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RAFAEL GALLEGO Llegué al diseño de iluminación por casualidad, sin darme cuenta, de manera autodidacta, con una sensación de descubrimiento y aventura muy fuerte. Mi formación es de diseñador industrial y ese fue mi primer contacto con el mundo de la luz, diseñando luminarias. Después, en 1998 y como free lance en una empresa distribuidora, asesoré a los clientes a realizar sus compras de manera más adecuada al espacio a iluminar. De ahí a la realización del primer proyecto fue un paso inmediato, estos fueron cada vez más grandes, tuvimos que incorporar a gente para su desarrollo y sin darnos cuenta habíamos creado un departamento de proyectos de iluminación. Este proceso me ayudó a descubrir una vocación por la iluminación y a tomar la decisión de dedicarme a esta profesión que todavía no tenía nombre en mi país, y de la que no era consciente de si había más gente haciendo lo mismo tanto en España como en el resto del mundo. Fue un momento muy excitante, me sentía como un explorador en un territorio nuevo.

El siguiente paso vino forzado por discrepancias entre lo que pensaba que debían ser los objetivos de esta profesión (por que ya tenía claro que lo era y que quería dedicarme a ello) y los intereses inherentes al mundo de la distribución, en el que el proyecto es una herramienta de venta y lo que realmente importa es la transacción económica. Estos conflictos me llevaron, en 2004 a seguir mi camino en la profesión abriendo con un asociado el primer estudio independiente de diseño de iluminación de Madrid. No era fácil querer hacer las cosas de manera diferente a como lo hacía el resto del mercado, y en esos momentos vender proyectos de iluminación, ideas expresadas en papel, era una tarea muy, muy complicada (y ahora todavía mucho más, por motivos económicos) Sirva este apunte para expresar que en España uno que se dedica a esto lo hace por pasión, no se hace rico, solo sobrevive…

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En 2007 mi asociado y yo decidimos tomar caminos diferentes y monté mi propia oficina, áureolighting (www.aureolighting.com), en el que hasta día de hoy desarrollo mi profesión, el diseño de iluminación: trabajar con la luz, el color y… no olvidemos a las sombras… para generar espacios emocionantes. Como indiqué anteriormente, mi formación es totalmente autodidacta y vocacional. Tuve la suerte de poder participar activamente en todos las fases del proceso. Anteriormente había diseñado producto, así que tengo una base técnica que, por deformación profesional, me hace ser muy exigente con las luminarias. Muchas veces necesito customizarlas para obtener el efecto lumínico deseado. He participado también en el proceso de las ventas y, tras las tareas de oficina desarrollando planos y documentación, el trabajo en la obra ha sido mi mayor maestro. Los test lumínicos me han servido para adquirir experiencia práctica, la dirección de obra para aprender a simplificar diseños, a generar complicidad y alianza con las empresas de instalación para ejecutar correctamente propuestas diferentes a las habituales. Los ajustes post instalación para confirmar o corregir los resultados con respecto a la idea inicial. La importancia del direccionamiento de haces, la luz donde debe estar y la sombra que le acompaña… El dinamismo de la luz, la programación de escenas, la emoción de ser a la vez autor y usuario. La satisfacción de sentirte conforme por el trabajo bien hecho y a la vez por que en el espacio se está muy a gusto, ese es el mayor premio. Cuando yo comencé, en España no se podían realizar estudios de Diseño de iluminación, entre otras cosas por que ni sabíamos que esto del Diseño de Iluminación era una profesión.

El interés en incrementar la calidad de la iluminación e incorporar ese valor añadido de la luz es lo que nos llevó a los pocos profesionales de mi país a establecer, de una manera no organizada, cursos formativos y actos promocionales de la profesión. En 2006 se organizó el primer máster de iluminación en la facultad de arquitectura de Madrid, que ha formado muchos profesionales, también de Latinoamérica. Poco después se instauró un postgrado en la Universidad Politécnica de Cataluña en Barcelona. He sido colaborador en ambos cursos y desde hace dos años el Instituto Europeo di Design en Madrid ofrece un Máster de Diseño de Iluminación del que soy co-director (http:// iedmadrid.com/masters/diseno-de-iluminacion/) También doy clases a los futuros profesionales de interiorismo, escaparatismo y visual merchandasing. La formación es clave para que se conozca nuestra profesión, tanto para ejercerla como para que se solicite la incorporación de un diseñador de iluminación a los equipos profesionales. Complementando esta labor de difusión de la profesión, fui uno de los miembros fundadores de la Asociación Española de Diseñadores de Iluminación, APDI (www.a-pdi. org) de la que formo parte de su Junta Directiva. Nuestros objetivos como colectivo consisten en promover la figura profesional y en poner orden. Ahora asistimos a un boom y todo el mundo es lighting designer… es mas cool. 1 y 2. I-Hotel. Pozuelo, Madrid, España (2005)

Es cierto que algunos profesionales, la mayoría procedentes del ámbito de la ingeniería, realizaban algunos cursos y seminarios formativos, que a mi parecer eran muy parciales por que no contemplaban los aspectos más ambientales, los no mesurables de la luz. Es fácil entender que la luz genera y comunica emoción, pero no es fácil aproximarse a una solución lumínica poniendo el énfasis solo en los aspectos técnicos, por que las emociones resultantes no suelen ser muy agradables. Esta es en general, una de las diferencias básicas que aprecio entre los proyectos realizados por ingenierías y por estudios de diseño de iluminación. Como asistente a conferencias y cursos internacionales, constataba que los proyectos en otros países eran mucho más completos que los que se realizaban en España. Que además de cumplir las normativas, los resultados tenían en cuenta otros aspectos menos objetivos: confort, contraste, comunicación de las singularidades arquitectónicas, diferenciación del espacio, personalidad… incluso aspectos de salud!!

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También queremos establecer criterios de calidad educativa y sobretodo nuestros esfuerzos se concentran en estos momentos en que la administración incluya nuestra figura profesional en los concursos públicos y de alumbrado urbano. En ello estamos. Como diseñadores de iluminación nos incorporamos a un equipo de trabajo y colaboramos con todos los agentes, desde la propiedad, arquitectos, interioristas, ingenieros, fabricantes, instaladores… pero la figura más importante nunca está presente en dichos equipos: el usuario final. Nos gusta abordar nuestros diseños desde la dualidad profesional-usuario. Todo el mundo lo es, pero observamos que el desequilibrio entre el profesional y el usuario es muy grande y normalmente a favor del aspecto profesional. Nosotros enfocamos hacia el usuario nuestras propuestas, pero dando soluciones a los requerimientos específicos de cada parte del equipo, con los que necesitamos utilizar lenguajes diferentes. Planteamos el proyecto desde los aspectos emocionales de la luz tras haber definido y consensuado como queremos que se sienta el usuario y que ha de comunicar el espacio. De esta manera realizamos el concepto con el que una vez aprobado, desarrollamos la distribución y prescripción de luminarias y verificamos que el diseño cumple todas las normativas o bien realizamos las modificaciones necesarias pero sin alterar el concepto. En estos años, he desarrollado proyectos (solo y con colaboradores) en casi todos los ámbitos de la arquitectura tanto de manera permanente como esporádica.

4 3, 4 y 5. Ruta “Ríos de Luz”, Valladolid, España (2010). Fotos: Luis Laforga

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Pero especialmente en aquellos que son más sensibles a los aspectos ambientales-emocionales de la luz: hoteles y restaurantes, viviendas, así como centros comerciales, de ocio y tiendas. Un ámbito en el que no he desarrollado un volumen muy alto de proyectos, pero que me ha dado muchas satisfacciones es el urbano. El proyecto Ríos de Luz, desarrollado para la ciudad de Valladolid en España (realizado con Lara Elbaz) obtuvo en 2011 el primer premio city. people.award como reconocimiento del embellecimiento y puesta en valor de los monumentos de la ciudad. Realizar propuestas de iluminación urbana me está resultando muy gratificante ya que permite corregir intervenciones lumínicas realizadas hace mucho tiempo cuando solo se tenía en cuenta dar respuesta con la luz a las necesidades más elementales de la ciudad: poder ver en el exterior y generar sensación de seguridad. Tal como indica Maslow en su teoría de las necesidades humanas y que se expresa en forma de pirámide, cuando las personas tienen una necesidad cubierta, desarrollan nuevas necesidades y deseos más complejos. Esto mismo ocurre con la iluminación urbana que actualmente debe dar respuesta a las nuevas necesidades lumínicas de las ciudades: imagen, marketing y marca de la ciudad, bienestar y salud… El cambio entre el antes y el después es muy impactante. Las acciones en alumbrado urbano tienen influencia sobre un número muy elevado de usuarios y este aspecto es muy interesante. El futuro se presenta lleno de posibilidades. Delante se nos presentan nuevos territorios que explorar. Los LEDs están perfilando amplias posibilidades: producto más pequeño, mayor presencia del efecto lumínico frente al aparato, es la nueva revolución dicen... Ante la abusiva promoción de la eficiencia debida al menor consumo del producto, me gusta enfatizar la importancia que tiene el uso del diseño como herramienta para obtener eficacia. El campo de la relación entre luz y salud es otro aspecto que se está desarrollándose de manera muy importante. Usamos la luz artificial desde hace un período muy pequeño de nuestra historia evolutiva y nuestros procesos biológicos están mas ligados de lo que sabemos a la presencia de la luz y de la sombra… a la que hemos de traer de vuelta a nuestros entornos. Afortunadamente quedan muchos territorios que explorar y que me permiten seguir viviendo la aventura de la luz. 6. Centro Ocio Alegra. Madrid, España (2008). 7 y 8. Evento Lights in Alingsås. Alingsås, Suecia (2011). 9. Exposición El Greco. Ciudad de México, México (2009). Más información: Rafael Gallego - [email protected]

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RAFAEL GALLEGO // CV Lighting Designer desde 1998; Asociado a PLDA (Professional Lighting Designers Association), al CEI (Comité Español de Iluminación) y es miembro fundador de la APDI (Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación). Estudió Diseño Industrial en la Escola Massana de Barcelona y realizó un Master en Desarrollo de producto en la Universidad politécnica de Catalunya en Girona. Trabajó como Diseñador Industrial en diferentes sectores, destacando el diseño de luminarias para la marca española TROLL, antes de dedicarse al Diseño de Iluminación. Desde 1998 hasta 2004 se dedicó al diseño de iluminación como free-lance. En 2004 funda Índigo Design, que fue hasta su cierre en 2007, el primer estudio de iluminación independiente de Madrid. Continuó su trayectoria profesional dirigiendo su estudio actual, áureolighting. Compagina su trabajo con su vocación promocional de la profesión de Diseñador de Iluminación, impartiendo clases de proyectos y participando activamente en charlas, foros, cursos, postgrados y masters sobre diseño de iluminación. Es codirector del Master en Diseño de Iluminación del Instituto Europeo di Design en Madrid. Actualmente participa en la Junta Directiva de la Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación de España, APDI. Desarrollo de proyectos de iluminación en diferentes ámbitos: Centros comerciales y/o de ocio, locales comerciales, tiendas, peluquerías, librerías, restaurantes, hoteles, residencial, oficinas. Efímero: stands, eventos, exposiciones, exterior urbano, fachadas, estadios. En los siguientes países: España, Portugal, Italia, Francia, Suiza, Suecia, Polonia, Kuwait, México, Marruecos y Brasil. Recientemente el proyecto Ríos de Luz de Valladolid, España ha obtenido el primer premio del City. People. Light Award 2011.