Algunas observaciones acerca de un moralista toledano del siglo xvi: Alejo Venegas de Busto

CRITICÓN, 65, 1995, pp. 17-29. Algunas observaciones acerca de un moralista toledano del siglo xvi: Alejo Venegas de Busto Marc Zuili Universidad de ...
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CRITICÓN, 65, 1995, pp. 17-29.

Algunas observaciones acerca de un moralista toledano del siglo xvi: Alejo Venegas de Busto Marc Zuili Universidad de Cergy-Pontoise

Fue en 1537 cuando la primera edición de la Agonía del tránsito de la muerte salió del taller del impresor toledano Juan de Ayala1. Esta obra ha conocido en España un éxito notable atestado por la existencia de dieciséis ediciones sucesivas, once de la cuales se publicaron en el transcurso del siglo XVI2. Su autor, Alejo Venegas de Busto, fue un hombre elogiado muy a menudo por sus cualidades: Alonso Cedillo señala su «singular erudición» y le califica de «varón de mucha, varia y copiosa doctrina, por aver como ha leydo, passado y entendido gran número de autores de diversas facultades»3; Alfonso García Matamoros evoca a «Alexius Venegius, prope infinitae et stupendae lectionis vir, qui et subtilitate ingenii et 1

Acerca de la historia de la imprenta en Toledo se pueden consultar dos obras esenciales: Cristóbal Pérez Pastor, La imprenta en Toledo. Descripción bibliográfica de las obras impresas en la Imperial Ciudad desde 1483 hasta nuestros días, Madrid, Imprenta Manuel Tello, 1887; Jesusa Vega González, La imprenta en Toledo. Estampas del Renacimiento, Toledo, 1PIET, 1983. 2 Véanse más adelante la lista detallada y las características principales de estas ediciones. 3 Cita procedente del texto titulado «El Maestro Alonso Cedillo, Racionero en la santa iglesia de Toledo y catedrático en el estudio y universidad de la misma ciudad, al benévolo y pío lector», que figura en: Alejo Venegas, Agonía del tránsito de la muerte con los avisos y consuelos que cerca della son provechosos, Toledo, Juan de Ayala, 1537, fol. +ii r°. La edición de Agonía... en Miguel Mir, Escritores místicos españoles, t. 1, Nueva Biblioteca de Autores Españoles, vol. 16, Madrid, Bailly-Baillière, 1911, pp. 105-318 (precedida de un «Discurso preliminar» de Miguel Mir, pp. I-XXXI), aunque más accesible, es extremadamente deficiente ya que da erróneamente para la misma frase: «varón de mucha valía y copiosa doctrina, por haver, como, ha, leído gran número de autores de diversas facultades» (p. 106). Es lo que explica que hayamos preferido citar a partir de la edición princeps de 1537. Nuestra tesis doctoral, en preparación, dirigida por Jacqueline Ferreras (Universidad de Paris X-Nanterre), está esencialmente dedicada a una edición crítica del texto de la Agonía del tránsito de la muerte.

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disciplinarum varietate, et morum honéstate et elegantia nulli est postponendus»4; Juan Ginés de Sepúlveda añade «Vir non solum humanioribus litteris in primis eruditus sed etiam in studiis Theologiae versatus»5; Ambrosio de Morales le considera un «hombre de gran ingenio y infinita lección»6. Más cerca de nosotros, Bartolomé José Gallardo afirma que «Venegas escribe con propiedad y pureza nada comunes: además de castizo es rico en copia de voces y frases»7 y Federico Carlos Sainz de Robles recuerda, por fin, que «Venegas escribe con brío e intensidad, con noble y castizo dominio del castellano..., con dramaticidad... y con colorido: fue varón de inmensa erudición, ingenioso y de elegantísimo decir»8. A pesar de estos elogios y de su extraordinaria fama, varios aspectos de la vida de Alejo Venegas siguen oscuros: numerosos historiadores y especialistas de la literatura española ignoran datos esenciales de su biografía así como de su producción literaria9 y, sobre todo, existe una controversia acerca de las influencias erasmistas que presentaría su obra y que aparecerían ya en la primera edición de la Agonía del tránsito de la muerte (1537). ALGUNOS ELEMENTOS BIOGRÁFICOS

Es curioso constatar que las fechas de nacimiento y de defunción de Alejo Venegas presentan errores en un gran número de libros de referencia10. Parece que

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Alfonso García Matamoros, Apología pro adserenda hispaniorum eruditione, Alcalá de Henares, 1553. Citamos a partir de la edición moderna de José López de Toro, Madrid, 1943, p. 228, párrafo n° 147. Nicolás Antonio cita este juicio de García Matamoros en su Bibliotheca hispana nova, en la que dedica una columna entera a Vanegas de Busto. 5 Juan Ginés de Sepúlveda, Epistolarum libri septem, Salmanticae, apud Joannem Mariam da Terra Nova et Jacobum Archarium, 1557, p. 253. 6 Ambrosio de Morales, Discurso sobre la lengua castellana, citado por Miguel Mir, op.cit., p. XVIII. 7 Bartolomé José Gallardo, Ensayo de una biblioteca de libros raros y curiosos, vol. IV, Madrid, Imprenta Manuel Tcllo, 1889, col. 1016. 8 Federico Carlos Sainz de Robles, Ensayo de un diccionario de la literatura, t. II, Escritores españoles e hispanoamericanos, Madrid, Aguilar, 1953, p. 1185. 9 Por ejemplo, José Luis Abellán anuncia de manera errónea en su libro El erasmismo español, col. «Austral», n° 1642, Madrid, Espasa-Calpe, S.A., 1982, p. 239, a propósito de la Agonía..., que «tuvo gran éxito en su tiempo, pues sólo en el siglo XVI se le conocen tres [sic] ediciones: Toledo, 1537; Zaragoza, 1564; Alcalá, 1585». En realidad, como ya hemos dicho, conocemos once ediciones españolas de esta obra en el transcurso del siglo XVI. !0 Este desconocimiento queda confirmado por las múltiples aproximaciones y vacilaciones que hemos encontrado en la mayoría de las obras de referencia consultadas. He aquí algunos ejemplos muy significativos: «Entre los que se sirvieron de su lengua materna, debemos citar al maestro toledano Alexo Venegas de Busto (1493 ?-m. después de 1543)» (Jaime Fitzmaurice Kelly, Historia de la literatura española, Madrid, Librería general de Victoriano Suárez, 1913, p. 264); «Literato y filósofo español de mucho prestigio. Nació —¿1493?— en Toledo. Murió en 1554» (Federico Carlos Sainz de Robles, op. cit., p. 1153); « No se conoce con exactitud la fecha de nacimiento de Alejo Venegas, pero a base de los datos que nos proporcionan sus escritos es posible fijar como fecha aproximada de su natalicio los últimos años del s. XV o los principios del siglo siguiente» (Enciclopedia de la cultura española, t. V, Madrid, Editora nacional, 1968, p. 615); «Venegas del Busto (Alejo), escritor español (c. 1493-1554)» (Gran enciclopedia Larousse, t. 10, Barcelona, Editorial Planeta, 1977, p. 683); «Alejo de Venegas (h. 1493-1554), que es su nombre, había nacido en Toledo» (José Luis Abellán, op. cit., p. 237);

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él mismo no tenía conocimiento exacto de su propia fecha de nacimiento, ya que en dos ocasiones la da de manera imprecisa: cuando interviene el 11 de octubre de 1538 en el proceso inquisitorial contra Luis de Beteta, declara que tiene «treinta e nueve o quarenta annos»11, y luego, veintiún años más tarde, en el proceso contra fray Bartolomé Carranza, obispo de Toledo, sostiene que tiene «sesenta y un años poco más o menos» !2. Estos testimonios nos permiten afirmar —con un ligero margen de incertidumbre todavía— que Alejo Venegas nació en 1498 o en 1499. Aunque todos coinciden en que nació en Toledo, es probable que en realidad viniera al mundo en Camarena, a unos treinta kilómetros al nordeste de la Ciudad Imperial: tenemos como pruebas, por una parte, el testimonio de dos ancianos de Camarena que aseguran en 1576 que «en los años pasados hubo dos maestros en santa Teoloxía, el uno se decía el maestro Alonso Rodríguez Camarena, y el otro el maestro Alexo Venegas, los cuales fueron naturales de este dicho lugar de Camarena y fueron doctos y principales en su doctrina»13 y, por otra parte, el hecho de que otros miembros de la familia Venegas fueran oriundos de Camarena14, lo que revela vínculos estrechos entre esta familia y el pueblo. Parece que el joven Alejo, hijo de Juan Venegas y de Inés de Busto, se quedó poco tiempo en su pueblo natal, pues lo encontramos en Toledo de monaguillo en la catedral. Cursó sus estudios en la escuela del cabildo de dicha catedral, y después en el Colegio de Santa Catalina, cuya finalidad era formar futuros sacerdotes. Pero su vocación no es bastante profunda y abandona esta vía. Tras ser el alumno del maestro Alonso «VENEGAS, ALEJO (Toledo, h. 1498-99-h. 1572)» [Diccionario de la literatura española e hispanoamericana, dirigido por Ricardo Gullón, t. 2, Madrid, Alianza editorial, 1993, p. 1719). 11 Debemos a Marcel Bataillon esta precisión que aparece en su famoso Érasme et l'Espagne (Paris, Droz, 1937). Existe una nueva edición francesa en tres volúmenes: Érasme et l'Espagne, Ed. de Charles Amiel y de Daniel Devoto, Paris, Droz, 1991. Citamos a partir de la versión española de esta obra, Erasmo y España, Madrid-México, Fondo de Cultura Económica, 1966, p. 565, nota n° 20. Precisemos que esta edición española anuncia equivocadamente que el testimonio de Alejo Venegas tuvo lugar en 1558: se trata en realidad de 1538, como indican las dos versiones francesas de la obra. Ildefonso Adeva Martín publica algunos pasajes significativos de la declaración del maestro Venegas en su libro: El maestro Alejo Venegas de Busto, su vida y sus obras, Toledo, IPIET, 1987, p. 468. Las referencias exactas de este documento son: Archivo Histórico Nacional, Inquisición de Toledo, leg. 102, n° 3: Proceso de Luis de Beteta, i. 67 v°-68. *2 Esta frase, así como algunos pasajes del interrogatorio de Alejo Venegas, figuran en Ildefonso Adeva Martín, op. cit., pp. 524-526, donde se precisan las fuentes de este documento: Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Madrid, Proceso de Carranza, XII, leg. 9-1804, f. 166-167. Este texto había sido publicado anteriormente por José Ignacio Tellechea Idígoras, Fray Bartolomé de Carranza. Documentos históricos, I. Recusación del Inquisidor General Valdés, t. XII del proceso, Madrid, 1962, p. 174-176, n° 10, pero en esta primera publicación se cometieron algunos errores de transcripción. 13 En cuanto a este testimonio sobre Alejo Venegas y sus vínculos probables con el pueblo de Camarena, véase Carmelo Viñas y Mey, Ramón Paz, Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II, Reino de Toledo ( primera parte), Madrid, C.S.I.C, 1951, p. 197. El hecho de que Alejo Venegas sea designado como «maestro en santa Teología» puede sorprender a primera vista, pero parece poder explicarse por la celebridad que había adquirido en el dominio de la teología entre sus contemporáneos. 14 Ildefonso Adeva Martín, op. cit., evoca a un sobrino del maestro Venegas, el jesuíta Bernardo Venegas, «natural de una villa que se dize Macarena [sic]' (p. 6, nota 14), mientras que «Yllán Vanegas, vecino de Camarena» aparece en un documento de fecha 9 de enero de 1536 (Archivo Histórico Provincial y de Protocolos de Toledo, Protocolo de Bernardina de Navarra, leg. 1292, f. 12v°-13).

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Cedillo, se gradúa «en e! magisterio de las artes liberales» I5 y, a su vez, da clases. Después de una breve estancia en Ocaña y en Alcalá de Henares, Alejo Venegas vuelve a Toledo donde ejerce en la Universidad. En el mes de octubre de 1544 va a Madrid para dirigir el Estudio de Gramática de la Villa: tiene fama de profesor competente y estimado y sus clases atraen a un público numeroso. Sigue con este empleo durante dieciséis años, hasta 1560 16 . Señalemos por fin que el maestro Venegas fue nombrado «visitador de libros» en Toledo a petición del Inquisidor General don Alonso Manrique de Lara17, lo que le permitió examinar varios libros entre los cuales Los colloquios satíricos de Antonio de Torquemada, La rissa e Planto de Demócrito y Heráclito de Fileremo Fregoso, Los triumphos de Petrarca, etc. Ejercerá esta actividad de «censor» a partir de 1536, fecha en que permite la publicación de una obra de Alvaro Gómez de Ciudad Real titulada Proverbia Salomonis, y hasta el final de sus días, ya que en 1562, año de su desaparición, se publicó, con su autorización, el libro de Francisco Sánchez de las Brozas, Verae brevesque grammaticae latinae institutiones. En cuanto a su vida privada, sabemos que se casó con Marina Quijada y que es el padre de una numerosa descendencia: cinco varones (Juan, Basilio, Atanasio, Domingo y Esteban) y dos hijas (Inés y Germana) 18. Tiene pues que hacer frente a 15 Lo afirma él mismo en su primer testamento de fecha 15 de mayo de 1550, que está reproducido por Juan Bautista Avalle-Arce, «Los testamentos de Alejo Venegas», Dintorno de una época dorada, Madrid, José Porrúa Turranzas, 1978, pp. 137-172 (cita, p. 158). Ildefonso Adeva Martín también publica este documento, op. cit., pp. 492-506 (cita, p. 499). 16 La llegada del maestro Venegas a Madrid queda atestiguada por una nota contenida en uno de los Libros de Acuerdos de Madrid (Archivo Histórico del Ayuntamiento de Madrid, t. XI, fol. 328, sesión del 27 octobre 1544). Esta nota ya fue publicada en dos ocasiones: por Eugenio Várela Hervías («Sobre Alejo Venegas», Correo Erudito, I, 1940, p. 83) y por Ildefonso Adeva Martín, op. cit., p. 472. Reproducimos a continuación lo esencial de este texto: Paresció en el dicho ayuntamiento el Maestro Vanegas, e dixo que ya sus mercedes saben cómmo por seruir a esta Villa él a determinado de venir a tener el estudio, e que por servillos él se obligará destar tres años aquí con que sus mercedes manden luego gastar lo que los alarifes an declarado en el reparo del estudio, que son ocho mili maravedís e ciertos pertrechos, e con que cada año de los venyderos... de los dichos gastos que los alarifes dizen se gasten cada año cinco mili marauedís en reparo de la dicha casa a vista de los alarifes; e que suplica a sus mercedes e porque haze mudança e trae su casa de Toledo a esta Villa, le manden librar luego el un tercio. E los dichos señores acordaron que por quel dicho maestro es una persona tan señalada, e que de su venyda se espera mucha doctrina e prouecho para los hijos de los buenos deste pueblo, acordaron que se haga con él lo que pide e se le libren luego un tercio, dando seguridades de cunplirlo lo que an dicho.

El maestro Venegas abandona la dirección del Estudio de Gramática de la Villa en 1560 y le reemplaza Francisco de Zorita, como lo indica esta otra nota sacada de los Libros de Acuerdos (AHAM, T. XIV, fol. 396 v°-397, sesión del 1° de marzo de 1560): En este ayuntamiento los dichos señores justicia y regidores e personas susodichas rescibieron por preceptor de gramática desta villa ai bachiller Francisco de Corita de Tovar, vecino de Alcalá de Henares, con quinze mili maravedís de salario, que en esta villa tienen derecho de dar cada un año, y con que pedirían licencia a su Magestad para ottos diez mili maravedís más que se le den de ayuda de costa, como se davan al maestro Venegas, y con que se le dé por cada uno de los estudiantes dos reales cada mes, y con que se le deéla casa del Estudio como se dava al maestro Venegas... 17

Véase Daniel Eseinberg, «An Early Censor: Alejo Venegas», Medieval, Renaissance and Folklore studies in honor of]olm Estén Keller, Nevvark (U.S.A), Juan de la Cuesta, 1980, pp. 229-241. 18 BAHM, Esteban de Garibay y Zamalloa, Grandezas de España, V, (ms. 9-2105), f. 165: «El dicho Juan Benegas y doña Ynés de Busto, su muger, fueron padres del maestro Alexio Benegas ... que ubo en su muger, doña Marina Quixada, hija de Diego López Quixada y de su muger doña María Carillo,

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importantes cargas familiares: en el epílogo de la Breve declaración de las sentencias y vocablos obscuros que, a partir de la edición de 1543, completa la Agonía del tránsito de la muerte, evoca con angustia el «peso» de su familia que se compone de «doce personas que comen de nuestro trabajo» 19 , a la vez que confiesa humildemente «estoy pobre» en su segundo testamento de fecha I o de agosto de 156220. p o r e i| O ) s e v e obligado a aceptar la ayuda financiera que unos mecenas y amigos le ofrecen: entre sus bienhechores citemos al humanista Juan de Vergara así como a don Diego Hurtado de Mendoza, conde de Mélito, sin olvidar a don Francisco Mendoza y Bobadilla, obispo de Coria y más tarde cardenal, o a Pedro del Campo, decano de la Facultad de Teología de Toledo y obispo de Utica. A pesar de estas ayudas, y para hacer frente a las dificultades materiales, Alejo Venegas pide prestado algún dinero 21 . Sin embargo, se muestra un trabajador infatigable y, no siéndole suficientes los días, aprovecha las noches para escribir, como él mismo confiesa en algunos pasajes de sus libros22. ¿Exceso de trabajo? ¿Preocupaciones materiales acuciantes? Nada permite afirmar por qué Alejo Venegas cae súbitamente enfermo: el 1 ro de agosto de 1562 dicta un segundo y último testamento en el que se declara «enfermo de su cuerpo»2^. Este testamento, redactado con urgencia, presenta numerosas huellas de esta precipitación: así es como Alejo Venegas olvida mencionar a uno de sus hijos y no hace figurar ciertas disposiciones a favor de su mujer doña Marina Quijada. Esos naturales de tierra de Yllescas, de nobles linajes, a Basilio y Athanasio Benegas, que murieron sin averse señalado en nada, por no ser para ello; y Esteuan Benegas, profesor de la nabiera [Escuela militar naval], que en el año 1557 murió en las guerras de Sanct Quintín; y Domingo Benegas que, profesando lo mismo, ha seruido muchos años en las guerras de Flandes; y Juan Benegas Quixada, capitán de infantería y ahondadinario [sic] y teniente de general de artillería, que ha seruido mucho, y es latino, griego, y mathemático y astrólogo; y doña Ynés de Busto, muger de don Tello de Guzmán, un caballero de Toledo, con sucesión femenina; y doña Germana Benegas, muger de Diego de Figucroa, contino de la casa real, varón muy religioso, vecino de la misma ciudad, sin sucesión». " Alejo Venegas, Breve declaración..., Toledo, Juan de Ayala, 1543, «epílogo», fol. G viij v°. 2 ^ Este segundo testamento se publicó por primera vez por José María Cabezalí, «Tránsito de la muerte del maestro Alejo Venegas», Revista bibliográfica y documental, III, 1949, pp. 291-301 (cita, p. 295). Lo vuelven a publicar Juan Bautista Avalle-Arce, art. cit., pp. 168-172 (cita, p. 169) e Ildefonso Adeva Martín, op. cit., pp. 532-535 (cita, p. 533). 21 Se encuentra la huella de estos préstamos en el segundo testamento de Alejo Venegas (véase la nota precedente para las referencias de este documento). El maestro indica claramente: «Ytén mando que se pague de mis bienes a Joan Baptista Parra lo quel dixerc que yo le devo», «Ytén mando que se pague de mis bienes a B.° Peres Alalcana lo quel dixere que yo le devo de cosas que de su casa e sacado». 22 En su carta a fray Dionisio Vázquez, que figura al principio de la Agonía..., Alejo Venegas nos confía acerca de esta obra que «como... le faltase el tiempo diurno por las ordinarias lecciones de que abundava, fue organizado en las horas deuidas al sueño» (fol. +ii r°). De la misma manera, indica en el epílogo de la Breve declaración... que «de verdad tenemos ran poco tiempo ... con que ... somos forzados a quitar a las horas devidas al sueño, para entresacar alguna partecilla del talento que Nuestro Señor nos ha dado en cargo» (fol. G viij v°). Se encuentra una formulación parecida en el prólogo de la Primera parte de las diferencias de los libros que ay en el universo donde el maestro toledano relata que «el día de S. Eugenio del año pasado... comencé mi trabajo, aprouechándome de muchos ratos deuidos al sueño, por estar necessitado a emplear las horas del día en las ordinarias licciones que leo en esta ciudad de Toledo» (f. 2 v°) 2 3 José María Cabezalí, art. cit., p. 295; Juan Bautista Avalle-Arce, art. cit., p. 168; Ildefonso Adeva Martín, op. cit., p. 532.

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errores, reveladores de su pésimo estado de salud, le obligan el 3 de agosto de 1562 a añadir un codicilo —en sí mismo bastante confuso— que ni siquiera es capaz de firmar, por lo débil que está24. El 8 de agosto de 1562, su albacea, Alonso Cedillo, redacta un inventario de los bienes de Alejo Venegas25: este documento, establecido como es debido tras la muerte del maestro, permite afirmar que éste murió entre el 3 y el 8 de agosto de 1562. A L G U N O S DATOS

BIBLIOGRÁFICOS

La producción literaria del maestro Venegas es importante, tanto en número como en cualidad. Además de tres libros fundamentales — Tractado de ortographía y accentos en las tres lenguas principales, Agonía del tránsito de la muerte y Primera parte de la diferencia de libros que hay en el universo— que demuestran su erudición y en los que aparecen cualidades didácticas evidentes26, comentó en latín dos textos (De militia principis Burgundi de Alvaro Gómez y Samarites comoedia de Samaritano Evangélico de Pedro Papeo) y redactó otro acerca de las desdichas de Toledo, víctima en 1543 de una terrible sequía {Tractado y plática de la ciudad de Toledo a sus vezinos affligidos). También nos dejó un manuscrito titulado Puntos de doctrina cristiana y compuso varios prólogos destinados a introducir las obras de algunos autores famosos de su tiempo. Su papel de «censor de libros» le llevó a escribir «censuras o aprobaciones» que figuran en varias obras. Lo que deseamos presentar muy sintéticamente a continuación es el recuento de todos estos trabajos. Por último, señalemos que Alejo Venegas evocó varios de sus trabajos que, por motivos desconocidos, parecen no haber podido ser publicados y cuyos eventuales manuscritos no nos han llegado. Obras publicadas17

Tractado de ortographía y accentos en las tres lenguas principales: Antonio Palau y Dulcet, en el tomo XXV de su Manual del librero hispanoamericano (Edición de 1973) indica una edición única de este libro, que ha sido vuelto a imprimir muy recientemente: 1) Alejo Venegas, Tractado de orthographia y accentos en las tres lenguas principales, Toledo, Lázaro Salvago Ginovés, 1531 (Edición princeps). BNM, U-2836, R-4154; BN, Res. p. X. 148.

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José María Cabezalí, art. cit., p. 297 c Ildefonso Adeva Martín, op. cit., pp. 535-536. Este inventario, cuyas referencias son AHPT, Protocolo de Juan de Navarra, leg. 997, f. 663 669v°, fue publicado por José María Cabezalí, art. cit., pp. 297-299, y luego por Ildefonso Adeva Martín, op. cit., pp. 536-538. 26 Véase nuestro artículo, «Didactisme et souci de clarté de Alejo Venegas dans Agonía del tránsito de la muerte», Crisol, Centre de recherches ibériques et latino-américaines de l'université Paris X Nanterre, n° 17, juin 1993, pp. 1-11. 27 Las signaturas son las de la Biblioteca Nacional de Madrid (abreviación: BNM) y de la Bibliothèque Nationale de Paris (abreviación: BN). Cuando las ediciones citadas presentan características particulares o un interés específico, nos ha parecido útil acompañarlas con un comentario descriptivo o explicativo que figura entre paréntesis. 25

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2) Id., Madrid, Arco/Libros, S.A., 1986 (Edición facsímil con un estudio y notas de Lidio Nieto). Agonía del tránsito de la muerte: Antonio Palau y Dulcet indica la existencia de doce ediciones de Agonía del tránsito de la muerte en su Manual del librero hispanoamericano, tomo XXV: 1) Alejo Venegas, Agonía del tránsito de la muerte con los avisos y consuelos que cerca della son provechosos, Toledo, Juan de Ayala, 1537 (Edición princeps). BNM, R-4154. 2) Id., Toledo, Juan de Ayala, 1540, «Corregido nueuamente por el mismo auctor». BNM, R-3966, R-10.950; BN, Res. D. 80. 204. 3) Id., Toledo, Juan de Ayala, 1543 (Primera edición que contiene en el mismo volumen y a continuación de la Agonía..., una Breve declaración de las sentencias y vocablos obscuros que en el libro del tránsito de la muerte se hallan. Sin embargo, notamos que hay una ruptura de la foliación y que los dos textos sólo están yuxtapuestos. En esta edición, en la que se basan la mayor parte de las que siguen, aparecen muchas correcciones y modificaciones del texto original). BNM, R-10.381, R-15.227 28 . 4) Id., Zaragoza, George Coci, Pedro Bernuz y Bartholomé de Nagera, 1544 (Se trata de una reimpresión de la edición toledana de 1540, sin la presencia, pues, de la Breve declaración...). BNM, R-5267, R-10.950. 5) Id., Toledo, Juan de Ayala, 1547 (Reimpresión de la edición de 1543 con la Breve declaración... incluida). BNM, R-34.607. 6) Id., Toledo, Juan de Ayala, 1553 (Esta edición se vale de la de 1543 pero con la aparición en la portada del índice de los seis puntos que constituyen la obra: «El primer punto de los seys en que se diuide la obra, es que la vida del buen christiano es un prolongado martyrio. El segundo tracta del aparejo y testamento d[e] la buena muerte. El tercero: como se aura el agonizante contra los recuentros de enemigo. El quarto de los quatro lugares de las ánimas y la habla y conmunicación délias. El quinto: del valor de los suffragios: misas y bullas y lo demás. El sexto: del consuelo de los biuos: por la muerte d[e] sus defuntos. Al fin va la glossa d[e] los vocablos escuros). BNM, U-2630, R-6872. 7) Id., Alcalá de Henares, Andrés de Ángulo, 1565. (Se trata de la primera edición en la que la Breve declaración... forma un todo con la Agonía...: foliación continua, mismo colofón, etc. Constatamos la presencia de varias modificaciones del texto de origen que no vienen explicadas por ninguna nota y cuya procedencia se desconoce: ¿Correcciones deseadas por Alejo Venegas? ¿Transformaciones debidas a cualquier censor o modificaciones imputables en parte al autor y en parte a una tercera persona? A lo sumo se pueden atribuir —es una simple hipótesis— estos cambios al hecho de que «cuando las disposiciones tridentinas comienzan a hacerse efectivas...las obras de inspiración erasmistas son expurgadas» 2 9 . Y de hecho, esta edición es la primera publicada no sólo después del Concilio de Trento (15451563) sino también tras el fallecimiento del maestro toledano ocurrido en 1562). BNM, R1705, R-4584, R-4950, R-31.637.

28 Existe una edición que sólo se compone de la Breve declaración... (Toledo, Juan de Ayala, 1543) BNM, R-30.422. 29 Antonia Morcl d'Arleux, «Arte de bien morir en los conventos femeninos del siglo XVII», Primer congreso Internacional del monacato femenino en España, Portugal y América (1492-1992), León, Universidad de León / Secretaría de publicaciones, 1993, p. 93. Agradecemos a la autora el habernos comunicado este trabajo reciente.

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8) Id., Alcalá de Henares, Juan de Villanueva, 1568. BNM, R-5272. 9) Id., Madrid, Alonso Gómez, 1570-1571. (Esta edición presenta la particularidad de haber abandonado la letra gótica hasta entonces empleada por los impresores precedentes). BNM, R-27.936. 10) Id., Alcalá de Henares, Ivan Gradan, 1574-1575. BNM, R-18.251. 11) Id., Valladolid, Diego Fernández de Córdoba, 1583. BNM, 2-67.707. 12) Id., Barcelona, Antonio Lacavallería, 1682. BNM, 2-69.637, 2660.419. A estas doce ediciones antiguas citadas por Palau y Dulcet, añadimos estas cuatro, más recientes: 1) Alejo Venegas, Agonía del tránsito de la muerte, en Eugenio de Ochoa, Obras escogidas de varios autores místicos españoles, Paris, Baudry-Librería Europa, 1847, pp. 1-118 (Se trata de una edición incompleta que sólo contiene el texto de las tres primeras partes de la obra del maestro Venegas). 2) Alejo Venegas: Agonía del tránsito de la muerte, en Miguel Mir, Escritores místicos españoles, t. 1, Nueva Biblioteca de Autores Españoles, vol. 16, Madrid, Bailly-Baillière, 1911, pp. 105-318 (Esta edición, bastante accesible, hubiera podido ser la edición moderna de referencia de la Agonía del tránsito de la muerte, pero no contiene ninguna nota y es extremadamente defectuosa, como lo reconoce Ildefonso Adeva Martín: «La presente edición es... muy deficiente. Por manifiesta incuria de los tipógrafos abundan las erratas y los cortes» 3°). 3) Alejo Venegas: Preparación para la muerte [sic], col. «Joyas de la mística española», Madrid, La España Editorial, s.d., 147 p. (Edición muy incompleta en la que sólo figura el «Punto segundo» de la Agonía del tránsito de la muerte, sin los capítulos 11, 12, 13, 15). 4) Alejo Venegas: Agonía del tránsito de la muerte, col. «Neblí», Madrid, Ediciones Rialp, 1969. (Esta edición, que sólo presenta los capítulos 1 - 9 y 17 - 23 del «Punto segundo», así como los capítulos 1 - 2 , 4 - 12 y 20 - 21 del «Punto tercero» de la Agonía del tránsito de la muerte, contiene una introducción de Rafael Fiol en la que da las precisiones siguientes:»En la preparación de esta edición se ha seguido el criterio de preferir la adaptación al lector moderno. Así, se han modernizado los arcaísmos que hubieran hecho más enojosa la lectura, e incluso se han omitido partes del texto excesivamente reiterativas o, en general, poco acomodadas a nuestra actual mentalidad. No pretende, en definitiva, ser una edición íntegra del libro, que hubiera resultado extensa y prolija por demás»).

Notemos también que la Enciclopedia universal ilustrada de la editorial EspasaCalpe, S.A., Madrid, 1929, indica en el artículo «Vanegas» (tomo LXVI, pp. 12371238) que existe una traducción italiana de la Agonía del tránsito de la muerte, realizada a partir de la edición de Valladolid de 1583. No tenemos conocimiento de una edición francesa de esta obra. Primera parte de las diferencias de libros que ay en el universo: Antonio Palau y Dulcet presenta cinco ediciones de este libro: 1) Alejo Venegas, Primera parte de las diferencias de libros que ay en el universo, Toledo, Juan de Ayala, 1540 (Esta edición princeps contiene errores en la numeración de algunos capítulos. Varios de estos errores subsistirán en las dos ediciones siguientes). BNM, R11.789, R-13.848, R-26.594; BN, Res. R. 1554. 30

Ildefonso Adeva Martín, op. cit., p. 187.

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2) Id., Toledo, Juan de Ayala, 1546. BNM, R-1782, R-11.792, R-15.519, R-16.209, R29.334. 3) Id., Madrid, Alonso Gómez, 1569. BNM, U-11.268, R-5313. 4) Id., Salamanca, Pedro Laso, 1572 (Esta edición rectifica por fin los errores de numeración de algunos capítulos de la obra). BNM, R-7509, R-l0.221; BN, Z.32.341. 5) Id., Valladolid, Diego Fernández de Córdoba, 1583. BNM, U-6262, R-16.006, R-6321, R-6326. A estas ediciones podemos añadir una sexta, muy reciente: 6) Id., edición facsímil con un prólogo de Daniel Eisenberg, col. «Biblioteca hispánica», Puvill libros, S.A., Barcelona, 1983. Obras perdidas Varias obras de Alejo Venegas, que fueron anunciadas por el propio autor, parecen no haber sido nunca publicadas. El maestro toledano evocó «un tractado de poesía que, si Dios quiere, saldrá tras este guión»31, «una arte de gramática... para que por ella las monjas puedan aprender la lengua latina sin preceptor»32, así como una obra titulada De liberis educandis33. Habló también de un Privilegios del nada34, de una obra titulada Diabología (de la que aparece la mención en su introducción a la obra de Pedro Papeo, Samantes comoedia de Samaritano Euangelico) y de un tratado cuyo título es Grammática narrativa35. No nos ha quedado ninguno de los eventuales manuscritos de estas obras. Comentarios, opúsculos y obras manuscritas Alvaro Gómez de Ciudad Real, De tnilitia principis Burgundi, Toleti, Ioannis de Aiala, 1540 (Obra que consta del texto de Alvaro Gómez contenido en 24 folios numerados y de un comentario del maestro Venegas titulado In uelleris aurei locos obscuriores breuis enucleatio, de una extensión de 48 folios sin numerar). BNM, U-2923, R-7813, R-15.984, R-17.691, R22.982; BN, M.20.264. Pedro Papeo, Samantes comoedia de Samaritano Euangelico, Toleti, Johannes ab Ayala, 1542 (Destinada a un público de tipo escolar, esta obra contiene, al lado del texto de Pedro Papeo, importantes comentarios, tanto teológicos como gramaticales, que fueron redactados por el maestro Venegas a petición de Fernando de Lunar, miembro del cabildo de la catedral de Toledo). BNM, R-4014, R-10.270. Alejo Venegas, Tractado y plática de la ciudad de Toledo a sus vezinos affligidos, Madrid, luán Yñiguez de Lequerica, 1583, folios 79-96r° (Fray Rodrigo de Yepes descubrió el manuscrito de este Tractado y, tras haber realizado unas correcciones sin mayor consecuencia para el 3 ' Tractado de orthographia y accentos en las tres lenguas principales, Toledo, Juan de Ayala, 1531, f. eiii. 32 Breve declaración de las sentencias y vocablos obscuros que en el libro del tránsito de la muerte se hallan, Toledo, Juan de Ayala, 1543, f. aiii. 33 Una carta de Alejo Venegas a Juan Vergara de fecha 7 de octubre de 1548 menciona este libro; fue publicada por Ildefonso Adeva Martín, op. cit., pp. 489-490. 34 Obra anunciada en la Breve declaración..., op. cit., (. fiiii. 35 Alejo Venegas alude a este tratado en su comentario titulado In uelleris aurei locos obscuriores breuis enucleatio, que figura en De militia principis Burgundi, obra de Alvaro Gómez de Ciudad Real.

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texto de origen —división en capítulos, rectificación de algunas citas erróneas, por ejemplo— lo incluyó en su Historia de la muerte y glorioso martyrio del Sancto Innocente, que llaman de la Guarda). BNM, R-13.711. Alejo Venegas, Puntos de doctrina cristiana, manuscrito conservado en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Col. Salazar, L-l, f. 151-15536.

Prólogos Cada una de las obras que presentamos aquí contiene un prólogo redactado por Alejo Venegas: Alvaro Gómez de Ciudad Real, Proverbia Salomonis, Compluti, Apud Michaelem de Eguía, 1536 (Ejemplares disponibles en Toledo, Biblioteca Pública y en Oviedo, Biblioteca Universitaria). Alvaro Gómez de Ciudad Real, Septem Elegiae in septem poenitentiae psalmos, Toledo, Juan de Ayala, 1538 (El ejemplar que conocemos está en Toledo, Biblioteca de la Universidad). Alvaro Gómez de Ciudad Real: Teológica descripción de los misterios sagrados, Toledo, Juan de Ayala, 1541. BNM, R-1393, R-12.753; BN, Rés.p.Yg.15. Francisco Cervantes de Salazar, Obras morales, Alcalá de Henares, Juan Brocar, 1546. BNM, R-3970. Benito Villa, Harpa de David, Burgos, Juan de Junta, 1548. BNM, R-31.863. Pedro Mejía, Muestra de la pena y gloria perpetua con que se alcanza la bienaventuranza, juntamente con la declaración del Pater noster, Toledo, Juan de Ayala, 1550. BNM, R11.167. Serafino de Fermo, Las obras espirituales, Salamanca, Juan de Junta, 1552. BNM, R-14.200, R-16.230. León Battista Alberti, El Momo, traducido del italiano por Agustín de Almazán, Alcalá de Henares, Joan de Mey Flandro, 1553. BNM, R-555, R-12.635, R-23.659, R-31.762, R32.113. Censuras Proponemos los títulos de algunas obras para las que Alejo Venegas, como «censor de libros», emitió un juicio que permitió su publicación: Francisco Petrarca, Los Triumphos, traducido del italiano por Hernando de Hozes, Medina del Campo, Guillermo de Millis, 1553. BNM, R-4927.

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Pensamos que Cristóbal Pérez Pastor fue el primero en señalar la existencia de este manuscrito {Bibliografía madrileña, III, Madrid, Tipografía de la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos», 1907, p. 516). Juan Bautista Avalle-Arce precisa a su vez que «en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia se conserva una obrilla inédita y casi desconocida de Venegas, Puntos de doctrina cristiana, col. Salazar, L-l, folios 151-155 («Los testamentos de Alejo Venegas», Dintorno de una época dorada, op. cit., nota 2, p. 138). Lidio Nieto confirma: «Hemos comprobado la referencia de Avalle-Arce y confirmamos su existencia. Se trata de diecisiete puntos de reflexiones cristianas al hilo de textos de San Jerónimo» («Alejo Venegas y el Tractado de Orthographia», estudio introductivo a la edición facsímil de Alejo Venegas, Tractado de orthographia y accentos en las tres lenguas principales, Madrid, Arco/Libros, S.A., 1986, p. 11, n. 19). Tenemos prevista la publicación de este texto, hasta ahora inédito.

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Antonio de Torquemada, Los colloquios satíricos, Mondoñedo, Agustín de Paz, 1553. BNM, R-3243. Antonio Fregoso, Rissa y planto de Demócrito y Heráclito, traducido del italiano por Alonso Lobrera, Valladolid, Sebastián Martínez, 1553. BNM, R-4468, R-9134, R-l 1.408. Juan Pérez de Moya, Libro de cuenta, Toledo, Juan Ferrer, 1554. BNM, R-14.218. Francisco Sánchez de las Brozas, Vente brevesque grammaticae latinae ¡nstttutiones, Lugduni, apud haeredes Seb. Gryphii, 1562. A L E J O V E N E G A S D E B U S T O Y LAS I N F L U E N C I A S E R A S M I S T A S : E S T A D O A C T U A L D E LA C U E S T I Ó N

Marcel Bataillon fue el primero en evocar ciertas influencias erasmistas en Alejo Venegas, en particular en la Agonía del tránsito de la muerte, lo que dio al maestro toledano una fama postuma que le acompañaría mucho tiempo 37 : comparando esta obra con la Praeparatio ad mortem (1534) de Erasmo —cuyas primeras traducciones españolas se publicaron a partir de 1535 en Burgos con el título de

Libro del aparejo que se deue hazer para bien morir y en Valencia con el presunto título de Apercibimiento de la muerte^—, Marcel Bataillon afirma, en efecto, que «aun en caso de que no hubiera semejanzas más decisivas entre ambos libros, el autor de la Agonía traicionaría ya la filiación erasmiana de su sentimiento religioso por el uso que hace de la imagen del cuerpo místico, cuyos miembros son todos los cristianos y cuya cabeza es Cristo. Tal vez en otros países haya sido popularizada esta imagen por otros escritores. Pero en España aparece como un rasgo erasmiano por excelencia, y bastaría casi por sí solo para fechar un libro»39. y de hecho, algunos escritos de Erasmo, aun cuando no aluden directamente a la noción de cuerpo místico, parecen encontrar unos ecos en la Agonía del tránsito de la muerte del maestro Venegas. ¿Cómo no ver semejanzas asombrosas entre el pasaje de la Praeparatio ad mortem en el cual Erasmo, inspirándose directamemente de la Segunda epístola a los Corintios de san Pablo, indica que «viadores somos en el mundo. Andamos de posada en posada o, por mejor decir, de cabana en cabana como peregrinos; no vivimos de asiento, como en la patria »40, y el de la Agonía del tránsito de la muerte en el que Alejo Venegas también compara la vida con un vagabundeo, o mejor dicho, con una peregrinación, tomando por su cuenta la imagen simbólica de la venta: «pondremos delante de los ojos del ánima que vamos camino, y que las casas en que moramos son mesones o ventas donde 37 Ildefonso Adeva Martín, en su obra El maestro Alejo Venegas de Busto, su vida y sus obras, op. cit., confirma que «desde la publicación de Érasme et l'Espagne todos —casi todos— adjudican sin recelo alguno el título de erasmista a Agonía y a su autor» (pp. 310-311). 38 E| Libro del aparejo que se deue hazer para bien morir, publicado en Burgos en el taller del impresor Juan de Junta, se debe a un traductor anónimo. En cuanto a la edición de Valencia, publicada con el supuesto título Apercibimiento de la muerte, es una traducción de Bernardo Pérez de Chinchón, pero no hemos hallado ningún ejemplar de ella: sólo queda atestada su existencia por unas notas manuscritas de Bartolomé José Gallardo. 39 Marcel Bataillon, op. cit., p. 565. 40 Desiderio Erasmo, Preparación para la muerte, en Obras escogidas, traducción castellana directa, comentarios, notas por Lorenzo Riber, Madrid, Aguilar, 1964, p. 493.

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anochecemos... No tenemos en esta vida casa hecha de mano de hombres... Todo el tiempo que vivimos en este cuerpo estamos como peregrinos alongados de nuestra tierra, por donde nuestro camino se compara a camino de romería que no haze parada»41? Éstas son las razones por las que casi todos coincidieron en que Alejo Venegas era un erasmista: en 1983, Michel Cavillac todavía evoca «l'érasmiste Vanegas» 42 . Sin embargo, bastante temprano aparecieron discrepancias: así, en 1952, Eugenio Asensio, en un artículo fundamental, pone en tela de juicio estas afirmaciones de Marcel Bataillon y afirma que no considera la imagen del cuerpo místico como «delatora de erasmismo»43. A su vez, José Antonio Maravall manifiesta sus reservas: para él, el tema del cuerpo místico no es exclusivamente revelador de influencias erasmistas, pues se encontraba ya «difuso y en estado de cuasi tópico en la situación espiritual de la Baja Edad Media española, en espera de que nuevas corrientes de espiritualidad lo revivifiquen»44. En un trabajo reciente, Ricardo Saez se muestra más categórico aún: «il est un point ... qui montre qu' Érasme et l'Espagne s'est édifié sur un manque: à savoir l'attribution abusivement érasmienne assignée par son auteur à l'image du corps mystique» 45. Y, confirmando la posición de José Antonio Maravall, añade que «l'image du corps mystique d'une continuité affirmée —sous son double parcours de métaphore religieuse et politique—... précède et déborde en Espagne la pénétration des écrits érasmiens»46. Por consiguiente se admite hoy, a propósito del cuerpo místico, que «l'utilisation de cette image n'est pas obligatoirement signe d'érasmisme» 47. Por fin, Ildefonso Adeva Martín demuestra que el maestro Venegas, lejos de recibir únicamente la influencia directa de Erasmo y de su Praeparatio ad mortem, como parece afirmarlo Marcel Bataillon, se inspiró a menudo de las Artes moriendi, así como de numerosas obras entre las que figuran Utilissima et compendiosa expositio sacri canonis tnissae de Gabriel Biel (Toledo: Juan Villaquirán, 1523), Doctrinale mortis de Jean Raulin (Parisiis: Iohanne Parvo, 1519), De doctrina moriendi opusculum de Josse Clichthove (Parisiis: Simone Colinaeo, 1520), De modo bene moriendi libri tres de Pedro Barozzi (Venetiis: lo. Antonii e Fratrum de Sabio, 1531), 41

Alejo Venegas, Agonía..., i. xvi y i. xvii (Edición princeps, 1537). Michel Cavillac, Gueux et marchands dans le Guzmán de Alfarache (1599-1604). Roman picaresque et mentalité bourgeoise dans l'Espagne du Siècle d'Or, Bordeaux, Institut d'études ibériques et ibéro-américaines de l'université de Bordeaux, 1983, p. 237. 4 ^ Eugenio Asensio, «El erasmismo y las corrientes espirituales afines», Revista de Filología Española, XXXVI, 1952, p. 63. 44 José Antonio Maravall, «La idea de cuerpo místico en España antes de Erasmo», Boletín de la Cátedra de Derecho Político de la Universidad de Salamanca, n° 10-12, mayo-octubre 1956, pp. 29-44, publicado de nuevo en Estudios de historia del pensamiento español, Madrid, Ediciones cultura hispánica, 1973 (2' éd.), p. 213. 45 Ricardo Saez, «Le corps mystique comme métaphore religieuse», Le corps comme métaphore dans l'Espagne des XVI' et XVII' siècles, Travaux du «Centre de recherche sur l'Espagne des XVIe et XVIIe siècles» (CRES), n° VII, Études réunies et présentées par Augustin Redondo, Paris, Publications de la Sorbonne-Prcsses de la Sorbonne nouvelle, 1992, p. 146. 46 lbid., p. 146. 47 Anne Milhou-Roudié, «Passion et compassion dans la Agonía del tránsito de la muerte de Alejo Venegas (du corps souffrant au corps mystique)», Le corps comme métaphore dans l'Espagne des XVI' et XVI!' siècles, op. cit., p. 160. 42

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etc. 48. Para concluir, citemos a Anne Milhou-Roudié que, al evocar la Agonía del tránsito de la muerte de Alejo Venegas, reconoce que «l'œuvre se trouve dans la mouvance érasmienne, dont le grand souffle a animé l'Espagne de la première moitié du XVIe siècle»4', pero que matiza de inmediato su posición precisando que no se puede «assimiler le très orthodoxe moraliste tolédan à un disciple de l'humaniste de Rotterdam —comme le fait un peu abusivement Marcel Bataillon— ...» 50 : para ella, el maestro Venegas «a été rangé un peu arbitrairement parmi les érasmistes»*!.

Fijar con el margen de error más reducido posible las fechas de nacimiento y de defunción de Alejo Venegas, dar algunas precisiones acerca de su biografía, hacer el recuento de la producción literaria del maestro toledano y hacer un balance sobre las supuestas influencias erasmistas que aparecen en su obras, tales son las ambiciones del presente trabajo: esperamos haber alcanzado nuestra meta.

ZUILI, Marc. Algunas observaciones acerca de un moralista toledano Venegas de Busto. En Criticón (Toulouse), 65, 1995, pp. 17-29.

del siglo XVI:

Alejo

Resumen. El artículo presenta el resultado de investigaciones recientes sobre la biografía de Alejo Venegas de Busto (Toledo, 1498 o 1499-1562) y da cuenta de su producción literaria, al tiempo que presenta un «estado de la cuestión» acerca de las influencias erasmistas que se encontrarían en sus obras. Résumé. Bilan de recherches récentes sur la biographie de Alejo Venegas de Busto (Tolède, 1498 ou 1499-1562), sur l'ensemble de sa production littéraire, ainsi que sur les influences érasmistes qui apparaîtraient dans ses oeuvres. Summary. This article contains the results of récent research on Alejo Venegas de Busto's biography (Toledo, 1498 or 1499-1562) and gives information about the whole of his literary production, at the same time we présent a «state of the matter» about the erasmian influencies which might appear in his works. Palabras clave. Alejo Venegas de Busto. Biografía. Bibliografía. Erasmismo.

48

Ildefonso Adeva Martín, op. cit., pp. 320-330, pp. 351-358, pp. 381-382, p. 393, etc. Anne Milhou-Roudié Anne, «Assister le moribond: acte de sociabilité et manifestation du Corps Mystique pour Alejo Venegas, moraliste tolédan (1537)», Savoir mourir, textes réunis et présentés par Christiane Montandon-Binet et Alain Montandon, collection «Nouvelles études anthropologiques», Paris, L'Harmattan, 1993, p. 29. 50 ¡bid., p. 29. 51 Anne Milhou-Roudié, «Passion et compassion dans la Agonía...», Le corps comme métaphore dans l'Espagne des XVIe et XVIIe siècles, op. cit., p. 160. 49

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SEGUNDA PARTE

DoloresGonzález Martínez La Poesía de Francisco de Aldana

ÍNDICE PRESENTACIÓN. INTRODUCCIÓN

Introducción al Estudio de la Imagen PRIMERA PARTE CAPÍTULO I. LA ESTRUCTURA DE LA IMAGEN. 1. Los temas de lu i mayen 1.1 El hombre; conflicto cutre viJj pública y vida privudd. (¿lapas de la existencia. El destino. El tiempo Otro* tenias 1.2 111 amor humano. El amor divino 1.3 El alma, ü i teoría del conocimiento atecitsia o el encuentro de (a felicidad 1.4 El espacio vital. La murada del cielo 2. Los centros de expansión de la imagen 2.1. La naturaleza 2.2. ti liomhre y su entorno individual 2.3. El hombre y su dimension socioniultutal 3. Algunas relaciono constantes enire las» imágenes CAPÍTULO II. LAS FUENTES DE LA IMAGEN 1. La tradición cultural I l - Lu mitología 1.2. Las artes figuradas 1.3. LJ íilosoí/a neupimónica 2. 1.a tradición (iteraría 2.1. Lu literatura clásica 2 2. PciruRiuinno y sensualismo 3. El ámbito vital del poeta

Ensayos /Scriptura •4-

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CAPÍTULO III. EL ASPECTO FORMAL DE I.A IMAGEN.. 1. Tipología de la imagen 1.1 Alegoría, Personificación y Visión 1.2 Metáfora y Comparación (o Símil) 1.3 Metonimia, Hipálagc y SineVtloque 1.4 Antonomasia 1.5 Símbolo 1.6 Stncste^in 2. La construcción de lu imagen 2.1. El adjetivo 2.2. El verbo 2.3. 61 sustantivo TERCERA PARTE CAPÍTULO IV. LA IMAGEN PSICOLÓGICA... 1. Procedimientos de presentación 2. Tipología de la imagen psicológica CONCLUSIÓN LISTADO GENERAL DE IMÁGENES BIBLIOGRAFÍA 1. BIBLIOGRAFÍA SOBRE FRANCISCO D t AlDANA 1. Ediciones de sus obras 2. Estudios sobre Francisco de Aldana II. BIBLIOGRAFÍA SOBRE EL RENACIMIENTO III.BIBLIOGRAFIA SOBRE LA IMAGEN POÉTICA I. Sobre la imagen Jiteraría 1.1. Sobre la imagen en general 1.2. Estudios aplicados de la imagen literaria. IV. BIBLIOGRAFÍA FUNDAMENTAL SOBRE LINGÜÍSTICA, CRÍTICA LITERARIA Y ESTILÍSTICA