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con el paso del tiempo, conforme se va usando y comprobando su aporta­ ción a nuestro conocimiento. No obs­ tante, la labor emprendida por R. Ri­ chard y sus colaboradores merece ser saludada sin reservas por ser alta­ mente ambiciosa y valiosa. También merece, al parecer, ser considerada como un balance y -por así decirloun work in progress. Ojalá se animen los autores a proseguir su obra y vea­ mos prolongarse y enriquecerse este novedoso diccionario. Carmen Val Julián

Escuela Normal Superior de Fontenay-Saint Cloud

JORGE VEGA NÚÑEZ, C R Ó N IC A DE U N A FA­

MILIA M USICAL. O R TO , C E N IT Y O C A S O DE LA ESCUELA SUPERIOR DE M Ú S IC A SA G R A D A DE MORELIA. E N EL LXXX A N IVER SAR IO DE SU F U N D A C IÓ N , MORELIA, FÍMAX PUBLICISTAS, 1994, 95 P.

La Escuela Superior de Música Sagra­ da de Morelia ha sido una de las insti­ tuciones que ha contribuido de mane­ ra más dinámica al sustento y cultivo de una cultura musical que desde Michoacán irradia a toda la república mexicana durante un largo periodo del presente siglo, que va desde 1914 hasta el presente. Reconstruir la histo­ ria de esta escuela de música será res­

catar un aspecto importante de la his­ toria cultural de nuestro país. En este sentido la obra que publica el Dr. Jor­ ge Vega Nuñez en las prestigiadas prensas de la Editorial Fímax repre­ senta una valiosa contribución a la historiografía cultural michoacana. Por su naturaleza textual el traba­ jo de Vega Núñez se ubica en el rango de las memorias, ese género de difícil cultivo y de inapreciable riqueza por la abundancia de testimonios perso­ nales que de otra manera se escapa­ rían para siempre al recuerdo colecti­ vo. En el caso presente la obra tiene particular importancia porque no se limita a dejar constancia de sucesos autobiográficos, sino a reconstruir con testimonios de primera mano los se­ tenta y dos años de vida de la Escue­ la Superior de Música Sagrada de Mo­ relia, que van de 1914 a 1986. Además de recuerdos personales del autor, es­ tos apuntes reúnen un abundante cau­ dal de información de otras fuentes, que el autor somete a seria crítica de manera que su proyecto se convierte en un valioso trabajo de investigación al que tendrá que acudir todo estu­ dioso que quiera conocer el origen, la vida y el final de esa Escuela que dio a México músicos e instituciones como el compositor Miguel Bernal Jiménez y el organista Alfonso Vega Núñez, el coro de los Niños Cantores de Morelia ! y una generación insólita de maes­

tros, musicólogos, organistas, concer­ tistas, cantores, directores de orques­ tas y coros, e investigadores del arte musical, que extendieron su labor cultural a todo el país. El breve y sustancioso trabajo de Jorge Vega Núñez se estructura en siete partes, la primera de las cuales corresponde al prólogo que le hizo, en los últimos días de su vida, el en­ trañable maestro don Ramón López Lara. La segunda, quiere explicar los motivos que impulsaron al autor a es­ cribir esta historia, y con esta inten­ ción nos descubre las fuentes de su trabajo que son precisamente las me­ morias guardadas por el autor y por otros exalumnos sobre los sucesos que marcan la vida de la Escuela Superior de Música Sagrada de Morelia. Ade­ más de esos testimonios orales, tres documentos de primera importancia alimentan la obra, que vale la pena destacar: uno es la relación de treinta años de vida de dicha Escuela hecha por el propio fundador (1914-1946) don José M. Villaseñor.1 El segundo, también de la pluma del mismo fun­ dador, pero de edición postuma, es un valioso instrumento de trabajo dedi­ cado a los maestros y alumnos de la misma institución, en que se refleja el espíritu que anima los trabajos y los días de esa excelente escuela de músi­ ca.2 Finalmente, un trabajo del maes­ tro Miguel Bernal Jiménez, editado en

1939 por la Universidad Michoacana, en tiempos en que todavía era impen­ sable la publicación de la obra de un católico en las prensas nicolaítas.3 La identificación de estas fuentes consti­ tuye de por sí una aportación de no­ table valor para quien en adelante se interese en reunir la historiografía relativa a las escuelas de música en México. A partir del tercer capítulo Jorge Vega Núñez, excursiona en busca de las primeras huellas de actividad mu­ sical que se documentan en torno a la Catedral de Valladolid (Morelia) y al Colegio de Niñas de Santa Rosa de Santa María desde el siglo xvn y sobre este tema hace referencia a la investi­ gación mencionada de Miguel Bernal Jiménez y al capítulo de Ricardo León Alanís "Convento dominico y Cole­ gio de las Rosas" que forma parte de 1José Ma. Villaseñor, La Escuela Superior de M ú sica Sagrada de Morelia. U n experim ento de treinta y dos años, 1 91 4-1924-1946, Asocia­ ción Mexicana de Santa Cecilia, Morelia, Michoacán, 1946. 2 José Ma. Villaseñor, O púsculo para uso de profesores, alum nos y exalum nos de la Escue­ la Superior de M ú sica Sagrada de M orelia, Fímax Publicistas, Morelia, Mich., 1961. 1Miguel Bernal Jiménez, El archivo m u si­ cal del Colegio de Santa Rosa de Santa M aría de Valladolid. Siglo x vm . Morelia Colonial, Socie­ dad de Amigos de la Música, Ediciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás, Mo­ relia, Mich., 1939.

una lujosa obra sobre el Conservato­ rio de las Rosas.4 Vega Núñez hace un examen crí­ tico de estos textos que permite dis­ tinguir entre el Colegio de Niñas de Santa Rosa y la Escuela Superior de Música Sagrada de Morelia, entre estas dos instituciones y el Conserva­ torio de las Rosas, fundado por Mi­ guel Bernal Jiménez en 1945, de efí­ mera existencia, y entre todas ellas, es decir, Colegio de Niñas de Santa Rosa (siglo xvn), Escuela Superior de Músi­ ca Sagrada (1914-1986) y Conservato­ rio de Bernal Jiménez (1945) y lo que actualmente se llama Conservatorio de las Rosas. La documentación que Vega Núñez recoge en su obra, per­ mite concluir que no existió relación de continuidad histórica entre ningu­ na de las instituciones mencionadas, como en ciertas ocasiones se ha queri­ do divulgar en Morelia. Esta distin­ ción permitirá a todo aquel que se in­ terese en la historia de la música en México, y especialmente en Morelia, evitar las confusiones que han distor­ sionado frecuentemente la imagen histórica de la Escuela Superior de Música Sagrada de Morelia y la del Conservatorio de las Rosas de la mis­ ma ciudad. La parte medular del trabajo de Vega Núñez se centra en los capítulos que van del cuarto al séptimo, en que, con sólido apoyo documental, refiere

como nació y se desarrolló la Escuela Superior de Música Sagrada hasta constituirse en un centro de forma­ ción de músicos, organistas y canto­ res, que una vez egresados de Morelia van a desempeñar una importante función en la actividad musical que se ejerce en ciudades de todo el país. Vega Núñez insiste, con toda razón, en señalar que los objetivos originales del proyecto de esa fecundísima "Fa­ milia musical" (como el arzobispo de Morelia, don Leopoldo Ruiz y Flores gustaba de llamarla) estaban priorita­ riamente orientados al cultivo de la música religiosa. El autor refiere la historia fascinante de esa Institución, que tiene que enfrentar las dificulta­ des producidas por las turbulencias de la revolución y la persecución reli­ giosa de 1926-1929, seguidas por el ja­ cobinismo tardío de la burocracia es­ tatal, hasta fechas muy recientes. Cuenta las incontables depredaciones que sufre la Escuela en sus edificios y en sus instrumentos de enseñanza musical, y deja ver el vigor con que retoña el noble tronco y los frutos que produce en generaciones de maestros de la talla de Miguel Bernal Jiménez, Alfonso Vega Núñez, Bonifacio Rojas,

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Napoleón Guzmán Ávila, coord. El

Conservatorio de las Rosas, Grupo Financiero Probursa, S.A. Editores Fernández Cueto, México, 1993.

Jesús Carreño, Rubén Valencia, Luis tución entra en una crisis que le lleva­ Berber, Delfino Madrigal y una im­ rá finalmente a su desaparición. El presionante lista de exalumnos de los proceso es sumamente interesante porque en un primer momento se ini­ cuales hace el autor abreviada rela­ cia una sana secularización al asumir ción.5 La obra de Vega Núñez tiene fi­ un seglar la dirección académica, por nalmente un aspecto polémico, y es el expreso nombramiento del arzobis­ de la secularización de la Escuela Su­ po: Miguel Bernal Jiménez, en el pri­ mer periodo, y Jesús Carreño, en el perior de Música Sagrada. Efectiva­ mente, esta institución por su destino segundo que comienza el año de original, por el espíritu que la animó 1954; logrando ambos directores inte­ desde su fundación, por su íntima re­ grar un excelente cuerpo de maestros lación con la Iglesia moreliana, flore­ también seglares, entre los que figu­ ció a la sombra de la catedral cuyo raban Ignacio Mier Arriaga, Alfonso servicio coral atendía cotidiana y es­ Vega Núñez, Celso Chávez y Tarsicio pléndidamente, y se desarrolló al ca­ Medina. Finalmente Vega Núñez -re­ construyendo la historia- muestra lor del arzobispado. Efectivamente la Escuela Superior como aquella saludable secularidad de la dirección de la institución, se de Música Sagrada se establece como frustró con el golpe de mano que des­ una institución eclesiástica: fundada plazó al director seglar, Jesús Carre­ por un sacerdote culto y generoso, re­ ño, y a los excelentes maestros que conocida como tal por la autoridad del arzobispo, quien la declaró 'es­ acabamos de mencionar, para dejar la cuela oficiar,6 y quien se reservó el nombrar al director de la institución, 5 Cita los nombres de ochenta y cuatro egresados que desempeñaron un importante dedicada a la formación de músicos papel en la actividad musical de veintisiete profesionales del servicio litúrgico de ciudades del país (pp. 54-57). las iglesias, como maestros de coro, 6 El año de 1921 marcó el inicio de una organistas y compositores de música nueva etapa en la vida de la institución. El Sr. sacra. Sin embargo, a causa de un arzobispo D. Leopoldo Ruiz y Flores, en im­ portante documento dado en la ciudad de M o ­ complejo concurso de factores, ema­ relia a los doce días del mes de m arzo, fiesta de nados del cambio social que se opera San Gregorio M a gn o del año de mil novecientos en Morelia a partir de la desaparición vein tiu no, declaró al Orfeón Pío x, 'Escuela del fundador, canónigo José María Vi- oficial de música sagrada en la arquidiócesis llaseñor, y la separación de los princi­ de Michoacán' J. Vega Núñez, Crónica de una pales maestros de la escuela, la insti­ fam ilia m usical, p. 34.

escuela al mando de un eclesiástico, que implantó un fatal clericalismo. Esto dio como resultado el paulatino agotamiento de la escuela. En efecto, al asumir el padre Marcelino Guisa el control de simultáneo de la Escuela y del Conservatorio de las Rosas, con el Coro de Niños Cantores de Morelia, excluyendo a los maestros seglares de mayor capacidad profesional, se per­ dió el rumbo y se abrió la brecha de una división interna que fue minando la Escuela de Música Sagrada hasta su extinción y dejó al garete al Con­ servatorio de las Rosas, como fácil presa del brurocratismo estatal. Se­ gún Vega Núñez, todo comenzó a partir del año de 1961, tras el falleci­ miento del fundador, don José María Villaseñor: el arzobispado nombró sucesor en la dirección de la escuela al también canónigo José Sotelo. Pero este fue un nombramiento que no pasó del papel. Sotelo no se interesó por la escuela y Guisa se apoderó del timón. El autor confiesa que no se ex­ plica esa aparente tolerancia o indife­ rencia de la autoridad jerárquica, y se pregunta si algún día llegarán a cono­ cerse las verdaderas razones de ese abandono.

En todo caso, Jorge Vega Núñez concluye que "de ahí en adelante, al romper con sus raíces y separarse de su fuente de origen, la Escuela Supe­ rior de Música Sagrada de la Diócesis de Morelia no podría sobrevivir como tal y su extinción era inevitable".7 Esta Crónica de una familia musical, en mi opinión, muestra de una forma nueva en la historiografía michoacana, la mutación que sufre una institu­ ción eclesiástica de alto nivel acadé­ mico ante el impacto del cambio social representado por la secularidad y abandonada, consciente o inconscien­ temente, a la burocracia estatal. Este aspecto es quizá el más trascendente del excelente trabajo de Jorge Vega Núñez, enriquecido de preciosas fo­ tografías -en blanco y negro- y de in­ teresantes impresos de la época, que tienen que ver con la Escuela Supe­ rior de Música Sagrada de Morelia. En su brevedad, honra también la se­ rie de publicaciones salidas de las prensas de Fímax Publicistas. Alberto Carrillo Cázares

El Colegio de Michoacán 7 O p. cit. p. 78.