Ninette Frederiksen Svenhall

La tejeduría es una de las actividades artesanas más antiguas que se conocen y su práctica requiere conocimientos amplios y difíciles de conseguir sin algún tipo de ayuda o estudios. La autora, tejedora y maestra de tejedores, ofrece en este libro un material didáctico suficiente como base de una iniciación al tejido en sus múltiples vertientes, es decir, un material útil no sólo al interesado por la técnica del tejido o del tapiz como oficio, sino también para el posible tejedor aficionado que hace del tejido en telar manual un hobby, pero para el que no es menos necesaria una buena base teórica y práctica. A partir de este material, suficiente e imprescindible para una iniciación a la técnica, es posible cualquier especialización o profundización por amplia que ésta sea. Ninette Frederiksen, sueca afincada en Altea (Alicante), crea en 1975 un Centro de Tejido en el que funciona, por una parte, un taller de carpintería dedicado a la fabricación artesanal de telares y accesorios de todo tipo y, por otra, un taller-escuela de tejido en el que, además de la producción de tejidos de artesanía, se imparten a lo largo de todo el año cursos de tejido para principiantes y profesionales de las técnicas textiles.

(Nota en solapa)

Procedencia de las ilustraciones Dibujos: Johan Frederiksen todas las fotografías han sido realizadas por Roni Foto Suecia salvo las siguientes pág 241 Rudolf Moeschlin pág 232 (abajo), Anita Gandahl fig 257 Estudio Badosa pag 236 y 204 (abajo). José Luis Barroso pag 244 Antonio Díaz Martínez Ninette Frederiksen figs 88 138 2 1 6 226 227 228 229 253 p 108, 138, Patty Stratton, sobrecubierta, p 2

Primera edición 1982 Segunda edición revisada 1986 Tercera edición revisada 1989 © 1989, Ninette F Svenhall © 1989, de esta edición, Ediciones del Serbal Impreso en España DL B 6602/89 Impresión Grafos S A ISBN 84-7628-061-0 Digitalizado por ch0kl0

Sumario

Introducción.......................................................................... I El telar ..................................................................... 1. El proceso de tejer y diferentes tipos de telares 2. Montaje y preparación del telar .......................... II

6 9 10 22

La urdimbre ................................................................. 31 3 Preparación y montaje de la urdimbre ................ 32 4 Proyecto del tejido ............................................... 35 5 Embobinado del material de urdimbre ................ 37 6. El urdidor y la urdimbre ....................................... 39 7. Distribución de la urdimbre en el prepeine......... 52 8. El enrollado de la urdimbre ................................. 59 9. Remetido por lizos ............................................... 67 10. Remetido por peine ........................................... 70 11. Anudado de la urdimbre................................... 73 12. Armadura de lizos y pedales ............................... 78 III La trama ....................................................................... 89 13 Accesorios para la trama....................................... 90 14. Embobinado de la trama...................................... 92 15. Control previo al tejido ........................................ 94 16. El tejido................................................................. 97 IV Teoría del tejido .......................................................... 109 17. Representación gráfica ......................................... 110 18 Los ligamentos fundamentales y sus derivados más corrientes ................................................... 116 19 Numeración de los hilos ...................................... 130 V Proyectos y aplicación de diferentes técnicas......... 139 Generalidades acerca de los tejidos y sus técnicas... 140 Tejidos de diferentes aplicaciones ............................. 232 Índice..................................................................................... 246 Bibliografía.... ............................................... ........................ 248

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Introducción

La tejeduría es una de las actividades artesanas más antiguas que se conocen Ya en tiempos remotos existían en los países mediterráneos especialistas dedicados a la tejeduría en plan comercial Cuando aparecieron los telares automáticos, la tejeduría se transformó en industria, lo que supuso la pérdida casi total de los conocimientos populares de técnicas que hasta entonces se habían ido desarrollando y transmitiendo de generación en generación ¿Cómo se puede explicar entonces el renacimiento de la tejeduría manual?. Varios pueden ser los motivos Quizá se pueda citar en primer lugar la necesidad que la persona siente de crear algo Por otra parte, existe también un mercado que solicita productos únicos caracterizados por la no identificación comercial, productos con un sello personal e irrepetible que sólo el trabajo artesano puede ofrecer. Sabemos, además, que la tejeduría manual por múltiples razones ocupa hoy un lugar de importancia en la educación e incluso en aplicaciones terapéuticas, es más la tejeduría manual, tan atrayente como hobby en la actualidad, se está reafirmando nuevamente como profesión Esta artesanía requiere conocimientos amplios y difíciles de conseguir sin algún tipo de ayuda o estudios Los cursos de tejeduría manual que he impartido en Altea me han animado a componer este manual esperando llenar con él un vacío de textos adecuados al respecto, y con la intención además de cubrir debidamente la enseñanza de las bases fundamentales del tejido. A partir de ahí cualquier alumno podrá ampliar sus conocimientos con el descubrimiento personal de nuevos caminos, pues, en definitiva, puede decirse que todo tejido tiene su origen en una técnicas elementales que, combinándose entre si o bien introduciendo en ellas determinadas variaciones darán lugar a tejidos diferentes. La persona que vaya a iniciarse en la tejeduría manual puede sentirse extraña ante el telar indecisa por la cantidad de pasos previos que requiere el proceso o confusa por la profusión de términos totalmente nuevos para ella es perfectamente comprensible, son necesarios un esfuerzo y una dedicación pero es seguro que si se persiste en ello se recogerán los frutos.

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En la enseñanza de la tejeduría es necesaria la debida atención al telar como instrumento que nos permitirá la realización del tejido Las instrucciones de este manual se centran en el telar horizontal por ser este tipo de telar el que ofrece más amplias posibilidades para quienes buscan el perfeccionamiento y la investigación en esta artesanía, de ahí que su aprendizaje sea más difícil Quiero terminar esta introducción agradeciendo la colaboración de todas aquellas personas, alumnos y otros amigos que con su aliento, unos, y con su ayuda práctica, otros, han hecho más fácil la composición de este manual y no puedo, desde luego, dejar en el tintero nombres como los de Mariano Muñoz, Montse Camps, ambos buenos amigos, Mariano como conocedor de mi propio idioma, sueco, me ayudó en la primera redacción, y Montse, como profesional de la tejeduría, leyó y corrigió todo el material en una etapa más avanzada, uno y otro me ayudaron a que pudiera dar, en español, una explicación de lo que es la técnica del tejido en telar manual Le doy también las gracias a Johan Frederiksen, cuya realización de los dibujos para este libro me ha sido una valiosísima ayuda Finalmente agradezco muy especialmente a mis hijos Andrea y Laban (Bengt) por su estímulo y apoyo en los momentos más difíciles que inevitablemente se han presentado en la larga tarea de reunir los datos y recopilar el material para este libro Altea 1989 La autora

I

El telar

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1 El proceso de tejer

Al parecer tejer no es sino una evolución del trenzado. La palabra textil procede del latín texere un amplio vocablo que abarca tanto el trenzado como el anudado. El trenzado puede realizarse de diferentes formas y siguiendo distintos sistemas el que mas se asemeja a un tejido se compone de fibras tensas y paralelas entre si entre las que se entrelaza otra fibra -trama- de longitud variable de forma que de una o mas pasadas El sistema de fibras en paralelo a través de las cuales se introduce la trama se llama urdimbre (fig 1)

El telar La función principal de un telar es mantener los hilos de urdimbre bien tensados y ordenados para facilitar la pasada de la trama. Los hilos de la urdimbre están recogidos en dos travesaños o rulos -plegadores- el plegador de hilo en el que se enrolla la urdimbre no tejida y el plegador de tela en el que se pliega el tejido realizado (fig 2 y 3) Tomando en consideración la posición de la urdimbre en los telares se clasifican estos en telares de urdimbre vertical y telares de urdimbre horizontal. Unos y otros están provistos de lizos que permiten separar instantáneamente cierto numero de hilos de urdimbre diferenciando asi dos capas en la urdimbre y formando una apertura que denominamos calada por la que se introduce la trama.

Fig 1 El trenzado de urdimbre y trama

Figs 2 y 3 Dos formas simples de tensar la urdimbre entre los plegadores

Telar de urdimbre vertical En el telar vertical se consigue la primera calada poniendo de canto una varilla plana de madera que pasa por la urdimbre dividiendo la misma en dos planos de forma que los hilos de numero impar queden delante y los hilos pares detrás de la varilla respectivamente o a la inversa (Fig. 4) La segunda calada se consigue haciendo pasar un cordón único detrás de cada uno de los hilos que hayan quedado detrás de la varilla. Este cordón va unido a una barra que descansa en unos soportes situados en los laterales del telar (Fig. 5)

Fig 4

Telar de urdimbre vertical primera calada

Fig 5 Segunda calada

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Telar de urdimbre horizontal El sistema descrito arriba puede restar capacidad en cuanto al ritmo de tejer debido a la ocupación de las manos en el manejo de los lizos. El hecho de cambiar la construcción del telar y disponer la urdimbre hon zontalmente permitió unir los lizos a pedales debajo de la urdimbre, impulsando asi el movimiento de los primeros con los pies. El sistema más primario consiste en que todos los hilos impares de la urdimbre están unidos mediante un cordón a un listón de madera y los hilos pares a otro Aparecen asi dos lizos cada uno de los cuales esta atado a un pedal (Fig. 6)

Los dos telares descritos son denominados popularmente alto lizo y bajo lizo -del francés haute y basse lice-. En los telares de bajo y alto lizo de los tipos que se indican en las figuras 4 y 6 suele efectuarse el entrecruzamiento de la trama en pequeñas partes de la urdimbre ajustando cada pasada con un peine manual o una canilla (figs. 7 y 8). Ahora bien determinados tejidos requieren para su uniformidad pasar la trama de un extremo a otro en una sola operación, lo que ha motivado el desplazamiento de los lizos sobre el plano de la urdimbre a la vez que se sustituye el cordón único por un sistema de mallas. Los hilos de urdimbre pasan por el ojal central de las mallas quedando uniformes y al mismo nivel. De esta manera al abrir la calada se forman capas regulares y se facilita el paso de la trama.

Fig 6 Esquema de un telar de bajo lizo

Figs 7 y 8 Peine y canilla para apretar la trama

Esencial para el perfeccionamiento del telar horizontal ha sido la introducción del batán, que permite ajustar la trama del tejido en toda su anchura a la vez además, el peine insertado en el batán ordena los hilos de urdimbre Observemos el proceso de tejer en un telar de dos pedales y dos lizos con mallas (fig 9) El movimiento de ascenso y descenso de los lizas se realiza mediante los pedales conectados a ellos. La introducción de la trama se efectúa con una lanzadera que lleva una bobina con el hilo. En la primera calada formada al pisar el pedal los hilos impares quedan debajo de la trama, en la siguiente serán los hilos pares los que pasen a estar debajo de la trama al pisar el otro pedal. Estas operaciones realizadas alternativa y sucesivamente determinan un tejido cuyo ligamento denominamos tafetán -en catalán plana-, de donde viene el nombre de telares de tafetán o telar a la plana.

Fig 9

Esquema del proceso de tejer

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Lizos pedales y batan caracterizaron desde antiguo al telar horizontal la posterior evolución del mismo se ha centrado principalmente en pro veerlo de un mayor numero de lizos y pedales y en perfeccionar los diferentes mecanismos de acción. En el telar de pedales de mano en la figura 10 puede observarse que el batan tiene su base en la parte inferior del mismo y que los lizos en forma de marcos constituyen un solo cuerpo con los laterales del telar En el telar de la figura 11 el batan pasa a estar pendiente de la parte superior del telar al igual que los lizos.

Fig 10 mano

Telar con pedales de

Fig 11 antiguo

Modelo de un telar

Diferentes clases de calada Una clasificación general de los telares horizontales es aquella que se atiene al tipo de calada que puede ser de baja de alza o de baja y alza -calada mixta. Calada de baja En el telar de bajo lizo (fig 6) se observa que los lizos están atados a los pedales de forma que al pisar un pedal baja el lizo conectado mientras que el otro se mantiene en su posición la calada que así se consigue es la denominada de baja Calada de alza Es la que se forma al subir uno o mas lizos tal sucede por ejemplo en los telares de pedales de mano (fig 10) Calada mixta Es aquella que incluye calada de alza y de baja a la vez porque al accionar los pedales unos lizos suben y otros bajan de modo simultaneo (figs 16 17)

Fig 12 Diferentes clases de calada de baja de alza y mixta

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Diferentes monturas de lizos La suspensión y accionamiento de los lizos puede lograrse por distintos mecanismos: poleas y contramarcha. Esos mecanismos, por otra parte los más actuales en la tejeduría manual, son los que dan nombre al telar. Telar de poleas En el telar de poleas (fig. 15) los lizos penden de un travesaño a través de su conexión con el conjunto de poleas y balancines que facilitan su movimiento. Del número de poleas y balancines depende el número de lizos (fig. 93) Telar de Contramarcha También se puede incorporar al telar una construcción de contramarcha. En un telar de contramarcha (fig. 16) los lizos están conectados tanto en su parte superior como en la inferior a palancas —balancines de la contramarcha— que transmiten un doble movimiento, el de subida y el de bajada. La posición de los balancines de la contramarcha puede ser horizontal (fig. 13) o vertical (fig. 14), siendo con esta última con la que se consigue una mejor calada. No obstante, en telares de gran anchura —más de 170 cms— puede ser más apropiada la contramarcha horizontal de dos grupos de balancines. Telar "Damascus" (fig. 18) Cabe también mencionar este telar especial para los tejidos de damasco. Obsérvese que la profundidad del telar es más grande que la de un telar convencional; esto es necesario porque debe abarcar dos grupos de lizos, un grupo anudado a la contramarcha o a poleas especiales y el otro grupo activado por un sistema diferente de tracción. En la fig. 19 se muestra una montura —arnés— para el llamado telar de tiros. Telar Jacquard La llamada máquina jacquard es un mecanismo más desarrollado en cuanto al movimiento de los lizos, aplicado sobre todo en la industria pero también utilizado en ciertas producciones artesanales. En resumen, podemos constatar que existe una gran diversidad de telares entre los que el tejedor puede optar para su labor, desde el más rudimentario —por ejemplo un bastidor— a los más completos. La elección del telar es algo particularísimo, pues en ella entran en consideración factores muy diversos que van desde el tipo de tejidos que se desea realizar a las razones más subjetivas de adecuación a las intenciones del tejedor; en cualquier caso, es necesaria una iniciación en la tejeduría manual sin la cual no se estará en condiciones de elegir razonadamente.

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Fig. 13 Contramarcha horizontal Fig. 14 Contramarcha vertical

Fig 15 Telar de polea

El hecho de que las instrucciones de este manual se refieran principalmente a telares semejantes a los que presentamos en las fotos 15 y 16 no impide su aplicación en otro tipo de telares, pues, al fin y al cabo, son los mismos principios los que determinan el proceso de tejer.

Fig 16 Telar de contramarcha

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Fig 17 Polea especial para armadura de 10 lizos

Fig 18 Telar «Damascus»

Fig 19 Arnés de un telar de tiros

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2 Montaje y preparación del telar

Existen diversos tipos y modelos de telares horizontales y la complejidad de su montaje puede variar siendo mas sencillo el montaje del telar cuya estructura forma prácticamente una unidad Lo mas corriente es que el telar sea desmontable Las diferentes piezas de que se compone un telar desmontable deben ser construidas de tal forma que encajen bien en sus sitios para que el montaje se realice sin dificultad y sobre todo para que el telar una vez montado quede estable Las piezas mas grandes del telar son los dos laterales -bancadas- que constituyen el apoyo para los plegadores y los diversos travesaños El proceso que debe seguirse al montar el telar es el siguiente levantar uno de los laterales y colocar en el los plegadores y los travesaños fijos (los numerados 2A 2B y 2C en la figura 20). Seguidamente se levanta el otro lateral y se acoplan allí los plegadores y travesaños montado así el esqueleto del telar se ajustan las piezas. A continuación se acoplan los volantes de los plegadores y se fijan con cuñas todas las piezas colocadas hasta el momento. Debe distinguirse entre los travesaños 2A 2B y 2C en la figura 20 cuya función es la de unir las dos bancadas dos de ellos desde la base y el otro en la parte superior y los travesaños restantes que cumplen funciones mas especificas en el proceso de tejer, funciones que suelen venir indicadas por el mismo nombre de la pieza. Los plegadores a que nos hemos referido mas arriba y que se colocan a un tiempo con los travesaños tienen la función de enrollar ordenadamente el hilo de la urdimbre (plegador de hilo) y el tejido que se va realizando (plegador de tela) Los movimientos de rotación hacia un lado o hacia otro de dichos plegadores se hacen con la ayuda de los volantes acoplados a ellos.

20 1 Bancadas 2A 2B y 2C Travesaños fijos 3 Plegadores 4 Guiahilos o barra portahilos 5 Antepecho 6 Guíatela 7 Batán 8 Pedales 9 Levas 10 Volantes 11 Travesaño soportalizos

Fig 20

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El guiahilo Se encuentra por encima del plegador de hilo. Al pasar la urdimbre por un guiahilo ésta se mantiene en un nivel constante. Si la urdimbre pasara directamente desde el plegador al tejido variaría su nivel a medida que fuera desenrollándose en el plegador El antepecho En la parte delantera del telar se sitúa el travesaño, denominado antepecho, sobre el que corre el tejido El guíatela Se monta por encima del plegador y sirve para que el tejedor no roce con las rodillas la tela cuando ésta pasa del antepecho al plegador El batán Se coloca montando su travesaño superior sobre las muescas adosadas a los laterales Las muescas son ajustables y se fijan una vez comprobado que el batán está perfectamente paralelo al antepecho El soportalizo Denominamos así al travesaño movible que se apoya en los laterales del telar y del que se suspenden los lizos En el telar de contramarcha penden los lizos de la misma y el travesaño-soportalizo se utiliza sólo durante el montaje de la urdimbre Los pedales Van en el travesaño más bajo, normalmente en la parte posterior del telar Las levas Son palancas de madera que transmiten el movimiento entre lizos y pedales y se colocan introduciéndolas en un eje de hierro situado en uno de los laterales. Para el encordelado entre lizos-levas-pedales se necesitan cuerdas preparadas a la medida adecuada Complementan el telar los siguientes elementos Varillas de los plegadores, que cubren urdimbre y tela (fig 66) Varillas de cruz, que se distinguen de las anteriores por los orificios de sus extremos (fig 2 1 ) El peine, que se introduce en el batán y por él habrán de pasar los hilos de urdimbre (fig 22) El banquillo del tejedor Puede ser independiente o adosado al telar, pero siempre debe ser suficientemente largo y variable en su altura.

Fig 21 Fig 22

Varillas de la cruz Peine

Fig 23 Una forma de colocar la cuerda en los plegadores

Figs 24 y 25 Trayectoria de las cuerdas del plegador de hilo y del plegador de tela

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Preparación de las cuerdas para los plegadores Deben utilizarse cuerdas fuertes y resistentes y rechazar en todo caso aquellas que resulten elásticas Hay distintas formas de disponer las cuerdas en los plegadores, puede optarse por pasarla doble por los agujeros como en las figuras 24 y 25, o sencilla, en la forma que indica la figura 23, en ambos casos se anudan los cabos de la cuerda de manera que formen una lazada de 10 cm Introducidos los palos atadores en las lazadas, las cuerdas se estiran hasta que sean suficientemente largas para el trayecto que cada una de ellas ha de seguir Desde el plegador de urdimbre o de hilo pasa la cuerda por encima del guiahilo hacia el interior del telar hasta alcanzar una longitud igual a las 2/3 partes de su profundidad (fig 24) La cuerda del plegador de tela se hace pasar por encima del guiatela, continúa por debajo del antepecho y, sobrepasándolo, se acerca al batán (fig 25)

Los lizos Se incluye también en la preparación del telar el equiparlo de lizos. Un lizo se compone de dos listones que contienen mallas por cuyo ojal central pasan los hilos de urdimbre. Hay mallas de acero y de algodón (fig 26) Las primeras son idénticas a las que se utilizan en la industria, su disposición requiere que los lizos -a veces en forma de marcos- lleven dos finas varillas de hierro donde se introducen las mallas. En las mallas de algodón los listones de madera pasan por los dos ojales grandes de las mismas Los ojales centrales de las mallas de acero son normalmente muy pequeños y se requiere un gancho especial para pasar los hilos. En las de algodón puede variar considerablemente el tamaño del ojal, pero las más usuales son las de ojal de 1,5 cm. Para tejidos en que la urdimbre se tensa fuertemente -tipo alfombra- es aconsejable que el algodón de las mallas sea grueso. En las urdimbres muy tupidas se encuentran las mallas muy juntas, por lo que en este caso son más aptas las de hilo fino. Cuando las mallas no estén en los lizos se guardan en grupos bien anudados por los dos ojales grandes (fig 27)

Los portalizos (fig 28) Son dos pequeños soportes de madera en cuyas cavidades descansan los lizos durante el montaje de la urdimbre. Se preparan con un cordón largo en un lado y con un lazo en el otro y se cuelgan del travesaño soportalizos.

Utilizando el nudo de la figura 29 se puede ajustar fácilmente el cordón para poner los lizos en el nivel deseado

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Poleas y balancines Son los accesorios que se utilizan al colgar los lizos para hacer posible la acción de los mismos (véase página 78 Armadura de lizos en telar de polea)

A

Fig 26 Dos tipos de mallas de algodón y metálica

Fig 27 Grupo de mallas de algodón

Fig 28 Fig 29

Portalizo A Nudo del portalizo Manera de hacer el nudo

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Telar de contramarcha vertical La contramarcha es un sistema más completo para la suspensión de los lizos que el que representa un simple telar de polea. El telar de contramarcha tiene una sobreestructura compuesta por dos travesaños que descansan sobre los laterales. Entre los travesaños están situadas palancasbalancines en igual número que los lizos previstos para el telar; unas y otros están conectados mediante cuerdas. La figura 30 nos muestra cómo se colocan las cuerdas y la trayectoria que siguen. Para conocer la longitud de las cuerdas se fijan primeramente las palancas de contramarcha en posición vertical con un freno y se ajusta después la altura de los lizos en los portalizos hasta que el ojal central de las mallas se encuentre al mismo nivel que el guiahilo, lo cual se puede comprobar colocando un listón o atando un hilo entre guiahilo y antepecho. Por debajo de los lizos el telar de contramarcha tiene, además de las levas corrientes, otras más largas (en catalán contracalças) unidas a la contramarcha mediante cuerdas que pasan exteriores al telar (en el gráfico del punto G al I pasando por las poleas H).

Fig 30 Trayectoria de las cuerdas en contramarcha vertical

Es la conexión de las levas largas a los pedales, de una parte, y a la contramarcha, de otra, la que determina la doble acción de ascenso y descenso de los lizos -sistema de contramarcha. Debemos añadir a las explicaciones sobre el montaje de lizos. pedales y contramarcha la reciente aparición de un nuevo sistema de cuerdas (Texsolv) de hzos y de suspensión a base de seda de poliéster fabricada a máquina, con el que se consigue no sólo una precisión mayor en los sistemas de suspensión y atadura, sino, además, una ostensible reducción del tiempo de montaje y preparación del telar

Fig 30 bis

Sistema Texsolv

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II. La urdimbre

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3 Preparación y montaje de la urdimbre

Es evidente que no hay un único sistema de preparación de la urdimbre y su posterior colocación en el telar hasta que éste está a punto para empezar el tejido Sin embargo, he optado por desarrollar el que presento a continuación puesto que tanto el orden en que se van realizando cada una de las fases como el desarrollo y sistema que representa cada una de ellas me parecen no sólo los más razonables sino también los que ofrecen mejores condiciones para un perfecto montaje de urdimbre y por consiguiente mejores resultados en el tejido Proyecto Una vez elegido el tejido a realizar se anotan todos los datos necesarios en un papel al que denominamos proyecto de tejido Embobinado Si el material suministrado viene en madejas es preciso embobinarlo para asi facilitar el urdido Urdido Los hilos precisos para una determinada urdimbre deberán ordenarse de forma que tengan todos las misma longitud, lo que se consigue con el urdidor Distribución del prepeine La urdimbre se saca del urdidor trenzándola en cadena Antes de enrollarla en el plegador hay que hacer pasar y distribuir los hilos por un rastrillo o peine (llamado prepeine) para espaciar los hilos hasta alcanzar la anchura adecuada. El enrollado

La urdimbre se enrolla en el plegador de hilo del telar. Para este proceso se necesita la participación de dos personas o mas si la urdimbre es muy ancha.

El remetido por lizos Los hilos de la urdimbre se pasan por los ojales de las mallas en un orden determinado a fin de alcanzar el ligamento deseado El remetido por peine Desde los lizos corren los hilos de urdimbre, a través del peine, pasando uno o más hilos por los espacios del mismo En esta operación se consigue la anchura de la urdimbre y la separación deseada entre los hilos. Atado y tensión de la urdimbre Cuando la urdimbre se haya remetido por los lizos y el peine se anudarán los hilos al palo-atador quedando así tensados La armadura Este montaje comprende dos fases la suspensión de los lizos, según el tipo de telar, y la conexión de los lizos con los pedales.

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Modelo de un proyecto Artículo Ligamento Urdimbre Trama Peine Orillos Ancho de tejido Ancho de peine Número de hilos Longitud de urdimbre

10 manteles, individuales 35x40 cm Tafetán 4 lizos, 2 pedales Algodón Nº 16/2 ( 1 3 300 m/kg) blanco, rojo y verde Lino Nº 1 6 / 1 (8 960 m/kg) crudo 7 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall 3 hilos 4 veces en cada extremo 35 cm 35 + 2 cms = 37 cm 37x14 + 8 = 526 5 80 m

Longitud de la urdimbre 10 tejidos de 40 cm = 20 dobladillos de 3 cm = 1 muestra de 10 cm =

400 cm 60 cm 10 cm

Longitud del tejido =

470 cm

Encogimiento 10% (redondeado) = Anudado = Resto final de urdimbre = Resultado

50 cm 10 cm 50 cm 580 cm

Orden de urdir

Orden de urdir

18 28 14 406 14 28 18

Color Blanco

hilos blancos hilos rojos hilos verdes hilos blancos hilos verdes hilos rojos hilos blancos

526 hilos

Roio Verde

Suma

Número de hilos

18

406

18

28

28 14

14

= 442 = 56 = 28

Suma total 526 hilos

4 Proyecto del tejido

Denominamos proyecto al conjunto de anotaciones que contiene los datos referentes a cada tejido. La forma de redactar el proyecto no importa demasiado pero, en todo caso, debe incluir los títulos necesarios para las anotaciones, siguiendo un orden lógico, por ejemplo como se ha hecho en el proyecto en la página anterior En los distintos títulos del proyecto se indican datos como los siguientes, tratados con más detalle en cada apartado Artículo Se especifica el o los tejidos proyectados Ligamento o técnica En este apartado se anota el nombre del ligamento o la técnica que vaya a utilizarse y puede añadirse el número de lizos y pedales que requiere el tejido (véase la parte IV Teoría del tejido) Urdimbre y trama Debe constar la clase de material indicando su numeración y los metros que entran en un kilo, esto último para facilitar el cálculo del consumo de material (Véase pág 130 Numeración de los hilos) Peine

Se anota la densidad del peine, expresado en palletas por centímetro Además consta en este apartado el número de hilos que han de pasar por las mallas y por los espacios entre las palletas en el peine, expresado en hilos/pall Orillos

Los bordes de un tejido llamados orillas u orillos, se refuerzan con un mayor número de hilos (p. 106) Ancho de tejido En este apartado se anota el ancho proyectado para el tejido.

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Ancho de peine Es la anchura que debe tener la urdimbre en el peine, tomando en cuenta que el tejido tiende a encoger (p 107) Número de hilos El número de hilos para la urdimbre se consigue de la forma siguiente se multiplican los centímetros del ancho de la urdimbre en el peine por el número de hilos por centímetro ( = pall/cm x hilos/pall), y se añade a la suma el número de hilos extras para los orillos Longitud de la urdimbre La longitud de la urdimbre se calcula a base de la longitud total de los tejidos proyectados incluidos dobladillos u otros acabados. A la longitud del tejido hay que añadir un 10% debido al encogimiento de la urdimbre originada por la trama. Añadimos además 50 cm para el final de la urdimbre que no pueda ser tejida y 10 cm para el anudado de la urdimbre. Orden de urdir Cuando la urdimbre se compone de varios colores se hace necesaria una representación del número de hilos que habrá que urdir de cada color Esta representación que llamamos "orden de urdir" puede disponerse según uno u otro de los dos sistemas que constan en nuestro modelo. El número de hilos de cada color se calcula en base al número de hilos por centímetro y el ancho que se quiere dar a cada color Representación gráfica En el proyecto además de los datos indicados habrá una representación gráfica, en papel cuadriculado, de los lizos, pedales y conexión entre ambos (Véase parte IV Teoría del tejido) Cálculo de consumo de material Es aconsejable completar el proyecto con un cálculo del material necesario para la urdimbre y para la trama. La realización de estos cálculos está descrita en el capítulo 19 Numeración de los hilos

5 Embobinado del material de urdimbre

Si el material que debe utilizarse para la urdimbre viene en madejas hay que embobinarlo para conseguir un urdido regular. Hay máquinas bobinadoras de diversos tipos. Pueden ser de madera accionadas por una manivela, o de bobina metálica El material se repartirá en la cantidad de bobinas que requiera el urdido. La madeja se dispone en una devanadora con discos o bien en una devanadora modelo paraguas. Antes de montar la madeja en la devanadora hay que sacudirla e, introduciendo las manos en la misma, separar los hilos sacudiendo repetidamente hacia los extremos (fig 3 1 ) La madeja suele presentarse ordenada por un hilo centenar que la reparte en varias secciones. En el anudado del centenar se encuentra el cabo primero de la madeja. Antes de colocar la madeja en la devanadora es preciso observar que no vaya ningún hilo en sentido contrario. Como precaución no se debe soltar el hilo centenar hasta que la madeja esté en la devanadora La devanadora y la bobinadora deben situarse de forma que la trayectoria del hilo desde la primera a la segunda sea recta y libre de obstáculos. En la bobina metálica se hace correr el hilo a través de toda la anchura de la misma desde el principio. En la bobina de madera se empieza en la parte mas ancha y se va enrollando el hilo en secciones de hasta 10 cm de ancho cada una. La parte más ancha de la bobina llevará más capas de hilo que la capa inmediata para así ir disminuyendo sucesivamente.

Fig 31 Manera de separar los hilos de una madeja

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Fig 32 Fig 33

Cuando hay que empalmar una madeja con otra, o si el hilo se rompe, se hace un empalme con el nudo llamado de tejedor aunque si éste resbalase por la calidad del hilo entonces deberá emplearse un nudo llano (fig 35, 36)

Devanadora de discos Fig 34 a) Bobinadora con bobina metálica b) Devanadora de paraguas

Maquina bobinadora

Fig 35 Fig 36

Nudo tejedor Nudo llano

6 El urdidor y la urdimbre

Es la cantidad de hilos y la longitud de los mismos lo que determinará la urdimbre. El urdidor es el aparato donde se ordenan los hilos de la urdimbre que una vez terminada se saca en forma de trenza. Existen diversos tipos de urdidores que se dividen principalmente en dos clases: el urdidor de tambor (fig 37) y el urdidor de marco (fig 50)

Fig 37

Urdidor de tambor A palo fijador B percha de la cruz

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Urdidor de tambor El urdidor de tambor consta de dos bastidores cruzando sus respectivos planos en un centro que forma el eje vertical En la parte inferior del urdidor se coloca un travesaño -percha de la cruz— provisto de tres clavijas entre las que pasarán los hilos formando en su ida y vuelta un entrecruzamiento de los hilos. Cada listón vertical lleva varios agujeros para colocar una clavija de hierro o madera, llamado palo fijador. El recorrido de los hilos que formarán la urdimbre será entre la percha de la cruz y el palo fijador. El tamaño del urdidor se expresa por su perímetro El urdidor más corriente tiene una distancia de 75 cm entre los listones verticales y el perímetro es por tanto de 3 m. La altura de un urdidor de estas características es de aproximadamente 2 m y se puede enrollar sin dificultad hasta doce vueltas y conseguir una urdimbre de 40 m de longitud. En un urdidor de 2 m de perímetro y 120 cm de altura se pueden enrollar como máximo 5 vueltas, lo que supone una urdimbre de 10 m. Si la urdimbre fuera ancha las vueltas quedarían muy juntas, por lo que es preferible repartir la urdimbre haciendo dos o más cadenas. Urdidor de marco El urdidor de marco puede ser construido bien como indica su nombre en forma de marco o bien se compone de dos montantes que se colocan verticalmente. Tanto el uno como el otro soportan un cierto número de clavijas de madera, regularmente espaciadas y situadas en líneas verticales. Mientras que el urdidor construido en forma de marco tiene que ser colocado y fijado en la pared, los montantes del otro modelo pueden acoplarse al telar o adosarse a la pared. El espacio entre las clavijas de un lado y otro es la medida que sirve de unidad para determinar el recorrido total de la urdimbre, siendo preferible que no sobrepase los 130 cm y, como máximo, los 150 cm, para que la portada de los hilos no se afloje en el transcurso del urdido. La formación de la cruz puede realizarse entre las clavijas laterales o bien entre unas clavijas suplementarias destinadas a ello. El proceso de urdir es similar en el urdidor de tambor y en el de marco. La diferencia principal reside en que el urdidor de tambor es giratorio y la urdimbre se va formando dando vueltas al urdidor, mientras que en el urdidor de marco es preciso llevar los hilos entre las clavijas de un lado a otro. El urdidor de tambor resulta así más cómodo y rápido lo cual compensa sobradamente el hecho de que ocupe más espacio que el urdidor de marco. El urdidor de tambor suele además ser plegable de modo que puede guardarse fácilmente cuando no se utiliza. Generalidades acerca de diferentes urdimbres Normalmente se puede urdir y preparar la urdimbre en una sola trenza

Sin embargo, es aconsejable repartir la urdimbre en dos o más trenzas cuando es muy ancha o compuesta de distintos materiales. Urdimbres anchas Como regla general se divide la urdimbre en varias trenzas cuando la anchura sobrepasa 1 m. Urdimbres de diferentes materiales A veces se mezclan hilos de diferente grosor y calidad en una misma urdimbre para lograr un efecto especial en el tejido En este caso hay que calcular el número de hilos de cada material y urdir cada uno por separado teniendo en cuenta la diferente elasticidad de un material y otro. Urdimbre para tejido doble Igualmente se prepara una urdimbre de cada material para tejidos de doble urdimbre cuando las capas son de calidades diferentes, pero si se componen del mismo material se preparan en una sola urdimbre. Urdimbres de varios colores La urdimbre compuesta por varios colores se realiza de forma corriente sólo hay que tener en cuenta "el orden de urdir" y cambiar los colores según su representación en el dibujo. Cuando la urdimbre ha sido preparada en dos o más trenzas, por motivo de anchura o diferencia de calidad, se unirán las trenzas antes de enrollar la urdimbre en el telar. Esta unión se realiza en la distribución de la urdimbre en el prepeine (véase pág 56). El proceso de urdir Independientemente de que se utilice un urdidor de tambor o un urdidor de marco hay que atender a los mismos factores, por lo tanto las siguientes instrucciones sirven para ambos con unas pequeñas diferencias detalladas en la parte referente al urdidor de marco (véase pág 50). Antes de iniciarse el urdido hay que consultar el proyecto del que obtenemos la longitud de la urdimbre, el número de hilos y el número de bobinas con que debe efectuarse el urdido. Materiales como algodón y lana pueden ser urdidos con cuatro hilos bobinas, pero si es lino no es aconsejable urdir con más de dos por ser este un material resbaladizo y difícil de tensar de forma regular. En algunos casos puede resultar práctico urdir con tres bobinas debido al número en que se repartan los hilos por cambio de color o a que el remetido esté ordenado en grupos de tres o seis hilos. El número de portadas En base al número de bobinas proyectadas para la realización de la urdimbre se calcula el numero de portadas

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Una portada contiene tantos hilos como el número de bobinas con que se efectúa el urdido. Ejemplo: Si el proyecto indica que la urdimbre tendrá 240 hilos, resultaría un número de 60 portadas al urdir con 4 bobinas (240:4 = 60), o bien habrá que urdir 120 portadas si se usan sólo dos bobinas. Colocación de las bobinas Si el material está preparado en las bobinas de madera a las que nos referimos en el capítulo 5: Embobinado del material de urdimbre, se colocan éstas en el suelo con la parte más estrecha hacia arriba para facilitar la salida del hilo. Otras bobinas, como conos o las llamadas bobinas cruzadas, se colocan en un portabobinas o en una tabla provista de clavos de unos 10 cm de longitud para que se mantengan, (fig. 38). Guiahilos

Sobre las bobinas se pone siempre un guiahilos. Éste se puede construir con un listón de madera en el que se atornillan cáncamos o colocando algunos aros de cortina -uno para cada bobina— en una cuerda que penderá sobre las bobinas. Se ha de pasar cada uno de los hilos por un cáncamo o aro observando que los hilos se desenrollen de las bobinas en el mismo sentido y que el hilo corra verticalmente desde la bobina hasta el guiahilo. (fig. 39).

Figs. 38 y 39 Los hilos de las bobinas pasan por las anillas

La longitud de la urdimbre Colocadas las bobinas y pasados los hilos por los aros del guiahilo se toman las medidas en el urdidor para saber en qué listón se debe empezar a urdir y cuántas vueltas habrán de darse en el urdidor, (véanse las instrucciones especiales para el urdidor de marco). Ejemplo: Si la longitud de la urdimbre es de 12,70 m resultarían 4 vueltas en un urdidor de 3 m de perímetro, más 70 cm que nos da la distancia en la percha de la cruz. Una forma de calcular fácilmente el punto correcto para empezar a urdir es la siguiente: cortar un cordón con la medida correspondiente a la longitud de la urdimbre más 10 cm, fijar el cabo en la última clavija de la cruz y hacer girar el urdidor mientras el cordón sube en espiral. El listón más cercano al final del cordón es el indicado para el principio de la urdimbre y allí se coloca el palito fijador, (fig. 40).

Fig. 40 Un hilo marca la trayectoria de la urdimbre

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Fig. 41

El urdido Anudados los hilos que vienen de las bobinas se colocan en el palito, como muestra la figura 4 1 , para iniciar el urdido. Se cogen los hilos en la mano derecha y se los hace correr separados entre los dedos sujetándolos al cerrar la mano con el índice y el pulgar. Con la mano izquierda se hace girar el urdidor mientras los hilos van descendiendo en espiral en el número de vueltas antes calculados para finalmente llegar a la percha de la cruz donde se realizará un encruzamiento, llamado la cruz, que servirá para mantener el orden de los hilos. Para formar esta cruz se pasan los hilos por la parte superior del primer palillo y por la parte inferior del segundo y tercero. Después se vuelve sobre el tercero y el segundo y se pasa por debajo del primer palillo y tenemos una cruz. Cuando los hilos hayan alcanzado el tercer palillo de la cruz, tenemos una portada. Retrocediendo por la cruz, y subiendo los hilos nuevamente por el mismo recorrido en el urdidor hasta el palo fijador, se ha urdido una doble portada, denominada una vía. En la continuación del urdido hay dos sistemas diferentes para colocar los hilos sobre el tambor. Uno de ellos consiste en poner los hilos sobre la parte superior de los anteriores en el descenso y en la parte inferior de la ascensión de los hilos pero siempre muy próximos a los anteriores. El otro sistema es colocar los hilos debajo de los anteriores tanto al bajar como al subir -lo que se aconseja sobre todo si el material es lino- pues éste tiende a resbalar y deslizarse por el marco del tambor. De vez en cuando deben reunirse fuertemente los hilos colocados.

Comienzo del urdido

Fig. 42

Trayectoria de la cruz

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El urdido debe iniciarlo y finalizarlo una misma persona y a ser posible sin interrupción. Es importante procurar que la tensión de los hilos sea siempre la misma para evitar futuros problemas al enrollar la urdimbre en el telar.

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Cambio de color Si hay que cambiar de color se sujetan los hilos haciéndolos girar algunas veces sobre el palito y metiendo finalmente los hilos en forma de lazo entre los que ya se han urdido. Ahora pueden cortarse los hilos del color terminado y hacerse un empalme con los hilos del color siguiente. Hecho esto, se tira de los hilos y se deshacen las vueltas hechas sobre el palito para continuar el urdido. Estos empalmes pueden hacerse bien al final o al principio de la urdimbre, es decir, cerca del palito fijador o de la última clavija de la cruz. Recuento de las portadas El recuento de los hilos se efectúa en la percha de la cruz de la forma siguiente: se introduce el índice de la mano izquierda junto al primer palillo y el índice de la derecha al otro lado de los hilos cruzados, junto al segundo palillo. Estirando uno de los dedos se suelta una portada y de este modo se hace el recuento dejando escapar alternativamente una portada por el lado izquierdo y otra por el derecho de la cruz. Las portadas contadas se anudan en grupos de número adecuado. Al llegar por ejemplo a 50 portadas se pasa un cordón por cada lado de la cruz. Se anuda el cordón de tal forma que puedan utilizarse los cabos del mismo para seguir anudando las portadas en grupos iguales a lo largo de la urdimbre.

Fig. 43

Hilos de la portada sujetos en el palo fijador

Fig. 44 Fig. 45

Recuento de las portadas Anudado en grupos de las portadas

Atados de la urdimbre Cuando se ha terminado la urdimbre se sacará del urdidor en una trenza, o cadena, pero antes de ello se ata la urdimbre en varios puntos para mantener el orden de los hilos. Primeramente se anudan los cabos de los últimos hilos alrededor del palillo fijador y se cortan. Si la urdimbre termina en la cruz se anudan los hilos alrededor de la última clavija en la percha de la cruz. Para todos los atados de la urdimbre debe utilizarse un cordón fuerte y de color distinto a la urdimbre. Los atados más importantes son los que se hacen para conservar el encruzamiento de los hilos en la percha de la cruz. La cruz se ata en cuatro puntos, es decir, dos ataduras en cada lado de la cruz. En el final de la urdimbre se hace un atado lo más cerca posible del palillo fijador de modo que la urdimbre quede dividida, es decir, anudando por separado los hilos que pasan por encima y por debajo del palillo respectivamente.

Fig. 46 Atados de la urdimbre

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Además se ata la urdimbre en varios puntos para mantener los hilos bien sujetos. Cuando una urdimbre esté dividida en varias trenzas se deben hacer los atados en los mismos puntos en cada una de las urdimbres. Esto nos ayudará en el control de la tensión de las distintas trenzas al enrollar la urdimbre. Finalmente se ata la urdimbre a unos 60 cm de la cruz dejando los lazos del nudo bastante largos, pues se utilizarán más adelante para fijar la cadena cuando se saca del urdidor. Todos los atados deben ser fuertes y terminados con un lazo normal que fácilmente puede abrirse cuando se enrolla la urdimbre en el telar. La trenza de la urdimbre Al sacar la urdimbre del urdidor debe mantenerse tensa, de no ser así resbalará por los marcos y dificultará la realización de la cadena. La cadena o trenza de la urdimbre se forma mediante los siguientes pasos: se hace salir el palillo fijador a la vez que la urdimbre se mantiene estirada con la mano y el urdidor frenado con la rodilla o el pie; A) mientras la mano izquierda sujeta el extremo de la urdimbre, la mano derecha pasa entre las dos bandas de ésta y recoge todo el cuerpo de la urdimbre; B) arrastrando la urdimbre de la mano izquierda sobre la mano derecha se forma el primer eslabón; C) la mano derecha sostiene la urdimbre y la izquierda, ahora libre, se introduce en el eslabón cogiendo el cuerpo de la urdimbre. Arrastrando los hilos en la mano derecha sobre la izquierda se forma un nuevo eslabón. Se sigue así, sucesivamente, cambiando de mano, con lo que se forma la cadena, parecida a una cadena de ganchillo. Al llegar al último cordón -el de los lazos más largos- se cierra la cadena con los lazos del mismo antes de sacar la urdimbre de la cruz.

A B

Fig. 47 Comienzo del trenzado de la urdimbre

C

Fig. 48 Durante el trenzado hay que frenar el urdidor con la pierna

F¡g. 49 Cadena de urdimbre sacada del urdidor

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Urdido en urdidor de marco Previamente al urdido hay que calcular el número de portadas, colocar las bobinas y pasar los hilos por los aros de un guiahilos igual que se ha descrito para el urdidor de tambor. El recorrido de la urdimbre en el urdidor de marco será entre las clavijas de un lado y otro. Para conocer cuántas idas y vueltas habrá que hacer. se divide la longitud proyectada para la urdimbre por la medida del espacio existente entre los laterales. Ejemplo: Si los laterales están espaciados 120 cm, y la longitud de la urdimbre debe ser 8.5 m se divide 850 cm entre 120 cm (850 :120 = 7). De las 7 vueltas que los hilos realizarán resultará una urdimbre de 8.40 m. A esto se suman aproximadamente 30 cm que nos da la cruz, con lo que tendremos una urdimbre de 8.70 m. También pueden calcularse las vueltas de la urdimbre mediante un hilo o cordón cortado en la medida de la urdimbre, más 10 cm para atados. Anudado este hilo en una clavija, se le pasa de un lado a otro en el urdidor. Obsérvese que a partir del final del hilo habrá por lo menos dos clavijas libres para la futura formación de la cruz. El hilo que servirá de medida y guía del trayecto de la urdimbre debe ser de color distinto para distinguirse de ésta, pues se le conservará en el urdidor como señal en caso de que la urdimbre sea repartida en varias trenzas. El urdido Anudados los hilos que vienen de las bobinas y colocados en una clavija del urdidor, puede empezarse el urdido. Se llevan los hilos, bien sujetos entre los dedos, de un lado a otro en el número de vueltas antes calculado. Cuando la urdimbre haya alcanzado su longitud se formará la cruz. Estudiemos para ello la figura 52 y veamos que los hilos van en forma de Z entre las clavijas (numeradas 1 y 2) y que vuelven entre éstas en forma opuesta. Formada la cruz, retroceden los hilos por el mismo camino de los anteriores y al llegar a la clavija final se han urdido dos portadas. Al continuar el urdido se ha de procurar que se efectúe con una tensión regular. Mejor que ir de un lado a otro con los hilos es situarse bien, en el centro, entre los dos laterales, y hacer llegar los hilos de uno a otro extremo con un movimiento rítmico de brazo. Si el espacio existente entre los laterales es muy largo, se aflojan los hilos en su transcurso, siendo preferible que la distancia no sobrepase 1.30 m. En cuanto al recuento de los hilos y cambios de colores se efectúan de la misma manera que se ha descrito para el urdidor de tambor. Igualmente nos remitimos a las instrucciones anteriores para los atados de la urdimbre y la realización de la cadena o trenza.

Fig. 50 Proceso de urdir en un urdidor de marco

Fig. 51

Atados de la urdimbre

Fig. 52

Trayectoria de la cruz

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7 Distribución de la urdimbre en el prepeine

La cadena de urdimbre no puede ser enrollada en el telar tal como sale del urdidor. Hay que espaciar los hilos en forma regular hasta que la urdimbre alcance la anchura deseada. Un método es el de colocar en el telar un travesaño provisto de clavos -uno o dos por centímetro- y separar el material en grupos entre los mismos. En el método que seguimos, sin embargo, se utiliza un peine y la operación se efectúa sobre una mesa. Para distinguir el peine indicado para el tejido y el que se utiliza para la distribución primera de la urdimbre, denominamos prepeine a este último. En el prepeine se pasan los hilos en grupos de vías. Una vía comprende la vuelta de dos portadas obtenida en la cruz. Se puede utilizar como prepeine el mismo peine que se utiliza para el tejido si éste es poco tupido, por ejemplo 4 palletas por cm. Si el urdido se ha efectuado con cuatro bobinas, cada vía -o doble portada- tiene ocho hilos y se pasa una vía cada ocho palletas, siempre y cuando el tejido contenga 1 hilo por palleta. Si el tejido requiere dos hilos por palleta habrá que pasar una vía cada cuatro palletas. Por otra parte, se puede distribuir la urdimbre en un prepeine menos tupido que el que se utilizará en el tejido, especialmente si este último es muy tupido o el material es grueso, evitando así un desgaste de los hilos. Al elegir un prepeine cuya tupidez sea la mitad de la del peine definitivo se facilita el cálculo de la distribución. Este cálculo se realiza conforme a la regla siguiente: El número de palletas del prepeine se divide por el número de vías. Una forma sencilla de comprobar que el cálculo se ha realizado correctamente es representar gráficamente 10 cm de prepeine y dibujar las vías, señalando así las palletas ocupadas. Deberán coincidir el número de hilos en 10 cm del prepeine con el número de hilos en 10 cm del peine (o del tejido) según el proyecto.

Ejemplos:

1 Peine del tejido: 4 pall/cm-1 hilo por pall. Ancho en el peine: 50 cm Número de hilos: 200 Urdido con 4 bobinas N.° de vías (dobles portadas) 200 : 8 = 25 vías Prepeine: 4 pall/cm Ancho del prepeine: 50 cm N.° de palletas en el prepeine: 50 x 4 = 200 palletas Regla: el número de palletas del prepeine se divide por el número de vías 200 : 25 = 8 Resultado: Cada 8 palletas se pasa 1 vía 2 Peine del tejido: 8 pall/cm - 1 hilo por palleta Ancho en el peine: 50 cm Número de hilos: 400 Urdido con 2 bobinas N.° de vías (dobles portadas) 400 : 4 = 100 vías Prepeine: 4 pall/cm N.° de palletas en el prepeine: 50 x 4 = 200 palletas Regla: 200: 100 = 2 Resultado: cada 2 palletas se pasa 1 vía 3 Peine del tejido: 5 pall/cm y 2 hilos por pall. Ancho en el peine: 80 cm Número de hilos: 2 x 5 x 80 = 800 Urdido con 4 bobinas N.° de vías (dobles portadas) 800 : 8 = 100 vías Prepeine: 3 pall/cm Ancho del prepeine: 80 cm N.° de palletas en el prepeine: 3 x 80 = 240 palletas Regla: 240: 100 = 2.40 Resultado: 2,40 significa que se pase 1 vía cada 2 palletas, pero entonces resulta la urdimbre con 200 palletas = 60 cm de ancho; es decir, sobran 40 palletas. Las 40 palletas restantes hay que repartirlas espaciadas regularmente a lo largo de todo el ancho, así 80 cm : 40 = 2 El resultado es, pues, pasar una vía cada 2 palletas dejando además una palleta libre cada 2 cm.

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Remetido en el prepeine Puesta la cadena de urdimbre sobre una mesa, se introduce una varilla (fig. 54) entre cada uno de los ojales que forman la cruz (por cada lado de la cruz) y se atan en los extremos dejando un espacio entre ellas de unos 5 cm y utilizando el nudo de la figura 55. Se coloca el prepeine delante de la urdimbre entre dos soportes. Se precisa también el palo por el que pasarán las vías de la urdimbre por delante del peine. Como hago constar en el apartado sobre el enrollado de la urdimbre en el plegador (p. 61), es una ventaja utilizar un palo de longitud superior a la anchura del telar, pero también puede utilizarse uno más corto. Se han de quitar todos los cordones que atan la cruz de la urdimbre para que los hilos puedan extenderse en las varillas. Los lazos de la urdimbre deben ser suficientemente largos para que alcancen el palo sin esfuerzo y, si es preciso, se retira la cruz hacia atrás cogiendo la urdimbre con cuidado. Colóquese algo de peso encima de la urdimbre que ayude a mantener los hilos tensos. Es preciso calcular dónde hay que empezar a pasar los hilos en el peine; por ejemplo, si la longitud total del peine es de 120 cm y la urdimbre es de 80 cm, se resta 80 de 1 2 0 y el resultado, 40, se divide por 2; el resultado final indica que hay que empezar a partir de los 20 cm del extremo. El remetido se hace de derecha a izquierda. Las vías se toman según su orden en la cruz, entre las varillas, y se pasan por el peine con ayuda de un gancho -el pasapeine (fig. 56). Pasadas por el peine se introduce sucesivamente el palo por las vías. Obsérvese que los hilos vienen sin cruzarse, es decir, que los hilos que pasan por encima de la varilla más próxima al peine quedan igualmente por la parte superior del palo. (fig. 57).

Fig. 53 Comprobación de la distribución en el prepeine

Fig. 54 cruz

Varillas pasadas por la

Fig. 55 Nudo para atar las varillas de la cruz

Fig. 56 Pasapeine Fig. 57 Enhebrado por el prepeine

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La distribución en el prepeine puede realizarse entre dos personas; una de ellas se encargará de proporcionar las vías (siguiendo el orden de la cruz) y la otra las hará pasar por el peine e introducirá el palo. Cuando la operación la efectúa una sola persona se coge una parte de la urdimbre y se mete el brazo izquierdo por la urdimbre. Se mete entonces el pasapeine y se coloca en él la vía para pasarla por el peine y posteriormente por el palo. Pasadas todas las vías por el prepeine, se ata un cordel de un extremo a otro del palo para que los hilos de urdimbre no puedan salir del mismo. Dobles urdimbres Las dobles urdimbres de materiales diferentes y las sencillas formadas por materiales de distinto grosor y elasticidad, se preparan con el urdido de cada material por separado, como aconsejé en el apartado sobre el urdido, (p. 41). Antes del enrollado en el plegador, se juntan las urdimbres pasándolas en un mismo prepeine. Para conocer el orden de la distribución se hace un cálculo para cada una de las urdimbres basado en el ancho y en el número de vías. Se utiliza un par de varillas para cada urdimbre. Conservando así las cruces de ambas, se podrán coger por separado los hilos de una y otra, lo que permitirá pasarlos en su lugar exacto al remeterlos por lizos, aunque hayan sido repartidos de forma aproximada en el prepeine. La unión de dos urdimbres en el prepeine puede realizarse en cualquiera de los modos siguientes: se puede optar por distribuir primeramente una de las urdimbres, dejando espacios libres en el peine para seguidamente pasar por ellos las vías de la segunda urdimbre. Se utiliza un palo para cada urdimbre y, una vez terminada la distribución, se pasan las vías en el orden en que vienen del peine por un tercer palo, retirando los primeros. El segundo método, que considero más aconsejable, consiste en colocar las dos urdimbres con sus correspondientes varillas de cruz y se cogen las vías de una y otra urdimbre, sucesivamente, según el orden calculado. En este caso, se meten todos los hilos por un mismo palo. Posibles errores Terminada la distribución del prepeine se comprueba que las vías estén bien colocadas en el palo, sin cruzarse. Si la urdimbre es de rayas de diferentes colores, se controlará también el número de hilos de cada color. Si se descubre que faltan algunos hilos, se preparan pequeñas bobinas de hilo que suplen a los olvidados, pasándolos primeramente por la cruz y después por el peine hasta atarlos en el palo. En el caso de que sobren hilos, si no son demasiados, es mejor pasarlos por el prepeine y

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enrollarlos con la urdimbre pare aplazar su arreglo hasta la fase del remetido por lizos. Puede ocurrir también que se descubra en la distribución del prepeine una equivocación en el número de portadas y, consecuentemente, que la urdimbre sea más estrecha o más ancha que lo proyectado. Para arreglar lo primero habrá que urdir y preparar otra cadena (igual de larga) y añadir ésta a la primera. En el caso de haber urdido demasiados hilos se pueden retirar éstos y aprovecharlos en otra ocasión; para ello se anudan bien los hilos en la cruz antes de sacarlos del prepeine y de las varillas y su separación del resto de la urdimbre se hará a lo largo del enrollado. Los errores en la cruz de la urdimbre son debidos a una incorrecta formación de las portadas. Algunos de ellos no tienen mayor importancia como explico en el apartado Traslado de la cruz, del capítulo siguiente.

8 El enrollado de la urdimbre

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Antes de iniciarse el enrollado es preciso atender a ciertos detalles en el telar. El plegador de urdimbre debe estar ya preparado con cuerdas tal como se indica en la página 25 (fig. 24). Los lizos se suben a una altura que permita pasar la urdimbre libremente por debajo de ellos. Si el telar ha sido utilizado anteriormente, se sueltan y quitan todos los atados entre lizos y pedales. Se colocan los lizos en los portalizos, con los que se pueden levantar hasta la altura indicada. Para atar el cordón del portalizos se utiliza un nudo corredizo (véase pág. 27). Obsérvese que la vuelta del cordón va alrededor del lazo y que

Fig. 58 Lizos subidos para dejar paso a la urdimbre

Fig. 59 Nudo para los portalizos

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estira hacia arriba al cerrar el nudo. Es conveniente practicar este nudo porque es el mismo que se utilizará en muchos momentos del montaje. La preparación inicial del enrollado se compone de tres fases: colocar el peine en el batán, pasar el palo atador por la urdimbre y trasladar las varillas de la cruz. Colocación del peine en el batán Se sitúa el peine y la urdimbre en el batán de forma que la cadena quede sobre el antepecho. En esta operación debe tenerse sumo cuidado en que las varillas de la cruz no resbalen de la urdimbre. Levantando la parte superior del batán, se hace pasar el palo, que contiene las vías de la urdimbre, dejándolo caer detrás del batán. El peine se bloquea entre las ranuras del batán, para lo que se debe coger el peine por los extremos a fin de no pillarse las manos con el batán. La urdimbre debe quedar centrada en el batán, para ello se mide la distancia existente entre cada extremo del batán y la urdimbre hasta igualar la longitud en ambos lados. Paso del palo atador Las vías de la urdimbre se trasladan al palo atador que está unido con cuerdas al plegador de hilo. Para hacerlo sin dificultad, la urdimbre debe estar lisa y ordenada. Si el nudo que cierra la cadena de urdimbre impide que ésta pueda extenderse, se deshace el nudo. Los hilos se desenredan con una leve sacudida y golpeando ligeramente los hilos con la palma de la mano. El ayudante, si lo hubiera, mantendrá tensa la urdimbre o bien se ata la trenza alrededor del antepecho con un cordón. Para facilitar la operación, si ésta la realiza una sola persona, se apoya el palo que contiene el final de la urdimbre entre dos listones colocados entre el guiahilo y el guiatela, o bien, si los laterales del telar tienen en el centro un soporte vertical, se apoya el palo entre éstos (fig. 61), por lo que se ha recomendado utilizar en la distribución del prepeine un palo cuya longitud sobrepase el ancho del telar. Se suelta ahora el freno del volante del plegador de hilo para estirar con el palo atador las lazadas o bucles de la cuerda en toda su longitud, pasándolas por encima del guiahilo. Se estudian las posiciones de las lazadas que forma la cuerda de manera que, al estirarlas, sigan una trayectoria recta y se separan un poco los hilos de la urdimbre en los puntos que corresponden al lugar de la cuerda. El palo atador se pasa por la urdimbre a la vez que se colocan las vueltas de la cuerda en los espacios marcados. El otro palo, el del prepeine, permanece en la urdimbre y se desliza hacia el peine para utilizarlo en el traslado de la cruz.

Fig. 60 Urdimbre bien centrada en el batán

Fig. 61 Palo con la urdimbre apoyado entre los laterales

Fig. 62 El palo pasa por la urdimbre al mismo tiempo que se colocan los lazos de la cuerda

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Traslado de la cruz Para conservar el encruzamiento de los hilos hay que dejar las varillas de la cruz en la urdimbre durante todo el enrollado, lo que, por otra parte, facilita la localización de los hilos que pudieran romperse y su reinserción en la portada correspondiente. Pero las varillas de cruz, que ahora se encuentran delante del batán, hay que trasladarlas detrás del peine. Esta operación se realiza de la forma siguiente (fig. 63): A)se mantiene la urdimbre bien tensa de forma que la superficie quede totalmente plana. Se sueltan los cordones que atan los extremos de las varillas de cruz. B) se pone de canto la varilla más próxima al peine y se la acerca a éste. Cuando se haya comprobado que las dos capas, a ambos lados del peine, coinciden, C) se puede sacar la varilla de la cruz, porque detrás del peine se encuentra el palo del prepeine. D) Se corre ahora la segunda varilla hacia el peine y se coloca de canto. Tirando suavemente del batán hacia el antepecho se consigue que la cruz de urdimbre aparezca detrás del peine. Se introduce la varilla que se sacó anteriormente en esta nueva apertura. E) Finalmente se saca la varilla que permanecía delante del batán y se introduce junto al palo. Sustituido éste por la varilla, se retira de la urdimbre. Se anudan inmediatamente entre sí las varillas de la cruz dejando entre ellas un espacio de dos a cuatro centímetros aproximadamente. Posibles errores El traslado de la cruz puede parecer un poco complejo, sobre todo para el principiante; no obstante, suele realizarse sin dificultad siempre y cuando las capas de urdimbre se separen en caladas limpias y libres de obstáculos. Los posibles errores en la calada podrán ser de mayor o menor importancia. Por ejemplo, el que alguna portada quede fuera de las varillas de la cruz se considerará de poca importancia, al igual que el que dos portadas de hilos vayan juntas sobre las varillas, en un mismo sentido, porque, al fin y al cabo, la función de la cruz no es otra que mantener los hilos de urdimbre en orden, y estos errores pueden corregirse posteriormente en la fase del remetido por lizos. Si al poner de canto la primera varilla, según el punto B, se observa en la calada detrás del peine que unos hilos forman una cruz, se debe a que la vía ha sido mal colocada en el palo del prepeine. En este caso no podemos aprovechar el palo del prepeine para sacar la primera varilla, sino que habrá que introducir, en la calada conseguida al levantar la primera varilla de la cruz, un listón extra. Trasladada la cruz detrás del peine y sacado el palo del prepeine, el cruce de los hilos quedan junto al palo atador y no entorpecerá el enrollado. Hay errores que, contrariamente a los descritos, dificultan considerablemente el enrollado por la tirantez y rotura de los hilos de urdimbre que

provocan; en tales casos es preciso corregirlos previamente; quizás el más corriente sea el siguiente: cuando se levanta la segunda varilla para hacer pasar la cruz por el peine (D) puede observarse que algunos hilos se cierran impidiendo que se abra la calada, ello se debe a que se encuentran cruzadas entre sí algunas vías por haberse alterado el orden al pasarlas por el peine. Es necesario sacar estas vías del peine e introducirlas nuevamente en la forma correcta por él y por la cruz. La corrección puede ser laboriosa, sobre todo cuando el error se encuentra en el centro de la urdimbre, pero para una solución más rápida se pueden cortar los hilos de las vías mal colocadas junto al palo atador y, hecha la corrección, anudarlos dejando los cabos lo más cortos posible.

Fig. 63

Traslado de la cruz

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El enrollado Llegada esta fase, precisamos la colaboración de otra persona, pues en el enrollado participan dos o más. Mientras una efectúa el enrollado propiamente dicho, la otra mantiene tensa la urdimbre. Previamente, es preciso ajustar la cuerda hasta que las lazadas tengan idéntica longitud. Se puede mantener la urdimbre bien detrás, bien delante del telar. En el primer caso, después de sacar algunos eslabones de la cadena, se deja correr la urdimbre sobre el antepecho para hacerla salir por encima del guíatela y recogerla finalmente por debajo del plegador de urdimbre (en la parte posterior del telar). Si la urdimbre se mantiene delante del telar, se pasa sobre el antepecho y continúa por encima del guíatela dándole la vuelta para salir finalmente por debajo de éste. Este sistema facilita la tensión de la urdimbre al pasar ésta por más puntos, pero el primer sistema sigue siendo el más utilizado. En ambos casos la persona que tensa la urdimbre debe echarse lo más hacia atrás posible (puede hacerlo sentado en una silla o en el suelo apoyando los pies en el telar para hacer palanca). Al iniciar el enrollado, se sueltan los anudados de la cadena que impidan que la urdimbre se extienda en todo su ancho. Los hilos de la urdimbre pueden parecemos muy enredados pero suelen ordenarse golpeándolos ligeramente con la palma de la mano. Se coge fuertemente la urdimbre con una mano mientras los dedos de la otra separan la urdimbre. La urdimbre nunca debe deslizarse entre las manos, sino que avanzan éstas con la urdimbre tanto como sea posible y se detiene el enrollado cuando se precise agarrar la urdimbre más atrás. Debe observarse en cada nueva etapa que, tanto por encima como por debajo de la urdimbre, no queden hilos flojos ni sueltos; si los hubiera, no deben tensarse por separado estos hilos flojos, pues se alargarían más y más y se enredaría aún más la urdimbre, sino que, por el contrario, deben recogerse tales hilos junto a los demás o bien tensar la urdimbre separada en grupos que se unirán una vez ordenados. Sólo cuando resulta ineficaz el método indicado se peina con suavidad la urdimbre en grupos, con un cepillo; esto es aconsejable tan sólo en casos extremos, pues si bien es cierto que ayuda a ordenar los hilos también lo es que quedarán más desordenados a partir del punto en que la urdimbre se cierra con la mano, siendo necesario repetir la operación una y otra vez a lo largo de todo el enrollado. Lo más importante en el enrollado es mantener la urdimbre tensada de forma continua y regular. La mayoría de las urdimbres se tensan al máximo, especialmente las de lino. Las urdimbres de menos de 1 m de anchura puede manejarlas bien una sola persona, pero si la anchura sobrepasa esta medida se divide la urdimbre por el número de personas

Fig 64 Manera de tomar la medida entre el palo y el travesaño

Fig 65

Enrollado de la urdimbre

Fig 66 Varillas de madera en el plegador para proteger la urdimbre

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que sean necesarias y cada una de ellas se encarga de un grupo; es aconsejable que los participantes cambien de lugar de vez en cuando para evitar que la urdimbre se tense de manera irregular. La persona que dirige el enrollado ocupándose del volante controlará con la mano que la urdimbre mantenga siempre su calidad de tensión y que el batán permanezca en su sitio. También deslizará las varillas de la cruz hacia atrás, impidiendo que llegen al guiahilo, y vigilará por si se rompe algún hilo. Cuando la urdimbre alcance el plegador, se colocan en éste varillas de madera, una junto a otra, hasta cubrir totalmente la cuerda del plegador en la primera vuelta a fin de proteger la urdimbre. Seguidamente pueden enrollarse algunas vueltas sin colocar varillas, pero, cada cuatro vueltas, por lo menos, debe ponerse una nueva serie de varillas espaciadas para evitar que los extremos de la urdimbre de deslicen hacia afuera y que los hilos formen abultamientos con el consiguiente resultado de una urdimbre de tensión irregular. Si la urdimbre se ha mantenido desde la parte posterior del telar hay que trasladarse y coger el final de la urdimbre en la parte anterior del telar. Se deshacen los últimos atados y se sigue el enrollado hasta que el final de la urdimbre llegue al peine. En esta última etapa se dejan llegar las varillas de la cruz hasta el guiahilo, donde se fijan con un cordón que unirá la varilla trasera con el guiahilo en ambos extremos. Hecho esto, se cortan los hilos a ras del peine y se sacan en mechones que se anudan con una lazada por delante del guiahilos.

F¡g. 67 Final del enrollado

Fig. 68 La cruz atada en el travesaño y el primer grupo de hilos anudado

9 Remetido por lizos

Después del enrollado de la urdimbre se pasan los hilos por los lizos siguiendo la representación gráfica -el remetido. Para ello se preparan los ; lizos con el número de mallas necesarias. Se colocan en los portalizos los listones que forman la parte superior del lizo y se meten por ellos grupos de mallas, seguidamente se introducen los listones inferiores por las mallas y, sólo entonces, pueden deshacerse sus anudados para espaciarlas. Compruébese que todas las mallas tengan la misma longitud y que los ojales sean idénticos, pues de no ser así se notarían irregularidades en las ; capas de la calada. Después de efectuar el enrollado se encuentran los hilos de urdimbre colgando sobre el guiahilo; por ello, y para que el remetido pueda hacerse con comodidad, se trasladan los portalizos con los lizos a la parte posterior del telar a fin de que estén cerca de las varillas de la cruz donde se buscarán los hilos. El travesaño del que penden los lizos en un telar de poleas suele ser movible y su traslado se hace cogiéndolo con ambas manos fuera de las cuerdas de los portalizos y acercándolo al extremo posterior del telar.

Fig. 69 Travesaño con los lizos trasladado a la parte trasera del telar

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Para esta operación los lizos deben estar libres de su armadura y bien sujetos en los portalizos. En un telar de contramarcha se desenganchan los lizos de las cuerdas de contramarcha y se colocan uno a uno en los portalizos, situados ahora en un travesaño en la parte posterior del telar. Obsérvese en la figura 69 que el cordón del portalizo da una vuelta extra en el travesaño para evitar que los lizos se muevan. Si el tamaño del telar lo permite se mete un banquillo dentro del mismo, frente a los lizos, donde se efectúa el remetido. Compruébese que los lizos están a un nivel que resulte cómodo; de no ser así, debe ajustarse la altura con los portalizos. Para estabilizar los listones inferiores de los lizos se pasa por sus extremos un "imperdible", hecho de un hilo de alambre. El gráfico del remetido Se interpreta como si estuviésemos frente al telar. El remetido empieza por el extremo derecho y el lizo más cercano al plegador de hilo es tomado por el lizo n° 1. Si comparamos esto con el ejemplar del remetido de la figura 70 vemos que el primer cuadrito en el lizo n° 1 está marcado y seguido por marcas en los lizos n° 2, 3 y 4. Se deshace ahora el primer grupo de hilos de urdimbre y se los coge bien tensados con la mano izquierda mientras la derecha busca la primera portada en la cruz. Separar un hilo de la portada para la primera malla del lizo 1. Doblando el hilo, se le hace pasar por el ojal central de la malla con el dedo índice. Puede también utilizarse una aguja de ganchillo, aunque es más rápido el primer sistema una vez practicado. Siguiendo el orden del gráfico se

Fig. 70 Gráfico del remetido y enhebrado de los hilos por las mallas

pasan los siguientes hilos en el segundo, tercero y cuarto lizo para empezar de nuevo con un hilo en el primer lizo y continuar repitiendo el orden 1, 2, 3 y 4, lo que se denomina remetido seguido. Los hilos deben pasar libremente y rectos desde la malla hasta pender por delante del lizo más próximo (el 4). Cuando se haya remetido un cierto número de hilos, se ha de controlar que su distribución sea correcta y anudar en grupos los hilos haciendo una lazada que pueda deshacerse fácilmente si se dejan los cabos largos. En caso de retirar las mallas sobrantes, una vez terminado todo el remetido, no debe olvidarse atarlas en grupos, (fig. 27).

lig. 71 Manera de coger un hilo de la portada

Fig 72 El hilo pasa por el ojal de la malla

Fig. 72 bis Grupos de hilos ya enhebrados

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10 Remetido por peine

Esta fase consiste en pasar los hilos de urdimbre por el peine definitivo, el que consta en el proyecto. El remetido por peine se realiza dentro del telar, en el mismo sitio en que se efectuó el enhebrado de los lizos, y una vez terminado, se coloca el peine en el batán. Durante el remetido se cuelga el peine de los portalizos con cordones de modo que quede horizontal y por delante de los lizos. Es preciso calcular dónde habrá de iniciarse el remetido: se toma el ancho total del peine, se descuenta de él el ancho de urdimbre (igual al ancho en el peine indicado en el proyecto) y se divide por dos el resultado; la cifra final indicará los centímetros sobrantes del extremo derecho y, por tanto, dónde iniciar el remetido. Éste se realiza de derecha a izquierda. Se coge el primer grupo de hilos, se tira de los cabos para deshacer la lazada y se mantienen los hilos en la mano izquierda, tensándolos para apreciar claramente el orden en que vienen los hilos de las mallas. Para pasar los hilos se introduce el pasapeine por debajo del peine, se colocan en aquél el número de hilos indicado y retirándolo, saldrán los hilos por debajo del peine. Cuando se haya pasado un grupo de hilos se anudan nuevamente con la misma lazada. Es necesario controlar a menudo el remetido, a pesar de lo cual no es extraño equivocarse y dejar palletas libres o hacer pasadas dobles, sobre todo cuando el peine es muy tupido, por lo que no vendrá mal contar con la ayuda de otra persona. Cuando el remetido se realiza entre dos personas, el peine se coloca sobre los portalizos, entre sus ranuras, donde quedará ligeramente inclinado. La persona encargada de pasar los hilos por el peine se encuentra detrás del telar, mientras la otra, frente a los lizos, se preocupa de buscar y colocar los hilos en el pasapeine; al hacerlo así, los hilos pasan a la parte posterior del telar por lo que se dará la vuelta al peine antes de encajarlo en el batán.

Figs. 73 y 74 Posición del peine cuando el remetido lo efectúa una persona

Flgs. 75. 76 y 77 Posición del peine cuando el remetido se hace entre dos personas

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Colocación del peine en el batán Terminado el remetido por el peine es el momento de colocar éste en el batán. Si los lizos se encuentran muy altos se bajan con los portálizos. Cuando se observe que la urdimbre no alcanza el batán, se desenrolla en la medida necesaria. Si se trata de urdimbres muy tupidas y de hilos muy finos, éstos pueden tender a desordenarse, permaneciendo entre la cruz y el guiahilo; en este caso se alejan las varillas del guahilo alargando el cordón que los une con el guiahilo. Cuando la urdimbre alcance sin dificultad el batán se levanta la parte superior de éste y se bloquea el peine en las ranuras. Repetimos aquí la conveniencia de coger el peine por los extremos; más de un tejedor se ha pillado los dedos con el batán. Se comprueba ahora con cinta métrica que la urdimbre está centrada en el batán (las medidas se toman desde los extremos de éste hasta la urdimbre).

Fig. 78 Manera de colocar el peine en el batán

11 Anudado de la urdimbre Colocación de los lizos Antes de anudar y tensar la urdimbre se colocan los lizos en el lugar exacto que les corresponde al tejer. En el telar de contramarcha se cogen los lizos uno a uno y se enlazan a sus respectivas cuerdas que cuelgan de la estructura de la contramarcha (véase preparación de las cuerdas, pág. 28). Las palancas de la contramarcha han de estar en su posición de descanso con el freno introducido a través de ellas. En un telar de poleas hay que trasladar todo el conjunto de lizos con el travesaño. En esto hay que tener mucho cuidado y vigilar que los lizos no salgan de los portalizos donde deben ser bien colocados. Una vez llevados los lizos a su sitio se comprueba su nivel. La altura correcta es aquella en que los hilos de urdimbre pasan en línea recta entre el guiahilo y el ojal central de la malla. En un telar de poleas siguen los lizos descansando en los portalizos y hay que comprobar que ambos estén en el mismo nivel. La figura 79 muestra el modo de medir la altura de los portalizos con una cinta métrica. En el telar de contramarcha se ajustan las cuerdas de ésta hasta que los lizos se encuentren en posición totalmente horizontal y todos tengan el mismo nivel entre sí.

Fig. 79 Altura correcta de los lizos y manera de comprobarla

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El anudado Cuando el peine está situado en el batán, la urdimbre bien centrada y nivelados los lizos, se procede a tensar y anudar la urdimbre en el palo atador del plegador de tela. El palo atador está unido al plegador de tela mediante una cuerda del mismo modo que el atador del plegador de hilo (véase la figura 25, pág. 25). Se coge el palo con la cuerda se pasa por encima del guíatela y se continúa por debajo del antepecho para salir por encima de éste, sobrepasándolo. Compruébese que las vueltas de la cuerda están bien situadas en el palo, con la misma distancia que la habida entre los agujeros en el plegador, o bien, en el centro entre éstos, dependiendo ello del sistema seguido al colocar la cuerda. Los volantes deben estar frenados. El atado de la urdimbre debe hacerse con esmero y los nudos han de hacerse repetidas veces, si se precisa, hasta conseguir una tensión igual. El efecto de un atado irregular sería la apreciación de ondulaciones en el tejido. Una porción de hilos apropiada para anudar mide dos o tres centímetros en el peine, independientemente de que vengan los hilos muy espaciados. El atado empieza con un nudo en el centro y otro en cada extremo, con ellos se mantendrá el atador en alto y así se podrá ajustar la cuerda hasta que la distancia entre palo y antepecho coincida en todo el ancho. Se sigue el atado de la urdimbre con grupos a derecha e izquierda del nudo central, alternativamente, hasta alcanzar los extremos. Los hilos se desenredan con un cepillo suave, asegurándose de que se tomen y tensen todos los hilos que contenga el grupo.

Fig. 80 Manera de comprobar la distancia entre palo y travesaño

Fig. 81 Un cepillo suave ayuda a tensar todos los hilos de un grupo

El atado se hace utilizando uno de los nudos siguientes:

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A) Se reparte un grupo de hilos en dos partes cogiendo la parte izquierda por encima del palo atador. Se hace un nudo normal por delante del palo y se pone el pulgar derecho encima del nudo, se dirigen ahora los hilos de la mano izquierda hacia la derecha pasándolos por debajo de los otros hilos para, finalmente, tirar y fijarlos por debajo del nudo.

B) Se coge un grupo de hilos y se los coloca encima del palo, be reparten los hilos en dos partes y, pasándolos por debajo del palo, se saca una parte por cada lado del haz, para hacer un nudo bien apretado encima de éste.

Figs. 82, 83 y 84

Manera de atar la urdimbre (A)

Figs. 85 y 86

Otra manera de atar la urdimbre (B)

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Una vez atada toda la urdimbre, se vigila la tensión de los hilos de urdimbre en la parte posterior del telar; se cepilla con cuidado la urdimbre desde el plegador hacia los lizos y, si se observan hilos flojos, se ajusta la tensión en el nudo correspondiente. Los nudos hechos hasta ahora son intencionadamente incompletos con el fin de abrirlos fácilmente para hacer las correcciones oportunas antes de cerrarlos de modo definitivo, lo que se hace con un nudo normal encima del primero. Si el atado se ha hecho según el nudo A hay que dar uniformidad a la urdimbre; se anuda un cordón en el lado derecho del atador y se pasa cutre la urdimbre por encima de los hilos superiores y debajo de los inferiores, se estira fuertemente y se ata en el extremo izquierdo del atador.

Figs. 87 y 88 Para nivelar los grupos se pasa una cuerda por la urdimbre

Atado de las urdimbres de lino Si la urdimbre es de lino no tardará mucho en observarse la dificultad de apretar los nudos, pues hecho uno se afloja otro y parece imposible hacer el anudado con regularidad. El mejor remedio es mojar los cabos de los hilos. Se anuda primeramente toda la urdimbre sin demasiada preocupación por su tensión, se humedecen después los hilos con un paño bien mojado, con ello, se disuelve la cola del lino y los hilos pueden anudarse nuevamente sin dificultad. Al iniciar un tejido de lino se repite el humedecimiento de los hilos hasta asegurarse de que no ceden más los nudos. Otro modo de atar la urdimbre Es el de unirla al palo atador con un cordón largo. Se anuda previamente la urdimbre en pequeños grupos que se dejan Colgando por delante del batán. En un extremo del palo se ata un cordón suficientemente largo para que pueda pasar entre el primer grupo de hilos de la urdimbre, se regresa al palo atador -donde da una vuelta- y se vuelve a recoger el segundo grupo, y así sucesivamente en un recorrido urdimbre-atador y viceversa para finalmente atar el cordón en el otro extremo del palo. Tirando del cordón se tensan los grupos hasta que se consiga en todos ellos la misma tensión y, sólo entonces, se ata el cordón en el segundo extremo de manera definitiva.

Fig. 89 Otra manera de atar la urdimbre con un cordón

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12 Armadura de lizos y pedales

Terminada la colocación de la urdimbre en el telar sólo quedan por armar los lizos, lo que consiste por un lado en suspender los lizos y, por otra, en conectar los mismos con los pedales. Estas operaciones son innecesarias en ciertos telares de pedales a mano en los que los lizos reposan entre los laterales en un marco que forma parte del mismo telar, y en cuyo caso los pedales están unidos cada uno de ellos a un lizo de forma que su conexión es fija e invariable. En telares de mayor dimensión penden los lizos de su parte superior; distinguimos así los telares cuya armadura es de contramarcha y aquellos en que la suspensión de los lizos se logra por medio de poleas.

Telar de poleas Suspensión de lizos Para suspender sólo dos lizos es suficiente colocar en el travesaño "soportalizos" dos poleas y pasar por ellas una cuerda cuyos cabos se anudan directamente a los lizos. No obstante, se logra un mejor equilibrio si la conexión entre éstos y las poleas se hace a través de tiralizos-balancines. Para hacer posible el movimiento de tres o cuatro lizos es necesario el uso de balancines. La suspensión de un mayor número de lizos requiere a su vez pasar el encordelado a través de más poleas. La figura 93 nos muestra en qué forma se suspenden los lizos en razón del número de ellos. Para soportar bien los lizos no deben situarse las poleas ni demasiado próximas a los extremos ni muy centradas en el travesaño. Estarán en posición adecuada cuando la distancia entre el extremo y la polea sea igual a 1 / 4 parte de la longitud total del travesaño. Colocadas las poleas, se pasa por ellas una cuerda a la que se atarán los balancines, preparados éstos previamente con un cordoncito formando un lazo y que se atará a la cuerda con el mismo nudo que se ha utilizado para los portalizos.

Para unir los balancines con los lizos se necesitan cordones cortos doblados y cerrados con un nudo -dos para cada balancín. Estos cordones se sitúan en los lizos de manera que el atado venga en línea recta desde las ranuras de los balancines hasta el lizo; se baja para ello un balancín hasta el lizo y se separan un poco las mallas para marcar los puntos que corresponda. Cada balancín está ligado a dos lizos y habrá que estudiar los gráficos que nos muestra la situación de los diferentes atados (figura 93). Los balancines de un lado han de estar en dirección contraría a los balancines del otro lado. Colocados todos los cordones en los sitios que les corresponden, se enlazan a los balancines. Finalmente, se ajusta la tensión de las cuerdas que deben mantenerse rectas, pero no tan tirantes que levanten los lizos. Para lograr un buen equilibrio hay que prestar atención a cada detalle de la suspensión, es decir, que los cordones que unen lizos y balancines sean de igual longitud, que su posición respete la línea recta y que el número de mallas exteriores a los anudados sea el mismo en ambos lados; se comprueba también que los portalizos -en los que descansan los lizos durante este proceso- están al mismo nivel. En cuanto a la altura de los lizos dependerá en ciertos casos del ligamento del tejido, pera la más normal es aquella en que los hilos de urdimbre pasan por el centro del ojal de la malla.

Fig. 90 Fig. 92

Diferentes maneras de suspender dos lizos Lazadas del cordón entre lizo y balancín

Fig. 91 Poleas y balancines preparados para la armadura de 4 lizos

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Fig. 93 Disposición de la armadura para diferentes números de lizos

Si la urdimbre es muy estrecha en relación con el ancho del telar, puede haber problemas con los lizos que en gran parte sobrepasan la urdimbre y quedan sin el apoyo de ésta. Lo que suele ocurrir en estos casos es que los lizos no suben ni bajan horizontalmente sino que se inclinan, a veces de forma muy molesta, y habrá que recurrir a pequeños trucos para que el tejido vaya bien, por lo que facilito dos soluciones que suelen dar resultado. Si la urdimbre no es excesivamente estrecha se pueden apoyar los extremos de los lizos con cintas de goma elástica. Doblada la cinta, como enseña la figura, con tantas vueltas como número de lizos, se unen y cierran con una cuerda en un lado. Después se cuelgan las cintas del travesaño y se introducen los listones superiores de los lizos, uno en cada vuelta de la cinta. Otra manera de estabilizar los lizos es atar entre el travesaño guiahilo y el antepecho unos hilos fuertes, por ejemplo, hilo de red. Antes de atar estos hilos en el antepecho se pasan por las mallas a razón de un hilo por cada malla en cada lizo. Los hilos pasarán también por el peine lo más cerca posible de sus extremos; finalmente se atan en el antepecho.

Figs. 94 y 95 Manera de estabilizar los lizos con cinta elástica

Fig. 96 Manera de estabilizar los lizos con un hilo

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Fig. 97

Atado de los pedales En un telar de sólo dos pedales y dos lizos el encordelado es invariable, cada lizo es atado a un pedal y se pisará uno y otro alternativa y sucesivamente. Cuando el número de lizos y pedales es mayor, las cuerdas, al unirlos, quedarían en diagonal como consecuencia de tirar de los lizos hacia un extremo. Para que las cuerdas vayan en línea recta hasta los pedales se provee el telar de palancas, una para cada lizo, que transmitirán la conexión entre lizo y pedal. Estas palancas -que denominamos levas- parten de uno de los laterales del telar. El atado de los pedales se efectúa desde detrás del telar o, si las dimensiones de éste lo permiten, dentro del mismo, sentado el tejedor de espalda al plegador de urdimbre. Para encordelar los lizos con las levas y unir éstas a su vez a los pedales se utiliza el mismo nudo usado ya al suspender los portalizos; este nudo, (fig. 29), conocido por los tejedores como "nudo de pedal", consiste en atar una cuerda en el anillo que forma otra cuerda. Primero hay que atar los lizos a las levas; buscar el centro en el batán y separar las mallas en línea recta para señalar así el punto medio de todos los lizos y enlazar una cuerda doblada en cada uno de sus listones inferiores. Atendamos ahora a las levas para conocer el sitio indicado de unión con el lizo. Las levas tienen tantos agujeros como el número de pedales con que cuenta el telar, y un agujero más en el centro que sirve para la conexión con el lizo y en el que se coloca una cuerda doblada cuya vuelta asoma unos 5 cm por encima de la leva y que se cierra con un doble nudo normal por debajo de ésta. Se ata ahora el primer lizo con la primera leva y el segundo con la segunda, etc. La altura de las levas debe sobrepasar un poco su horizontalidad respecto del suelo. A partir de ahora, al hablar de levas se darán por aludidos también los lizos correspondientes, ya que, una vez unidos, actúan simultáneamente.

Conexión entre lizo y leva

El gráfico La representación gráfica del atado entre pedal y lizo -la armadura- se encuentra en el cruce de las columnas horizontales, que representan los lizos, con las verticales, referentes a los pedales. La interpretación del gráfico ha de ser siempre igual a como la hacemos situados en la parte anterior del telar, de modo que el gráfico se lee al revés al atar los pedales desde la parte posterior del telar. Llevemos a la práctica el atado que se representa en la figura 98; es una armadura de 4 lizos y 2 pedales para el ligarnento tafetán. Para el encordelado entre leva y pedal se necesitan en este caso 4 cuerdas de 40 cm de longitud aproximadamente. Los agujeros de las levas adecuados para atar 2 pedales son aquellos que se encuentran más cercanos a ambos lados del atado leva-lizo. Volviendo al gráfico, atendamos al pedal n.° 1 y vemos que los cuadritos que corresponden a los lizos 1 y 3 están marcados en negro, lo que significa que éstos se atarán al primer pedal. Colocamos por ello una cuerda en la leva unida con el lizo 1 y otro en la que corresponde al lizo n.° 3. Del mismo modo se estudian los cuadros marcados para el siguiente pedal y se colocan las cuerdas en las levas tratándose en este caso de los lizos 2 y 4.

Fig. 98 Atado de los pedales de un telar de poleas visto desde detrás

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84 Para conectar las cuerdas colocadas en las levas con los pedales se preparan estos últimos con lazos de cuerdas de igual manera a como se hizo anteriormente en las levas. Se puede optar por atar dos cuerdas a un mismo lazo y resulta así que para el ejercicio que seguimos sólo hace falta un lazo en cada pedal. En ciertas armaduras de varios lizos, la calada no queda limpia si todas las cuerdas de los pedales se atan con la misma tensión; si esto sucede hay que poner más lazos en los pedales y atar sólo una cuerda en cada lazo. Las cuerdas de los lizos que quedan más atrás en el telar se dejan más tensas y se va disminuyendo sucesivamente la tensión de las cuerdas de los siguientes lizos para compensar de esta manera el hecho de que al pisar los pedales éstos tiran más fuertemente de las cuerdas correspondientes a los lizos más próximos al tejedor. La altura de los pedales depende del tejedor, pero lo más adecuado es anudar los pedales lo suficientemente altos para que al pisarlos lleguen casi al suelo. Si las cuerdas son nuevas puede ser difícil que los nudos se mantengan y es corriente que se haya de repetir el atado de los pedales cuando ya se ha iniciado el tejido. Las cuerdas se suavizan con el uso, pero entonces puede ocurrir que se abran o deshilachen los cabos, en cuyo caso las cuerdas pasarán con dificultad por lo agujeros; el mejor remedio es meter los cabos en cola o similar, por ejemplo en laca de uñas.

Telar de contramarcha Suspensión de lizos En el telar de contramarcha sólo hay un sistema de suspender los lizos independientemente del número de ellos. El travesaño soportalizos se sustituye por la sobreestructura de la contramarcha que reposa en los laterales y se suspende cada lizo con su cuerda correspondiente. (Véase preparación de las cuerdas pág. 28) Al proveer las cuerdas con un mosquetón y los lizos con un cáncamo en el sitio correspondiente, se efectúa fácilmente el traslado de los lizos desde el portalizos, si han descansado en éstos durante el montaje. Es muy importante comprobar la altura, que debe ser aquélla en que los hilos de urdimbre pasan por el centro de los ojales de las mallas. El hecho de unir cada lizo a dos puntos en la contramarcha y de pasar cada una de las cuerdas por poleas, favorece el equilibrio al subir y bajar los lizos evitando que se inclinen o bailen como puede suceder en telares con suspensión de lizos por el sistema de poleas.

Fig. 99

Altura correcta de los lizos

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Atado de los pedales Un telar de contramarcha lleva además de las levas corrientes otras más largas situadas por debajo de las primeras. Cada una de las levas largas está encordelada a un balancín por una cuerda que pasa exterior al telar. El número de levas cortas, levas largas y balancines (o palancas) en la contramarcha es igual al número de lizos del telar. La diferencia entre el atado de los pedales en un telar corriente y el de contramarcha estriba en que en este último se atan los pedales tanto a las levas cortas como a las largas. Cuando la conexión se transmite por una leva corta ésta facilita la bajada de un lizo, mientras que conectado a través de una leva larga ésta le hace subir. Los balancines o palancas de contramarcha deben permanecer cerrados en posición vertical con el freno al efectuarse tanto la suspensión de los lizos como el atado de los pedales. Primero se unen las levas cortas con los lizos en la manera descrita para el telar de poleas (fig. 97). Las levas largas se unen en sus extremos con las cuerdas de la contramarcha, que pasan exteriores al telar. Ambas levas, cortas y largas, deben quedar en posición horizontal. El gráfico Como el anudado se hace con el tejedor situado dentro del telar, detrás de los lizos, no olvide mantener el gráfico al revés para interpretarlo correctamente. Los agujeros indicados para atar un pedal son los que tanto en las levas largas como en las cortas forman una hilera que coincide con la dirección del pedal que ha de atarse. Para un atado de dos pedales lo correcto es utilizar los dos centrales, y para unir éstos a las levas cortas las cuerdas se colocan en los agujeros más cercanos a ambos lados del agujero central en el que se realiza el atado entre leva corta y lizo. Los agujeros de las levas largas adecuados para los atados son aquellos que se encuentran en línea recta con los utilizados en las levas cortas (que coinciden con la dirección del pedal). Las reglas para el anudado de los pedales en el telar de contramarcha son las siguientes: En las levas cortas se colocan las cuerdas según los cuadraos marcados en negro en el gráfico, los cuales indican los lizos que bajan. En las levas largas se colocan las cuerdas según los cuadros en blanco que corresponden a los lizos que suben. Antes de anudar las cuerdas se ha de comprobar nuevamente que su situación coincide con el gráfico. Cada pedal contará con un número de cuerdas igual al número de lizos repartidos entre las levas cortas y las largas.

Obsérvese que una misma cuerda nunca pasa por ambos tipos de levas, sólo se introduce en una leva, sea corta o larga. Pueden atarse dos cuerdas a un mismo lazo en el pedal. En el ejemplo que seguimos hay 4 cuerdas para atar a l.os pedales; para ello se preparan dos pedales, cada uno de ellos con dos cuerdas pequeñas en forma de lazo. Para el atado se buscan las cuerdas más cercanas, independientemente de que procedan de una leva corta o larga; no obstante, hay que encontrar entre las levas largas un camino libre para las cuerdas que proceden de una leva corta a fin de evitar que el atado entorpezca el movimiento de la leva larga cuando ésta haya de bajar durante el tejido. Los nudos para el atado son iguales que los descritos para el telar de poleas; me remito también a lo allí dicho sobre la altura de los pedales.

Fig. 100 Atado de los pedales en un telar de contramarcha vertical; visto desde detrás

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III La trama

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13 Accesorios para la trama En razón al tipo de tejido que se vaya a realizar se puede preparar la trama de distintas maneras y utilizar diferentes accesorios. Lo más frecuente es el uso de lanzaderas de diferentes tamaños, adecuados a los diversos grosores de la trama. El hilo de trama está preparado en pequeñas bobinas que se encierran en el hueco de las lanzaderas. Para la preparación de las bobinas se utiliza la máquina canillera (véase la figura 103. pág. 93). Agujas de red Son utensilios sencillos en los que se enrolla el hilo de un lado a otro. Lanzaderas de alfombra Cuando se trata de una trama muy gruesa es preferible utilizar la denominada lanzadera de alfombra. El paso de estas lanzaderas entre la calada es más lento, pero se compensa sobradamente porque, al contener más cantidad de trama, evita las interrupciones en el tejido para cambiar las bobinas. Dichas lanzaderas son también las adecuadas para los tejidos cuya trama se compone de telas cortadas a tiras, (fig. 176). Canillas gobelino Son las mismas canillas utilizadas desde antiguo para el tejido de tapices. El hilo se enrolla al lado de éstas en el espacio claramente destinado a ello; el otro lado acaba en forma de punzón, facilitando el paso de la canilla entre la urdimbre. Lanzadera rápida o volante Para tejer piezas muy anchas se puede equipar el telar con una lanzadera rápida o volante. La parte inferior del batán va entonces provista de una pista o carril sobre el que se desliza la lanzadera; ésta es despedida por la acción de dos tacos que la empujan al tirar el tejedor de un mango unido a un cordón en conexión a su vez cada uno de sus extremos al taco correspondiente. El mango se acciona de derecha a izquierda altertativamente y así se va pasando la lanzadera en una y otra dirección. La lanzadera rápida está reforzada con hierro en sus extremos. La canilla es de madera y en forma cónica para facilitar la salida del hilo, porque en estas lanzaderas el hilo no sale desde el centro de la misma sino por uno de los lados.

Fig. 101 Accesorios para la trama: 1 aguja 2 canilla gobelino

3 lanzaderas de alfombra 4 lanzaderas 5 lanzadera rápida o volante

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14 Embobinado de la trama

Si el material está en madejas se ponen éstas en una devanadora y, si está en bobinas, se colocan las mismas en los portabobinas, utensilios que, si son como el modelo sencillo de una bobina, se colocan en el suelo, o sobre .una mesa si es parecido al otro, con cabida para varias bobinas. En todos los casos el hilo debe ir en línea recta hasta la canillera, instrumento que utilizamos para el embobinado de la trama sujetándolo a una mesa. Las canillas en que se enrollará el material pueden ser de madera o de papel. Para hacer las últimas se toma la longitud del hueco de la lanzadera, se disminuye en dos cm aproximadamente y el resultado nos da la medida para cortar papeles cuadrados. Para hacer la bobina se enrolla el papel alrededor del husete de la canillera y, antes de que esté completamente enrollado, se introduce en el mismo el cabo del hilo. Se sujeta bien el papel hasta que esté enrollado del todo y el hilo haya dado una vuelta completa a lo largo de la canilla; entonces se empuja ésta hacia la parte más gruesa del husete. Al comenzar el embobinado se hace girar la manivela con la mano derecha a la vez que la izquierda guía el hilo de un extremo a otro de la bobina. Primeramente se marcan los extremos de la bobina con unas vueltas de más en cada lado, pero dejando en los mismos extremos una parte del papel sin cubrir. A medida que se embobina el material hay que formar la bobina de manera que cada vuelta sea más corta que la anterior, a la que no debe sobrepasar para que los hilos no resbalen en los extremos. Realizando la bobina tal como se ha indicado, ésta tendrá forma de huso. El cabo final se fija doblando el hilo y pasándolo bajo la última vuelta; esto impedirá que se deshaga la bobina, a la vez que el lazo formado permite sacar el cabo para colocar la bobina en la lanzadera. Cuando se embobine lino se debe mantener el hilo muy tenso; la bobina resultará bastante menos abultada en el centro que las realizadas con otros materiales.

Si se embobinan varios hilos a la vez deben mantenerse todos ellos con la misma tensión. Al colocar la bobina en la lanzadera debe tenerse en cuenta que el hilo que sale por el orificio de ésta debe venir desde debajo de la bobina al desenrollarse. La preparación de las bobinas requiere atención y esmero y es conveniente practicar con bobinas pequeñas hasta conseguirlas bien distribuidas. La bobina que no se ha preparado correctamente entorpece el trabajo y el resultado frecuente son bordes desiguales y poco estéticos en el tejido.

Fig. 102 Papel cortado a la medida del hueco de la lanzadera Fig. 103 Canillera

Fig. 104 Fig.105

Soportabobina Embobinado de dos hilos juntos

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Fig. 106 Comienzo de la canilla y cierre del cabo final

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15 Control previo al tejido

Aunque se estime que todas las fases de la disposición de la urdimbre se han realizado con la máxima atención, puede haber surgido algún error que se corregirá más fácilmente si se descubre antes de iniciarse el tejido; por ello aconsejo al tejedor que realice con calma un control general.

Control de la calada Se pisan los pedales y se observa la calada. Si los lizos quedan totalmente inmóviles puede deberse a una de las causas siguientes: -que no se han retirado los portalizos; -que no se ha quitado el freno a los balancines de la contramarcha. El error puede estar también en el anudado de los pedales cuando las levas se sobreponen unas a otras o cuando las cuerdas de los pedales se cruzan. En el telar de contramarcha el error puede consistir en una mala disposición de las cuerdas en las levas; por ejemplo, si el pedal se ha unido tanto con la primera leva corta como con la primera leva larga, no podrá moverse el lizo correspondiente debido a la oposición de las funciones de las levas. Si los lizos se mueven desigualmente inclinándose hacia un lado, la causa está en que los atados de los balancines y poleas están mal situados. Para corregir esto, deberán estudiarse nuevamente los gráficos de la suspensión de los lizos. En telar de contramarcha una inclinación se puede deber a que algunas de las cuerdas que suspenden los lizos se hayan cruzado entre sí. Si la calada tiene poca apertura puede deberse a lo siguiente: -que la altura del batán sea incorrecta; no lo será cuando los hilos de urdimbre pasen por el centro del peine sin rozarlo en su parte superior ni inferior; -que los pedales estén atados demasiado altos o bajos. Son varias las razones que influyen en la altura adecuada de los pedales; el tejedor principiante suele tener que ajustar varias veces el anudado hasta conseguir que los pedales tengan la posición adecuada.

Si al abrir una calada las dos capas no se forman regularmente y dificultan el paso de la trama, puede deberse a que los hilos no se encuentran bien nivelados entre sí. Recuérdese que para cada ajuste en la armadura de los lizos y pedales hay que fijar previamente la posición de los lizos colocándolos en los portalizos; por ello, es conveniente dejar preparados siempre los portalizos con las cuerdas y colgarlos durante el tejido del travesaño posterior del telar. En el telar de contramarcha se fija la posición de los lizos con un freno en los balancines. La tensión de la urdimbre influye también en la apertura de la calada. Al empezar el tejido debe dejarse la urdimbre bastante floja, tanto para evitar que los nudos del atado de la urdimbre se deshagan, como para facilitar que los grupos de hilos en los nudos se junten más rápidamente en el tejido. Naturalmente no debe estar la urdimbre tan floja que dificulte el paso de la lanzadera. Control del remetido por lizos y peine Cuando se han tejido unas pasadas se examina el tejido para comprobar que el remetido es correcto. Los errores eventuales serán más visibles si se utiliza una trama gruesa y de color diferente al de la urdimbre. Si observamos hilos sueltos en el derecho o en el revés del tejido se debe a que dichos hilos no han sido introducidos a través de la malla. Se ha de abrir, pues, el nudo del atado para sacar el hilo y pasarlo por la malla. Si unos hilos se encuentran en el centro de la calada entre las dos capas es porque han sido cruzados entre malla y peine. Hay que localizar los hilos, sacarlos del nudo y pasarlos de nuevo en el orden correcto. Si algunos hilos no concuerdan con el ligamento es debido a errores en el remetido por lizos. En algunos casos puede corregirse el fallo quitando uno o dos hilos (por ejemplo, en un remetido seguido). Otros errores consisten en que falta algún hilo o en que el hilo no está situado en su correspondiente lizo. Para solucionar tales errores habrá que colocar mallas en los sitios en que falten; para ello se abre el nudo de una malla y se pasa en el listón superior del lizo entre los ojales de las mallas puestas; cuando llega a su sitio se ata de nuevo por debajo del listón inferior. Al poner un hilo suplementario se prepara éste en una bobina y cuando el cabo ha sido introducido por la malla y pasado por el peine se deja colgar la bobina detrás del plegador de urdimbre procurando que quede igual de tenso que los demás hilos, lo cual se puede lograr, por ejemplo, con una pesa anudada al hilo. Cuando se haya añadido o quitado algún hilo hay que sacar los hilos del peine desde el sitio del error hasta el borde y volver a remeterlos. En una urdimbre muy tupida hay que observar atentamente el tejido. Si

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se detectan efectos a manera de listas o rayas de más tupidez o si, por el contrario, de más separación, más claras, se debe a errores en el remetido del peine. Si se encuentra una palleta libre por faltar un hilo se comprueba primero si éste se ha escapado del peine, porque si es así se encontrará cerca de su malla. En otros casos hay que sacar los hilos del peine desde el lugar del error y pasarlos nuevamente. Control del anudado de la urdimbre Controlados y arreglados los posibles errores de la disposición de la urdimbre, se estudia la línea transversal del tejido. Se aprieta lentamente la pasada de la trama al tejido, con el batán. Si el tejido queda perfectamente recto puede el tejedor darse por satisfecho al haber conseguido un anudado regular. Si, por el contrario, se notan ondulaciones en la línea del tejido hay que ajustar la tensión. En las partes donde la trama se curva hacia abajo, dejando como un hueco en el tejido, el nudo correspondiente estará demasiado fuerte. Si, por el contrario, el tejido tiende a crecer más en una parte ello significa que los hilos de la urdimbre se encuentran flojos o que el nudo no ha sido bien cerrado. El tiempo que puede llevar la corrección de estos errores queda sobradamente compensado con la satisfacción de la obra bien hecha, mientras que el defecto no corregido se hará visible al tejedor en todo momento.

Fig. 107 Consecuencias de un atado irregular

16 El tejido

El proceso de tejer consiste en tres acciones principales que son: pisar un pedal para abrir la calada, pasar la trama por la misma y, finalmente, ajustar la pasada con el batán. En cada una de estas fases deben tomarse en consideración las características de cada tejido. El ejemplo que aquí presento se refiere a un tejido lanzado, usando dos pedales. Al principio puede parecer difícil seguir el orden de los diferentes movimientos pero es aconsejable intentarlo, porque al encontrar el ritmo de tejer se logrará una cierta rapidez y una regularidad en el tejido. El proceso que se sigue para tejer es el siguiente: se pisa el pedal derecho y se empuja el batán hacia los lizos con la mano izquierda; con la mano derecha se lanza la lanzadera por la calada, lo más cerca posible del peine. Mientras la lanzadera hace su camino se coge el batán con la mano derecha para dejar libre la izquierda, que recogerá la lanzadera al salir ésta por su lado. Se ajusta la pasada con el batán; éste debe cogerse siempre por el centro. Mientras se mantiene el batán cerca del tejido, se pasa el pie al otro pedal, hecho lo cual se aleja el batán con la mano derecha y la pasada siguiente, desde la izquierda, se efectúa repitiendo los pasos, o sea: - se aleja el batán con la mano derecha; - se envía la lanzadera por la calada con la mano izquierda; - se cambia de mano en el batán; - se recoge la lanzadera con la mano derecha; - se ajusta la pasada con la mano izquierda en el batán y se cambia al mismo tiempo de pedal. Se debe empujar y recoger la lanzadera con firmeza, sin interrumpir el ritmo, por lo qué no se ha de dejar encima del tejido más que en los momentos que sea necesario. Se debe presionar el pedal con todo el pie, sin más fuerza que la precisa, mientras el cuerpo descansa en el banco. Son muchos los factores que influyen en el resultado del tejido. En este capítulo me centro en los más importantes sin olvidar que es la propia mano del tejedor la que en definitiva determina el resultado final.

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Fig. 108 La lanzadera pasa cerca del peine y el batán se coge por el centro

Relación entre los golpes del batán y la calada En el ejemplo descrito, el batán cierra la pasada de la trama en calada cerrada, pero antes de que los hilos de urdimbre se crucen. Con este ajuste los hilos de trama y urdimbre ceden por igual. Éste es el sistema más utilizado. Suele ser suficiente con un solo ajuste de batán, siempre y cuando sea efectivo. Si el tejido lo requiere se da un segundo golpe después de haber cambiado el pedal. Sin embargo, no se deben hacer movimientos innecesarios del batán para evitar un desgaste de la urdimbre sobre todo si los hilos son de calidad fina y delicada. Cuando se trata de tejidos en los que la urdimbre debe ser cubierta por la trama, se ajusta la pasada en calada cerrada o cruzada, es decir, dando uno o más golpes después de haber cambiado de pedal; al hacerlo así se consume más trama, por lo que hay que dejar ésta más abundante; en algunos tejidos bastará con dejar la trama en un semicírculo; en otros, el hilo formará varios y pequeños semicírculos en el ancho del tejido, como se debe hacer en los tejidos cuya urdimbre debe quedar cubierta del todo. Recordemos que el batán descansa en muescas; para ajustar la trama con regularidad, se debe trasladar el batán hacia atrás al crecer el tejido, a fin de que los golpes se den con el mismo impulso. Densidad de trama Se mide en número de pasadas por centímetro. En un tejido regular de tafetán, el número de pasadas por cm es igual al número de hilos de urdimbre en un cm; en tejidos con ligamento de sarga la densidad de la trama será correcta si las pasadas forman una diagonal con un ángulo de 45°. Encontrada la densidad correcta, se anota en el proyecto el número de pasadas por cm y se comprueba de vez en cuando a lo largo del tejido. Orillos

Ciertamente hay que prestar atención a los bordes del tejido, pero el

Figs. 109 y 110 Dos maneras de dejar trama suficiente para que no encoja el tejido

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principiante no debe preocuparse demasiado por ellos, porque, al intentar dejar los bordes limpios, sin que se vean las vueltas de la trama, tensará demasiado el hilo de trama y, en consecuencia, el tejido se estrechará; cuando esto sucede se corre el riesgo de que se rompan los hilos de urdimbre. Este defecto me parece peor que el de unos orillos irregulares. Cuando el tejedor se acostumbra a dejar la trama con la longitud y tensión apropiada conseguirá sin dificultad un tejido con buenos orillos. Por otra parte, repito lo dicho respecto a la preparación del material: una bobina mal hecha entorpece el trabajo, siendo preferible deshacerla y prepararla de nuevo. No se olvide tampoco que el hilo debe salir en la lanzadera desde debajo de la bobina. El templazo Si el tejido se curva hacia abajo en el centro y los hilos no vienen rectos desde el peine, se debe a que el tejido sufre una gran contracción. Se intenta primero dejar la trama más suelta para recuperar el ancho que corresponda; si no se consigue puede ser que, debido al tipo de tejido, se haga necesario el uso de un templazo. Los templazos se fabrican en hierro o madera y consisten en dos listones separables que llevan púas metálicas en cada extremo. Para su colocación se mantiene el templazo cerca del peine y con las púas hacia arriba para ajustar la longitud del mismo al ancho de la urdimbre. Comprobada la medida se unen las dos partes del templazo pasando un pequeño eje de hierro por los agujeros. Al colocar el templazo se fijan bien las púas en el tejido; no deben introducirse tan cerca de los extremos del tejido que puedan romperse los hilos de urdimbre, ni tampoco tan distantes que causen defectos en el tejido. El templazo se fijará mejor si la urdimbre no está demasiado tensa. A medida que el tejido va creciendo es preciso colocarlo nuevamente cerca de las últimas pasadas y a intervalos regulares a lo largo del tejido. Al dejar de tejer es conveniente quitarlo para evitar que el tejido ceda más en unas partes que en otras.

Fig. 111 El largo de templazo se ajusta a la anchura de la urdimbre

La tensión de la urdimbre En primer lugar hay que tener en cuenta que la tensión de la urdimbre no puede ser excesiva en cualquier material; tejidos tales como alfombras -u otros artículos parecidos en los que la trama cubre totalmente la urdimbre cuando ésta sea de un material resistente- admiten y deben tener una fuerte tensión: por el contrario, un tejido de lino resultará más brillante y uno de lana más suave si la urdimbre se ajusta sólo lo necesario para que la calada resulte limpia y la lanzadera pueda pasar sin dificultad. Lo importante es que la tensión que demos a cada urdimbre se mantenga a lo largo de todo el tejido. Remates de la trama Al cambiar de bobina hay que rematar los hilos en la forma que sea más apropiada. Si el artículo que se teje se va a confeccionar de modo que los bordes queden ocultos, los cabos de trama pueden dejarse en los orillos sin rematar -por ejemplo en los tejidos de tapicería- y siempre será preferible cuando el diseño requiera muchos cambios de color. No obstante, el remate de los hilos debe hacerse siempre en los demás tejidos, aun cuando requiera atención por parte del tejedor y pueda ser bastante laborioso. Remate de dos hilos de igual material Donde termina el cabo de la bobina se coloca, en longitud variable por encima de éste, el hilo de la bobina nueva; así, en tejidos muy tupidos bastará con que ambos hilos se sobrepongan uno o dos cm. y un espacio mayor cuando los hilos de urdimbre estén muy espaciados (fig. 112) . Trama de dos o más hilos Si la trama consiste de dos o más hilos, éstos se reparten para sacarlos en sitios diferentes, de forma que queden cada uno de los hilos de la trama nueva encima de uno de los anteriores (fig. 113) . Tejidos de rayas Si un efecto de la trama consiste en sólo dos pasadas se deja en la primera el cabo final bastante largo y fuera del tejido para después unirlo con el otro cabo en la segunda pasada, haciendo una sola unión en lugar de dos remetidos (fig. 114) . Si un tejido lanzado lleva un color que se repite con frecuencia y en pasadas cercanas será preferible seguir con el mismo hilo sin cortarlo. En tejidos de rayas más anchas hay que fijar tanto el hilo de un color como el del otro; para ello, terminado un color se vuelve el cabo en la misma calada de la última pasada dándole una vuelta alrededor del hilo extremo de la urdimbre. Al hacer la primera pasada del color siguiente, se

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deja el cabo del hilo fuera del tejido para meterlo después en la calada de la segunda pasada (fig. 115) . Haciendo los remates en tejidos lanzados, los cabos sobrantes se pueden sacar por encima del tejido para cortarlos después de haberlos cerrado con algunas pasadas. Se ha de procurar repartir bien los remates en todo el ancho del tejido, para evitar que suba más en un sitio que en otro. Enrollado del tejido Cuando sea preciso desenrollar una parte nueva de la urdimbre, se suelta el freno del volante de su plegador y se enrolla el tejido con el volante del plegador de tela. Los ajustes del batán serán regulares y la densidad de trama, uniforme si se enrolla el tejido en pequeñas partes, por lo que no debe enrollarse tanto que el batán no pueda ajustar correctamente la trama. Cuando el tejido alcanza el plegador, se colocan sobre éste las varillas de madera que protegerán el tejido de las cuerdas. El plegador se cubrirá totalmente en la primera vuelta. Si se olvida colocar las varillas no dejará de notarse que el tejido hace ondulaciones producidas por las cuerdas; que, por otra parte, dejarán marcas en el tejido para las que no habrá remetido cuando se trate de lino.

Figs. 112-115

Diferentes remates

Rotura de hilos de urdimbre Cada tejido tiene sus peculiaridades que el tejedor debe conocer y tener en cuenta al tejer; de su atención y cuidado dependerá en buena parte el desgaste y posible rotura de los hilos de urdimbre. Cuando se rompe un hilo de urdimbre hay que arreglarlo inmediatamente, porque puede entrelazarse con los demás hilos de urdimbre y provocar la rotura de otros. Hay que localizar los cabos del hilo roto, que se encontrarán cerca del tejido, entre los lizos o detrás de éstos. Una manera de arreglar el hilo roto es anudar sus cabos a otro hilo -normalmente corto— con el nudo tejedor. Si la urdimbre es gruesa los nudos del arreglo descrito pasarían con dificultad por el peine, siendo mejor cambiar el hilo roto por otro nuevo de la forma siguiente: se saca el hilo roto hasta la cruz, entre las varillas, sin cortarlo, y allí en la cruz, se anuda a un hilo nuevo que sustituirá al roto. El hilo suplementario debe ser largo porque pasará por la malla y el peine para llegar al tejido donde se fija el cabo dando unas vueltas alrededor de un alfiler que se clavará en el tejido.

F¡g. 116 hilo roto

Manera de sustituir un

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Se ha de igualar la tensión del hilo nuevo al resto de la urdimbre. Mientras se teje con el hilo inicial y el supletorio unidos junto a la cruz no hay que olvidar que siempre que sea preciso enrollar el tejido hay que deshacer el lazo y anudar nuevamente ambos hilos más atrás, siempre junto a la cruz para que los cabos no se enreden en la urdimbre. Cuando se ha tejido aproximadamente medio metro, o al observar que el cabo del hilo que se rompió puede llegar al tejido, se vuelve a utilizar el hilo inicial quitando el que le suplió. La fijación del hilo al tejido se hará del modo indicado anteriormente para el hilo supletorio. Puede optarse también por continuar tejiendo con el hilo supletorio hasta acabar el tejido que se está realizando; por eso se necesita a veces un hilo muy largo que puede prepararse en una bobina. Una vez terminado el tejido se hace el remate de los hilos rotos. Al tomar la medida del tejido realizado hay que tener en cuenta la influencia de la tensión de la urdimbre siendo así la medida más correcta aquella que se recibe con la urdimbre suelta de su tensión; por ejemplo en el momento de desenrollar una nueva parte.

Fig. 117 A lo largo del tejido se anotan las medidas

Los acabados del tejido Los acabados del tejido tienen que ser debidamente atendidos en el telar; hay, asimismo, que añadir a la longitud del tejido lo necesario para un dobladillo o dejar suficiente urdimbre sin tejer para que los hilos puedan anudarse cómodamente, una vez cortado el tejido. En tejidos de trama gruesa ésta tiende a escapar al cortar el tejido, por lo cual se deben tejer unas pasadas bien apretadas y de un hilo fino, tanto al principio como al final del tejido. Si se tejen distintas piezas en una misma urdimbre, hay que tener en cuenta los acabados de cada una de ellas o bien espaciar considerablemente el final de un tejido y el principio de otro para posibles flecos. Puede, asimismo, cortarse un tejido terminado aun cuando no se haya acabado la urdimbre; para esto se enrolla el tejido hasta el antepecho y se cortan los hilos de urdimbre en pequeños grupos con los que se hace un lazo para impedir que se escapen del peine. Material y ligamento o técnica Recordemos que antes de preparar una urdimbre se debe hacer un proyecto con las anotaciones referentes al tejido. (Véase el modelo de un proyecto en página 34). Entre los datos de este proyecto pueden considerarse como principales los que se refieren al ligamento, material y peine. Pues la correcta combinación entre material, ligamento y, en cierto modo, peine es lo que determina el resultado de un tejido, sin olvidar la importancia de un trabajo bien realizado. Aunque algunas técnicas son más apropiadas para determinados tipos de tejido, no hay reglas que delimiten la elección específica de una u otra técnica; un mismo ligamento o una técnica pueden servir para artículos de muy diferentes destinos. No obstante, hay que atender a ciertos factores, entre ellos el uso a que se destina el tejido, y en función de ellos elegir tanto el material como el ligamento apropiado. Así, por ejemplo, habrá que evitar materiales que puedan desteñir cuando se trata de artículos domésticos que deben lavarse con cierta frecuencia. Para estos artículos debe además tenerse en cuenta que un material puede encoger más que otro y que no deben mezclarse hilos de diferentes materiales en la trama. En tejidos tales como alfombras y telas destinadas a tapicería de muebles, será la resistencia al desgaste lo que determine la elección de material y ligamento. Además de que el material que se use para estos tejidos tiene que ser fuerte, deben evitarse ligamentos o técnicas en las que los hilos monten sueltos en tramos largos sobre el tejido. Ciertos tejidos de lana, como mantas y telas para la confección de ropa, serán tratados con un acabado que consiste en cardar o perchar el tejido

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para sacar una superficie lanosa. Para estos artículos es importante asegurarse de que el material que se emplea sea el apropiado para los tratamientos. Estos ejemplos, tan generales, son una pequeña muestra de los muchos aspectos que debe tener en cuenta el tejedor al elegir el material y ligamento para cada tejido. Peine En la calidad de un tejido influye también el peine que se usa, pues la densidad del peine y el número de hilos que se pasa por los espacios entre las palletas es lo que determina la densidad de la urdimbre. La elección del peine se hace más fácil cuando urdimbre y trama sean del mismo material y la tupidez del tejido sea la normal, es decir, no muy densa ni demasiado separada. Para tejidos de estas características se puede hacer una prueba de la forma siguiente: se enrolla el hilo en una regla cubriéndola en unos centímetros con la separación deseada. Si el número resultante es, por ejemplo, 8 hilos por cm se puede o bien utilizar un peine de 8 pall/cm. y pasar un hilo por palleta, o bien se enhebran dos hilos juntos en un peine de 4 pall/cm. Con el primero se obtiene un tejido más liso; sin embargo, al pasar los hilos por un peine más espaciado se evitan desgastes de un material delicado. Cuando se proyecta un tejido en el que la trama va a cubrir la urdimbre debe aplicarse un peine de mayor separación; por el contrario, se requiere un peine más tupido que lo normal para un tejido de efecto por urdimbre, o sea, cuando ésta va a cubrir la trama. Son muchos los factores que influyen en la correcta elección de peine, tales como el ligamento, el material y la textura que se quiere lograr en el tejido. Los conocimientos de todo ello se adquieren principalmente por la propia experiencia y resulta así evidente que el tejedor precisa cierta práctica antes de saber elegir en cada caso el peine adecuado. Es por ello conveniente realizar una muestra del tejido antes de preparar la urdimbre definitiva. Estas muestras, junto al estudio de la relación entre material, ligamento y peine en proyectos probados, constituyen la mejor ayuda para la a veces difícil tarea de proyectar un tejido. Orillos reforzados Cuando la urdimbre ha sido enhebrada con un solo hilo por palleta se refuerzan los orillos con un mayor número de hilos. Normalmente es suficiente pasar dos hilos por las dos últimas palletas en cada lado. En urdimbres para alfombras pueden reforzarse los orillos con más hilos, e incluso pueden pasarse los últimos cuatro hilos dobles tanto por las mallas como por el peine; con esto se forman pequeñas elevaciones en los bordes.

Cuando se trata de tejidos de mayor transparencia, como visillos, no deben reforzarse los orillos demasiado, pues quedarían muy tensos, lo cual puede originar visibles ondulaciones en el tejido. El ancho del tejido y el ancho del peine Al proyectar un tejido hay que tener en cuenta que éste tiende a encoger. Son muchos los factores que influyen en esta reducción, -como el material que se usa para la trama, el ligamento y la propia mano-, por ello es difícil fijar con exactitud en qué medida puede encoger un tejido. Como reglas generales deben tenerse en cuenta las siguientes: un tejido encoge más con un trama de material grueso que si la trama es de material fino; si la trama es lino, al no ser elástico, mantiene con efectividad el ancho del tejido, al contrario que el algodón, la lana y los hilos de fuerte torsión. Los ligamentos sarga y panamá contraen más que el tafetán. Ejemplo: para un tejido de tafetán realizado con lino es suficiente que contemos con que la reducción será del 2 al 3 %, mientras que para un tejido con lana y ligamento de sarga hay que prever del 4 al 6 %. Si el tejido lleva acabado (lavado, batanado, cardado, etc.) hay que contar además con un encogimiento del 6 al 10 % según el tipo de acabado.

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IV Teoría del tejido

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17 La representación gráfica

El sistema de enlazar los hilos de urdimbre con los de trama es el ligamento de un tejido. El estudio detallado de ello es la teoría del tejido o más correctamente la teoría del ligamento. Mi intención no es presentar ahora un estudio exhaustivo de este tema sino sólo una breve descripción.

Tanto el ligamento de un tejido como su montaje, o sea, los datos necesarios para su realización en el telar, se proyectan en dibujo según ciertas reglas. Llamamos gráfico al conjunto representado en dibujo y que incluye todos los datos del tejido. Análisis de un tejido y el gráfico Para dibujar fácilmente el ligamento de un tejido se utiliza un papel cuadriculado en el que se supone que cada columna vertical es un hilo de urdimbre y que cada uno de los renglones horizontales representa un hilo de trama. Para indicar que un hilo de urdimbre está bajado y, por consiguiente, la trama se encuentra por encima en el derecho del tejido se dibuja en negro el cuadro correspondiente en la cuadrícula. Un cuadro en blanco indica lo contrario, o sea que la trama pasa por debajo del hilo de urdimbre. El punto que resulta de pasar un hilo por encima o por debajo de una pasada o viceversa se denomina el punto de ligadura. La parte inferior derecha del dibujo del ligamento —o patróndelimita con líneas más gruesas el curso o rapport, nombre que se da a la parte del ligamento que se repite con regularidad a lo largo y a lo ancho del tejido. Cuando no se conoce el ligamento de un tejido hay que analizar una muestra del mismo y proyectar en dibujo los pasos y entrelazamientos de cada pasada de trama con los hilos de urdimbre. La figura 118 muestra la proyección de un tejido del ligamento más sencillo que es el tafetán. La primera pasada de trama va primero por debajo de un hilo de urdimbre y después por encima del segundo para seguir por debajo del tercero, etc.

El paso del segundo hilo de trama empieza por encima del primer hilo de urdimbre y continúa por debajo del segundo. Los siguientes hilos de trama repiten los pasos de los dos primeros. Puede así marcarse el rapport que en este caso sólo consta de cuatro cuadritos de los cuales dos son marcados en negro y dos en blanco. De la misma manera se proyecta el dibujo hasta los ligamentos más complicados. Aunque en el primer momento parezcan los tejidos y sus ligamentos muy diferentes, debe conocerse que son ciertas leyes y reglas las que fijan la construcción de un ligamento. Una vez el tejedor haya practicado y estudiado distintas clases de tejidos, conocerá las bases generales de los ligamentos y le resultará más fácil realizar un análisis de un tejido desconocido, incluso proyectar un diseño y dibujar el patrón del ligamento. Para la interpretación práctica del ligamento en el telar se completa el dibujo con una representación del remetido, armadura y orden de pedaleo. El conjunto de estos elementos se conoce como montaje o montura del ligamento. 118 Urdimbre

Urdimbre

Trama

Trama

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Urdimbre

Urdimbre

Trama

Trama

Fig. 118 Esquema y representación gráfica de un tejido de tafetán

Fig. 119 Esquema y representación gráfica de un tejido de sarga

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El remetido Una vez proyectado el dibujo del ligamento, para su realización en el telar, se ordena el remetido o disposición de los hilos en los lizos. Éstos se dibujan debajo del ligamento en renglones horizontales de número igual a los lizos necesarios para el tejido. Los lizos se numeran de delante hacia atrás siendo el primero el que está más cerca del dibujo del ligamento. Cuando un cuadrito está dibujado en negro o marcado con cualquier signo, por ejemplo una rayita trazada en el cuadro, esto significa que pasará un hilo de urdimbre por la malla. El dibujo del remetido indica así por un lado, el número de lizos que requiere el ligamento y, por otro, nos enseña el orden en que han de ser enhebrados los hilos de urdimbre. El número de lizos de un ligamento es igual al número de hilos de urdimbre cuyos entrelazamientos sean distintos. Representación de los pedales y la armadura Cuando los hilos de urdimbre estén ordenados y representados en los lizos se atiende, por un lado, a los pedales y el orden en que éstos han de ser pisados, el pedaleo, y, por otro, a la conexión entre los pedales y los lizos, la armadura. Para dibujar los pedales se utilizan las columnas verticales al lado derecho del ligamento. Los pedales se numeran en la parte superior considerando la columna más a la derecha como el primer pedal. El número de pedales de un ligamento es igual al número de diferentes pasadas de trama. En las columnas que representan los pedales se indica el pedaleo, siendo lo más corriente que el tejido empiece en el pedal número uno. La armadura se dibuja en el punto de encuentro de los renglones que representan los lizos y las columnas representativas de los pedales. En la armadura se indican los lizos que han de ser bajados para las diferentes pasadas. Por ello se estudia pasada por pasada de la trama en el dibujo del ligamento. Los hilos de urdimbre que estén por debajo de la trama son los mismos que habrá que bajar. Hay que buscar su sitio, es decir, el lizo en que ha sido remetido e indicar en la armadura la conexión entre este lizo y un pedal. Los cuadros en negro en la armadura representan así las cuerdas que unirán los lizos con los pedales. En telar de contramarcha se une el pedal con el lizo a través de una leva corta cuando el cuadro está marcado en negro y a través de una leva larga cuando está en blanco. En telar de calada de alza, en que la acción de los pedales es la de subir un lizo, se interpretan los cuadros blancos en la armadura. El grado de dificultad de ordenar remetido, armadura y pedaleo se debe, en primer lugar, a la complejidad del ligamento. Tanto el remetido como el orden de pisar los pedales se debe disponer de la forma más sencilla y cómoda posible. Los órdenes más corrientes de remetido y pedaleo son: - orden seguido - orden en punta - orden quebrado o interrumpido - ordenado en grupos

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Pedales y orden de pedaleo

Fig 120 Proyección y representación del remetido

Fig 121 Proyección y representación de los pedales y el atado de los mismos

Fig 122 montura

Dibujo del tejido y su

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Construcción del dibujo del ligamento Una buena manera de conocer la relación entre el dibujo del ligamento y los componentes de su montura es practicar la operación opuesta a la descrita anteriormente, es decir, construir el ligamento o dibujo del tejido que se obtiene por un montaje determinado. Los principios para tal tarea consisten en estudiar los hilos que bajarán para cada pasada y en dibujar éstos en la cuadrícula de forma que coincidan las columnas verticales con los hilos en los lizos y que los renglones horizontales que representan las pasadas de trama se encuentren en línea con las indicaciones en los pedales.

Fig. 123 Construcción de dibujo del ligamento, un rapport

Las figuras 123 y 124 representan un ligamento de sarga cuyo remetido y pedaleo es en orden seguido. Cada pedal está atado a dos lizos de forma que siempre bajan y suben un par de hilos que se encuentran uno al lado del otro, con un desplazamiento a la derecha, tomando un nuevo hilo en cada pasada. El rapport delimitado corresponde a 4 hilos de urdimbre y 4 pasadas diferentes. Para construir el dibujo del ligamento se estudia pasada por pasada tal como indica el ejercicio siguiente. Para la primera pasada se pisa el pedal número uno; siguiendo la flecha desde el pedal hasta la armadura podemos constatar que está el pedal atado con los lizos números 3 y 4. Los hilos que se encuentran en estos lizos son los que bajarán, dejando por consiguiente la pasada de trama por encima. Se han de marcar, por ello, los cuadros correspondientes en el dibujo del ligamento. De la misma manera se dibujan en el ligamento los hilos que bajarán al efectuarse la pasada siguiente, pisando el segundo pedal. Hay que buscar los lizos (2 y 3) atados a este pedal y marcar los cuadros en el renglón de la segunda pasada. El tercer pedal está atado con los lizos 1 y 2, mientras que la cuarta y última pasada bajará los lizos número 1 y 4. Un dibujo más completo del ligamento se obtiene cuando en el remetido se indica un mayor número de hilos y pasadas efectuadas en el pedaleo, como en la figura 124.

Fig. 124- Rapport repetido a lo largo y a lo ancho

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18 Los ligamentos fundamentales y sus derivados más corrientes

Cualquier ligamento o dibujo, por complicado y extenso que sea. puede ponerse en relación con uno de los ligamentos fundamentales. Éstos son de tres clases: tafetán, sarga y raso. Los ligamentos que se desarrollan de éstos se denominan ligamentos derivados. Por combinado o compuesto se entiende un ligamento construido o bien por la combinación de dos diferentes ligamentos fundamentales o bien por dos variantes de uno mismo. Tanto los ligamentos combinados como los derivados dan lugar a una variedad de tejidos y dibujos de características muy distintas.

Tafetán Tafetán es el más sencillo y antiguo de los ligamentos y su característica es que los hilos de urdimbre y trama se cruzan continuamente, es decir, todos los hilos impares están debajo de una trama y todos los pares, debajo de la otra. El tafetán tiene dos caras iguales, sin derecho ni revés en el tejido, y su superficie es lisa, sin dibujo. Los tejidos de tafetán tienen diferentes denominaciones según el material de que están hechos. Los más corrientes son: lienzo de algodón o de lino, calicó de algodón, tafetán de seda, rayón, estambre, etc. Corrientemente se llama tejidos a la plana a los de algodón o lino con ligamento tafetán. Para un tejido de tafetán se precisan sólo dos lizos, pero generalmente se reparten los hilos entre cuatro lizos; así los hilos de la urdimbre no quedan tan juntos, lo que disminuye el desgaste de los hilos. El tafetán se puede remeter también de cualquier otra forma. Lo importante es que los pedales puedan bajar alternativamente cada dos hilos de urdimbre. La superficie lisa del tafetán lo hace muy adecuado como fondo para dibujos, bien elaborados manualmente o bien producidos por un orden especial del remetido.

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Fig. 125 Tejido de tafetán

Fig. 126 Fig. 127

Tafetán de 2 lizos Tafetán de 4 lizos

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Derivados del tafetán Por una nueva disposición o un redoble de los hilos de urdimbre o de trama Se obtienen los ligamentos derivados. Los derivados más corrientes de tafetán son panamá, reps por trama y reps por urdimbre. Panamá Panamá es un ligamento de tafetán en el que los hilos de urdimbre y trama son dobles. Este ligamento puede obtenerse con sólo dos lizos en que se pasan dos hilos consecutivos en cada lizo, pero lo más corriente es que los hilos se distribuyan entre 4 lizos. Las indicaciones repetidas en los pedales significan que la trama consta de dos hilos. Reps por trama En un tejido de reps -o efecto- por trama están los hilos de urdimbre bien espaciados y las pasadas de trama se aprietan fuertemente de forma que cubran la urdimbre. Resulta así un tejido de máxima visibilidad de la trama y, por ello, un ligamento muy adecuado para todo tipo de tejidos cuyos diseños de rayas o dibujos figurativos se compongan de diferentes colores. Reps por urdimbre El reps -o efecto- por urdimbre se obtiene cuando la trama, de hilo fino o grueso, se oculta por los hilos de urdimbre, siendo éstos en mayor número. Tal ligamento tiene su principal aplicación en la producción de cintas. Otro ejemplo se encuentra en el proyecto de una alfombra de reps por urdimbre de la página 160.

Fig. 128

Tejido de panamá

Fig. 129

Panamá de 2 lizos

Fig. 130 Panamá de 4 lizos

Sarga

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La sarga es considerada como el segundo de los ligamentos fundamentales y es algo más complicada que el tafetán. La característica de los tejidos de sarga, también llamados tejidos en diagonal, es que los puntos de ligadura se trasladan un espacio hacia un lado por cada pasada de trama y de esta manera se consiguen líneas diagonales. Recordemos que por punto de ligadura se entiende el punto que resulta de pasar un hilo por encima o por debajo de una pasada o viceversa. Lo más común es que estos puntos se trasladen hacia la derecha, la llamada sarga de derecha (S.D.). El revés del tejido presenta entonces una diagonal de izquierda. El número de lizos para sarga puede ser cualquiera, pero como mínimo tres. Lo más actual en la tejeduría manual es el empleo de cuatro lizos. Los tejidos de sarga pueden ser de dos caras, sarga reversible, o de una cara. Éstas se dividen en sargas por trama y en sargas por urdimbre según la visibilidad de trama o de urdimbre que haya en la parte derecha del tejido.

Sarga reversible A la sarga reversible la caracteriza el que cada pasada de trama pasa por debajo y por encima del mismo número de hilos de urdimbre; así, cada cara presentará tanta urdimbre como trama. Esta sarga tiene el nombre de batavia. La batavia de cuatro lizos es uno de nuestros tejidos más corrientes en la tejeduría manual.

Fig. 1 3 1

Tejido de sarga batavía

Fig. 132 Sarga batavia de 4 lizos

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Sarga por trama La figura 134 muestra un gráfico de sarga por trama, en cuya armadura observamos que cada uno de los cuatro pedales está atado con tres lizos y la pasada de trama va entonces por encima de tres y por debajo de un hilo de urdimbre. Sarga por urdimbre La armadura de sarga por urdimbre es la opuesta a la de sarga por trama. Así los cuadros blancos de la figura 134 corresponden a los cuadros negros de la figura 135. Al pisar un pedal bajan los hilos en el lizo conectado, mientras que los hilos en los tres lizos restantes están levantados, predominando así los hilos de urdimbre. El ángulo de la diagonal en un tejido de sarga es debido a la densidad de urdimbre en relación con la densidad de trama. Lo más corriente, tanto en las sargas de una cara como en las sargas reversibles, es que el ángulo sea de 45° o a veces algo más elevado.

4 3 2 1

Fig. 133 Tejido de sarga de efecto por urdimbre

Fig. 134 Sarga de efecto por trama Fig. 135 Sarga de efecto por urdimbre

Derivados de sarga La forma en que se enlazan los hilos de urdimbre y trama en el ligamento de sarga ha dado lugar a numerosas variaciones. Los derivados más frecuentes de sarga en 4 lizos son sarga cruzada y sarga de espiga o espiguilla. Sarga cruzada Por sarga cruzada se entiende un ligamento en que la mitad de los hilos dent r o del rapport forma una diagonal de derecha y la otra mitad una diagonal de izquierda. El efecto de líneas diagonales es menos visible aunque pueda observarse una pequeña diagonal hacia la derecha y otra hacia la izquierda. Un tejido de sarga cruzada resulta más flexible y suave que uno en sarga de diagonal y es por ello adecuado para ciertas telas de confección. La figura 1 3 6 corresponde a una sarga cruzada, basada en una batavia de 4 lizos. Comparando la armadura de ésta con la de la figura 132 vemos que los pedales 2 y 3 han cambiado de sitio.

Fig. 136 cruzada. revrsible

Tejido de sarga

Fig. 137 Sarga cruzada reversible

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Sarga cruzada con revés y de efecto por trama se aplica a menudo en telas destinadas a tapizar muebles. En un tejido del mismo ligamento pero de efecto por urdimbre predominan los colores de ésta. Una aplicación corriente de sarga cruzada se encuentra como ligamento combinado, por ejemplo, en los tejidos adamascados (pág. 173).

Fig. 138 Tejido de sarga cruzada de efecto por trama Fig. 139 Sarga cruzada de efecto por trama

Fig. 140 Tejido de sarga cruzada de efecto por urdimbre Fig. 1 4 1 Sarga cruzada de efecto por urdimbre

Sarga de espiga En estas sargas las diagonales van alternativamente hacia la derecha y la izquierda formando un dibujo de ondulación en el tejido. Cuando este dibujo va a lo largo del tejido, está formado por un pedaleo de orden en punta, como muestra la figura 144. Para construir el mismo dibujo en transversal del tejido se remeten los hilos en los lizos en forma de V, a lo que se llama remetido de orden en punta (fig. 143). Por analogía del dibujo se conocen los tejidos de este ligamento con el nombre de espiga o espiguilla.

Fig. 142

Tela de espiga

Fig. 143 Sarga espiga de dibujo transversal

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Fig. 144 Sarga espiga de dibujo longitudinal

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Sarga de losange Las sargas de losange, también llamadas sarga de diamante, se obtienen cuando tanto el remetido como el pedaleo son de orden en punta. Varios de estos ligamentos se diferencian por nombres particulares. Uno de los más conocidos es el ojo de ganso (pág. 153) cuyo ligamento se desarrolla de una batavia de 4 lizos. La sarga de 3 lizos de la figura 145 tiene un hermoso efecto por haber doblado en panamá cada tres puntos del remetido y cada tres pasadas de trama. El ligamento en el tejido de la figura 147 se conoce como sarga de grano o granito; de éste se desarrolla el dibujo algo más complicado del tejido de la figura 149.

Fig. 145 Tejido de sarga de 3 lizos Fig. 1 4 7 Tejido de sarga granito

Fig. 146 Sarga de 3 lizos Fig. 148 Sarga granito

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Fig. 149 Tejido con dibujo en rombos de sarga

Fig. 150 sarga

Dibujo en rombos de

Fig. 1 5 1 Tejido de sarga interrumpida directa de 4 lizos

Fig 152 Sarga interrumpida directa de 4 lizos

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Sarga interrumpida

Otro ejemplo de la variedad de ligamentos que se derivan de la sarga es la sarga interrumpida, normalmente construida por grupos de sargas separados. Son sargas interrumpidas directas aquellas en que todos los grupos están en la misma dirección, como en los tejidos de la figura 151 y 153, popularmente llamadas sargas de granito. En las sargas interrumpidas e inversas van las diagonales en diferentes direcciones (fig. 155). Finalmente, cabe decir que las sargas aquí descritas sólo corresponden a una muestra de la multitud de variantes existentes. Con un mayor número de lizos se aumentan las posibilidades de variación de dibujos y la diversidad de ligamentos que se desarollan a partir de este ligamento resulta así casi infinita.

Fig. 1 5 3 Tejido de sarga interrumpida directa de 6 lizos

Fig. 154 Sarga interrumpida directa de 6 lizos

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Fig. 155 Fig. 156

Tejido de sarga interrumpida e inversa Sarga interrumpida e' inversa

Raso

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Raso es el tercero de los ligamentos fundamentales y acaso el más perfeccionado, pero tiene un uso limitado. Los tejidos de raso se caracterizan por una superficie lisa y brillante debido a que los puntos de ligadura están espaciados de forma que interrumpen siempre los escalonados. El aspecto brillante del raso -también denominado satén, del francés satinse efectúa por el frecuente uso de materiales como lino o seda. Los tejidos de raso tienen siempre dos caras diferentes, predominando bien el efecto por urdimbre o bien el efecto por trama en la cara derecha del tejido. El ligamento de raso, que exige como mínimo 5 lizos, tiene aplicación en algunas telas pero su uso principal se encuentra como ligamento compuesto en los tejidos de damasco.

Fig. 157 Tejido de raso de efecto por urdimbre Fig. 158 Raso de efecto por urdimbre

Fig. 159 Raso de efecto por trama

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19 Numeración de los hilos

El número —o título— de un hilo indica la longitud del hilo en un peso determinado, lo cual a su vez nos da información sobre el grosor del hilo. Existen diversos sistemas de numeración, entre los que distinguimos como más frecuentes la expresión en número métrico, el número inglés y el "Sistema Tex". El número métrico (Nm) Expresa los metros de hilo que entran en un kilo -o bien los metros en un gramo. Ejemplo: 1 kilo de hilo n.° 24 (Nm) = 2400 m - o bien, 24 metros del material pesan 1 gramo. El número inglés (Ni)

En la literatura referente a la tejeduría manual es corriente indicar el número inglés para hilos de algodón y lino, mientras para lana es más corriente el número métrico. La cifra de conversión a número métrico es para algodón 1 . 7 (1.69), es decir, para conocer los metros que entran en un kilo de algodón, el número inglés ha de multiplicarse por 1700. Ejemplo: 1 kilo de hilo de algodón n° 8 (Ni) = 8 x 1700 Resultado: 13 600 m/kilo. 1 kilo de hilo de algodón n.° 20 (Ni) = 20 x 1700 Resultado: 34 000 m/ kilo. Los números del hilo se refieren a un hilo en crudo; con tratamientos como blanqueo o tintura se ocasionan pérdidas de peso. El porcentaje de esta reducción se debe al proceso a que ha sido sometido el material y resulta difícil de precisar con exactitud. Para hilos de algodón suele ser sólo un 5% y de importancia menor para pequeñas cantidades. Ahora bien, cuando se trata de hilos de lino hay que tener en cuenta una notable diferencia de peso entre un hilo en crudo y un blanqueado o teñido. Ejemplo: 6000 metros de lino en crudo pesan 1 kilo; 6000 metros de lino en color pesan 750 gramos.

Para convertir el número inglés a número métrico se opta por usar para el lino los siguientes números: Lino crudo 560 Lino blanco 700 Lino en color 650 Ejemplos: 1 kilo n.° 16 (Nil) en crudo = 16 x 560 = 8.960 m; 1 kilo n.° 16 (Nil) en color = 1 6 x 6 5 0 = 10.700 m Hilos torcidos. Una gran parte de los hilos empleados en la tejeduría manual son hilos torcidos generalmente de dos cabos, pero también es frecuente el uso de hilos torcidos de varios cabos. El número de cabos que entran en la torsión del hilo se escribe después del número del material. Ejemplo: (Ni) 1 6 / 2 - (Ni) 30/12. Ahora bien, cuando se trata de hilos de lana se encuentra a menudo el número de cabos delante del número del hilo. Ejemplo: 2 '7. Para conocer la longitud de un hilo torcido, el número del hilo sencillo se divide por el número de cabos que entran en la torsión. Ejemplo: 1 kilo de hilo de algodón 1 6 / 2 (Ni) 16 x1700 13 600 m 2 1 kilo de hilo de lana 2 / 7 (Nm) 7 000 : 2 = 3500 m. En realidad no resultan 3500 m exactamente, sino algo menos, debido a que al retorcer los hilos éstos se contraen. Además de los símbolos mencionados -Nm y Ni- se especifica con diferentes títulos la clase de fibra del material, por ejemplo Nib como significativo para hilos de algodón y Nel y Nil para hilos de lino.

Sistema Tex Actualmente, y para no tener que pasar de un sistema de numeración a otro según la materia de que se trate, se emplea tanto en el mercado internacional como nacional un sistema general de numeración, llamado sistema Tex. En él, el número representa el peso en gramos de 1000 metros de hilo de cualquier material. Ejemplo: un hilo de número 80 Tex quiere decir que 1000 metros del mismo pesan 80 gramos. A continuación del número del hilo sencillo se pone la cantidad de hilos que han sido torcidos conjuntamente.

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A pesar de que el sistema Tex parece muy lógico, se emplea raramente en textos de tejeduría manual en los que siguen utilizando —quizá por razones tradicionales— las clasificaciones de número métrico para unos materiales y de número inglés para otros. Finalmente podemos constatar que el hilo más grueso es el de número más bajo, o sea, cuanto más alto sea el número, más fino es el hilo, siempre y cuando se emplee el número métrico o número inglés. El sistema Tex expresa lo contrario, es decir, cuando más alto sea el número, más grueso es el hilo, porque 1000 m pesan más. El hecho de que existan varios sistemas para la numeración de los materiales puede dar lugar a confusiones o causar problemas al determinar la finura de un hilo. Por ello, y para facilitar al lector una idea sobre los grosores de los hilos que se encuentran en las fotos de las págs. 134-137 y los que se han utilizado en los proyectos de este manual, he completado los números con indicación sobre los metros que entran en un kilo. Cuando el material carece de numeración se cuentan los metros que entran, por ejemplo, en 100 gramos —o en 50 gramos si el hilo es muy fino. El recuento se realiza más fácilmente si el material está devanado en madeja. Ejemplo: En una madeja de 100 gramos contamos 120 hilos y el perímetro de la madeja mide 1.3 m. Resultado: 120x1.3 = 156 m —o sea, 1 kilo de material contiene aproximadamente 1560 m.

Cómo calcular el consumo de material Para calcular el consumo de material para un tejido hace falta, por una parte, conocer la longitud del hilo en un k i l o — o 100 gramos—del material previsto y, por otra parte, calcular el número de metros necesarios para la urdimbre y la respectiva trama. Cálculo del material para urdimbre El consumo de material para una urdimbre se obtiene al multiplicar la longitud de la urdimbre por el número de hilos de que se compone -datos que se toman del proyecto- y, finalmente, dividir la suma por el número de metros que entran en un kilo de material. Ejemplo:

Longitud de urdimbre 9 metros Número de hilos 450 Material: Lana Nm 2/7 = 3500 m/kilo 9 x 450 = 1.16 kilo 3500

Cálculos del material para trama Son muchos los factores que influyen en el cálculo del consumo de material para la trama y por ello es difícil determinarlo con exactitud. No obstante, a veces es preciso realizar un cálculo para asegurarse de que habrá suficiente material para el tejido proyectado. Primeramente hay que determinar el número de pasadas por centímetro, el cual se multiplicará por los centímetros del largo del tejido. Hecho esto, se multiplica la suma total de pasadas por el ancho del tejido en centímetros. En este cálculo hay que tener en cuenta que la longitud real de la pasada de trama es mayor que el ancho del tejido cuyo aumento se debe al tipo de tejido, material, etc. Ejemplo:

Anchura en el peine Longitud de la pasada N.° de pasadas por cm Longitud de tejido N.° total de pasadas Material: Lana Nm 2/7

68 cm 70 cm - 0.7 m 6 250 cm - 2.5 m 6 x 250 = 1500 3500 m/kilo

0,7 x 1500 = 0.3 3500

Resultado: 300 gramos

En el caso de que se disponga de cierta cantidad de un material y se quiera saber la longitud de una urdimbre la fórmula será: El peso del material x m/kilo = longitud de urdimbre Número de hilos de la urdimbre Cuando el factor más importante es la longitud de urdimbre se obtiene el número de hilos de la urdimbre por la regla siguiente: El peso del material x m/kilo = numero de hilos de la urdimbre Longitud de urdimbre

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134 LinoNil 8/3-crudo 1600 m/kg aprox.

Lino Nil 16/3-medio blanqueado 3460 m/kg aprox. Lino Nil 16/2-crudo 4480 m/kg aprox. Lino Nil 16/2-blanqueado 4460 m/kg aprox.

Lino Nil 16/1-blanco 8920 m/kg aprox.

Lino Nil 4-estopa 2500 m/kg aprox.

Lino bucle 4600 m/kg aprox.

Lino hilado a mano

Lino hilado a mano

Fig. 160

Hilos de lino

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Algodón Ni 30/28 1500 m/kg aprox.

Algodón Ni 30/20 2100 m/kg aprox.

Algodón Ni 30/12 3500 m/kg aprox.

Algodón Ni 12/6 2800 m/kg aprox.

Algodón Ni 16/2 12800 m/kg aprox.

Cottolin Nel 22/2 6400 m/kg aprox. 60 % algodón 40 % lino

Algodón bucle 3100 m/kg aprox.

Fig. 161 algodón

Hilos de

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Lana Nm 1.25 1250 m/kg aprox.

Lana Nm 2.5 2500 m/kg aprox.

Lana Nm 2/7 3300 m/kg aprox.

Lana Nm 7 7000 m/kg aprox.

Lana hilo anillado

Lana Nm 2/1.63

Fig. 1 6 2

Hilos de lana

Lana Berber

Lana torsal de 6 hilos

Lana de torsión fuerte

Lana alpaca, hilado a mano

Lana, hilado a mano y retorcido

Fig. 163 Hilos de lana

V Proyectos y aplicación de diferentes técnicas

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Generalidades acerca de los tejidos y sus técnicas

Todo el conjunto de proyectos, muestras, tejidos y dibujos que se presentan a continuación han sido cuidadosamente seleccionados siempre teniendo en cuenta, por una parte, ofrecer al futuro tejedor la más amplia gama, dentro de las posibilidades de un manual de iniciación, de ejercicios y muestras de tejidos para que ello sirva como base práctica a la teoría que he presentado. Por otra parte, al tejedor no principiante le será también de gran utilidad poder practicar y desarrollar nuevas ideas y conocimientos a partir de los proyectos y tejidos que ahora se le ofrecen. Sin embargo, debo hacer algunas aclaraciones, sobre todo en lo que refiere a la terminología empleada. Cualquier profesional de la tejeduría industrial y manual es buen conocedor de la dificultad que en estos momentos hay para utilizar una terminología uniforme respecto, sobre todo, a los nombres que deban darse a los tejidos. Como decíamos en la introducción de este libro, la tejeduría manual, a partir de su distanciamiento de la tejeduría industrial, se ha convertido en un conocimiento que se ha ido transmitiendo de generación en generación, transmisión y conocimiento que han sufrido una evolución distinta en unos países y en otros y, en la mayoría de los casos, con una ausencia total o parcial de literatura paralela que sirviera para afianzar los términos en que se iba transmitiendo ese conocimiento. Debo reconocer, pues, que, a pesar de los esfuerzos que en estos momentos se están haciendo en diversos países, principalmente europeos, por unificar y poner al día toda la terminología referente a la tejeduría manual, en el momento de finalizar este libro los resultados a que se ha llegado no son todavía suficientes para ofrecer al lector un sistema de nomenclatura coherente, y sobre todo adaptado a la tradición artesana textil del país en que se encuentra. Tanto en España como en el resto de Europa, los nombres que en la actualidad tienen los tejidos no presentan ni siquiera uniformidad de origen. Los más corrientes y fundamentales (como el tafetán, plana y sarga) siguen el criterio de la industria textil de nombrar un tejido por su ligamento; sin embargo, todo el resto de tejidos que corresponden más a una tradición artesanal llevan nombres que tanto se pueden referir al dibujo que representan, como a su origen o incluso a su función (camino de rosa, red de Valdeverdeja, cinturón de monje, etc.).

He intentado ofrecer al tejedor español los tejidos de mayor tradición en este país, pero también en este caso me he encontrado con la dificultad de la terminología, que en algunos casos es hasta inexistente (por ejemplo, el tejido de Almería tiene el mismo ligamento que un camino de rosa y en Canarias he encontrado un tejido, cuyo nombre no he podido averiguar, que es un cinturón de monje). Por todo ello, he optado finalmente por remitirme a la terminología de más uso en estos momentos en Europa y la más corriente, sobre todo en diversos manuales y libros de iniciación europeos y algunos americanos, manuales que muchos de los tejedores artesanos ya conocen y cuya terminología me consta que se está empleando en la mayoría de escuelas y talleres en España. Puede decirse que el país que en estos momentos puede ofrecer no sólo más literatura sino también mayor experiencia vigente y actualizada en tejeduría manual es Suecia, y es por esta razón que no sólo la mayor parte de manuales (que el lector encontrará en la bibliografía al final de este libro) son suecos, o traducciones del sueco, sino que, además, muchos de los nombres de tejidos son también suecos o de origen sueco, aun cuando todos los tejidos tengan su origen en otros países de tradiciones más antiguas. Me interesa especialmente aclarar este punto, por cuanto, a partir precisamente de mi propio origen, el lector pudiera pensar que utilizo esta terminología o por comodidad o con la intención de imponerla en este país. Ni una cosa ni otra son ciertas. Debo manifestar, sin embargo, mi esperanza de que todos los esfuerzos que actualmente se están realizando en España en este sentido tengan resultados positivos y está en mi ánimo, como creo haberlo hecho hasta el momento, animar y ayudar, en cuanto pueda en estos esfuerzos. Sinceramente, creo que cualquier investigación sobre este punto es absolutamente útil y necesaria, más aún en un país de gran tradición y riqueza en la artesanía textil, pero cuyo estudio y recopilación en textos de la misma no está ni mucho menos a la altura que ella se merece.

141

142

Mantel a rayas transversales Foto en color p.148 Ligamento: panamá y reps por trama Urdimbre: Cottolin Ni 22/2 (6200 rn/Kg) crudo y blanqueado Trama: pasadas de fondo: cáñamo Ni 9, 1 hilo crudo y 1 hilo blanqueado: pasadas de dibujo: cáñamo Ni 9 Pomo: 4.5 pall/cm = 4 5 / 1 0 cm, 2 hilos/malla, 2 hilos/pall Orillos: 4 hilos 2 veces Ancho de peine: 40 cm Número de hilos: 40 x 8 + 8 = 328 Densidad de trama: panamá 5 pasadas/cm (hilo doble); reps 16 pasadas/cm (hilo sencillo) La urdimbre está compuesta por hilos no blanqueados y blanqueados y el urdido se realiza con cuatro bobinas, dos de cada color. En el remetido se pasarán dos hilos juntos por cada malla, eligiendo un hilo de cada color o dos iguales. Las pasadas de panamá -el fondo del tejido- se efectúan pisando los pedales 1 y 2 y con trama doble, es decir, dos hilos embobinados juntos. Para las pasadas de reps se utilizan los pedales 3 y 4 y la trama, de hilo sencillo, se aprieta tan fuerte que la urdimbre quede totalmente cubierta.

Fig. 1 6 4

Mantel a rayas en azul y marrón Foto en color p. 148 Ligamento: sarga cruzada de efecto por urdimbre Cottolin Ni 22/2 (6200 m/kg) Urdimbre: colores: véase el orden de urdir lino Ni 8 (4460 m/Kg) crudo Trama: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall Peine:

143

3 hilos/pall 4 veces 34 cm 340 hilos + 8 = 348 hilos

Orillos: Ancho de peine: Número de hilos: Orden de urdir: Colores Blanco* Azul claro Azul oscuro Marrón

Número de hilos 10

6

4

4

6

4

4

4

8 10

6

6

4

4

4

4 22

6

4 4

30 = = = 4 =

8 2 2 4

0 4 2 8

X 2 = X 2 =

x 2 = x 2 =

160 48 44 96

348

*Se urde con un hilo crudo y un hilo blanqueado

Obsérvese que el orden de urdir sólo corresponde a la mitad de la urdimbre y que habrá que repetir los 30 hilos blancos, el centro del tejido, antes de seguir en el orden opuesto para la otra mitad. 4 321

Fig. 1 6 5

Manta de reps por trama Foto en color p. 149 Ligamento: tafetán Urdimbre: algodón Ni 1 2 / 6 (tipo hilo de red) Trama: lana Nm 1.25 (1250 m/kg) Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/ pall Las mantas tejidas con este ligamento en que la urdimbre está cubierta por la trama se conocen vulgarmente como "mantas pesadas". Además de algodón pueden aplicarse urdimbres de yute, cáñamo o lana para estas mantas, que más se asemejan a las colchas.

Fig. 166

Manta de cuadros

144

Foto en color 145 Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de peine: Ancho de tejido: Número de hilos: Orden de urdir: Colores: Blanco Gris Negro

72

sarga batavia de 4 lizos lana Nm 2/6 (3000 m/Kg) negro, blanco, gris lana Nm 2/6 diferentes colores 3 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall 140 cm aprox. 1 2 5 cm

Número de hilos:

24

24

68

68 112

24

112

24

68

72 68

112

= 352 = 272 = 224

Suma total

848

Al tejer este ligamento, es importante efectuar las pasadas desde el lado correcto. Como podemos ver en la figura 1 6 7 habrá un hilo suelto en cada borde al realizar la primera pasada desde la izquierda; si, en cambio, se hace desde el lado (fig. 168) derecho se entrelazan bien todos los hilos. Más adelante, en el apartado de acabados de las piezas, se indica el sistema de torsión de los flecos de estas mantas. Sin embargo, se puede adelantar va que este acabado debe realizarse antes de sacar las piezas de! telar (véase pág. 231).

Fig. 167 Manera incorrecta de empezar una sarga

Fig. 168 Manera correcta de empezar una sarga

Fig. 169

Manta en sarga batavia a cuadros, descripción en pág. 144

Cojín con dibujo de "semikrabba" descripción en pág. 210.

146

Bufanda de cuadros Foto en color p. 148 Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Orillos: Ancho de peine: Ancho de tejido: Número de hilos:

tafetán lana Nm 2/7 (3500 m/kg) lila, gris y negro lana Nm 2/7 4 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall 2 hilos 2 veces en cada lado 33 cm aprox. 29 132

Orden de urdir: Número de hilos

Colores Lila Gris Negro

8

24 8

14

8

8

Suma = 54

44

= 60

Suma total

132

18

= 18

Por combinaciones de colores en urdimbre y trama se construye una variedad de distintos dibujos de cuadros y listas. La bufanda de tafetán de la ilustración es un ejemplo de dibujo asimétrico formado tanto por la disposición de los colores en la urdimbre como por las variaciones en la trama.

Fig. 1 7 0

Bufanda en malva con listas blancas Foto en color p. 148 Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de peine: Ancho de tejido: Número de hilos:

147

sarga de 6 lizos y 3 pedales lana Nm 2/7 (3500 m/Kg) malva y blanco lana Nm 2/7 malva 6 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall 26 cm aprox. 23 cm 156

Orden de urdir: Malva Blanco

Suma

Número de hilos

Colores 6

33 6

42 12

6 12

33

= 36

6

Suma

= 120

total

156

El dibujo está construido por dos diferentes ligamentos de sarga, uno de efecto por urdimbre y otro de efecto por trama. Para el primer ligamento están los hilos —en este caso blancos— remetidos en los lizos 1, 2 y 3 y para el otro —de color malva— en los lizos 4,5 y 6. El tejido requiere sólo tres pedales porque los lizos en ambos ligamentos se anudan a los mismos pedales. Los hilos que formarán el dibujo de efecto por urdimbre deben cubrir bien la trama y por ello hay que utilizar un peine más tupido que lo normal.

Fig. 171

Arriba: Mantel en panamá y reps a rayas transversales, descripción en pág. 135. Mantel en sarga a rayas azul y marrón descripción en pág. 136

Abajo: Bufanda en tafetán a cuadros, descripción en pág. 146 Bufanda de sarga en malva con listas blancas, descripción en pág. 147.

Bufanda de sarga con dibujo de espiga, descripción en pág. 150.

Manta de reps por trama. Realizado por Marta Urbina de Bernal. Descripción en pág. 143.

150

Bufanda con dibujo de espiga Foto en color p. 148 Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de peine: Ancho de tejido: Número de hilos:

sarga lana Nm 2 / 7 (3500 m/Kg) malva y blanco lana Nm 1.25 (1250 m/Kg) 5 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall 28 cm aprox. 24 cm 140

Orden de urdir: Número de hilos:

Colores Malva Blanco

32

Suma

60 8

32 8 Suma total

= 124 = 16 140

El ligamento es una sarga de espiga cortada con el remetido ordenado de forma que el último hilo de una diagonal se encuentra por abajo y el primero de la otra, por encima de la trama. Con esto se evitan los tramos largos en el tejido que se producen con el remetido corriente de punta.

Fig. 172

Ojo de ganso La técnica ojo de ganso u ojo de gallo es un ligamento de sarga sin revés, es decir, las dos caras del tejido son iguales. Los dibujos de rombos u "ojos" están formados tanto por el remetido como por el pedaleo, ambos de orden en punta con un cierto número de hilos en cada dirección. El dibujo de esta técnica es apropiado para muchas clases de tejidos y las variaciones del dibujo son múltiples. En tejidos de mantelería se emplea normalmente un dibujo de "ojos" pequeños mientras que en artículos como mantas, colchas o alfombras es más corriente el uso de dibujos mayores. La proyección del dibujo y su correspondiente remetido se hace más fácil cuando la urdimbre es de un solo color. Determinado el tamaño de los dibujos se calcula el número de hilos a base de la tupidez de la urdimbre. Cuando se aplican varios colores en la urdimbre habrá que ajustar el número de hilos para cada uno de ellos, teniendo en cuenta el orden del remetido y el dibujo que se desea construir. Calculado el número de hilos para cada color se representa un orden de urdir y se comprueba la suma total con el número de hilos para la anchura proyectada para el tejido. Los bordes del tejido suelen tener un dibujo distinto al resto. Al remeter, por ejemplo, más hilos en una misma dirección se obtendrá un dibujo de ondulación en sentido de la urdimbre. El mantel de ojo de ganso de la ilustr. de la p. 152, está tejido con dos colores, azul y amarillo, tanto en urdimbre como en trama. En el proyecto que corresponde a este mantel hay, además de la representación del orden de urdir, otra representación llamada orden de tejer, en la que se indican los centímetros que deben realizarse con cada color para obtener el dibujo que en este caso es simétrico. Al estudiar el gráfico podemos ver que el orden del pedaleo es idéntico al orden del remetido y que la armadura corresponde al atado para una sarga batavia. Para lograr un buen resultado y un bonito efecto del dibujó habrá que apretar las pasadas con regularidad y procurar que el ángulo de las diagonales sea de 45°. Cuando los hilos de urdimbre se encuentran algo espaciados se utiliza trama de hilo doble para facilitar el tejido. Al realizar un tejido de ojo de ganso no tardará en presentarse un hilo suelto, sin tejer, en uno u otro de los extremos. Cuando el tejido consiste en dibujos pequeños esto no importa mucho, porque con los frecuentes cambios en el sentido del pedaleo se incluye el hilo alternativamente en uno u otro lado. En otros tejidos en cambio, en los que se teje una distancia larga, con el mismo orden del pedaleo, habrá que vigilar los orillos y arreglar los hilos sueltos. Esto puede hacerse bien pasando la lanzadera alrededor del hilo o bien iniciando cada dibujo nuevo desde el lado opuesto.

151

Mantel de ojo de ganso. Descripción en pág. 153.

Mantel de ojo de ganso

153

Foto en color p. 152 Urdimbre: lino Ni 4 (2500 m/Kg), azul y amarillo Trama: lino Ni 4 (2500 m/Kg), azul y amarillo: dos hilos bobinados juntos 5 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall Peine: 80 cm Ancho de tejido: 82 cm Ancho de peine: 406 (debido al orden de urdir) Número de hilos Orden de urdir: Azul Amarillo Azul Amarillo

60 hilos 22 22

264 hilos

44 — 6 veces

22 hilos _60 hilos____

Azul

total 406 hilos

Orden de tejer: 12 cm + 3 cm para remate Borde 4,5 cm amarillo 9 cm Dibujo Dibujo 4,5 cm azul 6 veces Dibujo 4,5 cm amarillo 1 vez Borde 12 cm + 3 cm para remate

22 h. azules

22 h. amarillos Fig.173

= 54 cm = 4,5 cm = 15 cm azul 88,5 cm

Borde derecho 60 h. azules

22 h. amarillos

Borde izq. 60 h. azules

= 15 cm azul

22 h. amarillos

154

Tejidos de retales Traperas, retaleras, jarapas o harapas son algunos de los muchos nombres que existen referidos a tejidos realizados con tiras de trapos viejos. Estos tejidos se fabrican en muy distintos puntos de España y se pueden mencionar entre los artículos más actuales los que se usan para poner debajo del colchón y más recientemente las fundas para los asientos del coche. Las urdimbres que se utilizan para estos tejidos de trapos son normalmente de hilos finos de algodón. Estas urdimbres no son las apropiadas para tejer alfombras, que deben ser tejidos resistentes al desgaste y de calidad rígida para quedar bien en el suelo. Por ello se aplica un material más fuerte en la urdimbre y un peine más bien espaciado para que la trama, que se ajusta fuertemente, pueda cubrir los hilos de urdimbre. El hilo de red de algodón, que existe en diversos grosores, es un material muy apropiado para urdimbres de alfombras y pueden utilizarse, por ejemplo, los de número 1 2 / 6 y 1 2 / 9 o los similares, número 30/12 y 30/24. Lo más frecuente es que se realicen las alfombras en tafetán o panamá, pero también pueden realizarse en sarga. Para este último caso hay que tener en cuenta que los hilos de urdimbre serán más visibles, por lo cual deben ser de un color que se combine bien con el color de la trama. Preparación del material de la trama Todo el material debe ser preparado antes de iniciarse el tejido; hecho así. se realizará el tejido más cómodamente sin las molestias de interrupciones en el trabajo por falta de material, además de que la composición de los dibujos y colores se hace más fácilmente al disponer el material a la vista. Para una alfombra de buena calidad se calcula aproximadamente 1 . 5 - 2 Kg. de trama para cada metro cuadrado. La preparación de las tiras de trapos puede considerarse bastante laboriosa, sobre todo cuando se hace de piezas pequeñas, pero se compensa por el aprovechamiento de un material que en otro caso no sería de mucho valor. Si se trata de preparar mucha cantidad hay que procurar

Fig. 1 7 4 o retales

Manera de unir las tiras

Fig 1 7 5 Manera de cortar las tiras en círculo

Fiq. 1 7 6

Lanzadera de alfombra

que las piezas sean grandes. Las tiras han de ser de unidades largas. Para ello se las une con una costura, cortadas primero las puntas de las tiras en diagonal; no se recomienda el corte de retomo en esquinas ya que se desgastan rápidamente en el tejido. El dibujo de la figura 175 enseña otra manera de conseguir una tira larga, cortando en círculos una pieza que se ha unido de modo que se ha formado un tubo ancho de la tela. Las telas gruesas se cortan en tiras estrechas, mientras que las tiras de tela fina pueden ser algo más anchas. El mejor material y del que se suele conseguir mejor resultado es el de algodón. Debe evitarse el uso de tela de punto junto con otros materiales, por ser más elástico. Sin embargo, puede utilizarse tela de punto pero sin mezclarlo con otros tipos de telas de diferente calidad. Al utilizar un material teñido hay que asegurarse de que el tinte sea sólido, porque las alfombras de esta clase deben ser lavables. El tejido El resultado de la alfombra se debe no solamente a una adecuada elección del material, sino también a una cuidada realización del tejido. Para apoyar las primeras pasadas y para conseguir la anchura correcta desde el principio se pasa una varilla de madera por la calada. Hecho esto se teje unos centímetros con el mismo material que la urdimbre, lo cual servirá de base para el acabado de la alfombra y se hace lo mismo al final del tejido. Es importante dejar el material de trama muy abundante en pequeños semicírculos y ajustar bien cada pasada con varios golpes del batán. El tejido de alfombras se realiza mejor al utilizar un templazo (pág. 100, fig. 111) con lo cual se mantiene una anchura regular.

Alfombras retaleras Fotos en color p. 156 Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Orillos:

panamá hilo de red Ni 1 2 / 6 o 30/12 tiras de tela (1 cm de anchas) dobles 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall 2 hilos 2 veces en cada lado

Fig. 1 7 7

155

Alfombras retaleras. Descripción en pág. 154-155

Colgantes decorativos en nido de abeja (arriba)

Bolsa en nido de abeja (abajo) Descripción de la técnica en pág. 158

158

Nido de abeja (fotos en color pág. 157) La técnica nido de abeja se caracteriza por las cavidades o "nidos" que forma el dibujo en el tejido. El ligamento consiste en dos diferentes dibujos de tafetán. Para uno de ellos se sitúan los hilos en los lizos 1 y 2 y para el otro en los lizos 3 y 4; el número de hilos remetido en cada grupo determina el tamaño de los dibujos. El tejido de los dibujos requiere cuatro pedales, cada uno atado a un lizo. Además de las pasadas para los dos diferentes dibujos, se realizarán otras que corresponden a un tafetán en todo el ancho del tejido. Para estas últimas pasadas se bajarán dos lizos, el 1 y el 3, alternando con el 2 y 4. Para ello se puede, o bien pisar dos pedales al mismo tiempo o bien añadir y atar dos pedales extra, siendo esto último lo más cómodo. El tejido debe empezar con una parte lisa realizada con los dos pedales extras -o pisando dos a la vez-; hecho esto, se hacen dos pasadas con los mismos pedales pero esta vez con material más grueso. Después se tejerá el fondo de los "nidos" para uno de los dibujos. Al efectuar las pasadas con los dos pedales, atados respectivamente con el primero y segundo lizo, se teje un tafetán en las partes que tienen los hilos situados en estos lizos, mientras que en las partes en que los hilos están remetidos en los lizos 3 y 4 se encontrará la trama totalmente suelta en el revés del tejido. Cuando el dibujo alcance la altura deseada se le cierra con una o dos pasadas del material más grueso. Para estas pasadas, que van en todo el tejido, hay que dejar el material muy abundante, de modo que pueda ajustarse bien a la forma del dibujo y llenar los espacios no tejidos. El dibujo siguiente se teje con los pedales atados a los lizos 3 y 4 y se termina con las pasadas de tafetán como se hizo para el dibujo anterior. La técnica nido de abeja es fácil de tejer y especialmente apropiada para colchas, pero también útil para tela de ropa y otros artículos. No obstante deben evitarse dibujos grandes en los tejidos destinados a un uso práctico, teniendo en cuenta los hilos sueltos que se presentan en el envés del tejido. Esto es de importancia menor en tejidos cuyo objeto principal es el decorativo y pueden aplicarse en ellos incluso dibujos excesivamente grandes. Se añade además a la representación del remetido una orden con el número de hilos para cada grupo según el tamaño deseado de cada "nido".

159

Nido de abeja (fotos en color pág. 157) Urdimbre: Trama: Peine:

cottolin Ni 22/2 (6400 m/Kg) cottolin Ni 22/2 y cintas o mechas de varios hilos 5 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall

Véanse las explicaciones de la técnica en la página 158

Borde

Gr. I

Gr. II

Gr. I

Borde

= pasadas de hilo fino = pasadas de hilo grueso

654321 Fig. 178

Tejido de nido de abeja

Fig. 179

Alfom bra de reps. Descripción y proyecto en págs. 1 6 1 - 1 6 2 .

Tejidos de reps El ligamento reps por urdimbre es un tafetán donde la trama está cubierta por la urdimbre, siendo ésta muy tupida. Es un ligamento muy apropiado para alfombras de algodón, pero también útil para otros artículos. La urdimbre tiene que llevar por lo menos dos colores diferentes para formar el dibujo geométrico producido por el efecto de uno y otro de los colores en la urdimbre. Lo característico para estas clases de tejidos es el efecto acanalado en sentido de la trama. El tejido consiste en hacer dos pasadas diferentes, una con hilo fino y otra con hilo grueso. Los hilos de urdimbre que se encuentran por encima de la pasada gruesa son los que constituyen el efecto principal en el tejido. La función de las pasadas con el hilo fino es sólo la de cerrar los hilos entre cada pasada con el material grueso. Al efectuar dos pasadas seguidas con la trama gruesa se cambia la posición de los hilos de urdimbre y a continuación predominarán los colores de los hilos antes ocultos. Proyectado el diseño pare el tejido y determinada la anchura para los diferentes dibujos, se calcula el número de hilos que requiere cada uno de ellos basándose en el número de hilos por centímetro en la urdimbre. Cuando el dibujo vaya a estar formado sólo por dos colores se prepara toda la urdimbre con una o dos bobinas de cada color, pero si el diseño está compuesto por varios colores se hace necesaria una representación de orden de urdir En la representación del remetido se anota, además del número de hilos para cada dibujo, la distribución de los colores. Si la urdimbre se compone, por ejemplo, de hilos azules y blancos, se remeten los hilos blancos en los lizos 1 y 3 y los azules en los lizos 2 y 4 para un dibujo. Para el dibujo siguiente se sitúan los hilos de forma opuesta, o sea, los azules en los lizos 1 y 3 y los blancos en los lizos 2 y 4. En la representación de los pedales pueden, además de las indicaciones para el orden de pedaleo, anotarse los centímetros que deben ser tejidos con cada uno de los diferentes efectos. Al proyectar la longitud de la urdimbre hay que tener en cuenta que la trama ocasiona una reducción del 15 al 20%. El montaje de la urdimbre para esta clase de tejido es algo lento debido a la cantidad de hilos, pero el tejido, en cambio, es sencillo y muy rápido.

Alfombra de reps en marrón y verde Foto en color p . 1 6 0 Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 ( 1 3 300 m/Kg), marrón, verde y blanco Trama:

pasadas de trama fina, algodón 1 6 / 2 , dos hilos marrones; pasadas de trama gruesa, varios hilos marrones

161

162

Peine: Ancho de peine: Ancho de tejido: Número de hilos: Orden de urdir

9 pall/cm cm) 92 cm 90 aprox. 3324

2 hilos/malla

4 hilos/pall (36 hilos/

Manteles individuales de reps Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de peine: Número de hilos:

163

cottolin Ni 22/2, blanco y color pasadas de hilo fino cottolin 22/2, color; pasadas de material grueso algodón torsal o mechas de varios hilos alt. 1 : 4 pall/cm 2 hilos/malla 4 hilos/pall alt. 2:8 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall 35 cm 560 (16 hilos/cm)

Nota: Obsérvese que habrá dos hilos/malla. siempre del mismo color Remetido: x = color o= blanco Trama:

Fig, 180

Detalle de un mantel de reps

—= hilo fino de color o = trama gruesa (blanco)

Fig. 181

Tejedora realizando una cortina plegable de retales (pág. 165). Se teje en tiras de aproximadamente

12 cm de ancho y cada 10 cm se hace una ida y vuelta de un extremo a otro en la pieza

Cortina plegable de retales

166

Tela de cortina Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine:

tafetán compuesto lino Ni 16/2 (4460 m/Kg) blanco lino Ni 16/2 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall.

El dibujo de cuadros está construido por la combinación de tafetán y un ligamento derivado de tafetán. El orden del remetido se divide en dos dibujos con 16 hilos en cada uno. Para uno de los dibujos se utilizan los pedales 1 y 2 y para el otro, los 3 y 4. Es un ligamento cuya sencilla construcción puede dar lugar a diversos efectos distintos utilizando diferentes materiales y variando el tamaño de los dibujos.

4 321

Grupo II

Grupo I 1

Fig 182 Tela de cortina en tafetán compuesto

2 Fig. 183

"Dril de gota" Urdimbre: Trama: Peine:

167

lino Ni 16/3 (3460 m/Kg) lino Ni 16/3 8 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall.

La técnica dril de gota, cuyo ligamento es un derivado de tafetán, es apropiado tanto para cortinas como colchas o telas de muebles y puede realizarse o bien en lino como la muestra o bien en algodón. Bonitas cortinas en esta técnica se pueden, por ejemplo, fabricar con algodón tipo hilo de red, N¡ 30/6, para lo cual debe aplicarse un peine de 7 pall/ cm.

4 3 2 1 1 2 3 4

Fig. 184 gota"

Tejido en "dril de

Fig. 185

168

Tela de cortina. Tafetán y semigasa El ligamento del dibujo, llamado semigasa, es especialmente apropiado para tejidos de poca densidad y a menudo aplicado en telas de visillo. Para las partes de tafetán en el tejido se remeten dos hilos por cada espacio del peine, mientras los hilos que corresponden al dibujo se reparten de la forma siguiente: primero se deja un espacio vacío, después se pasan tres hilos juntos, se dejan dos espacios vacíos y se pasan de nuevo tres hilos juntos, etc., según las indicaciones dadas en el dibujo del remetido por peine (fig. 187, p. 169). Para tejidos como éste, en que los hilos se reparten irregularmente, en el peine, hay que calcular por un lado el número de palletas y, por otro, el número de hilos. Primero se calcula el número de palletas que ocupará un rapport, es decir, los grupos que se repetirán. En este tejido requiere cada rapport 18 palletas - 9 para el tafetán y 9 para el dibujo. Al aplicar un peine de 5 pall/cm y suponer que el ancho de la urdimbre será de 120 cm, habrá 600 palletas en total (5 x 1 2 0 = 600). Por lo tanto se puede repetir el rapport 33 veces ( 1 8 x 33 = 594). En las 6 palletas restantes y otras 3 se remeterán los 18 hilos del grupo I —2 por palleta—, pues el tejido debe terminar con un tafetán en el borde izquierdo. Después se calcula el número de hilos para la urdimbre. Esto se hace más fácilmente con una representación del orden del remetido en que se indica el número de hilos para cada grupo y cuántas veces han de ser repetidos.

Fig. 186 Tela de cortina en tafetán y semigasa

169

Tela de cortina Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Remetido por peine: Ancho de peine: Número de hilos:

tafetán y semigasa linoNi 8(4460m/Kg) linoNi 4(2500m/Kg) 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 2 2 2 2 2 2 2 2 - 3 — 3 - - 3 - = 18 palletas, 27 hilos aprox. 120 cm 909

Número de palletas: Grupo I 9 palletas Grupo II 9 palletas Grupo II 9 palletas

18 palletas a repetir 33 veces 1 vez

= 594 palletas = 9 palletas Total Total

Número de hilos: Grupo I 18 hilos Grupo II 9 hilos Grupo I 18 hilos

27 hilos a repetir 33 veces 1 vez

603 palletas

= 891 hilos

= 18 hilos 909 hilos 4 3 2 1

Grupo I I Grupo

Grupo II II Grupo

Grupo I

Grupo I

Fig. 187 Fig. 1 8 7

Grupo II 9 hilos 9 pall

Grupo I 18 hilos 9 pall

170

Tela de cortina Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine:

derivado de tafetán algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg), blanco lino Ni 1 6 / 1 (8920 m/Kg), crudo o color 8 pall/cm 1-2 hilos/malla 1-5 hilos/pall Número de pall Número de hilos

Grupo I (tafetán) 1 hilo/pall Grupo II (dibujo) 5 hilos/pall

7 palletas 1 palleta

7 hilos 5 hilos

8 palletas

12 hilos

Obsérvese que habrá dos hilos por malla en grupo II con un hilo sencillo intermedio, y que los 5 hilos remetidos en este grupo pasarán juntos por el peine.

Gr. Gr.I I

Gr.IIII Gr.

Gr. Gr.II rapport

rapport

3 2 1 Fig. 188 Tela de cortina en técnica derivada de tafetán

Fig. 189

171

Tela de tapicería Ligamento: Urdimbre: Trama:

Peine: Orillos:

sarga de efecto por trama y tafetán algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg), gris lana Nm 2/7 (3500 m/Kg); pasadas de sarga: 2 hilos de lana + 1 hilo fino de lino; pasadas de tafetán: 1 hilo de lana 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall 3 hilos/pall - 4 veces

Al tejer con el lado derecho del tejido hacia arriba y para lograr el efecto por trama tienen que ser bajados tres lizos para cada pasada y se atan a los pedales según la armadura A (fig. 1 9 1 ) . Este pedaleo resulta algo pesado en un telar con montura de poleas y suele ser mejor realizar el tejido con el revés hacia arriba, atados entonces los pedales según la representación B (fig. 192). Obsérvese que la sarga es de diagonal de izquierda porque el tejido será aplicado en el sentido de la trama al tapizar el mueble. Con las cuatro pasadas de tafetán, efectuadas con los pedales 1 y 2, entre las partes de sarga se obtiene un bonito efecto de relieve en el tejido. La trama para la sarga es de tres hilos, dos de lana y uno de lino, mientras que para las pasadas de tafetán se utiliza hilo sencillo. 65432 1

6543 21

Fig. 190 Tela de tapicería

Fig. 1 9 1 Armadura para tejer con el derecho hacia arriba Fig. 192 Armadura para tejer con el revés hacia abajo

172

Pata de gallo Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine:

tafetán lana Nm 2/7 (3400 m/Kg) azul y blanco lana Nm 2/7 4 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall

La urdimbre se prepara con dos bobinas de cada color. El tejido llamado "pata de gallo" es un ligamento de tafetán cuyo dibujo está formado por hilos de diferente color tanto en urdimbre como en trama. Al sacar el dibujo del ligamento -o proyectar un tejido como éste- hay que tener en cuenta que el ligamento no es lo más importante, sino el dibujo que se construye por la combinación de colores. Así habrá que indicar los hilos visibles del color que formará el dibujo, en este caso los blancos, sean de urdimbre o de trama.

x= hilo blanco o = hilo de color

Fig. 193 Tela de pata de gallo

Fig. 194

2 1

Tejidos adamascados Se denominan tejidos de dril o adamascados aquellos que se fabrican a la manera del damasco y cuyos dibujos geométricos se obtienen al combinar un ligamento de efecto por urdimbre con el mismo ligamento de efecto por trama. Los tejidos adamascados más simples son los de tafetán, mientras que el uso de ligamentos de sarga ofrece más variaciones. Con la aplicación de raso en positivo y negativo se realzan los efectos de luz reflejados en partes brillantes y partes mates con lo cual los dibujos aparecen más claramente. Para obtener los dos efectos opuestos se ordenan los hilos para uno y otro en distintos grupos de lizos, cuyo número se debe al ligamento que se aplica. Cuando la construcción del dibujo está basada en tafetán es suficiente con 4 lizos, mientras que un tejido adamascado basado en sarga normalmente necesita 8 lizos y la aplicación de raso por su parte requiere como mínimo 10 lizos. La disposición del remetido para tejidos de esta clase debe ser pensada debidamente, por lo cual es conveniente realizar primero un patrón del dibujo en el que se dibujan en negro las partes de efecto por trama y en blanco las de efecto por urdimbre. Al proyectar el diseño hay que tener en cuenta que ambos bordes serán igual de anchos y que deben ser los mismos dibujos que empiecen y terminen el teiido en el lado izquierdo y derecho.

Tejidos adamascados de tafetán Llamamos adamascados de tafetán aquellos cuyo dibujo adamascado está construido en base de tafetán. El dibujo geométrico se forma por los tramos largos de la trama que se encuentran alternativamente en el derecho y el revés del tejido. Para que estos tramos no sean demasiado largos se ordena el remetido de modo que se entrelace un hilo de urdimbre con la trama a intervalos regulares. Estos "hilos de ligadura" dan lugar a un dibujo listado que caracteriza a estos tejidos. El dibujo consiste en dos efectos diferentes, cada uno de los cuales requiere un par de lizos; se utiliza el 1 y 2 para un grupo y el 3 y 4 para el otro. Para entrelazar la trama se sitúan cada 5 hilos en un lizo diferente. En el remetido de la figura 198 se encuentra este hilo alternativamente en un lizo de número par e impar, o sea, para el grupo I está remetido una vez en el 3.° y otra vez en el 4.° lizo y para el grupo II en el 1 . ° y 2.° lizo.

173

174

Cuando termine un dibujo y empiece otro se hace innecesario el hilo del ligado, por lo que se excluye. El tejido requiere 4 pedales 2 de ellos atados para los dibujos y dos para pasadas de tafetán. Para formar uno de los dibujos se utiliza el pedal número 1 y para el otro el pedal número 4, además de que se efectúa una pasada de tafetán entre cada una de dibujo, pisando alternativamente el 2 y el 3.

Fig. 1 9 5 Dibujo adamascado de tafetán (descripción en pág. 175)

Fig. 196 Dibujo adamascado de tafetán (descripción en pág. 176)

Adamascado de tafetán (fig. 195)

175

algodón Ni 20/2 lino Ni 1 2 / 1 9 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall

Urdimbre: Trama: Peine:

Para conocer cuántas veces se repetirán los dibujos, se calcula primero el número total de hilos para una anchura preliminar, se descuentan los 8 hilos de los orillos y los 19 hilos del grupo II, con que debe terminar el remetido para el borde izquierdo; después se dividen los hilos restantes por 28, grupo I y II. Para la trama puede utilizarse o bien el mismo hilo para las pasadas de dibujo y fondo o bien diferentes; para este último se emplea un hilo más fino para el fondo, las pasadas de tafetán, y un hilo algo más grueso -del mismo color o distinto- para las pasadas de dibujo.

1 2 3 4

Grupo II

Grupo I

Grupo I

Fig, 1 9 7

Borde

176

Adamascado de tafetán (Fig. 195) Urdimbre: Trama: Peine:

algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg) blanco lino Ni 1 6 / 1 (8960 m/Kg) crudo 8 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall

El orden de los 10 hilos se repite 4 veces, más una vez en que se excluye el último hilo siendo éste innecesario al terminar un dibujo y empezar uno nuevo. El ancho de los dibujos será de unos 3 cm si la urdimbre es de 16 hilos por centímetro, como en este proyecto, y se remeten 49 hilos en cada grupo. Para construir dibujos mayores se repite el remetido de los 10 hilos hasta conseguir el ancho deseado.

Grupo I

Borde

Borde

Grupo II

4321

Fig. 195

Tejido de dibujo adamascado de 8 lizos El dibujo adamascado en este tejido está construido por dos diferentes ligamentos de sarga cruzada, uno de ellos de efecto por trama y otro de efecto por urdimbre. Cada uno de los dos ligamentos requiere 4 lizos y 4 pedales y, por lo tanto, hacen falta 8 lizos y 8 pedales para este tejido. El patrón (fig. 199) Para conocer el número de hilos de urdimbre y pasadas de trama para cada uno de los dos dibujos se proyecta primero un patrón del diseño. Para ello se utiliza un papel cuadriculado en el que se supone que cada cuadrito corresponde a un cierto número de hilos y que las partes dibujadas en negro corresponden a dibujos de efecto por trama, mientras que las blancas significan dibujos de efecto por urdimbre. En dos renglones por debajo del patrón se hace una representación de la anchura de los diferentes dibujos, marcados en negro los cuadritos correspondientes, alternativamente en uno u otro de los renglones. Suponiendo que cada cuadrito corresponde a 4 hilos, se calcula fácilmente el número de hilos que han de ser remetidos en uno u otro cuerpo de lizos. El remetido Cada raya trazada en una columna de 4 cuadritos significa 4 hilos, que serán remetidos en orden seguido. De esta manera se delimita la representación del remetido, que en otro caso resultaría muy larga. El tejido representado en este proyecto tiene un borde de dibujos pequeños, remetidos 8 hilos alternativamente en los 4 primeros o 4 últimos lizos. El diseño del resto del tejido se compone de dibujos más grandes (de 60 hilos) entre los que hay dos dibujos pequeños. El remetido del grupo I y II se repite según el ancho deseado y se termina con el grupo I antes de remeter los 80 hilos para el borde izquierdo. El pedaleo El orden de pedaleo sigue los mismos principios que el remetido. Al utilizar los 4 primeros pedales, pisándolos en orden seguido, se obtiene un dibujo de efecto por trama en las partes en que los hilos están remetidos en los primeros 4 lizos, mientras predomina el efecto por urdimbre en las otras. Con el uso de los pedales 5 - 8 se construye el efecto opuesto en todas partes. Para esta clase de tejido hay que prestar suma atención al atado de los pedales y suspensión de los lizos, sobre todo si el telar no es de sistema de contramarcha.

177

178

Mantel de lino en dibujo adamascado de 8 lizos Ligamento: Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de tejido: Ancho de peine: Número de hilos:

sarga cruzada lino Ni 20, crudo lino Ni 28, medio blanqueado 8 pall/cm 1 hilo/malla 3 hilos/pall 38 cm aprox. 40 cm

980

Orden del remetido: Borde derecho Grupo 1 Grupo II Grupo 1 Borde izquierdo

80 hilos 60 hilos 92 hilos 60 hilos 80 hilos

1 5 2 hilos repetido 5 veces 1 vez Total

80 hilo s 760 hilo s 60 hilo s 80 hilo s 980 hilos 87654321

Fig. 199

179

Fig. 200 Mantel de lino en dibujo adamascado de 8 lizos

Fig. 201 Composición de dibujo adamascado

180

Tejidos de doble ancho y tubulares Las dos capas de urdimbre son idénticas tanto para los tejidos tubulares como para los de doble anchura, por lo cual se preparan de forma normal, como si fuera una sola urdimbre. No obstante, hay que calcular el número de hilos para dos urdimbres. Si la tupidez del peine es de 3 palletas por centímetro y se supone que habrá un hilo por palleta para la densidad del tejido, se calcula para un tejido de doble urdimbre el doble, o sea dos hilos por palleta. Para que las uniones en ambos lados de un tejido tubular sean correctas se ajusta el número de hilos de forma que resulte un número impar. Observamos en los dibujos del remetido por peine que los hilos están más espaciados en los bordes que serán entretejidos; esto se hace para evitar un efecto de tejido más denso ocasionado por el encogimiento en los extremos. Para tejidos de doble ancho hay que recordar los orillos y pasar los hilos dobles tanto para una capa como para la otra. Siempre que un tejido está compuesto por dos capas hace falta doble número de lizos y pedales que para un tejido sencillo del mismo ligamento. Un tejido de tafetán se puede realizar con 4 lizos y 4 pedales y una sarga de 3, con 6 lizos y 6 pedales, mientras que una sarga de 4, que es lo más corriente, requiere 8 lizos y 8 pedales. Los principios del atado de los pedales son los mismos para los tejidos de doble ancho que para los tubulares, y el pedaleo se dispone en tal orden que el tejido pueda realizarse cómodamente, pisando los pedales siempre en orden seguido. Sin embargo, hay una diferencia entre las armaduras para un telar de sistema de contramarcha y uno de poleas. En un telar de contramarcha se ata, además, un pedal extra, el número 5 para tejidos de tafetán y el número 9 para los de sarga. La función de este pedal extra es la de facilitar la separación de las dos capas y se pisa con el pie izquierdo para cada pasada nueva, pero obsérvese que hay que soltarlo al pisar con el pie derecho el pedal que corresponde a la pasada. En tejidos de doble ancho hay que observar cuál será el lado correcto de la primera pasada, para obtener la unión en el lado deseado. Estudiando los gráficos que representan el corte del tejido se puede seguir el camino de las diferentes pasadas, y hacerse una idea de cómo funciona el tejido. Cuando se realizan tejidos de esta clase es preciso prestar suma atención a los bordes, sobre todo en los tejidos de doble ancho, teniendo en cuenta que al desdoblar el tejido molestarán los defectos eventuales. Para que el ajuste de la trama con el batán se realice con la misma inclinación en las dos capas es preferible tejer en pequeñas etapas entre cada enrollado. Hay otros tipos de tejido que precisan también un montaje de doble urdimbre, como son el de "doble-tela unida" y el "tejido finlandés", pero cuya representación omitimos en este manual de iniciación por tratarse de procesos más complejos, que requieren, sobre todo, un nivel teórico superior al que se pretende dar en este libro.

Tejido tubular de tafetán Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de peine: Número de hilos:

181

algodón Ni 12/6 (2800 m/Kg), hilo de red lana o otros materiales 3 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall 30 cm 180

Nota: Los dos hilos que pasarán por una misma palleta vendrán del 2° y 3er lizo y del 1o y 4o respectivamente. 202

F¡g. 202 tafetán

Tejido tubular de

Fig. 203 polea)

Tejido tubular (telar de

Fig. 204 Tejido tubular (telar de contramarcha) = atar a leva corta = atar a leva larga = sin atar

Fig. 205 Tejido de doble ancho en tafetán (telar de polea) Fig. 206 Tejido de doble ancho en tafetán (telar de contramarcha) Fig. 207 Tejido tubular de sarga (telar de polea)

Fig. 208 Tejido tubular de sarga (telar de contramarcha) Fig. 209 Tejido doble ancho de sarga (telar de polea) Fig. 210 Tejido de doble ancho de sarga (telar de contramarcha)

= atar a leva corta = atar a leva larga = sin atar

Fig. 211 Tejido decorativo en técnica de doble urdimbre (realización de la autora)

184

Camino de rosa La técnica denominada camino de rosa o simplemente "la rosa" es quizá la técnica más corriente y popular en la tejeduría manual, ya que, a pesar de su sencillez, da lugar a múltiples dibujos diferentes además de que permite la realización de muchas variaciones inventadas por el propio tejedor. El dibujo es un ligamento de sarga cuyo remetido está ordenado en grupos en forma de V con un hilo entre cada grupo situado en el último lizo. El número de lizos puede variar, siendo lo más corriente el uso de 4 lizos. Existen varias clases de camino de rosa, construidos por el mismo remetido pero con distintos pedaleos o armaduras. En los proyectos siguientes están representados los órdenes de pisar los pedales para realizar los dibujos más corrientes en dos clases de camino de rosa, una combinada con fondo de tafetán o reps y la otra con pedaleo en orden opuesto. Una vez que se conozcan los principios de construir los dibujos para una u otra clase de camino de rosa no resulta difícil variar el pedaleo para nuevas combinaciones.

Fig. 2 1 2 Tejido de Almería en técnica de camino de rosa

185

Camino de rosa con tafetán Foto en color p. 208 Urdimbre: lana Nm 2/7 Trama: fondo: Lana Nm 2/7 1 hilo dibujo: Hilo doble del mismo material que el fondo o tres hebras de un hilo más fino Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall Cuando se combinan en un mismo tejido unas partes de dibujo con otras lisas de tafetán, hay que procurar que la densidad del tejido quede uniforme, apretando menos las pasadas que se realizan para las partes lisas y ajustando más fuertemente cuando se combinen con pasadas de dibujo; se ha de tener en cuenta que éstas ocasionan más separación en las partes visibles del fondo. Con urdimbre de lana se pueden realizar varios artículos, como chales o telas de vestidos, llenando el tejido con más o menos dibujos o haciendo sólo una o varias cenefas.

6 54321

Fig. 2 1 3

186

Camino de rosa con reps por trama Foto en b/n p. 234 Urdimbre: algodón hilo de red 12/6 o 24/12 Trama: fondo: 1 hilo dibujo: 2 hilos Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall El fondo, en este caso, es un reps por trama que debe cubrir bien los hilos de urdimbre; por ello se utiliza un peine más espaciado y se ajustan todas las pasadas con firmeza (remetido fig. 213).

Camino de rosa de pedaleo opuesto Foto en p. 187 Urdimbre: Trama: Peine:

lino Ni 8/3 (1600 m/Kg) crudo lana de alfombras (1250 m/Kg) lino Ni 4 (2500 m/Kg) doble o triple 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall

El dibujo lo construyen dos pasadas alternativas, una de dibujo y otra de fondo. Para la trama del fondo bajan los hilos de urdimbre que son levantados para la trama de dibujo. De esta forma se construyen 4 diferentes puntos de dibujos opuestos en los que las pasadas del dibujo se convierten en fondo en la pasada' que siempre viene a continuación a la que se considera como pasada del dibujo. Para que se distinga el efecto de unas y otras pasadas se utilizan o bien dos colores distintos o bien hilos de dos materiales diferentes, por ejemplo lana para las pasadas de dibujo y lino para el fondo o viceversa.

4321 Fig. 214

187

Fig. 2 1 4 bis Camino de rosa de pedaleo opuesto

188

Urdimbre: Trama: Peine: Ancho de peine: Número de hilos:

Variación del camino de rosa Cojín y colgante decorativo, foto en b/n p. 235 lana Nm 2/7 + lana Nm 1.25 fondo: lana N 2/7, hebra m 2/7, una dibujo: lana N hebras 3 pall/cm 1 hilo/malla m dos 1 hilo/pall 39 cm 117 Se prepara la urdimbre con tres bobinas, dos de la lana más fina, Nm 2/7, y una de la más gruesa, Nm 1.25. Al mezclar dos grosores distintos en la urdimbre se obtiene una estructura más viva en el fondo del tejido. Al remeter los hilos se elige un hilo grueso o uno fino tal como aparezcan, evitando que el hilo grueso se coloque siempre en el mismo sitio, con lo cual se obtiene un relieve más interesante en la superficie del tejido. La representación gráfica del remetido es de 24 hilos que forman un dibujo: para hacer el proyecto completo debe repetirse 5 veces el dibujo pero la última vez sin pasar los tres últimos hilos para terrrlinar tal como se empezó. 6 5 4 3 2 1

Fig. 215

189

Cinturón de monje Es una técnica de dibujo brochado que se obtiene por un remetido en que los hilos de urdimbre están ordenados en grupos de tal forma que la trama pasa por encima y por debajo del tejido de fondo en unos tramos más largos y otros más cortos. El tejido se realiza con dos pedales para pasadas del dibujo y dos para el fondo de tafetán. Al repetir las pasadas de dibujo utilizando el mismo pedal se construyen cuadritos o columnas. El dibujo más característico de esta técnica es una estrella formada por ocho cuadritos. El número de columnas estrechas entre las más anchas, que constituyen la estrella, puede variar. También se puede ordenar el remetido en dos grupos iguales situados en los lizos de forma que se construye el mismo dibujo en negativo y positivo. La técnica de cinturón de monje es muy apropiada para tejidos de mantelería, cortinas, cojines, etc. Puede realizarse sólo una cenefa para decorar el tejido, o se teje un dibujo que cubre todo el tejido como en los manteles de la foto de color de la página 193 . En artículos de uso deben evitarse dibujos de tramos muy largos teniendo en cuenta que el hilo pasa suelto sobre el tejido. Cuando se trata de un tejido decorativo, en cambio, se pueden aplicar dibujos de mayor tamaño para lograr motivos y efectos más vistosos.

Fig. 216 Tejido de Canarias en técnica de cinturón de monje

Cinturón de monje

190

Urdimbre: Trama:

Peine: Ancho de tejido: Ancho de peine: Número de hilos:

lino Ni 16/2 crudo o blanco fondo: lino Ni 16/2; dibujo: lino 16/2 en color doble o triple o lino 4 doble 7 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall 38 cm 40 cm aprox. 276

Orden del remetido: Borde derecho Grupo I Grupo II Grupo I Borde izquierdo

17 hilos 26 hilos 10 hilos 26 hilos 17 hilos

36 hilos, 6 veces 1 vez

26 hilos 17 hilos Total

Borde

Grupo II

Fig. 217 Detalle de tejido de cinturón de monje Fig. 218

Grupo I

17 hilos 2 1 6 hilos

276 hilos

Borde

191

Cinturón de monje Mantel de dibujo amarillo, foto en color p. 193 Urdimbre: algodón Ni 20/2 Trama: fondo: Lino Ni 1 6 / 1 dibujo: Lino 16/2 Peine: 9 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall Orden del remetido: Borde derecho Grupo I

8 hilos 24 hilos.

Grupo ll

24 hilos

Grupo I Borde izquierdo

24 hilos 8 hilos

a repetir según anchura del tejido

Las columnas amarillas de este mantel se consiguen al utilizar sólo uno de los dos pedales atados para las pasadas de dibujo. No obstante, el remetido permite la realización de otros dibujos.

Grupo I

Grupo II

Fig. 2 1 9

192

Cinturón de monje Mantel de dibujo rojo, foto en color p. 1 9 3 Urdimbre: algodón Ni 16/2, crudo Trama: fondo: lino Ni 8 / 1 , medio blanqueado dibujo: lino Ni 1 6 / 1 , color, dos hilos Peine: 8 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall Orillos: 4 hilos/pall 2 veces en cada borde

Fig. 220

El remetido consiste en dos grupos, uno de 14 pares de hilos (28 hilos) que dan lugar a las columnas estrechas y cuadros pequeños y otro grupo de 30 pares de hilos (60 hilos) correspondientes a la estrella. El remetido debe empezar y terminar con el grupo I, Entre principio y final podrán repetirse los grupos I y II tantas veces como sea posible dentro del ancho de tejido proyectado.

Dos manteles en cinturón de monje. Mantel de dibujo rojo, proyecto en pág. 192; mantel de dibujo amarillo, proyecto en pág. 191

194

Tejidos de gasas labradas Generalmente se designa por gasa un tejido de poca densidad. Estos tejidos pueden ser elaborados de diferentes maneras dando lugar a bonitos efectos de calados, limitados o bien a una cenefa como en el mantelito de la página 201 o bien aplicados más ampliamente en diseños libres para tejidos decorativos o tapices. El tejido de la figura 229 es muestrario de diferentes tipos de calados, ilustrados en las figuras 221-225. Estos puntos son, por una parte, la llamada gasa de vuelta y el dibujo conocido como medallón danés y, por otra, una variante de la técnica red de Valdeverja. Gasa de vuelta La gasa de vuelta es un ligado especial que consiste en hacer cambiar de posición los hilos de urdimbre, pasando unos por encima de otros. En la industria se consigue este efecto mediante lizos especiales y otros arreglos como el empleo de dos plegadores de urdimbre. En la tejeduría manual el efecto se consigue normalmente pasando a mano la trama que dará vuelta a los hilos o grupos de hilos de urdimbre. El número de hilos que se envuelven entre sí para formar el dibujo puede variar dependiendo de la densidad de la urdimbre y del efecto que se desea lograr. Cuando las vueltas se hacen con pocos hilos y éstos se encuentran en un espacio corto se obtiene un dibujo de poca altura; por el contrario, si los hilos que dan la vuelta se encuentran muy espaciados en el peine, se formará un dibujo más grande. Es importante tener en cuenta que la trama que sujeta los hilos retorcidos debe quedar bien tensa siendo a veces necesario reforzar los orillos a base de cortas pasadas de tafetán. El envolvimiento de los hilos se realiza normalmente en calada cerrada cogiendo los hilos que se quieren retorcer y pasando por ellos la trama. Si se pasa una varilla de madera por los hilos retorcidos y se pone de canto, se consigue una apertura por la que pasa más fácilmente la lanzadera. 222

221

Figs. 221 y 222

Variaciones de gasa de vuelta

Figura 223 Son muchas las variaciones que se pueden conseguir por el procedimiento de envolver o retorcer los hilos de urdimbre. Los dibujos de esta figura consisten en agrupar los hilos mediante una vuelta con la trama. Para formar el dibujo superior se hace simplemente una vuelta alrededor de un grupo de hilos, tensando la trama de forma que los hilos queden bien agrupados. Para el dibujo inferior de la misma figura se pasa la lanzadera por la calada retorciendo sólo los hilos que se encuentran en la capa superior. Medallón danés La técnica conocida con el nombre de medallón danés es un procedimiento sencillo de formar un dibujo cuyo diseño es muy flexible. Se necesitan dos tramas distintas, una para el fondo de los dibujos y otra, más gruesa, para los contornos de los mismos. Los dibujos se construyen de la forma siguiente: se teje una pasada completa con la trama gruesa desde el lado izquierdo dejando el cabo final fuera del tejido. Esta trama debe dejarse muy abundante y se ajusta ligeramente. A continuación se tejen varias pasadas con la trama del fondo hasta alcanzar la altura deseada del dibujo. Se abre la calada siguiente y se pasa la lanzadera con el hilo grueso hasta el lugar del primer medallón donde se subirá por encima del tejido. Con ayuda de un ganchillo introducido por debajo de la pasada del hilo grueso se recoge una lazada del hilo que forma el contorno superior del dibujo. Se pasa la lanzadera por esta misma lazada y se tensa fuertemente el nudo formado. Se abre de nuevo la calada, se pasa la trama hasta el dibujo siguiente y se repite el mismo procedimiento. Al llegar al extremo izquierdo del tejido se remete el cabo antes dejado fuera del tejido.

224

223

F¡g. 223

Dos maneras de envolver y retorcer los hilos

F¡g. 224

Medallón danés

195

196

Red de Valdeverdeja El efecto de calado en los tejidos llamados red de telar o red de Valdeverdeja se consigue a base de pasadas que nunca abarcan todo el ancho de la urdimbre pero que se unen de vez en cuando en los huecos que ésta deja. En el tejido de la figura 229, una de las listas se ha realizado con los principios de dicha técnica que aparece ¡lustrada en detalle en la figura 225. Para formar el dibujo se empieza con unas cortas pasadas en el lado izquierdo del tejido. Hecho esto, avanza la lanzadera por otro grupo de hilos y se tejen de nuevo unas pasadas cortas, continuando así en pequeños grupos hasta el final del tejido. Al colocar cada una de las pequeñas pasadas con tensión correcta no son necesarios los ajustes con el batán. Cuando se repite el mismo movimiento de derecha a izquierda se construye un dibujo más completo. Con el mismo procedimiento se pueden conseguir variaciones muy interesantes tejiendo en unos pasos cortos y otros largos, abriendo nuevos huecos o uniendo unos dibujos en partes lisas. El dibujo calado en los verdaderos tejidos de Valdeverdeja como el visillo de las figuras 227 y 228 es elaborado a base de pasadas cortas repartidos los grupos de hilos de manera que los huecos entre ellos formen líneas diagonales que. a su vez, constituyen la rica ornamentación de estos tejidos.

225

226

Figs 225 y 226 Red de telar o de Valdeverdeja

Figs. 227 y 228 Cortina en la técnica red de Valdeverdeja (Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid)

Primavera. Variaciones de tafetán y sarga. Realizado por la autora

231

Fig. 229

Tejido calado de,diferentes técnicas

Fig. 230 Fig. 231

Variación libre en la técnica red de Valdeverdeja 1 Manera de tejer la técnica red de Valdeverdeja

Mantel en lino con adorno de dibujo calado

Urdimbre: Trama: Peine:

lino Ni 16/ 1 , blanco lino Ni 16/ 1 , blanco 5 pall/cm 1 hilo/malla

2 hilos/pall

Primero hay un sencillo calado de gasa de vuelta con 4 hilos en cada grupo y a continuación 9 pasadas de tafetán. El dibujo está formado por grupos de 8 hilos, tejido un grupo en tafetán y el otro envolviendo los hilos como muestra la figura 233.

233

Fig. 232 Mantel en lino con dibujo calado

Fig. 233 vuelta

Variación de gasa de

199

200

Esperanza. Tejido en cinturón de monje. Realizado por la autora

Tejido decorativo en técnicas mixtas: H.V. y tejido ruso. Mot juset /Hacia la luz: Realizado por Sara Svensson

202

Tejidos brochados Son tejidos cuyos dibujos se parecen a un bordado. Los dibujos se forman sobre el tejido de fondo con una o varias tramas suplementarias, una para cada dibujo. Entre cada pasada de dibujo se hace una, dos o tres pasadas de fondo. Las de dibujo pueden ser continuas en todo el ancho del tejido pero lo más frecuente es que se limiten a ciertos lugares para formar un motivo. Los dibujos brochados se aplican o bien para decorar un tejido de dibujos espaciados en la superficie o bien se construye un motivo más complejo. En los siguientes apartados están descritas con más detalle las características de algunos de los brochados más corrientes. El frecuente uso de los nombres suecos krabba o krabbasnar y dukagang refiriéndose a determinados dibujos ha motivado el uso de los mismos nombres en este manual aunque debo aclarar que no son originarios de dicho país, puesto que la manera de decorar un tejido con dibujo brochado data de muy antiguo y ha sido y es utilizada en muy distintas culturas. Especialmente apropiadas y muy actuales en la fabricación de tapices son las técnicas que denominamos "tejido ruso" y técnica H.V. (nombre sueco) que bien pueden ser incluidas como tejidos brochados porque se realizan según los mismos principios. Los dibujos brochados suelen hacerse con canillas manuales o "mariposas" que servirán para el tejido de los adornos al tiempo que se va tejiendo el fondo con lanzadera.

Fig. 234

"Mariposas"

Las "mariposas" son pequeñas madejas que se preparan entre los dedos en forma de ocho, se cierran dando unas vueltas al hilo en la parte central y pasando el cabo final por la última vuelta para que la mariposa no pueda deshacerse. La introducción de las distintas tramas de dibujo debe hacerse con todo el conjunto de ellas en una misma dirección, para volver en la dirección opuesta después de haber realizado una o varias pasadas de fondo. Los tejidos de dibujo brochado, que casi siempre tienen dos caras diferentes, pueden realizarse por el derecho o desde el revés. En el primer caso, se deja el material de cada dibujo colgando por debajo del tejido cuando toca una pasada de fondo, de donde habrá que sacarla para cada pasada nueva subiéndolo siempre al lugar donde terminó la pasada anterior. Al tejer desde el revés se deja la trama de los dibujos por encima del tejido con lo cual el tejido se realiza más cómodamente. Sin embargo, se puede controlar mejor el resultado tejiendo los dibujos desde el derecho. En cada caso debe elegirse el sistema más conveniente. Todos los remates deben hacerse mientras se realiza el tejido. Para ello se hacen retroceder los cabos por debajo del dibujo donde se esconden y se deja aproximadamente 1 cm del hilo en el revés del tejido. El material de los dibujos debe ser más grueso que la trama del fondo, con lo que se forma un tejido de relieve en los lugares de los dibujos.

Fig. 235

Manera de hacer una canilla

203

Fig. 236 Trama de fondo en lanzadera y trama de dibujo en "Mariposas"

Arriba: Muestra de diseño para alfombra en nudo rya de pelo largo. Realizado por la autora

Abajo. Detalle de alfombra de nudo de pelo corto, realizado en el taller protegido Anezka, Vitoria

Arriba: Tejido decorativo con motas de lana cardada sin hilar. Realizado por la autora. Descripción en pág. 2 1 6

Arriba: Tejido decorativo en técnica Dukagang. Descripción en pág. 209

Abajo: Tejido decorativo de bucle. Diseñado por Sara Svensson. Descripción en pág. 2 1 6

Fig. 237

Detalle de técnica "Dukagang"

207

Dukagang (nombre sueco) Dibujo brochado en líneas verticales La trama del dibujo brochado en la técnica conocida como dukagang pasa sobre el fondo del tejido en tramos ¡guales de largos, ligados siempre con los mismos hilos de urdimbre a intervalos regulares. Esto da lugar a un dibujo listado en sentido de urdimbre que es la característica principal de estos tejidos. Los dibujos pueden realizarse con diferentes remetidos, ilustrados dos de ellos en la figura 238. En el primero pasa la trama del dibujo por encima de dos hilos y por debajo de uno, mientras que en el otro los pasos serán por encima de cuatro y por debajo de dos hilos de urdimbre. Al realizarse el tejido en un remetido de orden seguido y atado un pedal para el dibujo se construye un dibujo que va por encima de tres hilos y por debajo de uno. También puede optarse por introducir la trama del dibujo manualmente colocando el hilo por encima y por debajo de un cierto número de hilos (véase también el proyecto en pág. 209). A

B

A

B

3 2 1

3 2 1

1 2 3

1 2 3

A

B

A) Armadura para tejer con el derecho hacia abajo B) Armadura para tejer con el derecho hacía arriba 1 2 3

Fig. 238 Arriba: Remetidos ordenados en grupos Abajo: Remetido de orden seguido

1 2 3

Ves tido c on dibujo en cam ino de rosa. Descripción pág. 1 8 5

Colgante decorativo en dukagang Foto en color p. 205 Urdimbre: algodón mercerizado Ni 16/2 Trama: fondo: Algodón mercerizado Ni 16/2; dibujo: 1 hilo-lana Nm 2/7 + 2 hebras lino Ni 1 6 / 1 Peine: 5 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall Remetido: figura 238 El tejido decorativo de pág. 205 es una variante de dukagang realizada de tal forma que toda la superficie del tejido está cubierta por la trama de dibujo. Entre las pasadas de dibujo sólo hay una pasada de fondo; por ello, y para que la trama de cada color se coloque bien en la columna que le corresponde, hay que enlazar una trama con otra tanto cuando van hacia un lado como cuando van hacia el otro. Para tener mejor control de los dibujos es conveniente realizar esta clase de dukagang con el derecho hacia arriba. Trabajando siempre con todas las tramas de dibujo en una misma dirección se suele encontrar sin demasiada dificultad el hilo correcto aunque éste se encuentre por debajo del tejido. Para mantener el orden de las diferentes tramas de dibujo hay que añadir una trama para cada dibujo nuevo.

Fig. 239 Enlace de las tramas del dibu|o por el revés

209

210

Krabbasnar y semikrabba (cangrejo) Figs. 240-245

Krabbasnar: dibujo brochado de líneas oblicuas El dibujo brochado de la técnica krabba, que significa cangrejo en español, es quizás el dibujo más extendido en la artesnía popular en cuanto a técnicas que siguen al procedimiento de decoración con hilos independientes. Esta técnica consiste en dibujos de trama superpuestos al fondo y que toman formas libres, casi siempre geométricas, con juegos de ángulos y vértices, puesto que las pasadas de dibujo de trama se van sucediendo unas o otras en diagonal. La cantidad de dibujos y combinaciones posibles es, pues, prácticamente ilimitada. La longitud de los puntos que forman el dibujo puede variar, pasando por encima de uno, tres o cinco hilos. El paso de la trama del dibujo se hace en calada cerrada, es decir sin pisar ningún pedal, lo que ofrece muchas variantes de diseño. A las pasadas del dibujo sigue una o varias de fondo, dependiendo esto del grosor del material.

Semikrabba: dibujo de cuadrículas Cuando las pasadas de dibujo de trama no se hacen siguiendo diagonales, sino saltando un número determinado de hilos de forma regular, y dejando que el hilo del dibujo vaya por debajo del fondo, se obtienen resultados, también geométricos, pero con efecto de cuadrícula como el que muestra la figura 245. El dibujo se parece al de la técnica dukagang por lo que se denomina a veces halv dukagang (semi-dukagang). Cuando el dibujo deba ocupar la mayor parte de la superficie del tejido, se puede facilitar el trabajo con un remetido ordenado especialmente para este dibujo pasando los hilos que deben formar el dibujo en grupos (figs. 242 A y 8). Otra posibilidad es pasar una "espada" a través de la urdimbre colocándola de forma que de|e por debajo los hilos que corresponden al dibujo. Llamamos espada a una varilla de madera con la punta ligeramente redondeada (véase también pág. 202).

211

A

B

C

21

43 2 1

Fig. 240 Las partes del dibujo marcadas por una espada

Fig. 241 Trayectoria de la trama del dibujo en el revés

Fig. 242 A y B Remetidos ordenados en grupos. C Remetido para traba|ar manualmente

212

Fig. 244 Dibujo brochado de la técnica de Krabbasnar Fig. 243 Patrón gráfico de un motivo de la técnica Krabbasnar

Fig. 245 Dibujo brochado de la técnica Semikrabba

213

Tejido decorativo de la técnica Krabbasnar

214

Nudos y otros puntos de relieve Hay todo un conjunto de puntos de relieve y nudos que se utilizan sobre todo como realce y que constituyen o bien un dibujo aislado o se reparten en todo el tejido. La trama del dibujo se sobrepone por anudamientos o puntos que recuerdan un bordado y que en su mayoría proceden de los tejidos más antiguos. Entre los nudos existen, por una parte, el bucle o anillo y, por otra, el de pelo cortado. El nudo bucle se conoce, además por diversidad de nombres muy tradicionales en España, como son el nudo alpujarreño y gorullo o confite gallego que, a su vez, dan nombre a los tejidos que los contiene. La trama que formará el dibujo de relieve en estos tejidos puede ser la misma que la trama del fondo, pero generalmente se utiliza un hilo más grueso, del mismo color que el fondo o distinto. Puede aplicarse también una trama suplementaria para el dibujo. En los lugares previamente determinados en donde se desea construir el dibujo se saca la trama en pequeños anillos con una aguja de punto y, realizada una pasada de tafetán, se retira la aguja. Entre los nudos de pelo cortado distinguimos dos clases, el tipo persa o nudo sennah y el tipo turco o nudo yordes.

246

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Fig. 246 Nudo de bucle Fig. 247 Nudo turco cortado Fig. 248 Nudo persa Fig. 249 y 250 Nudo turco

250

Las alfombras y los tapices de nudo se confeccionan de muy diversas formas; bien con la trama previamente cortada, bien con una trama continua que se cortará a lo largo del tejido. Entre cada hilera de nudos se realizan una o varias pasadas de tafetán que soportarán los nudos, debiendo haber más fondo en los tejidos de flecos largos mientras que únicamente son necesarias una o dos pasadas de tafetán en los tejidos de pelo corto Soumac La manera de decorar un tejido con la técnica soumac se utilizaba ya en la antigüedad en los tejidos coptos como punto de relieve. Hoy en día se aplica frecuentemente esta técnica y muchas variaciones de ella en la confección de tapices. La técnica recuerda la utilizada en cadenilla bordada sobrepuesta al fondo de un tejido de tafetán. La longitud de los eslabones puede variarse dependiendo de la calidad y el tipo de diseño.

Figs. 251 y 252 Muestra de diferentes puntos de soumac

215

216

Tejido decorativo "manzana" en técnica bucle Foto en color p. 205 Urdimbre: lino Ni 16/2, medio blanqueado Trama: fondo: Lana gobelino 2 hilos + 1 hilo dorado dibujo: lana gobelino 2 hilos + lino Ni 4. 2 hilos Peine: 2 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall

Tejido decorativo en técnica bucle con lana cardada sin hilar Foto en color p 205 Urdimbre: lana Nm 1.25 (1250 m/Kg) Trama: fondo: Iana Nm 1.25 dibujo: lana natural, poco cardada y sin hilar Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/ pall El tejido de la pág. 205 representa una variante de bucle realizado con lana natural, sin hilar. Para tejer con esta clase de trama se introduce el material en pequeñas mechas por la calada y se aprieta con el batán. Mediante una canilla o aguja se hace salir la lana en presillas más grandes o más pequeñas según el efecto que se desee. El sobrante de la lana sin hilar o mecha se puede dejar por el revés del tejido y cortarlo una vez terminado.

Fig. 253 Muestra de alfombra alpujarreña

Fig. 254 Tejido en técnica "Confite" (Museo de Artes y Tradiciones populares de la Universidad Autónoma de Madrid)

218

Gobelinos simplificados, tejido ruso y H.V. Dentro de los brochados, al igual que el dukagang y cangrejo, se trata de técnicas utilizadas en un principio con la finalidad de realizar un dibujo sobre un fondo en un tejido. Sin embargo, tanto una como otra pueden formar el cuerpo entero de un tejido puesto que la combinación de las tramas de dibujo con la de fondo siempre en tafetán les da la consistencia necesaria para ser por sí mismas un tejido, no una técnica de aplicación de dibujo como las anteriores. Puede decirse que estas dos técnicas son las que más similitud presentan con el tapiz clásico, por el realce de las tramas y las posibilidades de combinación de diferentes calidades y colores de los hilos de trama; de ahí el nombre de gobelinos simplificados. Tanto una como otra tienen gran aplicación en tejidos libres y de diseño figurativo. El dibujo de trama en el tejido ruso consiste en una pasada en la que la trama pasa por encima de tres hilos de urdimbre y por debajo de uno, y otra pasada superpuesta en la que también la trama pasa sobre tres hilos y por debajo de uno, pero con un desplazamiento de dos hilos en la urdimbre. Entre una y otra pasadas de dibujo siempre debe haber una o dos pasadas de tafetán. En la técnica H.V.. en cambio, el dibujo se hace sobre la ultima pasada de tafetán, colocando la trama en la misma calada que este tafetán de fondo pero solamente en las partes en que el dibujo lo requiera. En la foto de la página 201 se presenta una interesante combinación de ambas técnicas. Mientras que el dibujo de los laterales es H.V., el centro, de mayor relieve, no sólo de color sino de textura, está tejido en técnica rusa. Una y otra, a la vez, se combinan con el fondo de tafetán tejido en lino lo que proporciona un efecto de transparencia. En el tejido de la ilustración 257, también realizado en lino en tonos crudos y blanqueados, el efecto se consigue por la combinación de técnica rusa con tafetán y superposición de soumac en los límites entre una y otra técnica. Los matices que se pueden observar alrededor del árbol de la ilustración de la p. 237 son también un efecto conseguido a base de técnica rusa.

Fig. 255

Tejido ruso x = pasadas de dibujo - = pasadas de fondo

Fig. 256 Técnica H.V.

219

Fig. 257 Tapiz en técnicas mixtas: tejido ruso y soumac (realizado por Montse Camps y Anita Gandahl)

220

Cortina plegable de lino en técnica H.V. Foto en b/n p. 221 Urdimbre: algodón Ni 12/6 (tipo hilo de red) Trama: mechas de varios hilos de lino, en blanco, crudo y mechas mezcladas en blanco y crudo Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall Ancho de peine: 76 cm Número de hilos: 228 4 x 3 = 2 1 6 hilos 3 x 4 = 12 hilos Resultado total = 228 hilos

1 2 3 4

= pasadas de dibujo = pasadas de fondo Fig. 258

Fig. 259 Manera de tejer la cortina plegable en la pág. opuesta

Fig. 259 bis Cortina plegable en técnica H.V. (realizado por la autora)

222

Dibujos de trama enlazada y otros puntos Mientras que la trama de dibujo brochado está superpuesta o combinada con un tejido de fondo, existe una gran variedad de maneras de unir y enlazar las tramas de diferentes colores, produciendo dibujos que forman parte integrante del tejido. Son tejidos de efecto por trama realizados más frecuentemente a base de tafetán. Todas las diferentes tramas son elaboradas manualmente; para ello, se prepara el material en mariposas o enrollado sobre canillas (véanse figuras 234 y 235). Los dibujos que se construyen por combinaciones de diferentes colores en las tramas pueden ser o bien geométricos o bien de formas libres o figurativos. Cuando el diseño se compone de dibujos geométricos se realiza normalmente el tejido trabajando en línea horizontal y recta; cuando, en cambio, los dibujos toman formas libres se realiza el tejido según la extensión de los distintos motivos subiendo unas partes más que otras, aunque hay que respetar un cierto equilibrio del nivel. Los tejidos de tramas enlazadas, que tienen su principal aplicación en la fabricación de alfombras y tapices, pueden realizarse tanto en telares de urdimbre vertical, alto lizo, como en telares de urdimbre horizontal, que bien puede ser un telar sin sobreestructura como el telar de bajo lizo descrito en página 12, fig. 6, o un telar como el que se ha utilizado para las instrucciones de este manual. En los tejidos trabajados en nivel irregular se aprietan las pasadas con un peine manual. Al realizarse esta clase de tejido en un telar con batán se puede optar por quitar el mismo o colgarlo simplemente más atrás sobre la estructura del telar, manteniendo así la separación regular de los hilos en el peine. Cuando, en cambio, se trata de tejidos con pasadas en línea recta y horizontales puede considerarse oportuno realizarlos en telar provisto de batán con el que ajustar las pasadas, lo cual supone un tiempo reducido de fabricación, sobre todo al ser el tejido de tamaño mayor. Röllakan Las técnicas aplicadas en la alfombra de la ilustración de p. 233 y el pequeño tejido decorativo representado en la p. 242 se conocen con el nombre röllakan (nombre sueco). Con las vanantes que existen de esta técnica se construyen dibujos geométricos formados por cuadros o triángulos. Las uniones de las diferentes tramas pueden hacerse con enlace simple o doble. En el enlace simple las tramas van ligándose sólo en una dirección y se obtiene un tejido reversible muy apropiado para alfombras. Mediante el enlace doble, enlazadas las tramas en ambas direcciones, se forman pequeñas evoluciones o canutillos en el revés del tejido; no obstante suele resultar más fácil conseguir un ligado regular y liso al utilizar el doble enlace.

Enlace doble, tejido con revés Los tejidos de doble enlace se realizan más fácilmente con el revés frente al tejedor. Se abre la calada en cuyo lado izquierdo quede levantado el último hilo y se pasa la primera trama desde este lado hasta el lugar previamente determinado para el primer dibujo. Se colocan la tramas siguientes en la misma dirección, siempre empezando por debajo de un hilo de urdimbre. Antes de remeter los cabos finales se enlazan con las tramas puestas y se retrocede por la calada siguiente. Al continuar el tejido se enlazan las tramas tanto cuando van hacia un lado como hacia otro. Cuando el dibujo se desplace a un lado se puede optar por llevar el hilo por fuera del tejido hasta su nuevo lugar. También pueden colocarse dos tramas por la misma calada poniendo primero la que viene de la derecha si el desplazamiento del dibujo fuera hacia la izquierda y lo contrario cuando el lugar del nuevo dibujo está al lado derecho. Para añadir un nuevo color se procurará hacerlo cuando las tramas vayan en dirección de derecha, lo que ayudará a mantener el ritmo de las pasadas. Enlace simple, tejido reversible Con enlace simple se obtiene un tejido reversible, de dos caras idénticas. El trabajo puede realizarse manteniendo siempre las tramas por encima del tejido. La introducción de las tramas se inicia por el lado en que el último hilo de urdimbre está bajado, colocando a continuación cada nuevo color de forma que siempre empiece por encima de un hilo bajado y pasen por un número par de hilos. Colocadas todas las tramas para la primera pasada, se hacen los remates en la calada siguiente. Al ser un tejido reversible, hay que prestar suma atención a los remates y cortar el material sobrante a ras del tejido. En la primera pasada, que debe realizarse de izquierda a derecha, no se efectúa ningún enlace de las tramas. Éstas se realizan en la pasada si-

Fig. 260

Unión de enlace doble

Fig. 261 Unióny desplazamiento, enlace simple

223

224 guiente en que las tramas vuelven en dirección izquierda. En esta clase de tejido debe dejarse el material abundante en semicírculos regulares y al realizarse en telar con batán se aprietan las pasadas en calada cerrada, es decir, después de haber pisado el otro pedal. Las pasadas en que las tramas retroceden de izquierda a derecha se realizan más fácilmente empezando por el lado derecho. Esta vez se excluyen los enlaces; no obstante, se procura tirar las tramas de forma que los enlaces anteriores se coloquen bien en su sitio entre dos hilos de urdimbre. Para desplazar un color hacia un lado se colocan dos tramas por la misma calada. Al rematar un color terminado se desliza un poco la última pasada para introducir el cabo final por la calada anterior. Dibujos de diagonales Dibujos formados por diagonales pueden realizarse con o sin enlaces entre las tramas, obteniendo en el primer caso un tejido con derecho y revés, y en el segundo, un tejido de dos caras ¡guales. Diagonales sin enlaces Cuando las diferentes tramas se desplazan regularmente hacia un lado, se forma un tejido unido y no son necesarios los enlaces entre las tramas. Tal tejido debe realizarse con todas las tramas puestas en la misma dirección, empezando en el lado izquierdo con el primer hilo de urdimbre bajado. Efectuada la primera pasada, se vuelven las tramas por la calada siguiente hasta las mismas posiciones de la pasada anterior. Para formar una diagonal de derecha se desplazan las tramas cuando éstas van hacia la derecha, pasando primero la trama derecha por la calada para después colocar la de la izquierda por encima, se toman entonces dos hilos nuevos de urdimbre, uno bajado y otro levantado. A continuación se repite la misma operación, o sea, se efectúa una pasada con desplazamiento y otra sin él. Los dibujos de diagonal de izquierda se realizan de la misma manera, con la única diferencia de que los desplazamientos de las tramas deben efectuarse cuando la pasada va hacia la izquierda.

Fig. 262 enlaces

Diagonal sin

Fig. 263

Diagonal con enlaces

Diagonales con enlaces Igual que los dibujos de líneas verticales, se puede optar por enlazar las tramas en los dibujos de diagonales. En este caso se desplazan las tramas sólo un hilo para cada pasada y se enlazan en ambas direcciones. Para formar una inclinación más rápida, se trasladan las tramas por tres hilos de urdimbre en cada pasada. Kilim

Kilim es el nombre generalmente aceptado de un técnica que consiste en dejar abiertas las líneas verticales entre los dibujos y que se aplica principalmente en tejidos cuyos diseños se componen de pequeños cuadritos. Al ser los huecos muy cortos, debido a los frecuentes desplazamientos de los dibujos, no se notan las aperturas y el tejido parece completamente unido, lo cual sucede por ejemplo en las alfombras orientales u otros tapices folklóricos realizados de esta manera. En el tapiz contemporáneo, en cambio, se emplean a menudo aperturas más largas constituyendo éstas parte del diseño. Uniones de perfil irregular Una línea vertical entre dos dibujos puede también ser unida al utilizar el mismo hilo de urdimbre para las vueltas de ambas tramas, colocando o bien las pasadas como muestra la figura 266 o agrupándolas como se indica en el dibujo esquemático de la figura 267. Con esta clase de uniones, muy actuales en la tapicería, se obtienen dibujos con un perfil irregular de aspecto dentado.

Figs. 264 y 265 Kilim

225

226

Hachures

Hachures (nombre francés) -o trapiel- son líneas horizontales irregularmente trazadas, con las que se producen efectos en el interior de un motivo o en un tejido liso. Para construir las hachures se coloca una trama hacia la derecha y otra hacia la izquierda de modo que los hilos se encuentren en una pasada y se separen en la siguiente. En la pasada de encuentro se avanza una pasada un paso más largo al mismo tiempo que se disminuye el camino de otra. Con este procedimiento se producen bonitos matices en el color del fondo o se construyen dibujos de formas suaves. Contornos y formas redondeadas Cuando los dibujos no son angulares y de líneas rectas sino redondas o con líneas redondeadas y curvas se suelen acentuar los contornos de un motivo mediante unas pasadas que siguen la forma del dibujo. Al realizarse un número impar de pasadas se mantiene el ritmo en la dirección de las tramas. Una fina línea vertical puede intercalarse en una unión de perfil "denta-

Figs. 266 y 267

Unión de perfil irregular

Figs. 268 y 269 Hachures

do". Una vez colocadas las tramas, como muestra el dibujo esquemático de la figura 270, se aprietan hasta que cubren la urdimbre. Puntos o pequeños dibujos redondeados son otros detalles muy utilizados en los tejidos decorativos actuales. Estos dib'ujos pueden obtenerse haciendo unas cortas pasadas de una u otra de las maneras ilustradas en las figuras 271 y 272. Como regla general, se tejen las tramas en línea perpendicular a la urdimbre, incluso al realizarse el trabajo en secciones subiendo una parte más que la otra. La monotonía de una trama horizontal puede romperse, por ejemplo, al llenar un hueco en que se colocan las pasadas de modo que sigan la forma del hueco. Otra ocasión de construir una línea suave en el tejido es colocar la trama inclinada en diagonal. Finalmente cabe decir que la creación de un tapiz es algo particularísimo, y que las técnicas y "puntos" aquí descritos sólo muestran la diversidad de posibilidades en el momento de elegir una u otra técnica para representar el diseño elegido. Puede decirse que la elección de una técnica para interpretar o representar las formas que presenta el diseño determinará en gran parte la calidad final del tejido o tapiz; en cualquier caso, esta elección dependerá siempre del tejedor.

Fig. 270 Línea vertical

Figs. 271 y 272 Manera de hacer pequeños dibujos redondeados

F¡g. 273 suaves

227

Manera de hacer líneas

228

Fig. 274 Muestra de puntos de enlace de tipo gobelino

La terminación del tejido El aspecto final de un tejido se debe en alto grado al acabado que se le dé. Hay diferentes clases de terminaciones, como dobladillos, flecos, trenzas, etc., entre las que se puede elegir para dar el acabado más apropiado en cada caso. La trenza oriental y el fleco torcido son dos acabados útiles para muchas clases de tejidos, por lo que he optado por dar una descripción más detallada de éstas sin que deba olvidarse que hay otros muchos sistemas de terminar, como pueden ser los acabados de macramé, trenzas, flecos normales, etc., que cada tejedor deberá elegir para dar su toque personal a la pieza ya terminada. Trenza oriental Primeramente se hace un nudo normal con cada dos hilos de urdimbre procurando que todos ellos se aproximen al tejido con la misma regularidad. Es mejor hacer primero unos cuantos nudos espaciados a todo lo ancho del tejido y luego ir rellenando los huecos hasta completar todo el anudado. Se iniciará entonces el trenzado para lo cual debe colocarse el tejido sobre una mesa con el revés hacia arriba. Empezando por la izquierda, se cogen los cuatro primeros pares de hilos, sujetando tres con la mano derecha y uno con la izquierda. Se hacen pasar los hilos de la mano izquierda por entre los otros como si se hiciera una trenza. Al salir por debajo del último nudo se estiran hacia arriba y se dejan por encima del tejido. Se sigue de esta misma forma con los hilos de los nudos siguientes hasta llegar al final del tejido. Es muy probable que nos encontremos entonces con algunos pares de hilos que no pue-

F¡g. 275 Trenza oriental

229

230

den ser trenzados en la forma anterior. Con ellos se hará una trenza normal. Una vez realizada la cadena se pueden pasar todos los cabos, con la ayuda de una aguja de coser, por entre el tejido escondiéndolos dentro de éste o fijándolos con una costura. Cuando se trata de un tejido decorativo y la urdimbre es de lino, la trenza oriental puede hacerse sin necesidad de los nudos previos. En este caso, los hilos deben estirarse con la máxima fuerza y, una vez trenzados, se pueden cortar los cabos sobrantes. Fleco torcido Para que esta clase de flecos pueda realizarse cómodamente deben dejarse los hilos de urdimbre en una longitud suficiente. El nudo se realiza con cuatro hilos de urdimbre. Manteniendo dos hilos en cada mano se retuercen fuertemente uno y otro hacia la derecha. Mientras se van dando las vueltas de torsión con las dos manos se pasan los de la mano derecha por encima de los de la mano izquierda de modo que se unan en un cordón de fuerte torsión. Cuando este cordón tenga la longitud deseada se cierra con un nudo. Acabados de tejidos de lana Especial atención requieren los acabados de las mantas con urdimbre y trama de lana y a las que se desee dar una calidad de superficie afelpada como ya hemos indicado en la página Para conseguir la superficie afelpada deberá lavarse la manta una vez terminada y cepillarla cuando está todavía húmeda con un cepillo de ropa normal, ni muy fuerte ni muy suave, raspando la superficie siempre en la dirección de la urdimbre y en un solo sentido para estirar el pelo de la lana hasta conseguir la calidad deseada.

Fig. 276

Nudo de remate

Fig. 277

Fleco torcido

Fleco torcido en tejido de lana Cuando se trata de tejidos con urdimbre de lana, a los cuales se da el tratamiento descrito arriba, es mejor hacer el fleco previamente en el telar. Después de haber realizado unos 5 cm del tejido, que servirá de sostén durante el cepillado del tejido, se enrolla éste hasta el borde del antepecho. Se deja un espacio de urdimbre, el doble de la longitud del fleco previsto, y se teje de nuevo unos 5 cm. Hecho esto se afloja un poco la tensión de la urdimbre para facilitar el retorcido de los hilos que se realiza en la forma que indica la figura El hilo que se pasa por el centro de los cordones (fig. 279 c) debe ser bien atado en el principio y final. Cuando se ha lavado y cepillado el tejido, inclusive la parte de los flecos torcidos, se pueden cortar en la línea del hilo pasado entre ellos sin que se deshagan.

Figs. 278 y 279 Torsión del fleco en el mismo telar

231

Tejidos de diferentes aplicaciones

233

Arriba Separador de espacios en tejido ruso. Realizado por Anita Gandahl y Pilar Garganta

Abajo Alfombra de Rollakan (nombre sueco de un enlace de tipo gobelino) Diseñado por Sara Svensson

Colgante decorativo en camino de rosa. Realizado por Mari Puy Díaz

Cojín y colgante en variación de camino de rosa. Descripción en pág. 188

236

Niño con flor. Tejido en técnicas mixtas: Camino de rosas y tejido ruso. Realizado por la autora

El olivo Tejido en técnicas mixtas: nudo rya y tejido ruso. Realizado por la autora

Árbol: Tejido decorativo en técnica H,V. Realizado por Jill Englund

Pajaritos: Tejido decorativo de doble urdimbre. Realizado por la autora.

Arriba: Utsikt genom valv (vista por arco). Técnicas mixtas Realizado por Jill Englund.

Abajo: Landskap (paisaje) Tapiz de tiras de tela. Realizado por Jill Englund

Landskap i morgonljus (paisaje al amanecer). Técnicas mixtas. Realizado por Mary Moeschlin

Pequeño colgante decorativo en róllakan. Diseñado por Sara Svensson

Colgante decorativo. Realizado por Emilia Hernández

Dos tejidos decorativos en técnica H.V. Montados en bastidor. Realizados por Sara Svensson

Barbechos. Tapiz en variación de kilim. Realizado por Miguel Ángel de Castro

Dos tapices realizados por Miguel Pérez Blasco Arriba Diseño del artista Abajo: Diseño de Arcadio Blasco

Índice

Los números en cursiva remiten a proyectos, los en negrita a capítulos Acabados, tratamientos 230 terminación del tejido 105, 229 Adamascados de tafetán 173, 175,

176 de sarga 177, 178 Aguja de red 91 Alfombra de nudos (véase nudos) de reps f 160, 162 retalera 154, f 156 en técnica "Róllakan" 222, f 233 Alto lizo 12 Análisis 110 Anchura del tejido 35, 107 en el peine 36, 107 Antepecho 23, 24 Anudado de la urdimbre 73 de los pedales (véase armadura) Armadura 33 , representación gráfica de la, 112 de lizos y pedales en telar de polea 78 de lizos y pedales en telar de contramarcha 85 Atadores 26 Atados de la urdimbre 47, 51 Atado de los pedales (véase armadura) Bajo lizo 12 Balancines 27 Bancadas 22 Barra portahilo (véase guiahito) Batán 13. 23, 24 Batavia (véase sarga) Bobinado 32, 37 de la trama 92 Bobinadora 37, 38 Bucle (véase nudos) Bufandas 146. 147, f 148, 150

Cadena de urdimbre (véase trenza) Cadena (soumac) 2 1 5 Calados, técnicas de, 194 Calcas (pedales) 23, 24 Cálculo del material 132 Camino de rosa 184, 185, 186, 1.88, f 235, f 236 Cangrejo ("Krabba") f 145, 2 1 1 ,

212, 213 Canilla 12, 9 1 , 93, 203 Canillera 103 Cmturón de monje 189, 190, 191, 192, f 193, f 200 Confite (bucle), (véase nudos) Contramarcha 16, 17. 28, 85 Control previo al tejido 94 Cortinas f 165, 220, f 221 . telas de. 166, 167, 168, 169, 170 Cruz 44. f 45, 51 , percha de la, 39 , traslado de la. 62 , varillas de la, 24. 55 Cuerdas para los plegadores 26 de contramarcha 28 Damasco (véase adamascados) Densidad de trama 99 Devanadora 37, 38 Dibujo de ligamiento 110, 1 1 4 de trama enlazada 222 Doble tejido 180, 757. 182, f 183, f 238 urdimbre 4 1 , 56, 180 Dril de gotas 167 "Dukagang" f 206, 207. f 208, 209, 210 Enhebrado (véase remetido) Enlaces 222

Enrollado de la urdimbre 59 del tejido 102 Espiga, dibujo de, 123. 148, 150 Fleco torcido 230 Gancho regulador 28 Gasa labrada 194 de vuelta 194 Gobelinos simplificados 218 Gráfico del remetido 1 1 2 de pedales 1 1 2 de armadura 112 Guiahilo 23, 24 Guíatela 23. 24 Hilos de algodón 135 de lana 136. 137 de lino 134 H.V.. técnica de. f 197, 200, 201,

218,220. 221 Jacquard, telar, 20 "Krabba" (veáse cangrejo)

Lanzaderas 13, 90 Levas - palancas balancines 23, 24 de contramarcha 1 7 , 85 atados de, (véase armadura de pedales y lizos) Li gam ento 35, 105 dibujo del. 110, 114 Ligamentos fundamentales 116 Lizos 10, 26 r em eti do por , 6 7 representación gráfica de, 112 (véase también armadura de los lizos)

Madeja 37 Mallas 12. 26 Mantas 231 de reps 143, f 149 de cuadros 144, f 145 Manteles a rayas transversales, 142. f 148 a rayas en azul y marrón 142, f 148 de cinturón de monje 190, 191, 192, f 193 de dibujo adamascado 178 de dibujo calado 199 de ojo de ganso f 152, 153 de reps 767 "Mariposa" 202 Medallón danés 195 Nido de abeja f 157. 158, 159 Nudo, técnicas de, 2 1 4 alpujarreño f 2 1 7 bucle (confite), f 205, 216, f 2 1 7 persa 2 1 4 rya f 204, 2 1 4 turco 204. 2 1 4 de los portalizos 27 llano 38 de tejedor 38 Numeración de los hilos 130 Ojo de ganso 1 5 1 , f 152, 153 Orillos 35. 99, 106 Panamá 42. 1 1 8 Pasadas de trama 99 Pata de gallo 7 72

Pedales 12, 24 atado de, (véase armadura) representación gráfica de, 1 1 2 Peine 12, 13, 24. 70, 106 Plegadores 10, 22, 25 Poleas 27 Portada 41 doble (vía) 44 Portalizo 26 Prepeine 32. 52 Proyecto 34, 35 Punto de ligadura 1 1 0 Rapport 1 1 0 Raso 129 Red de Valdeverdeja, 196. f 196, f 198 Remates de la trama 101 representación gráfica, 1 1 2 por lizos 67 por peine 70 Reps 1 1 8 tejidos de, 162 Retaleras, alfombras, 155. f 156 tejidos de retales 154 Roturas de hilos 103 Rya (véase nudos) "Róllakan" 222, f 233, f 242 Sarga 119, 121 batavia 1 1 9 , 144, f 145 cruzada 1 2 1 , 142, 178 por trama 120 por urdimbre 120, 142. f 148 de espiga 123. 750 de losange (diamante) 124, 1 2 5

granito 124 interrumpida 1 2 7 interrumpida e inversa 127 Satén (raso) 129 Semigasa 168, 169 Soportalizo, travesaño, 78 Soumac 2 1 5

Tafetán 110, 1 1 6 derivados de, 1 1 8 Telar Damascus 20 de contramarcha 16, f 19, 28, 85 de polea, 16, f 18, 78 Jacquard 20 Tejido ruso, f 201, 218, f 219. f 197. f 236 Tela de tapicería 7 77 Templazo 100 Teoría del tejido 1 1 0 Trama 10 accesorios de, 90 embobinado de, 92 Trenza oriental 229 de urdimbre 48 Tubulares (véase doble tejido)

Urdido 32, 39 Urdidor de marco 39. 40. 50 de tambor 39, 40 Urdimbre 10, 39

Vía (doble portada) 52 Volantes 23

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Bibliografía

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