tai CHI CHUAN Y ESTILOS INTERNOS

tAI CHI CHUAN REVISTA DE ARTES Y ESTILOS INTERNOS nº 22 • invierno • 2010 editorial editorial L as raíces más profundas de nuestra práctica desca...
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tAI CHI CHUAN REVISTA DE ARTES Y ESTILOS INTERNOS

nº 22 • invierno • 2010

editorial editorial

L

as raíces más profundas de nuestra práctica descansan en la filosofía taoísta. ¿Pero qué significado tiene eso en nuestro tiempo? En la cosmología taoísta la humanidad se sitúa entre el cielo y la tierra y desde ese lugar observa el mundo que habitamos. Actualmente vivimos en una sociedad que descansa en cualidades excesivamente yang. La ambición desmedida y la voracidad en la gestión de los recursos planetarios por parte del primer mundo, a la que ahora se suman con entusiasmo los países emergentes, ha convertido la capacidad de la humanidad para superar límites y adquirir conocimiento en una obsesión por acumular poder y riqueza que literalmente está poniendo en peligro nuestra supervivencia. ¿Y qué pasa con una filosofía que propugna la vía del yin y que ha sobrevivido a más de 4.000 años de historia? ¿Puede enderezar el curso autodestructivo al que la humanidad parece abocada? Un brillante pensador taoísta, Hu Fuchen, reflexiona sobre estas y otras cuestiones en un artículo que nos enorgullece ofreceros, y en

el que nos recuerda que las cualidades por las que el universo se regenera y sana, aquellas que permiten al hombre desarrollar sus cualidades superiores y reconectarse a la realidad unificada, son eminentemente yin: receptividad, no interferencia, adherencia, escucha, nutrición sostenible de la vida. Prácticamente todas las voces que oiréis en este último número de TAI CHI CHUAN parecen estar de acuerdo en una cosa: en que el origen del Taijiquan descansa en la filosofía taoista, en una disciplina de combate y en los principios de la medicina tradicional china. También coinciden en que, sea cual sea el aspecto en el que decidamos centrar nuestros esfuerzos, si excluimos alguno de ellos, lo que hacemos deja de llamarse Taijiquan. Y en que el arte debe enseñarse de una manera coherente con nuestras elecciones, ajustándonos a objetivos claros y realistas que motiven al alumno y cumplan sus expectativas. Según la visión de los chinos de la antigüedad, el cuerpo humano era considerado como una reunión de alientos que interactuaban en el espacio-tiempo

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hasta que se separaban. A lo largo de estos seis años y medio hemos sentido algo parecido al confeccionar cada número de la revista. Los temas y las voces se reunían de una manera determinada y misteriosa, como el flujo de la vida, y después se disipaban para dar paso al siguiente. Ahora que este ciclo se cierra y da paso a uno nuevo, nos damos cuenta de que el cuerpo de artículos reunidos en esta ocasión es, más que nunca, una declaración de los principios que hicieron nacer esta publicación y que la han mantenido hasta hoy. Somos conscientes de que con el fin de la revista trimestral perderemos algunos lectores, pero confiamos en que con la continuidad de nuestro trabajo en la web seguiremos contribuyendo a difundir las ideas, las técnicas y los valores de las artes internas chinas. Nuestro más sincero agradecimiento a todos los colaboradores y lectores que número tras número nos habéis mostrado vuestro apoyo decidido, comprensión y entusiasmo. Esperamos seguir compartiendo con vosotros un buen trecho más de este camino.

2  EDITORIAL 3  SUMARIO 5 El sabor esencial del Taichi.

Entrevista a Gianfranco Pace Francisco Romero

Número 22 • Invierno 2010

www.taichichuan.com.es

(34) 914 296 872 Pintura pág. 2 Li Chipang

Directora Teresa Rodríguez [email protected]

Editor Luis Soldevila [email protected]

Diseño y maquetación Teresa Rodríguez

Han colaborado en este número Javier Arnanz, Eduardo Escudero, Raúl Fernández, Hu Fuchen, Pedro Jesús Jiménez, Li Chipang, Marc Pion, Francisco Romero, Dietmar Stubenbaum, Luciano Vida, Jordi Vilà.

Edita Luis Soldevila Ribelles C/ Verónica, 13 - 4º Int. Izq. 28014 - Madrid (ESPAÑA) ISSN: 1989-4058

Tanto en los métodos tradicionales como en los más innovadores el entrenamiento debe seguir los principios esenciales de los movimientos. ¿Pero cuál es ese “sabor” que indica que vamos por el camino correcto?

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 l Tao de la Mujer, hacia el E corazón de la feminidad Teresa Rodríguez El taoísmo señala que la vía de la realización del potencial humano se obtiene al seguir el principio femenino. Actualmente la mujer necesita recuperar la conexión con el corazón de su esencia para su realización.

NOTA DE LOS EDITORES La revista TAI CHI CHUAN no comparte necesariamente las ideas y opiniones manifestadas por los autores de los artículos, ni se hace responsable de la calidad de los productos anunciados en los espacios publicitarios. En los artículos y secciones se omitirá el uso de títulos como «sifu», Maestro, Gran Maestro, etc. Cada escuela tiene sus propios criterios para la concesión y uso de dichos títulos, por lo que hemos considerado que su omisión evitará equívocos y confusiones. Con ello no pretendemos menospreciar ni poner en duda la calidad de la enseñanza de ningún profesor. No obstante en los espacios publicitarios cada escuela podrá incluir, como es lógico, los títulos que considere oportunos. Creemos firmemente que las artes marciales internas y el Chi Kung se deben aprender de la mano de profesores con los suficientes conocimientos y experiencia. TAI CHI CHUAN no se responsabiliza de los efectos que pueda tener la práctica sin supervisión de las técnicas y ejercicios descritos en sus páginas. Ante cualquier duda recomendamos que se consulte a un médico o a un instructor cualificado, y al propio sentido común.

20 Reflexiones sobre la

Sinvierno umario 2010

enseñanza del Taijiquan Javier Arnanz La gran riqueza de matices que posee el Taijiquan plantea al instructor una reflexión sobre algunos de los factores personales y ambientales que entran en juego durante la enseñanza.

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¿Taichi y salud? Siete meditaciones  Jordi Vilà En el mundo del Taichi se discute a menudo acerca del aspecto marcial y de salud de la práctica, en ocasiones de manera polarizada y enfrentada. El autor propone a nuestros lectores siete reflexiones al respecto.

26 Xiao Jia, la estructura

pequeña del estilo Chen Entrevista a Chen Peishan Dietmar Stubenbaum y Marc Pion

Chen Peishan es el principal representante de una de las ramas menos divulgadas del estilo Chen. En esta entrevista se desgranan sus peculiaridades y características principales.

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 aishan, el padre de las T montañas Pedro Jesús Jiménez Un recorrido por las riquezas de la montaña sagrada más famosa de China, lugar de peregrinaje de aquellos que siguen la vía taoísta.

33 El nuevo taoísmo en el siglo XXI Hu Fuchen

¿Qué valor práctico tiene el taoísmo en los tiempos modernos? El autor, uno de los grandes pensadores taoístas actuales, reflexiona sobre el papel que puede desempeñar esta filosofía en el cambio de rumbo que necesita nuestro mundo.

52  LIBROS 54  INTERNET 56  GLOSARIO

ENTIDADES COLABORADORAS de TAI CHI CHUAN Haz clic en los logos para visitar sus webs

AsociaciOn Shen Ren de Tai Chi Chuan y Chikung

bebe agua limpia... y pasa del plástico Como creemos que consumir irresponsablemente botellas de plástico es perjudicial para nosotros y para el planeta, el 24 de enero sortearemos entre los suscriptores de Tai Chi Chuan

4 botellas de acero inoxidable (Haz click sobre el anuncio para saber más) No todas las botellas de metal nacen iguales

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el sabor esencial del

taichi

entrevista a Gianfranco pace Francisco Romero

En esta entrevista Gianfranco Pace habla a nuestros lectores de su búsqueda de metodologías que contribuyan a la comprensión de los principios esenciales del Taijiquan. Entre sus proyectos destaca el diseño de un sistema que motive a desarrollar el aspecto marcial del Taiji a todo el que lo desee, especialmente a los más jóvenes.

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a International Taijiquan Kung Fu Association (ITKA) es una organización italiana que se ha convertido en los últimos años en un punto de referencia de la enseñanza del Taijiquan estilo Chen en Europa. El trabajo realizado en estos años ha conseguido que las escuelas que forman parte de este proyecto sean ahora más sólidas y estén mejor preparadas. El programa técnico de la asociación representa un estudio cuidadoso de los aspectos energético, filosófico, de salud y marcial del Taijiquan. Gianfranco Pace es el principal exponente e impulsor de esta iniciativa y con su buen hacer ha contribuido eficazmente a la difusión y la práctica del Taijiquan en Europa. Por ejemplo, ha construido la sede central de la ITKA, una escuela-residencia concebida para alojar a los practicantes que quieran dedicar días o incluso semanas al entrenamiento intensivo bajo su supervisión. También ha estructurado un sistema que ha llamado “Kung Fu de Chenjiagou”, un programa técnico dedicado a niños y jóvenes; ha sistematizado diferentes trabajos con balón medicinal, y está promoviendo entrenamientos tradicionales poco conocidos, como la práctica del rodillo. Pero probablemente lo más importante que habría que señalar es que es un ejemplo patente del nivel al que

puede llegar un “occidental cualquiera” con algunos años de esfuerzo y dedicación a la práctica: tan alto como el que puede alcanzar cualquier miembro chino de un linaje tradicional. Desde hace un par de años Gianfranco Pace ha estado desplazándose a Barcelona de manera periódica para compartir sus enseñanzas en España. Esta entrevista, que trata sobre diversos aspectos del entrenamiento y de los enfoques de la práctica en la ITKA, fue realizada en septiembre de 2009 durante el descanso de uno de estos encuentros. ¿Puede hablarnos brevemente de como empezó, de cómo se formó, de su trayectoria en estos 20 años de práctica del Taiji? Tenía 19 o 20 años. Sentía una gran pasion por el kungfu y llevaba unos meses practicándolo. Leí sobre el Taijiquan en un libro y me intrigó la idea de esa disciplina suave pero potente que describía. Empecé a buscar un profesor pero aunque entonces, a finales de los 80, empezaba a divulgarse en Italia, en Catania aún no había nadie que la enseñara. Tiempo después, a través de un maestro de Bagua, alumno de Wang Zongfei, conocí a Shi Ronghua, y empecé a practicar Taijiquan con él. Aunque no enseñaba a nadie, aceptó enseñarme a mí, ya que este maestro de Bagua, buen amigo suyo, me lo

presentó. Empecé así una formación de tipo familiar. Iba a su restaurante y estudiaba allí. Cuando a veces necesitaba que le echaran una mano, por ejemplo, en ocasiones de fiestas particulares como San Valentín o el Año nuevo chino, yo me quedaba también a trabajar. Fue una experiencia extraordinaria, ya que tuve la oportunidad de conocer desde dentro qué era el Taijiquan, sin esquemas, el modo de pensar de los chinos, su visión del Taiji y también su cultura. Después, por razones personales no pudo seguir practicando ni enseñándome, así que empecé a buscar un nuevo profesor, no solo en Italia sino también en el extranjero. Conocí a Chen Xiaowang, y fui a Chenjiagou a estudiar

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con Chen Xiaoxing, su hermano menor. Aquello fue un momento importante ya que me di cuenta del nivel de mi Taiji, tuve la ocasión de compararlo con el de practicantes muy avanzados, y eso me sirvió y me estimuló mucho. Pero creo que de todos modos el estudio más importante lo he hecho siempre por mi cuenta, aunque guiado por los principios y por la esencia del arte. El acercamiento fue todo mío, y no lo digo con falsa modestia, sino simplemente por que comencé a hacer Taiji para hacer kungfu. Yo no conocía el Taijiquan, no creía que el Taijiquan fuera una gimnasia para las personas mayores, porque lo había leído en aquel libro, había entendido que el Taijiquan era un estilo de kungfu.

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La práctica lenta se me quedaba corta porque no la entendía bien, pero poco a poco la fui comprendiendo. El trabajo del tuishou me ha servido mucho. Mis bases se han formado así, el resto ha sido un trabajo de programa, no de esencia. El trabajo de esencia lo hice los primeros 10 años, los segundos 10 los he dedicado a sistematizar un programa, a encontrar las diferentes claves para enseñar esa esencia. También he practicado con otros maestros, por ejemplo con Wang Xi’An. Todas esas experiencias me han ayudado a formarme y ahora las vivencias con los alumnos me siguen ayudando a mejorar mi Taiji.

En este seminario nos ha comentado que un trabajo de la forma y de tuishou, bien guiado, lleva a una comprensión y unas propiedades de movimiento tales que las aplicaciones marciales surgen por sí mismas, que se consiguen ver, intuir, sin que nadie te las haya enseñado. ¿Puede decirnos algo más al respecto? La forma es una concatenacion de movimientos, no es dificil de enseñar y no es dificil de aprender. Lo difícil es captar la esencia, que es lo que yo a menudo llamo “sabor”. El sabor indica el modo en el que el cuerpo y el espíritu se mueven en el Taijiquan. Esto no lo puedes enseñar solo siguiendo los principios, sino que tienes que transmitirlo con tu espíritu y con tu cuerpo. Es algo que no es fácil de explicar pero marca la diferencia entre una forma que es solo una secuencia de movimientos en el espacio, un esquema, y el Taijiquan, esa es la esencia. Tan pronto como se comprende, la esencia va con nosotros a todas partes: hacemos tuishou y tenemos un sabor, hacemos los ejercicios de acondicionamiento y el sabor es el mismo, practicamos el rodillo y pasa igual. El problema es cuando no tenemos ese sabor y cada cosa nos parece nueva, cada figura parece nueva, cada ejercicio parece nuevo, eso es porque falta el Taiji.

Nos ha dicho que en general hay dos tipos de error: uno es que no haya espirales, y el otro es que las espirales no vengan de dentro. También comentó que al principio hay que empezar desde fuera y poco a poco se entiende lo que ocurre por dentro. ¿Puede explicárnoslo? Hay que mencionar una premisa. A menudo en el Taiji se habla de conceptos y de principios que creemos conocer solo porque los hemos entendido racionalmente. Pero si no se han comprendido “en la barriga” se quedan solo en palabras. Dicho esto, en la práctica concreta del Taijiquan se empieza siempre desde un punto externo. Por ejemplo, nosotros en el Taijiquan estudiamos los fundamentos, como el Chan Si Gong o como la forma (la primera forma es un ejercicio fundamental), y las bases están constituidas por los movimientos del cuerpo. ¿Quién dice si estos movimientos del cuerpo son internos? ¿Cómo pueden ser internos si no sabemos ni siquiera qué es lo interno? Solo sabemos que el cuerpo se mueve, intentamos reproducir los movimientos del profesor, con continuidad, haciéndolos redondos, pero sigue siendo un movimiento externo. Al comienzo solo tenemos conciencia del movimiento que se ve desde fuera, intentamos llenar estos

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movimientos con los principios que hemos escuchado, que hemos entendido racionalmente, pero en realidad es un trabajo externo. Solo la práctica convierte poco a poco el trabajo de la forma en un trabajo interno. El primer paso para interiorizar el movimiento interno del Taijiquan y conseguir crear las espirales se da con la ayuda de un profesor que dirija y controle que estos movimientos sean correctos. Todo el mundo habla de lo interno. Es habitual escuchar a una persona que hace Taiji desde hace solo un mes que está practicando un estilo interno o que hace un trabajo con ese enfoque. De momento en realidad lo que hace es ver cómo se mueve su profesor e intentar imitar sus movimientos. Esa es la verdad, y ese es el punto de comienzo del recorrido. Desde aquí, desde un trabajo externo se llega a un

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profesores de Taijiquan se den cuenta de que si piensan enseñar un arte marcial tienen que “ponerse las pilas”, ya que por el camino que vamos hoy dia, esa parte de la práctica no va bien.

trabajo interno. Y eso se aplica no solo a la postura, sino también al movimiento, que es algo un poco distinto. Usted estimula mucho en su escuela el entrenamiento marcial del Taijiquan, una práctica muy importante que de hecho es el origen de esta disciplina. Sin tener en cuenta a los practicantes que tienen objetivos diferentes al marcial, ¿qué opina de alguien que tras varios años de práctica aún no sabe defenderse de un puño, o incluso no sabe administrar un golpe correcto? Aquí me gustaría hacer una puntualización. El Taijiquan es un arte extraordinario que da la oportunidad a cada persona de expresarse a sí misma. Esto significa que el Taijiquan se puede enseñar y practicar de maneras muy distintas y por razones e ideas completamente diferentes. Está bien practicar para la salud, para tener más energía, para hacer propia una filosofía que es fascinante y que puede ser también un modelo de vida. En este caso puede enriquecer y aumentar la calidad de nuestras vidas. Por mi parte no emito ningún juicio sobre el hecho de que cada cual exprese lo que es en sí mismo. En el caso particular de los practicantes de Taijiquan que dicen practicar un arte marcial pero que no tienen, digamos, destreza marcial, en mi opinión

hay unas cuantas razones para eso. Ante todo pienso que hay que aprender de alguien, y por ello es necesario que el profesor proponga este tipo de trabajo si lo considera oportuno. Esto implica que el trabajo a desarrollar debe ser dirigido en este sentido, o sea en el sentido de estudiar un arte marcial tal y como es. Las escuelas que proponen el Taijiquan como un arte marcial deberían desarrollar un trabajo a nivel marcial porque no es lógico que tras diez años de práctica un alumno no se sepa tan siquiera lanzar un golpe. No creo que ningún profesor que diga enseñar el Taijiquan como arte marcial pueda sentirse satisfecho con esa situación. Pienso que es importante que los

Una manera de contribuir a la divulgación de la parte marcial del Taijiquan es la de proponerla a los más jóvenes, que en general no van a pensar nunca en buscar un arte marcial en una escuela de Taiji. De esta idea ha nacido el programa para niños y jóvenes que estamos conociendo aquí en Barcelona. ¿Puede explicarnos la estructura de este programa? El programa ha sido diseñado para hacer accesible a los más jóvenes la práctica del Taijiquan. Lamentablemente hoy en día el Taijiquan no es una alternativa a las otras artes marciales, y lo digo así por lo que he mencionado antes. Hoy día al Taijiquan se le etiqueta solo con la connotación de gimnasia saludable, y eso ha producido que los jóvenes se hayan alejado de su práctica, sin encontrar a veces lo que buscan. La verdadera razón no es que se necesite más tiempo para aprender Taijiquan que otras artes marciales, sino que en realidad no se está enseñando este aspecto del arte. Por mi parte, para intentar invertir un poco esta tendencia y dentro del marco de mi pequeña realidad, abierta a la esperanza de

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Si se estudian los fundamentos del estilo y las espirales de una manera más dinámica, el Taijiquan será accesible también para los niños y los más jóvenes

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poder influir en todo el mundo, espero que algo cambie motivando también a otras personas y otros instructores. Por eso he sistematizado este trabajo que de todos modos es realmente tradicional en sí. Quiero decir que si se estudian los fundamentos del estilo y las espirales de una manera más dinámica, será accesible también para los niños y los más jóvenes y será posible que se entusiasmen con una disciplina cuyo aprendizaje no tiene por qué requerir demasiado sacrificio. Opino que lo correcto es proponerles un trabajo que atraiga su atención y les dé una cierta satisfacción, que será luego el motor para una práctica más profunda en el futuro. Es inútil empezar con ejercicios que, aunque sean válidos, resultarán aburridos para una persona joven. Según mi experiencia es mejor comenzar mostrando que el Taijiquan es un arte marcial que funciona y así los chavales van aceptando otros aspectos de la práctica que, aunque sean menos dinámicos, sin duda son importantes. El programa está estructurado de una manera bastante simple, con una parte de ejercicios para entre-

nar tendones y músculos, otra sección postural para entrenar la estructura correcta y técnicas básicas junto a las no codificadas como puñetazos y patadas, que enfatizan con movimientos en espiral y explosivos las características del Taijiquan. He sistematizado dos pequeñas formas con figuras extraídas de las tradicionales Pao Chui, buscando acentuar aún más el aspecto marcial, ya que seguramente las Pao Chui trabajan más este sentido. Si se comprende bien el programa, no solo se puede enseñar a niños y chavales, sino a cualquiera que esté interesado en el aspecto quan. Hemos practicado el Taiji Bang, o rodillo del Taiji, un trabajo no muy conocido aquí en España. ¿Puede hablarnos un poco de este método? El rodillo es un ejercicio muy válido. Hoy es importante para un profesor tener a su disposición el mayor número posible de herramientas de enseñanza, ya que así se puede ofrecer al alumno no solo la posibilidad de comprender la esencia, sino también entusiasmarle. El entusiasmo es un elemento fundamental que impulsa a avanzar. Si aburro a una

persona no me escuchará, si lo entusiasmo abrirá bien los oídos y me prestará atención. En particular el trabajo con el rodillo es muy útil para “desatar” las articulaciones y reforzar la estructura en el sentido de trabajar en extensión con las fascias; permite trabajar en una estrecha conexión de articulación-músculo-tendón estructural y energéticamente, debido a la posibilidad que crea el rodillo de unir todo el cuerpo en un circuito único. Comprender el concepto de conexión es fundamental en la práctica del Taijiquan. En los diversos ejercicios que se practican con el rodillo están implícitas muchas técnicas de palanca o agarre (qinna) y esto es importante, ya que en general en Taijiquan el agarre se entrena poco. Por otra parte es un trabajo que incluye todas las dificultades del arte. Es una equivocación pensar que

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el rodillo o el Chan Si Gong son ejercicios simples y que la forma es complicada. Lo que queremos obtener es una correcta gestión del movimiento en sus 360 grados, un movimiento interno integrado con el externo, un movimiento de la mente integrado con el del cuerpo. La complejidad del ejercicio está al nivel de la complejidad del arte. El trabajo de la esfera elástica también parece muy interesante. ¿Qué puede aportarnos? Esta práctica surgió por casualidad, como a menudo ocurre con las cosas nuevas, sin la intención de haber querido crear algo nuevo o diferente. Un día me encontré con un balón medicinal y me puse a jugar. Así me di cuenta de que podía ser de enorme interés para ayudar a comprender y a cultivar las cualidades del Taijiquan.

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Hay que estar siempre con los pies en el suelo a medida que se va creciendo.

El trabajo es bastante simple. Se emplea una pelota elástica de 55 cm. de diámetro que apoyamos contra una pared y la mantenemos pegada al muro con nuestro movimiento, el que sea típico de nuestro estilo. En realidad elaboré un trabajo totalmente libre de adhesión y de percusión, pero luego entendí que para enseñarlo tenía que explicarlo mejor. Tenía que ser más claro en el uso de este tipo de herramienta, y para eso diseñé ocho ejercicios. Cada uno de ellos desarrolla una de las ocho fuerzas del Taijiquan, y también se puede realizar un trabajo libre aplicándolas a la vez y golpeando la pelota. Es un trabajo muy dinámico y divertido, bastante simple y útil, ya que muchos practicantes no tienen demasiadas oportunidades para trabajar con un compañero. Y aunque obviamente la esfera no puede sustituir al compañero, sí que puede ser una buena alternativa al trabajo en pareja. Lo más interesante de la esfera es que nunca se equivoca, absorbe la fuerza y te la devuelve. Tanto le das, tanto te devuelve. Me encanta comprobar cómo a menudo un alumno ejerce mucha fuerza sobre la esfera, y ésta se la devuelve llegando incluso a sacarlo de su posición. Pienso que esto nos puede ayudar a comprender la importancia de este tipo de práctica.

Algo que me llamó la atención de su trabajo la primera vez que vino a Barcelona fue la gran importancia que da al trabajo de una sola mano en tuishou, antes de pasar al trabajo de dos manos. El tuishou con un solo brazo es un fundamental, y hay muchas modalidades. Este fin de semana hemos estudiado cinco. Cada modalidad pone su acento en un aspecto del Taijiquan y del tuishou. El primer ejercicio es difícil si se practica seriamente. El brazo se dobla como un arco y el ángulo del codo no cambia nunca; el brazo se queda extendido hacia adelante y el tronco conducido por la cintura y las piernas hace su rotación. El centro absorbe la fuerza, el brazo la sostiene. Es el ejercicio menos atractivo de todos pero es mi preferido para contrastar este tipo de práctica. Es un ejercicio duro, después de un rato el brazo se cansa, pero es un trabajo que aporta muchos beneficios. La idea es la de rotar el centro, redirigir la fuerza del compañero hacia fuera, y devolvérsela manteniendo el brazo siempre con la misma extensión. La práctica seria de este ejercicio da la oportunidad de ejercitar una profunda conexión. Es un ejercicio de base que normalmente se enseña a principiantes. Muchas veces al principio solo consiguen ponerse rígidos, pero con una

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práctica constante se formará un cuerpo realmente conectado pero firme, que a menudo es el elemento que falta en los practicantes de Taijiquan.

Los otros ejercicios son más sutiles, están más relacionados con el ceder. Todos los ejercicios de tuishou, incluso los que nosotros llamamos “de acondicionamiento”, que en los estilos externos se usan para fortalecer los miembros, están dirigidos a desarrollar un movimiento sutil, sensible, ligero, preciso, eficaz y oculto, en el sentido de que escondemos nuestra intención al otro. En un par de ocasiones ha expresado su opinión de que en realidad el Taijiquan no es natural para las personas. ¿Puede explicar mejor este concepto?

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Aquí también debo hacer una aclaración. A muchos, sobre todo a los que practican el Taijiquan como una gimnasia, o a los que encuentran elementos de espiritualidad demasiado temprano, yo les diría que la práctica del Taijiquan es como un árbol en crecimiento. Cuando se planta una semilla, ésta nunca va a ir enseguida hacia arriba, antes va a dirigirse hacia abajo, echa raíces y poco a poco crecerá, y a medida que crece hacia arriba continuará creciendo hacia abajo. Eso significa que hay que estar siempre con los pies en el suelo a medida que se va creciendo. De lo contrario se corre el riesgo de que la cabeza se vaya “demasiado arriba” y perder el sentido de la realidad. Por lo que concierne a la naturaleza, el Taijiquan se basa en el principio del yin y el yang, con el cual se puede explicar cualquier cosa de este mundo, y en este sentido es natural, pero en nosotros no es así. Los seres humanos reaccionamos a la fuerza con la fuerza. Para nosotros el concepto de blando no

es tan natural, el concepto de cambiar frente a las cosas, ya sea un puño o una adversidad de cualquier género, no es espontáneo. Esta actitud no es fácil de asimilar, teniendo en cuenta que instintivamente resistimos antes de ceder, y eso provoca dolor. Aunque al final nos vemos obligados a ceder, ya que el hombre es un ser que se adapta y comprende que para vivir y sobrevivir tiene que ceder. A eso me refiero cuando digo que el Taijiquan no es natural para nosotros, y eso significa que tenemos que cambiar conscientemente nuestra forma de sentir y de ser, y a través del movimiento del cuerpo cambiar nuestra manera de pensar. Así es posible reaccionar naturalmente sin resistir, cediendo, y me refiero a ceder, no a rendirse. Ceder es algo que se hace para sobrevivir, para ganar. No se cede para morir o para sucumbir, sino más bien para renacer, y este es un concepto importantísimo que puede ser muy útil en el arte marcial, y más aún en la vida. Si se consigue comprender esto,

el Taijiquan puede aumentar mucho la calidad de nuestra vida. Para desarrollar las cualidades del Taijiquan ¿es importante realizar ejercicios de acondicionamiento físico, como lanzar puños, correr u otros ejercicios como los que se practican en el programa de Kung Fu de Chen Jia Gou, dirigidos a fortalecer el cuerpo? Practicando Taiji uno se vuelve fuerte, y correr y saltar no es en absoluto indispensable. El motivo de incluir este tipo de prácticas en el programa es más por motivos didácticos que por lograr un resultado. Me explico, cuando hay niños y chavales jóvenes, hacerles correr,

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saltar, descargar, es algo positivo. El Taijiquan no tiene necesidad de un trabajo extenuante para tener un cuerpo acondicionado, basta con practicarlo y el cuerpo se adiestra solo. La explicación que hoy nos ha dado sobre el doble peso ha sido muy clara. Hay mucha literatura que nos explica qué es el doble peso, y aunque haciendo la forma es menos fácil caer en este error, cuando practicamos tuishou a menudo lo hacemos sin darnos cuenta. ¿Qué explicación nos daría y qué recomendación nos haría para intentar evitar caer en este error? La recomendación es conocer el principio. El principio es como una carretera que te lleva al sitio donde quieres ir. Si no conoces el principio tampoco conoces el camino. Cuando no sabemos lo que quiere decir “error de doble peso” significa que no hemos recorrido esa carretera, y entonces nos arriesgamos a dar vueltas y más vueltas para llegar

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siempre al mismo punto. Es fundamental tener un camino claro a seguir y luego recorrerlo en base a las posibilidades y el tiempo de cada uno. Es indispensable conocer a fondo el principio para poder luego aplicarlo en la práctica. Yo no estoy de acuerdo con que sea más complicado en el tuishou y menos en la forma. Si es más complicado en el Tuishou se debe solo al hecho de que una fuerza externa está actuando sobre nosotros, y así seguir los principios del Taijiquan es más complicado. De la misma manera es más complejo evitar cometer el error del doble peso en el momento en que alguien ataca nuestro equilibrio. En cuanto a la forma, yo creo que la falta de movilidad en las piernas del practicante es la consecuencia directa de practicar incorrectamente. Si practi-

cas prestando atención a no cometer el error de doble peso, aprendes a evitarlo. La forma bien practicada es un acondicionamiento tan profundo que se convierte en parte de ti. Si la trabajas correctamente, con el tiempo no “cojearás”, no perderás el centro una y otra vez. Después de varios años practicando la forma bien no es posible que no sepas moverte en el espacio, porque el entrenamiento enseña este aspecto. Entonces o la has practicado mal o no la has practicado, pero si no has aprendido a moverte no puede haber otra razón. La forma es como un niño aprendiendo a andar. Primero irá más despacio y más inseguro, y luego más suelto, y al cabo de un tiempo no necesitará ningún otro ejercicio para seguir aprendiendo a andar, porque

ya ha aprendido. Cuando aprendes a trabajar bien la forma, sabes distribuir el lleno y el vacío, lo sabes hacer, no necesitas ningún ejecicio adicional. ¿Qué diría a los practicantes que no van a dedicarse profesionalmente al Taijiquan? ¿Opina que con una hora o dos de práctica diaria pueden obtener un buen nivel de Taijiquan? La enseñanza nunca puede ser un fin. Espero que nadie practique de cierta manera y con determinado interés solo porque quiera enseñar. Al margen de la motivación, las metodologías y direcciones a la que nos lleva la práctica también pueden ser diferentes. Si se tiene la idea de practicar solo para el bienestar psicofísico y energético, entonces la forma seguramente será el instrumento principal de práctica. Si nuestro interés es marcial, aunque la forma siga siendo el instrumento principal de nuestro estudio, es necesario desarrollar además una serie de trabajos que necesitan un tiempo, un sacrificio, una inversión de energía. En ese caso una hora o dos al día no son muchas. Sin embargo con dos horas al dia de práctica constante, es decir, a diario, creo que se puede llegar muy lejos. Obviamente si en lugar de dos horas son cuatro, mejor. Lo que me parece muy importante es la apertura de la mente y el interés por conocer de verdad el Taijiquan. Hay una

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fuerte tendencia a desnaturalizar esta disciplina y convertirla en un artículo de consumo. Luchar contra esto es responsabilidad de los profesores, pero también de los mismos practicantes. Y creo que es bueno estudiar el Taijiquan desde enfoques y métodos nuevos. En general estamos muy apegados a nuestra propia visión de las cosas, un poco por necesidad, porque nos da seguridad o porque el cambio nos da miedo. Por eso es bueno replantearse las cosas, autocuestionarnos, porque eso significa también renunciar a las referencias. La verdad es que solo crece quien se cuestiona sus referencias. Al resto le puede ocurrir como al agua que se estanca.

Esta entrevista no se habría podido realizar sin la ayuda y la traducción de Luciano Vida, organizador de los cursos de Gianfranco Pace en España y presidente de la Chen Xiaowang World Taiji Quan Association Spain. [email protected]

Francisco Romero es licenciado en MTC e imparte clases de Taijiquan en Málaga. Es alumno directo del Dr. Yang Jwing-Ming y desde el año 2000 estudia con él y otros miembros veteranos de la YMAA. Continua aprendiendo y practicando otros sistemas Qigong y artes marciales internas con diversos profesores. También pertenece a la Chen Xiaowang World Taiji Quan Association Spain. [email protected]

el

tao

de la

mujer

hacia el corazón de la feminidad Teresa Rodríguez

Tradicionalmente los tratados y enseñanzas de alquimia interna han sido elaborados por y dirigidos a hombres. Sin embargo, según los clásicos taoístas la clave de su éxito, el retorno al origen, se encuentra en la vía femenina, yin. Este trabajo defiende la importancia de que la mujer sea consciente de su propia energía y la cultive, y de que el hombre comprenda que también debe trabajar esa parte de su ser para alcanzar el equilibrio entre polaridades.

el tao de la mujer

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E

ste artículo está escrito a corazón abierto, desde experiencias propias y de mujeres con las que he ido trabajando la vía femenina a lo largo de estos años. Quería transmitir la importancia de que la mujer sea consciente de la energía que le es propia. El hecho de abrirse a conocer sus capacidades innatas y aprender a seguirlas facilita enormemente su camino de evolución en todos los aspectos de su vida. Las mujeres nos encontramos en contacto con el amor incondicional que es reflejo de ese otro más grande que abarca a toda la creación y que sostiene los procesos de la vida. Ese misterio nos es familiar porque forma parte intrínseca de la naturaleza cíclica de la mujer. Si habitamos nuestros dones y andamos el camino por la vía de menor resistencia podemos alcanzar plenamente el sol de nuestra realización.

El principio femenino Sin nombre es el origen del Cielo y de la Tierra. Con nombre es la madre de todos los seres. Ambos, juntos, provienen de un origen único. Juntos son lo profundo de entre lo profundo, La puerta de todos los misterios1.

En el Dao De Jing se describen las cualidades por las que el ser humano puede volver a ser consciente de la verdadera esencia de la vida, la realidad unificada y misteriosa que da origen a los procesos siempre cambiantes de la existencia, y a vivir de acuerdo a este influjo sin principio ni fin que no se puede nombrar sin limitarlo o sin que se 1) Dao De Jing, cap.1. Traducción de Álex Ferrara.

produzca la separación dual explícita en el mundo fenoménico. Los taoístas buscaban la plena realización del potencial del ser humano y para ello debían mantener un estado de buena salud integral y la plenitud de sus facultades el mayor tiempo posible. Todas sus prácticas se orientan hacia ese fin último, y constituyen el camino de aprendizaje que cruza todas las fronteras que impiden la espontaneidad del ser. Según este tratado fundamental de la filosofía taoísta, las cualidades por las que puede producirse el retorno del ser humano a esta consciencia unificada que origina y transforma la vida manifiesta, responden a una óptica esencialmente femenina, si atendemos a las asociaciones que el pensamiento chino asigna como pertenecientes al yin. Es decir, que para realizar nuestro potencial, tanto hombres como mujeres, debemos aprender en primera instancia a ser receptivos y dejar de interferir en los procesos naturales de la vida adoptando los principios femeninos. Como dice Cyrille Javary en su obra Yijing, le livre des changements, las cualidades del segundo hexagrama, “impulso receptivo”, formado totalmente por trazos yin, expresan las características de fuerza de acogida, disponibilidad, aceptación, flexibilidad, perseverancia y adaptabilidad, y también, como matiza la magnífica traducción del Yijing de

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Jordi Vilà y Albert Galvany, la extrema suavidad, la capacidad de adherencia, de permitir que las cosas sigan su curso espontáneo sin interferir, dejando que se completen por si mismas, permitiendo así su realización. Desde un punto de vista occidental, la esencia femenina se asocia a la fuerza de la vida, de imantación e irradiación, a la naturaleza, a la capacidad de gestar y materializar la vida, de sostenerla, de nutrir y cooperar. Y dentro de la naturaleza, suele asociarse especialmente a la tierra capaz de recibir la semilla, gestar y alimentar la vida, y al agua, adaptable, mutable y cíclica, símbolo de la forma inestable y constantemente cambiante que la energía adopta en su regreso al océano al que pertenece. La fuerza femenina se asocia con cualidades receptivas, radiantes, relajadas, amorosas, perseverantes, incondicionales;

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se orienta hacia las relaciones, conectada con la totalidad, con la belleza, la atracción, la sensación, y el equilibrio de tiempo y espacio necesario para que la vida se desarrolle hacia su plenitud y después hacia su decadencia. Lo femenino es el mundo siempre cambiante, efímero, que danza sus transformaciones en ciclos de vida y muerte y que en la mujer se refleja cada mes en sus ciclos menstruales durante la llamada edad fértil y de forma más sutil en la menopausia. Todo el organismo femenino está preparado para recibir la vida, sostener su crecimiento y alimentarla. Para que una mujer conserve su buena salud emocional es muy importante que pueda materializar el flujo de su creatividad de la forma que desee: hijos, arte, cocina, jardinería, servicio social, etc. Necesita verse implicada en proyectos que pueda gestar, alimentar y despedir una vez cumplido su propósito. Eso forma parte del latido esencial que da sentido a su vida.

Orientación social masculina A muchas mujeres nos ha tocado nacer y crecer en una sociedad que en general prioriza los valores de la esencia masculina en hombres y mujeres y que a menudo infravalora y desprecia de manera más o menos sutil el modo de funcionamiento de la esencia más femenina. Y no se trata de oponer,

combatir o denostar un modo de funcionamiento u otro, sino de equilibrar ambos valores en nuestro interior y en la sociedad, y encontrar un centro neutral. Por vías en apariencia opuestas podemos llegar a las mismas conclusiones y poner nuestros dones al servicio del bien común. En la filosofía china se dice que el hombre pertenece al yang y la mujer al yin. Son dos polos complementarios de un mismo eje inseparable. Dos fuerzas que danzan eternamente en el mundo fenoménico de las formas. Polarizarse en juicios de valor y entrar en combates de supremacía, desde el punto de vista de la unidad es absurdo. ¿Te imaginas tu hemisferio izquierdo cerebral compitiendo con el derecho para alzarse con el poder? ¿Qué ocurriría? Que tu cuerpo no podría realizar las funciones que mantienen la vida. Y ocurre lo mismo cuando entramos en conflicto con nuestros aspectos internos, relaciones y medio ambiente. Como siempre que una parte domina en detrimento de la

otra, cuando esta reclama el espacio que le corresponde y la primera siente que pierde poder, la respuesta represiva puede ser brutal, o sutil pero igualmente destructiva. En el mundo de la razón, la intuición puede llegar a percibirse como absurda, difusa y amenazante. En el mundo de la intuición la razón puede parecer rígida, estrecha y limitadora. Para que la vida se mantenga y continúe sus ciclos en equilibrio, es necesario el apoyo mutuo y equitativo de los valores contrarios que en realidad tanto en la naturaleza como en nuestro cuerpo no combaten entre sí sino que descansan uno en otro, respiran y se ayudan a crecer y decrecer para alcanzar el máximo desarrollo de la unidad que representan. Mi visión es de equilibrio, de algo que se transforma todo el tiempo y que hay que centrar continuamente. Este equilibrio y el fin último de plena realización de la creatividad del ser humano va más allá de las diferencias de género. Pero a nivel físico, psíquico y emocional

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tanto hombres como mujeres somos muy distintos y tenemos que encontrar la forma de evolucionar de acuerdo a nuestra naturaleza para ir mucho más allá de ella. Es la vía más natural, la más sencilla y de menor resistencia y la que proporciona un crecimiento más rápido y pleno a cada cual.

Relajarnos y ser Como occidentales, para entender bien las energías que se mueven tras estos conceptos sobre las fuerzas naturales del yin, debemos interiorizarlos, observarlos y estudiar cómo funcionan en nosotros y en nuestro entorno, conscientes de que hemos nacido o vivimos en esta sociedad cuya orientación desde hace siglos es eminentemente masculina, activa, impulsora, enfocada, intelectual, direccional y conquistadora, cualidades asociadas al

yang. Este legado cultural condiciona muchas veces nuestra verdadera comprensión del uso equilibrado de ambas polaridades. Desde el polo social yang tanto hombres como mujeres tenemos que aprender a experimentar el polo contrario y a desaprender los códigos habituales para abrirnos al poder de receptividad, adaptabilidad y fluidez del agua, cuyas cualidades se ensalzan en el Dao De Jing. También resulta interesante indagar en la propia herencia cultural sobre lo femenino ancestral. La mirada debe ir más allá de la dolorosa represión sufrida por las mujeres a lo largo de los siglos, de las manipulaciones que han ejercido unos y otras, y de la guerra entre los sexos que ha impedido la colaboración y la complementariedad. Así podemos servirnos de ciertos símbolos que engloban información aún activa en el inconsciente colectivo y recuperar una fuente de enormes recursos frente a la pobreza de ejemplos que la literatura filosófica y espiritual de la mayoría de las culturas nos ofrece acerca de mujeres realizadas e iluminadas, sanas y plenas en su visión de la vida. Somos cada día más las que investigamos los pasos que dieron estas mujeres de la antigüedad, rastreando los pocos escritos que dejaron y que describen los procesos alquímicos femeninos. Resulta interesante abrirse

al conocimiento intuitivo que proviene de estos textos y experimentar con sentido común sus técnicas, conscientes de que la mayoría del conocimiento era transmitido oralmente y de que los símbolos que muchos de ellos utilizan no pertenecen a nuestra cultura. Otro punto de interés es observar los ejemplos vivos de mujeres realizadas que podemos encontrar en nuestra vida cotidiana o en nuestro tiempo. ¿Qué evocan en nosotras? ¿Qué cualidades poseen? A través de nuestra capacidad empática quizás podamos percibir la voluntad y la visión que les han hecho ser ellas mismas y llevar a cabo su misión en el mundo, la que ellas sintieron como propia en la fuerza de sus huesos, en su instinto, en su corazón y no la que la sociedad se empeñó en dictarles. En mi experiencia, para entender la naturaleza de nuestros ciclos de vida y muerte es importante permitir que bro-

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ten esos recuerdos que suelen portar un mensaje revelador y necesario en el momento que emergen, muchas veces en forma de símbolos. No hay que buscarlos, sólo dejar que emerjan cuando deciden hacerlo en la vida cotidiana, en nuestra práctica y también en el mundo onírico. El lenguaje de los símbolos pertenece al hemisferio derecho cerebral, que se asocia también al yin. La mujer posee una comprensión intuitiva e innata del paquete de información que se le presenta y cuando sus instintos e intuición están sanos sabe cómo descodificarlo. Es su manera de hablarse a si misma, tan inherente a su naturaleza como lo es el razonamiento lógico para el hombre. Menospreciar este modo de funcionamiento y juzgarlo como poco fiable o “poco serio” es herir una parte importante de su feminidad. Para interpretar los símbolos correctamente es necesario escuchar nuestro sentir, nuestras

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Cuerpo de aliento

emociones y después discernir lo que nos es útil de cara al momento presente. Es esencial entender que debemos utilizar la información conscientemente, sin apego, pues son pistas que vienen del pasado o intuiciones de tendencias de futuro para un camino desconocido que se desarrolla en el presente. Tenemos una verdadera biblioteca corriendo por nuestras médulas, genes, cerebro, huesos, por todos nuestros tejidos, un tomo tras otro de experiencia heredada de nuestros ancestros que podemos utilizar aprendiendo a descodificarla y adaptarla a los tiempos que corren. La verdadera experiencia, la que nos libera y nos conduce por el camino del corazón hacia la realización, no sucede por la comprensión o el intelecto más propio del yang, ni siquiera por el mundo de las sensaciones más propio del yin. Sucede por si misma en cada instante

y cuanto más nos relajemos en su flujo, en nuestra naturaleza profunda, y más nos abandonemos a lo desconocido, más vitales y plenos nos volveremos. La vía femenina nos invita a relajarnos en la vida, en “eso” que nos ha creado y que nos conducirá, nos guste o no, hasta nuestro fin como vehículo corporal y personalidad. Como ocurre con una mujer embarazada, en estrecho contacto con el milagro de la vida que se encarga de hacer crecer al niño por sí solo en el vientre materno, nosotros somos el simple continente de ese misterio que nos lleva y que ocurre a través nuestro. Salvo que hagamos algo para interrumpirlo, el proceso de la vida seguirá adelante a su propio ritmo, sea o no de nuestro gusto. La vida cuida de sí misma más allá de nuestros miedos, preocupaciones, alegrías y vivencias, más allá de lo que llamamos procesos personales.

En la tradición del pensamiento chino, suele considerarse al cuerpo humano como un lugar donde las diferentes energías o alientos se reúnen en continua transformación y movimiento. En general los chinos de la antigüedad mostraban poco interés por la estructura física del cuerpo, que incluso era representada en los tratados de anatomía y alquimia de una forma más bien poética. Aún habiendo realizado disecciones para conocer el cuerpo anatómico, preferían confiar más en las sensaciones que en la mirada. A partir de la meditación y la observación minuciosa de la naturaleza y su interacción con el hombre encontraron la forma de entender las mutaciones que se producían dentro y fuera del cuerpo humano, la mecánica de la circulación de los alientos y la relación entre el medio interno con el exterior. Así elaboraron los fundamentos de las leyes interactivas entre yin y yang en el ámbito humano, la aplicación de la teoría de los cinco elementos y la circulación de qi en los meridianos, definiendo con detalle la estructura formal, funcional y sutil del cuerpo físico y energético, el cuerpo de los alientos unificados. En su magnífica obra Taoismo y alquimia femenina, Catherine Despeux apunta estas ideas añadiendo que “lo que interesaba a los chinos era la vida

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en pleno movimiento. Para ellos, los elementos anatómicos sólo eran un mero soporte integrado en el esquema espacio-temporal del mundo”. Esta visión del cuerpo humano como un cuerpo de aliento es la misma en la que se basaron los artistas a la hora de representar a la figura humana. Al contrario de lo que ocurre en el arte antiguo occidental, donde el interés se centra en reproducir el cuerpo y la musculatura de la forma más realista y poderosa posible, en oriente la anatomía corporal aparece suave, oculta con frecuencia por amplias vestiduras, enfocándose principalmente en la expresión de un aliento, un movimiento, un carácter, una cualidad de la personalidad, más que en representar el detalle del cuerpo en si mismo. La sustancia viva y mudable con la cual trabajaban los artistas, médicos y alquimistas era una misma esencia misteriosa e innombrable que, al manifestarse y adquirir una forma, quedaba coloreada con unos u otros matices dentro de la paleta infinita que compone cada elemento o fenómeno de la naturaleza. Así, la mirada del observador se abandonaba a percibir intuitivamente las múltiples expresiones de esta fuerza única y la dinámica desplegada en los alientos que interactuaban en el momento de ser observados. La percepción del medio ambiente interno y externo se unificaba. Sujeto y objeto

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quedaban diluidos en la misma sustancia indiferenciada que, como un océano, contenía en si misma diferentes movimientos, corrientes y oleajes, más allá del tiempo y el espacio. Para poder observar y percibir de esta manera, debían utilizar conscientemente una disposición intuitiva y receptiva que les permitiese unificarse con la totalidad de la experiencia sin interferencias mentales. Esta manera de actuar suele asociarse en la cosmogonía china al yin. El yang, dentro de la contemplación pasiva, mantendría el enfoque riguroso y la alerta como fuerzas necesarias para dinamizar el proceso y llevarlo a su fin. Una vez vivida la experiencia desde una prominencia del polo femenino, llegaría el momento de equilibrarla con el polo masculino más analítico y reflexivo, intentando formular conceptos y palabras sin perder el contacto con la información obtenida a través de la experiencia de la esencia intuitiva femenina, que ofrece la vía de acceso a la realidad última y el misterio.

Naturaleza fluida A lo largo de mi trayectoria vital ha habido algunas prácticas de danza y artes energéticas chinas que desde el primer instante me hicieron sentir que parecían creadas y pensadas para mi. Su aproximación fundamental era esencialmente yin como lo son los principios que el taoísmo señala para alcan-

zar la realización, equilibradas con una rigurosa disciplina y tonificación, más perteneciente al yang. Esta sensación de naturalidad fluida ha sido una de las guías que desde siempre ha marcado la evolución de mis pasos por el mundo. La naturaleza femenina es muy sensitiva y para las mujeres es muy importante habitar nuestro físico y expresar nuestros sentimientos. Nos guste o no, seamos más o menos conscientes de ello, estamos conectadas todo el tiempo a las variaciones de nuestro medio interno y el medio ambiente exterior. Una mujer sana suele estar en estrecho contacto con su cuerpo, con sus sensaciones y emociones, con el espacio que la envuelve. Por lo tanto es muy importante que sea consciente de esto y que se ocupe de liberar el flujo de energía en su cuerpo físico y emocional, ya que su bienestar depende mucho de ello. En mi caso, a través de la danza en primer lugar entendí el cuerpo físico no sólo como una estructura que me sostenía. Era un vehículo sensitivo hecho para participar de la vida y estar presente en ella. La disciplina de trabajo me proporcionaba la forma de abrir la escucha hacia los movimientos, seguir las variaciones que se producían en las cualidades energéticas internas e intentar dejar que el arte simplemente sucediese. Y aprendí poco a poco a no tener miedo de la

intensidad de mi mundo interno. Entonces no sabía que permanecer atenta y presente siguiendo el trascurso de los procesos que se ponían en marcha en mí y en mi entorno era meditar. Sólo sabía que si me relajaba y hacía eso mi vida tenía sentido, me volvía radiante y feliz, y el proceso de vivir me despertaba una pasión vibrante que era suficiente para seguir la disciplina. Encontraba una profunda alegría y paz, un centro equilibrado que para mi era muy importante hallar. Cuando comencé a practicar Qigong volví a encontrar todos esos principios de conexión entre el cuerpo físico, la tierra y el cielo, la columna vertebral como eje, las oleadas de energía. Se hallaban contenidos y formulados en un cuerpo de conocimiento muy antiguo y

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fiable y eso contribuyó a dar un nuevo significado a todo lo vivido en la danza. Investigar sobre taoísmo y los principios de la Medicina Tradicional China (MTC) no sólo validaba o ponía en cuestión mis sensaciones y entendimiento de las dinámicas física y psíquica o espiritual. La mayoría de las veces hallaba respuestas a preguntas que siempre me había planteado. Se ampliaban hasta el infinito las posibilidades de indagar acerca de los procesos vitales que implica todo movimiento y que conducen al estado pleno del ser. Además, como bailarina, las artes energéticas taoístas aportaban algo muy interesante: el hecho de poder seguir realizando una disciplina de movimiento hasta el final de mis días si así lo decidía y encontrar la manera de seguir danzando desde una óptica constantemente renovada, esencial y libre del aprisionamiento de la búsqueda estética y la edad. Dentro de los diferentes estilos y líneas de Qigong, siempre he sentido como algo inherente a mi esencia la aproximación proveniente del taoísmo, relajada, suave, altamente sensitiva y conectada con la naturaleza. Incluso cuando no entendía algo o directamente generaba resistencias en mí, sentía e intuía que estaba en el camino correcto, el más natural para mí. Que la compresión profunda sólo era cuestión de tiempo, práctica, escucha atenta, reflexión y consultas a

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los profesores y compañeros más experimentados. Eso estimulaba mi confianza y perseverancia, y me motivaba para seguir indagando en el entendimiento de mi misma y de los demás. De modo que quise descubrir los dones que estos trabajos podían aportarme. La pasión me llevó a sumergirme intensamente en ellos y constaté con la experiencia real la intuición primera de que ese estudio me conduciría a liberarme de muchos de mis miedos y bloqueos, a abrir mi corazón y desplegar en el mundo de la materia la visión que me revelaba mi naturaleza energética, cambiante y transformadora, y la dirección de mi labor en el mundo enfocada en la sanación, el arte y la ayuda a los demás.

Volver a casa Al comenzar a trabajar el Tao femenino con el Qigong de la mujer y otras prácticas de feminidad sagrada, tuve esa sensación de naturalidad fluida que brota

cuando intuyes que estás donde debes estar. Desde hace unos años me dedico con gran intensidad a recorrer e investigar la vía femenina y estoy comprobando los rápidos, potentes y profundos resultados que se están produciendo tanto en mí como en mis alumnas a todos los niveles. También se revelan campos donde aún existen limitaciones y los resultados de la práctica son menos satisfactorios. Personalmente este estudio me está llevando de vuelta a casa, a una manera de vivir fluida, suave, redonda y creativa desde la que se abre el crecimiento. A retornar al verdadero significado que tiene para mi ser mujer en todos los planos, a abrirme realmente a la conexión con todo y a la responsabilidad que eso conlleva, a decir mi verdad aunque vaya contra lo establecido, a plantar los pies en el suelo y canalizar y materializar el poder creador de vida que posee mi vientre. A entender los estados hormonales y emocionales ligados con

mi sangre y que tanto determinan mi vida cotidiana. A tranquilizarme cuando compruebo la sincronía que se da en las vidas de las mujeres que nos encontramos habitualmente de un modo u otro. A arriesgarme a transitar el camino de lo desconocido. En definitiva, a ser. Si una mujer no se reconoce en sus capacidades ni valora su dimensión femenina o da una salida positiva a ese poder creador que encarna, con el tiempo puede volverse en su contra y hacerle enfermar, muchas veces de extrema gravedad, en estructuras relacionadas con su fisiología. Pueden surgir, entre otros, problemas en el útero, las mamas, o el hígado, que funciona como un almacén de la memoria emocional. Antes de eso hay numerosos signos que podemos observar y medidas que tomar para prevenir y solucionar. Lo he visto en mí y lo veo todos los días en pacientes y alumnas. Así que esta vuelta a casa no sólo me está equilibrando a todos los niveles sino que está facilitando procesos de sanación muy profundos y equilibrio interno en mis alumnas. En mi experiencia con los trabajos para mujeres veo mucha confusión respecto a lo que es ser mujer, y aún hay mucha oposición social y relacional hacia las que se atreven a serlo. Por suerte cada día hay más consciencia de esto, pero aún nos queda mucho camino por recorrer, solos, en nuestras relaciones y en nuestro comportamiento social.

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Conclusión Había algo producido de por sí Anterior al nacimiento del Cielo y de la Tierra. Silencioso e inmenso. Erigiéndose único Pero sin transformarse. Circulando por doquier infatigablemente. Que puede ser la madre de todo bajo el Cielo2.

En esencia somos el mismo aliento unificado que da vida a Todo bajo el Cielo. Y es importante no olvidarlo en nuestro camino hacia la total realización. Si hombres y mujeres aprendemos a comprender y respetar la verdadera esencia de nuestra naturaleza y a dejarnos apoyar y complementar por el otro, a caminar desde el corazón el viaje consciente hacia el pleno desarrollo de nuestros dones y capacidades, podremos sentir verdaderamente que no hay diferencias y que crecemos juntos compartiendo el gozo de Ser. 2) Dao De Jing, cap. 25. Traducción de Álex Ferrara.

Teresa Rodríguez es licenciada en MTC, profesora de Qigong y Taijiquan estilo Chen y Simplificado. Dirige cursos específicos para el bienestar integral de la mujer y sesiones de Danza del Tao, meditación a través de la danza libre y el Qigong. [email protected] www.artestaoistas.com

Reflexiones sobre la del

enseñanza

Taijiquan

Javier Arnanz

El Taijiquan es un arte rico en matices y profundo en sus contenidos. Para buscar la máxima eficacia en su transmisión y en la motivación de los alumnos el profesor debe reflexionar sobre varios factores personales y ambientales que entran en juego durante la enseñanza. Este artículo propone el estudio de algunos de estos elementos que pueden ayudarnos a mejorar la motivación y el rendimiento de un grupo.

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L

levo practicando Taijiquan desde hace mucho tiempo y trabajando en psicología del deporte, tanto con escuelas deportivas como en alto rendimiento, casi lo mismo que llevo enseñando este arte marcial. Como practicante he tenido la oportunidad de aprender y entrenar con muchos maestros, unos reconocidos internacionalmente y otros en ámbito local, algunos grandes pedagogos y otros no tanto. Como alumno he visto que no siempre buscaba lo mismo que mis compañeros y como profesor a veces desespero tratando de dar a cada estudiante lo que necesita. Cualquier intento de desarrollar una guía pedagógica del Taijiquan debe recoger la cantidad de papeles que éste representa en la vida de sus practicantes y lo que la opinión pública conoce de él, así como en la gran cantidad de situaciones en las que se da su práctica. El enfoque de la enseñanza, el lugar donde se realiza y las expectativas del aprendiz son factores que influyen enormemente en que se cree un buen clima de aprendizaje o que el grupo no termine de funcionar. No es el objetivo de este artículo dar solución a todos estos problemas, sino hacer que los practicantes en general y las personas que se dedican a la enseñanza en particular sean conscientes de todos los factores, personales, ambientales y relativos a los estudiantes

que entran en juego a la hora de hacer que un grupo tenga éxito para que, en caso de que algo interfiera, se pueda poner solución lo antes posible. Hablemos en primer lugar de la disciplina en si misma. Ya en textos clásicos se afirmaba que el Taijiquan no sólo tiene una función marcial, sino también civil e, incluso yendo más lejos, si analizamos su asociación con la tradición taoísta, su práctica puede también cumplir con una función espiritual. La mayor parte de las artes marciales están enfocadas a la transmisión de habilidades físicas de autodefensa o la competición. Pocas personas acaban en el suelo durante un entrenamiento o con un cardenal en un brazo porque estén buscando un remedio para enfermedades coronarias, artritis, es-

trés, depresión, osteoporosis, fibromialgia o cualquier otra dolencia. Pero incluso aunque el Taijiquan es uno de las artes de lucha más efectivas, también es verdad que gran cantidad de personas que se acercan a este arte marcial, lo hacen buscando los beneficios que tiene en salud. Esto implica que mientras el currículum de otras artes está generalmente diseñado alrededor de un catálogo de habilidades físicas y técnicas, el programa de entrenamiento de los profesores de Taijiquan debe a menudo responder a un espectro mucho mayor de demandas. Esto incluye, por supuesto, las habilidades técnicas del arte marcial, pero teniendo en cuenta a un mismo nivel otros aspectos como la relajación o la salud. Las situaciones en las que se lleva a cabo la enseñanza del Taijiquan y las motivaciones y expectativas que surgen alrededor de dicha enseñanza son realmente variadas y complejas. De alguna manera relacionado con lo anterior, la enseñanza del Taijiquan puede darse en el contexto de un club tradicional dedicado a la transmisión de un currículum técnico, incluyendo mano vacía y armas, dentro de una línea concreta o tradición; o por otra parte el entrenamiento puede realizarse en centros de

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tercera edad, gimnasios, hospitales, centros de ocio, cárceles, etc. En los clubes o escuelas tradicionales la atención está enfocada generalmente en mantener la exactitud técnica y la pureza estilística de lo que se está transmitiendo; sin embargo, en las otras situaciones, la pureza del estilo puede quedar, probablemente, en un segundo o tercer plano. Y de la misma manera que la carga genética es responsable de la transmisión del patrimonio biológico o las características culturales están asociadas con la memoria, existe un cierto hábito a través del cual la mayor parte de los profesores, de manera personal, abordan la tarea de transmitir sus valores sobre el Taijiquan a sus alumnos. Los valores fundamentales no excluyen otros valores ni son necesariamente específicos del estilo, por lo que pueden ser parte de la transmisión del profesor al estudiante y por tanto, pueden ser compartidos (o no). Por ejemplo, el valor que sostiene una mujer que se acerca al Taijiquan después de haber lidiado con el dolor producido por una enfermedad crónica, puede ser muy diferente a los de su profesor, quien no ha pasado por esa experiencia. Los valores del profesor pueden estar asociados a características físicas como la tensión-relajación o a las funciones de combate. Los valores de la alumna, sin embargo, pueden tener más que ver con la salud y la relajación. Estos

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valores no están necesariamente en conflicto ni son mutuamente excluyentes. La cuestión es: ¿cuál es más formativo en función de cómo la persona percibe la realidad del Taijiquan? Si una persona puede ser consciente de la naturaleza de sus valores, el manejo de información que realiza esa persona alcanzará un nivel de coherencia que de otra manera chocaría. Los profesores de Taijiquan deben ofrecer métodos que identifiquen esos valores y refinar su metodología pedagógica particular de manera que sea más efectiva al aplicarla. Y para terminar hablando de los alumnos, quizá el mayor responsable de abandonos de la práctica del Taijiquan, sobre todo en los dos primeros meses de entrenamiento, es la existencia de expectativas inadecuadas sobre

la actividad. La mayor parte de las personas que comienza la actividad suele buscar relajarse y la realidad es que esto no sucede hasta llevar un tiempo y haber adquirido cierto nivel. En relación con esto, además, la actividad resulta tener más exigencia física de la esperada, aparecen sensaciones de frustración ante la dificultad de las técnicas por el grado de coordinación que requieren, y sobre todo, problemas con la demora del refuerzo. Muchas personas no están acostumbradas a tener que soportar a corto plazo unos costes de trabajo elevados asociados a unos beneficios casi nulos. Y si además el enfoque del grupo está basado en un currículum más completo, con trabajo de tuishou o aplicaciones, en algunos casos aparece rechazo a establecer un contacto físico con otras personas, sobre todo si son desconocidos. En cualquiera de estos casos es tarea del profesor ser consciente del problema y tratar de ajustar las expectativas del alumno a la realidad para que se reduzca la tasa de abandono por tener unas ideas equivocadas de lo que se va a encontrar.

Y ahora que sabemos todo eso, ¿qué es lo que hacemos? En primer lugar debemos ser conscientes de qué es lo que depende de nosotros mismos como profesores. Cada profesor debe adoptar el estilo de funcionamiento más apropiado para el tipo de alumnos que entrena. No es lo mismo entrenar a un grupo de adultos jóvenes que a ancianos y además también será diferente el tipo de trato y de trabajo si el grupo que dirige el monitor es un grupo de alta competición o un grupo aficionado, de sus propios intereses y de los de los alumnos. El monitor tiene una responsabilidad que trasciende los meros resultados técnicos, ya que a través de sus decisiones y su comportamiento puede contribuir positiva o negativamente al desarrollo físico, deportivo, marcial, psicológico y social de sus alumnos. El profesor debe aprovechar la enorme influencia que tiene sobre sus

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alumnos para que la actividad sea una experiencia gratificante y sobre todo, formativa. En líneas generales, el estilo de funcionamiento del monitor de personas que buscan el ocio y la salud, como es el objetivo fundamental de la gente que practica Taijiquan debería caracterizarse por los siguientes aspectos: • Tener claro a quien entrena y cuáles son sus características, por lo que debe asumir su responsabilidad de formar a sus alumnos. • Ser un modelo de comportamiento ya que se convertirá en una figura de referencia para sus alumnos. • Tener y mostrar mucho interés por su trabajo, siendo generoso en su esfuerzo y dedicación, disfrutando con lo que hace. • Tratar a los alumnos con dignidad y respeto, evitando menospreciarlos o ridiculizarlos, aunque no rindan como a él le gustaría.

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• Apoyar a los alumnos y ayudarles para que progresen, con una actitud constructiva y positiva en vez de destructiva y negativa. • Ser justo con los alumnos actuando consistentemente en base a criterios objetivos que debe mantener hasta en los momentos más adversos. • Exigir siempre esfuerzo y rendimiento, pero siempre en función de las posibilidades reales de sus alumnos, estableciendo claramente objetivos de rendimiento desafiantes pero alcanzables y siendo consciente de que es inevitable que se produzcan errores y por tanto, tomarlo como parte del proceso formativo. Pero esto, aunque importante, no es todo. Además de tratar de seguir formándose técnicamente y no estancarse, cuando se da el salto a formar a otras personas, no es suficiente con ser técnicamente correcto y ser consciente de los problemas que pueden interferir con la enseñanza y tratar de tener un estilo de funcionamiento adecuado. Además, tan importante o más que lo anterior, el profesor de Taijiquan debe preocuparse por formarse como pedagogo, buscando ser un maestro en el sentido más occidental de la palabra, buscando la maestría como

vación, el estrés, la autoconfianza, el nivel de activación y la atención como procesos que afectarán en mayor o menor medida tanto al instructor como a los alumnos. Nos centraremos en este artículo como muestra de la influencia de estos factores en la motivación y cómo esta interviene en el logro de los objetivos.

La motivación en el Taijiquan “arte y destreza en enseñar”. Para ello debe tratar de formarse en más campos que le ayuden a mejorar su manera de transmitir este arte. Saber establecer objetivos de manera correcta, ajustar expectativas, reforzar de manera adecuada, corregir errores, evaluar los contenidos del entrenamiento… son sólo algunas de las habilidades que debería controlar un instructor. Uno de los campos que puede ayudar al instructor a mejorar sus habilidades pedagógicas es la psicología del deporte. Una de las tareas fundamentales de esta disciplina es el estudio de las variables psicológicas que pueden influir en el rendimiento. Como es obvio, en este caso nos centraremos en el rendimiento dentro del entorno de aprendizaje del Taijiquan y en sus principales figuras, los monitores y los alumnos. Dentro de estas variables podemos hablar de la moti-

La motivación es un tema central en cualquier actividad, ya sea en el contexto escolar, en el deportivo, en la empresa, etc. El rendimiento y los buenos resultados suelen depender del nivel de motivación que manifiestan las personas. En la motivación influyen distintas variables que interactúan entre sí. Podemos definir motivación como la fuerza que dirige el comportamiento del individuo y lo mantiene hasta haber alcanzado una meta. En definitiva, las “ganas” que se tienen para llevar a cabo lo que se pretende. La motivación es fundamental en el aprendizaje y entrenamiento del Taijiquan pues sin ella, resulta prácticamente imposible que la persona se dedique a la actividad con la frecuencia, la duración, intensidad, concentración, esfuerzo, sacrificio y constancia que éste requiere. Por tanto, el profesor debe comprender los aspectos que se relacionan con

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la motivación de sus alumnos con el fin de aprovechar los que estén presentes y desarrollar los que no lo estén de manera que la motivación de sus alumnos sea alta y estable. Tenemos diferentes maneras de ver la motivación y aunque siempre estemos hablando de la misma variable, hacer estas diferencias nos puede ayudar a hilar más fino a la hora de poner en práctica una estrategia para mejorar la motivación de nuestros alumnos. En primer lugar hablaremos de motivación básica y motivación cotidiana. La motivación básica hace referencia al compromiso de la persona con su actividad, es

decir, el compromiso del alumno con el Taijiquan. Por su parte, la motivación cotidiana se refiere al interés del alumno por el trabajo diario en sí, y la gratificación que éste le produce, o lo que es lo mismo, el interés que muestra el alumno por los entrenamientos. No estaría

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relacionado con los logros deportivos sino con el disfrute de la actividad y lo que le rodea (el ambiente del gimnasio, los compañeros,…) Pongamos un ejemplo más claro: una persona puede tener una motivación básica muy elevada y por ello ser capaz de aguantar entrenamientos más cansados y tediosos ya que ve en ellos una oportunidad de conseguir unas destrezas que son muy importantes para él. Otro practicante, sin embargo, tiene una motivación cotidiana muy alta, no faltando nunca a clase porque disfruta de los entrenamientos aunque no se trabaje intensamente y no se avance demasiado, pero son amenos, le permiten desconectar de la rutina diaria y sentirse competente. Estas dos personas están muy motivadas, pero sus motivaciones son totalmente diferentes, aunque ambos tipos están

relacionados. Una buena disposición del alumno hacia el Taijiquan facilita que pueda desarrollarse la motivación cotidiana y al contrario, en ausencia de motivación básica, el practicante puede no desarrollar el suficiente compromiso con la actividad como para afrontar retos más ambiciosos. Ahora bien, cuando se atraviesa un momento crítico para la motivación básica, un aumento de satisfacción en el día a día (motivación cotidiana) puede ayudar al alumno a superar las dificultades. En general, como primera prioridad se debe fomentar y fortalecer, para que sea elevada y estable, la motivación básica, y como complemento muy importante, además se debe propiciar la motivación cotidiana. Otra manera de analizar la motivación es como motivación intrínseca y extrínseca. Básicamente la motivación intrínseca es la que no depende de reforzadores externos, es decir, el Taijiquan es por sí mismo atractivo para el alumno. La motivación extrínseca, sin embargo, es la que se basa en refuerzos ajenos a la actividad para mantenerla, como por ejemplo el reconocimiento de familiares, amigos o profesor. Por ejemplo, ir a entrenar porque va un amigo o porque se lo ha recomendado el médico. En el ámbito de la práctica del deporte no competitivo se ha observado

que la motivación intrínseca favorece una mayor adherencia que la extrínseca, es decir, hay un menor número de abandonos y además se entrena con mayor calidad. En general, todas las medidas que conducen al fortalecimiento de la autoconfianza (planteamiento de retos personales y el logro de los mismos) junto con un ambiente agradable y divertido aumentan el disfrute de la actividad y por tanto la motivación intrínseca. Para terminar, podemos diferenciar una orientación motivacional centrada en el ego o centrada en la tarea. Centrada en el ego, implica que la motivación del alumno depende fundamentalmente de retos y resultados en competencia con otros miembros del grupo, o lo que es lo mismo, dependerá de cómo se vea en relación a sus compañeros y lo que haga cuando practique con ellos; mientras que en la orientación motivacional centrada

en la tarea, ésta depende de retos y resultados personales e impresiones subjetivas de dominio y progreso, es decir, si el mismo alumno siente por si mismo que está mejorando. Aunque nuestro campo no sea el Taijiquan de competición veremos en nuestros alumnos que hay muchos con una motivación centrada en el ego, es decir, buscan resultados y reconocimiento relacionados con la competencia frente a otros practicantes, sobre todo cuando se hace trabajo de parejas como el tuishou. Y aunque esto es así, si nuestro campo es el Taijiquan de ocio y salud, en el que se acentúa la participación, el aprendizaje de habilidades y el progreso personal, es muy importante fomentar la motivación de los participantes centrada en la tarea. Conocer la orientación motivacional de nuestros alumnos nos puede dar las claves para poder motivar de manera personalizada, bien haciéndoles ver su

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reflexiones sobre la enseñanza

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progreso o bien incentivándoles para alcanzar a otros compañeros. Sería un error, o por lo menos, poco efectivo, tratar de motivar a alguien haciéndole ver que está mejorando cuando su valoración depende de la comparación con otros compañeros o tratar de animar a otra persona comparando su progreso con otras personas cuando éste lo que valora son sus sensaciones de competencia. Teniendo en cuenta todo esto, podemos decir que conseguir el adecuado grado de motivación en cada momento concreto requiere que se consideren con sumo cuidado todas aquellas cuestiones que de una u otra forma puedan estar influyendo. Normalmente no suele ser suficiente, salvo excepciones contadas, que los profesores apliquen cualquier estrategia simplemente porque en el pasado les haya resultado útil en alguna situación similar. Hay que saber encontrar los incentivos apropiados para cada alumno en cada momento. La enseñanza del Taijiquan plantea numerosas exigencias que sin una motivación adecuada resultan muy difíciles de superar. Un alumno, sobre todo

cuando está dirigido al aprendizaje de un currículum tradicional completo o a la competición, debe afrontar largas, continuas e intensas sesiones de entrenamiento en las que en numerosas ocasiones debe abordar tareas que no le son gratas, repitiendo ejercicios y superando las dificultades e incomodidades que van surgiendo. Por eso resulta conveniente destacar algunos de los recursos que podemos utilizar para poder conseguir de nuestros alumnos un mejor trabajo en los entrenamientos y cuando sea necesario una mejor preparación para la competición: 1. Hacer entrenamientos divertidos y con contenidos adaptados a las necesidades, intereses y capacidad de los practicantes. 2. Dominar la didáctica para dirigir al grupo sin generar conflictos y aceptando los errores. 3. Desarrollar la capacidad reflexiva para mejorar la motivación a medida que se va teniendo más experiencia y se aprende a resolver los problemas. 4. Plantear las tareas en forma de retos que sean alcanzables. Tareas dema-

siado fáciles o demasiado difíciles no resultan atractivas. 5. El instructor es una pieza clave. Su actitud tiene una enorme influencia en la motivación. Si el ambiente es relajado y distendido, habrá una actitud más positiva, que si el clima es tenso y estricto. 6. Crear un clima de confianza. Creer en el alumno, permitirle participar y tomar decisiones. 7. Enviar mensajes claros. Facilitar la comunicación y que sea ésta sea coherente. Aprender a escuchar activamente. 8. Posibilidad de ofrecer datos sobre los resultados del aprendizaje. Ser constante y positivo durante todo el proceso. Dar información sobre como llevan el trabajo a todos independientemente del nivel alcanzado. 9. Cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje y debe ser respetado. 10. Valorar y premiar las conductas y el esfuerzo, no sólo el resultado. 11. Analizar con objetividad tanto los aciertos como los errores, siempre con el propósito de tomar decisiones adecuadas respecto al próximo trabajo a realizar. 12. Tratar siempre a los alumnos con respeto y afecto. Para concluir, teniendo en cuenta todo lo que hemos visto, cualquier

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sistema de entrenamiento pedagógico que intente agrupar todas las necesidades del amplio espectro de instructores de Taijiquan debe cubrir un rango extraordinariamente amplio de capacidades físicas y técnicas, así como motivaciones de instructores y aprendices. Formarse como pedagogo debe ser un objetivo prioritario del instructor de Taijiquan, tan importante como ser correcto técnicamente. Resumiendo, el Taijiquan tiene la característica de tener que ser muy polifacético en muchos aspectos. El entrenamiento de los profesores de Taijiquan debe responder a eso. Ser conscientes de todos los aspectos que van más allá de lo puramente técnico nos ayudará sin duda a ser mejores practicantes y sobre todo mejores transmisores del Taijiquan.

Javier Arnanz es psicólogo del deporte e imparte las asignaturas de Psicología del deporte y Pedagogía aplicada a las Artes Marciales en diferentes cursos de monitores. Es profesor de Taijiquan desde 2001. En la actualidad imparte clases de estilo Yang enfocado fundamentalmente en el aspecto marcial. También es director del proyecto para la difusión del Taijiquan AprendeTaichi. www.aprendetaichi.com

xiao jia: la estructura pequeña del estilo

chen

Entrevista con Chen Peishan

Dietmar Stubenbaum y Marc Pion

El estilo Chen es uno de los más practicados en Occidente en la actualidad, sobre todo las ramas Lao Jia y Xin Jia. En los últimos años se ha empezado a conocer mejor una variante menos divulgada, la “estructura pequeña”, o Xiao Jia. Su principal representante habla en esta entrevista de su historia y sus principales características.

chen peishan

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C

omenzamos esta entrevista preguntando a Chen Peishan a qué edad empezó a aprender el Taijiquan de su familia. Esta pregunta me la hacen a menudo, pero es difícil responderla con precisión. Recuerdo que durante mi infancia, mi padre, Chen Lixian, enseñaba Taijiquan en nuestra casa. Mucha gente nos visitaba para aprender de mi padre. En aquella época yo practicaba con los alumnos de mi padre y seguía sus movimientos. No recuerdo exactamente cuándo completé la primera forma (Yi lu). Cuando los alumnos de mi padre visitaban la casa era bastante habitual que yo me entrenara con ellos. Entonces no había escuelas oficiales, y mi padre enseñaba sólo en casa. Como cada día venían diferentes alumnos a aprender, tuve la oportunidad de repetir una y otra vez lo que les enseñaba y absorber muchos aspectos diferentes del Taijiquan. En retrospectiva, fue para mí una oportunidad única de vivir intensamente el Taijiquan a una edad temprana. ¿Tiene hermanos? ¿Aprendieron todos Taijiquan de su padre? Tengo tres hermanos. Dos mayores, mi hermana Peiqiu y mi hermano Peilin, y una hermana menor, Peiju. Y sí, todos aprendimos de mi padre, incluso en los momentos difíciles durante y después

de la Revolución Cultural1. Esta situación cambió cuando mis padres se hicieron mayores, ya que las circunstancias de la vida en aquellos años cada vez nos exigían más. Mi hermana mayor tuvo que asumir el papel principal en el hogar y ayudarnos a los hermanos menores en las tareas cotidianas. Peiqiu fue casi como mi madre, hizo mucho por mí. Pero aunque durante estos años sus responsabilidades le impedían practicar tanto, también conoce a fondo el Taijiquan de nuestra familia. ¿Conoció a su abuelo? ¿Fue él quien enseñó a su padre? Mi abuelo fue Chen Hongen, pero lamentablemente ya había muerto cuando yo nací. Mi padre aprendió sobre todo de Chen Honglie, hermano de mi abuelo y padre de Chen Liqing, mi tía. En mi familia se suele decir que los hermanos Chen Hongen y Chen Honglie solo tenían un hijo, que era mi padre. Esto se debe al hecho de que Chen Honglie no tenía ningún hijo varón. Chen Honglie fue un gran maestro de Taijiquan, y esa fue la razón de que se encargara él de la formación de mi padre y también de mi tía, Chen Liqing, la primera mujer que aparece en el árbol 1) Durante este período (1966-1976) cientos de miles de personas fueron represaliados, humillados y asesinados.

Chen Lixian y Chen Peiju

de maestros de Taijiquan de la familia Chen. Por desgracia yo no llegué a conocer a Chen Honglie. En el Taijiquan de la familia Chen, existen dos líneas principales: Da Jia (estructura grande) y Xiao Jia (estructura pequeña). Dentro de la estructura grande, se distingue también entre Lao Jia (estructura antigua) y Xin Jia (estructura nueva). ¿Puede decirnos cómo se llegó a estas diferenciaciones, y si ya existían estas durante su infancia? Hasta donde yo recuerdo, en Chenjiagou se empezó a hablar de Xin Jia en 1976. Entonces fue cuando Chen Zhaokui 2, el hijo de Chen Fake, regre-

só de Pekín a la aldea de Chenjiagou para enseñar allí Taijiquan. Las personas que querían aprender de él se reunían por las mañanas en la plaza del pueblo. Él solía situarse sobre una plataforma que se montó especialmente para que se le pudiera ver mejor. Por las noches enseñaba a un pequeño grupo de alumnos seleccionados que tenían el privilegio de poder aprender con él la forma (taolu) con gran cantidad de detalles y movimientos de fajin. En las formas que enseñaba Chen Zhaokui había diferencias con respecto a las formas del Da Jia que se practicaban entonces en el pueblo. Probablemente esto dio lugar a algunos a creer que se debía de tratar de

2) Nació en Pekín, donde pasó la mayor parte de su vida. Sus alumnos más famosos son,

entre otros, Chen Xiaowang, Chen Zhenglei, Wang Xi An y Zhu Tiancai.

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prioridad al aprendizaje concienzudo de los fundamentos correctos. Sentados de izquierda a derecha: Chen Lixian y Feng Zhiqiang. En pie, a la derecha, Chen Peilin

un estilo nuevo algo, de ahí que se empezara a llamar Xin Jia. En aquella época yo estaba en Chenjiagou visitando a mis familiares. Chen Zhaokui estuvo como invitado en la casa de mi tío Chen Lizhou, donde Chen Yu (el hijo de Chen Zhaokui) y yo pasábamos mucho tiempo juntos. Pero como ya he dicho, que yo sepa, hasta entonces en la aldea de los Chen nunca se habló de una estructura nueva (Xin Jia) y una antigua (Lao Jia). Sin embargo la distinción entre estructura grande (Da Jia) y estructura pequeña (Xiao Jia) sí que era habitual. ¿Así que la forma de Chen Zhaokui o su ejecución era desconocida para muchos en Chenjiagou? Entonces nadie daba una explicación exacta sobre esto. Incluso hoy en día sigue sin estar del todo claro por qué se llamó Xin Jia a las formas de Chen Zhaokui, pero ha acabado siendo habitual utilizar este nombre. Es también controvertido si dentro del llamado Xin

Jia está incluida la forma de Chen Fake o si tal vez es algo incluso más antiguo. En cualquier caso para personas ajenas al estilo todo esto debe resultar muy confuso. Mi padre me dijo que el llamado Xin Jia es un gongfu jia 3 (nivel superior) dentro del Da Jia. Esto significaría que uno no debería aprender esta taolu demasiado pronto. Xin Jia en este contexto representaría solo un paso más en la progresión del aprendizaje del Da Jia para formar el gongfu y aprender otros elementos avanzados tales como el fajin. Es importante que los alumnos no empiecen demasiado pronto a emitir fajin. Para eso es necesaria una preparación previa. Si el entrenamiento del fajin no es dirigido por un buen maestro y si no se sigue el proceso didáctico correcto existe el peligro de que la ejecución del fajin sea perjudicial para los órganos del alumno. Por eso siempre debe darse 3) Un nivel elevado de practicar la forma que permite adquirir mayores habilidades.

El término Xin Jia no solo aparece en conexión con el Da Jia. También se dice que Chen Youben (14ª generación del clan Chen) fue el creador de un Xin Jia, una nueva estructura o método. ¿Es eso correcto? No creo que Chen Youben crease una nueva forma en tal contexto. Esta tesis se publicó hace algunos años en un libro escrito por Chen Zhenglei y fue la primera vez que un miembro del clan Chen planteaba esa teoría, pero en la transmisión de Chenjiagou no se menciona nada semejante. Sin embargo un hecho reconocido en Chenjiagou es que Chen Youben dio instrucciones acerca de ciertos cambios a Chen Gengyun, el hijo de Chen Zhangxing4. En el Chen shi jiasheng (genealogía de la familia Chen) se especifica que Chen Gengyun era discípulo de Chen Youben. En mi opinión toda esta confusión de estilos y formas da a entender que estas variantes no fueron “creadas” por personas individuales, sino que más bien se trata de la evolución natural del Taijiquan a través de 4) Chen Zhangxing trabajó como guardaespaldas. Chen Gengyun fue entrenado por Chen Youben, entre otros, para desempeñar el mismo oficio.

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todas las influencias a las que está sometido. Es un arte vivo, algo que está sujeto a un continuo desarrollo. Por ejemplo, en la generación actual del estilo Chen nadie podría ejecutar las formas tal y como Chen Zhangxing o Chen Youben lo hacían en su época. Como he dicho, este es un proceso natural que no sólo tiene y tenía lugar en las diferentes manifestaciones de estilos. También en las diferentes zonas de la aldea se podía ver esto. Lo que quiero decir con esto es que determinados métodos de enseñanza también pudieron ser transmitidos por la pertenencia a una rama determinada del tronco de los Chen. De hecho estas ramas familiares vivían en diferentes barrios del pueblo.

Chen Wangting y Jiang Fa

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Las familias que practican el Da Jia en Chenjiagou tienen un origen diferente al de mi familia. Se dice que esta separación se había producido cinco generaciones antes de Chen Wangting 5. ¿Su familia procede en línea directa consanguínea de Chen Wangting? No al cien por cien. El antepasado de mi familia era Chen Wangqian, que fue un hermano de Chen Wangting. ¿Existen todavía en Chenjiagou parientes consanguíneos de Chen Wangting? ¿Qué método practican sus descendientes directos actualmente? Sí los hay. En algunas líneas de sangre ha habido interrupciones en una o otra generación, aunque después la transmisión se reanudó por alguien de una generación siguiente. En estos casos dependía del maestro de Chenjiagou 5) Considerado el fundador del Taijiquan.

con quien uno hubiera estudiado. No siempre existía un maestro que fuese pariente directo de quien aprender. Por lo tanto no siempre se puede determinar con exactitud lo que practicaron los antepasados en línea directa de uno o de otro. En muchos casos por esas circunstancias se practicaban las formas que entonces eran más populares en el pueblo. No puedo decir exactamente lo que hacen los descendientes directos de Chen Wangting hoy en día. De mis antepasados sí sé que no ha habido ninguna interrupción en la transmisión hasta el día de hoy.

Xiao Jia son métodos diferentes tanto en la forma como en la ejecución. En ambos estilos hay movimientos circulares grandes y pequeños, de modo que la amplitud de los círculos no representa la diferencia entre ambos métodos, si bien es cierto que en Da Jia los movimientos son más abiertos y con rotaciones más grandes y en Xiao Jia son más pequeños y cerrados. En general en Da Jia se ejecuta la forma con amplios movimientos giratorios en las caderas. En lo exterior, los movimientos son más evidentes. Las posiciones, comparadas con las de Xiao Jia, son más abiertas. Un ejemplo típico

¿Puede explicarnos las principales diferencias entre los sistemas Da Jia y Xiao Jia? Ciertamente hay muchas diferencias. En un libro sobre Taijiquan se decía que en Da Jia se hacían los círculos grandes y en Xiao Jia se hacían pequeños. Esto, en mi opinión, es incorrecto. Da Jia y — 29 —

es la posición lou xi niu bu6. En Da Jia, después del doblar el cuerpo uno se incorpora y se abren bastante los brazos con una rotación activa. En Xiao Jia la posición del cuerpo está alineada y los brazos se cierran hacia la línea central. En general en Xiao Jia la forma parece más calmada y dirigida hacia adentro. Existen otras diferencias técnicas, por ejemplo el uso de kaidang (abrir el dang, o entrepierna) y yuandang (redondear el dang). En Da Jia se abre el dang 6) “Rozar las rodillas”. También llamado xie xing ao bu (posición diagonal) o en Da Jia a menudo simplemente xie xing (posición oblicua).

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ampliamente hacia delante (qiandang), mientras que en Xiao Jia se cierra. Algunos cometen aquí el error en Xiao Jia de inclinar las rodillas demasiado hacia adentro. En Xiao Jia el dang debe estar cerrado por delante y abierto por detrás (houdang) de modo que las nalgas puedan asentarse y la pelvis y la zona lumbar no se proyecten hacia delante. Al abrir el dang por detrás se puede cerrar por delante en un círculo de una manera natural. En cuanto a mantener el dang siempre redondeado (yuandang) en el movimiento no parece muy claro en Da Jia, mientras que en Xiao Jia es un criterio esencial. Por supuesto sería imposible mencionar aquí todas las diferencias técnicas y de aplicaciones marciales entre ambos estilos. ¿Cuál es la razón del desarrollo de todas estas diferencias? Chenjiagou no es una aldea muy grande, las diferentes líneas podrían haberse unificado en un solo estilo. Antes de la época de Chen Zhangxing y Chen Youben no hay constancia de que existieran diferentes teorías ni métodos de enseñanza. La separación debió ir produciendo de manera progresiva a lo largo de las generaciones siguientes. Pero sobre esa época no sabemos mucho, los registros escritos no dicen nada. Más adelante Chen Xin (1849-1929), de la 16ª generación y

la pequeña, pero no en referencia a un método de aprendizaje determinado.

descendiente de la línea Xiao Jia, escribió el famoso tratado Chen Shi Taijiquan Tushuo (Explicaciones ilustradas del Taijiquan de la familia Chen). En los años treinta un historiador de las artes marciales llamado Tang Hao menciona, además de las estructuras grande y pequeña, una “estructura mediana” (Zhong Jia). ¿Qué puede decirnos al respecto? En Chenjiagou no hay constancia de que exista tal cosa. Tal vez Tang Hao observó en Chenjiagou que el Taijiquan se practicaba a diferentes alturas y por eso creó ese nombre. Para aclarar todo esto harían falta nuevas investigaciones. Hasta ahora yo nunca he oído a ningún maestro de Chenjiagou mencionar nada acerca de una estructura media. Puede que en algún momento se haya dicho algo así sobre la ejecución de las formas cuando no se ajusta claramente a la estructura grande o a

Usted ya no vive en China sino en Japón. ¿A qué se debió la decisión de trasladarse allí? En agosto de 1988 me fui a Japón para estudiar ingeniería en la universidad y enseñar allí el Taijiquan de mi familia, ya que Chen Boxian había oído que allí había un grupo que estaba interesado en que yo les enseñase. También quería desde hacía mucho tiempo divulgar el Taijiquan de mi familia. Cuando empezó a incluirse el Taijiquan en las exhibiciones de artes marciales sobre todo se mostraba el estilo Yang. Y cuando se empezó a ver más el estilo Chen sólo había demostraciones de Da Jia. Eso empezó a cambiar cuando Chen Liqing, Chen Boxian y yo comenzamos a hacer más exhibiciones en público, pero en comparación con otros estilos de Taijiquan, las demostraciones de Xiao Jia eran muy poco habituales. Y puesto que el Taijiquan se extendía cada vez más también en el extranjero, pensé que el Xiao Jia de mi familia también debía tener voz en otras culturas. Por eso acepté gustoso la oferta de enseñar en Japón. Pero hasta entonces según la tradición el estilo Xiao Jia se había mantenido estrictamente dentro de la familia.

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Sí, mis antepasados eran de la opinión de que el método se debía guardar sólo para la familia, lo que entonces probablemente era necesario. Era una especie de tesoro de familia que se protegía celosamente. ¿Que pensaba su padre sobre ello? Mi padre tenia más bien la opinión de que ya no era necesario proteger nuestro método de aprendizaje. Los tiempos habían cambiado. Creo que Chen Liqing y mi padre fueron los primeros en enseñar Xiao Jia fuera de la familia. Y yo pensé que era mi deber abrir el método de enseñanza aún más con el fin de mostrar y divulgar el Taijiquan de mis antepasados. ¿Fue esta la razón por la cual usted y su hermana Peiju fundaron la Sociedad Internacional de Chen Taijiquan? Sí. Había mucho que organizar. Yo además también estaba buscando la manera de ofrecer una herramienta a los principiantes para que pudieran entender los principios del Taijiquan con más facilidad. Para ello diseñé el Sizheng Taijiquan (Taijiquan en cuatro direcciones),

una forma que simplifica la iniciación a cualquier interesado en este arte. Ya existen diferentes formas cortas para principiantes en los distintos estilos de Taijiquan. ¿Por qué decidió crear otra? Cuando empecé a enseñar Xiao Jia en Tokio a muchos de mis estudiantes les parecía muy difícil aprender la forma tradicional. Al principio tenía treinta alumnos, pero poco después solo quedaban siete. Después vino gente de otras artes marciales que solo quería aprender el aspecto marcial del Taijiquan. Los alumnos que querían aprender Taijiquan por razones de salud no se interesaban porque ya estaban acostumbrados a practicar formas más conocidas en Japón y por ello tenían una idea diferente acerca de la relación entre el Taijiquan y la salud. Por lo tanto no se trataba de crear otra forma nueva, sino de facilitar el acceso a los principios tradicionales de Taijiquan al alumno moderno. La comprensión y la aplicabilidad de estos principios son en última instancia los responsables

del efecto positivo sobre nuestra salud. En este sentido, no bastaba con simplificar una forma larga una corta eliminando movimientos difíciles. Era necesario un proceso de búsqueda de soluciones para las dificultades que suele encontrar el estudiante moderno que se inicia en el aprendizaje del Taijiquan. Por supuesto, también influyó la cuestión de los problemas de salud a los que se enfrenta la gente hoy en día. Muchas personas tienen que pasar mucho tiempo delante de un ordenador, lo que provoca tensión, rigidez en el cuello, problemas oculares y con frecuencia dificultades con la digestión. Cualquiera que pase la mayor parte del día sentado ante una mesa reconocerá estos problemas. Mi idea era reunir en una forma abreviada los principios esenciales de la forma larga con movimientos simples que al mismo trataran específicamente los problemas de salud. Después de una larga fase de experimentación en la que participaron muchos de mis alumnos y de superar un período de prueba se empezó a enseñar Sizheng Taijiquan oficialmente. Para aprender los movimientos de la forma tradicional son necesarios en general entre uno y dos años de práctica. A continuación se empieza a aprender la “forma interior”, el movimiento interno (neijin). La forma Si-

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zheng Taijiquan se puede aprender en una semana y así la formación interna puede comenzar antes. ¿En qué consiste el movimiento interno o neijin? Explicar el neijin en pocas palabras es muy difícil. Algunos llaman al neijin energía interna, pero yo no creo que se pueda describir como una energía. Es más bien un movimiento. Intentaré explicarme. Para poner en marcha un coche, normalmente no lo empujamos, sino que tiene un motor y diferentes partes tales como el embrague, la caja de cambios, la transmisión, etc. Hay muchos elementos que ayudan a transferir la potencia del motor a las ruedas. El centro del movimiento en el Taijiquan es el dantian, el centro energético que se encuentra debajo del ombligo. El movimiento del cuerpo es creado por los “segmentos” o jie. El cuerpo está formado por muchos segmentos. El movimiento de uno se transfiere al siguiente, y así sucesivamente. El movimiento de un segmento a otro se transmite de forma espiral y con una gran elasticidad transformándose desde el dantian las extremidades. Esta forma de movimiento transferido se puede llamar jin, y las cualidades que he mencionado son las que lo diferencian de un movimiento que se ejecuta con

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fuerza bruta y tensión. El jin no sólo es una transferencia física del movimiento a lo largo de los segmentos, sino que también está conectado con el qi, el yi (la intención) y otros elementos sutiles. Entonces, ¿un Taijiquan que se reduce a una simple coreografía, o que se enseña como tal, es decir, sin neijin, puede contribuir a mejorar la salud? No podemos decir que sea bueno o malo para la salud, pero sin duda no se puede comparar con el verdaderoTaijiquan, que debe tener neijin. Si no lo tiene, no es Taijiquan, sino otra cosa, como cualquier deporte o forma de ejercicio. En el método de enseñanza de su familia hay diferentes niveles de desarrollo directamente relacionados con el aprendizaje de la forma. ¿En qué consisten los primeros pasos? El primer paso siempre debe ser aprender la forma básica. Este nivel lo llamamos jichujia. En esta fase aprendemos los diferentes patrones de movimiento de la forma, el marco exterior. Son las bases. El alumno adquiere la herramienta con la que realizará el verdadero trabajo. Es como el esqueleto de un edificio. ¿Cuál sería el siguiente paso? Sobre esta estructura se aprende a desarrollar el movimiento interno, el

neijin. El alumno tiene que comprender los principios del jin y aprender a entrenarlo y usarlo. Es lo que llamamos dongjin o dongquan. A continuación deberá aprender a comprender el jin de otra persona, por ejemplo, de un compañero de entrenamiento. Esto se llama tingjin. En la tercera etapa (sanbianquan) se aprende a usar el yi, la intención, para que el qi pueda mover el cuerpo. Cuando se ha conseguido esto, uno ya es capaz de desarrollar diferentes habilidades con el jin, como por ejemplo la emisión del jin (fajin). En esta etapa se puede emitir jin con cualquier parte del cuerpo. Entonces la taolu xiao jia se transforma en gongfu jia, en gongfu de alto nivel, igual que antes he mencionado el gongfu jia del Da Jia. Entonces los movimientos externos se vuelven mucho más complejos y por ejemplo también hay saltos. ¿Hay otros niveles después del gongfu jia? Sí, el cuarto nivel incluye círculos cada vez más internos y más pequeños. Los segmentos se multiplican hasta el infinito. Desde fuera, la forma parece más lineal y directa, pero en realidad ahora los círculos son mucho más pequeños y penetrantes. Es lo que los textos antiguos del Taijiquan llaman a veces “avanzar por la médula ósea”.

Después estaría el quinto nivel. A este nivel la forma se libera, es decir, deja de existir, es la forma sin forma. ¿Cómo se puede seguir practicando Taijiquan así? Usted puede estar aquí sentado y estar practicando Taiji. Con los brazos, con las piernas, con la mente, al caminar, al estar tumbado... Todo lo que hace en la vida cotidiana se convierte en Taiji. Este es un nivel muy elevado. ¿Qué piensa sobre el Taijiquan en la sociedad moderna? ¿Cómo debería seguir desarrollándose? Es pronto para opinar sobre el rumbo que tomará el Taijiquan y la influencia que puede tener en la sociedad moderna. Después de estudiar sobre diferentes formas de arte y enseñanzas filosóficas pienso que el Taijiquan debe considerarse como una forma de arte, no solo en el aspecto físico, sino también en lo intelectual. También me parece importante que se conserven las ideas tradicionales sobre la relación

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entre el profesor y sus alumnos, entre compañeros de escuela, porque pueden ser muy beneficiosas para toda la humanidad. En China hay un ritual que se llama baishi, por el cual se establece entre el maestro y el alumno una relación de confianza, respeto y amor como la que hay en una familia. Eso es algo que no se puede comprar con dinero. El Taijiquan verdadero no tiene precio, es un sentimiento, una cultura y un arte, una cosa hermosa. Por otro lado, observo que actualmente reina una gran confusión en el Taijiquan. Hay muchos estilos y teorías que no tienen ninguna base real. Por eso creo que es necesario invertir más esfuerzo en la estructuración de lo que sabemos y en la investigación. El Taijiquan es todavía un arte relativamente joven, debemos estudiar en profundidad sus raíces para dirigirlo en la dirección adecuada, para que los seres humanos modernos lo puedan entender y beneficiarse de todo lo que puede ofrecer.

Dietmar Stubenbaum, profesor titulado de la Asociación Nacional de Taijiquan de China y Presidente de la Sociedad Internacional de Taijiquan. Pionero del Taijiquan en Alemania. www.chen-Taijiquan.com/es www.die-pagode.de/es

el

nuevo taoismo

en el

siglo xxi

Hu Fuchen

¿Es el taoísmo una reliquia de la antigüedad, una filosofía para ermitaños sin ningún valor práctico en el mundo actual? Hu Fuchen, uno de los grandes pensadores taoístas de nuestro tiempo, defiende el poder integrador y regenerador del taoísmo y afirma que el ser humano y las leyes universales del cambio pueden sanar no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra sociedad.

el nuevo taoismo

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M

ientras los diferentes países, pueblos y tradiciones culturales atraviesan el umbral de un nuevo milenio y se adentran en el siglo XXI, resulta de vital importancia reflexionar sobre el desarrollo histórico del mundo en el pasado para despejar el futuro de la humanidad. En los últimos cien años se ha producido una explotación vertiginosa de las reservas energéticas acumuladas durante millones de años, cambiando radicalmente todos los aspectos de la sociedad y la cultura de formas hasta ahora nunca vistas. Las ideas que han gobernado las décadas pasadas quedan obsoletas cada vez más rápido y los seres humanos dedicamos todas nuestras energías a intentar adaptarnos a los abrumadores y vertiginosos cambios que se producen en todo el planeta.

La herencia del siglo XX Durante el pasado siglo ciencia y tecnología han avanzado a grandes saltos y la dependencia humana de las herramientas de la razón han cambiado casi por completo la faz del mundo. El alto nivel de explotación de los recursos naturales ha enriquecido las empresas humanas, pero la crisis ecológica, la contaminación medioambiental, los desastres naturales, epidemias y guerras que amenazan literalmente nuestra supervivencia son

una realidad a la que la humanidad del siglo XXI tiene que hacer frente. El siglo XX fue testigo del desarrollo de una civilización altamente materialista e intelectual, pero también vio dos guerras mundiales, numerosos conflictos sangrientos y masacres bárbaras y criminales. Y no solo eso, en todo el mundo se ha producido un rápido ascenso de la codicia y la corrupción, el abuso de las drogas, el terrorismo, la inmoralidad y la tiranía del interés personal. En la actualidad la carrera armamentista sigue pareciendo imposible de detener, y la pobreza, el

SIDA, las epidemias y una explosión demográfica fuera de control siguen castigando al llamado “Tercer Mundo”. La industrialización, la urbanización y la entrada en la era de la información son los tres principales aspectos de una modernización que ha limitado dramáticamente la capacidad de la persona de existir y mantener una naturaleza independiente. También son los responsables de haber sometido al individuo al orden mecanizado del grupo, convirtiendo su trabajo no solo en instrumento de otros sino en una mera mercadería, lo que empobrece cada vez

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más nuestra vida. Unas relaciones internacionales y gobiernos regidos por la ley del más fuerte provocan un sentimiento generalizado de inseguridad e injusticia, y en una sociedad en la que imperan la tensión, la competencia y unas relaciones interpersonales conflictivas, vivimos sumidos en una fatiga mental y física que provoca en la gente la sensación de que el mero hecho de vivir es agotador. Hace cien años podíamos disfrutar libremente del aire, el agua, el sol, la tierra, las montañas y los bosques. Pero hoy tenemos que pagar cada vez más caro el precio de nuestro desarrollo. La destrucción de la capa de ozono, la extinción de innumerables especies, la contaminación del aire, el agotamiento de los recursos naturales, el cambio climático y otros frutos envenenados de la modernidad no son algo que un solo país o un solo pueblo puedan resolver, son problemas a los que el mundo entero tendrá que enfrentarse durante el siglo XXI.

El taoísmo, ¿reliquia del pasado? En los últimos años, diferentes estudiosos de todo el mundo han empezado a prestar cada vez más atención a la antigua filosofía taoísta china, y se han celebrado numerosas conferencias sobre taoísmo. El protofilósofo Lao Zi (aprox. 571-472 a.C.) escribió hace casi 2.500

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años el Dao De Jing (El clásico del Tao y la Naturaleza), obra que ha captado el interés de numerosos pensadores hasta nuestros tiempos, aunque a los ojos del mundo actual el taoísmo chino es sin duda, “algo del pasado”. Sin embargo nos preguntamos, ¿puede tener alguna vigencia en el futuro? ¿Puede servir de algo el sistema de valores taoísta al hombre moderno? Merece la pena meditar estas cuestiones. El pueblo chino empezó a poner su historia por escrito hace 5.000 años, y si queremos comprender verdaderamente su pensamiento es necesario estudiar la cultura tradicional. En las raíces de su civilización se encuentra el culto genital. En China se dan dos tradiciones culturales diferenciadas. La primera es la primitiva, basada en una estructura matriarcal. Esta sociedad comunal practicó el antiguo culto a la hembra durante decenas de miles de años. La segunda es un sistema patriarcal que se forma gradualmente a lo largo de las dinastías Xia, Shang y Zhou, sobre todo con la revolución religiosa de la dinastía Zhou del Oeste, que supone el establecimiento formal de una religión ritual. Es obvio que el taoísmo heredó la tradición religiosa más antigua, matriarcal y comunal de culto genital, mientras que el confucianismo heredó la nueva religión jerárquica, patriarcal y ritual.

mano es un microcosmos, reflejo de un macrocosmos mayor. Postula que el ser humano y las leyes universales del cambio pueden sanar no solo el cuerpo, sino también una sociedad. Es una cultura en la que el hombre y el cosmos tienen la misma estructura, el cuerpo físico y el país tienen el mismo orden, y en la que las cosas se toman como son. Es una cultura modelada a partir de una ecología natural. Durante varios miles de años el taoísmo y el confucianismo han existido por separado, complementándose mutuamente y conformando la corriente dominante de la cultura tradicional china. Históricamente los gobernantes chinos han elegido y abrazado el confucianismo, y esa es la razón de que China haya mantenido con obstinación la tradición legalista de un sistema de gobierno jerárquico, patriarcal y monárquico. Los países con sistemas de gobierno monárquicos utilizan la línea de sangre patriarcal para unir “familia” y “estado” formando un sistema político en el que la familia y el país tienen la misma estructura. De hecho el confucianismo en sí mismo es una cultura idealista basada en la familia o clan como unidad ética básica. El taoísmo, por otra parte, se basa en las experiencias individuales y personales que surgen de prácticas espirituales, y parte de la premisa de que el ser hu-

Universalidad y regeneración ¿Por qué esta cultura se ha mantenido viva y sólida mientras otras culturas antiguas como la babilonia, la egipcia, la sumeria o la de la antigua India desaparecieron? La clave radica en el hecho de que el taoísmo, base cultural de la civilización china, posee un extraordinario poder regenerativo. Lu Xun (1881-1936) declaró en una ocasión que “las raíces de China se hunden por completo en el taoísmo”. Joseph Needham (1900-1995) también señaló: “Si China no tuviera el pensamiento taoísta, se asemejaría a un gran árbol con las raíces podridas”. El taoísmo no solo contiene en sí mismo suficiente fuerza vital para resurgir de sus cenizas, sino

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que tiene la capacidad de comprenderlo todo, como el océano acoge el agua de todos los ríos que vierten sus aguas en él. ¿Cómo si no pudo la cultura china absorber el budismo indio? ¿Cómo ha podido en tiempos más recientes asimilar el cristianismo occidental? Obviamente no fue gracias a la ética cultural confuciana que aconseja “guardarse estrictamente de los bárbaros”, sino a la especial naturaleza del taoísmo, capaz de aceptar e integrar culturas e ideas ajenas. Es bien sabido que el espíritu tolerante del taoísmo se refleja en la frase “El agua beneficia a todas las cosas, pero no compite con ellas”. La sabiduría del taoísmo, como el agua que beneficia desinteresadamente a todos los seres de la naturaleza, se caracteriza por la tolerancia, la adaptabilidad

y la creatividad. Bajo la actual tendencia globalizadora, las diferentes etnias están pasando de la autosuficiencia a la dependencia mutua, e igual que los bienes materiales creados por el ser humano circulan por todo el planeta, también los bienes espirituales de diferentes culturas pasan a formar parte del patrimonio común de la raza humana. La idea central de la filosofía taoísta es que “el Tao sigue su naturaleza”, y guiándose por las leyes universales del mundo natural, propugna una cultura global guiado por su propósito de abrir y desarrollar el potencial espiritual de la humanidad, y describe una doctrina bioquímica que sigue las leyes universales del mundo natural. Sima Tan escribía en su obra Sobre los principios de las seis escuelas de pensamiento que el taoísmo se centra en el poder de la mente, la armonía del movimiento y la unidad, y el bien de todos los seres. Como filosofía, se basa en los principios del yin y el yang, pero también incorpora la esencia del confucianismo, el mohismo y otras escuelas de pensamiento; sigue las tendencias de los tiempos, adaptándose a las cir-

cunstancias; contribuye a establecer estándares y actúa en consecuencia; y al ser flexible y conciliador, beneficia a todos. En lo administrativo, recomienda adaptar la acción a las circunstancias: en la inactividad, no hacer nada y permitir que las cosas sigan su curso; en la acción, realizar vigorosos esfuerzos por hacer cambiar la marea y llevar a cabo reformas y cambios. Por esa razón los estadistas chinos siempre han buscado inspiración en los clásicos taoístas cuando la nación se enfrentaba a graves peligros o inestabilidad política.

La oveja, el lobo y el dragón En el Yi Jing podemos leer, “cuando un ciclo se agota, uno nuevo comienza”. Con el inicio de esta nueva era, tanto las sociedades occidentales de Europa y América como las orientales se enfrentan, en lo político, en lo económico y en lo cultural, a una situación en la que se imponen cambios estructurales. En El significado original de Laozi, el pensador chino Wei Yuan (1794-1857) se refiere al Dao De Jing como “un libro para salvar el mundo”, y describe lo antiguo y lo moderno como “sucesivas

alteraciones de la transformación del Qi, como el frío del invierno y el calor del verano”. Consideraba que los cambios políticos eran como los cambios estacionales, y que ninguna dinastía ni clan familiar podía mantenerse inmutable eternamente. Para él la lealtad, la simplicidad de vida y el refinamiento del propio carácter podían prevenir los abusos, pero pensaba que al final eran los abusos llevados al extremo los que conducían al fin de un ciclo, trayendo consigo el inicio de uno nuevo. En chino antiguo, uno de los elementos que formaban el carácter “gobernar” era el pictograma tradicional que significaba “pastorear”. Esto refleja el concepto que el gobernante tenía de sus súbditos como seres de su propiedad, que debían obedecerle

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ciegamente y cuyas vidas le pertenecían. Asimismo, el marido tenía el poder absoluto sobre su esposa, podía repudiarla simplemente por no estar satisfecho con ella, y ello la convertía en una descastada, la excluía de la sociedad. Esta era la cultura de la oveja, que durante tantos siglos ha regido la sociedad china, la cultura jerárquica, patriarcal y ritual. Según el ideal confuciano, el orden y la armonía debían reinar entre el rebaño, al que se debía proteger de los peligros y malas influencias del exterior por su propio bien. Por ello tradicionalmen-

te China fue un país encerrado en sí mismo, y no una nación de naturaleza conquistadora, ya que un pueblo dócil y laborioso como la oveja difícilmente

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podría convertirse en un pueblo agresivo e invasor. Del mismo modo se puede definir la cultura occidental como la cultura del lobo, que desde los tiempos de la Roma antigua ha necesitado crecer, conquistar y someter a otros para perpetuarse. En los siglos XVIII y XIX las potencias europeas llegaron a dominar política o comercialmente gran parte del mundo, y el choque inevitable entre las culturas de la oveja y del lobo se produjo a mediados del siglo XIX con las guerras del Opio. El resultado no podía ser otro que la derrota de las ovejas a manos de los lobos. La cultura taoísta es la cultura del dragón. El dragón puede ascender a los cielos y descender a las profundidades del mar. En occidente se ve al dragón como una criatura malvada y cruel, pero el dragón chino es muy diferente. Es un símbolo de poder, sabiduría y justicia.

Puede ser amable y pacífico como la oveja pero también es capaz de enfrentarse al lobo y luchar. En la actualidad, la cultura de la oveja ya no es viable. La globalización y las tendencias modernas imponen la apertura al mundo y la comunicación. En el siglo XXI, China tendrá que abandonar el ideal confuciano de la oveja y abrazar la cultura taoísta del dragón.

El taoísmo, Oriente y Occidente Durante el largo período de gobierno monárquico y autocrático de la antigua China, el taoísmo fue reprimido por el confucianismo. El Dao De Jing fue malinterpretado como una filosofía de ermitaños, como un enfoque de escapismo pasivo ante la vida, y su verdadero sentido de participación activa en los asuntos del mundo fue oscurecido y enterrado. Desde las dinastías Wei (220-260 d.C.) y Jin (265-

419 d.C.) muchos se han interesado por el taoísmo, y se han editado innumerables versiones del Dao De Jing y el Zhuang Zi, pero muy pocas captaban su verdadero significado, como ha ocurrido con el Canon Taoísta y otros escritos clásicos. En la actualidad el Dao De Jing es el segundo libro más editado y leído del mundo, después de la Biblia, pero estas ediciones reproducen las tergiversaciones de los clásicos anotados por los confucianos. Son pocos los que han comprendido verdaderamente el taoísmo en Occidente. Entre ellos podríamos mencionar a F. Schelling (1775-1854), Martin Buber (1878-1965) o Martin Heidegger (1889-1976). A mediados del siglo XX, el físico C.P. Snow (1905-1980), de la universidad de Cambridge, afirmó que la separación entre “las dos culturas” de la civilización occidental, la ciencia y el

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humanismo, había provocado una crisis ideológica. Por ello han perdido la capacidad de examinar los problemas desde una perspectiva cultural holística. Algunos científicos y pensadores han comprendido que el patrón de pensamiento occidental se ha quedado obsoleto y han buscado nuevas claves en el pensamiento taoísta oriental. El estudioso chino Dong Guangbi escribió en su Nuevo taoísmo contemporáneo que los neotaoístas modernos como Joseph Needham, Hideki Yukawa o Fritjof Capra estaban dirigiendo un nuevo interés científico hacia el taoísmo como punto de unión de las culturas occidental y oriental, estableciendo sobre esta base un nuevo patrón cultural global en el que ciencia y humanismo podían encontrar el equilibrio. Y afirmaba: “Estoy convencido de que el redescubrimiento del taoísmo tiene tal significación

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Un nuevo taoísmo que refleje el espíritu de nuestro tiempo necesita una reinterpretación creativa de la cultura taoísta que extraiga la esencia de las culturas oriental y occidental

histórica que puede cambiar el curso de este navío llamado Tierra. La ‘civilización de la tierra amarilla’ y la ‘civilización del océano’, es decir, la civilización oriental y la occidental, se pueden fundir en una sola, como el amarillo y el azul se funden dando origen al verde, para crear una nueva civilización verde, en la que el hombre y la naturaleza podrán existir en armonía”. Esta civilización verde es la civilización taoísta.

Culturas y tradiciones Otra de las cuestiones que se han planteado entre los intelectuales con este cambio de era es la relación entre cultura y tradición. En esencia las raíces de la cultura se hunden en la tradición, por ello la estrategia cultural del siglo XXI debe ser interpretar y sintetizar creativamente lo mejor de las tradiciones culturales del mundo. La historia ha mostrado que si una nación quiere ser fuerte e independiente no puede negar ni destruir su cultura tradicional; y también que, exceptuando la aniquilación de algunos grupos étnicos primitivos, una civilización no puede sustituir o destruir a otra por completo. Las diferentes civilizaciones solo pueden fundirse. Si un pueblo actúa contra la ley de la evolución natural e intenta alterar el curso natural de las cosas recurriendo

al trasplante artificial, a la sustitución o destrucción de la cultura tradicional de otro pueblo, el resultado solo puede ser la distorsión de la naturaleza humana, la corrupción moral y la violencia social. Una civilización avanzada puede colonizar a otra más primitiva y subdesarrollada, pero inevitablemente elementos culturales de ésta pasarán a integrarse en su esencia misma. Asimismo, una nación no puede romper por completo con la cultura tradicional de la que nació. Nos guste o no, nuestro destino está unido a las tradiciones culturales de nuestra nación. Por ello, la tendencia general en el siglo XXI deberá ser la coexistencia de las diferencias y la asimilación mutua. Los conflictos culturales no deben dominar las políticas globales,

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sino dar lugar a diálogos e intercambios entre culturas para promover la integración mutua de las civilizaciones occidentales y orientales. Con respecto al confucianismo, aunque el código ético de la cultura confuciana ha demostrado ser una carga histórica para el pueblo chino, no se puede rechazar en su totalidad y de un modo simplista, sino que se debe reexaminar y reinterpretar para construir un nuevo confucianismo, ya que su esencia es parte indispensable del espíritu y la ética chinos. En cuanto al budismo, posee las características necesarias para convertirse en la religión universal, pero las creencias religiosas, aun siendo indispensables para la humanidad, no pueden sustituir al pensamiento racional, y por ello

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la cultura budista no puede servir como base para una cultura universal. Mahoma dijo, “Buscad el conocimiento, aunque tengáis que ir hasta China”. Han pasado 1350 años desde que el Islam fue introducido en China en el año 651 d.C. Los famosos sabios musulmanes Wang Daiyu (1570-1660) y Liu Zhi (1660-1730) conocían bien los cánones confucianos, budistas y taoístas, y dentro de la cultura islámica las teorías y prácticas del sufismo coinciden en muchos puntos con las de la alquimia interna china, lo que muestra sin duda que también puede haber una comunicación y un intercambio significativos entre las culturas taoísta e islámica.

La esencia de la cultura taoísta Culturalmente hablando, para establecer algo nuevo se debe destruir algo viejo. Por “establecer algo nuevo” me refiero a reinterpretar creativamente la cultura taoísta extrayendo la esencia de las culturas oriental y occidental para establecer un nuevo taoísmo que refleje el espíritu de nuestro tiempo. Con “destruir algo viejo” me refiero a desterrar las ideas feudalistas y patriarcales del confucianismo e integrar su espíritu humanista y emprendedor en el nuevo taoísmo. Ambas filosofías mantienen que la naturaleza del ser humano es buena, pero a diferencia del confucianismo, el taoísmo otorga

especial importancia a la búsqueda de la libertad y la integridad personal. La idea taoísta del “individuo perfeccionado” se refiere a la persona que ha alcanzado el tao y por tanto la libertad individual absoluta. Ontológicamente hablando el taoísmo enfatiza la idea del nacimiento, proclamando que todo lo que existe en el universo nace del ser, que a su vez ha nacido del “no ser”. También acentúa la importancia de la transformación, en el sentido de que todo está gobernado por la ley de la oposición y la integración y sometido al cambio constante, y sostiene que, en las condiciones correctas, lo fuerte y lo débil, la buena fortuna y el desastre se originan mutuamente. La clave de la transformación favorable se encuentra en “seguir la corriente”, el curso natural de las cosas, obedecer la ley natural, alcanzar los objetivos adaptándonos a la situación. El taoísmo adopta como guía la idea del “centro”. Para gobernar todo lo que existe bajo el cielo la clave es “seguir el camino de enmedio”. Así, las relaciones interpersonales, las relaciones entre el ser humano y la naturaleza y entre el ser humano y la sociedad deben regirse por la armonía y la tolerancia. Sin embargo, en las prácticas corporales alquímicas el principio dominante es el del “retorno al origen”.

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Ontológicamente hablando el taoísmo enfatiza la idea del nacimiento, proclamando que todo lo que existe en el universo nace del ser, que a su vez ha nacido del “no ser”.

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La alquimia interna La alquimia interna es la destilación de miles de años de investigación sobre las leyes naturales del universo y la ciencia del cuerpo humano y la vida. Sintetiza las visiones del mundo y el cuerpo, las filosofías de vida y las prácticas meditativas de las culturas taoísta, budista y confucianista en un mismo sistema teórico y en un modelo de comportamiento. También es un sistema centrado en el entrenamiento de la mente y el cuerpo humano en los misterios de la vida y en el desarrollo del potencial espiritual del individuo. Como tal, es la vía de aprendizaje y cultivo de la cultura taoísta y su principal forma de investigación de las leyes universales y de comprensión de la dinámica del cielo y la tierra. La práctica alquímica consta de cuatro fases o etapas. La primera es la preparación de los cimientos del proceso de transformación. La segunda es el cultivo del jing (esencia o vitalidad) para su transformación en qi. La tercera es el cultivo del qi para transformarlo en

shen (espíritu). Y la cuarta es el cultivo del shen para retornar al vacío original, al Tao. Según las creencias taoístas, si uno es capaz de seguir esta práctica sistemática y completar las cuatro etapas puede refinar su fuerza vital y mental hasta identificarse con el Tao y la naturaleza y acceder al vacío del universo. Este es el proceso de convertirse en “inmortal” dentro del propio cuerpo y fundirse con el Tao. La investigación de la alquimia interna también ha llamado la atención de estudiosos occidentales. Por ejemplo, a principios de los años 20 del siglo pasado el sinólogo alemán Richard Wilhelm (1873-1930) leyó un popular libro sobre alquimia titulado El secreto de la flor de oro. De inmediato percibió su valor científico y lo tradujo al alemán. En 1928 mostró su traducción al famoso psicólogo suizo Carl Jung (1875-1961), que escribió un largo prefacio al libro, que se publicó en 1929. En su comentario, Jung escribió que en su opinión existía un vínculo entre la alquimia interna china tradicional y la psicología

analítica occidental moderna, y que partiendo de la psicología analítica “había encontrado una nueva e inesperada vía de aproximación a la sabiduría oriental”. Y en su introducción, el mismo Wilhelm afirma que “Oriente y occidente no deben permanecer separados”. Mediante la práctica de la alquimia interna podemos alcanzar lo que Abraham Maslow (1908-1970) llamó la “experiencia cumbre” y Carl Jung “experiencia numinosa”, estado muy similar a los que buscan el Zen y el budismo tántrico, así como las corrientes místicas hinduistas e islámicas. Se trata, pues, de un fin común a las culturas espiritualmente más avanzadas de la tierra. La ciencia moderna ha alcanzado una comprensión relativamente clara del concepto macrocósmico del universo y el microcósmico de las partículas básicas, pero es poco lo que sabe del estado vacío del universo, de la actividad mental del hombre y de la naturaleza de la vida y la mente. Los efectos de diferentes fenómenos

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vitales y mentales han provocado múltiples controversias, y la relación entre ciencia moderna y espiritualidad sigue envuelta en sombras. El estudio de la alquimia interna puede motivar a los investigadores de oriente y occidente a aunar sus esfuerzos y lograr grandes avances en la ciencia moderna del universo, la psicología fisiológica, el conocimiento del cuerpo y la mente humana y especialmente de la ciencia cognitiva. Si esto llega a ocurrir, será una bendición para la humanidad. En conclusión, el nuevo taoísmo es una cultura transformadora y progresista, una cultura que muestra un camino hacia un futuro mejor, porque tiene la capacidad de comprender y unir a todas las demás. Traducción del inglés y edición: Luis Soldevila Hu Fuchen nació en Wuqiao (Hebei, China) en 1945. Es profesor e investigador del Instituto de Filosofía de la Academia China de Ciencias Sociales, presidente de la Sociedad de Cultura Taoísta Laozi y director de la Sociedad Nacional China para las Religiones.

¿taichi y salud? siete meditaciones

Jordi Vilà

Todo el arte del Taijiquan puede resumirse en el simple concepto de la unión de lo interno y lo externo en un todo, controlado por la Energía Única. Sun Lutang (1861-1933)

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ualquiera que se exponga durante cierto tiempo a la influencia del Taijiquan como método integral de educación física comprueba que, sin ser ninguna panacea, su práctica favorece el reequilibrio de ciertas funciones corporales e incluso psíquicas y le permite trabajar conscientemente sobre su salud global. Algunas de las preguntas que plantea esta constatación tienen que ver con el valor de la práctica de este arte como algo más que un arte marcial. ¿Es esta idea una importación moderna, dada la (forzada) relación histórica del Taiji con el Yoga en Occidente? ¿Hay una preocupación por

la salud en el Taijiquan histórico o es un arte marcial desligado de cualquier concepto higiénico o terapéutico?

Primera meditación Se dice que el Taijiquan es el arte marcial más practicado del mundo. Las personas que cotidianamente repiten los movimientos de las formas de este método son centenares de millones, pero paradójicamente, la gran mayoría nunca ha realizado prácticas de combate, ni de defensa personal, sino que centran su práctica en el mantenimiento de la salud. Por lo tanto, podríamos considerar que la afirmación que abre esta meditación es una falacia.

Pero, ¿es lícito afirmar que personas de todo el mundo “prostituyen” el objetivo de un arte marcial para convertirlo en una técnica centrada en la salud y el bienestar? Personalmente, el autor de estas líneas cree que no, que es intrínseco a la naturaleza humana evolucionar, y convertir herramientas desarrolladas en la guerra en útiles para la vida cotidiana. Vemos esto diariamente: ciertos tipos de tejidos, sistemas de comunicación, de fabricación y nuevos materiales han surgido de la industria militar, pero las hemos reutilizado, juiciosamente, para su uso en la vida civil. El Taijiquan cumple esta doble función maravillosa: un arte marcial con técnicas destructivas muta y evoluciona para que la práctica de sus puñetazos, sus llaves y sus patadas se convierta en un trabajo de bajo impacto beneficioso para la salud y apto para todo tipo de personas, independientemente de la edad o la constitución física. ¿Esto ha sido así desde el principio, o ha sido una perniciosa influencia de la oleada New Age californiana con su reinterpretación de hippismo?

Segunda meditación ¿Quién inventó el Taijiquan? Aunque esta pregunta sea interesante en un ámbito puramente histórico, para poder así contextualizar el arte que prac— 42 —

ticamos quizá no sea la cuestión realmente importante. Posiblemente la pregunta más pertinente para aprehender el sentido último del Taiji sería “¿Por qué el inventor del Taiji creó el arte con unas características tan poco comunes?” Supongamos por un momento que el Taijiquan fuese creado por el monje taoísta Zhang Sanfeng en pleno siglo XII. Sin duda, su objetivo primordial fue diseñar un modelo de arte de combate innovador, capaz de sorprender al adversario siguiendo algunos de los preceptos más sutiles del Arte de la Guerra del general Sunzi. A ello debió añadir todo un trasfondo de cultura taoísta introduciendo conceptos como la circulación de energía interna o situar la mente en un estado de calma trascendente. Supongamos además, que Zhang Sanfeng legó los puntos clave de su nuevo arte marcial en forma de aforismos que sus discípulos memorizaron y, generaciones más tarde, pusieron por escrito. El texto principal, venerado por los maestros de los estilos Yang, Wu, Sun, Hao y Wudang, que recoge la tradición taoísta del Taiji de Zhang Sanfeng es el Taijiquan jing, el Clásico del boxeo Taiji. Un vistazo rápido a la posdata de este breve pero potente tratado, contiene una diáfana declaración de principios: “Anotación al texto original: Éste es el legado del Maestro Fundador, Zhang

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Sanfeng de las montañas de Wudang. Su propósito era que los héroes de todo el mundo gozasen de una larga vida, y no que practicasen solamente las superficiales técnicas de lucha”. En esta recapitulación, el autor anónimo del Clásico sorprende al lector, anunciando que la meta suprema de la práctica del Taiji no es la victoria en el combate (como se esperaría de un arte marcial), ni la iluminación espiritual (como se desprendería de un texto taoísta), sino simple y llanamente, un objetivo cotidiano y al alcance de todos los practicantes que es la salud y una mejora en la calidad de vida. El heredero espiritual de Zhang Sanfeng, el experto Wang Zongyue (s. 18) fue el primero en utilizar el término Taijiquan en un texto escrito, llamado Taijiquan lun, el Tratado del boxeo Taiji, en el cual desarrolla los verdaderos conceptos para el uso correcto del Taiji como arte de combate. Para desarrollar estas ideas marciales, Wang compuso también un poema mnemotécnico titulado Shisan shi ge, el Canto de las Trece Posturas. En la parte final de este poema, Wang escribió: “Piensa detenidamente en cuál es la meta final: fomentar la longevidad, vivir mucho tiempo y sentirse joven sin envejecer”. Con esta declaración de principios, Wang Zongyue perpetuaba el objetivo primordial de mantenimien-

Chen Wangting (1600-1680)

to de la salud propuesto por el taoísta Zhang Sangfeng. Es posible, también, que el Taiji no fuese creado por el monje Zhang, sino por el oficial militar retirado Chen Wangting (1600-1680), que es el fundador histórico del estilo Chen de Taijiquan. Chen Wangting dejó un escrito autobiográfico en una prosa triste y melancólica, en el que, viejo y cansado, harto de guerras y condecoraciones, se retira a meditar a su pueblo natal e intenta reconducir el tiempo que le quede de vida: “Ahora soy un viejo que apenas puede respirar y tengo como único compañero el Libro del Patio Amarillo. Cuando dispongo de tiempo libre, creo técnicas de combate; cuando hay que trabajar, ayudo a arar los campos.

Aprovecho los momentos de ocio para enseñar a los niños más pequeños a ser como dragones y tigres para que puedan llegar a ser personas útiles”. Para el lector del siglo XXI es asombroso comprobar cómo el interés principal del máximo patriarca del Taiji histórico no es la excelencia en el combate, ni la perfección en la meditación, sino que baja unos cuantos escalones cualitativos para dar a su creación, el arte del Taiji, un uso eminentemente pragmático: ayudar a los pequeños y a los adolescentes a crecer con salud y vigor (como tigres y dragones), para que lleguen a ser ciudadanos cabales. Si nos tomamos el tiempo necesario para examinar las necesidades y preocupaciones de la población china en la época de Chen Wangting veremos que la esperanza de vida era corta, su calidad muy pobre, y el entorno social, muy desequilibrado en términos de igualdad. Es comprensible que, en los pocos momentos de paz entre revueltas, alzamientos militares, sequías, inundaciones, epidemias o razzias, las personas de cualquier estrato anhelasen encontrar algún método de fortalecimiento de la salud.

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Tercera meditación China no ha tenido una revolución industrial o tecnológica tal y como la hemos vivido en la cultura occidental. Aún así, sus avances en matemática, astronomía, metalurgia o geografía han sido puntales en momentos históricos concretos. Pero su “ciencia” se basaba no en el análisis o la estadística, sino en el principio de analogía, denominado ganying “resonancia” en la China tradicional e interpretado por los historiadores modernos como “pensamiento correlativo”: todo el Universo está comunicado (tong) por un tipo de energía (qi) que une distintas cosas regidas por un mismo principio. Así, por ejemplo, el Sol, el sur, el fuego, el corazón, la circulación de la sangre y el mediodía son entidades que se relacionan por un mismo tipo de energía o principio analógico. Este tipo de construcciones intelectuales han empapado toda la cultura china durante más de dos milenios, y el hecho de que impliquen una visión del mundo diferente a la europea no significa que no describa la realidad de una forma tan detallada como la nuestra.

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Este pensamiento correlativo, esta resonancia, hace que la tradición china vea la práctica del Taijiquan de esta manera global, en la que un mismo movimiento, un mismo gesto o una misma intención tiene propósitos múltiples: es un movimiento de lucha, una apertura de puntos de acupuntura, la expresión de un principio cósmico sutil o un método para liberar la mente de ataduras conceptuales. ¿Cómo es posible que una misma acción sirva para tantas cosas? En realidad no sirve, sino que moviliza una energía que comunica distintas partes de nuestro ser. Este concepto de Unidad es desconocido para los practicantes nacidos en la civilización occidental, en el que cada faceta de la vida se compartimenta y termina aislada del resto. Podemos aducir que la participación en cualquier actividad deportiva aporta los mismos beneficios que la práctica del Taijiquan. Posiblemente. Existen estudios médicos que en realidad sugieren que esto no es así. La suma del bajo impacto, relajación mental, postura

corporal óptima, respiración pausada y otros factores, permiten un mayor efecto beneficioso sobre la salud que otros deportes centrados en el esfuerzo, la competición o posturas forzadas. Sea como sea, la práctica cotidiana del Taijiquan, fuera del ámbito combativo, aporta ciertas condiciones físicas y psicológicas que tienen una repercusión muy favorable sobre el estado global de la salud.

Cuarta meditación ¿Es solamente un espejismo? ¿Las continuas menciones a recorridos de energía o puntos de acupuntura son un simple reflejo cultural de conceptos tradicionales? Es improbable. Las indicaciones son demasiado exactas como para pensar que estamos ante una simple repetición de ideas comunes a tradiciones médicas, religiosas o filosóficas. Entre 1909 y 1919, Chen Xin (18491929), escribió un extenso y abstruso tratado sobre Taijiquan en tres volúmenes, titulado Taijiquan tushuo, El

boxeo Taiji explicado mediante ilustraciones, que es una suma de la cultura china aplicada al Taijiquan. Chen Xin cita extensamente a filósofos neoconfucianos como Zhu Xi o Shao Kangjie, analiza diagramas relacionados con el Libro de los Cambios, ofrece ilustraciones sobre los meridianos energéticos, expone genealogías, movimientos energéticos, poemas marciales y consigue enlazarlos todos en un solo corpus para que el Taijiquan coincida con su idea de la energía que lo comunica todo y todo lo une. Su conocimiento del lenguaje médico y de la tradición alquímica es muy profundo: “Las artes marciales implican regular y nutrir la energía y la sangre (qi xue): por ello, la respiración deberá ser fluida y natural, tendremos que liberarnos de los pensamientos erráticos y descargar la energía impura (zhuo qi). En primer lugar tenemos que fijar nuestra raíz fundamental, y volver la mirada y el oído hacia nuestro interior. (…) Después de practicar, sentiremos

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cómo el agua que reside en el interior del fuego se libera, como nieve o flores abriéndose; notaremos los riñones como un líquido caliente, y sentiremos como si la vejiga se incendiase: esto es así porque estamos solidificando nuestra energía verdadera (zhen qi). Los canales du (yang) y ren (yin) girarán como una rueda, y nuestras cuatro extremidades serán sólidas como una montaña, nos liberaremos de pensamientos y de forma natural se pondrá en marcha la dinámica celestial. Así, cada postura marcial será muy ágil, y aunque hagamos una ligerísima pausa, nuestra intención continuará fluyendo”. Éste párrafo (que continua de forma exquisita recordando que sólo quien fortalece su raíz fundamental y nutre su energía original -yuan qi- verá su cuerpo fortalecido y podrá derrotar así a sus contrincantes), centra su discurso en la idea de que la práctica del arte del Taiji debe basarse, tanto en su eficacia marcial como en su objetivo higiénico y profiláctico, en los principios médicos tradicionales.

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Podríamos argumentar que Chen Xin recurre a tópicos comunes al trasfondo cultural de su tiempo, y los usa por convención, y no por convencimiento. Quizá si este párrafo fuese la excepción podríamos seguir esta línea de pensamiento, pero la práctica totalidad del libro de Chen sigue estos derroteros. Del mismo modo, en uno de los textos relacionados con las familias Yang y Wu de Taiji, el Canto de la movilización de la energía psíquica (Shen qi yunxing ge), se lee: “la energía (…) llega a través del punto yongquan (R-1), y llega hasta el Palacio del Nirvana, regresando seguidamente por el punto yintang. La intención guía la energía (…) llevándola hasta la axila, (…) la energía alcanzará el punto neiguan (PC-5)”. La cita es demasiado precisa como para no encontrar un paralelismo con la medicina china. No basta con decir “en la muñeca, entre los tendones”, sino que se

citan puntos de acupuntura importantes como eje de movimientos concretos. Toda la literatura del Taijiquan, desde los clásicos de los siglos XVII y XVIII hasta textos contemporáneos como los debidos a Wang Peisheng (1919-2004) o Feng Zhiqiang (1926-) se centra en la gestión adecuada de conceptos adoptados de la medicina tradicional china para mejorar la práctica del Taijiquan y convertirla en una herramienta que fomente la salud y el bienestar de todos los practicantes.

Quinta meditación De lo dicho hasta ahora se desprende que Taijiquan y medicina no comparten el mismo lenguaje, sino que comparten principios parecidos. Evidentemente el Taiji no es medicina, y la medicina no es Taiji. En principio, el Taijiquan no es una ciencia exacta, sino un arte, que evidentemente se nutre de todo lo que ha “comido” el artista. La variedad de ingredientes estarán allí, y dependerá de la habilidad o la apetencia del cocinero el usarlos o descartarlos. Cada cual tiene su verdad, cierto, y es exclusivamente gracias a esa verdad que el practicante disfrutará con su práctica. En el arte, al contrario que en las ciencias exactas, no existe la verdad absoluta, sino que existen experiencias personales que no pueden ser transferidas.

Lo que para un practicante puede ser una verdad inalterable, para otro puede ser fuente de dudas. Es bueno que esto sea así, porque tanto seguir los principios propuestos por los maestros como cuestionar el método para poder analizar sus puntos débiles es la única manera para conseguir que el Taijiquan siga evolucionando. Aunque esta verdad (¡variedad! ¡variedad!) es evidente, hemos tenido que esperar hasta el año 2006 para que alguien dijese en voz alta que el Taijiquan es patrimonio de todos, que su práctica tiene múltiples facetas, como un diamante, y que todas las opciones tiene cabida en un método tan comprehensivo como el nuestro. En un texto conocido como la Declaración de Ma’anshan1, firmado por setenta expertos, puede leerse: “Reconocemos objetivamente que la existencia de estos tres sistemas de Tai Ji Quan es un hecho, al tiempo que comprendemos las similitudes y diferencias existentes entre ellos, y apoyamos la comunicación y la cooperación entre sus promotores y practicantes como un medio de servir mejor a la sociedad. Comprendemos y respetamos los esfuerzos y aportaciones de todos y 1) Ver La declaración de Ma’anshan y los tres sistemas del Taijiquan. Tai Chi Chuan, Nº 15.

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cada uno de los continuadores del Tai Ji Quan a su desarrollo”. Es interesante vivir en un mundo en el que distintos puntos de vista tienen cabida. Es interesante practicar un método que puede satisfacer las necesidades de personas con diferentes inquietudes, y es interesante ver cómo un método que nació para la auto-preservación de la vida ha ido incluyendo otros matices que lo conducen hacia una vía centrada en la auto-evolución. Cuando un practicante decide usar las técnicas del Taiji para desequilibrar a su oponente durante la práctica del empuje de manos, lanzar a su adversario al suelo durante el combate libre, mejorar su condición de bronquitis crónica mediante la práctica lenta de la forma o reconstruyendo los principios de la filosofía china al dibujar un elegante símbolo de Taiji con los brazos, está

¿taichi y salud?

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restituyendo el sentido original del arte Taijiquan, en el que la cultura y la marcialidad (wen wu), lo civilizado y lo guerrero van de la mano, sin dicotomías ni oposición.

Sexta meditación Al leer estas páginas se podría suponer que estamos intentando amputar todo sentido marcial para preservar el aspecto curativo de la práctica del Taiji. En realidad, no es así. El Taijiquan nació como un arte marcial, ya sea para defender los apartados templos taoístas, como para proteger los campos de humildes campesinos, o para evitar conflictos dentro de la Ciudad Prohibida. Olvidar esto sería un grave insulto para la memoria de los maestros del pasado. Cada arte es tan bueno como el artista que lo promueve. No hay otra verdad en esto. Si nuestra práctica es sincera y abnegada, si invertimos tiempo en la práctica, en el estudio y la investigación y si conseguimos equilibrar nuestro cuerpo y nuestra mente tanto al practicar Taiji como en la vida cotidiana, habremos conseguido expresar el deseo de los fundadores del método: alcanzar una vida sana y feliz y ser miembros útiles de la sociedad.

Séptima meditación ¿Hay que olvidar el aspecto marcial durante la práctica del Taiji en beneficio de la práctica para la salud?

No. Nunca debería perderse de vista el hecho, a veces apenas visible, de que cada acción del Taijiquan es una técnica de combate. Desde sus inicios, los ideólogos del arte (Wu Yuxiang, Chen Xin, Yang Luchan…) lo han definido como un método de lucha, y durante su vida muchos de ellos se implicaron en causas en las que se vieron obligados a ejercer la violencia para alcanzar un fin. De ello se desprende que los movimientos de las formas de Taiji son puñetazos, llaves, derribos, luxaciones, patadas y barridos. Toda persona que desee profundizar en el Taiji se verá enfrentada, en algún momento dado, a continuar el currículo de su estilo añadiendo el manejo del sable, el palo, la lanza o la espada. ¡Seria difícil negar el origen guerrero del Taiji mientras se empuña una espada de doble filo! Olvidar esto sería como beber agua olvidando la fuente, y es nuestro deber recordar siempre la fuente original de nuestros estilos. Dicho esto, si nuestros movimientos carecen del autocontrol que nos otorga el trabajo de introspección y de mejora del carácter que tradicionalmente se ha asociado al Taijiquan, pueden convertirse en un arma, y debemos ser conscientes de que estamos repitiendo cotidianamente unos gestos destinados a infligir daños, incluso a matar, a nuestros semejantes. En este caso la responsabilidad es exclusivamente nuestra, y tendremos

que cargar con las consecuencias de vivir con ese lastre, que a algunos de nosotros nos inquieta. Por cierto, hay quien dice que el cultivo moral no debería enfatizarse en la práctica personal del Taiji, porque ciertas actitudes éticas básicas deberían venir ya de fábrica. Cierto, en un mundo ideal debería ser así, pero un vistazo superficial a los estadios de fútbol, foros de Internet, institutos de secundaria, colas de la seguridad social o programas de televisión nos convence enseguida de lo contrario. En el tiempo que nos ha tocado vivir, en el que se nos asusta hasta la saciedad con ideas sobre enemigos invisibles, fundamentalismos políticos y religiosos y violencia en las calles, es necesario (al menos en nuestra cotidianeidad personal), recordar siempre que Taijiquan es la combinación perfecta de los polos opuestos yin y yang, y que, por lo tanto, cada gesto de combate debe ir acompañado por un perfecto respeto y amor a la vida y la integridad.

Jordi Vilà i Oliveras es licenciado en MTC, profesor de Xingyiquan y Taijiquan estilos Chen y Wudang. Dirige cursos de formación en Qigong (bioenergética) y es traductor del Yijing, el Libro de los Cambios (Ed. Atalanta 2006). [email protected] www.taijifigueres.com

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Taijiquan es la combinación perfecta de los polos opuestos yin y yang. Por lo tanto, cada gesto de combate debe ir acompañado por un perfecto respeto y amor a la vida y la integridad

taishan el padre de las montañas Pedro Jesús Jiménez

Taishan es una de las cinco principales montañas sagradas que acogieron en la antigüedad a practicantes y peregrinos que acudían a estudiar el cultivo de la vía taoísta. Te proponemos un recorrido por la riqueza real y los mitos de la más famosa y legendaria montaña sagrada de China.

taishan

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E

n muchas culturas las montañas han sido un lugar especial y misterioso en el que se cree que habitaban dioses y seres sobrenaturales, y en las que numerosos practicantes se retiraban para cultivar su desarrollo espiritual. Basta mirar en la tradición griega para recordar el Monte Olimpo desde el que nos observan los dioses; el Monte Sinaí donde Moisés recibió las Tablas de la Ley según la tradición cristiana; el Monte Kailash que para el hinduismo y el budismo representa a Shiva y el ombligo del mundo, o los montes Fujiyama, Hieisan, Koyasan o Yoshino donde los monjes realizan actualmente sus prácticas ascéticas en Japón, por citar sólo a unos pocos. Dentro de la tradición china existen cinco montañas taoístas sagradas que eran objeto de peregrinación y lugar de prácticas de eminentes maestros taoístas: Taishan en la provincia de Shandong, Huashan en la de Shaanxi, Hengshan en la provincia de Hunan, Hengshan en la de Shanxi y Songshan en Henan. Según la mitología china, en el inicio del mundo, el Cielo y la Tierra estaban unidos y mezclados. Entonces nació una primera deidad, Pangu, que fue creciendo dando lugar a la separación del Cielo y la Tierra. A su muerte, su cuerpo se desintegró formando el mundo que conocemos. El sol y la luna

las Cinco Montañas Sagradas”, “Padre de las Montañas” o “Ancestro de las Montañas”. El motivo hay que buscarlo en tres aspectos:

nacieron de sus ojos, los ríos de su sangre, las estrellas de su pelo, etc., y las cinco montañas sagradas: la central de su estómago, la del sur de su brazo izquierdo, la del norte de su brazo derecho, la del oeste de sus pies, y la del este, Taishan, de su cabeza. La denominación de las cinco montañas sagradas hunde sus raíces en la Teoría de los Cinco Agentes, establecida durante el Periodo de Primaveras y Otoños (722-481 a.C.), en la que se propone que el universo está formado por cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. La asociación de estas cinco montañas con

los cinco elementos no sería construida de forma oficial hasta el mandato del emperador Wu Di de la dinastía Han (206 a.C.- 220 d.C.). Taishan es la montaña sagrada que se asoció con el Este y el elemento Madera; Huashan con el Oeste y el elemento Metal; Songshan la montaña del Centro asociada al elemento Tierra; Hengshan (de la provincia de Hunan) con el Sur y el elemento Fuego; y Hengshan con el Norte y el elemento Agua. De estas cinco montañas sagradas, Taishan, es la más famosa en China recibiendo los nombres de “Primera Montaña bajo el Cielo”, “Primera de

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• Sus importantes raíces culturales e históricas que datan del Paleolítico. • Su altura, ya que aunque ocuparía el tercer puesto dentro de las cinco montañas, gracias a que guarda un desnivel de 1.300 metros con respecto a todo lo que le rodea, se muestra como una verdadera torre de observación elevada sobre el resto. • El estar relacionada en la tradición religiosa popular con el lugar donde nacen las almas y a donde regresan cuando mueren. Taishan está ubicada en la provincia de Shandong, en la jurisdicción de la ciudad de Tai´an. Cubre un área de 426 km2 y tiene una altura de 1.525 metros. Además cuenta con 34 templos antiguos, 110 ruinas históricas, más de 1.400 inscripciones sobre piedra y más de 20.000 árboles. Su valor es tan importante que en el año 1982 fue reconocida como un punto escénico importante de China; en el año 1987 fue incluida como Patrimonio Mundial Cultural y Natural

taishan

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por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO y nombrada como una de los 40 principales destinos turísticos en China por la Administración Estatal China en 1992. Desde un punto de vista histórico esta montaña es una auténtica joya, no sólo por los vestigios que dejaron los diferentes emperadores que la visitaron y los más famosos poetas chinos de todos los tiempos, sino también por su valor arqueológico. Parece ser que este lugar fue uno de los núcleos principales donde tuvo lugar el nacimiento de la primitiva civilización china. En la zona han sido

descubiertos, desde los primeros estudios realizados en el año 1907 por los geólogos norteamericanos B. Willis y E. Blackwekler, restos del “hombre de Yiyuan” que se remontan al Paleolítico (unos 400.000 años de antigüedad), y vestigios arqueológicos de 133 tumbas y 2.100 objetos funerarios pertenecientes a las culturas Neolíticas Dawenkou (6.300-4.400 a.C) y de la cultura Longshan (4.400-3.900 a.C.) al norte y al sur de la montaña respectivamente. Según las crónicas, en las dinastías pre-Qin, 72 emperadores ofrecieron en su coronación sacrificios en Taishan en honor al Cielo y la Tierra en un rito que

se conocía en la tradición más antigua bajo el nombre de Fengshan. Entre ellos destacan nombres tan famosos como los de Huang Di, Yan Di, Yao, Shun o Yu. Feng significa construir un altar en la cima de la montaña y ofrecer un sacrificio en honor al Cielo, Shan significa construir un altar en un pequeño montículo a los pies de la montaña y ofrecer un sacrificio en honor a la Tierra, un rito mediante el cual los emperadores agradecían al Cielo y la Tierra su benevolencia y rezaban por la cosecha y la prosperidad de su reino. Pero también a nivel más supersticioso era un rito en

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el que se creía que si el emperador era incapaz de subir a la montaña significaba que tanto el Cielo como la Tierra no apoyaban su figura. Esta tradición que se venía realizando a lo largo de la historia del pueblo chino fue recuperada por emperador Shi Huang de la dinastía Qin en el año 219 a.C. creando un precedente que luego sería repetido entre las dinastías Qin (221 a.C. al 206 d.C.) y Qing (16441911) por otros 12 emperadores: Wudi, Guangwu, Zhangdi y Andi de la dinastía Han; Taiwu y Wiaowen de la Dinastía Wei Norte; Wendi de la dinastía Sui; Gaozong y Xuanzong de la dinastía

taishan

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Tang; Zhenzong de la dinastía Song; y Shenzu y Gaozong de la dinastía Qing. Taishan también es importante en la dinastía Shang (siglo XVI-XI a.C.) ya que el emperador Xiangtu estableció su capital al pie de la montaña, y en la dinastía Zhou (1.100-221 a.C.) porque los dos grandes estados rivales Qi y Lu se establecieron al norte y al sur de la misma. Además, esta montaña está conectada con tres eventos claves de la historia universal: la emergencia del confucianismo, la unificación del país y la aparición de la escritura y la literatura china. Confucio nació muy cerca de Taishan, en la ciudad de Qufu, y en su visita a la montaña afirmó que “tomó conciencia de lo pequeño que era el mundo”, frase que sería recogida en su obra. Además, cuando el maestro estaba a punto de morir pensó en su obra inacabada y en un momento de angustia dijo: “¡Ay! El Monte Tai se de-

rrumba. La viga maestra está corroída. El sabio se va como una flor marchita”. También fue el lugar donde el emperador Shi Huang de la dinastía Qin se desplazó para proclamar en una famosa inscripción la unidad de su imperio dado que era un lugar de culto ancestral en todo el pueblo chino. Un suceso que, por otro lado, también marcó el establecimiento de una nueva caligrafía para el pueblo chino. Por último, se puede destacar que los más importantes pensadores y poetas de las diferentes dinastías chinas como Sima Qian, Li Bai, Du Fu, Cao Zhi, Lu Ji, Xie Lingyun, Liu Yuxi o Su Zhe, la visitaron dejando numerosas inscripciones y poemas en su roca como testigos. De hecho, esta montaña es famosa gracias a la gran colección de inscripciones en piedra que alberga y cuya observación supone disfrutar de un verdadero recorrido

histórico en el que admirar la evolución de la escritura en China. Taishan suma además cuatro importantes atractivos visuales para el peregrino que la visita: un amanecer y un atardecer espectaculares, la contemplación del cinturón de oro que se muestra en las aguas del Río Amarillo y el mar de nubes que llega a crear una verdadera ilusión óptica en la que parece que verdaderamente se está observando la inmensidad desde el cielo. A esto hay que añadir una vegetación que contiene unas 463 especies de plantas medicinales, más de 20.000 árboles de los que 1.800 tienen 100 años de antigüedad y unos 3.300 unos 300 años. De hecho en 1987, 23 árboles fueron añadidos a la lista de Patrimonio Mundial entre los que destacan “los Cipreses de la Dinastía Han” plantados hace 2.100 años por el emperador Wu Di; “los Ár-

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boles Académicos de la Dinastía Tang” plantados hace unos 1.300 años, “El Pino de la Bienvenida al Invitado” de unos 500 años de antigüedad o “el Pino de Quinto Rango” nombrado así por el emperador Shi Huang de la dinastía Qin pero replantado hace 250 años. Según la leyenda, cuando el Emperador Zhenzong volvió de su ascenso a la montaña Taishan para celebrar los sacrificios en honor de la nación, encontró una estatua de jade de una joven que sobresalía de la poza donde se había lavado las manos. Este pensó que debía ser la hermana del dios de Taishan que quería hacerse notar por algo, y ordenó construir este monasterio para ella. Bixia significa “Nubes Azules” y es protectora de las mujeres y niños y se la conoce popularmente como Taishan Niangniang o “Diosa del Monte Taishan”. Sin embargo, hay otra leyenda que cuenta cómo en Taishan vivió un

taishan

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animal muy especial, una zorra que al llevar una vida estrictamente taoísta, se transformó en una diosa, Bixia o la “Princesa de las Nubes Azules”. Allí vivió feliz hasta que un día llegó un monje budista que se enamoró del lugar y la quiso echar. Bixia se negó y fue el monje el que tuvo que huir al no poder echarla de allí. Las leyendas chinas contienen multitud de historias que hacen alusión a los espíritus-zorra en las que éstos, al adoptar la forma humana, seducían a las mujeres para absorber su energía yin y a los hombres su energía yang. Pero los zorros no son forzosamente espíritus malignos, a veces se muestran como bellas jóvenes que hacen el papel de un hada benéfica que lleva paz y prosperidad a las familias, como en el caso de Bixia, una diosa que ayuda a proteger a la familia y los embarazos. Subiendo hacia la cima de Taishan, nos encontramos en primer lugar con la colección de inscripciones en piedra más espectacular de la montaña donde podemos observar caligrafías de la dinastía Tang, Song, Ming y Qing. De todas ellas, la Inscripción en memoria del Monte Tai realizada por el emperador Xuanzong de la dinastía Tang en el año 725 es la que goza de mayor fama. Una inscripción de 13,3 metros de altura y 3,3 metros de anchura formada por mil caracteres que muestran

la maestría y la elegancia de la escritura alcanzada en la dinastía Tang. En la cima de Taishan, llamada Pico del Pilar Celeste (Tianzhufeng), se encuentra el templo Yuhuang o “Templo del Emperador de Jade”, en cuyo interior, en el centro del patio, hay una antigua plataforma que sirvió de altar para hacer las ofrendas al cielo coronada por una piedra con el antiguo símbolo taoísta que representa la montaña Taishan y donde aparece inscrita la altura de 1.545 metros. Este templo también recibe el nombre de Palacio Imperial del Monte Tai, ya que guarda en su salón principal, la estatua del Emperador de Jade, y en él aparece escrito: “Ofendas de fuego y oración por el dios para que proteja la nación”. En la tradición china se consideraba que había un soberano supremo del cielo que dominaba a toda la jerarquía de deidades celestes: el Soberano de lo Alto, adaptado en el formato taoísta al nombre de “Venerable celeste Augusto de Jade”. Era a esta figura a la que se hacían los sacrificios y honores. Pero la figura de Supremo Emperador Augusto de Jade con el que se asocia el templo, es un título inventado en el año 1008 por el emperador Zhenzhong con fines políticos para dar credibilidad a su dinastía. Este emperador aconsejado por su ministro Wang Ching-chiao, generó el mito de que tenía comunicación directa con el cielo para dirigir su

mandato, y para afianzar su posición tenía que ir al Monte Tai y celebrar el rito del Fengshan, que hacía 400 años que ya no se celebraba. La pintura mural del Templo Daimiao en los pies de la montaña representa el viaje de este emperador para rendir los honores a la deidad del Supremo Emperador Augusto de Jade con estos fines. En la tradición china, la fecha más señalada para visitar Taishan corresponde al noveno día del noveno mes lunar, cuando se celebra el “Festival del Doble Nueve”.

Bibliografía

• García-Noblejas, G. (2004). Mitología Clásica China. Barcelona: Trotta. • Gómez, J. (1985). Tai-shan. El Monte Santo de China. Madrid: Orbis y Montena-Mondibérica. • Shui, Liu and col. (2001). Mt. Taishan. Beijing: Foreing Languages Press. • UNESCO (2004). Mount Tai. Beijing: World Cultural Natural Heritage. • Yangzheng, Li. (2009). History of Chinese Taoism. Beijing: Foreing Languages Press.

Pedro Jesús Jiménez Martín es doctor en Ciencias de la Actividad Física del Deporte (INEF) y practicante de Taichi estilo Chen. [email protected]

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libros El MISTERIOSO PODER DEL XING YI QUAN

Cheong Shing Tang Editorial: Alas Año: 2010 17 x 23,5 cm 248 páginas Precio: 25.50€ ISBN: 978-84-203-0492-2

En esta obra, el autor muestra las teorías propias del estilo Xing Yi Quan que ayudarán al lector a profundizar en las artes marciales internas y a mejorar su combate siguiendo los principios de los estilos internos. El Xing Yi Quan es un arte marcial muy agresivo y famoso por sus ataques lineales y de avance rápido. Se basa principalmente en el puño de los cinco elementos y las formas de los doce animales, y en numerosas teorías tradicionales chinas. A través de este libro el lector podrá adentrarse en las raíces de la cultura tradicional china, sus leyendas, sus

sistemas de entrenamiento, en el manejo de las armas y sus aplicaciones, en la forma de generar la energía Qi y la fuerza y también en cómo proyectarla hacia el exterior. Ilustrado con cerca de 1.000 fotografías, es sin duda una obra esencial para todos los practicantes de artes marciales internas y externas, puesto que podrán profundizar sobre los conceptos y formas de entrenamiento del sistema. A través de sus páginas se desgranan los puntos clave del método Seis Armonías Xing Yi, se explican sus bases: Los Cuatro Pilares, La postura Santi Shi, etc.; se

explica El Puño de los Cinco Elementos, se muestran Los Doce Animales, y diversas formas de entrenamiento de dos personas y el manejo de algunas armas. El autor es reconocido y respetado en la comunidad de las artes marciales de Hong Kong, principalmente, por su profundo conocimiento en el sistema Gao de Bagua Zhang, Tai Ji Quan, Xing Yi Quan e Yiquan. Tal como él mismo destaca en esta obra: “Xing Yi Quan es una antigua forma de boxeo chino de ataque y defensa que se ha ido transmitiendo de generación en generación”. “Se

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ha desarrollado a partir de simples movimientos hasta convertirse en un elaborado y letal arte marcial interno, que tiene beneficios muy valiosos sobre la salud física y mental”. Señalar por último que la traducción llevada a cabo por Sebastián González supone una garantía en cuanto a la fidelidad e integridad de los conceptos y teorías plasmados en este trabajo. Jordi Sala

libros

tai chi chuan • nº 22 • invierno 2010

la suavidad frente a la fuerza; la calma

LIE-TSE. Una guía taoísta sobre el arte de vivir

emocional y la serenidad mental; la reflexión sobre las cosas que merece la

Versión de Eva Wong

pena perseguir en la vida; la superación de la ignorancia; el cuestionamiento de

Editorial: Edaf 18 x 11 cm. 330 páginas Precio: 14€ ISBN: 978-844-141-716-8

nuestros paradigmas; e incluso cómo

Chi Kung Avanzado, Inversión en salud Marc Boillat de Corgemont Editorial: Alas, Barcelona Páginas: 216 Precio: 17,00€ Año: 2010 ISBN: 978-84-203-0494-6

los que siguen las enseñanzas y prácticas taoístas pueden sentirse raros porque no siguen el discurso social. Personalmente, considero que para

Resulta muy atractivo utilizar la sabi-

Muchos de estos cuentos han sido

entender mejor la obra sería interesan-

duría de los cuentos como instrumen-

utilizados por muchos autores en sus

te empezar por la última parte, “Ex-

to de transmisión de conocimiento.

propios libros sobre cuentos, aunque

plicación de las coincidencias”, donde

Un cuento activa la parte más ances-

también es verdad que muchos de

profundiza con gran elegancia en la

tral de nuestro cerebro y nos conecta

ellos no han citado la fuente origi-

ley de la causalidad. Afirmo esto por-

con el subconsciente más eficazmen-

nal de dónde los han recogido. En el

que en muchos momentos, parece que

te que un simple discurso. El Lie Tse,

mundo de las artes marciales ocurre

la obra hace una crítica muy severa a

que representa junto al Tao Te King

algo parecido al encontrar cómo co-

las metas e ideales sociales modernos.

y el Chuang Tse el tercer pilar básico

pian muchas de sus historias bajo la

Esta visión se matiza cuando se filtran

que recoge las enseñanzas más an-

denominación de “cuentos zen” ha-

las lecturas bajo la idea de la causa-

tiguas de la esencia del taoísmo, es

ciendo adaptaciones de los persona-

efecto que propone este capítulo.

una obra que se desarrolla en forma

jes, contextos e incluso las soluciones

El Lie Tse es un libro directo, senci-

de cuentos y fábulas.

a los dilemas o enseñanzas planteadas

llo y cercano para disfrutarlo en silencio

sin hacer honor a sus orígenes.

y para compartirlo con los compañeros

En esta traducción de Eva Wong aparece una introducción brillante en la que

La obra está estructurada en ocho

de prácticas. Un libro que nos lleva a las

explica que el Lie Tse muestra el camino

partes a través de las cuales nos va a

fronteras familiares de lo establecido en

hacia la iluminación y los principales pro-

mostrar las enseñanzas de la no-acción

nuestro pensamiento para intuir otros

blemas a los que todos debemos enfren-

como camino; el trabajo interno fren-

principios, otras verdades, otras formas

tarnos en el camino, frente a la mirada de

te al simple entrenamiento del cuerpo;

de ver la vida.

alguien ya iluminado recogida en el Tao

la superación del ego; la enseñanza

Te King, y de cómo es la mente de un

sin palabras; el seguimiento frente al

Pedro Jesús Jiménez Martín

iluminado, como muestra el Chuang Tse.

enfrentamiento; la pureza de espíritu;

[email protected]

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Qi Gong de la tierra para mujeres. Tina Chunna Zhang Editorial: Tutor, Madrid Páginas: 142 Precio: 15,00€ Año: 2010 ISBN: 978-84-7902-809-1

Teoría y práctica del Taiji Qigong Chris Jarmey Editorial: Paidotribo, Barcelona Páginas: 202 Precio: 18,00€ Año: 2010 ISBN: 978-84-9910-037-1

Unidades didácticas de Tai Chi. Condición física fácil y saludable José Ricardo Soto Caride Editorial: Alas, Barcelona Páginas: 166 Precio: 20,00€ Año: 2010 ISBN: 978-84-203-0461-8

Internet Raúl Fernández [email protected]

Escuelas y Asociaciones El Tao en Barcelona http://www.taobcn.es/ Centro Pedagógico de Tai Chi Chuan http://cptaichi.wordpress.com/ Wubaomen Qigong http://wubaomen.net/

Vamos a ver, no le hagáis ni caso a mi personalidad pesimista que os hablará en la sección siguiente de forma tan oscura. Fiesta y alegría, hombre, por lo que hemos disfrutado y

lo bien que lo hemos pasado a lo largo de este periplo periodístico. Y es que como diría mi amado Benedetti en su Rincón de Haikus: Después de todo La muerte es solo un síntoma De que hubo vida

Esa vida es la que os hemos intentado transmitir desde el número 1, a veces en clave de humor, a veces de forma más filosófica o académica, pero, en cualquier caso, vida, energía, luz, que es lo que realmente nos mueve y nos anima. Y de eso trata concretamente la página “Aspecto más joven. Vida más larga. - El Tao

el lado oscuro del taijiquan

Unas buenas razones para no practicar Tai Chi http://lalinternadediogenes.wordpress.com/2010/05/15/ unas-buenas-razones-para-no-practicar-tai-chi/

Crítica Abierta en torno a la Práctica del Tai Chi en España http://mitaichi.blogspot.com/2008/11/ crtica-abierta-en-torno-la-prctica-del.html

Tai Chi, Aprende el arte marcial china de la mano de Darth Vader http://www.dotpod.com.ar/2010/09/07/ star-wars-tai-chi-aprende-el-arte-marcial-china-de-la-mano-de-darth-vader/

en Barcelona”, centrada en este grupo barcelonés inmerso en el sistema del Tao Universal de Mantak Chia y que prometen revelarnos en sus cursos y talleres los milenarios secretos taoístas de la salud, la longevidad y la juventud, algo que a algunos, después de intensas y numerosas primaveras vividas, no nos vendría nada mal retomar. Desde Venezuela nos llega la página del Centro Pedagógico de Tai Chi Chuan, cuyo lema es “Transmitimos vida a través del conocimiento” y, según sus propias palabras, “adquirir conocimiento, leer, investigar, tener contacto con los Maestros Tradicionales, y luego, practicar constantemente hasta darle

Pero bueno, ¡qué gallinero es éste, con tantas personalidades pululando por ahí!. Aquí la única personalidad que cuenta, la única y verdadera, es la mía, la personalidad del Lado Oscuro de la Fuerza… ¡Caos y confusión, gresca y alboroto, desinformación y critiqueo, son mi alimento principal! Si no me creen, vean, vean, aquí les muestro este artículo, en clave de humor, en el que se nos dan “unas buenas razones para no practicar Tai Chi”. ¡Qué razón tiene este señor, con la de cosas que hay que hacer en la vida! La verdad es que nos hemos reído mucho leyéndolo, sobre todo algunas partes como: “Consabido es que el Tai Chi lo suelen practicar personas ancianas y enfermas. Puede haber por tanto, riesgo de contagio.” O también: “El Tai Chi es para perdedores; hubo incluso un maestro de Tai Chi que aconsejaba invertir en pérdidas. Este es el tipo de mentalidad que ha provocado la crisis económica actual”. Sin embargo, ¡El Tai Chi pretende ser bueno para la salud!”.

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“vida” a dicha teoría”. A destacar los artículos “Song Kai: El Paradigma del Tai Chi”, “Mirando a través del lente de la ciencia a las Diez Esenciales del Tai Chi Chuan” y “Descifrando el Empuje de Manos”. Acabamos con la web dedicada al Wubaomen Qigong, centrada específicamente en este sistema de Qi Gong creado por Sun Haiyun, y en el que se afirma que: “Hay posibilidad de curar todo tipo de enfermedades a excepción de las congénitas”. Ni que decir tiene que aquí nadie regala nada, y en lo que a la salud respecta menos, hay que trabajársela día a día, si es que en verdad queremos avanzar.

Desde el blog “Mi Taichi”, que ya comentó una de mis personalidades optimistas (¿o era la pesimista?) al principio de esta sección, se hace una crítica de una serie de tópicos que están incrustados en ciertos sectores de nuestra sociedad actual. Las respuestas a cuestiones como “¿Por qué practicar el Tai Chi dentro de un gimnasio, entre cuatro paredes?”, “¿cómo es posible progresar en la práctica del Tai Chi yendo al gimnasio dos, con suerte tres, veces a la semana?” y “¿por qué vestirse con el traje de Tai Chi para practicarlo?” desmontan estos tópicos y nos muestran otra forma de pensar, bastante lógica y con sentido común (el menos común de los sentidos). En fin, que lo miremos como lo miremos, todo nos lleva al mismo sitio, al Lado Oscuro de la Fuerza. Si no que se lo digan a mi mentor, el Maestro Darth Vader, que con tanta gracia y agilidad nos deleita en el video que os proponemos, con la forma de Tai Chi de espada (en este caso, láser) de 42 movimientos. Y sin quitarse el casco. No me gustaría recibir un fajin de este señor…

internet

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Todos los videos del mundo

La blogosfera taichichuanera

Llegamos al fin. Después de tanto lío con mis personalidades, dejemos que las aguas se calmen, y desde allí observemos ecuánimemente con el prístino ojo interior, abandonémonos en el proceso de individuación junguiano y que emerja el verdadero yo... Ah, perdón, los videos:

Mi Tai Chi http://mitaichi.blogspot.com/ Qigong - El Camino Interior http://cultivarnos.blogspot.com/

Empuje de manos de la escuela de Cheng Man Ching http://www.youtube.com/watch?v=1roStUDVzv0

Todo Tai Chi http://todotai.blogspot.com/

Nos gusta empezar siempre con algún clásico, así que aquí tenéis a varios de ellos, Cheng Man Ching, Stan Israel, etc., a mediados de los 60 en su famoso estudio de New York, practicando un poco de empuje de manos. Exhibición del fajin de Chen Xiaowang http://www.youtube.com/watch?v=zxxebP0u31g

Bueno, bueno, bueno, como diría el gran Héctor Lavoe, “todo tiene su final”, así que aquí estamos, pese a que las cosas parecen eternas cuando las comenzamos, no hay nada fuera del cíclico Tao, y nosotros no vamos a ser menos. Después de tanto tiempo publicando estas columnas tan interesantes que me han catapultado a la fama literaria, años de rechazar jugosas ofertas de las revistas de la competencia, cientos de jamones de bellota recibidos para publicar la web de tal o cual grupo, miles de proposiciones matrimoniales de fans enloquecidas… En fin, todo se acaba, el futuro se vuelve negro y mi buzón deja de recibir propuestas sugerentes... ¡Ay qué penita más grande! Y pena también por el cierre del blog “Mi Tai Chi”, que pese a que ha discontinuado su actividad recientemente, pensamos que tiene que estar presente en estas vuestras páginas por lo interesante de sus entradas,

Ya decíamos antes que no nos gustaría que Mr. Vader nos deleitara con una somanta de fajines, pero Chen Xiaowang tampoco se queda corto. No he contado todos los que lanza en este video, pero tiene repertorio para dar y tomar.

como por ejemplo: “De aprendices, novatos y maestros”, “De lo concreto a lo abstracto” y “¿El Tai Chi se olvida?”, enfocados en la enseñanza y el aprendizaje de nuestro arte marcial favorito. Y cómo olvidarnos de nuestro compañero Horacio Di Renzo, tan lejos allá en el Hemisferio Sur, separados por los océanos insondables, pero tan cerca gracias a la magia de Internet, que nos propone en su blog “Qigong - El Camino Interior” diversos ejercicios, prácticas, consejos, etc., desde su dilatado y experimentado trayecto vital. Acabamos con el blog “Todo Tai Chi”, en el que podemos explorar entradas tan sugerentes como “Entrenamiento de la fuerza en espiral por secciones”, “Cuando decidimos ser profesores...” y “Chi Kung como método de curación” que, cuando menos, nos harán reflexionar sobre nuestra práctica diaria. Ahí es nada.

Entrevista a Ma Yueh Liang http://www.youtube.com/watch?v=qaYrNNkeyq8

En el siguiente video asistiremos a una corta entrevista con Ma Yueh Liang, casi en el final de su vida, y una serie de imágenes interesantes practicando empuje de manos, la forma del estilo Wu, etc. El primer estilo Wu http://www.youtube.com/watch?v=yDaV9C0ERP8

Seguimos con el estilo Wu, en este caso un video muy antiguo del año 1937 en el que se nos muestran algunas peculiaridades de este estilo. Transmisión de Qi http://www.youtube.com/watch?v=3F3ovb2kZ9Q

Acabamos ya. Y lo hacemos con unas cuantas demostraciones de transmisión de Qi. Que las disfrutéis. Adiós a todos, sufridos lectores, os extrañaré; y adiós, Espantapájaros, a ti te echaré de menos más que a nadie.

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Glosario

Bagua zhang (Pakua chang) - Palma de los ocho trigramas. Arte marcial interno de claras raíces taoístas. Su creación se atribuye a Dong Haichuan. Su particularidad más evidente es su desplazamiento circular (se camina simbólicamente sobre los ocho trigramas del Yijing), los golpes con la palma y la posición espiral de todo el cuerpo durante las acciones.

Baishi - Ceremonia por la que un maestro nombra oficialmente a un discípulo.

Chan si gong (Ch`an ssu kung, Chanse Kung) - Devanar un hilo de seda. Serie de ejercicios cuyo objetivo es aprender a generar Chan si jin, energía espiral. Fueron desarrollados esencialmente por la familia Chen.

Chan si jin (Ch`an ssu chin, Chanse Chin) Energía de enrollar seda. Principio fundamental del Taijiquan. Consiste en la movilización de todo el cuerpo utilizando un movimiento espiral que conecte todas sus partes.

Este glosario es elaborado por la redacción y colaboradores de TAI CHI CHUAN, y los caracteres chinos tradicionales y simplificados aparecen gracias a la colaboración de Eduardo Escudero. En esta sección se incluyen sólo los términos que aparecen en cada número, pero el glosario completo se encuentra a vuestra disposición en: http://www.taichichuan.com.es/glosario

Chen, estilo - Según las teorías dominantes, el estilo más antiguo de Taijiquan, basado en la investigación de Chen Wangting (c.1600-1680) que desarrolló un arte marcial inspirado en diferentes estilos de lucha. Fue creado en la aldea de Chenjiagou, distrito de Wen, provincia de Henan. Sus características principales son el estudio exhaustivo de la energía de enrollar seda (Chan si jin), un trabajo de posiciones riguroso y la unión de movimientos lentos y rápidos en armonía. Chi Kung (ver Qigong)

Dantian (Tan t`ien, Tantien) - Estructura grande. Una de las principales ramas del Taijiquan estilo Chen. También se da este nombre a la creada por Yang Chengfu en el estilo Yang.

Dantian (Tan t`ien, Tantien) - Campo del elixir alquímico (o Campo de cinabrio). Según la alquimia taoísta se considera que en el cuerpo humano la energía se acumula y filtra en tres centros vitales mayores, llamados dantian. De acuerdo con la tradi-

ción alquímica china, la energía vital va transmutándose y purificándose a medida que va pasando por estos «campos». En general, cuando en Taijiquan hablamos de dantian, nos referimos al situado en el vientre (inferior o medio, dependiendo de las escuelas). Dao (ver Tao)

Dao de jing (Tao te ching) - Clásico del Dao y el De. Este clásico filosófico se atribuye a Lao Zi, en el siglo III o IV a.C. Se considera una de las tres obras capitales de la filosofía taoísta, y es la más críptica de todas. En ella se describe el significado de fundirse con el Tao y llenarse con el hálito indiferenciado del orígen.

De (Te). En el contexto del Dao de jing, es la forma especial que tiene del Dao de manifestarse en cada cosa, en cada ser: es su naturaleza, lo que hace que algo sea lo que es y no otra cosa.

Du mai - Vaso Gobernador (o Canal de Control). Uno de los Ocho Meridianos Curiosos, de gran importancia

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en el taoísmo.  Está relacionado con todos los meridianos yang. Su trayecto comienza en el cóccix y asciende por el canal medular, entra de nuevo por la nuca, emerge de nuevo en la cima de la cabeza y desciende por el centro de la frente hasta el frenillo del labio superior. Du mai es uno de los dos meridianos que participan en la Órbita microcósmica.

Forma, también llamada a veces rutina o secuencia. Serie de movimientos encadenados con un significado marcial en la que se integran todos los principios del Taijiquan uniéndolos en un movimiento continuo. En ocasiones el término «formas» se utiliza para referirse a los movimientos por separado y no al completo de la serie (por ejemplo, «Taijiquan de 48 formas»).

Empuje de manos (ver Tui shou)

Er Lu - Segunda forma tradicional del estilo Chen, probablemente relacionada con el estilo de lucha practicado originalmente en el pueblo de Chenjiagou antes de la llegada del Taijiquan. Contiene muchos movimientos de fajin, su ritmo es rápido y potente y las manos conducen el cuerpo. También llamada Pao chui, o “puño de cañón”.

Fajin (Fachin) - Emisión de energía. Proyección súbita y explosiva de la energía Jin. Todos los estilos trabajan esta exteriorización de energía, pero el estilo Chen es el que lo hace de manera más sistemática en sus formas.

Gongfu (Kungfu). Técnica llevada a la maestría gracias al tiempo y el esfuerzo. Alto nivel de habilidad en un campo concreto. No define genéricamente a las artes marciales. I Ching (Ver Yi Jing)

Ji ben gong (Chi pen kung). Ejercicios básicos dentro de una metodología, diseñados para enseñar las bases de un estilo, técnica, ejercicio, etc.

Jin (Chin) - Fuerza interna. La potencia desarrollada mediante la práctica correcta, que se diferencia de la fuerza muscular (li) en que puede refinarse

glosario

tai chi chuan • nº 22 • invierno 2010

y desarrollarse independientemente de las facultades físicas del prac­ ticante. Tradicionalmente se dice que cuan­do un golpe de Taiji quan reúne fuerza, utilización adecuada de la estructura corporal, intención, energía y espíritu, es un golpe con jin, con energía.

Kai he - Abrir y cerrar. Una de las dualidades que se trabajan en el Taijiquan. Se puede aplicar a diferentes partes del cuerpo o al unísono en su totalidad.

Kua - Articulación de la cadera. En su acepción general incluye la zona inguinal y la cabeza del fémur. Es un área importante en el Taijiquan, que permite la correcta colocación de la postura. En el plano energético, permite la conexión entre el dantian y el resto del cuerpo. Kung fu (ver Gongfu)

Lao jia (Lao Chia) - Estructura antigua. Una de las principales ramas del Taijiquan estilo Chen. Consta de dos formas de mano vacía, Yi lu y Er lu. En la primera dominan los movimientos lentos y suaves, y la cintura guía el movimiento de los brazos; en la segunda dominan los movimientos veloces y explosivos, y los brazos guían el movimiento de la cintura. Er lu también se conoce como Pao chui o “puño de cañón”.

Neijin. Fuerza interna.

Paochui (P`ao Ch`ui). Puño de cañón. (Ver Er Lu)

Peng (P`eng). Una de las Ocho Fuerzas. Fuerza básica del Taijiquan de traducción casi imposible. Con un efecto parecido al de un gas a presión, debe llenar nuestro cuerpo otorgándonos una cualidad «neumática» como la de un balón hinchado o un muelle. En caso de manifestarse lo hace expandiendo nuestro cuerpo o haciendo rebotar una fuerza que nos alcanza. Peng debe estar presente en cada acción que realicemos y en cada parte de nuestro cuerpo. Su trigrama es Kan (Agua) y su trabajo correcto aumenta la energía de los riñones.

Qi (Chi) - Energía vital, relacionada tanto con el aire que respiramos como con los principios inmediatos de la alimentación. También puede significar «aliento» y simplemente «aire».

Qigong (Ch`i Kung, Chi Kung). Tipo de ejercicios cuyo objetivo es fomentar la calidad del Qi de la persona. Se conocen más de mil sistemas diferentes, y se suelen englobar en cinco escuelas principales: confuciana, taoísta, budista, marcial y terapéutica, aunque las combinaciones entre ellas son innumerables.

Ren mai - Vaso Concepción (o Canal de función). Uno de los Ocho Meridianos Curiosos, que funciona como depósito y regulador del aliento yin. Su trayecto comienza en el centro de perineo, según unas fuentes y en el centro del útero según otras. Asciende por la línea media delantera del cuerpo hasta el ombligo, por donde emerge a la superficie, y continúa subiendo hasta la laringe y la boca, donde se divide en dos ramas que

van hasta los ojos.  Es uno de los dos meridianos que intervienen en la Órbita microcósmica. Tai Chi Chuan (ver Taijiquan)

Taijiquan (T`ai Chi Ch`üan, Tai Chi Chuan). Arte marcial chino inspirado en el diagrama del Taiji (Polaridad Suprema). Es el más popular de los denominados «estilos internos» (Nei jia) del conjunto del Wushu chino. Su teoría comprende la tradición marcial, la filosofía china, la energética taoísta y los fundamentos de la medicina tradicional china. Entre sus características técnicas podemos citar el énfasis que pone en el control del adversario mediante movimientos de la cintura y la cadera, la adherencia y el uso de diferentes fuerzas (jin). En la actualidad el término comprende tanto el arte marcial tradicional como el ejercicio para la salud y el deporte de competición basados en él.

Tao (en pinyin, Dao). «El tao que puede nombrarse no es el tao verdadero», dice Lao Zi. Se ha traducido como «camino» o «vía» y también como «fuente creativa» u «origen».

Taolu (ver Forma)

Ting jin (T`ing chin) - Fuerza de escucha. En Tuishou es la capacidad de percibir los movimientos del cuerpo entero del compañero a través del punto de contacto que mantenemos con él. Bien desarrollada, permite adivinar la intención del otro antes de que se concrete en un movimiento, pudiendo anticipar su ataque.

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Tuishou (T`ui Shou) - Empuje de manos. Es un tipo de entrenamiento esencial en Taijiquan y otras artes marciales internas que se practica entre dos personas. Su objetivo es desarrollar cualidades como la escucha, la adherencia, la suavidad, la fuerza de peng, la sensibilidad, etc. Es un trabajo que permite poner a prueba el avance en la práctica al tiempo que prepara al practicante para aplicar los principios del Taiji al combate. Existen las variedades de una y dos manos, con pies fijos y con desplazamientos, en secuencias preestablecidas o libre.

Wu ji (Wu chi) - El vacío. Literalmente «Sin extremos». Representa la concepción taoísta del origen del universo como mundo materializado. El Wu ji comprende todas las potencialidades absolutas. El término recoge un estado indiferenciado, sin separación, ni extremos, sin finales, donde no existen ni yin ni yang. La mente se encuentra en un estado neutro en el que no existe el pensamiento.

Wu wei - Principio de la «no acción» en el sentido de no forzar, de seguir la corriente del Tao.

Xiao jia (Hsiao Chia) - Estructura pequeña. Una de las principales ramas del Taijiquan estilo Chen, de movimientos más pequeños y cerrados.

Xin jia (Hsin Chia) - Estructura nueva. Una de las principales ramas del Taijiquan estilo Chen.

Xingyi Quan (Hsing I Ch`uan) - Boxeo de la forma y la intención. Arte marcial interno basado en la aplicación de la teoría de los Cinco Elementos y las técnicas de imitación de los Doce Animales. Se practica con mucha potencia, pero no se basa en la fuerza muscular, sino en el uso explosivo de la fuerza interna (jin). En combate, su objetivo es destruir completamente la guardia del adversario atacando su línea central con avances y golpes directos, muy potentes, y usando todo el cuerpo al atacar.

Yi Jing (I Ching) - Libro de los Cambios. Es el más importante de los clásicos confucianos. Originalmente fue utilizado por la nobleza china como manual de adivinación, y con el tiempo llegó a ser considerado una guía práctica para comprender los cambios y las transformaciones de la vida, el mundo y la naturaleza. El núcleo del libro es una serie de sesenta y cuatro figuras llamadas hexagramas, que se forman al combinar ocho figuras compuestas por tres líneas cada una. Cada línea puede ser entera (yang, firme) o partida (yin, flexible). Unos breves textos acompañan a cada una de las figuras a modo de aforismos que evidencian las preocupaciones, intereses y actividades comunes a toda la raza humana. El Yijing ha otorgado a gran parte de las artes marciales chinas su núcleo teórico. De hecho es en esta obra donde aparece por primera vez el término Taiji (Polo Supremo).

Yi lu - (ver Laojia)

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