lección 6

30 de abril al 7 de mayo

Eliseo

y el manto de Elías «La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte». 2 Corintios 7: 10

2 Reyes 2: 1-18

Introducción

sábado 30 de abril

Pasando el manto

Tom Bennet era alguien destacado y talentoso. Se había graduado de la Academia Fairmount con el mejor promedio académico de su grupo. Luego de concluir sus estudios universitarios con altos honores y de obtener una maestría, regresó a Fairmount para trabajar como maestro de matemáticas y ciencias. A la edad de 28 años fue nombrado subdirector, y dos años después fue nombrado director cuando el ante-

«Necesito una doble porción de tus habilidades». rior se jubiló. Para esa fecha Tom había obtenido un doctorado y estaba preparado para ocupar el puesto. El Dr. Bennett trabajó sin descanso con los profesores de la institución para lograr una educación de primera. A menudo se lo veía dirigiendo a un grupo de alumnos en algún proyecto de servicio a la comunidad. Los habitantes del pequeño poblado veían a la academia con muy buenos ojos. Un día se presentó en la oficina de registros, un joven algo mayor que los demás alumnos. Bob había abandonado la escuela cuando tenía 16 años para ayudar a su padre en la granja y para cuidar de sus hermanos más pequeños, luego de la muerte de su madre. Ahora Bob tenía 20 años, y entraba a la escuela superior faltándole dos años para graduarse. Muy pronto Bob comenzó a ayudar al Dr. Bennett en diversos trabajos manuales. Bob era un buen dirigente y muy diestro con las reparaciones, su ayuda era valiosa. Con el tiempo Bob completó sus estudios universitarios. El Dr. Bennett quien todavía era el director de Fairmount, lo invitó para que regresara a la institución como subdirector Un día, después de algunos años, el Dr. Bennett llamó a Bob a su oficina. Le dijo que había observado su labor durante todo aquel tiempo, y que consideraba que tenía la capacidad para ocupar el puesto de director. Además, que iba a recomendar su nombramiento cuando próximamente él se jubilara. «Quiero que trabajemos juntos durante el año próximo». «Luego te recomendaré para que ocupes mi puesto». ¿Encuentras algún parecido con el relato de Elías y Eliseo? Elías, un profeta de Dios y dirigente de las escuelas de los profetas, siguió las instrucciones divinas y nombró a Eliseo como su sucesor. Eliseo no se sentía capacitado para ocupar el puesto de Elías. «Necesito una doble porción de tus habilidades», dijo. Elías le respondió: «Si me ves partir, la tendrás». Elías fue arrebatado en un carro de fuego y llevado al cielo, mientras que Eliseo lo miraba todo con gran asombro. Finalmente vio que algo cayó y que venía flotando en el viento. Lo miró fijamente, mientras se le acercaba. Era el manto de Elías. Esta semana estudiaremos los diferentes tipos de ropas mencionados en la Biblia y las lecciones espirituales que podemos sacar de cada una.

Lea Hardy, Richmond, Virginia

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domingo 1º de mayo

Logos

Los mantos y las rameras

2 Samuel 10: 3, 4; 1 Reyes 19: 1-19; 21: 21-29; 2 Reyes 2: 1-18; Ezequiel 16: 15, 16

Los textos para esta semana describen algunos conceptos interesantes relacionados con la vestimenta. Debemos notar que dichos textos han sido colocados en orden cronológico. Puedes leer en el relato de 2 de Samuel que a los siervos de David les cortaron sus vestidos a nivel de sus posaderas (2 Sam. 10: 3, 4). Al estudiar la lección de esta semana, recuerda que como «hijos de la luz» nuestra vestimenta debe ser un reflejo del Rey a quien servimos. En la actualidad, enfrentamos el gran desafío de apartarnos de las «vestimentas de rameras» que el mundo nos ofrece, para recibir el «manto» celestial ofrecido por Dios. ¿Una prenda de vestir, o un símbolo de dignidad? (1 Rey. 19: 1-19) Un diccionario nos dice que un manto es «una prenda ancha, sin mangas, que se lleva sobre la ropa». Puede también ser «una capa simbólica, que indica autoridad». En 1 Reyes 19: 1-19, la palabra manto aparece en el versículo 13. Un manto de pelo de camello era utilizado por algunos profetas, como Juan el Bautista (ver Mar. 1: 6; El Deseado de todas las gentes, p. 80). El relato es claro. Con su manto de pelo de camello, Elías se dirigió a Horeb, el monte de Dios. Él había presenciado recientemente el poder de Dios en el viento, en un terremoto, en un fuego, para luego escuchar una vocecita apacible (vers. 12). Elías se cubre el rostro con su manto, como para escudarse de la presencia de Dios ya que nadie puede ver a Dios y continuar viviendo. Aquí vemos al manto utilizado como una protección o escudo. En el último versículo de este pasaje, (vers. 19), el manto se utiliza con otro propósito: una señal de autoridad del «llamado» que se le hace a Eliseo. «Elías salió de allí y encontró a Eliseo hijo de Safat, que estaba arando. Había doce yuntas de bueyes en fila, y él mismo conducía la última. Elías pasó junto a Eliseo y arrojó su manto sobre él. Entonces Eliseo dejó sus bueyes y corrió tras Elías». (1 Rey. 19: 19). Es obvio que sin importar la forma en que fue realizado, el llamamiento fue claro, convincente e imperativo. ¡El fresco vestido de tela de saco! (1 Rey. 21: 21-29) «Tela de saco». El término trae a la mente un gran bulto de tela utilizado para hacer sacos para envasar algo. En hebreo significa una tela gruesa, como una gasa, con un tejido en forma de red. En nuestra época en algunos países la tela de saco equivale al yute, o a la gasa que es un tejido liviano hecho de algodón. «Cuando el rey oyó este mensaje pavoroso, rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y durmió en saco, y anduvo humillado».1 Era algo raro que un rey déspota se vistiera como alguien que está de luto y asumiera una actitud de súplica. El significado más profundo del manto (2 Rey. 2: 1-18) Al acercarse Elías y Eliseo al río Jordán, deben haber pensado en el cruce del Mar Rojo y en el cruce del mismo río; cruces realizados en formas milagrosas por 58

el pueblo de Israel. En aquella ocasión, sin embargo, no fue la vara de Moisés sino el enrollado manto de Elías el que hirió las aguas del Jordán dividiéndolas de una manera sobrenatural para que los dos profetas cruzaran por tierra seca (2 Rey. 2: 8). Los actos de Eliseo aportan un significado adicional. Él rasgó su ropa y tomó el manto que se le había dejado. «Cuando Elías, divinamente dirigido en la búsqueda de un sucesor, pasó al lado del campo en el cual Eliseo estaba arando, echó sobre los

¿A quién debo rendir mi adoración? hombros del joven el manto de la consagración».2 El manto era una señal del cargo profético de Eliseo. El manto era una herencia dejada por el profeta principal, una indicación de que ahora debía asumir la función de liderazgo que anteriormente Elías desempeñaba. Al volver al seno del pueblo con aquel símbolo de autoridad, sería reconocido como el sucesor de Elías. ¡Vestidos de mala reputación! (Eze. 16: 15, 16) Este último texto menciona el vestido de una ramera. Ezequiel, uno de los profetas mayores, intenta que Jerusalén abandone su actitud de infidelidad. Una y otra vez la nación se ha alejado física y espiritualmente. Salomón dijo que no hay nada nuevo debajo del sol, y por eso vemos que en las zonas de tolerancia, el color de la ropa sigue siendo el mismo. Las importantes preguntas que debemos realizar son: ¿De qué color es mi corazón? ¿Está manchado por el pecado, o ha sido lavado con la sangre de Jesús? ¿A quién debo rendir mi adoración? ¿Refleja la lista de canciones en mi iPod, de qué lado estoy? ¿Acaso mis ropas se asemejan al atuendo de una ramera? PARA COMENTAR 1. ¿En qué forma podrías servirle de tutor espiritual a alguien? 2. ¿Cómo podemos tejer «mantos» en el telar del cielo? 3. Acab se vistió de saco para mostrarle a Dios que deseaba ser perdonado. ¿Cómo podemos mostrarle a Dios que tenemos el mismo anhelo? ______________

1. Profetas y reyes , p. 137. 2. Ibíd., p. 147.

Kevin Pires, Lexington, Carolina del Sur

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lunes 2 de mayo

Testimonio

¿Qué hay en tu ropero?

2 Samuel 10: 3, 4; 2 Reyes 2: 1-19

«Cuando los creyentes son descuidados en su manera de vestir y toscos y rudos en sus modales su influencia perjudica la verdad. “Hemos llegado a ser -dijo el inspirado, apóstol- espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres”. Todo el cielo observa la influencia diaria que los profesos seguidores de Cristo ejercen sobre el mundo […] »1

«La Biblia nos enseña la modestia en el vestir». «Por amor a Cristo, cuyos testigos somos, debemos tratar de sacar el mejor partido de nuestra apariencia. En el servicio del tabernáculo, Dios especificó todo detalle concerniente a las vestiduras de los que ministraban delante de él. Esto nos enseña que él tiene una preferencia con respecto a la indumentaria de los que le sirven».2 «La Biblia nos enseña la modestia en el vestir. “Asimismo que asistan las mujeres en traje modesto, adornándose con recato y sobriedad”. Este pasaje prohíbe la ostentación en el vestir, los colores chillones, adornos profusos».3 «Con frecuencia me apena, al entrar en la casa donde se adora a Dios, ver las ropas desaseadas de hombres y mujeres. Si el atavío exterior fuera indicación del corazón y el carácter, no habría por cierto nada celestial en ellos. No tienen verdadera idea del orden el aseo y el comportamiento refinado que Dios requiere de todos los que se allegan a su presencia para adorarle».4 «A causa de la irreverencia en la actitud, la indumentaria y el comportamiento, por falta de una disposición a adorarle, Dios ha apartado con frecuencia su rostro de aquellos que se habían congregado para rendirle culto».5 PARA COMENTAR 1. ¿Qué les dicen tus ropas a los demás, respecto a tu relación con Cristo? 2. ¿Cómo pueden los cristianos vestirse de forma modesta y atractiva, siguiendo las normas de Dios, y siendo parte de la sociedad? Menciona algunos ejemplos. 3. Dave es un nuevo converso. Asiste a la iglesia con un par de pantalones vaqueros, y una camisa de diario, porque no tiene ropa «de iglesia». ¿Está él siendo irrespetuoso? Motiva tu respuesta. ______________ 1. Mensajes para los jóvenes, p. 249. 2. Ibíd., p. 253. 3. Ibíd., p. 248. 4. Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 470. 5. Ibíd., p. 471.

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Karen Pires, Lexington, Carolina del Sur

Ezequiel 16: 15, 16

Evidencia

martes 3 de mayo

Las ropas de una ramera

Ezequiel 16 se concentra en los juicios de Dios aplicables a su pueblo. Al hacerlo, utiliza el símbolo de una ramera. Dios le dice al profeta que el pueblo de Jerusalén «nació en la tierra de Canaán, de padre amorreo y de madre hetea». Dios también afirma que dicho pueblo no fue criado por él. Él afirma que su cordón umbilical no fue cortado, y que fueron lavados en un agua que no los limpió. Que fueron lanza-

Se convirtieron en mentirosos y engañadores. dos a un campo, donde nadie se compadeció de ellos, aunque luego ocurrió algo maravilloso. Dios pasó por su lado, y los vio luchando por sobrevivir; y sencillamente les dijo: «¡vivan!». Dios cubrió sus cuerpos desnudos, los lavó con agua y los ungió con aceite. Los adornó con joyas y exquisitos linos. Luego salieron a exhibir su belleza perfeccionada por Dios. Pero se llenaron de orgullo. Se vanagloriaron de las ricas vestimentas que Dios les había dado, como si fuera algo logrado por ellos. No pasó mucho antes de que se prostituyeran con todo aquel que pasara por su lado. Se vistieron de ropajes de variados colores y engalanaron lugares en lo alto para ellos. Las joyas con que Dios los había bendecido, fueron utilizadas para fabricar ídolos. Los israelitas se entregaron a Satanás, al igual que una ramera que vende su cuerpo por dinero. Se convirtieron en mentirosos y engañadores, actuando como si su éxito fuera el fruto de sus propios esfuerzos. «En la batalla con el pecado íntimo y las tentaciones de afuera, aun el sabio y poderoso Salomón fue vencido. Su fracaso nos enseña que, cualesquiera que sean las cualidades intelectuales de un hombre, y por fielmente que haya servido a Dios en lo pasado, no puede nunca confiar en su propia sabiduría e integridad».* Actuar como una ramera, es una metáfora que describe las alianzas realizadas con extranjeros por motivos políticos, algo que Dios había prohibido específicamente (Deut. 7: 2; Jue. 2: 2). También es utilizada para describir el cambio de la religión verdadera por una falsa. Esta metáfora se utiliza con frecuencia en la Biblia (Éxo. 34: 15, 16; Lev. 17: 7; Deut. 31: 16; Jue. 2: 17; Isa. 1: 21; Jer. 2: 20; Sant. 4: 4). PARA COMENTAR 1. ¿Actúa el pueblo de Dios como una ramera en la actualidad? 2. Si Dios fuera a utilizar un símbolo para describir tu relación con él, ¿cuál utilizaría? ______________

*Profetas y reyes, p. 56.

Micah Robinson, Lexington, Carolina del Sur

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miércoles 4 de mayo

Cómo actuar

1 Reyes 21: 21-29

Saco y cenizas Dios ha puesto en cada ser humano el deseo de comunicarse. Enviamos mensajes electrónicos, hacemos llamadas telefónicas, enviamos mensajes de texto, hablamos con los demás cara a cara a diario. Todas esas formas de comunicación utilizan palabras, orales o escritas. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que únicamente el siete por ciento del proceso de comunicación involucra palabras. El tono de voz

La ropa que usamos dice mucho más acerca de nosotros que nuestras palabras. lleva un 38% del mensaje, mientras que el lenguaje corporal puede acaparar el 55%.* Al examinar los relatos de Elías y sus confrontaciones con Acab, así como la entrega del manto a Eliseo, nos damos cuenta que la ropa que usamos dice mucho más acerca de nosotros que nuestras palabras. Las razones son las siguientes: Nuestra vestimenta puede a menudo comunicar el estado de nuestro corazón (1 Rey. 21: 17-27). La reacción de Acab al encontrarse con Elías, fue rasgar su ropa y vestirse de saco, algo que sabemos es una señal de arrepentimiento. El saco además de ser una tela áspera que da picazón, es poco cómoda y no protege de los elementos. Rasgar la ropa simboliza que el corazón había sido impactado por el profeta de Dios. Su arrepentimiento está simbolizado por el vestido de saco que estaba dispuesto a llevar. En la actualidad, ¿indican nuestros roperos que deseamos impresionar a los demás con nuestra ropa de marca? ¿O acaso lo que usamos «dice» que nos respetamos, así como a nuestro Creador y a lo que él hace por nosotros como nuestro Redentor? La vestimenta que llevamos puede servir como un recordativo de lo que somos (2 Rey. 2: 11-15). Cuando Eliseo tomó el manto que Elías usaba, recordó el mensaje de su maestro. Al usar el manto de Elías, estaba manifestando que la unción de Dios ahora lo acompañaba para continuar su obra como profeta en Israel. Otro ejemplo es que a los israelitas, mientras marchaban por el desierto, se les ordenó utilizar unas cintas azules en el ruedo de sus vestidos para que se acordaran de Dios. Nuestra ropa debe recordarnos, y recordar a los demás, nuestra verdadera identidad: que somos hijos e hijas de Dios. La industria de las modas desea hacernos creer que somos lo que llevamos puesto. Como cristianos, sin embargo, debemos llevar puesto lo que somos. PARA COMENTAR Piensa en el tipo de ropas que te pondrías para una boda, un funeral, una entrevista de trabajo, para ir a la iglesia, trabajar, o para estar en casa. ¿Qué mensaje comunica cada uno de esos atuendos?

______________ * Body Language Expert. Communication-What Percentage is Body Language? http://www.bodylanguageex pert.co.uk/communication-what-percentage-body-language.html (consultado el 17 de febrero, 2010).

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Alyssa Foll, Savannah, Georgia

1 Reyes 19: 1-19

Opinión

jueves 5 de mayo

¡No te des por vencido!

Elías se desempeñó como profeta de Dios en tiempos difíciles. Su fe y su valor se pusieron de manifiesto en el Monte Carmelo. Sin embargo, cuando Jezabel trató de matarlo, él huyó diciendo «¡Basta ya!». Incluso le pidió a Dios que lo dejara morir. Si embargo, Dios tenía otros planes. Elías debía adiestrar a su sucesor. Dios le dijo que en forma literal, le entregara su manto a otra persona, para que su obra continuara.

Mientras exista la oportunidad para aprender y para crecer espiritualmente debemos aprovecharla. En la actualidad, este principio se pasa muchas veces por alto. En más de una ocasión he observado a obreros bíblicos o colportores llegar a una iglesia con el fin de iniciar su trabajo misionero, o para impartir estudios bíblicos, o dirigir una serie de evangelización. Si embargo, una vez que se marchan se descuida la obra que comenzaron, las opciones de trabajo se postergan indefinidamente y todos creen que los demás asumirán las responsabilidades pendientes. Incluso en las misiones en el extranjero, he observado la misma situación. Una misionera que conocí se esforzó por establecer un ministerio de ayuda infantil. Cuando ella se ausentó, nadie estuvo en disposición, o sabía cómo hacerse cargo de la obra iniciada. Cuando Elías ungió a Eliseo, Dios nos estaba dando un ejemplo para imitar. Cuando vemos una oportunidad, experimentamos un llamamiento, o reconocemos una necesidad; no debemos asumir que otros podrán desempeñar la encomienda. Mientras exista la oportunidad para aprender y para crecer espiritualmente debemos aprovecharla. De igual manera, debemos buscar en oración, personas que puedan mantener una obra en movimiento. En la actualidad, Dios está llamando a «elías» para que trabajen con denuedo. Asimismo necesita a «eliseos» que reciban el manto y continúen obrando con una «doble porción» del Espíritu de Dios. De la misma forma que Dios escogió a Josué, Elías seleccionó a Eliseo y Jesús a los doce. De esa forma los cristianos contemporáneos pueden pedir la ayuda de Dios para continuar con sus ministerios, desde los más pequeños hasta las mayores organizaciones internacionales. PARA COMENTAR 1. ¿Qué cualidades le permitieron a Elías convertirse en un poderoso agente del Señor? 2. ¿Por qué piensas que fue tan importante para Eliseo pasar un tiempo con Elías, antes de lanzarse a trabajar por su cuenta? 3. ¿En qué ministerio estás activamente involucrado o involucrada? ¿Cómo puedes contribuir a que el mismo continúe vigente? 4. ¿En qué sentido, adiestrar a otros puede considerarse un ministerio? Amanda Ernst, Matthews, Carolina del Norte

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viernes 6 de mayo

Exploración

Salmo 101: 6

Fiel hasta el fin PARA CONCLUIR Las vidas de Elías y Eliseo, se caracterizaron por la fidelidad mutua, así como la manifestada a Dios. En contraste, la fidelidad a Dios de Israel fue algo temporal. Ellos siguieron un esperado ciclo que se repitió con el paso de los siglos: fidelidad, descuido, idolatría, devastación, arrepentimiento, fidelidad. En vez de permanecer fieles a Dios, los hijos de Israel cambiaron el manto divino por los placeres del pecado; en cada ocasión sufrieron las consecuencias de sus decisiones. También presentaron una imagen incorrecta de Dios ante las naciones que los ro deaban. Al aproximarnos a los tiempos de fin, ¿seguimos siendo fieles a Dios? ¿O acaso estamos manifestando lealtad a las cosas del mundo? CONSIDERA • Hacer una gráfica mostrando los principales acontecimientos de tu vida y mostrando las «altas y las bajas» que has experimentado. ¿Ha seguido tu vida un patrón similar al de los israelitas? ¿Cómo se puede enfrentar situaciones difíciles y aun permanecer fiel a Dios? • Hacer una lista de personas a quienes consideras modernos Elías, dispuestos a continuar con la obra iniciada por otros. • Escribir tu testimonio personal, respecto al llamamiento que Dios te ha manifestado. Identifica alguna oportunidad para compartir con otros lo que has escrito. • Cantar el himno que dice: «Pronto la noche viene, tiempo es de trabajar». Ora con el fin de identificar los talentos que Dios te ha concedido con el fin de esparcir el Evangelio. • Utilizar arcilla o plasticina con el fin de crear una muestra de tu actual relación con Dios. Si crees que tu dependencia de Dios no es lo que debe ser, prepara una segunda muestra. • Entrevistar a algún maestro de escuela superior respecto al efecto que pueden tener las modas en el comportamiento de los estudiantes. • Pensar en diferentes empleos y profesiones para los que se necesitan uniformes. En cada caso, ¿cuál es el propósito de los uniformes? ¿Existe un uniforme para los cristianos? Si lo hay, ¿cuál es su propósito? • Meditar en los mensajes que estás enviando mediante tu vestimenta. Ora con el fin de eliminar de tu ropero cualquier cosa que pueda ser una piedra de tropiezo para los demás. PARA CONECTAR El camino a Cristo, pp. 75-84. 64

Renee Coffee, Gobles, Michigan