Pensamiento de Mariano Moreno

Pensamiento de Mariano Moreno Por Mariano Covarrubias Jurado Dice José Ingenieros, en su libro de Evolución de las ideas Argentinas, que la REVOLUCIÓ...
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Pensamiento de Mariano Moreno Por Mariano Covarrubias Jurado

Dice José Ingenieros, en su libro de Evolución de las ideas Argentinas, que la REVOLUCIÓN de MAYO

tiene un nombre, simplemente: “MARIANO

MORENO” y dice también: “Sin el breve fucilazo de su genio, aquella junta hubiera naufragado en un mar de papel, se habría convertido en un expediente más para el proceso de la agonía colonial. Moreno introdujo en ella: UN ESPÍRITU NUEVO Y LA ACCIÓN ”. Sumábase en él, más que en otro alguno de su tiempo, la agudeza de ingenio y la actividad eficaz. Sus ideas hiciéronle representativo de la Revolución Americana, e inscribió dos credos básicos de la misma:

I)

El Libre desenvolvimiento del trabajo y del comercio – contra el privilegio económico de los monopolistas – y

II)

El Gobierno Democrático y Representativo, de origen Popular – contra el absolutismo de derecho divino –.

, Con relación al primer punto, es de importancia remarcar su actuación al respecto, en

la contestación de la vista, que se

le encomendara, en representación de los hacendados de ambas márgenes del Río de La Plata, con motivo de una petición hecha por comerciantes Ingleses, para que se permitiera la introducción de mercaderías procedentes de Inglaterra (en oposición a la postura de los comerciantes monopolistas sostenedores, en definitiva, de las anacrónicas instituciones coloniales). Ya había dictaminado el consulado y el Cabildo de Buenos Aires, aconsejando se autorizara la importación de mercaderías inglesas, (con restricciones), pero había que contestar la vista, tras la oposición, del representante de los comerciantes de Cadiz (monopolista).

Es ésta exposición jurídica de Moreno , una defensa de los derechos e intereses del país. Sostiene pues: 1) La apertura de los puertos al comercio – sin restricciones onerosas – 2) El Comercio libre – el comercio Nacional - , dice Moreno : Nos permitirá la oportunidad de entrar en contacto con la cultura y las técnicas industriales de otras naciones, rompiendo el aislamiento y el monopolio, que fatalmente conduce al estancamiento y al atraso. El 6 de Noviembre de 1809, se aprobó una reglamentación, por la que se permitía el comercio con países que no estuvieran en Guerra con España, con restricciones. Quedaba pues, de alguna manera, anulado el monopolio del comercio con la Metrópoli, base angular de la Legislación de Indias. Es en este segundo credo (Gobierno Democrático y Representativo de origen popular, contra el absolutismo de derecho Divino), es donde Moreno marca definitivamente y para la posteridad, las bases de su germen revolucionario, como pedestales imbatibles sobre los que se sustentará nuestra Democracia Republicana. Moreno, abogado recibido en la Universidad de Charcas, hacia el año 1804, que contó en esa etapa culminante de su existencia, con el apoyo del Canónico Terrazas, quién le ayudó , para que al mismo tiempo en que estudiaba las leyes de Indias, en la Universidad, pudiera también estudiar, en profundidad, en su biblioteca personal, las obras que le serían fundamentales en su concepción de La República, autores tales como: Juan Jacobo Rousseau, Montesquieu , Voltaire, Locke, Jovellanos, le permitieron refutar las consignas absolutistas y despóticas de la corona española. Destaco de

Moreno ,

cinco momentos cumbres

de su

CREDO

DEMOCRÁTICO, a partir de su nombramiento como Secretario de la Junta, a cargo de los departamentos de Gobierno y Guerra y atención de la diplomacia y de las relaciones con las potencias extranjeras.

Momentos: I)

La fundación de La Gazeta de Buenos Aires.

II)

Su trabajo publicado en dicho diario sobre: “Las miras del congreso que acaba de convocarse y constitución de estado”

III)

El prólogo que escribiera para edición en castellano del Contrato Social de Rousseau.

IV)

La creación de la Biblioteca Pública.

V)

El Decreto de Supresión de Honores.

Primer Momento: La Fundación de La Gazeta: Según decreto de la Junta del 2 de Junio de 1810 y a fin de difundir el programa de la Revolución e informar al pueblo de la gestión pública del nuevo gobierno, por iniciativa de Moreno, se funda la Gazeta de Buenos Aires – Organo de La Junta “La Gazeta ” , publica sus resoluciones; pero levantándose por encima del nivel normal de los periódicos de su índole, Discutía ideas, agitaba problemas y hacía transitar por la inteligencia de la época, nuevas concepciones de gobierno. El primer número aparece el 7 de junio y por la solidez de su ideario y la difusión continental que alcanza, se convierte en el órgano periodístico revolucionario de América. Proclama que era necesario otorgar una absoluta libertad de expresión. Y nos dice: “Si se oponen restricciones al discurso, vegetará el espíritu como la materia, y el error, la mentira, la preocupación, el fanatismo y el embrutecimiento, harán la divisa de los pueblos y causarán para siempre su abatimiento, su ruina y su miseria”

Publica en la Gazeta, los siguientes principios directamente vinculados a la libertad de escribir y libertad de prensa: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes” “ ¿ Por qué se han de ocultar a las provincias las medidas relativas a consolidar una unión bajo el nuevo sistema?” “... pero es más digno de representación fiar a la opinión pública la defensa de sus procedimientos y por cuando todos van a tener parte en la decisión de su suerte, nadie ignore aquellos principios políticos que deben reglar su resolución”... “El bien general será siempre el único objeto de nuestros desvelos, y la opinión pública el órgano donde conozcamos el mérito de nuestros procedimientos”. En la Gazeta Nº 10 del 11 de octubre, publica un artículo del 9 de septiembre, denominado: “Manifiesto de La Junta” (sobre el fusilamiento de Liniers y sus cómplices). En éste, justifica la decisión tomada y hace saber, a la ciudadanía, de las advertencias dadas a los conspiradores. ... “ los hemos prevenido en gestiones oficiosas, que debieron desviarlos de la ocasión del error, y del temerario empeño a que los llevaba su arrojo, e inducían las necias instigaciones de los mal intencionados”... Se anuncia al público las noticias exteriores e interiores, se manifestarán las discusiones oficiales de la Junta, con los demás Jefes y Gobiernos, el estado de la Real Hacienda y medidas económicas para su mejora. Abrirá las puertas a la advertencia, dice: “de cualquiera que pueda contribuir con sus luces a la seguridad del acierto”. Segundo Momento: Su trabajo publicado en dicho diario sobre: “Las miras del congreso que acaba de convocarse y constitución de estado”

Son pues de mayor interés, para penetrar en su pensamiento político, los artículos que publicó, desde el primero de noviembre de 1810, al seis de diciembre

de ese año, y que son conocidos como: “Sobre las miras del Congreso que acaba de convocarse y constitución del estado”. En el primero de esos artículos proclamó la necesidad de organizar un Estado independiente, manifestando que: “...hay muchos que fijan sus miras en la justa emancipación de la América, a que conduce la inevitable pérdida de España, no aspira a otro bien que a ver rotos los vínculos de una dependencia colonial, y creen completa nuestra felicidad, desde que elevados estos países a la dignidad de estado, salgan de la degradante condición de un feudo usufructuario ”, agregando en seguida, que es muy glorioso a los habitantes de la América, verse inscriptos en el rango de las naciones y que no se describan sus posesiones, como factorías de los españoles europeos”, “ pero, rodeada de peligros que aumentan la propia inexperiencia, temblemos con la memoria de aquellos pueblos, que, por el mal uso de su naciente libertad, no merecieron conservarla muchos instantes ” La independencia era, para él, un medio y no un fin en sí misma; había necesidad de afirmarla por la obra propia y de dar pruebas de capacidad para el gobierno. El seis de noviembre escribió que los pueblos no pueden ser felices, “hasta que un código de leyes sabias establezcan la honestidad de las costumbres, la seguridad de las personas, la conservación de sus derechos, los deberes del magistrado, las obligaciones del súbdito y los límites de la obediencia”. Después de reiterar su afirmación de que “no tenemos una constitución”, porque las reglas del código indiano son inútiles para constituir un estado, recordó que en la división de poderes se encuentra, “el único freno para contener al magistrado en sus deberes”, porque, “el choque de autoridades independientes debía producir un equilibrio en sus fuerzas”. El 13 de noviembre volvió a expresar que, “al derecho que tienen los pueblos para fijar constitución, en el feliz momento de explicar su voluntad general, se agrega la necesidad más apurada. El depositario del poder supremo de estas provincias, ¿dónde buscará la regla de sus operaciones?. Las leyes de indias, no se hicieron para un estado, y NOSOTROS YA LO FORMAMOS. De estos artículos van surgiendo, clara, definida e irresistible, por un lado: La declaración de la independencia, pero además y lo más importante, se va elaborando una doctrina constitucional.

En la Gazeta del primero de noviembre, dice: “Pocas veces ha presentado el mundo un teatro igual al nuestro, PARA FORMAR UNA COSNTITUCIÓN QUE HAGA FELICES A LOS PUEBLOS...”. “La usurpación de un caudillo, la adquisición de un conquistador, la accesión o herencia de una provincia, han formado esos grandes imperios, en quienes nunca obró el pacto social, y en que la fuerza y la dominación han subrogado esas convenciones, de que deben los pueblos derivar su nacimiento y constitución”. “El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, el debe aspirar a que nunca puedan obrar mal, que sus pasiones tengan un dique más firme que el de sus propias virtudes y que delineado el camino de sus operaciones, POR REGLAS, que no esté en sus manos trastornar, se derive la bondad del Gobierno, no de las personas que lo ejercen, SINO DE UNA COSNTITUCIÓN FIRME, QUE OBLIGUE A LOS SUCESORES A SER IGUALMENTE BUENOS, que los primeros, sin que en ningún caso dejen a éstos, la libertad de hacerse malos impunemente” PATRIOTISMO: “Seremos respetables a las Naciones extranjeras, no por riquezas, que excitarán su codicia, no por la opulencia del territorio, que provocará su ambición, no por el número de tropas, que en muchos años no podrán igualar las de Europa. Lo seremos solamente cuando reconozcan entre nosotros, las virtudes de un pueblo sobrio y laborioso; cuando el amor a la patria sea una virtud común y eleve nuestras almas a ese grado de energía que atropella las dificultades y desprecia los peligros” PUREZA DE LA ADMINISTRACIÓN: “que el ciudadano obedezca respetuosamente a los magistrados; que el magistrado obedezca ciegamente a las leyes; este es el último punto de una legislación sabia, esta es la suma de todos los reglamentos consagrados a mantener la PUREZA DE LA ADMINISTRACIÓN” “la pureza de la administración interior asegura la observación de las leyes, no solo por el respeto que se le debe, sino también por el equilibrio de los poderes

encargados de su ejercicio. Esta es la suma de cuantas reglas consagran la política a la felicidad de los estados” FEDERALISMO : Su pensamiento fue federalista. Quiso que cada provincia formase la constitución adecuada a sus necesidades regionales, teniendo presente la máxima de auxiliarse y socorrerse mutuamente; que todos en el congreso que iba a reunirse y para el cual escribía, dictasen la constitución Nacional; y finalmente, que el nuevo Estado, siguiendo una política de acercamiento respecto de los demás de América , estableciendo la salida continental. Así dijo: “Nada tendría de irregular, que todos los pueblos de América, concurrieran a ejecutar de común acuerdo la grande obra que nuestras provincias meditan para sí mismas”. Surge de sus escritos el propósito de erigir las autonomías provinciales al rango que les corresponde, dice pues: “no usurpar, a la más pequeña aldea, la parte que debía tener en la erección del nuevo gobierno”.

SUFRAGIO Y MINORÍAS: “Para que la comunidad quede obligada a los actos de su representante, es necesario que éste haya sido elegido por todos, y con expresos poderes para lo que ejecuta; aún la pluralidad de los sufragios no pueden arrastrar a la parte menor, mientras un pacto establecido por la unanimidad, no legitime aquella condición”. ¿QUÉ PASÓ DESPUES?

III)

Momento: El prólogo que escribiera para edición en castellano del Contrato Social de Rousseau. EL PRÓLOGO DEL CONTRATO SOCIAL

Hizo reimprimir Moreno, “para instrucción de los jóvenes americanos”, la obra escrita por el ciudadano de Ginebra Juan Jacobo Rousseau, titulada: “Del Contrato Social o Principias del Derecho Político”. En una de sus máximas a dicho prologo escribió: “Si los pueblos no se ilustran, sino se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede, y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo, entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”. Es de destacar, como dice Levene, que la difusión del Contrato Social y su influencia aumentó en los siguientes años, tales así, que en 1815 Alvarez Thomas, reconocía que los pueblos empezaban a estudiar los cuadernillos de Rousseau. Tomás Manuel de Anchorena, también nos cuenta Levene, corroboraba lo expuesto, en una carta dirigida al futuro dictador Rosas, a quien le escribía: “...pero no se encontraban hombres que entendieran de Política, pues no si habría dos que supiesen cuales son..., no sé si alguno habría leído alguna obra de Política moderna, ni se que hubiera otra que el Pacto Social de Rousseau, traducido al castellano...” Llamó a Rousseau, Moreno “hombre inmortal, que formó la admiración de su siglo y será el asombro de todas las edades, fue quizás el primero que, disipando completamente las tinieblas, con que el despotismo envolvía sus usurpaciones, PUSO EN CLARA LUZ, los derechos de los pueblos, y, enseñándoles el verdadero origen de sus obligaciones, demostró las que correlativamente contraían los depositarios del gobierno”. IV MOMENTO: LA BIBLIOTECA PÚBLICA

El siete de septiembre , es la fecha del escrito de creación de la Biblioteca Pública, pero ya el 22 de agosto, Moreno le notifica al Gobernador de Córdoba, sobre el embargo de los bienes de los conspiradores, ( el ex Virrey Santiago de Liniers, el Intendente de la Prov. De Córdoba Gutierrez de la Concha, el asesor Don Victorino Rodríguez, el prelado diocesano Antonio de Orellana, el Coronel de milicias Santiago de Allende y el Ministro de la real hacienda Joaquín Moreno), hasta cubrir las cantidades que tomaron de la Real Hacienda, para sostener la Rebelión. Se encajona la librería del Obispo Orellana y todos los libros de los demás reos, que servirán de base para la Biblioteca. Publicase en la Gazeta del 13 de septiembre, el escrito de creación, bajo el título “ Educación”. Manifiesta la consternación de que el colegio San Carlos se hubiese transformado en un cuartel de tropas, explica Moreno la conveniencia de la fundación de la Biblioteca, como centro de desarrollo cultural, manifiesta la necesidad de educar al soberano (el pueblo). Dice: “ toda casa de libros atrae a los literatos con una fuerza irresistible, la curiosidad insta a los que no han nacido con positiva resistencia a las letras, y la concurrencia de los sabios, con los que desean serlo, produce una manifestación recíproca de luces y conocimientos, que se aumentan con la discusión y se afirman con el registro de los libros, que están, a mano para dirimir la disputa”. Solicita apoyo patrio, para su desarrollo y la colaboración del cabildo para el pago de dos personas designadas para su cuidado, Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez. Según Groussac, en dos meses 4.000 el número de volúmenes. El acierto de Moreno, estuvo en buscar las contribuciones populares y no que fuera la biblioteca, un acto puramente oficial. Fue la primera Biblioteca fundada en Latinoamérica. V Momento: El Decreto de supresión de Honores: Es el dogma de la igualdad, el que inspira el decreto; surge en una noche mágica de furia contra el ceremonial vacuo y ridículo; la indignación contra los serviles,

que especulan con la lisonja; la angustia por elevar el nivel de las

costumbres del pueblo; la vehemencia en arrancarlo de la abyección por un golpe de decreto y conseguir que el común de los hombres no tenga en los ojos la principal guía de la razón. Nos dice Moreno, en la publicación de la Gazeta del ocho de diciembre de 1810 : “La libertad de los pueblos no consiste en palabras, ni debe existir en papeles solamente. Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad, y este cántico maquinal es muy compatible con las cadenas, y opresión de los que lo entonan. SI DESEAMOS QUE LOS PUEBLOS SEAN LIBRES, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad. ¿Si me considero igual a mis conciudadanos, porqué me he de presentar de un modo, que les enseñe, que son menos que yo? Mi superioridad sólo existe en el acto de ejercer la magistratura, que se me ha confiado; en las demás funciones de la sociedad soy un ciudadano, sin derecho a otras consideraciones, que las que merezca por mis virtudes”. El drástico decreto, fue aprovechado por los opositores de Moreno, creando el clima propicio para su alejamiento. Convencieron a los diputados de integrarse a la junta y el sueño constitucional del Prócer quedo borrado, forzando su salida e indiscutible renuncia. Solicita una misión Diplomática a Inglaterra a donde se dirige acompañado por sus secretarios Tomás Guido y Manuel Moreno. Perece en el navío “La Fama”, el 4 de marzo de 1811, a los 32 años de edad. No produjo al morir – dicen los testigos – otros sentimientos que los más vivos votos por la prosperidad del país en que había nacido. “Prefiero al interés de mi propio crédito, que el pueblo empiece a pensar sobre el gobierno”, dijo en su renuncia, decretando su ostracismo político. Viva la patria aunque yo perezca, ha balbuceado al morir, augurando contra el escepticismo de los más, los grandes destinos de un pueblo. De ello, nos dice José Manuel Estrada:

“... su iniciativa democrática fue sofocada entre el polvo del coloniaje que se derrumbaba, y murió como un apóstol, semejante a esas flores que brotan en pleno invierno al calor de una temperatura anormal y que el hielo de la noche mata con inclemente rigor”. La pureza primitiva de la revolución, como una esfera mágica y luminosa, envuelve su sombra ante el alma entristecida, y la hace brillar lejos de todo rumor humano y de la tierra que guarda los muertos, entre la inmensidad del mar y la inmensidad del cielo. De las ondas saladas y las nubes encendidas, hízole la suerte un mausoleo eterno y digno de su memoria augusta, jamás empañada en cínicos fratricidios, ni en cobardes desencantos y traiciones.