RESTAURACION EN CARRETERA AVANZAR A PASO LENTO 01/12/2007 Servicio Rápido

RESTAURACIÓN EN CARRETERA avanzar a paso lento El sector, muy atomizado, compite con el auge del avión y el tren El segmento de la restauración en carretera crece en nuestro país en marchas cortas, dada su excesiva fragmentación y la escasa presencia de grupos operadores organizados. El mercado está dominado por empresas familiares o de pequeño tamaño de difícil cuantificación, que conviven con un reducido conjunto de grandes operadoras capaces de hacerse con las principales concesiones en autopistas, y con otros grupos de menor tamaño y geográficamente localizados. Además, el sector se enfrenta a nuevas amenazas que llegan por vía aérea y ferroviaria. La proliferación de aerolíneas de bajo coste y el desarrollo de planes de ferrocarriles de alta velocidad, junto a un mayor poder adquisitivo del viajero, están motivando un desvío de las preferencias hacia estas formas de transporte, que en largos desplazamientos van ganando terreno al automóvil. La adaptación de las áreas de servicio y los puntos de venta de restauración a estos nuevos retos pasa por ofrecer mejor calidad y servicios complementarios que retengan al viajero. La presencia de áreas de servicio pertenecientes a grupos organizados en la red nacional de carreteras se limita, prácticamente, a las grandes vías de comunicación, siendo sustituidos por empresas familiares o pequeñas compañías locales en las vías secundarias de España. Ello arroja un panorama empresarial de dicho segmento excesivamente atomizado, de complicado estudio y difícil cuantificación económica, en el que apenas una decena de grupos organizados ejercen su actividad a modo de cadena con identidad corporativa reconocible. Hace décadas, la restauración en carretera nació vinculada a negocios familiares en pueblos limítrofes a las carreteras, donde primaba el servicio en mesa y la atención personalizada. El paulatino desarrollo de vías rápidas y autovías fue introduciendo poco a poco el concepto de área de servicio, establecimientos ubicados en puntos estratégicos de dichas autovías y puestos en marcha a cargo de grupos empresarialmente organizados. En esos puntos de restauración (levantados con una estética más moderna y funcional, con imagen corporativa y marca identificable) primaban la rapidez y la eficacia en el servicio, con

productos servidos en barra, autoservicio o expositores, especialmente menús, bocadillos y sandwiches. Hoy en día siguen cohabitando ambos conceptos de negocio y su evolución pasa por la progresiva introducción de nuevos formatos y servicios añadidos a los ya existentes (hoteles, gasolineras, zonas de recreo, etc.), como parques infantiles, puntos de información turística de la zona, puestos de conexión a internet, menús flexibles y adaptados a determinadas necesidades dietéticas, especial promoción de platos regionales o atención especializada para extranjeros, entre otros. Así, los clientes de estos establecimientos valoran cada vez más la variedad de la oferta y demandan mejores productos y mayores servicios complementarios. El café de las petroleras Las multinacionales del negocio del carburante también se están apuntando al carro de la restauración en ruta dentro de sus gasolineras, cuyo concepto ha evolucionado desde el simple surtidor de carburante hasta convertirse en mini-áreas de servicio con cafeterías, tiendas y puntos de restauración. En este sentido, cada petrolera cuenta con un anagrama determinado: BRITISH PETROLEUM (BP) ofrece la marca “Wild Bean Café”, REPSOL YPF dispone de tiendas “Sprint”, CEPSA cuenta con la marca “De Paso Café” y GALP incluye en algunas de sus estaciones de servicio los espacios “Tangerina” y “M-24”. En muchos casos, estas cafeterías se ubican en gasolineras situadas en zonas urbanas o de influencia urbana, para dar un servicio complementario y puntual a sus usuarios, pero lejos del concepto de restaurante en carretera. Precisamente, para atender este tipo de mercado en crecimiento, la compañía CAFESTORE está preparando el lanzamiento de una nueva marca de puntos de venta en ruta menores de 400 m2, dirigidos a ubicaciones con traslados diarios o proximidad. Por su parte, CEPSA ha alcanzado un acuerdo de colaboración con “Taberna Bocatín”, cuyo primer paso ha sido la apertura de un establecimiento de la gama express de la cadena de restauración dentro de una tienda “Depaso” en una gasolinera situada dentro de una céntrica calle de Madrid. Nuevas amenazas El mercado actual de restaurantes en carretera tiende a expandirse, pero dentro de un crecimiento moderado. Aunque las vías e infraestructuras gozan cada vez más de mayor calidad, estas mejoras no resultan ya tan significativas como lo fueron hace unos años, y la población que se desplaza tampoco se estima que varíe en exceso. Los operadores del sector han detectado una modificación de los desplazamientos de viajeros por canales y se preparan para afrontar distintos cambios en el mercado para adaptarse a esta variación. Entre las causas registradas figuran el auge de las aerolíneas de bajo coste y su progresiva implantación en vuelos domésticos (así como las futuras aperturas de aeropuertos privados) y el desarrollo de las líneas ferroviarias de alta velocidad. Ello, unido a un mayor poder adquisitivo por parte de los viajeros, hace que éstos se decanten por la utilización del avión o el tren para desplazarse por el interior del país, en detrimento del transporte en carretera. Este reparto de viajeros con el mercado aéreo y el ferroviario, que ya ha tenido

especiales consecuencias en la campaña estival de 2007, también ha motivado que muchos grupos se interesen por las concesiones en determinados centros de transporte (estaciones, aeródromos, intercambiadores, etc.). Por si ello fuera poco, las innovaciones tecnológicas aplicadas a los automóviles (menores consumos, mejores prestaciones) y la mejora de la red viaria (con más kilómetros de autopistas, autovías, vías rápidas y de circunvalación, etc.) están provocando una reducción de las paradas a efectuar en un determinado trayecto. En conclusión, los operadores prevén una estabilización en el crecimiento de la intensidad media diaria (IMD) del conjunto de carreteras españolas, así como una reducción de las paradas por viajero y un aumento moderado del ticket medio. Como complemento a este análisis, determinados especialistas señalan que cada vez el viajero gasta menos en sus desplazamientos, y que la tendencia del mercado se dirige hacia la rapidez del servicio y del producto, esto es, la traslación de los hábitos urbanos de ciudades como Madrid y Barcelona -donde los clientes disponen cada vez de menos tiempos para dedicar a la comida- a la restauración en ruta. De esta manera, los clientes de las vías de servicio de las carreteras demandan cada vez más un servicio rápido, locales limpios y cuidados y productos con una buena relación calidad/precio. El sector debe, pues, ofrecer un servicio más amplio y personalizado, dada la creciente competencia y la mayor demanda, por parte del usuario, de servicios con un alto valor añadido. Ello implica mayores niveles de exigencia, diferenciación y fidelización del cliente. Un claro ejemplo es el desarrollado por el granadino GRUPO ABADES, que quiere convertir sus puntos de restauración en auténticos “aeropuertos” en carretera. Para ello, entre otras novedades, prevé implantar un servicio de información y orientación turística, además de potenciar la venta de productos autóctonos y la comercialización de marcas propias de alimentación (“Cortijo Abades”) y cosmética (“DermoAbades”) en puntos de venta diseñados para lograr una mejor interacción con el cliente. Asimismo, pretende ir aplicando el concepto free-flow (que vendría a sustituir al tradicional self-service), donde el cliente tiene una relación directa con el producto dentro del punto de venta, permitiéndole coger y seleccionar el artículo deseado antes de su adquisición. Poca organización El sector, pues, se encuentra atravesando una situación que oscila entre la prudencia y la incertidumbre, lo que -según distintos análisis- podría traducirse en una futura concentración empresarial a través de compras, si bien sigue aún muy atomizado. En la actualidad, entre los operadores organizados de puntos de restauración en ruta destacan dos grandes grupos, la española ÁREAS y la italiana AUTOGRILL. ÁREAS opera un total de 429 puntos de venta en España (la mitad de ellos ubicados en autopistas, autovías y carreteras) bajo distintos epígrafes: “Ars”, “La Pausa”, “Medas”, “Pransor”, “Café Café”, “Caffriccio”, “Fast Bar”, “Natural Break”, “Viena” y “Food Gallery”. El grupo generó un negocio global de 657,6 M.€ en 2006, y el 51% de sus ventas en España procedió directamente de su actividad restauradora en ruta. Por su parte, AUTOGRILL gestiona un total de 41 puntos de venta restauradora en carretera en España, donde además cuenta con 13 en estaciones de tren, cuatro en aeropuertos y dos en centros

comerciales. La compañía, que registró ventas de 90 M.€ por restauración el pasado año, dispone también de una amplia gama de enseñas de restauración, en su mayoría propias: “Ciao”, “Rincones”, Segafredo-Bittburger”, “Entre Tapas”, “Pic Nic”, “4Cani”, “Las Chimeneas”, “La Galería”, “La Barrila”, “Café Espresso” o el asador “El Hinojo”. Además de estas dos multinacionales, existen otras compañías de menor tamaño y vinculadas a grupos especializados en otras actividades. Es el caso de CAFESTORE (filial al 100% del grupo inmobiliario SACYR VALLEHERMOSO), con una red de 23 puntos de venta en la red de carreteras españolas que generaron ingresos de 20 M.€ el pasado año, lo que representa un 72% sobre la facturación total de la compañía, mientras que el resto procede de los ingresos en tiendas y de la gestión de venta de combustible. La compañía prevé expandirse en este mercado con aperturas en Oviedo, Albacete, La Roda y Albacete, además de asumir la explotación del área de Lopidana (Vitoria) en la segunda mitad de 2008. Su estrategia también incluye desinvertir en localizaciones no estratégicas y diversificar hacia otros mercados complementarios, como servicios al viajero en concesiones a largo plazo con restauración y multitienda y ampliar su actividad restauradora a los hospitales y los intercambiadores de transporte. Otra compañía vinculada a un gran grupo empresarial, en este caso el transportista ALSA-ENATCAR (adquirido por la británica NATIONAL EXPRESS GROUP en 2005), es SERVIAREAS 2000, gestora de la cadena de áreas de servicio “Exit”. Cuenta con cinco establecimientos, además de gestionar la restauración de tres estaciones de autobuses. Dentro de sus áreas de servicio dispone de cafetería, tienda, autoservicio, buffet o restaurante, así como dos negocios diferenciados, bajo las marcas “Fast Club” (comida rápida) y “Artesanos”. En 2006, la compañía facturó 11 M.€ por restauración en carretera, lo que supone un 84% de sus ingresos totales. Entre sus previsiones figuran las aperturas de tres nuevas áreas de servicio en Benidorm, Soria y Granada y la puja por dos importantes centros de transporte en Madrid. Asimismo, la empresa suministra el catering para su gama de autobuses de lujo “Supra”, así como para otras empresas y organismos oficiales, y dispone de una línea de negocio que da cobertura a los viajes del IMSERSO, proporcionando la comida en restaurantes. Las áreas “Exit” están especializadas en dar un servicio integral a grupos, desde una comida en ruta hasta la organización completa de un viaje. Asimismo, el grupo hostelero ARTURO CANTOBLANCO dispone de una red de ocho áreas de servicio en grandes carreteras, que aportan el 7% del volumen total de su negocio. En ocasiones se trata únicamente de surtidores de combustible, pero algunas cuentan también con restaurante y hotel de carretera. Presencia local Estos grupos con presencia nacional coexisten con distintas compañías locales o regionales de cierta envergadura cuyo crecimiento también es pausado, pero continuo. Entre esta multitud de operadores figuran algunos que están adoptando el concepto de imagen de marca, aplicándolo en sus establecimientos. Es el caso del mencionado GRUPO ABADES, de Loja (Granada), cuya presencia se limita, por el momento, a Andalucía, donde cuenta con siete áreas de servicio. Sus establecimientos se ubican en un amplio corredor a lo largo de las autovías A-92 y A-4 y se encuentran

situados a una distancia kilométrica estratégica. El grupo posee cinco líneas de negocio bien diferenciadas: hoteles, restaurantes, catering service, áreas de servicio y tiendas. En el mercado de restauración en carretera opera dos de ellas, bajo las marcas “Abades Áreas” y “Shop-Tiendas Abades”, que cubren los servicios de cafetería, restaurante a la carta y autoservicio, además de tiendas de regalos, souvenirs y alimentación. En 2006, el grupo obtuvo 18 M.€ de ingresos por restauración en ruta, lo que supone aproximadamente la mitad de su facturación total. ABADES proyecta poner en marcha dos nuevas áreas de servicio el próximo año en las localidades jiennenses de Santa Elena y Bailén. También en Loja tiene su sede HOSTELERÍA LOJEÑA, gestora de las tres áreas de servicio “Manzanil” (a las que se unirá una más en 2008), así como un hotel y un asador. Las ventas por restauración de este pequeño grupo suponen un 70% del total y en 2006 ascendieron a 4,33 M.€. Por último, cabe reseñar el caso de CADENA TUDANCA, que explota tres áreas de servicio en las localidades burgalesas de Aranda de Duero y Miranda de Ebro y en Benavente (Zamora), todas ellas con hoteles y restaurantes. Al igual que los restantes operadores, TUDANCA acomete continuamente labores de reforma y mejora en sus instalaciones, para dotarlas, entre otra oferta, de salones y carpas para acoger eventos de magnitud, algo que trasciende el concepto tradicional de área de servicio. Precisamente, “Tudanca-Aranda”, que en 2008 celebrará su 25º aniversario y que cuenta con asador y dos hoteles (uno de ellos, un 4E con 74 habitaciones), ha sido el área de servicio mejor valorada de España por el programa europeo EuroTEST, en el que participa el RACE. Víctor Robledo [email protected] ------------------------------------------------------------------------