NO SE DEBE ESPERAR TODO DE LOS AB ONOS

EN PAGINAS SUCESIVAS NOS OCUPAREMOS DE lOS DIFERENTES ABONOS UTILIZADOS PARA INCREMENTAR LAS COSECHAS, MAS CONVIENE ADVERTIR QUE ELLOS POR SI SOLOS NO...
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EN PAGINAS SUCESIVAS NOS OCUPAREMOS DE lOS DIFERENTES ABONOS UTILIZADOS PARA INCREMENTAR LAS COSECHAS, MAS CONVIENE ADVERTIR QUE ELLOS POR SI SOLOS NO SON CAPACES DE ARRANCAR A UN SUELO SU MAXIMO RENDIMIENTO

NO SE DEBE ESPERAR TODO DE LOS AB ONOS La beneficioaa acción de loa abanoa ae hace máa intenaa cuando aimultáneamente actuan otraa caudaa que conviene recordar. Deataca entre ellas, en primer lugar, la neeeaidad de emplear aemillaa aeleccionadaa. Si una planta ea dr, conatitución mezquina y degenerada, no cabe duda que lo: abonoa mejorarán aua rendimientoa, pero éitoa aerán marorea, y con ello má: remuneradorea si laa aemillaa origen de la jutura coaecha eatán debidamente aeleccionadaa. El Inatituto Nacional de Inveatigacionea ^1g ronómicaa y el Inatituto Nacional para la Producción de Semillaa Selectaa, informan y acon.re^ an soóre el empleo de laa aemillaa aeleccionadaa, que éate último puede proporcionar a travdi de sua Entidadea colaboradoraa.

Las ó3bridaciones proporcionan semillas muy me)oradas en sus eanMMsticas que cotaboran eHcumente con los abonos para lograr grapdes rendimientos.

Corno los abonos son absorbidcs en disolución en el agua de los suelos, es de todo punto indespensable que ésta se encuentre en ellos en la adecuada proporción. Los oportunos riegos en los cultivos de regadfo y las tambiér. oportunas labores que conserven la humedad en los secanos y aumenten la capacidad adsorbente de los suelos para el agua, son fundamentales para que los abonos rindan ol máximo sus reiterados y bien contrastados beneficios. Y a todo esto hay que unir la imprescindible necesidad de conservar la sanidad en los cultivos y estar siempre dispuestos para combatir las plagas que puedan destruirlos tutalmente o hacer tan reducida la cosecha, que de nada sirva emplearexcelentes semillas seleccionodas, haberlas fertilizado cuidadosamente y haberlas dodo las mós perfectas labores. Contra la acción de los extremados agentes atmosféricos, heiados, vientos asuradores, granizadas, etc., las mós de !as veces nada puede hacer el agricultor para aminorar sus desastrosos efectos.

En todo momeato debe eetar dispuesto el agricultor para comóatir 1as plagas, sobre todo las de carácter endEmico para qae na se malogrt el etecto bene8cioso de los abonos.

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LOS PRODUCTOS QUE SE UTILIZAN COMO ABONOS $E AGRUPAN EN DOS AMPLIOS CONCEPTOS: ORGANICOS IESTIERCOLES, ABONOS VERDES, GALLINAZA, PALOMINA, ETC.), Y MINERALES (FOSFATADOS) NITROGENADOS, POTASICOS Y SUS MEZCLAS Y COMBINAC I O N ES).

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La riq ueza en principios fertilizantes de los abonos orgánicoa es baja, he aquf la del estiercol por cada 1.000 kg. EI valor verdade. ramente importante de estas productos es por su materia orgSniu y por los microorganismos que aportan al suelo.

ABONOS ORGANICOS Loa abonoa orgánicos son pobres en principioa fertilisantea, pero, en cambio, tienen doa inapreciaólea condicionea que no poseen los mineralea: la gran población microóiana que aportan al terreno, que conatituyen una importante mano de obra que iininterrumpidamente trabaja para-tranaformar en aaimilables gran'parte de cuerpos que no lo están, y la óenefici:oaa enmienda que ejerce aobre !aa propiedades mecáracaa y físicaa de los sueloa, disminuyendo la excesiva cohesión de loa compactoa y aumentándola en los aueltos o arenoaos. Los abonoa orgánicos incrementan el poder retentivo de los suelos para el agua y el absorbente aoórv varios abonos aolubles, que gracias a loa coloides orgánicos y mineralet no son arraatrados por l.as aguas de infiltración Claro c+s que la pobreza en principios fertilixantes que caracteriza a lns abonos orgánicos se campensa muy apreciablemente por tas elevadas dosis a que ae ernplean, puss mientras los minerales se dosifccan por quintales métricos, los orgánicos ae hace por toneladas.

Los abonos minerales son más concentrados en principios fertilizantes, y aun cuando también obran a veces como mejorantes de las propiedades de los suelos, esta facultad es mucho más reducida que en los abonos orgánicos. Las dispares características que presentan los abonos minerales en cuanto a su reacción ácida, neutra o básica, y la diferencia que en el grupo de los nitrogenados existe respecto a rapidez o lentitud en la asimilación de su nitrógeno por las plantas, permite que se puedan combinar entre sí unos y otros para obtener a voluntad fórmulas apropiadas a las caracterfsticas de los suelos y los cultivos.

Estas circunstancias apenas se manifiestan en los abonos orgánicos entre sí. Ahora bien; ni los abonos orgánicos excluyen a los minerales, ni éstos a aquéllos; a1 contrario, se complementan, y en toda explotación apricola bien dirigida deben simultanearse en la medida de lo posible ambas clases de fertilizaciones.

La rscianal fertilización de los campos es como una cadena en cuyos eslabones deben 9gurar los abonos minerales, fosfatados, nitro^enados y potásicos unidos a los abonos orgáníeos. Podrán exiatir roas ecíabones mineraÍes, pero nunca deben faltar entre ellos los orgánicos.

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AGRUPACION DE LOS ABONOS ORGANICOS natural. Estiércoles propiamente dichos.. ^ Estiércol

Estiércol artificial.

Valorados por el conjunto de sus elementos fertilizantes ......... .. ..

Gallinaza. Palomina. Abonos verdes. Algas.

Otros productos orgánicos. .. . .

Guanos. Harinas de pescado. Murcialaguina. Basuras de población. Orujos. Deyecciones humanas. Aguas de alcantarillado. Légamos.

ABONOS ORGANICOS

Residuos de tenerías y de fábricas de calzados.

Fosfatos de huesos crudos. Por su ácido f^stórico .....,,,, Valorados específicamente por un elemento fertilizante.••.... ....... .

Por su nitrógeno. . . . , . . . . . . , , ,

Fosfatos de huesos desengrasados Fosfatos de huesos desgelatinados. Fosfatos precipitados.

Harina de sangre. Harina de cuernos. Pezuñas.

Residuos de lana. 20

SE DENOMINA ESTIERCOL AL CONJUNTO DE DEYECCIONES SOLIDAS Y LIQUIDAS DEL GANADO MEZCLADAS CON LAS MATERIAS QUE LE SIRVEN DE CAMA. R E C I E N EXTRAIDAS, CONSTITUYEN EL FSTIERCOL FRESC'0, Y UNA VEZ FERMENTADO, LOS ESTIERCOLES SEMI-HECHOS Y HECHOS.

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ESTIERCOL NATURAL: SUS ORIGENES

La compoaición de los excrementos de las diatintas eapecies de ganado varía, naturalmente, con la clase de ^éstos, y para una miama, con los productos que de han ^servido de alimento y hasta con la edad del animal. Los que están en período de crecimiento fijan grand.es can• tidades de ácido fosfórico para constituir su eaqtieleto, y de nitrógeno para la formación de su sistema muscular; resultando más ricos los excrementos en las reses adultas, por expeler estos príncipios en elevada proporción, soóre todo en el garutdo de trabajo.

OY/MO

PorcentaJe de agaa y materia seca eo los e:crementos s611dos y liqaldos del ganado.

Le naturaleza del suelo tiene marcada influencia sobre la composición de los forrajes y piensos: los suelos pobres dan pastos también empobrecidos, que originan a través de las funciones digestivas excrementos más pobres que los que se producen, en el caso contrario, de alimentación rica en los principales principios fertillzantes: ácido fosfórico, nitrógeno, potasa y cal. Constituyendo en general las deyecciones sólidas y líquidas un conjunto muy apreciable de elementos fertilizantes, el agricultor debe poner de w parte cuanto pueda para evitar pérdidas en cantidad y en ealidad, puesto que al poco tiempo de ser expulsadas, sobre todo las Ifquidas, empiezan a alterarse y a desvalorizarse.

Cada mil kiiogramos de exeremento^ sólidos o Ifqa3doa deI gansdo contlenen los princlpios fertilizantes qae se indica eu el grabado.8n los excremeatos Ifqoidos es prácticamente inapreciable el tanto por mil do ácido for fóNco.

Para ello debe procurar que et ganado disponga de abundante cama y de buena calidad, asi como retirar ésta mezclada con las deyecciones frecuentemente, Ilevando el conjunto en seguida al estercolero.

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lAS MATERIAS QUE SE UTILIZAN PARA CAMAS DEL GANADO, DEBEN SER MULIIDAS, DE GRAN PODER ADSORVENTE PARA LOS ORfNES Y DE ELEVADO PODER DE ABSORCION PARA E! AMONIACO QUE DESPRENDEN lAS DEYECCIONES

Brezo deaecado

Heleehoa hojaa aecaa

Helecho

Paja de trigo

Paja de avena

CAMAS PARA EL GANADO

Naturalmente, a estas condiciones debe unirse la de au baratura para que puedan renovarse con frecuencia, en beneficio del estado sanitario del ganado; para obataculizar la procreación de las moscas y para aumentar ZQ Cantidad de esli.érCOl, corrientemente en déficit en las explotaciones agrícolas. Como es natural, no siempre se dispone con facilidad del producto más apropiadp, llegándoae a utilizar algunos muy deficientes, oblV gados por las características regionales, o porque la cotízacíón al•canzada en el mercado en años de escasez aconseje otro empleo más remunerador.

Cada cien kiloa de laa materias indicadaa aimacena or adwrción lss caatidadea de agw que marca el díbu)7o correapondiente

Turba

En España el producto más popularmente empleado como cama del ganado es la paja de cereales, especialment^, la de trigo, por su gran elasticidad; pero hay extensas comarcas en que, al escasear, se acude a las más variadas materias. En la región cantábrica usan el tojo, brezo, helecho, hojas de castaRo, de roble y haya. EI tojo, especialmente utilizado en Galicia, tiene el inconveníente de que sus agudas espinas producen heridas a las mamas del ganado, origen de diversas infecciones. En el Levante español, cuando la cascarilla de arroz no tiene buen mercado industrial, se emplea como cama del ganado, con muy buen éxito. En esta misma región, y para sus cebaderos de cerdos suele utilizarse la arena de playa y de río, que una vez empapada de orines y entremezclada de deyecciones sólidas aplican como estiércol en dosis tan elevadas como la de 180.000 kilogramos por hectarea.

La turba, las algas secas, fas hojas de árboles en general, ia viruta de madera, el serrin y algún otro producto son también empleados para proporcionar lecho al ganado, obligados por la carencia de otros productos más adecuados. Respecto a la cantidad de productos que se emplean para cama, indicaremos, a modo de orientación, que para las cabezas de ganado vacuno 0 caballar se debe poner de tres a cinco kilogramos de paja de cereal por cabeza; en el de cerda es suficiente de dos a cuatro kilos, y para el ganado lanar basta con medio kilogramo.

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Csda eien ldloa de laa materíaa índicadae almacetta por adaorcíón la+ cantídadea de agoa que marca el díbujo eorreapondiente.

LA ERRONEA COSTUMBRE, TAN ARRAIGADA Y FRECUENTE, DE DEJAR EL ESTIERCOL ABANDONADO SIN PRODIGARLE NINGUN CUIDADO HASTA QUE ES EXTEND{DO EN EL SUELO, DEBE POR COMPLETO SER DESTERRADA.

CUIDADOS DEL ESTlERCOI NATURAL

Tan pronto como llegue el estiércol al estercolero, se arnontonará, ^ormando pilas de paredes casi verticales. Si el estercolero está situado en comarcas lluvioaas ae protegerá contra las aguas de lluvia con una cubierta de ramaje, cartón embreado, placas de Jibrocemento, teja, o pizarra, aegún las circunstancías económicas. En comarcas secas la protección debe ser contra loa efectos desecadores del sol, para lo cual basta extender sobre el estiércol una capa de ramaje, o simplemente paja, enteriza o trillada. f,a práctica de deshaeer el montón de estiErcol pan volver a formarlo con la pretensión de que se active su fermencación, no es recomeadsble por perdene gnn cantidad de amoniaco.

/^ los pocos días de estar el estiércol amontonado, se observa que se eleva fuertemente su temperatura, Ilegando a veces a sobrepasar los 70 grados en las capas superiores. Estas elevadas temperaturas deben rebajarse, lo que se consigue regando ligeramente con agua, o haciendo caminar sobre los montones una caballeria mayor para que apelmazada la masa disminuya la temperatura y con ello la propia fermentación. Si pasado algún tiempo se observa que se va enfriando el estiércol por la desecación natural que origina la fermentación, se procederá a regarlo, con el mismo líquido que escurre el estiércol, con orines del ganado di-

luídos en agua o simplemente con agua si no se dispone de ellos. Los riegos deben repetirse con tanta mayor frecuencia cuanto más elevada sea la temperatura exterior, pues no hay que olvidar que la falta de humedad es causa suficiente para que se detenga la fermentación, y quede la materia orgánica sin transformarse debidamente. Af formar los montones de estiércol no se pasará de los dos metros de situra, y cuando por virtud de la fermentación se reduce la altura a metro y medio, prácticamente se ha transformado el estiércol fresco en estiércol hecho, y en buenas condiciones para ser empleado como fertílizante.

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EI estifrcoi no debe dejane en montondtos aislados como et mop frr raents ver por el campo, desecándose con 3rceguÍar fermtntación, a ♦eces casi nula. Las masas de estiErcol bien formadas deben tenerla forma del dibujo d! la parte inferior ydescansar sobre plataforma que permlta «coger los llqoidos que escurraa.

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PARA UNA MISMA CLASE DE ESTIERCOL, TRES ESTADOS DIFERENTES DEBEMOS CONSIDERAR: EL FRESCO, EL SEMI-HECHO Y EL HECHO, QUE, NATURALMENTE, TIENEN A^LICACIONES DISTINTAS EN RELACION CON LOS TIPOS DE SUELO A ESTERCOLAR.

lanor 4.700 kgs.

Caballar 3.300 kgs.

ESTADOS DEL ESTIERCOL NATURAL Los suelos arcillosos, por su natural compacidad, dif icultan el paso del aire a través de sus partículas, y por eso nitri f ican mal, saluo el caso de darles f recuentes labores. En ellos debe emplearse estiércol hecho, que se agregará, por lo menos, cuatro o seis meses antes de la primera siembra que se quiera beneficiar. Las estercoladuras serán fuertes y distanciadas. Para los suelos arenosos es preferible el estiércol semihecho, que deberá extenderse un par de meses afztes de la siembra, en el supuesto de que la época no sea muy seca. Las estercoladuras en este caso deben ser frecuentes y no muy intensas, para aminorar las posibles pérdidas de nitrógeno amoniacal que en estos tipos tie suelo puedan originarse, como consecuencia de su escaso poder absorbente derivado de su pobreza en coloides minerales.

Con estoa peros medios annaier de cama por cada 1.000 kgs. de peso vivo re obtienen regúa Cascón...

La cantidad de estiércol a emplear est^ supeditada al espaciamiento entre las estercoladuras y a la naturaleza del suelo en relación con su contenido en cal. ' Para una misma tantídad de estiércot a aplicar en una atternativa de cosechas, en tos terrenos calizos, que nitrifican rápidamente, conviene dividir ta dosis total y estercolar todos los años, o cuando más, cada dos. En las tierras pobres en cal, ácidas o con tendencia a la acidez, las estercoladuras irán espetialmente acompañadas de adecuadas enmiendas caiizas que activen y favorezcan la descomq>osición de las materias orgánicas que aportan los esti^rcoles. La menor dosis que debería aplícarse es la de 20.a00 kílogramos por hectárea cada cuatro años. En límite máximo todo lo que se pueda. Desgraciadamente casi siempre escasea aun en las buenas fincas, pues si tienen abundante ganado, naturaEmente también tienen muchas necesidades al expiotar su suelo de una manera intensiva.

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... ertaa canHdadea anualer de ertiEtcol.

EL AGRICULTOR, EN LA MAYORIA DE LOS CASOS NO EMPLEA LA CANTIDAD DE ESTIERCOL QUE QUIERE, SINO LA QUE PUEDE; PERO COMO TAMBlEN EN OCAS40NES PUEDE SATISFACER SUS DESEOS, INDICAREMOS ALGUNAS DOSIS MEDIAS DE RACIONAL EMPLEO.

ESTERCOIADURA A APIICAR EN DIFERENTES CULTIVOS

Trigo de eecapo: Deberá apli,r,^arse por lu nienns carlri cuatru añns de 20.000 a 25.000 kilogramos por hPr•tríren en los suelos fuertes, ^^ de 10.000 a 12.000 kilograr^tns cada dus años en los arenosos o sueltos. Alfalfa : Tratánúose de un cultivo que está variu., añus snbre el mismo terreno conviene prepararle cun estercnlarluras más fuertes, y por eso se agregará r/r^ 30.000 a 35.000 kilogramos por hectárea, según lns tipns de suelos. Las estercoladuras sobre la al^{alja en pie tienen el inconveniente de contunicar durante vari,rs días olor y sabor que desagrada al ganadu.

Una carga de estiercol (de 80 0 100 kg.), aproximadamente, por arbol, aplicada cada dos o trec años está indicadtsima para la buena conservación de los olivos.

Remolseha: Esta planta reacciona muy favorablemente a las fuertes estercoladuras, pero como se ha comprobado que el estiércol favorece al desarrollo de su gusano blanco-que tantos estragos puede ocasionar-, es recomendable no aplicar el estiércol directamente a la remolacha, sino al cultivo que ocupa el lugar anterior a ella en la alternativa de cosec'has. Para terrenos de fertilidad media se puede estercolar a razón de 30.000 " a 35.000 kilogramos de estiércol bien hecfio por hectárea. Patata.-También acusa notablemente las estercoladuras por proporcionar soltura al terreno, cualidad que agradece extremadamente este cultivo las de tipo 35.000 a 40.00'0 Kgs. por hectárea son muy apropiadas. Olivo.-^Con frecuencia se tiene abandonado este cultivo en relación con el aporte de estiércol, y, sin embargo, se ha visto que las aplicaciones dQ 80 e l00 Kgs. por árbol cada dos o tres años proporcionan excelentes reaultados, acussdos en un meyor rendimiento en frutos y en mayor vigorosldad del árbol.

ce^t^ii^e.ne^t.. o.^oxi,m,d.d.cutten.te iantos ^rri^t.c'.i{^ias f,e.+^ia.i.za.^rte.r ,cAn,,o . .

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SUlFATO AMdNICO

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SUPEAfDffATO DE CAl DE18X,

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OE Cl0AUA0 pOTÁfICO

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LOS ESTERCOLEROS, QUE JAMAS DEBIERAN EALTAR EN TODA EXPLOTACION AGRICOLA POR SER INDISPENSABLES PARA LA BUENA FERMENTACION DEL ESTIFRCOL, NO SIEMPRE MERECEN LA ATENCION DEL AGRICULTOR : A VECES N I LOS CONSTRUYE, Y OTRAS, LO QUE ES PEOR, LOS ABANDONA DESPUES DE CONSTRUIDOS.

ESTERCOLEROS: SUS COMPONENTES Por sencillo yue sea un estercolero debe constar de una plataforma intpermeable, donde se almacenan los estiércoles frescos, y de una fosa que reúna los líquidos yue escurren de ellos, para su ulterior aprovechamíento a manera de riego de la propía masa a fermentar, riegos que sírven para rebajur las altas temperaturas en las fermentaciones activas, o para incrementar éstas cuantln por falta de humedad se paralizan. Como complernento de ayttc^llos eleme>'ttos se les adosa nluros laterales que resgttardan el estiércol de la acción desecadora de los vieruos y hnsta, a veces, de adecuadas cubiertas que Ins prote^jan ^ontra el lavado de las aguas, especialmente si estún enclavados en comarcas en que las lluvias semt frecuentes e intensas.

Estercolero semienterrsdo indicado para las regiones secas cartellanas. En EI quedan tres caras de la masa protegidas de loe vientos por los muros de rnampouer(a. l.a foca de ^purln• se alimenta por medto del cenal que se marca en el dibu)o.

!.a superficie de la plataforma de estercolero se puede calcular dividiendo el peso total del estiércol fresco que se juzgue se dispondrá a través del año len el supuesto de que sblo se emplee una vez en este período) por 0,625 (peso aproximado de un metro cúbico de estiércol hechol y por 2 laltura máxima en metros que deben tener los montones de estiércot fresco al comenzar su transformación). Para calcular la capacidad de las fosas que han de recoger las aguas sucias del estiércoi hay varias reglas: una la fija entre el 5 y el 10 por 100 de la capacidad del estercolero; otra reserva 3 metros cúbicos para cada 10 cabezas de ganado mayor; hay quien la calcula en la sexra parte del volumen total de orines de {os ganados, y otros juzgan que las losas deben ser suficientes para almacenar la total cantidad de !luvia que sobre la superficie del estercolero pudiese caer en veinticuatro horas, en el día de máxima precipitación de la comarca.



Modelo de estercoiero de 10= plataformas, eemienterrados. AAuy adaptable a las regiones que tienen dos épocas coe diferenciae mu y marcadas de precipitaciones atmos• férícas, almacenándoce en la cubierta el ectiércal que se produce en la época lluvioca.

MODELOS DE ESTERCOLEROS tI) Estercolero Comandini completamente cemdo latenlmente y caracterizado por tener sus caras delanteras con dispositivo que permíte cerrarlas con tablones de abeto o encina impregnados de carboltneo, qae fácilmente se coiocan a medída qae se llenan las celdas y con ígaal facilidad se qnitan para retinr el eatiErcol hecho. Sobre la platsforma del estercolero se attiende ana capa de piedras gruesas qae permite circalen a su tnvés, los I(qaidos qae oscarren de la masa.

r. ^^---^ y^ uración de.l cloruro potásico de las sales que lo impurif ican se reduce, en síntesis, en nuestro país, a disolver en caliente el niineral en bruto y provocar después adecuados enf riamientos que hacen cristalizar ed cloruro potásico arrastrando las aguas madres las impurexas. El cáruro potásico es cristalino y blanco, encontrándose, a veces, entre sus cristalitos algunos de color rosado. Es soluble en agua y posee higroscopicidad suficientemente intensa para provocar su aterronamiento en ambiente medi.anamente húmedo.

lAgdwlterl A todas laa hora^ del dIa y de la noche, mientro^ traba)as deapnaat, te dívierta o daermes hay trabaiando en Ias minas de pocata espa8olaa a veeea a 800 metrot baJ^ el ane ^o, eqaipoa de obreroa, qae como estoa iar^icaa rar ettuerzor a saur de !a t)em la al potáaiea, qoe una vez pnriB• cada áas de atilizar como aboao.

La riqueza en potsss lexpresada en K20, seçún ordena nuestra legislación) es variable con el pndo de purificación. Desde el punto de vista açricola se considera cloruro potásico puro ei de $0 por 1 QO de KZO, no debiendo nunca contener, sea cualquiera en riqueza, más del 15 por 100 de ctoruro sódico. Como naturalmente se venden con la misms expresíón de cloruro potásico muestras de menor riqueza, debe tener el agricultor presente ésta, para controlar la cotización de la materia que le ofrecen. Los cloruros potásicos con riqueza superior al 54 por 100 apenas sf se utilizan en açricultura, quedando su aplicación limitada a la fabrica^ión del sulfato potásico y a otros usos industriales.

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A1 hacene cargo el agrlcnltor de ana partida de abonos debe examinar laa etíqneua con caidado. En et caro det ctoraro potiaico comprobuá ai la riqueza ea poats et mayor del 44 por tOtt, y si el cantenido de cloraro ea menor de! 13 por 100. La legislación aólo permite aqaetla cifra m(aima y eata míxima.

SU MERCADO EN ESPAÑA ES MAS REDUCIDO QUE EL DEL CLORURO POTASICO, DEBIDO SIN DUDA A QUE LO ES TAMBIEN LA PRODUCCION NACIONAL. AL !NTENSIFICARSE ESTA, COMO SE TIENE PROYECTADO, ES DE ESPERAR AUMENTE IGUALMENTE EL PEQUENO CONSUMO ACTUAL DEL SULFATO POTASICO.

SULFATO POTASICO El sulfato potásico posee aspecto cristalino, ea blareco, muy aoluble en agua y no excesivamente higroscópico. Su cotización es superior a la del cloruro potásicar carestía justificada por constituir este producto la m.ateria prima baae de la obtención de aquél. De ahí que su em pleo sólo esté indicado cuando las exigencias de los cultivos o las característicos del suelo en relación a la cal así lo aconsejen.

.•v^"^0 RESUMEN DE TONELAJE Dt K 0 PAOQUCIDO EN ESPAÑA. ^^c.ooc i60.060 ^so aao

Las leguminous en generai, y el trEbol y la alfalfa en pa rticular reaccionan may favorabiemente con las aportaciones de salfato potísico. Se nene comprobado que lar praderas nataralea aDonadas con él, favorecen el desarrollo y maltlplicación de loc trEboles enriqaeciEndose los forrajer en protclna.

uo aoo ^eo 000 Ixo 000 ^ I o. ooa ^oo aoo

Con el nombre genérico de sulfato potásico no podrá venderse ninguna sal que rnntenga menos de 44 por 100 de potasa anhidra (K20), si bien es corriente oue este producto se Isnce al rnercado con 50 y sun 52 por 100 de este principio fertiliasnte. Nuestros agricultores consumen poco sulfato potásico. La región que más lo emplea es Canarias, cuyos piatanares están sometidos a intensas fertilizaciones de esta sal, siendo corrfente que se agreguen por hectáreas cada dos meses unos 300 kilogramos de ella (adernás de los fertilizantes fosfatados y nitrogenados), lo que representa 1.800 kilqpramos de sulfato potásico por hectárea y año. Es corriente que el sulfato potásico acidifique los suelos-y por esta razón en páginas posteriores lo incluimos entre los abonos de reacción fisiológicamente ácida-; mas no siempre sucede así, habiéndose, en ocasioties, comprobado que tal acidificatión no se presenta en el sueto, aunque sí sparezca en el subsuelo, sin duda por que las aguas arrastron hasta éste el ácido liberado del sulfato potásico.

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Aán caando la produeción potásíca espa8ola ae ha iacremeatedo inteasamenta, el eonsumo agr(cola no ha seguido igaal ritmo.

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EXISTEN MUCHOS SUELOS Y CULTIVOS A LOS CUALES ES INDIFERENTE UNA U OTRA FERTILIZACION POTASICA, POR NO INFLUIR SENSIBLEMENTE LA CLASE DE SAL NI SOBRE LA CONSTITUCION DEL SUELO NI SOBRE LA CALIDAD DE LAS COSECHAS.

iCUANDO DEBE UTIIIZARSE El CLORURO Y CUANDO El SUlfATO POTASICO? (1) En los suelos y cultivo: a loa que le aon indiferentes una u otra sal potáaica aólo ae atenderá al aspecte económico y en su conaecuencia, deberá aiempre aplicarae el cloruro potásico por reaultar rriáa barata la unidad de pntaaa bajo esta fornzn.

Oritotación sobre ol empleo de las sales potísicas en relación al contenido de cal. Caando los suelos tengaa menos del 10 por cíeato de cal debe empleane para fertilizarloc el saltato potfisico.

Si contnvieran ana riqacza en cai comprendida entre el 10 y 90 por ciento indistintamente ce aplicarí ana a otra cal.

Caando el contcnido en cal sea superior al2(1 por ciento, el eloraro potasico a mít recomenda^ ble por ser más ecoaómico.

Pero, en ocasionea se debe prescindir de la cot>zación y acudir al empleo del aulfato, por exigirln así las crrracterfatícas del auelo o las del cultivo. Respecto al sueJo, se tendrá presente su riqueza en cal, y en relación con el cultivo, la influencia que el cloro puede tener en la calidad de las coaechas.

Si las suefos son pobres en cal se preferirá el sulfato al cloruro, pues al reaccionar ambos con la cal, el primero forma sulfato cálcico y ef segundo cloruro cálcico, y como éste es extremadamente soluble en agua, y apenas lo es aquél, la decalcificación del suelo con el cloruro potásico se hace rápida e intensamente, sobre todo, en los regadíos y en las zonas de climas Iluviosos, y lentamente con el sulfato potásico. En los suelos medianamente calizos conviene alternar el empleo de mibas sales potásícas; y Cuando sean ricos en cal se puede sin inconveniente utilizar exclusivamente ei cloruro potásico, que, como hemos dicho, es más econbmico, ya que la decalcificación que provoca puede incluso ser conveniente. En las tierras arenosas, propensas a desecarse, siempre que no estén rnuy agotadas de cal, se dará preferencía a las sales brutas que contengan magnesia, porque ésta contribuirá, aunque sea someramente, a aumentar la humedad del suelo. Claro es que si fuesen tan pobres en cal que ta relsción cal a magnesia estuviese próxima a dos, deberán estas aplicaciones ir acompañadas de los correspondientes encalados.

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6 ^ • ^ .^ vr.a t7c^r.. e+-t ^ ^ /^^y '-z.•^ • ^.._r ^1k`^.W ^^.t~ •'ti= ♦ T 4.741^ dt ^t L'-^r y, •# ^Y Y:, k i* F+-. -{.^ ié tc ^^ K^I w(^^ . .^-^.Cy ^. ^'c s ae^ i vt ^Y. -Y- x^, +^

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^^ ^`^^^ ^ -®' ^{•i^kw^^ Pavoreciendo la potasa la formación de azócar en los frutos, es may recomendable su ampleo de ana manera especíal en la fertilización de los viñedoa de las comarcas frlas, en los que ra de8cencia de las avas en azácar da origen a rinos de pocos gradoa alcohólicos.

LA ELECCION DE ESTOS ABONOS ENTRE 51, ESTA SUPEDITADA A LA RIQUEZA EN CAL DEL SUELO, Y A LAS INCOMPATIBILIDADES DE ALGUNOS CULTIVOS RESPECTO AL CLORO. DE LA PRIMERA RELACION YA NOS HEMOS OCUPADO.

ZCUANDO DEBE UTILiZARSE El CLORURO Y CUANDO EL SULFATO POTASICO? (II) Por lo que se refiere a las exigencias de los cultivos, hav muchos a los cuales les es indiferente que la fertilizacicín potásica se hag'a bajo forma de cloruro o de sulfato; pero hay otros a los que perjudica el cloro, y es de todo punto aconsejahle el empleo del sulfato, dejando a un lado el aspecto económico, que, como anteriormente indicamos, es más favorabie bajo forma d•e r,loruro.

[.a coliHor, los nabos, coles, zanahorla, remolacha colza, trEboles rojo y violeta, alfalfa, veza, etc., soa plantas exigentes en azafre y a las caales por tanto está indicado qae la potass se apliqae bajo forma de salfato potásico. En el caso particular de la remolacha azacarera ya decimoa en lfneas poateriores, qae por lo qae se refierc a sa contenido en azácar no inflaye qae la potasa se le agregae como cloraro 0 como salEato. Caalqaicra de los dor es beneecioso en esce sentldo.

En loa ceresles, leçuminosas y árboles frutales no existe marcada diferencia en su fertillzación potSsica, Unicamente en el grupo de las loçuminosas si el slfalfar no se enyesase prevismente pudiera ser preferible emplear el sulfato potásim. Veamos las exigencias de tres de nuestros cultivos típicos más 5vidos en fertilizaciones potásicas: el tabaco, (a remolacha y la patata. En el tabaco la potasa debe agregarse siempre en forma de sulfato, pues se ha comprobado que el empleo del cloruro perjudica notablemente su combustibilidad. En la remolacha se creyó durante muchos años que el cleruro potásico disminufa la riqueza en azúcar aun cuando incrementase Ias tosechas por hectárea; mas se ha visto que no es asf y que es indiferente la aplicación de una u otra forma. Y en cuanto a la patata, experimentalmente Stoklasa ha demostrado que es mejor la aplicación del sulfato potásico. Y en el caso que se use el cloruro, es aconsejable abonar intensamente con este fertilizsnte el

El tabaco ferN(izado con salfato potásieo arde mejor qae caando a tal 9n se emolea cloraro potásico. Se conddara qas an tabaco arde bien caando paede pasar dos minatos entre dos chapadas sin qae se apagaa

cuitivo que antecede a la patata, que hacerlo en ésta propiamente.

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LA5 SALES POTASICAS DEBEN EXTENDERSE UN MES ANTES DE lA SIEMBRA Y UNICAMENTE EN CASOS FORZOSOS SE REDUCIRA EL PLAZO A QUINCE DIAS A FIN DE EVITAR POSIBLES RETRASOS EN lA GERMINACiON DE SEMILLAS

EMPLEO DE LAS SALES POTASICAS Aun cuando todas las sales potásicas son solubles en agua, no hay temor sean arrastradas por ésta fuera del alcance de las raíces, pues, por fenómenos de absorción jísico-químicos que ae realizan en los suelos, la potaaa ea retenida por laa partículas coloidales de arcilla y de humua. Como consecuencia de dicho fenómeno, se moviliza el calcio de los auelos, provocándose un arrastre de cal a las capas inferiores, con intensidad variable, aegún aea la sal potásica empleada en la f ertilizacián.

Is prodneción espai4ola de wlss potfsicas en 1954 ha sido de 300.00o tonebdas mb trícas de cloraro pot[sico y 10.000de suífato potásíco, represencadras en námeros redondos a 150.000 toneladas de KsO. lle cloraro potásico so exportaron 100.000 toneladas, qaedando las 100.000 reatantes para sa empleo agrtcola e indastrial

EI consntno español de sa^es potásícas está can estabilizado y es may ínferíoral qae verdaderameate exige uaa racional fercilízación de nuestros eultiros.

Par lo expuesto, se comprende que las suelos pobres en ca) sometidos a fertiiizaciones potbsicas deben imprescindiblemente encalarse con periodicidad, siguiendo las normas que se indican en páginas posteriores.

En relacibn a las dosis de los abonos potbsicos, con las salvedades expuesfas al tratar de los #osfatados, indicaremos que como tipo medio para (os cereales de secano y en tierras de riqueza media de 50 a 75 kiloyramos por hectbrea, elevándose la dosis a 125 kilopramos en los de reqadfo. fn las patatas se empiean por término medio de 200 a 300 kiloçramos para içual superficle, si bier a veces convlene aumentar estas cantidades. En Valencia se Ifega en ocasiones a los 740 kitogramos. La remolacha, uno de los cuttivos tfpicos que mejor reaccionan a las fertilizaciones potásicas, suele abonársele en proporciones variables entre 20p y 35^0' kllogramos por hectárea. En el tabxo, ias dosls de aplicación dei sulfato potásico oscilan, seyún comaress, entre 250 y 400 kilogramos por hectárea. A los nergnjos lWáshinçton Navell, por árbol y término medio, les va bien 1.250 kilogramos de sulfato potásico en abril y 2 kilogramos en julío.

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Las sales potásitas provocan ana decalci8cadón de los saelos, qae debe eompeneane con los cottespoadientes encatados ei Ias reservas dd saelo ao son abundantes.

71ENE POCO MERCADO EN ESPAIVA, PUDIENDO DECIRSE QUEDA CIRCUNSCRITO A LAS iSLAS CANARIAS, DONDE SE UTILIZA EN PROPORCIONES CRECIDAS PARA LA FERTILIZACION DE LOS PLATANARES, Y EN MENOR CUANTIA EN EL CULTiVO DEL TOMATE.

NITRATO POTASICO Posee estructura cristalina, es blanco y muy soluble en el agua. Contiene de 13 a 14 por 100 de nitrógeno, reaturalmente bajo forrna nítrica, y de 44 a 46 por 100 de potaaa (expreaada en K.O). A2 igual que et nitrato sódico, aviva las llamas en las ascuas, y para su empleo se guardan las miamas normaa que para loa nitratos sódicoa y cálcicos. Sua daaia de aplicación son algo superiores a éstos por tener menor contenido de nitrógeno.

El plltano es e! cntdvo qne caci exelasivamente concume ea auectro palr nitrato potirico.

Diferentes uusas justifican que su empleo no se haya extendido en :spaña : Una, la combinación fija de sus dos elementos: nitrógeno y potasa, aue obliga a agregar siempre tres veces más potasa que 4itrógeno, lo que no es frecuente que requieran nuestros suelos y cuitivos. Otra es que la época de aplicación del nitrógeno nítrico no as, por 'o general, coincidente con la potásica, y en este caso forzosamente se wcen simultáneas, con lo cual si se extiende prematuramente el nitrato wtásico puede su nitrógeno nftrico ser arrastrado por las aguas, {uera de 'as raíces superficiales, y si dicha operación se hace tardía la potasa no •endirá todo su efecto.

Por último, la elevada wtización que alcanza es otro obstSculo para su gran difusión, que hace que sólo se emplee en cultivos restringidos y de grandes rendimientos.

Cada panticala de aitrato pot5eico Ileva mdc de trea partee de potara por eada parté de óitró^eno. Como ecta proporcióa no ciemnre ec la mác ap.opiada, deberd eqoilibrane con la adicción de otroc nitrogenador, ta loc caitivor qne ari lo eaijao.

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RIQUEZAS DE LOS ABOHOS POTASICOS Resumimos gráficamente (as riquezas potásicas (expresadas en el Alemento K9 O, según se ordena en nuestra iegislación) de las sales brutas de uso más corriente; da las sa^es purificadas a los efectos agrícolas y el carbonato potásico procedenta de las cenizos de madara.

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EI Kg de ócido fosfórico valdrfa ... .. ..... .. ..

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EI Kg. de nitrógeno ... . . . .... . .. . ... . . ... . . .

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EI Kg. de potasa . . . . ..... . .... .. ........

^ ^ 1,70 Ptas. SO

los doce kilogramos de ácido fosf^rico que entran en los 100 kilogramos del abono compuesto, valdrfan 3,60 X 12 m 43,20 pesetas. los seis kflos de nitrógeno 13,8 h 6= 82,80 pesetas, y los cinco de pofasa 1,70 x 5= 8,50 pesetas. Resultando que los 100 kilos da abono compuesto tienen un valor inirfnseco ( sin mano de obra para efectuar la mezcla v sin beneficio tndustrial por realizarlal de 43,20 --^ 82,80 ^- 8,50 a 134,50 pesetas.

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con los datos expuestos ett el texto de esb págína y]os de este grabado, se observa qae la supuesta vena de abono compussto Neae ana coc[zacibn fraacamente excesiva.

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BAJO ESTA DENOMINACION SE COBIJAN LOS ABONOS INTEGRADOS BlEN POR UN 50L0 ELEMENTO FERTILIZANTE BAJO DOS FORMAS DISTINTAS; BiEN POR VARIOS EL^EMENTOS FERTILlZANTES O POR LA COMBiNACION DE UNOS Y OTROS.

ABONOS COMBINADOS Los abonos combinados se diferencian de los compuestos en que en aquéllos cada partícula contiene la mísma proporcr,^in de todos los principios fertilizantes que integran el abono, mientras que los abonos co^npuestos, siendo símples mezclas, car^a una de sus partículas tiene la constítución exclusiva del abono simple de que procede. Los abonos combinados se lanzan al mercado generalpt.ente bajo forma granulada y a veces con vistoma coloraciones artificiales. Ambas características los hacen prácticamente infalsificables.

Cnalqnier partfcala de los abonos com• binados Ilevan todos los efementoa y en aníipga proporción qae contiene ei abono en au totalidad.

i?n tos abonoe eompaestos, constitufdos por simples mezclas, rada partlcaia neae la eomposiciba e,cclusiva del fertilizante simple dt que procede.

Otras dos ventajas debemos señalar de los abonos combínados sobre los compuestos. Una, la propiedad que presentan ta mayorfa de ellos de no ser higroscópicos, y por eilo no "aterronarse~ debido a la carga que Ilevan consigo: carbonato cálcico, yeso, sílice coloidal, arcilla, etc., y fa otra, que si al extenderlos se hace su distribución uniformemente queda el terreno regularmente fertilízada en todos los elementos fertilizentes que entran en su composición, cosa que puede no suceder con los abonos compuestos si éstos no fueran bien mezclados previamente, por muy cuidadosa que se haga la distribucíón del abono.

En ei mercado nacional únicamente suelen exístir abonos combinados a base de nitrógeno, pero en el internacionai se cotizan, además de éstos, los combinados fosfo-nitrogenados [Leunafos, Nicifos, Diamofos, etcétera], V nitre-potásicos [Potazote]. Estos últimas eños se han intensificado los superfosfatos amonizados, e intluso en España, parece ser hay tendencia a fabricarios con intensidad. Para fijar las dosis da apl(cación y profundidad a que deben enterrarse se tendrá presente en cada caso su constitución y las regias generales dadas anteriormente para los fertilizantes s3mples.

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Por aa caracteristica conatitación, los abonos combinados dcjan ei terreno uniformemente tertiiizado si son diatribuidos tamb^En coa anifurmidad.

aan ex•endiendo bien los abonos compaestos, pueden drjar el terreno desiguaimente ferti^izado si previamence no tueran pertectamente mezclados,

LA CAL DESEMPEI^A EN LOS SUELOS DOS IMPORTANTES FUNCIONES: OBRA COMO ALIMENTO DE LAS PLANTAS, SEGUN EL ANALISIS DE LAS MISMAS, Y ACTUA COMO ENMIENDA DE LOS SUELOS, MEJORANDO SUS NATURALES PROPIEDADES.

IMPORTANCIA DE LA CAL EN LOS SUELOS La,c plantas que se desarrollan en terrenos pobres e» cal acusan nntablemente esta deficiencia. Sus productos: raíres, tallas, hojas y frutos, al llevar exiguaa cantirlades de estos elemenlos, hacen que lo mismo las persona.c ryup ln.c ¢nnadn.c que lns consum^n c^rnn bnse de su al^mentación re resientan en iu conrtitución, muJr upecialmentp en las prirnPrns edades, acusártdose aua efectos pn la debilidad de sus huesos y en lo deteriorado de su dentadura.

Loa aaimalea alimentados coa forraJea p pieesoa pobrea ea cal, tieoen dEbil coraHtac3ón óaea, qae ^e aceaa a travE^ de aa Wda.

51 escases la cal, la descomposición de (a materia orgánica de los suelos se hace mal e incompletamente; en los terrenos propensos a encharcarse pueden formarse "venenos"" para las plantas; la deficiencis en cal influye notablernente en la acidificación de los suelos con sus perniciosas consecuencias; la nitrificación en estas condiciones o no se realiza o se hace lentfsimamente y de modo imperfecto; la compacidad de los terrenos arcillosos y la soltura de los arenosos se acentúan en los terrenos exentos de cai, con sus graves inconvenientes; la retención de los principios fertilizantes: ácido fosfórico, y de la potasa, se aminora muchfsimo en los terrenos pobres en cal, arrastrándolos con más facilidad las aguas de infiltración; "descompone" los silicatos facilitando la asimilación de su potasa; disminuye la toxicidad de la magnesia cuando ésta es excesiva, corrigiendo, en parte, la producida por et cloruro sádico en los terrenos salinos... Todas estas anomalías aconsejan claramente estudiar y remediar las deficiencias calizas.

El agNcaltor paede comprohar ai aa avelo ea pobre en cal, baJo formade carboaato, qae ea de laa máa eatimadaa, agrogóndole-aa v^aagre fuerre -o meJor aún, addo clorhfdrieo o salfdrico Si la t^erra dá ^terveacencia acaia la preaencia de cal^zs, ea tanta mayor caatidad cuan[o m4a r` iateasa aea Eata.

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`LOS SUELOS ESTAN SOMETIDOS A CONSTANTE DECALCIFICACION POR LA INFLUENClA DE DIFERENTES FACTORES: EL AGUA CON SU CONSTANTE LAVADO, LA OESCOMPOSICION DE LA MATERIA ORGANICA, LAS REACCIONES QUE PROVOCAN ALGUNOS FERTILIZANTFS Y LA PROPIA EXTRACCION QUE HACEN LAS COSECHAS.

PLANTAS CaLCIFUGAS

CALCICOCAS

^Castaña {Castanea wlgarle). íojo (Ulex europeus), +featuca roja (Feetuca rubra). ^actiio (Dactilit glomereta). iPoa (Poe trivielia). 'Bromo erguido (Bromus erectue), 'i'ariizo comón (Seteris itálica). Junco común (Scirpus Moloachoenus). f.engua de pájaro ( Polygonum eviculare). i'ino Pihonero (Pinos Pínea^. Cuernecíllo dal Campo, (Lotus cornicuiatus;.

Trébol pratenae (Trifolium pratansa). Trébol ancarnado (Tr. incarnatum). Mielge (Aladicago lupulina). Uuvfa de oro ; Cytiesus taburnum`. Gatuóe (Ononía procurrena). Sangre de Crieto (Fumaria ofhcinalie) Gipebfila (Gysophila Struthium). Artemisa o Ajes (Artemísia Herba-elba}. Oreja de liebro (Phlomia Lychnitis). Coatilla de buey(Nupleurum truticoaum). Hierba de la rabia (Alysaum campeetre}.

PERDIDA DE CAl EN !OS SUEtOS

EI agua, tanto ia de lluvia como la de loa riegoa, lanando conatontemente loa auelos, arrwtran ininterrumpiclamente, a laa capaa profundeu, la cal de laa sonaa iuper^icialei, pudiendo ocurrir que i»cluao terrenoa de origen cretáceo tengan aua capas laboraóles exentas de cal, que el agua acumula en las profundas. Ejempla de eate fenómeno lo tenemoa en muchas zonas españolaa; las tierraa guipuzcoanas, entre otraa, La deacomposición de la materia orgánica con au nitrificación final bajo forma de nítrato cákico, es otra de la.t cauaaa de la descalcificación de los suelos.

rnserromos en esM eslodo olguncs plontos de ve®stocldn espontonea en Espaila. ton la indicacidn de su repulsa o praisrencla sn reloclón con el eontenido en col de os sualos, hociendo noror qus dentro de los e^peeles cifoda^ pueden ex^stir rozos de r^puesias carocrsrfaHcas a ioa seftoiados. ^^

iiay varios fertillzantes minerales que por causas cuya explicación ^e sale del carácter elementat de estas p5ginas, movilizan la cal contenida ^n los suelos, preparándola para ser asimilada por las ptantas y dejándola .en condiciones más fáciles de ser a su vez arrastradas por tas aguas de intiltracibn. Entre ellos tenemos el sulfato amónica, cloruro amónico; el •ctoruro potásico y el sulfato potásico. EI uso continuo de estos fertitizantes aconseja encalar periddicamente los suelos, sí en ellos no exls^ten grandes reservas de cal. Las cosecfias, por su parte, en cantidad variable, seg ^n sus característícas y como indicamos en la página siguiente, realizan notables extracciones de los suelos. ^r8

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...,^_ \ ^^....,`,-^^.f, J^^ ^.._ -^ - _ ^

^ ^--^^-SÓO.000.000 TONEIADAS MEiRICAS DE CAICIa ^^"' 1`^-_ .`----^ ^ - ------^-^- _ _