TRABAJOSEGURO PROGRAMA DE LA OIT SOBRE MEDIOAMBIENTE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO

TRABAJOSEGURO PROGRAMA DE LA OIT SOBRE MEDIOAMBIENTE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO El objetivo primordial de la Organización Internacional del Traba...
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TRABAJOSEGURO PROGRAMA DE LA OIT SOBRE MEDIOAMBIENTE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO El objetivo primordial de la Organización Internacional del Trabajo es la justicia social y la promoción oportunidades para que las mujeres y los hombres tengan un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad. La protección de la salud de los trabajadores y la prevención de las enfermedades y los accidentes de trabajo, atribuciones previstas en el Preámbulo de la Constitución de la OIT desde su creación en 1919, siguen siendo requisitos fundamentales en esta etapa de globalización de la economía. Según estimaciones de la OIT, cada año mueren en el mundo más de dos millones de trabajadores a causa de accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo, y esa cifra va en aumento, a pesar de los importantes esfuerzos realizados a nivel nacional e internacional. La OIT nunca ha aceptado la creencia de que las lesiones y las enfermedades «van con el trabajo». Durante el siglo pasado, los países industrializados asistieron a una dramática reducción de las lesiones graves, debido a las ventajas reales que representa hacer el trabajo más saludable y más seguro. El reto es la extensión de los beneficios de esta experiencia a todo el mundo del trabajo. El programa de la OIT SafeWork (Trabajo Seguro), ha sido diseñado para responder a esta necesidad. Sus objetivos fundamentales son: •

crear, promover e intensificar la sensibilidad en todo el mundo en relación con las dimensiones y consecuencias de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales;



promover la extensión de la protección social para todos los trabajadores en todos los sectores de conformidad con las normas internacionales del trabajo; y



mejorar la capacidad de los Estados Miembros y las empresas para el diseño y la ejecución de políticas y programas eficaces de prevención y de protección.

El Programa SafeWork es responsable de la elaboración de normas internacionales del trabajo sobre condiciones de trabajo, seguridad y salud ocupacional. Más de 70 de los 185 convenios de la OIT tratan sobre temas de seguridad y salud en el trabajo. El programa otorga especial atención a los trabajadores de sectores especialmente peligrosos en donde los riesgos para la vida y la seguridad son manifiestamente altos, tal el caso de la agricultura, la minería y la construcción. Asimismo se concentra en los grupos de trabajadores especialmente vulnerables tales como: los trabajadores del sector informal y las personas expuestas a abusos y explotadas en determinadas ocupaciones, como en el caso de las mujeres en ciertas situaciones, los niños que trabajan y los trabajadores temporales y los migrantes. El programa adopta un enfoque integral como parte de una política de salud y seguridad en el lugar de trabajo, donde además de las áreas tradicionalmente cubiertas por esta disciplina, incluye aspectos de promoción de la salud en el lugar de trabajo tales como el combate a las drogas, el alcohol, el estrés la violencia y el VIH/SIDA en el lugar de trabajo.

DISCUSIÓN GENERAL SOBRE UN ENFOQUE INTEGRADO DE LAS NORMAS DE LA OIT SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO (2003). En la 91.ª reunión (2003) de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), se llevó a cabo una discusión general sobre un enfoque integrado de las actividades normativas de la OIT en materia de seguridad y salud en el trabajo, con el fin de aumentar su grado de coherencia, pertinencia e influencia. Con este enfoque se busca desarrollar un consenso entre los mandantes de la OIT para disponer de un plan estratégico de acción. Se discutió por primera vez un enfoque integrado de los principios reflejados en las normas sobre seguridad y salud en el trabajo y el resultado de esta discusión general determinó el rumbo de futuras iniciativas con respecto a la normativa de la OIT en sus otros ámbitos de acción, lo cual permitirá en gran medida contribuir a lograr una mayor sinergia entre las normas y las actividades de cooperación técnica de la OIT. La Conferencia Internacional del Trabajo adoptó una Resolución para el establecimiento de un plan de acción de la OIT para la promoción de la seguridad y salud en el trabajo entre sus Estados miembros que incluye los siguientes rubros: 1. Promoción, sensibilización y actividades de movilización; 2. Programas nacionales de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST); 3. Asistencia y cooperación técnica en áreas prioritarias; 4. Producción, orientación y difusión de conocimientos; 5. Colaboración internacional e inter-agencial Se acordó que al elaborar y aplicar esta estrategia global, la OIT debería realizar esfuerzos especiales en relación con los países que tienen necesidades particulares de asistencia y desean fortalecer sus capacidades en materia de SST. Entre los medios que podrían tenerse en cuenta a nivel nacional como parte de las estrategias destinadas a mejorar las condiciones de trabajo en las empresas, incluidas las pequeñas empresas y las empresas de la economía informal, así como, de los trabajadores en condiciones de vulnerabilidad, (tales como los trabajadores jóvenes, discapacitados, migrantes, y los trabajadores por cuenta propia), figuran: la ampliación de la cobertura de requisitos legales, el aumento de las capacidades de los sistemas de control e inspección y la aplicación de esas capacidades en la prestación de asesoramiento técnico y asistencia en materia de SST; el uso de incentivos financieros; las iniciativas encaminadas a estrechar los vínculos entre los sistemas de atención primaria de salud y la salud en el trabajo; y la introducción de los conceptos de peligro, riesgo y prevención en los planes de estudios escolares y en los sistemas educativos en general (prevención a través de la educación) como medios eficaces de fomentar de manera permanente culturas de prevención en materia de seguridad y salud sólidas y duraderas. Además, es preciso tener en cuenta los factores específicos de género en el contexto de las normas, los códigos de prácticas y directrices, los sistemas de gestión y las buenas prácticas en materia de SST. En el seno del secretariado de la organización, se integraran en mayor medida los aspectos de SST en otras áreas de acción de la OIT. El enfoque integrado se deberá aplicar progresivamente a todas las demás esferas de las actividades de la OIT. Por último, el Consejo de Administración y la oficina de la OIT, estudiarán debidamente las maneras de proporcionar los recursos necesarios para ejecutar este plan de acción.

NUEVO CONVENIO SOBRE EL MARCO PROMOCIONAL SALUD EN EL TRABAJO (2006)

EN SEGURIDAD Y

La 95ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT adoptó nuevos instrumentos: un nuevo Convenio sobre un marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo y una Recomendación sobre este mismo tema. Según estimaciones de la OIT unos 6.000 trabajadores mueren cada día a causa de enfermedades o accidentes relacionados con el trabajo. Las nuevas medidas promoverán el desarrollo de una "cultura de seguridad" que le daría mayor relevancia al tema de la seguridad y la salud laboral en las agendas nacionales. El Convenio fue aprobado con una votación de 455 a favor, 2 en contra y 5 abstenciones. La Recomendación que le acompaña fue adoptada por 458 votos a favor, 3 en contra y 6 abstenciones. En la sesión 95 de la Conferencia Internacional del Trabajo de 2006 se adoptó un nuevo convenio y su recomendación sobre un Marco Promocional para la Seguridad y la Salud en el Trabajo el cual incorpora la promoción de los convenios de OIT sobre seguridad y salud en el trabajo y promueve la implementación de una política nacional, la estructura/sistema nacional responsable de implementarla, la elaboración de un perfil diagnostico nacional para la definición de prioridades y la implementación de un programa nacional de seguridad y salud en el trabajo Para poner en práctica la estrategia diseñada a nivel nacional, sectorial y de la empresa. El convenio prevé también el intercambio de información a escala internacional. Las medidas previstas en el nuevo Convenio están basadas en la Estrategia global de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo, adoptada en la Conferencia Internacional del Trabajo de 2003, que pone énfasis en la necesidad de generar y mantener una cultura preventiva y que propone a los países abordarlo a través de un sistema nacional. La Conferencia también adoptó, una resolución sobre la exposición al asbesto, que se estima causa unas 100.000 muertes al año, en la cual declara que la eliminación en el futuro el uso de todas las formas de asbesto e identificación los procedimientos de gestión adecuados para eliminar el asbesto ya existente, constituyen los medios más efectivos para proteger a los trabajadores expuestos a este material y prevenir las enfermedades y muertes que pudiera causar. Por lo que se instó a promoción adecuada del Convenio sobre el asbesto de la OIT, 1986 (Nro. 162) para la eliminación progresiva y definitiva del uso del asbesto. TRABAJO DECENTE: GLOBALIZACIÓN

EL

PARADIGMA

DE

LA

OIT

FRENTE

A

LA

El trabajo decente resume las aspiraciones de las personas en su vida laboral, aspiraciones en relación a oportunidades e ingresos; derechos, voz y reconocimiento; estabilidad familiar y desarrollo personal; justicia e igualdad de género. Las diversas dimensiones del trabajo decente son pilares de la paz en las comunidades y en la sociedad. El trabajo decente refleja las preocupaciones de gobiernos, trabajadores y empleadores, que dan a la OIT su singular identidad tripartita. El trabajo decente puede ser sintetizado en cuatro objetivos estratégicos: principios y derechos fundamentales en el trabajo y normas laborales internacionales; oportunidades de empleo e ingresos; protección social( seguridad social y seguridad y salud en el trabajo); diálogo social y tripartismo. Estos objetivos tienen validez para todos los trabajadores, mujeres y hombres, en la

economía formal e informal, en trabajos asalariados o autónomos; en el campo, industria y oficina; en sus casas o en la comunidad. El trabajo decente es fundamental en el esfuerzo por reducir la pobreza, y es un medio para lograr un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible. La OIT trabaja en el desarrollo de enfoques orientados hacia el Trabajo Decente en las políticas sociales y económicas, en colaboración con las principales instituciones y representantes del sistema multilateral y la economía global. Para lograr el progreso son necesarias acciones al nivel mundial. La OIT desarrolla una agenda para la comunidad del trabajo, representada por sus mandantes tripartitos, con el fin de movilizar sus considerables recursos para crear esas oportunidades y colaborar en la reducción y eliminación de la pobreza. El Programa de Trabajo Decente aporta las bases para un marco de desarrollo global más justo y estable. La OIT ofrece apoyo a través de programas nacionales de trabajo decente desarrollados en colaboración con los mandantes de la OIT. Las prioridades y objetivos se definen dentro del marco de desarrollo nacional y con el propósito de combatir los más graves déficits de trabajo decente a través de programas eficientes que abarcan cada uno de los objetivos estratégicos. AGENDA HEMISFERICA DE LA OIT 2006-2015: PROMOVIENDO EL TRABAJO DECENTE EN LAS AMERICAS:

La Decimosexta Reunión Regional Americana de la OIT se llevo a cabo en Brasilia en diciembre de 2005. En esta reunión los gobiernos, empresarios y trabajadores de los Estados miembros de la OIT en las Ameritas se comprometieron a dar inicio a una década de promoción del trabajo decente en el continente. Se definieron recomendaciones de políticas conjuntas para enfrentar los desafíos laborales de la región, incluyendo un déficit de trabajo formal que afecta a 126 millones de personas en América Latina. La iniciativa de los programas de trabajo decente por país que se proponen en la Agenda Hemisférica para adaptar las recomendaciones de políticas a las especificidades y las realidades nacionales, por considerar que pueden convertirse en una contribución importante para promover el desarrollo sostenible social y económico. En dicha reunión se establecieron los desafíos en materia de Protección Social., y se hicieron propuestas sobre áreas prioritarias de políticas en materia de seguridad y salud en el trabajo para los países de la región, con el objetivo de enfatizar la salud y la vida en el trabajo como un elemento central del TRABAJO DECENTE .y se establecieron las siguientes metas. METAS: 1. Reducir el número de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales en los sectores más peligrosos, 2. Promover la extensión de la protección en materia de seguridad y salud en el trabajo a los trabajadores tradicionalmente desprotegidos o vulnerables, 3. Promover la salud y el bienestar de todos los trabajadores en cualquier ocupación , 4. Intensificar la sensibilización en la región sobre las dimensiones y consecuencias de

los accidentes y las enfermedades del trabajo, 5. Mejorar la capacidad de los Estados y actores sociales para el diseño y ejecución de políticas y programas de prevención de riesgos del trabajo eficaces, 6. Demostrar que invertir en prevención contribuye a la productividad y a la competitividad de las empresas, En ese contexto se definieron las siguientes prioridades en materia de seguridad y salud en el trabajo para la región: PRIORIDADES

1. Actualización y aplicación de legislación en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). 2. Política nacional: programas nacionales de trabajo seguro/trabajo decente

(priorizar en los sectores mas peligrosos y en las categorías de trabajadores mas vulnerables en cada país). 3. Sistema nacional de información en Seguridad y Salud en el Trabajo (registro y notificación de accidentes y enfermedades del trabajo orientado mejorar la prevención nivel de la empresa y los regimenes de riesgos del trabajo de los sistemas de seguridad social). 4. Acción a nivel de la empresa en SST (integración de sistemas de gestión en SST). 5. Reforzar competencias de la inspección del trabajo, de los empleadores y lo trabajadores en SST. 6. Extensión de la Protección en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo

(Vinculo entre Seguridad y Salud en el Trabajo y los Sistemas de Seguridad Social: servicios de tratamiento, rehabilitación y compensación por riesgos del trabajo a aquellos trabajadores que sufran lesiones por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales y promoción de la salud en los lugares de trabajo).

PROGRAMAS NACIONALES DEL TRABAJO DECENTE: Los programas de Trabajo Decente que incorporan un componente de seguridad y salud en el trabajo son: Costa Rica, Chile, Cuba, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Uruguay: • •

Programas nacionales con un enfoque sectorial sobre un Sistema Nacional de Seguridad y Salud en la Agricultura (Costa Rica, Honduras, República Dominicana y Uruguay), Programas nacionales con un enfoque sectorial sobre un Sistema Nacional de Seguridad y Salud en el sector Construcción, (Chile, Panamá). Programas Nacionales con un enfoque sobre Sistemas Nacionales de Gestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (Costa Rica, Chile, Cuba y México). Programas Nacionales con un enfoque de Sistemas

• •

Nacionales de Registro y Notificación de Accidentes, y su integración en el Sistema de Seguridad Social (Chile, Nicaragua y República Dominicana). Sistemas Nacionales de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, su relación con la productividad y la competitividad, iniciativas voluntarias y el reto para las empresas en la era de la globalización. (México,) Programas nacionales con énfasis en el mejoramiento de las condiciones y medio ambiente de trabajo en pequeña empresas y micro-empresas urbana y rural. (Honduras).

Estrategias subregionales • • •

Desarrollo de competencias en seguridad y salud en el trabajo (inspección del trabajo, y otras autoridades competentes, empleadores y trabajadores). Trabajo Infantil Peligroso (apoyo al programa de la OIT para la Erradicación del Trabajo Infantil IPEC). HIV/SIDA en el lugar de trabajo (información, prevención y no discriminación en el empleo).



RETOS EN EL CONTEXTO REGIONAL: La salud y la seguridad en el trabajo no son temas nuevos en la región, sin embargo, se ven afectadas por las mismas fuerzas de cambio que prevalecen en el contexto socioeconómico nacional y mundial. En el contexto sociolaboral de la región, las implicaciones de la creciente integración de la economía mundial permiten identificar cambios, tales como, un intercambio desigual entre países industrializados y en desarrollo con políticas proteccionistas hacia los mercados de los primeros; efectos de las dinámicas migratorias y los cambios demográficos, cambios en la estructura del empleo y en la organización del trabajo, la diferenciación en el tratamiento por razón de género, el tamaño, la estructura y el ciclo de vida de las empresas. Los crecientes cambios sociales y económicos de las últimas décadas demandan examinar y valorar con rigor los riesgos en el trabajo asociados al impacto de la industrialización, la transferencia de tecnología, las nuevas relaciones y prácticas laborales, la modernización agrícola, la acelerada transición desde la agricultura a la industrialización urbana, y sus repercusiones en el cumplimiento de la legislación nacional, en la investigación, en las condiciones y medio ambiente de trabajo en las empresas, y en las estrategias para mejorar la salud y la seguridad de los trabajadores de la región. En la región existe un déficit de profesionales de la seguridad y salud en el trabajo y los servicios de salud a nivel institucional y de las empresas, son insuficientes para enfrentar estos retos. Los trabajadores más afectados se encuentran en las pequeñas empresas y en las microempresas de la economía informal. Además, existen sectores productivos tradicionales que en el caso de América Latina aún presentan un alto índice de enfermedades y accidentes del trabajo, el cuál supera las cifras de los años 80´s. Estos son, en orden de peligrosidad a nivel mundial, la agricultura, la minería, la pesca y la industria de la construcción. Hay un incremento de los horarios y del ritmo de trabajo y una reducción del número de trabajadores con el consiguiente aumento de la carga de trabajo y del estrés. Se vislumbra la aparición de nuevas enfermedades y el incremento las enfermedades del trabajo tradicionales, tales como: los trastornos músculo esqueléticos, el asma profesional y otras alergias; así como, problemas mentales relacionados con el estrés, el conflicto y la violencia en el trabajo. Se están generando nuevos peligros y riesgos en el trabajo asociados a situaciones que contribuyen al deterioramiento de las condiciones de trabajo, y de vida, al aumento del estrés, la carga física y mental y otros trastornos a la salud.

VIH/SIDA EN EL LUGAR DE TRABAJO El VIH/SIDA tiene un impacto sobre la oferta de capital humano, particularmente porque se están perdiendo trabajadores con experiencia, en lo cual los países y las empresas han invertido importantes recursos de educación y capacitación. Habrá un efecto sobre el crecimiento poblacional y se deben prever implicaciones para la relación de dependencia, lo cual afectará esquemas de seguridad social y la transferencia de conocimiento y habilidades para la vida de una generación a otra. Reemplazar a trabajadores, aunque no tengan formación, genera costos. A nivel de empresas, incapacidad y muerte relacionada con SIDA, reducen la productividad y aumentan los costos. Empresas reportan aumento en ausentismo, en reposición de personal, en costos de reclutamiento, capacitación y costos relacionados con los regimenes de enfermedad y maternidad de la seguridad social. En general se ha ignorado el impacto acumulativo del VIH/SIDA sobre empresas, organizaciones e instituciones, ante la pérdida de transferencia de información, experiencia, memoria institucional. En los países más afectados los sectores públicos, particularmente salud y educación, han sufrido más. Hay que destacar, aquellos países donde hay números considerables de niños que se están quedando huérfanos a causa del VIH/SIDA, como es el caso de Haití y Guatemala. Las mujeres se ven más adversamente afectados por la epidemia, no solamente porque son las que se están infectando en un ritmo más acelerado, sino también porque han sido las que se han encargado en cuidar a los enfermos y a los niños y niñas que quedan huérfanos. Categorías de trabajadores con mayor riesgo ocupacional En ciertas situaciones laborales el riesgo de infección por VIH es mayor. Cabe citar por ejemplo todo trabajo que implica como parte de los riesgos ocupacionales el contacto con sangre humana, productos sanguíneos y otros líquidos corporales, como es el caso del personal de salud, los bomberos o la policía. En estos casos se requiere de medidas de prevención y protección especiales. La muerte de los trabajadores hoy y la reducción de oportunidades para los trabajadores mañana empobrecen la reserva de capital humano y la capacidad de las naciones tanto para lidiar con el SIDA como para superarlo. Desde el punto de vista de las políticas de empleo, se deben mirar a los factores que influyen sobre la oferta y demanda para el empleo en el tiempo, y saber cómo los mercados de trabajo serán afectados por la epidemia y como impacta en la generación productiva y de empleo. El desafío más grande es demostrar el impacto del VIH/SIDA en el ámbito laboral y convencer sobre la necesidad de tomar el factor VIH/SIDA como un factor sensible para los mercados de empleo así como para los sistemas de seguridad y salud de los países, y promover el establecimiento de políticas y programas de no-discriminación, prevención y atención del VIH/SIDA en lugares de trabajo. GENERO Las mujeres en esta región representan casi el 50% de la PEA de la región. Aun cuando participan en ocupaciones en las que antes no había mujeres, sigue existiendo una gran segregación ocupacional por género y se sigue subestimando su contribución a la economía. Las mujeres se concentran en las siguientes ocupaciones: sector servicios, sector salud, sector educación, agricultura, industria (micro-electrónica, alimentaría, textil y del cuero, química y farmacéutica), maquila, sector informal.La mayoría se encuentran en los trabajos con ingresos medios inferiores al de los hombres y en los más precarios. En el sector informal realizan las tareas que nadie mas quiere hacer. Las mujeres trabajan en promedio de 1 a 4 horas mas al día que un hombre y ejercen múltiples roles además de las largas horas de trabajo asalariado en muchos casos en la maquila, en régimen de subcontratación o trabajo a domicilio y mayor carga de trabajo en el

hogar. Ya que además se ocupan de los menores, de los ancianos y de los enfermos. Todos estos factores vana incidir sobre su salud provocando estrés, fatiga crónica, envejecimiento prematuro, trastornos psicosomáticos y de salud mental, así como un Incremento de enfermedades relacionadas con el trabajo. Debido a sus roles múltiples las mujeres tienen necesidades especiales con respecto a su nutrición, estilo de vida y salud reproductiva. Además las mujeres enfrentan riesgos especiales en el trabajo. Estos están relacionados con la poca atención que se presta a los aspectos sociales y ambientales del proceso de salud enfermedad en la mujer, sea desde el punto de vista de la medicina tradicional que de la prevención en los lugares del trabajo. Hasta ahora la respuesta diferenciada de las mujeres a los riesgos a la salud se ha asociado al tipo de ocupación y tareas que ejecutan, así como a los múltiples roles que tiene en la sociedad mas que a diferencias biológicas entre los sexos. Entre otros factores, se pueden mencionar los siguientes: a) los estándares de salud y seguridad en el trabajo y los límites de exposición a agentes y sustancias peligrosas se establecen en poblaciones masculinas y a través de estudios de laboratorio; b) el equipo de protección personal esta diseñado para poblaciones masculinas y en su mayoría anglosajonas; c)los estudios epidemiológicos se concentran en las diferencias fisiológicas de los sistemas reproductivos o en diferencias psicológicas preconcebidas entre hombres y mujeres; d) se considera la variabilidad humana individual mas que las diferencias biológicas entre los sexos. La información de que se dispone sobre la región hace pensar en que las mujeres parecen verse ante menos riesgos físicos pero más riesgos psico-sociales y de salud mental en el trabajo. Los datos provenientes por ejemplo de México, señalan que las mejoras recientes en cuanto a seguridad y salud en el trabajo se han concentrado en ocupaciones predominantemente masculinas por ser las más peligrosas. Cuando están embarazadas, las mujeres se enfrentan ante el problema adicional que los peligros para la salud también pueden afectar al bienestar del bebé. Las pruebas científicas muestran que en realidad el estar expuesto a peligros en el trabajo, como plaguicidas y otras sustancias químicas, puede afectar al feto y llevar a tasas más elevadas de mortalidad o a malformaciones congénitas. Los problemas ergonómicos también se han relacionado con abortos espontáneos, bajo peso al nacer y nacimientos prematuros. Además, la índole repetitiva de muchas tareas asignadas a la mujer en fábricas y oficinas ha llevado a un aumento de la cantidad de trastornos músculoesqueléticos. Si bien la mayoría de los países de la región cuentan con leyes integrales de protección de la maternidad, dichas medidas sólo llegan a la pequeña proporción de mujeres trabajadoras afiliadas a los sistemas de seguridad social. Algunas de las nuevas tendencias en materia de prevención de riesgos del trabajo que se perfilan desde el final del siglo 20, han mostrado que un buen ambiente de trabajo no solo debe ser sano y seguro sino que debe contribuir a mejorar la calidad de las relaciones laborales y la productividad. Se busca mejorar la calidad de los productos para tener mayor competitividad en los mercados, sobre todo en los países desarrollados, en las multinacionales y en las grandes empresas en los países en desarrollo. Esto implica el mejoramiento de los procesos de producción y la incorporación de nuevas tecnologías que a su vez, provocan la aparición de nuevos riesgos en el trabajo, así como, nuevas formas de gestión de los mismos. Por ejemplo, nuevas normativas que rigen los mercados, generan exigencias de los países compradores hacia los países exportadores, tales como: el respeto de los derechos laborales y el mejoramiento de las condiciones de trabajo. Como consecuencia se están estableciendo iniciativas voluntarias de buenas practicas por parte de las grandes empresas, las empresas de exportación y las multinacionales, se están integrando sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo al mismo tiempo que sistemas de gestión de la calidad del producto (ISO 9000) y de gestión ambiental (ISO 14000), existe un cambio de actitud orientado hacia la construcción de una "cultura" de la seguridad y la salud en el lugar de

trabajo a través de la gestión adecuada de la prevención 1. Esto contribuye a la reducción de los riesgos de accidentes y lesiones, por lo tanto de los costos directos e indirectos, favoreciendo así la productividad, sin embargo, la participación de los trabajadores en estos espacios aún no es representativa. Las nuevas tendencias que se perfilan al inicio del siglo 21 han mostrado que un buen ambiente de trabajo no solo debe ser sano y seguro sino que debe contribuir a mejorar la calidad de las relaciones laborales y la productividad. Sin embargo, muchas de las empresas de los países de la región persiguen cumplir con dichas normas solo para tener mayor competitividad en los mercados internacionales. Los sistemas de control, las normas nacionales y regionales no están tan avanzadas como las de los países desarrollados, y sobre todo aún no existe una mentalidad empresarial de inversión a largo plazo. Se requiere una mayor conciencia respecto de la importancia de la salud y seguridad en el trabajo, y un firme compromiso político para la aplicación efectiva de sistemas nacionales de salud y seguridad en el trabajo. Los esfuerzos por solucionar los problemas en materia de SST, tanto a nivel internacional como nacional, suelen ser dispersos y fragmentados y, por lo tanto, no poseen la coherencia necesaria para producir un impacto real. Por consiguiente, se debe otorgar mayor prioridad a la SST a nivel internacional, nacional y empresarial, y hacer participar a todos los interlocutores sociales en el establecimiento y mantenimiento de mecanismos para la mejora continua de los sistemas nacionales de salud y seguridad en el trabajo. La prevención comienza con el compromiso de situar la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores en el centro de las políticas nacionales en todos los niveles. Este es el punto de partida de las medidas que han de tomarse para reducir el riesgo de accidentes y enfermedades del trabajo. Se requiere de una nueva cultura preventiva dentro del nuevo contexto social, político y económico. Entre las nuevas prioridades deberían incluirse, el mejoramiento de las condiciones y medio ambiente de trabajo, la participación de los trabajadores en la implantación de sistemas de gestión de la prevención integrada a nivel de las empresas. Se trata de una responsabilidad compartida. Si bien el empleador tiene la obligación por ley y la responsabilidad moral de proteger la salud y la vida de las personas que trabajan para él o ella, y la autoridad competente la de vigilar el cumplimiento de dichas obligaciones, mientras los trabajadores mismos no consideren una prioridad la protección de su salud y su vida, no será posible reducir los grandes costos humanos y materiales que provocan los accidentes y enfermedades del trabajo en los trabajadores de nuestra Región. Para desarrollar una respuesta apropiada, se debería tener en cuenta el acervo de conocimientos, experiencias y buenas prácticas en el ámbito de la salud y seguridad en el trabajo con el fin de crear y mantener un medio ambiente de trabajo seguro y saludable. Además de las medidas tradicionales para prevenir y controlar los peligros y riesgos, se deben desarrollar y aplicar nuevas estrategias y soluciones tanto para los peligros y riesgos bien conocidos, (tales como los relacionados con sustancias peligrosas, máquinas y herramientas y operaciones manuales), como para los nuevos riesgos que están surgiendo, (entre ellos los provocados por las nuevas biotecnologías, los factores psico-sociales y los trastornos del aparato locomotor). Estas medidas contribuyen a su vez a aumentar la calidad, productividad y competitividad cuando se invierte en prevenir los accidentes y enfermedades identificando no solo los costos directos sino también los indirectos. 1

La OIT ha elaborado Directrices sobre Sistemas de Gestión en Seguridad y Salud en el Trabajo para apoyar este proceso. Se pueden consultar en la pagina del WEB del programa TrabajoSeguro , bajo “codes of practice” en versiones en ingles, español y francés. www.ilo.org/public/english/protection/safework

El éxito en la implementación de buenas prácticas laborales en materia de seguridad y salud en el trabajo, depende de de la voluntad y la colaboración de todos los involucrados: los empleadores, los trabajadores y las autoridades competentes. Los trabajadores sanos tienen más posibilidades de estar motivados, de tener más satisfacción en el trabajo y de contribuir positivamente a productos y servicios de mayor calidad. Todo esto contribuye a una mayor calida de vida de los individuos y la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores son prerrequisitos para la productividad y el desarrollo sustentable. La promoción de la seguridad y la salud en el trabajo para el mejoramiento de las condiciones y medio ambiente de trabajo, es una estrategia importante, no solo para garantizar el bienestar de los trabajadores, sino también para contribuir a la productividad de la empresa y de la sociedad en su conjunto DECLARACIÓN DE SEUL SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO: CUMBRE SOBRE SEGURIDAD Y SALUD, KOREA, 20082 El 28 de junio de 2008, en el marco del XVIII Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo se adoptó una Declaración de compromiso para promover por primera vez, la salud y seguridad en el trabajo, como un derecho humano fundamental. La declaración fue adoptada por 50 representantes de alto nivel provenientes de todo el mundo, entre los que se encontraban dirigentes internacionales, ministros de gobiernos, Directores Ejecutivos de las principales empresas multinacionales, expertos principales sobre seguridad y salud y seguridad social, y representantes de empleadores y trabajadores. Mediante la Declaración, los signatarios se comprometieron a liderar la promoción de una cultura de prevención sobre seguridad y salud, al colocar la seguridad y salud en el trabajo en los primeros lugares de las agendas nacionales, y acordaron analizar los progresos en el XIX Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo en 2011.

Al reconocer que mejorar la seguridad y la salud en el trabajo tiene un impacto positivo en las condiciones de trabajo, la productividad, la economía y el desarrollo social, la Declaración además pone en evidencia que el derecho a un ambiente de trabajo seguro y saludable debe ser reconocido como un derecho fundamental. La Declaración establece además que la promoción de la seguridad y salud en el trabajo y la prevención de accidentes y enfermedades en el trabajo son un elemento central de la misión fundacional de la OIT y del Programa de Trabajo Decente. La implementación de dicha Declaración se hará en el contexto de los Programas Nacionales de Trabajo Decente, como un importante nuevo plan para la construcción de una cultura mundial sobre seguridad y salud en el trabajo. La Declaración estimula a los gobiernos a considerar como una prioridad la ratificación del Convenio sobre el marco promocional para la seguridad y la salud en el trabajo, 2006 (No. 187), así como la de otros Convenios de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo, y a garantizar la implementación de sus disposiciones – incluyendo una acción fuerte y eficaz de su sistema de inspección laboral – como un medio de mejorar el rendimiento nacional sobre seguridad y salud en el trabajo de manera sistemática. Al destacar que altos niveles de seguridad y salud en el trabajo van de la mano con un buen rendimiento empresarial, la Declaración hace un llamado para que los empleadores garanticen que la prevención sea parte integral de sus actividades, establezcan sistemas de gestión para 2

El texto se encuentra en: http://web.oit.or.cr/index.php?option=com_content&task=view&id=345&Itemid=82

mejorar la seguridad y salud en el trabajo, y que los trabajadores sean consultados, formados, informados e involucrados en este proceso. La Declaración establece además que los trabajadores deberían seguir instrucciones y procedimientos sobre seguridad y salud, incluso aquellos sobre el uso de equipo de protección personal, participar en la formación sobre seguridad y salud y en las actividades de concientización, y cooperar con los empleadores en el seguimiento de las medidas relacionadas con la seguridad y salud en el trabajo. DECLARACIÓN DE LA OIT SOBRE LA JUSTICIA SOCIAL PARA UNA GLOBALIZACIÓN EQUITATIVA, 2008.3 Los gobiernos, trabajadores y empleadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en medio de un ambiente de profunda incertidumbre en el mundo laboral en torno a cuestiones que van desde la turbulencia financiera y la caída de la economía al creciente desempleo, la informalidad y una insuficiente protección social, han adoptado durante la Conferencia Internacional del 2008, una histórica Declaración con el objetivo de fortalecer la capacidad de la Organización de promover la Agenda de Trabajo Decente y forjar una respuesta efectiva a los crecientes desafíos de la globalización. La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” y su respectiva resolución fueron adoptadas por consenso por parte de los Estados miembros y representantes de trabajadores y empleadores presentes en la 97ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se reunieron en esta ciudad luego de meses de negociación entre sus mandantes tripartitos en representación de 182 Estados miembros. A través de esta Declaración, los gobiernos, empleadores y trabajadores de todos los Estados miembros llaman a la adopción de una nueva estrategia para sostener a las sociedades abiertas y a la economía global con base en la justicia social, el pleno empleo y la cohesión social. La Declaración reconoce los beneficios de la globalización, pero además llama a que se realicen nuevos esfuerzos para la implementación de políticas de trabajo decente como medio para alcanzar resultados mejores y más equitativos. De manera específica, esta Declaración sienta una nueva base a partir de la cual la OIT puede apoyar los esfuerzos de sus mandantes para promover y alcanzar el progreso y la justicia social a través de los cuatro objetivos de la Agenda de Trabajo Decente: empleo, protección social, diálogo social y tripartismo, y principios y derechos fundamentales en el trabajo. La declaración hace referencia específica a la promoción de la seguridad y salud en el trabajo. Es más, al resaltar la naturaleza interdependiente de estos cuatro objetivos, la Declaración subraya que la falta de apoyo a cualquiera de ellos afectaría la promoción de los demás. La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” marca la renovación más importante de la Organización desde la adopción de la histórica “Declaración de Filadelfia”, en 1944. Además, representa un importante paso adelante en el respeto, la promoción y la 3

Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa y Resolución sobre el fortalecimiento de la capacidad de la OIT para prestar asistencia a los miembros en la consecución de sus objetivos en el contexto de la globalización. http://www.ilo.org/global/What_we_do/Officialmeetings/ilc/ILCSessions/97thSession/pr/lang--es/docName-WCMS_094044/index.htm

realización de la Declaración relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, adoptada por la OIT en 1998. La Declaración incluye un mecanismo de seguimiento para asegurar los medios con los cuales la Organización asistirá a sus Miembros en los esfuerzos por promover la Agenda de Trabajo Decente, incluyendo una revisión de las prácticas institucionales de la OIT y su gobernabilidad; discusiones en el seno de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre las realidades y necesidades de los Estados miembros y los resultados de las actividades de la OIT; evaluaciones voluntarias por parte de países, asistencia técnica y servicios de asesoramiento; y el fortalecimiento de las capacidades de investigación, y la recolección e intercambio de información COLABORACIÓN INTERNACIONAL E INTER-AGENCIAL En la reunión más reciente del Comité Mixto OIT/OMS sobre salud en el trabajo se identificaron las siguientes áreas como prioritarias para la actividad conjunta entre ambas agencias: 1. apoyo para emprender programas nacionales de seguridad y salud en el trabajo; 2. estrategia nacional para aplicar eficazmente instrumentos en materia de seguridad y salud en el trabajo, y 3. ratificación de los convenios de la OIT. El Comité recomendó que en el marco de la futura colaboración entre la OIT y la OMS se prestase especial atención a las siguientes cuestiones globales en lo relativo a la seguridad y salud en el trabajo:     

eliminación de la silicosis y de las enfermedades relacionadas con el amianto/asbesto; ergonomía; violencia en el trabajo; lista de enfermedades profesionales, y lesiones profesionales.

Además de definir áreas prioritarias de colaboración futura a nivel mundial entre la OIT y la OMS a través de su Comité Mixto de Salud en el Trabajo, en la región de América Latina la OIT y la OPS colaboran en varias áreas. Por ejemplo, se financia una red virtual de especialistas en seguridad y salud en el trabajo en toda América Latina a través de INTERNET. [email protected]

Octubre 2008