SOMOS CIEN POR CIEN LO QUE PENSAMOS. Nosotros somos lo que pensamos

SOMOS CIEN POR CIEN LO QUE PENSAMOS Superar las preocupaciones, vivir mejor, ser más feliz o superar nuestros miedos, tienen la misma base, y surgen d...
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SOMOS CIEN POR CIEN LO QUE PENSAMOS Superar las preocupaciones, vivir mejor, ser más feliz o superar nuestros miedos, tienen la misma base, y surgen del mismo punto, porque a continuación, vamos a hablar de lo más determinante que ocurre en nuestras vidas, de lo que más rige nuestros días hacia la infelicidad o la felicidad, hacia el éxito o el fracaso: Nuestro pensamiento. Si me preguntasen la lección más importante que aprendí nunca, es que:

Nosotros somos lo que pensamos. Tan sencillo como real, todos nosotros, y tú no eres ninguna excepción, somos al 100% como pensamos. Estoy seguro de esto, no tengo dudas, porque lo he visto miles de veces y porque lo he vivido miles de veces. Tan es así que, si se como piensas, se como como eres, ¿Tampoco parece descabellado verdad? Un hombre, es lo que piensa durante todo el día, ¿Cómo podría ser de otra manera? Así que si tenemos pensamientos temerosos, tendremos miedos. Si tenemos pensamientos tristes, tendremos tristeza. Si tenemos pensamientos enfermizos, enfermaremos. Si pensamos que estamos muy cansados, nos sentiremos cansados. Si pensamos que fracasaremos en tal o cual faena, fracasaremos seguro. Pero si pensamos en felicidad, seremos felices y si pensamos en alegría, seremos alegres. Por eso es importantísimo asumir una actitud positiva y nunca jamás negativa ¿Es esto una tontería? ¿Es algo trivial que no afecta directamente? NO, ABSOLUTAMENTE NOOOO Un ejemplo popular acerca de la importancia de nuestros pensamientos: La hipnosis. Este ejemplo fue un estudio realizado en la universidad de Boston, con el cual se controlaban los pensamientos de la gente mediante la hipnosis y después se medían los resultados obtenidos. Una persona en un estado de conciencia normal era capaz de de levantar 50Kg, pero si se realizaba una hipnosis sobre la misma persona y se le decía que era muy débil, esa persona no podía con apenas 10Kg. En cambio si le decimos a esa misma persona que es tremendamente fuerte, puede levantar 77Kg, 22Kg más de los 50Kg habituales en estado de conciencia y pensamiento normal, y 67Kg mas que cuando, mediante hipnosis, pensaba que era muy flojo. La persona fue siempre la misma, sus músculos fueron los mismos, pero solo cambiaron sus pensamientos. Esto demuestra CIENTIFICAMENTE que según pensamos podemos ser mas fuertes o más débiles. ¿Qué les pasa a los hipocondriacos? Ellos sufren realmente las enfermedades que dicen tener, ellos realmente sienten los síntomas de todas las enfermedades que ven. Si un Hipocondriaco ve por la tele que una nueva gripe sacude Asia, y que esta nueva gripe causa fiebre, picores y temblores, el hipocondriaco enseguida comenzara a sentir fiebre picores y temblores, y lo sentirá de verdad ¡Te aseguro que no miente¡ deberás lo está sintiendo, está teniendo síntomas de una enfermedad que realmente no padece, pero que no para de pensar que la padece.

¿Son los Hipocondriacos exagerados? ¿Irreal? ¿Poco común? Nosotros también somos hipocondriacos en menor escala, por ejemplo cuando vemos un mosquito, araña o insecto y nos comienza a picar todo. Realmente nos pica todo el cuerpo, pero seguramente aun no nos han realizado ninguna picada. Tus pensamientos rigen tu vida, tus acciones y tu comportamiento. Tanto la persona hipnotizada, como el hipocondriaco, cambian sus condiciones físicas solo con sus pensamientos. Tu, igual que ellos, también cambias con tus pensamientos, y: Si no paras de pensar que no lo vas a conseguir, nunca lo conseguirás. Si sales a jugar un partido de futbol repitiéndote, lo voy a hacer fatal, lo harás fatal, Si no paras de pensar lo desgraciado que eres, caerás deprimido. Si no paras de pensar que todo es horrible, todo será una un desastre. Es así, ¿Cómo puede ser de otra manera? Según un hombre piensa en su corazón, así es el ¿Pero los pensamientos pueden realmente afectarnos tanto? Pensemos en los curanderos, la gente acude a ellos enferma, le duele aquí y allá, entonces acuden al curandero, le hace dos rituales y de golpe le dice, ¡Ya estas curado¡ De golpe el paciente empieza a sentirse bien, ¿Es magia, es un milagro? No, pero la gente piensa que esto les ayudará, pues les ayuda. ASÍ DE SENCILLO. Y puede pasar justo lo contrario, por ejemplo, si vamos al médico, y estamos seguros de que no nos ayudará, difícilmente mejoraremos. Siempre se da el caso que la gente que padece una enfermedad real y diagnosticada, tanto sea psicológicamente enferma como físicamente, mejoran sus cuadros sintomáticos notablemente en los viajes. ¿La causa? Que están distraídos y no se pasan el día pensando en sus dolencias. Por eso “sanan” durante el viaje, porque cesan de pensar en sus males.

TODO POR NUESTRA MENTE, PODEMOS ENFERMAR O SANAR, SER FELICES O INFELICES, SER MEJOR O PEORES, TODO SEGÚN PENSEMOS.

Sería estúpido pensar que podemos arreglar nuestra salud o nuestros bienes con solo pensarlo, pero puedo asegurar que nuestra felicidad, salud y bienestar depende en gran parte de nuestros pensamientos, de lo que pensemos durante todo el día. Esta es la importancia de los pensamientos, y hasta estos niveles pueden afectarnos lo que pensamos. A partir de ahora VIGILA CON LO QUE PIENSAS.

Pero quizás ahora te estés diciendo: Tengo un trabajo horrible, gano poco, un piso horriblemente pequeño, un coche viejo y cochambroso… ¿Cómo puedo ser feliz así? La verdad es que un coche no nos hace feliz, ni una casa, ni un trabajo, eso solo son objetos. Lo que nos hace feliz es la opinión que tenemos acerca de ellos. Es nuestro pensamiento acerca de esas cosas. Nosotros pensamos que un coche nuevo nos hace feliz, porque pensamos que un coche nuevo es genial. Es lo que nosotros pensamos acerca de esos objetos, pero no son esos objetos por si solos, sino la opinión acerca de ellos. Si le das un coche a un hambriento, no le harás feliz porque no es lo que él necesita, y si le das una chuleta a alguien que tiene el estomago lleno, tampoco le harás feliz porque no es lo que está deseando. Los objetos en si son los mismos para los dos, pero tienen un resultado diferente dependiendo a quien se los demos, porque no son los objetos de por si lo que nos hace feliz, si no la necesidad o deseo que tengamos de obtenerlos, lo que pensemos de ellos, pero los objetos en si son iguales para ambas personas. Las cosas materiales no nos hacen felices ni infelices, solo son cosas. Lo que nos cambia es la opinión que tenemos de ellas, es la opinión que tenemos en nuestro interior sobre las cosas del exterior. Es lo que nosotros opinamos y pensamos sobre nuestra pareja, amigos, trabajo y bienes lo que nos hace más o menos felices. Por eso es tan importante nuestro pensamiento. Porque la felicidad no es algo exterior, sino interior. He escuchado decir a gente inmensamente rica, que son infelices, que no recuerdan haber sido felices nunca. He escuchado a gente pobre y enferma decir que la vida es algo maravilloso, que son inmensamente felices ¿Cómo puede ser? Porque no son las cosas lo que los hace felices, sino lo que piensan acerca de ellas. ¿Cómo puede ser que existan dos personas con el mismo nivel de vida, mismos ingresos, misma familia y unos declaren ser unos completos infelices y otros estén tan enamorados de la vida? ¿Qué diferencia hay? Solo una, sus pensamientos. Como dijo Lincoln: Somos tan felices como queremos El poder de lo que pensamos es infinito. Nadie le podrá decir lo contrario. Es un dato en que todos los psicólogos coinciden. He visto cambios radicales en las personas porque dejaron de pensar de una manera a pensar y pasaron a pensar de otra, dejaron de pensar que no valían para nada, a pensar que eran los mejores, y lo fueron. Bueno ahora, seguramente pienses: Perfecto, quiero pensar en Positivo, todo el día ¿Pero cómo lo hago? Me resulta muy difícil estar alegre, me resulta muy difícil pensar en cosas buenas. Puede resultar muy fácil pensar en positivo y estar alegre porque se puede cambiar nuestro estado mental con fuerza de voluntad. Repito, que es posible cambiar tu estado mental mediante un esfuerzo de voluntad, puedes dejar de estar triste o agobiado si haces un esfuerzo por no estarlo. William James nunca superado en conocimiento de la psicología escribió estas palabras, que resumen a la perfección lo mencionado:

“La acción parece seguir al pensamiento, pero en realidad, acción y sentimiento van juntos. Regulando la acción que se halla bajo el dominio directo de la voluntad podemos regular indirectamente el sentimiento, que no lo está” En resumen, nosotros creemos que: Primero piensas, luego actúas y finalmente sientes. Pero realmente es: Tal y como actúas: piensas. Tal y como piensas: sientes. Si actuamos como si fuéramos felices, pensaremos en felicidad, y si pensamos en felicidad seremos felices. Por tanto el camino soberano a la alegría, si es que se ha perdido, es actuar, hablar como si ella ya estuviera contigo y veremos como poco a poco llega la deseada alegría. Es físicamente imposible permanecer deprimido mientras se manifiestas los síntomas de una felicidad radiante. Déjame que repita, este concepto importantísimo: Creemos que nosotros hacemos y nos comportamos según nos sentimos, pero en verdad lo que hacemos y lo que sentimos van unidos de la mano. Por tanto, si controlamos nuestros actos que si que están bajo el dominio de nuestra voluntad, controlaremos nuestros sentimientos, que no lo están. La gente que estudia el lenguaje del cuerpo le llama la ley “causa efecto” y consiste en que según las posturas que adquiramos, cambiara nuestro carácter. Por ejemplo, si cuando estamos en una reunión social nos cruzamos inconscientemente o conscientemente de piernas y brazos crearemos un “barrera” con el resto de grupo y nos volveremos mas reservados. Pero si cuando nos damos cuenta de que estamos cruzados de brazos nos descruzamos de manera consciente y voluntaria, adquiriremos una actitud más abierta y más sociable. Controlando nuestras posturas, que están bajo el dominio de nuestra voluntad, controlamos nuestras actitudes y sentimientos, que no lo están. Normalmente efectuamos gestos y lenguaje corporal según nos sentimos, pero si cambiamos nuestro lenguaje corporal a voluntad, también cambiaremos lo que sentimos. Si controlamos nuestros actos que si que están bajo el dominio de nuestra voluntad, controlaremos nuestros sentimientos, que no lo están. Entonces ¿Puedo estar contento si quiero? Si es lo que realmente quieres sí. Pues como dijo Lincoln, somos tan felices como queremos. Quiero decir que si nos obligamos a reír seremos felices. Porque es físicamente imposible estar triste cuando se están expresando síntomas de felicidad radiante. Puede parecer mentira, pero tú mismo podrás comprobar que es absolutamente cierto, el día que te sientas triste o melancólico, realiza lo siguiente:

Pon tu cabeza firme, respira de manera profunda, entona alguna canción, canta algo alegre o divertido. Mientras cantas sonríe, sonríe todo lo que puedas, sonríe, tanto como si estas solo, como si estas acompañado. Te aseguro que conforme que vayas sonriendo y cantando, tu tristeza irá disminuyendo notoriamente, y si continuas obligándote a sonreír, dentro de poco comenzaras a sentirte contento. Tan es así que al cabo del rato estarás realmente contento, y no te tendrás que obligarte a sonreír y a cantar. ¡Por favor haz la prueba cuando quieras! Pero esto solo pasará si realmente quieres estar alegre y feliz. Quizás ocurra que deseemos estar deprimidos o tristes para captar la atención de los demás, o quizás para demostrar a los demás que estamos dolidos por algún suceso. Pero si lo que deseamos es estar contentos y felices, podemos obligarnos a serlo. Si comenzamos a cambiar nuestras actitudes, sobre por ejemplo, un trabajo que nos desagrada, nuestro trabajo realmente cambiará. Si en lugar de realizar el trabajo entre quejas y con cara del mil demonios, comenzamos a mostrarnos felices y nos dejamos de quejar, si nos obligamos a tomar estas actitudes, veremos cómo nuestro trabajo realmente cambia. Tendremos el mismo trabajo, pero nuestro día a día será más ameno. Si cambio mis pensamientos y actitudes sobre los demás, los demás cambiaran para mí. Ahora que sabes esto ya tienes la mayor herramienta para elaborarte el futuro que quieras. Ahora sabes que serás un ganador si piensas y te comportas como un ganador todo el día. Contéstate a las siguientes preguntas: ¿Voy a controlar mis pensamientos? ¿Voy a intentar pensar siempre en positivo? ¿Actuaré en positivo para pensar en positivo? ¿Voy a convertir mis pensamientos en felices para ser feliz? Un hombre es, lo que piensa durante todo el día ¿Cómo puede ser de otra forma? En síntesis: Los pensamientos son los raíles que guían nuestra vida. Según pensamos, somos. Pensamientos ganadores nos convertirán en ganadores, igual que pensamientos de fracaso nos pueden convertir en fracasados. Es por eso que debemos controlar muy bien lo que pensamos. Si adoptamos actitudes positivas, tendremos pensamientos positivos y seremos más felices. Por tanto la clave para controlar nuestros pensamientos, es controlar nuestras actitudes, así que adoptaremos actitudes felices y ganadoras, aunque no nos apetezca, para convertirnos que gente feliz y ganadora.

Solo por hoy, voy a tener mucho cuidado con lo que pienso , porque esto influirá directamente en mi vida. Solo por hoy, voy a adquirir actitudes positivas, para tener pensamientos positivos y así tener una vida feliz y plena.