RUTA DE LA ALCARRIA Y LOS EMBALSES RECORRIDO Resulta difícil comenzar a hablar de esta comarca y no mencionar al Nobel de Literatura (1989), Camilo José Cela (Padrón, 1916 – Madrid, 2002). Cuando él se plantea en la Primavera de 1946 escribir un libro de viajes, recorriendo una de las zonas rurales donde menos huella hubiese dejado el llamado progreso, sus amigos le recomiendan acercarse a La Alcarria. Así nace la universal obra "Viaje a la Alcarria", en el que Cela describe esta tierra como "un hermoso país al que la gente no le da la gana ir". Es éste un clásico recorrido por una zona de la Provincia de Guadalajara de paisajes grandiosos que enmarcan conjuntos urbanos con un rico patrimonio, iglesias, palacios y arquitectura civil de diferentes estilos. A lo largo de esta ruta podremos contemplar unos espacios naturales de gran variedad y espectacularidad, porque la Alcarria es un raro ejemplo de área no montañosa que ofrece al visitante un fuerte contraste visual determinado por la coexistencia de formas del relieve tan distintas como son los páramos, extensas campiñas tapizadas por fértiles vegas, valles encajados, cerros testigo y fuertes pendientes. A los encantos de la naturaleza le sumaremos un asombroso conjunto de arquitectura popular y el atractivo de algunas grandes ciudades monumentales cargadas de historia. El recorrido de esta ruta se inicia con la visita a la villa alcarreña de Torija, de gran importancia estratégica en otro tiempo, al ser uno de los pasos naturales que desde la Submeseta va hacia Aragón. La Plaza de la Iglesia es un bello ejemplo de arquitectura popular, con soportales y capiteles alcarreños del s. XVI. A ella da el ábside de la Iglesia, del s. XVI, restaurada en el XVIII, encontrándose en el presbiterio los enterramientos de los primeros Vizcondes de Torija; un bello retablo del s. XVII, procedente de la iglesia de Santa María de Atienza, y en el costado norte, la capilla fundada por don Bernardino de Mendoza, del s. XVII. Pero el edificio de mayor interés en Torija es su espléndido castillo medieval. Según algunos cronistas, sus orígenes se remontan a finales del siglo XII, cuando esa zona estaba controlada por los Templarios. Pero su actual estructura es de la segunda mitad del siglo XV, cuando la fortaleza pasa a manos de la familia Mendoza. En la actualidad guarda en el interior de su Torre del Homenaje el Museo de la afamada obra de Cela “Viaje a la Alcarria” y su Patio de Armas alberga el flamante Centro de Interpretación Turística de la Provincia de Guadalajara – CITUG. Después nos dirigimos a Brihuega, en pleno corazón de la Alcarria, villa histórica y monumental enclavada en un entorno paisajístico excepcional, el valle del Tajuña. El conjunto del casco antiguo conserva construcciones de

gran interés histórico-artístico. A la entrada se alza el rollo jurisdiccional y gran parte del recinto amurallado. Del s. XVIII es la Real Fábrica de Paños, de arquitectura circular, con puerta barroca y románticos jardines de estilo versallesco, no debiendo olvidarnos de sus magníficas iglesias románicas, como San Felipe, Santa María de la Peña y San Miguel. Nos disponemos ahora a recorrer el Valle del Tajuña en dirección a Cifuentes; el curso del río ofrece mínimos desvíos para visitar algunas aldeas de gran encanto como Cívica, en la que hay que destacar un conjunto urbano con grutas, manantiales, terrazas, paseos... Llegamos a Cifuentes, situada en el páramo alcarreño entre los valles del Tajo y el Tajuña, de gran monumentalidad y centro de una comarca de bellos parajes. Su nombre proviene del gran número de sus manantiales. Magnífica zona de pesca y criaderos de truchas. De aquí nos desviamos hasta Trillo en cuyo término encontramos el magnífico paraje de las Tetas de Viana, declaradas Monumento Natural en el año 2006, dos espectaculares montes o cerros testigos gemelos. De gran interés en Trillo es su magnífico Puente sobre el río Tajo. La tradición nos habla de su origen árabe, aunque su construcción está datada en la segunda mitad del siglo XVI. Su condición de lugar de paso del río más largo de España le confirió enorme importancia en el pasado, habiendo sido escenario de cruentas batallas, como las de la Guerra de Sucesión y la Guerra de la Independencia, donde fue volado y posteriormente reconstruido por Fernando VII, según consta en la inscripción de piedra de la baranda.. Seguimos la carretera, bajando hacia el sur para acercarnos bordeando los embalses a Durón, pequeño núcleo urbano rodeado de magníficos paisajes donde abundan las casonas y palacios del s. XVI al XVIII. Cuenta también con una magnífica Iglesia Parroquial (s. XVII), con importante portada barroca, una ermita y una fuente también barrocas y un rollo del s. XVI. Cruzamos al otro lado del pantano y nos encontramos con Pareja, donde se puede disfrutar de maravillosas vistas sobre el embalse de Entrepeñas y su vegetación típica de la Alcarria. Descendemos hacia la población alcarreña de Sacedón, situada entre los embalses de Entrepeñas y Buendía. Localidad emblemática de lo que en su día fue denominado como “Mar de Castilla”, alcanzando un extraordinario auge como enclave ideal para la práctica de todo tipo de deportes naúticos, así como para la pesca (lucio, carpa). Continuamos rumbo al sur hasta llegar a Anguix donde lo más sobresaliente es su castillo levantado sobre una peña que corona un profundo baranco por el que discurre el Tajo. Se trata del espectacular e histórico castillo de Anguíx, que ya figurara en la crónicas de Abderramán III, y cuya desafiante silueta custodia los caminos de La Alcarria . Continuando el rumbo del Tajo nos encontramos con Sayatón, importante enclave paisajístico, Almonacid de Zorita, importante conjunto de trazado medieval y Albalate de Zorita, con su Iglesia Parroquial de San Andrés, del s. XV-XVI. Muy próxima encontramos Zorita de los Canes, situada en un alto peñón a la orilla izquierda del Tajo. Su castillo, del s. XII y XIII, tiene una magnífica panorámica de las aguas del Tajo. Pero lo más destacable son las ruinas de

Recópolis, ciudad visigoda mandada construir por el rey Leovigildo en el año 578, en honor de su hijo Recaredo. Es uno de los pocos núcleos urbanos que nos legó la sociedad visigoda. Continuamos nuestro viaje hacia Mondéjar, una villa que posee un importante patrimonio arquitectónico. Volvemos sobre nuestros pasos para ahora dirigirnos a una de las más importantes poblaciones de Guadalajara: Pastrana, situada entre el Tajo y el Tajuña, villa alcarreña, de trazado y ambiente medieval y declarada conjunto histórico, que cuenta con importantes monumentos y una densa historia marcada por dos personajes tan relevantes como la Princesa de Éboli y la propia Santa Teresa de Jesús. Acabamos nuestro recorrido en Horche, a escasos 14 kilómetros de la Capital, situada sobre el Valle del río Ungría, con su soportalada Plaza Mayor, típicamente castellana, y su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV.

ACCESOS Comenzamos la ruta por Torija, localidad a la que se accede en el kilómetro 72, Salida 73, de la A-2, dirección Zaragoza. Desde aquí nos desplazamos a Brihuega, por la CM-2011, para retomar después de nuevo la A-2, hasta el kilómetro 103, en donde cogemos la N-204 hasta Cifuentes. Nos desviamos a la CM-2115, para visitar Trillo. Volvemos a la N-204 y recorremos las localidades de Durón, Pareja y Sacedón. Tomamos la CM-2009 para alcanzar Anguix y Sayatón, utilizando posteriormente la CM-200 para llegar a Almonacid de Zorita y Albalate de Zorita. De vuelta, nos desviamos por la GU-219 para visitar Zorita de los Canes y después por la CM-119 llegamos hasta Mondéjar. Volvemos sobre nuestros pasos para tomar el desvío por la CM-2007 que nos conduce a Pastrana. Seguimos esta vía hasta enlazar con la N-320 en el cruce de Alhóndiga y tomar dirección Guadalajara, encontrándonos con Horche, a tan sólo 14 kilómetros de la Capital. Antes de llegar a Guadalajara, no podemos dejar de desviarnos a Lupiana, por la GU-921, para visitar su magnífico monasterio, volviendo nuevamente en dirección al inicio de la ruta.

MONUMENTOS TORIJA Plaza Mayor: Con soportales y capiteles alcarreños del siglo XVI, que forma un importante conjunto de arquitectura popular.

Iglesia de la Asunción, siglo XVI: Renacentista del siglo XVI y restaurada en el siglo XVIII. Tiene tres naves en las que destaca el arco triunfal, tallado en piedra con decoración plateresca, grutescos y vegetal, de clara influencia del gran maestro Alonso de Covarrubias Son también interesantes los escudos policromados que decoran los muros del crucero y los enterramientos de los primeros condes de Coruña y vizcondes de Torija (de la familia Mendoza) en el presbiterio. Castillo: El castillo es de planta cuadrada con torreones esquineros de planta circular. Está construido con piedras de sillería y tiene en los muros unos garitones circulares rematados por vistosas almenas. Posee en sus cortinas laterales y los torreones esquineros una airosa cornisa, desprovista de las almenas que tuvo en su día. La gran torre del homenaje es la que concede peculiaridad al castillo torijano. Se alza en el ángulo oriental como un apéndice de la fortaleza y posee más de 30 metros de altura, albergando en su interior el Museo del Viaje a la Alcarria, dedicado a la universal obra de Camilo José Cela. En la actualidad, en el Patio de Armas del castillo está ubicado el Centro de Interpretación Turística de la Provincia de Guadalajara – CITUG (Ver enlace a CITUG).

BRIHUEGA Antigua Real Fábrica de Paños y sus Jardines: A mitad del siglo XVIII se fundó en Brihuega La Real Fábrica de Paños, uno de los edificios más destacados de la arquitectura industrial de esta época en España, construido por el arquitecto Don Manuel de Villegas. Su construcción es fruto de la importante tradición textil que se desarrolla en la villa briocense. La Fábrica se levantó dentro del recinto amurallado de la ciudad, en el lugar que ocupaba la ermita de Santa Lucía. Durante la segunda mitad del siglo XVIII fue una de las instalaciones industriales más prestigiosas del país. Cerro sus puertas en 1835 y comenzó su andadura en el sector privado hasta los días de la guerra civil. El edificio presenta una puerta barroca de 1810 que da acceso a un patio con capilla. El zaguán precede al cuerpo principal o rotonda, donde estaban instalados los ochenta y cuatro telares de paños que constituían la infraestructura básica de la fábrica. Al sur del edificio se hallan los magníficos jardines de estilo romántico, con paseos, fuentes, estatuas y frondosas alamedas. Castillo de la Peña Bermeja: Debe su nombre al hecho de estar asentado sobre un saliente rocoso de color rojizo. Esta fortaleza, de origen árabe, conserva casi íntegro su recinto amurallado.

Actualmente, el núcleo del castillo consta de un espacio central, el más elevado, en el que hoy aparecen unas construcciones que debieron pertenecer a salones del palacio. Adosado a este primitivo núcleo constructivo, existe una larga nave cubierta de bóveda de cañón que hoy se utiliza como Capilla de la Vera Cruz, a la que se entra por sencilla puerta desde el prado de Santa María. Desde el nivel superior se accede a la que fue Capilla del Castillo, y que es hoy la pieza artística más singular que en él se conserva. Es un espacio de dimensiones cuadradas, planta poligonal, con cinco lados, y que constituye un elegante espacio de arquitectura gótica inicial, de corte cisterciense, obra de los primeros años del siglo XIII, tiene sus cubiertas formadas por arquerías apuntadas, ojivales, y en el ábside se abren tres ventanales esbeltos y apuntados, mostrando ménsulas de decoración vegetal, y claves en las bóvedas. Dentro del patio de armas se ubica la Iglesia de Santa María de la Peña, Patrona de la villa (ver a continuación…). Iglesia de Santa María de la Peña: Construida en la primera mitad del siglo XIII, en ella destaca como en pocos casos el carácter netamente cisterciense de la arquitectura de transición del románico al gótico. En ella se conservan muchos elementos románicos, como por ejemplo los muros exteriores, los capiteles, etc. En el interior se encuentra la imagen de la Virgen de la Peña, Patrona de Brihuega. Picota o rollo: Situada junto a la Puerta de la Cadena. Esa columna con su picota fue señal durante siglos de que Brihuega era villa y no aldea. Plaza del Coso: Es una plaza amplia, abierta y airosa rodeada de edificios muy variados en cuanto a estilo y época de construcción. El nombre de El Coso posee dos etimologías populares, por un lado significa mercado y por otro, plaza de toros. Iglesia de San Felipe: Al igual que Nª Sª de la Peña, es otro gran ejemplo del románico tardío del primer cuarto del siglo XIII. Se trata de construcciones urbanas, de tres naves, y grandes pretensiones arquitectónicas, alejadas de la humildad de otros templos rurales de La Alcarria. La cabecera de la iglesia es la parte que mejor conserva los rasgos románicos. Iglesia de San Miguel: Construida en el primer cuarto del silgo XIII, conserva su grandiosa portada abierta al muro de poniente, en limpio estilo románico de transición. Forma parte del trío de construcciones románicas muy tardías de Brihuega, construidas en los años del obispado de don Rodrigo Ximenez de Rada.

CIFUENTES Plaza Mayor (s. XVI): De marcado sabor castellano, es un gran espacio triangular con soportales en las casas de construcción popular alcarreña en dos de sus lados, todas con planta baja y principal y tejados de teja. En un lado se encuentra el Ayuntamiento, presidido por el escudo de los Silva, que antes estuvo en la desaparecida Puerta de la Fuente. Iglesia de San Salvador (s. XIII): De transición románica-gótica, con añadidos y reformas del siglo XVI. En el muro occidental encontramos una espectacular portada románica, dedicada a Santiago, abocicada, en la que se desarrolla el progarama iconográfico de la "psicomaquia" o lucha de la fe y la idolatría, gran rosetón y tejaroz con modillones. En ella se percibe la influencia de la escuela borgoñona y del Poitou francés. La portada principal es renacentista, con los elementos barrocos, de 1645. Las naves y el ábside son de los siglos XIV y XV, góticos, separados por arcos apuntados y que cubren con bóvedas de crucería sencillas. En el siglo XVI se añadieron distintas capillas, como la Capilla de Arces, la de la Concepción y en la cabecera la de la Virgen de las Flores. Casa de los Gallos: Frente a la iglesia, la Casa de los Gallos, casona del siglo XVI, con enorme escudo en piedra tallada de leones rampantes. En la fachada tenía antes dos gallos en hierro forjado que le dieron el nombre. Es un interesante, aunque mal conservado, ejemplo de arquitectura civil castellana y alcarreña. Convento de Santo Domingo: Destaca la portada de su iglesia, renacentista, de una sola nave. También se conserva el claustro y otras dependencias. En la actualidad es sede del Centro de Arte Santo Domingo, así como del Centro de Recepción de Visitantes de Cifuentes. Castillo: Se conservan importantes restos del castillo, del s. XIV, construido por el Infante don Juan Manuel en 1.324, magnate y señor de la villa y sobrino de Alfonso X el Sabio. Queda la planta cuadrada con torreones en dos de sus ángulos, torre del homenaje y puerta de ingreso apuntada y adovelada. Otros edificios de interés son un palacio renacentista del siglo XVI, un molino de balsa del siglo XVIII (con escudo de la villa), y en la carretera a Trillo, la Picota, la Casa del Calderón, la Sinagoga, el convento de Nuestra Señora de Belén, y el convento de Santo Domingo.

TRILLO Monasterio de Santa María de Ovila: Antes de llegar a Trillo, junto al río Tajo, en un paraje de ensueño, aparecen las ruinas de la que en su momento fue gran abadía cisterciense de Santa María de Óvila. Declarado Monumento

Nacional en el año 1931, fue fundado a finales del siglo XII por Alfonso VIII. En los comienzos del siglo XX, fue adquirido por el magnate de la prensa americana, William Randolph Hearst, para ponerlo en su mansión de San Simeón, en Califormia. Hoy pueden verse aún algunos restos en una sala del De Young Museum de San Francisco. Puente: El Puente de Trillo es la construcción más emblemática de la Villa. Su origen se remonta a mediados del siglo XVI, aunque es posible que existiese una construcción anterior más antigua, que, según cuenta la tradición, podría remontarse a tiempos de los árabes, o incluso de los romanos. Trillo era por aquel entonces lugar de paso entre Segontia (Sigüenza) y Segóbriga (Cuenca). Destruido durante la Guerra de la Independencia por los franceses, fue reconstruido por Fernando VII. En la actualidad aún se puede ver la inscripción conmemorativa de este hecho, que data de 1826.

La Iglesia Parroquial de Santa María de la Estrella: Mira al sur, al río Tajo, y al norte, a la Plaza Mayor. Es del siglo XVI, de una nave con cubierta de buen alfarje y arco triunfal. Destaca la portada sur, plateresca.

DURÓN Calle Mayor: De notable interés es su calle principal, conjunto perfecto en perspectiva, materiales y trazado, en el que abundan palacios y casonas (del siglo XVI al XVIII), una fuente barroca de 1.793, y la picota del siglo XVI. Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza: La Iglesia Parroquial, setecentista, tiene una interesante portada barroca, al sur, y torre fechada en 1.693. Barroca es también la Ermita de la Esperanza, trasladada, piedra a piedra, a un camino cercano al pueblo a causa de las obras del Pantano de Entrepeñas.

PAREJA Plaza Mayor: barroca, en la que aparece el Ayuntamiento moderno, un viejo palacio y populares casas soportaladas, una de ellas con columnas de hierro de finales del siglo XIX. En algunas calles hay buenos ejemplos de arquitectura popular alcarreña, de grandes portones, sillarejo y sillar en piso bajo, y alto con adobe revocado y grandes aleros en madera. Constituye una de las más bellas muestras de arquitectura popular alcarreña. Iglesia renacentista: La Iglesia Parroquial es columnaria del siglo XVI, con dos etapas en su construcción: hacia 1.530 se hizo el ábside y el crucero, y

hacia 1.550 el resto de las naves. La portada es da estilo purista, fechada en 1.540.

SACEDÓN Iglesia Parroquial, siglo XVIII: La Parroquia de Nª Sª la Virgen de la Asunción es del siglo XVII. Su bella portada presenta notables aires renacentistas. En las proximidades encontramos la Ermita de la Santa Cara de Dios, de estilo barroco.

ANGUIX Castillo: Situado en un paraje de extraordinaria belleza, en la orilla rocosa del río Tajo, custodia desde su atalayada altura los caminos y senderos de La Alcarria. Las crónicas de Abderramán III (siglo X) ya hablaban de la existencia de una gran fortaleza en este lugar. En el año 1136, el territorio pasó a manos del caballero toledano Martín Ordóñez, quien levantó un nuevo castillo sobre las ruinas de la anterior fortaleza. Tras pertenecer a la orden de Calatrava, pasó posteriormente a ser propiedad del rey Enrique IV de Castilla, siendo finalmente adquirido en el año 1484 por el Primer Conde de Tendilla, don Iñigo López de Mendoza. En la actualidad, a pesar de su general estado de deterioro, resalta fuertemente aún su majestuosa Torre del Homenaje, sobre la esquina suroeste, que le confiere al edificio su prestancia antañona y fuertemente evocadora. Hoy, este notable monumento, es finca particular y propiedad privada.

SAYATÓN Iglesia de San Pedro: Es un edificio del siglo XVI, La ermita de San Roque y la ermita de El Santo ó San Salvador: están bastante bien conservadas, ambas a las afueras del pueblo.

ALMONACID DE ZORITA Plaza Mayor: En ella se conservan los típicos soportales adintelados sobre pilares y zapatas, un palacio gótico del siglo XIV, con arco apuntado de entrada, y los consiguientes edificios públicos. Tiene una estructura verdaderamente singular, con diversos niveles, limitando en sus costados por antiguas edificaciones con soportales delanteros, lo que le confiere un aspecto muy popular.

La Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos: Ubicada en un extremo del pueblo, es de finales del siglo XV. Destaca su portada gótico-flamígera, al sur, decorada con escudos de los Reyes Católicos y de la Orden de Calatrava. La cabecera es de tendencia manierista, trazada por Juan Sanz o Sánchez del Pozo en 1.555, y rematada por Juan de Olabarrieta. El antiguo Colegio y Convento de los Jesuitas: Muestra todavía su gallardía barroca en pleno centro de la Villa. La iglesia de los Jesuitas es sede actual de la Ermita de la Virgen de la Luz. Su portada con escalinata tiene un complicado molduraje y escudo real, acabando en dos espadas laterales. Su interior también es de elegantes proporciones y ofrece una sola nave. Convento de las monjas Concepcionista: A la salida del pueblo, a poniente, el Convento de la Concepción, fundado por monjas concepcionistas en el año 1.580, luego ocupado por franciscanas descalzas, monjas concepcionistas y ahora deshabitado. Palacio de los Condes de San Rafael: Fuera del pueblo, a poniente, sobre el camino que lleva a Zorita, se ve el Palacio de los Condes de San Rafael, obra del s. XVIII, con buena portada de rebuscadas molduras, escudos heráldicos tallados, muchas ventanas con buenas rejas y muros de aparejo de piedra y ladrillo. Una torre esquinera con capitel le confiere un aire señorial y español muy característico. Su interior está magníficamente conservado.

ALBALATE DE ZORITA Iglesia de San Andrés, finales del siglo XV y primera mitad del XVI: Templo gótico que guarda en la Capilla de la Santa Cruz la venerada Cruz de Perro, admirada en otros tiempos por el rey Carlos I y por Felipe III. Patrona de la villa y motivo central de su escudo, se trata de una joya de orfebrería del siglo XIII, realizada en bronce dorado, de 47,5 cms. de altura por 28 de envergadura, rematando sus extremos con escuetas flores de lis y en el centro la figura de Cristo crucificado. Su peculiar nombre viene originado por su milagroso hallazgo, en el año 1514, a las orillas del Tajo, siendo encontrada por un perro – Cósula - que estaba escarbando bajo una gran roca. Fuente medieval: Merece la pena visitar también la afamada fuente medieval de los 13 caños, una de las mejores de La Alcarria. Desde 1557 se tiene constancia de su existencia, aunque la construcción actual es del siglo XVII, con un fuerte muro de sillería en el que está tallada la Cruz de Perro y del que surge un fuerte caudal de agua a través de ocho gruesos caños de

piedra tallada en forma de leoninas o perrunas cabezas. Es un claro ejemplo de fuente renacentista por el modo de recoger el manantial y canalizarlo. Sin lugar a dudas constituye uno de los símbolos más conocidos de la localidad. Casonas: Por el interior del pueblo se encuentran algunas casonas de tallado sillar y escudos heráldicos, así como buenos ejemplos de arquitectura popular, en el que se ponen de manifiesto los modos constructivos alcarreños, así como la espléndida picota. Ermita de Cubillas: Se encuentra a dos kilómetros del pueblo y conserva del siglo XII la portada en estilo románico, con decoración de punta de diamante en las arquivoltas, bajo alero de 31 canecillos de temas figurados y vegetales, del más puro estilo románico.

ZORITA DE LOS CANES Castillo: Situado en un alto peñón en la orilla izquierda del Tajo, este espectacular castillo esta declarado Monumento Histórico-Artístico desde el año 1.931. La historia de esta alcazaba fundada por Muhammad I en el siglo IX corre pareja con la de la villa. La invasión almorávide de fines del siglo XI la dejó prácticamente destruida siendo posteriormente reconstruida por la Orden de Calatrava a lo largo de los siglos XII y XIII, período al que pertenece la actual estructura del castillo. Su planta es alargada e irregular, rodeada de una muralla, dotada antaño de almenas, hoy ya en ruinas. Conserva la torre albarrana que vigila la entrada al castillo, una puerta de hierro formada por un arco doble, la iglesia del castillo, de bella factura románica, con bóveda de cañón y fajones, sobre capiteles traídos desde las ruinas de Recópolis, los enterramientos de caballeros calatravos y la Sala del Moro, probable Salón de reuniones de altos cargos de la Orden de Calatrava. Parque Arqueológico de Recópolis: Yacimiento de la única ciudad visigoda conocida en Europa. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1.946. Recópolis fue mandada construir por el rey Leovigildo en el año 578 para conmemorar la consolidación del poder real y el estado conocido como reino visigodo de Toledo. Se le dio el nombre de Recópolis en honor de su hijo y futuro rey Recaredo. Su ubicación responde a un plan meramente estratégico, para controlar el territorio y sus distintos recursos, pues desde este lugar se dominan tres valles y un río, el Tajo, que en aquella época era navegable. La ciudad se organiza en dos calles principales que se cortan la una a la otra. En la gran plaza encontramos la basílica y el conjunto palatino. Es el conjunto más antiguo de palacio-basílica altomedieval de todo el Occidente europeo. La basílica visigoda era de tres naves y se unía al palacio por una edificación. Las ruinas fueron descubiertas en la década de los cuarenta por Juan Cabré, que realizó las primeras excavaciones en 1.949. La técnica de construcción de los principales edificios era de sillería

en arenisca y piedra de toba, extraídas de las canteras próximas y talladas con técnicas romanas. En el año 2005 se creó el Parque Arqueológico de Recópolis, en cuyo Centro de Interpretación se ofrece de manera interactiva y para todo tipo de público toda la riqueza arqueológica de esta ciudad visigoda, los últimos avances científicos que las distintas campañas de excavación sistemática de la última década han arrojado sobre Recópolis y las distintas culturas que la habitaron. En la actualidad, Recópolis se ha convertido en uno de los Parques Arqueológicos más relevantes y visitados de Castilla-La Mancha.

MONDÉJAR Plaza Mayor: De clásico sabor castellano, con construcciones de fines del siglo XIX en tres de sus lados, soportalados todos ellos y centro de actividad social y económica de la villa. La Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena: En el costado meridional de la Plaza Mayor aparece la mole inmensa y gris de esta Iglesia dedicada a Santa María Magdalena. Magnífica obra arquitectónica de comienzos del siglo XVI, y por lo tanto una de las más tempranas obras del Renacimiento español. El templo comenzó a levantarse en 1516, por expreso deseo de don Luis Hurtado de Mendoza, segundo marqués de Mondéjar. Tiene tres largas naves, de 35 metros de larga cada una, rematadas en elegantes techumbres de destacada tracería nervada, sien do más alta la central que las laterales. Todo su interior rezuma un innegable aire gótico. Por el contrario, las dos portadas exteriores constituyen extraordinarias muestras del renacimiento más sobresaliente. Ruinas del convento de San Antonio: Declarado Monumento Nacional en 1.921. Fue fundado por don Iñigo López de Mendoza en 1489, comenzando poco después a levantarse el convento y su iglesia, que se concluyó hacia 1508. Quedan restos de la portada y del hastial de la cabecera de la iglesia. La portada consta de un gran arco semicircular con varias arquivoltas cuajadas de fina decoración de rosetas, hojas etc. apoyadas en jambas con similar ornamento. El autor de esta maravillosa iglesia es Lorenzo Vázquez de Segovia, afamado arquitecto de los Mendoza y uno de los grandes introductores del Renacimiento en España, como lo prueba el magnífico Palacio de los Duques de Medinaceli de Cogolludo. Ermita de San Sebastián: Desde el otero en que se alza la Ermita de San Sebastián se contempla la panorámica de todo el pueblo de Mondéjar. La Ermita fue construida a principios del siglo XVI por el Primer Marqués de Mondéjar, habiendo sufrido diversas transformaciones pues lo que puede verse en la actualidad corresponde a siglos posteriores. En su interior destaca la cripta o Cueva de los Judíos, con pasos o escenas de la Pasión

de Cristo, realizados en yeso a tamaño mayor del natural y policromados en vivos colores. Fueron restaurados en 1.973, pues el conjunto fue prácticamente destruido durante la guerra civil española. Tienen más de cuatro siglos, pues en 1.581 ya se tienen noticias de estas figuras. Casonas: Mondéjar cuenta con numerosas casonas antiguas y palacios, la inmensa mayoría del siglo XVIII, diseminados por sus calles y plazas.

PASTRANA Colegiata: La Colegiata de Pastrana – Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción - es una mezcla de estilos, gótico del siglo XIV y renacentista del XVII. En su interior destacan las tres naves separadas por altos pilares que rematan en grupos de capiteles de decoración foliácea, de los que arrancan bóvedas de nervaturas apuntadas. Al exterior, esta iglesia colegiata nos muestra una portada de aire gótico en su muro norte, precedida de un atrio enlosado en el que se ven antiguas lápidas. En este bello rincón, rodeado de una barbacana de piedra, murió recitando sus versos el gran poeta alcarreño José Antonio Ochaíta. No podemos olvidar en su interior el magnífico retablo mayor, con algunas tallas de santos franciscanos y pinturas del artista madrileño Matías Gimeno (pintor y retablero de Madrid, formado en Italia). y el Museo Parroquial. Este Museo alberga varias piezas maestras entre las que destacan sus famosos tapices flamencos del último cuarto del siglo XV, tejidos en los talleres de Paschier Granier, de Tournai (Bélgica), sobre dibujos de Nuño Gonçalvez, uno de los mejores talleres flamencos de la época. Esta extraordinaria colección de seis tapices reflejan escenas de la conquista de diversas plazas del norte de África por las tropas de Alfonso V de Portugal. Otras obras del Museo son un Cristo románico del siglo XIII y pinturas de Carreño, Luis Fernández y El Greco, además de piezas artísticas e históricas de gran valor. Palacio Ducal: El Palacio Ducal que preside la Plaza de la Hora es una grandiosa muestra de arquitectura renacentista de finales del s. XVI. Su construcción se inició en el año 1545, finalizándose las obras en 1580. Doña Ana de la Cerda levantó su Palacio junto a la muralla pastranera, y posteriormente se abrió una amplia plaza de armas delantera. El tracista y arquitecto diseñador de este gran palacio fue Alonso de Covarrubias. La fachada, sin apenas ornamentación, es de piedra sillar. En el centro, la portada principal destaca por su carácter italianizante, y se puede leer la leyenda “De Mendoza y De la Cerda”. El edificio es un claro ejemplo del renacimiento español : planta cuadrada con torres esquinales y patio central, así como un jardín escalonado en la parte posterior del mismo. En el interior se conservan unos maravillosos artesonados obra igualmente de Alonso de Covarrubias.

En la Torre de Levante, conocida como Cámara de la Reja Dorada, estuvo retenida y prisionera la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la Cerda, entre los años 1581 y 1592, por orden del rey Felipe II. Dice la leyenda que tan sólo podía asomarse una hora al día a la bella reja del Torreón, desde la que se divisa la Plaza Mayor, de ahí que a la Plaza se la llame "Plaza de la Hora". Los restos de la princesa descansan en la cripta de la Colegiata. Plaza de los Cuatro Caños: En la plaza de este nombre, muy cerca de la Calle Mayor y de la Plaza del Ayuntamiento, se encuentra esta tradicional fuente, sin duda, uno de los elementos urbanos más emblemáticos de la villa de Pastrana. Es una gran fuente señorial del siglo XVI y se ubican en cuatro laterales los cuatro mascarones en relieve sobre los que salen los cuatro caños que arrojan el agua que les llega desde un conocido manantial cercano. Los mascarones son todos diferentes, lo que ha suscitado distintas hipótesis en cuanto simbología se refiere. Tiene un pilón octogonal y en su centro se alza la copa grande y semiesférica, de piedra, pero hueca, donde se almacena el agua que posteriormente arroja por los mencionados caños. Convento de San Francisco: Fundado en 1436 en el sitio de Valdemorales, el Convento de San Francisco se traslada a extramuros de Pastrana en 1460. Construido en diferentes épocas, lo más antiguo de lo que hoy se conserva son los cuatro muros de cal y canto y la espadaña de la iglesia. Se trata de un gran edificio monasterial realizado en sillarejo e hiladas de ladrillo con ventanales enrejados. La fachada ofrece un atrio de 5 altos arcos y en lo alto se levanta la gran espadaña de tres arcos. Forma junto con la ermita de Santa Ana y el Antiguo Hospital la bella Plaza del Deán. Convento del Carmen: Se encuentra en las afueras de la Villa Ducal. Fue fundado por Santa Teresa El conjunto del Convento del Carmen conserva, además del propio Convento, y dentro de sus jardines carmelitanos, la Ermita de San Pedro, origen del mismo, la Ermita de Santa Teresa (o del Santo Sordo) y el cenobio o Cueva de San Juan de la Cruz. El convento es una espectacular construcción de un bien conservado estilo barroco, de tipología carmelita. La iglesia del convento posiblemente fue trazada por fray Alberto de la Madre de Dios, que vivió y murió en el convento, quien realizó una fachada de tipología carmelita, de tres arcos. Tiene una sola nave con pilastras toscanas y arcos de medio punto, cubierta con bóvedas de cañón y lunetos y cúpula rebajada en el crucero. Las capillas, situadas entre los contrafuertes, aparecen profusamente decoradas. Otros elementos que destacan son el

coro, la sacristía y el claustro bajo. En su interior encontramos numerosas obras pictóricas de Alonso de Arco, Regino Páramo o Juan Carreño de Miranda; una colección de retratos realizados por maestros de la escuela madrileña, e importantes esculturas como el Cristo de la Verdad de Gregorio Fernández. Instalado en el claustro y la iglesia del convento existe un Museo Teresiano, con recuerdos de la estancia de la santa en la villa, y un Museo de Historia Natural, con distintas especies de animales traídas de Filipinas y Extremo Oriente por la Orden Franciscana. Convento de San José: Fundado por Santa Teresa y los duques de Pastrana en 1.569. El convento es una reunión de casas. En una de ellas en el siglo XVII, se hizo la hermosa iglesia actual, de una sola nave y con un campanario de espadaña. Tiene cinco altares barrocos y una lápida de alabastro con el escudo de los Vegas.

HORCHE Plaza Mayor: Típicamente castellana, una de las más hermosas de La Alcarria. En ella se encuentra el Ayuntamiento, ochocentista, que presenta fachada de soportales bajos y gran galería corrida en la principal. Este mismo tipo de casa se repite en los barrios del Albaicín y de las Flores, donde se abren un sinfín de calles empinadas, con reminiscencias moriscas. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: Es renacentista, con gran atrio porticado de capiteles procedentes del cercano monasterio jerónimo de San Bartolomé, de Lupiana. Posee una gran torre, visible desde gran parte de Horche, que alberga un imponente campanario. Primeramente, la iglesia solo tenía una nave central, más corta que la actual. Debido a las pequeñas dimensiones de la misma, en 1563 el ayuntamiento de la villa decidió ensancharla con un total de tres naves, aunque la obra no fue nada fácil y tardó años en completarse. En 1587 se finalizó el presbiterio y el retablo; en 1621 se mejoró la torre, aunque esta se volvió a levantar tras su hundimiento en el año 1847, por lo que la actual torre de la iglesia no es la original de la misma. Tan importante como la propia iglesia han sido los retablos que ha albergado a lo largo de su historia. El primer retablo data del año 1535, aunque este fue destruido en el año 1936, durante la guerra civil española y del que solo se conserva el remate superior. Más tarde fue reconstruido y puede ser admirado actualmente en la iglesia de Horche.

Ermita de Nuestra Señora de la Soledad : Es la ermita que alberga la imagen de la patrona de Horche. Ubicada a la entrada del pueblo, frente al cementerio. Construida en el siglo XVI y bendecida en el año 1565. Compuesta de un atrio porticado delante y un calvario en las cercanías. El día 19 de Marzo de 1589 fue declarada “Ermita de Nuestra Señora de la Soledad y de la Vera Cruz”, y desde entonces en ella se venera la imagen de la Virgen de la Soledad. En su interior se encuentra la imagen de la Virgen de la Soledad y la de la mayoría de pasos de Semana Santa. LUPIANA Monasterio de San Bartolomé:: Es uno de los monasterios con más historia de Castilla. En este lugar se fundó la Orden de los Jerónimos y aquí vino en varias ocasiones el rey Felipe II. Construido sobre la antigua ermita de San Bartolomé, el monasterio adquirió sus mayores cotas de preeminencia política y económica durante el siglo XVI. El claustro grande de Lupiana es sin duda una de las joyas del Renacimiento español. Fue diseñado y dirigido por Alonso de Covarrubias en 1535, y tallado y construido por Hernando de Arenas y sus hombres a partir de junio de ese año. Ofrece una planta rectangular, y suponía para Covarrubias el reto de construir un nuevo claustro sobre el antiguo preexistente, con unas dimensiones preestablecidas y forzadas. El resultado fue una de las grandes joyas del renacimiento español, donde la autoría y el estilo de Covarrubias aparecen de forma inequívocamente personal. Una de las mayores impulsoras del monasterio fue doña Aldonza de Mendoza, hermanastra del primer Marqués de Santillana, que fue enterrada en la iglesia del monasterio en un bellísimo sepulcro gótico con su imagen tallada en alabastro blanco, que actualmente se encuentra en el Museo de Guadalajara, en el Palacio del Infantado.

PAISAJES Vega del Tajuña, en Brihuega: Repleta de manantiales y arroyos, el agua brota de sus fuentes durante todas las épocas del año, lo que confiere a la zona un sonido de fondo característico. Curiosa es la fuente Blanquina, donde brotan doce robustos caños de aguas. Detrás, se encuentran los antiguos lavaderos, hoy restaurados, en los que fluyen otros doce caños del mismo manantial. Son agradables de escuchar las de la Plaza del Coso, la del Tinte, la del Hisopo... Los miradores, cargados de aromas a romero y tomillo, espliego e hinojo, salvia y ajedrea, le ayudarán a disfrutar de las hermosas vistas que Brihuega tiene al río Tajuña. El visitante no puede dejar de percibir el fuerte contraste entre el verdor de la Vega y la sobriedad de los llanos, característica peculiar de toda la Alcarria.

Paraje de la Cueva del Beato, en Cifuentes: Cifuentes toma su nombre del agua cristalina de sus innumerables manantiales. Cifuentes puede ser también el punto de partida de excursiones: a la cueva de los Casares (Riba de Saelices), al Alto Tajo, a los pantanos de La Tajera y Entrepeñas... El visitante no debería dejar de ver los manantiales que dan origen al río Cifuentes, en el centro mismo del casco urbano y que conforman un lugar encantador. La Cueva del Beato (s. XVII) es un pequeño santuario donde se venera a la Virgen de Loreto. Está ubicada en las cercanías de la villa, en un bello paraje rodeado de frondosos pinares. Panorámica desde las Tetas de Viana, en las proximidades de Trillo: En plena Alcarria, entre las localidades de Trillo y Viana de Mondéjar, aparece el magnífico paisaje de las Tetas de Viana, dos montes o cerros testigos gemelos situados en las inmediaciones de la localidad de Viana de Mondéjar, que destacan desde el fondo del Valle del Tajo con sus singulares siluetas que dan origen a su nombre. Si queréis aprovechar el día para hacer un poco de ejercicio, a pie o en bicicleta, os proponemos subir a las Tetas de Viana (1.135 m.). Cubiertas de encinas y matorral bajo oloroso, con fácil acceso a la parte superior de una de ellas (de espaldas al pueblo de Viana de Mondéjar, la de la izquierda), desde la que podremos tener una panorámica de todo el término municipal y pedanías que lo componen (Azañon, La Puerta, Morillejo y la propia Viana de Mondejár). Declaradas Monumento Natural en el año 2006, constituyen un verdadero referente geográfico de La Alcarria.

Paraje sobre el Embalse de Entrepeñas, en Durón: Durón se encuentra en un enclave espectacular, flanqueado por los farallones del Paraje del Tirados y de la Hoz Angosta. Desde aquí podremos disfrutar de unas interesantes vistas del Pantano de Entrepeñas. Vistas de Entrepeñas desde Pareja: Desde el pueblo de Pareja se puede disfrutar de maravillosas vistas sobre el Pantano de Entrepeñas y su vegetación típica de la Alcarria y de este peculiar ecosistema de zona húmeda, por influencia del embalse. Zonas recreativas junto a Sacedón: A todo el conjunto panorámico que proporciona el Embalse de Entrepeñas, conocido como el “Mar de Castilla”, se deben unir todas las zonas recreativas y playas que en los 50 kilómetros de costa de los embalses pueden disfrutarse. Se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos (vela, piragüismo...) y pesca (lucio, carpa...). En lo alto del cerro Pajarero, la Confederación Hidrográfica del Tajo construyó un monumento al Sagrado Corazón de Jesús, obra de Nicolás Martínez, que con sus 23 metros de altura divisa los tres pantanos. De gran valor paisajístico, por su peculiar enclave, es la ermita de la Virgen del Socorro, ubicada en una sierra rodeada de pinares.

Sierra de Altomira, en Almonacid de Zorita: Es una de las sierras más occidentales del Sistema Ibérico. Cerros de roca caliza por los plegamientos terciarios, en donde el clima mediterráneo ha facilitado la extensión del bosque de coníferas con predominio de pino carrasco. Las sendas y veredas que circundan las aguas del embalse de Bolarque, discurren por entornos con abundante vegetación de encinas, chaparros, olivos, sabina, madroños, así como variedades de setas y hongos (níscalos, setas de chopo, etc.). Como actividades de ocio, destacamos las siguientes: observación de colonias de águilas reales, halcones, buitres, etc.; acampada en el refugio de San Antón, así como senderismo, piragüismo y esquí acuático; ala delta y parapente en el cerro Ventanillas. También existe un coto de caza mayor, menor y pesca. Panorámica sobre el Tajo desde Zorita de los Canes: Camilo José Cela ya describió Zorita de los Canes como : ”…. situada en una curva del Tajo, rodeada de campos de cáñamo y echada a la sombra de las ruinas del Castillo de la Orden de Calatrava.” En la margen izquierda del Tajo, al pie del histórico Castillo (una alcazaba de origen andalusí construida a principios del siglo IX, en tiempos del emir Mohamed I), se asienta este pintoresco caserío de grata estampa, bien cuidado, sugestivo y ameno. A los pies de la villa discurre mansamente el río Tajo que marcha hacia la ciudad visigoda de Recópolis, fundada por Leovigildo en el año 578 y cuyas ruinas se hallan en el mismo término municipal. Atractivos parajes sobre el río Arles, en Pastrana: El paraje conocido como "La Pangía" es un despoblado, situado en plena desembocadura del río Arlés en el Tajo, donde se pueden observar varias construcciones de siglos pasados, entre las que se encuentran varios molinos y restos de murallas cuyos orígenes se remontan al año 1570, cuando un importante grupo de familias de moriscos expatriados de las Alpujarras formaron un destacado poblado en ese enclave. Panorámicas sobre el valle del Ungría, en Horche: Por la Vega de Horche discurre el cauce del río Ungría, afluente del Tajuña, que ofrece hermosas vistas desde lo alto de esta atractiva localidad castellana.

FIESTAS Las rondas y grupos de música tradicional, venidos de distintos puntos de la Provincia, tienen una cita obligada en los últimos días del mes de Diciembre, entre las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja, en la villa de Torija, donde se viene celebrando desde hace más de veinte años el Certamen de Rondas Tradicionales Navideñas, declarado Fiesta de Interés Turístico

Provincial. Brihuega festeja sus Fiestas Patronales de Nuestra Señora de la Peña del 10 al 20 de Agosto, donde podremos disfrutar de numerosos actos: la ancestral Procesión de Recogida de la Cera, declarada igualmente de Interés Turístico Provincial (día 14), día de la Patrona (día 15) y los ya tradicionales Encierros de Toros por el campo, considerados uno de los más antiguos de España, pues se tiene constancia escrita de su existencia desde 1578, y están declarados Fiesta de Interés Turístico Regional (día 16 por la tarde y 17 por la mañana). Las Ferias Tradicionales de Cifuentes se celebran los días 28, 29 y 30 de Octubre, durante los cuales el visitante evocará el pasado medieval de la villa, podrá degustar productos típicos y comprar todo tipo de artesanía tradicional. Durante la Semana Santa, también en Cifuentes, destacan la "Procesión del Encuentro" y la "Quema del Judas", en la Plaza Mayor. Por otra parte, los Descensos en piragua por el río Tajo (entre Morillejo y Trillo), organizados desde hace más de diez años por el Club Piragüismo Trillo, a finales del mes de Julio, constituye una de las citas más relevantes para los aficionados al piragüismo de toda España, y además permite a los deportistas participantes disfrutar de parajes naturales de enorme y singular belleza. También en Trillo, el día 30 de Abril, se celebran los Mayos. Es una costumbre muy arraigada en la tradición castellana consistente en plantar un árbol desprovisto de ramas en la Plaza y hacer rondas cantando coplas relativas a la belleza de las chicas del pueblo. En Sacedón se celebra la Romería a la Virgen del Socorro, que se realiza durante el tercer Domingo del mes de Septiembre. Asímismo, podemos destacar en Almonacid de Zorita la Fiesta del Corpus Christi, que en la actualidad se sigue celebrando con decorativas alfombras sobre las calles de pétalos de flores y serrín teñido. En Albalate de Zorita se celebra una de las fiestas de Interés Turístico Provincial de mayor arraigo y seguimiento popular, como es la festividad de San Blas, que tiene lugar el día 3 de Febrero. Durante la Procesión se saca la imagen del Santo, acompañado por un baile de botargas y danzantes. En este abanico de manifestaciones festivas no puede olvidarse la Feria Apícola de Castilla-La Mancha, que tiene como marco incomparable la villa de Pastrana, referente para todo el sector nacional e internacional, y que el pasado año 2011 alcanzó su XXX edición. En Horche, son de gran vistosidad las Hogueras de la Purísima, que se celebran, como en muchos otros pueblos de la Provincia, el día 7 de Diciembre, fiesta declarada de Interés Turístico Provincial.

ARTESANÍA Brihuega es la villa de esta ruta que poseyó una mayor e intensa actividad artesanal, manteniendo en la actualidad algunas actividades en las que ha alcanzado una merecida fama. La Ebanistería: Producción identificada con el llamado mueble castellano, caracterizado por el empleo de cuarterones y por su ya lejana inspiración en el mueble renacentista español. La Cerámica: La

producción ha evolucionado desde su carácter tradicional y utilitario al creativo y suntuario, y se distingue por la utilización de diversos barros y el esmaltado con diferentes minerales, predominando los tonos azules en la mayoría de las piezas. Forja: Como en prácticamente todas las poblaciones de Castilla-La Mancha, se trabaja el hierro, realizándose barandas, balcones y rejería. También en Cifuentes se desarrolla una importante actividad artesana, en la que destaca la talla de esculturas, fuentes, chimeneas y escudos utilizando como material básico la piedra. Es destacable la actividad artesanal de Durón, donde se trabaja artísticamente el mimbre, la caña, la forja y la soldadura, entre otros. Durante muchos años Pastrana gozó de una merecida fama por sus trabajos de forja, ejemplo de los cuales es su famosa Reja Dorada de su Palacio Ducal, situado en la Plaza de la Hora. Actualmente esta especialidad artesana ha ido evolucionando desde una función utilitaria hasta otra de carácter suntuario y se siguen realizando sobre todo barandas de balcón, rejas y puerta. Esta tradición, más allá de caer en el olvido con el paso del tiempo, en nuestros días ha pasado a formar parte de una de las características que contribuyen al carácter de sus gentes. Al igual que Pastrana, Horche se distingue por sus artesanos dedicados a la talla, que gozan de un merecido reconocimiento nacional, y a la producción de muebles de estilo castellano, puertas y taquillones en madera de nogal, abedul y pino. La producción de objetos de mimbre - cestas, mesas sillones, arcones etc.. - está bien representada en Moratilla de los Meleros y Yélamos de Abajo. Esta actividad artesanal es, sin duda, reflejo de la historia y la tradición de una tierra que durante siglos ha sabido salvaguardar sus ancestrales usos y costumbres, y que hacen que hoy sigan presentes en la vida cotidiana de sus gentes.

GASTRONOMÍA Triunfan en esta zona los corderos y cabritos típicos alcarreños, en diferentes modalidades, así como la sopa del pastor, las migas, las gachas, el morteruelo, los níscalos y las setas de cardo. Las judías con oreja, las truchas, el codillo a la casera y las degustaciones de caza son otros de sus platos más típicos. Las codornices en escabeche, el conejo hecho de mil formas posibles, la perdiz o el jabalí son una buena muestra de ello. Los sabrosos productos de la matanza del cerdo, cuyo ritual se repite año tras año en numerosas familias y en actos públicos abiertos a todo el mundo en un sinfín de pueblos, como día de fiesta mayor, durante los meses de Enero y Febrero, también están presentes en La Alcarria. Así pues, morcillas, chorizos, lomos en adobo, tocino, jamones y somarrillos, no son de despreciar por estos lares. En cuanto a dulces, no podemos olvidar los afamados y populares bizcochos borrachos, y entre las especialidades de repostería destacan las tortas de chicharrones, galletitas, rosquillas, tortas de

la Virgen, harinosas, y mantecados...y si es posible acompañados de una buena copa de orujo de Morillejo, aguardiente que desde hace más de trescientos años viene destilándose en este lugar de forma absolutamente artesanal. Pero sin lugar a dudas, la calidad de la Gastronomía de La Alcarria queda bien patente a través de sus tres Denominaciones de Origen : D.O. Miel de la Alcarria, D.O. Aceite de la Alcarria y D.O. Vino de Mondéjar, a las que hay que añadir la Marca de Calidad Diferenciada del Cordero de la Alcarria (ver Sección de Gastronomía).