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IGRANTES ATEGUILLENSES1 EN

ESTADOS UNIDOS Y CANADA

CREATIVIDAD Y RECURSOS SIMBÓLICOS María De Lourdes García Curiel

Introducción

E

l interés por estudiar el fenómeno migratorio atenguillense, mediante la exploración de los conceptos de "creatividad simbólica" y "recursos simbólicos", nació a partir de observaciones empíricas, las cuales sugieren el uso, por parte de los migrantes y sus familias de cierta tecnología denominada: "tecnología personal", relacionada con la creación de novedosas formas culturales de interacción en un contexto de migración internacional. El objetivo principal es evidenciar que los migrantes hacen patente a través del uso de diversas formas simbólicas su apego al terruño, y se perfilan como actores que construyen, renuevan y mantienen vínculos de pertenencia con su comunidad de origen. En primer lugar se presenta una breve descripción del fenómeno migratorio en Atenguillo, el cual tiene un arraigo ya centenario en la localidad. Los movimientos migratorios iniciaron a fines del siglo XIX hacia Estados Unidos, tradición que se ha perpetuado hasta nuestros días. En la actualidad Canadá representa otra opción como mercado laboral para los atenguillenses. Posteriormente se exponen los ejes conceptuales que sustentan la investigación. El propósito es explicitar las siguientes categorías de análisis: poder simbólico, creatividad simbólica, recursos simbólicos y supercultura personal. La propuesta central de estas categorías es fundamentar las capacidades que desarrollan las personas para usar formas simbólicas e incorporarlas a su cotidanidad, con el objetivo de hacer "más feliz"2 su experiencia de vida. En un tercer punto se presenta el análisis de las evidencias empíricas que expresan la abundancia simbólica de recursos que utilizan los migrantes como estrategias para vincularse con su comunidad de origen. En la última parte se presentan las conclusiones; la cultura local inmersa en un contexto global, se expresa mediante nuevas prácticas expresadas en la circulación de formas simbólicas. Los migrantes crean, combinan e incorporan mecanismos para "ser" de y "pertencer" a su terruño a pesar de la distancia geográfica que los separa.

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"Atenguillenses" gentilicio para denominar a las personas oriundas del municipio de Atenguillo, Jalisco, México 2 Idea tomada del seminario "Globalización y Cultura" que impartió James Lull, en la Universidad de San Luis Potosí, del 10 al 12 de abril de 2002. www.migracionydesarrollo.org 1

I.. Atenguillo: terruño de migrantes "Atenguillo" o “Atenguilitl” es diminutivo de Atengo, que se interpreta “al borde del agua” (Briseño, 1999: 123). Es un pueblo pequeño, una comunidad rural situada al occidente de la parte media del Estado de Jalisco y cuenta con una población de 4318 habitantes (INEGI, 2000). Pertenece a la región Sierra Occidental (COPLADEJAL: 1997); región que se ha caracterizado por poseer una acentuada tradición migratoria, hacia los Estados Unidos. No es objeto de esta ponencia discurrir sobre el impacto del fenómeno migratorio en la localidad, sin embargo para ilustrar la impregnación de este proceso en la savia de sus habitantes se dirá que uno de los impactos más sensibles al fenómeno de la emigración, ha sido la significativa alteración de la dinámica demográfica de la localidad. La población total tuvo un rito de crecimiento positivo constante hasta 1970; sin embargo los indicadores de población revelan tasas negativas a partir de esta década, así la tasa de crecimiento media anual intercensal entre 1970 y 1980 muestra un índice negativo de -1.7 (el más bajo registrado en la historia demográfica de la localidad). Por su parte, la tasa de crecimiento migratorio permite concluir que este descenso de población en Atenguillo, responde -más que a causas naturales- a fenómenos sociales: la emigración interna capo ciudad pero con mayor intensidad a la migración hacia Estados Unidos. Gran parte de los migrantes atenguillenses se encuentran ubicados en el estado de California, particularmente en San José, Santa Ana y Los Angeles; aunque en los últimos años se observa una nueva ruta: migrantes que han incursionado en el mercado de Boston, trabajando en la industria de la construcción. Algunos jóvenes varones con experiencia laboral en California, se han incorporado al trabajo agrícola en las granjas de las provincias Ontario y Quebec en el sureste de Canadá; un mejor salario, respeto a sus derechos y la "chispa" de nuevas aventuras han sido motivos suficientes para que estos jóvenes justifiquen su participación en esta inédita experiencia. La tradición migratoria casi centenaria de la comunidad, ha logrado con el paso del tiempo consolidar redes en el país del norte y recientemente buscar nuevos horizontes geográficos para desplazarse; los grupos de amigos y familiares son actores nodáles para que la emigración hacia Estados Unidos y ahora hacia Canadá se perpetúe. En Atenguillo se identifican familias con miembros migrantes de tercera generación, muchos de ellos, nacidos en Estados Unidos, mantienen vínculos afectivos con el terruño que vio nacer y crecer a sus padres y abuelos. Atenguillo es una comunidad en movimiento que se transforma y renueva en un contexto de migración internacional. Las percepciones que se identifican en el siguiente relato, permiten reflexionar que la tradición migratoria hacia los Estados Unidos, se ha interiorizado como una experiencia de migrantes y no migrantes y que además se prolongará por espacio y tiempo indefinido: Todo cambia.... un pueblito como la Estanzuela que era de chozitas de paja, de cartón, ahora tenemos fincas de adobe y teja, de nuestros compañeros que se fueron a Estados Unidos y regresaron y hacen su casita, y ese es el cambio cultural...amigos que se fueron de nuestra edad a trabajar a Estados Unidos y que sortearon sus dificultades, ahora están regresando con el ánimo de hacer una casita para venir a descansar, para venir a las fiestas de nuestros pueblos y para venir el día de mañana cuando ya estén pensionados y eso es muy agradable; es agradable porque además no habemos un solo familiar que no tengamos otro en Estados Unidos; de mis hermanos están 9 allá y nueve aquí, entonces eso hace que fluya la divisa norteamericana, y de ello estos pueblos sobreviven en gran porcentaje y eso es lo que ha motivado a uno a superarse en muchos sentidos, en higiene, en salud, en educación.... (Entrevista con José Rodrigo O´brien:1988) Atenguillo es un "semillero" de migrantes. La cultura atenguillense no se explica sin su práctica migratoria. El fenómeno de la migración en Atenguillo, está estrechamente vinculado a la cotidianidad, a la convivencia y a la sobrevivencia económica de los lugareños; la ida al "norte", está asociada al progreso y a la seguridad económica familiar. www.migracionydesarrollo.org 2

Es difícil imaginar que los flujos migratorios hacia Estados Unidos se puedan revertir; más bien se observa la tendencia perpetuar la tradición migratoria de la localidad iniciada a principios del siglo XX. II. Ejes conceptuales a) La cultura: una concepción simbólica y estructural En los temas de discusión sobre globalización y cultura; existe un debate en el cual se identifican al menos dos enfoques. Por un lado están las teorías de la modernización las cuales sostienen que la territorialidad ha dejado de ser relevante para la vida social y cultural de nuestro tiempo, argumentan que las culturas ya no son definidas por tradiciones locales sino por una época en que la cultura local se desterritorializa. Estas teorías insisten en que la cultura de masas, los medios de comunicación y de transporte, la movilidad territorial y las migraciones internacionales han terminado por cancelar el apego al terruño, el localismo y el sentimiento regional y se ha gestado un proceso de homogeneización cultural. Por el contrario, otras posiciones argumentan que existe una revaloración por parte de los actores, de sus particularismos locales y de su cultura (Giménez, 1996). Es en esta posición en la que se sustenta el argumento del presente trabajo. Partiendo de la idea de que la cultura "es un modo particular de vida" y que este a su vez es moldeado por valores, tradiciones, creencias, objetos materiales y por un territorio, es posible entenderla como una realidad compleja y dinámica en donde se mezclan diversos ingredientes: personas, cosas, filosofías, escenarios y contextos. Este modo de entender a la cultura, conduce a lo que Thompson describió hace más de una década como "la concepción estructural del la cultura", esta concepción enfatiza tanto el carácter simbólico de los fenómenos culturales como el hecho de que estos fenómenos se inserten siempre en contextos sociales estructurados. Utilizar esta óptica para el análisis de los fenómenos culturales, implica poner atención al estudio de las formas simbólicas; es decir las acciones, los objetos y las expresiones significativos de diversos tipos en relación con los contextos y los procesos históricamente específicos y estructurados socialmente en los cuales, y por medio de los cuales, se producen transmiten y reciben estas formas simbólicas. (Thompson, 1998: 203) b) Creatividad y recursos simbólicos Hoy los individuos y grupos combinan los recursos familiares que van desde la comida, el lenguaje y los ritos religiosos hasta los programas de televisión y la música popular según repertorios culturales distintivos o conjuntos de herramientas que utilizan para dar forma a los hábitos, las destrezas, los estilos y las "estrategias de acción" (Swildler, 1986:273), contemporáneos. Los particulares modos de vida y las estrategias de acción que se inventan están compuestos de un caudal vastamente expandido y diferenciado de recursos culturales. El torrente de imaginería simbólica presentado a fines del siglo XX especialmente por la tecnología de las comunicaciones ha provocado cambios radicales en las síntesis culturales que hacen las personas de todo el mundo. Más de lo que nunca lo fuera antes, construir y organizar la vida cotidiana es hoy una actividad fundamentalmente "interpretativa" (Gertz, 1973) y creativa. Así como alguien práctica un deporte hábilmente, las personas desarrollan las habilidades y los estilos culturales como una segunda naturaleza. Los actores sociales son agentes activos, intencionados, que no reproducen la cultura a ciegas y ello garantiza la espontaneidad y la improvisación en "las relaciones que las personas establecen en su cotidianidad. (Lull, 1997: 96-97). Estás habilidades, recursos, destrezas, estilos así como la creatividad constituyen elementos simbólicos que en su conjunto, conforman el poder simbólico. El poder simbólico se define como "la capacidad de utilizar formas simbólicas, para intervenir o influir en el curso de acciones o sucesos" (Ibid.) no en el sentido estricto de poder institucionalizado, sino en el sentido de accesibilidad y escencialidad para la vida cotidiana. El poder simbólico y su correlativo poder cultural, se deriva de las acciones y tácticas que realizan los actores culturales al construir su vida cotidiana El poder cultural es la capacidad que tienen los individuos y los grupos de producir sentidos y de construir formas de vida que apelan a los sentidos, a las emociones y a los pensamientos de uno mismo y de los demás. Se asemeja a una política de vida, una política de elección, de estilo de vida, de decisiones de vida. Los recursos simbólicos que utilizan los www.migracionydesarrollo.org 3

actores están llenos de "sentido" (Lull, 1997: 239) , es decir significan y/o representan algo; aunque el sentido no es inherente a las formas y recursos simbólicos; son las personas quienes construyen el sentido, quienes interpretan el ambiente simbólico de acuerdo con sus propias orientaciones, sus intereses y sus capacidades. c) La supercultura La supercultura, significa: globalización cultural, migraciones y movilidad humana, abundancia simbólica y uso de tecnología personal; en ese sentido la supercultura personal que implica una acumulación de recursos personales variados y contradictorios, donde se combina lo más familiar, lo más común con lo más exótico. Este concepto introducido por James Lull, trasciende las categorías tradicionales de cultura y de análisis cultural. Según Lull, (2002) este concepto continúa reflejando a la cultura como comunidad, tomando forma incluso en el nivel global, pero se basa principalmente en la idea de cultura como orientación y experiencia personal y en las formas dinámicas en que la interacción social significativa, las actividades y las identidades son construidas por las personas a través de las formas, los códigos y los procesos de la comunicación humana contemporáneos. Las superculturas son grupos establecidos, retículas y redes de relevancia personal intrincadas en complejas multiplicidades culturales que promueven el autoentendimiento, la pertenencia y la identidad, en tanto que proporcionan oportunidades de desarrollo personal, placer e influencia social. La supercultura es la matriz cultural que los individuos crean para sí mismos en un mundo donde el acceso a recursos culturales distantes se ha expandido de manera considerable. Al mismo tiempo, sin embargo, la supercultura también contiene recursos culturales tradicionales o "cercanos", como los valores y prácticas sociales característicos de las culturas "locales" tal como son aprendidos y reproducidos por individuos y grupos. Actualmente las personas fusionan de manera rutinaria lo cercano con lo lejano, lo tradicional con lo nuevo y lo relativamente no mediado con lo multimediado, para crear material expansivo y mundos discursivos que transforman la experiencia de vida y reconfiguran radicalmente el significado del espacio cultural. (Lull, 2002) De acuerdo con Real, "super" se puede referir a "la posición física de una cosa sobre otra", puede indicar "una cosa en un mayor rango, calidad, cantidad o grado" y puede también significar "el grado más alto, en exceso de una norma, como en superabundancia" (Real 1989: 18). Como en el caso de "supermedios", supercultura se refiere a una forma cultural que se encuentra sobre otras formas, tiene un mayor rango, calidad y abundancia que se refleja en otras concepciones de cultura y ciertamente excede las normas que tipifican y limitan las formas tradicionales de pensar sobre cultura. Aún más, las superculturas están compuestas en parte de un contenido simbólico (Lull, 2002:2) La gente común de todos los estilos de vida infunde regularmente y con mucha habilidad sus mundos culturales relativamente no mediados con recursos culturales distantes (nuevos, mediados, simbólicos), para formar las múltiples trayectorias de su vida diaria. Estos ejercicios creativos producen resultados positivos para sus "autores". Representan aplicaciones culturales complejas de "poder simbólico" (Thompson 1998; Lull 1997, 2002). La construcción de una supercultura personal robusta presupone la disponibilidad abundante de formas simbólicas que pueden ser apropiadas y orquestadas como recursos culturales. La construcción de las superculturas subraya la habilidad de los seres humanos para transformar los universos culturales mundanos que heredan al nacer y al estar físicamente en lugares particulares en el tiempo y el espacio, para explorar lo desconocido y para superar los límites creando nuevas formas de estabilidad personal y pertenencia. De hecho, la construcción de una supercultura es una forma contemporánea de organizar elementos culturales en patrones que ayudan a las personas a hacer sentido, a manejar sus vidas y a sentirse más seguros. Los impulsos culturales tecnológicamente mediados y distantes están integrados en escenarios y situaciones culturales más "cercanos" físicamente a través de la construcción supercultural, para satisfacer las necesidades humanas fundamentales, particularmente las de carácter expresivo y emocional. Una premisa básica de la supercultura es que hoy la naturaleza fundamental de esta construcción cultural sintética opera con mucha más variedad simbólica y velocidad que antes. Como sabemos las tecnologías de comunicación masiva y micro, la capacidad de distribución y el alcance de las ecowww.migracionydesarrollo.org 4

nomías globalizadas están en el corazón de esta dramática elevación de la complejidad y el movimiento cultural. Hoy el reto para la gente es navegar y combinar un rango sin precedente de territorios y recursos culturales, estos varían desde el terreno relativamente desconocido de lo importado hacia el individuo por la mediación tecnológica y la migración humana de varios tipos, hasta un territorio más estable y familiar, como el ofrecido por la religión, la nación y la familia, para inventar las combinaciones que satisfagan las cambiantes necesidades y preferencias individuales. La cultura es esencialmente simbólica y por ello está abierta a un número ilimitado de posibles interpretaciones y usos, además porque la cultura y la identidad cultural están íntimamente ligadas a la imaginación humana. (Lull, 2002:7) III. Creatividad y recursos simbólicos: evidencias empíricas a) Las formas de transmisión cultural de las formas simbólicas Todas las formas simbólica y recursos simbólicos (gestos, rituales, acciones, etc.) poseen ciertas características; son "intencionales, convencionales, estructurales, referenciales y contextuales".(Thompson: 1998: 205). El aspecto intencional se refiere a que las formas simbólicas son producidas, construidas o empleadas por un sujeto que al producirlas o emplearlas, persigue ciertos objetivos o propósitos y busca expresar por sí mismo lo que "quiere decir". La segunda característica es el aspecto convencional; es decir, la producción, la construcción el empleo de las formas simbólicas, así como su interpretación por parte de los sujetos que las reciben son procesos que implican típicamente la aplicación de reglas, códigos o convenciones de diversos tipos. Estas reglas, códigos, o convenciones se aplican en un estado práctico, constituyen parte del conocimiento tácito que los individuos emplean en el curso de sus vidas diarias, con el que constantemente crean expresiones significativas y dan sentido a las expresiones creadas por otros. La tercera característica de las formas simbólicas es su aspecto estructural: las formas simbólicas son construcciones que presentan una estructura articulada en el sentido de que típicamente se componen de elementos que guardan entre sí determinadas relaciones. La cuarta característica de las formas simbólicas es el aspecto referencial: son construcciones que típicamente representan algo, se refieren a algo, dicen algo acerca de algo. La quinta característica es el aspecto contextual. Las formas simbólicas se insertan siempre en contextos y proceso sociohistóricos específicos en los cuales, y por medios de los cuales se producen y reciben. De acuerdo con esta caracterización que Thompson propone, las formas simbólicas son observables empíricamente, es decir, los contextos sociales estructurados en los estas que se producen y reciben implican escenarios espacio-temporales. Las características espacio-temporales del contexto de producción pueden ser diferentes a las características del contexto de recepción. Ésta es la típica situación de las formas simbólicas que se transmiten por conducto de medios técnicos de algún tipo, por ejemplo una carta, la conversación vía telefónica, una cinta videográfica, las fotográfias, o la computadora a través del correo electrónico; así, las formas simbólica se producen en un contexto y se leen, se reciben, se ven y se interpretan en una pluralidad de contextos dispersos en el tiempo y el espacio. Las formas simbólicas que los atenguillenses ponen en práctica, requieren un mecanismo y proceso de transmisión cultural en el que son necesarios: el medio técnico y una aparato institucional. El medio técnico es el sustrato material de una forma simbólica, es decir los componentes materiales con los cuales y en virtud de los cuales, una forma simbólica es producida y transmitida, para el caso atenguillense: han sido significativos los siguientes: la videograbadora, la cinta de video, la cámara fotográfica, la fotografía, el teléfono, los alimentos, las bebidas, la indumentaria entre otros. El medio técnico permite cierto grado de "fijación" y cierto grado de "reproducción" (Thompsson, 1998: 246) El aparato institucional de transmisión se refiera al conjunto de arreglos institucionales en los cuales se despliega el medio técnico. Implica observar ciertas reglas, recursos y relaciones de diversos tipos. El aparato institucional de transmisión constituye en gran medida los canales de difusión selectiva. Las redes de amigos, paisanos y familiares; los mecanismos de distribución y circulación de las formas simbólicas así como las negociaciones para adquirir tal o cual "video" de la "fiesta patronal" , o

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para intercambiar fotografías, o para "hacer encargos" cuando algún paisano viaje al pueblo natal, son parte del aparato institucional que utilizan los atenguillenses. Los migrantes atenguillenses en diversos momentos y de diferentes maneras, han hecho gala de su creatividad simbólica mediante la utilización de ciertas de estas formas y recursos simbólicos; estos recursos proveen al individuo de cierta "tecnología personal" y de una "supercultura" particular. Los migrantes, manifiestan de diversas maneras, su apego al terruño y se perfilan como actores que mantienen, construyen y renuevan vínculos de pertenencia con su comunidad de origen. Estas manifestaciones encuentran su concreción en la reelaboración del proyecto de retorno a su comunidad de origen, en el intercambio comunicacional con sus familiares , en la recreación de su cultura local en su lugar de destino; así como en la utilización de la tecnología como el video, la internet y el teléfono, ente otras. Estas y otras manifestaciones forman parte de la creatividad y recursos simbólicos que los actores explotan y hacen suyas constituyendo variados repertorios culturales.

a) Abundancia simbólica y tecnología personal en el proceso de vinculación de los migrantes con su comunidad de origen El proyecto de retorno: Todos los migrantes se van a Estados Unidos - y ahora a Canadá- con proyectos que no siempre llegan a realizar. Al emigrar, casi todos han expresado su pretensión de permanecer un plazo no mayor de 2 años en Estados Unidos, trabajar, ahorrar el dinero suficiente que les permita construir su propia casa en su terruño, regresar y permanecer en él por un tiempo prolongado y si encuentran una "buena oportunidad de trabajo" o bien si logran establecer un negocio propio, entonces quedarse definitivamente. Sin embargo, estos sueños e ideales tendrán que modificarse, renovarse y/o postergarse, porque no siempre se cristalizan en el plazo previsto. No obstante, los migrantes defienden y mantienen vigentes su proyectos, al menos verbalmente, como una estrategia simbólica que justifica su estancia en los Estados Unidos. Al respecto, Elías señala lo siguiente: Me fui con la idea de durar uno o dos años allá, yo mismo hacía mis cuentas desde aquí y decía: voy a ganar por decirlo así 150 dólares a la semana, que gaste 50 y me ahorro 100, pero no contaba con que había que pagar comida, luz, renta y además el raite que te lleve a trabajar; me quedé un año y otro más duré 9 años sin venir, ahora me esforzaré para venir más seguido para ver a mi mamá. 3 El proyecto inicial de Cristina también se truncó; permanecería por un año en Estados Unidos y luego regresaría a su pueblo para quedarse definitivamente: "me vine a los 17 años y según yo me iba a regresar al año, nada más me iba a quedar por un año, pero a veces se le cambian a uno los planes, porque le empiezas a trabajar y ves que estás ganando bien y se te hace difícil irte y pensar que vas a trabajar en lo mismo."4 Los primeros seis meses de su estancia en Estados Unidos fueron particularmente difíciles para ella, pues no fue hasta pasado ese tiempo, que logró emplearse. Habrá que recordar que su principal motivación para emigrar, fue la de conocer otros ambientes, se podría decir que solo iba de visita; pero su estancia en Estados Unidos se ha prolongado por casi 12 años y solo ha vuelto al pueblo una vez; su condición de ilegal en Estados Unidos le impide regresar con la frecuencia que le gustaría; ahora está casada y tiene 3 hijos, sin embargo proyecta regresar a vivir definitivamente en Michoacán lugar natal de su esposo. Existen historias multiplicadas de los casos de Elías y Cristina; un ejemplo claro son los propios hermanos de esta última, quienes, como relata su madre: "se fueron con la misma ilusión, de ir a

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Entrevista con Elías Torres, Atenguillo, Jalisco, 25 de octubre de 1988 Entrevista telefónica con Cristina López Curiel, 21 de abril de 2000 www.migracionydesarrollo.org 6

hacer un dinerito para tener una casita y así se fueron quedando y así se van pasando los años, pero siempre quieren regresar"5. Aunque en ocasiones parezca muy evidente que las posibilidades de regresar a su pueblo para establecerse no son reales, -al menos en el corto plazo- los migrantes siempre plantean el retorno definitivo a su terruño como un proyecto realizable; sin embargo, la experiencia de los migrantes de primera y segunda generación, indican que la tendencia no es regresar y establecerse. En la mayoría de los relatos de los migrantes sobre su proyecto de regreso, no se identifican elementos que revelen altas posibilidades de concretarlo; por ejemplo, desean poner un negocio, pero no han pensado que tipo de negocio, ni de qué manera lo establecerán; desean regresar, pero paradójicamente van creando vínculos de tipo afectivo y económico en "el norte" que con el paso del tiempo serán más difíciles de romper y al mismo tiempo los anhelos por retornar se van haciendo añejos y los proyectos se van transformando. Pocos son los migrantes que explicítan un proyecto de regreso en el mediano o largo plazo, que pueda ser viable, por ejemplo Elías manifiesta lo siguiente: Compré un terrenito, una cuchilla, al otro lado del río y pienso comprar una vaca o do y hacerles un tejaban y ordeñarlas todos los días y comprar un caballo. Compré unos lotes en Guadalajara y pienso construir departamentos para rentarlos así cada mes puedo ir por la renta. Se oye bien bonito pero va a costar; a mí me gusta el campo, mi ida es hacer mi casa atrás y poner arboles frutales al frente y poner una ganja de gallinas y para cuando se me antoje un pollo mato a uno y si dan mucho puedo vender uno, dos o tres kilos de huevo, pero yo no voy a estar trabajando para nadie. Voy a sembrar maíz para sacar el rastrojo para el caballo y para el consumo propio. Mi idea es ahora diferente ya no es como antes; al principio lo económico es lo que jala a irte y más si ves que otros lo han hecho y han podido y más si llegan con carro..6 La narración de Elías muestra claramente, cómo los proyectos se reconstruyen y renuevan, pero siguen girando en torno al mismo objetivo: retornar a su pueblo. Las tendencias señalan que el anhelo de regresar en el corto plazo y de manera definitiva, se mantendrá perenne, aunque la mayoría de las veces ello no sea posible. Algunos migrantes como Ignacio, comparan su cultura local con la Estadounidense, y coincide con muchos otros cuando considera que Estados Unidos es el paraíso económico, sin embargo, su pueblo representa el mejor lugar para vivir y la añoranza por regresar siempre está presente: Para mi la cultura de aquí y la de Estados Unidos son dos culturas diferentes, en cuestión de economía es el paraíso. Allá vivimos una vida mejor, siempre y cuando nos toque suerte porque a veces no nos toca suerte y vivimos peor que aquí, pero siempre estamos queriendo regresar aquí.7 Por otro lado, la experiencia de algunos migrantes al retornar a su pueblo, es muy significativa y además representada por múltiples manifestaciones. Julio, quien salió para Estados Unidos a los 17 años, ahora regresa con mayor frecuencia a su pueblo, porque su situación legal en Estados Unidos así se lo permite; por más larga que sea su estancia en Atenguillo, nunca es suficiente el tiempo, le gusta ir al río a pescar y al cerro a los camotes, pero "nunca le alcanza el tiempo"; se regresa siempre a Estados Unidos con el firme propósito de que en su próxima venida traerá mayor tiempo disponible para permanecer en su tierra y no pierde la esperanza de quedarse de manera definitiva. Aunque la migración en Atenguillo se inicia a temprana edad, 16 o 17 años; existen algunos jóvenes como Alejandro, que emigraron cuando tenían una edad mas avanzada; Alejandro se fué cuando tenía 26 años; actualmente tiene 29 años y regresó por primera vez a los 28 poco antes de su cumpleaños, con la posibilidad de quedarse de manera permanente; sin embargo a los 3 meses se fué de nuevo. Parece ser que los jóvenes que emigran a edades mas tardías, mantienen lazos más fuertes 5

Enrtevista con Mónica Curiel López, Atenguillo, Jalisco 14 de mayo de 2000 Entrevista con Elías Torres, op. cit 7 Entrevista con Ignacio Curiel, Atenguillo, Jalisco, 27 de septiembre de 1988 6

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con su comunidad y la experiencia del primer retorno para Alejandro, fué bastante expresiva; así lo declara Mónica su familiar: No, no, hubieras visto a Jando cuando vino, has de cuenta un niño, corría a abrazar a mi papá a mi mamá, corría a abrazar a su mamá; corría, lloraba, los besaba y gritaba ¡viva México¡, lo hubieras visto. Entonces tu crees que sea una vida feliz allá?, pues no. Los muchachos tiene la vida difícil en el Norte, los que ya tienen 30 o 40 años allá pues ya viven como vivir aquí ya hicieron su vida allá, ya se adaptaron; pero el que se va por pocos años no se adapta, se adapta porque gana el dinero y porque gana más que aquí; pero los que se acaban de ir como Alejandro y Nazario (sobrino e hijo respectivamente) que se acaban de ir y que además ya se fueron grandes de 26 años Alejandro y Nazario de 25, es muy difícil su adaptación a su nueva vida.8 La voz y la imagen: para estrechar los lazos afectivos Estudiosos del fenómeno migratorio en México, uno de ellos Victor Espinosa, han señalado que entre los migrantes se experimenta un proceso de simultaneidad cultural, ante la posibilidad que tienen de moverse, habitar y pertenecer al mismo tiempo a dos mundos distantes. Este proceso transcultural ha sido potenciado por la intensa masificación de los medios de comunicación y transporte que han acortado distancias y facilitado de una manera nunca vista la circulación de una gran cantidad de personas, bienes, información y símbolos culturales. La masificación del uso del avión, los transportes terrestres y de sistemas de grabación de imágenes como el video, entre otras tecnologías de comunicación, han facilitado a las nuevas generaciones de migrantes mexicanos, mucho más que a otras, el contacto real e imaginario con sus lugares de origen y con muchos de los elementos culturales que dejaban en el lado sur de la frontera. (Espinosa, 1998: 319) Este proceso se evidencia claramente en el caso de los migrantes atenguillenses y sus familiares que permanecen en su lugar de origen; el uso de la tecnología especialmente del teléfono y el video se convierte en una estrategia vital de acercamiento entre los migrantes y sus familias. El teléfono por ejemplo, permite a los migrantes mantener y fortalecer los vínculos afectivos con los que están lejos, simula una cercanía física entre los diferentes actores que permanecen de uno y otro lado de la línea. Al respecto el testimonio de Cristina nos ilustra el cambio radical que se efectuó en el tipo de relación que ella mantenía con su madre a partir de que el teléfono medió la comunicación entre ellas: Lo que me gusta mucho es que como mi mamá ya tiene teléfono y la siento muy cerca, porque puedo hablarle a la hora que yo quiera, es como tenerla un poquito cerca y aunque sea escucho su voz y la siento cerca de mi, antes cuando era solo por carta era más difícil; yo era de las que llegue a escribir más pero ya no, yo pienso que si hubiésemos seguido con lo de las cartas yo hubiera ido más veces a Atenguillo, porque me hubiera sentido mas lejos y mas sola, ahora se siente uno más cerca de sus seres queridos que deja, aunque sea con la voz. El teléfono es una gran ventaja pero yo pienso que también desventaja, porque como ahora ya te puedes comunicar fácilmente entonces ya no sientes esa gran necesidad de regresar, y si no hubiera llegado el teléfono entonces yo ya estuviera allá.9 La comunicación vía telefónica no solo sustituyó la intensa comunicación escrita, sino que al parecer también aleja la posibilidad del retorno en el corto plazo. El teléfono trajo sus desventajas y sus ventajas, por una parte se pierde la relación epistolar que registra hechos y elementos importantes y que pueden servir como fuentes para el estudio de algunos de los aspectos del fenómeno migratorio; que no registra la comunicación oral, además la comunicación por teléfono, al ser más fácil y rápida es más frecuente aunque tal vez ello no signifique que sea más intensa y profunda como la comunicación escrita; por otro lado el efecto de la aparente cercanía física, disminuye la angustia, la soledad y el hastío que acompaña a los migrantes durante gran parte de su estancia en "el norte". En ese mismo sentido y partiendo de la metáfora de equipaje cultural, Judith Boruchoff muestra como la cultura material contribuye a la creación de formas sociales transnacionales. Al asociarse en la conciencia con personas y lugares geográficamente distantes, objetos como una cinta musical, un video de 8 9

Entrevista con Mónica Curiel, op. cit. Entrevista con Cristina Curiel, op.cit. www.migracionydesarrollo.org 8

una fiesta familiar, o la bandera nacional adquieren significados que los individuos les atribuyen para entender e interpretar su mundo. Símbolos de identidades múltiples, estos y otros objetos han viajado con los migrantes desde siempre, haciendo más soportable la dolorosa separación física de las familias y del terruño y contribuyendo a la creación de espacios sociales transnacionales. (Boruchoff, 1999: 499-518) De acuerdo con ello, diversos objetos han formado parte del equipaje cultural de los migrantes atenguillenses; uno de ellos el video, a través de él se logra tener contacto más cercano con su comunidad. El uso de esta tecnología les permite tener un contacto imaginario con sus familiares y con sus amigos, a través de los eventos más importantes representados en el video a nivel de la colectividad, pero también a nivel familiar; por ejemplo las fiestas patronales, los festejos de la independencia y las bodas. El testimonio de Cristina así lo confirma: En los videos me gusta el ambiente, porque me recuerda los tiempos en los que vivía en Atenguillo, pero yo siempre estoy buscando al los videos a mis ninos (abuelos), a mi papá y mi mamá, a las muchachas. Si no salen ellos no me gusta mucho la película. Es una forma de por lo menos verlos, de sentirlos un poco cercanos, cuando los veo me da nostalgia y pienso que no es como me animé a venirme, a estar lejos de mis papás.10 De tal manera que como indica Boruchoff el video se convierte en un medio por el cual un lugar que está geográficamente lejos llega a ser una parte vital e inmediata del mundo. Al hacer el video y al verlo se evocan lugares físicamente lejanos y les dan una presencia; además, una serie de imágenes de esos lugares y se fijan en una cierta localidad en México. (Boruchoff, 1999: 505) Entre el queso, la raicilla y la proximidad cultural Del mismo modo que el video, una diversidad de objetos sirven como medio "técnico" y material por el cual se efectúan interacciones sociales a través de distancias geográficas. Aunque físicamente los individuos se localizan en un solo lugar, por medio de tales objetos logran participar en un sitio adicional. (Ibid.,) A parte de su familia, lo que más extrañan los migrantes cuando parten a Estados Unidos son los alimentos, entre los que se encuentran algún platillo especial como el pozole y los tamales; también extrañan el queso, la raicilla, y los dulces tales como el guayabate, los guesitos y el cuero de mango. Los "encargos" de estos alimentos son frecuentes. Cuando algún paisano va a viajar de Atenguillo a Estados Unidos o viceversa y planea regresar; es usual que reciba la encomienda de llevar alguno de los comestibles antes descritos; la narración de Cristina verifica este tipo de hechos: Extraño a mis padres, la casa y mis hermanos, extraño la tranquilidad de mi casa. Sabes que si extraño? allá en Atenguillo comes mucha lima, mucha naranja, mucha guayaba, eso si extraño, pero lo que más extraño son las limas corrientes, de eso si tengo muchas ganas. Una vez mande pedir de Atenguillo tripa, tenia muchas ganas de tripa y se me ocurrió una vez que iba a ir a Atenguillo Chuy mi hermana y le dije: hay vieras como tengo ganas de tripa, "pues voy a ver si te puedo traer", a ver como le hacemos, y allá con mi mamá comentaron la manera de cómo la podían traer y la medio cocinaron y acá la termine de cocinar y no sabes como la disfruté.11 Uno de los elementos que viaja frecuentemente como "objeto cultural" hacia Estados Unidos, es "la raicilla" o también llamada "vino del cerro"; esta bebida alcohólica que se deriva de un tipo especial de maguey que se cultiva de manera silvestre y es propio de la región. migrantes tienen gran identificación con esta bebida y cuando logran obtenerla, la usan para compartirla en Estados Unidos con amigos de otras nacionalidades y ostentar algo del "paraíso que es Atenguillo", es una manera de dar a conocer su pueblo, su cultura, y es una forma de darse a conocer ellos mismos, de identificarse con los demás; pero sobre todo, es una manera simbólica de afirmar su ser atenguillense. Un alimento que nunca falta en el "equipaje cultural" de los migrantes, es el queso; uno de los elementos más representativos de la localidad. Los migrantes lo consideran uno de los alimentos más 10 11

Entrevista con Cristina Curiel, op. cit. Entrevista con Cristina Curiel, op. cit. www.migracionydesarrollo.org 9

preciados, cuando lo tienen, lo cuidan como el oro, lo comen poco a poco haciéndolo rendir el mayor tiempo posible; al respecto Alejandro en el primer retorno a su pueblo después de 2 años comparte su experiencia: Cuando hay una oportunidad de que mi mamá me mande algo con alguien, casi siempre me manda queso, yo soy feliz con el queso lo hago durar mucho, lo pongo en el congelador y dura mucho tiempo, así lo disfruto mas. Otras veces me manda Guayabate - ate de guayaba -, o cuero de mango - dulce de mango -. Se siente uno en la gloria cuando tienes oportunidad de saborearlos, te acuerdas de cuando los comías en tu casa y entonces te gustan más y aprecias más la comida, quieres más a tu pueblo y a tu gente. Yo no he comido cosas tan ricas como las que se hacen en Atenguillo. Cuando alguien viene de Atenguillo haces una fiesta, porque sabes que algo te trajo y algo vas a alcanzar especialmente si se trata de algún familiar tuyo, puede ser que te toque un pedacito de queso o un rollo de guayaba, lo que sea ya es ganancia. Además también te trae saludos de tus padres, y también te cuenta lo que hay de nuevo en Atenguillo; casi siempre nos reunimos para compartir lo que alguien ha traído de allá.12

Los relatos de Cristina y de Alejandro, muestran el tipo de vínculos que los migrantes establecen con su comunidad de origen desde su comunidad de destino. Los lazos con su comunidad de origen son múltiples, la distancia geográfica no impide estar simbólicamente cerca de su localidad. Entre los migrantes no existe un rompimiento con su comunidad de origen, a través del consumo de ciertos alimentos mantienen y renuevan estratégicamente la pertenencia a su terruño. Conclusiones Así la experiencia migratoria de los atenguillenses, refuta la tesis de la desterritorialización de la cultura; y permite observar al territorio local, como objeto de representación y de apego afectivo, y sobre todo como símbolo de pertenencia socioterritorial. En este caso los sujetos interiorizan el espacio integrándolo a su propio sistema cultural. Con esto se pasa de una realidad territorial "externa" culturalmente marcada a una realidad territorial "interna" e invisible, resultante de la "filtración" subjetiva de la primera, con la cual coexiste. Ello resulta importante para entender que la "desterritorialización" física no implica automáticamente la "desterritorialización" en términos simbólicos y subjetivos. Se puede abandonar físicamente un territorio, sin perder la referencia simbólica y subjetivo a través de la comunicación a distancia, la memoria, el recuerdo y la nostalgia. Cuando se emigra a tierras lejanas, frecuentemente se lleva la patria adentro. (Giménez, 1999: 6-7) A través de la utilización de los recursos simbólicos, se proclama la cercanía y la identificación con el terruño. Los migrantes negocian creativa y ambiciosamente sus mundos culturales en contextos espacio-temporales específicos. La energía, creatividad, intencionalidad y la capacidad trascendente de las personas, construyen identificaciones culturales y estilos de vida significativos disfrutables y únicos. Las emociones se unen a los cuerpos físicos para crear sentido. Aunque es verdad que mucha de la vida cultural todavía gira en torno a lo "local" y está fuertemente influenciada por la "incorporación física" que sitúa a seres humanos de carne y hueso juntos en lugares físicos reales, distinciones espaciales tales como aquellas establecidas entre lo "global" y lo "local", donde se dice que lo local es experimentado más profundamente, simplifican en exceso la manera en que las "realidades" simbólicas y culturales contemporáneas son percibidas y experimentadas. Nuestras emociones más profundas y nuestros cuerpos ya no están simplemente "aquí". (Lull, 2002: 26). Una característica definitoria de la cultura en la era de la comunicación es que cuerpos humanos y emociones reales interactúan con y son energetizados por cualidades evocativas y sensuales de esferas culturales múltiples, y efímeras de maneras que ayudan a los individuos a incrementar el control sobre sus experiencias de vida.

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Entrevista telefónica con Alejandro Chavarín, 21 de abril de 2000 www.migracionydesarrollo.org 10

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS BORUCHOFF, Judith (1999). "Equipaje cultural: objetos, identidad y transnacionalismo en Guerrero y Chicago". Gail Mumert (ed.). Fronteras fragmentadas. Zamora: El Colegio de Michoacán-Centro de Investigación y Desarrollo del Estado de Michoacán. BRISEÑO, Raúl (1999), Atenguillo. Aproximación a su historia. (Manuscrito inédito) Atenguillo, Jalisco, México. ESPINOSA, Victor (1998), El dilema del retorno. Migración, género y pertenencia en un contexto transnacional, México: El Colegio de Michoacán-El Colegio de Jalisco GEERTZ, Clifford (2000), La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa. GIMÉNEZ, Gilberto (1996), "Territorio y Cultura". Conferencia Magistral en la ceremonia de entrega del reconocimiento como Maestro Universitario Distinguido, Colima: Universidad de Colima. Instituto Nacional de Estadística Geográfica e Informática (INEGI), XII Censo General de Población y Vivienda, 2000. Resultados definitivos, México: INEGI. LULL, James (1997), Medios , comunicación, cultura. Aproximación global. Buenos Aires: Amorrortu editores. (2002), "Super cultura para la era de la comunicación". Texto usado en el seminario Globalización y cultura del 10 al 12 de abril, San Luis: Universidad de San Luis. RAL, M (1989), Super Media: A Cultural Studies Approach, Newbury Park, CA: Sage SWIDLER, A (1986), "Culture in action: symbols and strategies", American Sociological Review, 51, pags. 273-286 THOMPSON, Jhon (1998), Ideología y cultura moderna. 2a. Ed. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.

Referencia electrónica: http://meme.phpwebhosting.com/~migracion/ponencias/13_2.pdf

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