THE WHITE HOUSE WASHINGTON

9 de septiembre de 2001

Secretarios y Directores de Agencia Embajadores a Estados Unidos Estimados compañeros: Gracias por su continua cooperación al trabajar arduamente cada día por el mejoramiento, avance y bienestar de la nación más poderosa del mundo. Solicitamos la asistencia de todos los Secretarios, Directores de Agencia y Embajadores Seleccionados a una imperativa reunión de gabinete el martes, 11 de septiembre de 2001 a las ocho de la mañana. La misma se llevará a cabo en el Salón del Gabinete localizado en el Ala Este de la Casa Blanca. El motivo de la reunión consiste en la discusión de posibles amenazas terroristas en contra de la nación estadounidense y soluciones de cómo prevenir las mismas en el futuro cercano. Adjunto encontrará un paquete de información relevante al tema a discutirse. Contamos con su asistencia,

George W. Bush

Dick Cheney

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Colegio Puertorriqueño de Niñas Competencia Modelo de las Naciones Unidas 7 y 8 de octubre de 2011 Comité histórico-político: Atentados del 11 de septiembre de 2001 Guillermo J. Martínez Olivera y Sebastián E. Negrón Reichard

Introducción El presidente George W. Bush y el vicepresidente Dick Cheney hacen un llamado imperativo al gobierno y a la ciudadanía estadounidense a que tomen conciencia sobre la situación actual que sufre la nación más poderosa del mundo. Por más de una década, Estados Unidos de América se ha visto afectado por numerosas amenazas por parte de grupos terroristas del oriente que hacen un llamado ensordecedor al gobierno actual para que tome acción sobre los mismos y vele por la seguridad de cada ciudadano en búsqueda del sueño estadounidense. El 11 de septiembre de 2001, a las 8:00 a.m., los dos principales mandatarios de la nación norteamericana se reunirán junto al equipo del gabinete actual, con la invitación especial de diversos directores de agencia y embajadas internacionales, para discutir las posibles amenazas de un ataque terrorista masivo por parte de grupos terroristas. En la reunión, los miembros ejecutivos y embajadores presentes tendrán la oportunidad de ofrecer y sugerir medidas para prevenir un ataque terrorista futuro. Se revisarán las acciones llevadas a cabo por administraciones pasadas y se modificarán de acuerdo a la situación actual del país. Trasfondo Histórico La tensión entre el gobierno de Estados Unidos de América y los líderes de Al Qaeda tiene un historial desde hace mucho tiempo antes que George W. Bush asumiera la presidencia. Las relaciones entre la nación norteamericana y el Oriente Medio se han visto afectadas por las diferencias políticas y religiosas, y la falta de acuerdos de paz entre los bandos. Desde la presidencia de William J. Clinton, la tensión entre Al Qaeda y el gobierno estadounidense ha ido incrementando y los efectos se han visto presentes tanto en Estados Unidos como en algunas partes del Oriente Medio. El 26 de febrero de 1993, un grupo de terroristas colocó una bomba en un automóvil que se encontraba dentro del estacionamiento soterrado de la Torre Uno del World Trade Center. Aunque el plan consistía en causar daños mayores, sólo se vio afectada la parte inferior de la torre. Estos incidentes causaron que el gobierno estadounidense -bajo la presidencia de Clinton- estableciera que uno de los objetivos principales de la época era la captura de Osama Bin Laden y los líderes de Al

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Qaeda. Por ende, el gobierno estadounidense se vio obligado a tomar medidas que combatieran el terrorismo para ofrecer una mejor seguridad a todos los ciudadanos estadounidenses. Clinton, en su Presidential Decision Directive 39, estableció la importancia de combatir el terrorismo para asegurar la seguridad de los ciudadanos y permitió la otorgación de fondos para el FBI y la CIA con fines de combatir el mismo. Los fondos estaban dirigidos a investigar a fondo las acciones de los líderes terroristas y probables ataques terroristas futuros en contra de los Estados Unidos. No obstante, estas acciones no fueron exitosas en su totalidad ya que Bin Laden continuó con amenazas directas e indirectas que sirven como indicadores que un posible ataque masivo futuro era posible. En el año 1996, la CIA estableció una unidad especial de oficiales para analizar la información recibida acerca de Bin Laden y conforme a eso, para establecer un plan de operaciones en su contra, conocido como el "Bin Laden Unit." Fue esta unidad la que primero divisó que Bin Laden, además de financiar actos terroristas, era líder de una red global con operaciones en Afganistán. Dados estos resultados, el Consejo de Seguridad Nacional alertó al Departamento de Estado a "prestar más atención" a Afganistán, su unidad de gobierno y a los talibanes, que habían recibido financiamiento por parte de Bin Laden. El Departamento de Estado le solicitó a los talibanes la expulsión de Bin Laden del país, señalando que era un patrocinador del terrorismo y que públicamente instó a los musulmanes a matar a los estadounidenses. Los talibanes respondieron que no sabían sobre su paradero y, aunque así fuera, él no era "una amenaza para Estados Unidos". La división anti-terrorista de la CIA rápidamente comenzó a elaborar planes para capturar y eliminar a Bin Laden del país. Sin embargo, el General de la Marina, Anthony Zinni, y otros en el Departamento de Estado, protestaron la decisión y dijeron que Estados Unidos debería centrarse en poner fin a la guerra civil afgana y a los abusos de los derechos por parte de los talibanes. En 1998, Clinton nombró a Richard Clarke (que hasta entonces servía en la división de drogas y lucha contra el terrorismo de la CIA) para dirigir un esfuerzo inter-agencial contra el terrorismo, conocido como el “Counter-terrorism Security Group” (CSG). El objetivo del CSG era "detectar, disuadir y defender los ataques terroristas”. Además, Clinton nombró a Clarke a un puesto directivo a nivel de gabinete para discutir los temas relacionados al terrorismo. El grupo inter-agencial comenzó a redactar un plan para emboscar el compuesto de Bin Laden en Kandahar. Confiado en el plan de acción, la división anti-terrorismo de la CIA buscó la aprobación de la Casa Blanca. Clarke examinó los planes sugeridos, pero entendió que era importante destacar la importancia de capturar a Bin Laden y no el compuesto entero. Finalmente, los directores de la CIA decidieron cancelar la operación.

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El CSG siguió las pistas de Bin Laden, y en 1998 logró acceso a información clasificada indicando que el gobierno saudí contaba con células terroristas de Bin Laden en las que se planificaban ataques contra las fuerzas de Estados Unidos. El Director de la CIA, George Tenet, alertado por la situación, solicitó ayuda formal al gobierno saudí para dar con el paradero de Bin Laden. Los saudíes le prometieron a Tenet que harían todo lo posible para convencer a los talibanes de liberar a Bin Laden para ser juzgado en Estados Unidos. El jefe de la inteligencia saudí, el príncipe Turki bin Faisal, dirigió varias reuniones con el jefe talibán Mullah Omar y otros líderes, y recibió garantías de que Bin Laden podría sería derrocado del poder. Omar, sin embargo, no cumplió con esa promesa. El 7 de agosto de 1998, Bin Laden atacó nuevamente con atentados simultáneos contra las embajadas de EE.UU. en Nairobi, Kenia, y Dar es Salaam, Tanzania. La CIA, luego de haber confirmado que Bin Laden estaba tras la planificación del ataque, informó a Clinton que los líderes terroristas estaban planificando reunirse en un campo cerca de Khowst, para organizar futuros ataques. Según Tenet, "varios cientos" de líderes terroristas, incluyendo a Bin Laden, asistirían a encuentro. El 20 de agosto, Clinton ordenó a los militares a disparar misiles a campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán y a una fábrica en Jartum, Sudán, donde se creía que Bin Laden ordenaba a fabricar armas. Mientras que los militares alcanzaron sus objetivos, Bin Laden no fue asesinado. Luego de los ataques fallidos, Clinton dirigió su política hacia la presión diplomática. Siguiendo el consejo del Departamento de Estado, Clinton alertó a Pakistán, cuyo servicio de inteligencia militar apoyaba al talibán, sobre la importancia de presionar a los talibanes para eliminar a Bin Laden. Aunque inicialmente hubo cooperación, luego de un cambio de mandato, el apoyó cesó. Asesorado por Richard Clarke, Clinton emitió una orden ejecutiva en julio de 1999 declarando el régimen de los talibanes como un estado patrocinador del terrorismo. Acto seguido, se aprobó la Resolución 1267, patrocinada por los Estados Unidos, imponiendo sanciones económicas y de viajes a los talibanes. Los talibanes no cambiaron su parecer, y junto a Rusia, Estados Unidos propuso una nueva resolución de la ONU (Resolución 1333), esta vez siendo la imposición de un embargo de envío de armas a los talibanes. Para fines de 1999, la administración Clinton, en colaboración con el gobierno de Jordania, detectó un plan de ataque terrorista para detonar bombas en varias celebraciones de Año Nuevo alrededor del mundo con motivo del nuevo mileno. La CIA confirmó que Bin Laden estaba tras la planificación de los atentados, que se interrumpió unos días antes del Año Nuevo. Mientras que muchos acreditan la labor del CSG para prevenir el ataque, las investigaciones indican que los ataques no se dieron debido a razones externas. El 12 de octubre de 2000, varios terroristas bombardearon el USS Cole en el puerto yemení de Adén. El ataque contra el USS Cole causo la muerte de 17 marineros de la Armada, y no había ninguna indicación clara sobre quienes eran los responsables. Clinton

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determinó que no sería prudente lanzar un ataque con un simple "juicio previo", afirmando que él habría tomado otras medidas de recibirse información definitiva. La CIA finalmente confirmó la participación de Bin Laden una semana después de que George W. Bush asumiera la presidencia. Aunque la administración Bush se ha caracterizado por impulsar la defensa nacional con la utilización de misiles, se han concretado varios esfuerzos por parte de agencias individuales para investigar un potencial crecimiento en el nivel de terrorismo. Recientemente, Estados Unidos ha sufrido varios ataques terroristas, tanto en localizaciones domésticas como internacionales, que atentan contra la estabilidad y autoridad del país. He aquí un listado de los ataques más importantes y devastadores: 

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1993 (26 de febrero) Nueva York: Un carro bomba explotó en el sótano del estacionamiento del World Trade Center, con un saldo de seis muertos y más de 1,040 heridos. En el 1995, el militante islamista Sheik Omar Abdel Rahman y nueve otros fueron declarados culpables de cargos de conspiración, y en 1998, Ramzi Yousef, que se cree haber sido el autor intelectual, fue condenado por el atentado. Se sospecha la participación de Al-Qaeda en el ataque. 1995 (19 de abril) Ciudad de Oklahoma: Un carro bomba explotó a las afueras de un edificio federal y colapsaron las paredes y pisos. En el ataque murieron 168 personas, incluyendo 19 niños y una persona que murió mientras intentaba ayudar. 1995 (13 de noviembre) Riad, Arabia Saudita: Un carro bomba explotó en la sede militar de Estados Unidos, matando a cinco soldados estadounidenses. 1996 (25 de junio) Dhahran, Arabia Saudita: Un camión bomba explotó frente al complejo militar Torres Khobar, matando a 19 soldados estadounidenses e hiriendo a otros cientos de personas. 13 saudíes y libaneses, todos presuntos miembros de Hezbolá -un grupo islámico militante- fueron acusados por cargos relacionados con el ataque en junio de 2001. 1998 (7 de agosto) Nairobi, Kenia y Dar es Salaam, Tanzania: Varios camiones bomba explotaron casi simultáneamente cerca de dos embajadas de EE.UU., matando a 224 (213 en Kenia y en Tanzania, 11) e hiriendo a cerca de 4,500. Cuatro hombres vinculados con Al Qaeda, dos de los cuales habían recibido entrenamiento en campamentos de Al Qaeda dentro de Afganistán, fueron declarados culpables de los asesinatos en mayo de 2001 y posteriormente condenados a cadena perpetua. Un gran jurado federal había procesado a 22 hombres en conexión con los ataques, incluyendo al disidente saudí Osama Bin Laden, que continuaba en libertad. 2000 (12 de octubre) Adén, Yemén: El USS Cole, de la Marina de Estados Unidos, quedó gravemente dañado luego de que un pequeño bote cargado de

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explosivos estalló junto a él. El saldo fue de 17 marineros muertos, y los actos se vincularon a Osama Bin Laden y a miembros de Al Qaeda. Estados Unidos de América enfrenta innumerables amenazas por parte de sus enemigos. Sin embargo, la actual administración ha decidido no sacrificar fondos y esfuerzos destinados a la creación de empleos, reducción de impuestos y promoción de incentivos a las corporaciones, con tal de invertir en la detección y prevención de posibles actos terroristas. Por lo tanto, son necesarios planes y soluciones al creciente terrorismo sin desenfocar las principales metas de la administración. Crecientes amenazas por parte de grupos terroristas, principalmente Al Qaeda, protagonizan las listas de investigación del FBI y la CIA para identificar de antemano posibles atentados y prevenir posibles sucesos lamentables. La administración Bush, ante las crecientes amenazas, está alertada y al borde de la acción para garantizar la seguridad nacional y el bienestar de todos los ciudadanos estadounidenses. Procedimiento del Comité NOTA ACLARATORIA: Preparación El comité consistirá en la simulación de una reunión oficial de gabinete bajo la presidencia de George W. Bush. Como pueden notar, el “briefing paper” no incluye información de los atentados del 11 de septiembre de 2001, ya que el comité comenzará a las ocho de la mañana, poco tiempo antes del primer ataque en contra de las Torres Gemelas. Éste comité, al ser un “crisis committee”, requerirá que los delegados estudien principalmente sobre los atentados del 11 de septiembre y planes innovadores que presenten soluciones de acción para durante y luego de los ataques. (NOTA: LA MAYORÍA DEL COMITÉ SE CENTRARÁ LUEGO DE LOS ATAQUES DEL 11 DE SEPTIEMBRE.) Por tal razón, exhortamos a los delegados a estudiar y crear planes nuevos para determinar si la historia cambiará o se repetirá. Documentos de Posición Debido a que al inicio del comité ningún delegado debe tener conocimiento de los atentados del 11 de septiembre, los Documentos de Posición deben incluir únicamente planes que se centren en la prevención de un ataque terrorista y proyectos concretos que se enfoquen en el quehacer del gobierno estadounidense en caso de un ataque terrorista. Los Documentos de Posición no deben incluir planes para lidiar con los ataques del 11 de septiembre. De ser éste el caso, el documento será descartado por los miembros de la mesa. Los planes para enfrentar los ataques del 11 de septiembre deben ser expuestos a la hora de debate para el desarrollo del mismo. EL DOCUMENTO DE POSICIÓN DEBE SER ENVIADO AL CORREO ELECTRÓNICO DE AMBOS MIEMBROS DE LA MESA A MÁS TARDAR EL MIÉRCOLES, 5 DE OCTUBRE DE 2011.

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Planes de Acción El comité se encargará de presentar Planes de Acción (“Action Plans”) que lidiarán con las acciones que debe tomar el gobierno estadounidense luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001. El comité votará por el/los planes de acción que consideren trascendentales para llevarse a cabo; y, de ser medidas legislativas, necesitarán la aprobación de ambos cuerpos legislativos y del Presidente de los Estados Unidos de América.

Preguntas Guías para el Documento de Posición 1. ¿Qué acciones tomadas por administraciones pasadas para combatir el terrorismo deben de tomarse en cuenta a la hora de establecer nuevos planes anti-terroristas? 2. ¿Qué estrategias podrían utilizar grupos terroristas a la hora de planear un ataque a los Estados Unidos? 3. Basado en la pregunta anterior, ¿qué nuevas medidas de protección podrían implantarse para asegurar la protección a los ciudadanos estadounidenses? 4. ¿Cuáles son posibles lugares susceptibles a un ataque terrorista? 5. ¿Cómo el gobierno puede trabajar en contra del terrorismo sin atentar contra las libertades individuales (libertad vs. seguridad nacional)?

Mensaje de los miembros de la mesa El comité será uno muy activo, espontáneo y dinámico. Los miembros de la mesa esperan que todos los miembros del gabinete puedan idear planes y soluciones concretas y realistas a las crisis. Por favor, no duden en comunicarse de surgir cualquier duda o interrogante. Dirijan todas sus comunicaciones y Documentos de Posición al correo electrónico de ambos miembros de la mesa.

Gracias, Sebastián E. Negrón Reichard [email protected]

Guillermo J. Martínez Olivera [email protected]

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