(Recibido junio 12 de 2005 y aceptado febrero 10 de 2006)

DELIMITACIÓN Y DEFINICIÓN DE LA ZONA DE INTEGRACIÓN FRONTERIZA: ÁREA NORTE DE SANTANDER (COLOMBIA) TÁCHIRA (VENEZUELA) COMO INSTRUMENTO PARA EL DESARR...
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DELIMITACIÓN Y DEFINICIÓN DE LA ZONA DE INTEGRACIÓN FRONTERIZA: ÁREA NORTE DE SANTANDER (COLOMBIA) TÁCHIRA (VENEZUELA) COMO INSTRUMENTO PARA EL DESARROLLO FRONTERIZO * MARINA SIERRA DE RODRÍGUEZ** (Recibido junio 12 de 2005 y aceptado febrero 10 de 2006)

* El presente artículo es producto de la investigación realizada para optar el título de Magíster en Administración de Empresas. Se inscribe en la línea de investigación Emprendimiento y Desarrollo Regional del Grupo de Investigaciones de la Maestría en Administración de Empresas USTA Bucaramanga inscrito en COLCIENCIAS. **Magíster en Administración de Empresas de la USTA Bucaramanga. Abogada de la Universidad Libre de Cúcuta. Administradora de Empresas Universidad Francisco de Paula Santander de Cúcuta. Especialista en Gestión de Entidades Territoriales Universidad Externado de Colombia. Especialista en Gerencia Financiera Universidad Libre de Cúcuta. Secretaria General y Jefe de Personal de la Universidad Libre, Docente de la Universidad Francisco de Paula Santander.

RESUMEN La “Propuesta de Definición y Delimitación de la Zona de Integración Fronteriza: Área Norte de Santander (Colombia)- Táchira (Venezuela), que presenta un grupo binacional de investigadores, integrado por el CEFI, de la Universidad de los Andes de San Cristóbal y las Universidad Francisco de Paula Santander y Libre, Seccional de Cúcuta ofrece una respuesta académica, pues a pesar del largo periodo de discusiones sobre la temática, se carecía de una versión oficial sobre el ámbito geográfico donde ejecutar e instrumentar la Decisión 501, de la Comunidad Andina de Naciones, que expresa la voluntad de los gobiernos de los países andinos para contribuir a desarrollar sus espacios fronterizos. Respecto al alcance y proyección del trabajo se perseguían dos propósitos fundamentales: presentar una o varias alternativas de propuesta, así como una graduación con criterios técnicos de los municipios estudiados en cuanto a su orden de factibilidad de ser incluidos en la ZIF y considerar aspectos espacio-temporales en cuanto a la extensión territorial que se espera ocupe y los propósitos que se persiguen alcanzar a lo largo del tiempo. Los resultados obtenidos llevaron a presentar una ZIF integrada por los municipios de: Cúcuta, Herrán, Ragonvalia, Puerto Santander y Villa Rosario, de Norte de Santander, Colombia y Bolívar, Pedro María Ureña, Rafael Urdaneta, García de Hevia y San Cristóbal, del Estado Táchira, Venezuela, La propuesta de este proyecto es original porque viene en primera instancia de la frontera misma, ya que se obtuvo el consenso de la comunidad a través de los instrumentos que se utilizaron para la recolección de la data primaria. PALABRAS CLAVES: Zona de Integración, desarrollo fronterizo, criterios de selección, ámbito geográfico ABSTRACT

The following Project called “Propuesta de Definición y Delimitación de la Zona de Integración Fronteriza: Area Norte de Santander (Colombia)Táchira (Venezuela) which is introduced by a group of binational researchers, this group which consists of CEFI-from Universidad de los Andes de San Cristóbal , Universidad Francisco de Paula Santander and Universidad LIBRE, seccional Cúcuta offers an academic response, in spite of a long period of time of discussions about this topic, there was a lack of an official version about geographic field where in order to fulfill “Decisión 501” of Comunidad Andina de Naciones, which expresses the will of the andinian country governments to help the development in this zone. In relation to the reach and projection of this researching there were two basic purposes : to introduce one or several alternative proposals,

besides levels with technical criteria about the analyzed states that can be included in “ZIF” , and to consider temporary and spatial aspects related to the territorial extension and the purposes which are reached through the time. The obtained results led to “ZIF” is formed by states belong to Norte de Santander (Colombia) as: Cúcuta, Herrán, Ragonvalia, Puerto Santander, Villa del Rosario; and states belong to Táchira (Venezuela) as: Bolívar, Pedro María Ureña, Rafael Urdaneta, García de Hevia y San Cristóbal. The proposal of this project is original because it comes from the real frontier, since it is obtained from the community which uses the instruments to get the primary data.

KEY WORDS: Zone of integration, development of frontier, criteria of

selection, geographic field INTRODUCCIÓN: El problema que da lugar a la realización de esta investigación surge de la necesidad de definir y delimitar un área geográfica binacional entre el Estado Táchira (Venezuela) y el Departamento Norte de Santander (Colombia), donde se pueda dar aplicación a lo establecido en la Decisión 501 de la CAN, respecto a la institución de las Zonas de Integración Fronteriza (ZIFs), lo cual tiene correspondencia con los cambios económicos, políticos, sociales y culturales que se han registrado a escala global, los cuales se han dirigido a la reorientación y fortalecimiento de los procesos económicos y de integración regional, modificándose las funciones de la frontera, que pasan de ser espacios separados a espacios para la cooperación e integración. En tal sentido, la Comunidad Andina de Naciones ha impulsado un conjunto de Decisiones con miras al establecimiento del mercado común, a la profundización de la integración regional y sub-regional y al desarrollo fronterizo; por ello, era necesario que desde la academia se rediseñara la propuesta ZIF con el objeto de crear mecanismos de integración más adecuados y pertinentes al área fronteriza, involucrando para ello el apoyo de las fuerzas vivas del ámbito territorial fronterizo La frontera Norte de Santander-Táchira se ha caracterizado históricamente por una compenetración que ha superado las diferencias y en ocasiones las normativas de los gobiernos nacionales; esta es una de las razones que permitió proponer una ZIF, dada la singularidad de la dinámica de la frontera y las características de atención que los respectivos gobiernos nacionales han otorgado a este espacio fronterizo, así como su inclusión dentro de una experiencia de integración subregional representada por la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Las primeras aproximaciones a la idea de diseñar una Zona de Integración entre estos dos países se remonta a los acuerdos y tratados binacionales, comenzando por el Tratado sobre Demarcación de Fronteras de 1941, la

Demarcación de Tonchalá de 1959 y el Acuerdo Comercial y de Desarrollo Económico de 1963. A partir de 1941 con la firma del Tratado de Fronteras y Navegación de los Ríos Comunes entre Venezuela y Colombia, los dos países se dedicaron a normar la vida fronteriza. En 1942 se suscribe el Estatuto de Régimen Fronterizo, mediante el cual se define una franja fronteriza a ambos lados del límite internacional, lo cual permitiría facilitar las relaciones y la vida en la frontera. Con el Estatuto se otorga a las zonas fronterizas, un régimen más o menos elástico para perturbar lo menos posible las fuerzas y movilidad de factores. (Otálora, 2003, p.28). Luego de esta aproximación se hizo poco para continuar afianzando la presencia nacional entre los países y para supervisar o modernizar los controles en esta frontera. El Acta de San Cristóbal de 1963, consideró el inició de una alianza económica para promover el desarrollo de la frontera; como consecuencia de ésta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realiza un estudio sobre la realidad fronteriza, por solicitud de los gobiernos nacionales, donde se establece la posibilidad de desarrollar programas conjuntos y acciones coordinadas para idear el desarrollo de la Zona Fronteriza y se detectó en la zona central, es decir, la de Táchira y Norte de Santander, un antiguo grado de articulación cultural y socioeconómica profunda en la cual predominaba una dinámica propia (BID, 1964, 126), pero todo se quedó en el papel. En Colombia, en el período comprendido entre 1982 y 1986, se dio la etapa de mayores iniciativas y en la que más se avanzó en materia fronteriza, pudiéndose presentar como el periodo donde se elaboró una política de desarrollo fronterizo y se expidió el Estatuto de Fronteras que tuvo impacto en esta frontera En Venezuela, la crisis .económica modificó drásticamente las relaciones y la dinámica fronteriza y poco se hizo en términos de políticas gubernamentales nacionales para atender los espacios fronterizos. En la frontera se da realidad jurídica a la Asamblea Regional Fronteriza (ARF) colombo-venezolana, capítulo Táchira-Norte de Santander, constituida por las asambleas legislativas de las dos regiones, que venían funcionando de hecho y se inician las reuniones de los dos gobernadores. Una salida gubernamental a las iniciativas de las entidades territoriales fronterizas en 1989, fue la conformación en ambos países de comisiones binacionales que se conocieron con el nombre de Comisión Presidencial de Asuntos Fronterizos (COPAF). A través de los vínculos iniciados con las reuniones de trabajo, las Comisiones de la ERF, la Corporación Venezolana para el Desarrollo del Sureste (Corposuroeste) y la Corporación Nororiental para el Desarrollo (Corponor), constituyeron un equipo técnico binacional e iniciaron diagnósticos con miras a definir y establecer una microregión fronteriza. Los estudios y acercamiento previo proveyeron material suficiente para que se firmara la Declaración de Ureña, en marzo de 1989, por los presidentes Carlos Andrés Pérez y Virgilio Barco, se acordara un el listado de temas por tratar en la Zona de Frontera Táchira-Norte de Santander y se señalara la necesidad del crecimiento e interconexión de las áreas urbanas de Cúcuta y Villa Rosario en Colombia en

Colombia y de San Antonio y Ureña en Venezuela, con el objeto de ordenar su desarrollo dentro de un Plan Maestro de Infraestructura de Servicios Públicos y Sociales. A partir de este año se incluye en el temario andino lo fronterizo: Manifiesto de Cartagena de Indias en mayo de 1989, la Declaración de Galápagos, de octubre de 1989, la Declaración de La Paz en noviembre de 1990, entre otras. En esta última se acuerda profundizar el Diseño Estratégico y se acuerda “institucionalizar” la Integración Fronteriza, con lo que la ZIF Táchira-Norte de Santander adquirió un interés multilateral. En 1990 se aceleró este proceso integracionista con una continuada serie de reuniones entre los países pertenecientes al Grupo Andino, pero especialmente entre Colombia y Venezuela, quienes tomaron decisiones primordialmente en el campo económico, comercial y financiero, resultando muy importantes las gestiones de las COPAFs para identificar los problemas que en ese momento se sucedían respecto a: tránsito de personas, vehículos y contrabando; maltrato de trabajadores indocumentados; conflictos de orden público; inseguridad por límites inestables y explotación abusiva de recursos naturales, aguas y cuencas En 1991, la COPAF presentó el Proyecto ZIF: Delimitación, diseño e instrumentación de la Zona de Integración Fronteriza correspondiente al Estado Táchira (Venezuela) y Departamento Norte de Santander (Colombia). Con este trabajo se bosqueja un esquema de estructuración de la ZIF y se propone un conjunto de lineamientos dentro de una visión prospectiva de los asuntos fronterizos y de las relaciones de vecindad entre Colombia y Venezuela. El tema de la ZIF es llevado a la CAN como escenario relativamente neutral de las diferencias domésticas, capaz y insistir sobre la necesidad de incluir lo fronterizo en la política Comunitaria y mantener el tema vigente. Aunque el tema de la ZIF perdió relevancia en el marco nacional de los dos países, la CAN continuó tratándolo, en parte porque la década de los noventa evidenciaba el aumento del intercambio comercial por las fronteras de los países andinos y particularmente en la de Táchira-Norte de Santander. Este interés de la Comunidad Andina de Naciones, se plasmó en una serie de Decisiones: la 27l Sistema Andino de Carreteras (1990), con miras a expandir el marcado subregional y a lograr una total integración física continental; la 399, sobre transporte Internacional de Mercancías por Carretera (1997), la 459 Política Comunitario para la Integración y Desarrollo Fronterizo (1999) y la 501 Zona de Integración Fronteriza en la Comunidad Andina (2001) En relación con el alcance y proyección del trabajo se persiguieron dos propósitos fundamentales: presentar una o varias alternativas de propuesta, así como una graduación con criterios técnicos de los municipios estudiados en cuanto a su orden de factibilidad de ser incluidos en la ZIF y, por otra parte, presentar a la comunidad académica y a los gobiernos locales, nacionales y subregionales, un ejemplo de experiencia en la que se asume el espíritu y letra de la Decisión 501, según la cual tres instituciones académicas de la frontera aceptan el reto de trabajar de “manera conjunta, compartida y coordinada y una metodología exitosa para diagnosticas y delimitar la ZIF”

La propuesta de estudio como se señaló anteriormente, se enmarca en una perspectiva histórica a nivel de reagrupamiento territorial, por lo que es necesario superar desde un punto de vista funcional las antiguas divisiones fronterizas. Se trata, a través de este mecanismo, de iniciar un proceso político-institucional que logre la generación de un desarrollo socio económico en un área tradicionalmente desfavorecida. Con tal fin, se examinó esta área no ya como dos zonas yuxtapuestas y pertenecientes a dos sistemas nacionales diferentes, sino como un nuevo territorio visto desde una característica unitaria y una potencialidad para el desarrollo consolidado a través de la Integración Fronteriza. En consecuencia, se planificó y aplicó una metodología conducente a determinar: Un conocimiento general de los aspectos socioeconómicos, institucionales, legales, de recursos naturales y de infraestructura; identificación y desarrollo común de potencialidades, en cada uno de los municipios preseleccionados e identificación y tratamiento común de los problemas significativos que puedan surgir a partir de la creación de la ZIF. Para lograr el propósito del trabajo se cumplieron como etapas en la aproximación metodológica: la definición de la unidad de análisis, el proceso de selección de municipios para el estudio y la recolección y procesamiento y análisis de la información Se tomó como unidad de análisis el municipio, considerando que era la mínima unidad político-administrativa capaz de tomar decisiones y ejecutar políticas, de acuerdos con las Constituciones de los dos países. Para la selección de los municipios, se optó por revisar los documentos existentes en las que se esbozaban alternativas de ZIFs tanto en Táchira como en Norte de Santander, opiniones o propuestas sobre esta misma idea y que al mismo tiempo fuera “políticamente correcta”, decidiendo incluir a los municipios en los cuales se preveían proyectos de integración regional e integración física; en estas condiciones se preseleccionaron 15 municipios del Norte de Santander y 18 del Táchira. La investigación fue de naturaleza cualitativa y cuantitativa; ésta última, de carácter exploratorio y descriptivo y a tal efecto: cuestionarios, entrevistas no estructuradas, discusiones en grupos y observación constituyeron las técnicas empleadas para la generación de la data primaria. Para determinar el ámbito geográfico se establecieron diez criterios, con base en la revisión teórica sobre los procesos de integración, las posibilidades de desarrollo, las políticas públicas y la Decisión 501 de la CAN. Se realizó el proceso de depuración y selección de variables definitivas como insumos fundamentales para el diseño de un Sistema de Información Geográfica (SIG), en coordinación con el equipo de Venezuela. Esta etapa resultó fundamentar para la elaboración del SIG conjunto con variables homogéneas de ambos lados de la frontera. Los resultados obtenidos llevan a presentar una ZIF integrada por los municipios: Cúcuta, Herrán Ragonvalia, Puerto Santander y Villa Rosario, de

Norte de Santander, Colombia, y Bolívar, Pedro María Ureña, Rafael Urdaneta, García de Hevia y San Cristóbal, del Estado Táchira, Venezuela; al igual que a establecer un rango de ponderación de los municipios del estudio, de alta, mediana y escasa potencialidad de integración. El patrón general de la situación en la zona fronteriza estudiada, evidencia la existencia de un amplio consenso en la aceptación de los aportes que la integración regional a través de la Decisión 501 prestaría a estas poblaciones fronterizas. Estos aportes se refieren a la búsqueda del crecimiento económico, la mejora en las condiciones de vida de los habitantes y la reducción a largo plazo de los desequilibrios que la integración produce en la frontera, al igual que la promoción de funciones ambientales, sociales y culturales, que puedan considerarse como externalidades y contribuyan a la provisión de bienes públicos, que son primordiales en un enfoque integral de desarrollo. METODOS: La definición de la ZIF señalada en el artículo 1 de la Decisión 501, llevó a pensar en un ámbito geográfico, el criterio de adyacencia y en la opción de ejecución de planes, programas y proyectos que tendría ese “ámbito territorial”, además de las exigencias de cumplir con “las condiciones jurídicas, administrativas y funcionales “(ejusdem, Art. 6) necesarias para potenciar el desarrollo. En consecuencia, la decisión del espacio por estudiar en el proyecto de investigación giró en torno a esas dos ideas. Para lo cual, se asumió como lógico y correcto que se consideraran los aspectos geográficos y de planificación de políticas en ambos países. En lo netamente geográfico se estimó procedente partir de las concepciones geográficas manejadas y convertidas en legislación por la CAN. Ello llevó a revisar la Decisión 534 sobre la Nomenclatura de las Unidades Territoriales Estadísticas de la Comunidad Andina (NUTE Andina), elaborada partiendo de las divisiones político-administrativas de los países miembros, centrándonos en la UTE III que para la CAN equivale a municipio, tanto en Colombia como en Venezuela. Siendo la investigación de naturaleza cuantitativa y cualitativa, se trabajó arduamente en la construcción del estado del arte, recolectando la información que reposaba en diferentes instituciones, públicas y privadas, en los dos países, ya que no hay una base de datos que sistematice esta información en forma integral y además, existe un gran celo de los funcionarios para su suministro. La metodología cuantitativa está asociada el uso de una herramienta como es e Sistema de Información Geográfica (SIG) para la delimitación de la ZIF. Un SIG se define como la captura, almacenamiento, chequeo, interpretación, mapeo, análisis y representación de datos espaciales de un determinado ámbito geográfico con un fin predeterminado. Por lo que fue necesario realizar un proceso de depuración y selección de las variables como insumos fundamentales para este sistema, en coordinación y consenso entre los

equipos de investigación de los dos países. El uso de SIG para la delimitación de la ZIF permitió la creación de un marco espacial para la aplicación de un análisis multivariable, el cual facilita a su vez el establecimiento de relaciones entre variables individuales y revela así nuevas interrelaciones en términos espaciales. Como instrumentos de recolección de información cualitativa se construyeron cuestionarios, para ser aplicados en las Alcaldías de los municipios preseleccionados, con el objetivo de recaudar información respecto a la gestión pública, desde el punto de vista de la administración y planificación en las categorías de: Legislación, niveles de decisión, presencia de organismos oficiales, medio ambiente y territorio, mecanismos de participación ciudadana, coordinación intergubernamental, resultados y evaluación de convenios y proyectos, apoyo gubernamental, fomento empresarial, capacitación, empleo, ordenamiento territorial y desarrollo urbano. Igualmente se obtuvo información cualitativa mediante la técnica de Grupos Focales, realizando Foros-Talleres en cada no de los municipios, en los que participaron: la comunidad, las autoridades locales, los gremios, las organizaciones sociales y el sector empresarial. En el proceso de búsqueda para seleccionar los criterios para delimitar la ZIF, se optó por considerar tanto los aportes teóricos consignados en las propuestas presentadas históricamente, como los establecidos por la CAN en la Decisión 501, determinando los definitivos que se utilizarían para diagnosticar los municipios objeto de estudio y decidir cuáles serían más factibles de beneficiarse en primer lugar de su participación en la ZIF, así: Objetivos comunes, estructura económica, existencia de recursos compartidos, infraestructura de soporte y apoyo, dimensión espacial-territorial, condiciones ambientales, capacidad institucional para la gestión, entorno jurídico institucional, adyacencia geográfica y percepción de los actores locales En la etapa de selección definitiva de los municipios que podrían incluirse en la ZIF, se construyó una matriz de evaluación y se procedió de la siguiente forma: •

• •

Clasificación de los Criterios: Se asignó una clasificación del 1 al 5 a cada criterio, para indicar si: ese criterio no se cumplía (Clasificación = 1); tenía un escaso cumplimiento (Clasificación = 2); tenía mediano cumplimiento (Clasificación = 3); tenía buen cumplimiento (Clasificación = 4), o tenía un máximo cumplimiento (clasificación = 5). Finalmente, debido a que cada criterio posee sub-indicadores, se asignaron clasificaciones a cada uno de ellos y se promediaron las sub clasificaciones para obtener la clasificación más ajustada para cada criterio. Resultado de cada Criterio: Se multiplicó la ponderación por su clasificación para establecer un resultado ponderado para cada criterio. Resultado para el Municipio: Se sumaron los resultados ponderados para cada criterio con el objeto de establecer el resultado total ponderado para el municipio.

Al establecer un rango de ponderación de los municipios estudiados se pudo establecer aquellos que tenían: alta, mediana y escasa potencialidad de integración ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS El patrón general de la situación en la zona fronteriza estudiada, evidencia la existencia de un amplio consenso en la aceptación de los aportes que la integración regional, a través de la Decisión 501 prestaría a estas poblaciones fronterizas. Estos aportes se refieren a la búsqueda del crecimiento económico, la mejora en las condiciones de vida de los habitantes y la reducción a largo plazo de los desequilibrios que la integración produce en la frontera, al igual que la promoción de funciones ambientales, sociales y culturales, que puedan considerarse como externalidades y contribuyan a la provisión de bienes públicos. El análisis de los resultados se realizó comparando los resultados obtenidos con la realidad estudiada, la revisión teórica y los objetivos propuestos. Así, se asume un análisis a partir de la dimensión espacial territorial, funcional y jurídico- institucional. Desde el punto de vista espacial territorial se plantean las siguientes situaciones: la existencia de discontinuidades territoriales en la ZIF resultante y la inclusión de ciudades metropolitanas, tradicionalmente polos de atracción de recursos y población (San Cristóbal y Cúcuta) o no adyacentes al límite internacional. La situación de crear una ZIF que incluya estos espacios y estas poblaciones es posible si se implementan políticas dirigidas a redistribuir la población en el espacio de una forma más organizada y de una forma coordinada y conjunta con el país vecino, antes que dejar la situación con su presente status quo, pues tales acciones podrían ayudar a desconcentrar o a organizar el espacio de una forma más armónica. Estas discontinuidades territoriales evidenciadas puedan en parte ayudar a dirigir más acertadamente la ejecución de las políticas hacia estos espacios y hacer más eficiente lo dispuesto en la voluntad de los estados respecto a la integración subregional en la Decisión 501. Lo funcional destaca las relaciones que se producen entre los distintos actores sociales que hacen vida en la frontera, haciendo énfasis en los flujos de tipo material e inmaterial entre ellos. Se consideraron las relaciones entre los sectores públicos y privados y se destaca que a pesar de la participación del sector privado en las reuniones conjuntas con el sector público y las relaciones de colaboración entre ellos, se requiere profundizar los vínculos interinstitucionales privados a fin de promover la cooperación en las áreas específicas propias de cada sector. Por lo tanto se recomienda que los sectores privados refuercen las asociaciones interempresariales e íntergremiales al igual que se sugiere el fortalecimiento de la capacidad de gestión pública en aspectos relacionados con la cooperación translimítrofe. Del análisis de la dimensión jurídico institucional, se parte tanto de lo establecido en la Decisión 501 en sus artículos 7, 8 y 15, así como de la consulta a las organizaciones y actores representativos en la frontera. Al respecto, se destaca la insistencia de las comunidades consultadas en la presencia de la CAN en la institución por crearse para normar o coordinar la

ZIF. Así, se realiza una propuesta de creación de una Asamblea General de la ZIF, en donde estarán representados los actores gubernamentales en sus diferentes niveles, sociedad organizada y la Secretaría General de la CAN. CONCLUSIONES El estudio para lograr el objetivo básico de proponer una ZIF Norte de Santander – Táchira condujo a las siguientes conclusiones: 1. La integración inicial de la ZIF por los Municipios de Cúcuta, Villa del Rosario, Puerto Santander, Herrán y Ragonvalia de Norte de Santander, y Rafael Urdaneta, Bolívar, Pedro María Ureña, García de Hevia y San Cristóbal de Táchira. 2. Algunos municipios presentan mediana potencialidad para incluirse en la ZIF, por lo que se plantea la alternativa de retomar las ideas expuestas en la década de los noventa sobre municipios incluibles en una ZIF Progresiva (ZIFP). Ellos son: Chinácota, El Zulia, Los Patios, Pamplona, San Cayetano y Toledo por el Norte de Santander, y Junín, Ayacucho y Lobatera por Táchira. 3. Los municipios con escasa potencialidad, además de presentar dificultades para incluirlos en una primera etapa en la ZIF, necesitan fortalecer en todos los sectores de la sociedad su vinculación geográfica real a la frontera, en el sentido de concienciar su cercanía al país vecino y la posibilidad de adelantar acciones exitosas de cooperación transfronteriza. 4. Las percepciones y expectativas de los actores locales, así como la vocación socioeconómica diferenciada en los municipios que resultaron incluibles en la ZIF plantean la alternativa, si no de crear subZIFs, de tener muy presente que las políticas por implementar en cada municipio deben diferenciar muy bien los intereses de los actores locales. Tal es el caso de los Municipios Herrán y Ragonvalia de Norte de Santander y Rafael Urdaneta de Táchira, respectivamente. 5. Los problemas socio-económicos de los municipios analizados pueden agravarse si no se solucionan los problemas estructurales que los afectan. Por tal motivo, el hecho de poseer una infraestructura de equipamiento importante no ha sido el único criterio para la definición de la ZIF, ya que el objetivo de la Decisión 501 es el de procurar el desarrollo económico y por consiguiente el mejoramiento de las condiciones de calidad de vida de sus habitantes. 6. La estructura productiva de los municipios preseleccionados permite desarrollar ciertas potencialidades que pueden mejorar las condiciones de crecimiento y desarrollo económico. Para ello existen en la región entes públicos y privados capaces de dinamizar el desarrollo. 7. Un dinamizador de la inversión puede ser el sector público a través del montaje de la infraestructura vial y de servicios públicos requerida e importante para el desarrollo social e industrial de la zona de frontera. La inversión en infraestructura puede cumplir con el propósito de beneficiar a los habitantes de la zona, porque se generan empleos y, lo más importante, se generan ingresos. Este último elemento ayuda a solucionar el problema de la renta baja que existe en los municipios y puede construirse un círculo

virtuoso que tenga un impacto positivo en la calidad de vida de los habitantes de la región. 8. En los municipios preseleccionados para delimitar y definir la ZIF se han identificado embriones de aglomeraciones (clusters) en sectores productivos potenciales que pueden ser dinamizadores para el crecimiento y desarrollo económico, para lo cual se recomiendan estudios más detallados sobre las potencialidades del carbón, las arcillas y la cerámica, prendas de vestir y calzado, los muebles, cueros y las maderas. En el Municipio de Cúcuta (Colombia) y Bolívar y Pedro María Ureña (Venezuela) cuentan con experiencia y tradición en la producción de artículos de marroquinería como bolsos, chaquetas, carteras y calzado. Se ha identificado una incipiente cadena productiva que busca, a través de las diferentes entidades privadas y gremiales hacerse competitiva; el objetivo debe orientarse hacia el trabajo conjunto desde la materia prima existente en las zonas aledañas. 9. El tema ambiental es importante para mejorar los estándares de buen vivir. En el caso de la disposición de residuos y desechos sólidos, existe un mal manejo ambiental de estos elementos altamente contaminantes, con un impacto negativo en la calidad de vida de los habitantes de esta zona. 10. En lo relativo a la confianza mutua que se requiere para iniciar y tener éxito en la integración se destacan las amplias expectativas en contraste con los visibles recelos y la desconfianza mutua. Esta es una variable importante que deben trabajar en conjunto tanto Colombia como Venezuela a fin de resolver las constantes ambigüedades respecto al futuro común como países vecinos que forman parte de procesos de integración como el andino. Es un trabajo de educación, pero también de evaluación de los actores políticos para que se mantenga una visión de Estado respecto al rumbo a mediano y largo plazo de cada país, y si de tal evaluación surgen intereses comunes, entonces buscar decididamente los mecanismos que permitan obtenerlos. Sólo de esta forma se evitan las discontinuidades en la política vecinal y se crea confianza en todos los sectores. 11. El estudio de este espacio fronterizo percibió falta de armonización, coordinación y seguimiento conjunto de acciones entre los países vecinos. El límite ha sido y es utilizado convenientemente por quienes han comprendido que tal “inarticulación” puede favorecer algunas actividades, que a pesar de no contar con la aceptación de los gobiernos nacionales pueden evadir responsabilidades legales con tan sólo cruzar el límite internacional. En este sentido, la ZIF se convierte en el instrumento apropiado para superar estas situaciones pues lo que se requiere es hacer un uso positivo de la cooperación vecinal y una mayor eficiencia en los mecanismos de supervisión y control de los países.. 12. En lo jurídico – institucional es necesario insistir en la armonización de la legislación y en la coordinación y desarrollo de “empatías” entre las instituciones públicas y privadas, además de potenciar las ya existentes. Igualmente, debe crearse un órgano dirigente de la ZIF, que contemple los organismos y mantenga la estructura funcional presentada en el capítulo V debido a que ella recoge los análisis doctrinarios, las expectativas de las comunidades y de los expertos, así como también responde a la necesidad de lo simple y lo flexible sin llegar a convertirse en una estructura burocrática.

13. Es necesario destacar que en el momento de crearse la ZIF se debe tener en cuenta el ordenamiento jurídico andino y el diseño constitucional y legal, los cuales han venido orientando y rigiendo el conjunto de instituciones públicas de los dos Estados, a fin de ir disminuyendo las diferencias normativas existentes entre ellos. Para ello, será necesario hacer un análisis jurídico exhaustivo, de manera que los gobiernos puedan contar con elementos para su necesaria reforma jurídica a partir de la puesta en vigencia de un régimen como el que se plantea con la ZIF. 14. En lo metodológico, se destaca que, a pesar de la supuesta existencia de indicadores homogéneos para los sistemas estadísticos de recolección de la data, en la práctica esto no ocurre pues se encontraron grandes vacíos de información y fuertes obstáculos para acceder a la existente. Por ejemplo, en Venezuela no fue posible obtener información sobre el origen y destino regional y menos estadal o municipal de los rubros de exportación e importación. Igualmente no hay homogeneidad en cuanto a la data de población económicamente activa. En cuanto a las coordenadas de referencia tanto Colombia como Venezuela se rigen por referentes o sistemas distintos por lo que el proceso de elaboración del SIG fue sumamente largo y complicado. Es necesario contar con una base común para que resulte de utilidad la comparación, la programación y la ejecución de planes y programas que se espera alcanzar con la ZIF. En este sentido, es conveniente que los indicadores se refieran a unidades territoriales similares y comparables. 15. El SIG permitió captar, visualizar y dimensionar espacialmente las realidades en la zona en estudio desde una nueva perspectiva de análisis. Los trabajos tradicionales tendían a separar atributos de imágenes y en muchas ocasiones era difícil encontrar el qué y el dónde se producían las situaciones al mismo tiempo, por lo que un analista debía realizar consultas en distintos sitios o mediante procesos más dispendiosos. Con el SIG esta información se sintetiza en un solo sistema, que vincula los eventos espacialmente. A pesar de lo anterior, por lo novedoso del sistema, no puede aprovecharse al máximo para la zona en estudio debido a que en ambos países, no solamente no se cuenta con el personal calificado para manejarlo, sino que no se produce la información básica necesaria para alimentarlo. Cada país tiene métodos distintos y carencias en la captura de la data por parte de los organismos encargados de recolectarla, procesarla y divulgarla. A manera de ejemplo se señalan las limitaciones encontradas para la generación del componente ambiental en el Norte de Santander en CORPONOR y para la ubicación de la información física y temática del estado Táchira que posee el Instituto Geográfico de Venezuela 16. Para algunos actores, existe el temor manifiesto ante una posible apertura de las fronteras y una baja en los mecanismos de seguridad, pues al permitirse el libre movimiento de personas no habría mecanismos para controlar el ingreso y salida de personas por las fronteras. Por su parte, en el Norte de Santander los actores manifestaron desconfianza por la falta de seguridad en la aplicación de las normas sobre tránsito de personas y de bienes en la frontera estudiada, y el trato desobligante a los transeúntes colombianos por parte de las autoridades venezolanas. Esta visión se matiza al pensar en los posibles beneficios asociados al turismo y el comercio que supuestamente se generarían con la apertura.

Sin embargo, estas percepciones parecen ignorar que una ZIF, o cualquier otra política o mecanismo de integración fronteriza, no significan o implica que necesariamente deberá producirse un abandono de las funciones del Estado. De lo que se trata es de hacer a las instituciones y al Estado más eficientes mediante la concertación y la puesta en práctica de mecanismos reales, factibles y realizables de cooperación entre los organismos de los Estados involucrados a favor del desarrollo de esta frontera. Lograr armonizar los procedimientos, hacer norma la cooperación entre organismos de seguridad, entre otros, y construir o fortalecer las instituciones del Estado. BIBLIOGRAFÍA Alcaldía de Cúcuta. Oficina de Planeación. (2004). San José de Cúcuta Indicadores 2004. Cúcuta: Autor Arango Londoño, Gilberto. (2000) Estructura Económica Colombiana. Novena edición. Bogotá: McGraw Hill. Asamblea Regional Fronteriza (ARF). (1987). Tratado Constitutivo de la Asamblea Regional Fronteriza Táchira – Norte de Santander. Mimeografiado, San Cristóbal: Autor. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (1964). Posibilidades de integración de las zonas fronterizas colombo-venezolanas. Estudio del Banco Interamericano de Desarrollo. Caracas: Autor. Boisier, Sergio (1999). Nuevas fronteras para la política regional en América Latina. Revista Ciudad y Territorios. Estudios Territoriales. Vol. XXI. 3ra. Época # 122 Bustamante, Ana Marleny. (2004, Abril). La Zona de Integración Fronteriza Táchira –Norte de Santander. Papel de Trabajo presentado en el Panel de Friederich Ebert Stiftumg en Colombia (FESCOL), Bogotá. Bustamante, Ana Marleny. (2004, oct-dic). Participación política de los actores políticos y sociales en la frontera Táchira – Norte de Santander y en la integración andina. Espacios Abiertos, 13 (4) Cámara de Comercio de Cúcuta [Disco compacto]. (2003). Indicadores Económicos. Cúcuta: Autor. CAN Decisión 459. (1999). Política común de integración y desarrollo fronterizo. Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena Nº 444. Año XV, junio 1º. Lima. CAN Decisión 501. (2001). Zona de Integración Fronteriza (ZIF) en la Comunidad Andina. Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena Nº 680. Año XVII, junio 28. Lima.

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