IES CONSELLERIA – Familia profesional de actividades físicas y deportivas Fundamentos biológicos y bases del acondicionamiento físico

Tema 3 – Aparato locomotor (Generalidades) 1. Funciones del hueso. La ciencia que estudia la estructura ósea es la osteología. El aparato locomotor está formado por el sistema osteoarticular (huesos, articulaciones y ligamentos) y el sistema muscular (músculos y tendones). Permite al ser humano o a los animales en general interactuar con el medio que le rodea mediante el movimiento y sirve de sostén y protección al resto de órganos del cuerpo. El aparato locomotor no es independiente ni autónomo, pues es un conjunto integrado con diversos sistemas, por ejemplo, con el sistema nervioso, para la generación y modulación de las órdenes motoras. Este sistema está formado por las estructuras encargadas de sostener y originar los movimientos del cuerpo y lo constituyen dos sistemas. •

Sistema óseo: Es el elemento pasivo, está formado por los huesos, los cartílagos y los ligamentos articulares.



Sistema muscular: Formado por los músculos los cuales se unen a los huesos y por lo tanto al contraerse provocan el movimiento del cuerpo.

El sistema óseo, integrado en el aparato locomotor, tiene como principales funciones: - Sostén: Mantener la posición y estructura del cuerpo. Sostiene los tejidos blandos y proporciona puntos de inserción para muchos músculos. - Movimiento: Proporcionar las palancas que los músculos esqueléticos movilizan. - Almacén de minerales: El tejido óseo almacena varios minerales, sobre todo calcio y fósforo, que son muy importantes para la contracción muscular y para la actividad nerviosa. Cuando es necesario los huesos liberan las sales minerales hacia la sangre. - Crear cavidades para la protección de órganos delicados - Formar las células de la sangre: Hematopoyesis. En la médula ósea roja se producen hematíes, leucocitos y plaquetas. - Almacén de energía: Los lípidos de la médula amarilla constituyen una reserva de energía. 2. Composición. Está formado por tejido óseo (tejido conjuntivo maduro). Los huesos son órganos duros formados por células y sustancia intercelular. Composición: - Mineral: 70%. (Fosfato de calcio y de magnesio, carbonato de calcio y fosfato de magnesio). Aporta dureza y resistencia a la compresión - Orgánica: 30%. (Material proteico: fibras colágenas, agua). Aporta resistencia y elasticidad a las extensiones) Cuando se pierde agua, el hueso se hace más frágil, mientras que si lo que se pierden son sales minerales se vuelve más maleable. Por ello, la adecuada proporción de cada

IES CONSELLERIA – Familia profesional de actividades físicas y deportivas Fundamentos biológicos y bases del acondicionamiento físico

uno de estos componentes da al hueso el grado justo de elasticidad y rigidez para no ser frágil al choque. En los jóvenes, como el proceso de mineralización no se ha completado, los huesos son más gomosos y flexibles 3. Estructura: La estructura de estos componentes confiere al hueso la máxima resistencia con el mínimo peso. - Parte externa o cortical: compuesto por tejido óseo compacto de consistencia dura y aspecto sólido - Parte interna: formado por las trabéculas (que se disponen según los ángulos de la fuerza que se ejerce en cada punto) del tejido óseo esponjoso Los huesos pueden considerarse órganos ya que contienen diversos tejidos que trabajan de forma conjunta cooperando unos con otros. 4. Clasificación. Según su morfología o aspecto externo los huesos se clasifican en: - Largos

- Planos

- Cortos

- Irregulares

Es común a todos ellos que presenten en su superficie externa muchas irregularidades (tuberosidades, espinas, apófisis, etc.) donde se insertan los tendones y ligamentos. También pueden observarse agujeros (nutricios) que comunican el exterior de los huesos con el interior, y por los cuales pasan los vasos sanguíneos que nutren el tejido. En las zonas articulares, la superficie del hueso es muy lisa y recubierta de cartílago hialino. El cartílago reduce la fricción y absorbe la fuerza de choque. En cuanto al aspecto interno del hueso podemos distinguir dos estructuras: - El tejido óseo compacto Forma la capa externa de todos los huesos del cuerpo y la mayor parte de la diáfisis de los huesos largos. - El tejido óseo esponjoso: Trabéculas: Laminillas de finas capas de hueso dispuestas en un encaje irregular. Proporcionan resistencia y ligereza.

IES CONSELLERIA – Familia profesional de actividades físicas y deportivas Fundamentos biológicos y bases del acondicionamiento físico

5. Formación de tejido óseo: Osificación. Al proceso de formación del hueso se le denomina “osificación”; puede ser de dos tipos: 1. Directa: A partir de una membrana de tejido conjuntivo sobre la cual se van depositando células óseas que acaban calcificándola totalmente. - Ejemplo: cráneo de un recién nacido con áreas de osificación incompleta o “fontanelas”. También: clavícula y mandíbulas. 2. Indirecta: La mayor parte de los huesos del esqueleto se forman por osificación indirecta. El futuro hueso se construye a partir de un molde previo de cartílago que posteriormente se disuelve y es sustituido por tejido óseo. - Ejemplo: en un hueso corto a partir de un centro de osificación central. Los cartílagos de crecimiento pueden resultar afectados debido a desarreglos hormonales o a una sobrecarga del esqueleto en la época del crecimiento, pues el hueso crece muy deprisa durante los primeros años de vida y, como es un tejido que se adapta a las necesidades locales y sistémicas del organismo, su conformación va variando para permitir el crecimiento de los demás órganos. De este modo, siempre que un tejido blando compita con el óseo por el mismo espacio, será el hueso el que ceda el sitio, siempre y cuando disponga del suficiente tiempo para adaptarse. De aquí se deriva que una hipertrofia muscular excesiva en pleno proceso de crecimiento pueda conducir a una detención del crecimiento óseo por calcificación precoz del cartílago de crecimiento 6. Crecimiento óseo. El proceso de osificación comienza en el tercer o cuarto mes de gestación. No es un proceso homogéneo siendo más acelerado en algunas partes como en las costillas que en otras como la clavícula o el pubis (26 – 28 años en las mujeres). Por este motivo cuando se da el tirón puberal hay cierta tendencia a la desproporción (tronco pequeño, piernas largas, etc.) El crecimiento longitudinal del hueso se realiza por la actividad osteogénica del cartílago epifisario (osificación indirecta) y el crecimiento en grosor por la aposición de tejido óseo perióstico (osificación directa). - Ley de Delpech: Cuando un hueso es sometido a fuerzas de presión experimenta un enlentecimiento en el crecimiento e incluso la paralización del mismo. Por el contrario, fuerzas de tracción producen aceleración del crecimiento en longitud. - Ley de Wolf: Cuando un hueso es sometido a fuerzas de presión experimenta una aceleración en el crecimiento en grosor. Por el contrario, fuerzas de tracción producen enlentecimiento del crecimiento en grosor. 7. Características estructurales del hueso. Solicitaciones óseas. Para poder hablar de estas características debemos conocer previamente las solicitaciones que puede sufrir el hueso. Así nos encontramos: - Presión o compresión: La posición bípeda implica que los huesos de las extremidades inferiores deben estar soportando el peso del resto del organismo. Afecta principalmente, por lo tanto, a los huesos de las piernas.

IES CONSELLERIA – Familia profesional de actividades físicas y deportivas Fundamentos biológicos y bases del acondicionamiento físico

- Flexión: El sistema de palancas por el que se rige la mecánica del movimiento es un sistema de frecuente agresión. Si el hueso no fuese resistente a la flexión se doblaría por el peso y podría quebrarse. - Tracción: Mecanismo por el que el hueso se opone a la fuerza que intenta estirarlo. Ejemplos: los brazos al transportar objetos pesados en posición de extensión o cualquier hueso a la tracción que ejercen los músculos a través de los tendones. En relación a estas solicitaciones el hueso, que es una estructura viva, se va a construir con una arquitectura y características específicas: - Adaptando sus líneas de fuerza (laminillas longitudinales) a los requerimientos que sea sometido. De ahí la importancia de la actividad física moderada en el mantenimiento de una mineralización y estructuración del esqueleto. - Creando abrazaderas a modo de barras de refuerzo entre la zona de tejido esponjoso y la de tejido compacto. - Vascularizando adecuadamente para permitir la acción de los osteoblastos (células formadoras del hueso). Los huesos mal vascularizados, como el escafoides de la mano, tardan en repararse. 8. Ejercicio y hueso. Dentro de ciertos límites, el hueso puede modificar su fuerza y nivel de resistencia como respuesta a las tensiones mecánicas. El tejido óseo, colocado en una situación de tensión mecánica, ser fortalece mediante un aumento en el depósito de sales minerales y fibras de colágeno. Sin tensión mecánica, el hueso se remodela anormalmente ya que la destrucción supera a su formación (es el caso de pacientes que pueden estar encamados mucho tiempo como consecuencia de una enfermedad o lesión o el caso de los astronautas sometidos durante mucho tiempo a ingravidez) Las actividades físicas que implican el soporte de cargas, como levantar pesos moderados o simplemente pasear, ayudan a formar y mantener la masa ósea (los huesos de los atletas sometidos a tensiones elevadas y repetidas se hacen normalmente más gruesos que el resto de las personas). 9. Envejecimiento y tejido óseo. El envejecimiento tiene dos efectos principales sobre el tejido óseo que son: - Desmineralización; pérdida de Calcio y otros minerales de la matriz. Este fenómeno suele comenzar después de los 30 años en las mujeres, acelerándose mucho alrededor de los 40 – 45 años cuando disminuyen los niveles de estrógenos1 y continua hasta los 70, pudiendo llegar a perder hasta un 30% del calcio de los huesos. En los hombres esta pérdida de calcio no suele comenzar hasta cerca de los 60 años. - Menor síntesis de proteínas; disminuye la velocidad de síntesis de proteínas y por tanto hay menor capacidad para producir la porción orgánica de la matriz, concretamente colágeno, que es el que se encarga de proporcionar flexibilidad al hueso, haciéndose este cada vez más quebradizo, como consecuencia del aumento gradual de la proporción de sales minerales (inorgánicos).

IES CONSELLERIA – Familia profesional de actividades físicas y deportivas Fundamentos biológicos y bases del acondicionamiento físico

10. Trastornos del sistema óseo. OSTEOPOROSIS (huesos porosos) Se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un aumento de la susceptibilidad a las fracturas. El problema básico es que los procesos de resorción superan a los de formación. Entre la pubertad y la edad media de vida las hormonas sexuales (estrógenos en la mujer y testosterona en el hombre) y otras hormonas (crecimiento, insulina, tiroideas...) estimulan a los osteoblastos para que formen hueso. Tras la menopausia, la mujer produce menos cantidades de estrógenos, al igual que el hombre a medida que avanza su edad, como consecuencia los osteoblastos pierden actividad y se produce una perdida de masa ósea. El primer síntoma de osteoporosis es una fractura patológica. La masa ósea se reduce tanto que el hueso no puede soportar las tensiones de la vida diaria. La dieta y el ejercicio son claves para su prevención, una ingesta adecuada de calcio y ejercicio en los años jóvenes pueden resultar más beneficiosos que el tratamiento sustitutivo de estrógenos (TSE) y los suplementos de calcio cuando se alcanza una edad más avanzada. Esta alteración afecta sobre todo a personas de edad media y avanzada, más a mujeres que hombres y más a los blancos que a los negros. OSTEOPENIA Reducción de la masa ósea debida a una disminución de la síntesis de hueso hasta un nivel insuficiente para compensar la degradación normal. (Osteoporosis)

ARTROSIS Degeneración del cartílago que permite que las extremidades de los huesos rocen entre sí, causando generalmente dolor. Suele asociarse al envejecimiento. Las mujeres son más propensas a desarrollar artrosis en las rodillas y en las articulaciones interfalángicas, mientras que los hombres la suelen desarrollar en la cadera.

IES CONSELLERIA – Familia profesional de actividades físicas y deportivas Fundamentos biológicos y bases del acondicionamiento físico

ARTRITIS La artritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones consistente en la inflamación o desgaste de una articulación. Puede darse tras una lesión cuya cura no terminó como debería, por el acumulamiento excesivo de ejercicio en las articulaciones, o por muchas otras causas aún desconocidas OSTEOSARCOMA El osteosarcoma es un tipo de cáncer de hueso que se origina en las células osteoblásticas de la cubierta externa del hueso. Afecta con mayor frecuencia a niños, adolescentes y adultos jóvene