Regiones y Desarrollo Sustentable 17-18

Regiones y Desarrollo Sustentable 17-18 El Colegio de Tlaxcala, A. C. Regiones y Desarrollo Sustentable Consejo editorial Lawrence Altrows (Ryer...
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Regiones y

Desarrollo Sustentable

17-18

El Colegio de Tlaxcala, A. C.

Regiones y Desarrollo Sustentable Consejo editorial Lawrence Altrows (Ryerson Polytechnical University) Lourdes Arizpe (CRIM-UNAM) José Luis Calva (IIE-UNAM) Gonzalo Castañeda Ramos (UDLA-Puebla) Gustavo Garza Villa real (El Colegio de México, A. c.) Bernard Lafayette (Rhode Island University) Collette Le Cour Grandmaison (Universidad de París) María Luisa Torregrossa (FLACSO) Allen M. Prindle (Otterbein College) Ryzard Rózga Luter (UAEM) Brígida Von Mentz (CIESAS) Víctor L. Urquidi (El Colegio de

México)'

Úrsula Oswald Spring (CRIM-UNAM)

El Colegio de Tlaxcala, A.C. Dr. Alfredo Cuecuecha Mendoza Presidente Mtro. Gerardo Palomo González Secretario General Dr. Ramos Montalvo Vargas Director General Académico Lic. Gabriela Zamora Cordero Coordinadora de Vinculación Dr. Guillermo Aragón Loranca Cooordinador Editorial

Regiones y Desarrollo Sustentable julio-diciembre 2009 enero-junio 2010 Núm. 17-18

Presentación

s

Artículos

1 Número

Cultura y desarrollo sostenible JoséGuillermo Basilio Aragón Loranca

11

Cultura, Petróleo y desarrollo FranciscoGómezRábago

29

Laorganizacióndel espacioy el proceso identitario de las mujeres campesinasde Zacatlán, Puebla. RamosMontalvo Vargasy Mirima Zarahí ChávezReyes

41

Organizacionesde la sociedad civil en Cuetzalan;Puebla. Su incorporación a la oferta de servicios turísticos. Sarai RivadeneyraMorales

71

"Ni el patrón ni cualquier varón estaría para marcarnos el paso". Auto-reconocimiento y relaciones de poder en prácticas socio-productivas populares. María Amalia Gracia

81

Empresasque se niegan a morir: respuestade lostrabajadores argentinos ante el desempleo. Laura Collin Harquindeguy

111

Obstáculospara la participación de una teología feminista de la liberación en la diócesis de SanCristobal de las Casas,Chiapas,México. María EugeniaSantana E. Eldesafío de construir estrategias peventivas contra el VIH/SIDAjunto a las comunidades migrantes aborígenesde la ciudad de Rosario, Argentina. Una reflexión necesaria.

133

coordinado por la Dra. Laura Collin Harguindeguy.

Melina Arrieta, Gema Caqueo Silva, José Luis Ciotia, Fabiana Fernández,

143

Damián tavarello, Gustavo Ricordi, Matías Stival Documentos II Encuentro Latinoamericano de Economia Solidaria y Comercio Justo. La Habana, 20-23 febrero 2007. Declaración de La Habana

157

Reseñas Reseña de Redes Familiares de sumisión y resistencia de Pilar Calveiro Garrido, México, UCM, 2003

Laura Col/inHarguindeguy

163 Abstracts in English Résumés en Fran~ais

167 Aceptación de manuscritos en Regiones y Desarrollo Sustentable Los trabajos firmados son estrictamente responsabilidad personal de los autores

171 178

Regiones y Desarrollo Sustentable es una publicación semestral de El Colegio de Tlaxcala, A. C. ISSN1665-9511

Presentación Laura Col/in Horquidetiquv'

Un concepto hilvana este número, en apariencia temáticamente disperso,el concepto de cul­ tura, entendido como la forma en que los sujetos ven, juzgan la realidad y actúan en conse­ cuencia,y cómo sus conductas inciden sobre los procesosde desarrollo en un territorio. Los sujetos socialesse constituyen como los actores de las regiones, le imprimen su "personali­ dad", lascaracterísticasque lasidentifican; los "otros", los vecinoscercanoso distantes, habrán de describir la región por los atributos de los sujetos que las habitan; subdividir territorios con similares característicascomo regionesdiversasen función de su población. Perotambién suelen ser los actores olvidados a la hora de tomar decisionesde planeación. Atendiendo a tal realidad fáctica, el propósito de este número, es insistir en la necesidadde considerar a los sujetos y a losfactores culturales en lasaccionesemprendidas en favor del desarrollo. No se pretende realizar una apología de la cultura, desde la perspectiva conservacionista, para la cual todo tiempo pasado fue mejor, sino rescatar el carácter dinámico de la cultura, la capacidad de los seres humanos para modificarla; tampoco se trata de destacar su posibi­ lidad perniciosa, que, siguiendo la fórmula clásicade Jules Henry (1967), la cultura se vuelve contra el hombre, ni se pretende una mirada inmovilista, pues reconoce que debajo de las pautas dominantes, pueden existir corriente, subterráneas: estrategias de resistencia. Estenúmero parte contextualizando el problema cultural contemporáneo con la vigencia de una cultura depredadora que rompió el relativo equilibrio con el medio ambiente, ori­ llando a la humanidad a un posible colapso. Con tal fin, Guillermo Aragón Loranca rastrea los orígenes del concepto de desarrollo sostenible, pretendiendo moderar los efectos de la acción humana sobre la naturaleza,para concluir que, la concepción inocua de los círculos de poder se trata sólo de un paliativo. Enconsecuenciaaboga por la necesidad de cambios más radicales, cambios en la cultura, sobre todo los referidos al sistema de necesidades, o más precisamente, en cuanto a definir un sistema alternativo de necesidades. Sostiene que las necesidadesse encuentran culturalmente determinadas, y reconoce la oposición entre dos formas de valorar la realidad que sostiene: más es mejor, a la opuesta: suficiente es mejor; esta última permitiría el tránsito a una vida moderada, disminuyendo la presión sobre los recursosy con menor impacto sobre el medio ambiente, en "aras de una existencia más larga y modesta de la especie humana".

1 Dra. en Antropología, Profesora-Investigadora de ElColegio de Tlaxcala. Miembro del Sistema Nacional de inves­ tigadores, nivel 1, [email protected]

s

El texto de Francisco Gómez Rábago si bien comparte la crítica de la cultura: "moldeada por el nuevo orden mundial, y el dominio de un único grupo que impone sus modos de vida a todos los habitantes del planeta", una "cultura del consumo, que no consume", y genera una

sociedad embrutecida, propone como eje de reflexión el inevitable y no lejano fin del modelo actual de desarrollo, en tanto: para el 2020 el mundo requerirá el doble de combustibles fósi­ les para mantener el ritmo de crecimiento; sin embargo, el pico de su extracción ya comenzó. El límite resulta claro, se requiere el doble y ya no hay. Lejosde un planteamiento escatoló­ gico, explora las formas de la transición, donde las tecnologías alternativas permitirán una descentralización energética, hacia modelos de desarrollo local, a escala humana y de bajo consumo energético, con equipos y medios de bajo costo y manejo simple, de manera que se propicie su apropiación y compatibles con las necesidadescreativas de losseres humanos. Al igual que Aragón, propone la necesidad de un cambio cultural hacia la satisfacción austera. Losdos siguientesartículos abordan a los actores de las regiones,y en este caso,coinciden en la región: la sierra norte de puebla. RamosMontalvo y ChavezReyes,abordan lastransfor­ macionesidentitarias en lasmujerescampesinas-indígenasde la región de Zacatlán,incluyendo incluye la referenciaal pasadocon la visión puestaen el futuro, reflejada en la incorporaciónde actividadescomerciales,como asalariadas,con la conservaciónde prácticascampesinas. Eltrabajo de SaraiRivadeneira refleja los datos de censo de organizacionessociales de la sociedad civil, realizado por el grupo espiral, diferenciando entre las autogestivas, en lasque incluye lasde soberanía alimentaria y desarrollo sustentable, y lasde orientación al mercado. Reconoceque la sociedad civil emprende estrategias organizativas, parte de ellas orienta­ das a la obtención de recursos,diferenciando entre las abocadasa la obtención de recursos monetarios, de aquéllas cuya estrategia se centra en la generación de recursosen bienes de subsistencia. Entre los proyectos con orientación al mercado incluye a los de turismo ecoló­ gico, y se pregunta ¿A quiénes atienden la OrganizacionesSocialesque buscan sostenerse ofreciendo servicios turísticos? Pregunta que en parte responde cuando afirma que cuando la atención recae sobre los turistas, las necesidadesinternas pasana segundo lugar.Asimis­ mo, se reconoce que los proyectos con orientación de mercado introducen modificaciones en el modo de producción, a lo que en lo personal agregaría que la búsqueda de recursos monetarios conlleva a la satisfacción de necesidadescon dinero, que sustituye la lógica de la reproducción social, en el grupo doméstico, el problema es que quienes transitan haciael mercado terminan dependiendo de él e incrementando su vulnerabilidad. En el artículo se propone que la proliferación de los proyectos de turismo ecológico,bajo el manto justificado de la protección de los recursos naturales, en el fondo se evidencia la subordinación de las organizacionesde la sociedad civil a las políticas e intereses económicos del Estado en sus territorios, concluye con una serie de preguntas: ¿Lograrándefender los recursos naturales? ¿Loshombres y mujeres de las comunidades se beneficiarán de la presencia del turismo? ¿Quéestán logrando las ose en suscomunidades?¿Esposible vender, pero al mismo tiempo conservar los recursos naturales, conocimientos y artesaníasde los hombres y mujeres que integran las organizaciones?

6

En el siguiente apartado nos trasladamos del territorio

próximo al lejano. Dos textos abor­

dan el tema de las empresas recuperadas por lo trabajadores en el contexto de la crisis, en Argentina. Ambos comparten la mirada en cuanto a su capacidad de innovación cultural. Sin recurrir al concepto de cultura, implícitamente

aparece en el texto de Gracia cuando muestra

el proceso de "institucionalización de un conjunto de reglas y regularidades", es decir que los trabajadores construyen nuevas normas, nuevas formas de juzgar y actuar sobre la realidad. Si bien Gracia reconoce que el proceso ha tenido relativa incidencia sobre el cambio gestado, su importancia radica, como alternativa de cambio, en instaurar formas de colaboración, so­ lidaridad y autonomía, así como en la problematización de su propia condición como traba­ jadores. Resalta el papel de los habitus como fuente de novedad. Por su parte, Collin aborda

a los actores, para interrogarlos sobre las capacidadestransformativas del proceso. Lascríticas de la cultura tienden a ser autoreferenciadas, así aparece en los textos que cuestionan el consumismo, la dependencia del petróleo y el abuso en la explotación de los recursos naturales. Lasposiciones críticas a la cultura occidental, a veces caen en la revalo­ ración de las culturas "otras", en el caso específico de México, la admiración acrítica de los pueblos indígenas. ElTexto de María EugeniaSantana se encuentra entre las excepcionesal describir las prácticas violentas de acumulación por parte de los chamulas, en nombre de la defensa de la cultura tradicional; de igual forma pone el dedo en la llaga, al abordar uno de los aspectosmás resilentes de la cultura, el de las normas de parentesco. Elartículo describe los esfuerzos realizados por organizaciones civiles y diocesanas, para la revaloración de la identidad femenina, y los obstáculos interpuestos, a través de maniobras de resistencia, por parte de los hombres. Devuelta en Argentina el texto colectivo de Arrieta, Caqueo,Ciotta, Fernandezr Lavarello, Ricordiy Estival,realiza un abordaje más clásico sobre la necesidad de considerar la cultura de los pobladores en la realización de políticas públicas, en este caso, de los migrantes in­ dígenas del chaco a la ciudad de Rosario,en relación con los programas de prevención del VIH-SIDA.A la descripción del trabajo realizado se suma la propuesta en cuanto a la necesi­ dad de recurrir a facilitadores interculturales, que puedan realizar una epidemiología ue las representaciones, incorporada como parte de las políticas públicas. La reseña seleccionadaaportan al tema de la cultura. Talvez parezcaanacrónico reseñar un texto publicado en 1971,como el de Goodenough, sin embargo, si el objeto de una reseña es el de motivar la lectura, defiendo la posibilidad de retomar textos del pasado como forma publicitaria. Eltexto en cuestión constituye, en mi opinión la mejor definición operativa del concepto de cultura. También se presenta la "Declaración de la Habana", que fue resultado del 11 Encuentro de EconomíaSolidaria y Comercio Justo, realizado en La Habana, Cuba del 20 al 23 de febrero del 2007. Paraconcluir,quiero señalarque la mayoríade los artículosfueron trabajos finales de cursos que he impartido, y con satisfacciónresalto que los trabajos sobresociedadcivil en Cuetzalany sobre los migranteschaqueñosen RosarioArgentina fueron formulados por alumnos de licen­ ciatura. 7

Artículos

Cultura y desarrollo sostenible JoséGuillermo BasilioAragón toranca'

En el mundo hay bastante para satisfacer las necesidades de todos, pero no para saciar la codicia de unos pocos.

(Gandhi) Resumen Ante el innegable deterioro ambiental y sus efectos sobre la salud humana y la biodiversi­ dad que comprometen seriamente, en el futuro inmediato, la continuidad de la vida sobre la tierra, el concepto de desarrollo sostenible, se ha venido usando como una fórmula casi mágica para hacer creer que el actual modelo depredador de producción y consumo, puede continuar indefinidamente, siempre y cuando, lleve la etiqueta de sustentable, sin cambiar sus premisasfundacionales. En este artículo se pretende rastrear los orígenes del concepto, así como las múltiples connotaciones que adquiere, en función del marco cultural en el que se desarrolle, tratando de decantarlas y rescatarla idea original de la necesidadde recuperar un modelo de vida que restablezcael precario equilibrio entre la vida humana en sociedad y la naturaleza. Introducción Enel marco de las crisis ambientales que estamos viviendo en este mundo neoliberal y glo­ balizado,son evidentes los síntomas de lasalteraciones climáticas, de la escasezcreciente de los recursos naturales y los conflictos por apropiarse de ellos (invasión de Irak por parte de USA,por ejemplo), la creciente inestabilidad social generada por el aumento de precios en los alimentos básicos,graciasa los especuladoresfinancieros, el aumento de las enfermeda­ des provocadaspor los cambios climáticos, la pérdida de la biodiversidad en los ecosistemas, el colapso de los mismos ecosistemas;en este contexto desde la década de los años 80, se hizo oficial el uso del concepto de Desarrollo Sostenible (o Sustentable), como una fórmula mágicapara resolver los conflictos generadosen la relación entre la naturaleza y los sistemas socialescreados por el hombre, que si bien, no eran nuevos, sí aumentaron en número y en velocidad, a partir de proceso industrializador después de la SegundaGuerra Mundial.

1 Doctor en Desarrollo Regional por el Colegio de Tlaxcala A. c., [email protected].

11

A partir del informe Brundtland de 1988, se volvió común, a nivel internacional, el uso de este concepto para expresar, por lo menos en el papel, una supuesta voluntad de tomar en cuenta al medio ambiente en los procesos económicos productivos y de desarrollo, recon­ ciliando crecimiento económico con respeto a la naturaleza. Desde entonces hasta hoy, han transcurrido más de 20 años, durante los cuales se ha usado y abusado de este concepto para justificar

las más variadas, contradictorias

y aberrantes decisiones y políticas públicas:

desde los planes de desarrollo agrícola hasta los programas educativos, pasando por los dis­ cursos oficiales y las conferencias internacionales sobre el Medio Ambiente. A esta distancia temporal ya se pueden retomar algunos elementos que permitan, por un lado, evaluar la aplicabilidad y alcances del concepto, y en este caso particular, relación con la cultura.

analizar más de cerca su

¿Por qué relacionarlo con la cultura? Porque en el debate que se generó desde el momen­ to en que surgió el concepto de Desarrollo Sostenible, sobre sus alcances y su aplicabilidad, se han hecho tanto interpretaciones como críticas parciales desde diferentes perspectivas, y en medio de la polémica se han ido decantando algunas propuestas para darle un contenido pragmático y que tienen como fundamento a la cultura, o mejor dicho, a criterios relaciona­ dos con diferentes culturas; es decir, con diferente formas de concebir y practicar las relacio­ nes de las comunidades humanas con la naturaleza. Por ello, en este trabajo se pretende revisar las principales interpretaciones

que el con­

cepto ha generado en este lapso de tiempo, destacando especialmente aquéllas que han ido más a fondo en su análisis, incorporando en la reflexión, no sólo criterios económicos, ecológicos, políticos, energéticos, sino culturales, porque a medida que se profundiza en el asunto, se percibe que la cultura atraviesa todos esos ámbitos de la experiencia humana sobre el planeta, y tiene mucho que decir respecto al desarrollo sostenible.

1. Origen del concepto Leonardo Boft, (citado por Santos,2007), en su Historia da sustentabilidade, menciona que Carl Von Carlowitz en su tratado Sylvicutura Oeconomica de 1713, habla ya de la "adminis­ tración sostenible" de los recursos, como necesaria para gestionar la escasezde recursos, generada en las colonias por la sobreexplotación europea. Estedato demuestra que desde el siglo XVIII, incluso antes de Malthus, ya está presente la idea de la finitud de los recursos naturales y la necesidad de cuidarlos para prolongar la estancia de los seres humanos sobre el planeta tierra. Al respecto, no hay que olvidar que por la misma época, los fisiócratas, precursoresde las teorías económicas clásicas,ya mencionaban como parte fundamental del proceso econó­ mico, aliado del capital y el trabajo, la existencia fundamental de lo que ellos denominaban "capital natural", es decir los recursos naturales. Ellos reconocieron de inicio una relación de dependencia entre producción y medio ambiente, por lo que planteaban la necesidad de renovar las "riqueza renacientes" (renovables) sin detrimento de los "bienes de fondo" (los recursos naturales). Incluso algunos economistas clásicoscomo John Stuart Mili, en sus 12

Principios de Economía Política, publicado en 1848, ya consideraba el "estado estacionario" de la economía al que llegaría el sistema de manera natural, ante los límites objetivos que la propia naturaleza impondría con relación a la disponibilidad de recursos. En este esquema no se consideraba todavía el problema de la acumulación de desechosy sus efectos sobre el medio ambiente. A principios de la década de los 70, el Primer Informe del Club de Roma,sobre Los Límites del crecimiento, puso por primera vez en entredicho la viabilidad del crecimiento económico infinito como objetivo y fin exclusivodel modelo de producción capitalista. Eneste contexto, Ignacy Sachs (Consultor de la ONU para temas de medio ambiente y desarrollo), propuso el término Ecodesarrollo para conciliar el aumento de la producción que urgentemente, reclamaban los paísesdel TercerMundo, con el respeto necesario hacia los ecosistemaspara mantener las condiciones de vida humana en la tierra. Con ese término se pretendía hacer patente la natural subordinación de los procesos económicos a la naturaleza y su aporte de recursospara la producción, y al mismo tiempo, retomaba los olvidados objetivos de 'la eco­ nomía, como ciencia para satisfacer las necesidadeshumanas y no para acumular riqueza a cualquier costo y concentrada en pocas manos. En 1974, la ONU organizó un Seminario Internacional al más alto nivel en Cuernavaca,en el Hotel Cocoyoc,cuyas Resoluciones(Declaración de Cocoyoc) incluyeron el término de Eco­ desarrollo, como el objetivo central de todo proceso económico, de acuerdo a las intencio­ nes que Sachshabía querido imprimir al término, y como respuesta a los datos alarmantes del Informe del Club de Romay de la Conferencia de Estocolmo; pero unos días más tarde, H. Kissinger,entonces Secretario de Estadode los EstadosUnidos, envió un telegrama al Pre­ sidente del PNUMA, manifestando el veto tajante de su gobierno hacia el uso oficial de este término que implicaba una subordinación inaceptable de la industria a la naturaleza. Ante la oposición del gobierno norteamericano, (principal patrocinador económico de la ONU),se generó el nuevo término Desarrollo Sostenible, que los economistas neoliberales podían aceptar fácilmente y sin recelo al confundirse con el de self sustained growth (credi­ miento o desarrollo autosostenido), introducido tiempo atrás por Rostowy en boga entre los economistas de la época, ya que el concepto de ecodesarrollo exigíaa los paísesricos cam­ biar su modelo de crecimiento económico, subordinándolo a los "límites del crecimiento" definidos por el Club de Roma. Oficialmente el concepto de Desarrollo Sostenible surge a partir del/nforme sobre nues­ tro futuro común (1987-1988), coordinado por Gro Harlem Brundtland, en el marco de la ONU,yen ese documento se define por primera vez como: "el desarrollo que permita satis­ facer nuestras necesidadesactuales, sin comprometer la capacidad de las generacionesfu­ turas para satisfacer lassuyas".Así.se empezaron a utilizar a partir de entonces los adjetivos sustained (Sostenido) o sustainable (Sostenible), con lo cual se dejó claro que se trataba de seguir promoviendo el desarrollo tal y como lo venían entendiendo los economistas, esdecir, el desarrollo traducido en crecimiento económico. Ante esta situación se alzaron algunas interpretaciones disidentes como la de Daly que sostenía que para él, Desarrollo Sostenible 13

significaba "desarrollo

sin crecimiento".

Algunos otros autores como Dixon, explicaron que

se trataba de un término mediador, diseñado para tender un puente entre los desarrollistas y los ambientalistas. Otros observaron que la engañosa simplicidad del término y su signifi­ cado aparentemente manifiesto, ayudaron a tender una cortina de humo sobre su inherente ambigüedad. Se trataba entonces de evitar a toda costa ponerle freno al crecimiento econó­ mico permanente, y de evitar que se desligara la idea de crecimiento económico con la idea de desarrollo. De este modo, también se desligó de manera definitiva y manifiesta la relación entre procesos económicos y recursos naturales o medio ambiente. Esta idea se fortalece con el Segundo Informe del Club de Roma, Más allá de los límites, ya que, por un lado reconoce que 20 años después del primer informe, lascosasestán peor, pero admiten que: "pese a haber límites para el crecimiento, no tiene por qué haberlos para el desarrollo", además de que Tinbergen (economista Premio Nobel) en la presentación del informe, destaca que es posible un crecimiento sostenido, un medio ambiente limpio e in­ gresosequitativos.

2. Aproximaciones al Desarrollo Sostenible El término Desarrollo Sostenible suscitó toda una serie de críticas y cuestionamientos del nuevo concepto, que giraron principalmente en torno a su vaguedad e indefinición, ya que sólo expresaba buenas intenciones y buenos deseos,sin señalar los medios concretos para alcanzarlos.También se cuestionó la inconsistencia y la contradicción que implicaba el con­ cepto mismo, ya que el Informe del Club de Roma (precisamente llamado "Los límites del crecimiento"), habíademostrado que la economía no podía seguir creciendo indefinidamen­ te, como se pretendía, a costa de un medio ambiente que proporcionaba recursos limitados; así, hablar de desarrollo sostenible resulta un contrasentido en sí mismo. Finalmente, también se criticó que mediante un truco argumentativo implícito en el con­ cepto, los paísesindustrializados pretendieran lavarse las manos de su responsabilidad di­ recta en el deterioro ambiental y la trasladaran a los paísespobres, porque de acuerdo a la nueva ideología neoliberal, los paísespobres estaban destruyendo el medio ambiente por­ que no habían tenido el crecimiento económico suficiente para acceder a la tecnología que lo respetaraverdaderamente. Críticascomo las aquí señaladas,fueron dando lugar a análisis y reflexiones más amplios y profundos respecto a lo que podía significar el Desarrollo Sostenible, rompiendo con los marcosteóricos que primero circunscribían el problema a la economía, después a la ecología ya algunascienciasnaturales, finalmente a la termodinámica y los sistemascomplejos, hasta que finalmente, se tuvo que incorporar la reflexión antropológica con sus análisis generales y específicosde la cultura y de las culturas. Como parte de las reflexiones más holísticas, se pueden citar las aportadas por los si­ guientes autores:

14

Andrés Bucio Galindo (2004), sostiene que el Desarrollo Sustentable y equidad humanos presentes y futuros, inter e intrageneracional

busca el bienestar

es en coexistencia con el

medio natural que hace posible toda actividad y toda forma de vida en el planeta, y como tal, ese desarrollo debe ser el resultado de la interacción entre el sistema natural, el sistema económico, el sistema sociocultural, el sistema físico y el sistema político, de tal forma que se puede hablar de varios tipos de sostenibilidad: a) Sostenibilidad ecológica: se refiere al impacto de la producción, el consumo y los estilos de vida, sobre la integridad y la salud de los ecosistemas y su capacidad de recarga. b) Sostenibilidad económica: es la capacidad para propiciar que los recursos locales y re­ gionales sean utilizados en actividades productivas que reporten beneficios a largo plazo para la comunidad local, sin trastornar la base natural, y sin incrementar la huella ecológica (impacto del ciclo: producción/consumo). e) Sostenibilidad sociocultural:

equidad, inclusividad y adecuación cultural de las interven­

ciones humanas para promover derechos equitativos de acceso a los capitales naturales, en especial de los excluidos y marginados. d) Sostenibilidad física: capacidad para elevar los beneficios humanos derivados de la infraestructura habitacional y los servicios locales, sin dañar el medio ambiente urbano o rural. e) Sostenibilidad política: calidad de los sistemas de gobernabilidad que guían las relacio­ nes entre los diferentes actores sociales, en su actuación en los sistemas anteriores. Para lograr la sostenibilidad

en todas las arenas citadas, el autor propone la investigación

sobre el desarrollo sostenible guiado por el uso ético, no ideológico de la filosofía y de la ciencia, cuyos resultados deben reflejarse en el incremento de la calidad de vida (medido por el índice de Desarrollo humano IDH), y otros indicadores de la sostenibilidad, como el incremento de la capacidad de recarga de los ecosistemas, la reducción de la huella ecológi­ ca, el incremento de la biodiversidad y la conservación de la herencia cultural. El desarrollo sostenible se ubica en el mundo de lo posible, aunque a veces no coincide con el mundo de lo tangible. El reto es lograr que la esfera de lo tangible sea ampliada hacia la esfera de lo posible gracias a la investigación del desarrollo sostenible. La propuesta formulada

por Bucio, además de ampliar el ámbito de la sostenibilidad

más

allá de la esfera económica, tiene el mérito de introducir en varios rubros diferentes tipos de valores, como los éticos, los políticos, los sociales, que son finalmente los que entran en juego para construir conceptos como el de: "calidad de vida" o el de: "desarrollo humano". En el mismo tenor, Horacio Reyes Ibarra (1999), se centra en analizar específicamente las repercusiones del desarrollo sustentable sobre la "calidad de vida", partiendo de la cons­ tatación de la existencia de una crisis generalizada de la racionalidad

moderna, que no es

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solamente ambiental, sino que abarca todos los órdenes de la vida sobre el planeta; es decir, todos los modelos culturales, y que ha sido provocada por un equivocado modelo económi­ co depredador de la naturaleza actualmente predominante. Para él, la crisis ambiental es la crisis del hombre reducido a objeto, e implica: crisis de sentido de la existencia, crisis ética, de identidad, de perspectivas futuras y de supervivencia, es decir, crisis de todos los valores. En este contexto, el desarrollo sustentable aparece más como una tentativa utópica por reestructurar el sentido de la existencia del hombre y de las relaciones humanas, tanto al interior de los grupos sociales, como entre éstos y su medio natural. Con este intento se trata de revertir las tendencias destructivas del modelo económico y recuperar la sustentabilidad perdida en las relaciones del hombre con la naturaleza. Partiendo de la definición de Desarrollo Sustentable proporcionada por CEPAl (1987; ci­ tada por Reyes 1999:19): "un desarrollo que distribuya más equitativamente los beneficios del progreso económico, proteja el medio ambiente nacional y mundial en beneficio de las futuras generaciones y mejore genuinamente la calidad de vida", el autor desglosa las ideas implícitas en tal definición: a) El desarrollo tecnológico actual y la organización social, amenazan la capacidad del me­ dio ambiente para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras de seres humanos. b) Es urgente establecer un repertorio mínimo, pero universalmente válido, de necesida­ des humanas a satisfacer para definir una "calidad de vida" digna para los seres humanos de todas las culturas. e) Se plantea la necesidad de descubrir mecanismos de distribución de los beneficios so­ ciales que estén acordes con la calidad de vida que se defina, y aseguren el uso y disfrute a las generaciones presentes y futuras de seres humanos. d) El cumplimiento de los objetivos se basa prácticamente en la buena voluntad de los gobernantes y en su posible conciencia ética, ya que no hay manera de verificar su cumpli­ miento. Como definición de la "calidad de vida", el autor propone: la conjunción de condiciones objetivas desarrolladas por una cultura para atender las ne­ cesidades de sus miembros, en congruencia con valores auténticamente humanos, y con la mira de expandir y enriquecer las actividades de su vida y potenciar su significado. La calidad de vida idónea debe tender a hacer de cada miembro de la comunidad, un ser humano cada vez más libre, más pleno y más solidario. Esdecir, debe ser esencialmente humanizante (Reyes,1999:41).

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También aclara que: No existe la calidad de vida ideal, globalizada y única, hacia la que apuntarían las aspira­ ciones del hombre moderno, sino una enorme variedad de estilos y circunstancias vitales, capaces de satisfacer en mayor o menor grado las necesidades propias de la especie hu­ mana -ese ser ontológica mente racional, afectivo, social, autónomo, productivo, creativo­ propuestas por cada sociedad en función de sus valores y recursos particulares (Reyes, 1999:43).

Estesegundotexto avanza más en la comprensión de que la cultura se encuentra presente entodos los dominios que conforman la vida humana, tanto individual como colectivamente y deja claro que son los valores y la forma de ver, explicar y estar en el mundo, lo que va a determinar, por un lado, lo que para cada comunidad o grupo humano significa la susten­ tabilidad, y por otro, las acciones concretas (modelo de consumo, estilo de vida, modelo de producción)a aplicar para encaminarse haciaese modelo construido de sustentabilidad. Losintentos hasta aquí citados constituyen sin duda un avanceen la tarea de establecer los alcancesdel concepto y tal vez su mayor mérito ha sido incorporar al debate otras di­ mensionesde tipo ético, cultural y filosófico relacionadas indisolublemente a la existencia humana y que se ligan a conceptos como calidad de vida, realización humana, felicidad, existenciaplena, por ejemplo. Sin embargo, a pesarde representar un avance,tienen, desde mi pounto de vista algunas deficiencias, porque no cuestionan la contradicción básica del concepto; es decir, no se cuestionan sobre la validezy la viabilidad del modelo de desarrollo, ni tampoco se preguntan sobre las responsabilidades del modelo en el deterioro ambiental. 3. Una aproximación integral al Desarrollo Sostenible ErnestGarcia, sociólogo catalán en su libro: El Trampolín Fáustico, Ciencia, mito y poder en el desarrollo Sostenible (1999), propone una ruta crítica para tratar de asignarle un sen­ tido orientador más concreto al término "Desarrollo Sustentable", de acuerdo al esquema siguiente:

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Figura 1. Líneas de análisis del desarrollo

sustentable

Económico

? --+

Cultural

'\.

Solucionestccnóloglcasdemayor

? ~E~c~OI~~~ic~a~--------~----~~dom~i~ni~o~so~b~re~la~na~tu~r~al~e~~~ Erasolar Parsimonia,conservacionismo

'------------llmpredectíbilídad delcambio. historia Fuente: Garcia, 1999:14.

De acuerdo al esquema propuesto por Garcia,se puede apreciar que la Cultura, es con­ siderada en los términos de Gooddenough, es decir, como la conformación de una forma de ver el mundo y una forma de actuar en él, y está involucrada directamente con la definición de lo que se entiende por desarrollo, y en especial, en lo que se refiere a la determinación del tipo de necesidadesque tal desarrollo debe satisfacer. Su propuesta constituye un análisis muy completo de las implicaciones inter y transdisci­ plinarias que conlleva el reflexionar sobre el contenido y los alcancesque el concepto puede tener, y de las dimensiones desde las cuales se puede valorar, retomando, reelaborando y enriqueciendo acercamientos como los que se han citado en los párrafos anteriores. Parael autor lbarra, el término original sustainable development, se puede traducir por Sostenible, aquello que se puede sostener para que no desfallezca,decaiga,se derrumbe o seadesplazadopor otra fuerza; mientras que Sustentable es aquello que se puede sustentar de forma tal que no decaigay conserve su vigor y se mantenga con el sustento necesario. Ambos términos, como ya se explicó al inicio del trabajo, nacidos en el contexto de la bús18

queda de una economía capaz de eliminar la pobreza sin agotar la capacidad nutricia del planeta, confluyen en la idea de "sustentar con el alimento necesario", yen general, se usan indistintamente como sinónimos. Pero ambos términos son científicamente

inconstruibles

y culturalmente

desorientado­

res, porque esconden las ideas y valores alternativos y no alteran los términos del dilema planteado en la civilización industrial: o crecimiento o sobrevivencia; además son política­ mente engañosos ya que aunque reconocen que hay algunas cosas equivocadas, sugieren que el error puede corregirse con dosis mayores de las mismas medicinas: mayor crecimien­ to y acumulación para cuidar el ambiente, que es el que finalmente lo está destruyendo. Por eso, el éxito y la aceptación que ha tenido el concepto proviene de que se aplica ante cualquier situación: es una fórmula "todo terreno" que sirve incluso para que las minorías beneficiadas lancen un nuevo proyecto neoliberal con tecnología más sofisticada y radical, mayor concentración del poder, más centralización de las decisiones, industrias contaminan­ tes etiquetadas de verdes, y un aparato mucho mayor de control. En este contexto, desarrollo

es la reafirmación,

el recordatorio

de que el camino seguido

ha sido acertado; y sostenible es la promesa de un futuro sin restricciones ni decadencias. Este es el marco y la función ideológica del concepto, tal como lo emplean quienes detentan el poder económico y político a nivel mundial. Partiendo de la definición consagrada en el Informe Brundtland, (Desarrollo Sostenible es el que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas propias), Garcia, además de constatar que ella es un concepto muy vago y de que se trata más bien de una declaración de intenciones, de un enunciado programático, más que la descripción de un proceso, sugiere preguntarse: ¿Qué se entiende por desarrollo?, ¿Qué se entiende por sostenibilidad?, ¿Qué necesidades se deben satisfacer?, ¿Cuántas generaciones futuras y de qué dimensiones?; cuyas respues­ tas pudieran precisar más el concepto. Al tratar de responder a estas preguntas, encontramos inevitablemente el viejo debate de las relaciones entre el hombre, la sociedad y la naturaleza. Lo único novedoso en el debate es que todos aceptan que el planeta ha llegado a su límite y que el deterioro ambiental es un problema a resolver de manera urgente. Comentando

brevemente

cada uno de los rubros que contiene el esquema propuesto,

tenemos que: al El Desarrollo desde el punto de vista económico, se puede contemplar, como efectiva­ mente se hace, de manera equivocada, como crecimiento

económico

sostenido,

es decir,

duradero por siempre. La falsedad de esta idea se hace evidente ante el principio de que: "no se pueden producir bienes de manera infinita a partir de recursos finitos". Este argumen­ to se ve reforzado en García por las aportaciones de las Leyes de la Termodinámica aplicadas

19

a los ecosistemas, planteadas por Roegen, Adams y Tyrtania, y que hacen hincapié en el ineluctable camino hacia la entropía energética de todos los sistemas, tanto biológicos como sociales: "La segunda ley afirma que cuando una forma de energía se convierte en otra, siempre se pierde cierta proporción de energía en forma de calor, y que ésta no puede ser recuperada por ningún sistema. Esta pérdida es irreversible e indica la flecha del tiempo, la dirección de un viaje sin retorno"

(Tyrtania, 1999: 9).

Así, el concepto de desarrollo se considera sinónimo de desarrollo económico (crecimien­ to) y social (capacidad de comprar bienes y servicios). Desde esta óptica, Desarrollo soste­ nible es un proyecto de crecimiento continuado (sostenido) que incorporaría regulaciones para la compensación de sus costos sociales y ambientales; esta es la propuesta de la Comi­ sión Brundtland. Sin embargo, esta es la concepción de los círculos de poder, incluyendo sarrollo sustentable no implica el cese del crecimiento nocimiento

económico.

de que los problemas de la pobreza y el subdesarrollo,

tales relacionados,

la ONU: "El de­

Más bien exige el reco­ y los problemas ambien­

no se pueden resolver sin un vigoroso crecimiento

económico"

(ONU,

2000:75). Otra opción sería el Desarrollo Sostenible como Crecimiento cero o estado estacionario: este discurso admite toda clase de cambios en la eficiencia técnica y en la calidad de los productos, asignación de recursos, etcétera, pero sin incrementar la escalafísica de la eco­ nomía, a través de las siguientes medidas: producir más con menos (conservación, eficien­ cia, mejoras tecnológicas y reciclaje); reducción de la población; redistribución de la riqueza de los superconsumidores hacia los pobres; la transición del crecimiento en la escala de la economía hacia un desarrollo cualitativo que mantenga la escaladentro de las capacidades regenerativas de los sistemasglobales que sustentan la vida. Aunque se pueda hacer un uso más eficiente de los recursosnaturales, no se puede man­ tener un crecimiento infinito, porque hasta ahora, no se vislumbra una fuente de energía capazde sustituir los combustibles fósiles: la fisión nuclear sigue siendo una quimera yaun­ que se realizara,eso sólo alejaríatemporalmente los límites del agotamiento, además de que implicaría un entorno más degradado, de acuerdo con la segunda ley de la termodinámica. Laopción de la energía solar no ofrece la posibilidad de adquirir un poder al controlarla, (es demasiado democrática), ya que es accesiblea todos, y además, por su escala,exige un re­ troceso a un nivel más modesto de vida, con menor consumo energético. La Definición de fronteras absolutas del Desarrollo Sostenible, fue la postura inicial del Informe del Club de Romasobre los límites del crecimiento, que planteaba que sobrepasar esasfronteras implicaba, a mediano plazo, el colapso; al igual que el intento de IgnacySachs de que se adoptara el concepto de Ecodesarrollo, subordinando los procesos económicos a lascapacidadesy característicasdel medio ambiente y que fue rechazadode manera tajante por los paísesindustrializados, puesto que significaba una limitación radical al proceso de acumulación de riqueza, considerado el motor del modelo económico capitalista. 20

b) El desarrollo contemplado

desde la política, debiera ocuparse, partiendo

de valores

políticos teóricamente compartidos y aceptados socialmente, de una distribución igualitaria y equitativa del acceso a los recursos, pero en la realidad, es precisamente la desigualdad, la exclusión y el acaparamiento de los recursos por unos cuantos, lo que origina constantes conflictos políticos y sociales, como los recientes saqueos de comercios en Honduras y Haití, por parte de la población hambrienta. Las decisiones políticas que se traducen en gestión pública y en políticas públicas, buscan siempre en su discurso el "desarrollo sustentable", cuyo contenido, como ya quedó explicita­ do en párrafos anteriores, se identifica con el crecimiento económico, que sería la base para acceder a todo tipo de bienes para asegurar el bienestar basado en el consumo instaurado como modelo y meta de la sociedad neoliberal. Esto demuestra que las decisiones político­ económicas están centralizadas y monopolizadas por un reducido grupo de empresarios/ gerentes/funcionarios que se han arrogado el monopolio de las decisiones (justificado por un ficticio sistema de voluntad delegada en representantes

electos en "elecciones democrá­

ticas"), excluyendo a la mayoría de la población, cuyo acceso a los recursos está limitado y sobretodo, mediatizado por el mercado y los grandes consorcios que lo controlan. Esta situación es consecuencia del proceso controlado

y dirigido de la globalización

que

genera desigualdad real, en nombre de una igualdad teórica, pero centralizada que pretende poner precio, no sólo a los recursos naturales (que hasta hace poco se consideraban "pa­ trimonio común de la humanidad"), sino hasta bienes culturales intangibles considerados como valores de ciertos grupos humanos (el saber tradicional, por ejemplo). Frente a esta perspectiva centralizadora

y homogeneizante,

Garcia plantea la fortaleza de

la diversidad cultural, la necesaria incertidumbre e imprevisibilidad de los cambios evoluti­ vos que puedan darse en las sociedades (pluriversalismo) y el renacimiento del comunita­ rismo y de las grupos organizados a pequeña escala que se articulan en redes para acciones específicas desapareciendo

una vez logrados sus objetivos. Desde estas tendencias contra­

rias, el desarrollo como cambio evolutivo dependerá de la pluriversalidad,

de la existencia de

diferentes formas de organización social y de diferentes culturas, capaces de dialogar entre sí para consensuar políticas y decisiones políticas que vayan en el sentido de satisfacer ciertas necesidades, respetando el medio ambiente. c) La Sostenibilidad desde la ecología, fue la perspectiva que surgió primero y apunta ha­ cia la relación entre la población, la energía disponible y los recursos naturales existentes en su ecosistema. La capacidad de carga indica la población de seres vivos que las cadenas del ecosistema pueden mantener en un estado estable; o bien, la máxima población que puede ser sustentada al nivel del mínimo vital necesario para la supervivencia, Desde esta perspectiva ecológica, para que la idea de sostenibilidad tenga sentido, se deben definir parámetros más precisos, planteados por García: a) ¿Qué cantidad de pobla­ ción?; b) ¿Por cuánto tiempo? ¿A qué velocidad de extracción de recursos?; c) ¿Cuál es el

21

mínimo vital necesario? (nivel de vida, medida óptima de bienestar, diferentes patrones de consumo); d) ¿Cuáles recursos? Como la respuesta a estos parámetros,

no puede ser general: toda la población del pla­

neta, durante todo el tiempo, con un alto nivel de vida, e involucrando a todos los recursos, resulta evidente que estrictamente hablando, la sostenibilidad no existe en términos abso­ lutos (puesto que nada puede crecer infinitamente

dentro de un medio finito), sino que es

relativa, es una tendencia hacia un ideal que permite hablar de prácticas que son más o me­ nos sustentables que otras; o bien que tienden hacia el ideal de la sostenibilidad en función de retardar lo más posible el agotamiento de los recursos. Además queda claro que las res­ puestas a estas cuestiones básicas involucran otras áreas del conocimiento y otras ciencias: sociología, economía, política y cultura, por mencionar las más directamente La primera alternativa

implicadas.

que se presenta como respuesta a las anteriores preguntas es el

Conservacionismo, es decir, la necesidad de frenar el ritmo de explotación y eficientar más el uso de los recursos naturales. Al respecto R. Kerry Turner (Citado por Garcia, 1999: 24), propone tres reglas para conservar los recursos: a) Mantener su capacidad regenerativa, disminuyendo la contaminación para fortalecer la capacidad de la biósfera de absorber los desechos. b) Sustituir los recursos no renovables por recursos renovables a través del cambio tec­ nológico. e) Establecer prioridades en el uso de los recursos no renovables, utilizando primero los más abundantes y los más escasos después, sabiendo de antemano que este tipo de recur­ sos es finito y sólo se trataría de frenar su agotamiento inmediato y alargar su disponibilidad en el tiempo. Sin embargo, Turner no considera que actualmente también los recursos renovables es­ tán sobreexplotados, además de que muchos de ellos se encuentran en regiones-refugio de los países del Tercer Mundo, lo que está provocando

prácticamente

la invasión de esos

países (a través de la imposición de los TLC, la guerra contra el terrorismo o el crimen orga­ nizado, o simple y llanamente la compra de grandes extensiones de tierra), por parte de los industrializados que ya agotaron los suyos (biopiratería, bonos de carbono, por ejemplo). Esto implica que la sostenibilidad como ideal conllevaría necesariamente a la equidad entre países desarrollados y subdesarrollados, como lo proponen los movimientos ambientalistas del sur. d) La sostenibilidad desde el punto de vista social, involucra, una tríada de conceptos: Modernización, Globalización y Neoliberalismo, como tres aspectos del mismo proceso de radicalización del modo de producción y consumo capitalista, cuyos efectos son devastado­ res para el medio ambiente y que se traducirían en el crecimiento y la subordinación de las instituciones al servicio del mercado, por la mercantilización de todos los recursos naturales y de todas las necesidades humanas, subordinando

22

todo tipo de valores al mercado y a los

criterios económicos; así como la pretensión de establecer un modelo cultural único (válido a escala global) de producción y consumo. La implantación de este tipo de modelo de "cultura occidental" se está haciendo evidente, no sólo en el deterioro ambiental, sino en las conflictos sociales, la creciente exclusión de la mayor parte de seres humanos de los satisfactores mínimos para su supervivencia, con todo lo que esto conlleva. En este marco, Gacia (1999), destaca que la creciente interdependencia favorecida por el establecimiento

de redes virtuales, pensada como instrumento

de con­

trol, conlleva en sí misma su propia destrucción, ya que un pequeño error, o la más mínima decisión que se tome equivocadamente, se transmite a gran velocidad en todo el sistema, provocando consecuencias imprevisibles que pueden llegar incluso a colapsar el sistema y que están fuera de toda capacidad de prever y controlar sus efectos. De esta consideración se deriva la idea de que el rumbo hacia la sostenibilidad social está marcado por comunidades pequeñas que tejen lazos flexibles de relación entre sí, pero cuya pequeña escala permite un control efectivo de los flujos de energía (alimentos, por ejemplo) de tal manera que los errores que se pudieran cometer, sean controlables

y de información, y corregibles.

4. El desarrollo sostenible desde la cultura Para analizar el desarrollo sostenible desde la cultura, Garcia se centra en el acercamiento a los conceptos de la calidad de vida y de las necesidades básicas o suficientes que los pro­ cesos económicos y las estructuras organizativas sociale~ debieran proporcionar, a partir de las diferentes formas de percibirse, estar y actuar en el mundo, en relación con el medio ambiente, modulados por todo un universo de creencias y percepciones que genéricamente se agrupan bajo el término de "valores". La definición

del Informe Brundtland,

hace referencia explícita a "la satisfacción de las

necesidades de las generaciones presentes y de las futuras; así pues, el concepto de soste­ nibilidad implica no sólo las relaciones con la naturaleza (gestión científica), sino también la idea de "consumo deseable" que es una cuestión de orden cultural, y la idea de la "equidad inter e intrageneracional",

lo que involucra valores de orden político, ético y hasta religioso.

Las necesidades que se deben satisfacer están determinadas por la cultura y por las for­ mas soclopolfticas que se establecen para la distribución y el acceso a los recursos naturales; por lo tanto, habría que estudiar los procesos de construcción social de las necesidades hu­ manas, mismas que van más allá de la mera subsistencia biológica. Al respecto, Sempere (citado por García, 1999: 53), distingue cuatro espacios a partir de los cuales se construyen socialmente las necesidades: a) La economía humana del tiempo y del esfuerzo, en donde la técnica proporciona

ins­

trumentos al ser humano para ahorrar tiempo y esfuerzo, al procurarse los satisfactores para sus necesidades básicas.

23

b) El refinamiento

de las capacidades humanas: se da a partir de la búsqueda de mejorar

la calidad de vida del ser humano en función de una mayor seguridad y humanización. c) La dinámica de diferenciación

de las clases y los grupos sociales: se produce de manera

artificial en la búsqueda de una distinción jerárquica entre diferentes grupos humanos (cla­ ses sociales) a partir de lujos y privilegios, o de comportamientos

que pretenden marcar una

distancia hacia grupos subalternos. d) La emergencia histórica del individualismo moderno, está relacionada con la misma diferenciación social ya que plantea el valor del individuo por encima de los valores comu­ nitarios y solidarios, y es alimentado a partir de necesidades extravagantes o superfluos, fomentadas por un sistema de mercado. Como se puede percibir, los cuatro espacios están insertos de lleno dentro del campo de la cultura; por lo tanto para acercarse a un desarrollo sostenible, y considerando las implica­ ciones económicas, sociales, políticas, ecológico-energéticas que se comentaron ya, se hace evidente que se requiere un cambio cultural tendiente a un modo de vida más moderado en la definición y satisfacción de las necesidades humanas; pero es difícil distinguir las necesida­ des básicas de las superfluas a partir de consideraciones éticas y axiológicas o políticas, por­ que la definición de las necesidades siempre es incierta y provisional: no existe una norma de aplicación universal, puesto que cada grupo humano las define de acuerdo a su manera de interpretar

y de ver el mundo.

El único camino que pudiera plantearse es que el contenido de las ideas de satisfacción suficiente de las necesidades y la igualdad, sólo pueden delimitarse a partir de una decisión colectiva, en un contexto democrático. Los valores que implica la toma de decisiones sobre un decrecimiento, no son obvios e implican una discusión y un consenso muy difícil de lograr. Se trataría de una cuestión de medida, de búsqueda de un equilibrio razonable, pero no exis­ te un proceso definido universalmente

para pasar del"ser"

al"deber

ser",

Tampoco resulta evidente que la decisión de disminuir las necesidades en aras de una existencia más larga y modesta de la especie humana, sea moralmente superior a otras op­ ciones; por ello, la dimensión ética debe ser complementada por otras dimensiones como la estética, la percepción del mundo, las emociones, la sensibilidad, que nos conectan más directamente con el ser de la naturaleza. Este diálogo sólo puede iniciarse entre los pobla­ dores, tanto de los paísesindustrializados, como de los subdesarrollados, pero que ya han tomado o están tomando concienciade lo fundamental que es detener y revertir el deterioro ambiental suicida. Finalmente, el viejo problema de las relacionesentre el ser humano y la naturaleza,siem­ pre mediadaspor la cultura en el sentido amplio, desde esta perspectiva cultural, se reduciría al enfrentamiento entre dos culturas o dos formas de ver el mundo opuestas: la cultura de que más es mejor, y la cultura de que suficiente es mejor.

24

Al respecto, Garcia plantea que adoptar la regla cultural de que suficiente

es mejor, no

puede hacerse con base en el miedo al futuro, ni tampoco con base en una postura ética y solidaria hacia las futuras generaciones, sino en una alternativa que conjugue la insatisfac­ ción de unos cuantos de los países industrializados que se han comprometido con la defensa del medio ambiente y que estarían dispuestos a una vida más austera, y la resistencia de la mayoría de los habitantes de los países pobres a seguir siendo despojados de los recursos ya seguir destruyendo

el medio ambiente, pero reclamando al mismo tiempo, el derecho a

los satisfactores mínimos de subsistencia en un modelo de vida de por sí limitado (como son los planteamientos de Vandana Shiva). En el primer caso, los descontentos con la lógica de la acumulación depredadora,

tienden

a renunciar a los incrementos de bienestar conseguidos a partir de la posesión y consumo de bienes y servicios, y a obtener en cambio, más satisfacciones a partir de los servicios útiles del medio ambiente y de los intercambios no mercantiles con otros seres humanos. En este sentido, las atenciones personales no remuneradas o los servicios del capital natural, no son considerados en el PIB. Así nace en este tipo de movimientos la propuesta de un Sistema

de Necesidades que va contra la idea neoliberal de que todas las acciones or­ dinarias de la existencia deben ser controladas, dependientes, impersonales, individuales, mercantilizadasy administradas por instituciones gerenciales que las entregan a la "mano invisble"del mercado.

Alternativo

En el caso de las reivindicaciones de los paísessubdesarrollados, existe una resistencia por mantener la tierra y todo lo que contiene, fuera del control del "desarrollo moderno". Se trata de aprovechar el medio ambiente para una economía no monetaria, más comunitaria y máscapazde satisfacer las necesidadesbásicasde manera más igualitaria, encaminada a la subsistenciay el intercambio en mercados locales,bajo condiciones de respeto al medio am­ bientey a la biodiversidad. Eneste segundo grupo se encuentran los discursosde los pueblos indígenasde América, que están originando diversos movimientos sociales de resistencia, e inclusoluchasarmadas, defendiendo la sacralidad de la madre tierra y de sus recursos. Laventaja es que ambas corrientes coinciden en percibir los problemas actuales como manifestación de una orientación básicamente equivocada del progreso o del desarrollo, másque como resultado de insuficiencias, desviaciones o imperfecciones de un progreso auténtico.También coinciden en rechazar el autoritarismo y fomentar una democracia más participativa y comunitaria. Sin embargo, en ambas posturas existe el riesgo de caer en la tentaciónde un autoritarismo ecológicoque bajo el pretexto de proteger el ambiente, mutile lasotras dimensiones de la vida humana. Por otra parte, la centralización del poder y la unificación cultural, son inherentemente antiecológicas,en la medida que pretenden controlar la impredecibilidad e irrevocabilidad de los fenómenos emergentes en la evolución. La pluralidad de posibilidades evolutivas so­ cialeses la única garantía ante el eventual fracaso de alguna de ellas, tal como lo ha demos­ trado la naturalezaa lo largo de miles de años de vida sobre este planeta.

25

El autor concluye que los dos modelos culturales mencionados al inicio, plantean mo­ dalidades diferentes de lo que podría ser una cultura de la suficiencia. Es necesario vivir mejor y destruir menos. El cambio cultural es inevitable y es una condición necesaria para la sobrevivencia de la vida sobre el planeta, pero sabemos poco respecto a la producción con­ trolada de cambios culturales, por lo que se piensa que ese cambio es imposible (sobretodo si se parte de una visión mecanicista y positivista), además de que la idea de la obtención de anclada en el inconsciente: "más es siempre mejor", Esteprincipio está menos interiorizado en las culturas no industriales, donde es más fácil aceptar que "suficiente es mejor", sin por ello renunciar a la búsqueda de alternativas para un desarrollo humano. Ambas corrientes presentan pues puntos de coincidencia que pueden servir de base para un diálogo que permita elegir entre la guerra (gestión científico­ tecnológica de un equilibrio al borde del abismo) y la paz (respeto a la madre tierra). la satisfacción capitalista está profundamente

Conclusión Elconcepto de Sostenibilidad (o Sustentabilidad), surgeen el contexto de una crisis ambiental cuyosefectos se radicalizany se hacen perceptibles a diferentes grados en todas lassocieda­ des humanas,y como tal se hace presente en lasvariadas disciplinas y enfoques epistémicos, generando reflexiones inter y transdisciplinarias, pasandode enfoques simples (ecologistaso economicistas)a enfoques más complejos y holísticos (sistemas complejos, termodinámica de los ecosistemas),demostrando que el problema no reside solamente en un factor, sino que es multifactorial, y por lo tanto complejo, pero todos relacionados con elementos cultu­ rales.Por ello, autores como Horacio Reyes,afirman que la crisisambiental es el resultado de lascrisisde todos los otros espaciosde la existencia humana. No se puede aceptar el uso ambiguo e indiscriminado del concepto, tal como lo han asu­ mido los agentes del poder (empresas y gobiernos), quienes no sólo desvirtúan su uso a través de la retórica hueca, sino que incluso pretenden justificar y radicalizar el mismo mo­ delo de producción/consumo depredador de la naturaleza, que es el que precisamente ha originado el deterioro ambiental, disimulando las causasreales del mismo, y transfiriendo la culpa hacialos paísespobres, con el argumento de que se necesita el crecimiento económico para destinar mayores recursosa la implementación de tecnologías más limpias y amigables haciael medio ambiente. No es posible dar una definición absoluta ni del desarrollo, ni de la sostenibilidad, porque ambos conceptos remiten a la relación entre dos sistemas complejos autoorganizados: la biósfera y la sociedad humana, entidades caracterizadaspor la interrelación de un gran nú­ mero de variables, lo que hace que este tipo de sistemasseansiempre "complejos". Y hablar de sociedad humana es hablar de muchas culturas, de complejos que incluyen el conoci­ miento, la creencia, el arte, la moral, la ley, la costumbre, hábitos y capacidadesadquiridos por el hombre al vivir en una sociedad concreta. Definir lasnecesidadesbásicas,lo suficiente, lo deseable,y conceptos similares para esta­ blecer la escalade la sostenibilidad, implica adentrarse en los terrenos de la ética, la cultura, 26

la política y de la organización social. La escala máxima está dada por la capacidad de los ecosistemas, mientras que la escala óptima es la que hay que definir, pero ésta no se puede hacer de manera absoluta, sino relativa a los diferentes grupos humanos y su cultura. Es de­ cir que cada grupo humano comparte una cultura y deberá definir qué es y qué implica para ella el desarrollo sustentable. Dado que los sistemas complejos (biósfera y sociedades humanas) entran en juego para determinar la sostenibilidad, resulta evidente que ésta no se puede determinar específica­ mente y de forma absoluta; sin embargo, considerando que el ser humano en sociedad, es un ser pensante y reflexivo que crea conciencia y actúa bajo determinados valores para alcanzar también fines determinados por él mismo, por lo menos es posible tomar deci­ siones y acciones (en condiciones siempre inciertas) que se encaminen hacia el ideal de la sostenibilidad. Aunque no es posible establecer una definición y un contenido absolutos del concepto de Desarrollo Sostenible, el resultado de un análisis holístico, como el de Ernest García, tiene el mérito de "esbozar un rumbo", una dirección situada en el terreno de la utopía, pero que por lo menos, sirve de punto orientador

de la reflexión y del actuar humanos que ante la crisis

ambiental, buscan alternativas que conjuguen calidad de vida y respeto al medio ambiente. Corresponderá entonces a cada grupo humano, a cada comunidad, discutir y definir el con­ tenido concreto de lo que para ellos es esa meta a alcanzar, así como las acciones a poner en práctica para su realización. Bibliografía Boff, Leonardo (2006). História da sustentabilidade, disponible en: http//www.leonardoboff.

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Cultura, petróleo

y desarrollo

Francisco Gómez

eábaoo'

Resumen Lapreguntaindispensable para iniciar este trabajo es¿Quées cultura? Elconcepto de cultura varíasubstancialmente, pero en tiempos de la posmodernidad destacael que se refiere a los mediosde comunicación que imponen una visión compartida a un gran número de perso­ nas.Lacultura que en otro momento se consideró como característica representativa de un gruposocial, de una comunidad, un pueblo o de una etnia, no está presente ya; predomina lacultura global única y uniformante. Parasustentar el artículo se han tomado las propuestas deautores como Humberto Eco(2004) o Morris Berman (2007), ello para demostrar que el dominio "cultural" se sustenta en la idea del "tener más es vivir mejor" y esto se traduce en unasociedad sometida al consumo sin límites aparentes. El petróleo representa la fuen­ te que posibilita el funcionamiento industrial, eléctrico, ganadero, minero y por lo tanto es determinante en el modelo de desarrollo actual. Se trata de una problemática seria si se consideraque para el 2020, la producción de combustibles fósiles necesitará duplicarse para sostenerel ritmo de crecimiento actual. Ello frente a una sociedad que se encuentra cada vezmás sometida al consumo sin límites aparentes, sin identidad ya de sus raíces. Introducción Lapregunta indispensable para iniciar este trabajo es: ¿Qué es cultura?; y respetando las normas de la lengua escrita, encontramos en el Diccionario de la Real Academia Española de 1884, la siguiente definición: Cultura: "resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanosy afinarse por medio del ejercicio de las facultades intelectuales del hombre". Esta es una definición muy simple y parece que hace 124 años, con eso era suficiente. Pocos diccionariostienen ahora una definición amplia de la cultura y se da por hecho que todos la comprendemos, pero por fortuna, buscando un poco, se pueden encontrar nuevas defini­ ciones,como las contenidas en el diccionario: Nuevo EspasaIlustrado (NEI 2005:383), que contiene las siguientes: "conjunto de conocimientos adquiridos por una persona mediante el estudio, la lectura, los medios de comunicación, las relaciones sociales,etcétera"; agrega unasegunda definición desde el punto de vista antropológico: "conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos, grados de desarrollo artístico, científico, industrial, etcétera, de una época o grupo social"; y una más, desde el punto de vista social, que se refiere a la

1 Docente-Investigador

del CJlSDER-UAT.

29

Cultura de masas como "la que pertenece a un gran número de personasy es producto de

los medios de comunicación". El concepto de la cultura varía sustancialmente, pero en tiempos de la posmodernidad destaca el que se refiere a los medios de comunicación que imponen una visión compartida a un gran número de personas.Enel concepto de cultura de masas, el hombre o la persona, dejan de ser tomados en cuenta como creadores de la cultura, y el ejercicio de sus facul­ tades intelectuales ya no importa, así como tampoco valen los conocimientos adquiridos mediante el estudio, los medios de comunicación y las relaciones sociales, y tal vez, en la épocaactual, sólo importa la capacidadde ascenderen la competencia laboral y productiva, el nivel de accesoque se tenga a los bienes materiales de nueva manufactura, o la conexión a las redes de la informática. Al buscar la referencia del lugar de edición del NEI, en la hoja de presentación, apare­ cen unos pequeños párrafos, que dan una excelente y sintética determinación de lo que realmente podría ser la causa de esta nueva orientación de las definiciones; se transcriben textualmente como el referente de las condiciones a las que se enfrenta la sociedad actual globalizada,o más bien, masificada: Lasrápidas y profundas transformaciones experimentadas en todos los órdenes de la vida durante el siglo XX,y especialmente en su última mitad, marcan, sin duda, una señal inde­ leble al hombre del siglo XXI, cuyos comienzos estamos presenciando. El establecimiento de un nuevo orden mundial caracterizado por la existencia de organismos supranacionales que establecen políticas conjuntas, la creación de nuevos estados, los movimientos de autodeterminación de algunos pueblos, etcétera, parecen haber sido los causantes de las modificaciones en el ámbito de las comunicaciones, la tecnología, la informática y la cien­ cia, ha sido el signo más evidente de los tiempos que nos toca vivir (200S).

Continúa con un párrafo que realmente sitúa en contexto con el mundo actual: Sin duda, hace veinte años casi nadie hubiera podido sospechar que tan solo unos se­ gundos iban a ser suficientes para transmitir millones de datos de una parte del mundo a sus antípodas, como ocurre ahora gracias a Internet. Nada hacía suponer que desde casa íbamos a poder acceder a todo tipo de información residente en cualquier parte del mun­ do, gestionar nuestro dinero, adquirir cualquier objeto en el sitio más alejado de la Tierra, establecer relaciones humanas e incluso trabajar para una empresa remota. Tampoco era fácil adivinar entonces que iba a ser posible el desciframiento del código genético del ser humano o la clonación de mamíferos superiores, que puede haber vida en Marte o que la solución médica para enfermedades hace unos años invencibles está muy cercana. De hecho, muchas de las realidades que ahora forman parte de nuestras vidas y que nos sen­ timos obligados a conocer y comprender, hace tan solo unas décadas eran los pilares en los que se basaba la visión de la Tierra en el siglo XXI desde la óptica de la ciencia-ficción (NEI,2005).

30

Lacultura queda así moldeada por el nuevo orden mundial y por el dominio de un único gru­ po que impone los modos de vida, las costumbres y los conocimientos del planeta.

a todos los habitantes

El desarrollo artístico, científico e industrial está ahora dominado y determinado por una cultura de masas producida por los medios de comunicación, de manera que creemos, como masa, que hay que seguir modelos de desarrollo y que los países llamados "desarrollados", como los Estados Unidos, son lo mejor del mundo, y a millones de personas les gustaría vivir en países como ése. Esta es una de las razones por las que cada año, miles de mexicanos cruzan la frontera para buscar esa otra forma de vida, y quisieran convertirse en ciudadanos estadounidenses. La cultura, que en otro momento se consideró como característica representativa

de un

grupo social, de una comunidad, un pueblo o de una etnia, no está ya presente sino que pre­ domina la cultura global, única y uniformante. Sin embargo, para autores como Umberto Eco (2004), la disolución de los vínculos sociales, la privatización del poder y los conflictos entre grupos competidores,

están causando el retroceso de esta civilización hacia una nueva Edad

Media que coloca a los países industrializados en una severa decadencia. Esto no es más que la señal de alerta del posible colapso, al que está llegando una cultura dominada por el capi­ talismo, como la estadounidense que ha perdido todo su capital social de identidad, y sobre todo, los principios y las bases de convivencia que permitieron alcanzar las características imperiales. Para Berman Morris (2007), los ciudadanos estadounidenses,

convertirla

en dominante

y

están atrapados en la au­

tocomplacencia y la estupidez, glorificando los valores corporativos, el consumismo, y el en­ tretenimiento masivos. La definición de cultura de 1884 ya no es válida, el hombre ya "no cultiva los conocimientos", sino que únicamente los consume. No se afina por medio del "ejercicio de las facultades intelectuales", sino que se conecta al mundo global por Internet, o la televisión, sin el mínimo sentido crítico. El dominio "cultural" tiene, por lo tanto, su sustento en la idea de que "tener más, es vivir mejor" y esto convierte a esta sociedad mundial, en una sociedad sometida al consumo, sin fronteras, y aparentemente, sin límites a lo que se produce y sin la identidad de su origen. Estaidea está expresada también en cuatro factores:

1. Desigualdadsocial y económica acelerada. 2. Rendimientos marginales decrecientes con respecto a la inversión en soluciones orga­ nizativosa problemas socioeconómicos. 3. Niveles de alfabetización, de entendimiento crítico y de conciencia intelectual general quedescienden rápidamente. 4. Muerte espiritual -es decir, el clasicismo de Spengler: el vaciado del contenido cultu­ ral y la congelación (o re-embalaje) de éste en fórmulas-, en resumen, el kitsch (Morris, 2007:48-49).

31

1. Lacultura del consumo Si algo puede caracterizar a la actual generación, es el "hiperconsumo", con patrones muy diferentes a los que tenía la generación anterior; y la principal de ellos, es que nos hemos seducido por tener a nuestro alcance un sin número de artículos, a tal grado que estamos ante una cultura de consumo que nos consume. Podemos ahora comprar desde nuestro hogar,por teléfono, por internet, en grandestiendas comerciales que ofrecen de todo, en las llamadas plazascomerciales, a las que acudimos a descargarla angustia por consumir. Quizá al lector, como le ha ocurrido a este autor, le llamen por teléfono cualquier día y a cualquier hora, y con tono amable, pregunten si es la persona "x", y que ha sido seleccionado por su destacado consumo como merecedor a toda una serie de ofertas y que con sólo lla­ mar por teléfono y dar su número de tarjeta de crédito, dispondrá de ellas. Lasinstituciones bancarias proporcionan los números telefónicos a los operadores de ventas por catálogo y ahora, graciasa las redestelefónicas y a Internet, el operador puede estar en cualquier lado del mundo y las mercancías llegarán por las redes de paquetería hasta la casadel consumi­ dor. Yano consumimos sólo lo que necesitamos, sino lo que queremos, nos haga falta o no, y que, según George Ritzer (2000), es una de las últimas estrategias del capitalismo salvaje, que se remonta a los años veinte y que, mediante el desarrollo de la publicidad moderna, "ayuda" a tomar la decisión de consumir, pasando así a esta nueva etapa de la sociedad de consumo, superando a la de la producción. Elendeudamiento vía lastarjetas de crédito, llega a tal nivel, que los compradores gastan más de lo que su capacidadfinanciera puede cubrir. Lapublicidad seduce para comprar lo que seguramente, no necesitamos,y acabamos pagan­ do los costos publicitarios en el precio de los bienes y servicios. Los movimientos mundiales de mercancías para el consumo, van desapareciendo, por medio de la competencia de precios, las capacidades locales de producción de bienes. Ni siquiera es posible distinguir ahora si una artesanía es de algún lugar determinado; debi­ do al mundo globalizado, se fragmenta la producción de bienes a tal magnitud, que cada uno de los componentes, incluyéndo las materias primas, pueden proceder de continen­ tes diferentes. Ahora un pantalón viene en tallas con medidas estandarizadas,con modelos globalizados, de manera que en los centros comerciales de cualquier ciudad cosmopolita, encontraremos lo mismo. Losartesanos textiles, se quejan de la competencia desleal de los sarapesidénticos a los que ellos fabrican, pero que, importados de China,tienen un precio muy bajo. Lo mismo ocu­ rre con la industria del calzado,la del vestido, los aparatos electrónicos, alimentos, productos de belleza,etcétera. Basta preguntar, quién tiene en su ropero un suéter tejido a mano, hecho a la medida parte por parte, y al que no es necesario doblarle las mangas,que tiene combinaciones de colores únicas,el tipo de estambre del que está hecho fue escogido para ese suéter, el mo32

delo puede estar sacado de una revista, pero lo que realmente le imprime una característica única, es que fue hecho por una persona para otra, en esa relación que rompe cualquier cadena comercial. En su elaboración está presente un vínculo con una cultura en proceso de extinción, en la que el precio no era lo que determinaba

el valor de los bienes.

El consumo, convertido en medio de apropiación de la riqueza, se ha separado como con­ cepto del de los medios de producción de Marx. Baudrillad ya había adelantado en Sociedad

de consumo, que no hay que confundir estos medios de consumo, con lasmercancíasque se producen;y explica cómo se han articulado las diversascadenas comerciales, plazascomer­ ciales,cines, compañíastelefónicas, etcétera. Todo, a fines del siglo XX se corporativizó, se acuerpócomo medio de control absoluto del consumo, y de esa manera se logró convertir a la masaproductora en una masa consumidora (citado por Ritzer,2000:70). Estadesmedida ambición por consumir, finalmente va produciendo los característicos viciosde la sociedad moderna: la competencia por poseer aún más a costa de la salud y la tranquilidad;el embrutecimiento por el trabajo para poder consumir más, y desde luego, estollevaal colapso de la inteligencia. Lasociedad consumista se convierte en una sociedad embrutecida,que no puede ver las cosastal y como son en su totalidad, sino que se limita a sentarsefrente a la televisión, o a la computadora, rodeado de cosas tecnológicamente asombrosas,pero sin capacidad para resolver los más elementales problemas de la vida co­ tidiana. Schumacher(1981), señala que desde el punto de vista económico, el concepto principal de la sabiduríaes la permanencia, y es incompatible con una actitud depredadora que se regocijaen el hecho de que "los que eran lujos para nuestros padres, han llegado a ser nece­ sidadespara nosotros". 2. Elpetróleo como sustento del desarrollo y del consumismo Ladependenciaenergética mundial de los combustibles fósiles,es de tal magnitud que nues­ tra sociedady modo de vida actuales,son posiblesgraciasal uso intensivo del petróleo, pues actividadesbásicascomo la industria, la producción eléctrica, los transportes, la construc­ ción,el turismo, la agricultura, la pesca, la ganadería, la minería, la medicina, etcétera, son altamentedependientes de su disponibilidad. Paul Roberts (2004:17), señala que el petró­ leoesel pilar de la riqueza de muchos países,de su confort y de casi todos los artefactos de la vida moderna, a tal grado que producimos y consumimos energía, no sólo para calentar­ nosy alimentarnos, para desplazarnoso para defendernos, sino también para educarnos y entretenernos,para ampliar nuestros conocimientos, cambiar nuestro destino, construir y reconstruirnuestro mundo y llenarlo de cosasnovedosas. Pero,debajo del bienestar que permitió a una muy reducida parte de la población mun­ dialel usodel petróleo, la mayoría sobrevive en la miseria y en un nivel mínimo de subsisten­ cia.Loque compramos, desde unostacos en un puesto de la calle, lastarjetas para llamar por teléfono,las bolsasde plástico del supermercado, los lapiceros, los productos farmacéuticos 33

para curar enfermedades

como el cáncer, la fabricación y el movimiento

de automóviles

y

camiones, de manera que todo puede ser valorado en términos de la cantidad de energía producida, usada, y por lo tanto, consumida posteriormente. "Revolución del combustible" llama Harris (1978:249) a esta multiplicación de la productividad laboral por cien, por mil e incluso por un millón de veces, ocasionada por la liberación repentina en los últimos ciento treinta años, de vastas cantidades de energía anteriormente no explotada, almacenada en el interior de la tierra en forma de petróleo y carbón. También la producción

comercial de alimentos se basa en el uso intensivo del petróleo,

que posibilita la mecanización de la agricultura y el riego extensivo. El petróleo se emplea tanto en forma de energía -para roturación del suelo, arado, siembra, recolección, bombeo del agua, tratamientos, cosecha, transporte, conservación y distribución-, como en la fabri­ cación de los insecticidas, abonos y conservadores alimentarios. Se estima que con el actual modelo de producción y distribución, por cada caloría de alimento que llega al consumidor final, se requiere una media de unas ocho calorías de combustible fósil, básicamente de petróleo. El petróleo forma parte de todo tipo de plásticos, productos químicos, materiales de construcción, etcétera, de manera que está presente en casi todos los bienes de uso común utilizados en nuestros días. La lista sería interminable, y abarca objetos tan variados como componentes internos y cubiertas de aparatos electrónicos, pieles sintéticas, detergentes, productos de limpieza, cosméticos, pinturas, lubricantes, PVC,fertilizantes agrícolas, medica­ mentos, aislantes, asfaltos, fibras sintéticas para la ropa, muebles, botellas, pañales, compu­ tadoras, cámaras fotográficas, baterías, lentes, lentillas, champús, teléfonos celulares, pastas de dientes, cremas corporales y faciales, lapiceros, llantas para coches, etcétera. El combus­ tible es necesario también para el mantenimiento de los servicios básicos urbanos como el suministro de agua potable, recolección de basura, mantenimiento de calles y jardines, ser­ vicios de bomberos, protección civil, policía, etcétera. También ha servido el petróleo para el transporte de mercancías por todo el mundo y la expansión de las cadenas comerciales hacia muchos países. En los "supers" mexicanos, compramos

manzanas de Washington,

merme­

ladas de Francia, aceite de oliva de Italia, ropa de la India, duraznos en almíbar de Chile, y desde luego, cientos de productos provenientes de China. Si la Tierra fuese infinita y sus recursos ilimitados, la población y el consumo energético podrían seguir aumentando indefinidamente, pero como no es así, eso significa que el pro­ ceso de extracción de materiales del subsuelo y su emisión a la atmósfera ha llegado al punto en que los recursos están comenzando a dar síntomas de agotamiento, porque, el problema es que los recursos fósiles son finitos y no renovables, puesto que se necesitan millones de años para formarse, y son únicos en la naturaleza, pues no existen otros elementos que se hayan formado de esa manera, ni que acumulen una cantidad de energía tan grande y tan fácil e inmediata de aprovechar, por simple combustión. En 2020, el planeta necesitará más del doble de la energía que utiliza ahora. La demanda del petróleo se disparará desde los 77 millones de barriles diarios actuales, hasta los 140 34

millones. El uso de gas natural se incrementará

un 75%, y el de carbón, casi un 40%. La de­

manda será especialmente en grandes economías "emergentes" como las de China y la India, cuyos líderes ven en un consumo voraz de energía, la clave del éxito industrial. Sin embargo, mientras la futura demanda de energía parece segura, nadie tiene claro de dónde saldrá toda esa energía. Con esta afirmación de que se requerirán 140 millones de barriles diarios de petróleo, las compañías y los estados petroleros, tendrán que descubrir,

producir,refinar y sacar al mercado 140 millones de barriles cada 24 horas, un día tras otro, sinfalta, lo que requerirá a las compañías petroleras aventurarse en lugares como el Ártico, queresultan costosísimosde explotar (Roberts, 2004:18-19). 3. los límites del desarrollo y las propuestas del desarrollo local Estamosahora totalmente conscientes de que hemos sido capaces,como especie humana, dela destrucción de nuestros sustentos culturales, sociales,materiales y ambientales en este planeta,pero también sabemos que todavía somos capacesde empeorarlo. Estaposición frente a las evidencias, concuerda con lo que ha señalado Manfred Max­ Neef(2008), economista chileno, merecedor del Premio Nobel Alternativo 1983, que con susplanteamientos sobre el desarrollo local a escala humana, sin duda, se transforma en un profeta, pero no de los que anuncia desgracias,sino de aquéllos que, a pesar de todo, permanecenoptimistas y ofrecen orientación. ¿Qué hacer?, dice este chileno y plantea la siguientereflexión: Desde niño me ha preocupado lo que considero una cuestión importante: ¿Qué es lo que hace únicos a los seres humanos? ¿Hay algún atributo humano que ningún otro animal posea?" La primera respuesta recibida fue que los seres humanos tenemos alma, y los ani­ males no. Esto me sonó extraño y doloroso, porque amaba y amo a los animales. Además, si Dios era tan justo y generoso, hecho que yo todavía creía firmemente en esos días, no hubiera hecho semejante discriminación. O sea, que no me convencí, era un estudiante universitario y había casi decidido rendirme, cuando mencioné a mi padre mi frustración. Simplemente me miró y dijo: "¿Por qué no intentas por el lado de la estupidez?". Aunque al principio me sentí impactado, los años pasaron, y me gustaría anunciar, a menos que alguien más pueda reclamar una precedencia legítima, que estoy muy orgulloso de ser probablemente el fundador de una nueva e importante disciplina: la Estupidología. Sos­ tengo, por lo tanto, que la estupidez es un rasgo único de los seres humanos. i Ningún otro ser vivo es estúpido, salvo nosotros!.

Puedehaber "crecimiento" hacia un objetivo limitado, pero no puede haber crecimiento ilimitado,generalizado,-dice Schumacher(1981)- y cita lo que dijo Gandhi..."la tierra pro­ porcionalo suficiente para satisfacer las necesidadesde cada hombre, pero no la codicia de cadahombre".

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Max-Neef se inclina por un escenario optimista para el futuro: una sociedad en la que se comparta y reine la solidaridad y la igualdad. Para él, pueden ayudar los pequeños pasos de los «economistas descalzos», acciones solidarias entre los pobres y la resistencia desde abajo contra la máquina modernizadora descontrolada, el regreso a lo pequeño, la aceptación de la medida del ego son, el compromiso no, los animales y la naturaleza.

alternativo y una relación respetuosa con el ser huma­

Harris (1978:256), comenta que sólo mediante la descentralización de nuestro modo bá­ sico de producción energética -disolviendo los cárteles que monopolizan el actual sistema de producción energética, y creando nuevas formas descentralizadas de tecnología energé­ tica- podemos restaurar la configuración ecológica y cultural que condujo a la aparición del la democracia política en Europa. El momento histórico en el que nos encontramos, corres­ ponde a la llegada al límite del modo de producción basado en el uso intensivo y extensivo de hidrocarburos, y pronto deberá adoptarse un modo de producción diferente y, como lo señala Harris, llegamos a un momento de apertura, y el compromiso personal con una de­ terminada visión del futuro, justifica los objetivos de este estudio, aunque, coincidiendo con este autor, los resultados parezcan remotos e improbables. Por su parte, tllích (2006:332), desde 1973, pone el dedo en la llaga y presenta dos vías: una es la posibilidad de la transición hacia una economía posindustrial, que ponga énfasis en el de­ sarrollo de formas más eficientes de trabajo manual y en la realización concreta de la equidad, lo que conduciría a un mundo de satisfacción austera de todas las aspiraciones realistas. La otra, ofrece la opción de acometer la escalada de un crecimiento que pondría el énfasis en la capitalización y el control social necesarios para evitar niveles intolerantes de contaminación. En esta segunda vía, los países latinoamericanos, se transformarían en participantes de tercer orden en el apocalipsis industrial hacia el cual marchan los países ricos. En ese enton­ ces, ya hacía las previsiones de que estados Unidos, Japón o Alemania, estaban a punto de perpetrar el auto aniquilamiento

social en una parálisis causada por el super consumo de

energía, y tenía la idea de que China, todavía operante en el uso de sus músculos, podría prever el aumento del desarrollo energético y limitar su uso de energía para usarlo posterior­ mente de manera cualitativamente más eficiente y con una mejor distribución, sin embargo, a estas alturas, China se integró totalmente a la industria de alta demanda energética al convertirse en el país maquilador de la tecnología mundial. Ya desde los años sesenta, surgieron conciencias individuales

que dieron las señales de

sobre los efectos que tendría nuestra forma de vida, y propusieron cam­ bios orientados hacia el desarrollo local, a escala humana y de un bajo consumo energético

alarma y advirtieron

(Gandhi,VandanaShiva,Raquel Carlson,etcétera) Con esta misma tendencia, Schumacher (1987), propone que los equipos y métodos sean: 1. Suficientemente baratos, de modo que estén virtualmente al alcance de todos. 2. Apropiados para utilizarlos a escalapequeña. 36

3. Compatibles con la necesidad creativa del hombre. A lo cual añadiríamos ahora, que sean eficientes en el uso de energía, que no dañen el ambiente y que no tengan derechos reservados, con la posibilidad de su aplicación a escala pequeña, aunque esto signifique la realización de operaciones también a escala pequeña, sin importar que sean numerosas, bajo la condición de que la fuerza individual necesaria siem­ pre sea pequeña en relación con la fuerza de recuperación de la naturaleza. Y lo más impor­ tante, como también lo señala Schumacher (1987:32), es que los métodos y las maquinarias dejen amplio lugar para la creatividad humana.También están surgiendo ejemplos que pro­ ponen vías alternas de desarrollo como la de Bután, un país del tamaño de Suiza, situado en­ tre India y China, que se había mantenido aislado por más de 1000 años. Según las cifras con las que se mide el progreso, padecía una de las más altas tasas de pobreza, analfabetismo y mortalidad infantil, y desde los sesenta, decidió "abrirse al progreso", construir carreteras, fundar escuelas y centros de salud. El 70% de su población es rural y vive en aldeas cercadas por bosques vírgenes y escarpadas montañas. La mitad de sus 635,000 habitantes, es menor de 22 años y gracias a ese distanciamiento geográfico y tecnológico, logró preservar las for­ talezas culturales y ancestrales para poder soportar el cambio. En 1972, el rey Jigme Singye Wangchuck, definió los términos en los que con la apertura de el país, debería considerarse el significado del desarrollo, inventando la frase de "Felicidad Nacional Bruta" (FNB), como basepara su sobrevivencia, soportando la FNB en cuatro pilares: desarrollo sustentable, pro­ tección ambiental, conservación cultural y buen gobierno, gracias a los cuales, sin necesidad de explotar sus recursos naturales (entiéndase, sin venderlos al exterior como mercancías al mejor postor), la tasa de alfabetización pasó del 10% en 1982, al 60% en la actualidad y la esperanza de vida ascendió del 43 años a 66 en el mismo periodo. Esta "transición hacia la democracia", es el más grande reto para Bután, ya que por una parte, los nuevos líderes civiles intentan imponer un sistema de gobierno parlamentario, mientras que los butaneses, siguen queriendo a su rey, que abdicó voluntariamente a su trono para otorgar el poder al pueblo. Una mujer de 41 años dice: "Tenemos un rey bueno y sabio, ¿para qué queremos la democracia?'. Hasta 1999 otorgó a sus ciudadanos el acceso a la televisión y el Internet y en este año (2008L enfrentará el reto de cambiar a una "sociedad democrática" o continuar con su sistema monárquico. Como apunta Schumacher (1981:28-29), el Producto Nacional Bruto (PNB) puede crecer rápidamente, tal como lo miden los economista, pero no supone bienestar para la gente, que se encuentra oprimida por la creciente frustración, alienación, inseguridad, etcétera. Después de un tiempo, incluso el PNB cesa de aumentar, no por fallos científicos o tecnológicos, sino más bien debido a una parálisis deformante de "no cooperación", que se expresa en varios ti­ posde escapismos, no sólo por parte de los oprimidos, sino también por los grupos altamente privilegiados. Éste es uno de los retos de Bután, pero sin duda, la opción de la felicidad como parámetro de medición del desarrollo, podría ser una propuesta a tomar en cuenta.

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Conclusión Finalmente, volviendo al punto de partida, ¿qué futuro existe 'para la cultura?, ¿cuálesson las propuestas ligadasal desarrollo local? Wangchuck defiende el principal bien de Bután: su identidad budista. Al ser un país pequeño, no tenemos poder económico -explicó el rey bu­ dista a una reportera del New York Times en 1991-. No tenemos fuerza militar, no podemos desempeñan un papel dominante internacional debido a lo pequeño de nuestro tamaño y nuestra población, y porque somos un paísencerrado. Elúnico factor...que puede fortalecer la soberaníade Bután y la singularidad de nuestra identidad, es la cultura única que tenemos (NG,2008:3:45). Parael caso de aquéllos que han perdido su identidad cultural, como los norteamerica­ nos, Morris Berman propone una opción monástica que permita resguardary preservar para las generaciones futuras, maneras de vivir que puedan ser transmitidas como herencia cul­ tural, que puedan servir como semilla para un posterior renacimiento. Laculminación de un determinado proceso histórico seguramente no representará un cambio importante y drás­ tico, pero transformaciones individuales en lasformas de vida y en los valores, quizá puedan actuar como contrapeso al mundo de basura, ignorancia, desigualdad social y consumismo masivosque hoy definen el paisaje norteamericano (Morris 2002:172). Finalmente, como un mecanismo de respuestadirecta, están surgiendo alternativas, como las sistematizadaspor David Barkin(2004),que están implementando grupos, principalmen­ te de bajos ingresosen lo que este autor denomina Actividades No-proletarias Generadoras de Ingresos(ANGI),en las que la ayuda mutua, la solidaridad y la acción colectiva surgida de las basesde las comunidades indígenasy rurales, vienen dando ejemplos de manejo susten­ table de recursos naturales y una serie de actividades que privilegian la satisfacción de sus propias necesidadesy también el generar productos que puedan ser intercambiados con el sistema capitalista. Un ejemplo de este sistema solidario de producción y consumo, es una organización de pequeños agricultores orgánicos de Chiapas(CASFA),que diversificando su producción, logran crear una cooperativa de productores de café, que logra exportar sus productos a Europay EstadosUnidos, y con parte de las utilidades comienza a producir chocolate orgá­ nico, miel y otros productos más. Localmente, instalan una tienda de productos orgánicos (La Iguana Sana) en la que se venden una gran variedad de productos, directamente del productor al consumidor. Otro ejemplo está siendo el de la articulación de pequeños productores que ofrecen sus productos orgánicos, junto con alternativas de medicina herbolaria, o de productos de be­ lleza elaborados con productos naturales, así como productos alimenticios envasados (con­ servas,rornpope, vinagre, condimentos, etcétera) en mercadosde lo que se ha denominado "Comercio Justo" y que está logrando articularse interregionalmente en redes. Muchas de estasexperienciasde alternativas de vida, están publicadas en un interesante libro titulado: Ecohábitat: experiencias rumbo a la sustentabilidad (2006), compilado por LauraValdésKuri 38

y Arnold Ricalde. La variedad temática ejemplifica la diversidad de propuestas, como el di­ seño de eco-aldeas con fundamentos ecológicos, la construcción de viviendas naturales, la producción local de alimentos, el uso de tecnologías apropiadas para el ahorro de agua, la generación de energías, la captación de agua de lluvia, así como diversas alternativas para la restauración ambiental. También se incluyen experiencias de modos de vida en ciudades, más respetuosos con el medio ambiente El libro mantiene constante el aspecto conceptual, articulándolo con las partes vivencia les. El desarrollo local se sustenta también en formas de organización y gobierno propios y según ha detectado Amando Labra (2000). Existen rasgos comunes que hacen exitosas las economías solidarias. El primero se refiere al nacimiento de redes sociales, como las seña­ ladas anteriormente para el comercio justo, pero también para la generación de pequeñas empresas sociales. En segundo término, detecta formas de administración y control de re­ cursosque los mismos grupos controlan y vigilan, y aplican parte de los recursos a programas de interés comunitario. Los procesos descentralizadores apoyan las actividades emprende­ doras de la comunidad organizada.La parte educativa, fortalece la infraestructura cultural y contribuye a una solución comunitaria

de los problemas. El último punto, que podría ser

cuestionable se refiere a las inversiones y financiamiento, ya que tanto si son de origen pú­ blico como privado, generan dependencia que puede finalmente hacer depender de ellos el futuro de la organización local. Desde luego, en los espacios de discusión académica sobre el desarrollo regional, las vi­ siones de una nueva ruralidad están comenzando a emerger ya tomar un papel articulador de diversas disciplinas, va abriendo los horizontes de una vida con menos requerimientos energéticos, por una disminución de la movilidad, por el uso de implementos de labranza mássimples, y sobre todo, por un regreso a la vida viable del campo, en contraposición a la vida urbana, cuyos costos vitales están siendo demasiado altos. Para finalizar este artículo, sólo habría que recordar que la contemplación académic::.. y profesional de lo que está aconteciendo, no basta para lograr revertir los daños que le he­ mos ocasionado al medio ambiente, sino que requiere de actitudes de vida comprometidas con la recuperación de las capacidades del planeta para sustentar una forma de vida más armónica. La sustentabilidad está determinada incrementar para la vida futura.

por la cantidad y calidad de recursos que podamos

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tentabilidad. CECADESUjSEMARNAT, México.

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La organización

del espacio y el proceso identitario

de las mujeres campesinas

de Zacatlán, Puebla Ramos Manta/va varqas' Miriam Zarahí Chávez Reyes'

Resumen

Larelacióndel ser humano con el medio ambiente ha favorecido la construcción de una serie de significadossocioculturales, al tiempo que se reorganiza el espacio. De esta manera la apropiacióny uso del entorno se va particularizando, lo que permite un vínculo más diverso eimbricado a la vez. Larelación socioambiental no es unívoca, responde a formas culturales comolos sistemas de valores, creenciasy prácticas compartidas que operan en un tiempo­ espaciodeterminados. La apertura de tales procesos ha hecho, para el caso de las mujeres deZacatlán,que se tengan mayores oportunidades en la revaloración del trabajo cotidiano delasmujeres y su impacto en el entorno natural de Zacatlán, Puebla. Introducción

Hablarde la naturaleza y la sociedad como entes separados, e incluso opuestos, tal como lo considerabala visión clásicade la ciencia del siglo XVI con el dualismo cartesiano, sería igno­ rar la relación dialéctica que mantienen, y sin la cual ambos carecen de sentido. Lavida de losindividuos ha transcurrido en un espacio concreto, en un ambiente natural específicocon el que han interactuado; en primera instancia, para obtener los recursos que les permitan satisfacersus necesidades,pero además de proveedor de bienes, la relación con el ambiente hafavorecido la construcción de una serie de significados socioculturales, al tiempo que se reorganizael espacio. De esta manera, la apropiación y uso del entorno va tomando especi­ ficidades,lo que permite un vínculo más diverso e imbricado. Cuandoel individuo actúa sobre la naturaleza, ésta no representa un mero contenedor, y reacciona,se reorganiza para procurar su propia continuidad y de esta manera seguir inte­ ractuandocon el entramado social. La adaptación que la sociedad hace de la naturaleza, si bienla lleva a rearticularse, implica además que lascondiciones, que la última adopte, serán lasmismascon las que habrá de relacionarse de nueva cuenta el ser humano. De aquí surge

1 Doctor en Desarrollo Regional y Profesor-Investigador en El Colegio de Tlaxcala A. c., rmontalvovargas@gmail. com 2 Licenciadaen Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, [email protected]

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la dialéctica, porque sociedad y ambiente sistema mayor, donde la modificación lidad. Pero la relación socioambiental

pertenecen

a un mismo entorno;

es decir, a un

de algún componente tiene repercusiones en la tota­ no es unívoca, porque responde a formas culturales,

como son los sistemas de valores, creencias y prácticas compartidas que operan en un tiem­ po y espacio determinados. Estas pautas de significado (Geertz, 1992), al ser compartidas permiten al individuo formar parte de un grupo sociocultural, y diferenciarse de otros más. Pero la dinámica y apertura de tales procesos hacen que los individuos experimenten nuevas prácticas, nuevos estilos, a través de los cuales se moldea y recrea el carácter subjetivo de la cultura, es decir la identidad. De esta manera el individuo incorpora los elementos sociocul­ turales en la medida y forma en que le son útiles. En tal caso, la organización del espacio y la diversificación social de las actividades, llega a modificar algunos referentes que distinguen a las mujeres en sus actividades diarias y sus relaciones con los demás actores, cuestión que se acentúa en la posmodernidad. El municipio de Zacatlán Puebla funciona como un observatorio rural, donde se busca contextualizar la dinámica que se ha generado, con respecto a la modificación del paisaje, así como de las actividades económicas, las formas de organización y las implicaciones que este proceso representa para la vida cotidiana de sus habitantes, particularmente cia de las mujeres zacatecas y la forma en que se relacionan con su entorno.

en la experien­

1. Implicaciones de la relación sociedad ambiente Eldinamismo permanente de la sociedad ha forjado relaciones más complejas y diversas. El desarrollo de tecnologías, el crecimiento de la población, la generación de necesidadesy sus satisfactores, la diversidad en los procesos de producción, el carácter finito de los recursos así como la exigencia desmedida de energéticos, entre otros, son factores que han hecho necesariae incluso apremiante la discusión sobre temas socioambientales, sobre la relación que se mantiene con el medio, las posibilidades de la continuidad socialy la consideración de alternativas frente a los costos. Laforma y el sentido de la relación que lassociedadeshuma­ nasmantienen con el medio físico, aluden a un momento histórico concreto (Toledo,2002), en el que se gestan y construyen intereses, necesidades,y se responde a consideracionesy salvedadesprecisas. La relación socioambiental como un conjunto de elementos que conforman un todo, debe incluir a las tecnologías, economía, política, cultura e ideologías, que se gestan en un momento preciso,y no pueden ser estudiadas de manera aislada.Por ello, la sinergia produ­ cida entre los elementos, también figura en los modos en que se accedey se hace referencia a los recursos naturales para satisfacer las necesidades; esto es así, porque la visión hacia el ambiente se encuentra mediada por una dinámica social, y es por ello que va cambiando y reconstruyéndose, de tal suerte que las formas en que se accede y se hace referencia a los recursos naturales, responden a una dialéctica en la que se involucran, a la vez, todas las partes que dan cuenta de la dinámica social. y es precisamente la forma en que se in­ tegran estoselementos, la sinergia que se genera, lo que promueve una particular referen­ cia al ambiente, la cual adquiere matices, donde además se incluyen relaciones de poder, 42

de control, entre los que tienen más y mejores recursos, frente a quienes por el contrario, se encuentran parcial o totalmente limitados de ellos. Esto sucede con mayor ahínco en el contexto de la globalización porque la demanda exacerbada de tierras productivas por los grandes capitales, ha modificado su uso que tradicionalmente había servido para producir los recursos básicos, pero paulatinamente, la inversión en ella ha buscado la generación de ganancias para unos pocos y "para los campesinos con parcelas pequeñas, la marisma de restricciones burocráticas impide cosechar productos comerciales valiosos (...) aún cuando logran reunir una cosecha valiosa, enfrentan instituciones comercializadoras y mercados que imponen condiciones leoninas" (Barkin, 2002:102). De tal manera que el proceso de apro­ piación no es unívoco, pues se generan tensiones por una disputa de espacios, por la forma y condicionesde accesoa los recursos,y por el reclamo de diversos sectores de la sociedad

asucontinuidad y permanencia. Sila relación socioambiental se construye en la dinámica misma de la sociedad, y depen­ diendode susparticularidades, dicha relación se ha modificado a lo largo del tiempo, a razón deque cada una de las sociedades se vincula e incide en su ambiente de manera particular y con intensidades también singulares. Así, "El complejo entramado de articulaciones de procesosal interior y entre las nacionesda lugar,finalmente, a una realidad ecológico-social donde los fenómenos de carácter natural, social y humano, se determinan mutuamente" (Toledo,2002:24).Al respecto es precisodistinguir lasdimensiones por lasque ha atravesado laconcepcióndel ser humano vinculado al ambiente; con la intención de reconocer las impli­ cacionespor las que la relación ha transcurrido, en términos de la continuidad, tanto social comonatural, y generar así una idea del contexto actual, sus singularidades y las formas de relaciónque hoy en día tienen cabida en espacioscomo el de Zacatlán. Desdeque el hombre tuvo presencia en la tierra, le fue necesario transformar la natura­ lezapara poder sobrevivir. La cercaníade los individuos con el medio físico inicia pues, con la búsquedade satisfactores para resolver las necesidades básicas', cuestión que resulta el iniciode una estrecha relación con el medio físico, pues de ello depende la continuidad de cualquierser biológico. Pero la búsqueda de sus satisfactores, y con ello, la posibilidad de continuidaddependía desde entonces, del conocimiento y el manejo adecuado del entorno. Así,al uso de tecnologías se equipara la comprensión de los fenómenos naturales. Al iden­ tificarlos,incluso nombrarlos y hacerlos inteligibles; se trataba de establecer un diálogo que pudiesedar algún rasgode certeza en lasacciones.Por ello en este periodo convergen la cu­ riosidad,el respeto, e incluso el miedo hacia los fenómenos físicosque adquirían centralidad enla organizaciónsocial del espacio.

3 A decir de Max-Neef (s/f), las necesidades son las mismas, no importando la sociedad o el periodo que se trate, lo que se modifica son las formas en que se satisfacen esas necesidades. "las necesidades humanas fundamen­ talesde un individuo que pertenece a una sociedad comunista son las mismas del que pertenece a una sociedad ascética.lo que cambia es la calidad y cantidad de los satisfactores elegidos, y/o las posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos". Son entonces los satisfactores una posibilidad de dar cuenta del cambio social ya quecomo bien reafirma el mismo autor "lo que está culturalmente determinado no son las necesidades humanas fundamentales, sino los satisfactores de esas necesidades. El cambio cultural es consecuencia -entre otras cosas­ de abandonar satisfactores tradicionales para reemplazarlos por otros nuevos y diferentes".

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Pero las experiencias que siguieron a esta forma de organización tuvieron una expresión muy distinta de concebir al hombre y su entorno. En las formas de organización feudal la ac­ tividad agrícola resultó parte fundamental para la satisfacción de necesidades, tan es así que alrededor de ella se generó una forma de organización socioeconómica y sociopolítica que distingue jerárquicamente la manera de acceder y hacer !:ISO de los recursos. A partir de en­ tonces, se despertó curiosidad y a la vez la idea del hombre como centro del universo. Con el humanismo se afianza el interés del ser humano por conocer más de él mismo y del espacio que habita, así se refuerza la generación de leyes, el uso de la razón sobre las explicaciones sobrenaturales y sobretodo, el desarrollo del método experimental. De esta manera el antropocentrismo que condujera el pensamiento y la actuación del hombre, pone en un carácter de subordinación e incluso de control a la naturaleza, ya que se erige como ser supremo, dominante de la naturaleza a la que conoce cada vez menos, condición que permite utilizarla con mayor seguridad y certeza. Durante el periodo del Re­ nacimiento, que toma el nombre de modernidad, surge la necesidad de cuestionarse sobre aspectos intramundanos,

lo que implica tomar distancia de las reflexiones mágicas. "Esta no­

ción de uniformidades es justamente lo que permite formular leyes que sirvan para ejercer un control efectivo sobre el mundo natural" (Galafassi, 2001:1). Si bien la naturaleza sigue siendo vista como la proveedora de satisfactores y medio de contraste científico, el desarro­ llo de tecnologías, los crecientes intercambios, así como la búsqueda de certezas y la des­ trucción de la imagen ptolomeica del mundo, inspirada en el universo cerrado, ampliaron las formas de concebir el mundo, de acceder a los recursos y de satisfacer las necesidades, de tal manera que se gestan nuevas consideraciones en relación a la presencia del hombre sobre la tierra, su vínculo con la naturaleza, además de los modos en que se accede a los recursos. Las discusiones posteriores cuestionaron la centralidad del ser humano, así como los planteamientos deterministas de la física Newtoniana y con el interés de buscar mejores res­ puestas, se acuerda la especialización del conocimiento que referirá, por un lado, al mundo físico y por otro al mundo social. La necesidad de un conocimiento ra fundamentar

más exacto que permitie­

las acciones de los individuos, conduce a la exigencia por la distinción,

por

generar una serie de categorías de conocimiento que ayudaran a dilucidar de forma más pre­ cisa el mundo que se habita. De manera que al tener un objeto preciso que conocer y frente al cual reflexionar, se rompe con la relación mágica de deidades que se involucraban en las explicaciones de la vida social, y es que se trata de superar el conocimiento simple y arcaico, y esto sólo se logrará con el carácter científico, de lo que resulta una realidad fraccionada, es­ pecializada, pero también "menos desconocida". La distinción del conocimiento en dos cam­ pos, que parecían distintos pero equiparables en su relevancia, se modificó a inicios del siglo XIX para vincularse de forma jerárquica, "por lo menos a los ojos de los científicos naturales, distinto de un conocimiento

que era imaginado e incluso imaginario"

(Wallerstetn, 1999:7).

Con esto, la relación socioambiental en el pensamiento y la discusión científica, aparece con . un sentido primitivo nada deseable, pues se ha trabajado para su distinción, siendo la cultura y la ciencia a través de los cuales se puede superar ese carácter "natural", porque lo que se busca es tomar distancia de la naturaleza salvaje que otrora conformara la vida humana.

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La dinámica incesante y la complejidad

que engloba a las relaciones sociales; así como el

interés por abordarlas y conocerlas de manera más fehaciente, ha llamado a otra forma de reflexionar la realidad, que propone "empujar a las ciencias sociales a combatir la fragmen­ tación del conocimiento" (Wallerstein, 1999:100), pero se busca una visión más integradora aunque estaría en sintonía con la naturaleza humana integrada por diversos elementos indi­ sociables, por ello resulta necesario enlazar el conocimiento científico que se ha fragmenta­ do en campos y disciplinas. Estas propuestas curiosamente llevan a reconocer algunas virtu­ desdel pasado y aprender de la historia, porque las ideas surgieron incluso antes de que se constituyeran las disciplinas como se conocen en la actualidad, "los pensadores, los filósofos naturales, dedicados tanto al mundo físico inanimado como al de los seres vivos, perseguían una visión ampliada del mundo, capaz de englobar tanto lo social como lo natural" (Duval, 2008:219). En el contexto de la modernidad

reciente (Giddens, 1998), la relación socioambiental

ha

cobrado relevancia, pues se ha constatado que no existe una naturaleza independiente de las relaciones humanas. Desde las postrimerías del siglo XIX, la relación con el ambiente se intensificó, pero también, se han hecho latentes las implicaciones que el uso del medio como proveedor de recursos y materias primas ha generado, en términos de la continuidad de las relaciones medioambientales. Esentonces cuando resulta imprescindible mirar al medio am­ biente más que como un telón de fondo o un marco donde se desarrollan las actividades de lavida social, pues muchas de estas actividades y formas de vida, requieren y se encuentran mediadas, por el acercamiento físicasdel espacio.

que, en mayor o menor medida, se tenga de las condiciones

Si bien el proceso que implica la búsqueda de satisfactores resultó el inicio de una interac­ ción permanente con el medio físico, la forma en que se ha realizado este acercamiento pue­ de distinguirse a partir de lo que se identifica como modos de apropiación de la naturaleza, de donde se distinguen tres: el extractivo o sinegético, el agrario-campesino

y el agroindus­

trial, que incluyen toda una serie de estrategias que se implementan, para que el ser humano satisfagasus necesidades, y que implican particularidades en la relación sociedad-ambiente. "El término apropiación viene a representar, en cierto modo, una fracción del proceso gene­ ral de la producción en tanto que se refiere al momento en el que los seres humanos se arti­ culan con la naturaleza a través del trabajo" (Toledo, 2002:26), de manera que el momento de la producción de satisfactores implica transformar la naturaleza en productos, e incluso servicios y en esa medida internalizarla en la dinámica del sistema social. En tal sentido la apropiación de la naturaleza es un acto de internalización o asimilación de elementos o servi­ ciosnaturales al organismo social; por lo tanto, los modos de apropiación permiten distinguir la modificación, integración o especificidad en que se da la relación socioambiental en una sociedad determinada. Los modos de apropiación del sistema de producción capitalista han favorecido cambios importantes en los diferentes ámbitos de la sociedad, reconstruyendo, en gran medida, las formas de organización social, e imponiendo también un carácter mercantil a los recursos naturales. A partir del momento en que las ideas capitalistas se volvieron normas, lo que 45

priva es una competencia férrea por la obtención y el manejo de los recursos naturales que han generado grandes negocios, al considerar menos importantes los medios que los fines. En este contexto, el surgimiento ·de trasnacionales, de corporaciones, de empresas dedica­ das a la industria alimentaria, a la extracción de plantas, minerales y otros recursos naturales con fines tendientes a la investigación, transformación y comercialización, da un sentido di­ ferente a la producción y satisfacción de necesidades. El aumento de la población y la diver­ sificación de la misma, han sustentado las nuevas formas de producción, es decir, de apro­ piación de los recursos. Pero la misma intensidad con la que se producen y satisfacen esas demandas, es la misma con la que se modifican las condiciones del espacio; y, para minimizar las afectaciones al negocio alimentario, las agroindustrias buscan permanentemente nuevos espacios con condiciones idóneas para la producción, pero la dinámica de los monocultivos lleva irremediablemente al deterioro de los recursos naturales y de manera específica del suelo. Por ello Rendón (2002:65), afirma que: "la relocalización agroindustrial contribuye a empeorar las condiciones de vida de los productores y jornaleros, quienes ven perdidas sus fuentes de trabajo quedándose con un entorno deteriorado". A lo anterior se suma el decaimiento

del carácter creativo que tuviera, en tiempos pasa­

dos, la actividad del ser humano, para ahora subsumirse a las necesidades e intereses de un proceso de producción (Marx, 2001:216). El tiempo y el espacio también adquieren otros significados. Para Giddens, la modernidad es esencialmente un orden postradicional donde la relación tiempo y espacio modifica su sentido, ya que en las sociedades premodernas el "cuándo" se encontraba intrínsecamente conectado al "dónde". El individuo actuaba con re­ ferencia a un lugar y momento determinados; es dec~r,en un contexto con claras limitaciones geográficas, sociales y temporales. Pero en la modernidad radicalizada, ya no hay coinciden­ cias ni unidad entre estas dos categorías. Giddens utiliza el término desanclaje para aludir a una forma de: "despegar las relaciones sociales de sus contextos locales de interacción y reestructurarlas en indefinidos intervalos espacio-temporales" (Giddens, 2001:28). Estas experiencias favorecen la reconstrucción de las formas de apropiación, uso, distribución y desecho de los elementos

naturales; es decir, se van configurando

formas específicas de

acercarse y relacionarse con el entorno. Los modos de apropiación se han diversificado a la vez que se incrementa su tecnificación; y, estas nuevas formas de organizar, apropiar y distribuir los recursos naturales, si bien han significado una forma de reorganizar las actividades económicas, políticas, sociales y cultu­ rales, ello no ha implicado la desaparición de otros modos de producción y de apropiación, como las campesinas. En plural, porque hay muchas formas mediante las que este sector de la población satisface sus necesidades, a la vez que hacen frente a los embates que el sistema capitalista ha generado. Es por ello que de la sinergia entre las transformaciones ambienta­ les, sociales, culturales, políticas y económicas, surge una reorganización de las producciones campesinas que permite incorporar lo que resulta útil y necesario para su producción, en la medida y forma que se crea conveniente. Por eso, es que en la revisión de Toledo (2002),

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sobre la distinción campesina y agroindustrial, resultan 512 variedades de producción cam­ pesinaa partir de la consideración de nueve elementos", Esasí como los elementos que resultaban claramente diferenciadores

de los espacios ru­

ralesy urbanos, como el trabajo agrícola y el trabajo industrial, en el contexto de los cambios que han seguido al proceso de globalización desde el siglo XX, se han matizado y en lo que corresponde al espacio rural, éste ha llegado a vincular ambos modos de apropiación de ma­ nera por demás enfática y diversa. Cuando estos dos espacios se encuentran en un tiempo y espacio concreto donde sus límites que otrora los caracterizaran se desdibujan, surge una forma distinta en la que se lleva a cabo la satisfacción de las necesidades, que rompe con la oposición, y se gesta una forma distinta de relacionarse con el espacio. Esasí, que las relacio­ nescampo-ciudad adquieren mayor intensidad, además de que los procesos de escala global también se hacen presentes, todo ello en la medida en que se lleva a cabo una "integración de la agricultura con las actividades industriales y de servicios, así como un cambio en el patrón tecnológico significativo en casi todos los momentos del ciclo productivo"(Chiriboga, 2002:7). Tales experiencias han modificado la dinámica productiva y social en su conjunto y trastocado así la vida diaria de los individuos lo que ha llevado a una recreación de sus modos devida y de su propia identidad (Canabal, 1997). Por lo anterior es que la relación socioambiental ha de ser considerada, por sus particula­ ridades en un contexto local, pero con la referencia siempre del ámbito global. Ha de ser re­ ferida en cuanto a la forma de dar respuesta y satisfacer las necesidades; así como las impli­ caciones en términos de la relación socioambiental y sociocultural, sin desdeñar el carácter subjetivo de estas modificaciones, que queda inscrito en las experiencias de los individuos, cuyo actuar ha motivado la reconfiguración del espacio construido. 2. El proceso identitario

de las mujeres campesinas

Espertinente abordar la identidad de las mujeres, en este acercamiento a la relación medio­ ambiental, ya que tanto la identidad como la concepción genérica, es obra de las relaciones socialesque se gestan en el interior de una sociedad, geográfica e históricamente

determina­

da;cuestión que conduce en gran medida, a las acciones de los sujetos, donde se incluyen las referidas al espacio. La construcción de una identidad como "mujer campesina" se encuen­ tra colmada de significados, de estereotipos, que con el paso del tiempo y las experiencias vividas, se van modificando y se refleja en el sentido que cobran sus acciones. La posibilidad de que el individuo recién nacido logre integrarse a la sociedad que lo cir­ cunda, radica en su distinción sexual, si se es niño o niña. Porque para cada una de estas

4 Loselementos son: 1) Tipo de energía utilizada durante la producción. 2) La escala de las actividades produc­ tivas.3) El grado de autosuficiencia de la unidad productiva rural. 4) Su nivel de fuerza de trabajo. 5) El grado de diversidad(eco-geográfica, productiva, biológica, genética) mantenida durante la producción. 6) Su nivel de pro­ ductividad ecológica o energética. 7) Su nivel de productividad del trabajo. 8) Eltipo de conocimientos empleados durante la apropiación/producción; y 9) Lavisión del mundo (natural y social) que prevalece como causa invisible u oculta de la relación productiva.

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categorías existirán condiciones para que sea educado; tendrá que aprender a comportarse, actuar y relacionarse de una manera especifica con los miembros de la sociedad a la que se incorpora, en la medida en que logre interiorizar los códigos de conducta esperados en la familia, ya que sólo a partir de ellos se hará inteligible con los otros. "En función de esta uni­ dad de reproducción

que es idealmente

'la familia', se crea una división sexual del trabajo"

(Narotzky citada por Sosa, 2007:274); y el mismo núcleo familiar, funge como una unidad de reproducción, donde se construyen y se transmiten las actividades que habrán de distinguir la presencia de cada unos de los miembros: la responsabilidad del padre como provisor de los satisfactores y, la madre como reproductora biológica y social al cuidado de los miembros de ese grupo. Esdecir, que la organización del grupo sociocultural define actividades a partir de las cuales cada individuo aprende alguna labor haciéndola objetiva. Es mediante el pro­ ceso de socialización que al individuo le es posible participar en las formas de organización y así reconocer las pautas de conducta, entendidas como "tipificaciones de los quehaceres propios y de los otros, lo que implica que los objetivos específicos y las fases entremezcladas de realización se comparten con otros y, además, que no sólo las acciones específicas, sino también las formas de acción se tipifican" (Berger y Luckmann, 1993:96). Cada grupo social a partir de la forma en que se relaciona con el medio que lo rodea, distingue las actividades que le son necesarias para su desarrollo, así como la distribución de las mismas. Pero si las actividades que desempeña cada individuo se generan a partir de una interacción específica entre individuo-ambiente, las formas de organización que construyen las actividades, no escapan a esta dinámica, y por lo tanto se puede considerar su variabili­ dad. Al existir una articulación del espacio con las formas culturales, ambos se transforman, pero también lo hacen la calidad y cantidad de' los recursos, pero "la población absoluta, la composición por edad y sexo, la densidad poblacional, los fenómenos migratorios y la educa­ ción formal, son factores que igualmente modifican la relación entre el ambiente y la cultura" (González-Jácome, 2004:154). Por lo tanto, cualquier vinculación o variación en la organiza­ ción o en el espacio trastoca la cotidianidad,

lo cual requiere la búsqueda de estrategias que

permitan la continuidad y reproducción social. Así entonces, las decisiones consideradas y el sentido que guiará las acciones de los individuos, estarán referidas igualmente a una forma de concebir y de relacionarse con su espacio. En este marco, es oportuno mirar de cerca la actividad desempeñada, porque demarca un rol específico para las mujeres como parte de un medio sociocultural, que responde a una forma de entender el mundo y de desarrollarse en él. Si, tanto la dinámica socioambiental como la sociocultural, dotan de sentido, pero además, de dinamismo a las acciones de los in­ dividuos, entonces es pertinente no perder de vista el acontecer generacional de las mujeres de un espacio determinado. Son las acciones de ellas las que interesan, porque tradicional­ mente se les ha relacionado con el cuidado de la casa y de los hijos, con una actividad que engloba a lo privado, en oposición a la que desarrollan los hombres en el espacio público. Pero la modificación de las dinámicas socioculturales y socioambientales de las últimas dé­ cadas, han incidido en la deconstrucción

de una identidad genérica, en tanto las actividades

y las experiencias se han vuelto más dinámicas, de tal forma que los referentes se vuelven más amplios y diversos.

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La necesidad de superar el determinismo biológico que ha seguido al género femenino, provocó el interés de una gran cantidad de reflexiones, de tal forma que se ha reconocido la cargacultural que lleva toda distinción genérica, pues los elementos que refieren a hombres ya mujeres varían de acuerdo a una pauta de significados. Sherry Ortner cuestionó la condi­ ción natural de la subordinación de las mujeres, e incursionó con planteamientos que deve­ lan el carácter simbólico con que se les asocia a ellas y a sus actividades. Para Gayle Rubyn el dinamismo que sigue la construcción

cultural,

llega a restar importancia

a la anatomía

(Serret, 2002). Por su parte Scott (1996), define al género como un elemento constitutivo de relaciones sociales basadas en diferencias percibidas entre los sexos. De tal manera que en la distinción de género tiene cabida una carga simbólica de normas y valores, los cuales se aprenden y resultan la piedra angular en el proceso de socialización. Distinguir los roles? es una forma de orientar; aunque no determinan la conducta que desempeñan los miembros, hombres y mujeres, de un espacio socioambiental, significan un punto de partida, que permite apreciar cómo y en qué medida las relaciones al interior de la unidad familiar se han modificado, con dirección a los otros y con referencia a su entorno. De tal forma que resulta necesaria la construcción

de tipologías para distinguir los parámetros

de acción de los individuos. Las instituciones representan, en este proceso, una forma de internalizar las conductas, los roles que condicionan, en alguna medida, la objetivación del mundo y la integración del individuo a una sociedad determinada. "Al desempeñar los indi­

viduos roles, participan en un mundo social; al interiorizar dichos roles, ese mismo mundo cobrarealidad para ellos subjetivamente" (Berger y Luckmann, 1993:97). Por ello el desem­ peñode un rol, alude a un tipo de actor en un contexto particular, pero la incorporación que realizael sujeto de los repertorios socioculturales en los que se inscriben los roles, se diver­ sificapor las experiencias que adquiere el individuo, lo que permite reconocer la dinámica en la significación del espacio. Estaforma diversa de introyección que realiza el individuo correspondea lo que Giménez (2005), llama el lado subjetivo de la cultura, esto es la identi­ dad.y es que los procesos macro, socioculturales y socioambientales, recorren también las experienciasde los individuos, quienes las recrean de acuerdo a un contexto que permite reelaborarsusnecesidadese intereses. Loscambios acontecidos en los espacios rurales han llevado a una modificación de las actividadesque ahí se realizaban en buscade la satisfacción de necesidades, por lo que en muchasocasiones la actividad agrícola con la que se vinculara al campesino, ha quedado en un plano secundario, aunque no se ha abandonado. En dichos términos, la búsqueda desatisfactoresha llevado a que las mujeres realicen actividades que distan mucho de las quedesarrollabansus pasadasgeneraciones,y es que si bien "las labores que cada género desarrollahan sido establecidas por la tradición cultural, la división sexual del trabajo así determinadapuede ser modificada por condiciones específicas" (Sosa,2007:281). Incluso a 5 Noestá por demás enfatizar que, aunque el concepto de "rol" permite tener un punto de partida desde donde mirarel sentido, reconocimiento e institucionalización de la acción, ello no implica verlo como determinante del individuo,antes bien se alude a su dinamismo y por ende a su transformación, pues se sabe de la variedad de roles queun individuo puede desempeñar como padre, hijo, hermano, trabajador, etcétera, pero en este caso se pone especialatención en las actividades que permiten constatar la relación con el ambiente.

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muchas mujeres de estos espacios se les ha vinculado a la multiplicidad

de actividades que

desarrollan, sobretodo en contextos de crisis, porque al haber un rompimiento de la lógica de la economía campesina, o al entrar en crisis sin importar la razón que fuere, los trabajado­ res agrícolas se subsumen en la dinámica de la producción capitalista, cuestión que implica, entre otros aspectos, un reajuste en las actividades de los miembros de la familia, y obliga a las mujeres a desempeñar otras tareas; en paralelo a las responsabilidades en la reproduc­ ción del hogar. El hecho de que algunos rasgos se hayan modificado, no ha despojado a las mujeres de las actividades referidas al cuidado del hogar y de los hijos; por el contrario, a és­ tas se suman las experiencias laborales dentro o fuera de la comunidad e implican una serie de conflictos y negociaciones tanto personales como familiares en sus comunidades. El contexto de la modernidad

reciente, tiende a acentuar el sentido dinámico y multifac­

torial que caracteriza a la identidad, pues la velocidad e intensidad con que se generan los procesos socioculturales recae, de manera especial, en los referentes simbólicos, estructu­ rales y sociales. El contacto con formas de vida de otras ciudades a través de la experiencia individual o a través de los medios de comunicación,

las charlas de vecinos y familiares, entre

muchas otras, han incorporado a la vida diaria formas de vestir, de hablar, de relacionarse, incluso formas de pensar que, intensifican la dinámica de los espacios rurales. Pero estas nuevas experiencias si bien han significado un cambio de referentes para las mujeres y para la sociedad en su conjunto, estas formas no siempre alteran, o no lo hacen con tanta velo­ cidad, con los elementos que marcan la distinción de la comunidad campesina de manera más profunda. Puesto que, a decir de Catalina Arteaga (2000:175), "la modernización no necesariamente es un proceso desarticulador de lo social, sino que también puede provocar fenómenos de articulación y revalorización social i¡ comunitaria". En este sentido, es posi­

ble considerar que frente a los embates modernizadores y de alteración en las actividades productivas, se producen una serie de rearticulaciones en el entramado social como una estrategia que afianza los vínculos comunitarios. Así, la identidad y concretamente la identidad genérica, es vista como un proceso en per­ manente deconstrucción que cobra forma a partir de la relación intrínseca que existe entre el individuo, la sociedad y el entorno; es decir que no está dada, sino que se configura en el proceso de socializaciónque refiere a una cultura, espacio y tiempo determinados. Eneste interrumpido proceso hay característicasque permanecen y son constantes en el actor, pero otras más son mutables, y es justo a partir de esta selección, permanencia y cambio que se va trazando el proceso identitario. De esta manera, algunos códigos de conducta que en generacionespasadasfueron parte de la distinción entre hombres y mujeres en los espacios rurales, como la forma de vestir, la división de tareas, la toma de decisiones individuales, entre otras. Aunque es necesario reconocer la existencia de cambios significativos y la refor­ mulación de contenidos en la construcción de lasidentidades, en muchos casos,esto no con­ duce a distinguir una transformación mayúscula en las relacionesde género y puede deberse a que las modificaciones no han llegado a transitar el orden subjetivo donde se encuentra impresala tradición y la costumbre; sin embargo, esto empieza a cambiar de forma paulatina para presentarseen el plano de lo concreto.

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Con lo anterior se hace referencia a una identidad construida,

provocada y no dada, en

permanente selección de elementos, de rasgos que se apropian o se desechan; y en este mismo sentido, se enmarca la construcción de una identidad genérica. El planteamiento de Bergery Luckmann (1993:166), distingue a la socialización primaria y a la socialización secun­ daria, desde donde es posible concebir la variabilidad

identitaria.

Esta variabilidad

empieza

por ser trazada bajo ciertos parámetros que se van modificando con el paso del tiempo, a razónde las experiencias con el entorno social y con los otros, y en este sentido se nutre y adiciona con elementos que pueden distar de los propios de la cultura que forjará su iden­ tidad primaria, así es como se hace evidente la recreación mutua entre identidad y cultura. Larecreación de los elementos culturales mediante las experiencias nuevas, que cada indi­ viduo incorpora, de manera particular, en el proceso de socialización, permite entender a la identidad como la parte subjetiva de la cultura que encausa la articulación de una sociedad. Porque la "identidad sólo puede consistir en la apropiación distintiva de ciertos repertorios culturales que se encuentran en nuestro entorno social, en nuestro grupo o en nuestra so­ ciedad" (Giménez, 2005:1), de tal manera que se apunta a la relevancia de la identidad, cuyo procesode construcción, permite mirar de cerca el diálogo que se establece entre la cultura, el espacio y el sujeto mismo. Esta interacción trae implicaciones, aunque de manera distinta, paracada uno de los elementos que participan. En suma, se entiende que el proceso de socialización en sus distintos ámbitos, no puede servisto de forma aislada al espacio y tiempo concretos, pues como ya se ha mencionado, lascaracterísticas del entorno repercuten, en mayor o menor medida, en las formas de orga­ nización,en la creación de significados, de repertorios culturales, así como de las actividades que será posible desarrollar. Las modificaciones socioambientales y socioculturales; si bien, tienen repercusiones en todo el entramado social, en el caso de la construcción por la dife­ renciasde género, parece reorganizarse en función a parámetros más amplios, puesto que en el nuevo contexto, en el que se vuelven más estrechas las relaciones entre los espacios ruralesy urbanos, es posible constatar una coexistencia de referentes tradicionales y recien­ tes. Seconfiguran así nuevos escenarios donde los individuos establecen nexos cada vez más amplios y diversos, a la vez que tiene cabida una recomposición de referentes materiales y simbólicos que entre conflictos y contradicciones, son apropiados por los individuos. Enton­ cesel proceso que sigue la identidad de las mujeres se va haciendo cada vez más complejo, másdinámico y mucho más distinto entre cada grupo generacional, con lo que se muestra el dinamismo de los roles como parte de la identidad, lo que además implica consideracio­ nesy motivaciones distintas en la toma de decisiones hacia otros actores y hacia el espacio mismo.

3. La organización del espacio Enuna de las obras más destacadas referidas a la organización del espacio, Jean Labasse, en 1964 formula los principios de la Geografía Voluntaria, como una reflexión enfocada a la acción,a la que considera como parte de la geografía aplicada, encaminada a la organización del espacio. Es a partir de entonces, que las explicaciones giran en torno a los esfuerzos que el hombre emprende deliberada y colectivamente, con la mirada enfocada en modificar las

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condiciones espaciales del entorno en una localidad (Bielza, 2008). Casi paralelamente a La­ basse (de la escuela francesa), otro autor destacado, Stamp, critica la falta de aplicación de los conocimientos y aportes académicos derivados de aquella escuela francesa y pone de manifiesto la importancia

de su aplicabilidad desde el bloque soviético.

Para hacer converger la organización del espacio con su transformación cesario complementarla

con otras actividades

inherentes

al territorio,

óptima, es ne­

como la cohesión y

estabilidad social, la condición y estructura socioeconómica, la madurez y voluntad política de sus gobernantes y, el reconocimiento histórico del potencial en sus distintas clases de recursos naturales, económicos, humanos y técnicos. Recientemente Santos (2000), consideró el espacio como un conjunto de fijos y flujos, y se refiere a los primeros como elementos que permiten la modificación del lugar, y a los segundos, como resultado directo e indirecto de las acciones que también alteran el espacio. Esta condición, permite la reconfiguración de la naturaleza totalmente humanizada que se comprueba con la incorporación de cualquier tipo de acción y elemento que altere la na­ turaleza, y por lo tanto el espacio. No obstante, el espacio: "está formado

por un conjunto

indisoluble, solidario y también contradictorio, de sistemas de objetos y sistemas de accio­ nes" (Santos, 2000:54). Si al inicio la naturaleza era "salvaje", con el desarrollo de la técnica, ahora el espacio se compone, cada vez más, de objetos artificiales. Y en efecto, se erige la ciudad como el segmento artificial por excelencia y se deja atrás la lógica de estructuración y funcionamiento del entorno natural que se desarrolló en el campo, y que para este texto se entiende como similar a lo rural. Espor ello, que "el espíritu de Fausto,fascinado por el orden

lógico,en detrimento del orden humano, hace fracasar las experiencias de organización del espacioinspirado en él" (Labasse,1973:729). Enconsecuencia,la "hija del pueblo" como Labasse(1973) llama a la ciudad, se olvidó de su origen y ha puesto distancia de por medio respecto del campo. Sinembargo, los estudios del espacio rural tienen todavía mucho potencial para la reflexión, siempre que no desapa­ rezcano se vean invadidos hasta verse confundidos con las característicasagobiantes de los procesosde urbanización. Otro concepto que tiende a confundirse con espacio, es el de paisaje; no obstante, el primero incluye lasinterconexiones territoriales resultado de la presenciade hechos sociales que caracterizanel paisaje. Como estableció Bailly (1979:31) hace ya más de 30 años, "los paisajesnacendel encuentro entre organizacionesnaturales y humanas,y son a la vez sopor­ tes y productos del mundo vivo"; esta concepción buscaestudiar el espaciosubjetivo, donde la percepción mental se impone sobre la material. Estees un punto de partida fundamental que no debe perderse de vista cuando hablamos de dos aspectos esencialesen este docu­ mento, porque la organización del espacio se basa en lo que está dispuesto e interrelacio­ nado en el territorio; es por esto que la identidad y cultura de la mujer zacateca,es reflejo y forma de entender los comportamientos, ideas, expresionesy manifestaciones humanas en el medio rural. Cuandoestos dos ejes se juntan, el espacio rural se transforma y modifica, a

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laluz de un doble contexto histórico: uno construido un antecedente milenario (los recursos naturales). Laapropiación y transformación

por cientos de años (cultura) y otro con

del espacio rural comienza a resultar útil por la necesidad

de equilibrar los elementos y procesos, ya que entre utilidad y escasez, se vuelven altamente valorados en la sociedad: el agua, el paisaje, la luz, la fauna y flora, la vida silvestre, los eco­ sistemas,el aire limpio, el espacio agrícola productivo, la recarga de los acuíferos, las forma­ cionesgeológicas, la geomorfología, los procesos de asimilación energética y la polinización, entre otros procesos y elementos vitales del ciclo biológico. Cuando los elementos anteriores seven alterados por un ente antrópico, la lógica de transformación asume una doble cara: el sacrificio y la satisfacción (el sacrificio de los recursos naturales para satisfacer necesidades sociales);por supuesto, en una interacción donde las dimensiones dicotómicas conviven sin muestra de racionalidad aparente, tan sólo la convivencia del hombre con su medio natural. Sinembargo, el problema inicia en el momento en que la alteración del ecosistema como unidad de síntesis, interrumpe

los equilibrios

de extracción, transformación

y apropiación

excesivapor parte del ser humano. Las fronteras de lo racional se diluyen y los desequilibrios aparecen con sus devastadores efectos nocivos, al medio ambiente en primera instancia y reversibles para su promotor. Ordenar y organizar no son sinónimos, lila ordenación del territorio implica, fundamental­ mente, un conjunto de actuaciones de relocalización encaminadas a corregir los dos tipos de desórdenes territoriales: ecológicos y socioeconómicos, que afectan a las partes y elemen­ tos del territorio desequilibrados entre sí" (Bielza, 2008:153). Cuando se hace referencia a la organización del espacio rural desde la perspectiva de lás mujeres zacatecas, el término hace alusión al establecimiento de cambios para lograr fines, con base en la asociación de perso­ nasde una localidad rural, donde se busca la estructuración espacial de actividades desde el actuar ciudadano en sus respectivos territorios. La estructura articulada por las partes del territorio, condiciona el actuar de los ciudadanos y define los tipos de prácticas. En este caso, el actuar de la mujer zacateca está invadida por una serie de condicionantes su inserción en la vida cotidiana de los hogares zacatecos tradicionales,

históricas desde

como la progresiva

incorporación a otras actividades de superviviencia ensanchadas por las oportunidades mercado local y por la nueva articulación de las ciudades con el espacio rural.

del

También ha de destacarse la identidad cultural como otro de los elementos poco valorados durante el proceso de promoción del desarrollo y por lo tanto en la organización del espacio rural. El conjunto de saberes, comportamientos, costumbres y prácticas que promueven el sentimiento de pertenencia, son fundamentales en la integración de las actividades cotidia­ nasde la comunidad rural. Los rasgos culturales, juegan un papel primordial en el éxito de las grandes trazabilidades de la vida rural, incluso muchos ejemplos demuestran que la fuerza social de las comunidades arrastra consigo el destino y rumbo de la voluntad colectiva de losciudadanos; es decir, la forma de pensar, ser, actuar y ver los contextos por parte de la colectividad, determinan las diferencias en el rezago o grado de avance en sus aspiraciones legítimas por mejorar la calidad de vida de sus habitantes. No obstante lo anterior, el entorno geográfico compuesto por la localización, clima, topografía, relieve, recursos naturales dispo53

nibles, entre otros, son fundamentales

para direccionar los procesos de desarrollo; y dichos

elementos, son base de la organización del espacio rural. En consecuencia, al igual que la población urbana, el entorno

rural también se organiza

con verdaderos mosaicos culturales, diversos estilos de vida, con valores distintivos y legíti­ mas aspiraciones que hacen posible la cohesión social que se reconstruye con la historia y provoca comportamientos sociales diferentes a los de una ciudad. Aunque la vida social de un entorno urbano tiende más a fragmentarse que la rural, por la diversidad de actividades como escuela, casa, recreación, comercio, servicios, relaciones sociales estrechas yorganiza­ ción social de las personas en constante movimiento, la organización social rural adopta sus propias reglas y comportamientos. En definitiva, el entorno natural característico del espacio rural, se construye como un soporte material donde los hechos físicos que componen y estudian aspectos como: la geo­ logía, clima, hidrología, suelos, vegetación, relieve, temperatura, entre otros (Zárate, 2003), constituyen la base para el fortalecimiento de las relaciones territoriales y la organización del espacio.

4. El espacio rural El espacio rural del elemento central de discusión que presenta una problemática más o menos difusa; e incluso, un reconocimiento más intuitivo que discursivo, y se adapta más a una noción que a una definición; por lo tanto, la .caracterizacióndel espacio rural, se es­ trecha más con lo étnico, cultural, social y físico natural; aunque sus alcancessean distintos de los comúnmente aceptados. A pesar de que una visión geográfica asume el medio rural como espacio cultivado e inculto, en realidad es un sistema de elementos con interacción dinámica, organizados en función de un objetivo con factores que pertenecen al ambiente natural y humano; como los étnicos y sociales;o institucionales y políticos que son de difícil interpretación. Debe utilizarse con cuidado la calificación de lo que es urbano y lo rural; ya que "no son calificativosexcluyentes, una escalapuede expresar con mayor aproximación la realidad que la dicotomía habitualmente manejada (...) el espacio rural está penetrado en grados diversos por el mundo urbano" (Gómez, 1985:22). Por lo tanto, la simultaneidad sobre la presencia de estos dos espacios,supone una interrelación ineludible, de intercambio constante y de integración complementaria, ya que el espacio rural requiere centros urbanos y éstos últi­ mos crecen a costa de los primeros. En consecuencia, el espacio rural es el soporte de un sistema complejo y no puede considerarse independiente del entorno urbano; por lo tanto, se sugiere no caer en la confusión de tratar el espacio rural como un ente homogéneo, ya que pueden, en su interior, encontrarse zonas con característicasdiferentes, aunque en su totalidad, hayansido objeto de una regionalización. Por lo anterior, desde que el centro de atención del análisisfueron los recursos naturales, el protagonismo del espacio rural fue inminente, porque se comprendió su ilimitada exis54

tencia y se agudizó la manifestación

de sus efectos negativos. No obstante, "el hombre ha

conseguido una desproporcionada capacidad de transformación sobre su entorno, que pone en peligro, a escala planetaria, la estabilidad de los equilibrios naturales y de los elementos y procesos que intervienen

en ellos" (Gómez, 1985:63).

Para atenuar esos desequilibrios,

es importante

entender que "localidad y desarrollo van

unidos" (Vachón, 1993:8); esta es una premisa fundamental

en la apuesta por considerar al

espacio local como eje para promover una mejor calidad de vida de sus habitantes. El terri­ torio rural se vuelve imprescindible por la importancia de la identidad y el desarrollo que se gestan históricamente en esos espacios, por ello es necesario evitar romper las implicaciones del llamado circuito de la desvitalización local que se sintetiza en la siguiente figura.

Figura 1. Elcircuito de la desvitalización local en Zacatlán

Degradiicián-S!iciid, desmnvOzacilÍn, 'p¡b' ypinfid, do (narte del munici¡lTozaratece]

="ln"

Sobree~plDtació" ysubexp!otac:ión (zona ncrls y f1l!reritnte)

Bajo ninl de escolarización. cua&fitacién prQfesicnal y conformismo de omprosaria ~tal (ciudad d. ¡mllin)

Fuente: adecuación a la región de análisis con base en Vachón (1993).

Uno de los procesos negativos de mayor impacto sobre el espacio rural, es la degradación del entorno, por diversas razones atribuibles a la mala gestión de los recursos naturales, tales como: deforestación, tala indiscriminada, uso masivo de fertilizantes, pesticidas, erosiones, deterioros, desequilibrios ecológicos, contaminación de ríos con aguas residuales, y otros másque son prácticas comunes en el espacio rural. Aunque diversos actores del desarrollo local,intentan colocar los cimientos territoriales

mediante iniciativas económicas e inyección

de recursos, la mayoría de las veces, generan profundos deterioros en el proceso de apropia­ ción del espacio y efectos tan nocivos como incalculables al paisaje ecológico. 55

A pesar de que el espacio rural tiene entre sus características una población dispersa yes­ casez de servicios públicos, los efectos negativos hacia el medio ambiente son cada vez más intensos porque recientemente, se ha configurado a los espacios como promotores de acti­ vidades industriales, asociadas a tareas de alto impacto socioeconómico

y ecológico, como

empresas de explotación forestal y minera. Por lo anterior, se busca que los nuevos territo­ rios locales sean el soporte o asiento de sociedades locales cohesionadas y dotadas de una identidad incentivadora, que aportan -o pretenden aportarnuevos escenarios vitales en un mundo global presente prácticamente,

en cada rincón del planeta.

Hace algunos años el espacio rural era considerado un espacio marginal, -a excepción de algunas zonas periurbanas o enclaves de alta productividad agrícola- donde se direcciona­ ba una política más de tipo sectorial por su eminencia ganadera o agrícola; no obstante, en años recientes cuando la globalización de los espacios rurales genera un proceso integrador, la disociación entre espacio rural y urbano sigue siendo una realidad y ahora no sólo se man­ tiene, sino que se ensancha. En consecuencia y dada la importancia de los elementos y flujos del espacio rural, debe considerarse como un entorno que coadyuva a innovar y promover el desarrollo regional; y no como un espacio que recibe asistencia y subsidio sectorial. El nuevo derrotero, está en la búsqueda de una economía rural moderna, pero no significa perder los elementos característicos distintivos del entorno, sino demostrar primero la autosuficiencia alimentaria en ese espacio y después destinar recursos de origen rural a la "hija del pueblo" como bien señala Labasse, para demostrar cómo se gesta un sistema territorial integrado, con suficiencia y una prominente fuente de abasto de mercancías y alimentos a las despro­ vistas y demandantes ciudades del siglo XXI. 5. Apropiación

y transformación

del espacio rural de la mujer en Zacatlán, Puebla

Uno de los mayores cuidados que debe tenerse en una sociedad que históricamente,

ha

construido un alto valor identitario, es no quebrantar la fortaleza de la vida comunitaria y la pérdida del sentimiento de pertenencia. Zacatlán, es un municipio con un pasado glo­ rioso, pero con un presente lleno de contradicciones

en su entorno

urbano; no obstante,

el espacio rural puede representar el futuro deseable, si de lo que se trata es de reinventar y reconstruir un territorio con potencial y recursos propios para alcanzar el desarrollo y la sustenta bi Iidad. El estado de Puebla está divido en siete grandes zonas; el municipio de Zacatlán se en­ cuentra ubicado en la Sierra Norte del estado de Puebla; cuenta con una extensión territorial de 490.47 Km2 que representan el 1.28% de la superficie del estado, ubicándolo en el 7º

lugarde extensión a nivel estatal. Al Norte colinda con los municipios de Ahuazotepec, Huau­ chinangoy Chiconcuautla; al Sur con Aquixtla, Tetela de acampo y Chignahuapan;al Oriente con Ahuacatlán, Tepezintla,y Cuautempan; y al Poniente con el municipio de Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo.

56

Mapa 1. Localización del municipio de Zacatlán, Puebla

Fuente:elaboración propia en software de SIG,datos raster Landsat de la NASAy vectoriales deIINEGI, (2000).

Elmunicipio de Zacatlán presenta una composición físico-natural con característicasemi­ nentemente rurales, únicamente la cabecera municipal tiene una tipología urbana, aunque enella se presenten vestigios rurales por doquier. De los 495.47 km. de superficie que pre­ sentael municipio zacateco,la cabeceramunicipal tiene 4.88 krn-.: es decir, apenase11%del territorio. Noobstante, instituciones como ellNEGl, consideran que la mancha urbana de las locali­ dades-aunque aparecen como asentamientos humanos dispersos- alcanza118.4 kilóme­ troscuadrados, lo que representa el 24.14%del territorio municipal (Ver Mapa 2).

57

Mapa 2. El espacio urbano y rural

·,---------·7

Estado de , Hidalgo~ r- ~

( r

HUAUCHINANGO i.,

(.

CHICONCUAUTLA

(

TEPETZINTL

SIMBOLOGíA

=:J Espacio urbano de Zacatlán Espacio rural de Zacatlán _ _] Municipios del estado de Puebla

~

Fuente: d:uos veelcfI;,!es INEGI,2000 Pf'QVeu.I6n'CCL

~~¡H;>:h

Fuente: elaboración

propia en software

I

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*

TETELA

í

J

A QUIXTLA ESCALA GRÁFICA

____________

de SIG con datos vectoriales

o

-1

\



deIINEGI, 2000.

El área rural se caracteriza porque el trabajo se rige por la actividad agraria tradicional que depende de los recursos del medio natural, dispersos en el entorno; en consecuencia, predo­ mina la riqueza natural del paisaje donde los usos del suelo se caracterizan por explotaciones agrícolas, forestales, ganaderas y mineras -en prácticamente todo el territorio de Zacatlán-. Por lo que respecta al tamaño de las localidades, se compone de núcleos pequeños de po­ blación y presentan un aislamiento

que supone la dispersión de caseríos y distanciamiento

relativo de las zonas habitadas; lo anterior provoca que existan casas habitación con grandes espacios de terreno donde llegan a disponer de sus propias parcelas para el trabajo agrí58

cola conjuntamente

con las viviendas; por consiguiente,

existe baja densidad de población

en términos absolutos. En el Mapa anterior se pudo apreciar la extensión de territorio que abarcala población urbana dispersa, -a excepción de la cabecera municipalrepresenta el 57.19%de la población zacatleca. La cabecera municipal concentra el 42.81% de la población total del municipio. Mapa 3. Población por localidades en el municipio de Zacatlán

Tlaola Tlapa

PODlnClón n\ ~005

Chiconcuautla

SIMBOLOGIA Rangos de poblaCIÓn por localidad en el mUOlOPIode Zocullan 3501 - 30805 1001·3500 501· tOOO 101·500 1 • 100 HablU,ntot

Chignahuapan

Aquixtla

"

*

Fuente:elaboración propia en software de SIGcon datos vectoriales deIINEGI, 2000 y datos del CONA­ PO 2005.

Enel mapa anterior, se aprecia que la mayor parte del territorio zacatleco,tiene masa fo­ restalvigorosa; a excepción de la región noroeste, donde la tala inmoderada, el crecimiento delocalidadesurbanas de Chignahuapany el trabajo intensivo de la actividad minera, tien­ dena la sobreexplotación de los recursos naturales disponibles. Laimportancia del espacio rural zacatleco, radica en la trascendencia del manejo de los recursosnaturales cuya riqueza es incuestionable. No obstante, a pesar de que también hay unavaloraciónde la identidad y la cultura, el medio ambiente es uno de los primeros elemen­ tosasociadosa la caracterización rural; incluso, la NEPA(National Environmental PolicyAct) 59

de los Estados Unidos, integra los elementos anteriores al definir al medio ambiente como el "conjunto de factores físicos, sociales, culturales, económicos y estéticos que afectan al individuo y a las comunidades, que determinan su forma, carácter, relación y supervivencia" (citado por Gómez, 1985:30). Se entiende que si los recursos naturales están normalmente, fuera de los espacios urbanos y éstos son altamente valorados por la cantidad de insumos que proporcionan a los habitantes de las zonas urbanas, el desarrollo rural y urbano, depen­ derá de la conservación de la naturaleza, dominante

en los espacios rurales. Resulta por lo

tanto fundamental la conservación de las formas de pensar, sentir y actuar de los habitantes en esas localidades, y una de las expresiones o rasgos más representativos en la región norte del estado de Puebla, es quizá la preservación de la lengua indígena que se representa en el siguiente Mapa. Mapa 4. Población que habla lengua indígena en el estado de Puebla

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1111-05

Nota: (*) Contempla lasfábricas que proporcionaron información para todos los momentos. Fuente: elaboración propia con base en Encuestasa FábricasRecuperadas(EFR).

Lanecesidadde ocupar los puestosvacíos,estimuló a los trabajadores a desarrollar dife­ rentes prácticasen el proceso productivo. Laprincipal estrategia fue la "rotación" de puestos de trabajo y la "diversificación de actividades y funciones", lo cual-como lo observaron otros investigadores- ha llevado a los trabajadores a aprender una serie de nuevastareas que los enriquecen y, en muchos casos, los recalifican". De acuerdo con la encuesta que efectua­ mos, sobre 194 respuestasválidas, el 75% de los trabajadores realizatareas que no hacíaan­ teriormente: un 37.5% efectúa actividades relacionadascon la administración, planificación de la producción, dirección de la cooperativa y comercialización, funciones que generaron mayor dificultad para ser cubiertas. Eneste sentido los trabajadores observan: Sabíamoshacer el producto y sabíamos que lo podíamos hacer bien, sacar un buen produc­ to, pero no sabíamos cómo manejar una empresa, cómo gestionarla"( ...) "Eso es lo que nos

12 Facultad Abierta 200S. 13 Rebón, 2004; 2005 Y Fajn y Rebón, 2005.

88

resulta increíble de creer hasta a nosotros mismos. Cuando los muchachos me eligieron de presidente, yo no sabía nada de oficina, estaba en la parte de mantenimiento como electri­ cista yeso mismo le pasó a todos los demás muchachos, al tesorero, al que está en ventas, en compra, tuvo que aprender todo lo de la oficina, qué es una nota de débito, de crédito, una factura, un remito, en ese momento no teníamos ni siquiera la confianza de hablar con el cliente (Entrevista al Presidente de la Cooperativa Unión y Fuerza,abril de 2005). En el 61% de las fábricas estudiadas, las personas que trabajan en planta pueden realizar otras tareas además de su ocupación principal y en el 32.3% de estos casos, efectúan toda clasede actividades, lo cual habla de la conformación de un tipo de trabajador que no tiene una ocupación principal y que por lo tanto requiere una visión general de todo el proceso productivo, como lo observa un colaborador de las fábricas: En las recuperadas, los trabajadores entienden para qué hacen lo que hacen, saben lo que están haciendo, comprenden el significado de su trabajo, entienden el sentido final del tra­ bajo, adónde va a llegar y qué función cumple. Adquieren un conocimiento total de la dimen­ sión de la empresa". Enel área de administración, el 49% de los responsables hacen otras tareas y en la comercia­ lización,el 45%; en el 19% de los casos estas últimas funciones son realizadas por los mismos que hacen las tareas administrativas, por los miembros del Consejo de Administración o por todos los trabajadores (Cuadro 1). Cuadro 1. División del trabajo en distintas áreas de la fábrica En la planta Hacende todoenptanta/responsableshacenotro trabajo Divisióndettrabajosegunformación Haydivisión.perosi se necesitase hacede todo Otro Total

En la administración

En la comercialización

Frecuencia

(%)

Frecuencia

(%)

Frecuencia

(%)

10 11 9 1 31

32.3 35.5 29 3.2 100

12 13 3 3 31

38.7 41.9 9.7 9.7 100

14 11 O 6 31

45.2 35.5 O 19.3 100

Fuente:elaboración propia con base en Encuestaa FábricasRecuperadas(EFR). Deacuerdo con las entrevistas y encuestas realizadas, la rotación en las actividades que an­ tesefectuaban los trabajadores, así como en las funciones de dirección en la planta y la ges­ tión de la cooperativa, comenzó por una cuestión de necesidad: el 44% declaró que lo hace porque la persona que hacía la tarea ya no está en la cooperativa. Debido a las múltiples y urgentescuestiones que tuvieron que enfrentar para iniciar la producción, trataron de man­ tener la organización anterior tanto como pudieron, dado que esto les facilitaba afrontar di­ chasurgencias. Sin embargo, también en esos casos dicha organización asumió modalidades muchomás flexibles ya que los trabajadores consideran que la rotación proporciona al colec-

14LázaroLeschinsky,palabras en Conferencia de Asociación de Abogados de Buenos Aires realizada el 20 de abril de 2005.

89

tivo la posibilidad de cubrir ausencias ante situaciones específicas como vacaciones (que en algunos casos se cubren con pagos en efectivo) o enfermedades. Conforme fue avanzando el proceso, la rotación también se fue asumiendo porque resultaba más placentera (19%) o porque el grupo de trabajo eligió al trabajador

para ello (35%).

Aun si en muchas de las fábricas estudiadas había rotación en los puestos, cuando se trabajaba bajo relación de dependencia,

la polivalencia en las fábricas recuperadas fue ad­

quiriendo otra naturaleza: al compartir responsabilidades también se comparten, de manera mucho más horizontal, saberes y aprendizajes que circulan en cada grupo de trabajo y entre los distintos grupos vinculados al Movimiento, pues ya no existe el temor de la competencia. Como lo expresa uno de los trabajadores: Aprendí de mis propios errores y de los errores de los otros" [...]"EI compartir la experien­ cia te permite verificar, modificar, por eso es importante transmitirse las cosas,hablar, eso mejora mucho la calidad del trabajo" [...] Antes había mucho egoísmo obligado por la com­ petencia y el miedo, se guardaban secretos, pero ahora es diferente porque el egoísmo de uno puede perjudicar al conjunto, si una máquina se rompe todos pagamos. (Maquinista, 34 años, diálogo en la planta de cooperativa "Los Constituyentes", agosto de 2005).

Antes los "secretos" se atesoraban porque eran una diferencia específica que podía servir como elemento de negociación para salvaguardar el propio empleo, pero ahora se empie­ zan a socializar porque hay un horizonte compartido que se puede perjudicar con actitudes individualistas. Si al momento de iniciar la producción los trabajadores tenían conocimientos limitados en materia de administración, dirección y comercialización, fueron adquiriendo nuevos co­ nocimientos y habilidades mediante el aprendizaje y la transmisión de saberes brindados por los trabajadores de la propia cooperativa o de otra, así como por cuadros técnicos que trabajan para el Movimiento. En algunas fábricas se contrataron profesionales a modo de asesoresexternos para esta tarea. Lacooperativa "San Carias",por ejemplo, cuenta con ase­ soresexternos en Seguridade Higiene; Ingeniería Industrial y en Ingeniería Mecánica, lo que le ayudó en la obtención de la certificación ISO9000 en 2003. Asimismo, San Carlos com­ parte el contador con "Química del Sur", otra de las cooperativas del movimiento. También se ha observado que, como parte de las diferentes solidaridades y apoyos entre lasfábricas, algunos grupos de trabajo que mantuvieron a casi todo el colectivo, colaboran con otras cooperativasdel Movimiento. Estatransmisión y socialización de los distintos saberes referidos a la producción, tam­ bién se observa en la encuesta efectuada a los trabajadores. Entre quienes declararon haber recibido algún tipo de capacitación para poder cumplir con sus responsabilidadesy/o tareas en la cooperativa, el 60% dijo que la misma provino de sus propios compañeros de fábrica, el 22%observó que contó con el apoyo de trabajadores de otras fábricas recuperadas y una proporción similar con el asesoramiento de los técnicos de MNFRT.

90

Entre quienes dijeron haber contado con otro tipo de capacitación, destaca la obtenida de la experiencia previa en el trabajo (32%) y, específicamente, en la empresa fallida (26%) asícomo haber recibido capacitación de cursos del gobierno (16%) o estar estudiando (8%) (Cuadro 2). Lacirculación de los saberes, se observa en el hecho de que el 42% de quienes visitaron otras cooperativas (que representaron

el 70% de los encuestados),

declaró haberlo hecho

paraasesorar a compañeros en temas específicos, mientras que e182% dijo haberlos visitado paraintercambiar opiniones. Latransferencia de conocimientos que circulan no se circunscribe sólo a las competencias codificadas y genéricas que se transmiten a partir de un lenguaje formal y sistemático, y se refieren a los procesos de trabajo, sino también abarca "conocimientos tácitos" que se trans­ miten a partir de cierta comunicación, participación y compromiso, y sirven para maximizar lasolidaridad alternativa en la que entraron los trabajadores al protagonizar las experiencias de lucha y recuperación

de las fábricas. Este tipo de transmisión

ha estimulado

la coopera­

cióndentro de cada grupo de trabajo y entre distintos grupos; así como relaciones de poder máshorizontales. Como lo expresa uno de los trabajadores: Lo fundamental de estar en el Movimiento, es haber tomado de todas las experiencias de las otras cooperativas y aplicarlas a la nuestra para reforzar el grupo y no caer en el error en que caen otras por mal gerenciamiento. Esque no se trata de pasar de un patrón a otro, que a lo mejor puede ser peor. Todas esas cosas las hemos ido aprendiendo en el Movimiento (Entrevista al Presidente de la cooperativa "Evaquil", mayo de 2005).

Cuadro 2. Capacitación para el trabajo recibida y transmitida Para cumplir con sus tareas/responsabilidades

por los trabajadores

recibió apoyo y capacitación

...

Si

("lo)

NO

('lo)

Total

('lo)

Recibió capacitación

125

60.39

82

39,61

207

100

Trabaiadores de la misma fábrica

76

60.32

50

39.68

126

100

Trabajadores de otra fábrica

29 27

100

7

99 119

77.34 78.57 94.44

128

Universidad

22.66 21.43 5.56

99

Técnicos del MNFRT

126 126

38

30.65

86

69.35

124

100 100 100

Otros

Desde que comenzó con la cooperativa Ud. ha ido personalmente ¿ Visitó a otras cooperativas?

141

¿ Visitó a trabajadores para asesorarlos? ¿Para intercambiar opiniones?

60 119

Otros

5

66.51 41.67 82.07 3.65

a ...

71

33.49

212

100

84 26 132

58.33 17.93 96.35

144 145 137

100 100 100

Fuente:elaboración propia con base en Encuestaa Trabajadores de FábricasRecuperadas(ETFR). Delos aciertos y errores de otras experiencias se aprende sobre las relaciones de poder, parano caer en situaciones en las que el "patrón"

"puede ser aún peor". En el próximo 91

apartado profundizaremos sobre este aspecto. Ahora conviene observar que, desde el MN­ FRT,se ha enfatizado la importancia de seguir los "principios de gestiona les" que "surgieron naturalmente en el seno del Movimiento, cuando los trabajadores comenzaron a descartar las experiencias que generaban trabas al desarrollo humano y económico de la organiza­ ción, profundizando aquéllas que lo fornentaban=". Entre estos principios se enfatiza que la

"gestión se realizasin la aplicación de jerarquías administrativas y operativas", pues se busca conformar un modelo de gestión "autónomo" y "sin gerenciamientas externos". De allí que se privilegien los intercambios dentro de cada colectivo y entre el Movimiento de fábricas, y se considere que, de "requerir profesional o técnico especializado", el mismo se puede contratar de manera externa, pero no será socio de la cooperativa ni tomará decisiones. Esto expresa una desconfianza generalizada hacia la autoridad, que se ha ido afianzando en la convicción -demostrada en la práctica- de poder manejar la empresa sin capitalistas, gerentes o administradores. Lasherramientas y maquinarias de las fábricas que fueron recuperadas por sus trabaja­ dores tienen, en promedio, 45 años, y sólo en casosexcepcionalesse logró renovarlas". Por eso, aun si en varias ocasionesse adquirió maquinaria usada en buen estado, los trabajado­ res denunciaron la falta de maquinarias, de piezasclavesy de manuales para la producción, asícomo su deterioro por falta de mantenimiento. El hecho de que los trabajadores lograran resolver -al menos momentáneamente- estos inconvenientes, indica que con su saber-ha­ cer técnico, pudieron renovar las maquinarias prolongando su vida útil. Enalgunos casosen los que se encontró que faltaban maquinarias o piezasesencialespara producir (como en la cooperativa metalúrgica "DiógenesTaborda", que se dedica a la producción de cuchillas para maquinaria agrícola) lograron simplificar el proceso de templado de metales, a partir de la visión de un ingeniero que forma parte del grupo de trabajo. Conesta mejora incrementaron la resistencia de lascuchillas y pudieron bajar considerablemente el costo de producción. Laventaja que tiene esto es el efecto experiencia de la gente, que ya conoce su máquina a la perfección, entonces no tenemos los gastos de puesta en marcha. Acá ya está la experiencia del tipo que hace diez, veinte, treinta años maneja determinado equipo, y esa máquina la sabe hacer 'hablar'. La diferencia es que antes la hacía funcionar pero tenía que cumplir la orden y ahora puede decir: 'que pasa si exploro esto..: Esdecir, con su vocación y cariño cambia los dispositivos, la hace más productiva y puede mejorar el proceso, esaes la ventaja (Entrevista con el profesor de la UTN y miembro del MNFRT,abril de 2005).

Como lo observa uno de los ingenieros de la Universidad TecnológicaNacional que colabora con el movimiento, en la práctica autogestiva se ponen en juego la afectividad y la vocación que movilizan la experiencia acumulada de los trabajadores, yeso evita los "gastosde puesta en marcha" y puede coadyuvar a mejorar los procesos, haciéndolos más productivos. A pe­ sar de que esto no observamos grandes cambios en el proceso de trabajo en lo que respecta

15 Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas por susTrabajadores. MNFRT.Boletines núm. 3. 16 Esnecesario considerar que el promedio de antigüedad del equipo durable de producción para toda la econo­ mía argentina es de 6 años (Sánchez, 2003: 94).

92

a la relación con las herramientas

V maquinarias

V, en éste particular,

"no aparece en su

agendade corto o mediano plazo políticas que modifiquen sensiblemente la organización del proceso de trabajo" (Fajn V Rebón, 2005:62), porque, por ahora, las prioridades siguen siendootras. Incluso, en los documentos V publicaciones del MNFRT, se observa que la ges­

tiónde lasfábricas se efectúa "en el marco del proceso de división del trabajo tradicional" (MNFRT, Ibídem), lo que dificulta superar las barreras organizativasVculturales que existían enlaempresaprevia, como lo observa uno de los trabajadores que ha pasado de la planta a laadministración: Siempre está eso de 'yo estoy en producción, en la fábrica y ustedes están en la oficina', yeso va a seguir siempre porque los obreros que estaban bajo patrón, en relación de dependen­ cia, siempre eran los que tomaban mate amargo en sus lugares de trabajo y los de la oficina losque la pasabanbien y tomaban café,entonces como que siempre hubo un distanciamien­ to. Entoncessi bien hoy los muchachos vienen a la oficina, toman mate con nosotros, ven los papeles, los libros, comparten la oficina, pero siempre va a estar el personal de oficina y el personal de fábrica (Entrevista a Pte. Cooperativa "Unión y Fuerza",abril de 2005).

Estas palabraspermiten reconocer que, al no cuestionar la división del trabajo, se vuelve más difícilprofundizar el modelo conseguido de gestión autónoma, sin jerarquías administrativas yoperativas.Eneste caso,aun si los trabajadores asumieron nuevasfunciones, las relaciones depoderanteriores se cuelan al seguir manteniendo una separación entre el trabajo manual yeltrabajo intelectual que se representa casicomo insalvable. Inclusoen los pocos casos en que los cuadros profesionales, técnicos y administrativos participarondel proceso de recuperación Vconformaron lascooperativas, lasdiferencias son másfuertes. Estose ha observado en la Cooperativa "Los Constituyentes", analizadacon ma­ yorprofundidad en otros escritos (Gracia 2008 y 2009) que se desempeña como centro de serviciosmetalúrgicos y produce tubos estructurales y cañoscon costura para la industria de laconstrucción,automotriz, electrodoméstica y agroindustrial. Lasgrandes diferenciaciones entrequienes trabajan en las oficinas administrativas (12) y los que operan las máquinas enla planta (63), se acortaron cuando el conflicto se centró en la relación con el antiguo dueño;al mismo tiempo, el liderazgo de los delegados obreros durante el mismo, fortaleció lacohesióninterna de los trabajadores de planta y les otorgó una fuerza grupal de la que adolecíanlos empleados administrativos, quienes se terminaron plegando a la capacidad propositivaque demostraban los líderes obreros que fueron el nexo entre los dos grupos. Sinembargo,durante la marcha de la cooperativa, ha persistido esta diferenciación, aunque menosintensamente que cuando setrabajaba bajo relación de dependencia, Vse observa en laestructuraespacial,en los modos de funcionamiento y en la circulación cotidianos y en los esquemascorporales (Gracia,2008). Eneste sentido, si bien el hecho de contar con todas las funcionessocio-productivas, les permitió tener menores dificultades que otras cooperativas parareiniciar la producción, también los restringió en la realización de cambios que podrían contribuira ir resignificando esta profunda división que existe entre lostrabajadores manua­ lesy los intelectuales. Sin embargo, también es necesario considerar el escasomargen de maniobraque tienen los trabajadores para modificar los procesos con una tecnología que 93

fue concebida para actuar de manera fragmentaria, y a partir de una división tradicional del trabajo. A esto le debemos sumar la falta de una política pública sistemática y articulada hacia las recuperadas".

En relación a los productos y actividades de las fábricas recuperadas, el 27% declaró ha­ berlos modificado para mejorar su calidad luego de la recuperación (50%) pues, como lo observanlos trabajadores de la Cooperativa "Vievtes", la empresa anterior había empezado a utilizar materias primas de baja calidad para disminuir sus costos; las modificaciones res­ pondieron también al afán de satisfacer al cliente (25 por ciento) o la necesidad de abaratar los costos (25%). Por otro lado el 52% de las cooperativas dijo haber incorporado nuevos productos a partir de la autogestión, buscando,fundamentalmente, satisfacer a los clientes y atraer nuevos,a partir de las exigenciasdel rubro en el que están insertos o porque eso les permite bajar costos. Otro elemento observado en las visitas a las fábricas y destacado en los relatos de los trabajadores, es que, a partir de la eliminación de capatacesy supervisores, disminuyó la intensidad en el ritmo de trabajo que trae aparejado el estar "más libres" para usar el tiem­ po durante la jornada laboral, jornada que tiene básicamente la misma duración que antes, pues a veces se trabaja menos y cuando es necesario se trabaja más. Vos, en un principio, si tenés ganas de apagar tu máquina de ir a tomarte un café, un mate a la cocina, nadie te dice nada y no tiene por qué decirte nada. Como también, si vos querés quedarte hasta después de las 5 de la tarde y seguir trabajando lo podés hacer.Ahora es mu­ cho más elástico el tema (Trabajador Cooperativa "MVH" entrevista grupal, junio de 2005).

A partir de este relato se puede observar que los trabajadores pueden establecer sus tiem­ pos de trabajo, sin restricciones de supervisión. Por otro lado, en muchas cooperativas los viernes se suele cerrar la semana con un "asado" en el que, en algunos casos,se pueden seguirdiscutiendo temas de trabajo, mientras que en otros ya es imposible seguir hablando de la marcha de la cooperativa. En estos encuentros se escucha música y circulan apodos, chistesy bromas, elementos que tienen un papel muy importante en las experiencias, en tanto operan como momentos disruptivos presididos, acompañados. Si a veces se escucha el chiste dirigido a "cargar" a otro, en realidad ni el creador ni el objeto de broma son el motivo de la respuestafísica colectiva de la risa, sino el placer que genera poder compartir la carcajada. Enotros casos,setrabaja menos horas para poder compartir otras actividades recreativas que sirven para "liberar tensiones", como lo observa uno de los trabajadores:

17 Lasacciones de los diferentes agentes gubernamentales intervinientes son elocuentes de que pese a las de­ mandas de los trabajadores, no existe una política de Estado hacia las recuperadas. La política pública hacia ellas ha sido tardía, fragmentaria y de impacto limitado (Gracia, 2008). Para un análisis del Programa de Trabajo Au­ togestionado que atiende específicamente a las fábricas y empresas recuperadas (ver Cavaliere y Gracia 2008 y 2009).

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Acá se labora todos los días, los viernes no tanto, como que ya viene terminando la semana, después, como que el viernes por ahí se trabaja la mínima. En la tarde hacemos un 'fulbi­ to' ahí en la cancha. Qué sé yo, liberar tensiones, a mí me sirve para no estar siempre tan tensionado con el trabajo, tener momentos de esparcimiento. Yo los viernes juego un poco para sacarme las tensiones... nos sacamos las tensiones a las patadas [risas)" (Entrevista a trabajador cooperativa "Vieytes", mayo de 2005). Eltransformar al trabajo en una actividad

más placentera y distendida

es fundamental

y

constituye la contracara de un proceso que ha conllevado grandes costos personales y afecti­ vos,dados los innumerables obstáculos que se han tenido y se tienen que enfrentar (Gracia y Cavaliere, 2007). Además de trabajar de otra manera y de contar con un ingreso "digno", en muchoscasos también se ha podido compartir la experiencia con personas que se acercaron parasaber cómo funciona una fábrica, especialmente una que es manejada por sus propios trabajadores. Algunos trabajadores cuentan su sorpresa al reconocer el cambio en los rostros adustosde sus compañeros que adquirieron nuevas expresiones al explicarles a los escola­ resque visitan las fábricas de qué se trata su trabajo. Así, la fábrica recuperada se abrió a la comunidad como cuando, a partir del Programa "Música en las fábricas" de la Secretaría de Culturade Presidencia de la Nación", las fábricas se transformaron en espacios de teatro y recreación.Así fue cuando una de la fábricas devino en sala de concierto para una de las me­ joresconcertistas, Marta Argerich, cuyo piano de cola pasó de ocupar un escenario europeo o el principal teatro de la república (el Teatro Colón), a ubicarse en el centro de uno de los galponesde la Cooperativa "Los Constituyentes" donde cotidianamente, la música la hacen lostrabajadores con cañeras y flejadoras. Laposibilidad de trabajar más tranquilos, que constituye una conquista de los trabajado­ resde las recuperadas, no sólo conlleva una valoración positiva de los trabajadores, sino que enalgunoscasos se ha conectado con la disminución de los accidentes de trabajo a causa de que"ya no está la presión de antes". Ya no hay quien "controle", "quien te marque el paso", oliteesté rebajando" o "te pisotee la cabeza". Ahora la responsabilidad está en todos. Esto haceque, cuando aparece un defecto en la fabricación, no sea ya pertinente

utilizar una de

lasantiguas estrategias de resistencia que consistía en ocultar los errores por miedo al des­ pido.Ahora es posible asumir los propios errores porque son un elemento más del aprendi­ zaje,de allí que se busque analizarlos con los compañeros para superarlos colectivamente. Estoes elocuente de la "competencia" adquirida por los trabajadores, si por competente entendemosa "quien sabe apelar, cuando se ve superado por la complejidad de la situación, acolegasde trabajo más experimentados que pueden ayudarlos a dominar y controlar la situación,y que, por lo tanto, sabe activar una red de cooperación" (Zarifian, 1999: 34).

18EI objetivodel programa Música en las Fábricas "es generar acontecimientos culturales en los ámbitos de traba­ joyproducción,que no constituyan, únicamente, un fin en sí mismo, sino también un medio para suscitar y/o esti­ mular el desarrollo de expresiones artísticas y culturales que abarquen a todo o parte de los colectivos laborales". Durante el trabajo de campo se observó que algunos de los trabajadores del MNFRT han tenido una participación importante en la proposición de las actividades desarrolladas. Ver http://www.cultura.gov.ar/programas/.

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En general se observaron grupos de trabajo que, al lograr eludir el destino de desocupa­ ción que amenaza generalizadamente a toda la sociedad, se convencieron de que las coope­ rativas que conformaron no son un momento transitorio en tanto constituyen experiencias que los cambiaron y de las que ya no hay vuelta a atrás, como lo expresa una trabajadora: Paranosotros que llegamos a estar en esta situación, es imposible volver atrás. Una persona que se ha acostumbrado a este sistema no puede volver a un sistema donde si Ilegás dos minutos tarde te sancionan, o donde si cometés un error con el material te despiden, donde por bueno que seas o por bien que te portes, si al patrón le conviene y los números no le dan, te van a despedir, te hayasportado como te hayas portado, una situación como la de Re­ cursos Humanos, la película esaque es muy buena. Paramí es sumamente positivo estar en cooperativa, pero creo que también viene de la mano de un cambio de cultura de la sociedad en general, pero un cambio hacia adentro, no un cambio de la boca hacia afuera (Entrevista a trabajadora de "Los Constituyentes", 3 de junio de 2005). 3. Lastransformaciones

en las relaciones de poder: criterios para tomar decisiones, repartir

los excedentes de producción y dirimir los conflictos en la nueva forma socio-productiva. Los nuevos aprendizajes y compromisos

asumidos se retroalimentan

y potencian a partir de

un conjunto de prácticas que tendieron a democratizar los mecanismos de información y la toma de decisiones en la gestión del trabajo y la producción; así como en el reparto de los excedentes de producción. La Asamblea es el principal órgano de toma de decisiones. Todas las fábricas estudiadas las realizan y el 61%, las hace cuando tiene necesidad, sin otro requisito que la solicitud de uno de sus socios; e145% las efectúa cada 15 días o menos, mientras que el 26% lo hace una vez por mes, y el 29% restante las hace cada dos meses o más (aunque el máximo tiempo que pasaron sin reunirse fue de tres meses). Más allá de estas diferencias en la forma de convocarlas y en la periodicidad que asumen, en todas ellas las asambleas constituyen cios simbólicos muy importantes.

espa­

Al ofrecer un escenario de democracia directa, en el cual

cada uno de los trabajadores y trabajadoras pudo poner en discusión sus valores y prácticas socio-culturales y fue asumiendo nuevas formas de solidaridad, colaboraron con la institu­ ción de una colectividad que se reconoció como autónoma frente al antiguo a las instancias jerárquicas de poder representadas por quienes asumían las producción en la empresa anterior. En tanto, emblemas de la identidad grupal, poseen la sacralidad de los espacios de intimidad pues de ellas sólo pueden socios de las cooperativas".

empresario y decisiones de las asambleas participar los

De acuerdo con la encuesta efectuada, en las asambleas se discuten todos los temas que interesan a los trabajadores. Los más tratados son: las compras, los temas vinculados con la producción y la situación legal de la cooperativa (68.8%), así como la comercialización y los

19 De acuerdo con lo observado, sólo se le ha permitido participar en las asambleas al Presidente MNFRTy a otros miembros de extrema confianza de los trabajadores.

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retiros (65.6%). Las cuestiones menos tratadas son la situación de los trabajadores

contra­

tados (34.4%), las medidas disciplinarias y las relaciones con los socios (50%). En muchos casoslos trabajadores aclararon que, al comienzo, hablaban mucho sobre las relaciones in­ terpersonales y sobre las medidas disciplinarias pero conforme fue pasando el tiempo y se fue consensuando el funcionamiento cosamejoró mucho".

ya no fue necesario hablar de estos temas porque "la

Enel 83% de los casos estudiados, las decisiones que se toman en las asambleas genera­ lesno se realizan por voto secreto sino a mano alzada, y se hace lo que decide la mayoría. Comolo observa uno de los trabajadores: Se convocan las asambleas y se ponen los temas. Si alguno tiene algún tema va y se lo comunica al síndico. Después, bueno, se va viendo tema por tema y a mano alzada sale la votación. El que quiere hablar habla, tenemos algunos que son callados, pero la mayoría habla. y bueno, después de hablar del tema se va a votación y la mayoría gana. Entonces los compañeros toman nota, cómo quedó la asamblea, punto por punto .... nadie puede dar vuelta, ni torcer una palabra ni dar vuelta nada (Entrevista a trabajador cooperativa Vieytes, mayo de 2005). Lasdecisiones de la Asamblea son instrumentadas

por un Consejo de Administración

que

es rotativo, pues su mandato puede ser revocado en cualquier momento por la Asamblea. Esteproceso decisorio se estableció en los primeros casos y luego se fue transmitiendo y generalizando en la red integrada por el MNFRT. Aun si en ocasiones la posibilidad de cam­ biarlos cargos en cualquier momento puede entorpecer y paralizar el funcionamiento de la cooperativa, favorece el compromiso de sus participantes y distribuye las responsabilidades, posibilitando que surjan nuevos liderazgos. Junto a estos mecanismos horizontales en la toma de decisiones, se suprimieron las figu­ rasde gerentes, capataces y supervisores de la producción. En muchas empresas las asam­ bleaseligieron "coordinadores"

o "responsables"

de área quienes, por lo general, asumieron

lafunción de distribuir las actividades y coordinarlas con los encargados de la comercializa­ ción V, en algunos casos, también con el área de planeación de la producción. Ahora tenemos al secretario de la cooperativa que es el que saca la producción. y después tratamos de mantener en el sector donde estaban antes a los que eran encargados que ahora son como una guía, son los responsables, porque ya no cobran como encargados, ahora cobramos todos iguales, tratamos de mantener los puestos, porque son los que la tienen más clara. Pero ahora no tenés ni un encargado que te joda ni un supervisor como teníamos nosotros, o que venía cualquiera que tenía un rango más que vos y te jodía. Ahora cada uno sabe lo que tiene que hacer y lo hace. y si por ahí nos tenemos que decir algo o llamarnos la atención lo hacemos, pero lo hacemos de buena manera. No como antes que venían y un poco más y te pisaban la cabeza (Entrevista a trabajador cooperativa "Vieytes", mayo de 2005).

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En esta cita se puede ver que, a diferencia de lo que sucedía antes, estas personas no son visualizadas por sus compañeros como quienes ejercen el control, sino como los que fueron elegidos por un colectivo que decide de manera voluntaria y democrática, por haber demos­ trado que tienen experiencia previa para asumir la responsabilidad de coordinar y asumir el enlace entre los proveedores y clientes. Ya no se trata de una imposición jerárquica, lo cual se fortalece por el hecho de que no se mantuvieron ganan lo mismo.

las diferencias salariales: ahora todos

Una de las mayores innovaciones sociales en las fábricas tiene que ver con la igualación en los retiros a cuenta de utilidades. Al comienzo casi no hay retiros, o son muy bajos, por lo cual la igualación es casi una cuestión que se produce en automático. En ese momento, se va consolidando la solidaridad, alternativa propia del grupo en Estado naciente (Gracia, 2009) mediante el establecimiento de criterios igualitarios para repartir el excedente. Sin embargo, cuando la cooperativa consigue más clientes y empieza a sostener la producción, la discusión sobre qué criterios mantener para repartir los excedentes se agudiza. Lo que pasa es que, en un principio, nosotros ganábamos, qué sé yo, 20 pesos por sema­ na... para el tipo que antes cobraba mucho y cobraba 20 pesos no era nada y para el tipo que antes ganaba poco y ganaba 20 pesos tampoco era mucho. Entonces pensabas: 'ma sí, que todos cobren igual'. Después,cuando las cosas mejoraron, hubo planteos de gente que hacía cosas más comprometidas que los demás para ganar más y qué sé yo. Pero todos por asamblea decidimos de ganar igual y hasta el día de hoyes que se gana igual (Trabajador Cooperativa "MVH" entrevista grupal, junio de 2005).

Pesea que en la mayoría de los casos hubo planteos de asumir una diferenciación salarial con base en las calificaciones profesionales o en la complejidad o la responsabilidad en las tareas, como se observa en 12 cita, siguió primando la decisión de ganar todos por igual pues, de acuerdo con la encuesta efectuada, el 87% de las fábricas distribuyen sus excedentesde producción de acuerdo a dicho criterio (un 20% abona aparte las horas extra) y sólo el 3% los reparte según categoría'ocupacional o según las necesidadesque puede tener cada tra­ bajador (Cuadro 3). A raízde que los retiros continuaron siendo igualitarios independientemente del puesto de trabajo ocupado, muchos de los trabajadores de planta perciben más ingresos que cuan­ do trabajaban en relación de dependencia. Con respecto a la frecuencia de los retiros, el 73% los distribuye de manera semanal y el 13% quincenalmente, mientras que el 6.7% lo hace mensualmente o de manera variable (Cuadro 3). Como las demás reglasestablecidasen las fábricas, la igualación de los retiros está sujeta a discusión, es dinámica y se puede rectificar o ratificar con la práctica. Una prueba de ello es que, como decíamos antes, el 66% de las fábricas declaró que el tema se debate en sus asambleas.

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Cuadro 3. Criterios para repartir excedentes y periodicidad Criferios Según las necesidades que tienen Todos por igual Todos por igual y se abonan horas extras En función de las horas trabajadas Según categoría laboral Total Periodicidad Semanalmente Quincenalmente Mensualmente Variable

Frecuencia 1 20 6 2 1 30 Frecuencía 22 4 2 2 30

de los retiros (%) 3.3 66.7 20.0 6.7 3.3 100.0 (%) 73.3 13.3 6.7 6.7 100.0

Fuente:elaboración propia con baseen Encuestaa FábricasRecuperadas(EF~). La idea básicade ganar todos igualesvino de Luis1o• Lo mejor para que lascooperativas anden bien es que todos tienen que ganar por igual, esa fue la idea base,pero no es que él vino y lo hizo ley acá, no, nosotros lo discutimos. Pero ésta es una de las políticas. Esuna política, una forma de trabajar que tiene él, que es la gran diferencia que hay con el Movimiento de Empre­ sas Recuperadas... la pregunta es por qué se tiene que beneficiar un grupo si nos podemos beneficiar todos; por algo les pusieron empresas ellos y nosotros somos fábricas y seguimos aplicando esta forma de cobrar todos iguales [...) es que si somos todos iguales [...) acásomos todos una cadena, si no está el compañero que limpia o que barre vos no podés trabajar y si no podés trabajar, no podés vender, es toda una cadena entonces, por qué vamos a hacer escaloneso escalafonessi todos necesitamos de todos, para mí es algo muy lógico, es un es­ quema motor, si no esto no funciona (Entrevistaa trabajador de la Cooperativa Vieytes, mayo de 2005).

Sibien como se señala en la cita, cada colectivo de trabajo ha discutido este criterio con autonomía,el mismo se constituyó en uno de los principios de gestión fundamentales que leotorganidentidad al MNFRT.Laigualdad en los retiros fue fundamental para cohesionar el grupo,fortalecer suslazossolidarios y resistir los momentos de gran escasez.Eneste sentido, suratificacióny sostenimiento por parte de la Asamblea, ha sido asumida por el Movimiento comola custodia de la promesa y esperanzadel Estado naciente: si se comienza con dife­ renciacionessalariales que jerarquizan las tareas se corre el riesgo de degradar la "unión", "solidaridad"y "armonía" conseguida a partir de la lucha. Este sistema es solidario, tiene que ser solidario desde el principio hasta el final; existe el rédito económico, pero primero está la solidaridad y después está el rédito económico, que es lo que yo siempre les comento a los compañeros, a los obreros, que si ellos rompen la

20 Refiereal abogado Luis Caro, quien obtuvo la primera Ley de Expropiación de la provincia de Buenos Aires para laCooperativa"Unión y Fuerza" y es el presidente del MNFRT.

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solidaridad no van a poder producir bien. Entonces,de ahí viene el tema de que cobren todos por igual (Entrevista a Pte. del MNFRT,marzo de 2005). De esta manera, la igualación en los retiros se ha convertido

en una suerte de regla pro­

cedimental que los primeros casos buscan transmitir a los demás y sostener en el tiempo. Pese a que se mantiene este criterio, en muchos casos también se observa que uno de los inconvenientes que tiene esta modalidad en el grupo de trabajo, es la pérdida del incentivo salarial que lleva a que una "persona vaya tomando nuevas iniciativas"; algunos trabajado­ res observan que se produce una suerte de "achatamiento" porque antes el incentivo en el trabajo era "tener un sueldo mayor". En alusión a esto, el socio de una cooperativa gráfica de Ciudad de Buenos Aires, que no forma parte del MNFRT, observa: Cuando vos respetás las distintas jerarquías, esto también se tiene que marcar en el retiro. Entoncesun maquinista retira más que un ayudante porque tiene más responsabilidad para hacer un trabajo, entonces si vos le das el mismo retiro a los dos, no funciona. Vos le podés decir al ayudante: 'si querés retirar más,aprendé lo que hace él... sivos aprendés lo que hace él y probás que podés hacer lo que haceél vas a retirar lo que hace él'. Entonces no sólo estás sosteniendo la cooperativa porque estás enseñando a los demás para seguir creciendo, sino también están incentivando a la persona que aprenda para poder alcanzar un mejor retiro. Esto no quiere decir que tenga que haber grandes diferencias, nosotros como tope tenemos que el que más retira no puede retirar más de tres veces el valor del que menos retira. Enton­ ces eso también hace que estemos acotados dentro de lo que son las diferencias. No es que yo por ser.encargadovaya retirar 5000 y el que está barriendo, que es un trabajo importante también, va a ganar 50 pesos,si él gana 50 vos ganás 150 (Entrevista a trabajador de la Ccoo­ perativa "Gráfica del $01", mayo de 2005). Como se puede ver en este caso, se considera que las distintas funciones deben ser remune­ radas de manera diferente porque suponen distintas responsabilidades. No se renuncia, em­ pero, a un horizonte de equidad porque se acota la diferencia en tanto los valores mínimos y máximos no pueden distanciarse más de tres veces. De acuerdo a un estudio que busca contrastar datos relevados en empresas recuperadas de la ciudad de Buenos Aires en 2003 y 2006, se observan progresivos procesos de diferenciación dentro de las unidades produc­ tivas, pues si en el primer momento "en una leve mayoría de las empresas el tipo de retri­ bución era igualitaria" (...) en 2006 "la relación entre retribución igualitaria y diferenciada se ha modificado" y en una "amplia mayoría se retira de forma diferenciada" (Rebón, Salgado y Tottino, 2007:10). El hecho de que estos procesos de diferenciación no se observaran en las fábricas estudiadas, al menos hacia mediados del año 2005, constituye un indicador con­ tundente de la importancia que tiene la red en el sostenimiento en el tiempo de este criterio de igualación. Sin embargo, en la mayoría de los casos el criterio de igualdad en los retiros, no alcanza a todos los trabajadores. El 64.5% de las fábricas encuestadas ha contratado, en promedio, 22 trabajadores. En el 58% de ellas, dichos trabajadores ganan menos que los socios y en

100

general, fueron contratados para efectuar trabajos puntuales. En el 16% ganan más o igual, respectivamente. De todas formas, en los casos en que los contratados ganan menos, las asambleas decidie­ ron que la diferencia debía ser pequeña y que, de poder hacerse, se les pagaría más que a los trabajadores del mismo sector y se les daría una serie de prestaciones que constituyen salarios indirectos. En el caso de la cooperativa "Los Constituyentes", por ejemplo, los contratados, que sonantiguos trabajadores despedidos por el dueño antes de la recuperación, ganan sólo un 25%menos que los socios. De acuerdo con su presidente, el colectivo que llevó a cabo la recu­ peración los considera como "los recuperados" y, en ese sentido, constituyen uno de los ma­ yoresorgullos de la gestión colectiva. De acuerdo con uno de estos trabajadores: "a veces te toman como que sos contratado y otros, en cambio, te consideran un compañero más". Como observábamos anteriormente, no pueden entrar en las asambleas y se enteran de los temas tratados en ellas por charlas informales. En algunas fábricas estos trabajadores constituyen un grupo separado que "se cuida y aconseja mutualmente". Como lo observa uno de ellos: Más allá de que seamos compañeros, existen 'los socios' y 'los contratados' y entonces hay que cuidarse porque hay 60 socios que, si no cumplís, te están mirando todos [...) Nosotros los contratados nos protegemos, estuvimos en la calle, sabemos lo que es estar en la calle, llenar la olla ... la olla no se llena con palabras, y ninguno de nosotros quiere volver a pasar por ello, entonces nos advertimos (Diálogo con trabajador contratado de Cooperativa "Los Constituyentes", julio de 2005). Como se puede ver, más allá del compañerismo

y de la solidaridad, el hecho de que exis­

tan trabajadores que no tienen acceso al espacio donde se toman las principales decisiones reintroduce relaciones de poder y dominación que se buscaron erradicar durante el movi­ miento hacia la igualdad del que surgió el nuevo grupo de trabajo. Incluso ahora, las "mi­ radas" no son sólo las de los capataces o supervisores, que se podían eludir a partir de una serie de estrategias de resistencia sino de todo el colectivo de trabajo. Es por esto que, para evitar que el colectivo que luchó por recuperar la fábrica se constituya en un grupo domi­ nante que somete y excluye al otro grupo, es muy importante

que se vayan instituyendo

mecanismos a partir de los cuales, todos los trabajadores tengan libertad (derecho) para incidir en el espacio autogestivo, y que esa libertad se encamine hacia una mayor igualdad en lascondiciones para participar en él. En la mayoría de las fábricas se discute la forma en que sepodría incorporar a los trabajadores. El hecho de no haber participado en la recuperación y haber afrontado los duros momentos iniciales cuando se constituyó el grupo de trabajo, haceque no se considere justo que entren en las mismas condiciones que los socios, aunque en casi todos los casos se tiene la conciencia de que como "están trabajando en una fábrica que no es una empresa más, sino una cooperativa, un emprendimiento solidario", se les dan todos los beneficios que les resultan posibles a los trabajadores. En este y otros temas, los trabajadores han ido haciendo "camino al andar", y a partir de una serie de prácticas de innovadoras han instituido reglas tendientes a democratizar saberes, responsabilidades

y remuneraciones.

Como todo aprendizaje, éste se construye a 101

partir de pruebas y errores y, aun cuando a veces logra asumirse más como un juego, en ge­ neral tiene rasgos muy duros y dolorosos dadas las condiciones que tuvieron que enfrentar para recuperar las fábricas. Por otro lado, el cambio que implica pasar de una situación en la que se trabaja a cambio de un salario, a otra en la que es necesario hacerse cargo de una serie de responsabilidades en condiciones precarias, es abrupto y representa un gran desa­ fío subjetivo y organizacional. Antiguas conductas y prácticas que podían resultar efectivas como elemento de resistencia micro-política cuando existía un "patrón" -tales como ahorrar esfuerzo de trabajo o hacerlo sin procurar ser creativos- dejan de serfuncionales en el nuevo contexto y hasta pueden, al atentar contra el colectivo, tornarse nocivas para el propio indivi­ duo, en tanto no logra responder de manera pertinente a la nueva situación de la que forma parte. En este sentido, en las observaciones y entrevistas realizadas, se reiteran quejas sobre que "hay algunos -los menos- que se hacen los vivos cuando no tienen mucho trabajo, y no se fijan de ayudar a los que están llenos de cosas que hacer" [oo.) "se creen que las cosas son como antes, no se dieron cuenta de que ya no hay más patrón". Al llegar a la instancia de lo que es la cooperativa y uno ya no tener la presión de un patrón, pasan cosasque antes no pasaban. Cuando nosotros, de golpe, empezamos la cooperativa, dijimos: 'el reloj fichador lo vamos a sacar de circulación porque para qué lo vamos a tener ahora, estamos todos locos, si ahora somos todos dueños'. Pero después pasaque uno llega más tarde, que uno falta, que uno avisa que se le murió el perro, cosasasí [oo.) Primero pasa una cosa, pasa otra, pasa otra, pasa otra y bueno, llega un momento que la gente que llega siempre y se come acá todo el día desde las 6 de la mañana hasta las 5 de la tarde dice: 'Che, pará, mirá éste no viene nunca'. En un principio se llegó a tener un acuerdo en todo eso, porque teníamos problemas, porque nosotros no cobrábamos nada o cobrábamos muy poca plata semanalmente. Había gente que viajaba desde muy lejos, entonces decíamos: 'Bueno, los que viven lejos no vengan que nosotros venimos, aunque sea a abrir'. Enun mo­ mento tuvimos muy poco trabajo, bueno, después empezó a venir el trabajo, empezamos a tener obligaciones que cumplir y bueno ahí empezó a ser parejo para todos, entonces ¿qué tuvimos que hacer? Volver al viejo y 'querido' reloj fichador. y sí, porque después vienen las discusionesa fin de mes: '¿Ypor qué yo tengo menos horas?" Y porque vos viniste una hora tarde'. 'No, yo no vine una hora tarde, media hora nada más'. Entonces, para evitar proble­ mas, para que sea todo claro e igual, todo el mundo ficha y ya y así resolvemos el problema (Trabajador de la Cooperativa "MVH", entrevista grupal junio de 2005). Como muestra muy claramente la cita, en un principio se buscó abolir "dispositivos de vigi­ lancia" (Foucault, 1989) como el 'reloj fichador' que integraban todo un conjunto de medidas tendientes a disciplinar a los trabajadores y hacerlos cumplir, como, en este caso, el horario. Sin embargo, frente a las llegadas tarde se decidió que era necesario volver a colocarlo para evitarse problemas. En este sentido la reintroducción del mecanismo de vigilancia podría interpretarse como una reedición del orden de normalización

del trabajo de la fábrica capi­

talista. Sin embargo, esta vez fue una decisión del conjunto de los trabajadores, que se tomó para evitar problemas y como una forma de que las cosas fueran iguales para todos.

102

La desaparición del conflicto con el empresario abrió el espacio para otro tipo de tensio­ nes,entre las que se observan acciones individuales que atentan contra el colectivo de tra­ bajo,tales como la falta de puntualidad, de adicciones (sobre todo alcoholismo).

el ausentismo y conductas derivadas de problemas

En el 71% de las fábricas estudiadas se han incorporado

reglamentos

internos para re­

gular la conducta de los trabajadores. En su mayoría (42%) fueron efectuados por la propia cooperativa, o tomados de otra pero modificados por los trabajadores destinatarios de los mismos (26%). Las fábricas que dijeron no regirse por un reglamento interno (26%), son las que poseen 50 trabajadores y menos. Cabe señalar que el Instituto Nacional de Economía Social(INAES) que es la autoridad de aplicación de la Ley de Cooperativas vigente, establece que las cooperativas de trabajo deben tener estatutos internos que reglen las conductas de susasociados. Por ello, aun aquellas cooperativas que declararon haber formulado su propio reglamento, tomaron el modelo propuesto por ellNAES y lo ajustaron a su realidad. Este es el caso de la Cooperativa "Los Constituyentes" que se basó en ese modelo para efectuar el propio que, a su vez, luego fue tomado por las cooperativas "Avícola Moreno", "Lavalán", "Fundición LB", "Astilleros Navales Unidos" y "2 de diciembre".

En el tercer capítulo de dicho

reglamento se observa el régimen disciplinario que seguirá la cooperativa; y en el artículo 22 se enumeran las siguientes sanciones a aplicar: a) apercibimiento, b) suspensión y c) exclu­ sión, aclarando que las primeras dos sanciones "serán aplicadas por el Consejo de Adminis­ tración y que la suspensión tendrá que emanar de la Asamblea de asociados reunida al sólo efecto de evaluar los antecedentes del caso y expedirse al respecto". La primera sanción es unaespecie de aviso de que se observa que la conducta bajo apercibimiento no es la espera­ dade un asociado, mientras que la suspensión es un castigo que acarrea una sanción econó­ mica,pues "en todos los casos acarreará la pérdida de la parte proporcional del anticipo de retorno", y de acuerdo a su gravedad puede ir desde un mínimo de un día a un máximo de 30 días.En cuanto a lo que se considera como una falta punible, figuran una serie de conductas como las llegadas tardes o faltas injustificadas, falta de cuidado de los bienes colectivos y el tomar alcohol en el horario de prestación de servicios". Sólo faltas muy graves son suscepti­ blesde generar la "exclusión", entre ellas, una reiteración de las faltas anteriores, el robo a la cooperativa, a sus asociados o a toda persona relacionada con ella, el daño moral o material y el daño económico".

21Elartículo 23 señala que se considerarán como falta: a) reducción de la producción o servicio debidamente comprobada;b) rebaja de la calidad de producción o servicio originada en negligencia, desatención o cuidado del asociado;c) falta de cumplimiento de las instrucción emanadas del responsable de área; d) reiteradas llegadastar­ desinjustificadas;e) faltas sin aviso justificado; f) falta de atención en el cuidado de las maquinarias, herramientas, materiasprimas o cualquier otro elemento al cuidado de la Cooperativa; g) descuido en la indumentaria o aseo personal;h) imprudencia o falta de recaudos para salvaguardar la vida y los bienes de terceros, de los asociados y delaCooperativa; i) irrespetuosidad entre asociados; j) tomar alcohol en horario de prestación de servicios. 22 Articulo 25.

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Cuadro 4. Fábricas que tienen reglamento

interno según cantidad de trabajadores Tamaño de las fábricas

¿ Tienen reglamento interno?

Si, lo formulamos nosolros Lo lomamos de olra cooperativa y lo modificamos Lo lomamos de aira cooperaliva Nolenemos Olro Tolal

1·20 5 6 O 3 O 14

21·50 3 1

O 5 O 9

51·99 3 1 O

100 Y+ 2 O

O 1

O O 3

5

1

Total

13 B 1 B 1 31

Fuente: elaboración propia con base en Encuestaa FábricasRecuperadas(EFR).

El tema del robo es considerado como una falta sumamente grave, como una ruptura y un desconocimiento de los esfuerzos realizados por el grupo. De allí que en varias coope­ rativas hayamos escuchado a algunos de los que han sido reconocidos como líderes o refe­ rentes que: "si llegaban a encontrar a alguien robando lo mataban". Esto se traduce en los reglamentos observando que el robo puede traer aparejada la expulsión de la cooperativa. También en muchas cooperativas hemos observado que los trabajadores han implementa­ do mecanismos de control, acordados colectivamente, a partir de los cuales, se revisan las carteras y bolsos de las trabajadoras y trabajadores cuando se termina la jornada laboral. De todas formas, pese a estos reglamentos, muchos de los trabajadores señalaron que los mismos son más bien "advertencias" porque en la práctica "mucho caso no se les hace" por­ que lascosasde todas formas funcionan. Esque, en muchos casos,se observan altos grados de autoconciencia, al haber internalizado las nuevas responsabilidades asumidas. Como lo expresauno de los trabajadores: En mi caso la presión que yo tengo, yo mismo me la aplico. Porque no nos podemos dar el lujo de perder un cliente o de atender mal a la gente, todos tenemos un día malo pero el cliente no tiene la culpa. O sea que si vos tenés un día malo al cliente lo tenés que tratar bien, tenés que dar lo mejor de vos para no perder un cliente y seguir trabajando (Entre­ vista a trabajador de la Cooperativa Vieytes, mayo de 2005).

En la mayoría de las cooperativas estudiadas y más allá de reglamentos y sanciones, se va aprendiendo a internalizar este autocontrol ya que cada uno se aplica a sí mismo la "presión" para responder a la demanda del mercado, porque "no se pueden dar el lujo de perder un cliente". Cuandoesto no funciona, otro compañero o el colectivo en su conjunto puede "lla­ mar la atención", pero "ya no de la misma manera que antes" .En este sentido y desde una mirada másasertiva, pareceríaque tanto los controles informales como lassancionesforma­ lizadasen los reglamentos internos operan como mecanismos de regulación para descom­ primir un poco la presión que se tiene al haber pasado de manera abrupta de ser un traba­ jador dependiente a ser un cooperativista autónomo en condiciones en las cuales se deben asumir una serie de nuevas responsabilidades.Asimismo, y a pesarde los distintos grados de comprensión que se pueden observar entre los participantes de estos procesos, el control

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cotidiano que emana de los pares y que se expresa en su principal espacio de decisión, la Asamblea, es una de las principales herramientas pedagógicas de control democrático.

Conclusión Endiferentes paísesde América Latina, lasempresasy fábricas recuperadas han servido para recuperarel empleo de una población vulnerable al desempleo, y para darle de comer a la familiade trabajadoras y trabajadores. Eneste sentido, constituyen experiencias sumamen­ te valiosas en contextos de desempleo y exclusión social. Si bien el peso numérico de los puestosde trabajo recuperados no tiene un gran impacto sobre la economía de los países dondese dieron, su peso simbólico es inmenso porque revierte un "destino" que amenaza, endiferentes grados, a todos los miembros de lassociedades latinoamericanas: de ser "des­ aparecidosdel mercado". Con el análisis de las prácticas establecidas por los trabajadores para gestionar las fábri­ cas,se ha mostrado la institucionalización de un conjunto de reglasy regularidades que con­ formaronun espaciosocio-productivo autónomo, basadoen la cooperación. Elhaber podido problematizarla situación en la que se encontraron, contribuyó a que emergiera el "sentido práctico"de su experiencia acumulada y el auto-reconocimiento de la misma, con lo cual se desplegaronuna serie de prácticasque cuestionaron lasjerarquías ocupacionalesy salariales y fomentaron relaciones de poder más democráticas, transformaciones que coexisten con otrosdispositivos y reglasque hablan de lastensiones y riesgospresentesen lasexperiencias derecuperación, en cuanto a reproducir aspectosdel régimen de producción previo. A partir de la metodología de investigación utilizada, se ha podido observar que no sólo existenheterogeneidades entre cada una de las fábrica estudiadas, sino también -y sobre todo- que dentro de cadagrupo de trabajo existen distintos "niveles" de compromiso y com­ prensiónque generan una serie de tensiones y conflictos. Pesea ello, y a que no se modificó profundamente la división tradicional del trabajo, podemos aseverar que los cambios anali­ zadosen el proceso de trabajo han permitido que los trabajadores se "apropien de su activi­ dad".Con la salvaguardade la fuente de trabajo, los trabajadores han demostrado y se han mostrado a sí mismos -cuestión sumamente importante para la eficacia de las prácticas­ queposeentanto el saber-hacercomo el saber-sernecesariospara llevar adelante la produc­ ción,y esto constituye una modificación radical. Si consideramos que entre las tendencias históricasdel proceso de trabajo bajo el capitalismo, destacan el aumento en la división téc­ nicay social del trabajo, la propensión hacia la expropiación del saber obrero y una mayor dominaciónsobre la fuerza de trabajo, las prácticasproductivas autogestivasformuladas por lostrabajadores constituyen experiencias a "contrapelo" de las que se pueden extraer una seriede aprendizajes para experienciaseconómicas populares de otras regiones. ParaPhilippe Zarifian, la calificación no sólo se define por la acumulación de ciertos sa­ beressino que supone la capacidadpara enfrentarse a acontecimientos imprevistos, "tomar iniciativay responsabilizarsecon éxito, tanto a nivel del individuo como de un grupo, ante unasituación profesional" (...) esdecir, "enfrentarse a todas lasobligacionesy acontecimien105

tos que pueden surgir en dicha situación y adoptar, por sí mismo, todas las iniciativas que les corresponden'