V CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE SANTA TERESA (1515-2015)

V CENTENARIO (1515-2015)

Teresa de Cepeda y Ahumada nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Sus padres, D. Alonso de Cepeda y Dª Beatriz de Ahumada, eran muy buenos cristianos, y enseñaron a sus hijos a rezar y a ser muy caritativos. También contagiaron a Teresa su afición por la lectura y el estudio.

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Teresa era la sexta de doce hermanos. Aunque todos se querían mucho, ella se llevaba especialmente bien con Rodrigo, cuatro años mayor. Con él jugaba en el jardín a ser ermitaños y a construir pequeñas ermitas para la Virgen. Leían historias de santos y les impresionaba mucho pensar en la eternidad: repetían que las penas del infierno y las alegrías del cielo eran “para siempre, siempre, siempre”.

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Les encantaban las historias de mártires, y pensaban que así se ganaba muy rápidamente el cielo, por lo que decidieron un día escaparse de su casa para ir a tierra de moros a que les cortasen la cabeza por Cristo. Pero en las afueras de Ávila, en el lugar llamado “Los Cuatro Postes”, les encontró un tío suyo, que los llevó de nuevo a casa.

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Cuando Teresa tenía 14 años, murió Dª Beatriz. La niña entonces se dirigió a la Virgen y le pidió, con muchas lágrimas, que fuese Ella su madre. Tiempo después, tuvo mucha relación con una prima suya, bastante superficial, que solo pensaba en divertirse y vestir bien.

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Para alejarla de malas compañías, su padre la llevó como interna al Monasterio de agustinas de Santa María de Gracia, que estaba en Ávila, donde fue educada por la M. María de Briceño durante un año y medio. Aunque era “enemiguísima de ser monja”, allí empezó a cambiar de opinión. Al poco tiempo se puso enferma y volvió a su casa.

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Recuperada la salud, en 1535, con 20 años, entró como carmelita en el Monasterio de la Encarnación, de Ávila, donde ya vivía una amiga suya: Juana Suárez. Era un convento distinto al de las agustinas: las monjas recibían muchas visitas, tenían celdas grandes y mucha comodidad y distracciones.

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Cuando tenía 39 años, vio un día una imagen de un Cristo muy llagado, y le hizo tal impresión ver lo que el Señor había sufrido por ella y lo mal que se lo había agradecido, que en ese momento decidió esforzarse todo lo posible por alcanzar la santidad.

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Desde entonces pasaba muchos ratos en oración y empezó a tener visiones y éxtasis. El Señor se le apareció muchas veces y le mostró cómo era el infierno. En otra ocasión vio junto a ella a un ángel que le clavó un dardo de oro en el corazón y la dejó llena de amor de Dios. Es lo que se llama “transverberación”.

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En 1560 empezó a pensar que el Señor quería que viviera más pobremente, en un convento pequeño y haciendo más penitencia por las almas que se perdían, especialmente las de los protestantes. Mucha gente se opuso, pero otros la ayudaron. Por fin, el 24 de agosto de 1562 fundó el primer convento de Carmelitas Descalzas: el de San José de Ávila. Allí vivían muy alegres trece monjas dedicadas a la oración, al ayuno y la penitencia imitando la vida de la Virgen en Nazaret y ofreciendo su vida por la Iglesia, los sacerdotes y la salvación de las almas. Se llaman “Descalzas” porque no llevan zapatos, sino alpargatas de esparto.

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Después de este primer convento, Santa Teresa recorrió los caminos de toda España en incómodas carretas, pasando por grandes peligros, inundaciones, con frío y con calor, para fundar otros dieciséis conventos, como los de Medina del Campo, Valladolid, Toledo, Alba de Tormes, Soria o Sevilla.

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En Medina del Campo conoció a un fraile pequeñito y muy santo, que la ayudaría a fundar la rama masculina de los Carmelitas Descalzos: San Juan de la Cruz.

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Además de mística y fundadora, Santa Teresa también fue escritora, una de las más importantes de la Literatura universal. Escribió muchos libros, como su “Vida”, “Camino de Perfección” o “Las Moradas”, en los que daba consejos a sus monjas para llegar a ser santas.

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Murió en Alba de Tormes, el 4 de octubre de 1582, repitiendo: “Al fin, Señor, muero Hija de la Iglesia”. Al día siguiente, el Papa reformó el calendario y no fue 5, sino 15; por eso, su fiesta se celebra el 15 de octubre.

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Fue beatificada por el Papa Pablo V el 24 de abril de 1614, y canonizada por Gregorio XV el 12 de marzo de 1622, junto a San Isidro, San Ignacio, San Francisco Javier y San Felipe Neri.

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El 27 de septiembre de 1970, el beato Papa Pablo VI la nombró Doctora de la Iglesia (fue la primera mujer que alcanzó este título) y patrona de los escritores españoles. Su obra permanece en los más de 800 conventos de Carmelitas Descalzas que existen hoy repartidos por España y por el mundo entero.

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FUNDACIONES DE SANTA TERESA Ávila Medina del Campo Malagón Valladolid Toledo Pastrana

Salamanca Alba de Tormes Segovia Beas de Segura Sevilla Caravaca de la Cruz

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Colegio de Nuestra Señora (Valdemoro) Ilustraciones: Pedro López Onega Enero 2015 V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús

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Colegio de nuestra señora (valdemoro)