SIGLO XIX. EL ROMANTICISMO. 1. Marco histórico y cultural. Aspectos políticos, económicos y sociales. En medio de constantes cambios políticos, el establecimiento del sistema capitalista y el Estado liberal impulsaron el auge de la burguesía. 1808-1814: Guerra de la Independencia. 1814: Golpe de Estado a favor de Fernado VII. 1833: Muere Fernado VII. Regencia de Mª Cristina, madre de Isabel II. 1840: Abdicación de Mª Cristina. 1841: Regencia de Espartero. 1843: Mayoría de edad de Isabel II. 1856: O´Donnell. Aspectos culturales e ideológicos. El desarrollo de la prensa y la industria editorial tuvo un papel destacado entonces. Dio lugar a las ideas y controversias políticas en el periodismo de opinión, propició la difusión de teorías y obras literarias a través de revistas especializadas, y estimuló con los folletines y la venta de las novelas por entregas, la afición a la lectura. La vida cultural se desarrolló en otros ámbitos, aparte de las instituciones: gabinetes de lectura, tertulias, cafés, ateneos… El teatro y lo conciertos eran los entretenimientos favoritos de la burguesía. 2. El Romanticismo. Movimiento cultural y artístico que surgió en Alemania e Inglaterra entre finales del XVIII y principios del XIX. Se extendió por Europa rápidamente. Este movimiento sentó las bases de la ideología del Estado liberal burgués. 2.1. Características. Libertad en tres sentidos: libertad moral y social (lo que implicaba el cuestionarse convenciones admitidas), libertad política (apoyo al sistema liberal, que proclamaba el respeto a los derechos humanos), libertad artística (rechazo de las reglas, derecho a la imaginación). Subjetivismo: se exalta la importancia del individuo. La literatura se convierte en expresión de la interioridad del artista. La búsqueda del ideal de felicidad choca con la realidad, entonces el escritor expresa su fracaso existencial. Historicismo: los románticos reivindican el carácter histórico de las obras. Se defienden los rasgos propios de las distintas culturas que coexistían, lo que se tradujo en la revitalización de las literaturas de lenguas vernáculas, como la gallega o la catalana. Irracionalismo y evasión. Se valoraron las supersticiones y las leyendas, y la literatura incorporó motivos fantásticos y misteriosos. El deseo de evasión condujo al romántico a idealizar el pasado y al exotismo de culturas lejanas, como las orientales o americanas. La evasión a veces era extrema, pues llegaba al suicidio. 2.2. Temas y estilos. Temas: libertad, poder, justicia, el sentido de la vida, el silencio de Dios, el destino del ser humano y sus misterios, el amor imposible no correspondido. Tampoco debemos olvidar la importancia de la naturaleza, no como un simple paisaje de fondo, sino como reflejo de los sentimientos del hombre. Estilos: los románticos rechazaron las convenciones establecidas en el lenguaje poético y reivindicaron la integración de diversos estilos. Se incorporan numerosos coloquialismos y neologismos. Destaca también el empleo de enunciados exclamativos para expresar estados de ánimo y para reflejar la subjetividad, los sentimientos y emociones, utilizaban además un léxico y recursos lingüísticos apropiados. Por otra parte, para lograr la verosimilitud en asuntos históricos, se aplicaron en la imitación artificial del lenguaje medieval.

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2.3. Evolución del Romanticismo en España. El romanticismo español recibió influencias europeas, (alemanas, francesas, inglesas). Además el país vivió una serie de hechos sociohistóricos que justifican en la literatura nuevos elementos que rompen con lo anterior. Distinguimos tres momentos: PRIMERA ETAPA

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SEGUNDA ETAPA

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TERCERA ETAPA

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comienza la difusión de las ideas de los románticos alemanes: Johan Nicolás Böhl de Faber divulgó las teorías de los hermanos Schlegel sobre el nuevo movimiento. Por su parte, Buenaventura Carlos Aribau y Ramón López Soler incluyen reflexiones en la revista El Europeo. En esta etapa predominó una visión conservadora. A mediados de la década de 1830 triunfó el Romanticismo en España, sobre todo influido por el francés. Corresponde a la etapa posromántica. Se produjo de nuevo la influencia alemana y se reivindicó la poesía como forma popular y de expresión intimista.

3. El drama romántico. 3.1. Características. Los escritores de teatro románticos reivindicaron la libertad creativa, ignoraron el fin didáctico y destacaron los aspectos no lingüísticos de la puesta en escena. Destacamos los siguientes aspectos: Estructura: la obra se dividía en jornadas o actos, y estos a su vez en cuadros. No se sigue la norma tan conocida del siglo anterior, la regla de las tres unidades, ya que la libertad en la composición prima por encima de las normas. Discurso: se mezcla la prosa y el verso en una misma obra y se tiende a la polimetría. Se mezcla también lo trágico y lo cómico, y se prefiere un lenguaje sencillo. Temas: los grandes temas son la fatalidad y el amor apasionado por encima de todo; la venganza llevada al extremo; el poder y la autoridad; suicidio, honor. Suelen aparecer elementos melodramáticos y fantásticos como crímenes o fantasmas. Los personajes: en cuanto al protagonista, este es siempre de origen desconocido, y acaba siendo víctima de la fatalidad implacable y de una sociedad que no lo acepta. Las mujeres aparecen como sacrificadas y sufridoras. También aparecen personajes marginados y otros que se sitúan fuera de las normas sociales de manera intencionada. 3.2. Autores y obras. La conjuración de Venecia, Martínez de la Rosa. Macías, Larra. El trovador, Antonio García Gutiérrez. Los amantes de Teruel, Juan Eugenio Hartzenbusch. Don Álvaro o la fuerza del sino, duque de Rivas. Don Juan Tenorio, José Zorrilla. Don Álvaro o la fuerza del sino. La segunda parte del título es fundamental, ya que supone el eje central de la obra. Los temas son la fatalidad de un destino que el hombre no puede cambiar, la venganza y el honor. Estructura: se organiza en cinco jornadas con diferentes número de escenas: Jornada I: don Álvaro, joven de origen desconocido está enamorado de Leonor, hija de un noble sevillano y que se opone a la relación entre los jóvenes. Estos intentan escaparse

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pero son sorprendidos por el padre de ella, quien es herido accidentalmente por el arma de don Álvaro. Ante esto Leonor no puede marcharse. Jornada II: Leonor se retira cerca del monasterio de Hornachuelos. Jornadas III y IV: transcurren en Italia. Don Carlos, hermano de Leonor, busca a don Álvaro para vengar la muerte de su padre, pero en la lucha que mantienen, resulta muerto. Jornada V: don Álvaro vive en Hornachuelos convertido en el padre Rafael, sin conocer la proximidad de su amada. Don Alfonso, otro hermano de Leonor, lo descubre y quiere ir en su busca. Ambos hombres luchan y al igual que el otro hermano también resulta muerto. Un poco antes, don Alfonso consigue matar a su hermana. El destino de don Álvaro también es la muerte puesto que se suicida. La acción se desarrolla a lo largo de más de cinco años y en diferentes escenarios. La soledad del hombre se refleja en celdas, ermitas, conventos… El protagonista es el prototipo de hombre romántico, que ante la situación en la que se encuentra de amor imposible y muertes sucesivas, termina por suicidarse. Lenguaje y estilo: la obra mezcla la prosa y el verso. Está presente la polimetría. Se combina el estilo serio y el elevado. En cuanto a los códigos no verbales, las acotaciones contienen indicaciones sobre la escenografía, el vestuario, la iluminación., los recursos sonoros. Don Juan Tenorio. El protagonista de la obra se enfrenta también a las normas sociales de forma extrema hasta que el amor lo redime. Don Juan lleva una vida llena de duelos y amoríos. Con la finalidad de ganar una apuesta rapta a doña Inés, de la que se enamora realmente, pero mata a su padre porque éste no acepta la relación y debe huir. Al regresar encuentra que doña Inés ha muerto de amor. Don Juan no lo puede creer, así que va hasta su tumba para comprobarlo y allí se encuentra con el fantasma de su amada, que le suplica se arrepienta para que ambos se salven. Don Juan así lo hace y consigue así la salvación de ambos. El final del drama rompe con la tradición fatalista del teatro romántico. En cuanto a la estructura, la obra se divide en dos partes. El tiempo dramático más importante es el plazo en el desenlace final. El lugar donde se desarrolla la historia es variado, se alternan espacios cerrados y abiertos. El tiempo que separa cada parte es de cinco años. Personajes: don Juan sigue una tradición literaria iniciada ya por Tirso de Molina en El burlador de Sevilla, y continuada por autores como Espronceda, Molière, Byron o Dumas. El protagonista es el prototipo de hombre que los románticos adjudicaron al personaje social y demoníaco: juerguista, mujeriego, seductor. Doña Inés aparece como elemento redentor de don Juan, es la figura virginal capaz de despertar el amor de un libertino, morir de pena por él y rogar a Dios por su salvación. En la obra aparecen códigos no verbales sobre todo en las escenas finales. Resultan muy llamativas. 4. La poesía romántica. El verso constituyó una manera útil para la manifestación del yo y de los sentimientos. Los poetas recurrieron a un lenguaje simbólico, extraído muchas veces de la naturaleza. Distinguimos dos tipos de poesía: poesía narrativa y poesía lírica: Poesía narrativa: desarrolló un tipo de relato vinculado a la épica medieval, al romancero y a las leyendas de transmisión oral. En este aspecto destacan El estudiante de Salamanca y El diablo mundo de Espronceda y las leyendas de Zorrilla. Poesía lírica: se manifestó en dos momentos a lo largo del siglo. En la primera mitad destaca Espronceda, que trató temas patrióticos y sociales. En la segunda mitad destacan Bécquer y Rosalía de Castro. Es una literatura intimista, que mantiene la visión pesimista y la concepción del amor como fuente de dolor y deseñgaño.

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Espronceda: Su obra poética evolucionó desde el neoclasicismo hasta las posturas románticas más exaltadas. Obras: Canciones: son seis composiciones referidas a tipos humanos marginales, símbolos de valores ideológicos y morales: El pirata, El mendigo ,El reo de muerte, El verdugo, El canto del cosaco. El estudiante de Salamanca: en el poema se incorporan motivos tradicionales del burlador, que también aparece en Zorrilla, el de hombre que presencia su propio entierro. (argumento, página libro de texto 151). El diablo mundo: esta obra está inacabada, por lo que se presta a diferentes interpretaciones. Trata del sentido de la existencia en un mundo donde impera el mal, donde el individuo se enfrenta a una sociedad corrupta, cruel, indiferente. Dentro del poema, Espronceda incluyó Canto a Teresa, dedicado a Teresa Mancha, su gran amor. Constituye la elegía de un amor perdido e imposible de alcanzar. Bécquer. Es un poeta intimista y reflexivo. Su poesía es la culminación del proceso de interiorización característico del romanticismo. Pero aunque su poesía expresa sentimientos y reflexiones producidas por la experiencia vital, sus poemas no tienen carácter autobiográfico. Sus famosas Rimas están constituidas por setenta y nueve poemas breves, que se pueden agrupar de la siguiente manera: Primer grupo: rimas I a XI. Reflexión sobre la poesía y su creación. Segundo grupo: rimas XII a XXIX. Se refieren al amor. Tercer grupo: rimas XXX a LI. Trata sobre la decepción y el desengaño. Cuarto grupo: rimas LII a LXXVI, sobre la soledad y la muerte. Respecto al estilo, podemos apreciar las siguientes características: - la relación entre el tú y el yo, puede alcanzar un plano simbólico, en el que tú/mujer se identifica con la poesía, y el yo/hombre, con el poeta. - El ritmo es muy importante en la poesía de Bécquer, y este se demuestra con el uso de bimembraciones. - En cuanto a la métrica, predominan la asonancia y la mezcla de versos endecasílabos y heptasílabos. Además de su obra poética, Bécquer también es conocido por sus obras en prosa: Leyendas, La historia de los templos de España, Cartas desde mi celda, Cartas literarias a una mujer. Rosalía de Castro: Su obra se inscribe dentro de la reivindicación de la cultura y lenguas vernáculas que nació unida al pensamiento nacionalista romántico. Esta tendencia dio lugar en Galicia, su tierra natal, al rexurdimiento, el resurgimiento de la literatura en Gallego. Obra: escribió dos obras en gallego: Cantares gallegos y Follas novas y una en castellano: En las orillas del Sar. En su poesía sobresalen los temas del dolor y la soledad, tratados desde una visión pesimista de la vida. Otro gran tema es Galicia.

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5. La prosa romántica. NOVELA HISTÓRICA

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COSTUMBRISMO

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FOLLETÍN

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interés por el pasado. Se cultivaron dos tipos: los que localizan la acción en épocas pasadas (Edad Media y Siglo de Oro) y, por otro lado, las novelas de costumbres contemporáneas, que recogen conflictos y situaciones del momento. Se desarrolló ligado al periodismo y alcanzó su máximo esplendor en la década de 1830. El cuadro de costumbres reflejó, por medio del artículo periodístico, los aspectos y personajes de la época. La clase media era la preferida por los autores. Se difundió tanto en los periódicos como en ediciones independientes por entregas

Los autores que destacan en esta etapa son los siguientes: Novela histórica (del primer tipo): Espronceda (Sancho Saldaña), Larra (El doncel de don Enrique el doliente), Enrique Gil y Carrasco (El señor de Bembibre). Costumbrismo: Larra, Mesonero Romanos, Estébanez Calderón. Larra. Este autor es considerado creador del artículo literario en España. Sus ideas entroncan con la intención reformista de la Ilustración y llenan sus textos de una profunda actitud crítica e irónica. Escribió artículos políticos, artículos de crítica literaria y artículos de costumbres. Por estos últimos es más conocido. Artículos de costumbres: en ellos profundiza en las circunstancias sociales con el fin de modernizar el país y de abrirlo a la cultura europea. Son muy conocidos El castellano viejo, El café, El casarse pronto y mal, Vuelva usted mañana. En sus escritos siempre utilizó seudónimos, el más conocido quizá fue Fígaro. Sus artículos se inscriben en el género tradicional de la sátira y la censura mordaz de las conductas y los acontecimientos. Entre los recursos que emplea podemos distinguir la exageración de los rasgos de un personaje, la ironía, la acumulación de hechos a los que suele unirse la amplificación (desarrollo de una idea explicándola de varios modos), y la parodia. Utiliza también neologismos, juegos de palabras y frases hechas de gran arraigo en el lenguaje popular.

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SIGLO XIX. EL REALISMO. 1. Marco histórico y cultural. 1.1. Aspectos políticos, económicos y culturales. 1868: “La Gloriosa”. Caída de Isabel II. 1871-1873: Amadeo de Saboya. 1873: I República. 1875: Restauración monárquica con Alfonso XII. 1885: muere Alfonso XII. Regencia de Mª Cristina. El desarrollo económico impulsó el crecimiento de las ciudades, comunicadas por el ferrocarril. La clase burguesa triunfa. Se desarrollaron las organizaciones obreras. 1.2. Aspectos ideológicos y culturales. La corriente de pensamiento más destacada fue el Krausismo. Uno de sus frutos más importantes fue la Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos. Con la Restauración se inició una etapa positivista, aunque seguían vigentes las ideas Krausistas en ciertos saberes. Otro fenómeno destacable a partir de 1880 especialmente fue el gran desarrollo que tuvo la prensa.

2. El Realismo. Corriente artística que pretende representar la realidad lo más fielmente posible y con el máximo grado de verosimilitud. 2.1. Orígenes y evolución. Este movimiento surgió en Francia. Se inició con autores como Balzac y Stendhal, y se desarrolló ya como movimiento independiente con Flaubert. En España, el inicio del movimiento coincidió con acontecimientos históricos centrales. Surgió hacia 1870 y tuvo su apogeo en la década de 1880, época del acceso al poder de la burguesía. En el momento de la aparición del Realismo, influyeron géneros del Romanticismo como la novela histórica y sobre todo, los artículos de costumbres, junto con las obras y las reflexiones estéticas de novelistas extranjeros como Balzac, Flaubert, Dickens, Tolstoi. 2.2. Realismo y naturalismo. Las bases del naturalismo las asentó Èmile Zola, quien en su libro La novela experimental propuso aplicar el método científico a la literatura. Consistía en describir y analizar al ser humano, que está determinado por el medio, por el momento histórico y por la herencia biológica. En España, el contexto era diferente, pues no había un verdadero capitalismo ni una ciencia floreciente. Los escritores rechazaron el determinismo biológico y reivindicaron el libre albedrío y el humor. Sin embargo, incorporaron temas y procedimientos narrativos del naturalismo que favorecieron una nueva forma de novelar en la década de 1880. 3. Características del Realismo. - descripciones minuciosas y documentadas: los escritores realistas se valen de la observación y la documentación para reflejar la realidad. Las descripciones son explicativas y funcionales: caracterizan y justifican las conductas de los personajes. Este principio se relaciona con la creencia del siglo XIX en un mundo objetivo. - Lenguaje: se emplean expresiones de variedades geográficas, sociales y de situación para reflejar el mundo narrado. El lenguaje es un recurso fundamental para caracterizar ambientes y sobre todo para caracterizar personajes. - Temas, tramas y personajes: el conflicto entre individuo y sociedad es un tema muy presente y se relaciona con la oposición entre la sociedad y la naturaleza. El individuo, un inadaptado, se enfrenta a una colectividad, y generalmente es derrotado por el mundo que le rodea. Los acontecimientos históricos aparecen aludidos en el relato y en las conversaciones de los personajes, o sirven para situar hechos familiares. A veces se establecen paralelismos con las actitudes y acciones de los protagonistas. Por ejemplo en Fortunata y Jacinta. 6

Los lugares urbanos y rurales adquieren gran importancia: el Madrid de Galdós, la tierruca cántabra de Pereda, los pazos gallegos de Emilia Pardo Bazán, la Vetusta (Oviedo) de Clarín…La narración suele respetar una temporalidad cronológica, presentando la sucesión y la simultaneidad de los acontecimientos. La materia narrativa suele organizarse por medio de contrastes: se oponen situaciones (personales, sociales, económicas), personajes y visiones del mundo (valores morales, creencias ideológicas…) Los personajes, que suelen ser numerosos, representan un determinado grupo social. También se muestran personalidades individuales, que luchan y se rebelan. Muchos de ellos aparecen en otras novelas del mismo autor. - El narrador realista cuenta la historia en primera o tercera persona, y en ocasiones combina ambas. Es frecuente el narrador omnisciente, que relata desde un ámbito exterior y superior la historia, aunque a veces también desde una perspectiva interna para expresar el mundo interior de los personajes. El narrador interviene de forma constante: comenta, enjuicia, y lo hace con intención satírica, irónica, educativa o moralizadora. Junto con la narración tradicional y el estilo indirecto, destacan el diálogo, el estilo indirecto libre y el monólogo interior (para expresar subjetividad).

4. Galdós. Como novelista destaca principalmente por la creación de personajes y por su capacidad para integrar la historia del país en la vida de esos seres. Obra: Episodios Nacionales. Son cuarenta y seis relatos que tratan los acontecimientos históricos más importantes en la España del siglo XIX. Cada relato se distribuye en cinco series, cada una en diez episodios, excepto la última que tiene seis. Constituyen crónicas del pasado inmediato, por ello sus títulos aluden a sucesos históricos: Bailén, Trafalgar, Zaragoza, Amadeo I… En relación con estos grandes acontecimientos de la historia se narran episodios de la vida cotidiana de una serie de personajes ficticios. Son personajes sin importancia que funcionan como jueces o testigos de los hechos relevantes. El narrador emplea tanto la primera persona como la tercera. Novelas de la primera época. Estas novelas corresponden a las llamadas novelas de tesis, que exponen conflictos ideológicos, de tema religioso y anticlerical. Los personajes y la trama están sometidos a las ideas del autor y sirven para ejemplificarlas, no tienen autonomía. Los ideales de libertad, tolerancia y progreso que defiende Galdós se enfrenta al conservadurismo, la intolerancia y la religiosidad que niega los valores auténticamente cristianos. Los medios que emplea el autor para presentar su tesis son: la conducta y las opiniones de los personajes; los comentarios del narrador sobre la intención moral de la obra; uso de la ironía, hipérbole y el simbolismo, sobre todo en nombres de lugares y de personas, por ejemplo en Doña Perfecta. Entre las técnicas narrativas sobresalen el diálogo y las cartas. Predomina el narrador omnisciente. Obras de esta época son La fontana de oro, Doña Perfecta, Gloria, La familia de León Roch, Marianela, entre otras. Novelas contemporáneas. En ellas Galdós inventa un mundo ficticio en el que se refleja la realidad de la época y donde Madrid adquiere un papel protagonista. Su realismo se enriquece con la creación de personajes más complejos. Incorpora además elementos naturalistas: las causas biológicas, y especialmente, sociohistóricas de la conducta de los personajes; pero finalmente estos actúan movidos por sus valores. En estas novelas Galdós emplea diferentes técnicas narrativas: predominio del narrador omnisciente o cronista de los hechos; diálogos, que permiten ofrecer perspectivas diversas sobre la realidad y caracterizar a los personajes; monólogo interior, estilo indirecto libre y modo teatral, una forma dialogística totalmente novedosa en la que los parlamentos de los personajes

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son presentados sin intervención de un narrador y con acotaciones; la ironía, la parodia y el humor. Obras de esta etapa: La desheredada, Tormento, Miau, Fortunata y Jacinta. Fortunata y Jacinta: (argumento página 176, libro de texto). La acción de la novela se estructura mediante el triángulo amoroso, muy adecuado para expresar el conflicto entre el amor y la sociedad. Las mujeres protagonistas representan dos realidades opuestas: Fortunata personifica la naturaleza, el pueblo, la rebeldía frente a las reglas. Jacinta, es símbolo de la sociedad burguesa, del respeto a las leyes y a las convenciones. La acción transcurre en Madrid. La historia narrada se inicia en diciembre de 1869 y termina en 1876, año en el que muere Fortunata. En la narración se menciona los acontecimientos políticos de esos años. El narrador se presenta al principio como un testigo, directo o indirecto de los hechos. Constantemente comenta e ironiza. A medida que avanza la novela, reduce un poco sus intervenciones y se convierte en el narrador omnisciente que posee toda la información de lo que ocurre. Novelas espiritualistas. En ellas predominan los valores evangélicos: el amor y la caridad cristiana. Reflejan la desilusión ideológica del autor al ser testigo del fracaso de la burguesía para transformar la sociedad. Acude a la trascendencia, a los principios más auténticos del cristianismo. Aparecen personajes humildes imbuidos en altos valores morales y de un gran sentido del deber. El espacio preferido ya no es el Madrid de la burguesía, sino el de los barrios más miserables de entonces. Obras: Nazarín, Misericordia, El abuelo. Últimas novelas. Las últimas novelas de Galdós mezclan el realismo con elementos de carácter maravilloso y fantástico: Casandra, El caballero encantado, La razón de la sin razón. La obra en general de Galdós reúne influencias muy variadas: la literatura costumbrista y folletinesca, de la que parte; el realismo de Balzac y Dickens; ciertos elementos naturalistas de Zola y espiritualistas de Tolstoi; temas aportados por la ciencia psicológica y fisiológica de la época; y en el fondo la presencia permanente de Cervantes.

5. Pereda. Cultivó el realismo regionalista. La región representa el origen, lo castizo y lo puro frente a la ciudad, ámbito burgués, novedoso, corrupto. Su obra evolucionó del costumbrismo al realismo: Costumbrismo: descripciones de paisajes de Santander y tipos locales: Escenas montañesas. Realismo: El sabor de la tierruca, Sotileza, Peñas arriba. 6. Valera. Para este autor la novela tenía como fin la creación de la belleza y el deleite del lector. El tema más frecuente de sus obras es el amor, y relacionado con él, el asunto del viejo y la niña. Cuando retrata el espacio rural, aparece el costumbrismo: una Andalucía idílica, plena de armonía. Sus obras más conocidas son Pepita Jiménez y Juanita la Larga.

7. Pedro Antonio de Alarcón. Sus primeras novelas tienen todavía notas románticas pero ya El sombrero de tres picos, El escándalo, El niño de la bola, La Pródiga se consideran dentro de la etapa realista. Frente al “realismo regional” de Pereda, sus obras se incluyen dentro de lo que se ha llamado “realismo tradicional”ya que en sus novelas da cuenta de la sociedad contemporánea pero desde una perspectiva ideológica tradicional.

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8. Clarín. En su obra narrativa confluyen diversas influencias: ciertos elementos del naturalismo, como la observación y la interdependencia entre la fisiología y psicología, y la religiosidad de las corrientes espiritualistas de finales del siglo XIX, con un cristianismo que propugna la tolerancia. Clarín escribió cuentos (Pipá, ¡Adiós Cordera!) y se dedicó a la crítica literaria, pero lo que más se conoce de su producción son sus dos novelas largas: La Regenta y Su único hijo. La Regenta: (argumento pág.180 libro de texto) En esta novela se aborda el conflicto de la búsqueda del amor ideal en un ambiente mediocre y hostil; es la historia de una carencia de amor y de amistad. La historia de la novela se construye alrededor de un triángulo amoroso: dos hombres, el magistral Fermín de Pas y el donjuán Álvaro Mesía, y una mujer, Ana Ozores, esposa del regente Víctor Quintanar. La novela desarrolla el tema del adulterio, muy presente en la narrativa del XIX y tratada por autores como Zola, Flaubert, Galdós. La narración se organiza en torno a Ana Ozores, Fermín de Pas y la ciudad de Vetusta (en realidad Oviedo) y abarca los comportamientos de la aristocracia, del clero y de la burguesía en una ciudad de provincias, donde priman la hipocresía, la ambición, la inmoralidad, la incultura y el tedio. La literatura es un elemento importante (las lecturas de Ana Ozores, su diario, sus poemas, su seducción por Álvaro durante la representación de Don Juan Tenorio). La obra comienza “in media res” y tiene dos partes. La primera se desarrolla en tres días. Aquí se presentan a los personajes y se describen los ambientes. Se reflejan con detalle las costumbres de los sectores dominantes: fiestas, Casino… En la segunda parte tiene lugar verdaderamente el desarrollo de la trama narrativa: la lucha de don Fermín por Ana, su separación y el triunfo de Álvaro Mesía. La novela acaba con Ana hundida en su soledad y rechazada por Vetusta y por don Fermín. Los elementos naturalistas se advierten en el determinismo del medio y en las circunstancias que han marcado a la Regenta: orfandad, infancia infeliz, educación severa… Ana Ozores se debate constantemente entre esos factores y su conciencia y esas crisis se manifiestan en reacciones fisiológicas. Se emplea el estilo indirecto libre. El narrador interviene a veces en la historia, con profunda ironía. 9. Pardo Bazán y Blasco Ibáñez. Son los autores que más recibieron influencias naturalistas. La narrativa de Pardo Bazán incorpora elementos naturalistas como las descripciones minuciosas, la influencia del medio y situaciones violentas y escabrosas. Entre sus principales obras destacan La cuestión palpitante y Los pazos de Ulloa. En las novelas naturalistas de Blasco Ibáñez, los elementos naturalistas están presentes en el determinismo social y biológico que condiciona el destino de los personajes, en los escenarios y en las acciones sórdidas y brutales. Este autor escribió Arroz y tartana, La barraca, Cañas y Barro.

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