VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS GUÍA DE ACTIVIDADES PARA LA REUNIÓN

8 – 14 AGOSTO

SALMOS

92 – 101

Referencias

˙ Canción 28 y oración ˙ Palabras de introducción (3 mins. o menos) TESOROS DE LA BIBLIA

(Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Pag.3 “Productivos durante la vejez” (10 mins.): Sl 92:12. Los justos dan fruto en sentido espiritual (w07 15/9 pág. 32;w06 15/7 pág. 13 párr. 2). (Salmo 92:12) El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará grande. *** w07 15/9 pág. 32 Productivos “durante la canicie” *** Productivos “durante la canicie” MUCHOS habitantes de los países de la cuenca del Mediterráneo plantan palmeras datileras en sus patios. Estos árboles son conocidos no solo por su belleza y sus exquisitos frutos, sino además por ser productivos aun después de los cien años. El rey Salomón del antiguo Israel asemejó poéticamente la talla de una bella sulamita a la de una palmera (El Cantar de los Cantares 7:7). El libro Plants of the Bible (Plantas de la Biblia) declara: “La palabra hebrea para palmera datilera es tàmâr. [...] Para los judíos llegó a ser símbolo de gracia y elegancia, y con frecuencia fue utilizado como nombre de mujer”. Por ejemplo, la hermosa medio hermana de Salomón se llamaba Tamar (2 Samuel 13:1). Algunos padres todavía ponen este nombre a sus hijas. Las mujeres hermosas no son las únicas a las que se asemeja a una palmera. El salmista cantó: “El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará grande. Los que están plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán. Todavía seguirán medrando durante [los años de] la canicie —gordos y frescos continuarán siendo—” (Salmo 92:12-14). Metafóricamente hablando, quienes sirven fielmente a Dios durante su vejez tienen mucho en común con la elegante palmera. “La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia”, afirma Proverbios 16:31. Aunque sus fuerzas hayan menguado con el paso de los años, los ancianos pueden conservar su vitalidad espiritual al estudiar con regularidad la Palabra de Dios, la Biblia (Salmo 1:1-3; Jeremías 17:7, 8). Gracias a sus afectuosas palabras y su excelente

ejemplo, los ancianos fieles son una fuente inagotable de ánimo para los demás y siguen dando fruto año tras año (Tito 2:2-5; Hebreos 13:15, 16). Al igual que las palmeras, quienes han envejecido siguen floreciendo *** w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los libros tercero y cuarto de los Salmos *** 92:12. ¿Por qué puede decirse que el justo “florecerá como lo hace una palmera”? Las palmeras son conocidas por su productividad. Igualmente, la persona justa es recta a los ojos de Jehová y no deja de producir “fruto excelente”, lo que incluye buenas obras (Mateo 7:17-20). Sl 92:13, 14. Las personas mayores pueden ser productivas en sentido espiritual a pesar de las limitaciones físicas (w14 15/1 pág. 26 párr. 17;w04 15/5 pág. 12 párrs. 9, 10). (Salmo 92:13, 14) Los que están plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán. 14 Todavía seguirán medrando durante la canicie — gordos y frescos continuarán siendo— *** w14 15/1 pág. 26 párr. 17 Sirva a Jehová antes de que lleguen los días calamitosos *** 17 Hoy día debemos estar pendientes de ayudar a los cristianos enfermos o de edad avanzada. Algunos darían cualquier cosa por asistir a todas las reuniones y asambleas, pero solo pueden hacerlo en contadas ocasiones. ¿Qué se puede hacer por ellos? Hay congregaciones que amorosamente lo organizan todo para que escuchen las reuniones por teléfono. En otros casos, esto quizás no sea posible. Pero incluso quienes no tienen la posibilidad de beneficiarse de las reuniones pueden apoyar la adoración verdadera. Por ejemplo, sus oraciones contribuyen al progreso de la congregación (lea Salmo 92:13, 14). *** w04 15/5 pág. 12 párrs. 9-10 Los mayores son miembros valiosos de nuestra hermandad cristiana 9 Refiriéndose al fruto que producen los siervos de Jehová ancianos, el salmista cantó: “El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará grande. Todavía seguirán medrando durante la canicie —gordos y frescos continuarán siendo—” (Salmo 92:12, 14).

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¿Cómo puede usted conservar su vigor espiritual pese a la edad avanzada? El secreto de la belleza perenne de la palmera radica en que no le falte nunca el agua dulce. De igual manera, usted puede beneficiarse de las aguas de la verdad bíblica estudiando la Palabra de Dios y asociándose con su organización (Salmo 1:1-3; Jeremías 17:7, 8). Su vitalidad espiritual lo convierte en una persona muy valiosa para sus hermanos en la fe. Veamos cómo confirma esto el caso del anciano sumo sacerdote Jehoiadá. Sl 92:15. Los mayores pueden usar su experiencia para animar a otros (w0415/5 págs. 12-14 párrs. 13-18). (Salmo 92:15) para anunciar que Jehová es recto. [Él es] mi Roca, en quien no hay injusticia. *** w04 15/5 págs. 12-14 párrs. 13-18 Los mayores son miembros valiosos de nuestra hermandad cristiana *** 13 Aunque tal vez la mala salud u otras circunstancias limiten lo que usted puede hacer a favor de la adoración verdadera, todavía está en su mano ‘hacer el bien con el Dios verdadero y su casa’. Tenga celo por la casa espiritual de Jehová asistiendo a las reuniones de congregación y participando en ellas, así como tomando parte en el ministerio del campo siempre que le sea posible. Su buena disposición para aceptar los consejos de la Biblia, así como su apoyo leal al “esclavo fiel y discreto” y a la congregación, tendrán un efecto fortalecedor en la hermandad cristiana (Mateo 24:45-47). También puede incitar a sus hermanos en la fe “al amor y a las obras excelentes” (Hebreos 10:24, 25; Filemón 8, 9). Y será una bendición para los demás si obra en armonía con este consejo del apóstol Pablo: “Que los hombres de edad sean moderados en los hábitos, serios, de juicio sano, saludables [“vigorosos”, Pontificio Instituto Bíblico] en fe, en amor, en aguante. Igualmente, que las mujeres de edad sean reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, ni esclavizadas a mucho vino, maestras de lo que es bueno” (Tito 2:2-4). 14 ¿Ha servido usted de anciano de congregación por muchos años? “Utilice desinteresadamente la sabiduría que viene con la edad —aconseja un anciano experimentado—. Delegue parte de sus responsabilidades y permita que quienes deseen aprender se beneficien de su experiencia [...]. Sepa ver las aptitudes de los demás, increméntelas y cultívelas. Prepare el terreno para el futuro.” (Deuteronomio 3:27, 28.) Su

interés sincero en la obra del Reino, que está en constante expansión, beneficiará mucho a otros miembros de nuestra hermandad cristiana. “Anunciar que Jehová es recto” 15 Los siervos de Dios de edad avanzada cumplen gozosamente con su responsabilidad de “anunciar que Jehová es recto”. Si usted es un cristiano mayor, sus palabras y acciones pueden demostrar a otros que ‘Jehová es su Roca, en quien no hay injusticia’ (Salmo 92:15). La palmera da testimonio mudo de las cualidades superlativas del Creador. Pero Jehová le ha dado a usted el privilegio de dar testimonio de él a los que están abrazando la adoración verdadera (Deuteronomio 32:7; Salmo 71:17, 18; Joel 1:2, 3). ¿Por qué es importante que lo haga? 16 Cuando Josué, caudillo de Israel, “era viejo y avanzado en días”, “procedió a llamar a todo Israel, a sus ancianos y sus cabezas y sus jueces y sus oficiales”, y a recordarles que Jehová es recto en sus tratos. Les dijo: “Ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes” (Josué 23:1, 2, 14). Estas palabras fortalecieron por un tiempo su determinación de mantenerse fieles. Pero tras la muerte de Josué, “empezó a levantarse otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel. Y los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, y a servir a los Baales” (Jueces 2:8-11). 17 La integridad de la congregación cristiana de hoy no depende del testimonio oral de los siervos de Dios de edad avanzada. Aun así, nuestra fe en Jehová y en sus promesas se reafirma cuando escuchamos relatos de primera mano sobre “la gran obra” que Dios ha hecho por su pueblo en estos últimos días (Jueces 2:7; 2 Pedro 1:16-19). Si usted ha estado en la organización de Jehová por muchos años, tal vez recuerde la época en que había muy pocos proclamadores del Reino en su región o país, o cuando la predicación afrontaba una fuerte oposición. Con el paso del tiempo, usted ha visto cómo Jehová ha eliminado ciertos obstáculos y ha ‘acelerado’ el aumento (Isaías 54:17; 60:22). Ha visto aclararse verdades bíblicas y ha presenciado la refinación progresiva de la parte visible de la organización de Dios (Proverbios 4:18; Isaías 60:17). ¿Procura usted animar a otros contándoles relatos personales tocante a lo recto que es Jehová en sus tratos? ¡Qué efecto tan positivo y fortalecedor puede tener esto en la hermandad cristiana!

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¿Qué hay de las ocasiones en las que usted mismo ha experimentado el cuidado amoroso y la guía de Jehová en su vida? (Salmo 37:25; Mateo 6:33; 1 Pedro 5:7.) Una hermana mayor llamada Martha solía animar a otros diciendo: “Pase lo que pase, nunca abandones a Jehová. Él te sostendrá”. Este consejo tuvo un profundo efecto en Tolmina, que se bautizó a principios de la década de 1960 tras haber estudiado la Biblia con Martha. “Cuando mi esposo murió —recuerda ella—, me sentí muy desanimada, pero gracias a aquellas palabras resolví no perderme ni una sola reunión. Y Jehová me dio las fuerzas para seguir adelante.” Tolmina ha dado el mismo consejo a sus estudiantes de la Biblia con el paso de los años. Usted también puede contribuir mucho a fortalecer la fe de sus hermanos cristianos si los anima y les relata ejemplos de la rectitud de Jehová en sus tratos. BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS (8 MINS.): Sl 99:6, 7. ¿En qué sentido fueron ejemplares Moisés, Aarón y Samuel? (w1515/7 pág. 8 párr. 5). (Salmo 99:6, 7) Moisés y Aarón estuvieron entre sus sacerdotes, y Samuel estuvo entre los que invocaban su nombre. Estuvieron clamando a Jehová, y él mismo siguió respondiéndoles. 7 En la columna de nube continuó hablándoles. Ellos guardaron sus recordatorios y la disposición reglamentaria que él les dio. *** w15 15/7 pág. 8 párr. 5 Hagamos más hermoso nuestro paraíso espiritual *** 5 De ese modo seguimos el ejemplo de los siervos de Dios mencionados en Salmo 99:1-3, 57 (léalo). Como indica este salmo, Moisés, Aarón y Samuel apoyaron de todo corazón la religión verdadera de su día. Hoy, los cristianos ungidos sirven en el patio terrestre del templo espiritual antes de ir al cielo para ser sacerdotes con Jesús. Y hay millones de “otras ovejas” que colaboran lealmente con ellos (Juan 10:16). Aunque esperan vivir en lugares distintos, los dos grupos alaban juntos a Jehová aquí en la Tierra. Sin embargo, cada uno de nosotros debería preguntarse: “¿Apoyo con toda el alma la religión que adora al Dios vivo?”. Sl 101:2. ¿Qué significa la frase “andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa”? (w05 1/11 pág. 24 párr. 14). (Salmo 101:2) De veras actuaré con discreción en un camino exento de falta. ¿Cuándo vendrás a mí? Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa.

*** w05 1/11 págs. 24-25 párr. 14 ¿Andará usted con Dios? *** 14 Para andar con Jehová, tenemos que verlo como alguien muy real. Recordemos que Jehová les aseguró a los fieles israelitas de la antigüedad que no se estaba ocultando de ellos. De igual modo, él se revela hoy a su pueblo como el Magnífico Instructor. ¿Vemos a Jehová así de real, como si estuviera delante de nosotros instruyéndonos? Esa es la clase de fe que necesitamos para andar con él. Moisés tuvo tal fe “porque continuó constante como si viera a Aquel que es invisible” (Hebreos 11:27). Si Jehová es real para nosotros, tendremos en cuenta sus sentimientos a la hora de tomar una decisión. Por ejemplo, ni por un momento pensaremos en hacer algo malo y luego ocultárselo a los ancianos de la congregación o a nuestra familia; más bien, procuraremos andar con Dios aun cuando ningún ser humano nos esté viendo. Nuestra determinación es la misma del antiguo rey David: “Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa” (Salmo 101:2). ¿QUÉ ME ENSEÑA SOBRE JEHOVÁ LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA? Capítulo 92 w08 15/8 págs. 20-21 párrs. 17-18 Jehová cuida con ternura a sus siervos de edad avanzada Las Escrituras dejan claro que los cristianos de edad avanzada pueden seguir activos espiritualmente pese a sus achaques. El salmista escribió: “Los que están plantados en la casa de Jehová [...] seguirán medrando [o dando fruto] durante la canicie —gordos y frescos continuarán siendo—” (Sal. 92:13, 14). El apóstol Pablo, que por lo visto padecía una dolencia física, dijo: “No nos rendimos [...] aunque el hombre que somos exteriormente se vaya desgastando” (léase 2 Corintios 4:16-18). En efecto, los mayores pueden seguir dando fruto, y así lo prueban muchos ejemplos de la actualidad. Claro, a ninguno de ellos se les hace fácil enfrentarse a la mala salud o a los problemas propios de la vejez, aunque cuenten con el apoyo de sus familiares. Además, el agotamiento puede afectar a quienes los atienden. De modo que la congregación tiene la obligación y el privilegio de demostrarles su amor a los mayores y a aquellos que los cuidan (Gál. 6:10). No nos limitamos a decirles: “Manténganse calientes y bien

alimentados”; más bien, los ayudamos en todo lo que podemos (Sant. 2:15-17). w07 1/6 pág. 7 Se desenmascara al autor del mal “Cuando los inicuos brotan como la vegetación, y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen, es para que sean aniquilados para siempre.” (Salmo 92:7.) Sí, como en los días de Noé, la proliferación del mal es prueba clara de que el juicio de Dios es inminente. Pero Dios no juzgará solo a los seres humanos malvados, sino también a Satanás y sus demonios, quienes serán arrojados al abismo de inactividad como preludio de su total destrucción (2 Timoteo 3:1-5; Revelación 20:1-3, 7-10). ¿Quién ejecutará este juicio? Nada más ni nada menos que Jesucristo, de quien leemos: “Con este propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo” (1 Juan 3:8). ¿Anhela usted el fin de la maldad? Entonces, reciba el consuelo que brindan las promesas de la Biblia. No hay otro libro que ponga al descubierto al autor del mal —Satanás—, y ningún otro libro indica cómo se acabará con él y con todas sus malvadas obras. w07 15/9 pág. 32 Productivos “durante la canicie” Las mujeres hermosas no son las únicas a las que se asemeja a una palmera. El salmista cantó: “El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará grande. Los que están plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán. Todavía seguirán medrando durante [los años de] la canicie —gordos y frescos continuarán siendo—” (Salmo 92:12-14). Metafóricamente hablando, quienes sirven fielmente a Dios durante su vejez tienen mucho en común con la elegante palmera. “La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia”, afirma Proverbios 16:31. Aunque sus fuerzas hayan menguado con el paso de los años, los ancianos pueden conservar su vitalidad espiritual al estudiar con regularidad la Palabra de Dios, la Biblia (Salmo 1:1-3; Jeremías 17:7, 8). Gracias a sus afectuosas palabras y su excelente ejemplo, los ancianos fieles son una fuente inagotable de ánimo para los demás y siguen dando fruto año tras año (Tito 2:2-5; Hebreos 13:15, 16). Al igual que las palmeras, quienes han envejecido siguen floreciendo.

w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los libros tercero y cuarto de los Salmos 92:14, 15. Si los hermanos de mayor edad estudian a conciencia la Palabra de Dios y se reúnen regularmente con el pueblo de Jehová, seguirán siendo ‘gordos y frescos’ —vigorosos en sentido espiritual— y muy valiosos para la congregación. w02 15/12 pág. 10 párr. 10 ‘Acerquémonos a Dios’ Fijémonos en algunas frases bíblicas que hablan de Jehová. “Muy profundos son tus pensamientos.” (Salmo 92:5.) “Su entendimiento es superior a lo que se puede relatar.” (Salmo 147:5.) “No se puede escudriñar su entendimiento.” (Isaías 40:28.) “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!” (Romanos 11:33.) Obviamente, nunca lo sabremos todo de Jehová (Eclesiastés 3:11). Él nos ha enseñado muchas cosas maravillosas, pero siempre tendremos ante nosotros un infinito caudal de conocimiento del cual aprender. ¿Verdad que es una perspectiva emocionante y que, a su vez, nos infunde humildad? Según vayamos aprendiendo, pues, usemos siempre el conocimiento para acercarnos a Jehová y para ayudar al prójimo a hacer lo mismo, nunca para ensalzarnos sobre los demás (Mateo 23:12; Lucas 9:48). w01 15/5 pág. 10 párr. 6 Alabemos a Jehová por sus grandes obras Los Salmos son de mucha utilidad para los adoradores de Jehová. Cuando deseamos agradecerle todas las cosas maravillosas que hace por nosotros, es posible que acudan a nuestra memoria las hermosas palabras de los Salmos. Por ejemplo, al despertarnos y ver un nuevo día, tal vez nos sintamos impulsados a expresarnos de manera parecida a esta: “Es bueno dar gracias a Jehová, y celebrar con melodía tu nombre, oh Altísimo; informar por la mañana acerca de tu bondad amorosa, y acerca de tu fidelidad durante las noches [...]. Porque me has regocijado, oh Jehová, a causa de tu actividad; a causa de las obras de tus manos clamo gozosamente” (Salmo 92:1-4). 98 1/6 págs. 13-14 párr. 18 ‘Sigan andando en unión con Cristo’ Qué ciertas son, por tanto, las palabras del salmista: “Es bueno dar gracias a Jehová” (Salmo 92:1). De igual modo, Pablo recordó a los cristianos de Tesalónica: “Con relación a todo, den

gracias” (1 Tesalonicenses 5:18; Efesios 5:20; Colosenses 3:15). Todos debemos resolvernos a ser más agradecidos. Nuestras oraciones no deben consistir solo en peticiones a Dios sobre nuestras necesidades. Tales ruegos tienen su lugar. Pero imagínese un amigo que solo le hablara cuando necesitara algo de usted. Entonces, ¿por qué no orar a Jehová solo para darle gracias y alabarle? Cuánto deben complacerle estas oraciones al contemplar desde el cielo este mundo tan desagradecido. Un beneficio secundario de estas oraciones es que nos ayudan a concentrarnos en los aspectos positivos de la vida, recordándonos las muchas bendiciones de que disfrutamos. w93 1/9 pág. 26 párr. 18 La familia cristiana ayuda a los de edad avanzada ¡Qué bendición es ver en la congregación a personas con el cabello encanecido, así como a las que lo han perdido con el paso del tiempo! Significa que además de la vitalidad y el vigor de los más jóvenes, tenemos una aportación de sabiduría y experiencia, cualidades de gran valor en cualquier congregación. Su conocimiento es como el agua refrescante que se tiene que sacar de un pozo. Es tal como dice Proverbios 18:4: “Las palabras de la boca de un hombre son aguas profundas. El pozo de la sabiduría es un torrente que sale burbujeando”. ¡Qué animador es para los de edad avanzada sentir que se les quiere y aprecia! (Compárese con Salmo 92:14.) w83 15/4 págs. 25-26 párr. 2 Críe a sus hijos de modo que amen a Jehová Los pequeñuelos se maravillan de todo. Una mariposa, un pájaro, una flor, una brizna de hierba, el cielo, una estrella... todas estas cosas y muchas otras despiertan su curiosidad. ¡Qué maravillosas oportunidades nos ofrece esto de hablar acerca del Creador y de las razones que tenemos para estarle agradecidos! El salmista escribió: “Es bueno dar gracias a Jehová” (Salmo 92:1). Usted puede darle gracias por las maravillas de la naturaleza, por satisfacer las necesidades materiales y por la verdad de Su Palabra. Sus hijos observarán el agradecimiento que usted expresa y nunca lo olvidarán. (Salmo 8:3, 4; 19:1; Romanos 1:20; Deuteronomio 8:10; Proverbios 22:6.) w77 15/7 pág. 438 párrs. 8-9 ¿Cómo le dará gracias usted por Su bondad amorosa? El hablar acerca de Jehová y su bondad amorosa no es solo para las ocasiones en que tratamos de

enseñar verdades bíblicas a la gente. ¿Qué hay de nuestra conversación cotidiana? Jesús dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca.” (Mat. 12:34) Si verdaderamente apreciamos la bondad amorosa de Dios, eso debería relucir en nuestra habla cotidiana. Así sucedía con relación al salmista que escribió: “Es bueno dar gracias a Jehová y celebrar con melodía tu nombre, oh Altísimo; informar por la mañana acerca de tu bondad amorosa y acerca de tu fidelidad durante las noches.”—Sal. 92:1, 2. Usted probablemente haya notado que la mayoría de la gente, hasta las personas que van a las iglesias que profesan adorar a Dios, no tienden a hablar de él ni de sus propósitos. Y en particular muestran renuencia a expresar envolvimiento con Dios; el hacer eso se ve como marca de ingenuidad indeseable o cosa de la cual avergonzarse. En parte, quizás esta tendencia se deba al hecho de que, en realidad, esas personas no tienen ningún envolvimiento personal con Dios. Sin embargo, tomando en cuenta lo esparcida que está esta aversión, pudiéramos preguntarnos: ‘¿Me habrá afectado la renuencia del mundo a hablar acerca de un envolvimiento con Dios o a mostrar en la conversación que él es parte de mi vida y pensamiento?’ Jehová ciertamente es parte de nuestra vida y debe estar en nuestros pensamientos. Con regularidad buscamos su bendición y guía. Por eso no debemos vacilar en hablar acerca de él, aludir a él en nuestra conversación e indicar nuestro interés en sus actos y propósitos. g 2/08 pág. 9 Dentro de poco “no existirá” el delito Con referencia a la actual proliferación de la maldad, la Biblia dice: “Cuando los inicuos brotan como la vegetación, y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen, es para que sean aniquilados para siempre” (Salmo 92:7). En efecto, las pruebas son claras: el rápido crecimiento de la criminalidad —como el de la hierba en primavera— es, en realidad, un indicio de que la destrucción de los impíos se avecina velozmente. ¿No son estas buenas noticias? (2 Pedro 3:7.) km 11/78 pág. 3 Sus Reuniones de Servicio El aprecio por lo que Dios ha hecho nos ayuda a evitar hacernos críticos, no dispuestos a cooperar o satisfechos de nosotros mismos y nos conduce a una relación más estrecha con él.—Sal. 92:1, 2.

Capítulo 93 w04 15/5 pág. 8 “Batan las manos los ríos mismos” ¿Qué hace que los ríos fluyan? Dicho brevemente, la gravedad. Esta fuerza hace que el agua fluya desde los terrenos elevados hacia los bajos, a veces en forma de cascadas atronadoras. La Biblia describe tales despliegues de fuerza y grandeza con las palabras: “Los ríos han alzado, oh Jehová, los ríos han alzado su sonido; los ríos siguen alzando su golpeteo” (Salmo 93:3). w03 1/9 pág. 14 párr. 5 Confiemos plenamente en Jehová en tiempos de angustia Otra manera de demostrar que confiamos en Jehová es recurrir al consejo de su Palabra. Los sabios recordatorios que se hallan en la Biblia han resultado “muy fidedignos” (Salmo 93:5). Aunque se completó más de mil novecientos años atrás, este libro de inspiración divina nos ofrece consejos confiables y nos aporta el discernimiento necesario para resistir mejor las presiones económicas. w98 1/4 pág. 17 párr. 10 Un libro procedente de Dios Los libros que ofrecen consejo suelen quedarse anticuados y no tardan en revisarse o sustituirse. Pero la Biblia es verdaderamente excepcional. “Tus propios recordatorios han resultado muy fidedignos”, dice el Salmo 93:5. Aunque la Biblia se terminó de escribir hace casi dos mil años, sus palabras aún son pertinentes. Y tienen el mismo efecto, independientemente de nuestro color de piel y el país en que vivamos. ba pág. 26 Un libro práctico para la vida moderna Hoy día existen muchas fuentes de consejo y orientación. Pero la Biblia es verdaderamente singular. Su consejo no es simple teoría y jamás perjudica. Su sabiduría ha resultado ‘muy fidedigna’. (Salmo 93:5.) Además, el consejo bíblico es eterno. Aunque la Biblia terminó de escribirse hace casi dos mil años, su mensaje todavía es aplicable. Y surte el mismo efecto no importa el color de nuestra piel o el país donde vivamos. Además, sus palabras tienen poder, el poder de cambiar a la gente para bien. (Hebreos 4:12.) Por lo tanto, leer este libro y poner en práctica sus principios puede mejorar nuestra calidad de vida.

Capítulo 94 w10 1/10 pág. 20 Cómo luchar contra los sentimientos negativos Pero grabar en nuestro interior los pensamientos de Jehová nos reporta más beneficios: nos permite corregir nuestra forma de pensar, nos guía y nos consuela. Por eso es tan importante que, cuando los problemas y preocupaciones nos roben la paz, destinemos tiempo a meditar. Como dijo el salmista: “Cuando me embargan mil preocupaciones, tú me llenas de serenidad y de consuelo” (Salmo 94:19, Martín Nieto, 1992). La Biblia ejerce en nosotros un efecto tranquilizador. Cuando aceptamos con humildad las verdades que contiene, nuestras preocupaciones se disipan y comenzamos a sentir una paz que solo Dios puede dar. Como todo buen padre hace con sus queridos hijos, Jehová está ahí para ayudarnos y consolarnos cuando más lo necesitamos. w07 1/8 pág. 32 ¿Están los ojos de Dios sobre usted? ¿Posee Jehová, el Creador Magistral, la facultad de la visión? ¡Por supuesto que sí! La Biblia dice claramente: “Aquel que formó el ojo, ¿no puede mirar?” (Salmo 94:9). La visión de Jehová es infinitamente superior a la de los seres humanos. Él no solo ve la apariencia exterior, sino que también es “el examinador de los corazones” y puede “avalua[r] los corazones” (Proverbios 17:3; 21:2). Lo cierto es que tiene la capacidad de evaluar nuestros pensamientos, motivos y deseos más recónditos. Jehová Dios ve incluso lo que se hace en completa oscuridad. En efecto, “todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:13). Por eso, tanto si nuestras obras son buenas como si son malas, Dios las ve todas (Proverbios 15:3). w07 15/9 pág. 28 párr. 11 ¿De qué maneras practicamos la misericordia? Si damos buen uso a la lengua, demostramos que nos guía la sabiduría que está “llena de misericordia”. Ahora bien, si permitiéramos que la envidia o la rivalidad nos dominaran y nos llevaran a presumir de nuestros logros, decir mentiras o hacer comentarios malintencionados, ¿qué estaríamos dando a entender? Recordemos que “todos los practicantes de lo que es perjudicial siguen vanagloriándose” (Salmo 94:4). Y no olvidemos que quien cuenta chismes echa a perder

el buen nombre de gente inocente (Salmo 64:2-4). Igualmente, el “testigo falso [que] lanza simples mentiras” causa daños gravísimos (Proverbios 14:5; 1 Reyes 21:7-13). Por eso, después de hablar del uso egoísta de la lengua, Santiago agrega: “No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera” (Santiago 3:10b). Como vemos, de la boca del misericordioso solo deberían salir palabras puras, pacíficas y razonables. Por su parte, Jesús hizo la siguiente advertencia: “De todo dicho ocioso que hablen los hombres rendirán cuenta en el Día del Juicio” (Mateo 12:36). En vista de este hecho, ¡qué importante es que todo lo que digamos refleje misericordia! w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los libros tercero y cuarto de los Salmos 94:19. Sea cual sea el motivo de nuestros “pensamientos inquietantes”, si leemos y meditamos en las “consolaciones” que se hallan en la Biblia, nos sentiremos reconfortados. w03 1/3 pág. 9 párr. 6 ‘Seamos animosos y fuertes’ Tampoco hemos de perder el ánimo cuando los enemigos manipulan los medios de comunicación para difundir malos informes sobre los siervos de Dios o cuando tratan de obstaculizar la adoración verdadera “forjando penoso afán mediante decreto” (Salmo 94:20). Supongamos, por ejemplo, que un periódico, una emisora de radio o un canal de televisión presentara a los testigos de Jehová en falsos colores o mintiera descaradamente sobre ellos. ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Nos escandalizaríamos? No. Sabemos que esto va a ocurrir (Salmo 109:2). Y no nos sorprende que algunas personas den crédito a tales mentiras y tergiversaciones, pues “cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra” (Proverbios 14:15). Sin embargo, los cristianos leales no creen todos los comentarios que se hacen sobre sus hermanos y de seguro no permiten que la propaganda engañosa los lleve a perderse reuniones cristianas, disminuir su actividad en el ministerio del campo o flaquear en la fe. Al contrario, se recomiendan “como ministros de Dios [...] mediante gloria y deshonra, mediante mal informe y buen informe; como engañadores [según los enemigos] y, sin embargo, [en realidad] veraces” (2 Corintios 6:4, 8).

w95 1/1 pág. 30 Cómo distinguir la debilidad, la iniquidad y el arrepentimiento Normalmente el pecado afecta a más de una persona. Por ejemplo, el adúltero peca contra Dios, perjudica a su esposa e hijos y si la persona con la que ha pecado está casada, perjudica también a su familia; además, mancha el buen nombre de la congregación. ¿Cómo ve todos estos efectos? ¿Siente sincero pesar y arrepentimiento verdadero?, ¿o manifiesta la actitud descrita en el Salmo 94: “Todos los practicantes de lo que es perjudicial siguen vanagloriándose. A tu pueblo, oh Jehová, siguen aplastando, y a tu herencia siguen afligiendo. A la viuda y al residente forastero matan, y a los huérfanos de padre asesinan. Y siguen diciendo: ‘Jah no ve; y el Dios de Jacob no lo entiende’”? (Salmo 94:4-7.) Es probable que los pecados que se traten en una congregación no tengan que ver con muertes ni asesinatos. De todos modos, cuando los ancianos investigan el pecado, puede evidenciarse el espíritu descrito en estos versículos: estar dispuesto a perjudicar a otros para beneficio personal. Esto también es arrogancia, una característica de la persona inicua. (Proverbios 21:4.) Es un espíritu totalmente contrario al del verdadero cristiano, que está dispuesto a sacrificarse por su hermano. (Juan 15:12, 13.) w91 1/11 págs. 5-6 El día de la venganza de Dios La Biblia también dice que Jehová es un “Dios de actos de venganza”. (Salmo 94:1.) El profeta Isaías habla del “año de la buena voluntad de parte de Jehová” y del “día de la venganza de parte de nuestro Dios”. (Isaías 61:2.) ¿Cómo puede ser Dios tanto misericordioso como vengativo? Y si hemos de imitar Su misericordia, ¿por qué no podemos imitarlo en cuanto a vengarnos? La contestación a la primera pregunta es que Dios es misericordioso porque ama a la humanidad y perdona a los humanos al mayor grado posible y por tanto tiempo como puede, para darles la oportunidad de corregir su mal derrotero. Muchos —como el apóstol Pablo— se han beneficiado de esta misericordia. Pero Dios también es vengativo —en el sentido de que exige justicia— porque su misericordia solo se puede extender por cierto tiempo. Cuando algunos hayan demostrado que nunca van a cambiar de derrotero, Dios ejecutará juicio durante lo que se conoce como su día de venganza. La respuesta a la segunda pregunta es: no; no tenemos razón para ser vengativos solo porque

Dios se vengue. Jehová es perfecto en su justicia. Los humanos no lo somos. Dios ve todo aspecto de un asunto y siempre toma la decisión justa. No se puede confiar en que nosotros hagamos lo mismo que él. Por eso el apóstol Pablo aconsejó: “No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová’”. (Romanos 12:19.) Por nuestro propio bien, tenemos que dejar la venganza en las manos de Jehová. w70 15/11 pág. 695 párr. 23 Beneficiándose personalmente de las leyes y principios de la Biblia Así pues, quizás una persona obedezca algunas de las leyes de Dios porque son asuntos en los cuales la congregación puede tomar medidas disciplinarias o de expulsión. Pero quizás pase por alto otras leyes de Dios cuya vigencia la autoridad humana no puede sostener. Esta persona no tiene la actitud mental correcta. Está pensando como el inicuo que dice: “Jah no ve.” (Sal. 94:7) Su espíritu es malo y su actitud es carnal, no espiritual. Es preciso que rehaga su mente y obtenga la “mente de Cristo.” (1 Cor. 2:14-16) La persona que procede así no le tiene amor en su corazón a Dios ni a su prójimo. Solo está pensando en sí misma y no reconoce que Jehová Dios requiere fidelidad en lo más mínimo y que exige que sus siervos le rindan cuentas de todas las cosas.—Luc. 16:10; Rom. 14:12; Heb. 4:13.

Capítulo 95 w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los libros tercero y cuarto de los Salmos 95:7, 8. Para evitar que se nos endurezca el corazón, debemos escuchar los consejos bíblicos, prestarles atención y obedecerlos con prontitud (Hebreos 3:7, 8). w01 15/5 pág. 10 párrs. 6-7 Alabemos a Jehová por sus grandes obras Tras superar un obstáculo a nuestro progreso espiritual, quizá nos sintamos inclinados a expresar nuestro gozo y gratitud en oración, como hizo el salmista cuando cantó así: “¡Oh, vengan, clamemos gozosamente a Jehová! Gritemos en triunfo a nuestra Roca de salvación. Lleguemos delante de su persona con acción de gracias; con melodías gritemos en triunfo ante él” (Salmo 95:1, 2). Celebramos a Jehová cuando cantamos en las reuniones de congregación y en las asambleas. Es digno de destacar que muchas de tales canciones

se basan en ideas inspiradas del libro de los Salmos. Estamos muy contentos de tener una moderna colección de reconfortantes cánticos de alabanza a Jehová. Cantar a Dios es una muy buena razón para llegar temprano a las reuniones y quedarse hasta el final, con el propósito de celebrar a Jehová con canción y oración junto con nuestros hermanos en la fe. w86 15/12 pág. 29 “Bendigan a Jehová”... ¿por qué? ♦ 95:3—¿De qué manera es Jehová un “Rey sobre todos los demás dioses”? Como Soberano Universal, Jehová es supremo y es el Rey sobre todos los dioses falsos por el hecho de que es muy superior a todos ellos. Simplemente, no hay comparación entre Jehová Dios y cualesquiera ángeles o cosas que algunos quizás adoren, incluso los dioses falsos que no existen. Capítulo 96 w04 1/1 págs. 8-9 párrs. 2-3 Declaren todos la gloria de Jehová Sin habla, sin palabras, sin voz, los impresionantes cielos que Jehová ha creado declaran su gloria día tras día, noche tras noche. La creación nunca cesa de proclamar la gloria de Dios, y uno se siente insignificante al contemplar cómo este testimonio silencioso sale a “toda la tierra” para que la totalidad de sus habitantes lo vean. Pero el testimonio mudo de la creación no es suficiente. A los seres humanos fieles se les exhorta a unir sus voces a él. Un salmista cuyo nombre desconocemos dirigió por inspiración divina estas palabras a los adoradores leales de Jehová: “Atribuyan a Jehová gloria y fuerza. Atribuyan a Jehová la gloria que pertenece a su nombre” (Salmo 96:7, 8). Responder a esta exhortación colma de alegría a quienes disfrutan de una estrecha relación con Jehová. Ahora bien, ¿qué está implicado en atribuir gloria a Dios? Las palabras no bastan. Los israelitas contemporáneos de Isaías honraban a Dios con los labios, pero la mayoría no eran sinceros. Por medio del profeta, Jehová dijo: “Este pueblo se ha acercado con su boca, y me ha glorificado meramente con sus labios, y ha alejado de mí su corazón mismo” (Isaías 29:13). Cualquier alabanza procedente de tales individuos era vana, pues solo tiene valor la que brota de un corazón lleno de amor por Jehová y del sincero reconocimiento de su incomparable gloria. Solo Jehová es el Creador,

el Todopoderoso, el Justo por excelencia, la personificación misma del amor. Él es la fuente misma de nuestra salvación y el legítimo Soberano al que debe someterse todo ser vivo en los cielos y en la Tierra (Revelación [Apocalipsis] 4:11; 19:1). Si de veras creemos estas cosas, glorifiquémoslo con todo el corazón. km 9/95 pág. 1 párr. 3 La asamblea de distrito da el toque de llamada: ¡Alabemos con gozo a Jehová de día en día! El salmista inspirado escribió: “De día en día anuncien las buenas nuevas de salvación por él. [...] Porque Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera”. (Sal. 96:2, 4.) ¿Son aplicables estas palabras solo a los precursores? No. ¿Quieren decir que todos deberíamos hablar a los demás acerca de Jehová en toda ocasión y en todo lugar, incluso cuando no estemos participando en el ministerio de casa en casa? Sí. Es imprescindible que alabemos a Jehová todos los días y hablemos al prójimo acerca de su medio de salvación. La gente debe saber que Jehová es el Rey Eterno y que ha dado la gobernación mundial a su Hijo glorificado, Jesucristo. El amor a Jehová y a la gente nos motivará a seguir dando a conocer el mensaje y las provisiones de salvación dondequiera que podamos hablar con alguien. (Sal. 71:15.) Capítulo 97 es11 pág. 9 Enero Viernes 7 de enero Manténganse limpios (Isa. 52:11). Muchos años antes de que Isaías escribiera las palabras del texto de hoy, el buen rey Asá había emprendido una intensa campaña en Judá para desarraigar la inmoralidad (1 Rey. 15:11- 13). Y siglos después, el apóstol Pablo le dijo a Tito que Jesús se había dado a sí mismo para purificar a sus discípulos y convertirlos en “un pueblo peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes” (Tito 2:14). En la sociedad tan degradada en la que vivimos no es fácil mantener la pureza moral, sobre todo en el caso de los jóvenes. Por eso es necesario que todos los siervos de Dios, jóvenes y mayores, luchemos para no contaminarnos con las imágenes eróticas o pornográficas que se exhiben en los carteles publicitarios, la televisión, el cine y especialmente en Internet. Si tomamos en serio las advertencias divinas, sentiremos verdadero odio por lo que es malo (Sal. 97:10; Rom. 12:9). Como dijo cierto hermano, la pornografía ejerce un “enorme magnetismo, un gran poder de atracción”.

Para librarnos de su poder, debemos aborrecerla por completo. w09 15/6 2:14, 15 es11 pág. 78 Agosto Jueves 4 de agosto Luz misma ha relumbrado para el justo (Sal. 97:11). Aunque la mayoría de las religiones de la cristiandad rechazan la esperanza de la vida eterna en la Tierra, Satanás no ha logrado mantener oculta la verdad. A lo largo de los siglos, algunos lectores concienzudos de la Biblia vieron destellos de luz, pues entendieron hasta cierto grado lo que Dios hará para que la humanidad recobre la perfección (Mat. 7:13, 14; 13:37- 39). En el siglo XVII, la impresión de la Biblia y su traducción a diversos idiomas pusieron las Escrituras al alcance de muchas más personas. En 1651, un erudito escribió: “Si con Adán todos mueren, y han perdido el paraíso y la vida eterna en la tierra, con Cristo [...] todos los hombres habrán de vivir también en la tierra, ya que de otro modo la comparación no sería correcta” (1 Cor. 15:21, 22). Además, uno de los poetas de habla inglesa más importantes, John Milton (1608-1674), habló en sus obras El Paraíso perdido y El Paraíso recobrado sobre la recompensa que los seres humanos fieles recibirán en un paraíso terrestre. w09 15/8 3:8 km 11/93 pág. 4 párr. 10 Jóvenes, regocijen el corazón de Jehová Cultiva verdadero aborrecimiento por lo que es malo. (Sal. 97:10.) Cuando te veas tentado a cometer un mal, piensa en cómo Jehová ve el asunto, y medita en las consecuencias: preñeces no deseadas, enfermedades de transmisión sexual, angustia, pérdida de amor propio y pérdida de privilegios en la congregación. No te expongas a programas de televisión, películas, vídeos, canciones y conversaciones que promueven la iniquidad. No tengas compañerismo con aquellos a quienes la Biblia llama “estúpidos”. (Pro. 13:19.) Escoge con cautela; que tus compañeros íntimos sean miembros de la congregación que aman a Jehová y sus normas justas. lv cap. 1 págs. 8-9 párr. 8 “Lo que el amor de Dios significa” Sin embargo, para agradar a Jehová no basta con obedecer los mandamientos que él ha dejado escritos en la Biblia. Jehová no nos agobia con leyes que regulen cada paso que damos. De hecho, nos enfrentamos todos los días a muchas

situaciones sobre las que no hay ningún mandamiento bíblico directo. En tales casos, ¿cómo sabemos si Jehová estará contento con lo que pensamos hacer? Pues bien, ¿dónde encontramos indicaciones claras sobre cómo ve Dios las cosas? Nuevamente, en la Biblia. Cuando la estudiamos, aprendemos lo que Jehová ama y lo que odia (Salmo 97:10; Proverbios 6:16-19). De este modo, vamos viendo cuáles son las actitudes y conductas que le agradan. Al ir conociendo la manera de ser y actuar de Jehová, se nos hace cada vez más fácil saber si una decisión está de acuerdo con la voluntad de Dios o no. Así, muchas veces logramos percibir “cuál es la voluntad de Jehová” sobre determinado asunto aunque la Biblia no contenga una ley específica (Efesios 5:17). Capítulo 98 w04 15/5 pág. 8 “Batan las manos los ríos mismos” Si mira un mapa de la Tierra, verá por casi todas partes líneas serpenteantes a través de las masas continentales, hilos ondulantes que discurren por llanuras, desiertos y praderas, y que salvan sinuosamente valles, desfiladeros y bosques (Habacuc 3:9). Hablamos de los ríos, las arterias vitales de nuestro planeta, que son un testimonio de la sabiduría y el poder del Creador de la Tierra, Jehová. Al observarlos, sentimos lo mismo que el salmista que cantó: “Batan las manos los ríos mismos; las montañas mismas clamen gozosamente todas juntas delante de Jehová” (Salmo 98:8, 9). w94 1/5 págs. 11-12 párrs. 10, 13 Cantemos alabanzas a Jehová ¿Le parece que cantar los cánticos del Reino no es lo suficientemente importante como para darle su atención de todo corazón? Si así es, ¿no cree que debería revaluar el asunto, en vista de la importancia que Jehová Dios y Jesucristo dan a los cantos de alabanza? De hecho, la Palabra de Dios contiene muchos mandatos de que alabemos a Jehová y le cantemos alabanzas. Por ejemplo, en Isaías 42:10 leemos: “Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza desde la extremidad de la tierra, ustedes los que están bajando al mar y a lo que lo llena, islas y ustedes los que las habitan”. (Véase también Salmo 96:1; 98:1.) En conformidad con estos mandatos, “el esclavo fiel y discreto” se ha encargado de que nuestras reuniones —de congregación, asambleas de circuito, días especiales de asamblea, asambleas de distrito y asambleas internacionales— empiecen

y terminen con cánticos del Reino. (Mateo 24:45.) Además, se programan otros cánticos para que los entonemos durante estas reuniones. Dado que nuestras reuniones suelen empezar con un cántico del Reino, ¿no deberíamos asegurarnos de llegar a tiempo para tomar parte en este aspecto de nuestra adoración? Y como las reuniones terminan con un cántico, ¿no deberíamos permanecer hasta que cantemos el cántico de conclusión y se haga la oración final? rs pág. 306 Reino ¿Qué logrará el Reino de Dios? Hacer de la Tierra un paraíso Sal. 98:7-9: “Truene el mar y lo que lo llena, la tierra productiva y los que moran en ella. Que los ríos mismos batan sus manos; todas juntas clamen gozosamente las montañas mismas delante de Jehová, porque ha venido a juzgar la tierra. Juzgará la tierra productiva con justicia y a los pueblos con rectitud.” (Compárese con Génesis 1:28; 2:15; Isaías 55:11.) Capítulo 99 w06 1/11 pág. 22 párr. 3 ¿Nos adherimos al criterio de Jehová sobre las cosas sagradas? El nombre divino, Jehová, es sagrado. El salmista exclamó: “Elogien ellos tu nombre. Grande e inspirador de temor, santo es este” (Salmo 99:3). Jesús nos enseñó a orar diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea [o: “sea tenido por sagrado; sea tratado como santo”] tu nombre” (Mateo 6:9, nota). María, la madre terrenal de Jesús, cantó: “Mi alma engrandece a Jehová, [...] grandes obras me ha hecho el Poderoso, y santo es su nombre” (Lucas 1:46, 49). Del mismo modo, los siervos de Jehová de la actualidad tratamos su nombre como algo santo y evitamos hacer cualquier cosa que pueda mancharlo. Además, lo que es sagrado para Jehová, también lo es para nosotros (Amós 5:14, 15). Capítulo 100 w10 1/10 pág. 19 Cómo luchar contra los sentimientos negativos Pero esto no es todo. Dios también es capaz de comprender a la perfección cómo nos sentimos, pues “es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos” (Salmo 100:3). Por lo tanto, si de vez en cuando a usted le parece que nadie le comprende, puede confiar en que Dios sí lo hace. ¿Por qué? “Porque no de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón.” (1 Samuel 16:7.) Para Dios,

nuestro corazón es como un libro abierto: no tiene secretos. w09 15/12 pág. 8 Muy ocupados y felices sirviendo a Dios Jehová desea que sus siervos seamos felices (Sal. 100:2). Sin embargo, por lo general llevamos una vida muy ocupada. Tal vez antes de bautizarnos no tuviéramos tan apretado el horario, pero ahora que a las demás obligaciones se suman las espirituales, es probable que nos sintamos estresados. Quizá hasta tengamos sentimientos de culpa por no poder hacerlo todo. ¿Cómo encontrar el equilibrio para no perder “el gozo de Jehová”? (Neh. 8:10.) Como estos son tiempos difíciles y vivimos bajo mucha presión, es necesario organizarse bien. El apóstol Pablo escribió por inspiración este práctico consejo: “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos” (Efe. 5:15, 16). ¡Qué consejo tan acertado! Por eso, hacemos bien en preguntarnos qué metas realistas podemos ponernos a fin de equilibrar el estudio personal, la familia, el ministerio, el trabajo y el resto de las actividades. w06 15/3 págs. 18-19 El reto de servir en una congregación de habla extranjera Aprender una nueva lengua es una tarea que dura toda la vida. Así que, disfrute de la experiencia y no espere perfección (Salmo 100:2). Los errores, inevitables como son, forman parte del proceso de aprendizaje. Un cristiano que había empezado a predicar en italiano preguntó a una persona: “¿Sabe usted cuál es la escoba de la vida?”, cuando quería decir “el propósito de la vida”. Un Testigo que estaba aprendiendo polaco invitó a la congregación a entonar el perro en vez del cántico. Y debido a un leve cambio en la entonación, un estudiante de chino animó al auditorio a tener fe en la biblioteca de Jesús, en lugar de en el rescate de Jesús. El lado positivo de los errores es que los términos correctos que uno aprende se quedan grabados en la memoria. w05 1/4 pág. 8 párr. 3 Los hijos son una preciada herencia ¿Quién diríamos que es el auténtico creador del bebé? Sin duda alguna: Aquel que dio origen a la vida. El salmista cantó: “Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos” (Salmo 100:3). Los padres saben muy

bien que la preciosa criatura que engendraron no es obra de su ingenio. Solo un Dios de sabiduría infinita podría ser el artífice del milagro de la vida. Durante milenios, muchas personas perspicaces le han atribuido el mérito al Magnífico Creador. ¿Qué opina usted? (Salmo 139:13-16.) w03 15/2 pág. 24 No dejen el corazón de sus hijos en manos del azar Francisco y Rosa percibieron la necesidad de cultivar en los hijos fe en el Creador. Un elemento que puede utilizarse para nutrir dicha fe es la fascinación que sienten naturalmente los niños por la creación. ¿No es verdad que les entusiasma tocar a los animales, recoger flores del campo o jugar con la arena del mar? Pues bien, los padres tienen la oportunidad de mostrarles la relación existente entre la naturaleza y el Creador (Salmo 100:3; 104:24, 25). La admiración y el respeto por las obras de Jehová quizá los acompañen toda la vida (Salmo 111:2, 10). w00 15/7 pág. 5 Cómo puede tener más sentido la vida ¿De qué manera satisfacemos las necesidades del “hombre espiritual”, u “hombre interno”, es decir, “la persona secreta del corazón”? Damos un paso importante en esa dirección y en la satisfacción de nuestra necesidad espiritual cuando reconocemos lo que señaló el salmista inspirado que cantó: “Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos. Somos su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento” (Salmo 100:3). Aceptar este hecho nos lleva, lógicamente, a la conclusión de que somos responsables ante Dios. Si deseamos que se nos incluya entre “su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento”, debemos actuar en conformidad con su Palabra, la Biblia. w99 15/1 págs. 18-19 párr. 12 Alcemos manos leales en oración El salmista cantó con respecto a Dios: “Entren en sus puertas con acción de gracias, en sus patios con alabanza. Denle gracias, bendigan su nombre. Porque Jehová es bueno; su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido, y su fidelidad hasta generación tras generación” (Salmo 100:4, 5). Hoy está entrando en los patios del santuario de Jehová gente de todas las naciones, y por ello podemos alabarlo y darle gracias. ¿Damos gracias a Dios por el Salón del Reino local y demostramos nuestro agradecimiento reuniéndonos regularmente con aquellos que lo aman? Mientras estamos allí, ¿elevamos la voz con entusiasmo en

cánticos de alabanza y agradecimiento a nuestro amoroso Padre celestial? w98 1/6 pág. 11 párr. 9 ‘Sigan andando en unión con Cristo’ Jesús nos encomendó la predicación y la enseñanza de las buenas nuevas (Mateo 24:14; 28:19, 20). Él dio el ejemplo perfecto, pues predicó con denuedo y eficiencia. Es evidente que nunca podremos hacerlo como él. Sin embargo, el apóstol Pedro coloca esta meta ante nosotros: “Santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para presentar una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo respeto” (1 Pedro 3:15). Si piensa que no está ‘siempre listo para presentar una defensa’, no pierda la esperanza. Póngase metas razonables que le permitan acercarse progresivamente a ese modelo. La preparación por anticipado puede ayudarle a variar sus presentaciones o a incluir en ellas uno o dos textos bíblicos. Puede fijarse la meta de distribuir más publicaciones bíblicas, hacer más revisitas o empezar un estudio bíblico. El acento no debe ponerse estrictamente en la cantidad, como el número de horas, colocaciones o estudios, sino en la calidad. Ponerse metas razonables y esforzarse por alcanzarlas contribuirá al gozo de nuestro ministerio. Eso es lo que Jehová desea: que le sirvamos “con regocijo” (Salmo 100:2; compárese con 2 Corintios 9:7). w95 15/1 págs. 19-20 párrs. 13-15 Sirva a Jehová con gozo de corazón El gozo debe desempeñar un papel importante en nuestro servicio a Dios. El salmista cantó en una melodía de acción de gracias: “Griten en triunfo a Jehová, oh gentes de toda la tierra. Sirvan a Jehová con regocijo. Entren delante de él con un clamor gozoso”. (Salmo 100:1, 2.) Jehová es el “Dios feliz” y desea que sus siervos hallen gozo al cumplir con su dedicación a él. (1 Timoteo 1:11.) Personas de todas las naciones deben alborozarse en Jehová, y nuestras expresiones de alabanza tienen que ser fuertes, como el ‘grito de triunfo’ de un ejército victorioso. Ya que el servicio de Dios es reconfortante, debemos participar en él con gozo. Por ello, el salmista aconsejó al pueblo que entrara en la presencia de Dios “con un clamor gozoso”. El salmista agregó: “Sepan [reconozcan] que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos. Somos su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento”. (Salmo 100:3.) Dado que Jehová es nuestro Creador, le pertenecemos,

como las ovejas al pastor. Dios nos cuida tan bien que lo alabamos con gratitud. (Salmo 23.) Respecto a Jehová, el salmista también cantó: “Entren en sus puertas con acción de gracias, en sus patios con alabanza. Denle gracias, bendigan su nombre. Porque Jehová es bueno; su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido, y su fidelidad hasta generación tras generación”. (Salmo 100:4, 5.) Hoy día, personas gozosas de todas las naciones entran en los patios del santuario de Jehová para ofrecerle acción de gracias y alabanza. Bendecimos gozosamente el nombre de Dios hablando siempre bien de Jehová, y sus magníficas cualidades nos mueven a alabarlo. Él es completamente bueno, y siempre podemos confiar en que tratará a sus siervos con bondad amorosa o consideración compasiva, pues esta perdurará hasta tiempo indefinido. Hasta “generación tras generación” Jehová muestra amor fielmente a los que hacen su voluntad. (Romanos 8:38, 39.) De modo que tenemos buena razón para ‘servir a Jehová con regocijo’. cl cap. 7 págs. 68-70 párrs. 6-7 El poder protector: “Dios es para nosotros refugio” Jehová es el Pastor y nosotros “somos su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento” (Salmo 23:1; 100:3). Hay pocos animales tan faltos de recursos defensivos como la oveja doméstica. El pastor de tiempos bíblicos tenía que ser valiente, ya que debía proteger su rebaño de leones, lobos y osos, así como de los ladrones (1 Samuel 17:34, 35; Juan 10:12, 13). Pero a veces su labor requería ternura. Por poner un caso: cuando alguna oveja paría lejos del aprisco, el buen pastor se quedaba con ella durante el difícil trance y luego recogía al indefenso corderito y lo llevaba al redil. Al compararse a un pastor, Jehová nos garantiza que desea de corazón protegernos (Ezequiel 34:11-16). Recordemos la descripción que ofrece de él Isaías 40:11, que ya vimos en el capítulo 2 de este libro: “Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará”. ¿De qué forma logra el corderito que el cuidador lo ponga en su “seno”, es decir, en los pliegues de su vestidura exterior? Tal vez se le acerque e incluso le empuje levemente la pierna. Sin embargo, es el pastor quien tiene que inclinarse a recogerlo y luego colocarlo con cuidado al amparo de su seno. ¡Qué imagen tan tierna de la disposición del Gran Pastor a protegernos!

Capítulo 101 es12 pág. 19 Febrero Lunes 6 de febrero No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada (Sal. 101:3). Los cristianos evitan las diversiones que fomentan el materialismo y el ocultismo, o que glorifican la violencia y los actos sangrientos. Jehová pone sobre los padres cristianos la responsabilidad de seleccionar lo que pueden ver sus hijos en casa. Es obvio que no van a permitirles que practiquen el espiritismo. Pero deben tener en cuenta que muchas películas, programas de televisión, videojuegos e incluso libros infantiles, revistas de historietas y novelas gráficas giran en torno a la magia y el mundo sobrenatural (Pro. 22:5). Sin importar nuestra edad, deberíamos huir de los videojuegos que escenifican con sangriento realismo asesinatos y otros actos violentos (Sal. 11:5). Nos negamos rotundamente a centrar el pensamiento en actividades condenadas por Jehová, recordando que debemos proteger la mente contra los ataques de Satanás (2 Cor. 11:3). Y tenemos mucho cuidado de que nuestra adoración en familia, la lectura diaria de la Biblia y la preparación para las reuniones no sufran por dedicar demasiado tiempo a las diversiones, aunque sean moralmente aceptables (Fili. 1:9, 10). w10 15/4 3:12, 13 km 2/77 pág. 7 párr. 7 La fidelidad... nuestro modo de vivir Todos queremos ser hallados fieles al encargarnos de la obra que se nos ha encomendado de predicar las buenas nuevas. Sentimos una gran responsabilidad para con las personas de nuestro territorio asignado. El pueblo de Jehová está resuelto a continuar predicando con tal que él mantenga el camino abierto. La fidelidad de ellos al predicar está resultando en que muchas más personas se pongan de parte de la adoración verdadera y se preparen para sobrevivir la “grande tribulación.” La promesa de Jehová en Salmo 101:6 es animadora: “Mis ojos están sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo. El que anda en un camino exento de tacha, ese es el que me servirá de ministro.” yy cap. 8 pág. 62 párrs. 13-14 ¿Qué clase de amigos deseas? Aunque es bueno manifestar una disposición amigable para con la gente, si deseas amigos genuinos es necesario que ejerzas selección en

cuanto a los que quieres que sean tus compañeros en relación estrecha y confidencial. David hizo eso. Dice: “A cualquiera de ojos altivos y de corazón arrogante, a ése no puedo aguantar. Mis ojos están sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo. . . . No morará dentro de mi casa ningún obrador de artimañas.” (Salmo 101:5-7) ¿Por qué es tan importante que los jóvenes de hoy día seleccionen con juicio en cuanto a compañeros en asociación estrecha? Un principio fundamental de las relaciones sociales es que uno tiende a parecerse a los que lo rodean si uno se asocia con ellos por suficiente tiempo. La clase de amigos que escojas dice mucho en cuanto a la clase de persona que eres o probablemente hayas de ser. Tus amigos íntimos necesariamente tendrán en ti un efecto de “dar forma” a tu persona. g99 8/7 pág. 10 Cómo mantener una actitud mental sana Las imágenes que llegan a nuestra mente a través de la vista ejercen una poderosa influencia en nuestros pensamientos y acciones. Por ejemplo, si con frecuencia nutrimos la mente con entretenimiento inmoral, nuestra determinación de obedecer el mandato bíblico de ‘huir de la fornicación’ podría debilitarse (1 Corintios 6:18). Así mismo, si disfrutamos de entretenimiento que presenta a “hombres que están practicando lo que es perjudicial”, podría resultarnos difícil ser “pacíficos con todos los hombres” (Salmo 141:4; Romanos 12:18). Para evitar que esto suceda, debemos apartar los ojos de lo “que no sirva para nada” (Salmo 101:3; Proverbios 4:25, 27). w08 15/10 pág. 6 párr. 16 Los “ojos radiantes” de Jehová examinan a todos Satanás hace lo imposible para corrompernos y hacernos perder la aprobación de Jehová (Rev. 12:12, 17). Sus malignas intenciones se ven con claridad en este mundo obsesionado con la inmoralidad y la violencia. Por ejemplo, hoy es muy fácil acceder a la pornografía mediante las computadoras y otros aparatos. Pero no caigamos en ninguna de las trampas del Diablo. Más bien, hagamos nuestras las palabras de David, quien escribió: “Actuaré con discreción en un camino exento de falta. [...] Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa” (Sal. 101:2). w08 15/12 pág. 8 párrs. 5-6 ¿Será usted íntegro pase lo que pase? En primer lugar, debemos obedecer a Jehová cuando estamos a solas. El rey David mencionó lo

importante que es actuar con lealtad en esos momentos (léase Salmo 101:2). Claro, las obligaciones propias de su cargo le exigían llevar una vida pública, y seguramente estaba acostumbrado a presentarse ante cientos o miles de personas (compárese con Salmo 26:12). En esas ocasiones debía dar un buen ejemplo al pueblo (Deu. 17:18, 19). No obstante, David sabía muy bien que también debía actuar con integridad cuando estaba a solas, “dentro de [su] casa”. ¿Qué hay de nosotros? En Salmo 101:3 leemos estas palabras de David: “No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada”. Hoy día hay muchas oportunidades, sobre todo cuando estamos a solas, de poner frente a nuestros ojos cosas que no sirven para nada. El uso de Internet ha supuesto un gran desafío para muchos cristianos, pues es muy fácil caer en la tentación de mirar imágenes sensuales o incluso pornográficas. Si un cristiano cayera en esa tentación, ¿podría decir que está obedeciendo al Dios que inspiró las palabras de Salmo 101:3? La pornografía es muy nociva, pues es degradante, despierta apetitos egoístas y codiciosos, daña la conciencia y desgasta los matrimonios (Pro. 4:23; 2 Cor. 7:1; 1 Tes. 4:3-5). w07 15/6 pág. 29 párr. 13 Jehová valora nuestra obediencia Por lo tanto, preguntémonos: “¿Estoy obedeciendo a Jehová en mis actividades cotidianas, incluso en lo que parecen ser asuntos privados?”. Jesús dijo: “La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho” (Lucas 16:10). ¿Estamos ‘andando en la integridad de nuestro corazón’ aun ‘dentro de nuestra casa’, donde nadie nos ve? (Salmo 101:2.) En efecto, nuestra integridad se puede ver sometida a prueba en nuestra propia casa. Años atrás, el que quería ver imágenes obscenas tenía que ir a locales de diversión inmoral; ahora, en los países donde las computadoras son comunes, bastan unos pocos clics del ratón para acceder a tales imágenes. ¿Tomaremos a pecho las palabras de Jesús: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”? ¿Evitaremos incluso mirar imágenes inmorales? (Mateo 5:28; Job 31:1, 9, 10; Salmo 119:37; Proverbios 6:24, 25; Efesios 5:3-5.)

w07 1/11 págs. 6-7 Cultivemos “la humildad mental” La falta de humildad es la causa de muchos problemas y conflictos entre todo tipo de personas. En cambio, ser humilde siempre produce buenos resultados. En primer lugar, podemos contar con la aprobación de Dios (Miqueas 6:8). También podemos disfrutar de una vida tranquila, pues la persona humilde suele vivir más feliz y satisfecha que la persona soberbia (Salmo 101:5). Además, forjamos mejores relaciones con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo y el resto de las personas. Por último, el humilde también se evita las consecuencias de ser desagradable o demasiado exigente: peleas, rencores, distanciamiento y amargura (Santiago 3:14-16). w05 1/11 págs. 24-25 párr. 14 ¿Andará usted con Dios? Para andar con Jehová, tenemos que verlo como alguien muy real. Recordemos que Jehová les aseguró a los fieles israelitas de la antigüedad que no se estaba ocultando de ellos. De igual modo, él se revela hoy a su pueblo como el Magnífico Instructor. ¿Vemos a Jehová así de real, como si estuviera delante de nosotros instruyéndonos? Esa es la clase de fe que necesitamos para andar con él. Moisés tuvo tal fe “porque continuó constante como si viera a Aquel que es invisible” (Hebreos 11:27). Si Jehová es real para nosotros, tendremos en cuenta sus sentimientos a la hora de tomar una decisión. Por ejemplo, ni por un momento pensaremos en hacer algo malo y luego ocultárselo a los ancianos de la congregación o a nuestra familia; más bien, procuraremos andar con Dios aun cuando ningún ser humano nos esté viendo. Nuestra determinación es la misma del antiguo rey David: “Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa” (Salmo 101:2). w01 1/8 pág. 11 párr. 17 ¿‘Distinguimos tanto lo correcto como lo incorrecto’? Nosotros también hemos de estar preparados como si fuéramos gimnastas, espiritualmente hablando, a fin de tener la certeza de que las decisiones que tomamos y las elecciones que hacemos son siempre sensatas. En todo momento debemos dominar por completo nuestros sentidos y miembros (Mateo 5:29, 30; Colosenses 3:5-10). Por ejemplo, ¿disciplinamos los ojos para no mirar nada inmoral o los oídos para no escuchar conversaciones ni música degradantes? Es verdad que tales cosas perniciosas están por todas partes, pero aún depende de nosotros el que arraiguen en

nuestra mente y corazón. Imitemos al salmista que dijo: “No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada. El obrar de los que apostatan he odiado; no se me pega. [...] En cuanto a cualquiera que habla falsedades, no estará firmemente establecido enfrente de mis ojos” (Salmo 101:3, 7). w01 15/10 págs. 24-25 párr. 12 Salvaguardemos el corazón “La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho”, indicó el Hijo de Dios (Lucas 16:10). De modo que hemos de analizar cómo actuamos ante situaciones cotidianas que parecen insignificantes, incluso las que tienen lugar en la intimidad del hogar (Salmo 101:2). Cuando estamos en casa, viendo televisión o conectados a Internet, ¿nos aseguramos de cumplir con la exhortación bíblica de “que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas”? (Efesios 5:3, 4.) ¿Y qué decir de la violencia en la televisión o en los videojuegos? “Jehová mismo examina al justo así como al inicuo —escribió el salmista—, y Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia.” (Salmo 11:5.) w96 1/2 pág. 26 párr. 15 Confíe en Jehová y en su Palabra Hasta en la intimidad del hogar, los peligros acechan a los jóvenes. Las videocintas o los programas de televisión inmorales o violentos pueden sembrar en ellos el deseo de practicar el mal. (Santiago 1:14, 15.) La Biblia recomienda: “Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo”. (Salmo 97:10; 115:11.) Jehová sabe si alguien está tratando de llevar una doble vida. (Proverbios 15:3.) Joven cristiano, echa una mirada a tu cuarto. ¿Cuelgan de tus paredes pósteres de estrellas inmorales del mundo de los deportes o de la música, o más bien objetos beneficiosos que constituyen buenos recordatorios? (Salmo 101:3.) ¿Contiene tu armario ropa modesta, o prendas que reflejan los estilos extremados de este mundo? El Diablo puede entramparte sutilmente si cedes a la tentación de gustar lo que es malo. La Biblia da el siguiente consejo sabio: “Mantengan su juicio,

sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien”. (1 Pedro 5:8.) w89 15/9 pág. 27 ¿Quién puede ser amigo de Dios? David dijo: “A cualquiera que calumnia a su compañero en secreto, a ese reduzco a silencio”. (Salmo 101:5.) Nosotros también podemos silenciar a los calumniadores si no escuchamos lo que dicen. Y una buena regla es: a espaldas de una persona no digamos nada que no estemos dispuestos a decir delante de ella. El controlar así la lengua es muy beneficioso. w81 15/3 pág. 6 ¿Es cierto que “todos han pecado”? Es verdad que muchas personas evitan la inmoralidad y el hurto, y esto es excelente. Pero hay otros pecados. Nuestra habla, así como también nuestras acciones, pueden ser pecaminosas. El mentir es pecado. También lo es el chisme calumnioso, el habla airada y el proferir injurias. (Col. 3:9; Sal. 101:5; Efe. 4:31) Además, Pablo dijo: “Ni refunfuñéis como refunfuñaron algunos de ellos, y el exterminador los mató.” (1 Cor. 10:10, La Santa Biblia, Ediciones Paulinas) Santiago condenó el jactarse, mientras que Pablo nos aconsejó evitar el habla necia y el bromear obsceno. (Sant. 4:16; Efe. 5:4) ¿Pudiera alguno de nosotros decir honradamente que nunca ha pecado por lo menos de una de las maneras que se ha mencionado? Difícilmente. Santiago, el hermano de Jesús, dijo: “Si alguno no tropieza en palabra, éste es varón perfecto.” (Sant. 3:2) ¿Puede alguno de nosotros afirmar que es perfecto? No.

¿QUÉ IDEAS DE LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA PUEDEN SERVIRME EN LA PREDICACIÓN?

Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Sl 95:1-96:13 (

Salmos 95:1-96:13) ¡Oh, vengan, clamemos gozosamente a Jehová! Gritemos en triunfo a nuestra Roca de salvación. 2 Lleguemos delante de su persona con acción de gracias; con melodías gritemos en triunfo ante él. 3 Porque Jehová es un gran Dios y un gran Rey sobre todos los [demás] dioses, 4 Aquel en cuya mano están las más recónditas profundidades de la tierra, y a quien pertenecen los picos de las montañas; 5 a quien pertenece el mar, que él mismo hizo, y cuyas propias manos formaron la tierra seca misma. 6 Oh, entren, adoremos e inclinémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su apacentamiento y las ovejas de su mano. Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, 8 no endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masah en el desierto, 9 cuando sus antepasados me pusieron a prueba; me examinaron, también vieron mi actividad. 10 Por cuarenta años seguí teniéndole asco a [aquella] generación, y procedí a decir: “Son un pueblo de corazón propenso a descaminarse, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos”; 11 respecto de quienes juré en mi cólera: “Ciertamente no entrarán en mi lugar de descanso”. 96 Canten a Jehová una canción nueva. Canten a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra. 2 Canten a Jehová, bendigan su nombre. De día en día

anuncien las buenas nuevas de salvación por él. 3 Declaren entre las naciones su gloria, entre todos los pueblos sus maravillosas obras. 4 Porque Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera. Es inspirador de temor más que todos los [demás] dioses. 5 Porque todos los dioses de los pueblos son dioses que nada valen; pero en cuanto a Jehová, él ha hecho los mismísimos cielos. 6 Dignidad y esplendor están ante él; fuerza y hermosura están en su santuario. 7 Atribuyan a Jehová, oh familias de los pueblos, atribuyan a Jehová gloria y fuerza. 8 Atribuyan a Jehová la gloria que pertenece a su nombre; lleven un regalo y entren en sus patios. 9 Inclínense ante Jehová en adorno santo; estén con dolores fuertes a causa de él, [oh gentes de] toda la tierra. 10 Digan entre las naciones: “Jehová mismo ha llegado a ser rey. La tierra productiva también queda firmemente establecida de modo que no se le puede hacer tambalear. Él defenderá en rectitud la causa de los pueblos”. 11 Regocíjense los cielos, y esté gozosa la tierra. Truene el mar y lo que lo llena. 12 Alborócese el campo abierto y cuanto hay en él. Al mismo tiempo, prorrumpan gozosamente [en gritos] todos los árboles del bosque 13 delante de Jehová. Porque ha venido; porque ha venido a juzgar la tierra. Juzgará la tierra productiva con justicia, y a los pueblos con su fidelidad.

SEAMOS MEJORES MAESTROS (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Primera conversación (2 mins. o menos): Portada de g16.4. Prepare el terreno para la revisita.

Curso bíblico (6 mins. o menos): bh págs. 161, 162 párrs. 18, 19. Ayude al estudiante a ver cómo puede poner en práctica la información.

PRACTIQUE LA ADORACIÓN VERDADERA Revisita (4 mins. o menos): Portada de g16.4. Prepare el terreno para volver.

18. ¿Cómo le ayudarán las reuniones cristianas a ponerse de parte de la adoración verdadera? 18 Para agradar a Dios, usted debe rechazar la adoración falsa y ponerse de parte de la adoración verdadera. ¿Cómo puede hacerlo? La Biblia dice: “Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras. No dejemos de reunirnos, como acostumbran algunos, sino animémonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca” (Hebreos 10:24, 25, Nueva Versión Internacional, 1990). Las reuniones cristianas son ocasiones felices en las que

podemos adorar a Dios como él aprueba (Salmo 22:22; 122:1). En tales reuniones se produce “un intercambio de estímulo” entre los cristianos fieles (Romanos 1:12). (Salmo 22:22) Ciertamente declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.

(Salmo 122:1) Me regocijé cuando estuvieron diciéndome: “Vamos a la casa de Jehová”. (Romanos 1:12) o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.

NUESTRA VIDA CRISTIANA Canción 90 Nuestros hermanos mayores son de enorme valor (Sl 92:12-15) (15 mins.): Análisis con el auditorio. Ponga el video Nuestros hermanos mayores son de enorme valor (vaya a tv.jw.org, en la sección VIDEOS > LA BIBLIA). Luego pida a los presentes que comenten qué lecciones aprendieron. Anime a los mayores a transmitir su experiencia y sus vivencias a los más jóvenes. Y también anime a los jóvenes a pedirles consejo a los mayores cuando tengan que tomar decisiones importantes.

(Salmo 92:12-15) El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará grande. 13 Los que están plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán. 14 Todavía seguirán medrando durante la canicie —gordos y frescos continuarán siendo— 15 para anunciar que Jehová es recto. [Él es] mi Roca, en quien no hay injusticia.

ESTUDIO BÍBLICO DE LA CONGREGACIÓN: “EJEMPLOS DE FE” cap. 21 párr. 13-22(30 mins.) y las preguntas de repaso del capítulo

“Soy varón pecador, Señor” 13, 14. ¿Qué milagro realizó Jesús a favor de Pedro, y cómo reaccionó este? 13 Cuando Jesús terminó de hablar, le dijo a Pedro: “Rema hasta donde está profundo, y echen sus redes para la pesca”. Aunque Pedro tenía sus dudas, le respondió: “Instructor, toda la noche nos afanamos y no sacamos nada, pero porque tú lo dices bajaré las redes”. De seguro, lo que menos deseaba era volver a echar las redes, pues acababa de limpiarlas y, además, ya había pasado el mejor momento para pescar. De todos modos le

hizo caso, y probablemente les indicó a los hombres de la otra barca que lo siguieran (Luc. 5:4, 5). 14 Al empezar a recoger las redes, Pedro y sus compañeros sintieron un peso inesperado. Extrañados, tiraron de ellas con más fuerza y ¡qué sorpresa se llevaron! ¡Estaban repletas de peces! De inmediato les hicieron señas a los pescadores de la otra barca para que les ayudaran. Había tantos peces que las dos barcas no tardaron en llenarse, e incluso se hundían por el peso. Pedro no podía creerlo. Y es que, aunque había visto en otras ocasiones cuánto poder tenía Cristo, este milagro le afectaba personalmente. ¡Estaba frente a un hombre que hasta podía atraer a los peces hacia las redes! Invadido por el temor, Pedro se arrodilló ante Jesús y le dijo: “Apártate de mí, porque soy varón pecador, Señor”. Está claro que Pedro no se sentía digno de estar junto al Mesías, el hombre que contaba con el poder de Dios (lea Lucas 5:6-9). (Lucas 5:6-9) Pues bien, cuando hicieron esto, encerraron una gran multitud de peces. En realidad, se les rompían las redes. 7 De modo que hicieron señas a sus socios [que estaban] en la otra barca para que vinieran y les prestaran ayuda; y ellos vinieron, y llenaron ambas barcas, de manera que estas se hundían. 8 Viendo esto, Simón Pedro cayó a

las rodillas de Jesús, y dijo: “Apártate de mí, porque soy varón pecador, Señor”. 9 Pues, ante la redada de peces que habían pescado, quedaron pasmados él y todos los que con él estaban, 15. ¿Qué hizo Jesús para mostrarle a Pedro que no había razón para sus dudas y temores? 15 Sin embargo, Jesús le dijo con bondad: “Deja de tener miedo. De ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres” (Luc. 5:10, 11). Aquel no era momento de dudar o sentir temor, pues Jesús lo estaba invitando a participar en una obra única en la historia. Pedro no tenía por qué abrigar dudas respecto a cómo mantendría a su familia. Tampoco tenía razones para inquietarse por sus propias limitaciones y defectos. Podía confiar en que el Dios al que Jesús servía perdona “en gran manera” (Is. 55:7). Y podía estar seguro de que Jehová se encargaría de satisfacer todas sus necesidades, tanto físicas como espirituales (Mat. 6:33). 16. ¿Cómo respondieron Pedro, Santiago y Juan a la invitación de Jesús, y por qué fue esa la mejor decisión? 16 Pedro aceptó la invitación de inmediato, y lo mismo hicieron Santiago y Juan. La Biblia dice que “volvieron a traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le siguieron” (Luc. 5:11). Está claro que Pedro tomó la mejor decisión: ejercer fe en Jesús y en el Dios que lo había enviado. En nuestros días, los cristianos demuestran esa misma fe cuando vencen sus dudas y temores a fin de servir a Jehová. Ellos también pueden tener la seguridad de que su Padre celestial nunca los abandonará (Sal. 22:4, 5). “¿Por qué cediste a la duda?” 17. ¿Qué experiencias había vivido Pedro en los dos años que llevaba conociendo a Jesús? 17 Volvamos a la escena que leímos al principio de este capítulo. Ya han pasado dos años desde que Pedro conoció a Jesús. Él y sus compañeros están remando con fuerza en medio de una noche tempestuosa en el mar de Galilea. No hay forma de saber en qué está pensando Pedro, pero lo cierto es que tiene muchas experiencias que recordar. Ha presenciado varios milagros de Jesús. Por ejemplo, cuando su propia suegra se enfermó, vio cómo Jesús la sanaba. También ha escuchado de primera mano sus enseñanzas, como las que pronunció en el Sermón del Monte. Después de todo esto, Pedro puede estar seguro de que Jesús es el Mesías, el Elegido de Jehová. Con el paso de

los meses, ha mejorado en algunos aspectos de su personalidad, como su tendencia a ceder repentinamente a sus miedos y dudas. Tanto es así que Jesús lo escogió para que fuera uno de sus 12 apóstoles. Con todo, como veremos a continuación, Pedro todavía no ha ganado la batalla contra esta debilidad. 18, 19. a) ¿Qué vio Pedro en el mar de Galilea? b) ¿Cómo respondió Jesús a la petición de Pedro? 18 Ya es la cuarta vigilia de la noche, es decir, entre las tres de la mañana y el amanecer. De pronto, Pedro observa algo a lo lejos que se mueve sobre las aguas. Intrigado, deja de remar y se levanta para ver lo que es. ¿Será el reflejo de la luna en la espuma de las olas? No puede ser; parece más bien una figura que avanza de forma constante. Cuando al fin alcanza a verlo mejor, no puede creerlo: ¡es un hombre que viene caminando sobre el mar y va a pasar junto a ellos! Los discípulos, asustados, creen que se trata de un fantasma. Pero el hombre les dice: “Cobren ánimo, soy yo; no tengan temor”. En efecto, es Jesús mismo (Mat. 14:25-28). 19 Ante esto, Pedro responde: “Señor, si eres tú, mándame venir a ti sobre las aguas”. Lleno de valor y entusiasmo ante aquel espectacular milagro, quiere vivirlo más de cerca y así fortalecer su fe. Bondadosamente, Jesús hace lo que le pide y lo llama. Pedro, sin dudarlo un segundo, se baja de la barca y pisa las agitadas aguas. ¿Puede usted imaginarse lo que siente al ver que sus pies no se hunden? Admirado, empieza a caminar con paso firme hacia Jesús. Pero, de repente, otro sentimiento se apodera de él (lea Mateo 14:29). (Mateo 14:29) 29 Él dijo: “¡Ven!”. Entonces Pedro, bajando de la barca, anduvo sobre las aguas y fue hacia Jesús. . . 20. a) ¿Qué error cometió Pedro, y cuál fue el resultado? b) ¿Qué palabras le dijo Jesús a Pedro? 20 Al ver la fe de su discípulo, Jesús usa el poder de Jehová para hacer que camine sobre las inquietas aguas. Ahora bien, Pedro tiene que mantener la vista fija en Jesús; pero en estos momentos críticos, se distrae. “Al mirar a la tempestad de viento, le dio miedo”, explica la Biblia. Cuando Pedro ve el mar revuelto y las olas chocando violentamente contra la barca, el pánico lo domina. ¿Será que va a morir allí, tragado por las aguas? En unos instantes, el miedo ahoga su fe, y Pedro —a quien Jesús había llamado “Roca”

por la estabilidad que vislumbraba en él— empieza a hundirse como una piedra lanzada al mar. Aunque es un nadador experto, no confía en sus propias fuerzas y comienza a gritar: “¡Señor, sálvame!”. Enseguida, Jesús lo agarra de la mano y lo saca hacia la superficie. Ya de pie sobre las aguas, le dice estas impactantes palabras: “Hombre de poca fe, ¿por qué cediste a la duda?” (Mat. 14:30, 31).

“Al

mirar a la tempestad miedo”

de viento,

le dio

21. ¿Por qué son tan peligrosas las dudas, y cómo podemos combatirlas? 21 ¡Qué valiosa lección encierran estas palabras! Ceder a las dudas es muy peligroso, pues estas ejercen un tremendo poder sobre nosotros. Pueden llegar a devorar nuestra fe y

ahogarnos espiritualmente. Por eso, debemos estar resueltos a luchar contra nuestros temores y dudas. ¿Cómo lo lograremos? Manteniendo el enfoque adecuado. Si nos concentramos en lo que puede intimidarnos, desanimarnos o distraernos de seguir a Jehová y a Cristo, nuestras dudas crecerán. Pero si mantenemos la vista fija en nuestro Dios y en su Hijo —en todo lo que han hecho, hacen y harán a favor de quienes los aman—, seremos capaces de vencer las dudas destructivas. 22. ¿Por qué es Pedro un gran ejemplo? 22 Pedro sigue a Jesús mientras este se dirige a la barca. Al subirse, ve que la tormenta ha desaparecido. El mar de Galilea vuelve a estar en calma. Tanto Pedro como los demás discípulos reconocen admirados: “Verdaderamente eres Hijo de Dios” (Mat. 14:33). Mientras el Sol despunta en el horizonte, Pedro de seguro se siente inmensamente agradecido. Esa noche había aprendido a vencer sus dudas y temores, a confiar más en Jehová y Jesús. Pero aún le faltaba mucho para llegar a ser aquel pilar que Cristo predijo. No obstante, estaba decidido a seguir luchando. Y nosotros, ¿estamos resueltos a hacer lo mismo? ¡Qué gran ejemplo de fe nos dio Pedro!

PREGUNTAS PARA PENSAR • ¿Cómo superó Pedro las dudas que tenía sobre hacerse discípulo de Jesús? • ¿Cómo sabemos que Jesús se concentraba en las virtudes de Pedro? • ¿Qué aprendió Pedro sobre lo peligrosas que son las dudas en su experiencia en el mar de Galilea? • ¿Cómo podría imitar usted la fe de Pedro?

 Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima (3 mins.)  Canción 29 y oración

DE ENERO _ 2 CRÓNICAS 29- 32

TEXTOS ESTUDIO DE LA ATALAYA

1 (Daniel 1:6) Ahora bien, sucedió que hubo entre ellos algunos de los hijos de Judá: Daniel, Hananías, Misael y Azarías. (Daniel 1:8) Pero Daniel se resolvió en su corazón a no contaminarse con los manjares exquisitos del rey ni con su vino de beber. Y siguió solicitando del oficial principal de la corte no contaminarse. (Daniel 1:12) “Por favor, pon a tus siervos a prueba por diez días, y que nos den algunas legumbres para que comamos, y agua para que bebamos; (Daniel 3:16-18) Sadrac, Mesac y Abednego respondieron, y decían al rey: “Oh Nabucodonosor, respecto a esto no estamos bajo necesidad de devolverte palabra. 17 Si ha de ser, nuestro Dios a quien servimos puede rescatarnos. Del horno ardiente de fuego y de tu mano, oh rey, [nos] rescatará. 18 Pero si no, séate sabido, oh rey, que a tus dioses no servimos, y la imagen de oro que has erigido ciertamente no adoraremos”. (Daniel 10:11) Y procedió a decirme: “Oh Daniel, hombre muy deseable, ten entendimiento en las palabras que te hablo, y ponte de pie donde estabas parado, porque ahora he sido enviado a ti”. Y cuando él habló conmigo esta palabra, sí me puse de pie, retemblando. (Daniel 10:19) Entonces dijo: “No tengas miedo, oh hombre muy deseable. Ten paz. Sé fuerte, sí, sé fuerte”. Y tan pronto como habló conmigo ejercí mi fuerza y finalmente dije: “Hable mi señor, porque me has fortalecido”.

2 (Jeremías 18:6) “‘¿No puedo yo hacer con ustedes justamente como este alfarero, oh casa de Israel? —es la expresión de Jehová—. ¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de Israel. 3 (Proverbios 4:23) Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida. (Daniel 5:1) En lo que respecta a Belsasar el rey, él hizo un gran festín para mil de sus grandes, y enfrente de los mil estuvo bebiendo vino. (Daniel 5:20) Pero cuando su corazón se hizo altivo y su propio espíritu se hizo duro, de modo que actuó presuntuosamente, fue bajado del trono de su reino, y su propia dignidad le fue quitada. (Hebreos 3:13) pero sigan exhortándose los unos a los otros cada día, mientras pueda llamársele “Hoy”, por temor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engañoso del pecado. (Hebreos 3:18, 19) Pero ¿a quiénes juró él que no entrarían en su descanso, sino a los que habían actuado desobedientemente? 19 Así vemos que ellos no pudieron entrar debido a falta de fe.

(2 Crónicas 26:3-5) Dieciséis años de edad tenía Uzías cuando empezó a reinar, y por cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre fue Jecolías de Jerusalén. 4 Y siguió haciendo lo que era recto a los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Amasías su padre. 5 Y continuamente tendió a buscar a Dios en los días de Zacarías, el que instruía en el temor del Dios [verdadero]; y, en los días de buscar él a Jehová, el Dios [verdadero] lo hizo próspero. (2 Crónicas 26:16-21) Sin embargo, tan pronto como se hizo fuerte, su corazón se hizo altivo aun hasta el punto de causar ruina, de modo que actuó infielmente contra Jehová su Dios y entró en el templo de Jehová para quemar incienso sobre el altar del incienso. 17 Inmediatamente Azarías el sacerdote y con él sacerdotes de Jehová, ochenta hombres valientes, entraron tras él. 18 Entonces se plantaron contra Uzías el rey y le dijeron: “No es negocio tuyo, oh Uzías, quemar incienso a Jehová, sino que es negocio de los sacerdotes los hijos de Aarón, los santificados, el quemar incienso. Sal del santuario; porque has actuado infielmente, y no te es para gloria alguna de parte de Jehová Dios”. 19 Pero Uzías se enfureció mientras en su mano había un incensario para quemar incienso, y, durante su furia contra los sacerdotes, la lepra misma relumbró en su frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová al lado del altar del incienso. 20 Cuando Azarías el sacerdote principal y todos los sacerdotes se volvieron hacia él, pues, ¡allí estaba azotado de lepra en la frente! De modo que excitadamente empezaron a sacarlo de allí, y él mismo también se apresuró a salir, porque Jehová lo había herido. 21 Y Uzías el rey continuó leproso hasta el día de su muerte, y siguió morando en una casa exento de deberes, como leproso; porque había sido excluido de la casa de Jehová, mientras Jotán su hijo estaba sobre la casa del rey, juzgando a la gente de la tierra. (Proverbios 16:18) El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo. 4 (Romanos 12:3) Pues por la bondad inmerecida que se me ha dado digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar; sino que piense de tal modo que tenga juicio sano, cada uno según le haya distribuido Dios una medida de fe. (Proverbios 29:1) Un hombre censurado repetidas veces, pero que hace dura su cerviz, de repente será quebrado, y eso sin curación. 5

(Jeremías 17:9) ”El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? (Salmo 119:165) Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo. (Colosenses 3:13) Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. 6 (Eclesiastés 8:11) Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo. 7 (Números 14:1-4) Entonces toda la asamblea alzó la voz, y el pueblo siguió dando salida a su voz y llorando durante toda aquella noche. 2 Y todos los hijos de Israel empezaron a murmurar contra Moisés y Aarón, y toda la asamblea empezó a decir contra ellos: “¡Si siquiera hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, o si siquiera hubiéramos muerto en este desierto! 3 ¿Y por qué está Jehová llevándonos a esta tierra para caer a espada? Nuestras esposas y nuestros pequeñuelos llegarán a ser botín. ¿No es mejor volvernos a Egipto?”. 4 Hasta se pusieron a decir unos a otros: “¡Nombremos un cabeza, y volvámonos a Egipto!”. (Números 14:11) Por fin Jehová dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo me tratará sin respeto este pueblo, y hasta cuándo no pondrán fe en mí por todas las señales que he ejecutado en medio de ellos? (Salmo 78:40, 41) ¡Cuán a menudo se rebelaban contra él en el desierto, lo hacían sentirse herido en el desierto árido! 41 Y vez tras vez ponían a Dios a prueba, y causaban dolor aun al Santo de Israel. 8 (Mateo 6:33) ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas. 9 (2 Corintios 13:5) Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.

10 (Deuteronomio 17:18, 19) Y tiene que suceder que, cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que escribir para sí en un libro una copia de esta ley, de aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas. 19 ”Y esta tiene que continuar con él, y él tiene que leer en ella todos los días de su vida, a fin de que aprenda a temer a Jehová su Dios para guardar todas las palabras de esta ley y estas disposiciones reglamentarias, por medio de ponerlas por obra; (Hechos 17:11) Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así. (1 Timoteo 4:15) Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos. 12 (1 Corintios 10:12) Por consiguiente, el que piensa que está en pie, cuídese de no caer. 13 (Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley. 14 (Mateo 18:1-4) En aquella hora se acercaron los discípulos a Jesús y dijeron: “¿Quién, realmente, es mayor en el reino de los cielos?”. 2 De modo que, llamando a sí a un niñito, lo puso en medio de ellos 3 y dijo: “Verdaderamente les digo: A menos que ustedes se vuelvan y lleguen a ser como niñitos, de ninguna manera entrarán en el reino de los cielos. 4 Por eso, cualquiera que se humille como este niñito, es el mayor en el reino de los cielos; (2 Timoteo 3:14, 15) Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo de qué personas las aprendiste, 15 y que desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación mediante la fe relacionada con Cristo Jesús. 15 (1 Corintios 5:11) Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la

avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre. (1 Corintios 5:13) mientras Dios juzga a los de afuera? “Remuevan al [hombre] inicuo de entre ustedes.” 16 (Proverbios 3:5, 6) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas. (Proverbios 28:26) El que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que escapará. 17 (Isaías 64:8, 9) Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano. 9 No estés indignado, oh Jehová, hasta el extremo, y no te acuerdes para siempre de [nuestro] error. Mira, ahora, por favor: todos somos pueblo tuyo. (Romanos 8:21) de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.