PROYECTOS DE MONARQUIA EN

1 PROYECTOS DE MONARQUIA EN MEXICO. EN PRENSA PROYECTOS DE MONARQUIA SUEÑO DE IMPERIO L a v e r d a d d * la e x p e d i c i ó n á M é x i c o ...
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PROYECTOS DE MONARQUIA EN MEXICO.

EN

PRENSA

PROYECTOS DE MONARQUIA

SUEÑO DE IMPERIO L a v e r d a d d * la e x p e d i c i ó n á M é x i c o , s e g ú n d o c u m e n t o » de Ernesto

inéditos

Louet,

P a g a d o r en jefe del Cuerpo

EN MEXICO

Expedicionario rOR

POR

PAUL,

JOSE

GAULOT

MARIA

HIDALGO

D E LA COMISION-

T R A D U C C I O N Y PROLOGO

I M P E R I A L M E X I C A N A E N M I R A M A R Y E X M I N I S T R O DE M E X I C O D E L LIC.

ENRIQUE

MARTINEZ

EN VARIAS CORTES D E EUROPA

SOBRAL PROLOGO

C. de la Real A c a d e m i a E s p a ñ o l a

El 4 de Octubre de 1861 en Miramar.—El archiduque Fernando Maximiliano.—Misión secreta del conde de Rechberg.— Gutiérrez de Estrada.— Francia no quiere nada para ella.— Sueños de España.—La entente de las tres potencias.—Desiderata de los refugiados mexicanos.—La noche de Noel.—Promesa formal del Archiduque.—En las Tullerías.—El Emperador. —La Emperatriz.—México.—Revolución y pronunciamientos.—Santa Anna — Alvarez.—Juárez.—Miramón.— Los extranjeros en México.—Ocupaciín de Veracruz.— Entrada en México de Almonte, Miramón, Haro y Tamaris y el Padre Miranda.—Ruptura de la triple alianza.—El gobierno de Juárez. —Pronunciamiento de Almonte.—El 5 de Mayo en Puebla.—El general Zaragoza.—Disgusto entre Lorencez y Saligny.—Forey.—Entrada délos franceses —Juárez sale de México.—Triunvirato: Almonte, Labastida y Salas.— Vida de Maximiliano.—Sus viajes.—La Comisión Mexicana en Miramar.— La canción ¿Partirá? ¿No partirá?—Porfirio Díaz en Oaxaca.—Maximiliano acepta la corona imperial, etc., etc.

Ejemplar,

rústica

DE

ANGEL POLA Y

$ 1.50

PARA PEDIDOS i

ANGEL

MEXI POLA

MEXICO, CALLE DE TACUBA, NUMERO

F. V á z q u e z , e d i t o r . Calle d e 25.

1904

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DE IGUALA A MIRAMAR i ITUKBIDE Y 3IAXIMILIANO Asegurada la propiedad de esta o b r a conforme á la ley.

ECA

UNIVERSITÄR*

ONSO REYES" LVADOR T 0 5 C A N O

FONDO SALVADOR TOSCANO

Un notable mexicano, don José María Hidalgo, que perteneció en cuerpo y alma al muerto partido del Segundo Imperio, ha dejado en este libro claras y precisas informaciones acerca de los asuntos políticos en que tuvo directa participación y que son de incontestable interés para la historia de la transformación económica y política de la nación. En Hidalgo era ingénita la adhesión á la forma de gobierno monárquico, adhesión altamente refinada desde su niñez en el hogar; pues descendía del coronel español don Francisco Manuel Hidalgo que recibió el juramento del ejército imperial, como consecuencia del plan de Iguala, el cual consistía en observar la religión católica, apostólica y romana, sostener la independencia del imperio, conservar la unión entre europeos y americanos y obedecer al rey Fernando VII.

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IX

Hijo de un guerrero y u n a santa, corno él mismo dice, fué preparado p a r a la c a r r e r a de las a r m a s y nutrido de profundísimo respeto á la religión católica. En lo primero demostró sus aptitudes defendiendo á la patria contra la invasión norteamericana, herido y prisionero en las inolvidables batallas de Padierna y Churubusco; en lo segundo, por su a m o r á las baratijas benditas y su trato frecuente con las eminencias de la Iglesia, sin excluir á su venerado padre espiritual Pío IX.

—Desde mi juventud me propuse no tocar ni u n a carta de juego, ni decir malas palabras, ni embriagarme, y he llegado á la edad que tengo * sin haber quebrantado estos propósitos, como si el j u r a m e n t o que hice sobre mi cabeza lo hubiese hecho sobre el Evangelio.

Muy joven todavía dejó la carrera de las a r m a s por la de la diplomacia, que era su verdadera vocación. Este es un nuevo aspecto de su vida bajo el cual le veremos constantemente t r a b a j a r por el triunfo de su causa: que era la realización del plan de Iguala, el más amplio programa de gobierno lanzado á la nación mexicana para continuar el pasado colonial, y el m á s obstinado y sangrientamente sostenido. * Entró on las cortes de Europa á mediados del siglo pasado, revestido de carácter diplomático, y desde el primer día

Esto haz de maravillosas cualidades personales le llevaron desde los estudios de los artistas, donde tropezó con el fogoso y célebre revolucionario Silvio Pellico, h a s t a las villas de la nobleza y los palacios reales. Fué amigo de Monseñor Aiitonejli y, d u r a n t e veintiséis años, de Su Santidad Pío IX, de quienes recibió constantemente inéquivocas m u e s t r a s de cariño y estimación. Ha sido el único mexicano que sin antesala visitaba al cardenal Antonelli y pasaba sin previa cita á presentar s u s humildes respetos á Su Santidad, quien no le permitía besarle los pies, sino la m a n o , mandándole sentar á su presencia Tuvo la dicha inefable de limpiar su conciencia á los oídos s a n tos del sucesor de San Pedro y de recibir en más de u n a ocasión, después de ser absuelto, las confidencias de la vida angustiosa y difícil del Infalible.

de su presentación, n o obstante sus pocos años, procuró

Refiriéndose á uno de estos goces, dice el señor Hidalgo:

siempre aparecer sereno, afable, correcto en el hablar y en

"Me habló de Soberanos, de Soberanas, de Pretendientes á

el vestir en modo tal que en sus cuarenta a ñ o s d e cortesanía,

los tronos, do hombres políticos, de la situación presente

j a m á s llegó á estropear la elegancia del porte ni las exigen-

como u n a persona que no desconfía y que siente u n deseo

cias de la etiqueta. De presencia distinguida, insinuante, de

de explayarse con quien no ha de repetir lo que le confíe»

costumbres de m u n d a n o excelente y de vida privada irreT

pues yo allí 110 era nadie, ni representaba á nadie. Los que

prochable, tuvo su n a t u r a l lugar en el corazón de la más

lian tenido la h o n r a de ser recibidos por Pío IX saben cuan-

alta nobleza; y de voluntad tan firme, que pudo exclamar

ta era su facilidad de locución, el encanto de su voz. lo acer-

antes de t r a m o n t a r la vida: * Era septuagenario.

tado de sus reflexiones y aquella inocente ironía y gracia con que las hacía." Otra vez, recordando el Papa al arzobispo Labastida y de que era su intención revestirle con la Púrpura, pero que lo aplazaba por razones que no podía revelar, habló así á Hidalgo : "Los siglos pasarán, y aun cuando continúen los ataques á l a Iglesia, siempre se verá aquí un hombre vestido de blanco, el Vicario de Jesucristo." Cuando el conde de Spaur, ministro de Baviera, sacó secretamente del Vaticano á Pío IX y le condujo á la fortaleza de Gaeta, don José María Hidalgo, como agregado á la legación de México, vivió la misma vida que los representantes de las demás naciones,cerca de Mola di Gaita,donde fué asesinado el inmortal maestro de la palabra latina. Cada vez que el P a p a - R e y , en sus paseos ó sus audiencias llegaba á hablar con el señor Hidalgo, le repetía su cariñosa frase:

—Ecco il mió compugno di Gaeta. La fortuna no solamente sonrió al autor de este libro en sus relaciones mundanas con las cabezas de la Iglesia, sino que la bendición apostólica extendióse hasta su tercera generación. ¡Qué placidez de conciencia para un buen católico después ds tal acto, que garantizaba su inmunidad contra el pecado! La estimación de Pío IX por don José María Hidalgo pasó de los límites normales de la etiqueta pontificia y llegó á la del verdadero pastor á su oveja, llevando su protección

sobre él- hasta la más remota distancia y la más prolongada ausencia. Antes de partir á Londres, removido en su puesto diplomático, creyó su primer deber acercarse á su gran padre espiritual, tanto para despedirse de él, como para pedirle sus consejos. Estaaudienciafuéconmovedora y útil para el agraciado. Pío IX elevó su corazón de creyente exhortándole en esta forma: —Váis á un país protestante, yo sé bien cuáles son vuestros principios religiosos y veneración por la Santa Sede como la adhesión á mi Persona; sois aún joven y necesitáis fortificaros en las doctrinas religiosas; haced una visita de mi parte al Arzobispo Grant, y yo haré que se escriba al cardenal Wiseman, id á verle y que os busque un confesor. Apenas terminó esta exhortación, cayó de rodillas el humilde y por su faz u n d o s a rodaron abundantes lágrimas, mientras el Papa, poniéndole la mano izquierda sobre la carbeza, le bendecía con la diestra. En seguida levantóse el Santo Padre y fué á tomar un camafeo que representaba á San Pablo, de escaso valor intrínseco, según afirma el favorito, pero que lo tenía inapreciable para él como recuerdo recibido del prisionero del Vaticano. En Londres, en las recepciones de la corte, conoció á la reina Victoria en el esplendor de su juventud y su belleza, y al príncipe Alberto, que no era declarado aún príncipe consorte; y fué pronto persona grata, como lo había sido en Roma, i Este hombre extraordinario, de aspectos tan variados, pe-

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XIII

ro siempre correcto, cultivó la amistad de los emperadores de Francia; del rey don Pedro de Portugal, á cuya coronación asistió; de Luis I de Baviera, con quien platicaba familiarmente en castellano; de Isabel II, una de sus confidentes; de Maximiliano II, á quien hizo vis d vis en un rigodón bailado en el palacio de la condesa Spaur, teniendo por pareja á la princesa Carlota Bonaparte, la que, prendada de su discreta galantería, le reveló este secreto:

lio de Miramar y de los tentadores del Hapsburgo para la corona imperial de México.

—Mi primo Luis Napoleón se casa con una española, la señorita Montijo. Y como gran mundano, educado en el refinamiento de la sociedad romana, fué necesariamente artista: conoció por el noble y erudito Chigi la historia de todos los monumentos de Roma, desde el mármol mejor labrado hasta la historia del último cascajo, como él dice donosamente; fué amigo del ilustre duque de Rivas, de cuyos labios oyó lo que en aquellos tiempos debía saberse en materia de literatura y en cuya mesa le esperaba siempre un cubierto; de Martínez de la Bosa, su compañero de juventud; de Campoamor, cuyas doloras y humoradas recitaba con entusiasmo; de don Juan Valeza, que abrió con un cariñoso prólogo su novela titulada La Sed de Oro; de Gorostiza, su antiguo jefe; de Prospero Merimée y otros. El señor Hidalgo escribió, á más de la citada, las novelas

Las dos Condesas, Las Víctimas del chic y Al Cielo por el sufrimiento, nista es él.

en la cual se lee entre líneas que el protago-

Fué uno de los primeros huéspedes mexicanos del casti-

Este es el hombre á quién presentamos redivivo en el libro á que preceden estas líneas, después de un olvido de más de treinta años. Filiado al partido monárquico, cuyo jefe decano fué don ^ o s é María Gutiérrez Estrada, empleó todas sus onergias intelectuales, físicas y morales, en la realización de sus aspiraciones. Creyó, sin duda de buena fe, en la eficacia del plan de Iguala para el bienestar de la Nación; mas como otros ilusos y traidores, provocó desastradamente la más grave perturbación del progreso patrio. Sabido es de todo mundo la naturaleza del régimen colonial bajo el cual vivió el país durante mucho tiempo, su rudeza, sus cantos de sirena, y su odiosa y maldita distinción de razas que tanto han influido en nuestras vernáculas guerras. El español despreciando al criollo ó mutilando sus derechos, y uno y otro pesando su mano dura sobre el indio y el mestizo, despertaban en la conciencia de todos los de abajo el aborrecimiento á todos los de arriba; y unidoscriollos, indios y mestizos por el sufrimiento y el anhelo de libertad, aunaron sus esfuerzos para romperlos viejosy obscuros procedimientos de gobierno. La consecuencia de este estado anormal fué el grito de Dolores, que al conmover al corazón nacional, fortificó en su cerebro el pensamiento de emancipación. Poco antes de que fructificase el hermoso ideal del cura

BIBLIOTECA

UNIVERSITARIA

' ALFONSO REYES" XV

XIV

A * * . 1625

M W T H & Y , MEXICO

Hidalgo, en 24 de febrero de 1821, don Agustín de Iturbide,

rizaba el ofrecimiento de la corona imperial de México á

"libertador, á quien la nación no quiso aceptar por rey,"

cualquier individuo de Casa reinante.

según solemne afirmación de Juárez, expidió el plan de Igua-

Su procedimiento fué u n a serie de insinuaciones á los r e -

la, que por lo que respecta á la parte relativa del p r e s u n t o

presentantes de®las potencias europeas, ya por sí mismas

libro, contenía y a los gérmenes de las luchas fratricidas que

bien preparadas, por pretextos más ó m e n o s legales, p a r a

siguieron á n u e s t r a separación de España. El principal de

intervenir en nuestros asuntos interiores.

esos gérmenes fué el artículo 3 o , que establecía que el go-

Su propósito se logró del todo: franceses, ingleses y es-

bierno nacional debía ser u n a m o n a r q u í a moderada. La

pañoles enviaron f u e r z a s á México. Los p r i m e r o s p e r m a -

idea monárquica predominaba en aquellos tiempos en las

necieron en la República; los otros se r e t i r a r o n : ruidoso

clases directoras; por lo que tenía que ludir con los sen-

triunfo del partido republicano, debido á la perspicacia del

timientos del pueblo, que e r a n democráticos. E n t r e esta

general P r i m y á la notoria habilidad de don Manuel Do-

oposición de intereses políticos; en esta g u e r r a á m u e r t e

blado.

de clases, la nación vivió desgarrada, y a bajo el cetro del

Las naves de Francia, al salir de puerto para América,

vano Primer-Imperio, ya bajo u n a constitución republica-

ya traían la Monarquía en sus pliegos secretos de instruc-

n a en que se sucedieron los presidentes, en su mayoría

ciones, como efecto de las intrigas de los emigrados mexi-

usurpadores, que d u r a r o n en el poder lo que las de lasheras,

verduras

canos y de las desapoderadas ambiciones de la condesa de

ya bajo el puño estúpidamente criminal y b u r d o

Montijo, amiga íntima y confidente del autor de este libro.

do u n a Alteza Serenísima, que se descomponía en cualquie-

Una comisión mexicana ofreció la corona imperial de

r a aventurilla galante con r a m e r a s norteamericanas ó en

México al Archiduque F e r n a n d o Maximiliano de Austria,

audiencias privadas en el baluarte de la presidencia en P a -

quien la aceptó, aguijoneado por el afán de m a y o r e s gran-

lacio, con familias de ciertos inverecundos burócratas, ó

dezas de la princesa Carlota ^ m e d i a n t e el fraudulento su-

por u n incidente adverso en u n a lidia de gallos. Esta prolongada inestabilidad, en que la peor parte toca-

puesto del consentimiento nacional, con la venia de Luis Napoleón y la bendición de Mastaí-Ferretti.

ba al partido colonial, sin embargo de estar sostenido y di-

Después de m i conocidos azares, la República, justiciera

rigido por el Clero, ese perverso m o n s t r u o , acaparador y

en Juárez, escribió en el cerro de las Campanas, con la san-

amortizador de bienes nacionales, desconfiando de su po-

gre de u n carlovingio, el flnis vitce del pasado colonial y

der, desempolvó el artículo í° del plan de Iguala, que a u t o -

del partido monárquico, "hecho que excede en su grandeza y su h o r r o r Shakespeariarios á todos los d r a m a s españoles."

Este libro es su historia, escrita y borrada á trechos con las lágrimas de uno de sus más sinceros actores. En sus páginas se leerá dónde termina el segundo período de formación de la República, que con "la amnistía concedida por el gobierno de Juárez, sembró las esperanzas de la fraternidad nacional.

INTRODUCCION

En el actual período, bajo la dirección sagaz y serena del guerrero y estadista que nos gobierna, prominente partícipe

I

de aquella pasmosa obra de demolición, tales esperanzas se han trocado en frutos provechosos: ha tranquilizado los espíritus, alejando la constante inquietud de una nueva agitación dóiorosa; ha unido las voluntades en la concordia y la paz; y removiendo los antiguos y tremendos procederes de subsistencia individual en la República, la ha renovado, haciéndola gravitar hacia la honradez y el trabajo. • Así se ha venido á cumplir la predicción francesa de 1857: de que México necesitaba u n a dictadura inteligente como único medio de regeneración y salud, porque un poder democrático, mal traído, impotente, dividido, llega á ser tan inhábil para gobernar al país como para proteger la persona y los bienes de los extranjeros. México, Junio de 1904.

BENJAMÍN DE GYVES.

ANGEL POLA..

Desde q u e las d e s g r a c i a s y los d e s ó r d e n e s de México obligaron á la E u r o p a á enviar s u s f u e r z a s d e m a r y t i e r r a á aquellas comarcas, los enemigos de aquella expedición t r a t a r o n d e desnaturalizar las c a u s a s q u e las p r o d u j e r o n . El d e s a c u e r d o q u e s u r g i ó e n t r e los plenipotenciarios de las t r e s potencias i n t e r v e n t o r a s , apen a s se r e u n i e r o n en Veracruz, llenó de esperanzas y dió m a y o r brío á la actitud de s u s enemigos. P r e o c u p a d a la E u r o p a con s u s propios acontecimientos políticos, no había tenido tiempo ni voluntad p a r a e s t u d i a r los de la A m é r i c a española, y de ahí la facilidad con q u e pudo influirse en la opinión pública en un sentido desfavorable á una c a u s a justa en su origen, y q u e h a b r í a sido f e c u n d a en s u s resultados, si los acontecimientos q u e e s t a b a n f u e r a de toda pre1

visión h u m a n a , de qué nos o c u p a r e m o s un día con la f r a n q u e z a q u e conviene á la v e r d a d histórica, no h u b i e s e n venido á d e s t r u i r t a n legíti mas esperanzas. J Lo q u e a h o r a i n t e n t a m o s d a r á c o n o c e r , es lo ~v o c u r r i d o sobre el establecimiento de u n a mon a r q u í a en México d e s d e 1783 p a r a que se puedan apreciar mejor los últimos acontecimientos, c u y a narración vamos á a p o y a r en documentos oficiales. Con n u e s t r o t r a b a j o nos prom e t e m o s convencer á los enemigos de buena fe, de que la expedición europea, tan calumniada, f u é i m p u e s t a á l a E u r o p a por las c i r c u n s t a n c i a s excepcionales en q u e México se e n c o n t r a b a . A los q u e han combatido esa expedición por pasion e s políticas ó i n t e r e s e s privados, q u e han usado de a r m a s de malaley p a r a a t a c a r á las personalidades que no ocultaban s u s e s f u e r z o s y s u s esperanzas, les dejamos en el goce del t r i u n f o q u e han alcanzado , si su conciencia no viene á turbarlo. L u e g o se echará de ver que nosotros no creamos los acontecimientos; lo q u e hicimos f u é aprovecharnos de los q u e se p r e s e n t a r o n , porq u e conducían á n u e s t r o propósito; y no rehuímos la responsabilidad, si la hay, d e h a b e r aseg u r a d o á los gobiernos europeos q u e e l s e n t i -

miento monárquico existía en México. Al ver á la E u r o p a a p a r e j a r s u s e s c u a d r a s , la dijimos: " X o os limitéis á vengar'los agravios que se os " h a n i n f e r i d o y á salvar n u e s t r o s i n t e r e s e s ; " s e d g e n e r o s a y t e n d e d u n a m a n o salvadora á "la g e n t e de bien, q u e os b e n d e c i r á si la ampar á i s , y os recibirá con lluvia de flores y g r i t o s " d e alabanza." T a n m e r i t o r i a e m p r e s a 110 h a b r í a d u r a d o más d e seis meses, sin el d e s a c u e r d o d e los plenipotenciarios e u r o p e o s ; p e r o c u a n d o las cosas volvieron al estado de q u e n u n c a debieron apart a r s e , n u e s t r a predicción se cumplió al pie de la letraL a h i s t o r i a nos o f r e c e ejemplos de actos como los n u e s t r o s , q u e han merecido de ella u n juicio favorable: y si en n u e s t r a pequeñez n o podemos 'compararnos á los p e r s o n a j e s q u e los h a n ejecutado, no les c e d e m o s ni en b u e n a s intenciones ni en patriotismo. La I n g l a t e r r a , t a n celosa de su dignidad y tan conocedora d e s u s i n t e r e s e s , envió en 1688 á E d w a r d Russell, uno de los i l u s t r e s a n t e c e s o r e s del q u e en n u e s t r o s días h a sido t a n t a s veces m i n i s t r o d e negocios e x t r a n j e r o s de S. M- B., p a r a a s e g u r a r al príncipe d ' O r a n g e " q u e las diez y nueve vigésimas " p a r t e s del pueblo inglés deseaban u n cambio

" y se levantarían e s p o n t á n e a m e n t e p a r a alcanz a r l o , si p u d i e r a n o b t e n e r el apoyo de una fuerll za extranjera b a s t a n t e para i m p e d i r q u e los " q u e t o m a s e n las a r m a s f u e s e n diseminados y "'degollados a n t e s de h a b e r podido organizarse ' ' m i l i t a r m e n t e ; añadiendo q u e si Su Alteza iba " á I n g l a t e r r a á la cabeza de algunas tropas, los ''ingleses á millares irían á a g r u p a r s e á su est a n d a r t e , y así se e n c o n t r a r í a con f u e r z a s sup e r i o r e s á la totalidad del ejército de Inglat e r r a . " 1 S a b i d o es que ese príncipe, q u e con el n o m b r e d e Guillermo I I I reinó d e s p u é s en I n g l a t e r r a , m u r i ó dejando al país en paz y prosperidad. Y en n u e s t r o s días, hemos visto á la Grecia e m a n c i p a r s e d e la Turquía,- g r a c i a s á las f u e r zas de la F r a n c i a , d e la I n g l a t e r r a y d e la Rusia, q u e d e s p u é s de la batalla de Navarino establecieron allí u n a m o n a r q u í a con un príncipe extranjero. Y luego h e m o s visto e m a n c i p a r s e á la Bélgica, y con el apoyo de las g r a n d e s potencias, establecer allí u n a m o n a r q u í a con un príncipe extranjero. No vemos, p u e s , p o r q u é lo q u e se ha aplaupítulo7d.MaCaUlay'

H

^r¡ade

Inglaterra, tomo II I, ca-

dido en E u r o p a , ha de v i t u p e r a r s e en México, país g o b e r n a d o m á s d e c u a t r o siglos por la mon a r q u í a más absoluta q u e h a n conocido los tiempos m o d e r n o s : autoridad p a t e r n a l , es verdad, p e r o q u e había establecido la obediencia pasiva, ya en el orden público, ya en|el religioso, a r r a i g a n d o e n aquellas regiones todos los elem e n t o s q u e c o n s t i t u y e n una sociedad monárquica, con c u y a s tradiciones no p u e d e Irompers e e n u n día para p r o c l a m a r una libertad completa, no conocida ni p r e p a r a d a , sin c a e r en los d e s a c i e r t o s y descomposición en q u e ha caído aquella h e r m o s a p a r t e del Nuevo Mundo. Los E s t a d o s Unidos, cuyos colonos llevaron allá f r a n q u i c i a s é ideas d e libertad no sospechadas s i q u i e r a en la A m é r i c a española, q u e vivieron largo tiempo interviniendo en su gobierno interior, h a s t a el p u n t o d e q u e ya en 1692 la a s a m b l e a de M a s s a c h u s e t t s d e c r e t a b a " q u e n i n g ú n i m p u e s t o se levantaría sin su cons e n t i m i e n t o ; " los E s t a d o s ' Unidos, decimos, p u d i e r o n p r o c l a m a r f á c i l m e n t e la república, y eso q u e al d i s c u t i r s e c r e t a m e n t e en! 1787 su constitución, muchos de s u s m i e m b r o s pedían q u e tuviese una f o r m a monárquica. Sin t e n e r en cuenta lo q u e ha p r o d u c i d o en México la república, ni los h o m b r e s ni las épo-

c a s en q u e se ha i n t e n t a d o establecer allí la monarquía, se ha q u e r i d o e c h a r s o b r e n o s o t r o s la invención d e esos p r o y e c t o s . Cuando y a en 1783 el conde d e A r a n d a señalaba á Carlos I I I la m o n a r q u í a como el único medio de salvar aquellos países; c u a n d o I t u r b i d e , l i b e r t a d o r d e México, secundado p o r jefes españoles y mexicanos, p r o c l a m a b a la m o n a r q u í a con un príncipe extranjei-o; c u a n d o e s t o lo aprobó el m i s m o v i r r e y de E s p a ñ a ; c u a n d o el g e n e r a l mexicano Pedraza, diputado d e las c o r t e s españolas, m á s t a r d e p r e s i d e n t e de la República, al s e c u n d a r á I t u r b i d e combatía e n su proclama " e s a s teor í a s brillantes de r e p u b l i c a n i s m o , q u e no son, realizables en n u e s t r o suelo;" cuando Bolívar, el l i b e r t a d o r de la A m é r i c a del S u r , aleccionado p o r una f u n e s t a experiencia, i n t e n t ó f u n d a r allá una monarquía con un p r í n c i p e e x t r a n j e r o : c u a n d o C h a t e a u b r i a n d en el reinado de Luis X V I I I , y Villéle, en el de C a r l o s X , p r o y e c t a r o n e s t a b l e c e r , el p r i m e r o m o n a r q u í a s f r a n c o -españolas, y el s e g u n d o colocar al i n f a n t e de E s paña, don F r a n c i s c o d e Paula, en el trono d e México; cuando el B r a s i l , q u e se hallaba en i d é n t i c a s condiciones q u e México, goza con el s i s t e m a m o n á r q u i c o q u e proclamó d e s d e

su i n d e p e n d e n c i a de paz y prosperidad;" 1 cuando el barón Ciprey, m i n i s t r o de L u i s Felip e en-México, escribía " q u e la m o n a r q u í a e r a el único remedio q u e podría salvar aquel país;" cuando el m i n i s t r o d e I n g l a t e r r a en México en aquella época, Sir R. P a k e n h a m , escribía t a m b i é n " q u e las cosas e x t r a ñ a s q u e allí pasaban venían á c o n f i r m a r la e x a c t i t u d d e los juicios de los que pedían la m o n a r q u í a ; " c u a n d o el mismo Journal des Débats ¡cómo c a m b i a n los tiempos! aplaudía en 1842 los planes monárquicos de G u t i é r r e z E s t r a d a ; cuando el i l u s t r a d o de -Mofras, enviado con una misión á .México por el mariscal Soult, p r e s i d e n t e del consejo de m i n i s t r o s , volvía á E u r o p a diciendo q u e "los mineros, los propietarios, los negociantes honrados, la a n t i g u a nobleza, todas las familias en q u e se e n c u e n t r a n las v i r t u d e s españolas, los s e n t i m i e n t o s d e honor y d e lealtad, echan d e menos el gobierno monárquico, y hacen votos por su r e s t a b l e c i m i e n t o ; " c u a n d o el g e n e r a l P a r e d e s , p r e s i d e n t e de la República, p r o y e c t a r e s t a b l e c e r la m o n a r q u í a , y o f r e c e el trono á un príncipe español; cuando el g e n e r a l Scott, á la cabeza del ejército invasor d e los E s t a d o s 1 H a y que t e n e r en cuenta que el autor habla en el año de J 867.

Unidos, e n t r a en la capital de México con la e s p a d a levantada, anunciando " q u e iba á dest r u i r el p a r t i d o m o n á r q u i c o ; " cuando S a n t a Anna, en la plenitud del poder m á s f u e r t e q u e había habido en México, pide á la E u r o p a u n príncipe e x t r a n j e r o ; c u a n d o el p a r t i d o m o n á r quico envía a g e n t e s á o f r e c e r la corona á u n príncipe d e Orleans; cuando el p r e s i d e n t e Zuloaga pide la intervención e x t r a n j e r a ; cuando r e p i t e la m i s m a súplica el p r e s i d e n t e Miramón; cuando P a l m e r s t o n declara en el parlamento, J al h a b l a r d e México, " q u e la naturaleza del sist e m a republicano h a c e m u y difíciles las relaciones con aquellos p a í s e s ; " cuando lord Cowley, e m b a j a d o r inglés en P a r í s , decía, con su d e s d é n británico, " e s a g e n t e necesita u n a V m o n a r q u í a ; d e o t r a m a n e r a t e n d r á n s i e m p r e la a n a r q u í a y el d e s o r d e n ; " cuando el comodoro inglés Dunlop escribía á su gobierno " q u e la m o n a r q u í a e r a la única f o r m a d e gobierno q u e podía d a r la paz y el orden á México;" cuando S i r Ch. Wyke, m i n i s t r o inglés allí, escribía t a m b i é n á su gobierno " q u e no veía más remedio p a r a aquel país q u e la intervención e x t r a n j e r a y la elevación del p a r t i d o moderado;" cuando los m i n i s t r o s d e P r u s i a y de Bélgica escribían á s u s gobiernos las tendencias m o n á r q u i c a s

d e aquel país; cuando el senador f r a n c é s Chevalier, q u e h a vivido en el país y q u e tan mal h a hablado de la República, reconoce " q u e los mexicanos q u e raciocinan d e s e a n el establecí; miento d e una monarquía, ya q u e el c u r s o de los sucesos no ha hecho m a s q u e fortificar las opiniones m o n á r q u i c a s q u e se h a n m a n i f e s t a d o d e s d e el plan de Iturbi.de, y q u e las tradiciones q u e d e t e r m i n a r o n el éxito d e e s e plan, no se h a n p e r d i d o , razón p o r la cual el ejército f r a n cés no e n c o n t r a r í a g r a n resistencia ni envenen a r í a la g u e r r a ; " cuando el r e y Leopoldo enc u e n t r a bella la e m p r e s a ; cuando el mariscal P o r e y anuncia á su gobierno q u e el e n t u s i a s m o de la población r a y a b a en delirio el día de su e n t r a d a en México, y q u e e s e recibimiento e r a u n h e c h o sin igual en la historia; cuando el q u e s e hizo al E m p e r a d o r Maximiliano llegó h a s t a la idolatría, y en fin, cuando el país se p i e r d e y se m u e r e con la República, se nos viene a decir q u e la idea d e la monarquía, es u n a qui^ m e r a , una imposibilidad! P e r o ni los ejemplos d e la historia, ni la elocuencia d e los hechos, ni los g r i t o s de la g e n t e d e bien, ni la s e r e n i d a d d e la conciencia, n a d a salva á los a u t o r e s d e una e m p r e s a malograda; sólo se ve el mal éxito, y no h a y aplauso por los

esfuerzos, r e s p e t o por las creencias, simpatía p o r el silencio con q u e se devoran las a m a r g u r a s y se calla lo grave de los compromisos, p o r las envidias q u e se amontonan y por las ingrat i t u d e s q u e se e x p e r i m e n t a n . T r i u n f a d como q u e r á i s , p e r o t r i u n f a d ; entonces os veréis saludados como d i s c r e t o s y entendidos, como lo hemos sido n o s o t r o s mismos en los momentos del t r i u n f o ; p e r o sucumbid, a u n q u e s e a con h o n r a ; e n t o n c e s s e os llamará insensatos é imprevisores! . . . .

II ^ Una g r a n e m p r e s a ha fracasado. P e r o la cat á s t r o f e con q u e h a t e r m i n a d o nada puede cont r a la bondad del sistema, ni contra la oportunidad con q u e s e q u i s o aplicar el remedio q u e había de concluir con esa época de desunión y matanza, d e l á g r i m a s y miserias. Q u e r í a m o s establecer un g o b i e r n o f u e r t e y de progreso, . j q u e aplicase, en c u a n t o f u e s e posible, con el orden y el p r i n c i p i o de autoridad, una libertad ilustrada, no e s a d e m o c r a c i a como la calificaba el venezolano s e ñ o r B a r a l t , "agresiva y callejera, díscola y p e r s e g u i d o r a , q u e mata en vez d e vi-

vificar. q u e t r a s t o r n a sin f r u t o los f u n d a m e n J tos d e la sociedad, q u e c i f r a la libertad en la t i r a n í a de las t u r b a s , y la igualdad en el reinado de la a n a r q u í a . . . . " H e m o s sido vencidos en el t e r r e n o de los hechos, p e r o no en el de la razón y de la justicia. Sin e m b a r g o , reconocemos q u e el prestigio de la m o n a r q u í a no p o d r á y a n u n c a jamás levantar á aquellos países de la postración y d e s o r d e n en q u e se e n c u e n t r a n ; p e r o las Repúblicas h i s p a n o a m e r i c a n a s tampoco hallarán en su s i s t e m a pi'osperidad alguna, y d e s d e el Río Bravo al Cabo de Hornos e s t á n condenadas á s u c u m b i r á su propia debilidad- Los hispanoa m e r i c a n o s q u e en E u r o p a m o s t r a r o n deseos d e s e g u i r el ejemplo de México 1 d e b e n ya, co1. ¿Qué importancia, señores, no tendría esa expedición para América, para aquellos desgraciados países que han sufrido y que están sufriendo aún en muchas partes los horrores ele la anarquía, al ver que aquel país que tantas relaciones tiene con nosotros, donde corre la misma sangre que por nuestras venas, había encontrado apoyo para sus reclamaciones, que sus clamores habían tenido eco, y no abrigaban ya recelos de que se hiciese con ellos lo que hasta entonces se había venido haciendo? Yo, señores, puedo decir que he tenido que cerrar las puertas de mi casa en París á las muchas personas que venían ;í buscar la bandera española como la única que tomaba la iniciativa en una cuestión tan grave. (Discurso del diputado señor Mon, embajador de España en París).

mo nosotros, r e n u n c i a r á toda e s p e r a n z a de p r o y e c t o s m o n á r q u i c o s y consolarse c o n s u s b u e n a s intenciones. E n c u a n t o á n o s o t r o s , desp u é s del ahinco y p e r s e v e r a n c i a q u e h e m o s m o s t r a d o en esta e m p r e s a , c o n s a g r á n d o l a toda n u e s t r a alma, t o d a s n u e s t r a s fuerzas, p o d r á d o l e m o s , como t a n t o nos duelen las d e s g r a c i a s q u e h a n caído s o b r e ella; pero al r e n u n c i a r par a s i e m p r e á toda ingerencia d i r e c t a ó i n d i r e c t a en los negocios de México, nos q u e d a m o s con la pobreza con q u e e n t r a m o s en e s a noble e m p r e s a , no habiendo salvado de e s t e n a u f r a gio m a s q u e la conciencia y la dignidad. P a r a la E u r o p a s e r á o t r a cosa. U n día llegar á en q u e los E s t a d o s Unidos, e s a r e p ú b l i c a q u e nació pigmea y es ya gigante, s e ñ o r e a r á exclusivamente en el continente a m e r i c a n o . Cuando acabe p o r d o m i n a r los i s t m o s q u e sep a r a n los dos Oceános, y t e n g a así en s u s man o s las vías m á s breves y s e g u r a s d e comunicación .con el Asia, q u e t a n t a i m p o r t a n c i a comercial va adquiriendo; cuando d u e ñ o s d e las m á s a b u n d a n t e s minas de plata, q u e son l a s de México, t e n g a n el monopolio d e ella, c o m o tienen y a del oro, d e s d e q u e a r r a n c a r o n á México la California; cuando la población e u r o p e a , q u e a t r a e n i n c e s a n t e m e n t e , les lleve la i n d u s t r i a y

no t e n g a n necesidad de enviar á la E u r o p a s u s p r i m e r a s m a t e r i a s , q u e existen lo m i s m o en México q u e en los E s t a d o s Unidos, en cambio de su i n d u s t r i a ; euando'por otro lado dominen las Antillas y el golfo de México, y poblando e s t a p a r t e del continente americano con esa raza q u e d e s t r u y e , pero no asimila los pueblos q u e conquista; c u a n d o desaparezcan los vestigios de la civilización española, como ha sucedido ya en California y en Nuevo México, y dueños en fin de aquellas riquezas, de un g r a n territorio, de los dos mares, y de todos los elem e n t o s pax*a c r e a r una m a r i n a m e r c a n t e y d e g u e r r a sin rival, e n t o n c e s los E s t a d o s Unidos se levantarán con más fiereza aún, y extenderán s u s brazos h a s t a venir á tocar las mejillas de la Europa! • • • E n cuanto al príncipe desgraciado que ha s u c u m b i d o tan d i g n a m e n t e , no es tiempo a h o r a de r e f e r i r las d e s g r a c i a s q u e le acompañaron, ni los e r r o r e s q u e se cometieron. A n t e una t u m b a no c e r r a d a todavía, a n t e el dolor q u e nos domina, a n t e el r e c u e r d o d e lo q u e un día le a m a m o s y de n u e s t r o culto m i e n t r a s le servimos, no debemos m a s q u e doblar la rodilla y elevar n u e s t r a s p r e c e s al Señor p a r a que le reciba con misericordia. ¡ Ah! se a b r e n las car-

n e s y s a l t a n l a s lágrimas del corazón al p e n s a r en el t r á g i c o fin d e ese heroico personaje a r r a n cado á la vida p o r el plomo lanzado á la voz d e mando d e u n niño que no supo sin duda lo q u e hacía!.... . . . - E l n o m b r e de Maximiliano p a s a r á á las g e n e r a c i o n e s venideras que lo r e p e t i r á n con emoción y r e s p e t o , asociando á su a u g u s t o n o m b r e los d e Mejía, Miramón, Méndez y d e tantos o t r o s q u e perdieron la vida al lado d e su Soberano, con la serenidad de los valientes, aclamando el I m p e r i o , y con la fé en la justicia d e Dios-— J. HidalgoParít--, 12 d e Diciembre de 1867.

PRIMERA PARTE CAPITULO

PRIMERO

Proyecto del conde de Aramia en 1783.—Situación de, México.—Se ofrece la corona á las casan de liorbónóde Austria.—Lo aprueba el virrey. — .Yo lo acepta España.—Coronación de Tturbide. Todos los males de México y de toda la América española t r a e n su origen del n i n g ú n caso q u e se hizo en el reinado d e Carlos I I I , de los consejos del p r u d e n t e conde de A r a n d a . q u e en una m e m o r i a p r e s e n t a d a á S. M. en 1788 le decía: " V u e s t r a m a j e s t a d debe d e s h a c e r s e de todas s u s posesiones en todo el continente americano, y no conservar m á s q u e las islas de C u b a y P u e r t o Rico en la p a r t e septentrional, y alguna o t r a q u e p u e d a convenir en la p a r t e meridional, á fin d e q u e nos sirva como de escala ó depósito p a r a el comercio español. Para llevar á cabo e s t e g r a n p e n s a m i e n t o de una m a n e r a d i g n a de E s p a ñ a , es preciso e s t a b l e c e r

n e s y s a l t a n l a s lágrimas del corazón al p e n s a r en el t r á g i c o fin d e ese heroico personaje a r r a n cado á la vida p o r el plomo lanzado á la voz d e mando d e u n niño que no supo sin duda lo q u e hacía!.... . . . - E l n o m b r e de Maximiliano p a s a r á á las g e n e r a c i o n e s venideras que lo r e p e t i r á n con emoción y r e s p e t o , asociando á su a u g u s t o n o m b r e los d e Mejía, Miramón, Méndez y d e tantos o t r o s q u e perdieron la vida al lado d e su Soberano, con la serenidad de los valientes, aclamando el I m p e r i o , y con la fé en la justicia d e Dios-— J. HidalgoParís, 12 d e Diciembre de 1867.

PRIMERA PARTE CAPITULO

PRIMERO

Proyecto del conde de Aramia en 1783.—Situación de México.—Se ofrece la corona á las casan de liorbónóde Austria.—Lo aprueba el virrey. — No lo acepta España.—Coronación de Tturbide. Todos los males de México y de toda la América española t r a e n su origen del n i n g ú n caso q u e se hizo en el reinado d e Carlos I I I , de los consejos del p r u d e n t e conde de A r a n d a , q u e en una m e m o r i a p r e s e n t a d a á S. M. en 1788 le decía: " V u e s t r a m a j e s t a d debe d e s h a c e r s e de todas s u s posesiones en todo el continente americano, y no conservar m á s q u e las islas de C u b a y P u e r t o Rico en la p a r t e septentrional, y alguna o t r a q u e p u e d a convenir en la p a r t e meridional, á fin d e q u e nos sirva como de escala ó depósito p a r a el comercio español. Para llevar á cabo e s t e g r a n p e n s a m i e n t o de una m a n e r a d i g n a de E s p a ñ a , es preciso e s t a b l e c e r

t r e s i n f a n t e s en A m é r i c a : uno como r e y d e México, otro c o m o rey del P e r ú , y el t e r c e r o como r e y de Costa F i r m e , tomando V. M. el título de e m p e r a d o r de las I n d i a s . " El pacto de familia celebrado con la F r a n c i a años a n t e s i m p u s o á la E s p a ñ a obligaciones, y la t r a j o preocupaciones q u e c o n t r i b u y e r o n á d e s a t e n d e r las razones del estadista, a u t o r de la Memoria. E l reconocimiento de la independencia de los E s t a d o s Unidos por la E s p a ñ a , verificado t a m b i é n en el propio año, p r e p a r ó la de México y d e m á s colonias españolas, seg ú n la predicción de A r a n d a , q u e a c e r t ó también en q u e los E s t a d o s Unidos se h a r í a n pronto dueños de la F l o r i d a á fin de dominar el golfo de México. L a situación en q u e se e n c o n t r a b a la América a n t e s de la revolución, especialmente México, no podía s e r m á s favorable á la realización de los planes de aquel g r a n ministro- L a paz e r a general, sin que nada viniese á t u r b a r la en el pueblo mexicano, cuyos s e n t i m i e n t o s f u n d a m e n t a l e s e r a n la religión, la honradez, la obediencia y el a m o r á su soberano. Dios y el rey e r a e n t o n c e s su única divisaEl estado ele las cosas en la metrópoli d e s d e 1808 hizo p r e s e n t i r á muchos españoles y me-

xicanos distinguidos q u e las ideas d e emancipación s u r g i r í a n inevitablemente d e los acontecimientos d e España. P a r a impedir m a y o r e s males y q u e se rompiesen los lazos q u e unían la E s p a ñ a á su vasta colonia, f o r m a r o n el proyecto de realizar por sí el del conde de Aranda- T a n g r a n d e y patriótico [pensamiento s e h a b r í a llevado á cabo, si el p r i m e r g r i t o de independencia no h u b i e r a sido lanzado tan p r e m a t u r a m e n t e en 1810, en un pueblo del e s t a d o de Michoacán; levantamiento q u e f u é seguido de e s p a n t o s o s d e s ó r d e n e s , e n s a n g r e n t a n d o un país q u e había gozado s i e m p r e de la unión, de la riqueza y d e una paz p r o f u n d a . Sin e m b a r g o , el apego q u e se tenía por el t r o n o era Itan g r a n d e , q u e nadie se atrevió á h a b l a r d e independencia sin aclamar al m i s m o tiempo á F e r n a n d o V I I , cuyo reciente advenimiento al t r o n o h a b í a producido un entusiasmo universal. L a regencia de Cádiz, imbuida de las ideas liberales, llamó á los a m e r i c a n o s á f o r m a r p a r t e de la representación nacional, anunciándoles " q u e iban á s e r h o m b r e s libres y á c e s a r de v e r s e encorvados bajo un y u g o mucho m á s d u r o m i e n t r a s más d i s t a n t e del cent r o del poder, m i r a d o s con indiferencia, vejados por la codicia y d e s t r u i d o s p o r la ignorancia."

E s t a s p e l i g r o s a s declaraciones de la regencia d e Cádiz p r o d u j e r o n su efecto, a u m e n t a d o ' p o r la llegada de nuevas tropas, que, a u n q u e iban á c o m b a t i r la insurrección, llevaban el e n t u s i a s m o por las ideas liberales. E s t a s y el deseo de independencia cundían con rapidez s u m a ; pero los h o r r o r e s de la ins u r r e c c i ó n habían hecho q u e no sólo los jefes españoles, sino los mexicanos más distinguidos, como I t u r b i d e , peleasen contra ella, h a s t a q u e llegó un m o m e n t o d e f o r m u l a r un programa político, c u y a ejecución debía confiarse á los h o m b r e s más e m i n e n t e s en el ejército y en las c a r r e r a s civiles, f u e s e n españoles ó mexicanos. P a r a venir á un a c u e r d o tan inesperado, si se a t i e n d e al c a r á c t e r de la lucha en los primer o s años, c o n t r i b u y ó g r a n d e m e n t e , no sólo lo q u e habían c u n d i d o las ideas liberales y el a m o r á Ja independencia, sino la instabilidad de las cosas en E s p a ñ a . Los jefes militares españoles q u e r í a n q u e no se rompiesen todos los vínculos con la metrópoli, y los jefes mexicanos, al p r o c l a m a r la independencia, manifest a b a n los m i s m o s deseos. Todo se concilio en el plan adoptado en la villa de Iguala, á c u y a cabeza s e e n c o n t r a b a n I t u r b i d e y los princi-

pales jefes españoles y mexicanos- Al proclam a r s e por todos la independencia de México, se llamaba en p r i m e r l u g a r al t r o n o al rey F e r nando V I I , ó á un p r í n c i p e de la casa de Borbón, y en defecto de ambos, q u e se note bien esto, al a r c h i d u q u e Carlos d e A u s t r i a " ú otro individuo de casa reinante-. 1 " El nuevo y iiltimo virey d e México llegó desp u é s de la proclamación solemne del plan d e Iguala, vió que la i n d e p e n d e n c i a e r a un hecho consumado, y c r e y ó con razón q u e hacía un g r a n servicio á E s p a ñ a ratificándolo, como lo hizo, en el t r a t a d o de CórdobaL a s cortes de E s p a ñ a n o a p r o b a r o n ese tratado, cometiéndose así una s e g u n d a y e n o r m e falta; é I t u r b i d e , olvidando q u e en el plan de Iguala había dicho q u e llamaba á u n príncipe e x t r a n j e r o , " p a r a precaver los a t e n t a d o s funestos de la a m b i c i ó n , " se coronó i m p r u d e n t e mente, perdiendo luego su i n m e n s o prestigio, en vez de q u e d a r como jefe del país con un tí1 Al prestar el j u r a m e n t o del plan de Iguala, se juraba observar la religión católica, apostólica y romana, sostener la independencia del imperio, conservar la unión entre europeos y americanos, y obedecer al rey Fernando VII, si juraba la constitución de las futuras cortes mexicanas. Este juramento del ejército imperial fué recibido por el coronel español don Francisco Manuel Hidalgo, padre del autor de estos apuntes. ,

tulo m á s modesto q u e le h a b r í a p r e p a r a d o á m a n t e n e r s e en el poder quizá toda su vidaP r o s c r i t o d u r a n t e catorce meses, volvió á México, donde recibió la m u e r t e en p r e m i o d e h a b e r hecho la independencia de su patria . . . CAPITULO II. Proclamación de lo. república—Constitución Efectos del nuevo sistema.—Número de presidentes. —Nulidad de los partidos. Un e s c r i t o r americano, hijo de Buenos Aires, decía q u e "los h i s p a n o - a m e r i c a n o s en su impacienciade q u e r e r s e r h o m b r e s a n t e s de tiempo, se parecían á los niños enervados por goces p r e m a t u r o s . No tienen d e republicanos, añadía, m á s q u e las f ó r m u l a s pomposas y sonoras, los resabios a n á r q u i c o s y la altivez i n g o b e r n a b l e . ' ' L a historia de las repúblicas de A m é r i c a justifica t r i s t e m e n t e e s t a opinión. En México, una vez establecida la república ó mejor dicho la anarquía, s u s novicios legisladores, inspirados por el r e p r e s e n t a n t e de los Estados Unidos, adoptaron una constitución calcada sobre la de la Unión, como si existiese la más pequeña analogía e n t r e a m b o s pueblos. El mexicano, q u e d u r a n t e t r e s siglos no había gozado de n i n g u n a libertad, y q u e ni por asomo había podido a p r e n d e r l a en los libros,

c u y a introducción e s t a b a prohibida s e v e r a m e n te, se encontró como por ensalmo, con q u e e r a s o b e r a n o y q u e gozaba de muchos d e r e c h o s , c u y a existencia ni s o s p e c h a b a siquiera- S i n h á b i t o s de g o b i e r n o y sin h a b e r d i s f r u t a d o d e las f r a n q u i c i a s d e los colonos de la libre Inglat e r r a , la f a m o s a igualdad republicana, q u e sólo ha existido de n o m b r e , no p r o d u j o en el pueblo n i n g u n a m e j o r a intelectual ni material: así es q u e jamás h a ejercido autoridad alguna ni tenido influencia en las revoluciones, q u e j e f e s ambiciosos y n u l o s h a n hecho á menudo en s u nombre. L a proclamación de la r e p ú b l i c a t r a j o el deseo d e innovarlo todo, d e s t r u y e n d o sin p e n s a r e n el porvenir, é i n t r o d u j o el caos en todos los r a m o s de la a d m i n i s t r a c i ó n . L a ambición d e s e r jefe del Estado, invadió á la g e n t e mediana, y las rebeliones m i l i t a r e s e r a n el mejor medio do escalar el p o d e r . Contados son los presidentos elegidos legalmente. S i lo hubiesen sido s i e m p r e , México no h a b r í a tenido de 1824 hasta la fecha, m á s q u e diez, m i e n t r a s q u e h a habido treinta y cuatro. L a a u t o r i d a d , e m a n a d a d e rebeliones militar e s , no tenía ni el tiempo ni las luces necesar i a s p a r a g o b e r n a r el país: todo estudio espe-

cial ó u n m é r i t o cualquiera, e r a innecesario par a o c u p a r los destinos públicos. De ahí es q u e el a m o r al t r a b a j o se extinguió y q u e en vez d e beneficiar las i n m e n s a s riquezas del país, nadie p e n s a s e sino en los empleos del gobierno, afición m u y propia de la raza española, d e s d e q u e las revoluciones se han puesto á la o r d e n del día- L a moral pública se relajó, y la prevaricación no conoció límite alguno. Sin t e m o r del castigo y descrédito, se c r e a b a n gx-andes f o r t u n a s en los p u e s t o s públicos, y el c o n t r a b a n d o organizado escandalosamente, a r r u i n ó el comercio de b u e n a fe. E n el ejército s e admitían con g r a d o s más ó menos elevados, s e g ú n el favor de q u e se gozaba, á h o m b r e s cuyos a n t e c e d e n t e s los alejaban de o t r a s p a r t e s , ó bien se acudía á los p r o n u n c i a m i e n t o s p a r a o b t e n e r un ascenso, salvo algunas y conocidas excepciones. La industria, las minas, la agric u l t u r a s o b r e todo, base de la riqueza pública, e s t a b a n casi abandonadas. J a m á s se h a conocido un plan rentístico ó financiero digno de e s t e n o m b r e . Se descuidó la educación del pueblo, manteniéndolo e n la ignorancia y el d e s o r d e n p a r a sacar más p a r t i d o de él. La seg u r i d a d de los caminos desapareció, la policía

no se lia organizado nunca, y la justicia no se lia regido por código conocido. En medio de e s t e d e s b a r a j u s t e general, los e x t r a n j e r o s no e n c o n t r a b a n g a r a n t í a s d e ning u n a clase, d é l o cual r e s u l t ó que los menos esc r u p u l o s o s , c o n t r i b u y e s e n también á la dilapidación, enriqueciéndose con especulaciones ilícitas, en las cuales, m u c h a s veces, tomaban p a r t e los f u n c i o n a r i o s públicos, sin perjuicio de p r o d u c i r é s t o á cada paso reclamaciones diplomáticas, q u e concluían por a g r a v a r cons i d e r a b l e m e n t e la d e u d a nacional. 1 T a n t a desvergüenza, t a n t a corrupción pública, no h a n podido e m p e r o contagiar á las familias q u e f o r m a n la sociedad mexicana, y no hace m u c h o s m e s e s q u e hemos podido d a r testimonio de q u e c o n s e r v a n la pureza de las cost u m b r e s y o t r a s v i r t u d e s inculcadas por la España, en m e j o r e s días para ella y p a r a s u s colonias de A m é r i c a . Los p a r t i d o s , ó mejor dicho, los g r u p o s de h o m b r e s q u e h a b í a n asociado s u s i n t e r e s e s )porque con p o c a s excepciones, no se ha combabierSíSnXnoJv ^

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P c i ó n aspecto á los go-

los destinos púbHcos 4 hn n h ° ° '°S' q,íe o c u P a r o n e » cidad. hombres de honradez y de capa-

tido por la p a t r i a ni por el t r i u n f o de una idea), los p a r t i d o s , decimos, habían estado, como suele decirse, c a y e n d o y levantando, sin q u e la república h a y a producido m á s q u e m i s e r i a s y vergüenzas d e n t r o , y desprecio ó i n d i f e r e n c i a en el extranjeroSin embargo, d e s d e 1858 en q u e t r i u n f ó la d e m a g o g í a d i s f r a z a d a , la E u r o p a empezó á preoc u p a r s e de la s u e r t e d e s u s nacionales y del c u m p l i m i e n t o de los t r a t a d o s . El t r i u n f o obtenido en 1858 por el p a r t i d o conservador, q u e b u s c a b a ya su apoyo en la Europa, f u é e f í m e r o g r a c i a s á la intervención d e los E s t a d o s Unidos q u e t a n t o c o n t r i b u y e r o n al t r i u n f o d e Juárez.

CAPITULO II [ Triunfo de los ultra-liberales.— Tratado con los Estados Unidos.—Situación de México. — Ataques al cuerpo diplomático Expulsión del nuncio y de los obispos. El t r i u n f o de la demagogia, t e r r i b l e azote con q u e Dios suele castigar á la h u m a n i d a d , era doblemente f u n e s t o p a r a México, p o r q u e además de e n t r e g a r aquella i n d e f e n s a y t r a b a j a d a sociedad, á los h o r r o r e s de una t u r b a b r u t a l é i r r e v e r e n t e , amenazaba la independencia nacional. J u á r e z e n t r a b a en México precedido de u n acto suyo q u e había llenado de indignación al país entero, y escandalizado en E u r o p a . Dur a n t e su p e r m a n e n c i a en Veracruz, había celebrado u n t r a t a d o con el r e p r e s e n t a n t e de los Estados Unidos, 1 el único diplomático q u e lo había reconocido como gobierno, en el cual, en cambio de algunos millones de pesos q u e J u á rez creía necesitar p a r a su t r i u n f o , concedió á los E s t a d o s Unidos la posesión y t r á n s i t o , c,a 1 Mr. Mac Lañe. Tratado firmado en 1859 con Ocampo.

perpétifam del istmo de T e h u a n t e p e c , es decir, la vía señalada como un manantial de riqueza y poderío, p o r c u a n t o pone á la E u r o p a en comunicación con el Asia. El t r á n s i t o y posesión de inmensos t e r r e n o s en ocho ricas y vastas provincias de la f r o n t e r a . L a cesión del Arizona, uno de los m i n e r a l e s no explotados, m á s ricos del mundo. La introducción d e efectos, mercancías, p r o d u c t o s n a t u r a l e s ó m a n u f a c t u r a dos, inclusos los de algodón, libres de derechos, lo cual acabaría con el comercio europeo en México. El derecho ad perpétuara de transportarlas t r o p a s de los E s t a d o s Unidos, t r e n e s y municiones de g u e r r a , por las vías d e Tehuantepec y Sonora, como si f u e s e n t r o p a s mexicanas. El d e r e c h o d e p r o t e g e r por la f u e r za de las a r m a s todas e s a s vías, su propiedad y d e r e c h o s de t r á n s i t o , con el consentimiento y cooperación de México, (5 sin uno ni otro Qioith or without the consent ancl cooperatioñ of México), es decir, q u e la ocupación a r m a d a de una mitad del territorio, e r a la cesión inmediata, completa, de él á los E s t a d o s Unidos. No se c o m p r e n d e cómo J u á r e z no veía q u e en ese t r a t a d o iba la p é r d i d a de la soberanía de la nación, y q u e ésto iba á justificar aun más la g u e r r a de los q u e tenían derecho á decir q u e

peleaban por salvar la i n d e p e n d e n c i a d e México, lo cual tenía q u e acelerar su caída. Oigamos á u n testigo ocular de lo q u e se pasaba e n t o n c e s en el país: " L a s t u r b a s i n a u g u r a r o n su e n t r a d a en México a s e s i n a n d o á un e s c r i t o r público en su propio domicilio, m u y j u s t a m e n t e estimado en la b u e n a sociedad, y con o t r a s tropelías c o n t r a la p r e n s a conservadora, amenazada con el incendio si c o n t i n u a b a s u s publicaciones. Se expidió una ley llamada mortuoria, s e g ú n la cual debían d e s a p a r e c e r de e s t e m u n d o todos los q u e de hecho, p a l a b r a ó p e n s a m i e n t o dis e n t i e s e n del gobierno. E m p e z a r o n los fusilamientos, y sólo el g o b e r n a d o r d e G u a n a j u a t o , Doblado, se lisonjeaba d e h a b e r conducido al cadalso en su provincia, d u r a n t e u n año, m á s d e mil y quinientos reaccionarios. 1 " L a historia d e la constitución d e 1857 es la d e la época en q u e la g u e r r a civil h a llevado h a s t a el refinamiento s u s c r u e l d a d e s , s u s crím e n e s y su devastación. U n r e g u e r o sangriento que, empezando d e s d e las r e m o t a s costas del Pacífico, no t e r m i n a sino h a s t a las playas del Atlántico; los h u e s o s i n s e p u l t o s d e millar e s de víctimas q u e m a r c a n p o r donde q u i e r a , 1 La provincia de Guanajuato tiene 900,000 habitantes-

como vastos comentarios, los t e a t r o s e x e c r a b l e s de n u e s t r a s carnicerías; campos talados, ciudades incendiadas, poblaciones d e s i e r t a s , mon u m e n t o s destruidos, templos despojados, miseria, llanto, o r f a n d a d , y sobre todos estos e s c o m b r o s u n p u ñ a d o d e malhechores henchidos de riquezas y mal saciados d e matanzap r o c l a m a n d o la ley del p r o g r e s o , de la civilización y de la libertad: h e aquí la obra de la c a r t a magna, los e f e c t o s d e n u e s t r o pacto f u n damental, en u n a palabra, el cuadro espantoso d e México c o n s t i t u i d o . " L a administración d e justicia f u é entregada á los q u e el pueblo elegía, sin q u e p a r a s e r m a g i s t r a d o se necesitase t e n e r conocimientos especiales. La a d m i n i s t r a c i ó n municipal s e p u s o en manos d e unos cuantos i n s e n s a t o s q u e d e s e m p e d r a r o n las calles, las convirtieron en albafíales, c u y a s p ú t r i d a s emanaciones prod u j e r o n el t i f u s en la población, llegando el hor r o r de e s t a situación h a s t a h a b e r s e encontrado cadáveres de párvulos y de adultos- Todos los fondos municipales d e s a p a r e c i e r o n ; h a s t a las mazas, los candeleros y los t i n t e r o s de plat a del ayuntamiento. L a s e g u r i d a d pública desapareció por completo d e la ciudad y d e los caminos. En el ejército se i n t r o d u j e r o n hom-

b r e s que figuran en las listas de los presidios y en los r e g i s t r o s de la policía. Unos cuantos sayones á la devoción d e cada coronel ó general improvisado, se e n c a r g a b a n de f o r m a r los c u a d r o s del ejército, a p r e h e n d i e n d o y a m a r r a n d o con u n a sola c u e r d a á cuantos encont r a b a n en las calles, templos, talleres y paseos. Todas las r e n t a s se dilapidaron, empezando por los cien millones d e pesos del clero, y las alhajas de los vasos s a g r a d o s sirvieron h a s t a de adorno á los s o m b r e r o s y á las m o n t u r a s de algunos jefes, m i e n t r a s q u e se imponían la muerte, la prisión, el d e s t i e r r o ó la confisca-, ción á los q u e tenían a l g ú n capital q u e p e r d e r , ó á los q u e se llamaban enemigos de la patria. " L o s r e p r e s e n t a n t e s e x t r a n j e r o s , q u e estaban dando testimonio de aquella carnicería y d e aquella barbarie, escribían á s u s gobiernos indignados de aquellos escándalos, q u e nec e s a r i a m e n t e tenían q u e alcanzar á s u s propios súbditos, y aún al mismo c u e r p o diplomático. '"Apenas instalado el gobierno en el palacio de México, se publicó un libelo infamatorio, lleno de insolencia y d e insultos, c o n t r a cuant a s p e r s o n a s han r e p r e s e n t a d o en México á las cortes e u r o p e a s , y m u y especialmente con-

t r a el m i n i s t r o d e P r u s i a , Mr. Wagner. El c u e r p o diplomático dirigió u n a nota colectiva al gobierno, q u e d i s g u s t ó mucho á J u á r e z y á s u s ministros. Los plenipotenciarios de las naciones a m i g a s quisieron imprimirla, p e r o no se e n c o n t r ó u n periódico ni u n a i m p r e n t a q u e q u i s i e r a e c h a r s o b r e sí la responsabilidad de publicarla;y los m i n i s t r o s e x t r a n j e r o s tuvieron q u e apelar al r e c u r s o de i m p r i m i r l a en una p r e n s a litogràfica. Con inaudita tropelía se expulsó al nuncio d e Su Santidad y á todos los obispos mexicanos, q u e p a s a r o n buenos s u s t o s al v e r s e a p e d r e a d o s por los llamados republicanos: el secretario del nuncio f u é herido en la cabeza. Los bienes de la Iglesia no f u e r o n nacionalizados sino derrochados, á lo q u e siguió el f u r o r de d e r r i b a r muchos t e m p l o s de la capital, e x p u l s a r y r o b a r sin piedad á las monjas y a p o d e r a r s e aún de los bienes de las h e r m a n a s de la caridad- '' Tal es u n a p a r t e del c u a d r o trazado por la mano m a e s t r a de un mexicano, testigo ocular de aquellos acontecimientos, publicado en Ver a c r u z y r e p r o d u c i d o en P a r í s . A n t e s de apunt a r lo que aconteció d e s p u é s con los r e p r e s e n 1. Véase el Bosquejo de la actual situación de México, publicado en Yeracruz.

t a n t e s europeos que pidieron la intervención a r m a d a , conviene conocer algo de las relacion e s d e esos países y de los Estados Unidos con M é x i c o independiente.

CAPITULO IV La España y sus colonias.—Error de aquel gobierno. —Ensayo de reconquista en 1829.—Expulsión de los españoles de México.—Reconocimiento de la independencia por la reina Cristina.—Tratados sobre la deuda.—Su violación y asesinatos de españoles. —Generosidad de España.—Sus enemigos.—Sus colonias.—Sus ministros en México. L a política de E s p a ñ a d u r a n t e los t r e s siglos d e su dominación en las i n m e n s a s colonias de América, f u é la q u e debía ser, si se toma en c u e n t a la naturaleza d e su gobierno y la de los países conquistadosLas sociedades q u e s e f o r m a r o n en ellos no podían s e r t r a t a d a s mejor q u e la m i s m a metrópoli, bajo el p u n t o de vista de la civilización. La E s p a ñ a dió lo q u e tenía, y g o b e r n ó s u s colonias con el a m o r de m a d r e . Al p e r d e r l a s , dejó su civilización, s u s hábitos, su lengua, el catolicismo en todo su esplendor, ciudades magníficas, templos suntuosos, edificios públicos y en México m a y o r n ú m e r o de u n i v e r s i d a d e s de las q u e tenía la m i s m a España. P e r o al r e t i r a r su

benéfica b a n d e r a d e aquellas comarcas q u e rec u e r d a n la epopeya de H e r n á n Cortés, debió conservar los lazos q u e i n t e r e s a b a n , no sólo á su gloria, sino t a m b i é n á su política é i n t e r e ses: lo cual h a b r í a logrado oyendo en 1783 al conde de A r a n d a , ó bien enviando al p r í n c i p e q u e le pedía la revolución t r i u n f a n t e en 1821. Consumada la independencia de México, la E s p a ñ a perdió allí toda su influencia moral y material, obstinándose en no reconocer aquella; pero le sucedía lo q u e F r a n k l í n decía de los ingleses: " Q u e se hallaba en la imposibilidad de h a c e r la g u e r r a y e r a n demasiado altivos para h a c e r la paz." Sin e m b a r g o , en 1829, hizo un ensayo de reconquista, enviando una p e q u e ñ a expedición q u e d e s e m b a r c ó en Tampico, y que f u é vencida p o r las t r o p a s del g e n e r a l Santa-Anna. Pocos m e s e s a n t e s de este acontecimiento, los demagogos d e México habían expulsado á todos los españoles allí establecidos, resultando de esta ley b á r b a r a é impía q u e se llevaron á E u r o p a g r a n d e s capitales, á q u e siguió una g r a n p e r t u r b a c i ó n en el comercio y por consiguiente la miseriaL a m u e r t e de F e r n a n d o V I I facilitó el triunfo del partido liberal español, y la i n d e p e n d e n -

cia d e México f u é reconocida por la reina en 1835. En el t r a t a d o celebrado entonces se estipuló que México reconocería como propia y nacional la d e u d a c o n t r a í d a p o r el gobierno español en México, q u e d a n d o a m b o s países libres y quitos para siempre de toda responsabilidad. Doce años después, el gobierno español obtuvo del de México en 1847, una convención, polla cual México se c o m p r o m e t í a á c r e a r un fondo especial p a r a el pago d e aquella deuda, q u e d e c l a r a d a propia y nacional p o r el t r a t a d o de 1836, s e convirtió en deuda extranjera, origen de conflictos no t e r m i n a d o s todavía. Si México cometió una falta firmando esa convención, eso no le daba derecho de f a l t a r á la fe jurada, como lo hizo, desconociendo luego el t r a t a d o en q u e habían p u e s t o su firma el p r e s i d e n t e y la r e i n a d e España. A la violación d e los t r a t a d o s s e siguió el h o r r o r del asesinato cometido en varios s u b d i t o s españoles por el p a r t i d o demagógico en las provincias del S u r . Entonces el gobierno espaBol pareció ceder á la irritación q u e e s a noticia p r o d u j o en toda E s p a ñ a , y anunció el envío de u n a expedición, q u e como t a n t a s veces, no llegó á realizarse. " E s p a ñ a , dice un e s c r i t o r mexicano, nos ha e s t a d o observando m u y de cerca, d e s d e hace

m á s d e c u a t r o años, en su calidad de m a d r e ; nos h a t r a t a d o con la misma inaudita benevolencia, disimulando n u e s t r o s ultrajes, n u e s t r a s i n j u r i a s y n u e s t r a falta de fe para el cumplim i e n t o d e los t r a t a d o s . " L a d e m a g o g i a en México ha hecho s i e m p r e a l a r d e d e d e s p r e c i a r el elemento español, pres e n t a n d o á los españoles como u s u r p a d o r e s del c o n t i n e n t e americano; acusación que se c o m p r e n d e r í a en boca d é l o s indios, no en los d e r a z a española, que, por m á s q u e digan, no son s i n o lo q u e decía de sí mismo el general T e r á n : " Y o no me he considerado n u n c a mas q u e c o m o español r e b e l a d o . " En ese odio y g r i t e r í a c o n t r a la E s p a ñ a no ha habido mas q u e u n a r m a de mal género para d e s p e r t a r los t e m o r e s de u n a reconquista, que ni los interes e s ni la lealtad de la España h a n hecho verosímil d e s d e q u e reconoció la independencia. A d e m á s d e los gloriosos r e c u e r d o s q u e la E s p a ñ a t i e n e en México, la posesión de las islas d e C u b a y P u e r t o Rico la imponían el deb e r d e a y u d a r l e á conservar su independencia, á la vez q u e defendía s u s derechos y salvaba los i n t e r e s e s de s u s subditos. P o r q u e s u s colon i a s d e l a s Antillas c o r r e r á n un peligro cierto el d í a q u e los E s t a d o s Unidos se apoderen del

golfo d e México, p u e s aún suponiendo q u e log r e conservarlas, de n a d a servirá á E s p a ñ a t e n e r la llave del golfo, si no p u e d e m o v e r s e de la e n t r a d a . Nueve r e p r e s e n t a n t e s de E s p a ñ a han fracasado en México; uno d e ellos perdió la razón y murió sin recobrarla.

CAPITULO V Los Estados Unidos.—Primeros ataques.—Ensayo de colonización francesa en Texas en 1815 Concesiones de Expana en 1819.—Proposición de compra de Texas.— Colonos—Su revuelta.—Independencia de Texas—Opinión de un americano.—Guerra con México—Pérdida de territorio Auxilio á loa ultra- liberales.—Situación geográfica.. A p e n a s c o n s u m a d a la independencia de l o s E s t a d o s Unidos, a l g u n o s a v e n t u r e r o s , á c u y a cabeza se hallaba un tal Nolland, i n t e n t a r o n alg u n a s e x c u r s i o n e s en 1801. Atacado en u n o s f o r t i n e s por las t r o p a s del virrey, f u é m u e r t o aquél y dispersos s u s c o m p a ñ e r o s . Pocos a ñ o s d e s p u é s el coronel B u r r , vicepresidente d e los E s t a d o s Unidos, amenazó la provincia de T e x a s , objeto ya de su ambición, y convocó á varios a v e n t u r e r o s p a r a q u e s e estableciesen en ella, l o q u e obligó al v i r r e y á enviar nuevas f u e r z a s . E ñ 1815 algunos f r a n c e s e s , antiguos soldados del ejército d e Napoleón, conducidos por el g e neral Lallemand y p o r s u h e r m a n o , i n t e n t a r o n

f u n d a r en T e x a s una colonia pacífica q u e no tardó en d e s a p a r e c e r por no contar con los elem e n t o s d e q u e disponían los americanos del Norte. Uno d e ellos, llamado Austín, obtuvo en 1819 la p r i m e r a concesión de t e r r e n o que hizo el gobierno espafiol. Los colonos americanos acudieron en g r a n n ú m e r o , y se desarrollaron tan rápidamente, q u e al cabo d e poco tiempo ocuparon de hecho toda la provincia d e Texas. En 1824 p r o p u s i e r o n los E s t a d o s Unidos la c o m p r a de T e x a s p o r medio d e su hábil y p a r a México f u n e s t o r e p r e s e n t a n t e Mr. Poinsett. Rechazada e s t a proposición p o r el gobierno mexicano, la política de los E s t a d o s Unidos se red u j o d e s d e entonces á t o m a r posesión p r i m e r o y d i s c u t i r d e s p u é s . Los jefes de la emigración t e x a n a , a y u d a d o s p o d e r o s a m e n t e con h o m b r e s , a r m a s y dinero, t r a t a r o n de s e p a r a r T e x a s d e la provincia d e Coahuila, que se oponía á esclavitud, y se sublevaron c o n t r a el gobierno de México. Los colonos texanos llamaron en su auxilio á los voluntarios de los E s t a d o s Unidos y formaron un ejército q u e f u é batido varias veces por las t r o p a s mexicanas, h a s t a q u e al fin f u e r o n é s t a s vencidas cuando las m a n d a b a el g e n e r a l

S a n t a A n n a , q u e f u é hecho prisionero en 1836, en San JacintoA c o n s e c u e n c i a d e ese triunfo, T e x a s se declaró i n d e p e n d i e n t e , constituyéndose en república, h a s t a q u e en 1846 f u é admitido como estado, f o r m a n d o p a r t e d e la Unión AmericanaEl g e n e r a l Almonte, r e p r e s e n t a n t e de México, pidió s u s p a s a p o r t e s , y la g u e r r a se declaró ent r e a m b a s r e p ú b l i c a s . E s t a anexión e s t a b a prep a r a d a d e a n t e m a n o , y ya en 1837 escribía el a m e r i c a n o Mr- C h a n n i n g : "Hay c r í m e n e s que por su e n o r m i d a d r a y a n en lo sublime. L a toma de T e x a s p o r n u e s t r o s compatriotas tiene derecho á e s t e h o n o r . Los tiempos m o d e r n o s no o f r e c e n n i n g ú n e j e m p l o de rapiña cometida por p a r t i c u l a r e s en t a n vasta escala." Esos particulares, al o b r a r así, olvidaron que. W a s h i n g t o n les dijo en su despedida: "Observad con t o d a s las naciones las reglas d e la justicia y d é l a b u e n a f e , y vivid en paz con ellas." D e s p u é s d e u n año de lucha, en que el ejército m e x i c a n o f u é batido sucesivamente, no por falta de valor de s u s soldados, sino por la impericia de los j e f e s de entonces, México se vió a r r a n c a r c a s i la mitad de su territorio. E n veint i d ó s años d e república, México había perdido ciento diez mil l e g u a s cuadradas- Los Estados

Unidos a d q u i r i e r o n e n t o n c e s la California y la provincia de Nuevo México. El g e n e r a l Scott, q u e m a n d a b a el ejército invasor en 1847, aprovechó la ocasión de declarar á los mexicanos, " q u e había u n p a r t i d o monárquico e n t r e ellos, y q u e los E s t a d o s Unidos no podían c o n s e n t i r en q u e e s e partido'se levantar a y f o r m a s e un gobierno q u e t e n d i e s e al restablecimiento de la monarquía, y cuyo s i s t e m a no podían aquéllos tolerar en América. He venido, añadía sin rodeos Scott, p a r a c o m b a t i r á ese partido, h e venido p a r a d e s t r u i r l o . " i Así e n t i e n d e n los E s t a d o s Unidos la libertad y así r e s p e t a n la soberanía de las naciones ! La mal llamada república había seguido a r r a s t r a n d o su miserable existencia, por supuesto, s i e m p r e en mala inteligencia con la de los Estados Unidos, q u e p r e s e n t a b a sin cesar reclamaciones e x h o r b i t a n t e s , h a s t a q u e en 1858 estalló el movimiento i n a u g u r a d o por J u á r e z . Batido é s t e en todas p a r t e s , se r e f u g i ó en Veracruz, c u y a plaza, una vez tomada, debía servir de t u m b a á la demagogia; pero esto no podía convenir á los E s t a d o s Unidos, q u e hicieron un t r a t a d o con Juárez, p o r el cual en cambio de algunos millones q u e é s t e necesitaba, seg ú n decía, p a r a a c a b a r con s u s enemigos, les

concedió todo lo q u e se ha indicado a n t e r i o r menteA la vez q u e el g e n e r a l -AI ¡ramón s i t i a b a la plaza d e V e r a c r u z p o r t i e r r a , dos v a p o r e s mexicanos debían a t a c a r l a p o r mar. P e r o la vísp e r a del día fijado s e p r e s e n t ó la f r a g a t a a m e r i c a n a Saratoga, y á media noche se colocó ent r e los dos vapores r o m p i e n d o b r u s c a m e n t e sob r e ellos un f u e g o m o r t í f e r o . Los vapores s e d e f e n d i e r o n h e r o i c a m e n t e , pero t u v i e r o n q u e c e d e r á la s u p e r i o r i d a d de la f r a g a t a , q u e se los llevó á los E s t a d o s U n i d o s con su bravo comand a n t e Marín, el cual f u é enviado á una p r i s i ó n m i e n t r a s q u e los vapores e r a n declarados buena presa por las a u t o r i d a d e s de la Unión A m e ricana. M i r a m ó n levantó el sitio, y J u á r e z t r i u n f a n t e en Veracruz, p u d o m a n t e n e r s e allí o b r a n d o como presidente, h a s t a que, por la caída d e aquel general, le f u é posible o c u p a r la capital. D e s d e 1824 en q u e los E s t a d o s U n i d o s e c h a r o n en México la semilla republicana, c a u s a de la a n a r q u í a en q u e h a vivido, no s e lian a p a r t a d o de su vístalos acontecimientos políticos, m o s t r a n d o s i e m p r e s u s simpatías y su a u xilio al partido q u e p o r s u s e x a g e r a c i o n e s p o d í a

h a c e r m a y o r e s males al país, sin olvidar h a s t a la invasión de Biblias, q u e h a s t a a h o r a es lo único en q u e no han acertado. L a famosa doctrina de Monroe, tan d e s n a t u ralizada, h a servido de p r e t e x t o al intento de aislar c o m p l e t a m e n t e á la E u r o p a de la América, f u n d á n d o s e a d e m á s en q u e su destino manifiesto es d o m i n a r en todo el c o n t i n e n t e a m e r i cano- El t e r r i t o r i o mexicano divide en dos p a r t e s á los E s t a d o s Unidos- De Nueva Y o r k á California, ó d e cualquier otro p u e r t o del Atlántico á otro del Pacífico, no puede irse sin doblar el cabo d e Hornos, ó p a s a r p o r el territorio mexicano. México tiene, pues, en s u s manos la llave del continente del Norte, del Atlántico y del Pacífico, y p o r t i e r r a y por estos dos m a r e s , de todo el comercio q u e se hace en ellos. T a l cual hoy se p r e s e n t a n los acontecimientos de México, en un plazo no m u y largo se a p e r c i b i r á n los q u e en E u r o p a han declamado c o n t r a la expedición de México, de q u e en las relaciones comerciales, q u e son hoy el g r a n int e r é s d e todas las naciones, h a b r á q u e bajar la cabeza a n t e los E s t a d o s Unidos: p e r o entonces s e r á demasiado larde-

C A P I T U L O VI La Inglaterra fomenta la emancipación de las colonias.—Proposición de las cortes de Cádiz.—Inglaterra reconoce á México.- Empréstito.—Opinión de Palmerston sobre los gobiernos republicanos.— Temor á los Estados Unidos. — Desdén por la raza ' latina.—Representante británico. P i t t f u é el p r i m e r o que en I n g l a t e r r a manif e s t ó el d e s e o de q u e las colonias españolas d e c l a r a s e n su independencia, al estallar la revolución f r a n c e s a . L a expedición inglesa á Buenos A i r e s no tuvo m á s objeto q u e f o m e n t a r esa idea de emancipación. P o r eso cuando en 1810 estalló la i n s u r r e c c i ó n en las colonias españolas, la Ing l a t e r r a vió el m o m e n t o propicio de vengarse del auxilio q u e la E s p a ñ a había dado á los americanos del N o r t e , cuando se emanciparon, al m i s m o t i e m p o q u e disminuía el poder marítimo de la E s p a ñ a . Así q u e n o escuchó la proposición de las c o r t e s d e Cádiz q u e le ofrecían, en cambio del

apoyo q u e la I n g l a t e r r a p r e s t a s e á la España, para s o m e t e r s u s colonias, la l i b e r t a d de comercio prohibida r i g u r o s a m e n t e h a s t a entonces en todas ellas. Más t a r d e , lord C a n n i n g , al r e c o r d a r las instrucciones d a d a s á los cónsules p a r a q u e a y u d a s e n p o r todos los medios posibles á la independencia d e las colonias españolas, se lisonjeaba " d e h a b e r llamado así un nuevo m u n do á la e x i s t e n c i a . " En efecto, la I n g l a t e r r a f u é la p r i m e r a nación de E u r o p a q u e reconoció á México independiente, en cambio de un t r a t a d o q u e no podía p o r su naturaleza d a r n u n c a á México u n a m a r i n a y un comercio nacional. Ya p a r a consolidar la independencia, como p a r a a s e g u r a r á la joven república la protección de I n g l a t e r r a , los gobiernos'de Méxice hicieron dos e m p r é s t i t o s , cuyo r e s u l t a d o fué, q u e de 160 millones de f r a n c o s , México no recibió mas q u e 59 millones. Luego, ha habido t a n t o s g a s t o s de a r r e g l o s , d e agencias, de capitalización d e i n t e r e s e s , de conversiones y convenciones, q u e hoy la d e u d a de México con I n g l a t e r r a s u b e á 830 millones d e f r a n c o s . Ija I n g l a t e r r a no h a querido c o n s i d e r a r nunca esos e m p r é s t i t o s como si f u e r a n s u propio

crédito, á p e s a r de las r e p e t i d a s instancias de los t e n e d o r e s de bonos; pero la d e u d a reconocida por México en las convenciones diplomáticas (que en 1863 ascendía á 2r> millones de francos), h a sido objeto c o n s t a n t e m e n t e d e discusiones con todos los gobiernos de México, y m á s de u n a vez ha amenazado con b o m b a r d e a r aquellos p u e r t o s . En 1859. lord P a l m e r s t o n declaró en el parlamento, al t r a t a r d e la cuestión d e México, ' q u e el principio mismo del gobierno republicano h a c e m u y difícil p a r a las o t r a s naciones el trat a r con los países en q u e esa f o r m a d e gobierno se halla establecida-" P e r o eso no le impidió m o s t r a r s e s i e m p r e contrario al p a r t i d o de o r d e n en México, si bien en conversaciones privadas se m o s t r a b a favorable al establecimiento allí de una monarquía. La política de la I n g l a t e r r a r e s p e c t o á los E s t a d o s Unidos se r e d u c e á no h a c e r n a d a q u e les d e s a g r a d e y así se explica su silencio a n t e la anexión de Texas, de la California y de Nuevo México, a n t e la influencia de los americanos en el/istmo de P a n a m á , las invasiones d e Cent r o América, la t r i s t e solución de la cuestión del Oregón. d e la expulsión d e Mr. C r a m p ton, y t a n t a s o t r a s graves c u e s t i o n e s no re-

s u e l t a s todavía. Y eso q u e pensando en el porvenir, la I n g l a t e r r a tomó posesión de l a s B e r m u d a s desde 1612 e n f r e n t e de las costas orientales d e la Unión A m e r i c a n a , de las B a h a m a s , la e n t r a d a del golfo de México, y de la J a m a i ca y s u s islas en las Antillas. Sin embargo, el t e m o r de una g u e r r a con los E s t a d o s Unidos ha prevalecido s i e m p r e en Ing l a t e r r a s o b r e el i n t e r é s notorio q u e tiene e s t a nación de q u e aquéllos no dominen exclusivam e n t e en el continente americano, á lo cual se a g r e g a su poca s i m p a t í a p o r la raza latina. La absorción de México por los E s t a d o s Unidos, y p o r consecuencia la exterminación de la raza latina, se p r e s e n t a hace tiempo á la Inglater r a tan inmediata é inevitable que, al manifest a r estos t e m o r e s u n m i n i s t r o de México, en el Foreing Office, le respondió el m i n i s t r o ingles: "¿Y qué mal h a b r í a en ello?" D e s p u é s de la misión b o r r a s c o s a de M r . M a t h e w s , el gobierno británico envió p a r a reemplazarle á Mr. Wyke, q u e m a n i f e s t ó g r a n sensatez en s u s p r i m e r o s juicios, y cuyos prim e r o s i n f o r m e s á su gobierno c o n t r i b u y e r o n no poco á q u e la I n g l a t e r r a t o m a s e p a r t e en la expedición a r m a d a á Veracruz. P e r o como ver e m o s en su lugar, Mr. W y k e se puso d e s p u é s

del lado d e aquellos mismos á quienes en despachos oficiales había llamado corrompidos é impotentes, i A r c a n o s s i e m p r e d e la política inglesa! CAPITULO VII La Francia durante la guerra de la independencia. — La reconoce Luis Felipe.—Guerra en 1838.—La Francia no se mezcla en la guerra con los Estados Unidos—Mediación de Napoleón entre México y Es. paña en 1857.—Obtiene la paz. La r e s t a u r a c i ó n s e e n c o n t r ó con la lucha empezada ya e n t r e las colonias españolas y la metrópoli. Absorbida con lo q u e se p a s a b a en Europa, nada hizo p a r a s e c u n d a r ó c o n t r a r i a r esa emancipación; pero luego t r a t ó en 1823 y en 1827 de llevar á cabo el establecimiento de una monarquía, como veremos m á s adelante. Algunos años d e s p u é s , la r e s t a u r a c i ó n admitió en F r a n c i a á los cónsules d e la república d e México. Luis Felipe la reconoció a p e n a s subió al trono, como reconoció en s e g u i d a la república de Texas. En 183b, á c o n s e c u e n c i a d é l a s reclamaciones de unos s ú b d i t o s f r a n c e s e s , las relaciones se i n t e r r u m p i e r o n e n t r e México y Francia- Una e s c u a d r a f r a n c e s a al m a n d o del p r í n c i p e d e Joinville. se p r e s e n t ó en Veracruz, b o m b a r d e ó 4-

y tomó el f u e r t e de S a n J u a n de Ulúa, y atacó á V e r a c r u z sin ocuparlo. México pagó seiscientos mil pesos f u e r t e s de indemnización, y las relaciones se restablecieronL a g u e r r a d e México con los E s t a d o s t nidos no preocupó nada al gobierno d e L u i s Fel i p e . E s verdad q u e ella acontecía en 1847, en cuya época a b s o r b í a toda la atención la cuestión d e Italia; p e r o al menos p u d o y debió promover una demostración diplomática c o n t r a la más injusta de las g u e r r a s e x t r a n j e r a s - Luis Felipe salió para el d e s t i e r r o , dejando el pabellón de las e s t r e l l a s en el palacio de .México. E n 1857, á p u n t o d e estallar una g u e r r a ent r e México y E s p a ñ a p o r la cuestión d e los créditos y por el asesinato d e varios s u b d i t o s esp a ñ o l e s , el e m p e r a d o r Napoleón ofreció su mediación al p r e s i d e n t e C o m o n f o r t y á la España. Ella no f u é aceptada, p o r q u e la E s p a ñ a p r e t e n día