NUM. f i 8

ARO l l i

REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL MADRID 23 DE DICIEMBRE DE 1880

PRECIOS DE SUSCRICION. En España... 24 rs. t r i m e s t r e , 45 semestre, y 84 año. Bn P o r t u g a l . 30 • 56 • 108 > Extranjero... 36 > 68 • 132 > En la isla de Cuba 5 pesos semestre y 8 al año (oro). En Méjico 2 ll2 reales semanales.

NAmero suelto, nna peseta. Dirección: Peligros, 10 y 12, Madrid.

DIRECTOR-PROPIETABIO, D. ANDRÉS VIDAL Y ILIMOM REDACTORES Y COLABORADORES ARNAO (D. Antonio), de las Academias Española y de Bellas Art«s.—CASTRO Y SERRANO (D. José).— F U E N T E S (D. J o s é ) . - H E R N A N D O (D. Rafael), d é l a Academia de Bellas Artes.—INZENGA (D. José), de la Academia.—JIMENO (D. Ildefonso), de la Academia.— LAFUENTB (D. F e d e r i c o ) . - M A R S I L L A C H (D. Joaquín).—MEDINA (D. Eduardo).-MORPHY (Exemo. señor Conde).—PEÑA Y GOÑI(D.Antonio).—ROMERO (D.Antonio), de la Academia. — SAINT-SAENS (Camilo).—SEPÚL VEDA (D. Enrique).

la firme convicción que sólo tal estilo merece una Sociedad que no varía nunca sus programas, sacrifica el gusto del público á su comodidad, y pudiondo dar á conocer multitud de obras I. La Sociedad d e C u a r t e t o s . — J . G. LAKDERO de los mejores autores, so abandona á las de su Y MORENO. reducido repertorio, sin que la animen los aplauir. A r r i g o Boito y su Mejistófele.—J. MARSIsos ni la estimulen las censuras. Ll,ACH. Por lo mismo que esta Sociedad cuenta con III. L o s t e a t r o s de verso.—.luicio crítico d e El artistas tan dignos y tan universalmenle apreciagrano de arena.—ADELARDO O R T I Z DE P I NEDO. dos como Monasterio y Mireski, y otros tan disIV. L o s t e a t r o s l í r i c o s . — A l h a m b r a . — E s t r e n o tinguidos como el Sr. Lestan, es lamentable y de A Sevilla por forfo.SF' ' ' b r o . — A G R A Z . hasta punible su conducta, pues por su mismo /La m ú s i c a . — E S E . valer contraen obligaciones ante el público de V. C o r r e o e x t r a n j e r o . que eslarian exentos si fuesen nulidades. VI. C a r t a d e P a r i s . — J . C. Nosotros, pues,—y al decir nosotros, creemos Vil. M i s c e l á n e a . interpretar los sentimientos de todos los que se interesan por el progreso musical de España,— ; C o n el p r e s e n t e n ú m e r o r e p a r t i m o s á n u e s t r o s tenemos el derecho de exigir á la Sociedad de s u s c r i t o r e s q u e prefieren m ú s i c a difícil, c u a t r o cuartetos lo que, dada la importancia que se atrip á g i n a s Impromptu y c u a t r o d e La Bella Calatea, buye, no puede rehusar: overtura para piano de F r . de Suppé; y á los q u e la d e s e a n fácil d o s p á g i n a s d e Cariño, vals; d o s i." Variedad en las obras. id. d e Sonrisa, poika; d o s id. Inocencia, polka 2.° Buena interpretación. m a z u r k a , y d o s id. Candor, schottisch, todas por Conste, pues, que si hemos tratado á esta SoN.Toledo. . F ciedad con dureza, ha sido porque á ello se ha L a s o b r a s a n t e r i o r e s se v e n d e n en el a l m a c é n de hecho acreedora con su conducta; que no podem ú s i c a d e D . Nicolás T o l e d o , F u e n c a r r a l , i i . mos aplaudir sin razón como cualquier periódico no profesional que prodigue sus elogios por lo mismo que no tiene responsabilidad artística al concederlos. Y que nuestras censuras son merecidas, no es necesario esforzarse en demostrarlo, pues basta LA SOCIEDAD DE CUARTETOS. leer los programas de la Sociedad en el tiempo que lleva de existencia, y lo monótono y repetido de sus obras se encargarán de darnos la A habido alguien que, llevado de su en- razón; que sólo censuras merece quien pretende tusiasmo por esta Sociedad, no ha vaci- dar á conocer lo mejor de los autores clásicos, lado en decir que la CRÓNICA DE LA MÚ- mediante una interpretación digna de esos autoSICA al hablar de ella daba un tono de- res, y se limita á ejecutar todos tos años lo mismasiado festivo á lo que por sí merecía todos los mo, sin variedad alguna. aplausos del pilblico, y lo que es más todas las A pesar de que creemos que nuestro público simpatías de los inteligentes. ha llegado á tal altura en educación musical Quien tal ha dicho no hay duda alguna que de- que puede perfectamente comprender todas las muestra tanta parcialidad en sus elogios como obras que en esta clase de sesiones pueden ejefalta de conocimientos musicales; que sólo es- cutarse, nos limitaremos sin embargo á dar una tando cegado por la pasión, ó ignorando todo lo lista de aquellas composiciones que obtendrían, que no loca la Sociedad de cuartetot, se puede á no dudar, un gran éxito, aunque su interpresostener que merece bien del arte, y que la CRÓ- tación no pasase de mediana. NICA censura sin razones y sistemáticamente. Quizá alguna de estas obras haya sido ejecuSi nosotros én los números pasados, más que tada; pero si es así, tenemos la certeza de que juicios críticos hemos hecho artículos festivos al no son más de dos las que se encuentraa en eshablar de los cuartetos, ha sido porque tenemos te caso. SUMARIO.

SE PUBLICA LOS JUEVES, Cada número comprende el periódico, ó sea S e y i s t s general de todo lo concerniente al divino arte en E s paña y en el Extranjero, y como regalo ocho grande» páginas de música selecta, casi siempre nueva, formando u n a magnifica Biblioteca musical. Agenleí excluíivos: Méjico, Parre» y Comp«»ta. Caba, M. de Villa, (Habana).—Puerto-Rico, Fermin Toledo.

Administración: Peligros, 10 y 12, Madrid. La lista que sigue convencerá á quien, falto de conocimientos y ahito de entusiasmo, ha creído que la CRÓNICA DE LA MÚSICA censuraba por

sistema, cómo nuestra conduela está tan justificada como es injustificable el proceder de 14 Sociedad de Cuartetos al no ejecutar las siguientes obras: Tríos. WEBER

Oh. 63. Trío en sol menor.

BEETBOVEN . . . RDBINSTEIN. . . CHOPIN

Obs. 8S, 61, 70 y 91. Obs. 15 y S2. Oh. 8.

ScHUBERT ScHUMANN....

Trío en sí í . ob. 99, y en m,{ í . ob. 400. Obs. 63, 80 y H O .

BRAHSIS

Ob. 80,

WEBER

Cuarteto en sí b.

,.

Cuartetos. ScHUMANN.... Ob. 41, ti-es cuartetos, y ob. -47. " BEETHOVEN...

9." cuarteto y

ScHUBERT

Ob. 161, cuarto en sol. Ob. 168, cuarteto en sí b. Obra postuma: cuarteto en re menor.

MENDELSSOHN.

Ob. 84.

10.° cuarteto llamado del arpa.

Quintetos. SCHUMANN. . . .

Ob. 44.

ScHUBERT

Ob. 114, y ob. 163 con dos violonceilos.

BEETHOVEN . . .

Ob. 82 en »ií í .

Y no queremos hablar de los últimos cuartetos del gran Beethoven, ni de los célebres tríos, cuartetos y quintetos de Raff, Max Bruch y tantos otros autores modernos que debieron haberse dado á conocer antes que el cuarteto del gran maestro Verdi, que tan desgraciado éxito obtuvo, y que se ejecutó á pesar de no querer que aparezcan en los programas más que las composiciones de los autores reputados como clásicos. Cuando la Sociedad de Cuartetos ejecute estas obras; cuando cese la monotonía de sus progra-, mas y la interpretación sea tan l)uena oomo exige la importancia de las obras «áe«nitiSdas, entonces nuestras censuras se transformarán e n

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C R Ó N I C A DE LA

MÚSICA

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Dios, ¿cree usted que las tiples no han de poder obra menos afrancesada, más genuinamente gersalir sin aria de salida? Pues ahí verá usted cómo mánica que su predecesor. sale la Ferni y no le pasa nada » Boito ha mostrado una gran superioridad en el Boito concede, pues, una importancia decisiva arte de interpretar con singular tino todas las sial elemento dramático. Como además tiene la tuaciones, hasta las más opuestas. Y en cuanto J. GÓMEZ LANDERO Y MORENO. ventaja de escribir él mismo los poemas para sus á los caracteres, cierto es que la Margarita del óperas, la música se adapta de una manera ad- Fausto nada tiene que envidiar á la del Mejistomirable á la idea poética, hasta en aquellos ma- fele; pero, en cambio, los caracteres de íauslo tices más fugaces é inasequibles del pensamiento, y sobre lodo de Mefistófeles están más bien desin que nunca resulte torturada la prosodia de lineados y tienen más consistencia en la obra de las palabras ni la de las cláusulas. Boito que en la de su predecesor. Para condenAl examinar la partitura del Meñstofele llama sar en pocas palabras la impresión que estas dos ARRIGO BOiTO Y Sü MEFISTOFELEla atención del observador el número considera- obras producen, diré que en la de Gounod preble de notas y acotaciones referentes á la expre- side el Arte á la Idea, mientras que en la de sión, al modo de interpretar los diferentes pasa- Boito la Idea preside al Arte. III. jes, al movimiento escénico en general, á las Y para concluir este examen sintético del Memás leves inflexiones del canto; y este hecho no jistofele, voy á comunicar á mis lectores una LA MÚSICA. es más que una consecuencia de esa compene- idea, suplicándoles encarecidamente que no la tración íntima que para Boito ha de haber entre divulguen, porque á muchos podría parecer exlEMPRE que tengo que ocuparme de al- el elemento dramático y el musical. travagante ocurrencia. Yo, para mi uso particuguna obra de verdadero mérito, he de En ese empeño por seguir paso á paso el hilo lar, suelo dividir la música por su cariz en mascondolerme muy de veras de dos cir- déla acción, ha desplegado Boito, no sólo una culina y femenina; y así digo que la música de Ücunstancias desfavorables de índole bien profunda ciencia, sino (y esto es lo más notable) Rossini, Meyerbeer, Gounod, Halevy, Berlioz, etdiversa una de otra. Es la primera el hecho de una gran serenidad, aun en medio de las situa- cétera, es masculina; y femenina, por el contraque las dificultades de la crítica crecen en razón ciones más tentadoras para dar rienda suelta á rio, la de Mozart, Bellini, Donizzetti, Haydn y del mérito de la obra juzgada. Acerca de este las manifestaciones puramente musicales, á cuyo otros varios. La música de Beethoven tiene una punto no me hago ilusiones: lejos de acatar yo influjo no ha podido sustraerse muchas veces el particularidad: es común de dos. Esta división la aquello de que la critica esfácil y el arte difícil, mismo Wagner, á pesar de ir pertrechado con fundo en un no se qué, que si tuviera que expli, entiendo que la crítica, en su acepción más ex- sus nueve tomos de escritos teóricos. carlo me veria apuradillo: sólo sé que no vacilo celsa, ofrece grandes dificultades, por la razón nunca en la clasificación de cualquier música que Negar á Boito la idea melódica, como no falta sencilla de que no consiente aquel fondo de es- quien lo ha hecho, me produce el mismo efecto oiga. Según esta idea, Boito escribe música pontaneidad, que es manantial abundantísimo de que negar á un millonario las riquezas por la masculina. Los que no me comprendan pueden - artísticas inspiraciones. sola razón de que, no gustando de hacer vana echarme sin reparo á mí la culpa. Puesto en este trance, no me queda otro re- ostentación de ellas, le da por vivir decorosa, JOAQUÍN MARSILLACH. pero modestamente En verdad que los que quiecurso que exponer como Dios me dé á entender (Se contÍQuará.) las impresiones que he recibido de la obra de ren que la melodía se destaque sola y escueta Boito; y si mis buenos lectores quieren aceptar imponiéndose á toda la composición, verán deeste relato como crítica, tendremos zanjada la fraudados sus deseos en el Meflslofele; pero los (jue creemos que la melodía debe surgir del tedificultad. issSXSsaSSSSSSSSSXSSSSSSEKÍiXSsa i-iS®S®3SS)2 El segundo inconveniente á que me referia jido armónico, por la misma razón que en pintura el contorno ha de ser el resultado, no de consiste en el abuso que, sin duda por efecto de la pobreza sintáxica de las lenguas modernas, se una raya expresa, sino de la superposición de LOS TEATROS DE VERSO. hace hoy dia de las alabanzas hiperbólicas. Si formas, encontramos melodía á raudales en la fuéramos á dar crédito á los artículos y biogra- ópera de Boito. fías y necrologías sin número que continuamente Reconozco de buen grado que la idea melódica estamos viendo, A docenas serian las obras de de esta obra no descuella por su novedad (y es UN GRANO DE ARENA. imponderable mérito, de profundidad excepcio- licito esperar para las obras sucesivas de Boito nal, de inspiración sublime en todos los ramos un progreso en este sentido); pero como se preJUICIO C R Í T I C O . del humano saber; viniendo á resultar de aquí, senta casi siempre con una inspiración tan adeque cuando con razón se prodigan estas frases cuada al momento dramático, y además está ISE temor que llena el alma de respeto encomiásticas no suelen producir el efecto debitratada con tanto acierto en la parte de revesticuando se habla de algo venerable y do»; acostumbrados como estamos á los elogios miento armónico, satisface cumplidamente al es'grandioso me acomete en esta ocasión desmesurados. pectador más nimio y descontentadizo. que la pluma va á correr sobre el papel También en el Mejistofele merece especial El hecho de reconocer yo el mal, es suficiente garantía de que procuraré evitarlo, encerrán- mención el procedimiento wagneriano de las re- para escribir el nombre de D. Antonio García Jdorae en los limites de lo que crea justo y equi- miniscencias psicológicas obtenidas por el en- Gutiérrez. Acuden á la memoria en confuso tropel Manricadenamiento de ciertas frases melódicas, que tativo. La primera impresión que produce en el es- estando vinculadas á un personaje ó á una situa- que y doña Urraca, Juan Lorenzo y Miguel; repectador el Mefistofelees la de algo nuevo, algo ción dada, reaparecen, oportunamente modifica- cuerdo sus acentos que llegaron hasta el templo extraordinario, algo que se separa de lo que es- das, cuando conviene recordar aquella situación de la inmortalidad; mi entusiasmo sobresaltado tamos, acostumbrados á oir en la escena. Exa- ó aquel personaje. Aplausos merece por ello el titubea, se concentra al fin en aquellas páginas minada en conjunto esta obra y prescindiendo, autor, que quizás en otra ocasión logre perfec- de gloria, y el grito de admiración baja á los la•^^ entiéndase bien, de ciertos detalles transitorios, cionar un tanto este proceder, subordinándolo á bios como ola arrebatada. Mi situación de critico se agrava cuando pienno recuerda ni remotamente á Rossini, á Meyer- un sistema lógico más completo. beer á Gounod ni á Wagner; y este sello eviPero en nada ha revelado Boito conocimientos so que Fígaro no pudo encontrar á este poeta dente de originalidad esa mi juicio la credencial tan vastos como en la armonía, en las masas co- más defecto que el hermosísimo achaque de exmás eficaz para merecer la consideración de la rales y en la instrumentación. Contrapuntista ceso de fondo. Aunque la última comedia estrenada pudiera critica. consumado, pero de esos que así como escriben Tratando ahora de analizar esta impresión, lo una fuga tan intachable como la del acto segun- estar falta del calor de la juventud, y en ocasioprimero que se echa de ver es un desden pro- do, no retroceden, si la situación lo consiente, nes pareciese que la acción vacilaba como si la fundo y nunca interrumpido por todos esos me- ante las quintas del preludio cuarto, capaces de Inspiración hubiese buscado en los rincones de dios trillados que posee un compositor para ha- erizar los cabellos á un armonista meticuloso; la memoria ó de Ja voluntad algo olvidado ó encerse aplaudir del público. Entre los modernos conocedor profundo de los timbres y de las so- mohecido, la idea se borraría bien pronto de la sólo recuerdo á uno que haya poseído esta fa- noridades, el autor se ha conquistado sin discu- imaginación, que deslumbrada volvería á sus cultad: Gounod, que diferenciándose tanto por sión el título de colorista de primer orden. Po- recuerdos de El Trovador y Bocanegra. Un otros -conceptos de Boito, tampoco consiente dría señalar ciertos procedimientos armónicos grano de arena está fundada sobre un asunto nunca ^ halagar al público mediante ciertas y propios de Boito ó que á lo menos él usa con manoseado: la esposa que vela y busca el desdeterminadas concesiones. Boito, como Gounod, cierta predilección; quisiera también demostrar quite, el amigí) artero que utiliza la feliz cose hace aplaudir á fuerza de olvidar que hay un cuan digno de estudio es el empleo que hace del yuntura, el escéptico que azuza, los criados que metal, especialmente en el Prólogo, y que prueba ayudan, con el preciso desenlace del amante público que podría silbarle. burlado, el pesimista corrido, la cocinera despeCon esto ya queda dicho que en la composi- que el autor ha leído atentamente á Wagner; dida y la señora salvada y abrumada por el mación musical Boito sigue fielmente la marcha de pero rae impiden entrar en estos y otros porme- rido más sobón con la gloria del vencimiento. la acción. Aquí ya no hay cavatinas, ni dúos nores los límites que de antemano me he im- Pero D. Antonio García Gutiérrez ha derramado cortados con patrón, ni brindis, ni coros intem- puesto. sobre todos esto lugares comunes golpes de terpestivos: no hay más que un drama completo Aunque soy enemigo de comparaciones, es nura y arranques de sentimiento inmaculado que sigue un curso lógico por una sucesión de hasta cierto punto imposible hablar del Mefisto- que hacen la comedia un ejemplo bendito de escenas, y realzado por el lenguaje soberana- fele sin pensar en el JFausto de Gounod. Mi opi- honradez aldepar mente expresivo de la música. nión en este punto es que, consideradas las dos para el malvado.que un provechoso escarmiento Verdad es que esto puede disgustará muchos, obras bajo el concepto pura y exclusivamente Acaso el alma virginal y la conciencia sana del como á un antiguo abonado que en el ensayo musical, particularmente en la idea melódica, la general me preguntaba, no sin cierto azoramien- obra de Gounod es superior á la de Boito, pero ilustre vate no han encontrado para el vicio toto, en dónde demonios estaba el aria de la salida que éste estuvo más acertado en la Interpreta- dos los caracteres de maldad que reviste, para de la tiple, poniéndome en el caso, después de ción del asunto; ha sabido imprimir más gran- la hipocresía sus mil falacias ingeniosas, para el mucho porfiar, de contestarle: «Pero, hombre de diosidad al estilo; ha hecho, en una palabra, una elegante escepticismo su vana palabrería; pero elogios, y los que parecíamos severos, á fuer de imparciales, seremos hasta apasionados; pero nunca nuestros aplausos traspasarán los límites de lo justo.

NiJ-Vi. 118

CRÓNICA

en cambio la virtud resplandece seráfica, la verdad luce bondadosa y la inocencia brilla adornada de su más hermoso nimbo. Tal vez la falla de grandes contrastes, de encarnizadas luchas entre el bien y el mal, envuelven á la comedia en cierta atmósfera helada de moral dogmática; sin duda esta palidez en-el claro-oscuro hace distinguir demasiado el esqueleto de la fábula con sus accidentes amañados, sus reíalos fundamentales y sus escenas preparatorias que sin malicioso disimulo disponen el ánimo del espectador 3 la catástrofe dramática. Pero todos estos lunares serian censurables en quien empezara su carrera; tratándose de D. Antonio García Gutiérrez, ni hay nadie autorizado para la censura, que si así fuese no quedaría impune la osada irreverencia. El escaso papel de Diego no da al Sr. Zamora grandes ocasiones; seria preciso una flexibilidad de maestro consumado para realzar aquellas vacilaciones y aquellos arrebatos extemporáneos á veces, y fallos de esa preparación psicológica que existe en la naturaleza, sobre todo en materia de honra y celos. El Sr. Guerra alardea de una manera que hiela, y vence con soltura y acierto los relatos de sus vulgares lafurerías: en la escena de la revelación, lucha con el anhelo de la verdad; pero como el público espera ya el susto y hasta el cómodo desmayo en la butaca, no se lanza a palmetear batiente en el desenlace critico; sin embargo, el gusto refinado recuerda los trágicos accesos á que García Gutiérrez condujo sus maravillosas creaciones, v casi rompe á llorar recordando la pena del conde de Luna al saber que es su hermano el Trovador. El Sr Reig, como el mismo de siempre, en cuanto á actor, ya le conocen mis lectores; en cuanto á personaje de la obra, tampoco es descocido- un tenorio más con ribete de prestidigitador y jugador de manos, aunque al fin y á la postre el tiro no sale por la culata, sino por la boca y con la bala muy bien forzada. La señora Tubau, tan discreta, tan oportuna, tan chispeante en la comedia de costumbres, no llega en el drama á la tesitura precisa en la expresión del dolor, aunque la simpatía de su papel recibe toda la brillantez necesaria. El coturno de la tragedia es grande para el pié remilgado de la señora Tubau, que á la fuerza calzado con el zapatón de cuero, va dando traspiés y conservando con trabajo la forma de su equilibrio artístico. Si para algo vale nuestro homenaje de admiración y respeto, recíbalo el ilustre autor de Un grano de arena, gloria de España y honra de la humanidad, que lo cuenta entre sus genios artísticos. ADELARDO ORTIZ DE PINEDO.

LOS TEATROS LÍRICOS. ALHAMBEA.—Estreno de X Sevilla por todo, zarzuela de los Sres. Burgos y Barbieri.

Ei libro.

DE

LA

MÚSICA.

Estamos en casa de un cura. —¿Dónde está el cura?—preguntamos. —No sale; esta casa no tiene cura. Más adelante me pude convencer que lo que no tenia cura era el libreto. La trama no puede ser más sencilla ó más simple. Personajes, en el sentido en que se emplea esta palabra en las tablas—porque ninguno es personaje de otra manera—son los siguientes: Un novio no habido. Una mamá por horas. Una niña que tiene sut cuarto» de hora. Un antiguo novio que padece del estómago. Un torero jubilado que ha debido servir de Tío Conejo en La vuelta al mundo. Escríu vestido como en Los Madriles; y una Rocío, que hace la señorita Delgado, capaz de levantar un muerto. Las coristas en el primer acto se visten de monagos y de viejas. De viejas están mucho mejor. Con todos estos personajes y otros muchos que podían haberse suprimido, aunque de suprimirse podían haberse suprimido todos, ha hecho el autor del libro una especie de revista, en la que los actores desfilan delante del público como cuerpos de ejército, y en la que el único cuerpo digno de llamar la atención es el de la señorita Delgado. En el primer acto hay chistes salteados como los ríñones, pues de verdadera gracia en toda la obra no se encuentra más que la bailarina del tercer cuadro del último acto. Yo, más que anunciar una zarzuela en dos actos, hubiera anunciado de la siguiente manera: (íA Sevilla por todo, zarzuela en dos mujeres originales, etc., etc.» En el acto segundo estamos en Sevilla. Yo me alegré al principio, por ver si con el cambio de aires mejoraba el libro; pero nada, ni las sevillanas ni la lección de tauromaquia consiguieron aliviar la situación de la obra, que iba de mal en peor. Una de las escenas de este cuadro es una especie de entremés de unos dátiles que se le indigestaron al público. Me decia Ese: ' —¿Has visto qué duros? —¿El qué, los dátiles? —No, hombre; los versos de la obra. En el tercer cuadro del segundo acto aparece un retazo de feria de Sevilla. Se baila y se canta: es un jaleo de actores, parecido al jaleo del público en el primer acto. La zarzuela termina con la oportuna intervención de un mechón de pelo, que demostraría, si no lo hubiesen demostrado los chistes verdes de la obra, que el autor no repara en pelillos. La c/ají*e aplaudió, los amigos aplaudieron, y el público llamaba al autor de diferentes maneras. Los aplausos, aunque pocos, no tuvo más remedio que oírlos, dado su apellido, el Sr. Orejón, el cual notiflcó al público que el autor de la letra era el Sr Burgos. Al escuchar Burgos, muchos creyeron que el autor habia huido á esta población.

Prescindamos al hablar de la ejecución de decir nada de! canto, pues ya sabemos que los cantos en este teatro son rodados. Se distinguieron en primer término la bella señora Delgado y el Sr. Orejón; en segundo término, los Sres. Rochel y Escríu; en tercer término, los demás actores, y en el último término, el autor.

(ANTES DE EMPEZAR.)

Eran las ocho de la noche cuando mi compañero ESE y yo nos encaminábamos á la Alhambra en busca de billetes, pues pretendíamos ir A Sevilla por todo. , . . ... Entrábamos en la fila de butacas cuando dieron las nueve y media; el director dió la señal de empezar, y yo di un pisotón terrible á una señora, que dió un grito precursor de los que íbamos á oir á los cantantes. . u ^ El telón se levanta. Hasta ahora no hay nada que silbar. Veremos más adelante.

Aconsejamos al Sr. Burgos no vuelva á viajar, pues con ir A Sevilla por todo ha perdido lo que nabía ganado como diteltanti en la Comedia.

Justo es que demos un aplauso al Sr. Arderfus por lo bien que ha puesto en escena esta zarzuela, y por el deseo que muestra tan inteligente empresario en complacer al público. AGRAZ.

La máslea. CONSIDERACIONES GENERALRS.

Ciertamente que la partitura de A Sevilla por todo no merece que se hable de ella en serio. Sin embargo, la absoluta carencia de novedades que se nota este año en los teatros líricos nos hace que aprovechemos la menor ocasión de dedicar unas cuantas líneas al primer estreno que se presenta. ¡En qué decadencia tan extraordinaria se encuentra el maestro Barbieri! Desde El Barberilio de Lavapiés ha ¡do de fracaso en fracaso, defraudando siempre las esperanzas de sus amigos y partidarios. Porque hay que desengañarse: ni Chorizos y Polacos, ni Juan de Urhina, ni El diablo cojuelo, son obras dignas del que, como el expresado maestro, tiene una reputación. Y no hablemos de la serie interminable de tonadillas, saínetes líricos y zarzuelíllas en un acto, sin importancia, sin originalidad, sin nada digno de mencionarse, con que viene surtiendo á los teatros desde hace algún tiempo, y siempre en los dias de Pascua, porque si de ello tuviésemos que hablar, habria que decir mucho y malo, y no tenemos ni tiempo ni espacio para ello. Diremos si que el Sr. Barbieri, que nunca ha brillado por la verdadera inspiración, pues, sobre repetirse á sí mismo, ha repetido canciones populares, instrumentándolas y armonizándolas á su manera (1), está hace tiempo en visible decadencia. Ya no llenan sus obras el teatro; ya no se aplauden muchos números de la partitura: ya no hacen efecto los coros eternos de muchas mujeres puestas en fila, que visten todas igual traje y cantan todas lo mismo; ya no hace obras en tres actos; ya no tiene gracia, ni frescura, y se dedica única y exclusivamente á escribir zarzuelas como el Triste-Chactas con destino á teatros de hora; tonadillas como El loro y la lechuza para cantantes tan acreditados como Mariano Fernandez (uno de nuestros mejores actores cómicos), y bufonadas como el disparate cómico A Sevillapor todo, para que mayen su música algunas coristas jubiladas y algún tenor en agraz. Todo esto lo hace siempre en Pascuas, cuando todo pasa, cuando el público lo tolera todo, y sólo va al teatro á pasar el rato. Esto no puede, pues, permitirse al maestro Barbieri. Sí comprende que ya no puede hacer música, déjese de esas intentonas, que le perjudican mucho, y no olvide las ventajas que puedf' reportar siempre uila retirada á tiempo. Arríela, dignísimo director del Conservatorio, observa en este punto otra conducta muy digna de elogio. Sus obras no se estrenan nunca en Navidad sino en otras épocas en que el público exige más, y siempre hay en ellas algo imt^ble, algo que revela al músico inteligente y experto, al armonista correctísimo y al instrumentista de mérito. Sí en sus últimas producciones, ¿re/toííora, por ejemplo, no hay la inspiración que en ¡fariña, siempre se ve el deseo de hacer una zarzuela de importancia, y siempre hay algo que aplaudir, porque el verdadero genio no muere nunca y siempre da señales de vida. El maestro Caballero, si no siempre original, es, aun en las obras de poca importancia, correcto y distinguido. Chapi, Bretón—notable por su manera de instromentar, cosa en que tampoco sobresale Barbieri-Llanos, Marqués, etc.. etc.; también, aunque de tarde en tarde, nos ofrecen producciones de importancia, de mucha más importancia qué las que viene dando á luz el maestro Barbieri. Podrán tener defectos las obras de eslo»«aestros, lo admito; pero en todas hay más fondo, más verdad, más inspiración, más corrección, y todas tienen más importancia que Qjo á la niñera. Los carboneros. La confitera. Los chichones, Kl loro y la lechuza, y demás producciones modernas del Sr. Barbieri. Es sensible loque decimos, pero es cierto. Barbieri, muy buen director de orquesta, está en completa decadencia, y, como ya he dicho antes, teniendo una reputación, no es posible que nosotros en un periódico dedicado á la música hagamos coro con los periódico* que^ alaban (1) Véase Iradier.

/

CRÓNICA la música de este maestro sólo porque es de él; no podemos decir que la obra A Sevilla por todo es á propósito para Pascuas, y que por eso ha pasado. Una de dos: ó Barbieri puede seguir escribiendo ó no. En este último caso es preferible retirarse dejando todavía buenos recuerdos por algunas obras, á perjudicarse como lo está haciendo. Déjese, pues, de aparecer siempre en los carteles en la época del turrón y preséntenos una obra seria, un drama lírico, nña zarzuela donde no haya seguidillas, ni sevillanas, ni cosa por el estilo. Entonces juzgaremos y quizá rectifiquemos nuestro juicio.

LA PARTITURA DE «A SEVILLA POR IODO».

DE LA M Ú S I C A .

queda al arbitrio de los que concurran. No po- teatro tcheqiie do esta ciudad ha sido concedido drán entrar en concurso las obras que estén es- á Libressa del maestro Susetana: otras dos ópecritas para el teatro y las que presenten un ca- ras, Cernokorci de Bendel, y Blanik de Jibich, rácter religioso. Se concede un año de tiempo, y han sido también premiadas en segundo lugar. se admitirán las obras hasta el 27 de Diciembre do t88l. El premio consistirá en tO.OOO francos. .HAMRURGO.—Se está esperando en esta ciudad —Ha sido víctima de un ataque cerebral el al director de orquesta húngaro José Gung'l, que joven compositor Augusto Cosdes, autor de La se encuentra dando conciertos en Francfort. Dará beUe bourbonnaise. Ha sido trasladado á la Casa á conocer en esta ciudad las marchas que tanta de Salud del Dr, Blanche, y ofrece pocas espe- sensación causaron en Londres. José Gung'l ha ranzas de vida. escrito más de 300 obras justamente apreciadas. —La célebre Alboni va á reaparecer por una sola vez en el teatro de la Grande Opera, con motivo de un beneficio para la Asociación de arBRUSELAS. — La ópera Quenlin Durward del tistas, que presidia el barón Taylor, y ahora di- célebre Gevaert ha tenido un gran éxito en el teatro de la Moneda, éxito que ha venido á ser rige M. Halanzier. como la reparación de la injusticia cometida con dicha obra hace veinte años cuando se puso en MARSELLA.—Al concurso abierto por la Mu- escena en Bélgica, pasando casi desapercibida. nicipalidad para premiar una obra lírico-dramá- Ahora se comprende que el único defecto de la tica, sólo se ha presentado una ópera titulada ópera consistía en haberse adelantado á su tiemClaudia, compuesta por un profesor del Conser- po. Ha sucedido en Bélgica con el Q,uentin Durvatorio. ward de Gervaert lo que había pasado en Francia con las obras de Berlioz. ViENA.—Con la ópera Preciosa, de Weber, se ha inaugurado la serie dj representaciones que LONDRES.—El teatro de Su Majestad ha termivan á dar en el teatro de la Opera los artistas de nado su temporada quince dias antes del plazo este teatro y los del Burgtheater unidos. fijado. El público no asistía por insuficiencia del personal cantante. BERLIM.—Parece que hay decidido empeño en —La sociedad de armonía sagrada que dirige dar á conocer en esta capital la tetralogía de sir Michael Costa ha inaugurado brillantemente Wagner. Lo que no se sabe, y preocupa bastante sus sesiones de este año.. en la actualidad, es si se pondrá en escena en el teatro Real de la Opera ó en el teatro Victoria. Evidente si no se pone en la Opera será porque las exigencias de Wagner parecerán excesivas al intendente del teatro. Dícese que una de dichiis pretensiones es la de que el director de orquesta sea sustituido por M. Neumann, de , Leipzig. Sin embargo, el Musikalische WochenA ORILLAS DEL SENA. blatt, que recibe inspiraciones del maestro del porvenir, asegura en su último número que las dificultades serán vencidas, gracias á la intervención directa del Emperador.

Es vulgar, falta de brio, de inspiración, é instrumentada con poca brillantez, produce hastio en el auditorio. De los varios números de que consta, no se repitió ni uno solo, pues un coro de viejas del primer acto, si se repitió, fué entre generales protestas del verdadero público, y otro tanto ocurrió con las coplas del sablazo en el segundo acto, que Escríu tMííííírf cantar; coplas sin rival para dormir á los niños. En esta obra Barbieri se ha copiado más que nunca. Todas sus zarzuelas anteriores se recuer, dan en el trascurso de la representación. El coro de monagos que sirve de introducción trae á la memoria el famoso de los Cuatro Sacristanes, de Aceves; la romanza sentimental que le sigue es inocente, y habiéndose propuesto el autor que i'esultara exagerada y ridicula, ha resultado seria, pero... mala; por cierto que el oboe canta siempre con la tiple é impide que se entienda la palabra. Muy bien. Las couplets que canta Manini no tienen novedad, ni tampoco la tienen el coro de-viejas ni el de viajeros. Lo mismo sucede en el acto segundo. Hay muciioJaleo, seguidillas, sevillanas, etc., que recuerdan otras piezas análogas deZa vuelta al mundo, Bl hombre es débil, hl proceso del can-can, etc. LEIPZIG.—En el segundo concierto del GewanEl público permaneció impasible, y eso que las dhans se ha interpretado una overtura de Proseguidillas del final están presentadas con el ali- meteo, de Goldmarck, que carece de originalidad ciente de cantarlas, bien por cierto, la señora y ha tenido poco éxito. La ejecución ha sido Delgado, bailarlas de una manera sobradamente buena, llevando la batuta el mismo compositor, vistosa una andaluza (al parecer) bastante agra- joachim ha tocado unas nuevas variaciones para ciada; pero ni por esas. violin y orquesta, y un concierto de Brahms. La En resumen: una obra más sin ninguna imporseñorita Schauenburg ha cantado con gran éxito , tancia, sin una idea nueva, sin una melodía dis- un aria de Samson et Dalila,, de Saint-Saéns. * linguida, ya que no bonita, sin inspiración y sin "buenos efectos en la orquesta. CASALMONFERRATO.—Se ha estrenado con buen éxito una ópera de Emilio Ferrari titulada El bandido. Kl héroe del libro es Salvador Rosa. La música, muy italiana, demasiado verdista, ha Un detalle que merece citarse: En,# primer acto sale una murga á la escena, valido diez y siete llamadas al autor. y toca, es natural, un trozo de Bl Barberillo de lavapiés, del mismo Sr. Barbieri. FLORENCIA.—En la Pérgola ha tenido un éxito Al oírlo, dice uno de los personajes: inmenso la ópera Bamlet, de Ambrosio Thomas, —Esa música me hace daño. interpretada por Blanca Donadío y el barítono Y esto se dice en una obra también del señor Maurel. Ambos artistas franceses han obtenido Barbieri. triunfos verdaderamente excepcionales. La escena de la Explanada ha producido grandísimo efecto. Maurel tuvo que repetir el brindis, y fué llamado después muchas veces á la escena. Los Y para terminar, un consejo. coros y la orquesta muy bien, bajo la dirección Deseamos una ocasión de aplaudir al maestro de Mancinelli. Barbieri en una obra de importancia. Conque A Soma por todo, y veamos si logra hacerla. ROMA.—En la temporada que ha empezado, en el teatro de Apolo se darán sesenta represenESE. taciones. Las óperas que forman el repertorio son Aida, Poliuto, Fausto, La reina de Soba de Goldmarck, Don Carlos de Verdi y alguna otra. La compañía la forman las señoras Contarini, Teronziani, Durand y Novelli, y los Sres. Marconi, Vergnet, Moriani, Dufriche, Cherubini y Otavi.

CORREO EXTRANJERO.

PABIS,—Já Municipalidad ha publicado el programa del gran concurso, fundado hace cinco afiosen virtud de proposición de M. Herold, para premiar la mejor sinfonía con solos y coros que pi'esenten los compositores franceses. El asunto

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BÜDA-PESTH.—Se ha estrenado con buen éxito una ópera cómica húngara del hábil compositor Erkel titulada Los héroes anónimos. Esta y la ópera liha, de Doppler, son las dos obras líricas húngaras que existen hasta ahora. PRAGA.—El premio de mil florines ofrecido por una ópera destinada á la inauguración del nuevo

Pocas novedades.—Novedad curiosa.—Obras para una voz, con acompañamiento de pirófono.— Federico Kastner y su padre.—La música cósmica.—La Sociedad de Conciertos del Conservatorio: su primer concierto.—La overtura del Corsario, de Berlioz.— La sinfonía Harold en Italie, de Berlioz.—El último sueño de la Virgen, de Massenet.—Y sigue La tempestad, de M. Duvernoy.—No hay más. Paris 12 Diciembre i88o.

Pocas novedades musicales puedo registrar en mi carta de hoy; pero en cambio habrá alguna bastante curiosa, y por ella empiezo. Acaban de recibirse en casa de Durand Schoeneberg, y en las demás de Paris que tienen las novedades musicales de Alemania apenas ven la luz, ejemplares de unas obras muy curiosas, que con el título de Oeistliche Sonnette, acaba de publicar M. Weissheimer, en la casa editorial de F. Thiel, de Leipzig. Son cinco piezas de canto, del carácter más original que puede darse, con letra de Teodoro Koerner, que se refiere á la vida de Jesucristo. Están escritas para una voz, con acompañamiento de flauta, oboe, clarinete, piano y pirófono. Esta combinación instrumental da tal carácter de misticismo profundo á la melodía, ó, por mejor decir, á la melopea vocal, que esto mismo afecta en las cinco piezas un estilo intencionalmente vago y flotante. Estos trozos religiosos han sido escritos con el objeto especial de emplear el pirófono ú órgano de llamas sonoras, inventado no hace mucho tiempo por Federico Kastner, y del cual recuerdo que la CRÓNICA DE LA MÚSICA publicó una descrip-

ción detallada. M. Weissheimer ha sabido sacar del pirófono un partido excelente, favorable al mismo tiempo para sus obras y para la propagación del ingenioso descubrimiento. Federico Kastner es alsaciano, y al crear el pirófono parece que no ha hecho más que llevar á la realidad los misteriosos fenómenos de la Música cósmica, de que se ocupó su padre el difunto Jorge Kastner. Bajo el punto de vista estético los Pünfgeistliche Sonnette de M. Weissheimer, constituyen una obra importante, atrevida hasta cierto punto.

CRÓNICA

NUM. 118 wagnerista, sin servil imitación, y que excitará en alto grado la atención de artistas y aficionados.

La Sociedad de Conciertos del Conservatorio, cuyos trabajos tanto llaman la atención en Francia y en el extranjero, y por cierto con gran justicia, dio el domingo último el primer concierto de la temporada. Después de una admirable ejecución de la sinfonía heroica de Beethoven, en la cual se pusieron de nuevo de manifiesto las grandes cualidades de la célebre orquesta, luve el gusto de oirdos hermosos fragmentos del oratorio Mías, de Mendelsohn; el precioso coro de ángeles, sin acompañamiento, y un coro general; el largo y el minuete de la sinfonía 24 de Haydn, casi desconocida, y ejecutada por primera vez en el Conservatorio; dos grandes escenas del Or/eo, de Gluck, y la overtura del Corsario, de Berlioz. Esta última obra se ejecutaba también por primera vez en el Conservatorio, y aunque no figura entre las mejores composiciones sinfónicas de Berlioz, no carece de importancia. Inspirada en el Corsario de lord Byron, esta overtura tiene, sin duda alguna, un programa, sin el cual no la hubiera escrito Berlioz. y que hubiera sido conveniente publicar. Por su contextura general, por el género de su melodía, por la fuerza y poco esmero en la armonía, por el brillo de su instrumentación y por los contrastes de violencia y de gracia, se aproxima dicha overtura á la de £es francs-Juges del mismo autor. Los dos tiempos de la 24.* sinfonía de Haydn no constituyen un hallazgo, ni mucho menos; son pálidos y descoloridos, y fueron acogidos con una frialdad glacial. M. Deldevez pudo haberse dispensado de presentar esta novedad. En cambio las dos escenas del Orfeo, de Gluck, produjeron gran efecto. Los solos estuvieron á cargo de la señorita Resina Bloch, que posee grandes condiciones.

El octavo concierto popular, dirigido por M. Pasdeloup, empezó por la sinfonía de Berlioz Harold en Italie, de la cual se repitió la marcha de los peregrinos. No es fácil apreciar la poderosa originalidad de este trozo y el extraño efecto de los motivos de plegaria sobre el ritmo de marcha, acentuado por \ospitzieatot continuos de los contrabajos imitando el monótono paso de los peregrinos. La Sra. Schroeder cantó con gran pureza de estilo un aria del oratorio de Graun, La muerle de Jesús. La sinfonía en mí bemol, de Mozart, obtuvo una interpretación verdaderamente magistral. Paul Viardot ejecutó muy bien en el violin una Serenata melancólica de M. Tschaikoffsky, cuya primera parte es muy notable. El público aplaudió con entusiasmo é hizo repetir ísl último sueño de la Virgen, de Massenet, quien en realidad no ha escrito ninguna otra obra de inspiración lar. elevada y notable. La melodía, que es bellísima, se desarrolla con inefable suavidad. Después cantó la Sra. Schoeder un aria de Freischntz, y terminó el concierto por los bailables de la Reina de Sala, de Gounod, que encantan siempre á este público.

«*« M. Colonne continúa dando en sus conciertos del Chatelet por única novedad el poema sinfónico de Duvernoy, La tempestad, de que hablé en una de mis cartas anteriores. El éxito de esta obra está ya plenamente confirmado. Lo que menos satisface es la orquestación, que no ofrece suficiente variedad en el colorido. Fuera de esta obra, apenas encuentro nada de qué ocuparme en el concierto de Colonne. Hasta la próxima, suyo afectísimo, J. C.

DE

LA

MÚSICA.

MISCELÁNEA. Hemos tenido el gusto de ver en varios escaparates las magníficas cubiertas con que la empresa de La limitación de los Niños se propone obsequiar á los suscritores que se abonen por año á contar desde •i." de Enero próximo. Es un trabajo delicado y lujosamente concluido, llevado á cabo en el extranjero. Sobre finísimo fondo, color naranja, parece como que se sujetan las dos hojas con dos barrotes artísticos, azul, negro y oro, destacando en el centro un adorno en negro de gran gusto, y cerrando el contorno de ambos lados filetes también negros. En el anverso se leen en letras de oro el título de la revista y el nombre de su director, completando el adorno la medalla de oro de la Económica Matritense, la en plata de la Exposición de Cádiz y el escudo del municipio de Madrid. En el reverso, también en oro, se lee el número del año. Felicitamos al Sr. Novi y Pereda por sus constantes desvelos. La Academia de Bellss Artes de Paris ha recibido cuarenta y cinco manuscritc)s de poemas para el segundo concurso Rossini, que como saben nuestros lectores, comprende libretos primero y partituras después. El juicio de la primera parte del concurso se verificará á fines de este mes. El mejor libreto será impreso y repartido á los compositores que quieran concurrir. El premio es de 6.000 francos. Hemos recibido un prospecto de la empresa del teatro Regio de Turin para la temporada de Carnaval y Cuaresma, que promete ser muy notable. Anunciase la ópera Carmen de Bizet, que hoy llama poderosamente la atención en todas partes, y no hemos podido conseguir que se ponga eñ España; la del maestro Ambrosio Thomas Amleio, y por si estas novedades no fuesen bastantes, la ópera romántica del maestro alemán C. Grammann titulada Melusim,qaQesi\aa notabilidad de primer orden, aplaudida con entusiasmo en cuantos teatros se ha puesto en escena y propiedad del editor Ríes, de Dresde. En la compañía formada por dicha empresa figuran Blanca Donadío, Luisa Vanda-Müler, Emma Turolla, Salvador Anastasi, Matías Battistini, y otros notables artistas. Ha salido de Madrid, donde ha permanecido algunos días, el Sr. Hermann-Wolff, distinguido compositor y crítico alemán, que no tardará en regresar á esta corte acompañando al célebre pianista y compositor Rubinstein. La llegada de Rubinstein á Madrid se anuncia para el mes de Enero próximo. Parece que dará dos conciertos en Madrid, dos en Barcelona, uno en Zaragoza, otro en Valencia y dos en Lisboa, regresando en seguida á Alemania, donde tiene compromisos para fines de Febrero. Antes de abandonar nuestro país, después de esta pequeña excursión artística, visitará Rubinstein algunas ciudades de Andalucía para conocerlas, pero sin tomar parte en ellas en ningún concierto. Se han celebrado en el Conservatorio ejercicios muy notables, en los cuales se han distinguido mucho, mereciendo excelentes notas, los discípulos de los Sres. Arrieta, Comptá, Zabalza é Inzenga. La señora Saez de Melgar ha publicado la cuarta edición de su magnífica novela Aniana 6 la qutnia de Peralta, tan ventajosamente juzgada hace muchos años por los críticos más imparciales. La señora Saez de Melgar se ha puesto al frente

de la edición española ¿el excelente periódico Paris-Charmant, que en poco tiempo ha tenido una gran acogida. Auguramos á este nuevo colega grandes resultados en América y en España, para lo cual es buen indicio la dirección en la señora Saez de Melgar, y felicitamos á ésta por la distinción de que ha sido objeto al confiarle un cargo tan delicado. Acaba de publicarse la quinta edición del excelente y completo Tratado de cocina, pastelería, repostería y botillería, que contiene un gran número de recetas de fácil y segura ejecución, según la práctica de los más afamados cocineros españoles y extranjeros. Comprende esta interesante obra, que está además ilustrada con muchos grabados, el servicio completo de la mesa y el arte de trinchar, el método mejor para elaborar delicados pasteles, helados y licores, en una palabra, todo cuanto se refiere á la grande y pequeña cocina española, americana y extranjera. Recomendamos á nuestros lectores la adquisición de dicha obra, que se vende en Madrid al precio de 12 reales, en la librería de los herederos de J. Rodríguez, calle del Olivo, núms. 6 y 8. El libro no será muy artístico; pero como los músicos no se alimentan sólo de esencia de arte, sino que comen lo mismo que lodo el mundo, y á veces menos y peor, les ofrecemos un método de comer bien, y estamos seguros de que nos lo agradecerán. Hemos tenido el gusto de ver un retrato del maestro Marqués, debido al pincel del reputado artista D. Eduardo Balaca. El exacto parecido, el color y la manera de pintar que en dicho retrato se descubren, revelarían en el Sr. Balaca á un verdadero artista, si no tuviera ya sólidamente fundada su repulEcion de tal, cosa no muy común en una época en que los maestros de obra prima se denominan á sí mismos artistas, y se llama artística la dirección del teatro de la Opera. Reciba el Sr. Balaca nuestra afectuosa enhorabuena que le enviamos de lodo corazón. Un incendio ha destruido la fábrica de pianOQ de Ernesto Gabler, en New-York. El incendi empezó en una estufa, destruyendo en pocas horas más de 300 pianos. Dice la Gaceta Musical de Milán: «Durante un fuerle temporal se inundó el Teatrino de Ssiacca, mientras se daba una representación. El público tuvo que huir para no perecer ahogado.» . « Francamente, si era sólo un Teatrtno,.\m ^ . pectadores nunca se hubieran podido ahogar e # mucha agua. El maestro Mancinelli ha sido nombrado caballero de la Corona de Italia. La primera representación de la ópera Bl Demonio de Rubinstein le ha valido á su autor una gran ovación en el teatro de Hamburgo. Por la primera representación en que ha tomado parle Sarah Bernhardt en New-York se ha pagado por un palco 1.500 francos y por uha bulaca 185. Eugenio Díaz, autor de Coupeduroi de Thulé, ha terminado una nueva ópera, titulada Benvenuio Cellini, Esta obra, cuya letra es de Gustavo Hirsch, llénese por seguro se representará en el teatro de la Opera de Paris. En el teatro de la Opera de Viena existe el proyecto de dar dos representaciones Semanales ^ á precios reducidos, ejecutando obras clásioas ' alemanas.

CRÓNICA M. Teodoro Tiloma» va á crear—contando con el concurso de La Filarmónica- una Sociedad coral permanente. un el gran festival que tendrá lugar en NewYork en el mes de Mayo, ejecutará la naciente Sociedad £e Messie de Haendel, La tour de Babel áe Rubinstein, el RequiemáQ Berlioz y la novena sinfonía de Beethoven. Los coros se componen de 1.000 voces y la orquesta de 200 profesores.

DE LA M Ú S I C A .

Paganini español (así dice el periódico de quien tomamos la noticia) Pablo Sarasate. El entusiasmo del público no tuvo límites. Nadie recuerda tanto fanatismo y tantos aplausos en un público alemán. Una comisión de estudiantes llevaron en triunfo al eminente Sarasate.

Algunos de los músicos de cámara del príncipe Nicolás de Esterhazy, de cuya capilla era maestro el célebre sinfonista José Haydo, tenian Escriben de Viena que ha tenido gran éxito que dejar á sus familias en Viena durante la esLos carbonarios, nueva opereta de Cari Zeller. tancia de aquél en sus posesiones. Una vez se prolongó la permanencia en la En el teatro Imperial de Viena se ha puesto en escena La Medea, de Cherubini, con grandí- quinta de Esterhazy mucho más de lo acostumbrado, y los profesores desconsolados rogaron á simo éxito. Haydn que fuese intérprete de su pesadumbre para con el Príncipe. Se ha inaugurado en Beriin el gran salón nuevo Al instante le ocurrió al maestro la idea origide Winter garlen con un gran concierto para nal de componer una sinfonía en la que cada el cual fueron llamados nuestro compatriota Ma- instrumento guardase sucesivamente silencio, y riano Padilla y su esposa la señora Artot. Esta escribió en los papeles de música la siguiente última cantó por la primera vez La cauíirn de nota: Berlioz, nueva en Alemania, y la balada de la «Aquí apague el profesor la luz, y vayase. Mandragora de Juan de Nivelle. Cada músico á su tiempo dio un soplo á su En el mismo concierto se presentó el nuevo bugía, se levantó y se fué.

SECCIÓN

Esta pantomima tuvo el éxito deseado, pues al dia siguiente el Príncipe dio orden para regresar á la capital. Tan celebrada sinfonía se intituló: Eladios de Haydn.

CORRESPONDENCIA.

D. E. M.—Tafalla.—Recibido importe de suscricion por finieses y música que le remití. D. i. C.—^De'nia.—ídem, ídem de 3 meses hasta fin de Marzo próximo. D. F . R.—Cartagena.—Conforme con su carta; haré lo que me indica. D. J. R,—Valencia.—Remito el número 8i que rae pide. Eí Aüministrtilor, F.. PÉREZ BENAVIDES.

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