UNIDAD 1. LA PREHISTORIA Y LA HISTORIA ANTIGUA. El proceso de hominización en la Península Ibérica: nuevos hallazgos

UNIDAD 1. LA PREHISTORIA Y LA HISTORIA ANTIGUA. El proceso de hominización en la Península Ibérica: nuevos hallazgos. Pueblos prerromanos. Colonizaci...
0 downloads 0 Views 257KB Size
UNIDAD 1. LA PREHISTORIA Y LA HISTORIA ANTIGUA.

El proceso de hominización en la Península Ibérica: nuevos hallazgos. Pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: fenicios, griegos y cartagineses. Conquista y romanización: La pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: instituciones y cultura.

Por Francisco García Moreno, Licenciado en Historia, UCM.

PREHISTORIA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. 1. ENTORNO FÍSICO. El cuaternario es el período geológico que se corresponde con los últimos dos millones de años. Se subdivide en dos períodos: •

El Pleistoceno. Período en el que se produce la evolución humana desde el homo ergaster al horno sapiens sapiens: (2 m.a-10.000 a.C.). Durante este período se produjeron las glaciaciones: períodos de más de 100.000 años de promedio en los que el hemisferio norte se cubría de hielo, hasta alcanzar las zonas recubiertas de hielo el 30% de la superficie terrestre.



El Holoceno: Desde el fín de la última glaciación, hasta nuestros días. Se produjo un aumento de las temperaturas, y los casquetes polares retrocedieron hasta cubrir solo el 10% de la superficie terrestre. Durante los primeros años del holoceno se produjo una extinción masiva de especies animales (el mamut, el dientes de sable) que en cierta medida está asociada a la difusión de los seres humanos por la tierra. La tasa de extinción de especies se ha acelerado en los últimos dos siglos.

Principales características del proceso de hominización. El proceso de hominización es el conjunto de transformaciones físicas y de comportamiento que dieron lugar a las formas modernas de seres humanos. Es el proceso de cambio y transformación que dio lugar al ser humano y que comienza hace más de cuatro millones de años, extendiéndose durante el mioceno (20-5 m.a.), el plioceno (5-2.5 m.a.) y el pleistoceno (2.5-0.1 m.a.).

1

Los cambios físicos se produjeron en el cráneo y en el esqueleto postcraneal, dando lugar a distintos tipos físicos que han convivido a lo largo de milenios, hasta la época actual en la que un único tipo físico humano reside sobre la tierra.

Tipos físicos conocidos según Arsuaga.

Tipos físicos del género homo por continentes.

2

La adopción del bipedismo. (África) Supuso el aumento del tamaño del cuerpo de los homínidos y la liberación de las manos, con lo que aumentó la facilidad de transportar comida y de aumentar el radio de forrajeo, carroñeo y recolección. Las ventajas de esta nueva forma de locomoción superaron inconvenientes como la pérdida de velocidad. Igualmente hubo una serie de modificaciones sexuales, en la gestación y en el parto; así como en las formas de comportamiento, que van unidas a la utilización de una locomoción bípeda. Los órganos sexuales de las hembras se situaron entre las piernas y el ciclo reproductivo aumentó de dos meses al año a doce meses al año. El canal pélvico se redujo considerablemente de tal forma que el parto fue más complicado y doloroso, con lo que el tiempo de gestación procedió a acortarse. Así las crías nacían totalmente desprotegidas y dependían de la madre hasta una edad muy avanzada, lo cual implicaba una atención continua de la madre y la necesidad de cooperar con el macho, principalmente, en la obtención de alimentos. El aumento progresivo de la capacidad craneana. El cerebro evolucionó desde los 450 cm3 del australopitecus, hasta los 1750 cm3 de media en los seres humanos actuales. Existe una variabilidad craneana muy grande dentro de la especie (entre los humanos actuales entre 1000-2000 cm3 ), y a lo largo del proceso de hominización se observa un aumento progresivo de la capacidad craneal y del cociente encefálico, esto es la relación existente entre el peso total del cuerpo y el peso del cerebro. La dentición sufrió cambios importantes a lo largo del desarrollo de los distintos tipos físicos: aparición de la arcada dental parabólica, molarización del premolar (transformación progresiva de los premolares en muelas), desaparición de diastemas y desarrollo de incisivos y caninos pequeños, con esmalte dental fino.

2. PALEOLÍTICO INFERIOR (1.300.000-100.000) En los últimos tiempos se están revisando los hallazgos de la región de Almeria y Gibraltar (el famoso hombre de Orce), con fechas que giran en torno al 1.5 millones de años. Estos hallazgos hacen que paleoantropólogos como Philip Tobías afirmen la presencia de homo erectus en la península en fechas que irían desde los 2 al 1.5 m.a., lo que implicaría que los homo ergaster africanos cruzaron el estrecho de Gibraltar usando balsas o medios parecidos, antes de la aparición del que se creía el primer tipo físico europeo: el homo antecesor. El primer tipo físico constatado con seguridad en la península, es el Homo antecesor, con fechas que por ahora se extienden hasta 1.2 millones de años, sus características físicas son las siguientes: capacidad craneal en tomo a los 850-950 cm3,

3

robusto, con rasgos propios de homo erectus y de homo neandertal. Se le considera un preneandertal que no ha desarrollado todas las características propias de este. No está claro su dominio del fuego, fabrica herramientas sencillas, con una tecnología denominada achólense (tecnología primitiva, propia de los homo ergaster/erectus). Caza todo tipo de animales incluyendo megafauna (mamuts, rinocerontes...) El yacimiento más importante es el de la Gran Dolina de Atapuerca, en Burgos. 3. PALEOLÍTICO MEDIO (100.000-35.000) El tipo físico típico es el Homo sapiens neandertalensis: Capacidad craneana en tomo a 1450 cm3, prognatismo facial, ausencia de mentón y frente achatada. Huesos robustos, con los brazos ligeramente alargados y una estatura en tomo a 1.55m con 90 Kg de peso. La cultura lítica de los homo neanderthalensis se denomina musteriense y se caracteriza por la fabricación de instrumentos estandarizados: bifaces, raederas, buriles, hendedores, puntas y cuchillas de borde rebajado (para enmangarlas en madera ). Han aparecido restos en Gibraltar, Atapuerca y asentamientos en cuevas como “el Castillo” y “cueva Morín” ambas en Santander, y también al aire libre. Algunos arqueólogos piensan que todavía no había enterramientos (Moure) pero en la cueva de Carigüela, Granada ( Piñuecar ) parece que hubo un primer rito de inhumaciones de niños. Hay indicios de cierto gusto estético, y de actitudes rituales o simbólicas y es posible que adoptaran algún tipo de lenguaje no demasiado desarrollado. Viven en cuevas y en asentamientos al aire libre cuando las estaciones lo permiten; en grupos familiares de 15-20 personas. Es un cazador extremadamente efectivo y especializado. 3. PALEOLÍTICO SUPERIOR (35.000-8000 a.C.) El tipo físico caracterísitico es el Homo sapiens sapiens. El tipo físico europeo se corresponde con el llamado hombre de cromagnon. Similar al nuestro, grácil. Convivió con el neandertal hasta su extinción. Los últimos estudios genéticos parecen demostrar que el cromagnon fue sustituido por otro tipo de pobladores sapiens sapiens con la llegada de agricultores procedentes de próximo oriente. Cultura y comportamiento. El lenguaje articulado permite al homo sapiens sapiens establecer alianzas más allá de los grupos familiares y transmitir mayor cantidad de información a sus descendientes, 1o que le hizo más adaptativo que el neandertal. . .

Habitat al aire libre y en cuevas. Explotación intensiva de toda clase de recursos. Organización social en bandas tribales de 30-50 personas. Practicaban enterramientos, está constatado el pensamiento simbólico. La cultura material sufrió un gran avance técnico, perfeccionando e inventando herramientas, aunque fueron los objetos en hueso la innovación técnica más importante (arpón, anzuelo, propulsor,

4

reclamos, silbatos, azagaya, espátula y agujas, imprescindibles en la elaboración de prendas de abrigo). Altamira es el máximo exponente del arte rupestre paleolítico. Distinguimos dos tipos de arte: • •

Rupestre: Sobre paredes. Animales y personas esquemáticas. Mueble: En objetos, con carácter decorativo. Incisiones en asta de hueso, geométricas y figurativas: animales esquemáticos...

Técnicas: Colorantes naturales: Ocre, limonita, hematites y otras tierras mezcladas con un aglutinante (resina). 5. EL NEOLÍTICO. ( desde el 7000 a. C. en la península). El Neolítico es el período en el que la humanidad pasó de basar su subsistencia en una forma de vida depredadora basada en la caza y la recolección, a un modo de vida basado en la producción de alimentos con la generalización de la agricultura y la ganadería. El Neolítico no apareció en todo el mundo al mismo tiempo. Apareció en algunos lugares determinados de la tierra: Próximo oriente, Egipto, China, América, en diferentes momentos, y se extendió a otras partes del mundo. De hecho hoy en día aún sobreviven pueblos que no han pasado por un estadio neolítico y siguen practicando la caza y la recolección. Los rasgos indicativos de cultura material más característicos son la piedra pulimentada, la cerámica y los tejidos. Las fechas más tempranas del neolítico peninsular están en tomo al VIII-VII milenio a. C. en la costa levantina y en Andalucía y no se han encontrado yacimientos anteriores al V milenio en la Meseta Central y el interior. Para la mayoría de especialistas, el Neolítico llegó a la Península desde próximo oriente a través de dos vías principalmente, la navegación de cabotaje por las costas del sur europeo y el norte de África y el recorrido terrestre que desde Grecia y las llanuras danubianas atravesaba el continente europeo. El debate en tomo a las teorías autóctonas (neolítico de origen peninsular) y difusionistas (neolítico importado), está superado y hoy día se habla de un proceso de aculturación, o contactos entre poblaciones orientales y peninsulares.

5

CULTURAS DEL NEOLÍTICO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. • • •

Difusión del Megalitismo y del vaso campaniforme. Cultura de los sepulcros de fosa (Cataluña) Cultura de los Millares (Andalucía, influencia oriental)

6. LA EDAD DE LOS METALES. PRIMEROS POBLADORES Y COLONIZACIÓN. Tartesos ( VIIIa. c-III a.C ) Tartessos es una cultura que se extendía por gran parte de Andalucía. Los orígenes de Tartessos están en las poblaciones autóctonas del Bronce, en las culturas atlánticas europeas y en los fenicios; y fue la primera cultura urbana de la Península Ibérica. Las características más destacables de Tartessos son las siguientes: • Sociedad estratificada y compleja. Se diferencia una élite de guerreros de la mayoría de población campesina. Había esclavos. El Rey adopta características divinas. • Agricultura muy rica cercana a los grandes ríos, ganadería, artesanía y metalurgia muy próspera. Blázquez cree que la decadencia de Tartessos se debió a problemas económicos internos agravados por el corte de sus líneas comerciales con el próximo oriente y en la que participaron los cartagineses. En el siglo IV-III volvió a resurgir pero con un radio de influencia menor. La colonización fenicia Los fenicios lanzaron expediciones a través del valle del Ebro y del Guadalquivir, comerciaban con los nativos buscando materias primas e intercambiando con los nativos objetos de hierro, bisutería de bronce y cerámicas a tomo. Aportaron nuevas formas de religión con el culto a Hércules Melkart y Moloch y nuevos tipos de enterramientos incinerados o inhumados. Con la caída de la ciudad de Tiro en el año 576 a. C., que fundó todas las colonias de la Península, todas estas se derrumbaron y pasaron a manos de Tartessos o de los cartagineses. En los últimos años se ha prestado especial atención al núcleo fenicio de Cádiz, constituido por verdaderas ciudades-estado. Gadir, Sexi, Septum…

6

La colonización griega. En la Magna Grecia y en Sicilia, los griegos llevaron a cabo una verdadera colonización pero en la península Ibérica fundaron factorías similares a las fenicias, para comerciar con los metales de los peninsulares. Eran colonos originarios de Focea que competían en el comercio con las cerámicas fenicias pero derrotados por los cartagineses en Alalia (439), perdieron los derechos a navegar por el sur del Mediterráneo y se trasladaron hacia Marsella. Mas tarde decayó en favor de Ampurias y posteriormente de Rosas. Intercambiaban fundamentalmente la cerámica por moneda y la escritura.

metales e introdujeron la

HISPANIA ROMANA. 1. PUEBLOS PRERROMANOS DE LA EDAD DEL HIERRO. 1.1. Celtas. Sus orígenes en la península se remontan a la penetración de las culturas de los campos de urnas, desde el Bronce Final (850-650). No tuvo por que ser una invasión violenta, posiblemente se trata de una transmisión cultural progresiva y pacífica. Aunque el uso del hierro es tardío (siglo XV), encontramos sociedades estratificadas del nivel de jefaturas, con unas bases culturales similares a las de los pueblos de la Galia o las islas británicas. Las jefaturas eran sociedades preestatales, en las que las relaciones de parentesco organizaban la sociedad, que se subdividía en agrupaciones tribales: clanes (gens) y estos a su vez en unidades más pequeñas (gentilitas). La organización tribal pervivió en época romana. Las jefaturas de los celtas peninsulares eran entidades de varios miles de personas que extendían su influencia sobre varias aldeas. Sabemos poco de estas culturas: la existencia de dos grandes núcleos culturales en torno al valle del Tajo (lusitanos, arévacos) y del valle del Duero (cultura de los verracos). Conocemos también sus poblados fortificados o castros. Es evidente su contacto con poblaciones Íberas en los pueblos del este de la Meseta, encontramos ejemplos de integración de ambas culturas; hasta el punto de que algunas fuentes romanas hablan de celtíberos.

7

1.2. Íberos: El conocimiento de estas culturas es aún más precario que el de las célticas. Tenían escritura, pero aun no somos capaces de leerla, y las fuentes son escasas. Se sitúan en torno al área de levante y oeste de Andalucía. Recibieron la triple influencia de griegos y fenicios, las culturas de los campos de urnas, y Tartessos. Son sociedades que están en proceso de formar estados con una aristocracia guerrera y cierto grado de urbanismo. Las fuentes romanas hablan de ciudades íberas, y conocían el urbanismo por influencia griega y fenicia. También hablan los romanos de régulos (algo así como reyezuelos) para referirse a las jefaturas íberas. Los íberos organizaron jefaturas, algo más complejas que las jefaturas célticas. Su proceso de desarrollo hacia el Estado quedó truncado por la intervención romana.

2. LA OCUPACIÓN CARTAGINESA. La Primera Guerra Púnica (siglo III) supuso para Cartago la pérdida de Córcega y Cerdeña y la obligación de pagar una multa a Roma. Como consecuencia de la guerra, se produjo la ocupación cartaginesa de la península Ibérica, como medio de obtener plata y pagar su indemnización, al tiempo que recomponía el poder cartaginés y entrenaba a su ejército en un nuevo campo de operaciones ante una futura guerra con Roma. Amilcar Barca penetra en la península y encuentra tribus hostiles. Su yerno Asdrúbal funda Cartago Nova como base de operaciones para la explotación de la península. En este contexto Roma firma con Cartago el Tratado del Ebro (226 a. C) para delimitar la zona de influencia cartaginesa. Por este tratado la zona de influencia cartaginesa en la península quedaba al sur del cauce del Ebro. Anibal Barca, continuó con el sometimiento de los pueblos indígenas y sitió Sagunto, aliada de Roma. Roma encuentraba la excusa para declarar la guerra y envíar dos ejércitos al mando de Publio y Cneo Cornelio Escisión para enfrentarse a Asdrúbal en la península. Mientras, Anibal se dirige a Roma. Comienza así la Segunda Guerra Púnica (218-201 a.C). Los dos primeros ejércitos son destruidos en la península y Roma envía otro ejército al mando de Publio Escisión hijo que llega en 210. En el año 206, derrotado Anibal, Asdrúbal es expulsado de la península y Cartago Nova es conquistada. Termina la ocupación cartaginesa y comienza la de Roma.

8

3. FASE REPUBLICANA: LA CONQUISTA. La lejanía de la península de Roma y la poca disposición de los indígenas a permanecer fieles a Roma obligó a ejercer un control directo de las nuevas zonas conquistadas para reaccionar con mayor rapidez ante un ataque de Cartago o una revuelta indígena. La nueva provincia tardaría 200 años en ser controlada. Se dividió en dos provincias, cada una al mando de un pretor: • •

Hispania Ulterior (cercana) Hispania Citerior (lejana)

Las revueltas indígenas fueron constantes. Destacamos las siguientes operaciones de conquista y sometimiento: • • • • • •

Campañas de Catón en la citerior. Campañas de Graco. Guerra del Fuego (153-133). Dirigidas por Cornelio Escisión Emiliano contra las tribus lusitanas, vetonas, arévacas y vacceas. Revuelta de Sertorio 83-76. Campañas de Cesar 61-55. La península queda dominada y expulsados los Pompeyanos en el 49. Campañas de Augusto: Guerras cántabras en el 26 a. C. Marcan el fin de la resistencia militar indígena.

4. LA ROMANIZACIÓN. Denominamos romanización al proceso de aculturación de los nativos por el cual adquirieron la cultura y organización económica, social y política romanas. Los indígenas reciben el derecho itálico, aunque en ocasiones disfrutan del derecho latino. Los magistrados y antiguos soldados reciben la ciudadanía romana. Con el tiempo, gran parte de la península (las ciudades, la costa y la región de Andalucía) se romanizaron, aunque hubo grandes regiones que permanecieron refractarias a la romanización: la cornisa cantábrica y los Pirineos. Roma obtenía ingresos de las provincias a través del tributo y de la explotación de las minas. Para ello organiza una red de ciudades y municipios diferenciada: • • • • •

Colonias. Reciben el derecho romano. Son fundaciones nuevas en las que se establecen soldados dispuestos a tomar las armas en caso de revuelta. Civitas foederata. Ciudad aliada, sujeta a un tributo pero con autogobierno. Se concedía a sus ciudadanos el derecho latino. Civitas stipendiariae: Tributan. Eran la mayoría. Estaban sujetas al derecho itálico. Ciuitas liberae: No tributan y tienen autogobierno. Municipios: Poblaciones de menor tamaño.

9

La romanización tuvo mayor éxito en las regiones de la costa mediterránea y la actual Andalucía. El legado romano se mantuvo después de la caída del imperio romano: •

En el lenguaje: Las lenguas romances peninsulares evolucionaron a partir del Latín vulgar. Las lenguas prerromanas desaparecieron, y solo pervivió el Euskera, como vestigio de los pobladores preindoeuropeos.



En las ciudades: Muchas fundaciones romanas continuaron siendo ciudades importantes bajo el dominio visigodo y más tarde.



En las obras públicas, las vías y la arquitectura: Numerosas construcciones romanas se siguieron utilizando varios siglos después de la caída de Roma.

5. LA SOCIEDAD COLONIAL. 5.1. La élite (populum). Pertenecen a ella aquellos que forman parte de alguno de los tres órdenes aristocráticos (senatorial, caballeros o decuriones) y pertenecen a un gens (tribu aristocrática reconocida). La élite indígena se fundió con la romana y conservó ciertos rasgos de las antiguas organizaciones tribales. La promoción social estaba ligada al grado de romanización. La élite ciudadana provincial es la que lleva el papel romanizador. Adoptan el idioma, la religión, la vestimenta y las costumbres romanas. 5.2. Las clases inferiores. Libres: Pobres eran, como mínimo, 1/3 de la población total. Son la plebe urbana y rústica. Más del 85% de la población era campesina. Hay algunos que son ricos, pero no tienen acceso a cargos políticos. Desde el 220 d.C. el emperador Caracalla concede la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio, aunque persistieron las diferencias económicas. No libres: Libertos (algunos son muy ricos, todos están ligados a su antiguo dueño con lazos clientelares). Esclavos (agrícolas, domésticos y destinados al trabajo en las minas).

5.3. Mujeres y familia. La sociedad romana destinaba a las mujeres al cuidado de la familia y la casa. Las mujeres indígenas citadas por las fuentes participaban también en los trabajos pesados agrícolas y urbanos. En general las mujeres de las clases altas se acercarían más al ideal

10

romano, mientras que las indígenas y las de clase baja desempeñarían otro tipo de trabajos. 5.4. Patronazgo y clientelas. El patronazgo era una institución conocida por las tribus célticas y esencial también en la sociedad romana. En la península tiene el antecedente de la devotio ibérica: pacto de fidelidad con los jefes que ligaba a los guerreros hasta la muerte. El patronazgo romano es una relación mutua, hereditaria y recíproca por la que un poderoso (patrón) ofrece ayuda y sustento económico a un cliente que a cambio le proporciona servicios, su voto… El patronazgo podía extenderse también a ciudades o municipios. Se confunde a veces con el Hospitium, una relación de ayuda mutua que no implica superioridad de alguna de las partes. LAS INVASIONES BÁRBARAS: EL REINO VISIGODO. INSTITUCIONES Y CULTURA. Tras el saqueo de Roma en el 411, Suevos, Vándalos y Alanos en número no superior a 200.000 personas, penetraron en la península, y tras saquearla durante años, se repartieron el territorio. 1.1. El reino visigodo. •

Después de cruzar el Rhin en el 406, se establecieron en la Galia, y desde 418 firmaron un foedus con Roma que les permitía entrar legalmente en hispania para expulsar a los pueblos anteriormente citados. Con este pacto se constituye el Reino Visigodo de Tolosa (418-507).



Una minoría (no más de 400.000) visigoda se impone sobre la originaria población hispanorromana (unos 3.000.000). La aristocracia romana se fundió con la visigoda por medio de matrimonios mixtos. Expulsados de la Galia por los francos tras la batalla de Voville en el 507, se produjo la emigración en masa de los visigodos a Hispania.



Durante los siglos siguientes combatieron a los vascones y cántabros, a los Bizantinos (recuérdese el intento de restauración imperial de Justiniano).y a los bagaudas: ejércitos de esclavos huidos, campesinos arruinados y bandoleros que recorrían Hispania ante la impotencia de Roma y los Visigodos.

1.2. La organización política del reino. La Monarquía era electiva. Un consejo de nobles elegía al rey, lo que provocó guerras civiles...

11

Mantienen la administración provincial romana, los cargos administrativos y las cirscuncripciones territoriales romanas, aunque supervisados por cargos visigodos como el de Comes. Con el tiempo se intentará abandonar el dualismo administrativo y establecer una legislación y cargos únicos en el reino. La monarquía va a intentar fortalecer la autoridad real por varios medios. Los reinados de Leovigildo y Recaredo suponen dos pasos hacia el establecimiento de una autoridad monárquica fuerte. La religión: Adoptando primero la fe arriana y más tarde el Cristianismo: Recaredo se bautizó y con el sus súbditos en el tercer Concilio de Toledo (589). Desde entonces, los obispos se convirtieron en un firme apoyo de los reyes. La ley. Con las sucesivas recopilaciones legislativas en códigos, la Monarquía intentaba adoptar formas romanas de autoridad. Además Recaredo va a intentar atraerse a la nobleza otorgándoles cargos en la Corte (Oficium Pallatinum y Aula Regia) e integrándolos en cargos militares como el de dux. La guerra: Los aristócratas que se oponían al rey y eran derrotados perdían sus tierras en favor del rey. Sin embargo, las guerras civiles por diferencias en la elección de reyes fueron muy frecuentes. Además los reyes visigodos deberán enfrentarse a los vascones, y cántabros, así como a la presencia bizantina en el Levante penínsular en los siglos VI y VII. 1.3. El fin del reino visigodo. • El último intento de fortalecer la Monarquía se produjo con el reinado de Chindasvinto, que persiguió a sus opositores, expropió sus tierras y militarizó la administración territorial, dejándola en manos de los dux. El liber iudizorum suponía una codificación legislativa común a todos los súbditos peninsulares. • En un momento de crisis total: malas cosechas, peste bubónica, persecuciones a los judíos y fugas masivas de campesinos y esclavos, se produce una guerra civil. La anterior guerra civil en el reinado de Chindasvinto, había supuesto un duro golpe para la resistencia de la aristocracia a la autoridad manárquica. • Rodrigo, dux de la Bética, fue elegido rey de Hispania, pero los vitizanos se OPUSIERON A SU ELECCIÓN, se inicia una guerra en la que los vitizanos piden ayuda al gobernador árabe del norte de África. • Un ejército de árabes y beréberes invadió Hispania obligando a la nobleza visigoda a huir hacia el norte o pactar con los musulmanes. 1.4. La cultura visigoda. Durante el dominio visigodo se diferencian dos tipos de cultura: •

Cultura visigoda: La lengua utilizada por los visigodos era germánica. Sin embargo, eran un pueblo bárbaro muy romanizado. Conocían el latín, y lo

12

utilizaban en la redacción de las leyes y las obras literarias. De este modo, el latín comienza a convertirse en una lengua de élite, utilizada como vehículo de transmisión cultural y diferenciada de la lengua hablada por las clases populares. •

Cultura hispanorromana: No es correcto hablar de una, sino de distintas culturas hispanorromanas. Las élites (aristocracia romana y peninsular) hablaban y escribían latín. Las clases populares utilizaban distintas formas de latín vulgar, que con el tiempo darían lugar a las lenguas romances. En el norte, las poblaciones de cántabros astures y sobre todo vascones, resistían a la dominación visigoda.

Dentro de la producción cultural visigoda, son de destacar las Etimologías de san Isidoro de Sevilla. Las Etimologías eran una enciclopedia en la que se recogía todo el saber de la época. Gracias a esta obra, se pudo transmitir gran parte de la cultura romana. Fue muy utilizada durante la edad media (y a menudo plagiada), y se leía incluso durante el Renacimiento.

BIBLIOGRAFÍA:

ALMAGRO, M., ARTEAGA, O., BLECH, M., RUIZ MATA, D., SCHUBART, H.: Protohistoria de la Península Ibérica. Barcelona, Ariel, 2006. ARSUAGA, J. L. Y MARTÍNEZ, I.: La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana. Madrid, Temas de Hoy, 2006. BLAZQUEZ, J.M. : Historia de España antigua. Madrid, Cátedra, 1978-80 (2 vols). TUÑÓN DE LARA, M. (dir): Historia de España.Introducción. Primeras culturas e Hispania romana. Barcelona, Labor, 1981.

13