PREMIO SCHWEIGHOFER

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P REMIO S CHWEIGHOFER 2009. HTTP :// WWW . SCHWEIGHOFER - PRIZE . ORG / WINNERS 2009. EN . HTML

DOS INVESTIGADORES DE AIDIMA LOGRAN EL PREMIO “NOBEL” DE LA MADERA POR EL DESARROLLO DE SENSORES INALÁMBRICOS PARA GARANTIZAR LA DURABILIDAD EN ESTRUCTURAS DE MADERA •

Los premios Schweighofer llevan el nombre de la familia austriaca que los patrocina, empresarios de una de las principales empresas del sector de la madera en Europa. Son los premios de I+D más reconocidos a nivel mundial en el sector. La gala de entrega de premios se celebró el 18 de junio en Viena.



Como ejemplo de resultados de las líneas de investigación en las que trabajan ambos investigadores de AIDIMA, se presentó CADIX, un sistema integral basado en sensores inalámbricos especialmente útil en edificios históricos para la preservación del patrimonio, principalmente por su capacidad de alertar y prevenir sobre daños en las estructuras de madera, sobre todo por ataque de termitas, otros insectos xilófagos y hongos de pudrición.

El desarrollo de una línea de investigación de más de 20 años sobre nuevas tecnologías no destructivas para el control de calidad y mantenimiento de la durabilidad y estabilidad dimensional de la madera se alzó el pasado 18 de junio con el premio Schweighofer 2009 a la mejor investigación aplicada. Como ejemplo de resultados de esta trayectoria, el jurado recalcó el innovador sistema CADIX, un novedoso sistema de alerta sobre la presencia de agentes xilófagos, principalmente termitas y hongos de pudrición. El premio, otorgado a título personal a los promotores de la iniciativa, se concedió por primera vez a dos españoles: el profesor José Vicente Oliver y el especialista en biotecnología de la madera Miguel Ángel Abián. Al premio optaron 87 candidatos. Su entrega se realizó en el ayuntamiento de Viena, y contó con la presencia del canciller de la República Austriaca, el Ministro de Agricultura y Montes y el Alcalde de Viena, el Director General de Investigación de la Comisión Europea y otras personalidades, así como los máximos representantes de la industria procedentes de más de 50 países, de la Plataforma Tecnológica Forestal Europea y de la CEI-Bois, la Confederación Europea de las Industrias de la Madera. El premio Schweighofer tiene carácter bienal y está considerado el “Nobel” en el sector europeo de base forestal, al igual que por ejemplo la medalla Fields en el campo de la Matemática. Establece seis categorías y estimula a “continuar ejerciendo un papel destacado en la promoción fundamental de la interacción entre ciencia e industria”, según indica la organización, que otorga los premios “a una trayectoria profesional que va a tener una continuidad en favor de una economía sectorial competitiva y sostenible”, precisa. Es la primera vez que se concede a investigadores españoles. Según Oliver, “es el premio internacional más importante del sector de la madera y forestal, y el hecho de que se haya concedido a dos investigadores valencianos es un gran orgullo no sólo personal, sino también de todo el sector valenciano y español, necesitado en la actualidad de todo tipo de impulsos positivos”.

Fotografía 1: Miguel Ángel Abián (izq.) y José Vicente Oliver en el ayuntamiento de Viena. ©Schweighofer

Fotografía 2: Entrega del premio por parte del señor Schweighofer. ©Schweighofer .

Fotografía 3: Cena de gala en el ayuntamiento de Viena. ©Schweighofer

Premio a una trayectoria de investigación Los galardones Schweighofer están orientados a reconocer una labor continuada a favor de la búsqueda de soluciones innovadoras para el sector forestal y de la madera, según reza la presentación de los premios, como son los casos de José Vicente Oliver, coordinador de I+D de AIDIMA, director del Departamento de Tecnología y Biotecnología de la Madera y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, y de Miguel Ángel Abián, responsable de las líneas de construcción en madera y de visión artificial de AIDIMA. José Vicente Oliver nació en Valencia en 1966. Es Ingeniero de Montes con master en Industrias Forestales por la Universidad de Göttingen (Alemania) como becario del Servicio de Intercambio Académico del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania. Es Doctor summa cum laude por la Universidad de Göttingen, siendo todavía hoy el Doctor Ingeniero de Montes más joven en alcanzar este grado en la historia de esta universidad. Fue galardonado en 1993 con el premio a la Excelencia en Investigación del Land Baja Sajonia y está post-Doctorado en Tecnología de la Madera por la citada Universidad y por la Universidad de Copenhague (Dinamarca), además de haber sido profesor Honorífico por la Universidad de Melbourne (Australia) y de Sopron (Hungría). Obtuvo la “Venia Legendi” en Tecnología de la Madera y es miembro de la Asociación Alemana de Investigación de la Madera desde el año 1995. Es profesor universitario en excedencia de Tecnología de la Madera y Tableros Derivados de la Universidad de Göttingen y miembro de su prestigiosa Academia de las Ciencias desde 2008. Ha sido Subdirector de la Oficina Europea de Baja Sajonia y delegado del Land Baja Sajonia ante la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea en Bruselas hasta 1998. Cuenta con más de 40 publicaciones científico-técnicas y varios libros. Ha sido consultor de la Comisión Europea en la Dirección general de Empresa y de la Dirección General de Investigación, y es coordinador de transferencia del conocimiento en la Asociación Europea de

Investigación y Formación en Industrias Forestales, de la Madera y el Mueble, Innovawood. Pertenece al Consejo de esta asociación desde su creación en 2000. Su principal línea de investigación desde el año 1989 es el desarrollo de nuevos materiales y nuevas tecnologías no destructivas para mejorar la durabilidad y estabilidad dimensional de la madera, especialmente en su uso estructural y de exterior. Miguel Angel Abián nació en Soria. Es licenciado con grado en Ciencias Físicas por la Universidad de Valencia y obtuvo la calificación de Sobresaliente en su tesina sobre relatividad general y electromagnetismo, desarrollada en el Dpto. de Física Aplicada. Cursó un máster de postgrado en tecnologías de Internet-Intranet y otro de Java y UML en Estados Unidos; y ha recibido becas de la UPV y del IMPIVA. Antes de trabajar en AIDIMA, realizó análisis estadísticos y econométricos para un banco de inversiones. Está especializado en los campos de visión artificial, microondas, transmisión de ondas electromagnéticas y Web semántica, áreas en las que ha desarrollado aplicaciones específicas para el sector de la madera. Autor de más de 20 publicaciones especializadas y coautor de 3 libros, ha trabajado en redes de excelencia y proyectos de I+D nacionales y europeos desde 1995, y coordina en la actualidad varios proyectos nacionales e internacionales de investigación. El año 2006 disfrutó de una estancia investigadora de tres meses en la Universidad Politécnica de Munich (TUM) y en 2007 fue premio Bancaja-UPV por el proyecto "Determinación de la calidad interna de la madera, mediante la técnica de ondas de presión, en plantaciones forestales sometidas a diferentes sistemas de gestión". Actualmente es técnico en proyectos de I+D del Departamento de Tecnología y Biotecnología de la Madera de AIDIMA y responsable de la línea de Visión Artificial, así como de la línea de Biofísica de la Madera y Construcción.

Un resultado muy práctico: CADIX, el 112 de la madera El sistema CADIX consiste en una red de sensores inalámbricos en forma de microchips ordenados en una placa lógica insertada en un cilindro de madera. La red está controlada por un software de gestión interconectado con una central de alarmas donde se monitoriza todo el proceso y se recogen los valores que determinan el estado de humedad de la madera y la posible presencia de insectos xilófagos, especialmente termitas y carcomas. La importancia del sistema reside precisamente en la prevención en madera estructural (elementos sostenedores del edificio), que es lo primero que atacan los citados xilófagos, con la particularidad de que no se detectan hasta que la madera se quiebra por falta de resistencia, ya que no revelan orificios de salida. Por otra parte, el control de la humedad resulta imprescindible para actuar en cuanto las condiciones permitan la proliferación de hongos de pudrición, que provocan una rápida degradación de la madera. La seguridad que proporciona CADIX respecto al buen estado de la madera fomentará el uso de la este material en construcciones y edificios y aumentará la demanda de madera para uso estructural. De manera experimental, CADIX se ha instalado en la Catedral de Valencia, una catedral de estilo románico, gótico y renacentista que es una de las más importantes construcciones medievales y pertenece a la herencia histórica y cultural de España y Europa. El sistema sitúa al Centro Tecnológico AIDIMA, a la cabeza internacional en los procesos y técnicas de investigación de sistemas fiables de detección y alarma de riesgo de degradación en viviendas y edificios.

Fotografía 4: Introducción del nodo CADIX en una ventana de la Catedral de Valencia.

Fotografía 5: Comprobación de las señales de los nodos en la Catedral.