TEMA 8. REALISMO Y NATURALISMO

LITERATURA UNIVERSAL TEMA 8. REALISMO Y NATURALISMO 2º BACHILLERATO INTRODUCCIÓN Y NOTAS COMPLEMENTARIAS La unidad 8 se centra en dos movimientos qu...
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LITERATURA UNIVERSAL TEMA 8. REALISMO Y NATURALISMO

2º BACHILLERATO

INTRODUCCIÓN Y NOTAS COMPLEMENTARIAS La unidad 8 se centra en dos movimientos que siguieron al Romanticismo, en la segunda mitad del siglo XIX: el Realismo, y el Naturalismo. Como suele ocurrir en la historia del arte y la literatura, el Realismo surge en gran parte por reacción contra el movimiento previo. De la misma forma que el Romanticismo surgió cuando los artistas percibieron que la razón y las reglas de los ilustrados no podían explicarlo todo, el Realismo significa una vuelta a la realidad cotidiana después de los vuelos de la imaginación y las evasiones de los románticos hacia mundos fantásticos, pasados o exóticos. El tema está integrado por una sección introductoria seguida de otras tres organizadas con un criterio predominantemente geográfico: el Realismo en Francia, en Rusia y en los países de habla inglesa. La sección preliminar se ocupa en el concepto de “Realismo” –desarrollado sobre todo en los géneros de la novela y el cuento– y sus rasgos básicos: observación minuciosa de la realidad cotidiana, narrador omnisciente, etc. En la novela realista se combina la vertiente social –reflejo de las distintas clases sociales, en ambientes rurales o urbanos– junto a la psicológica, que atiende al mundo interior de cada personaje, con sus conflictos y sus anhelos. La noción general de “realismo” puede asociarse al concepto de "ficción verosímil", es decir, una invención que resulta “creíble”, y que puede incluir datos o personajes históricos, que realmente existieron. Frente a la ficción verosímil, la “ficción inverosímil” o “fantástica” es aquella que incluye elementos o acciones que no encajan en lo que se considera posible de acuerdo con las normas o las leyes de lo que entendemos como “realidad”. En el Romanticismo se habían dado casos notables de ficción fantástica –algunos relatos de Poe, Hoffmann o Bécquer, por ejemplo–, que seguirán en el siglo XX: piénsese en La metamorfosis de Kafka, o en muchos cuentos de Julio Cortázar; en uno de ellos, “Carta a una señorita en París”, el protagonista vomita conejitos que corretean por el apartamento donde vive. También suele hablarse de la objetividad de la novela realista –justificadamente si se compara con el estilo de muchas obras románticas–, por buscar la verosimilitud a la que nos referíamos arriba. Esto no ha de hacer olvidar, sin embargo, que el narrador realista organiza su relato y presenta a sus personajes con múltiples rasgos originales o sorprendentes que responden a las visiones subjetivas que son propias de los textos literarios. Uno de los rasgos típicos de la novela realista es el estilo indirecto libre; consiste en que el discurso del narrador se combina con lo que podría ser la voz de alguno de los personajes, aunque no se indica la inclusión de esta voz mediante formas verbales como "dijo", "pensó", etc. El estilo indirecto libre suele detectarse por la utilización de interrogaciones o exclamaciones que son más propias del discurso del personaje que de la voz del narrador. Observa este ejemplo de Madame Bovary de Flaubert: Después de la cena leía un poco; pero el calor de la estancia, unido a la digestión, le hacía dormir al cabo de cinco minutos; y se quedaba allí, con la barbilla apoyada en las dos manos y el pelo caído como una melena hasta el pie de la lámpara. Emma lo miraba encogiéndose de hombros. ¿Por qué no tendría al menos por marido a uno de esos hombres de entusiasmos callados que trabajaban por la noche con los libros, y por fin, a los sesenta años, cuando llega la edad de los reumatismos, lucen una sarta de condecoraciones sobre su traje

negro mal hecho? Ella hubiera querido que este nombre de Bovary, que era el suyo, fuese ilustre; verlo exhibido en los escaparates de las librerías, repetido en los periódicos, conocido en toda Francia. Observa cómo el narrador describe a Charles Bovary, el marido de Emma. En la primera oración –hasta “el pie de la lámpara”– podemos dudar si la visión es la del narrador, o éste nos transmite la de Emma. El punto de vista de la joven se recoge en la oración siguiente –“Emma lo miraba…”–, y a continuación se introduce una pregunta –“¿Por qué no tendría al menos…?”–, que no corresponde tanto al narrador como a la propia Madame Bovary; pero el narrador no usa el estilo indirecto –“Entonces Emma se preguntó por qué no tendría…”– para dejarlo claro, sino que opta por la fusión de voces del estilo indirecto libre; a partir de esa pregunta podemos pensar que lo que sigue es el pensamiento de Emma, aunque el narrador no lo advierta con claridad. En cuanto al Naturalismo, implica llevar al extremo las propuestas del Realismo: refleja la realidad cotidiana sin exclusión de aspectos crudos o desagradables, a menudo desde la perspectiva de los nuevos avances científicos y de un determinismo biológico y social que se aplica a los personajes. En la primera sección del tema se estudia el Realismo en Francia, con la mención de dos autores que evolucionan desde el Romanticismo hacia posturas realistas, Stendhal –Rojo y negro, La cartuja de Parma– y Balzac, con su gran proyecto narrativo de La comedia humana, en el que se integran novelas como Eugenia Grandet o Papá Goriot. Tal vez la figura central del Realismo en Francia sea Gustave Flaubert, con una obra maestra como Madame Bovary, y otras novelas como Salambó, La educación sentimental o la inacabada Bouvard y Pécuchet. Finalmente Émile Zola es el gran impulsor de Naturalismo en novelas como Germinal o Naná. La sección segunda se centra en el Realismo ruso, que refleja la problemática sociedad del siglo XIX en ese país –pobreza, injusticia, millones de siervos al servicio de grandes terratenientes, etc.–, que desembocará en la revolución de 1917. Sobresalen los nombres de Dostoievski –con novelas como Crimen y castigo o Los hermanos Karamázov– y Tolstói, autor de Guerra y paz o Ana Karénina, dos grandes novelas, y La muerte de Iván Illich, una novela corta; en este género cabe mencionar Memorias del subsuelo de Dostoievski. A una generación posterior pertenece Anton Chéjov, que destaca por sus obras teatrales –La gaviota, El jardín de los cerezos–, y por sus cuentos – “El amanuense”, “La señora del perrito”, “Las grosellas”–, que abren el camino hacia un nuevo desarrollo de este género en el siglo XX. La tercera sección se dedica al Realismo en Inglaterra y Estados Unidos. En el primer caso el autor más relevante es Charles Dickens; uno de sus temas predilectos, relacionado con vivencias autobiográficas, es el de la infancia y el trabajo infantil, reflejado en novelas como Oliver Twist, David Copperfield, o Tiempos difíciles; otras novelas de Dickens son Los papeles póstumos del Club Pickwick o Historia de dos ciudades. En Estados Unidos destacan Mark Twain y Herman Melville; el primero es conocido por novelas situadas en la región sureña del Mississippi y protagonizadas por chicos: Las aventuras de Tom Sawyer o Huckleberry Finn. Melville es conocido ante todo por Moby Dick, una magistral novela donde el joven grumete Ismael narra la lucha entre el capitán Ahab y Moby Dick, la ballena blanca, símbolo del mal; Melville escribió también relatos como Bartleby el escribiente. Al lado de los nombres citados habría que recordar a los realistas españoles del XIX, como Benito Pérez Galdós –Fortunata y Jacinta, Miau, Misericordia– o Leopoldo Alas “Clarín” con La Regenta. Otros novelistas de esta época son José María de Pereda –Peñas arriba–, Juan Valera –Pepita Jiménez–, o Emilia Pardo Bazán –Los pazos de Ulloa, Madre Naturaleza–, introductora en España del Naturalismo. 2

ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN DEL TEMA 8 I. Contesta a las siguientes preguntas sobre los contenidos teóricos del tema. I.1.- Menciona tres rasgos básicos del Realismo del siglo XIX. I.2.- ¿En qué consiste el Naturalismo? ¿Quién fue su máximo impulsor, y quién difundió estas ideas en España? I.3.- ¿Qué es La comedia humana? I.4.- Suelen vincularse tres novelas realistas del XIX, una francesa, otra rusa y una tercera española, las tres llevan como título un nombre de mujer, y la española tiene lugar en una ciudad ficcional denominada Vetusta, que es el trasunto de Oviedo. ¿De qué tres novelas se trata, quiénes son sus autores y qué rasgo temático básico comparten? I.5.- ¿Quién es el capitán Ahab? I.6.- Completa el siguiente cuadro sinóptico con autores y obras, así como con los datos que aparecen a continuación. Obras Rojo y negro

Autores

Características Novela histórica sobre Cartago.

E. Zola David Copperfield Guerra y Paz F. Dostoievski La gaviota Sobre un amigo de Tom Sawyer. - Reflejo de la lucha de mineros. - Drama: el teatro dentro del teatro. - La vida de Julián Sorel.

- Remordimientos de un joven asesino. - Aventuras de un niño inglés. - La campaña de Napoleón en Rusia.

II. Lee atentamente el texto, y contesta a las siguientes preguntas. PRIMERA PARTE Libro primero HISTORIA DE UNA FAMILIA I FIÓDOR PAVLOVICH KARAMAZOV Alexiéi Fiódorovich Karamázov era el tercer hijo de un terrateniente de nuestro distrito, Fiódor Pávlovich Karamázov, tan conocido en su tiempo (y aún hoy se le recuerda) por su fin trágico y oscuro, acaecido hace exactamente trece años y del que hablaré en su lugar. Ahora, de este “terrateniente” (como le llamaban en nuestro distrito, pese a que casi nunca había vivido en sus tierras) diré tan sólo que era un tipo raro, aunque hombres así se encuentran, a pesar de todo, con bastante frecuencia; era el tipo del hombre no sólo ruin y disoluto, sino, a la vez, torpe, aunque de aquellos torpes que saben componer a las mil maravillas sus asuntos de intereses y únicamente, al parecer, tales asuntos. Había empezado casi sin nada, como un terrateniente de los más 3

insignificantes, amigo de comer en mesa ajena, empeñado en hacer vida de gorrón; sin embargo, al morir, resultó que tenía hasta cien mil rublos en dinero contante y sonante. Al mismo tiempo, siguió siendo toda su vida uno de los hombres más torpemente insensatos de nuestro distrito. Lo repito una vez más: no es cuestión de estupidez, la mayoría de estos insensatos son bastante inteligentes y astutos; son precisamente, de una torpeza peculiar, nacional. Se había casado dos veces y tenía tres hijos; el mayor Dmitri Fiódorovich, era de la primera esposa, y los otros dos, Iván y Alexiéi, de la segunda. La primera esposa de Fiódor Pávlovich, pertenecía al noble linaje de los Miúsov, bastante rico y distinguido, formado también por propietarios de nuestro distrito. ¿Cómo pudo ocurrir que una joven con dote, hermosa además, y por añadidura de las de despierta inteligencia –tan frecuentes entre nosotros en la generación actual, aunque ya se daban en el pasado–, se casara con un insignificante “maula”, como entonces todo el mundo le llamaba? No me entretendré en explicarlo. Les diré que conocí a una joven, de la penúltima generación “romántica”, la cual, después de varios años de enigmático amor por un señor con quien, dicho sea de paso, siempre se habría podido casar muy tranquilamente, acabó, sin embargo, inventándose un sinfín de obstáculos insuperables, y una noche de tempestad se arrojó por una alta orilla, parecida a un acantilado, a un río bastante profundo y rápido, en el que pereció decididamente a causa de sus propios antojos, tan sólo para asemejarse a la Ofelia shakespeariana, hasta tal punto que si aquel acantilado, señalado y preferido por ella hacía mucho tiempo, no hubiera sido tan pintoresco y en su lugar hubiera habido una prosaica orilla baja, no se habría producido, quizás, el suicidio. El hecho es verdadero, y hay motivos para creer que en nuestra vida rusa, durante las dos o tres generaciones últimas, ha habido no pocos casos como éste o de la misma naturaleza. De modo análogo, el proceder de Adelaida Ivánovna Miúsova fue también un eco de ideas ajenas y una irritación de la mente cautiva. Quizá se propuso dar fe de su independencia como mujer, yendo contra los convencionalismos sociales, contra el despotismo de su linaje y de su familia, mientras que la complaciente imaginación la convenció –supongámoslo por un instante– de que Fiódor Pávlovich, pese a su título de gorrista, era uno de los hombres más audaces y divertidos de aquella época de transición hacia todo lo mejor, cuando en realidad no era más que un bufón maligno. La sal y la pimienta se dieron aún en el hecho de que hubo rapto, lo que cautivó el ánimo de Adelaida Ivánovna. Fiódor Pávlovich, por su parte, hasta por su posición social, estaba muy inclinado, entonces, a semejantes aventuras, pues le consumía el afán de hacer carrera como fuese; y eso de entrar a formar parte de una buena familia y recibir una dote resultaba muy seductor. Por lo que respecta al amor, parece que no lo había ni por parte de la novia ni por parte de él, pese a la belleza de Adelaida Ivánovna. Este caso fue, quizás, el único en su género en la vida de Fiódor Pávlovich, hombre en extremo lujurioso, dispuesto al instante a pegarse a unas faldas, cualesquiera que fuesen, con tal que le hicieran un signo. Pues bien, aquella fue la única mujer que no le produjo en los sentidos ninguna impresión especial. Inmediatamente después del rapto, en un abrir y cerrar de ojos, Adelaida Ivánovna se dio cuenta de que su marido le inspiraba sólo desprecio, nada más. De este modo, las consecuencias del matrimonio se pusieron de manifiesto con una extraordinaria rapidez. Pese a que la familia se resignó a lo sucedido, incluso bastante pronto, y entregó la dote a la fugitiva, los esposos comenzaron a llevar una vida en extremo desordenada, llena de violentas escenas entre ellos. Contaban que la joven esposa se mostró mucho más noble y digna que Fiódor Pávlovich, quien, como ahora se sabe, le sustrajo de una vez todo el dinero, los veinticinco mil rublos que ella acababa de recibir, de modo que para Adelaida Ivánovna fue como si, desde entonces, aquellos miles de rublos se le hubieran caído al río. […] Fiódor M. Dostoievski, Los hermanos Karamázov Ed. de Natalia Ujánova. Trad. de Augusto Vidal. Rev. de José María Bravo (Madrid: Cátedra, 2001) II.1- ¿De qué tipo de texto se trata? ¿Cuál es su tema? Analiza su estructura. II.2.- ¿Qué rasgos pueden atribuirse al narrador del texto? Cita palabras o frases que justifiquen tu respuesta. II.3.- Relaciona las características más significativas del texto, tanto en el contenido como en la forma, con el contexto histórico y literario al que pertenece. 4

LITERATURA UNIVERSAL TEMA 8. REALISMO Y NATURALISMO

2º BACHILLERATO

RESPUESTAS A LAS ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN DEL TEMA 8 I. Contesta a las siguientes preguntas sobre los contenidos teóricos del tema. I.1.- Menciona tres rasgos básicos del Realismo del siglo XIX. -- Descripción objetiva de la realidad contemporánea cotidiana, donde se incluyen las distintas clases sociales, y los más diversos ambientes. -- Profundización en los rasgos psicológicos de los distintos personajes. -- Narrador omnisciente, que conoce todo sobre los personajes –su pasado, sus pensamientos– y la acción, y que suele expresarse en un lenguaje cuidado y claro a la vez. Otros rasgos podrían ser el predominio de la novela como género más cultivado, la reproducción del lenguaje común en los diálogos, la difusión de algunas novelas por entregas en publicaciones periódicas, etc. I.2.- ¿En qué consiste el Naturalismo? ¿Quién fue su máximo impulsor, y quién difundió estas ideas en España? El Naturalismo lleva a su extremo los postulados realistas, y propugna una reproducción de la realidad no ya objetiva, sino de precisión casi científica, sin excluir sus aspectos más desagradables, desde un punto de vista que tiende a sostener el determinismo biológico y social: los humanos estarían así determinados por sus antecedentes genéticos y por el ambiente social donde transcurren sus vidas. El gran impulsor de las tesis naturalistas fue el novelista francés Émile Zola. Sus propuestas fueron difundidas en España por la escritora Emilia Pardo Bazán en La cuestión palpitante (1883). I.3.- ¿Qué es La comedia humana? La comedia humana es el título que recibe un conjunto de novelas de Honoré de Balzac –entre ellas Eugenia Grandet o Papá Goriot–, con las que pretendía ofrecer una visión completa de la sociedad de su tiempo. Se planteó escribir cien novelas, pero sólo llegó a terminar veinticuatro. I.4.- Suelen vincularse tres novelas realistas del XIX, una francesa, otra rusa y una tercera española; las tres llevan como título un nombre de mujer, y la española tiene lugar en una ciudad ficcional denominada Vetusta, que es el trasunto de Oviedo. ¿De qué tres novelas se trata, quiénes son sus autores y qué rasgo temático básico comparten? Se trata, por orden cronológico, de Madame Bovary (1857) de Flaubert, Ana Karénina (1876-1877) de Tolstói, y La Regenta (1884-1885) de Leopoldo Alas “Clarín”. Las tres protagonistas, damas casadas con un buen nivel social, comparten el rasgo de una existencia problemática que incluye la infidelidad matrimonial y un final de una u otra manera trágico. I.5.- ¿Quién es el capitán Ahab? El capitán Ahab es uno de los protagonistas de la novela Moby Dick, de Herman Melville. El gran objetivo de Ahab, como capitán del barco ballenero Pequod, es capturar a Moby Dick, la gran ballena blanca, que en algún intento anterior dio lugar a que el capitán perdiese una de sus piernas. 5

I.6.- Completa el siguiente cuadro sinóptico con autores y obras, así como con los datos que aparecen a continuación. Obras Rojo y negro Salambó Germinal David Copperfield Guerra y Paz Crimen y castigo La gaviota Huckleberry Finn

Autores Stendhal G. Flaubert E. Zola Ch. Dickens L. Tolstói F. Dostoievski A. Chéjov M. Twain

Características La vida de Julián Sorel. Novela histórica sobre Cartago. Reflejo de la lucha de mineros. Aventuras de un niño inglés. La campaña de Napoleón en Rusia. Remordimientos de un joven asesino. Drama: el teatro dentro del teatro. Sobre un amigo de Tom Sawyer.

II. Lee atentamente el texto, y contesta a las siguientes preguntas. II.1- ¿De qué tipo de texto se trata? ¿Cuál es su tema? Analiza su estructura. Estamos ante un texto literario narrativo, el inicio de Los hermanos Karamázov de Fiódor M. Dostoievski, una novela publicada entre 1879 y 1880, una de las grandes obras del Realismo ruso del siglo XIX. La novela comienza con el análisis de la familia de Alexiéi Fiódorovich Karamázov, en concreto de su padre, Fiódor Pávlovich, y su primera esposa, Adelaida Ivánovna Miúsova. El tema del texto es el sorprendente matrimonio entre dos personas tan distintas, pues Fiódor Pávlovich aparece como maligno y depravado, mientras que de Adelaida Ivánovna, hermosa e inteligente, se destacan la ceguera o la insensatez que la llevaron a casarse con tal individuo, matrimonio que, como era de esperar, no tardó en mostrarse como un absoluto fracaso. La estructura del texto puede ajustarse a la división en párrafos que presenta: -- Párrafo 1: Datos sobre el padre de Alexiéi. -- Párrafo 2: Mención de sus dos matrimonios, sus tres hijos, y datos sobre la primera mujer del padre y sobre cómo pudo llegar a casarse con aquel hombre. -- Párrafo 3: Referencia al rápido deterioro del matrimonio, y al robo de la dote de Adelaida por parte de su esposo. II.2.- ¿Qué rasgos pueden atribuirse al narrador del texto? Cita palabras o frases que justifiquen tu respuesta. Suele decirse que en la novela realista relata los hechos un narrador omnisciente que apenas se muestra, y habla de los personajes en tercera persona. Respecto a esta concepción general, el inicio de Los hermanos Karamázov presenta peculiaridades interesantes. El narrador aparece en primera persona: “diré tan solo”, “lo repito una vez más” (párr. 1). Se dirige además a sus receptores o lectores –“les diré que conocí a una joven” (párr. 2)–, y parece incluirlos junto a sí cuando habla de “nuestra vida rusa”; no sólo asume que son rusos como él, sino que viven en su misma región cuando se refiere a “nuestro distrito”. Por otro lado no se muestra radicalmente omnisciente; hay datos de los que no está seguro, como se aprecia por el uso del adverbio quizá; así, de Adelaida afirma “Quizá se propuso dar fe de su independencia como mujer…”, o “Este caso fue, quizás, el único en su género en la vida de Fiódor Pávlovich” (párr. 2). El narrador admite suposiciones: “mientras que la complaciente imaginación la convenció –supongámoslo por un instante– de que Fiódor…”; cierta información le llega a través de lo que la gente dice –“contaban que la joven 6

esposa…”–, y otra sólo se conoce con el tiempo –“como ahora se sabe” (párr. 3)– porque, cronológicamente, el narrador se sitúa desde las primeras líneas trece años después de la muerte del Fiódor Pávlovich; lo cual justifica expresiones como “tan conocido en su tiempo (y aún hoy se le recuerda)”. Todo esto contribuye a dar verosimilitud al relato, pues un narrador omnisciente sin más matices, como un pequeño dios que todo lo sabe, no deja de ser una figura bastante inverosímil, sólo aceptada por la convención de muchas novelas realistas, y por muchos lectores que no se plantean de qué manera ha llegado toda esa información a quien narra la historia. No obstante, a pesar de no poseer una total omnisciencia, el narrador sí está en una posición que le permite tener datos que adelanta sólo parcialmente, como manera de despertar el interés de los lectores. Sabemos desde el principio, por ejemplo, que Fiódor Pávlovich tendrá un “fin trágico y oscuro”, pero no se nos dice aún el cómo y el porqué de ese final. II.3.- Relaciona las características más significativas del texto, tanto en el contenido como en la forma, con el contexto histórico y literario al que pertenece. Históricamente los hechos de la novela se sitúan en la segunda mitad del siglo XIX, y en el pasaje se reflejan rasgos de esa época: la existencia de terratenientes de mayor y menor categoría, la condición “romántica” de ciertas jóvenes rusas, la dependencia de las mujeres respecto a las decisiones de su familia y su marido, pese a que muchas de ellas son “de despierta inteligencia”, etc. Se aprecia así la vertiente social de la novela realista del XIX, que trata aspectos de la sociedad contemporánea. La vertiente psicológica de la obra se aprecia en la descripción de los dos caracteres opuestos. Para describir a Fiódor Pávlovich el narrador utiliza adjetivos muy significativos a lo largo del texto: ruin, disoluto, torpe, “gorrón”; más adelante es un “maula”, un “bufón maligno” y “en extremo lujurioso”. El personaje sirve al narrador para generalizar y asociarlo a un “tipo” de personaje ruso: el torpe que al mismo tiempo es inteligente y astuto en su propio beneficio. Adelaida Ivánovna se presenta como hermosa, inteligente y de buena familia; al querer explicar su extraño comportamiento, el narrador ofrece datos interesantes sobre lo que llama la “penúltima generación romántica”, lo cual permite considerar hasta qué punto los nuevos escritores realistas se veían lejos de la anterior corriente artística, el Romanticismo. En la descripción de Adelaida Ivánovna, el narrador viene a plantear que su mala decisión de casarse con Fiódor Pávlovich pudo estar motivada por un cierto idealismo romántico que la cegó –deslumbrada por el romántico episodio de ser raptada por el supuesto “enamorado”–, hasta el punto de que pudiese pensar que su pretendiente era “audaz” y “divertido”; su decisión se compara con la de esa otra joven romántica que se suicida por imitar a la Ofelia de Shakespeare, la famosa dama enamorada de Hamlet. Al referirse a la chica suicida, el narrador reivindica la verdad de lo relatado –“el hecho es verdadero”–, y de nuevo generaliza, extendiendo esa manera de actuar a “las dos o tres generaciones últimas” en “nuestra vida rusa”. Es otro ejemplo de cómo uno de los objetivos primordiales de los realistas es el análisis de la sociedad en la que viven, tanto en el plano social como en el individual y psicológico. En este aspecto psicológico se ve que ambos personajes son complejos: el hombre porque es torpe y al mismo tiempo malvado, y lo suficientemente astuto para engañar a una mujer inteligente; ésta, pese a su inteligencia, se deja engañar por Fiódor, influida por las idealizaciones propias de los ambientes románticos. Tal vez el rasgo temático de más peso del texto es el mostrar a través de este caso cómo en ocasiones una persona inteligente puede obcecarse por diversas razones, no percibir la maldad de quien tiene al lado y cometer un error –en concreto acceder a un matrimonio disparatado– con graves consecuencias posteriores. 7

Respecto al estilo, si el traductor ha reflejado fielmente los rasgos lingüísticos del texto original, se aprecian expresiones coloquiales en el lenguaje del narrador, que podrían contrastar con el lenguaje más retórico y recargado del Romanticismo. Algunas de estas palabras o expresiones coloquiales son las siguientes: “a las mil maravillas”, “dinero contante y sonante”, “gorrón”, (párr. 1), “maula”, “la sal y la pimienta se dieron aún…”, “pegarse a unas faldas” (párr. 2), “en un abrir y cerrar de ojos” (párr. 3). Esto no impide que en otras ocasiones se encuentren rasgos estilísticos más literarios, como en el uso de ciertos adjetivos antepuestos –“noble linaje”, “enigmático amor”–, o periodos sintácticos extensos y complejos, como el que comienza con “Les diré que conocí...” y termina en “quizás, el suicidio”, nada menos que ocho líneas más abajo. El narrador se acerca a la imagen metafórica cuando escribe que “el proceder de Adelaida Ivánovna Miúsova fue también un eco de ideas ajenas y una irritación de la mente cautiva” (párr. 2); esta última expresión está tomada de un poeta romántico ruso, Mijaíl Y. Lérmontov. Estamos, en suma, ante un texto en el que con un lenguaje directo y ágil se presenta la sociedad rusa en los tiempos de Dostoievski, tanto en el aspecto colectivo como a través del análisis psicológico de los personajes, y se llama la atención de los lectores sobre cómo un personaje malvado y astuto puede engañar y perjudicar a una joven inteligente influida por las ideas románticas.

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