Las Mujeres Empresarias de Bolivia

Mujeres del siglo XIX

En Bolivia aún no se cuenta con una recopilación sobre las mujeres empresarias. Nueva Economía busca aportar al inicio de una misión de obligatoria realización: recuperar la historia y la experiencia de las mujeres bolivianas que desde muchos ámbitos de la producción aportan al desarrollo de Bolivia. Recurrimos a las federaciones de empresarios de los nueve departamentos de Bolivia y a ellos les consultamos sobre las mujeres más destacadas en la empresa. Nos dieron nombres y las buscamos. Algunas no pudieron ser ubicadas, otras todavía prefieren mantenerse en el anonimato. Las más nos abrieron su tiempo y nos contaron en chiquito sus historias. Obviamente existen muchas mujeres que no están citadas en este trabajo periodístico.

“Detrás del hombre” El historiador Fernando Cajías considera que se pueden encontrar ejemplos claros y concretos de mujeres empresarias en Bolivia recién a finales del siglo XX pues antes “las mujeres estaban detrás del hombre”. El primer Código Civil boliviano (elaborado en 1831 por Casimiro Olañeta, José Manuel Urcullo, José María de la Lloza y José María Antequera) hasta 1938 establecía que la mujer tenía la condición de “menor de edad”; en ese sentido, dependía del padre, si era soltera, o del marido, en el caso de haber contraído matrimonio. Es hasta 1938 que en esa norma

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desaparece, por ejemplo, la “potestas maritales”, capacidad de imponer la voluntad del marido sobre el de la esposa. Se atenúa la “patria potestad”, conjunto de derechos y deberes que al padre y, en su caso la madre, corresponden en cuanto a las personas y bienes de sus hijos menores de edad y no “emancipados”. La Guerra del Chaco, por su lado, dio una oportunidad importante a las mujeres: su incorporación a la administración pública. Los hombres habían ido a la batalla. Cajías destaca que este problema de discriminación contra la mujer no sólo se dio en Bolivia, sino a nivel universal hasta los años 1920 y 1930, cuando comenzaron a surgir los movimientos feministas.

Josefa Lizarazu, impulso a la vid y el

Josefa Lizarazu

describen la personalidad admirable de esta mujer.

Juana Manuela Gorriti, creadora de las salteñas A comienzos del siglo XIX, la argentina Juana Manuela Gorriti y

singani Siguiendo una tradición familiar, a mediados del siglo XIX, doña Josefa Lizarazu de Linares promovió el cultivo de vid en el valle de Cinti, en Chuquisaca, e impulsó la producción del singani que era comercializado en Potosí. En el centro de sus actividades en la casa solariega de San Pedro acogió a los revolucionarios de la independencia. Sus descendientes permanecieron en el valle cinteño durante muchos años promoviendo la producción del singani, bebida que se origina en Cinti. Los historiadores

Juana Manuela Gorriti Mujeres Empresarias de Bolivia

su familia huyeron a Bolivia durante el gobierno de Juan Manuel Rosas. En Tarija, y confrontando días de mucha pobreza, inició la preparación de empanadas caldosas, que fueron conocidas como salteñas por la procedencia de su impulsora. La producción de salteñas permitió a Juana Manuela Gorriti subsistir en su nueva ciudad de residencia. Más adelante se convirtió en la esposa del presidente Manuel Isidoro Belzu. El producto lentamente fue ganando popularidad en Tarija y finalmente se convirtió en una tradición. Paredes Candia menciona que los niños decían: –ve y recoge una empanada de la salteña–. Al pasar del tiempo muchos olvidaron el nombre de Manuela Gorriti.

“Matrimonios exitosos”

Si bien en los siglos anteriores la mujer no figuraba como propietaria de bienes, sí tenía derecho a una dote que, dependiendo del nivel económico de la familia a la que pertenecía, podía ser muy considerable y representar el inicio, en muchos casos, de una fortuna exitosa que, bien administrada, podía volver poderoso al marido.

Albina Rodríguez Un ejemplo en la historia boliviana es Albina Rodríguez, esposa Mujeres Empresarias de Bolivia

Albina Rodríguez de Patiño y su familia en 1911

de Simón I. Patiño. Albina provenía de una ilustre y acaudalada familia minera orureña, y era poseedora de una gran dote. La historia dice que apoyó a su esposo, mayor que ella por doce años, en su empresa minera La Salvadora hasta las últimas consecuencias, deshaciéndose, incluso, de sus joyas y pertenencias personales, enfrentándose así a su propia familia. Renunció a su vida de comodidades en Cochabamba y se fue a Uncía, Potosí, a la cima de una montaña inhóspita para acompañar y trabajar junto a su esposo. Se dice que cuando descubrieron la veta de mineral blanco en La Salvadora, Albina se arrodilló frente a un crucifico y rezó: - ¡Que no sea plata, Dios mío, que sea estaño! Patiño, que venía de una familia humilde de Cochabamba, fue catalogado en su tiempo como el industrial más grande de Sur América y uno de los hombres más ricos del mundo.

Amalia, como es de suponer, era heredera de acciones en Huanchaca y, por tanto, una mujer acaudalada que contrajo nupcias con Aniceto Arce, proveniente de una sencilla familia tarijeña. Arce fue una de las grandes figuras de los conservadores bolivianos. Próspero minero, abogado de profesión que fue Vicepresidente de la República (1880 – 1884) y Presidente de Bolivia (1988 – 1892). Además, representó al país como diplomático en Argentina, Paraguay y Francia. La historia señala que Arce cimentó su fortuna personal en las galerías de Huanchaca, dónde terminó como accionista principal.

Amalia Argandoña Amalia Argandoña era hermana del príncipe Francisco Argandoña, minero acaudalado propietario de la mina de plata Huanchaca que, debido a su inmensa fortuna, compró su título nobiliario del Rey de España. A tanto ascendía la riqueza de Francisco que fue el primer chuquisaqueño en comprar un automóvil.

Hermanas Argandoña

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Empresarias de hoy

Lidia Mendoza, constructora Esta cochabambina construyó el primer hotel de tres estrellas de Cochabamba. Ya tiene 15 edificios en su haber. Nació en Aiquile, en 1931. A los 12 años se fue a la ciudad con sus padres con el objetivo de ampliar sus estudios. Allá estudió Contabilidad. Terminó sus estudios y se fue a Santa Cruz. A sus 24 años Lidia ya tenía su primera empresa: la panadería Americana, que estaba ubicada en la calle Ballivián, en el segundo anillo de Santa Cruz de la Sierra. Estuvo 20 años con su emprendimiento, hasta que, en 1971, regresó a su ll’ajta para expandir su negocio con una segunda Americana, que instaló en la calle Colombia, donde a los pocos años decidió construir un hotel de tres estrellas: El Emperador, que representó el primer paso en el departamento para la categorización de sus hoteles. 20 años estuvo Lidia administrando su empresa, hasta que a petición de su familia tuvo que vender el lugar, pero nada podía detener su ímpetu. En 1991 compró terrenos y comenzó a cimentar el primero de los 15 multifamiliares que construyó hasta ahora, entre los que destacan el Concordia I, ubicado en la avenida Lanza de Cochabamba. La última obra de esta empresaria de 79 años es el Majestic, un edifico de 76 departamenttos.

Ciudad de Cochabamba, derecha edificio Concordia construido por Lidia Mendoza

Ana María Martinez

cómo se podía comprar materiales para decorar una vivienda e incursionó en el mercado brasileño, desde donde comienza a importar a Bolivia sanitarios y azulejos a nombre de su empresa: Simar. 15 años después llega al mercado Europeo, desde donde comienza a traer materiales de Italia y España. Actualmente, Simar es reconocida a nivel nacional por su papel competitivo en un mercado, donde muchos “han entrado y salido rápidamente”.

Ana María Martínez,

Aida Rodríguez, mi-

importadora

nera y condecorada

También cochabambina, Ana María estudió Economía y Diseño de Interiores, pero no pudo culminar estas dos carreras porque se casó muy joven, a los 23 años. Sin embargo, tuvo la oportunidad de viajar a México a realizar – como ella señala – un curso “muy chico” de diseño de interiores, donde comenzó a interesarse por todos los materiales que eran necesarios para implementar una casa. Junto a su esposo, en la década de los ochenta, decide investigar

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Aida Luz llegó a Oruro muy pequeña. Nació en Cochabamba, en 1956, pero la profesión de su padre (médico) la llevó a vivir al centro minero de Catavi, donde su progenitor había adquirido una pequeña mina de cobre en Turco. A los siete años perdió a su padre y a los 15 a su madre. Tenía meses de haberse casado y una bebé de seis meses en manos que debía de cuidar sola. Con la ayuda de un cuidador administró la explotación

de la pequeña mina en Turco, de donde sacaba cobre para venderlo al Banco Minero. Sin embargo, la crisis de los 80 afectó su negocio, que tuvo que dejar de lado. Alentada por la necesidad de cuidar a su pequeña hija comenzó, como “hobby” – recuerda – a tejer prendas de vestir en la lana de alpaca que causaron gran sensación en Oruro, primero entre sus conocidos y luego en los extranjeros que llegaban a la ciudad. En un desfile de sus productos organizado en el Hotel Plaza de La Paz conoció a Guillermo Asport, alemán que quedó encantado con sus prendas de alpaca. La visitó en Oruro y le ofreció llevar sus productos a Alemania. Aida Luz aceptó y los siguientes países a los que llegaron sus tejidos fueron Estados Unidos y España. En España, en 1986, la misma Reina la condecoró por su obra. Actualmente, diseña y produce ropa deportiva, tiene una pizzería

Aida Rodríguez Mujeres Empresarias de Bolivia

llamada Sergus y la representación de calzados producidos en Santa Cruz. A sus 54 años tiene planes de lograr la representación de fábrica de calzados internacional.

Mónica Siles, fantasía y folclore Esta afamada diseñadora nació en Chuquisaca y estudió idiomas en la ex Unión Soviética. Tenía el gusanito del diseño de modas en el cuerpo porque su madre tenía esa ocupación. Al regresar de la URSS, en 1989, vio que en Bolivia había comenzado a abrirse el mercado para el diseño y decidió marchar a Chile, donde se especializó. Regresó al país para montar su primer

Mónica Siles

taller en Oruro, de donde pensaba migrar a La Paz. Los primeros augurios para su empresa en Oruro eran pesimistas, pero Mónica decidió seguir adelante y descubrió que en esa ciudad, pese al frío, “la gente vive la fiesta, vive la noche”. Pese a los temores e incertidumbre que sintió al iniciar Monika Altamoda, inmediatamente recibió el reconocimiento de la gente a sus creaciones que incorporaban motivos de fantasía y folcklore. Mónica Siles viste a novias, reinas, quinceañeras y hasta concejalas de los diferentes municipios de Oruro. Mujeres Empresarias de Bolivia

Ciudad de Oruro

Patricia Monje Cuadrado en la

Fabiola Mitru, dando vida a Tupiza

minería

Nació en 1965 en la ciudad de Tupiza. Estudió Comunicación Social en la Universidad Católica de La Paz. Actualmente encabeza la empresa Tupiza Tour que hace 17 años revolucionó el turismo en su región, donde muestra los encantos “pintorescos y sus senderos que reconfortan”. Fabiola recuerda que su idea nació, primero, de la necesidad de contar con un trabajo y, segundo, de captar más huéspedes para el hotel Mitru, de propiedad de sus padres. Comenzó paseando a los turistas que llegaban al hotel y ahora tiene una empresa conformada por 80 guías de turistas en diferentes

Desde hace cinco años, la potosina Patricia Monje Cuadrado conduce la Empresa Minera Metalúrgica Atipana, vocablo quechua que quiere decir “venceremos”. La mina y el ingenio se encuentran en la provincia José María Linares, a 60 kilómetros de la ciudad de Potosí. Patricia se hizo cargo del proceso productivo de estaño, zinc, plomo y plata, siguiendo una tradición familiar de su padre y de su abuelo, iniciada hace muchos años. Los procesos productivos actuales han consolidado importantes asociaciones con comunarios y lugareños dando lugar a una nueva forma de hacer empresa, que implica la integración que realizan los 58 trabajadores de la empresa, que en su mayoría son del mismo ayllu. Patricia supervisa continuamente los procesos de producción en la mina y el ingenio debido a los cambios continuos de cotización de minerales que exigen supervisión permanente. Existen otros importantes ejemplos de mujeres empresarias en minas, entre ellos los que realizan algunas mujeres que dirigen ingenios o conducen empresas de comercialización de minerales.

Fabiola Mitru

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idiomas. 14 empresas trabajan de esa manera en Tupiza.

de Santa Cruz y Directora de la Expocruz.

Piedades Roca, presidenta de los agro-

Modesta Marcó,

pecuarios

deros

preside a los gana-

Nacida en Santa Cruz en 1960, administradora de empresas de profesión formada en Brasil, a sus 49 años, Piedades se convirtió en la primera Vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). Su paso por la dirigencia en el sector agropecuario pasa por la Presidencia de los Productores Cañeros, la Federación de Cañeros

Elizabeth Vera Loza y el Rosario del Lago

Modesta Marcó

Piedades Roca

segunda vicepresidente de la Federación de Cañeros, Directora Titular de la Cámara Agropecuaria del Oriente. A principio de la década de los setenta, junto a su esposo, Modesta inicia sus actividades productivas en el área de la ganadería, lechería y cañero. En 1995, al quedar viuda se hace cargo de su empresa familiar Payetita. En 1989, esta mujer nacida en 1946, incursiona en la dirigencia gremial “con la firme convicción de mejorar la productividad y competitividad de la actividad agropecuaria”.

Esta cruceña es la primera mujer que preside la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz). Ocupa otros cargos como

El Rosario del Lago es uno de los hoteles más conocidos de la localidad de Copacabana en La Paz. Ubicado en las orillas del Lago Titicaca atrae a cientos de turistas cada año. Su propietaria es Elizabeth Vera Loza que hace más de dos décadas decidió incursionar en la hotelería con el hotel El Rosario en la avenida Illampu de La Paz. Los que conocen a Elizabeth señalan que su gran pasión es viajar por el mundo viendo cómo se atiende a los turistas para aprender y lograr un servicio de excelencia en sus hoteles.

Elizabeth Nava y la banca

Catedral de la ciudad de Santa Cruz

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A esta mujer le tocó incursionar en un terreno que siempre había sido masculino: la banca. Hace 23 años que trabaja en el Banco FIE, en el que encabezó y acompañó su proceso de transformación de ONG a Fondo Financiero y a Banco. Continuó la tarea de cinco mujeres (Pilar Ramírez, María Victoria Rojas, Pilar Velasco y Helga Salinas) que en 1985 formaron FIE – ONG con el objetivo de apoyar a la mujer boliviana dedicada al área productiva que estaba excluida del sistema financiero tradicional. Elizabeth nació en Tupiza, Potosí, pero está en La Paz desde que salió bachiller. Estudió Economía Mujeres Empresarias de Bolivia

Elizabeth Nava

Paisaje ciudad de La Paz con el Illimani de fondo

en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Su primer trabajo lo desarrolló en la Corporación Boliviana de Fomento, pero en el sistema financiero está su vida. Son 23 años que está en el rubro.

editó el primer portafolio de arte boliviano Hoy es Directora del Espacio Arte Nota, que cuenta con dos salas de exposición de artes visuales y presentaciones. Es la única galería en Bolivia creada para la función que tiene. La logró con la colaboración y trabajo de su hija.

Nora Claros, Arte Nota Nora Claros no es artista, pero en 1974 decide tomar medidas de hecho ante la necesidad de la ciudad de La Paz de contar con un espacio de exposición de las obras de los artitas profesionales que hasta

Cecilia Scholz, Parque Urbano Central En 1987 esta arquitecta hizo una maestría sobre Plan de Urbanismo Integrado en Ecología en Polonia. Su tesis fue el proyecto del Parque Urbano Central ejecutado en la ciudad de La Paz.

a diseño final en colaboración con empresas extranjeras y normas internacionales.

Eva Villavicencio,

mujer de telecomunicaciones Nacida en Santa Ana de Yucumo de Beni, está mujer llegó a ocupar la Gerencia Nacional de Atención al Cliente de Entel. Su experiencia en el rubro de las telecomunicaciones la inclinó a invertir en su región natal, donde es gerente propietaria de Punto Entel Central. Eva es contadora y actualmente cursa el último año de Turismo en la Universidad Autónoma de Beni. Su próxima meta es casar su actividad de telecomunicaciones con el turismo para brindar un servicio integral. En 2011 tiene planificado

Nora Claros

entonces sólo contaban con el salón de la Alcaldía ubicado en la calle Mercado. Nora fundó el espacio Emusa que durante 24 años sirvió de marco de las exposiciones de obras de arte más importantes de La Paz y de Bolivia. Ante la conclusión de ese proyecto crea otros dos espacios: Arte Único y Artani, donde se Mujeres Empresarias de Bolivia

Cecilia Scholz

Dirige un estudio llamado Arquitectónica que desde 1991 registra proyectos de pequeña, mediana y gran escala en vivienda, equipamiento, diseño urbano, consultorías complejas de proyectos

Eva Villavicencio

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inaugurar un circuito turístico entre Santa Cruz y Beni. Incorporará a decenas de operadoras nacionales como internacionales para atraer turistas extranjeros que gusten de paisajes paradisíacos como los benianos. Actualmente es Vicepresidenta de la Cámara de Turismo de Beni y Directora de la Mesa Redonda Panamericana de Beni.

Susana Vaca, mejorando la calidad Esta beniana nacida en 1961 comenzó su actividad empresarial

a los 24 años recolectando personalmente cueros de ganado vacuno de todas las estancias y matadores rurales de su departamento. En esas épocas los ganaderos sólo recuperaban la carne de su ganado sacrificado, desechando los cueros. Susana se dedicó a enseñar en persona cómo se debía tratar el cuero para mantener su calidad y poder exportarlo. Su objetivo la llevó incluso a trabajar en su tesis de grado una estrategia para mejorar la calidad del cuero vacuno. En el año 2000 decidió incursionar en la agropecuaria, en los rubros lechero y porcino. En el primero comenzó con 10 vacas, ahora tiene 45. En el segundo inició el negocio con 60 cerdos, que multiplicó a 300. Estos animales cuentan con una calidad genética garantizada. También cuenta con una representación llamada SVS (iniciales de su nombre y apellidos) a través de la cual comercializa productos de limpieza para el hogar importados en su mayoría de México.

Lidia Acouri y el Hotel Plaza Sus padres siempre estuvieron dedicados a la empresa y al educarla le transmitieron “su forma de ser y hacer”. De esa forma creció deseando ser profesional y tener su propia empresa. Lidia es de profesión dentista. Nació en Sucre, donde estudió

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primaria. La secundaria la hizo en la ciudad de La Paz. Regresó a su tierra para seguir su carrera universitaria, que terminada la ejerció en La Paz, en la Caja Nacional de Salud. Hace 30 años, cuando vio culminado su primer objetivo, la profesión, decidió iniciar su empresa. Compró la Planta Industrial Panificadora (PIP) de Sucre que convirtió en la primera empresa de producción de pan especial tecnificada. Guiada por su temperamento, hace 10 años convenció a su hermano Eduardo de comprar una casa patrimonial en Sucre que convirtió en el Hotel Plaza, una estancia con espacios decorados

Beatriz Canedo Patiño

der; Rosario Otero, señora de la gastronomia; Patricia Calderon, impulsora de Escaparate; Lucia Velasco, hada de la joyería; María Eugenia Montaño, líder de las carreteras con Flota Copacabana MEM; Edith y Kathy Morillas de Radio-Móvil City La Paz, y así el tejido es largo. En Santa Cruz brilla Aida Vaca con su empresa Arte y Campo que se prepara para una próxima exposición en Estados Unidos de trabajos artesanales de mujeres de pueblos indígenas. También destacan Luz Rojas, propietaria del Hotel Los Tajibos, y Gladyz Roda. En Chuquisaca están Rosario Negrón, dueña del restaurante Huerto; Carola Zenz, que incursiono en la moda y el negocio de los celulares, y Elizabeth Rojas, entre otras.

Lidia Acouri

de acuerdo a la época en que se construyó su edificio, que, además, tiene un sello especial: atención personalizada. A sus 71 años insiste en seguir incentivando a sus siete hijos a tener su propia empresa.

Empresarias El tejido de empresarias bolivianas es largo. También destacan Beatriz Canedo Patiño, la reina de los tejidos en alpaca; Lupe Mendizabal, Liliana Castellanos, diseñadora que triunfa en el extranjero; Martha Cordero, creadora de Irupana; Patricia Handal, dueña del Hotel Camino Real; Carmen Prado, gestora del cafe Alexan-

Liliana Castellanos Mujeres Empresarias de Bolivia