"Nunca Es Tarde Para Amar: Nunca Es Tarde Para Desear"

"Nunca Es Tarde Para Amar: Nunca Es Tarde Para Desear" (2010) Olga Cuadra “Lleva mucho tiempo llegar a ser joven” Picasso “Nunca es tarde para amar”...
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"Nunca Es Tarde Para Amar: Nunca Es Tarde Para Desear" (2010)

Olga Cuadra

“Lleva mucho tiempo llegar a ser joven” Picasso “Nunca es tarde para amar” es una película alemana, en donde la protagonista es una mujer de 65 años que está casada desde hace 30 años, quiere mucho a su esposo, pero se enamora de un hombre de 76 años, redescubre y disfruta del erotismo, su vida cambia a partir de este encuentro. Ella es ama de casa, costurera, abuela, con una marcada rutina y sin grandes aventuras. Forma parte de un coro y a su esposo le atrae los viajes en tren. Lejos de los prototipos de cuerpos perfectos y esculturales que estamos acostumbrados a ver, en esta película muestran cuerpos desnudos , flácidos y arrugados que hasta ese momento habían sido velados y no exhibidos por puro prejuicio. Se besan, se tocan , cogen y la pasan muy bien. Encontramos que la pareja de amantes puede hacer chiste sobre la falta de erección por parte de él y el descubrimiento de placer a partir de la masturbación por parte de ella.

La perlita de esta película a mi entender es mostrar que el disfrute sexual es cuestión del deseo que emerge entre ellos y no una cuestión de edad, el deseo los pone en movimiento y avanza por supuesto no es sin costo alguno y angustia mediante, por parte de los protagonistas. Si sexualidad y muerte van de la mano, no es para no morir y ser eternos, sino para morir no sin haber disfrutado y padecido los avatares de la sexualidad.

En el imaginario colectivo aparece que con el paso del tiempo se pierde el deseo sexual y en nuestra clínica se escucha muy a menudo que hay una renuncia muy marcada a la sexualidad, tanto en hombres como en mujeres. En el hombre recae sobre el órgano y el temor de su desfallecimiento, ya no funciona como representante fálico de su goce, y en la mujer su cuerpo ya no tiene el brillo que habilita el polo de atracción al otro sexo. En ambos

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casos hay trastrocamientos de la imagen de sus cuerpos. Por esto se paga un costo muy alto: aparecen síntomas, depresiones, hipocondrías, caídas, que en muchos casos coinciden con jubilación, crecimiento e independencia de los hijos.

Freud hizo mención sobre este tema “la angustia de los hombres en la edad crítica. Hay hombres que pasan como las mujeres, por un período de climatérico, contrayendo una neurosis de angustia al tiempo que declina su potencia y aumenta su libido” (1). “Es sabido, y ha dado ya mucho lamentar a los hombres, que el carácter de las mujeres suele cambiar singularmente al sobrevenir la menopausia y poner un término a su función genital” (2).

Lo vemos en la vejez de Fausto, contiene aspectos de la vida de Goethe y si la descripción es tan vivida es porque a su vez fue vivida . Si bien Fausto fue concebido como proyecto en su época de estudiante, el manuscrito definitivo fue acabado solamente un año antes de su muerte, es decir a los 82 años. Simona de Beauvoir consideraba que Goethe estaba satisfecho en su vejez de su situación en el mundo, sin embargo, él escribe :

“ Así, anciano alerta, no te dejes entristecer, a pesar de tus cabellos blancos todavía podrás amar”.

Había desarrollado una pasión súbita por una mujer de 30 años, Marianne, que acababa de casarse con su amigo, el banquero Willemer. Para ella escribió varios poemas de amor, más tarde, a los 72 años, se enamoró perdidamente de Ulrico, preciosa joven de 17 con quien pretendió casarse; luego de consultar a su medico para saber si, dada su edad, era aconsejable, solicitó su mano por intermedio del gran duque Carlos Augusto. Simultáneamente se había enamorado de otra mujer joven, la célebre pianista Szymanowska. - Página 2 de 6 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

No se casó, tampoco pudo continuar con la pianista. Escribió entonces “el universo está perdido para mí y estoy perdido para mi mismo, yo que hasta ahora era el favorito de los dioses. Me han puesto a prueba, me han enviado a Pandora, tan rica en tesoros, pero más rica aun en peligros, me han empujado hacia sus labios generosos. Ahora me separan dejándome arruinado”. Cayó en una fuerte depresión a la que se repuso, pero a partir de ese momento las mujeres no existieron más para él.

Pensemos lo que era tener 72 años en 1831, época en la que excepcionalmente se llegaba a los 50años. Podemos decir que Goethe era muy viejo, vemos que su motivación es la búsqueda de un objeto muy joven que le devuelva una imagen de sí, que le permita sentirse identificado con un yo ideal perfecto en el hecho de ser siempre joven. Su lamento “yo era el favorito de los dioses”. Sólo los dioses no envejecen . Fausto rodeado de sus libros sucios, se queja “...siento hervir en mis venas el fuego de la juventud...pero a pesar de mis buenos deseos, no siento ya en mi interior la verdadera satisfacción ¿por qué motivo el río seca su cauce cuando precisamente aumenta la devoradora sed?...soy demasiado viejo para anhelar diversiones y sobrado joven para no sentir deseo. ...¿qué puede darme el mundo? Preciso es que renuncie a él, ¡renuncia! He aquí el precepto que continuamente resuena en nuestro oído.” (3)

Está claro el conflicto que sufre entre sus deseos y su imposibilidad de satisfacerlos y por otro lado la internalización de la visión que de sí de la vejez, le devuelve el mundo externo, la renuncia como una forma de desapego. “...En mi cuerpo habitan dos almas que separar quisiera: la una, apegada a la vida, se coge con todas sus fuerzas a este mundo que no quiere soltar, la otra, huyendo de la noche que la rodea, se abre camino a través de los espacios donde habitan nuestros antepasados”(4).

La ética del psicoanálisis implica convocar al sujeto responsabilizar por el destino de sus acciones, cuya motivación más legitima es el propio deseo, marca de la más radical diferencia que se encuentra la relación del sujeto con su propia castración, donde existe la posibilidad de un devenir incierto. La castración es el precio de la estructura, el sujeto teme la satisfacción de su deseo, lo que le hace depender a la vez de aquel o aquello que va a satisfacerlo, a saber del otro, no hay deseo realizable si no es por la vía de la castración.

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Volvamos a la película. La protagonista decide contarle la verdad a su marido por sentimiento de culpa, porque no resiste el engaño, quiere dejar a su marido y vivir con su amante o por que su angustia la desborda. Allí la historia tendrá un giro más, su esposo no tolera dicha verdad, le refriega la edad que ella tiene y los años de casados, herido en su narcisismo no podía faltar la pregunta: si su amante coge mejor que él, a la cual ella contesta “me enamoré”. Ella no retrocede y apuesta al cambio, se va vivir con su amante, la única cosa de la que puede ser culpable es de haber cedido en su deseo; él tomará un final trágico, se suicida arrojándose a las vías del tren. Para él su partenarie era todo, habría que pensar si los unía el amor o goce.

Sabemos que un encuentro entre el hombre y una mujer siempre es un desencuentro, debería ser sin esperanzas y sin embargo ella ambiciona que él transforme su deseo y él ambiciona que ella hable de su deseo. El hombre sólo goza si ella lo desea. Para la mujer la mirada del hombre es fundamental para su identidad femenina. Podemos apreciar una escena donde su amante va a escucharla en el coro, ella sonríe, brilla entre sus compañeras. Para ambos es hacerse objeto del deseo del otro, lo cual implica no haber renunciado a su condición deseante.

Eros es una relación con la alteridad, con lo incierto y lo impredecible, ¿que lugar puede tener el deseo en una sociedad que hace culto al control y a la certidumbre de satisfacción en la inmediatez, confort y comodidad?.

Son muchos los sujetos que prefieren entregarse voluntariamente a las sustancias químicas antes que hablar de sus sufrimientos íntimos, el poder de los medicamentos del espíritu es de este modo el síntoma de una modernidad, que decide abolir en el hombre no sólo el deseo de libertad sino la idea de nunca enfrentarse a la prueba que esto supone.

El Viagra se presentaba como la panacea para mejorar las relaciones sexuales, sin embargo y pese al uso extendido y el desarrollo de los fármacos las dificultades en las relaciones sexuales sigue siendo un agujero negro. - Página 4 de 6 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

La sexualidad en sí misma es traumática y ella sólo tiene la capacidad de desordenar el resto de los aspectos de la vida de un sujeto.

Freud ya en 1912 decía en el texto “Sobre una degradación general de la vida erótica” “...la impotencia psíquica es la enfermedad para cuyo remedio se acude a la consulta del psicoanálisis con más frecuencia”. Lo que significa es que no hay ciencia del amor porque la relación sexual no puede ser inscripta simbólicamente. Cada uno tendrá que arreglársela con su propia sexualidad y con como atravesó su propia castración “La ciencia no se propone atemorizar, ni consolar tampoco” (5). Sabemos hoy por hoy que el Viagra puede ayudar en caso puntuales y es bueno que lo indiquen, pero cuando se lo toma de manera indiscriminada, para obtener un “disfrute total”, “despertar el deseo”, batir records - polvos maratónicos , al no estar articulado al deseo, porque no solamente los de edad avanzada lo toman sino también los adolescentes, a veces juega una mala pasada y fracasa.”... tampoco una libertad sexual ilimitada desde un principio procura mejores resultados. No es difícil comprobar que la necesidad erótica pierde considerable valor psíquico en cuanto se le hace fácil y cómoda la satisfacción” (6).

Un goce desenfrenado al consumo. Sexualidad que al rechazar la Castración operación simbólica, desvincula el goce del deseo y el amor, ofreciendo como solución para colmar el dolor que en lo Real causa, los fármacos, que suplen la función fálica.

Poder subjetivar frente al cuerpo finito a partir de la dimensión del inconsciente, apunta también la importancia de la ética del deseo ”bien decir de su propio deseo”.

El silencio es así preferible al lenguaje, fuente de angustia y vergüenza. Para poner fin a la angustia sin conocer jamás la causalidad psíquica expresada por el síntoma.

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Nunca es tarde para amar , nunca es tarde para desear.

“El arte es cosa muy larga para ser aprendida, ¡ay, nuestra existencia es tan corta!(7)

NOTAS: (1) Freud, Sigmund, Aparición y Etiología de la neurosis de angustia, Obras Completas, tomo I, pág..188. (2) Freud, sigmund, la disposición a la neurosis obsesiva, Obras Completas, tomo II, pág.,1742. (3) Johann W. Goethe, Fausto,pág.55 (4) Ibid (5) Sigmund Freud, Sobre una degradación general de la vida erótica, obras completas de López Ballesteros, tomo II, pág.1717. (6) Ibid, pág. 1715 (7) Johann W.Goethe, Fausto, pág.24

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