Semana del 24 al 30 de Agosto 2015

Semana del 24 al 30 de Agosto 2015 [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] (Marcos 1:40-42). Cristo sabía muy bien que era ilícito hasta que el l...
3 downloads 0 Views 884KB Size
Semana del 24 al 30 de Agosto 2015

[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]

(Marcos 1:40-42). Cristo sabía muy bien que era ilícito hasta que el leproso estuviera allí. Sin embargo, en vez de echarlo, se conmovió tanto que hizo lo impensable: lo tocó. Nota: * Los preceptos rabínicos estipulaban que había

Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos.

www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com

que apartarse de los leprosos como mínimo cuatro codos (unos 180 centímetros), o cien codos (unos 45 metros) si soplaba viento. El Midrás Rabbah habla de un rabí que se escondía de ellos y de otro que los ahuyentaba tirándoles piedras. Por lo tanto, estos enfermos sabían muy bien lo que dolía ser rechazados, así como sentirse despreciados y no queridos.

GRACIAS!!

[Canción 21][E. Libro] [Inicio] [ 11 ][ 12 ][ 13 ][ 14 ][ 15 ] cl cap. 29 párrs. 11-15 11, 12. a) ¿Qué trato recibían los leprosos en tiempos bíblicos, y cómo reaccionó Jesús cuando se le acercó un hombre “lleno de lepra”? b) ¿Qué efecto pudo tener en el leproso que Jesús lo tocara, y cómo ilustra este hecho la experiencia de un médico? [ 11 ] [Textos] La compasión lo movió a aliviar el sufrimiento. Quienes estaban aquejados de diversas dolencias se sentían atraídos a Jesús porque percibían que era compasivo. Este hecho fue evidente cuando un hombre “lleno de lepra” se le acercó en un momento en el que las multitudes lo seguían (Lucas 5:12). En tiempos bíblicos se ponía en cuarentena a los leprosos para que no contaminaran a la gente (Números 5:1-4). Pero los guías rabínicos terminaron adoptando un criterio implacable ante la lepra e impusieron reglas opresivas.* Nota: Ahora bien, observemos cómo reaccionó Jesús ante aquel enfermo: “También vino a él un leproso, y le suplicó hasta de rodillas, diciéndole: ‘Si tan solo quieres, puedes limpiarme’. Con esto, él se enterneció, y extendió la mano y lo tocó, y le dijo: ‘Quiero. Sé limpio’. E inmediatamente la lepra desapareció de él”

“Extendió la mano y lo tocó” [ 12 ] [Textos] ¿Podemos hacernos una idea de lo que significó para aquel enfermo de lepra que Cristo lo tocara? Ilustrémoslo con una experiencia. Paul Brand, especialista en esta afección, nos cuenta el caso de un joven leproso al que trató en la India. Cuando lo examinó, le puso la mano en el hombro y le explicó mediante una intérprete qué tratamiento seguiría. El paciente rompió a llorar, de modo que el médico inquirió: “¿He dicho algo malo?”. La intérprete le preguntó al hombre en su idioma y luego respondió: “No, doctor. Dice que llora porque le ha puesto la mano en el hombro. Antes de venir aquí, llevaba años sin que nadie lo tocara”. Para el leproso

que se acercó a Jesús, ese gesto fue aún más importante, pues tras ello desapareció el mal que lo había marginado. 13, 14. a) ¿Con qué comitiva se encontró Jesús al aproximarse a la ciudad de Naín, y por qué era una situación particularmente trágica? b) ¿Qué acción compasiva tomó Jesús a favor de la viuda de Naín? [ 13 ] [Textos] La compasión lo movió a eliminar la aflicción. Jesús se conmovía hondamente ante el dolor ajeno. Tomemos como ejemplo el relato de Lucas 7:11-15. A mitad de su ministerio, cuando se aproximaba a la ciudad galilea de Naín, Cristo se encontró cerca de la puerta con un cortejo fúnebre. Las circunstancias eran particularmente trágicas. Había muerto un joven, hijo único de una viuda. Es probable que ella ya hubiera estado antes en una comitiva semejante: la de su esposo. En ese momento se trataba de su hijo, tal vez su único apoyo. Aquella mujer quizás fuera acompañada de los lamentos de las plañideras y de las tristes melodías que tocaban los músicos (Jeremías 9:17, 18; Mateo 9:23). Sea como fuere, Jesús posó la vista en la adolorida madre, que seguramente caminaba cerca del féretro. [ 14 ] [Textos] Cristo “se enterneció” al ver a la desconsolada madre, a la que dijo en tono tranquilizador: “Deja de llorar”. Espontáneamente, se acercó al féretro y lo tocó, con lo que los portadores, y quizás el resto del acompañamiento, se detuvieron. Luego, con voz de autoridad, dirigió la palabra al cuerpo sin vida: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”. ¿Qué sucedió? “El muerto se incorporó y comenzó a hablar”, como si lo hubieran despertado de un sueño profundo. El pasaje agrega un detalle muy conmovedor: “Y [Jesús] lo dio a su madre”. 15. a) ¿Qué relación hay entre compasión y acción en los relatos donde Jesús se enternece? b) ¿Cómo imitamos a Jesús en este particular? [ 15 ] [Textos] ¿Qué nos enseñan los anteriores relatos? Notemos la relación que existe en cada caso entre compasión y acción. Jesús no podía contemplar las desdichas del prójimo sin apiadarse, lo que a su vez lo impulsaba siempre a obrar en consecuencia. ¿Cómo imitamos su ejemplo? Los cristianos tenemos el deber de predicar las buenas nuevas y hacer

discípulos. Aunque nuestro motivo principal para hacerlo es el amor a Dios, no olvidemos que también debe movernos la compasión. Al enternecernos como Cristo, el corazón nos impelerá a esforzarnos al máximo por anunciar las buenas nuevas (Mateo 22:37-39). ¿Cómo mostramos compasión a los hermanos en la fe que sufren o están de duelo? Cierto es que no podemos efectuar curaciones milagrosas ni resurrecciones, pero debemos tomar la iniciativa expresándoles nuestra preocupación o ayudándoles en lo que necesiten (Efesios 4:32).

[E.M.T] [Inicio] [P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]

[P.S] Lectura de la Biblia: 2 Reyes 5 a 8 | Puntos Sobresalientes

[Nº1] Núm. 1: 2 Reyes 6:20-31 (3 min. o menos) 20

Y aconteció que, tan pronto como llegaron a Samaria, Eliseo entonces dijo: “Oh Jehová, abre los ojos de estos para que vean”. Inmediatamente Jehová les abrió los ojos, y llegaron a ver; y aquí estaban en medio 21 de Samaria. El rey de Israel ahora dijo a Eliseo, luego que los vio: “¿[Los] derribo, [los] derribo, padre mío?”. 22 Pero él dijo: “No debes derribar[los]. ¿Es a los que has hecho cautivos con tu espada y con tu arco a quienes vas a derribar? Coloca pan y agua delante de ellos para que coman y beban y se vayan a su señor”. 23 Por lo tanto, les hizo un gran banquete; y se pusieron a comer y beber, después de lo cual los envió, y ellos se fueron a su señor. Y ni una sola vez volvieron a entrar las partidas merodeadoras de los sirios en la tierra de Israel. 24

Y después de esto aconteció que Ben-hadad el rey de Siria procedió a juntar todo su campamento y a subir 25 y sitiar a Samaria. Con el tiempo surgió una gran hambre en Samaria, y, ¡mire!, estuvieron sitiándola hasta que la cabeza de un asno llegó a valer ochenta piezas de plata, y el cuarto de una medida de cab de 26 estiércol de paloma valía cinco piezas de plata. Y aconteció que, al ir pasando el rey de Israel sobre el muro, cierta mujer le gritó, y dijo: “¡Salva, sí, oh mi señor 27 el rey!”. A lo que él dijo: “Si Jehová no te salva, ¿de qué [fuente] te salvaré yo?, ¿de la era, o del lagar de

28

vino o de aceite?”. Y el rey siguió diciéndole: “¿Qué te pasa?”. A lo que dijo ella: “Esta mujer misma me dijo: „Da tu hijo para que nos lo comamos hoy, y a mi propio 29 hijo nos lo comeremos mañana‟. Por lo tanto cocimos a mi hijo y nos lo comimos. Entonces le dije yo al día siguiente: „Da tu hijo para que nos lo comamos‟. Pero ella escondió a su hijo”. 30

Y aconteció que, en cuanto el rey oyó las palabras de la mujer, al instante rasgó sus prendas de vestir; y al ir pasando él sobre el muro, el pueblo llegó a ver, y, 31 ¡mire!, había saco debajo, sobre su carne. Y él pasó a decir: “¡Así me haga Dios, y así añada a ello, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat permanece sobre él hoy!”.

Saúl ordenó a los corredores que dieran muerte a los sacerdotes. Cuando estos rehusaron, Doeg, por mandato de Saúl, dio muerte sin vacilar a un total de ochenta y cinco sacerdotes. Después de esta acción inicua, Doeg dio a Nob por entero a la destrucción, matando a todos sus habitantes, tanto jóvenes como viejos, así como al ganado. (1Sa 22:6-20.) Como se indica en el encabezamiento del Salmo 52, David escribió concerniente a Doeg: “Adversidades trama tu lengua, afilada como una navaja, y obra engañosamente. Has amado lo malo más que lo bueno; la falsedad, más que el hablar justicia. Has amado todas las palabras devoradoras, oh lengua engañosa”. (Sl 52:2-4.)

[Nº2] Núm. 2: ¿De qué tratan los libros de las Escrituras Hebreas? (igw pág. 30) (5 min.) PREGUNTA 19 ¿De qué tratan los libros de la Biblia? LAS ESCRITURAS HEBREOARAMEAS, O ANTIGUO TESTAMENTO EL PENTATEUCO (5 LIBROS): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio Desde la creación del mundo hasta el nacimiento de la nación de Israel LOS LIBROS HISTÓRICOS (12 LIBROS): Josué, Jueces y Rut La llegada de Israel a la Tierra Prometida y algunos hechos posteriores 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, y 1 y 2 Crónicas La historia de la nación de Israel hasta la destrucción de Jerusalén Esdras, Nehemías y Ester La historia de los judíos tras volver del destierro en Babilonia [Nº3] Núm. 3: Doeg. Tema: Cuidado con los que aman el mal (it-1 pág. 716) (5 min.) DOEG (posiblemente: Ansioso; Asustado). Edomita que servía de mayoral de los pastores del rey Saúl, un puesto de supervisor que exigía responsabilidad (1Sa 21:7; 22:9); debió ser un prosélito. Debido a ser “detenido delante de Jehová” en Nob — posiblemente a causa de un voto, alguna inmundicia o sospecha de lepra—, Doeg presenció cómo el sumo sacerdote Ahimélec le daba a David el pan de la proposición y la espada de Goliat. Más tarde, cuando Saúl se dirigió a sus siervos y los acusó de estar conspirando contra él, Doeg reveló lo que había visto en Nob. Después de convocar al sumo sacerdote Ahimélec, así como a los otros sacerdotes de Nob, e interrogarle,

[R. Servicio] [Inicio] Reunión de Servicio

Tema del mes: “En cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová” (Josué 24:15). Canción 40 15 min. Necesidades de la congregación.

15 min. Ideas para enriquecer la Noche de Adoración en Familia. Análisis con el auditorio basado en Nuestro Ministerio del Reino de enero de 2011, página 6. Llame la atención a las ideas para la adoración en familia que aparecen en jw.org (ENSEÑANZAS BÍBLICAS>NIÑOS). Subraye que cada familia debe adaptar la noche de adoración a sus necesidades y que debe tener como objetivo fortalecer la fe en Jehová y en sus promesas. La Noche de Adoración en Familia no debe ser una ocasión solemne, fría y aburrida, sino que debe reflejar al Dios feliz a quien adoramos [Recuadro de la página 6] TÉNGALO A MANO Ideas para la Noche de Adoración en Familia

Biblia: • Leer una parte de la lectura semanal de la Biblia. Si el relato se presta, un miembro de la familia puede leer la narración, y otros, las palabras de los distintos personajes. • Poner en escena cierto pasaje de la lectura bíblica. • Leer todos de antemano los capítulos asignados de la Biblia, y cada uno escribir una o dos preguntas sobre el relato. Luego, investigar juntos las respuestas. • Hacer cada semana una tarjeta con un texto bíblico y tratar de memorizarlo y explicarlo. Ir juntando una colección de tarjetas y repasarlas semanalmente para ver cuántos textos recuerdan.

• Analizar metas realistas para la familia a fin de aumentar su participación en el ministerio durante la temporada de la Conmemoración o en las vacaciones. • Apartar unos minutos para que cada miembro de la familia investigue respuestas a preguntas que pudieran surgir en el servicio, y luego ensayarlas. Otras sugerencias: • Leer juntos un artículo de las revistas más recientes. • Que cada miembro de la familia lea de antemano un artículo que le interese de las revistas actuales, y luego, que presente un informe. • Invitar de vez en cuando a otro publicador o matrimonio a su adoración en familia, y quizás entrevistarlos.

• Escuchar una grabación de la lectura de la Biblia y seguirla en la Biblia.

• Ver y analizar alguno de nuestros videos.

Reuniones:

• Analizar juntos la sección “Los jóvenes preguntan” o “Actividades para la familia” de la revista ¡Despertad!

• Preparar juntos una parte de las reuniones. • Ensayar los cánticos del Reino programados para la semana siguiente. • Si alguien tiene parte en la Escuela del Ministerio Teocrático o una demostración en la Reunión de Servicio, proponer ideas de cómo presentarla, o ensayarla ante la familia. Necesidades de la familia: • Incluir información de los libros Los jóvenes preguntan o Aprendamos del Gran Maestro. • Tener sesiones de práctica sobre cómo manejar una situación que pudiera surgir en la escuela. • Tener sesiones de práctica donde los padres y los hijos invierten papeles. Los hijos investigan un tema y hacen razonar a los padres.

• Analizar juntos la sección “De padres a hijos” o “El rincón del joven” de la revista La Atalaya. • Leer y analizar una sección del Anuario del año en curso o alguna publicación presentada en la última asamblea de distrito. • Tras asistir a un día especial o una asamblea de circuito o distrito, repasar los puntos principales. • Observar en vivo la creación de Jehová y luego hablar de lo que nos enseña del Creador. • Trabajar juntos en un proyecto, como una maqueta, un mapa o un gráfico.

Canción 130 y oración

Ministerio del campo: • Tener sesiones de práctica de las presentaciones que usarán durante el fin de semana. Canción 22 [Atalaya] [Inicio]

[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ][ 9 ][ 10 ][ 11 ][ 12 ][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ] Qué lecciones nos enseña el padrenuestro (segunda parte)

preguntas sobre sus creencias y su labor de evangelización. [ 3 ] [Textos] A la mañana siguiente, después de un abundante desayuno, Lana les contestó más preguntas a sus anfitrionas, y ellas le dieron sus datos para que alguien las visitara. La joven volvió a casa sana y salva y sigue siendo precursora regular. Está segura de que Jehová, quien siempre escucha nuestras oraciones, intervino en aquella ocasión (Sal. 65:2). 4. ¿De qué tipo de necesidades hablaremos ahora?

“Su Padre sabe qué cosas necesitan.” (MAT. 6:8) Canción 68 ¿LO RECUERDA? Cuando pedimos el pan nuestro de cada día, ¿qué estamos pidiendo? ¿Qué tenemos que hacer para que Dios perdone nuestras deudas? ¿Cómo responde Jehová nuestra petición de que no nos deje caer en tentación? 1-3. ¿Por qué está tan segura Lana de que Jehová conoce nuestras necesidades? [ 1 ] [Textos] LANA nunca olvidará lo que le sucedió a mediados de 2012 en Alemania. Ella está convencida de que dos oraciones muy específicas que hizo fueron contestadas. La primera la hizo mientras iba en el tren de camino al aeropuerto: le pidió a Jehová que la ayudara a encontrar alguien a quien predicarle. La segunda la hizo cuando llegó y le dijeron que su vuelo se había pospuesto al día siguiente: le pidió ayuda a Dios, pues se había quedado prácticamente sin un euro y no tenía dónde pasar la noche. [ 2 ] [Textos] No había terminado su segunda oración cuando escuchó a alguien decirle: “Lana, ¿qué haces aquí?”. Se trataba de un antiguo compañero de clases que se marchaba a Sudáfrica. Estaba con su madre y su abuela, quienes habían ido a despedirlo. Cuando Elke, la madre del joven, se enteró de la situación de Lana, le ofreció su casa. Elke y su madre fueron muy hospitalarias y le hicieron muchas

[ 4 ] [Textos] Cuando surge un problema inesperado, no dudamos en pedir ayuda a Jehová, y a él le gusta escuchar esas oraciones (Sal. 34:15; Prov. 15:8). Pero el padrenuestro nos enseña que tenemos necesidades más importantes que no debemos pasar por alto. En este artículo hablaremos de las últimas cuatro peticiones de la oración modelo. Tres de ellas destacan las necesidades espirituales y la otra, “danos hoy nuestro pan para este día”, nos enseña importantes lecciones que nos ayudarán a vivir en armonía con esa oración (lea Mateo 6:11-13). “DANOS HOY NUESTRO PAN PARA ESTE DÍA” 5, 6. ¿Por qué debemos pedir el pan nuestro de cada día aunque tengamos suficiente? [ 5 ] [Textos] Es interesante notar que el padrenuestro no dice “mi pan”, sino “nuestro pan”. Victor, un superintendente de circuito de África, comenta: “Le doy gracias a Jehová porque mi esposa y yo no tenemos que preocuparnos por tener algo que comer ni por pagar el alquiler de la casa. Nuestros queridos hermanos nos ayudan con esas cosas. Pero le pido a Dios que ayude a los hermanos a seguir adelante a pesar de los problemas económicos de este mundo”. [ 6 ] [Textos] Si nosotros tenemos comida para muchos días, pidamos por nuestros hermanos pobres o por los que han sufrido los efectos de algún desastre natural. Pero luego no nos quedemos de brazos cruzados: ayudémoslos. Tal vez podríamos compartir con ellos lo que tenemos. También podemos apoyar regularmente la obra mundial con

nuestras donaciones, pues sabemos que nuestro dinero será bien usado (1 Juan 3:17). 7. ¿Qué ilustración usó Jesús para explicar que no debemos angustiarnos por lo que traerá el “día siguiente”? [ 7 ] [Textos] Al parecer, Jesús habló del pan para referirse a las necesidades básicas en general. De hecho, enseguida explicó que Dios viste a las flores del campo y preguntó: “¿No los vestirá a ustedes con mucha más razón, hombres de poca fe? Por eso, nunca se inquieten y digan: [...] ‘¿Qué hemos de ponernos?’”. Al final dio este consejo: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente” (Mat. 6:30-34). Estas palabras nos enseñan a no ser materialistas, sino a contentarnos con tener cubiertas nuestras necesidades del día: una vivienda digna, la sabiduría para hacer frente a las enfermedades y un empleo, entre otras cosas. Ahora bien, si solo le pidiéramos a Dios que cubriera nuestras necesidades físicas, estaríamos demostrando que no tenemos claras nuestras prioridades. Hay necesidades espirituales que son mucho más importantes. 8. ¿En qué debería hacernos pensar la frase “danos hoy nuestro pan para este día”? (Vea la ilustración del principio.) [ 8 ] [Textos] La frase “danos hoy nuestro pan para este día” debería hacernos pensar en que también necesitamos alimento espiritual. ¿Por qué? Porque Jesús dijo: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová” (Mat. 4:4). De modo que debemos pedirle siempre a Jehová que nos dé ese alimento al tiempo debido. “PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS” 9. ¿Por qué se puede decir que los pecados son deudas? [ 9 ] [Textos] ¿Por qué dijo aquí “deudas” Jesús si en una ocasión posterior dijo “pecados”? (Mat. 6:12; Luc. 11:4.) Hace sesenta años, esta revista explicó la razón: “Un pecado de transgresión contra la ley de Dios nos pone en deuda con él. [...] En pago de nuestro pecado Dios podía exigir y tomar nuestra vida; [...] podía retirar su paz de nosotros, rompiendo

todas las relaciones pacíficas que tiene con nosotros. [...] Le debemos nuestro amor, expresado en obediencia; y cuando pecamos dejamos de pagarle nuestra deuda de amor, porque el pecado es falta de amor hacia Dios” (1 Juan 5:3). 10. a) ¿Por qué puede perdonar Jehová nuestros pecados? b) ¿Qué deberíamos hacer para corresponder al amor de Jehová? [ 10 ] [Textos] El hecho de que necesitemos pedir perdón todos los días nos recuerda que, legalmente, la única manera en la que Dios puede perdonar nuestras deudas es mediante el sacrificio de rescate de Jesús. Aunque ese rescate se pagó hace casi dos mil años, deberíamos valorarlo tanto como si se hubiera pagado hoy. En realidad, el pago que se hizo por nuestra vida era tan elevado que ningún ser humano imperfecto hubiera podido cubrirlo (lea Salmo 49:7-9 y 1 Pedro 1:18, 19). Es un regalo que debemos agradecer siempre a Jehová. Por otro lado, el padrenuestro dice “nuestros pecados”, no “mis pecados”, lo cual nos recuerda que todos los cristianos necesitamos la compasión de Dios. Jehová desea que nos preocupemos no solo por nuestra salud espiritual, sino también por la de quienes nos rodean, incluidos los que han cometido un pecado contra nosotros. Ese tipo de pecados —que por lo general no son graves— nos dan la oportunidad de demostrar que de verdad queremos a nuestros hermanos y que estamos dispuestos a perdonarlos, tal como Dios nos perdona a nosotros (Col. 3:13). 11. ¿Por qué es necesario ser perdonador? [ 11 ] [Textos] Lamentablemente somos imperfectos, por lo que a veces es difícil perdonar a nuestros hermanos (Lev. 19:18). Si hacemos público el problema, puede que algunos se pongan de nuestra parte y se divida la congregación. Si no resolviéramos el conflicto, estaríamos demostrando falta de agradecimiento por la compasión de Dios y por el rescate. Él no nos perdonará mientras no seamos perdonadores (Mat. 18:35). Jesús habló de este punto justo después de enseñar a sus discípulos a orar (lea Mateo 6:14, 15). Por otro lado, para recibir el perdón de Dios, debemos esforzarnos por no cometer pecados graves, lo cual nos lleva a la siguiente petición (1 Juan 3:4, 6).

pruebas más duras. Pero no olvidemos que, hasta el día de hoy, el Diablo sigue tentando a los discípulos de Jesús, incluido usted. 14. ¿Qué debemos hacer para no caer en la tentación?

“NO NOS METAS EN TENTACIÓN” 12, 13. a) ¿Qué le pasó a Jesús poco después de su bautismo? b) Si caemos en una tentación, ¿por qué debemos aceptar nuestra responsabilidad? c) ¿Qué demostró Jesús con su lealtad hasta la muerte? [ 12 ] [Textos] El siguiente episodio de la vida de Jesús nos ayudará a comprender mejor por qué debemos pedir: “No nos metas en tentación”. Poco después de su bautismo, Jesús fue llevado al desierto por el espíritu de Dios. ¿Para qué? “Para ser tentado por el Diablo.” (Mat. 4:1; 6:13.) ¿Debería sorprendernos? No si entendemos la razón principal por la que Dios envió a su Hijo a la Tierra. Lo envió para aclarar de una vez por todas las dudas que surgieron cuando Adán y Eva rechazaron su autoridad. En el jardín de Edén surgieron preguntas como: ¿creó Jehová al ser humano con defectos? ¿Puede un ser humano perfecto mantenerse del lado de Dios a pesar de las presiones del Diablo? ¿Les iría mejor a los hombres si se gobernaran ellos mismos? (Gén. 3:4, 5.) Aunque se necesitaría tiempo para dar respuesta a esas preguntas, al final quedaría bien claro para todos los seres humanos y los ángeles que la manera de gobernar de Jehová es la mejor. [ 13 ] [Textos] Jehová es santo; él no tienta a nadie para ver si hace cosas malas. “El Tentador” es el Diablo; él crea situaciones que nos ponen a prueba (Mat. 4:3). Sin embargo, tenemos el poder de decidir si vamos a caer en la tentación o no (lea Santiago 1:13-15). Jesús rechazó de inmediato cada una de las tentaciones del Diablo citando de la Palabra de Dios, y así defendió el derecho de Dios a gobernar a su creación. Como es obvio, Satanás no se rindió; esperó a que se diera “otro tiempo conveniente” (Luc. 4:13). Aun así, Jesús resistió vez tras vez sus ataques. Demostró que Dios gobierna de manera justa y que un ser humano perfecto puede ser fiel a pesar de las

[ 14 ] [Textos] Las acusaciones que lanzó el Diablo aún no se han aclarado por completo. Por eso, Jehová sigue permitiéndole que use el mundo para ponernos a prueba. Lejos de “meternos en tentación”, Dios confía en nosotros y quiere ayudarnos a resistir. Por supuesto, él no impide a toda costa que caigamos en la tentación. Nos ha dado la libertad para elegir y respeta esa libertad. De modo que debemos mantener fuerte nuestra espiritualidad y orar en todo momento. Ahora bien, ¿cómo contesta Jehová nuestras oraciones? 15, 16. a) Mencione algunas tentaciones comunes hoy día. b) Si un cristiano cayera en la tentación, ¿quién sería el responsable? [ 15 ] [Textos] Jehová nos ofrece su poderoso espíritu, el cual nos da fuerzas para resistir las tentaciones. Y mediante su Palabra y la congregación nos advierte sobre peligros como malgastar tiempo, dinero y energías en cosas que no son indispensables. Espen y Janne viven en un país rico de Europa. Durante años fueron precursores regulares en una zona de su país donde se necesitaba ayuda. No obstante, tuvieron que dejar el precursorado al nacer su primer hijo. Luego tuvieron una niña. Espen dice: “Le pedimos a menudo a Jehová que nos ayude a no caer en tentaciones ahora que ya no podemos participar tanto en las actividades cristianas. Le pedimos que nos ayude a mantener fuerte nuestra amistad con él y a seguir predicando con entusiasmo”.

[ 18 ] [Textos] Si quiere vivir para siempre, no deje de pedirle a Dios que venga su Reino, que su nombre sea santificado y que se haga su voluntad en la Tierra. Pídale que cubra sus necesidades físicas y espirituales. Pero sobre todo, siga las lecciones que nos enseña el padrenuestro y viva en armonía con esa oración.

Textos del Libro Párrafo 11 (Lucas 5:12) En otra ocasión, mientras él estaba en una de las ciudades, ¡mira!, ¡un varón lleno de lepra! Cuando alcanzó a ver a Jesús, este cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: “Señor, si tan solo quieres, puedes limpiarme”.

[ 16 ] [Textos] Otra tentación que se ha hecho muy popular es la de ver pornografía. Si caemos en esa trampa, no podemos echarle la culpa al Diablo. ¿Por qué? Porque ni él ni su mundo pueden obligarnos a hacer nada que no queramos hacer. La realidad es que hay quienes han caído porque han pensado en cosas que no debían. Miles de nuestros hermanos han dicho “no” a la pornografía. Nosotros también podemos (1 Cor. 10:12, 13). “LÍBRANOS DEL INICUO” 17. a) ¿Qué debemos hacer para vivir en armonía con la petición “líbranos del inicuo”? b) ¿Qué alivio sentiremos pronto? [ 17 ] [Textos] Para vivir en armonía con la petición “líbranos del inicuo”, debemos esforzarnos por no ser “parte del mundo” de Satanás y no amar “ni al mundo ni las cosas que están en el mundo” (Juan 15:19; 1 Juan 2:15-17). Esta es una lucha de todos los días, pero pronto Jehová responderá nuestra petición y borrará del mapa al Diablo y a su mundo. Mientras tanto, no podemos olvidar que cuando Satanás fue echado del cielo sabía que tenía los días contados. Por eso está furioso e intenta por todos los medios que seamos desleales. Tenemos que seguir pidiendo a Dios que nos libre de él (Rev. 12:12, 17). 18. Si quiere vivir para siempre, ¿qué debe seguir haciendo?

(Números 5:1-4) Y Jehová habló nuevamente a Moisés, 2 y dijo: “Manda a los hijos de Israel que envíen fuera del campamento a toda persona leprosa y a todo el que tenga flujo y a todo el que se haya hecho inmundo por 3 un alma difunta. Sea varón o hembra, ustedes deben enviarlos afuera. Deben enviarlos fuera del campamento, para que no contaminen los campamentos de aquellos en medio de quienes estoy 4 residiendo”. Y los hijos de Israel procedieron a hacerlo así, aun a enviarlos fuera del campamento. Tal como Jehová había hablado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel. (Marcos 1:40-42) También vino a él un leproso, y le suplicó hasta de rodillas, diciéndole: “Si tan solo quieres, 41 puedes limpiarme”. Con esto, él se enterneció, y extendió la mano y lo tocó, y le dijo: “Quiero. Sé limpio”. 42 E inmediatamente la lepra desapareció de él, y quedó limpio.

Párrafo 12

Párrafo 13 (Lucas 7:11-15) Poco después de esto viajó a una ciudad llamada Naín, y sus discípulos y una gran 12 muchedumbre viajaban con él. Al acercarse él a la puerta de la ciudad, pues ¡mira!, sacaban a un muerto, el hijo unigénito de su madre. Además, ella era viuda. También estaba con ella una muchedumbre bastante 13 numerosa de la ciudad. Y cuando el Señor alcanzó a verla, se enterneció por ella, y le dijo: “Deja de llorar”. 14 En seguida se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron, y él dijo: “Joven, yo te digo:

15

¡Levántate!”. Y el muerto se incorporó y comenzó a hablar, y él lo dio a su madre. (Jeremías 9:17, 18) ”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: „Pórtense con entendimiento, y llamen a las mujeres que salmodian endechas, para que vengan; y envíen [aviso] aun a las mujeres diestras, para que 18 vengan, y para que se apresuren y levanten sobre nosotros una lamentación. Y que nuestros ojos dejen rodar lágrimas y nuestros propios ojos radiantes destilen aguas. (Mateo 9:23) Ahora bien, cuando entró en la casa del gobernante y vio a los flautistas y a la muchedumbre en ruidosa confusión,

Párrafo 14

Párrafo 15 (Mateo 22:37-39) Él le dijo: “„Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con 38 toda tu mente‟. Este es el más grande y el primer 39 mandamiento. El segundo, semejante a él, es este: „Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo‟. (Efesios 4:32) Más bien háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes.

Textos Atalaya Párrafo 1

Párrafo 2

(Proverbios 15:8) 8 El sacrificio de los inicuos es cosa detestable a Jehová, pero la oración de los rectos le es un placer. (Mateo 6:11-13) 11 Danos hoy nuestro pan para este día; 12 y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo’. Párrafo 5

Párrafo 6 (1 Juan 3:17) 17 Pero cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de la vida, y contempla a su hermano pasar necesidad, y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera permanece el amor de Dios en él? Párrafo 7 (Mateo 6:30-34) 30 Pues bien, si Dios viste así a la vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón, hombres de poca fe? 31 Por eso, nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué hemos de ponernos?’. 32 Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad. Párrafo 8

Párrafo 3 (Salmos 65:2) 2 Oh Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne. Párrafo 4 (Salmos 34:15) 15 Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda.

(Mateo 4:4) 4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’”. Párrafo 9 (Mateo 6:12) 12 y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores.

(Lucas 11:4) 4 Y perdónanos nuestros pecados, porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe; y no nos metas en tentación’”. (1 Juan 5:3) 3 Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos, Párrafo 10 (Salmos 49:7-9) 7 ni uno de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él 8 (y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso que ha cesado hasta tiempo indefinido); 9 para que todavía viva para siempre [y] no vea el hoyo. (1 Pedro 1:18-19) 18 Porque ustedes saben que no fue con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados de su forma de conducta infructuosa recibida por tradición de sus antepasados. 19 Más bien, fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo. (Colosenses 3:13) 13 Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. (Levítico 19:18) 18 ”’No debes tomar venganza ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo; y tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Jehová. (Mateo 18:35) 35 Del mismo modo también tratará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano”. (Mateo 6:14-15) 14 ”Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; 15 mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes. (1 Juan 3:4) 4 Todo el que practica pecado también está practicando desafuero, de modo que el pecado es desafuero.

(1 Juan 3:6) 6 Todo el que permanece en unión con él no practica el pecado; nadie que practica el pecado lo ha visto ni ha llegado a conocerlo. Párrafo 11

Párrafo 12 (Mateo 4:1) 4 Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo. (Mateo 6:13) 13 Y no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo’. (Génesis 3:4-5) 4 Ante esto, la serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. 5 Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. Párrafo 13 (Mateo 4:3) 3 También, el Tentador vino y le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en panes”. (Santiago 1:13-15) 13 Al estar bajo prueba, que nadie diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie. 14 Más bien, cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. 15 Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte. (Lucas 4:13) 13 De modo que el Diablo, habiendo concluido toda la tentación, se retiró de él hasta otro tiempo conveniente. Párrafo 14

Párrafo 15

Párrafo 16

(1 Corintios 10:12-13) 12 Por consiguiente, el que piensa que está en pie, cuídese de no caer. 13 Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla. Párrafo 17 (Juan 15:19) 19 Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia. (1 Juan 2:15-17) 15 No estén amando ni al mundo ni las cosas [que están] en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; 16 porque todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. 17 Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (Revelación 12:12) 12 A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”. (Revelación 12:17) 17 Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús. Párrafo 18

(Mateo 5:7)

1. Aquel que muestra compasión alegra el corazón de Dios. Jamás se cansa de contar que Él muy grande es en bondad, que a su Unigénito mandó a rescatarnos por amor y que, cual Padre tierno y fiel, se apiada del que polvo es. 2. Feliz es quien, igual que Dios, demuestra honda compasión; sus faltas perdonadas son, pues Cristo aboga en su favor. El misericordioso va diciendo a todos la verdad, que el Reino de Dios ya nació, que cerca está la salvación. 3. Al manso se le tratará con gran clemencia, con piedad; de otros se compadeció, de él tendrá Dios compasión. A diario, pues, hay que mostrar misericordia a los demás. Si practicamos tal virtud, copiamos a Jehová y Jesús.

Cántico 21 Feliz el misericordioso

(Véanse también Luc. 6:36; Rom. 12:8; Sant. 2:13.) volver

Cántico 40

dales el primer lugar.

Busca primero el Reino

A Jehová, tu Dios, alaba,

(Mateo 6:33)

sírvele con lealtad.

1. ¡Qué preciado es para el Padre!

(Véanse también Sal. 27:14; Mat. 6:34; 10:11, 13; 1 Ped. 1:21.) volver

¡Qué placer a él le da! Es el Reino de su Hijo, que traerá felicidad. (ESTRIBILLO) Busca el Reino y Su justicia,

Cántico 130 El milagro de la vida (Salmo 36:9)

dales el primer lugar. A Jehová, tu Dios, alaba, sírvele con lealtad. 2. No te inquietes por la ropa ni por lo que has de comer; te dará Dios estas cosas si en el Reino pones fe. (ESTRIBILLO) Busca el Reino y Su justicia, dales el primer lugar. A Jehová, tu Dios, alaba, sírvele con lealtad. 3. Ve y proclama las noticias del gobierno celestial, que es la única esperanza para la humanidad. (ESTRIBILLO) Busca el Reino y Su justicia,

1. Nace un bebé; brota una flor; cae la lluvia; sale el Sol: ¡qué bendición! El Creador nos da aire, tierra y mar; cada día es un hermoso don de Jehová. (ESTRIBILLO) Y ¿cómo pagaré la bondad de Dios? Le daré mi obediencia y mi corazón. Vivir es un placer, es un privilegio, regalo del Señor, milagro de Jehová. 2. En la vida habrá quien se cansará, quien dirá: “Maldice a Dios y muere ya”. Como Job seré; no me rendiré y las gracias por la vida siempre daré. (ESTRIBILLO) Y ¿cómo pagaré la bondad de Dios? Amaré al semejante con el corazón. Vivir es un placer, es un privilegio, regalo del Señor, milagro de Jehová.

(Véanse también Job 2:9; Sal. 34:12; Ecl. 8:15; Mat. 22:37-40; Rom. 6:23.) volver

te alabo de corazón; tu incomparable ternura es el tema de mi canción. Tu ley es mi gran tesoro,

Cántico 22 “Jehová es mi Pastor” (Salmo 23)

muy dentro la guardaré; a todos les hablaré de ti, mi amado Pastor y Rey. A todos les hablaré de ti,

1. Mi Buen Pastor es Jehová Dios, ningún mal yo temeré;

mi amado Pastor y Rey. (Véanse también Sal. 28:9; 80:1.) volver

pastor tan tierno como él no hay, sabrá protegerme bien. A frescas aguas me guía, a mi alma sustento da;

Cántico 68 Oración del abatido (Salmo 4:1)

por los senderos de rectitud mis pasos conducirá. Por los senderos de rectitud mis pasos conducirá. 2. Si voy por un valle oscuro, sin miedo caminaré; mi Gran Pastor anda junto a mí, su vara mi amparo es. Con fino aceite me unta, mi copa hace rebosar; agradecido por su bondad, en su casa he de morar. Agradecido por su bondad, en su casa he de morar. 3. Oh mi Pastor bueno y sabio,

1. Jehová, te lo suplico, no rechaces mi oración. Mis cargas pesan tanto, me consumo de dolor. Angustias y gemidos han plagado mi existir, por eso humilde vierto mis lamentos ante ti. (ESTRIBILLO) Susténtame en mi penar. Ayúdame a ser leal. Acudo a ti en mi aflicción. Confírmame tu aprobación.

2. Ha sido tu Palabra mi consuelo y mi luz,

mí para que dé recobro de su lepra a un hombre; porque nada más fíjense, por favor, y vean cómo anda buscando una riña conmigo”. 8

mis propios sentimientos plasma con exactitud. La fe que infunden tus promesas, dámela, Señor; enséñame que tu amor supera al corazón. (ESTRIBILLO) Susténtame en mi penar. Ayúdame a ser leal. Acudo a ti en mi aflicción. Confírmame tu aprobación. (Véanse también Sal. 42:6; 119:28; 2 Cor. 4:16; 1 Juan 3:20.) volver

Y aconteció que, tan pronto como Eliseo el hombre del Dios [verdadero] oyó que el rey de Israel había rasgado sus prendas de vestir, en seguida envió a decir al rey: “¿Por qué rasgaste tus prendas de vestir? Permite que venga a mí, por favor, para que él sepa que 9 existe profeta en Israel”. De manera que Naamán fue con sus caballos y sus carros de guerra y se paró a la 10 entrada de la casa de Eliseo. Sin embargo, Eliseo le envió un mensajero, que dijo: “Yendo allá, tienes que bañarte siete veces en el Jordán para que vuelva a ti tu 11 carne; y sé limpio”. Ante esto, Naamán se indignó y empezó a irse y a decir: “Mira que yo [me] había dicho: „Saldrá a mí hasta afuera, y ciertamente estará de pie e invocará el nombre de Jehová su Dios, y moverá su mano de acá para allá sobre el lugar, y realmente dará 12 recobro al leproso‟. ¿No son el Abaná y el Farpar, los ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No puedo bañarme en ellos y ciertamente ser limpio?”. Con eso se volvió y se fue furioso. 13

Sus siervos ahora se acercaron y le hablaron y dijeron: “Padre mío, si hubiera sido una cosa grande la que te hubiera hablado el profeta mismo, ¿no la harías? ¿Cuánto más, pues, dado que te dijo: „Báñate y sé 14 limpio‟?”. Por lo cual él bajó y empezó a sumergirse en el Jordán siete veces, conforme a la palabra del hombre del Dios [verdadero]; después de lo cual su carne se volvió como la carne de un muchachito, y quedó limpio. 15

(2 Reyes 5:1-8:29) 5 Ahora bien, cierto Naamán, el jefe del ejército del rey de Siria, había llegado a ser hombre grande delante de su señor y a ser tenido en estima, porque por medio de él Jehová había dado salvación a Siria; y el hombre mismo había resultado ser hombre valiente y poderoso, 2 aunque leproso. Y los sirios, por su parte, habían salido como partidas merodeadoras, y llegaron a tomar cautiva de la tierra de Israel a una muchachita, y esta 3 llegó a estar delante de la esposa de Naamán. Con el tiempo ella dijo a su ama: “¡Si solo mi señor estuviera delante del profeta que hay en Samaria! En ese caso él 4 le daría recobro de su lepra”. Posteriormente, alguien vino y se lo informó a su señor, y dijo: “Así y así fue como habló la muchacha que es de la tierra de Israel”. 5

Entonces el rey de Siria dijo: “¡Anda! Ven, y déjame enviar una carta al rey de Israel”. De manera que él procedió a ir y tomar en su mano diez talentos de plata y seis mil piezas de oro y diez mudas de prendas de 6 vestir. Y vino trayendo al rey de Israel la carta que decía: “Y ahora bien, al mismo tiempo que te llegue esta carta, aquí realmente te envío a Naamán mi siervo, para 7 que le des recobro de su lepra”. Y aconteció que, en cuanto el rey de Israel leyó la carta, inmediatamente rasgó sus prendas de vestir y dijo: “¿Soy yo Dios, para dar muerte y conservar vivo? Pues esta persona envía a

Entonces se volvió al hombre del Dios [verdadero], él con todo su campamento, y vino y estuvo de pie delante de él y dijo: “Mira aquí, sé con certeza que no hay Dios en ninguna parte de la tierra sino en Israel. Y ahora acepta, por favor, un regalo de bendición de parte 16 de tu siervo”. Sin embargo, él dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová delante de quien en verdad estoy de pie, yo ciertamente no lo aceptaré”. Y él se puso a instarlo a que lo aceptara, pero él siguió rehusando. 17 Por fin Naamán dijo: “Si no, por favor, que se dé a tu siervo un poco de tierra, la carga de un par de mulos; porque tu siervo ya no ofrecerá ofrenda quemada o 18 sacrificio a otros dioses sino a Jehová. En esta cosa que Jehová perdone a tu siervo: Cuando mi señor entre en la casa de Rimón para inclinarse allí, y él esté apoyándose sobre mi mano, y tenga yo que inclinarme en la casa de Rimón, cuando me incline en la casa de Rimón, que Jehová, por favor, perdone a tu siervo en 19 cuanto a esto”. Ante esto, él le dijo: “Vete en paz”. Por lo tanto, se alejó de él por un buen trecho de tierra. 20

Entonces Guehazí el servidor de Eliseo el hombre del Dios [verdadero] dijo: “Mira que mi amo le ha perdonado [gastos] a este sirio Naamán al no aceptar de su mano lo que trajo. Tan ciertamente como que vive Jehová, yo ciertamente correré tras él y tomaré algo de 21 él”. Y Guehazí se fue corriendo tras Naamán. Cuando Naamán vio que alguien corría tras él, en seguida bajó de su carro para ir a su encuentro, y entonces dijo: “¿Va 22 todo bien?”. A lo que dijo él: “Todo va bien. Mi amo

mismo me ha enviado, diciendo: „¡Mira! Ahora mismo acaban de venir a mí dos jóvenes de la región montañosa de Efraín, de los hijos de los profetas. Dales, sí, por favor, un talento de plata y dos mudas de 23 prendas de vestir‟”. Ante eso, Naamán dijo: “Anda, toma dos talentos”. Y siguió instándolo, y por fin ató dos talentos de plata en dos talegas, con dos mudas de prendas de vestir, y dio esto a dos de sus servidores, para que lo llevaran delante de él. 24

Cuando él llegó a Ofel, en seguida lo tomó de la mano de ellos, y lo depositó en la casa, y despidió a los 25 hombres. De manera que ellos se fueron. Y él mismo entró y entonces estuvo de pie junto a su amo. Eliseo ahora le dijo: “¿De dónde [vienes], Guehazí?”. Pero él 26 dijo: “Tu siervo no fue a ninguna parte”. Ante esto, él le dijo: “¿No te acompañó mi corazón mismo al momento que se volvió el hombre [para bajar] de su carro para recibirte? ¿Es tiempo de aceptar plata o de aceptar prendas de vestir u olivares o viñas u ovejas o 27 ganado o siervos o siervas? De manera que la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu prole hasta tiempo indefinido”. Inmediatamente salió de delante de él, leproso, blanco como la nieve.

14

Inmediatamente él envió allá caballos y carros de guerra y una pesada fuerza militar; y procedieron a venir de noche y a rodear la ciudad. 15

Cuando el ministro del hombre del Dios [verdadero] madrugó para levantarse, y salió afuera, pues, allí estaba una fuerza militar que cercaba a la ciudad con caballos y carros de guerra. En seguida su 16 servidor le dijo: “¡Ay, amo mío! ¿Qué haremos?”. Pero él dijo: “No tengas miedo, porque hay más que están 17 con nosotros que los que están con ellos”. Y Eliseo se puso a orar y decir: “Oh Jehová, ábrele los ojos, por favor, para que vea”. Inmediatamente Jehová abrió los ojos al servidor, de manera que él vio; y, ¡mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de fuego todo en derredor de Eliseo. 18

Cuando empezaron a bajar a él, Eliseo se puso a orar a Jehová y decir: “Por favor, hiere a esta nación con ceguera”. De modo que él los hirió con ceguera, 19 conforme a la palabra de Eliseo. Eliseo ahora les dijo: “Este no es el camino, y esta no es la ciudad. Síganme, y permítanme conducirlos al hombre que ustedes buscan”. Sin embargo, los condujo a Samaria. 20

6 Y los hijos de los profetas empezaron a decir a Eliseo: “¡Mira esto! El lugar donde estamos morando delante de ti es demasiado estrecho para nosotros. 2 Permítenos ir, por favor, hasta el Jordán y tomar de allí cada uno una viga y hacernos allí un lugar donde 3 morar”. De modo que él dijo: “Vayan”. Y uno pasó a decir: “Decídete, por favor, y ven con tus siervos”. A lo 4 que él dijo: “Yo mismo iré”. Por consiguiente, fue con ellos, y por fin llegaron al Jordán y empezaron a cortar 5 los árboles. Y aconteció que uno estaba talando su viga, y la cabeza misma del hacha cayó en el agua. Y él se puso a clamar y decir: “¡Ay, amo mío, porque era 6 prestada!”. Entonces el hombre del Dios [verdadero] dijo: “¿Dónde cayó?”. De modo que le mostró el lugar. Inmediatamente él cortó un pedazo de madera y lo tiró 7 allí e hizo flotar la cabeza del hacha. Ahora dijo: “Álzala para ti”. En seguida él alargó la mano y la tomó. 8

Y el rey de Siria, por su parte, llegó a estar envuelto en guerra contra Israel. Por lo tanto entró en consejo con sus siervos, y dijo: “En tal y tal lugar ustedes 9 acamparán conmigo”. Entonces el hombre del Dios [verdadero] envió a decir al rey de Israel: “Guárdate de pasar por este lugar, porque es allí adonde están 10 bajando los sirios”. De manera que el rey de Israel envió al lugar que le había dicho el hombre del Dios [verdadero]. Y él le advirtió, y él se mantuvo alejado de allí, no una vez ni dos. 11

En consecuencia, el corazón del rey de Siria se enfureció por este asunto, de manera que llamó a sus siervos y les dijo: “¿No me declararán quién de los que nos pertenecen está a favor del rey de Israel?”. 12 Entonces uno de sus siervos dijo: “Ninguno, mi señor el rey, sino que Eliseo el profeta que está en Israel informa al rey de Israel las cosas que hablas en tu 13 alcoba interior”. Por lo tanto él dijo: “Vayan y vean dónde está, para que yo envíe y lo tome”. Más tarde se le hizo el informe, diciendo: “Allí está en Dotán”.

Y aconteció que, tan pronto como llegaron a Samaria, Eliseo entonces dijo: “Oh Jehová, abre los ojos de estos para que vean”. Inmediatamente Jehová les abrió los ojos, y llegaron a ver; y aquí estaban en medio 21 de Samaria. El rey de Israel ahora dijo a Eliseo, luego que los vio: “¿[Los] derribo, [los] derribo, padre mío?”. 22 Pero él dijo: “No debes derribar[los]. ¿Es a los que has hecho cautivos con tu espada y con tu arco a quienes vas a derribar? Coloca pan y agua delante de ellos para que coman y beban y se vayan a su señor”. 23 Por lo tanto, les hizo un gran banquete; y se pusieron a comer y beber, después de lo cual los envió, y ellos se fueron a su señor. Y ni una sola vez volvieron a entrar las partidas merodeadoras de los sirios en la tierra de Israel. 24

Y después de esto aconteció que Ben-hadad el rey de Siria procedió a juntar todo su campamento y a subir 25 y sitiar a Samaria. Con el tiempo surgió una gran hambre en Samaria, y, ¡mire!, estuvieron sitiándola hasta que la cabeza de un asno llegó a valer ochenta piezas de plata, y el cuarto de una medida de cab de 26 estiércol de paloma valía cinco piezas de plata. Y aconteció que, al ir pasando el rey de Israel sobre el muro, cierta mujer le gritó, y dijo: “¡Salva, sí, oh mi señor 27 el rey!”. A lo que él dijo: “Si Jehová no te salva, ¿de qué [fuente] te salvaré yo?, ¿de la era, o del lagar de 28 vino o de aceite?”. Y el rey siguió diciéndole: “¿Qué te pasa?”. A lo que dijo ella: “Esta mujer misma me dijo: „Da tu hijo para que nos lo comamos hoy, y a mi propio 29 hijo nos lo comeremos mañana‟. Por lo tanto cocimos a mi hijo y nos lo comimos. Entonces le dije yo al día siguiente: „Da tu hijo para que nos lo comamos‟. Pero ella escondió a su hijo”. 30

Y aconteció que, en cuanto el rey oyó las palabras de la mujer, al instante rasgó sus prendas de vestir; y al ir pasando él sobre el muro, el pueblo llegó a ver, y, 31 ¡mire!, había saco debajo, sobre su carne. Y él pasó a decir: “¡Así me haga Dios, y así añada a ello, si la

cabeza de Eliseo hijo de Safat permanece sobre él hoy!”. 32

Y Eliseo estaba sentado en su propia casa, y los ancianos estaban sentados con él, cuando él envió a un hombre de delante de sí. Antes que el mensajero pudiera entrar a donde él, él mismo dijo a los ancianos: “¿Han visto ustedes cómo este hijo de un asesino ha enviado a quitarme la cabeza? Vean: tan pronto como llegue el mensajero, cierren la puerta, y tienen que aguantarlo con la puerta. ¿No se oye el sonido de los 33 pies de su señor detrás de él?”. Mientras todavía estaba hablando con ellos, aquí venía el mensajero bajando a él, y [el rey] procedió a decir: “Mira, esta es la calamidad procedente de Jehová. ¿Por qué debo esperar más a Jehová?”. 7 Eliseo ahora dijo: “Escuchen la palabra de Jehová. Esto es lo que ha dicho Jehová: „Mañana como a esta hora una medida de sea de flor de harina valdrá un siclo, y dos medidas de sea de cebada valdrán un siclo 2 en el paso de entrada de Samaria‟”. Ante eso, el adjutor sobre cuya mano estaba apoyándose el rey contestó al hombre del Dios [verdadero] y dijo: “Si Jehová estuviera haciendo compuertas en los cielos, ¿pudiera suceder esta cosa?”. A lo que dijo él: “Mira que lo vas a ver con tus propios ojos, pero de ello no comerás”. 3

Y había cuatro hombres, leprosos, que se hallaban en la entrada de la puerta; y empezaron a decirse el uno al otro: “¿Por qué nos quedamos sentados aquí hasta 4 que hayamos muerto? Si hubiéramos dicho: „Entremos en la ciudad‟, cuando el hambre está en la ciudad, entonces tendríamos que morir allí. Y si en efecto nos sentamos aquí, también tendremos que morir. Ahora, pues, vengan e invadamos el campamento de los sirios. Si nos conservan vivos, viviremos; pero si nos dan 5 muerte, entonces tendremos que morir”. Por lo tanto, se levantaron en la oscuridad vespertina para penetrar en el campamento de los sirios; y lograron llegar hasta las afueras del campamento de los sirios, y, ¡mire!, no había nadie allí. 6

Y Jehová mismo había hecho que el campamento de los sirios oyera el sonido de carros de guerra, el sonido de caballos, el sonido de una gran fuerza militar, de manera que se dijeron unos a otros: “¡Miren! ¡El rey de Israel ha alquilado contra nosotros a los reyes de los hititas y a los reyes de Egipto para que vengan contra 7 nosotros!”. Inmediatamente se levantaron y echaron a huir en la oscuridad vespertina, dejando sus tiendas y sus caballos y sus asnos —el campamento tal como estaba— y siguieron huyendo por su alma. 8

Cuando estos leprosos llegaron hasta las afueras del campamento, entonces entraron en una tienda y se pusieron a comer y a beber y a llevarse de allí plata y oro y prendas de vestir, y a marcharse y esconderlos. Después de eso volvieron y entraron en otra tienda y se llevaron cosas de allí y se marcharon y las escondieron. 9

Por fin empezaron a decirse el uno al otro: “No es recto lo que estamos haciendo. ¡Este día es un día de buenas noticias! Si titubeamos, y realmente esperamos

hasta la luz de la mañana, entonces tendrá que alcanzarnos la culpa. Vamos ahora, pues, y entremos y 10 demos informe a la casa del rey”. De manera que fueron y llamaron a los porteros de la ciudad y se lo informaron, diciendo: “Entramos en el campamento de los sirios, y, ¡miren!, no había nadie allí, ni sonido de hombre, sino solo los caballos atados y los asnos 11 atados y las tiendas tal como estaban”. En seguida los porteros gritaron y se lo informaron a la casa del rey adentro. 12

El rey se levantó inmediatamente de noche y dijo a sus siervos: “Permítanme declararles, por favor, lo que nos han hecho los sirios. Bien saben ellos que tenemos hambre; y por eso salieron del campamento para esconderse en el campo, diciendo: „Saldrán de la ciudad y los prenderemos vivos, y entraremos en la ciudad‟”. 13 Entonces uno de sus siervos contestó y dijo: “Permite que tomen, por favor, cinco de los caballos restantes que han quedado en la ciudad. ¡Mira! Son lo mismo que toda la multitud de Israel que ha quedado en ella. ¡Mira! Son lo mismo que toda la multitud de Israel que ha 14 perecido. Y enviemos y veamos”. Por consiguiente, tomaron dos carros con caballos y el rey los envió tras el campamento de los sirios, diciendo: “Vayan y vean”. 15 Con eso, ellos los siguieron hasta el Jordán; y, ¡mire!, todo el camino estaba lleno de prendas de vestir y utensilios que los sirios habían arrojado al irse precipitadamente. Entonces los mensajeros volvieron y se lo informaron al rey. 16

Y el pueblo procedió a salir y a saquear el campamento de los sirios; y así una medida de sea de flor de harina vino a valer un siclo, y dos medidas de sea de cebada a valer un siclo, conforme a la palabra de 17 Jehová. Y el rey mismo había nombrado al adjutor sobre cuya mano estaba apoyándose a que tuviera a su cargo el paso de entrada; y el pueblo siguió atropellándolo en el paso de entrada, de modo que murió, tal como había hablado el hombre del Dios [verdadero], cuando habló al tiempo en que el rey bajó a 18 él. Así aconteció tal como había hablado el hombre del Dios [verdadero] al rey, cuando dijo: “Dos medidas de sea de cebada al valor de un siclo y una medida de sea de flor de harina al valor de un siclo llegará a haber mañana, a esta hora, en el paso de entrada de 19 Samaria”. Pero el adjutor contestó al hombre del Dios [verdadero] y dijo: “Aunque Jehová estuviera haciendo compuertas en los cielos, ¿pudiera suceder conforme a esta palabra?”. A lo que él dijo: “Mira que lo vas a ver 20 con tus propios ojos, pero de ello no comerás”. Así sucedió, pues, cuando el pueblo siguió atropellándolo en el paso de entrada, de modo que murió. 8 Y Eliseo mismo había hablado a la mujer a cuyo hijo había revivificado, diciendo: “Levántate y vete, tú con tu casa, y reside como forastera dondequiera que puedas residir como forastera; porque Jehová ha llamado un hambre, y, además, tendrá que venir sobre 2 el país por siete años”. De manera que la mujer se levantó e hizo conforme a la palabra del hombre del Dios [verdadero] y se fue, ella con su casa, y se quedó residiendo como forastera en la tierra de los filisteos por siete años.

3

Y aconteció que, al cabo de siete años, la mujer procedió a regresar de la tierra de los filisteos y a salir a 4 clamar al rey por su casa y por su campo. Ahora bien, el rey estaba hablando a Guehazí el servidor del hombre del Dios [verdadero], diciendo: “Cuéntame, por favor, 5 todas las cosas grandes que ha hecho Eliseo”. Y aconteció que, al contar él al rey cómo había revivificado al muerto, pues, aquí estaba la mujer a cuyo hijo había revivificado, clamando al rey por su casa y por su campo. En seguida dijo Guehazí: “Mi señor el rey, esta es la mujer, y este es su hijo a quien Eliseo revivificó”. 6 Ante eso, el rey preguntó a la mujer, y ella se puso a contarle el relato. Entonces el rey le dio un oficial de la corte, y dijo: “Devuélvele todo lo que le pertenece y todos los productos del campo desde el día en que dejó la tierra hasta ahora”. 7

Y Eliseo procedió a ir a Damasco; y Ben-hadad el rey de Siria estaba enfermo. Por lo tanto, se le dio informe a este, diciendo: “El hombre del Dios 8 [verdadero] ha llegado hasta aquí”. Ante eso, el rey dijo a Hazael: “Toma un regalo en tu mano y ve al encuentro del hombre del Dios [verdadero], y tienes que inquirir de Jehová por medio de él, y decir: „¿Reviviré de esta 9 enfermedad?‟”. Hazael, pues, se fue a su encuentro y tomó un regalo en la mano, aun toda suerte de cosa buena de Damasco, la carga de cuarenta camellos, y llegó y se paró delante de él y dijo: “Tu hijo, Ben-hadad, el rey de Siria, me ha enviado a ti a decir: „¿Reviviré de 10 esta enfermedad?‟”. Entonces Eliseo le dijo: “Ve, dile: „Positivamente revivirás‟, y Jehová me ha mostrado que 11 positivamente morirá”. Y mantuvo una mirada fija y la mantuvo inmóvil al grado de causar bochorno. Entonces 12 el hombre del Dios [verdadero] rompió a llorar. Por esto Hazael dijo: “¿Por qué llora mi señor?”. A lo que él dijo: “Porque bien sé qué daño harás a los hijos de Israel. Sus lugares fortificados entregarás al fuego, y a sus hombres selectos matarás a espada, y a sus hijos 13 estrellarás, y a sus mujeres encintas rajarás”. Ante eso, Hazael dijo: “¿Qué es tu siervo, [que es meramente un] perro, para que pueda hacer esta cosa grande?”. Pero Eliseo dijo: “Jehová me ha mostrado a ti como rey sobre Siria”. 14

Después de eso él se fue de Eliseo y llegó a su propio señor, que entonces le dijo: “¿Qué te dijo Eliseo?”. A lo que él dijo: “Me dijo: „Positivamente 15 revivirás‟”. Y aconteció que al día siguiente procedió a tomar una sobrecama y a meterla en agua y a tenderla sobre el rostro de él, de manera que murió. Y Hazael empezó a reinar en lugar de él. 16

Y en el año quinto de Jehoram hijo de Acab el rey de Israel, mientras Jehosafat era rey de Judá, Jehoram hijo de Jehosafat el rey de Judá llegó a ser rey. 17 Treinta y dos años de edad tenía cuando llegó a ser 18 rey, y por ocho años reinó en Jerusalén. Y se puso a andar en el camino de los reyes de Israel, así como habían hecho los de la casa de Acab; porque la hija de Acab llegó a ser su esposa, y él siguió haciendo lo que 19 era malo a los ojos de Jehová. Y Jehová no quiso arruinar a Judá, por causa de David su siervo, tal como le había prometido que daría una lámpara a él [y] a sus hijos siempre.

20

En sus días Edom se sublevó de debajo de la mano de Judá, y entonces hicieron reinar sobre sí un 21 rey. En consecuencia, Jehoram pasó a Zaír, como lo hicieron todos los carros con él. Y aconteció que él mismo se levantó de noche y logró derribar a los edomitas que los tenían cercados a él y a los jefes de los carros; y la gente se puso a huir a sus tiendas. 22 Pero Edom siguió su sublevación de debajo de la mano de Judá hasta el día de hoy. Entonces fue cuando Libná empezó a sublevarse en aquel tiempo. 23

Y el resto de los asuntos de Jehoram y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de los asuntos de los 24 días de los reyes de Judá? Por fin Jehoram yació con sus antepasados, y fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y Ocozías su hijo empezó a reinar en lugar de él. 25

En el año doce de Jehoram hijo de Acab el rey de Israel, Ocozías hijo de Jehoram el rey de Judá llegó a 26 ser rey. Veintidós años de edad tenía Ocozías cuando empezó a reinar, y por un año reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Atalía la nieta de Omrí el rey 27 de Israel. Y él se puso a andar en el camino de la casa de Acab y siguió haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová, como la casa de Acab, pues era pariente de la casa de Acab por vía de casamiento. 28 Por consiguiente, él fue con Jehoram hijo de Acab a la guerra contra Hazael el rey de Siria en Ramot-galaad, 29 pero los sirios derribaron a Jehoram. De manera que Jehoram el rey se volvió para sanarse en Jezreel de las heridas que los sirios habían logrado infligirle en Ramá cuando peleó contra Hazael el rey de Siria. En cuanto a Ocozías hijo de Jehoram el rey de Judá, él bajó a ver a Jehoram hijo de Acab en Jezreel, porque estaba enfermo.

volver