Sugerencias de literatura infantil y juvenil (Navidad 2011)

Sugerencias de literatura infantil y juvenil (Navidad 2011) LUIS DANIEL GONZÁLEZ | 21 DICIEMBRE 2011 Ofrecemos unas sugerencias de libros para niños ...
6 downloads 0 Views 42KB Size
Sugerencias de literatura infantil y juvenil (Navidad 2011) LUIS DANIEL GONZÁLEZ | 21 DICIEMBRE 2011

Ofrecemos unas sugerencias de libros para niños y jóvenes publicados en los últimos meses, que pueden dar ideas para regalos. Completa la selección1 correspondiente al primer semestre de 2011 que hicimos el pasado verano.



Álbumes para prelectores



Álbumes para primeros lectores



Álbumes para lectores de mayor edad



Álbumes informativos



Libros infantiles



Libros juveniles ::Álbumes para prelectores::

Chris Haughton, Un poco perdido (A Bit Lost, 2009). Santander: Milrazones - Pepa Montano, 2011; 32 pp.; trad. de Jesús Ortiz; ISBN: 978-84-937552-9-4. Un pequeño búho se cae de su árbol por la noche y se desorienta. Una amable ardilla, muy segura de sí misma, se ofrece a llevarle junto a su madre. Pero, a partir de las indicaciones del buhito, le lleva junto a un animal grande, luego junto a un animal de orejas puntiagudas y, al fin, junto a un animal de ojos grandes, la rana, que sí que sabe orientar al búho perdido. Magnífico álbum, que trata de la inquietud del niño cuando pierde a su madre de forma sencilla, divertida y reconfortante. El texto es apropiado para la lectura en voz alta. La composición de cada escena, en colores como terrosos, está cuidada y la secuencia de imágenes es perfecta. Frank Asch, Feliz cumpleaños, luna (Happy Birthday, Moon, 1982). Barcelona: Corimbo, 2011; 30 pp.; trad. de Macarena Salas; ISBN: 978-84-8470-411-9. Álbum que pertenece a una serie muy popular cuyo protagonista es Moonbear, un osito bondadoso. En esta historia desea regalarle algo a la luna por su cumpleaños por lo que acude a preguntarle qué le gustaría. De la conversación deduce que le gustaría un sombrero y le compra uno. Para su sorpresa, la luna le hace a él otro regalo. El relato rezuma calidez. Queda resaltada la bondad ingenua y amable del osito: sus deseos de hacer feliz a la luna y su agradecimiento por sentirse correspondido. Es una de esas minihistorias que reflejan e inculcan emociones básicas. Tad Hills, Roc aprende a leer (How Rocket Learned to Read, 2010). Barcelona: Juventud, 2011; 34 pp.; trad. de Élodie Bourgeois; ISBN: 84-261-3828-6. Roc, un perro al que le gusta jugar, encuentra un pequeño canario que se propone enseñarle a leer. Roc se resiste pero el canario es insistente y un día lee en voz alta la historia de Buster, un perro, y se para cuando señala que cavó «y notó algo conocido». Roc espera pero el canario no dice más y se marcha. Y al día siguiente... Álbum que habla del descubrimiento del alfabeto y de la lectura. Sin duda el autor sabe llegar al corazón de sus lectores (y no sólo al de los niños) con sus figuras supertiernas. Además, compone bien el álbum y perfila con acierto los modos de ser de Roc y del incansable canario. Peter Schössow, Mi primer coche era rojo (Mein erstes Auto war rot, 2010). Barcelona: Juventud, 2011; 40 pp.; trad. de Christiane Reyes; ISBN: 978-84-261-3810-1. El narrador recuerda que, cuando su abuelo le regaló un coche a pedales, lo preparó a conciencia, y luego, acompañado de un hermanito pequeño que lo presenció todo con curiosidad, emprende un accidentado recorrido por los alrededores. El tono, tanto del texto como de las imágenes, es amable, levemente bromista, y refleja bien el entusiasmo de un niño

cuando desea algo. Resulta estupenda la intervención del hermanito pequeño: el lector podría esperar que fuese un incordio para el mayor pero no es así en absoluto. ::Álbumes para primeros lectores::

Sven Nordqvist, Cuando Findus era pequeño y desapareció (När Findus var liten och försvann, 2001). Barcelona: Flamboyant, 2010; 28 pp.; trad. de Amanda Eda Monjonell y Dea Marie Mansten; ISBN: 978-84-937825-2-8. Relato que forma parte de una serie de libros con iguales protagonistas. El viejo Pettson recuerda cuando vivía solo y cuando su vecina le trajo al gato Findus para que le hiciera compañía: cómo su vida se volvió más alegre y cómo, un día, Findus desapareció. Las ilustraciones de Nordqvist se caracterizan por contener multitud de detalles y porque, al margen del hilo principal, se muestran escenas secundarias que protagonizan el mismo Findus y otros personajes que no se mencionan en el texto. El relato es divertido y tiene un desenlace satisfactorio. Lane Smith, ¡Es un libro! (It’s a Book, 2010). Barcelona: Océano Travesía, 2010; 30 pp.; trad. de Sandra Sepúlveda Martín; ISBN: 978-84-494-4202-5. Los personajes son un asno hiperactivo, un pequeño ratón, y un mono grande y paciente. Cuando el mono está leyendo, el asno le pregunta «¿qué tienes ahí?», y el mono le responde «Es un libro». Pero el asno no se conforma y pregunta y repregunta pues no comprende cómo puede funcionar el libro, sin teclado, sin poder enviar mensajes, sin ajustarse a la página, sin wi-fi, sin contraseña, etc. El mono al fin le deja el libro y el asno aprende, un poco, la fascinación de la lectura. Son graciosas las figuras del mono y el asno, y las escenas en las que dialogan los dos. El pequeño ratón asiente a lo que dice su amigo el mono y tiene una intervención final memorable. Axel Scheffler, ¡Cómo mola tu escoba! (Room on the Broom, 2001). Texto de Julia Donaldson. Madrid: MacMillan, 2011; 28 pp.; trad. de Ignacio Sanz y Paz Barroso; ISBN: 978-84-7942-823-5. A una bruja que vuela con su gata se le cae el gorro y lo recupera con ayuda de un perro que le pide, a cambio, viajar en su escoba. Luego se le cae un lazo que le sujeta la trenza, y esta vez es un loro el que le ayuda y también se monta en la escoba. Luego es la varita y una rana. Más tarde la escoba se rompe y caen todos en una ciénaga donde les espera un dragón… Historia graciosa, en verso, con una narración que desborda simpatía, en su texto, en las figuras y actitudes de los personajes, y en el desenlace. Éric Battut, Todos menos uno (Ce petit pois-là, 2010). Barcelona: Libros del Zorro Rojo, 2011; 26 pp.; trad. de Roser Vilagrassa; ISBN: 978-84-92412-84-6. Un guisante no quiere ser como los demás guisantes de su planta. Así que se marcha y, mientras está pensando a quién podrá parecerse, encuentra un pavo real, un tigre, y un elefante. Se adorna con lo que le parece que representa lo mejor de cada uno y, cuando vuelve a su planta, los demás guisantes se burlan. Relato, de gran claridad narrativa, que habla de alguien que acaba reconociendo sus propias limitaciones pero, a la vez, afirmando su propia personalidad. Paz Rodero, Amigos de verdad (2011). Texto de José Morán. Madrid: SM, 2011; 20 pp.; ISBN: 978-84-675-4569-2. Escenas del fondo del mar en las que se muestran a una anémona y un cangrejo que son amigos inseparables. Relato sencillo y amable, contado en versos que componen un romance, que pretende destacar el valor de la amistad y que pone de relieve, también, la querencia de la ilustradora por las escenas del fondo del mar. ::Álbumes para lectores de mayor edad::

Marcus Pfister, El pequeño cuervo y la luna (Der kleine Mondrabe, 2000). Salamanca: Lóguez, 2011; 32 pp.; trad. de Rodrigo Martín; ISBN: 978-84-96646-58-2. Unos cuervos mayores recuerdan la historia del pequeño cuervo de alas plateadas, el último en salir del cascarón. El narrador dice que los demás y él mismo le gastaron bromas pesadas. Cuenta que volaba tan bien que todos se dieron cuenta enseguida que sería el mejor. Pero cuando un día les pidió jugar con los mayores, le dijeron que, antes, tenía que volar hasta la luna igual que habían hecho antes ellos cuando tenían su edad. Buena historia, con un argumento y un tipo de narrador infrecuentes en los libros infantiles: el del dolor y la petición de perdón por haberse portado mal con otro por envidia, y el de que la historia se cuente como un suceso del pasado que se recuerda. La resolución gráfica es brillante.

Emilio Urberuaga, ¿Quién anda ahí? (2011). Barcelona: Kókinos, 2011; 29 pp.; ISBN: 978-84-92750-39-9. Emil es un niño que vivía en la ilustración de un libro pero, cuando se dio cuenta de que podía romper el marco que limitaba la ilustración y pasar a una página en blanco donde acomodarse a su gusto, allí se fue. Y puso una mesa, una silla, una jaula, una cama, una luna para saber cuándo acostarse, un sol pequeño para despertarse poco a poco… Pero Coco, el protagonista del libro que abandonó, viene a buscarlo. Álbum posmoderno de los que presentan personajes de una historia que, a su vez, se independizan de su anterior relato y emprenden uno nuevo. Las ilustraciones son simpáticas y todo en la narración tiene su propia lógica. Arnold Lobel, Tío Elefante (Uncle Elephant, 1981). Madrid: Alfaguara, 1985, 2ª ed.; 66 pp.; col. Infantil Alfaguara; trad. de Pablo Lizcano; ISBN: 84-204-3716-6. Edición con pasta dura en Sevilla: Kalandraka, 2011; 68 pp.; col. Libros para soñar; trad. de Xosé M. González Barreiro; ISBN: 978-84-92608-38-6. Nueve minirelatos, con cuentos, canciones y bromas, cuyo punto de partida es que los padres de un pequeño elefantito no vuelven de un paseo en barca por lo que su tío le hace compañía y le distrae. El estilo es el habitual del autor: una ilustración en cada página, unas historias amables pero con el telón de fondo marcado por el acontecimiento inicial y, como se podría esperar, desenlace feliz. Jin Pyn Lee, El elefante y el árbol (The Elephant and the Tree, 2009). Barcelona: Thule, 2011; pp.; trad. de Alvar Zaid; EAN: 978-84-92595-92-1. Notable álbum debut de una ilustradora de Singapur. Cuenta la historia de un elefante cuyo mejor amigo en el bosque es un árbol. Ambos crecen juntos y pasan los años. Hasta que un día sus vidas cambian. Relato, sencillo y muy bien contado, sobre amistad y recuerdos compartidos. La historia progresa muy bien y la realización gráfica es minimalista y elegante. La dedicatoria, «para los sin voz», indica la intención reivindicativo-ecologista del relato. Charlotte Dematons, El globo amarillo (De gele ballon, 2003). Barcelona: Juventud, 2011; 28 pp.; ISBN: 978-84-261-3846-0. Álbum de los que presentan ilustraciones pobladas en las que el lector se ha de fijar bien para descubrir quiénes son y qué hacen los distintos personajillos. Al principio se ve un coche azul cuyos ocupantes pierden un globo al que luego persigue un faquir en su alfombra por toda clase de ambientes: por el aire —entre pájaros, aviones, brujas en escobas y angelitos con alas…—, en una ciudad con edificios de todo tipo, en un paisaje campestre, por medio de montañas y desfiladeros, en el desierto, en las sabanas africanas, en el mar —entre portaviones, veleros, naves de combate de hace siglos, etc.—, en el polo, etc. Son muchos los detalles en los que fijarse: hay que seguir al faquir, a un presidiario con el traje de rayas, a una camioneta con jirafas, por supuesto al globo amarillo...; y hay muchos guiños a personajes conocidos (Batman, Mary Poppins, Caperucita, Papá Noel, etc.). Sven Nordqvist, ¿Dónde está mi hermana? (Var är min syster, 2007). Barcelona: Flamboyant, 2010; 32 pp. ; trad. de Elda García-Posada Gómez; ISBN : 978-84-937825-0-4. En la primera imagen, en la página izquierda, un ratón pequeño corre por el campo; y en la derecha le dice a un anciano ratón que su hermana ha desaparecido y que le ayude a buscarla. Las siguientes dobles páginas muestran la búsqueda: al principio se suben a un globo y, desde arriba, van contemplando distintos paisajes en busca de la hermana desaparecida. Las ilustraciones son magníficas aunque la historia como tal tiene poca solidez, pero eso se debe a lo que dice un texto del autor, al final, donde indica que pensó y empezó el libro hace años con la intención de contar un «viaje a través de paisajes de ensueño» sólo por medio de imágenes grandes y sin texto; y que tiempo después lo retomó para terminarlo y ponerle palabras que acompañaran unas imágenes con multitud de detalles en los que fijarse. Mónica Gutiérrez Serna, El mar y otras cosas de las que también me acuerdo (2011). Barcelona: Thule, 2011; 44 pp.; col. Trampantojo; ISBN: 978-84-92595-82-2. Álbum de recuerdos nostálgicos y agradecidos. Los acentos, tanto en el texto como en la composición de las ilustraciones, son poéticos y afectivos. La narradora habla de sus paseos de niña con su abuelo, de las enseñanzas de todo tipo que le transmitió con naturalidad, y, entre ellas, su afición a dibujar y pintar. Se combinan dibujos realistas con ilustraciones pictóricas. Es un recurso muy apropiado el de intercalar algunas hojas transparentes cuyos dibujos se superponen a otras imágenes y que son como veladuras. ::Álbumes informativos::

Richard Scarry, El gran libro de las palabras (Best Word Book Ever, 1963). Madrid: Kókinos, 2011; 94 pp.; trad. de Esther Rubio; ISBN: 978-84-9750-11-5.

Extenso libro informativo bilingüe, práctico y ameno. Son cuarenta y ocho capítulos, que comienzan con «por la mañana» y terminan con «La última palabra del día», pasando por «Las cifras» y «El abecedario», «En el supermercado» y «En el circo», «La ropa» y «El tiempo», etc. Multitud de animales de todo tipo aparecen en toda clase de situaciones, de las que tal vez la más cómica (pues parece una ironía inconsciente) es la de un señor cerdo, una señora cerda, y un oculto pequeño cerdito, sentados a una mesa muy surtida con alimentos de todo tipo. María Ángeles Sánchez-Ostiz, Alois (2010). Pamplona: Foro QPEA, 2010; 137 pp.; ilust. de María Luisa Sánchez-Ocaña; ISBN: 978-84-614-5340-5. Relato pensado para explicar el alzheimer a los niños. Un abuelo se inventa varios narradores para explicarle la enfermedad a su nieta: uno es una señora llamada Historia; otro es un perro salchicha, Wurst, que cuenta la infancia del descubridor de Alois Alzheimer; otro es el mismo abuelo, que se inventa un cuento acerca de dos neuronas gemelas, Hilda y Helga. Narración clara, bien escrita y, por momentos, con mucha gracia —en especial el tramo en el que narra Wurst, pero también el que describe como trabajan las neuronas—. Las distintas historias están bien integradas entre sí y añaden variedad al libro. Demi, Marco Polo (2008). Barcelona: Juventud, 2010; 60 pp.; trad. de Teresa Farran; ISBN: 978-84-261-3761-6. Tutankamón (Tutankhamun, 2009). Barcelona: Juventud, 2011; 54 pp.; trad. de Teresa Farran; ISBN: 978-84-261-3834-7. Tutankamón cuenta la vida del personaje con textos sencillos e ilustraciones muy vistosas, inspiradas en las pinturas, esculturas y joyas egipcias encontradas en pirámides, templos, santuarios y mastabas. Marco Polo lo hace con imágenes, inspiradas en el arte oriental del siglo XIII, pintadas con tinta china y láminas de oro. Ambos son álbumes excelentemente organizados y con ilustraciones bien compuestas que consigue lo que intenta: ser un buen primer acercamiento biográfico a los personajes. Maurizio A.C.Quarello, El autobús de Rosa (L’autobus di Rosa, 2011). Texto de Fabrizio Silei. Granada: Barbara Fiore, 2011; 40 pp.; trad. de Celia Filipetto; ISBN: 978-84-15208-09-9. Un abuelo va con su nieto a Detroit, al museo Henry Ford, para enseñarle un viejo autobús y contarle una historia: la de Rosa, una mujer negra que, un día de 1955, se negó a dejar su sitio a un pasajero blanco y fue detenida, suceso con el que comenzó un boicot a los autobuses hasta que una sentencia del Tribunal Supremo declaró ilegal la segregación racial en el transporte público. Es un acierto que sea un abuelo quien cuenta las cosas a su nieto, lo que permite mostrar escenas del presente y otras, sin color, del pasado. También es apropiado el tono, dolido hacia su propio comportamiento y admirativo hacia el de Rosa, con el que recuerda las cosas. Las imágenes, claramente inspiradas en Hooper, van perfectas con la historia. ::Libros infantiles::

Daniel Nesquens, Mi vecino de abajo (2011). Madrid: SM, 2011; 138 pp.; col. El Barco de vapor; ilust. de Fran Collado; ISBN: 978-84-675-4791-7. Un chico habla de un antiguo y misterioso vecino llamado S. Peltoonen, finlandés. Cuenta sus curiosas costumbres y cómo, a pesar de hablar con él sólo dos veces, averiguó cuál había sido su vida y se hizo un poco amigo suyo, hasta que, un día, se volvió a su país. El libro tiene un aspecto que podría ser el de un álbum ilustrado: parece un cuaderno moleskine, tiene un sugerente troquelado con forma de cerradura en la portada, y el diseño interior de cada doble página integra los párrafos de texto en la composición de las imágenes. La narración es divertida y, como es habitual en el autor, contiene incisos graciosos que nada tienen que ver con el hilo argumental. Es destacable lo que tiene el libro de incitación amable a conocer mejor a gente de lugares distintos. Tove Jansson, Papá Mumin y el mar (Pappan och havet, 1965). Madrid: Siruela, 2011; 202 pp.; col. Las Tres Edades; trad. de Mayte Giménez y Pontus Sánchez; ISBN: 978-84-9841-569-8. Séptimo libro de una conocida serie finlandesa. Papá Mumin decide marcharse, con Mamá Mumin, el Mumintroll y la Pequeña My, a una isla lejana con un prometedor faro que, cuando llegan, está desocupado, aunque tropiezan en la isla con un misterioso pescador. Se suceden los diálogos y los incidentes que van poniendo de manifiesto los distintos modos de ser y los vaivenes que sufren los pensamientos y los sentimientos de cada uno. El relato consigue, de modo amistoso y cordial, llevar al lector a la conclusión de Papá Mumin de que «el mundo está lleno de cosas grandes y maravillosas para quien está preparado para ellas» y, por supuesto, a un aprecio mayor de la naturaleza y del mar.

K■stutis Kasparavi■ius, Zanaforius el Grande (Kiškis Morkus Didysis, 2011). México: Fondo de Cultura Económica, 2011; 62 pp.; col. Los especiales de A la orilla del viento; trad. de Margarita Santos Cuesta; ISBN: 978-607-16-0459-0. Un conejo, al que llaman Zani por ser muy pequeño, convence a sus padres de que los tiempos han cambiado: los conejos no tienen por qué comer zanahorias y los dulces son mucho mejores. Eso le causa muchos problemas hasta que una conejita muy segura de sí misma le pone una «Dieta Especial de Verduras Fácil de Seguir». La mayoría de las ilustraciones, como en otros libros del autor, van recuadradas y ocupan algunas páginas completas. El autor pone caras serias e inexpresivas a sus figuras que, con todo, resultan simpáticas. En el texto abundan las descripciones de dulces que, de tan apetitosos, casi anulan el mensaje de advertencia que algunos ven en el libro. Ian Beck, Tom Trueheart y el País de los Mitos y las Leyendas (Tom Trueheart and the Land of Myths and Legends, 2010). Madrid: Palabra, 2011; 302 pp.; col. La mochila de Astor; trad. de Luis Antonio de Larrauri; ISBN: 978-84-9840-535-4. Tercera y última novela de la serie. Tom deja su casa, justo el día en el que se casan sus hermanos, para ir a rescatar a su padre, Jack Matagigantes, ahora en manos del avaricioso Rocolmedo. Debe, primero, ir a un lugar frío –y allí hacer frente a un dragón cuyo tesoro robó antes Rocolmedo–, luego a un lugar caliente –donde ha de vencer a un cíclope–, y por último a un lugar oscuro –donde su enemigo será el Minotauro y su ayudante, naturalmente, Ariadna–. En esta historia, que tiene iguales rasgos que las anteriores, de nuevo el autor hace aparecer personajes de muchos cuentos y leyendas populares. Aunque para unos lectores eso puede resultar excesivo, para quien haya leído las anteriores entregas, y para quien disfrute con el tono bromista y los golpes irónicos del narrador, el relato está bien: hay talento narrativo y una destreza más que notable para entretejer tantos relatos. ::Libros juveniles::

John Grisham, Theodore Boone, joven abogado (Theodore Boone: Kid Lawyer, 2010). Barcelona: Montena, 2011; 230 pp.; trad. de Fernando Garí Puig; ISBN: 978-84-8441-689-0. El protagonista es un chico de trece años, hijo único de un matrimonio de abogados en la ciudad de Strattenburg y que sueña desde muy pequeño con ser abogado. El relato comienza cuando arranca un importante juicio: Peter Duffy, un hombre de negocios, ha sido acusado de asesinar a su mujer para cobrar la póliza del seguro, pero su coartada es muy sólida. Theo sigue con atención todos los pormenores del caso y, por una vía inesperada, conoce a una persona que puede cambiar el rumbo del juicio. La narración atrae a pesar de, y para otros gracias a, las muchas explicaciones sobre cómo funcionan las cosas en el sistema judicial norteamericano. Se aguardan continuaciones pues el caso queda resuelto pero no terminado: el juicio se ha interrumpido y aún no ha entrado en acción el matón a sueldo de turno, al que vemos sospechar de los manejos de Theo. Theodore Taylor, El cayo (The Cay, 1969). Barcelona: Noguer, 2011; 139 pp.; col. Noguer juvenil; trad. de Gabriel Pérez Sevilla; ISBN: 978-84-279-0129-2. 1942. Debido a que su madre desea volver a los Estados Unidos, Phillip embarca con ella en un carguero holandés que les llevará de Curaçao a Miami. Pero, poco después de que el barco dejara Panamá, un submarino alemán lo torpedea y, al intentar llegar al bote de salvamento, Phillip siente un golpe fuerte y pierde el conocimiento. Cuando despierta está en un bote junto con un viejo negro antillano, Timothy. Este es amable con él pero Phillip no le ve con especial simpatía. Acaban llegando a un cayo, una pequeña isla deshabitada y Phillip, como consecuencia del golpe, se queda ciego. Buena narración cuyo interés es, aparte del cómo se las arreglan para sobrevivir los náufragos, la evolución de la relación entre los dos protagonistas, y cómo la ceguera de Phillip lo condiciona todo y, al final, él mismo la ve como un importante factor de supervivencia. Son especialmente intensos los momentos en los que los dos protagonistas sufren una tormenta huracanada. Simon Scarrow, La lucha por la libertad: gladiador (Gladiador (t x d): Fight for freedom, 2011). Barcelona: Edhasa, 2011; 310 pp.; trad. de Carlos Valdés; ISBN: 978-84-350-4100-3. Marco, de diez años, vive con su padre, un centurión romano retirado que combatió con Pompeyo contra Espartaco, y con su madre, Livia. Cuando su padre decide no pagar todo lo que les reclama un abusivo prestamista, este manda unos hombres que lo matan y venden como esclavos a Marco y a su madre. Marco termina como aprendiz de gladiador: es adiestrado para combatir durante casi toda la novela mientras crece su rivalidad con otro futuro gladiador, hasta que acaba enfrentándose a él con ocasión de una fiesta que su amo da para unos nobles romanos. Su destino, como es de suponer, da un giro al final, porque su pasado se aclara y porque se le ha de poner en la rampa de salida para nuevas aventuras.

Novela entretenida y eficaz. La forma de narrar de Scarrow es precisa en los detalles ambientales, pero es lineal y sin grandes dibujos. Transmite bien la violencia de las acciones que se cuentan. También usa expresiones de hoy. Sonia Fernández-Vidal, La puerta de los tres cerrojos (2011). Barcelona: La Galera, 2011; 208 pp.; ilust. de Oriol Malet; ISBN: 978-84-246-3577-0. Después de leer un misterioso mensaje que le dice que «si quieres que sucedan cosas diferentes, deja de hacer siempre lo mismo», Niko decide no ir a clase por el camino habitual. Cuando encuentra una casa extraña llama y, para su sorpresa, entra en el mundo cuántico. Guiado por un elfo y una elfa recorrerá ese mundo paralelo y verá que sus habitantes tienen una duda: ¿deben dejar entrar a los humanos en su mundo? Excelente narración que consigue lo que pretende: dar explicaciones claras sobre aspectos de la física cuántica. En cuanto novela le sucede lo habitual a este tipo de libros de conocimientos: el argumento está puesto al servicio de ir aclarando las cosas de modo pertinente y algunos pasos de la historia suenan un tanto trillados. Pero, con todo, son asuntos menores ante la simpatía y amenidad del relato. Michael E. Giesler, Grano de trigo (Grain of Wheat, 2011). Madrid: Palabra, 2011; 252 pp.; col. Astor; trad. de Gloria Esteban; ISBN: 978-84-9840-531-1-6. Tercera novela de una serie. Su protagonista es Marco, que se había convertido al cristianismo en la segunda novela, después de que su hermana Junia lo hiciera en la primera. Al poco tiempo de regresar a Roma para dar clases es expulsado de su casa, por su padre, por ser cristiano. Luego se suceden escenas, protagonizadas por él o por otros, dirigidas a mostrar la forma de vivir de cristianos de diferentes ambientes sociales y profesiones. Abundan los diálogos explicativos acerca de puntos de la doctrina cristiana. También se describen costumbres y modos de pensar propios del momento. Yoko Ogawa, La niña que iba en hipopótamo a la escuela14 (Mina no kõshin, 2006). Madrid: Funambulista, 2011; 413 pp.; trad. de Yoshiko Sugiyama; ISBN: 978-84-966001-98-7. Tomoko, de doce años, ha de irse a vivir con unos tíos a los que no conoce. Cuando llega, todo le sorprende: los escenarios y las personas. Le fascinan la enorme casa con aire occidental, pues su tía-abuela es alemana, y el jardín, que fue un pequeño zoo en el que todavía vive Pochiko, una hipopótamo enana. Entabla una relación muy especial con su lista prima Mina, más pequeña que ella, asmática, por lo que suele ir al colegio a lomos de Pochiko; y queda fascinada por su tío, un hombre atractivo y amable, pero que, sorprendentemente, a veces desaparece durante días. La narración desprende buen humor, una cordial ironía, y una fuerte nostalgia. Los personajes resultan amables y las situaciones más curiosas acaban pareciendo «normales». El lector queda enganchado por algunos enigmas que, poco a poco, van aclarándose. José de Vasconcelos, Mi planta de naranja lima15 (O Meu Pé de Laranja Lima, 1967). Barcelona: Libros del Asteroide, 2011; 205 pp.; trad. de Carlos Manzano; ISBN: 978-84-92663-43-9. Zezé, seis años, describe la pobreza en la que vive su familia. Trabaja de limpiabotas, de cantor con don Ariovaldo, y en sus travesuras por las calles de Río de Janeiro se gana broncas, palizas y amistades. Precozmente, le llega el descubrimiento del dolor. El narrador utiliza un lenguaje sencillo y popular, tanto en las descripciones como en los diálogos, y muestra las cosas a través de los ojos de Zezé, un testigo que cuenta lo que ve, lo que no entiende, lo que sufre. Y, aunque podemos sospechar que hay algo de trampa emocional pues ciertamente acentúa unas cosas y omite otras, lo cierto es que no se deja llevar por el ternurismo empalagoso y consigue llegar al corazón del lector con una intensidad demoledora. Ivan Doig, Una temporada para silbar16 (The Whistling Season, 2006). Barcelona: Libros del Asteroide, 2011; 360 pp.; trad. de Juan Tafur; ISBN: 978-84-92663-42-2. Paul Milliron, inspector jefe de enseñanza en Montana, recuerda el año 1909, cuando él cumplió trece años, y vivía con su padre, viudo, y sus hermanos pequeños. Los incidentes comienzan cuando su padre decide contratar un ama de llaves, Rose, que se presenta en el pueblo con su hermano Morris, un tipo muy singular que acaba siendo contratado como maestro. Novela cuyo atractivo se basa en que la descripción de la vida cotidiana de los Milliron, tanto la familiar como la colegial, tiene mucho encanto, y en la singularidad y los métodos educativos de Morris, un personaje formidable. Algunos defectos del libro no importan tanto ante la sucesión de anécdotas escolares, donde no faltan amistades y rivalidades, y cuyo momento culminante es la visita de un inspector. 1

http://www.aceprensa.com/articles/literatura-infantil-y-juvenil-verano-2011/

14

http://www.aceprensa.com/articles/la-nina-que-iba-en-hipopotamo-la-escuela/

15

http://www.aceprensa.com/articles/mi-planta-de-naranja-lima/

16

http://www.aceprensa.com/articles/una-temporada-para-silbar/

© ACEPRENSA S.A. Prohibida la reproducción íntegra o parcial. Aviso legal. Puede leer este artículo on line aquí: http://www.aceprensa.com/articles/sugerencias-de-literatura-infantil-y-juvenil-2011/