El Clarí-n de Chile

Los verdaderos nombres de Allende autor Hermes H. Benítez y Juan Gonzalo Rocha (*) 2010-05-14 15:19:19

“Empezaremos por el capitán del Equipo... por Salvador Allende Gossens.  Hay quienes sostienen que su nombre completo es Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende Gossens". "Yo, sinceramente, no he tenido el valor suficiente para preguntarle si ello es efectivo. PodrÃ-a ser cierto, y una cosa asÃes terrible―. Eugenio Lira Massi, La cueva del Senado y los 45 senadores. (1968)Â

Si uno se da el trabajo de revisar la biografÃ-a del Presidente Allende de la afamada Wikipedia, asÃ- como la menos conocida enciclopedia visual VisWiki, se encontrará con que la broma del legendario periodista de ClarÃ-n y Puro Chile sigue siendo tomada en serio, porque allÃ- se continúa afirmando que el nombre completo de aquél habrÃ-a sido: Salvador Isabelino Allende Gossens; mientras que en la Biography Research Guide, a la que también puede accederse por Internet, se consigna que su nombre era exactamente como lo indica Lira Massi, es decir, Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende Gossens.  En la página 191 de la documentada A HISTORY OF CHILE, de Simon Collier y William F. Sater, publicada, en 1996 y en el 2004, como parte de la serie Cambridge Latin American Studies, de la prestigiosa casa editorial de la Universidad inglesa, escriben sus autores: “No habÃ-a nada de inusual en que la devota esposa de un librepensador le pusiera nombres religiosos a sus hijos, como es el caso del niño nacido en 1908, que fuera bautizado Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende―. Por su parte, en su biografÃ-a de la familia, titulada― LOS ALLENDE, CON ARDIENTE PACIENCIA PARA UN MUNDO MEJOR, publicada, en el 2004, por la editorial TEBAR de Madrid, Günther Wessel señala: “En esta ciudad portuaria [ValparaÃ-so] nació el 26 de junio de 1908, Salvador Allende Gossens _Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende Gossens―.     Según puede verse, casi treinta y siete años después de la muerte del Presidente, en escritos de diferente intención y calado, más comúnmente en Chile, pero también en el extranjero, se sigue repitiendo, como si se tratara de la verdad más obvia, que aquél habrÃ-a sido su nombre completo y verdadero. Como es manifiesto, esto le plantea al historiador acucioso y al biógrafo serio, dos preguntas elementales que hasta ahora nadie pareciera haberse hecho: ¿eran aquellos, efectivamente, los verdaderos nombres de Allende? Y si no fuera asÃ- ¿quién, o quienes, y con qué motivos, le habrÃ-an atribuido al lÃ-der popular esta serie de piadosos nombres?  En las páginas iniciales de su libro testimonial, titulado: ALLENDE . EL HOMBRE Y EL POLITICO Memorias de un secretario privado, Ozren Agnic, quien se desempeñara como tal entre los años 1957 y 1965, escribe lo siguiente:  “Mi anhelo de unidad [del partido Socialista] se vio cumplido a comienzos del año 1957. Los socialistas de Chile y los [socialistas] populares hablaban de reunificación, pese a voces opuestas, como la de Oscar Weiss. Weiss escribió un libro titulado SOCIALISMO  Y NACIONALISMO EN AMERICA LATINA (1),  teóricamente perfecto. Sin embargo al referirse a Chile cometió el desatino de descalificar a Salvador Allende como “un pije relamido y calambriento―, por haberse opuesto a la candidatura de Ibáñez y levantar la propia con el apoyo de los socialistas de Chile, comunistas y algunos [otros] grupos menores, en busca de satisfacer -a su juicio- ansias de poder.  A falta de argumentaciones sólidas, su odiosidad personal en contra de Allende lo llevó a ridiculizarlo, afirmando que “ese pije desubicado― habÃ-a sido bautizado e inscrito en el registro Civil con el nombre de Salvador Isabelino del Sagrad Corazón de Jesús Allende, patraña que incluso transmitió en la columna que habitualmente escribÃ-a en el diario El ClarÃ-n.               Hasta el dÃ-a de hoy tengo que sacar a mucha gente del error acerca del verdadero nombre de Salvador Guillermo Allende. Es increÃ-ble que después de todo lo que se conoce sobre él, haya personas que aún crean y difundan lo de “Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús―.  Nunca he escuchado ni leÃ-do ninguna aclaración [al respecto], de quienes se han manifestado Ã-ntimos o cercanos a Salvador Allende. En realidad [esto] no tiene mayor importancia sólo demuestra que cualquier método de descalificación surte efectos cuando se repite insistentemente. Pareciera una tonterÃ-a, pero el apelativo que le colgó Weiss siempre molestó a doctor Allende― (2).   Como se ve, el planteamiento de Ozren Agnic no puede ser más categórico: en realidad el nombre completo de Allende era: Salvador Guillermo Allende; Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús no fueron más que nombres ficticios profusamente utilizados, y quizás concebidos, por Oscar Waiss, a comienzo de los años 60, con manifiestos fines de ridiculización del lÃ-der popular, en los momentos en que éste se encontraba embarcado en su primera campaña presidencial.  En cuanto al verdadero creador de aquellos nombres, afortunadamente será el propio Oscar Waiss quien se encargue de aclarar las cosas, cuando relata cómo, desde el semanario La Calle (3), que él mismo dirigÃ-a, se dedicaba en aquella época a atacar públicamente a Allende, quien habÃ-a levantado su propia candidatura, con el apoyo de los http://www.elclarin.cl

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Socialistas de Chile y el proscrito partido Comunista; en competencia con la del ex dictador Carlos Ibáñez, apoyado por el Partido Socialista Popular, en el que entonces militaba Waiss, quien relata:  “EscribÃ-a [entonces] con el pseudónimo de Amauta y dirigÃ-amos la artillerÃ-a contra Allende, candidato presidencial a quien llamábamos Isabelino, porque Eugenio González aseguraba que el certificado de nacimiento del Chicho daba como su nombre el de Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende Gossens. No sé si esta versión es o no efectiva pero en momentos de aguda acción polÃ-tica no vacilamos en usar tal antecedente…― (4).  Â Â No teniendo, en cuanto a esto, motivo alguno para dudar de la palabra de Oscar Waiss, no podemos sino aceptar como verdadero lo que afirma en cuanto a que no habrÃ-a sido él sino don Eugenio González (5), ministro de educación de la República Socialista de 1932, y uno de los “padres fundadores― del socialismo chileno, el autor de los nombres ficticios d Allende. Por lo demás, tiene sentido que don Eugenio González, conocido por su sentido del humor, y quien era como Allende un connotado masón(6), haya buscado satirizar el nombre de su “hermano―, presentándolo como de raÃ-z católica, con lo que lo herÃ-a asÃ-, simultáneamente, en su dignidad familiar y masónica.      Es curioso que, hasta ahora, nadie pareciera haberse dado el trabajo de ubicar y consultar los documentos oficiales en los que se registran los verdaderos nombres de Allende, con el fin de resolver definitivamente la cuestión que nos ocupa. De allÃ- que los autores de este artÃ-culo hayan procedido a ubicar, reproducir y examinar tres de los documentos pertinentes, es decir, el acta o partida de nacimiento de Allende, su certificado de bautismo, y su certificado de defunción; más un poco conocido documento masónico que nos ha permitido confirmar un importante detalle de la biografÃ-a de Allende, hasta el momento no resuelto.   Los documentos:  El acta de nacimiento, del 17 de julio de 1908, suscrita en la Oficina Portales de Santiago (que ya no existe, pero cuyos documentos se encuentran  alojados en la Oficina Estación Central del Registro Civil e Identificación), consigna textualmente:  Nombre: Salvador Guillermo Sexo: masculino Fecha de nacimiento: junio 26 de 1908 Hora: Una y media de la mañana Lugar: España  615. [Actualmente Avenida España] Padre: Salvador Allende Castro   Nacionalidad: Chilena Profesión: Abogado Domicilio: El anterior Madre: Laura Gossens de Allende Nacionalidad: Chilena Domicilio: El anterior Compareciente: Salvador Allende Castro Edad: 36 años Profesión: Abogado Domicilio: El anterior Testigos de su identidad: Conocido del Oficial Observaciones y firmas: Salvador Allende y una firma indescifrable.  Como puede verse, por sÃ- misma el acta de nacimiento echa por tierra el mito, inventado por don Eugenio González, y difundido por Oscar Waiss, de que el nombre completo de Allende habrÃ-a sido Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende Gossens. Demostrando, al mismo tiempo, que Allende llevó toda su vida los nombres de Salvador Guillermo, aunque nunca usó públicamente el segundo de éstos.  El acta de nacimiento, registrada en la ciudad de Santiago, nos plantea, sin embargo, un inesperado problema, puesto que su texto pareciera refutar la difundida creencia de que Allende habrÃ-a nacido en ValparaÃ-so. Porque es sumamente curioso que el padre de Allende, que era abogado y notario, no le hubieran indicado al funcionario del  Registro Civil que su hijo no habÃ-a llegado a este mundo en la Capital, sino en el Puerto. Es posible, por otra parte, que, habiendo nacido Allende en  ValparaÃ-so, haya sido simplemente inscrito en Santiago, pero esta consideración va más allá de lo que indica textualmente el documento. Allende siempre manifestó haber nacido en la ciudad puerto, y hasta hoy nadie ha puesto esto en duda, sin embargo la partida de nacimiento pareciera indicar que Allende no habrÃ-a nacido en ValparaÃ-so, sino en Santiago (7).  El dÃ-a martes 9 de julio de 2009, Juan Gonzalo Rocha se reunió con la diputada Isabel Allende Bussi, en su casa de Guardia Vieja 390, en Providencia, en la que residieron sus padres por muchos años. Consultada sobre el lugar de nacimiento de Allende, Isabel señaló que era la ciudad de ValparaÃ-so, agregando que esto no constituÃ-a materia de http://www.elclarin.cl

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discusión en su familia, porque el propio Salvador sostenÃ-a que era “porteño―, y  porque, además, habÃ-a estudiado el Liceo Eduardo de la Barra. Relata Juan Gonzalo: “Cuando le mostré a Isabel los documentos [reproducidos en este artÃ-culo],  ella reconoció que efectivamente sus abuelos habÃ-an vivido durante un corto tiempo en la Avenida España, de Santiago; pero, insistió en que ella, y el resto de la familia, respetaban lo que expresaba su padre, en cuanto a que él se sentÃ-a como natural de ValparaÃ-so.      Finalmente, Isabel le manifestó a Juan Gonzalo Rocha que muchas veces le han preguntado por el lugar de nacimiento de su padre, y que ella ha respondido siempre que él nació en ValparaÃ-so, respetando asÃ- los sentimientos de aquél, aunque los documentos oficiales digan otra cosa. Por desgracia esta observación de la hija del Presidente no consigue disipar la duda que nos plantea la inscripción de su nacimiento en la ciudad de Santiago.  Afortunadamente existe otro documento, que hemos podido ubicar y examinar, que viene a confirmar que Allende no habrÃ-a nacido en ValparaÃ-so sino en Santiago, y es el que figura en su carpeta de postulación a la Orden Masónica, fechada el 18 de julio de 1935, que lleva la firma de Allende y la de su amigo y patrocinante, el dentista Jorge Grove Vallejo, hermano del lÃ-der de la Republica Socialista, Marmaduque Grove. En dicha carpeta se contiene la ficha logial de Allende, en la que se consigna que su nombre es Salvador Allende Gossens, su edad 26 años, su nacionalidad, chilena, y su lugar y año de nacimiento, es Santiago, 1908. Junto con estos datos se deja constancia que la profesión del patrocinado es la de “Médico cirujano―, y que su lugar de residencia, entonces, es la ciudad de ValparaÃ-so.   El certificado de bautismo de Allende:  ARCHIVO HISTORICO DEL ARZOBISPADO DE SANTIAGO  PARROQUIA SAN LAZARO.  Certificado  Certifico que en la página 34 del libro No. 54 de Bautismos de la Parroquia San Lázaro, a 12 de julio de mil novecientos ocho, con mi licencia al Señor PresbÃ-tero Don Vicente Lascasas bautizó puso óleo y crisma a Salvador Guillermo, nacido el veintiséis del pasado, hijo legÃ-timo de Don Salvador Allende Castro y de Doña Laura Gossens, feligreses de esta parroquia. Fueron padrinos Don Guillermo Allende Castro y Doña Josefina Lascasas de Allende; de que doy fe. Luis Antonio Iglesias, Cura Rector. (Hay rúbrica)      Concuerda con el original citado, y para constancia sello y firma en Santiago de Chile a 5 de mayo de 2009.  Original.  Firma: Arlette Libourel Silva           Notario eclesiástico   Este documento demuestra, más allá de toda duda, que Allende tampoco fue bautizado con la serie de nombres que le colgó satÃ-ricamente don Eugenio González. Porque si hay un documento en el que debieron haberse consignado la serie de nombres católicos que le imputa la leyenda, es éste, y sin embargo no ocurre asÃ-. Este certificado de bautismo, que tampoco ha sido de conocimiento público hasta ahora, permite establecer, además, el origen de su segundo nombre que, como es manifiesto, le fue puesto en honor a su padrino, y tÃ-o paterno, don Guillermo Allende Castro.    El certificado de defunción:  Circunscripción: INDEPENDENCIA No. de inscripción: 593 Nombre del inscrito: SALVADOR ALLENDE GOSSENS Run: 000 Fecha de nacimiento: [en blanco] Sexo: Masculino Fecha de defunción: 11 de septiembre de 1973 Lugar de defunción: Santiago Causa de la muerte: herida de bala cérvico buco cráneo encefálica   Como puede verse, este documento sólo indica el único nombre de Allende públicamente conocido, carece de la fecha de su nacimiento, asÃ- como de su número de Rol Unico Nacional. De allÃ- que no contenga ninguna información de http://www.elclarin.cl

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utilidad para la investigación que nos ocupa. Pero era importante haber podido examinar y reproducir aquÃ- el texto de este certificado, para poder cerrar toda posibilidad de que pudieran haber aparecido en él los nombres apócrifos del Presidente.  Por lo que se sabe, la inscripción de la muerte de Allende fue oficialmente registrada recién el 7 de julio de 1975, es decir, un año y diez meses después de su deceso. Al parece aquel documento habrÃ-a sido expedido sólo a petición del abogado de la familia Allende, don Enrique Schepeler, con el fin de que Hortensia Bussi, la viuda del Presidente, pudiera obtener la “posesión efectiva―, y realizar otros trámites legales.  En un artÃ-culo del periodista Pedro RamÃ-rez, publicado en La Nación del 9 de septiembre de 1990, bajo el tÃ-tulo de: “Recortaron la partida de defunción de Allende―, se consigna que el certificado de defunción original, asÃ- como los documentos de la autopsia de los restos del Presidente (últimos que sólo fue públicamente conocidos en el año 2000, al ser incluidos por Mónica González como anexo a su libro titulado La Conjura. Los mil y un dÃ-as del Golpe), “se extraviaron― [misteriosamente] en el Instituto Médico Legal, y según trascendió, aquel certificado se habrÃ-an perdido al ser enviado al Ministerio de Justicia, en los tiempos de la Dictadura.          Conclusiones:  Nos parece que a partir del examen de los documentos más arriba reproducidos hemos demostrado de modo definitivo, e inapelable, que la creencia de un Allende bautizado, o inscrito, con una serie de nombres piadosos, ha demostrado ser enteramente apócrifa; el producto de la imaginación satÃ-rica y sentido del humor, de don Eugenio González; aunque haya sido ampliamente difundido en los medios polÃ-ticos chilenos, gracias al talento periodÃ-stico y polémico de Oscar Waiss, quien lo empleara con claros fines de ridiculización del lÃ-der popular. Nos parece que el establecimiento de este hecho, a pesar de constituir un pequeño detalle, una suerte de simple nota al pie de la biografÃ-a de Allende, no deja de tener importancia, por tratarse del nombre de quien debiera merecer todo nuestro respeto, como persona  y Presidente de Chile, que a pesar de una larga campaña  de desprestigio derechista de su persona y ejecutoria polÃ-tica, sigue siendo considerado por su pueblo como uno de los más grandes hombres que ha producido la historia de este paÃ-s, y “el único polÃ-tico chileno que ha alcanzado la estatura de figura histórica universal―(8).           Secundariamente, nuestra investigación de los documentos existentes nos ha permitido,  primero, identificar, y luego resolver, el problema de cuál habrÃ-a sido, en realidad, el lugar de nacimiento del lÃ-der popular, más allá de sus propias declaraciones al respecto, asÃ- como las de su hija Isabel. La información contenida en la partida de nacimiento, en el sentido de que Allende habrÃ-a nacido en Santiago, por sÃ- sola podrÃ-a descartarse, puesto que bien pudo haber ocurrido que aquél haya sido inscrito en Santiago, sin que hubiera nacido allÃ-. Pero la declaración del propio Allende, en aquel casi desconocido documento masónico, de que vino a este mundo en la ciudad de Santiago, confirma definitivamente que éste fue su verdadero lugar de nacimiento.  l Pero, además, esta algo modesta pero necesaria investigación documental,  ha venido a demostrar que Ozren Agnic estaba en lo correcto en los dos grandes detalles del asunto. Es decir, en que Allende se llamaba en realidad Salvador Guillermo; y en que Oscar Waiss habÃ-a sido el principal difusor de la especie de que Allende habÃ-a sido bautizado e inscrito en el registro de identificación con aquella serie de nombres católicos. Lo que Agnic no sabÃ-a, ni tampoco los autores de esta investigación, es que el inventor de aquellos falsos nombres fue nada menos que don Eugenio González, lo que quedó definitivamente establecido por las propias declaraciones de Waiss en este sentido.     Creemos, finalmente,  que más allá del simple propósito de establecer la verdad histórica de sus verdaderos nombres, junto con determinar de modo definitivo que él no nació en ValparaÃ-so, sino en Santiago, Allende merecÃ-a ser póstumamente reparado de esta suerte de agravio infringido a su honra, por quienes le colgaron aquellos nombres ficticios, que como revelara el que fuera su secretario privado  por muchos años, le provocaban al Presidente, como hombre de honor, una considerable y justificada molestia.      Notas:   (*) Hermes H. BenÃ-tez es autor del libro: LAS MUERTES DE SALVADOR ALLENDE, Santiago, RIL Editores, 2006; por su parte, Juan Gonzalo Rocha es autor del libro: ALLENDE. MASóN , Santiago, Editorial Sudamericana chilena, 2000.  1. Ozren Agnic debe referirse aquÃ-, sin duda, a: NACIONALISMO Y SOCIALISMO EN AMERICA LATINA,  publicado en 1961, en Buenos Aires, por Ediciones Iguazú. Oscar Waiss Band, nació en Concepción 16 de noviembre de 1912, era abogado y periodista de profesión, quien firmaba sus artÃ-culos de El ClarÃ-n con el pseudónimo de Lord Callampa. Durante la época de la Unidad Popular, llegó a ser director del Diario La Nación, al ser nombrado por el presidente Allende, quien, como se ve, nunca le guardó rencor. Socialista de larga data, fue uno de los fundadores, en los años 30, del Grupo AVANCE, del que como se recordará, Allende fue expulsado por oponerse a la creación de soviets en http://www.elclarin.cl

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Chile. Waiss se incorporarÃ-a al PSCh,  sólo en su Tercer Congreso, es decir, en 1936. Muchos años más tarde, en 1967, se contarÃ-a su nombre entre los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.  Hombre intelectualmente laborioso, Waiss escribió un considerable número de libros, en su mayorÃ-a de carácter polémico, entre los cuales se cuentan, además del recién indicado: FRENTE POPULAR Y LUCHA DE CLASES, s/i, 1936; ¿GROVE AL PODER O FRENTE POPULAR AL PODER?, Santiago, Imprenta Lers, 1936; EL DRAMA SOCIALISTA, s/l, Imprenta Victoria , 1948; VIA PACIFICA Y REVOLUCION, Santiago, Ediciones Socialismo, 1961; CHILE, NI SIQUIERA UNA TUMBA. Relatos de Prisión y exilio, Barcelona, Ediciones Mayler, 1977, ALLENDE ¿REFORMISTA O REVOLUCIONARIO?, Frankfurt, 1978. (Inédito) y CHILE VIVO: Memorias de un socialista, 19281970, Madrid, Centro de Estudios Salvador Allende, 1986.  Waiss pasó un largo exilio en Alemania Oriental y otros paÃ-ses de Europa, desde donde continuó escribiendo y publicando. Falleció, de un ataque cardÃ-aco, en el barrio Ñuñoa de Santiago, el 19 de septiembre de 1994, a los 82 años de edad.  2. Ozren Agnic, ALLENDE. EL HOMBRE Y EL POLITICO. MEMORIAS DE UN SECRETARIO PRIVADO, Santiago, RIL Editores, 2008. pág. 33. Como hemos podido confirmarlo documentalmente, la forma correcta de escribir el  apellido no es Weiss, sino Waiss.  3. Según nos informa el historiador Julio César Jobet, el semanario La Calle fue publicado, con interrupciones, entre fines de 1949 y 1955. Véase: J.C. Jobet, HISTORIA DEL PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE, Santiago, Ediciones Documentas, 1987, pág. 428.   4. Citado por Jorge Arrate y Eduardo Rojas en su: MEMORIA DE LA IZQUIERDA CHILENA, Tomo I (1850-1970), Santiago, Javier Vergara Editor, pág. 275. Es muy posible que el pasaje aquÃ- reproducido corresponde al libro de Waiss titulado: CHILE VIVO: Memorias de un socialista 1928-1970,  publicado en Madrid, por el Centro de Estudios Salvador Allende, el año 1986; y no, como lo indican Arrate y Rojas, a El DRAMA SOCIALISTA, que es de 1948.   5. Don Eugenio González Rojas nació en Santiago el 23 de enero de 1903. Hizo sus estudios secundarios en el Instituto Nacional, al término de los cuales ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde estudió Castellano y FilosofÃ-a. Se tituló como profesor de dichas disciplinas en 1925. Fue iniciado en la Orden Masónica , el 3 de septiembre de 1923, en la Logia Renacimiento No. 8, de Santiago. Por su combativa oposición al gobierno dictatorial de Carlos Ibáñez, en 1928 estuvo desterrado durante seis meses en la isla Más afuera, en el Archipiélago de Juan Fernández. Cumplido su destierro, regresó a Santiago, donde pasó a desempeñarse como profesor del Liceo Miguel Luis Amunátegui y del Internado Nacional Barros Arana. En 1931 fue nombrado profesor de FilosofÃ-a del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.   Durante la Republica Socialista de 1932, con apenas 29 años de edad,  don Eugenio González fue designado su Ministro de Educación, transformándose posteriormente en uno de los dirigentes de la campaña presidencial de Marmaduque Grove. Como militante de la Acción Revolucionaria Socialista, organización de inspiración anarcosindicalista, le correspondió el honor de ser, en 1933, uno de los fundadores del Partido Socialista de Chile. En 1947 redactó el importante preámbulo teórico al Programa del Partido Socialista y formo parte de su Comité Central entre 1946 y 1948, siendo elegido Secretario General entre 1948 y 1950. Posteriormente, entre 1949 y 1957, fue Senador por Santiago  Hombre de serias inquietudes literarias, junto con escribir importantes ensayos polÃ-ticos y literarios, los que se publicaron en la legendaria revista CLARIDAD, fue autor de cuatro obras de ficción: MAS AFUERA (1930), LOS HOMBRES (1935), un libro de cuentos titulado DESTINOS (1940), y su última novela, NOCHE (1942).        Entre 1939 y 1941 don Eugenio González es contratado por el gobierno de Venezuela para participar en la organización del Instituto Pedagógico de Caracas.  Se desempeña como Director del Instituto Pedagógico, entre 1957 y 1959, y como Decano de la Facultad de FilosofÃ-a y Educación entre 1959 y 1963, y finalmente como Rector de la Universidad de Chile desde este último año hasta 1968. He aquÃ- lo que declaró Salvador Allende ante la elección de Eugenio González como Rector de la Casa de Bello:  “Como ciudadano chileno estoy satisfecho por el resultado de esta elección, porque deja la RectorÃ-a en manos de un hombre justo, de un auténtico maestro, cuya acción y pensamiento enaltecen a la inteligencia y a la cultura del paÃ-s. Es importante que se premie a quien posee una vida generosa. Es la victoria de una lÃ-nea consecuente [por] sobre el oportunismo―. Noticias de Ultima Hora, Santiago, 12 de agosto de 1963. Citado por Alejandro Witker, en su ensayo: “Eugenio González Rojas: las huellas de una vida ilustre―, que es parte del libro colectivo titulado: EUGENIO GONZALEZ MAESTRO DEL SOCIALISMO CHILENO, México, Centro de Estudios del Movimiento Obrero Salvador Allende, 1981, págs. 190-191.   http://www.elclarin.cl

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 Durante su gobierno, el Presidente Allende lo nombrará, en 1971, Gerente General de Televisión Nacional. Don Eugenio González falleció, en Santiago, el dÃ-a 28 de agosto de 1976, a los 73 años de edad.  6. Véase: Juan Gonzalo Rocha, ALLENDE, MASóN, Santiago, Editorial Sudamericana, 2000, pág. 104.  7. Posteriormente a la redacción de la versión inicial de este informe, nos enteramos que los autores de la presente investigación no fuimos los primeros en descubrir este hecho, porque en la edición del 4 de abril del 2008 (Cuerpo C, pág. 6), de El Mercurio, se contiene una nota, de Jorge Molina Alomar, en la que se informa que la inscripción del nacimiento de Allende consigna que éste nació en Santiago, y no en ValparaÃ-so.   8. Véase: Manuel Riesco, “Allende, un chileno Universal―, en SALVADOR ALLENDE. PRESENCIA DE LA AUSENCIA, Miguel Lawner, Hernán Soto, Jacobo Achatan (Editores), Santiago, LOM, CENDA, Fundación Salvador Allende, España, FONDATION GABRIEL PERI, 2008, pág. 73.  Â

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