SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LAS NACIONES UNIDAS DE ASUNTOS HUMANITARIOS Y COORDINADOR DEL SOCORRO DE EMERGENCIA, STEPHEN O’BRIEN DECLARACIÓN SOBRE LAS PREPARACIONES PARA LA CUMBRE MUNDIAL HUMANITARIA: EL CAMINO HACIA ESTAMBUL 24 DE NOVIEMBRE DE 2015, NUEVA YORK

Corregido contra lectura Excelencias, Damas y Caballeros: Gracias por darme la oportunidad de informarles sobre las preparaciones para la Cumbre Mundial Humanitaria. En los últimos meses, los titulares de las noticias han demostrado claramente por qué la Cumbre Mundial Humanitaria es tan importante. Cada día nos enfrentamos a historias nuevas que detallan los desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional. Vemos los efectos del cambio climático en el Cuerno de África, Asia Sudoriental y el Pacífico. Escuchamos hablar sobre los refugiados que huyen de la brutalidad de la guerra por alta mar y leemos sobre las peligrosas pandemias que implican una amenaza para todos nosotros. Las crisis prolongadas, la necesidad de urbanización y la fragilidad se han convertido en un concepto normal. Ningún país u organización puede hacer frente a estos problemas de manera independiente. La acción colectiva y el partenariado son las únicas maneras de enfrentar realmente estos problemas globales, interconectados y, a menudo, sin fronteras. Hace más de setenta años, los líderes mundiales se unieron para expresar su compromiso con la cooperación internacional a fin de poner fin al flagelo de la guerra. Los líderes acordaron una Carta de las Naciones Unidas que se centró en la paz, la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. El Secretario General considera que de nuevo nos encontramos ante una coyuntura similar en la historia. Por este motivo, el 23 y 24 de mayo de 2016 tendrá lugar la primera Cumbre Mundial Humanitaria de la historia en Estambul, para reafirmar estos compromisos y reconocer nuestra capacidad y responsabilidad conjuntas a fin de ayudar a las millones de personas La misión de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) es movilizar y coordinar la acción humanitaria eficaz y con principios, en colaboración con los agentes nacionales e internacionales.

afectadas por la guerra y el desastre. Al reunir a los líderes, lucharemos por un mundo donde ninguna persona atrapada en una crisis muera innecesariamente; donde ninguna persona pase hambre; donde las personas inocentes no teman por sus vidas debido a la parálisis política, la falta de recursos o un sistema que no puede protegerlas o satisfacer sus necesidades. Esta es la visión del Secretario General para esta Cumbre que tiene tres objetivos que se refuerzan recíprocamente: Primero, la Cumbre volverá a inspirar y a revigorizar nuestro compromiso compartido con la humanidad y la universalidad de los principios humanitarios. Esto significa poner a las personas afectadas en el centro de la acción humanitaria y la toma de decisiones políticas. Solo así esperamos aliviar el sufrimiento de los 100 millones de personas en el mundo que corren el riesgo de quedarse atrás. Segundo, se acordará un conjunto concreto de acciones y compromisos que permitirán que todos los Estados Miembros, las poblaciones afectadas, la sociedad civil y el sector privado estén mejor preparados para las situaciones de crisis y para darles respuesta, y ser más resilientes a las conmociones. Tercero, se constituirá una plataforma para compartir conocimientos y mejores prácticas entre los gobiernos y el amplio espectro de organizaciones que participan en la acción humanitaria. En vísperas de la Cumbre, las Naciones Unidas convocaron a más de 23 000 personas de cada región y de todos los rincones del planeta para que ayuden a desarrollar la agenda futura para la acción humanitaria. Agradezco sinceramente a los gobiernos que nos han ayudado a organizar las consultas, en especial aquellos que organizaron y proporcionaron recursos financieros para las consultas regionales, temáticas e internacionales. Este proceso fue fundamental para determinar las cuestiones críticas preocupantes para los distintos actores, sobre todo, las personas afectadas, y proponer soluciones para la mayoría de los problemas apremiantes. El mensaje de nuestros asociados durante todas estas consultas fue claro: el panorama en el que operamos está cambiando. Todos debemos adaptarnos y evolucionar. El modelo actual sencillamente no basta. Entonces, ¿qué significa esto en términos concretos? La Consulta Global, que tuvo lugar del 14 al 16 de octubre en Ginebra y que, según todos los indicios, fue un gran éxito, demostró un amplio consenso en torno a las principales conclusiones del Informe de síntesis y sus cinco áreas de acción: dignidad, seguridad, resiliencia, partenariados y financiación. A partir de este proceso, mi equipo y yo estamos desarrollando ideas concretas para incluir

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en el próximo informe del Secretario General, que estará disponible a fines de enero de 2016. El informe incluirá las siguientes, igualmente válidas, seis áreas de acción prioritarias. Primero, debemos establecer mejores maneras de enfrentar las crisis prolongadas y recurrentes. Actualmente, el 80 % de los recursos humanitarios se están canalizando hacia las crisis prolongadas, muchas de las cuales se encuentran en contextos de conflicto. Y la demanda sigue en aumento. Para responder a estas crisis, debemos adoptar un enfoque más sistemático de cooperación entre los agentes humanitarios y de desarrollo. No podemos seguir trabajando separados. Debemos superar las divisiones que tan a menudo socavan la sostenibilidad de nuestro trabajo. Sé que este es un tema que se ha estado discutiendo durante más de veinticinco años. Pero los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se acordaron recientemente han establecido un marco de resultados de quince años para todos nosotros, agentes de desarrollo y humanitarios. Este partenariado entre los agentes de desarrollo y humanitarios es igualmente importante, tanto en situaciones de conflicto como en las situaciones de desastres naturales. Estos objetivos nos dicen que debemos enfocarnos en la vulnerabilidad y el riesgo, en todas sus formas. Esto implica que los agentes humanitarios y de desarrollo deben trabajar desde el principio de una manera mucho más integrada, en función de las evaluaciones conjuntas y los análisis de problemas. Debemos planificar y cumplir con lo establecido en un plazo de tres a cinco años y comprometernos a alcanzar resultados colectivos. Para apoyar la resiliencia nacional, debemos procurar generar "acuerdos de preparación" entre los gobiernos y la comunidad internacional, mucho antes de que se produzcan situaciones de crisis, a fin de garantizar que los sistemas nacionales hagan frente a los desastres y las crisis de salud a nivel regional. El Secretario General y yo hemos asumido el compromiso de alcanzar este objetivo, pero necesitaremos su apoyo. En segundo lugar —y esto está muy relacionado con la primera prioridad— necesitamos financiación segura, adecuada y predecible para brindar apoyo a las personas en situaciones de crisis. Para satisfacer las necesidades de la humanidad, en especial de las personas atrapadas en situaciones de crisis, debemos invertir nuestros recursos de un modo más inteligente. En la Cumbre, el Secretario General solicitará a los Estados Miembros que asuman el compromiso de abandonar los enfoques de financiación que contribuyen a la fragmentación y que en cambio adopten enfoques que incentiven la cooperación. Esto implica que los Estados Miembros deben enfocarse menos en los proyectos u organismos individuales de un país e invertir en programas multianuales orientados a los resultados que superen la brecha humanitaria y de desarrollo. El próximo informe del Grupo de Alto Nivel del Secretario General sobre financiación humanitaria debe ofrecer algunas recomendaciones específicas y claras que se incorporen al informe del Secretario General y a la próxima Cumbre. Tercero, debemos gestionar el desplazamiento forzado de manera más eficaz.

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La Cumbre será la primera prueba de nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de ‘no dejar a nadie atrás’. Sabemos que la mayoría de los pobres del mundo viven en áreas afectadas por el conflicto. En Estambul, el Secretario General volverá a poner énfasis en su llamado a reducir en forma significativa la cantidad de personas que serán desplazadas por la fuerza antes de 2030, y en abordar sus necesidades. Para lograr esto, necesitamos que los líderes se enfoquen en las soluciones políticas y la planificación e inversión a largo plazo. La Cumbre será una oportunidad para reconocer que los países y las comunidades que acogen a refugiados y desplazados internos necesitan más ayuda. Esto implica brindarles respaldo financiero a largo plazo, por ejemplo, inversión en infraestructura y servicios para el beneficio mutuo de las comunidades de acogida y las desplazadas. Debemos promover una mayor autosuficiencia entre los desplazados a través de programas que les ofrezcan medios de subsistencia, empleos y oportunidades educativas. Además, debemos respaldar el retorno seguro y voluntario. Cuarto, como comunidad internacional debemos usar la Cumbre para materializar la centralidad de la protección. El Secretario General considera que la Cumbre de Estambul es una oportunidad para que los líderes mundiales vuelvan a comprometerse a cumplir las reglas que protegen a las personas en situaciones de conflicto. Los Estados Miembros deben considerar la opción de usar la Cumbre como una oportunidad para adherirse a algunos de los instrumentos clave del marco legal internacional. Esto también implica tomar medidas para asegurar una acción firme cuando existan violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, y garantizar que las personas que necesiten protección y asistencia humanitaria la reciban de acuerdo con las normas internacionales. Quinto, los principios de igualdad de género y empoderamiento de la mujer se abordarán en el informe y se informarán todas sus recomendaciones. El Secretario General convocará a todas las partes interesadas para que se comprometan en esta área y garanticen la participación de la mujer en los procesos de paz, la inclusión más sistemática y significativa de la mujer en el liderazgo humanitario y el impulso coordinado para prevenir, proteger y responder ante la violencia de género. Esto se basará en el progreso continuo en esta área incluyendo el examen global de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad. Sexto, necesitamos un sistema humanitario que sea más local, más incluyente y más específico según el contexto. Muy a menudo el sistema internacional no reconoce la función de asistencia que cumplen las comunidades y las instituciones locales durante una crisis. Las comunidades que acogen a refugiados y la crisis del Ébola son dos buenos ejemplos de las importantes funciones que cumplen las comunidades locales. Por consiguiente, debemos buscar maneras de canalizar los recursos directamente para los agentes locales y desarrollar capacidades a nivel nacional y local, a fin de proporcionar asistencia y coordinar de manera eficaz. También debemos explorar formas de ampliar a escala y fortalecer las capacidades de despliegue, en especial en el Sur Global. A fin de garantizar la implementación exitosa de estas áreas, debemos asegurarnos de que el sistema humanitario en sí mismo responde a los objetivos. Cuando analizo los desafíos La misión de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) es movilizar y coordinar la acción humanitaria eficaz y con principios, en colaboración con los agentes nacionales e internacionales.

a los que nos enfrentamos, creo que necesitamos un sistema flexible, ágil y adaptable; un sistema que pueda innovar y adaptarse a los cambios, y que sea más sólido para permitirnos cumplir en forma colectiva y coherente. Principalmente, necesitamos un sistema que adopte partenariados con los gobiernos nacionales y locales, las comunidades afectadas, la diáspora, el sector privado, la sociedad civil y el espectro completo de agentes que contribuyen al éxito de la acción humanitaria. Las Naciones Unidas tienen un papel en la adopción de cambios dentro de los mandatos existentes. Sé que debemos hacer más para lograr una acción más coherente. Por eso, ya estoy llevando a cabo una revisión dentro de la Oficina de Coordinación de Asistencia Humanitaria (OCHA) para garantizar que el cumplimiento de nuestro mandato y coordinar la prestación de asistencia humanitaria para salvar vidas y brindar protección. Además, en los próximos meses continuaremos analizando estas cuestiones con mis colegas en el Comité Permanente Inter-Agencias (IASC), para asegurar el fortalecimiento de nuestra acción colectiva y la respuesta ante las crisis. Para lograr un cambio real, las Naciones Unidas necesitan su apoyo y sus ideas. A medida que perfeccionemos y desarrollemos estas áreas de acción en los próximos meses, los aportes y las sugerencias de los Estados miembros y de todas las partes interesadas pertinentes serán invaluables. Por consiguiente, invito a los Estados miembros a trabajar en estrecha colaboración conmigo y con mi equipo en los próximos meses a fin de ayudarnos a avanzar en nuestra reflexión y desarrollar estas ideas iniciales, para que puedan transformarse en iniciativas verdaderamente transformadoras en Estambul en el mes de mayo. El camino hacia Estambul Entonces, ¿cómo llegamos a Estambul desde aquí? Antes del lanzamiento del informe del Secretario General, asumo el compromiso de continuar con las consultas y mantener una relación estrecha con ustedes y otras partes interesadas, de manera abierta y transparente, para debatir a fondo de qué manera conformamos las áreas de acción prioritarias que describí hoy. Una vez que se haya publicado el informe, llevaremos a cabo una serie de sesiones informales y públicas para todos los Estados miembros y otras partes interesadas, a fin de debatir y recibir sus comentarios y aportes sobre los temas clave y las recomendaciones que se incluyen en el informe. Realizaremos sesiones informativas mensuales a nivel de expertos y a alto nivel sobre la preparación de la Cumbre a fin de mantenerlos bien informados, escuchar sus puntos de vista y conseguir apoyo para las principales esferas de acción prioritarias que se mencionan en el informe del Secretario General. Esto también nos permitirá preparar el terreno para los anuncios de compromisos para la acción que está previsto que hagan en la Cumbre los Jefes de Estado y otros actores al más alto nivel. En los próximos meses, aprovecharemos oportunidades para usar todos los formatos disponibles, en particular el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y la Asamblea General para continuar informando, intercambiando ideas y dialogando con todos La misión de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) es movilizar y coordinar la acción humanitaria eficaz y con principios, en colaboración con los agentes nacionales e internacionales.

ustedes. Será un placer reunirnos con los grupos regionales. Aprecio enormemente el papel activo que han desempeñado los grupos regionales en este proceso a través de las consultas regionales y otros medios. Agradezco los documentos sobre la Cumbre en el seno de la Unión Africana, la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Las modalidades de la Cumbre Las modalidades precisas de la Cumbre en sí misma están siendo finalizadas. Espero poder ofrecer más detalles a los Estados Miembros en el mes de diciembre. El Secretario General espera que la participación de Estados miembros en la Cumbre sea a nivel de Jefe de Estado y Gobierno. La Cumbre será un momento decisivo e histórico para que sus Jefe de Estado y Gobierno demuestren su liderazgo personal y compromiso para hacer frente a los problemas más básicos y apremiantes de nuestro tiempo. La Cumbre es un oportunidad para mostrar los aportes de sus respectivos países a este esfuerzo fundamental. La agenda de la Cumbre permitirá que los Jefes de Estado y Gobierno, los representantes de alto nivel de sociedad civil, el sector privado y otras partes interesadas hagan anuncios y asuman compromisos, presenten iniciativas y partenariados nuevos y muestren prácticas e ideas innovadoras en apoyo a la visión del Secretario General. En lo que respecta a los resultados, tengo previsto que la Cumbre tenga dos resultados concretos principales: Primero, contaremos con un Resumen de la Presidencia que incluirá las principales cuestiones y recomendaciones que surjan de la Cumbre, junto con una evaluación de los puntos más importantes de las deliberaciones de todas las partes interesadas. El Resumen de la Presidencia se elaborará al término de la Cumbre y será comunicado a todas las partes interesadas. Segundo, los participantes tendrán la oportunidad de realizar sus propios compromisos de acción en apoyo a la visión del Secretario General. Está previsto que los líderes mundiales anuncien y asuman acciones audaces que respalden las áreas de acción prioritarias y otras iniciativas y acciones concretas. Además, esperamos que los líderes y otras partes interesadas en la Cumbre brinden públicamente su apoyo político a la visión del Secretario General y las áreas de acción clave que se establecen en su informe. Como dije anteriormente, la Cumbre no marcará el fin del proceso. Aún quedará mucho trabajo por hacer para que nuestra visión se convierta en realidad. El Secretario General espera que la Cumbre ofrezca el ímpetu político necesario para que las partes interesadas lleven a cabo e implementen los compromisos asumidos. Mientras que el año 2015 será recordado por establecer marcos nuevos, el año 2016 será

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valorado por su capacidad para comenzar a convertir estos compromisos en actuaciones concretars. Debemos marcharnos de Estambul con un sentido claro y urgente de cómo llevar adelante los próximos pasos de esta agenda. Como todos saben, el período previo a la Cumbre no incluirá un proceso intergubernamental porque es importante que las preparaciones permanezcan abiertas a las diversas partes interesadas. No obstante, al término de la Cumbre de Estambul, es posible que los Estados Miembros deseen considerar la opción de recurrir a la Asamblea General y al ECOSOC como una vía para el seguimiento intergubernamental de la Cumbre. El segmento de asuntos humanitarios del ECOSOC que se llevará a cabo del 20 al 22 de junio de 2016 podría ser una oportunidad inicial e importante para estos debates. Ofrecemos nuestra disponibilidad para prestar apoyo a los Estados Miembros durante el período posterior a la Cumbre. Permítanme concluir agradeciendo nuevamente a todos los países que tan amablemente acogieron las consultas regionales e internacionales para la Cumbre. Por otra parte, quiero agradecer sinceramente al Gobierno y al pueblo de Turquía por invitarnos a todos a Estambul el año próximo. El entusiasmo y el compromiso de Turquía de ofrecer la plataforma para nuestra primera Cumbre Mundial Humanitaria de la historia no tienen límites. A lo largo de la historia, Estambul siempre ha sido un puente entre Oriente y Occidente, el norte y el sur. Hoy en día, se encuentra en gran parte en la línea de vanguardia de algunos de los desafíos que la Cumbre pretende abordar. La ciudad ofrecerá un entorno ideal para este importante evento. Muchas gracias.

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