 426 427 427 428 429 430 433 445 449 457