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(eCATBO PLIEGAS.)

HISTORIA

FLORES

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BLANCA-FLOR,

SC DESCENDENCIA, ¿MORES Y PEL1CROS QUE PASARON, Á CAUSA DE SER FLORES MURO T BLANCA-FLOR CRISTIANA,

Maürhi : Imprenta á sargo de Jote' M. Maros, plaza de la Cebada núna. 96. 1858.

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FLORES Y BLANCA-FLOR. •i. '1 ' . •.••.U «ib ,?cj ulte ?iuVj noi9ui rjiip i¡euKiíi.ji. / ;"'iti tii' obcjina un [.. . kI.i"' , • ".i'i /. .—' . '.ir; ii,; i;lfi.| ... . V... • • . , ie¡ Mi.., . ' .J.. ¡i: 'V. i nn . . ; l •• : !.: i ' ' •'.' i. .'.i.K'Hi il . . . ¡. '¡ • .i - • •; n •. .:: i:'t ,'. ' ¡¡ " .' '• : ' i i. .r • v ', ' !' lil CAPITULO PRIMERO.. ,' '." ; \ \¡ .." elrn»; r/íJawn .)iip ib r Mus ol í>ó fttei* nf, ;niqmif3 oto oii ol ¡¿u ( ,to e, e1imraa» oiru»ao¿o uk * ...ta: vum v,ii w' Du*e cuenta Je quienes eran los pa/lres de Blanca-Flor, y la promesa que hicieron de ir en peregrinacion a SaiUiayo para que les come die* sucesion, y wdolJíoü] . abo) iioicbsup aubinimbVi • ,.. hwvi.u.. i w ' s Y i'•, . i, .I i . ii"i.. i i| oh onu abea ^ «oIj(j¿ xioiji.X' ¡lo £'jii''¡ n e¡nrii on o:\ grande ostoniacíon vivía en la muy antigua y £T celebrada ciudad de Roma un caballero muy yirtuoso , noble , rico y señor de varios pueblos y f^t castillos, el cual se llamaba MicherdcPercio; este contrajo matrimonio con una noble y virtuosa da ma llamada Topacia. Celebráronse las bodas con muclias fiestas y regocijos, por ser los dos contiaventes'de muy alio y esclarecido linaje. YivieV ron los dos ciinsortes con rímebo gusto y placer }ior espacio de cuatro años, sin mas disgusto que el de no tener nicesion; v un dia entre otras conversaciones, dio Miclier Hercio á entender á su esposa Topacia, que uo tenia «tro sentimiento sino el de no tener un hijo en quien recayeran sus Estados, A lo cual con mucha modestia y cortesía respondio Topacia, i . . ¡. , ¡. ;., „-Ji¡i¡ ., ¿ ó ..;... .i••,.'i i¡ ?w :.u • •. .i i . .m'ni '. ' i ' 5 i; i..'i:..i!l oJiio;).: ;'¡¡.| /;. i •«:.•:i ¡:. ' / ¡ í. /.n !•; ••:t' ' ¡.¡ . i ii., .: i•i: ,.,':•) t;•' :«;• 1. i 'j;.r:n¡^i'¡ i.' ii:i¡iv.'¿.i Favores que la reina mora hacia á Topacia. —La cautiva pare una ni* ña, que cu el bautismo la pusieron por nombre Blaiica+Flor. —Muert» de Topacia con otros acontecimientos, *iim 'i' AiYv»

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fati fraternal aniistad, vivían Ja íeina, y.Topacía,; y . up dia qne esta ban las dos en el jardin divirtiéndose, repac ía reina que Topacia tenia el vientre levantado, y la dijo: hermana , á mi' me parece que estás en cinta como yo. A lo que respondió Topacia: Ojalá que así no fuera; pues por causa de este embarazo salí á cumplir (a promesa que te dije, la cual ha sido' la causa de todos mis males. Luego que entendió la reina el embarazo de Topacia, mandó dispo^ .n^ Jodas^ ves^ ^crjaüiqa, de las mismas ,leias ¡y brocados, que.ías.ique, \e j^^n'pfeyeflí^o íía. reina. . . vTopacia, agradecida a tantos favores, .s/¿..e^íeUivo.ieT|..tiemi^t(iu^.^ quedaba hasta su parto, en labrar, unos pa^es bordados de pro y bro cado Un especiales,, que en .tpd^. aquel paj^;|pó , liatia,. oirqsaue les igua.i .Unan*: Acabados que íueroo, se los rijgaty )» ^ .reift^.^ cjíoJ Jo?¡ eistimíS M),jnuch0.. .;ey, . , • .:, .,f. ^...«''y; f.iju., ;„Ya iban, cumplidos los nueve , paeses desembarazo, ;de ¡ufeinajrjiio.nacia c¡ua#4p eÍ!düprimepo.'de Pascna^e Jlpre^, al amanecer,, dióía'rer . m k ty* m .Ifnuy. hermo^ Jjn.ej^nwwie, ,,Ías 'c^ro jj''.

—7— tarde paño Topacia una niña tan parecida á' su madre, que era un tito retrato suyo., Lá reina otando que á su hijo sé le pusiera por nombre Flores, y por darle gusto én todo á Topacia consintió' en que su hija fue ra secretamente bautizada, á ia cual la pusieron por gusto de su madre, Blanca-Flor. Topacia tenia su cama inmediata á la sala do la reina y las misma- amas que criaban al infante Flores criaban á Blanca.Flor. Con el mismo esmero y cuidado que asistian á la reina cuidaban. á Topacia; y aunque todos estos favores mitigaban en algo (os disgustos de Topacia, con todo, en acordándose de su cautiverio, sus Estados, deudos y va» salios, y que aquella hija que habia parido habia nacido en la misma es clavitud que ella, cuando se estarian preparando en sus Estados muchos regocijos y grandes fiestas por su nacimiento, era tanta y tan grande la pena que la daba, que sin poder contenerse lloraba amargamente cu des gracia. Cuando la reina la aclia ver triste y llorosa , la deeia: hermana mia, uo te desconsueles ni aflijas ya sabes el mucho afecto que te tengo, por lo cual haré cnanto quisieres; tu hija y mi hijo corren de mi cuenta, no tengas cuidado que todo lo remediará Alá. Favores eran estos que po dían desahogar y animará Topacia; peroera tanta su pena, que no lacla ba lugar al consuelo! 'i i.:. . ''',.. i Viendo la reina que Topacia se ponia enferma, y que cada día iba peor, mandó llamar á sus módicos, y con el esmero y cuidado posible la medicinaban; pero agravándose la enfermedad, y vióndose ya eii 'los últimos dia&'de su vid», suplicó ála reina que mandase traerla a sn bija Blanca-Flor: la reina mandó que se la trageran; y tomándola en sus bra zos, la dijo con muchas lágrimas; [óh, hija naia!'¡tá hns sido la causa de la muerte de tu padre y mi.perdicioní'¡Oh qué cara rt* cuestas! Y vol viéndose álaareina, la dijo con mucho enedrecimiento: reina y señora mia, esta pobre esclava suplica á V. A. 'no olvide. el amparo y cuidado de esta infeliz criatura!, y tambien ©si suplico que luego qué yo muera (quesera muy etí breve), mandeis que mi cuerpo sea sepultado én'el tu gar donde se encierran los cristianos. Ydkxenid» osto , .la acometió ñn desmayoi el cual solo, pudo artidnlar'las palabras ¿ti.&kis¿Máriai¡ Jbjw, ton las: cuales entregó su alma al Criador.' " ' * '.. irir
amores de Blanca-Flor nada aprendes; por cuyo motivo, y. por no veN rae en la precision de, quitar á Blanca-Flor de palacio, he determinado que tú vayas á estudiar á la ciudad de Montorio, ocho leguas de la cor te: disponte para hacer «ste viaje, y no me dés disgusto, pues de lo contrario haré con Blanca-Flor un ejemplar. ¡ Mucho sintió el príncipe Flores la determinacion deí rey su padre; pero viendo que no tenia remedio, y que de no hacer lo que el rey man daba, vendria á pugar Blanca-Flor la culpa que no tenia, con mucha pe na, aunque bien disimulada, respondió á'sii padre: ¡ . —Señor, estoy pronto á obedecer cuanto, Y. A. mande, en vista de lo cual iré á Montorio con mucho .gusto, ó donde Y. A. determine; por lo que puede Y. A. si gusta disponer el viaje para mañana. En aquella noche, valido de algunas camaristas, tuvo Flores ocasion de visitar á Blanca-Flor, á la cual con muchas lágrimas, la habló de esta manera: —Querida Blanca-Flor , mi mala suerte ha permitido que el rey mi padre, creidp del consejo de mi .ayo Mahomad, me separe de tu amable vista, pues me manda que vaya & estudiar á Montorio: á mi me es indispensable obedecer lo que el rey manda; pero puedes vi vir cierta de que aunque me separe de tu vista , mi corazon, potencias y sentidos siempre serán tuyos, cuya verdad te afirmo y juro por Mahoma. Blanca-Flor qne no esperaba semejante novedad, con muchos sus piros y ansias pidió á Flores no la olvidara, pues ella siempre seria su ya, y en testimonio de ello le dio á Flores un hermoso anillo. En estos amorosos coloquios pasaron lo mas de la noche, y viendo que el dia se acercaba, por no ser vistos, se retiró Flores, haciendo muchas protestas de amor á su querida Blanca-Flor. A la mañana siguiente salió el príncipe Flores con mucho acompa ñamiento para Montorio, donde al . cabo de seis meses, en los cuales »e . escribieron varias cartas, no pudiendo Flores tolerar mas la ausencia de su querida Blanca-Flor, adoleció de una enfermedad tan rara, que ningun médico la entendía. Llegando lodo esto á noticia del rey determi nó traerlo á la córtei por ver si mudando de tierra, recobraba la salud. Llegó el príncipe á palacio, y á los pocos días con la vista de su amada Blanca-Flor, se restableció completamente su salud. Viéndolo el rey ja restablecido lo volvió á enviar á Montorio para que continuase sus estudios, pero á los pocos dies volvió á enfermar del mismo a«c¡» dente anterior. • v: Comprendiendo el ayo Mahomad qne la enfermedad del príncipe na cía de estar ausento d« Blanca-Flor, por ver si le [ odia distraer, man? 2

— lOdo' se hicieran varias fiestas de torneos, cañas y monterías; pero viendo que todo era perdido, y que la enfermedad del príncipe cada dia se iba agravando mas, determiné escribir al rey diciéndole, que h» falta dte sa lud del príncipe no tenia Otra procedencia que el mucho amor que tenia puesto en Blanca-Flor. .• ' '. Hízolo así; y enterado el rey (que tenia ya algunas sospechas) delo que le decia Mánomad, pensó en buscar algun medro que sirviera de pretestopara quitar la Vida á Blanca-Flor, creyendo que este era el úni co modo de corlar los amores del príncipe, y por consiguiente librarle de su enfermedad: para cilya deliberacion determinó consultarlo con su consejero.. ' " ' '' .. ''''...i iV .'; - "". '.: " : '' .' - y

CAPITULO Vi • ••

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Sentencia que por el rey y los de ' su cornejo se dio a Blanca-Flor xte . que fuera quemada.—Flores sale victorioso en un combale y consigue. ¡ libertar del suplicio, a fí^r^q.', , % ;;

\l dia siguiente de recibir la carta de Mahomadel rey mandó lla mar á su consejero particular, y le dijo estas palabras: . . - \ « ."if —Bien sabes, amigo mio, el mucho aprecio que siempre hizo de tí mi padre, y tambien te consta el que he hecho yo: asimismo no ig noras las muchas mercedes que de mi mano has recibido. En vista de: lo cual , espero de tu lealtad me hagas uno de los mayores servicios, j es el siguijnto: Esta cautiva Blancai.Flor tiene á mi hijo hace tiempo, tan enloquecido de amores, que por esta causa le quité de mi palacio y le envié á Montorio pensando que con la ausencia olvidara esta pasion; pero ha sido tan al contrario, que perdido de enamorado, enfermó de tal suerte, que á no habérmelo traído á palacio hubiera muerto. Bestablecido que fué (mas con la vista de ella que con la de sus padres) le volví á Montorio i y al punto volvió á adolecer dela misma enfermedad, tanto que se halla en un estado deplorable. Tú conoces muy bien que estos amores no pueden llevarse acabo, por no ser comptible que un princi- ; pe de Argel se case con una pobre esclava, hija de padres de con traria secta. En vista delo cual y que lo que importa mucho es la salud • del príncipe, soy de parecer que á esta esclava se la quite la vida, por cuyo medio tendrán fin los amores del príncipe y cualquiera otro daño; que pudiera sobrevenir.

— n — Oidas atentamente por el ministro las palabras del rey, le contestó: —Yo , señor , estoy pronto á ejecutar cuanto sea en servicio de Y. A.; pero antes es necesario buscar algun delito aparente que acu mularla, para que el consejo pueda condenarla á muerte. A mí me pa rece qáe el mas seguro y fácil, es emponzoñar con veneno uua gallina, y que cuando V. A, esté comiendo la traiga á la mesa un page con re cado de Blanca-Flor; V. A. mandará que le den una pierna ú un perro antes de comerla, y viendo que esto produce la muerte. del perro, pue de Y. A. acusarla la traicion de que intentó quitarle la vida. . Aprobó el rey el consejo del ministro, y este se partió á disponer la gallina segun se había acordado. • .' • v ... . ¡ 'm! n Llegada la hora de comer del dia siguiente, trajo el page la gallina, y* todo sucedió como el impostor del ministro habia tramado. De forma, que prornmpiendo el rey con grandes voces: traicion! traicion! se albo rotó el palacio , y averiguada la causa vino á salir culpada la inocente Blanca-Flor, á la cnal luego al punto pusieron en prision; y sin mas jus tificacion que el dicho del ministro y el page, la notificaron la sentencia de ser quemada dentro del tercer dia, . .. • , . . , La reina que ignoraba esta traicion, por una parte se lastimaba de Blanca-Flor, y por otra se enojaba contra ella, por el amor que natural mente tenia á su marido. ' .i . : . Todo el palacio estaba asombrado con tal novedad; pero quien mas lo sentia era el aya que la habia criado, la cual dió la casualidad que es tando sola y sin luz la primera noche que prendieron á Blanca-Flor, y haciendo oración en un retrete oculto del palacio, oyó hablar dos hom bres junto á ella; aplieó el oído, y aunque hablaban en voz baja, cono ció que eran el ministro y el page, que condolido este de la sentencia de Blanca-Flor, blasfemaba del rey. t uéronse, y el aya enterada de la ino cencia de Blanca-Flor, al dia siguiente despachó un parte secreto al principe contándole lo que pasaba, y en la apurada situacion en que se hallaba Blanea-Flor, s Luego que el príncipe recibió la carta, sin ser visto de su ayo Mahomad, tomó un caballo, y armándose de todas armas, se partió para ta corte. Antes de entrar vió á un lado del camino un tablado, y que to do estaba rodeado de mucha leña; preguuló á unos leñadores que para qué efecto llevaban aquella leña; y le respondieron que para quemar á una esclava del rey que habia querido matarlo con una gallina envene nad). Con esta noticia conoció el príncipe que aquel tablado era el su* plicio de Blanca-Flor , v determinó quedarse allí, para estorbar su muerte. No frien habia pasado una hora, cuando vió el príncipe Flores salir

12 por la puerta de la ciudad mucha tropa, delante de la cual Yeuiael minis tro con los alcaciles, entrelos cuales traian sobre un borrico á la her mosa Blanca-Flor vestida de negro y con una gruesa cadena al cuello. Habjendo llegado cerca del tablado, y apeándola del borrico, la descon solada Blanca-Flor se hincó de rodillas, y cruzando las manos, hizo al Cielo la siguiente devota oracion: • ¡i i , . . • • , . ..i . . «Dios y Señor mio, que por tu infinita bondad te dignaste de to mar carne humana para salvar los pecadoies, ten misericordia de esta miserable criatura que injustamente muere.» ' . i• •o• —No bien hubo acabado la oracion, cuando acometiéndola los mi nistros para arrojarla al fuego, se entró por medio de todos Flores, y como un leon furioso llegó hasta donde estaba la desventurada BlancaFlor, y tomándola de la mano, la sacó de entre sus enemigos, y á gran des voces dijo:' 'i. 'i''i. •.. ' .,'... . , .' .' .,. ... . ¡ ..,¡ —Cualquier infame caballero que quiera sostener en pública cam paña que el delito de esta muger es cierto, que salga y yo defenderé lo contrario cuerpo á cuerpo. , i . : . ;, .: . i;,' ,, ., . —El ministro que era el acusador y á quien de dereclto tocaba el de safio, le respondió: v .n .. .. : , ',.: ' . ¡ —Caballero, quien quiera que seais, yo admito el desalio que me. haceis, siempre que el rey mi señor dé licencia para ello; esperaos aqüi, que en breve daré la vuelta, y si obtengo la licencia, prouto os arrepentireis de haber pi.ovocado el desafio. . ¡,.. ; , ,~ , k.\ Partió el ministro, dejando aHí á Blanca-Flor con toda la tropa; ha biendo contado lo sucedido al rey, se admiró mucho de que hubiera ca ballero tan atrevido que se opusiera ásus órdenes. , .'. • * Mandó el rey juntar todos los de su consejo, y habiéndoles hecho relacion delo que el ministro le habia dicho, les preguntó qué se había de hacer en aquel caso; á lo que respondieron todos, que S, \.m> po dia escusarse á admitir el desafio del caballero, pues de lo contrario to dos pensarian qUe la sentencia era muí dada, y que esto. era en descrélito de su Estado y su corona. i . • : ¡w i.\ No quería el rey admitir el desalio, temiéndose, que, comolasentencia era injusta, el ministro lucra vencido por. el caballero, y tal yez? se descubriera la verdad; pero viendo que no tenia remedio, confiando en la valentía y destreza del ministro, le dio licencia para que al iba si guiente se batiera con el caballero, y que ínterin se pusiera á Blanca* Floren poder dedos caballeros de los mas nobles de la corte, que el uno lo habia de nombrar él y el otro lo nombrara el caballero mante* nedor, y que estos mismos caballeros habian de ser los padrinos que ha bian de asistrr al combate. Todo lo cual mandó el rey al ministro lo hi ciera saber al caballero porque se apercibiera para d dia siguiente, y

— la que nombrara por su parte el caballero que tuviera á bien para deposi tario de Blanca-Flor y padrino del combate. Entretanto que el rey y el consejo estaban dando las ordenes al mi nistro, la afligida Blanca-Flor, sin conocer á su defensor Flores, por tener la cara tapada con visera, le estaba contando con muchas lágrimas y suspiros la falsa acusacion que el injusto y alevoso ministro la habia hecho; á todo lo cual Flores la decia no tuviese cuidado, que él la saca ria de aquel conflicto y castigaria á los alevosos. A seguir iba BlancaFlor su tragedia, cuando repararon que á grande prisa venia el ministro y habiendo llegado, dijo en alta voz. —Caballero, el rey mi señor, usando do su benignidad, me manda os diga que para mañana os prevengais para batiros conmigo, y quedesde ahora hasta entonces quede Blanca-Flor depositada en poder dedos caballeros de los mas nobles de esta corte; el uno lo he de elegir yo, y el otro ha do ser el que vos quisiéreis, cuyos cabal'eros han de ser igual mente padrinos de nuestro combate. En vista de lo cual espero vuestra respuesta para dársela inmediatamente á S. A. ) " '• • Habiendo oido Flores lo que .el ministro decia, le respondió: —Decidle al rey de mi parte, que le beso la mano por. tan singu lar favor; y que por lo tocante á elegir padrino y depositario de BlancaFlor, lo haga S. A. por mí con acuerdo del consejo; que al que defien de la verdad cualquier padrino 1c basta.; ¡ , . Con esta respuesta se fué el ministro para el palacio, llevándose á Blanca-Flor con mucho acompañamiento; y enterado el rey de lo que el demandante respondió, eligió por padrino á un caballero anciano de los mejores de la corte, y el ministro eligió otro, en cuyo poder pusieron á Blanca-Flor. v ,.„ „. , ..,..; .{ ,.. Flores por no ser conocido, se quedó aquella noche en una casa de campo inmediata ála ciudad, esperando con impaciencia la llegada del dia que habia de decidir la suerte de su amada.

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Gran combate entre el ministro y Flores' en el que quedó muerto el mi' rastro.—Blanca-Flor queda libre y Flores se vuelve á JUontorio sin ser conocido denadie. ' ,: " :' AW ' '.

f^^^L dia siguiente por la mañana mandó el rey disponerá los padrí. nos y á Blanca-Flor, y todos juntos con muy grande acompañamiento y aparato se fueron al sitio aplazado para el combate, que era el del su plicio; y habiendo llegado, mandó el rey echar un bando con pena de la vida al que fuese osado á ayudar á uno ni otro delos contendientes; despues mandó entrar á los dos caballeros y sus padrinos , los cuales traian en medio á Blanca-Flor en un caballo blanco, . Puesto todo en orden , y el rey sentado con los de 6U eonsejo en un tablado, se dió la señal de acometer; se vino el uno para el otro coa tan gran fuerza, que encontrándose los dos ginetes los caballos se Sen taron de ancos, sin reconocer ventaja en ninguno; y volviendo á embes tirse, dió el ministro un golpe á Floree en el escudo, .i .., ! '. ' i;i.¡i . . . ' - H: • .

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. ,CAPITULO VIII. ', ¡. . •..':;•-•::•' i , i . . . [.•'. i• i • ! I..'' , , .' . . ., i . !'( . . / ; . . ..I ... "

Entra Flores á servir de paye al virey.— Halla medió de comunicarse tón'Élánca-Flor.—Los dosamaMes consiguen fiujarse en una embar cacion. . , - i.' . "Hüil i . . . . i. i •'. ', i / , * . '•i . 'I' i ,,' il ' • . r ' " i. V i .'. . ... • '....•.',i. ¡. (. .

^SW^veso gnc Flores entró en Alejandría y supo de cierto, que.Blari. ca-Flor estaba en el palacio del virey, pasó al puerto y compró una em barcacion, la cual equipó de la gente y demás víveres necesarios, y les (pandóse estuviesen allí hasta (pie él les avisara,,, Hecha esta prevencion, buscó medio para entrar á servir de pageal virey; y habiéndolo conseguido, como Flores sabia muy bien el modo con que se habia de portar en la corte, servia al vjrey con tanta¡ inteli gencia, que en breve tiempo se grangeó la estimacion, y tanto que no se hallaba un instante separado de él; con cuyo motivo uno de los dias que fué á visitar las doncellas lo llevó en su compañía; y entrando en el serrallo, preguntó el virey por Blanca-Flor; y le dijeron que estaba en cama algo indispuesta; v como Blauca-Flor era el objeto de su cariño, por no volverse sin verla, determinó pasar á su cuarto. ..., I). Martin Zurbano. .r, ... y Doña Blanca de Navarra.. . '.. | . Orlando Furioso!.. ; . Simbad el Marino. . . ". '.' '. . El sitio y. defensa de Zaragoza. . D. Diego Leon . . El conde de Monlemolin. . . , Zumalacárregui D. Pedro el Cruel, rey de Castilla. Bernardo del Carpio. ...... Hernan Cortés ó la conquistare Méjico 'r Los siete infantes de Lara. . . . I). Pedro de Portugal. . .. ... La doncella Teodora. . . ¿, .' La heroica Judith % . Noches lúgubres de Cadalso. . . Matilde y Malek-Adbit, . Abelardo "y Eloísa. . ~•; /v ... Ricardo é Isabela ó la Espafiola-lngfeM t

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El marqués de Yillena ó la Ra.doma Encantadá. .. . '. , J' 5 El robo de Elisa i3 la Rosa Blanca * Encantada', j . •. r .v8 4 El conde de las Maravillas, . . . 3 Santa Genoveva.,. ,. '..l,,. r,3 El Nuevo Navegador ó la Pasion 4 de Nuestro Señor Jesucristo. . 3 4 El Gran Capitan Gonzalo de Cdf- ' 4 doba. V l •o.'