MUSEO DEL PALACIO DE BELLAS ARTES

MUSEO DEL PALACIO DE BELLAS ARTES Portada y contraportada: Naualli-Mano poderosa (detalle), 2005 Técnica mixta 265 × 160 cm MUSEO DEL PALACI...
30 downloads 1 Views 1MB Size
MUSEO

DEL

PALACIO

DE

BELLAS

ARTES

Portada y contraportada: Naualli-Mano poderosa (detalle), 2005 Técnica mixta 265 × 160 cm

MUSEO

DEL

PALACIO

DE

BELLAS

ARTES

Salas Nacional y Diego Rivera Curaduría Jorge Reynoso

Frente a una forma materialista y depredadora de imponer una visión del mundo dictada desde la lógica del poder, Marta Palau (Albesa, Lérida, España, 1934) propone a la creación artística como una alternativa que mantiene un compromiso con la realidad, al tiempo que busca restaurar y actualizar nuestras relaciones con la tierra, la memoria y los oficios de las manos y el pensamiento que reconocen en la esencia de los rituales y los mitos formas de resistencia. Palau ha encontrado en la figura de la Naualli – hechicera, vidente, curandera – una representación simbólica de este poder creativo que, desde el arte, convoca a la resistencia a partir del poder de la imaginación activa, reconciliando lo arcaico con lo presente, encontrando nuevas formas de interpretar nuestros rastros individuales y colectivos. Resultando imposible reunir una semblanza completa del dilatado trabajo de Marta Palau, proponemos una exploración por algunos de los tránsitos que esta Naualli ha recorrido: su celebración de lo femenino, su atención a los mitos de origen y migración, su recreación simbólica de los rituales de congregación, su interés por los imaginarios mágicos y proféticos, así como su voluntad de representar en el duelo funerario una demanda por las injusticias nacionales y globales. Al conjurar signos nutridos del pasado, Palau nunca abandona su atención al presente; en su arte, la actualidad encuentra una significación profunda, vital.

Marta Palau en su estudio, Guadalajara, Jalisco, 1974. Fotografía: Miguel Aldana

Jorge Reynoso Curador de la exposición

Su aspecto llena de regocijo; ella es espléndida; velos flotan sobre su cabeza, son hermosos sus colores, cambiantes y brillantes son sus ojos. ¡La diosa! Junto a ella hay consejo; tiene la suerte de todas las cosas en su mano; a su mirada se crea el bienestar. La prestancia, la protección y el espíritu guardián. Ama la inteligencia, el mutuo amor, el bien; es ella quien rige la concordia. La joven que ella ha elegido encuentra en ella una madre. Se la menciona entre las gentes, se la invoca. ¿Quién puede igualar su grandeza?...

Ammi-ditana, Himno a Ishtar (fragmento), hacia el 1,600 a.C.

Cascada, 1978 Nylon 350 × 300 × 300 cm Museo Universitario Arte Contemporáneo, UNAM

Al venir, cuando fueron siguiendo su camino, ya no fueron recibidos en ninguna parte. Por todas partes eran reprendidos. Nadie conocía su rostro. Por todas partes les decían: -“¿Quiénes son ustedes? ¿De dónde vienen?” Así en ninguna parte pudieron establecerse, sólo eran arrojados, por todas partes eran perseguidos… La peregrinación azteca, Códice Matricense de la Real Academia de la Historia

Inmersa en la tierra y los mitos, Palau no podía desligarse de las etnias que todavía pueblan Baja California, estado al que se liga desde hace más de 40 años, pues comparte su vida profesional entre Tijuana y el DF. En los parajes del norte conoce a los cochimís, a los cucapá, a los kiliwas, a los pai-pai y a los kumiai. De algunos ha retomado la forma de sus manos para vestir un mural, de otros su sapiencia para tejer la palmilla o moldear el barro, de unos más

Pues, para el hombre, honorable y magnífico es combatir a los hostiles, por la

graba sus canciones en lengua original o conoce sus

tierra y los hijos y la mujer legítima. Será entonces la muerte justo allí, cuando

oficios de caza y recolección, mas no de cultivo de la

las Parcas lo enreden. Pero vaya, cada uno, recto, levantando la lanza y, tras el

tierra, porque para ellos ésta es sagrada y no debe

escudo, reuniendo fuerte ánimo, en cuanto comience el choque de la guerra.

ser horadada.

Angélica Abelleyra, La Jornada Semanal, 08 de julio de 2001, (fragmento)

Los que quedan, 2000 Dibujo sobre papel amate 210 × 120 cm

Naualli guerrera, 2009 Técnica mixta 92 × 312 cm

Pues no está fijado que el hombre pueda huir en algún modo a la muerte, aunque su linaje sea de abuelos inmortales. Canto de Calino de Éfeso (fragmento). Siglo VII a.C.

Se congregaban, se concertaban los jueces,

Mis Nauallis son femeninas, son hechiceras, sacerdotisas, cuidadoras y protectoras de su comunidad. Las que

para poner en su oficio, para elegir quien

realizan los encantamientos y la protección contra las fuerzas externas; son las responsables de la creación

sería Tlatoani.

del mundo.

Se congregaban también los achcacauhtin y los

Ellas me acompañan y aconsejan. No sé cómo me tropecé con ellas, ni si en realidad yo las seleccioné o ellas

tequihuaque, los tiacahuan, los oquichtin, y los jueces

se impusieron, emergiendo de memorias ancestrales; sé que me han hecho bien, pues han creado un sinfín

principales, los guardianes de Dios, los ofrendadores

de posibilidades apropiadas para mi trabajo. Las pequeñas agresiones de seres menores frente a mis Nauallis

del fuego, los guedejudos; todos se concertaban

no proceden: mis aliadas están alertas.

en el gran palacio, en la corte; se congregaban para elegir al que los gobernaría. Marta Palau (fragmento)

Bernardino de Sahagún (editor), Códice Florentino, Libro VIII, capítulo XVIII (entre 1540 y 1585)

En el ceremonial hopi (grupo humano habitante de Arizona) son de capital importancia las kachinas, espíritus bondadosos de los difuntos, de los antepasados, personificados por bailarines con máscaras. Hay unas 335 kachinas diferentes, con su personalidad y sus máscaras distintas, viviendo en su propia aldea sobrenatural con sus propios jefes. Llegan a cada poblado hopi en diciembre y pasan el invierno, la primavera y parte del verano con la gente, bendiciéndola y asegurándole la lluvia para las

Kachinas, 2006 Madera y cartón intervenidos con técnica mixta

cosechas. En julio, regresan a la aldea kachina de las montañas. Joseph Campbell, El mundo de los hopis (fragmento)

Siguiente página: Altar de Naualli, 1991 Técnica mixta Medidas variables

Naualli-Mano poderosa, 2005 Técnica mixta 265 × 160 cm

Con el maíz, del cual aprovecha el totomochtli, se liga Marta Palau al mito teotihuacano (y al maya) de la creación del hombre del Quinto Sol […] Nunca en la historia del tapiz, un material tan poco aprovechable como la túnica que protege al maíz tierno de la diosa Xilonen había servido de materia prima para obras tan

Siguiente página: Mis caminos son terrestres, 1985 Hojas de maíz y henequén 130 × 70 × 62 cm

originales, tan ligadas a los mitos de un pueblo y a su vida cotidiana, como los tapices y esculturas “blandas” presentadas por Marta Palau en la referida exposición de 1985 (Mis caminos son terrestres, Museo del Palacio de Bellas Artes).

Antonio Rodríguez, Marta Palau, instalación-collage, escultura, 1988 (fragmento)

Y una vez, cuando barría Coatlicue, sobre ella bajó un plumaje, como una bola de plumas finas. En seguida lo recogió Coatlicue, lo colocó en su seno. Cuando terminó de barrer, buscó la pluma, que había colocado en su seno, pero nada vio allí. […] No me desampares y la puerta que quiera abrirse en mi camino, sea tu mano poderosa la que me la cierre

En ese momento Coatlicue quedó encinta.

para no entrar en ella si no me conviene, o me la dejes abierta, si ha de volver mi tranquilidad tanto tiempo deseada. A tus pies dejo esta súplica, que te hace un alma obligada por el destino a grandes sufrimientos, que ya no puede combatir si tu mano poderosa no detiene la ley de la razón. […] Oración a la Mano Poderosa, anónimo, siglo XX

Nacimiento de Huitzilopochtli. Bernardino de Sahagún (editor), Códice Florentino, Libro III, capítulo I (entre 1540 y 1585)

El Sol perderá claridad mostrándose oscuro.

Anoche, aviones estadounidenses lanzaron varias toneladas de víveres sobre Jwaya Bahuddin. Un número

La Luna no dará claridad

indeterminado de aparatos arrojó miles de sacos de plástico amarillos que contenían una ración diaria de

y todo el mundo será tristeza.

comida para una persona, unos kilómetros al sur de Jwaya Bahuddin, un pequeño poblado del norte de

Un gran fuego del cielo bajará,

la provincia de Tajar, que sirve de cuartel general a las fuerzas de la alianza antitalibán para el frente del

mares, fuentes y ríos, todo quemará. Los peces darán grandes gritos, los cuerpos muertos, todos se alzarán, sus espíritus recobrarán. Canto de la Sibila (fragmento) Mallorca, entre el siglo XI y el XV

noreste. Las bolsas, esparcidas en una zona de varios centenares de metros de largo y varios kilómetros de Ambientación alquímica, 1970 Madera, papel periódico y pintura vinílica 230 × 500 × 150 cm Museo Universitario Arte Contemporáneo, UNAM Siguiente página: War Games, 2002 Técnica mixta Medidas variables

ancho, contienen alimentos a base de legumbres o de arroz, así como galletas y pastelillos secos de frutas. A mediodía, los aldeanos de la región y los militares recogían los sacos, que llevan la mención "ofrecido por el pueblo estadounidense". Lanzan toneladas de víveres en Afganistán, Agencia Francesa de Noticias (AFP), 13 de octubre, 2001

En Doble muro tenemos una silueta humana tejida en fibras y tramas naturales ubicada en el suelo, rodeada de los dos muros simbólicos. Esta figura nos evoca las siluetas que demarcan con gis en el suelo los policías o agentes de medicina legal para establecer una huella del cadáver y su posición corporal. Tiene en su cabeza una pequeña abertura en forma de umbral. La silueta hecha en petate está inspirada en una figura del arte rupestre. Marta la retoma de las pinturas en las cuevas de Baja California y bautiza a este personaje como el hombre de Baja, (establece un juego doble e irónico con el lenguaje, refiriéndose a un hombre dado de baja, es decir, asesinado, y vincula esta idea con la del hombre rupestre de Baja California). De esta manera logra aludir a un joven real muerto a manos de un policía norteamericano, en el momento de saltar el muro. Este hecho acaeció a finales del año 2005 y fue difundido ampliamente por la prensa que hizo hincapié en que el sujeto había sido asesinado con un balazo en la espalda, lo que enfatiza la cobardía del perpetrador del acto y la alevosía con la que actúan las autoridades fronterizas norteamericanas en los casos que involucran a inmigrantes ilegales.

Marta Palau: la inmigración, la transgresión, la frontera (fragmento), Fernando A. Rojo Betancur

Doble muro, 2006 Técnica mixta Medidas variables

¿Qué es lo que más queremos?: que nuestras hijas regresen a nuestra casa, después de la escuela, después del trabajo. Que vuelvan, porque esa es la angustia de cada madre en Ciudad Juárez, que ven salir a sus hijas y no saben si van a regresar ¿Por qué las niñas desde pequeñas tienen que asumir que un día van a ser asesinadas? Ellas saben que pueden morir en manos de hombres impunes en un sistema impune.

Testimonio de Marisela Ortiz, fundadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa

Cuatro atados de trece hace referencia a los 52 años del ciclo temporal maya. Las 52 claveras representan un ciclo de Muertas de Juárez.

Cuatro atados de trece, 2005 Cuatro ayates de henequén con trece calaveras en cada uno Medidas variables En protesta por las Muertas de Juárez

En reconocimiento a la deuda que el Exilio Español

Marta Palau tiene una raíz hondamente hundida.

–causado por la Guerra Civil Española– reconoce

De ahí extrae su jugo vital, de ahí brota su obra:

hacia la figura de Lázaro Cárdenas, Marta Palau

sus hojas, sus flores y frutos vienen de las cuevas

realizó una serie gráfica que combina ilustraciones

pintadas, de los desiertos junto al mar, del oasis

con testimonios de figuras de la cultura que, como

inmediato de las costas. […] De sus adoraciones,

ella, encontraron en el actuar de este presidente

de sus mitologías, de la lectura que dejaron en las

mexicano un destino que determinó sus vidas y

rocas y en las cosas tan herméticas como la arena

caminos creativos.

y el viento, Marta ha recibido deliberadamente

Los testimonios son, en su mayoría, originalmente

la herencia: la ha peleado como heredera furiosa

manuscritos. La serie fue presentada en el Museo del

que no permite que la despojen, y la ejerce, recrea

Palacio de Bellas Artes en 1981.

flores, formas, luchas, dominios. Emilio Carballido, La Raíz (fragmento), 2006

Jorge Reynoso

“El respeto y la admiración que siento hoy por el General Lázaro Cárdenas, me lo enseñó mi padre, como me enseñó a creer en las causas justas, en la voluntad de los pueblos por luchar y defender el derecho a vivir con dignidad.” Marta Palau, 1981

Sin título (Homenaje a Lázaro Cárdenas), 1981 Serigrafía 56 × 76 cm

Amazonas I, 1987 Collage 195 × 134 cm

Cueva Pintada

De la serie Cueva pintada, 1995 Serigrafía 50 × 65 cm

En un remoto desierto, hace muchos y pocos años, vivía una pequeña tribu que no tenía nombre pues los hombres todavía no la nombraban y a los dioses se les había olvidado dónde estaba. Eran dioses algo distraídos y desmemoriados, perdían con frecuencia las llaves del cielo, traspapelaban los mapas del mundo y el Tiempo, que en aquel entonces era más joven, corría demasiado rápido y nunca lo alcanzaban. No se les podía pedir demasiado a estos dioses, pues ellos a su vez eran jóvenes en un mundo que apenas comenzaba: además, los reclamos constantes de otras tribus mayores los mantenían ocupados a todas horas, así que se fueron alejando del desierto y a falta de no verlo lo extraviaron. Sin mapas, las lluvias ya nunca llegaron y el pobre desierto se moría de sed, no podía ni llorar pues de sus ojos sólo salían lágrimas de arena seca y se lastimaban. Sin agua, la pequeña tribu tuvo que emigrar, se fueron caminando con todo lo que poseían hacia una sierra donde el Shamán Escuchador, que conocía el lenguaje del Viento, tenía noticias de una cañada con arroyos y abundante vegetación. Caminaron por días y días y noches y noches, las lunas se sucedieron muchas veces, crecieron, se llenaron, y encogieron. Finalmente un día llegaron al lugar señalado por el Escuchador. Ahí estaba la cañada estrecha y

profunda, en la hondonada el riachuelo con aguas cristalinas sólo reflejaba el sol cuando llega el cenit. Los frondosos árboles y palmeras se mecían saludándolos y en las escarpadas laderas encontraron acogedoras cuevas que les brindaban protección. Se establecieron en las cuevas y se volvieron cazadores y recolectores de granos; aprendieron a conocer las propiedades medicinales y alimenticias de los cactus; recogían Pitahaya dulce y Pitahaya agria del desierto, semillas maduras y dátiles, de árboles y palmeras que crecían en las profundidades de la cañada. Cazaban venado, borrego cimarrón, conejo y antílope. Del mar –algo retirado de su cueva– obtenían almejas, caracoles, tortugas y gran variedad de peces. El Escuchador Shamán observaba las estrellas, conocía la sucesión de las estaciones, el renacer de las plantas y el ciclo de nacimiento de los animales. El Viento le había contado como una vez al año llegaban pececillos a desovar y reproducirse en las márgenes de las playas, los miembros de la tribu, acudían en esa época, era un día de fiesta, los niños corrían en todas direcciones, los peces saltaban para regresar al mar, los niños llenaban con facilidad sus canastos. La Naualli Mayor de la tribu era una anciana que entendía el secreto de las hierbas y las flores, podía curar con raíces amargas del desierto y cantaba el lenguaje de los pájaros. Ella había

encontrado una arcilla roja y otra negra con propiedades mágicas. Comprobó que pintando a sus hijas les daba fuerza y poder, y que la más pequeña poseía además de la sabiduría ancestral requerida para ser la digna heredera de los conocimientos que ella atesoraba. A la pequeña hija, a diferencia de sus tres hermanas la pintaba todas las noches para que en sueños aprendiera misterios reservados para las grandes hechiceras y protectoras de la comunidad. El arte de soñar era manejado sólo por la Naualli Mayor y Shamán. Nauallita soñó que pintando a los guerreros serían protegidos de sus enemigos y de los animales salvajes. La siguiente vez que salieron de cacería narró a su madre lo que había soñado y entre las dos pintaron a los guerreros: medio cuerpo de rojo y medio de negro. Descubrieron así que las arcillas agrandaban a los hombres, tal pareciera que su estatura aumentaba y se transformaron en gigantes de tres metros. El efecto del esplendor mágico duró un par de horas, tiempo suficiente para atemorizar a los animales salvajes que asustados huyeron y fueron a caer en las trampas que los cazadores habían preparado. Shamancito era hijo del Escuchador Shamán y compañero de aventuras de Nauallita; crecieron pensando que el mundo mágico que veían y practicaban con sus mayores era igual al de otros niños. No se habían dado cuenta de que poseían dones

especiales y gratuitos que muchos quisiéramos tener. Podían hacer bailar a las piedras; hablar con los pájaros; se comunicaban con las mariposas; escuchaban las fascinantes historias de la Iguana Verde sobre sus antepasados, lagartijas gigantes que habitaron la tierra hacía muchísimos años. Pero lo que más les gustaba era visitar no muy lejos de allí, la cueva encantada de -Serpiente Venado- que poseía un espejo de cristal de roca desde el cuál se veían las estrellas más lejanas. Este maravilloso animal tenía cabeza de venado y cuerpo de reptil y había sido hechizado por un poderoso Shamán que unió las dos imágenes sagradas, veneradas por muchos hombres primitivos: la serpiente que representa la sabiduría y la ciencia y el espíritu del venado al que se invoca para obtener abundante caza. Un día Nauallita aprovechó que su madre se alejaba de la cueva en busca de hierbas medicinales; tomó prestado un poco de arcilla roja, fue al encuentro del Shamancito y le pidió que convocara al viento para jugar. El Viento acudió a la cita y Naullita pintó un círculo grande para que el Viento se posara en él y descansara un rato de su continuo correr. El círculo pintado con Arcilla Roja (que era muy traviesa), sin su mitad de Arcilla Negra (la seria y formal que controlaba a la roja) apresó al Viento sin que Naullita ni Shamancito pudieran evitarlo. El

círculo sujetaba y apretaba, apretaba, tanto que el Viento quiso emprender el vuelo en retirada, demasiado tarde; pronto comprendió que Arcilla Roja lo había hecho prisionero. Cómo se asustaron, no querían privar al Viento de la libertad tan importante para su trabajo. Arcilla Roja sonreía en la tierra pintada y cuánto más quería el Viento liberarse más apretaba el círculo. Después de tratar y tratar de escapar, el Viento lanzó un largo suspiro y rogó a Nauallita que fuera a buscar a la Naualli Mayor para que lo ayudara a salir del círculo. Nauallita era una pequeña y astuta hechicera; pensó que llamar a Naualli Grande no era prudente. El viento le tendía una trampa para ser liberado y ella sin duda sería castigada por haber tomado prestada la Arcilla Roja. Era tonto no aprovechar la ocasión única que se le había presentado; retractarse desacreditaría sus poderes en lo futuro y mostraría debilidad, perdería atributos necesarios para toda Naualli respetable. Por su parte Shamancito, que también era potente visionario, le hizo notar que atrapar al Viento no era tarea fácil y que esto sin duda era una señal y prueba sobrenatural que se le presentaba. Consultaron a Serpiente-Venado para que con su espejo de cristal los aconsejara.- Muchas ventajas se pueden obtener del viento, poderoso mago, -

dijo Serpiente-Venado, hay que pedirle algo importante ya que otra ocasión como ésta no se presentará. - Es bien sabido por todos los hechiceros -observó SerpienteVenado cuando se alejaban-, que sólo aquel que hace un encantamiento tiene el poder de romperlo. El Viento obedecerá a Nauallita, sólo ella podrá liberarlo. -Si nos concedes tres deseos romperé el sortilegio y pronto correrás por el mundo libre, libre como el viento, dijo Nauallita a su prisionero. Al viento no le quedó más remedio que dar su solemne palabra, palabra de viento, de cumplir todos lo deseos con tal de salir del círculo.- Veo una parvada de colibríes descender sobre un lago y con sus picos tomar los bordes del agua y levantar el vuelo para llevarlo al desierto y apagar su sed. Eso quiero, dijo Nauallita. - Veo dos mares con abundantes peces, el que ya tenemos y otro, que se acerquen a nuestra cueva para que nunca nos falte alimento. Eso quiero dijo el Shamancito. - Veo mis colores engrandecerse y adornar nuestras cuevas para contar nuestra historia. - Eso quiero, dijo Arcilla Roja. - Así sea -contestó el Viento. Arcilla Roja abrió el círculo y el Viento se elevó y revoloteó feliz en torno a Nauallita y Shamancito despeinándolos y haciéndolos girar como trompos, FUF, FUF,

FUF, reía el viento. Luego resopló, UUUHHUUUHHH con fuerza hacia Arcilla Roja, obligándola a perder el equilibrio, pobre arcilla cayó al suelo cubierta de sí misma, una enorme y finísima nube de polvo: talco rojo. Ya satisfecho el Viento cesó de volar y reír, llamó a los colibríes y la Nauallita les explicó lo que quería de ellos. Gracias a sus muchos conocimientos y viajes, los viajes siempre ilustran, resultó fácil para el Viento seleccionar el lago más cercano. Montó a los colibríes sobre sus espaldas y desapareció volando con ellos. Al llegar a la región de los lagos los colibríes descendieron y todos a la vez, con sus delicados picos, levantaron las orillas de un lago con tanta fineza que no derramaron una sola gota de agua. El Viento, ahora con el lago y los colibríes en sus hombros, voló con vertiginosa velocidad hacia el desierto. Los colibríes lo depositaron justo a la mitad del ahora afortunado y agradecido desierto. Estaba tan necesitado y sediento que bebió y bebió y consumió gran parte del agua; la arena, humedecida por la enorme cantidad que sorbió el desierto, floreció en un oasis, con graciosas palmeras y un sinnúmero de plantas; sus beneficios llegaron hasta los cactus: se llenaron de exóticas y esplendorosas flores y los colibríes, para descansar, anidaron en las palmas y se fueron quedando en el oasis. Shamancito ayudó al Viento a

reducir las proporciones del desierto para que los dos mares se acercaran a su cueva. Primero arrancaron un brazo de tierra que sólo quedó unido al continente por el lado norte. Segundo, el mar externo avanzó con sus olas hasta el hueco que había quedado separado de la tierra y lo llenó. Tercero, tanto estrecharon la tierra donde se encontraba el primer mar que el lago depositado en el centro del desierto por poquito y se cae al recién formado mar. Desde entonces el hermoso oasis besa las orillas del mar interno y la tierra es larga y angosta. Arcilla Roja se fue volando con el Viento hasta la entrada de la cueva principal en donde se encontraba Shamán Escuchador y el Viento sopló en su oídos los secretos de la pintura y girando en torno a él hablaron del misterio de las espirales. Así Shamán Escuchador se transformó también en Shamán Pintor y Shamán Narrador, dejó registro de sus rituales mágicos pintados en las cuevas y cuidó de no cometer el mismo error de Nauallita: las pinturas fueron de Arcilla Roja siempre acompañada de Arcilla Negra. La tribu tomó el nombre sagrado de Cueva Pintada y a Shamancito, Nauallita y Arcilla Roja los honraron mucho tiempo. En su memoria, otras cañadas con riachuelos cercados por el desierto tienen en sus laderas o en las paredes más altas de sus cuevas pinturas, que hoy les dicen rupestres,

recuerdan a los hombres primitivos que las habitaron: gigantes que capturaron al viento y estrecharon la tierra formando una alargada península, que conocieron el secreto de las espirales y poblaron los oasis con palmeras para darnos sombra y calmar la sed del desierto.

Cueva pintada es un cuento escrito e ilustrado por Marta Palau que evoca narraciones orales ancestrales cerca de pinturas rupestres o códices, actualizando leyendas inspiradas, de manera directa, en las tradiciones de Aridoamérica e, indirectamente, en los modelos universales mitológicos del origen, el viaje, el ritual de paso y la revelación mística.

Museo del Palacio de Bellas Artes 21 de diciembre de 2012 al 17 de marzo de 2013

CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES Presidente

Rafael Tovar y de Teresa

PROGRAMA ACADÉMICO

INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES

Jueves 24 de enero

Directora General

Plática con Marta Palau, Jorge Reynoso y José Luis Barrios 19:00 horas Área de murales, segundo piso

Maria Cristina García Cepeda

Coordinadora Nacional de Artes Plásticas Mónica López Velarde Estrada

Jueves 28 de febrero

Directora del Museo del Palacio de Bellas Artes

Mesa de discusión con Laura Anderson Barbata, Demián Flores y Magali Lara Modera: Francisco Reyes Palma 19:00 horas Área de murales, segundo piso

Itzel Vargas Plata

Director de Difusión y Relaciones Públicas José Luis Gutiérrez Ramírez

Domingo 20 de enero Taller infantil de cuento La cueva pintada* 12:00 horas Punto de encuentro: módulo de informes del museo

Domingo 27 de enero Visita de niños para niños 12:00 horas Punto de encuentro: módulo de informes del museo * Previa inscripción Todas las actividades son gratuitas Cupo limitado

INFORMES Departamento de Mediación y Programas Académicos Tel. 51 30 09 00, extensiones 2614 y 2616 [email protected] www.museopalaciodebellasartes.mx

CRÉDITOS DEL FOLLETO Coordinación editorial

Raymundo Silva Madrid Selección de textos Jorge Reynoso

Concepto gráfico y diseño Gustavo A. García Galicia Sara A. Ortega Ortega