PREPÁRATE PARA UN FUTURO MEJOR!

Boletín informativo de la Sección de Educación Permanente Virgen de la Cabeza Nº 82 - Abril de 2015 Redacción: Alumnos/as de la SEPer Virgen de la Ca...
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Boletín informativo de la Sección de Educación Permanente Virgen de la Cabeza Nº 82 - Abril de 2015

Redacción: Alumnos/as de la SEPer Virgen de la Cabeza y colaboradores. Dirige y maqueta: Juana Villa-Real Cruz. Tratamiento digital: Vicente Rodríguez Vega (Guadalinfo). Este boletín como publicación plural que es no se responsabiliza de las publicaciones que aparezcan firmadas. Las colaboraciones podéis enviarlas a [email protected] Depósito Legal J-846-2007; ISSN - 1889 - 2574; Telf.: 953 77 96 97

Oferta educativa para el curso 2014/2015 Centro de Adultos Virgen de la Cabeza

Plan educativo Patrimonio Cultural Andaluz

Preparación Prueba Libre de ESO

Plan educativo de Fomento de la Cultura Emprendedora. (Se expide certificado de horas para bolsas de trabajo)

Educación Secundaria Permanente de Adultos: Modalidad Semipresencial

Uso básico de Informática (Se expide certificado de horas para bolsas de trabajo)

Uso básico de idiomas extranjeros: Inglés y Francés (Se expide certificado de horas para bolsas de trabajo)

Admisión: del 1 al 15 de junio

Matriculación: del 16 al 30 de junio

Nuevo

Pruebas Libres: Acreditación Profesional ¡PREPÁRATE PARA UN FUTURO MEJOR! 1

Artículos de Flory García Perales EL TIEMPO PASA, LOS RECUERDOS QUEDAN Dada la época, se agolpan los muchos recuerdos de tantas Semanas Santas vividas y convividas con mi familia y amigos en el lugar que me vio nacer, Begíjar, es la única festividad en la que menos he faltado. Año tras año, he ido viendo la evolución del pueblo, ya no queda nada de aquella festividad en las que solo se rezaba, se veían misas en la tele, se ayunaba y como mucho, se comían hornazos, hemos pasado de una festividad austera, a otra llena de lujo y alegría, aunque, reconozco que todavía quedan personas que celebran esta festividad con toda su fe.

barrer. Quién me iba a decir a mí que unos años después, cuando ya no vivía en el pueblo, unos jóvenes de generación posterior a la mía, lo iban a rescatar, engalanar y darle el honor que como Santo se merece. En la procesión de Viernes Santo, volvió otra vez a desfilar. El primero, junto a la Virgen de la Soledad y el Cristo de la Vera Cruz, patrón de Begíjar. A continuación la Virgen, madre de Dios, ella procesionó siempre; en mis tiempos, la sacaban la noche de Jueves Santo con un cortejo de mujeres, niños y algún que otro hombre; en su mayoría, llevaban una vela, y el silencio que les acompañaba, muchas de estas mujeres, iban descalzas, alguna promesa tenían con la Virgen por motivos de enfermedad, algún hijo en la mili, un marido emigrante…

La noche de Jueves Santo, pasó por mi puerta la procesión del Cristo Nazareno, con un séquito de penitentes vestidos de color púrpura acompañados de una música de tambores. Ese gran olvidado durante toda mi niñez en un camarín oscuro, pasaba por mi puerta. Me vino a la mente aquel recuerdo: Tendría yo 10 u 11 años cuando Don Miguel, el cura de aquella época, nos mandaba a las niñas, que no a los niños, a barrer y fregar la Iglesia, cosa que yo hacía por ser como las demás, no porque me gustara, era lo que había, pues bien, quise dar un susto a las otras niñas escondiéndome en aquel cuartito oscuro cuya entrada era una cortina de terciopelo rojo, con esa idea entré allí, y ante aquella oscuridad, miré hacia arriba y vi una triste mirada clavada en mí, presa del miedo, salí corriendo y gritando, y en mi huida, me topé con Don Miguel, que no solo me dio un cachetazo, sino que me obligó a pedir perdón a Dios de rodillas, por haber gritado en su Casa. Recuerdo que recé un Padrenuestro de carretilla, me fui y jamás volví a la Iglesia a

Ahora, en este nuevo siglo que vivimos, la Virgen, la Soledad, sale engalanada, con todo el honor que se merece, porque ella, también ha evolucionado, igual que las mujeres de Begíjar. La sacan un grupo bastante numeroso de señoras elegantemente vestidas y perfectamente sincronizadas, ellas mismas la acicalan y hacen de costaleras, la verdad, me emociona porque me recuerda que las mujeres somos capaces de conseguir todo aquello que nos proponemos, el caso de las begijeñas, afortunadamente ha sido igual que en el resto de España, también han ido creciendo con los tiempos, saben coser, barrer, fregar, amar y ser costaleras. Y más.

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Y el tercero en este año ha sido el Cristo de la Vera Cruz, patrón del pueblo, nuestro Cristo, el único Santo al que yo he pedido alguna vez algo, pues he de decir, que eso de tener mucha fe, propiamente dicho, pues como que no, pero eso sí, la procesión de mi pueblo es sagrada para mí, vamos, que hasta alguna lagrimilla se me escapa cuando veo levantar al Cristo al son de la música que nunca le ha faltado, en fin, yo soy de esas personas, que: Mi procesión que no me la quiten.

han ido superándose más y más. Después, cuando ya acaba la oración, al tapeo, los bares llenos de gente arreglada, es fiesta, y en Begíjar, y en España santificamos las fiestas con un buen comer y beber. A mí también me gusta y lo paso bien. El sábado, de vuelta a casa, esta vez con el maletero lleno de aceite, chorizos, dulces típicos, especias, la maleta con ropa de domingo; y en mi cabeza y mi corazón, un montón de recuerdos y la satisfacción de haber pasado otra Semana Santa en mi pueblo, el lugar al que siempre quiero volver.

Si emociona la salida del templo de todas estas imágenes, más emociona la entrada, el encierro, el adiós, a esperar otro año (si Dios quiere). He de reconocer el mérito a toda la gente del pueblo porque cada año

Atrás se queda mi tierra, ese paisaje único lleno de olivos perfectamente alineados, y el recuerdo del poema de Machado: ¡Viejos olivos sedientos bajo el claro sol del día, olivares polvorientos del campo de Andalucía! ¡El campo andaluz, peinado por el sol canicular, de loma en loma rayado de olivar y de olivar!... Flory García Perales Abril 2015

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Artículos de Flory García Perales

LA BENITA La historia que yo quiero contar es la historia de una mujer de pueblo que todo lo que ha hecho en su vida ha sido sufrir. La conocí hace unos años en un pueblo, cuyo nombre no voy a mencionar, como tampoco voy a decir su nombre verdadero, voy a llamarla Benita, no porque este nombre sea más o menos bonito, sino porque me parece tan raro como el verdadero. Su historia es triste y real y así me la contó: Yo fui de visita a casa de una buena amiga, y allí estaba ella, haciendo como que limpiaba, lo hacía fatal. Mi amiga Pilar, persona bondadosa y generosa, me dijo: hoy ha venido preguntando si podía limpiarme algo y le he dicho que barra las escaleras, quedó en venir hace dos semanas para ayudarme a limpiar la cocina, y se presenta hoy, como si fuera ayer el último día que vino, que mujer más informal, hoy ha venido porque necesita dinero, si no es por eso ni aparece. ¿Y por qué la admites?, le dije, Pilar me contestó: me da pena, el primer día vino llorando diciendo que necesitaba trabajar, que tenía dos hijos, contándome penas, y la admití, pero no te

puedes fiar de ella porque te deja plantada cuando quiere. En ese momento, mi amiga se ausentó y allí me dejó, con aquella mujer que hacía como que barría, y lo que más hacía, era mirarme de arriba abajo, ¡Vamos! Que me hizo bien la ficha, he de decir que yo también se la hice a ella, algo tenía esa mujer que me atraía, su pelo descuidado, sus pantalones viejos color marrón, unos zapatos de hombre y un jerséis lleno de bolas y estirajado, con rayas blancas y grises. Su edad, era difícilmente de adivinar, entre 30 y 50, no sabría decir exactamente los años que podría tener. Se acercó a mí y directamente me preguntó, ¿Tú no eres de aquí? Yo no te he visto nunca, le contesté que vivía en Madrid y que estaba visitando a mi amiga, me miró de arriba abajo y me dijo, ya me extrañaba, con lo señorona que se te ve, y acto seguido me volvió a preguntar: ¿Tú trabajas, en qué? Le dije que era profesora, y sin dejarme continuar, me contó su historia, o parte de ella. Yo también estudié con las monjas, dijo, pero era muy mala, y mira que me pegaban, ni con esas, me escapaba de clase y me iba al jardín que había un jardinero que ¡toma ya! Intuí que el ¡toma ya! es porque ese jardinero se la trajinaba, o mejor, se trajinaban juntos, por la forma que lo contó, no es que la señora tuviese alguna frustración. ¿Y por qué te fuiste a estudiar con las monjas si no te gustaba? Me contestó, no tuve más remedio, mi mama se iba a trabajar y mi hermana chica y yo nos quedábamos solas en la casa, como la casa estaba muy vieja, a mi hermana chica le puso la cuna cerca de la lumbre, y claro, se quemó, yo la vi arder, todavía me acuerdo como gritaba hasta que se murió, cuando mi mama vino de trabajar por la noche, la Guardia Civil la llevó presa a la Cárcel, a mí me llevaron con las monjas, y ya no he vuelto a saber na de ella, creo que está en un Asilo de Almería, a lo mejor se ha muerto, acto seguido, se sorbió los mocos y dijo: tengo un trancazo de los gordos. 4

Alucinando me dejó aquella historia, por lo que pude deducir, su madre se dedicaba al oficio más viejo del mundo, no habló de su padre y sí me contó que cuando llevaba hombres a casa, a ella la mandaba a la calle y a su hermana chica (bebé) la ponía detrás de la cortina. Si me alucinó la historia de la madre, más me alucinó la frialdad con la que me contó la forma tan horrible en la que murió su hermanita. Al día siguiente, raro, pero así fue, volvió a aparecer en casa de mi amiga, vino a cobrar el trabajo que no hizo, 5 € le dio mi amiga. Traía a un niño de unos 3 años de la mano. ¿Tienes hijos? le pregunté. Toma, tengo tres: mi grande que está preso, ya sabes por eso de la droga; mi Loly que tiene 16 años y se ha ido con el novio; y éste, señalando con la cabeza al niño que llevaba de la mano. ¿Y tu marido? Yooooo, no estoy casá, he tenío relaciones y me han hecho hijos, a ver, qué le vamos a hacer, bueno, este chico sí es de mi pareja, que es del pueblo, el Tomás, el barrendero.

años parí al grande, por eso me echaron las monjas, ¡serán putas!, me dijeron que me iban a quitar al nene pa dárselo a una familia, ¡y eso no!, me escapé y me fui unos días con el jardinero a una casuta del campo hasta que su mujer se enteró y me tuve que ir corriendo, porque me quería matar. Di con uno de la feria y me fui con él; estuve un año, pero lo echaron de feriante y me dejó con una barriga, la de mi Loli, y con mi grande, el Andrés que estaba muy chico. Estuve en Barcelona unos pocos años buscándome la vida, y allí apareció el Tomás, que es muy bueno, admitió a mis hijos y a mí, no vinimos “pacá” . Ya llevo con él 6 años, vivimos en una casa nueva que nos ha dejado el alcalde y estoy muy a gusto, lo que pasa es que nos gusta a los dos la bebida y gastamos mucho, luego también fumamos y se nos acaban los dineros. Después de aquella conversación no volví a verla, ni mi amiga tampoco, hasta hace un año que volví otra vez al pueblo de Pilar y la vi de paso por la calle, llevaba a su niño de la mano, me contaron que el niño no estaba muy bien de la cabeza, pero ella, no lo había abandonado, seguía con el Tomás y con su hijo. Reflexionando, he de reconocer que una persona así, que tanto había pasado, había nacido con el sufrimiento, no sabía lo que era una caricia, ni una Navidad, ni cumpleaños, decidí darle un homenaje escribiendo su historia para no olvidarla. Cada pueblo tiene sus personajes brillantes, a los que homenajean y a los que se ponen nombres de calles. La Benita, nunca tendrá una calle, ni un traje de cóctel elegante, ni nadie la invitará al cine o al teatro, pero a mí me impactó su historia y aquí está. ¡¡¡Va por ella!!!

¿Y cómo dejas que una niña de 16 años se vaya con el novio? Yo no puedo mantenerla, y además, igual que su madre, señalándose a sí misma, con 15

Flory García Perales

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Artículos de Francisco Martínez Calle LOS REFRANES SOLO SON REFRANES

Los refranes, desde siempre, han tenido para mí un poderoso atractivo. Por esa razón, hace ya algunos años escribí, en colaboración con mi buen amigo el Dr. Cabrero Sánchez, “Hilván de mil refranes”, sobre los más usados en Begíjar. Por esa misma razón he recogido centenares de ellos, todos característicos de Écija, que, con suerte, pronto serán publicados. Y por la misma causa, también, dediqué unas páginas a enjuiciar la opinión del propio Cervantes sobre los refranes, a partir de los parlamentos de Don Quijote y Sancho, aparecidos en su inmortal novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Les tengo, pues, aprecio a estas diminutas piezas lingüísticas, casi siempre certeras y siempre gustosas de leer, ya sea por su contenido, por el empleo, a veces, de términos y construcciones en desuso o por el ritmo con que son construidas. Entonces, un buen día me planteé averiguar qué dirían los refranes, sentencias breves tomadas de la experiencia, acerca de ellos mismos. Recurrí para ello al corpus de refranes más extenso que yo conozco, el Refranero General e Ideológico Español (1993) de don Luis Martínez Kleiser, el cual dedica los refranes comprendidos entre los números 54620 y 54672 a exponer el juicio que los refranes poseen, acerca de ellos mismos. Tras la consulta, tengo la convicción de que las opiniones del refranero sobre los propios refranes no son coincidentes en absoluto, sino que oscilan entre las que los consideran verdades esenciales y las que solo ven en ellos construcciones bien compuestas, aunque de muy poco provecho para quien las usa. Así, hay refranes que poseen de sí mismos una excelente valoración, pues se autodefinen como “pensamientos muy verdaderos”, “verdades depuradas”, “grandes verdades” y “sacos de verdades”. Si, 6

además, son viejos y fáciles de experimentar, entonces ascienden a la categoría de “profecías” o “evangelios” (a veces, “evangelios chiquitos” y también “evangelios abreviados”). Pero no siempre ocurre lo anterior, sino que, en ocasiones, hay refranes que sin dejar de ser útiles, solo alcanzan la categoría de buenos consejeros. Es el caso de “Debemos aconsejarnos de refranes”, “Hombre refranero, medido y certero”, “Los refranes dan consejo y alivio”, “Los refranes poco cuestan y mucho valen”… Hay un tercer grupo que no solo no son ya apreciados por ser amigos útiles y excelentes consejeros, sino que se transforman en doctrina de escaso valor y poca sustancia, de los que hay que alejarse por poco recomendables. Entre ellos están “Afanes y refranes, herencia de segadores y gañanes”, “Hombre refranero, de poco dinero”, “Hombre refranero, con poca carne en el puchero” y “Gente refranera, gente embustera”, que ya es decir. Incluso los hay que ocupan una escala inferior a todos los anteriores, pues “no son para escritos, sino para dichos, y eso entre amigos”. Y, en verdad, los hay tan claros, francos, desnudos y directos que, al final del apartado dedicado a los refranes en el citado diccionario, aparece una nota de su autor la cual dice textualmente: Por eso fue necesario cerrar el paso en esta colección a muchos refranes que no son para (ser) escritos; y aún quedaron a pesar mío algunos que hubiera deseado suprimir.

En fin, puede ser así, como dice la nota, pues de todo hay en la viña del Señor.

Francisco Martínez Calle.

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Artículos de Francisco Martínez Calle UNA VISITA A MIGUEL Un día de la pasada Navidad de 2014, a la vuelta de mi paseo matutino, me acerco a la oficina de Miguel, donde me recibe cordial, como siempre, dispuesto a entablar conversación sobre cualquier asunto, ya sea divino, ya humano, que de todo hablamos. -Pareces un viejo, Francisco, con esa gancha –me dice, a modo de saludo, nada más atravesar los umbrales de su despacho. Me es indiferente lo de viejo. Primero, porque ya lo soy; y, segundo, porque él, prevenido, curándose en salud, no afirma que lo sea, sino que lo parezco, que no es lo mismo, aunque sea similar. Pero lo que verdaderamente me llama la atención de su saludo es el empleo del término gancha, para referirse a mi garrota o cayado, que de esas formas, y aún otras, se llama. Atiendo lo mejor que puedo a Miguel, pero no puedo dejar de pensar sobre el vocablo gancha, puesto que fuera de Begíjar, no lo he oído jamás. Luego, tras las consultas pertinentes, averiguo lo siguiente: Diccionario de la lengua española (2001): gancha. (femenino). Albacete y León. Rama de árbol. Diccionario de uso del español (1999): gancha (de gancho). 1. (Albacete y León). f(emenino). Racimillo de los que componen un racimo de uvas. 2. (Perú, plural). Tendedero: dispositivo de cuerdas, alambres, etc., donde se tiende la ropa. Vocabulario andaluz (1998): gancha. f(emenino). Cayado, marrilla. Así, pues, gancha, en Andalucía, significa cayado, marrilla; en España, pero solo en Albacete y León, racimillo de uvas y rama de árbol; y fuera de España, en Perú, tendedero. Mi abuelo Calle, como Miguel, también decía gancha, y, solo a veces, garrota. No recuerdo, en cambio, haberle oído jamás decir cayado o bastón, y menos aún marrilla. Pero no en todos sitios son así las cosas. En Écija, por ejemplo, no suele haber ganchas ni garrotas ni tampoco cayados. Aquí, por lo general, solo hay chivatas, por más que don Antonio Alcalá asegure en su Vocabulario andaluz que chivata es la porra de los pastores. En fin, ni mejor ni peor: simplemente, diversos nombres para la misma cosa. Francisco Martínez Calle. 8

Imágenes de Bienve

Foto de Bienvenido Ortiz

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Un rato con...Andrés Cruz Moreno Por Ana Soto Jiménez

Andrés nació en Baeza y desde pequeño le gustaba dibujar y pintar. Estuvo cuatro años en la Escuela de artes y oficios Gaspar Becerra donde aprendió, sobre todo, a dibujar, pero también modelado y tallado. Dejó la escuela porque cambiaban mucho los profesores y cada curso era “volver a empezar” con lo cual él veía que no aprendía nada nuevo. En las demás técnicas (óleo, acuarela … ) es autodidacta. Como tantos, tuvo que dejar su pueblo en el que trabajó en el antiguo cine y estuvo en Madrid y en Ibiza. Cuando la situación le permitió volver a su tierra se vino a Begíjar, de donde es Manolita, su mujer y retomó su afición. Nos cuenta que era en la "Papelería José Luis" donde compraba los cuadernos de dibujo, los lienzos, las pinturas y las acuarelas.

Actualmente pinta sobre todo acuarelas, primero hace fotos de lo que quiere: paisajes, marinas, bodegones; está especialmente orgulloso de dos ellos: unas manzanas envueltas en papel film y unos vasos de agua por los que le han felicitado entendidos en este difícil arte de la acuarela, ya que es una técnica que admite pocos errores. En la 10

pintura al óleo no importa las veces que se retoque un cuadro, pero la acuarela es luz, transparencia y rapidez para que el papel no absorba el agua. Pinta en el salón de su casa, rodeado de su familia, el tiempo que tarda en acabar un cuadro depende de los detalles … Solo ha vendido dos, los demás adornan las paredes de su casa o los guarda sin enmarcar . Los hay de todos los tamaños, de colores vivos y luminosos o suaves y desvaídos. Gracias a las redes sociales mantiene contacto con otros aficionados y aprende de ellos, así como de los videos de Internet. Pertenece a tres grupos de pintores.

La pintura le relaja, le divierte y ocupa su tiempo, el poco que le queda libre, porque además de su trabajo y su familia también forma parte del Coro romero de Begíjar

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Con pigmentos, pinceles, agua y papel; una técnica rápida y espontánea para la que se requiere gran destreza y soltura se pueden realizar creaciones tan fieles a la realidad como las que presentamos aquí.

Todo se basa en un paciente trabajo que al final se ve recompensado con obras llenas de luz y color. 12

¡Recuerdos de infancia! ¿Quién no ha pintado alguna vez con acuarelas? Nostalgia y dulzura. Unos pocos trazos de lápiz en un áspero papel, agua y color. No parece posible que de unas manos acostumbradas al duro trabajo pueda nacer una lámina tan luminosa, colorida, delicada, sugerente …. La satisfacción del reconocimiento, la sorpresa de ver algo que no estaba, la tranquilidad de acabar un cuadro y el afán por el siguiente. El color da vida, el agua trasparencia y el pintor pone el sentimiento para que los ojos queden atrapados y se dibuje una sonrisa que nos devuelva a los días felices ... Volver a jugar. La acuarela es una de las técnicas de

extraordinaria

versatilidad que

permiten desde el

coloreado más suave

hasta la realización de obras de coloraciones sólidas, opacas y muy detallistas.

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Día Internacional de la Mujer El día 8 de marzo como viene siendo costumbre el ayuntamiento de Begíjar rinde homenaje a una mujer begijense para conmemorar este día tan importante para todos y todas por el significado intrínseco que conlleva. Este año las homenajeadas han sido dos hermanas que han dedicado su vida a trabajar en un negocio familiar que perdura desde años: "Hermanas Manuela Rus y Paquita Rus" Aquí os ofrecemos dos textos dedicados a ellas. Como todos sabéis, cuando una festividad cae en domingo es doble fiesta, pues bien, hoy es la festividad de San Juan de Dios, patrón de los trabajadores de los hospitales, en su parte religiosa, en su parte laica se asignó como día de la mujer trabajadora y ahora emprendedora. Tenemos doble fiesta, quizá …. Más. Porque hoy es una fiesta dulce, homenajeamos a dos mujeres : Manuela y Paquita que han llevado y lo siguen haciendo los dulces y tartas de “Perico Rus” por toda España. Dos mujeres trabajadoras, innovadoras al cien por cien e incansables en su tarea diaria ¡Felicidades Manuela y Paquita! Porque con vuestro buen hacer Begíjar se siente agradecida y valorada. La gastronomía de Begíjar sin esos “petisúes”, “alemanes” “empanadas” y la joya de la corona : las tartas, no tendría sentido. Nuestro buque insignia, es decir lo más representativo de nuestra gastronomía son los dulces y tartas que salen de esas manos que Dios les ha dado a Manuela y Paquita. Ellas y su familia han mantenido esta empresa fundada por sus antepasados y han sabido engrandecerla en todos los sentidos. ¡Seguid así ! Y ¡Enseñad a vuestros herederos ! ¡ Begíjar os lo agradecerá ! ¡ Gracias Manuela ! ¡ Gracias Paquita !

Sebastiana Lozano

Buenas tardes, queridas amigas, señoras y señores. Sean todos bienvenidos a la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, cuya intención, como todo el mundo sabe, no es otra que homenajear a todas las mujeres recordando al mundo entero que, al igual que los hombres, son personas portadoras de derechos, independientemente de su edad, religión, color y condición social. Con este acto, pues, pretendemos que les sea reconocida a las mujeres la lucha que, diariamente, mantienen para sacar a su familia adelante, les sea valorado el esfuerzo que realizan en sus lugares de trabajo para demostrar sus méritos y cualidades, y, al mismo tiempo, se les permitía liberarse de tradiciones y prejuicios ya superados, pero que tanto condicionan sus vidas. Con este acto también pretendemos mostrar nuestro respeto y admiración a todas aquellas mujeres que, a pesar de sus pésimas circunstancias, son capaces de mantenerse siempre dulces con todos, tenaces en sus objetivos y sacrificadas, hasta el agotamiento, por los más cercanos. Y dicho lo anterior, ahora corresponde designar a aquella mujer de Begíjar que no sólo posea cualidades antes citadas, sino que, además las posea de un modo especial. No ha sido fácil tomar una decisión pero, finalmente, han sido elegidas por sus continuados años de dedicación laboral y personal a nuestras queridas Manuela Rus Martínez y a Paquita Rus Martínez. Joaquina Chiclana Ortega

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Día Internacional de la Mujer

Homenaje a la Mujer Emprendedora. Hermanas Paquita y Manuela Rus.

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Día Internacional de la Mujer

Os voy a contar un poco de dónde proceden mis raíces y cómo surgió todo esto de los dulces. Mi tatarabuelo transportaba a la gente con un carro como si fuera un taxi. Un día sufrió un accidente en un ojo y tuvo que dejar este trabajo. Gracias a un compañero que lo vio muy atormentado porque no sabía cómo iba a darle de comer a sus hijos le dijo que no se preocupara que él tenía familia en Baeza que lo podían enseñar a ser un buen confitero y heladero. Y así fue. Primero aprendió él y luego enseñó a su hijo, mi bisabuelo Pedro Medina Calderón; éste a mi abuela Isabelica la de los dulces, como la llamaban comúnmente y a su hijo Silvela. Después siguió mi padre, Pedro Rus Medina con una ayudante incondicional que fue su mujer, Juana Gárate Martínez. Mis hermanos y yo también decidimos continuar con esta tradición que ahora continúan mis sobrinos. Mi abuela y su hermano eran dos artistas en su oficio. Hacían unas ricas peladillas a mano, celebraban las fiestas de Santiago con los helados en su terraza. Mi padre siguió las costumbres de su madre. Todo se hacía a mano y cocían en hornos ajenos. Una vez cocidos salían a la calle con una cesta para ofrecer a la gente aquellas cosas tan ricas. El paseo era un buen lugar cuando salía la gente del cine de Paco Leive o de Blasito el Chino. Cuando ya veían que no vendían, metían los dulces en un cartucho y los rifaban.

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En los años 50 empezaron a hacer bodas. Mi padre construyó sus propios tableros y compraron sus platos. La primera boda que celebraron fue la de Trini, hermana de Ana la Palera. En 1975 formamos nuestra pequeña empresa. Compramos nuestro horno eléctrico y alguna que otra maquinaria. Queremos dar las gracias a esas personas del pueblo que siempre apoyaron a mis padres e incluso se ofrecieron a ayudarles económicamente. Desde entonces hemos trabajado sin horario. Mi hermana paquita trabajaba a la vez mía. Se encargaba de la administración económica, de las tareas del hogar e incluso del cuidado de mis padres. Mi hermano Manuel se dedicaba a vender por los pueblos cercanos: Lupión, Guadalimar, la Torre... Desde aquí animo a toda mujer emprendedora que quiera montar su propia empresa y decirle que todo trabajo tiene un esfuerzo y a la vez una recompensa. Nuestra mayor recompensa es ver que a día de hoy hemos podido ir actualizando la maquinaria y hemos podido mantener la empresa a flote y todo gracias a mi pueblo y a los pueblos limítrofes. Manuela Rus 17

Día Internacional de la Mujer Hablo en nombre de mi hermano Pedro y mío. Os queremos describir cómo han sido y son nuestras tías y el lugar que ocupan en nuestras vidas. Son grandes luchadoras, trabajadoras y protectoras. Hablemos un poco de cada una de ellas: Mi tía Paqui es un ejemplo a seguir, es una luchadora imparable, a pesar de sus múltiples problemas físicos que se han agravado con el paso del tiempo y que la limitan a hacer una vida normal. A ella nunca le ha importado, ella siempre cumple con sus responsabilidades. Empezó con un problema de espalda a consecuencia de una caída que le hizo pasar su niñez entre médicos. Esos fueron sus inicios de luchadora y a pesar de su corta edad era conformista. Montó su negocio familiar junto a sus hermanos, cuidó de sus padres hasta sus últimos días, se hace cargo del tema económico y es una gran cocinera. Mi tía Manuela, otro ejemplo a seguir entregando su vida a su trabajo, del cual siempre ha estado enamorada. Con su gran maestro, padre y amigo incondicional siempre a su lado "Perico Rus". Ella siempre dice que no se arrepiente de nada, que ha sido y es muy feliz así. Como bien sabe todo el que la conoce, es muy charlatana, alegre como unas castañuelas, súper protectora, solidaria y sí que es verdad que le sobra un poquito genio. Nunca han pretendido ocupar el puesto de nuestros padres, tan solo un eslabón más en la cadena familiar. Hay algo que mi hermano y yo siempre hemos estado de acuerdo en estuvieran solteras. Recuerdo que de pequeños nos enfadábamos cada vez que mi tía Manuela nos decía que le había salido un

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pretendiente. Hemos sido muy egoístas, no hemos querido compartirlas con nadie. Nuestras tía siempre han estado ahí cuando las hemos necesitado y forman parte de nuestro hogar. Mi hermano y yo queremos deciros que estamos orgullosos de ser vuestros sobrinos. Agradeceros que siempre estáis apoyándonos. Que no solo hemos aprendido lo que nos habéis enseñado sino también lo que llevamos en la sangre. Estamos orgullosos de formar parte de vuestro trabajo que con tanto sacrificio habéis mantenido, de seguir con la tradición familiar. Esperamos no decepcionaros y seguir siendo unos buenos "Perico Rus". Gracias por ser como sois, por querernos, por consentirnos, por mimarnos, por protegernos, por regañarnos y de nuevo daros las gracias por seguir haciendo lo mismo con nuestros hijos. Os queremos.

Juani y Pedro Rus López Marzo de 2015

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Recordando a los nuestros y sus oficios LA HUERTA QUE ESCONDE UN TESORO Van quedando pocos hortelanos. Y quienes quedan, no ejercen el oficio como hace cien años, ni siquiera cincuenta. Ya no es rentable hacer de la agricultura un oficio manual y artesano. Pero mi recuerdo del oficio va ligado a mi infancia.

Mi padre fue hortelano. Cuando yo era una niña de ocho o nueve años también. Esta es la historia de un oficio, esta es la historia de una época, de mi padre y de mí misma. La Calle Palacio, recuerdo bien, se le conocía en el siglo pasado por “Huerta del Palacio”. Nombre que recibía por haber sido durante siglos (desde la existencia del palacio de los

obispos) el terreno que suministraba los productos hortícolas al obispo y séquito del mismo. No en balde recuerdo a mi padre contar de la existencia de un tesoro en la huerta. Descubrirlo algún día, nos daría la fortuna que por desgracia a él nunca le dio. La historia sin duda habla de obispos y personajes importantes de aquel pasado, pero se debió borrar la historia de todos los hortelanos que por la Huerta del Palacio, trabajaron y peinaron la tierra para ganarse el jornal o unas perras gordas, si acaso unas pesetas, cuando más un duro. Unos tres mil metros cuadrados de superficie, escalonada en tres amplios bancales, por el desnivel del terreno, ocupaba la huerta que Sebastián trabajó desde su niñez. Ahora que recuerdo, me doy cuenta que no solo fue una huerta esta tierra, también fue la escuela de mi padre, luego la casa de su familia. Mi padre fue el último de ocho hermanos nacidos, de padres que no tardaron en faltarles, quedando Sebastián huérfano de padre y de madre a los ocho años...No hubo más escuela que la huerta...Letras no aprendió. ¿A quién podía preocuparle este detalle en el año 1928, en una España masivamente analfabeta? Pero aprendió el oficio de hortelano, no solo aprendió el oficio, sino que siendo muy joven, por herencia también fue su propietario. Tan buena escuela tuvo en la huerta, que pese a no leer ni escribir, se manejaba perfectamente en el cambio de la compra y venta, seleccionaba las mejores semillas, delimitaba las tablas para el uso más adecuado en cada época del año. Evitaba hábilmente la erosión del terreno y administraba cada gota del agua que salía de la alberca a la perfección para suministrar a las plantas dos riegos si era preciso en verano. Me parece que fue ayer y han pasado cincuenta años, azada en mano, cortando el paso del agua, de unas tablas a 20

otras transcurriendo entre surco y surco un emocionante reguero de agua mansa. Este sistema de riego, recogida la cosecha, se hacía tabla rasa de él para rotar el cultivo y así acomodar la tierra. Se cavaba todo, se volvían a componer las tablas y peinar nuevos surcos de tierra mullida, para que de la semilla y el agua naciera otra vez una nueva planta. La huerta era un vergel cuando yo la conocía y en la que yo trabajaba como he dicho antes. Junto a la memoria de mi padre, me emociona, pensar de nuevo cómo crecen y viven las plantas desde que nacen hasta que se trasforman en la mesa para seguir dando vida.

cargados los serones del burro...pregonando la venta. Sebastián, no descuidaba ni un solo palmo de tierra. Así donde procedía, crecían los bezotes para los conejos, la tabla de perejil para regalar…o las hierbas aromáticas como la yerba Luisa y el romero. Se me quedan muchos renglones que contar...en esta historia. Tendría que escribir un libro, la historia de un hortelano que no descubrió ningún tesoro, pero su trabajo me parece hoy el mejor de sus tesoros. A veces la necesidad en la vida, agudiza el ingenio y hace sabios. A mi padre nunca le faltaron unos céntimos. Cuando vendía en la propia huerta, parte de las gordas o perrillas del importe, los ponía a buen recaudo para, como un niño que era, poder comprar alguna chuchería los domingos o en las fiestas del pueblo, sin tenerlas que pedir al hermano o cuñada con la que vivía.

Tomates, pimientos, berenjenas, patatas, brevas, higos, melocotones, ciruelas, coques...lechugas, alcauciles o alcarciles como decimos aquí, cardos, calabazas, sandías, cidras y uvas, melones...y granadas...Frutas y verduras, mimosamente cogidas, colocadas y expuestas para su venta en la plaza del pueblo. En canastas de mimbres, adornadas en su interior por hojas de higuera a su alrededor, las brevas o los higos...para que tuvieran la mejor presencia al comprador. Todo era artesanía, desde que se seleccionaba la mejor semilla, sobre caballetes de tierra batida a golpe de azada, hasta su venta, en la plaza, en la propia huerta o en venta por la calle,

Hay oficios que nunca deberían perderse, hombres que debieran seguir enseñando. Huertas que tengan un tesoro, para que siempre exista un hombre que buscándolo, haga de su vida un tesoro. Rosa Mari Martínez Mudarra

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El botijo y la botija

El botijo o vasija de barro que se utilizaba para beber agua

fresca en

verano y templada en invierno. Lo recuerdo siempre colgado en el techo con un alambre a nuestro alcance para saciar nuestra sed.

Se decía que si el botijo rezumaba era porque

hacía el agua más fresca. También lo

teníamos encima de la mesa con un plato debajo para

el

goteo del agua y decorando la estancia donde se encontraba. ¡Botijos de Bailén que hacen el agua fresca!!! Eso decía el señor que los vendía, que venía con un burro cargado de sus botijos, botijas jarras etc. Todas las mujeres salían

a comprar el botijo, mirando siempre que tuviera un color

tirando a verde, ya que según decían, refrescaba más el agua. Antes de utilizar el botijo lo metíamos en un cubo de agua durante un día entero. Después ya estaba disponible para su uso.

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Lo

llenábamos

de

los

cántaros

que

teníamos

en

la

cantarera

o

directamente íbamos a llenarlo a la fuente. En el verano, con la fresca del atardecer, nos juntábamos un grupo de amigas o vecinas e íbamos dando un paseo a la Fuente Nueva y llenábamos los botijos y los cantaros pequeños, ya que había un camino largo. Antiguamente había gente que se dedicaba a vender el agua por las calles, con el burro cargaban

sus cántaros en

las

aguaderas y daban viajes a las

fuentes para repartirlas por las casas que previamente le hacían el encargo. El agua que más gustaba era la de la

Fuente Nueva y

la de los Salaíllos. Esta

última tenía buenas propiedades, se decía que era buena para quien padecía dolores de estómago,

y para echar los garbanzos en agua, los ponía más

tiernos. Hay una anécdota que mucha gente recuerda en la que un vecino del pueblo llamado Pepe al enterarse de que su amigo Juan iba a Bailén, le dijo que le trajera un botijo. A los pocos días cuando Pepe vio a Juan, le preguntó por el botijo que le había encargado. Juan le dijo que el botijo se rompió por el camino, contestándole Pepe: -‘Verás si te lo pago’, y contestándole Juan: -‘Verás si te lo echo’. Ya por los años 60 y 70 se puso de moda el botijo de cerámica pintado y decorado. Aunque en el verano lo utilizábamos menos

sin embargo

recurríamos al tradicional, por algo sería, y es que el misterio de hacer el agua tan fresca poca gente lo sabía. También recuerdo la botija con boca grande y sin barriga que los hombres llevaban al campo colgada

al

hombro junto con su capacha. En la boca se le

ponía un corcho para evitar que le entraran vecinos y al botijo le hacíamos un gorrito de ganchillo. Ana Prados.

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Bienvenidos al mundo

Francisco Zorrilla Vargas 19 de marzo de 2015

Isabel Vargas Mudarra 16 de febrero de 2015

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Bienvenidos al mundo

Manuel López Escuderos 16 de enero de 2015

Un abrazo lleno de cariño para los papás Francisco, Isabel y Manuel de quienes tendrán la alegría de entregarles su amor y verlos crecer como un seres maravillosos que los colmará de felicidad. 25

Imágenes para el recuerdo

Fiesta de la Virgen de la Cabeza Año 1980

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Fiesta del Cristo de la Vera Cruz Año 1980 27

Un rincón para la poesía Y DIOS CREÓ A LA MUJER Y Dios creó a la mujer como rosa en primavera, para ser madre valiente y para ser compañera. Y durante muchos siglos ha sido menospreciada, y se ha estado luchando para que esto cambiara. Y seguiremos luchando, no emplearemos la fuerza porque podemos vencer, solo con la inteligencia.

Aunque pasen mil años, no se podrá conseguir, por mucho que se investigue ¡que un hombre pueda parir! Y por último … un consejo : “Quiérete mucho mujer, porque si tú no te quieres, ¡Nadie te podrá querer! Mariana Gallego Medina

Carta de agradecimiento a nuestra Señora de la Cabeza Querida Madre: Aquí me tienes, aquí estoy, una vez más ante ti. Vengo a darte gracias, Madre, por Marina. Marina era un sueño perseguido del que tanto y tanto te hablé. Marina es un sueño hoy cumplido que por siempre te agradeceré. Por tu inmensa bondad madre mía la tengo hoy entre mis brazos, y deseo que sea tu luz la que siempre ilumine sus pasos. Gracias por todo, Señora, Madre de Dios y Madre nuestra. Gracias por ser tú, Señora, mi Virgen de la Cabeza. ¡¡¡¡Viva la Virgen de la Cabeza!!!! ¡¡¡¡Viva la morenita!!!! ¡¡¡¡Viva la Madre de Dios!!!! Juani Soto Tobaruela 28

La primavera besaba La primavera besaba

Bajo ese almendro florido,

suavemente la arboleda,

todo cargado de flor

y el verde nuevo brotaba

—recordé—, yo he maldecido

como una verde humareda.

mi juventud sin amor.

Las nubes iban pasando

Hoy, en mitad de la vida,

sobre el campo juvenil...

me he parado a meditar...

Yo vi en las hojas temblando

¡Juventud nunca vivida,

las frescas lluvias de abril.

quién te volviera a soñar! Antonio Machado

La primavera es una de las obras maestras del pintor renacentista Italiano Sandro Botticelli. Está realizado al temple de huevo sobre tabla. Mide 203 cm de alto y 314 cm de ancho y fue realizada entre 1480 y 1481. 29

Feria de Emprendimiento Educativo Aquí tenemos al grupo de MiniEmpresas Educativas que se está llevando a cabo este curso en el Centro de Adultos Virgen de la Cabeza en colaboración con Guadalinfo. Hemos participado en la Feria de Emprendimiento Educativo celebrada en Linares.

Nuestros alumnos han tenido mucho éxito con los productos presentados, todos hechos por ellos mismos con mucha ilusión y esfuerzo: alfombras de trapillo, camisetas decoradas, neumáticos reciclados, abalorios...

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Decoración de camisetas

Maceteros y mesa para patio hechos con neumáticos reciclados.

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Semana Santa en Begíjar Hoy voy a relatar un poco sobre la

vacaciones a la playa o a la montaña y allí

Semana Santa. En estos días se celebra la

desconectan por unos días de la rutina

conmemoración

diaria.

anual

cristiana

de

la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús

También en estos días hay una

de Nazaret.

gastronomía especial típica de cada zona.

Para los católicos comienza con el

En Begíjar se compra bacalao y se hace

Domingo de Ramos en el que la mayoría

con tomate, las habas y los espárragos

del pueblo acude a la bendición de las

para hacer tortillas, potaje con panecillos,

palmas anunciando así la pasión. En

espinacas y bacalao. Todo está buenísimo

Begíjar no tenemos el trono que representa

y nos recuerda los tiempos de cuando

la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén,

éramos pequeños y eran nuestras madres

conocida

"La

las que preparaban estas comidas. En

Borriquilla". Es por eso que muchos

cuanto a los postres, es típico hacer arroz

jóvenes se van a Baeza para allí disfrutar

con leche, natillas y torrijas. También

de ella.

vamos a los hornos para hacer tortas de

popularmente

como

masa de aceite y hornazos.

En estos días se vive la devoción de una manera especial y por eso la gente se

El Jueves Santo después de misa es

echa a las calles para y visita las iglesias

costumbre ir a comerse el hornazo y el

para ver las imágenes y las procesiones

Viernes Santo adornan nuestras calles las

acompañadas con las bandas de música

imágenes de El Nazareno, Cristo de la

que causan una gran impresión.

Vera Cruz y la Virgen de los Dolores. Son

Otros,

viven

esta

semana

momentos magníficos y todo el pueblo sale

como

con fervor y emoción para acompañarlas.

tiempo de relax y aprovechan para irse de

Rosario Martos Galiano

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Cuentos de siempre De nuevo Francisco Martínez Calle, esta vez acompañado de su hermano Antonio, nos vuelve a presentar un nuevo libro. En esta ocasión se trata de un libro de cuentos: "CUENTOS DE SIEMPRE" en el que sus autores presentan una intención pedagógica reflejando en ellos valores, vocablos y oficios con la intención de ser recuperados para el conocimiento de nuestros niños y jóvenes. Hola! Buenas tardes a todos! Permítanme presentarme, soy Marcela, sobrina e hija de Francisco y Antonio. Supongo que han venido a acompañarlos en la presentación de este libro tan especial para ellos. ¡Vamos, que yo también! Lo que pasa que a mí me enredaron para presentarlos a ellos. ¿Pero quién se resiste a la dialéctica de mi tío y a la sutil insistencia de mi padre? ¡Aunque yo encantada de hacerlo! Ya saben, tampoco tuve elección…

Bueno voy a empezar hablando de mi tío, al cual conozco bastante bien. Ya que hemos pasado muchos años viniendo a este pueblo. La mayoría de veces por ocio, y, alguna que otra, por negocios… (La aceituna y esas cosillas…). Aunque nunca se nos diesen muy bien estos últimos. Y, menos mal, que eran sin ánimo de lucro… Cuando mi tío Francisco, estas Navidades me propuso es tarea, que como buen maestro, bueno profesor, o era filólogo, 34

no no, que diga Doctor!!... ¡Tito a ver si paras ya! ¡Qué no hay quien se aclare!! Pues me puso los deberes de hacer esta presentación. Yo acepté encantada, ya sabía también que no me podía negar: -¡La Familia es la Familia! ¡Y hay que quererla! Decir de mi tío, que desde que yo tengo recuerdos, siempre ha sido un hombre muy metódico, por no decir “tiquismiquis”. Y eso con una casa, como la de mis abuelos, llena de adolescentes y familiares varios, no es fácil de llevar… Aunque, eso sí, siempre nos hemos reído mucho. También decir, que yo siempre me he dejado “engañar” para este tipo de actos. Nunca olvidaré cuando fuiste pregonero… Ya que escuché ese pregón unas cuantas veces, pero, lo que sí me hizo ilusión fue: que para una corrección que le hice, la tuvo en cuenta. Con esto quiero decir nos dejamos corregir por las personas que queremos y lo hacemos, hasta con gusto, ya que la mayoría de las veces lo hacemos por hacerles partícipes de nuestros proyectos e ideas. De ahí que tanto mi tío como mi padre hayan sacado este libro adelante. De mi padre Antonio, me gustaría destacar su perseverancia, que es la forma más sutil que he encontrado para definir su cabezonería, que, dicho sea de paso, viene muy bien para escribir un libro con su hermano; pero también muy útil para discutir con su hija… Pero bueno, con el tiempo hemos llegado a entendernos a la perfección, o eso creo!!... Desde muy pequeña, mi padre, intentó despertar mi curiosidad por la lectura, pero como bien saben: En casa del herrero… Aunque nunca se dio por vencido. Lo de la perseverancia que hemos comentado antes… Así que se buscó otras fórmulas para incentivarme y gracias a él y, por supuesto, a mi madre, que lo apoya y aguanta a partes iguales, a día de hoy soy yo la que les hace la presentación del libro que han creado conjuntamente. ¡Qué no está nada mal!!! Por último, que no por ello menos importante, me gustaría dedicar unas palabras a Antonio Velázquez, que escribió el prólogo del libro, también voluntariamente, como yo esta presentación. Muchos no lo conocéis, otros sabéis perfectamente de quien os hablo. Pero bueno, sólo decir, ya que me pidieron que fuese breve, que en mi opinión, le puso la guinda a este pastel: CUENTOS DE SIEMPRE, de Antonio y Francisco Martínez Calle. ¡GRACIAS! Y sin más dilación le paso la palabra a mi tío y a mi padre que nos hablarán, un poco, o eso esperamos todos, de su primer libro en común y ¿Quién sabe si nos vuelven a sorprender otra vez!? Marcela Martínez 35

Cuentos de siempre UN CUENTO SOBRE LOS CUENTOS Érase una vez un niño bueno y aplicado, cuyo padre le insistía una y otra vez en que, leyera todos los cuentos que pudiera. Sí, cuentos, muchos cuentos: tradicionales y literarios; de hadas, de príncipes y de princesas; y, por supuesto, de hombres sencillos, de animales y de cosas también. -¿Pero por qué tengo que leer cuentos, papá? –protestaba el niño bueno y aplicado, pues era incapaz de entender la insistencia de su padre. -Hijo mío –respondía el padre con la voz un poco engolada, consciente de hallarse ante una oportunidad única para convencer al niño-, no hay como un buen cuento para dar razón de las muchas obligaciones que tenemos las personas solo por vivir en sociedad. Quizás con alguna duda, pero el niño entendía perfectamente la esencia del mensaje de su padre, por lo que no dudó en preguntarle: -Sí, papá, si yo sé lo que tú me quieres decir, pero ¿por qué libros de cuentos y no libros de historia, de geografía, de ciencias naturales?... -Porque el cuento, hijo mío, no lo olvides nunca, es la mejor herramienta que tienen los hombres para enseñar las grandes verdades de la vida a sus semejantes – argumentaba el padre. -¿Pero qué tiene el cuento que no tengan otras historias? –insistía Juan, que así se llamaba el niño. -Pues mira, hijo mío, que el cuento es una historia breve, sencilla, con pocos personajes, donde siempre triunfan los buenos sobre los malos, mediante acciones ejemplares. Además –añadió el padre-, al final de los cuentos suele aparecer una moraleja dirigida al lector, la cual encierra una útil consigna moral. 36

-Vale, papá, si tú lo dices… Pero, papá –inquirió Juan, de repente, con interés-, si tan importantes son los cuentos, ¿desde cuándo existen? -Pues a decir verdad, hijo mío, los cuentos existen desde siempre –respondió complacido el padre-. Ten en cuenta que miles de años antes de que Jesucristo viniera al mundo, los pueblos orientales de la India y Arabia ya poseían fabulosas colecciones de cuentos con que instruirse sobre los asuntos del mundo y de la vida. -¿Y en España? ¿No hay en España ninguna colección de cuentos? -Por supuesto que sí, hijo mío. Tenemos colecciones de cuentos desde que nació nuestra lengua, ahora llamada española, por ser la lengua de España, pero conocida al principio como castellana, por haber nacido en Castilla… -¿Y tú recuerdas, papá, el nombre de esas colecciones de cuentos, ya sea en castellano o en español? –interrumpió Juan, lo que era señal evidente de su interés por el asunto. -Claro que sí, hijo mío –contestó ufano su padre, pues sabía que contaba para sus propósitos con la mucha curiosidad por el asunto de Juan-. Mira, las hay de cuando la Reconquista, como son el Calila e Dimna, el Sendebar y El Conde

Lucanor, y las hay posteriores como El Patrañuelo… -Papá, eso está bien –replicó Juan-, pero para que haya colecciones de cuentos tiene que haber personas que los hayan escrito antes ¿no es así? -Muy bien, Juan, esa es una buena pregunta –respondió el padre, al tiempo que mostraba su sonrisa más franca, al comprobar el interés de su hijo por la cuestión-. Claro que hubo siempre escritores que se dedicaron a escribir cuentos, hijo mío. En realidad, desde hace unos doscientos años hasta hoy no ha habido escritor de importancia que no haya hecho su particular aportación al género. -Dime algunos nombres, papá, a ver si me suenan; porque, algunas veces, mi maestro…

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-Sí, Juan, son muchos –interrumpió su padre, no exento de emoción al ver el deseo de saber sobre los cuentos de su hijo-. Así, de memoria, recuerdo a los andaluces Fernán Caballero, Pedro Antonio de Alarcón, Juan Valera… -No, papá, por favor –protestó Juan, ante el temor de que su padre le citara una lista interminable de nombres que él jamás había oído-, yo solo quiero que me digas el nombre de alguno que aún esté vivo, por si lo conozco. -Ah, ya, ahora entiendo… -asintió el padre-. Bien, pues entonces te diré el nombre de uno que conozco que me gustaría lo leyeras algún día, si tienes oportunidad. Se llama Antonio Rodríguez Almodóvar, vive en Sevilla y es, entre otras cosas, profesor, investigador, autor literario y, además, coleccionista de cuentos. -¡Qué bien, papá! –asintió Juan, emocionado, al oír cómo un solo hombre podía ser tantas cosas al mismo tiempo. -¿Deseas preguntar alguna cosa más, hijo mío, sobre los cuentos que yo pueda contestarte? -Sí, papá. Me gustaría saber si los hombres primitivos les contaban alguna clase de cuentos a sus hijos. -Naturalmente que sí, hijo mío –se apresuró a contestar complacido el padre de Juan-. Y quizás bastantes más que ahora. Ten en cuenta que entonces no existían los libros, ni los periódicos, ni la radio, ni la tele, ni los móviles, ni… -Sí, papá, ya entiendo, pero ¿qué les enseñaban los hombres de entonces a sus hijos a través de los cuentos, si apenas sabían nada de nada? -Hijo mío -respondió el padre de Juan, ahora con voz grave-, los padres de entonces tenían que iniciar a sus hijos en los asuntos amorosos, en el culto a los muertos, en el arte de la agricultura… -Pero, papá, ¿eso qué tiene que ver con las obligaciones de las que me hablabas al principio de esta conversación?

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-Claro que sí, hijo mío, porque a través del cuento no solo les transmitían a sus hijos los conocimientos prácticos sobre el mundo, sino otros valores útiles para vivir en sociedad como el respeto a los superiores, las obligaciones familiares, el derecho a la propiedad, la necesidad de ayudarse los unos a los otros… -Muy bien, papá, me has convencido. Ya entiendo eso de las obligaciones sociales. A partir de ahora no dejaré de leer cuentos, sean de la clase que sean, pues todos nos enseñan algo bueno –respondió Juan, para añadir a continuación-: ¿Es eso lo que lo que querías conseguir de mí, papá? -Así es, hijo mío. No sabes cuánto me alegra comprobar que has comprendido todo cuanto te he dicho al completo. -Una última cosa, papá, ¿qué era aquello de la moraleja? -¿Y tú me lo preguntas, bribón? Anda, dejémoslo para otra ocasión. Y de este modo tan sencillo fue cómo, Juan, un niño bueno y aplicado, consiguió comprender la inmensa sabiduría que encierran los cuentos, todos los cuentos del mundo.

Francisco Martínez Calle

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Begíjar participa en la II Feria de la Provincia de Jaén.

Por segundo año se celebra el Día de la Provincia, una iniciativa de la Diputación que tiene como objetivo potenciar la autoestima de sus habitantes dando a conocer sus potencialidades.

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